TIPICIDAD Juridica

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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA

NACIONAL”

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ


ESCUELA DE OFICIALES

TRABAJO APLICATIVO

CURSO : DERECHO PENAL

TEMA : TIPICIDAD

DOCENTE : CRNL PNP (R) CASSANOVA CUBAS JORGE


FERNANDO

INTEGRANTES :
 C1 PNP VALVERDE VELASQUEZ JOSE BENITO
 C1 PNP PEÑA PEÑA LUIGGI MARTIN
 C1 PNP HUAMANI MANTARI AXEL
 C1 PNP APUMAYTA ROJAS DIEGO
 C1 PNP SANTOS DAGA JEANPOOL GEOVANI

LIMA- PERÚ
2022

1
DEDICATORIA

A DIOS, por haberme permitido llegar


hasta este punto y haberme dado
salud para lograr mis objetivos,
además de su infinita bondad y amor.

Este trabajo va dedicado con mucho cariño y


amor a nuestros padres, quienes nos ayudan
diariamente en nuestros estudios para poder
lograr nuestras metas.

Dedico este trabajo a nuestro Docente


por darnos las pautas necesarias y
por sus sabias cátedras que nos
brinda.

2
ÍNDICE

DEDICATORIA..................................................................................................................2

ÍNDICE...............................................................................................................................3

INTRODUCCIÓN...............................................................................................................3

CAPITULO I (AREA PROBLEMÁTICA)..........................................................................5

CAPITULO II (OBJETIVOS DEL TRABAJO)..................................................................6

A. OBJETIVO GENERAL.........................................................................................6
B. OBJETIVOS ESPECÍFICO..................................................................................6

CAPITULO III (MARCO TEÓRICO)..................................................................................7

CONCEPTOS GENERALES.......................................................................................7
DEFINICIÓN DE TIPICIDAD........................................................................................7

CAPITULO IV (MARCO OPERACIONAL).......................................................................8

TIPICIDAD.........................................................................................................................8

I. GENERALIDADES...................................................................................................8

II. PRECISIONES SOBRE LA TIPICIDAD...................................................................9

III. FUNCIONES DEL TIPO PENAL............................................................................10

IV. ELEMENTOS DEL TIPO........................................................................................13

V. CLASIFICACION DE LOS TIPOS PENALES........................................................19

VI. CAUSAS DE EXCLUSION DE LA TIPICIDAD......................................................27

CAPITULO V (CONCLUSIONES)..................................................................................29

CAPITULO VI (RECOMENDACIONES).........................................................................30

CAPITULO VII (APLICABILIDAD).................................................................................31

BIBLIOGRAFÍA...............................................................................................................33

3
ANEXOS..........................................................................................................................34

INTRODUCCIÓN

Tipicidad es la adecuación del acto humano voluntario ejecutado por el sujeto a la


figura descrita por la ley como delito. La tipicidad es el encuadramiento en el tipo penal
de toda conducta que conlleva una acción u omisión ajustada a los presupuestos
detalladamente establecidos como delito o falta en un cuerpo legal; es decir, para que
una conducta sea típica, debe constar de manera específica y pormenorizada como
delito o falta en un código.
“un elemento objetivo del delito, que se integra mediante la función de comprobación
de que el hecho imputado (conducta y resultado) se adecúa al presupuesto normativo y
descriptivo (tipo), la sentencia impugnada, al aceptar que en autos se comprobó el
cuerpo del delito previsto en un precepto, está realizando la función de comprobar que
el hecho imputado encaja, en forma perfecta, dentro de la hipótesis recogida por el
tipo.”
Es necesario que en el estudio del derecho penal se adentre con más interés a conocer
el elemento de tipicidad, que por sí solo constituye la esencia del delito y que conlleva a
la exacta aplicación de la ley.

Por ende, la responsabilidad del juzgador recae en conocer si el elemento de tipicidad


se encuentra totalmente comprobado para emitir un fallo apegado a estricto derecho.

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CAPITULO I (AREA PROBLEMÁTICA)

La tipicidad es el elemento esencial para la configuración del delito, sin este elemento
es imposible su existencia cuando se carece de legislación penal (tipo), y resultaría
imposible su punibilidad bajo el principio de legalidad.

El tipo se recoge en la ley penal como medio descriptivo del delito y de dicho
comportamiento antijurídico; no obstante, sin el elemento de tipicidad, el tipo es
obsoleto pues por sí sólo el mismo es incapaz de definir al delito y como consecuencia
no es posible aplicar una sanción del precepto legal en estudio, al no existir el elemento
típico del sujeto y su conducta.

El dolo es el comportamiento del autor dirigido a excluir, dolosa o imprudentemente, su


capacidad de culpabilidad o imputabilidad, y aparece el error cuando la parte objetiva
del tipo no converge con la representación subjetiva del agente en algún aspecto
relevante.

La teoría del delito constituye una herramienta de análisis científico para el desempeño
de los juristas que permite determinar la existencia del delito. En consecuencia, se han
mostrado algunas consideraciones actualizadas sobre su tipicidad que incluyen el tipo,
sus elementos objetivo y subjetivo, particularizamos en el dolo como conocimiento y
voluntad de una conducta punible y en la culpa tipificada como infracción.

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CAPITULO II (OBJETIVOS DEL TRABAJO)

A. OBJETIVO GENERAL

 ESTUDIAR Y ANALIZAR LA TIPICIDAD COMO UNO


DE LOS ELEMENTOS ESENCIALES DEL DELITO.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICO

 CONOCER LA DOCTRINA DE LA TIPICIDAD


 ANALIZAR EL ORIGEN DE LA TIPICIDAD.
 DETERMINAR EL GRADO IMPORTANCIA QUE
TIENE LA TIPICIDAD PARA QUE UNA ACCION SE
CONSIDERE DELITO.
 CONCEPTUALIZAR LAS CARACTERISTICAS DE LA
TIPICIDAD.

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CAPITULO III (MARCO TEÓRICO)

CONCEPTOS GENERALES

La necesidad de comprender este elemento primordial es con la finalidad de que los


estudiantes de derecho y los profesionistas ya egresados conozcan la teoría, la técnica
y la práctica de cómo aplicar este concepto a delitos concretos y saber si el mismo
reúne los requisitos demostrativos para la aplicación de una sanción determinada por la
ley o su improcedencia.

DEFINICIÓN DE TIPICIDAD

Tiene que ver con toda conducta que conlleva una acción u omisión que se ajusta a los
presupuestos detalladamente establecidos como delito o falta dentro de un cuerpo
legal. Esto quiere decir que, para que una conducta sea típica, debe constar específica
y detalladamente como delito o falta dentro de un código.

Tipicidad es la adecuación del acto humano voluntario ejecutado por el sujeto a la


figura descrita por la ley como delito. Es la adecuación, el encaje, la subsunción del
acto humano voluntario al tipo penal. Si se adecua es indicio de que es delito. Si la
adecuación no es completa no hay delito.

En el tipo se incluyen todas las características de la acción prohibida que fundamenten


positivamente su antijuricidad. Pero no siempre se pueden deducir directamente del
tipo estas características y hay que dejar al juez la tarea de buscar las características
que faltan. Ello se debe a la dificultad de plasmar legalmente tales características en el
tipo legal.

Denominación técnica, originada por el penalista alemán Beling, que en el idioma


germánico le dio el nombre de “Tatbestand”, para designar la descripción legal del
delito, como uno de los caracteres del mismo, aparte otras valoraciones subjetivas u
objetivas necesarias para su punición.

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Así, el hurto es típico desde el instante en que se dan el apoderamiento de cosa
mueble ajena y el ánimo de lucro. Basta que se den esas circunstancias para que se
hable de hurto, sin que ello prejuzgue que se trate de un ladrón al que haya de
imponerse una pena; porque ha de averiguarse si se trata de un capaz, si ha actuado
con libertad y conciencia, si se trata de cercano pariente del hurtado y demás
elementos que determinan la exención penal; y sin que integre figura delictiva más
grave, por similar, como la de robo, cuya tipicidad requiere ya la fuerza en los cosas o
la violencia en las personas.

En realidad, el principio “pro reo”, “Nullum crimen sine lege” (no hay delito sin ley
previa) anticipaba el moderno concepto de la tipicidad; porque implica asimismo que la
acción punible ha de estar prevista en la ley para que pueda castigarse; pero este
tecnicismo precisa más y establece que ha de haber coincidencia precisa entre, lo
sancionable por el texto legal y lo hecho por el delincuente.

CAPITULO IV (MARCO OPERACIONAL)

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TIPICIDAD

I. GENERALIDADES

De modo general podemos decir que toda acción u omisión es delito si infringe el
ordenamiento jurídico (antijuridicidad) en la forma prevista por los tipos penales
(tipicidad) y puede ser atribuida a su autor (culpabilidad), siempre que no existan
obstáculos que impidan su punibilidad.

De estas tres categorías la primera y mas relevante jurídico - penalmente es la


tipicidad.

Para que un comportamiento humano sea delictivo es preciso que se corresponda (que
pueda ser subsumido) en una descripción legal (norma).

Los delitos son actos típicos y la tipicidad o condición de típico es la consecuencia


máxima del sometimiento del derecho penal al principio de legalidad.

Los actos típicos no son actos que tienen sentido “por que el derecho penal así lo
desea”, sino son actos que el Derecho Penal castiga porque son negativos en su
valoración social y jurídica.

II. PRECISIONES SOBRE LA TIPICIDAD

La tipicidad puede ser concebida como la completa correspondencia de la conducta del


agente con la descripción que de ella hace la ley penal, o si se quiere, el tipo penal, de
manera que se trata de la potencialidad de una conducta de subsumirse perfectamente
a la descripción abstracta de la previsión legislativa.

La tipicidad es una especie de recorte o de filtro legal en virtud del cual únicamente
puede considerarse típica una conducta adecuada a la descripción legal, por lo que si
la misma no es subsumible en el supuesto de hecho de un tipo penal no se cumple con

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el elemento tipicidad, porque de esa manera se desdice el principio de legalidad y el
carácter fragmentario del derecho penal.

El profesor René Suazo Lagos indica “La tipicidad como elemento del Derecho existe
siempre que la acción pueda ser subsumida en uno de los tipos del Código Penal, o de
una Ley especial, así cuando hablamos de tipicidad queremos indicar que la acción que
estamos analizando está tipificada, que es típica, esto es, que reúne las condiciones
exigidas por un determinado tipo penal.

Es importante mantener con toda claridad la distinción entre tipo y tipicidad porque
evidentemente se trata de dos nociones diferentes y que si no delimitamos
adecuadamente podemos reconducirla a una sola y producir de esa manera algún
grado de confusión.

El tipo es aquella parte de la ley penal que contiene la descripción de la conducta


delictiva.
La tipicidad es la adecuación de la conducta del sujeto a los presupuestos o elementos
del tipo y que como tal se encuentra en la realidad, por lo que el tipo se refiere a la ley
penal y la tipicidad a la realidad práctica o concreta.

III. FUNCIONES DEL TIPO PENAL

Muchos autores hacen relación a que el tipo penal cumple las siguientes funciones:
garantía, delimitadora, calificadora, indiciaria y de motivación.
El tipo penal cumple una función de garantía porque como quiera que este contiene los
presupuestos. El principio de legalidad exige que la descripción penal o legal en que él
consiste, debe darse de una manera clara y precisa, lo que se cumple estructurando
adecuadamente los elementos que lo componen.
Esta tarea que corresponde al legislador trae consigo importantes consecuencias, pues
además de que mediante él se contemplan los únicos supuestos delictivos e incluso las
penas, lo que no es más que la materialización del principio de legalidad, permite que

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la aplicación de la ley penal sea acorde con la previsión legislativa con el consiguiente
beneficio a favor de la seguridad jurídica.
Este es un punto en el que no se presentan mayores dificultades teóricas, pues existe
un consenso mayoritario sobre su importancia, lo que no significa que no existan
algunos problemas los cuales es necesario anotar.
En primer término recordamos el fenómeno de las leyes penales en blanco cuya
integración es remitida a instancias distintas a las legislativas con el problema de
violación a la legalidad, aun cuando debemos reconocer que cada vez son menos los
casos en que el legislador penal prevé tales supuestos de leyes penales en blanco.
Un punto de más importancia, en relación con el anterior, es la utilización cada vez más
frecuente de los tipos, incluso las propias denominaciones de los delitos de giros,
vocablos y también la utilización de términos de difícil delimitación conceptual, sea
porque ingresan de legislaciones muy dispares a la nuestra, sea porque se trata de
prácticas delictivas novedosas que no han sido estudiadas adecuadas y profundamente
o porque en todo caso el interés legislativo de cercar al máximo ciertas conductas que
se consideran dignas de protección, utilicen con exceso denominaciones, modalidades
y formas que no cumplen con la precisión y claridad que requieren el tipo para que
cumpla su función de garantía.
La propia exigencia de claridad y precisión de los tipos penales de manera que cada
tipo contenga un único supuesto de hecho implica a su vez una delimitación adecuada
de las figuras delictivas que impide que una pueda confundirse con otra.
Esta función delimitadora de los tipos es de muy fácil ocurrencia o cumplimiento,
porque lo contrario implicaría un contrasentido de hechos delictivos semejantes que no
tendría ninguna justificación.
Sin embargo, en algunos supuestos delictivos se han presentado confusiones, como
por ejemplo entre el hurto con abuso de confianza, la apropiación indebida y la estafa,
lo que ha llevado a realizar ciertas delimitaciones para evitar confusiones.
Incluso en la práctica, por la falta de uso adecuado de los elementos de tipo, se ha
pretendido confundir algunas figuras delictivas, con el lamentable despropósito de
evadir las responsabilidades procesales que muchas de ella llevan aparejadas.

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Por otra parte el tipo penal cumple una función calificadora de los elementos del delito,
es decir, que la categoría penal del tipo circunscribe su papel a la acción, a la
antijurídica y a la culpabilidad que se encuentra prevista en su contenido, y es
precisamente calificadora porque solo tiene importancia en la medida en que el tipo lo
prevé como tal.
El hecho de que una conducta sea subsumible en un tipo penal, es decir, que sea típica
implica por esa única razón un indicio de que es antijurídica y es esto lo que se ha
denominado la función indiciaria de la tipicidad.

Hay que recordar que en relación con esto existen dos direcciones doctrinales:

a. Los que consideran que el tipo es ratio essendi de la antijuricidad de manera que
este haría parte de la antijuricidad y
b. Los que consideran que el tipo es simplemente ratio cognoscendi de la
antijuricidad, es decir, que la presencia del tipo hace probable que esa conducta
típica sea a su vez antijurídica.

Estas direcciones doctrinales tienen que ver con la polémica que hubo en un tiempo
sobre el carácter objetivo o descriptivo del tipo y de la actividad o papel de la tipicidad,
en el sentido de si contenía elementos normativos y subjetivos además de los
meramente descriptivos, lo que dio lugar a discusiones teóricas.
Las corriente doctrinales más recientes consideran que el tipo penal cumple una
función indiciaria porque cuando se describe como típica una conducta determinada a
regla general es que esa conducta típica afecte el ordenamiento jurídico, es decir, que
es antijurídica, salvo que existan causas que la justifiquen.
Entonces está claro que la regla general es que una conducta típica es en principio
antijurídica, de manera que afirmada la tipicidad podemos deducir el indicio o
probabilidad de la antijuricidad, extremo que tiene importancia en cuanto al análisis que
debe o no realizarse del elemento antijuricidad.
Rodríguez Mourullo ha señalado claramente “En virtud de este sistema de regla, en la
práctica la investigación de la antijuricidad aparece invertida. Una vez probada la

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tipicidad de la acción, el juez no procederá a una investigación positiva de la
antijuricidad, sino a comprobar la ausencia de causas de justificación. Como toda
acción típica es también antijurídica (regla), salvo que ocurra una causa de justificación,
puede darse por afirmada la antijuricidad”.
Con el objeto de aclarar aún más este problema que puede ser tachado de teórico
tomemos en cuenta las manifestaciones del profesor Muñoz Conde, cuando nos anota:
“La tipicidad de un comportamiento no implica, sin embargo, la antijuricidad del mismo,
sino todo lo más un indicio de que el comportamiento puede ser antijurídico (función
indiciaria del tipo). Del hecho de que A haya matado a B o haya dañado a C no se
desprende, sin más, que el comportamiento de A sea antijurídico. Ciertamente A puede
haber realizado un tipo de homicidio o daños, pero su hecho puede estar justificado, es
decir, no ser antijurídico por la concurrencia de algunas causas de justificación; legítima
defensa, estado de necesidad, etc. De lo dicho se desprende que tipo y antijuricidad
son dos categorías distintas de la teoría general del delito. El tipo puede desempeñar
una función indiciaria de la antijuricidad (ratio cognoscendi), pero no se puede
identificar con ella (ratio essendi).
Por ultimo, se hace alusión también a que el tipo penal cumple una función motivadora
general que consiste en que de la mera descripción de la conducta contenida en los
tipos penales que indican los comportamientos prohibidos se espera que los asociados
se abstengan de realizar los hechos prohibidos por la ley.

IV. ELEMENTOS DEL TIPO.

El estudio detallado de los elementos del tipo no debe abordarse en este lugar
destinado al análisis de la teoría general del delito, pues su estudio pormenorizado
corresponde al análisis dogmático de cada delito en particular por lo que en este
momento solo puede enunciarse algunas líneas generales con la necesaria abstracción
y como es entendible predicable a algunos grupos de delitos.
Para abordar este tema cardinal de la tipicidad vamos a utilizar el orden de
construcción legal al cual comúnmente recurre el legislador para describir los
comportamientos típicos.

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Para identificar con mayor claridad esta exposición podemos a efectos exclusivamente
didacticos traer a colación el tipo penal del articulo 181 del Código Penal y utilizarlo
para referirnos a los elementos del tipo, el cual está concebido en los términos
siguientes:
“Articulo 181. el que se apodere de una cosa mueble ajena,
En este tipo penal, lo que puede ser predicable de otros tipos penales, son elementos
del tipo, a saber: sujeto activo, conducta, objeto material, objeto jurídico y sujeto pasivo.

A. El Sujeto Activo. Es la persona humana que realiza la conducta descrita en


el tipo penal, el cual comúnmente el legislador denomina: “el que”, aún
cuando, ha puesto de manifiesto Muñoz Pope, en nuestra legislación se
recurre también al pronombre “quien” como es el caso del Articulo 147 del
Código Penal que describe al conducta delictiva contra las libertades
políticas.
El Articulo 33 de la Ley 38 del 10 de junio de 2001 sustituyó la expresión “el
que” por el pronombre “quien” en los delitos contemplados en los títulos V y
VI del código Penal con el objeto, al parecer, de unificar la denominación del
sujeto activo del delito que tiene especiales connotaciones en materia de
delitos contra el orden jurídico familiar y el pudor y la libertad sexual, de que
tratan estos dos títulos del Código Penal.
Es importante señalar que solo la persona humana puede realizar la acción o
conducta descrita como punible por cuanto que es capaz de realizar
determinadas acciones con su voluntad consciente, a lo que incluso debería
adicionarse la característica de imputabilidad, de manera que desde este
momento quedaría fuera de esta consideración los que además no son
imputables.
En este punto es importante que reafirmemos que las personas jurídicas no
pueden realizar acciones delictivas directamente por ellas mismas.
Esta afirmación, como se sabe, ha traído una serie de dificultades teóricas
porque hay quienes consideran que sí es posible por cuanto que
efectivamente se cometen hechos punibles a su amparo. Para defender la

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tesis inicial que sostenemos se recurre al aforismo societas delinquere non
potest que implica que las personas jurídicas o morales no tienen facultad
para cometer delitos. Ello no significa que mediante ellas sus miembros,
dignatarios o empleados no puedan realizar acciones delictivas de muy
graves repercusiones. La responsabilidad que se genera son situaciones
complejas porque es difícil delimitar adecuadamente la acción del individuo y
la actividad de estas personas jurídicas sobre todo cuando han logrado un
desarrollo de gran entidad y los individuos cuentan con muy poco.
Creemos que no hay ninguna dificultad en mantener el concepto de acción
predicable únicamente en manos del individuo, pues es el único que por si
mismo o como miembro de una entidad realiza el delito que es la forma
racional de comprensión del problema. La dificultad se presenta porque a
veces para la persecución penal la Ley requiere ciertas cualidades del sujeto
activo que no reúnen las personas que trabajan o que son parte de las
personas jurídicas que son utilizadas como una modalidad para ocultar
acciones delictivas de sus miembros con el consiguiente deterioro y posible
impunidad de dichas actuaciones.
Para resolver este problema e impedir la impunidad de los sujetos activos se
ha recurrido a la figura denominada actuación en nombre de otro, mediante
la cual expresamente se considera sujeto activo a la persona física que
realiza la acción en nombre de la compañía aún cuando no reúna las
cualidades requeridas de la persona jurídica.
Esta consideración, que comprende a estos individuos no impide que las
personas jurídicas sean objeto de sanciones civiles o administrativas como
consecuencia de las acciones delictivas de sus miembros, como es el caso
de multas, prohibiciones, cancelación e incluso de disolución de las
compañías.

B. La Conducta. Uno de los elementos que contiene el tipo penal es la


descripción de la acción u omisión prohibitiva o mandada a la que deben

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someterse los asociados y que constituye el elemento fundamental o nuclear
del tipo penal.
Este fundamental elemento del tipo penal aparece generalmente descrito
mediante el uso de un verbo, como por ejemplo, en el caso del hurto simple
del Artículo 181 penal que se encuentra descrito con el verbo apoderar,
mecanismo lingüístico que a nuestro entender permite precisar la descripción
de la conducta ordenada o prohibida por el legislador.
La no utilización de esta técnica o su uso inadecuado puede dar lugar a
algunas imprecisiones con desmedro de la garantía de la tipicidad, por lo que
por el momento creemos que es importante utilizar este mecanismo
lingüístico que ha dado resultado de garantía a favor de los asociados, sin
perjuicio de que se denuncien algunas desventajas de menos importancia.
Téngase presente que en algunos supuestos delictivos el legislador ha
utilizado diversos verbos, por lo que habrá que distinguir cuál o cuáles
contempla la conducta mandada o prohibida.
La acción que al legislador le interesa incriminar está definida por lo que en la
doctrina penal se denomina verbo rector, como entre nosotros, han señalado
dos distinguidos autores nacionales, al anotar: “El núcleo del tipo que
describe la acción idónea para concretizar la conducta incriminada lo
constituye el o los verbos rectores. No debe perderse de vista que todo delito
se basa en una acción determinada que un verbo define y ese verbo forma
parte del tipo como uno de sus elementos más importantes”.
Este concepto permite aclarar que una determinada figura delictiva puede
contener varios verbos rectores y cada uno de ellos pueden constituir o no
conductas autónomas o medios distintos de ejecución del delito, como se
verá en las distintas clasificaciones de los tipos penales.
Pero como hemos señalado antes, puede suceder que en la figura delictiva
se contemplen verbos que no tienen esa categoría sino que únicamente se
refieren a modalidades o formas como se ejecuta el delito que describe el
verbo rector.

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Puede suceder entonces que la acción se encuentre contemplada con
algunas referencias de modo, tiempo o lugar e incluso del objeto material del
delito, como por ejemplo, que se cometa mediante ciertos medios, en
determinados lugares, durante ciertos momentos, contra una cosa corporal
(por ejemplo, veneno, lugar sagrado, incendio, una cosa).

C. El Objeto material. Es en definitiva el ente del mundo exterior sobre el cual


recae la acción delictiva, el cual puede ser una cosa material e incluso un ser
humano como en el caso del homicidio cuya conducta recae en la persona
que constituye el objeto material en esta categoría de delitos.
El objeto material puede confundirse a veces con otros entes corporales e
incluso con el sujeto pasivo del delito, el cual constituye un elemento distinto
de cuyo análisis nos referimos en unos momentos.
Sobre la confusión sobre objetos materiales y otros objetos ha señalado en la
doctrina italiana Petrocelli, para reconocer la diferencia, el siguiente ejemplo:
“El mueble o la caja fuerte donde se encuentra custodiada la cosa de la cual
se apropia el ladrón es indudablemente, desde un punto de vista general,
una cosa sobre la cual recae la acción del reo, pero no es objeto material del
delito; para que se tenga éste se requiere que se trate de la cosa esencial
para la realización de la hipótesis típica del delito previsto por la Ley”.
Ene le ejemplo que adelantamos antes, podemos observar cierta
coincidencia entre el objeto material y la persona sobre la cual recae la
acción delictiva, pero ambos conceptos son diferentes.
Si falta el objeto material considerado en la hipótesis típica como un
elemento esencial que debe concurrir en el delito esta ausencia da lugar al
llamado delito imposible, esto es, a aquel supuesto que por falta del objeto
material el delito no puede existir, como casos ocurridos en nuestro país en
algunos homicidios, en los cuales e ha sostenido su inexistencia porque al
momento de la acción delictiva la persona había fallecido por otros medios.
Lo que no sucederá en aquellos supuestos delictivos en los cuales no
aparece ningún objeto material porque su integración no se basa en

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determinado objeto material, como en los delitos formales o de pura
actividad, los cuales se edifican sin objeto material, así por ejemplo, en el
delito de calumnia e injuria, el falso testimonio, etc., por lo que es un
elemento que no está presente en todos los delitos.

D. El Sujeto Pasivo. Se considera sujeto pasivo al titular del bien jurídico


protegido contra el cual se dirige la acción delictiva del agente.
Este concepto de muy fácil comprensión es necesario delimitarlo
adecuadamente para no confundirlo con otras personas que no tiene la
calidad de sujetos pasivos porque no son titulares o poseedores del bien
jurídico atacado a favor de quien realiza la protección el legislador.
Es cierto que en un gran número de casos el sujeto pasivo es la persona
directamente afectada por la acción del delito y en algunos supuestos es el
único que puede serlo como en el caso del homicidio, pero en otros casos
como por ejemplo en los delitos contra el patrimonio en los cuales pueden
concurrir varias personas afectadas y no todas ellas constituyen sujetos
pasivos del delito.
El hurto cometido contra una persona que tiene la cosa hurtada en virtud de
un contrato con su propietario es simplemente un perjudicado, mientras que
el verdadero sujeto pasivo es el titular del bien protegido, o sea, el propietario
de la cosa sustraída, diferencia que es importante tener presente porque, al
parecer, por lo menos, en algunos casos, las reclamaciones y las vías
legales son distintas y tienen sus propias connotaciones.
Es importante transcribir las anotaciones de Cousiño Mac Iver: “El que
soporta concretamente los efectos del hecho punible es, con gran frecuencia,
una persona ajena a la acción realizada, no obstante lo cual, en su calidad de
perjudicado, tiene acción indemnizatoria no solamente en otra contra del
sujeto activo del delito, sino, también, contra el sujeto pasivo, si es que le
puede imputar culpa (civil). En suma, el perjudicado por el delito es titular de
una acción destinada a obtener el resarcimiento del daño, pero esta acción
es de carácter civil, sea que invista la calidad de sujeto o de tercero”.

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Este distinguido autor chileno ha señalado de manera acertada que pueden
ser sujetos pasivos las personas naturales, las personas jurídicas, el Estado
y la comunidad y no lo son los difuntos, los animales y los propios sujetos
activos, lo que se aclarará al abordar las distintas especies delictivas.

E. El Bien Jurídico. Está constituido por el valor individual, social, estatal o


comunitario que se protege por medio del tipo penal como por ejemplo la
vida, la libertad, el honor, el patrimonio, etc.
Hemos hecho alusión con anterioridad que el bien jurídico u objeto jurídico
como algunos lo denominan es una categoría jurídica penal fundamental del
derecho represivo. En este sentido, se ha concebido como un principio
general e informativo del derecho penal. Es una noción que se encuentra
presente tanto en el delito como en la pena, es decir, el derecho punitivo se
constituye a partir de la noción del bien jurídico.
El profesor Eugenio Zaffaroni al precisar el concepto de bien jurídico ha
señalado: “Bien jurídico penalmente tutelado es la relación de disponibilidad
de un individuo con un objeto, protegido por el Estado, que revela su interés
mediante la tipificación penal de conductas que le afectan”. Lo que se
protege no es la cosa en si misma, sino más bien la relación de disposición
con determinados objetos a los que se tienen derecho, pues si
voluntariamente lo concedemos no existe afectación y no se integra este
elemento del tipo penal.”El” “ente” que el orden jurídico tutela señala el
profesor Zaffaroni contra ciertas conductas que la afectan no es la “cosa en
sí misma”, sino la “relación de disponibilidad” del titular con la cosa. Dicho en
palabras más simples: los bienes jurídicos son los derechos que tenemos a
disponer de ciertos objetos. Cuando una conducta nos impide o perturba la
disposición de esos objetos, esa conducta afecta el bien jurídico, y algunas
de esas conductas están prohibidas por la norma que genera el tipo penal.
El Código Penal panameño, al igual que la mayoría de los Códigos penales,
clasifican como hemos visto con antelación, los delitos de la parte especial
del Código según el bien jurídico que protegen, aún cuando se ha

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considerado que es un criterio de clasificaciones que tiene fallas al no prever
siempre con la precisión necesaria el verdadero bien jurídico que
supuestamente protegen.

V. CLASIFICACION DE LOS TIPOS PENALES.

Nos referiremos a la clasificación más importante de los tipos penales. Esta distinción
permite precisar aún más la importancia que tiene este elemento del hecho punible.
También permite conocer algunas interioridades del delito, pues estas distinciones
pueden reconducirse a una clasificación de los delitos.

A. Tipos Básicos y Tipos derivados: Los tipos básicos o autónomos: constituyen


una estructura jurídica unitaria con un contenido y ámbito de aplicación propios,
como es el caso del tipo penal de hurto contenido en el Articulo 181 del Código
Penal.
Estos tipos penales han sido considerados como la descripción más simple del
hecho punible en la medida que contiene los elementos esenciales para que
exista el delito en su consideración más general.
Los Tipos derivados: son aquellos que contiene circunstancias que atenúan o
agravan al conducta y que se ha considerado necesario prever al lado de los
tipos básicos, los cuales por este doble contenido se han clasificado a su vez en
tipos privilegiados y tipos calificados.
Los primeros se denominan así porque describen circunstancias que atenúan la
pena prevista para el tipo básico y los segundos porque aluden a hechos que
agravan la pena, como por ejemplo, cuando el hurto es de una cosa de poco
valor o cuando se hace abusando de las relaciones de hospitalidad, confianza,
etc.
Esta es una clasificación importante porque ayuda a la delimitación adecuada de
los delitos y con ello a la interpretación de la Ley penal, pues puede suceder que
algunas figuras delictivas consideradas comúnmente como tipos derivados por el
sistema del Código Penal sean verdaderamente tipos autónomos, polémica que

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se ha presentado en las diversas clases de homicidios, por cuanto que en
alguno de estos supuestos se agregan o adicionan tantas características y
peculiaridades que son considerados cada uno de ellos como tipos autónomos
de homicidios.

B. Tipos Simples y Tipos Compuestos: Los tipos simples son aquellos que
describen una sola forma de la conducta, como es el caso del tipo penal de
homicidio del Artículo 131 que únicamente comprende la acción de causar la
muerte a otro.
Son tipos compuestos, por el contrario, como su nombre lo indica, los que están
constituidos por varias conductas cada una de las cuales integran un mismo
delito o varios delitos, razón por la cual se divide en tipos complejos y tipos
mixtos.
Los tipos complejos están constituidos por dos o más acciones delictivas que
tiene importancia cuando se encuentran reunidas, como por ejemplo, el robo con
homicidio.
Los tipos mixtos se presentan cuando el legislador ha previsto bajo una misma
denominación diversas formas de la conducta, lo que tiene importancia para
determinar si se trata de un único o de varios delitos.
Estos tipos mixtos pueden ser subclasificados en mixtos alternativos y mixtos
acumulativos. Los primeros como quiera que son alternativos pueden realizarse
con una sola acción, con algunas o todas y el delito sigue siendo uno mismo.
Los mixtos acumulativos implican la realización de cada una de las conductas
que se convierten cada una de ellas en delitos diferentes. Está claro entonces
que en este último caso se trata de distintas realizaciones típicas contenidas en
un mismo tipo penal peor que tiene consecuencias acumulativas, pues implica la
ejecución de varios delitos.

C. Tipos Comunes y Tipos Especiales: Los tipos penales comunes son aquellos
que describen una conducta que puede ser realizada por cualquier persona sin
ninguna consideración especial, que constituye la regla general, pues la mayoría

21
de los tipos penales se describen sin consideran de la persona que realiza la
acción.
En los tipos penales especiales el legislador exige determinadas cualidades en
el agente de manera que únicamente quien posee estas cualidades podrá
realizar la conducta descrita en el tipo, por ejemplo, la exigencia de ser servidor
público, intérprete, etc.
La distinción entre estas dos modalidades es importante porque puede suceder
que la persona que realiza el delito no tiene la cualidad exigida por el tipo y
tendríamos que resolver un problema que atañe a la tipicidad porque de otra
parte personas extrañas que no reúnen la cualidad exigida por el legislador
colaboren con el agente y tendríamos aquí un problema de intervención de un
individuo que participa en un delito en el cual se exige una determinada
condición personal.

D. Tipos Abiertos y Tipos Cerrados: En los tipos abiertos o necesitados de


complementos, el legislador describe la conducta de una manera amplia o
abierta porque no puede individualizar total o parcialmente, por complicaciones
de diversa índole, la conducta delictiva, por lo que el interprete tendrá que
completar su entorno acudiendo, a reglas externas al tipo, que es lo que sucede
cuando ene le tipo se usan nociones no meramente descriptivas u objetivas sino
subjetivas o normativas.
Los tipos cerrados son aquellos en que la conducta prohibida aparece descrita
integralmente, es decir, en los que puede individualizarse claramente la
conducta prohibida. Es una especie de tipo ideal en el que el legislador utiliza
elementos puramente descriptivos de lo prohibido. Parece pues una descripción
simple sin mayores complicaciones al prevalecer elementos objetivos o
descriptivos.
La situación del intérprete es distinta dependiendo del tipo abierto o cerrado al
cual está enfrentado, pues en el tipo abierto se le reconoce la posibilidad de que
pueda completar el contenido del mismo, mientras que en el tipo cerrado el

22
intérprete solo tiene que comprobar sensorialmente la presencia o ausencia de
los elementos objetivos.

E. Tipos de Lesión y Tipos de Peligro: Esta clasificación de los tipos toma en


cuenta la intensidad del ataque o de la ofensa, de manera que son delitos de
lesión o de daños los que implican una efectiva destrucción o disminución del
bien jurídico protegido y delitos de peligro aquellos que sólo contemplan la
probabilidad de que la lesión se produzca.

F. Tipos instantáneos y Tipos Permanentes: Los tipos instantáneos están


constituidos por aquellas conductas realizadas por el agente que se integran
inmediatamente y tipos permanentes aquellos cuya ofensa al bien jurídico se
prolonga en el tiempo.
La instantaneidad o permanencia hace referencia entonces a si la conducta
contenida en el tipo y que ofende un determinado bien jurídico se lesiona de una
sola vez o si por la naturaleza del objeto de protección el mismo puede cesar
cuando se pone término a la conducta que lo integra, como por ejemplo, en los
delitos contra la libertad.
Hemos hecho una distinción entre delitos permanentes o delitos de estado,
distinción que depende de si la prolongación en el tiempo de la afectación del
bien jurídico depende de la voluntad del agente, por lo que se afirma que en los
permanentes la ofensa depende de la voluntad del ofensor, mientras que en los
estados la afectación en el tiempo del bien jurídico una vez que se produce no
depende de él, como por ejemplo, en los matrimonios ilegales.

G. Tipos Uniofensivos y Tipos Pluriofensivos: Se señala que son tipos


uniofensivos o de ofensa simple cuando se prevé la afectación de un bien
jurídico, como es el caso del homicidio en el cual se tutela la vida.
Los tipos pluriofensivos o de ofensa compleja protegen a su vez varios bienes
jurídicos como se prevé en algunos supuestos del delito de aborto.

23
Es necesario tener presente que en relación a los tipos de ofensa compleja se
pretende distinguir entre bienes jurídicos que principalmente protege el tipo de
aquellos que se consideran secundarios o de un segundo plano al menos en
relación con determinada figura delictiva.
H. Tipos Monosubjetivos y Tipos Plurisubjetivos: Esta distinción tiene en cuenta
si basta la intervención de una sola persona o si se requiere varias para la
realización de la conducta delictiva, lo que toma importancia a propósito de la
concurrencia y naturaleza de la intervención de una o varias personas en el
delito.
Por lo pronto afirmemos que la regla general es que los tipos o delitos se
realizan con la intervención de una persona (monosubjetivos), pero en algunos
casos se requiere la presencia de varios (plurisubjetivos). La propia descripción
que hace el legislador de los tipos descubre esta realidad. En el Articulo 131 se
dispone que: “El que…”, es decir, se hace alusión a una sola persona.
Vemos adelante que esta afirmación no impide que en el delito monosubjetivo
intervengan varias personas que como partícipes contribuyen a su realización.

I. Tipos Activos y Tipos Omisivos: Son tipos activos o comisivos cuando la


conducta requerida por el agente consiste en un acto positivo, como por
ejemplo, apoderarse de una cosa mueble.
Los tipos omisivos están constituidos por las acciones o conductas que implican
una omisión, como cuando el tipo requiere de un comportamiento omisivo o
cuando lo que se exige es evitar la producción de un resultado.

J. Tipos Tentados y Tipos Consumados: Esta es una clasificación que tiene


presente el grado de ejecución del delito y, en este sentido, son tipos tentados
cuando la ejecución del delito ha quedado incompleta por causas extrañas a la
voluntad del agente y tipos consumados en los que la conducta se ha realizado
de acuerdo con la exigencia típica del delito.

24
K. Tipos de Autoría y Tipos de Participación: Los tipos de autoría o de coautoría
son los que se refieren a la intervención del agente con la cualidad de autor o
coautor.
Los tipos de participación aluden a la intervención, cooperación o colaboración
de los agentes que contribuyen con el autor o con los otros partícipes en la
ejecución del delito del autor.

L. Tipos Dolosos y Tipos Culposos: En los tipos dolosos el agente tiene como
propósito la ejecución de un hecho punible previsto como tal por el ordenamiento
jurídico penal.
En los tipos culposos o imprudentes la conducta del agente consiste en no
observar las reglas del debido cuidado o de la diligencia debida.

M. Tipos Formales y Tipos Materiales: Se concibe como tipos formales o de pura


actividad cuando basta la acción del sujeto activo sin necesidad de que se
produzca un resultado en el sentido de modificación del mundo exterior o
tangible por medio de los sentidos y por ello se denomina también delitos sin
resultado.
Los tipos materiales son aquellos en que se exige que a la conducta vaya aneja
una determinada modificación del mundo exterior, por lo que se les conoce
como delito con resultado material o tangible.
Es necesario no confundir las cosas porque partimos de la afirmación de que
siempre la acción integra un resultado de manera que éste no puede divorciarse
de la acción. Para que se integre el delito de homicidio es necesario que se
produzca la muerte del sujeto pasivo, es decir, que sea tangible la modificación
del mundo exterior. En los delitos de injurias no es necesario que ningún cambio
en el mundo exterior se produzca. He allí la razón de la distinción propuesta.
Es una distinción que tiene en cuenta fundamentalmente los elementos de la
acción. En su oportunidad a grandes rasgos señalábamos que eran dos sus
elementos: la voluntad y la manifestación de esa voluntad. Algunos autores
sostiene que eso es cierto en los delitos formales o de pura actividad, pero no

25
aplicable a los delitos materiales en los que es necesario agregar dos elementos
más: la relación de causalidad y el resultado, de manera que para estos delitos
se requieren cuatro elementos.
Es precisamente en los tipos materiales o de resultado en los que se ha
presentado el problema de la causalidad en materia penal. Existe una discusión
doctrinal sobre el lugar donde debe ser abordado el tema. Algunos consideran
que debe abordarse dentro de la acción y otros en la tipicidad.
La línea doctrinal que ubica la causalidad en el lugar que lo estamos abordando
considera que este es el lugar adecuado, pues se trata de una característica de
los tipos penales que como tal se encuentra radicada en al tipicidad de la
conducta.
El problema de la causalidad es determinar cuándo la conducta del hombre es la
causa del resultado típico producido para resolver determinadas consecuencias
jurídicas. La causalidad únicamente tiene importancia en los delitos materiales
esencialmente se verifica en el homicidio, las lesiones, incendio, coacciones y
estafa, es decir, en un número determinado de delitos. La causalidad no
resuelve el problema de la responsabilidad penal, pues su apreciación no es
más que el análisis de un factor dentro de un elemento del delito y no implica
obviamente todo el análisis, el cual queda completo cuando se verifique los otros
elementos del concepto dogmático del delito.
En la actualidad prevalecen tres teorías sobre el problema de la causalidad:
teoría de la equivalencia de las condiciones, teoría de la condición adecuada y
teoría de la causa más relevante.

a. Teoría de la equivalencia de las condiciones o de la conditio sine


qua non como también se denomina, parte de la afirmación de que todas
las causas son importantes en la producción del resultado. Por ejemplo: A
lesiona levemente a B; éste concurre a un hospital para hacerse curar; al
llegar al mismo se declara un incendio y B muere quemado. Si se suprime
mentalmente la acción de A, que produjo las lesiones de B éste no
hubiera estado en el hospital al producirse el incendio y, por lo tanto no

26
hubiera muerto de esa manera, conclusión: “la acción de A es causa de la
muerte de B”.
b. Teoría de la condición adecuada o de la causación adecuada.
considera que sólo importa aquella condición o causa que de acuerdo con
la experiencia general es apropiada o adecuada para producir un
determinado resultado, por ejemplo, un disparo con arma de fuego
produce habitualmente la muerte o lesiones importantes pero un simple
empujón a un hemofílico no es la causa adecuada de aquel resultado.

c. Teoría de la relevancia de la condición: fundamenta su posición en que


entre las varias causas concurrentes existen unas irrelevantes y otras
relevantes. Para esta teoría lo importante es determinar la relevancia
típica del nexo causal de acuerdo con una correcta interpretación del tipo.

Es necesario indicar que una de las criticas más fuertes que se hacen de la causalidad
es que se trata de una elaboración de las ciencias naturales y no una concepción
propia del derecho, por lo que modernamente se pretende reemplazar la relación
causal por la teoría de la imputación objetiva que obedece a una elaboración jurídica
que contempla soluciones para nuestra disciplina penal.

Para concretar esta imputación objetiva se han seguido los siguientes criterios
jurídicos:

1. Las normas jurídicas solo prohíben resultados evidentes, es decir, que si éste es
inevitable por razones autónomas del autor no habrá imputación objetiva del
resultado inmediato producido.
2. Las normas jurídicas solo prohíben acciones que aumentan el peligro corrido por
el bien jurídico, por lo que si la conducta del sujeto no aumentan el peligro ya
producido no se concreta la imputación objetiva.
3. Las normas jurídicas solo prohíben acciones que empeoren la situación del bien
jurídico pero no las que lo beneficien, por lo que los daños que se producen a un

27
sujeto para impedir un determinado resultado no pueden ser imputados
objetivamente al agente.
4. Las normas no prohíben sino acciones que representan un peligro para el bien
jurídico que protegen, por lo que si la acción no recae dentro de éste ámbito no
puede ser imputado de ninguna manera.

La Teoría de la imputación objetiva es una elaboración importante porque elimina los


excesos de la teoría de la conditio sine qua non y proporciona criterios jurídicos -
penales sobre esta problemática, sin perjuicio de que se reconozcan inconvenientes en
contra de la seguridad jurídica cuando algunos de sus criterios ante una misma
situación jurídica puedan dar lugar a situaciones contradictorias.

VI. CAUSAS DE EXCLUSION DE LA TIPICIDAD

La ausencia de tipicidad o atipicidad, como algunos la denominan, está constituida por


todos aquellos comportamientos humanos que no son típicos, es decir, que no son
subsumibles en un determinado tipo penal, lo que no es más que la concreción de la
función de garantía que cumple el tipo penal a favor de todos los ciudadanos.
La atipicidad puede considerarse en dos sentidos: atipicidad absoluta y atipicidad
relativa.
Se presenta el fenómeno de la falta de tipicidad, ausencia de tipicidad o atipicidad
absoluta cuando una determinada conducta no se consagra en un determinado tipo
penal.
La tipicidad relativa se presenta cuando en la conducta realizada no concurran los
requisitos esenciales de un determinado tipo penal y por tanto quedan excluidos por
falta de uno o de varios de sus elementos, que igualmente tendrá como consecuencia
la exclusión de la tipicidad, pero únicamente con relación al tipo penal que no reúne sus
requisitos.
Pero debemos tener claro que las consecuencias de una y otra clase de atipicidad son
diferentes, pues en el caso de la atipicidad absoluta la conducta no podrá ser

28
perseguida, en tanto que en el supuesto de la atipicidad relativa la conducta puede
perfectamente subsumirse en otra norma mediante la traslación del tipo.

29
CAPITULO V (CONCLUSIONES)

o Por lo común, el legislador establece un supuesto en la primera parte de


los preceptos dedicados a los delitos en los libros especiales de los
códigos, antes de determinar la pena. Lo primero es la base de la
tipicidad, si la acción u omisión del agente se adapta a ese molde.

o La tipicidad objetiva es comprende la conducta susceptible de ser


objetivada por un verbo rector (matar, hurtar, etc.). Describe los aspectos
que deben ser visibles en un tipo, a título de tentativa, cuando se dio inicio
al ataque o puesta en peligro del bien jurídico o a título de consumación
cuando en efecto se produjo el daño o se puso ciertamente en peligro el
bien jurídico.

o Los elementos descriptivos, son aquellos que refieren hechos de la


realidad natural, observable o deducible. Su contenido proviene del
ámbito del ser en el sentido de las ciencias naturales. Un ejemplo de
elemento descriptivo lo tenemos en el verbo “matar” a “otro” del Art. 106
del C.P.; o “aborto” del Art. 114 del C.P. La solución “el que causase al
otro, daño en el cuerpo o en la salud” del Art. 121 del C.P.

o El significado de los elementos normativos no se deduce directamente de


juicios de experiencia, sino a través de juicios de valoración jurídica o
social que no tiene por lo demás que ser técnico, basándose con que
dicho juicio se dé conforme un criterio profano.

30
CAPITULO VI (RECOMENDACIONES)

o Se debe implementar mecanismos de control más efectivos ante la


concurrencia de delitos que atañen responsabilidad penal.

o Se debe soslayar aquellas teorías que ya no responden a los intereses de


la política criminal en el país dado la ferviente ola de arbitrariedades en el
aparato judicial.

o Se recomienda que los Estudiantes de la ESCUELA DE EDUCACIÓN


SUPERIOR TECNICO PROFESIONAL - PNP, amplíen la información a
fin de obtener mayor conocimiento del tema y estar intelectualmente
preparados.

o Se recomienda que los Estudiantes PNP, al obtener la efectividad,


pongan en práctica lo aprendido en la presente monografía, así mismo
que realicen cursos institucionas respecta a la TEORÍA DEL DELITO
(TIPICIDAD).

o Se recomienda que el catedrático del presente curso, realice


coordinaciones con personal PNP que trabaja en unidad policiales,
especializadas en Investigaciones, Comisarias u otras, para que brinden
sus conocimientos y/o casuística policial a las Estudiantes de la PNP.

31
CAPITULO VII (APLICABILIDAD)

En las noticias que veremos a continuación, se ve claramente reflejada la TIPICIDAD,


ya que la conducta del hombre al violar a su menor hija, está TIPIFICADA EN EL
CÓDIGO PENAL PERUANO, siendo el Delito Contra la Libertad Sexual - Violación
sexual a menor de edad.

link: https://www.gob.pe/institucion/mpfn/noticias/349704-villa-el-salvador-ordenan-
cadena-perpetua-contra-hombre-que-abuso-de-hijastra-menor-de-edad.

Villa El Salvador: ordenan cadena perpetua contra hombre que abusó de hijastra
menor de edad
23 de marzo de 2021 - 4:10 p. m.

La Primera Fiscalía Superior Penal de Lima Sur, a cargo de la fiscal superior Norma
Doris Álamo Martínez, obtuvo cadena perpetua contra padrastro que abusó de su
hijastra de 9 años de edad.

Se trata de un hombre de 3 años, investigado por la comisión del delito de violación de


la libertad – violación de la libertad sexual - en agravio de una menor de edad.

El fiscal adjunto superior Hugo Raúl Villasís Rojas, logró acreditar la responsabilidad
del imputado, obteniendo así la i condena; además, al sentenciado se le impuso el
pago de 20 mil soles por reparación civil a favor de la agraviada.

El hecho delictivo se cometió en el distrito de Villa El Salvador, en el inmueble donde


vivía la menor agraviada junto a sus hermanas, con su madre; quien era pareja del
condenado.

El 21 de diciembre de 2019, la madre de la menor agraviada se ausentó durante el día


hasta casi la medianoche, por razones de trabajo, quedándose la menor con sus

32
hermanas junto al acusado. En esas circunstancias, la menor agraviada se encontraba
sola en su dormitorio donde fue abusada por el padrastro, lo cual fue descubierto por la
progenitora al llegar a su casa.

La madre se dirigió a la Depincri PNP de Villa El Salvador en compañía de su menor


hija para denunciar lo ocurrido. Los efectivos policiales se constituyeron en la vivienda y
procedieron a detener al acusado.

Las denunciantes dieron certeza de la comisión del evento delictivo, por lo que el
Ministerio Público, consiguió la máxima penalidad de cadena perpetua.

33
BIBLIOGRAFÍA

o Diccionario Enciclopedia de derecho usual, editorial Heliasta.


G.Cadanellas.

o Derecho Penal Parte General (Javier Villa Stein).

o ALBERTO DONNA, Eduardo. (1995). Teoría del delito y de la pena 2.


Imputación delictiva. 2° edición. Buenos Aires: Astrea Editores.

o BACIGALUPO, Enrique. (1999) Derecho penal. Parte general. 2° edición.


Buenos Aires: Hammurabi.

o BRAMONT- ARIAS TORRES, Luis Miguel. (2005). Manual de Derecho


Penal. Parte General. 3° edición. Lima: EDDILI.

o BUSTOS RAMÍREZ, Juan. HORMAZÁBAL MALARÉE, Hernán. (1999)


Lecciones de derecho penal. Volumen II. Teoría del delito, teoría del
sujeto responsable y circunstancias del delito. Valladolid: Trotta.

o GARRIDO MONTT, Mario. (2003). Derecho general. Parte general. Tomo


II. Nociones fundamentales de la teoría del delito. 3° edición. Santiago de
Chile: Editorial Jurídica de Chile. Pág. 61-62

34
ANEXOS

35

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