BOLILLA 1: Teoría General Del Derecho Procesal
BOLILLA 1: Teoría General Del Derecho Procesal
BOLILLA 1: Teoría General Del Derecho Procesal
Puede operar: Directamente: (sin ayuda de nadie) son las partes las que llegan a una composición
a base de una de las tres posibles soluciones dependientes exclusivamente de su voluntad, ya sea
Desistimiento (renuncia del pretendiente), Allanamiento (renuncia del resistente) o Transacción
(renuncia parcial y simultanea de las partes). Éstas constituyen formas de Conciliación.
Indirectamente: (con ayuda de otro) las partes llegan a un acuerdo mediante el cual permiten que
un tercero efectúe la actividad conciliadora ante ellas. Esta actividad puede presentarse como un
intento de Acercamiento, en donde el tercero solo aconseja pero no propone soluciones; la
Mediación, donde el tercero asume un papel preponderante en las tratativas, ya que asume la
dirección y hace proposición; Decisión, el tercero, a pedido de parte y dentro de los limites que ellas
fijan, emite la decisión que resuelve el conflicto, y las partes se comprometen a acatarla.
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La resolución que dicta el árbitro es el laudo arbitral, que produce los efectos de “res iudicata”
(cosa juzgada), y en caso de incumplimiento por alguna de las partes, es título ejecutivo equivalente
a sentencia judicial.
Mediación. Medio de solución de conflictos por el cual las partes llegan a un acuerdo consensual
con la ayuda de un tercero.
Conciliación. Medio de solución consensual similar a la mediación, aunque el rol del tercero es
mas activo en tanto puede proponer soluciones. Sin embargo, las propuestas del tercero no son
vinculantes.
Arbitraje. Mecanismo heterocompositivo de solución de conflictos por el que las partes acuerdan
que un tercero particular resuelva sobre la base de los méritos de los argumentos de las partes.
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Cuando un tercero ajeno a las partes e imparcial es el que resuelve el problema que se ha planteado
entre dos e impone una solución. Su decisión es irrevocable. Formas de resolver: proceso judicial
(juez tercero que resuelve el problema que se ha planteado, su solución es la valida), arbitraje
(cuando una persona resuelve por arbitraje, renuncia a que se un juez el que resuelva. Si cabe su
impugnación cuando el laudo incurra en algún defecto grave). El arbitraje se da más en temas de
consumo y de comercio internacional.
Sabemos que no puede concebirse una sociedad libre de conflictos, ya que las normas siempre son
susceptibles de ser violadas. La reglamentación de las facultades de resolver los conflictos con base
a determinados principios es una de las características esenciales de toda sociedad organizada. A
medida que la sociedad avanza los conflictos se hacen cada vez más complejos, en virtud de los
distintos intereses en juego, ya no son meramente personales sino que coexisten con intereses
sociales o populares.
B) El Derecho Procesal: Generalidades; Objeto. Desde el punto de vista de la teoría general del
derecho, el derecho procesal puede ser definido como aquella rama de la ciencia jurídica que se
refiere al proceso en sentido amplio, entendiendo por tal a la actividad desplegada por los órganos
del Estado en la creación y aplicación de normas jurídicas generales o individuales.
Tradicionalmente se conoce bajo la denominación de Derecho Procesal a aquella rama que estudia
por un lado el conjunto de actividades que tienen lugar cuando se somete a la decisión de un órgano
judicial o arbitral la solución de conflictos jurídicos o cuando se requiere la intervención de un
órgano judicial para que constituya, integre o acuerde eficacia a una determinada relación jurídica.
También estudia las actividades vinculadas con la organización y funcionamiento interno de los
órganos judiciales, es decir, jurisdicción y competencia (capacidad, facultades, deberes de los
jueces, árbitros y auxiliares). Otra materia de su estudio es el régimen jurídico de las partes,
peticionarios, representantes y asistentes, así como también los requisitos, el contenido y efectos de
los actos procesales.
“El Derecho procesal es el conjunto de normas que regulan la actividad jurisdiccional del Estado
para la aplicación de las leyes de fondo y su estudio comprende la organización del poder judicial,
la determinación de la competencia de los funcionarios que lo integran y la actuación del juez y de
las partes en la sustanciación del proceso” Hugo Alsina.
Evolución. El Proceso Civil Romano. El proceso civil atravesó en Roma por dos grandes períodos:
el del ordo iudiciorum privatorum (desde sus orígenes hasta el siglo III) y el de la extraordinaria
cognitio (desde el siglo III hasta su final)
Dentro del primero se diferencian dos épocas: 1) la de la legis actiones y 2) la del procedimiento
formulario. La característica común en ambos es la división del procedimiento en dos etapas, la
primera tiene lugar ante un magistrado que ejerce los poderes inherentes a la jurisdicción, pero
carece de facultades decisorias, y la segunda ante un juez privado que es designado por las partes
de común acuerdo, y que resuelve la controversia.
1) La legis actiones son formulas orales solemnes y gestos simbólicos que deben pronunciarse y
cumplirse con estricta sujeción a los términos utilizados por la ley. El proceso es exclusivamente
oral.
2) Posteriormente la Lex Julia iudiciorum privatorum suprime definitivamente las antiguas acciones
y consagra la vigencia exclusiva del procedimiento formulario. La formula constituye una
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instrucción escrita mediante la cual el magistrado designa al juez y fija los elementos que éste debe
tener en cuenta al momento de dictar sentencia, es decir, contiene un programa procesal.
La división de proceso en dos etapas desaparece con la implementación de la extraordinaria
cognitio, en virtud del cual el proceso se sustancia en su totalidad y se resuelve por un magistrado
único, que ya no es un juez privado sino un funcionario estatal. La demanda, la contestación y la
sentencia se extienden por escrito. Se debilitan los principios de oralidad y publicidad.
El Proceso Germánico. El proceso se halla configurado como una lucha entre partes y tiene lugar
ante asambleas populares, en las cuales reside el poder jurisdiccional, limitándose la función de juez
a dirigir formalmente el debate y a promulgar la sentencia dictada a propuesta de una comisión de
miembros peritos en derecho, en los primeros tiempos, y de jueces permanentes durante el periodo
franco (siglo V a XII)
El demandado es citado por el propio demandante mediante la utilización de palabras exactamente
prescriptas e invocación de la divinidad. Luego se coloca al demandado en la alternativa de
justificarse (periodo de prueba), ésta constituye un beneficio y no una carga, además se dirige al
adversario y no al tribunal. La sentencia es dada en forma pública y alcanza a todos los presentes
en la asamblea. Es susceptible de ejecución privada.
El Proceso Romano-Canónico. A raíz de las invasiones bárbaras penetra en Italia el derecho
germánico y desplaza al derecho romano de la época. A partir del siglo XI comienza a resurgir el
proceso romano debido a la subsistencia del derecho romano en determinadas regiones, a las
exigencias del tráfico mercantil y a la extensión de la jurisdicción de la iglesia, que se valía de un
procedimiento judicial esencialmente romanista. Este tipo especial de proceso, denominado
Romano-Canónico, es el resultado de la infiltración de elementos germánicos en el proceso romano.
Éste se halla dominado por el Principio del Orden Consecutivo, o por la división del proceso en
diversas etapas, destinada cada una de ellas al cumplimiento de un acto o actos procesales. La
demanda, la contestación y la interposición de excepciones son formuladas por escrito. La sentencia
es dictada en forma pública y oral. Este proceso, en virtud de la costumbre de documentar todas las
actuaciones producidas en él, termina por convertirse en un proceso exclusivamente escrito.
A partir del siglo XIV el proceso romano-canónico pasa de Italia a los demás países de la Europa
Continental, a raíz del llamado “fenómeno de la recepción”.
Proceso Iberoamericano. No puede decirse que exista en Iberoamérica una escuela autónoma del
Derecho Procesal. Pero los estudios de esta materia comenzaron a florecer en Argentina con Hugo
Alsina, Ramiro Podetti y mas recientemente con Enrique Palacio, Clemente Diaz, Carlos Colombo
y otros. En Brasil sobresalen Pontes de Miranda, Federico Márquez, entre otros. En Uruguay, en
primer termino Couture y más recientemente Enrique Vescovi.
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La Asamblea General Constituyente de 1813 aprueba un reglamento de administración de justicia.
El Estatuto Provisional de 1815 consagra el Principio de Independencia de los Jueces. Una ley en
1821 suprime los alcaldes y crea los juzgados de paz. En 1857 se divide al Tribunal Superior de
Justicia en una sala civil y otra criminal.
C) Fuentes del Derecho Procesal. Son aquellos criterios de objetividad que pueden ser invocados
por los jueces para esclarecer el sentido jurídico de las conductas que deben juzgar durante el
proceso. En escala decreciente de obligatoriedad constituyen fuentes del derecho procesal:
*Legislación Procesal: comprende las normas contenidas en la Constitucional Nacional y Tratados
Internacionales, en Leyes Procesales propiamente dichas y en los reglamentos y acordadas
judiciales:
La Constitución: contiene diversas normas atinentes a la administración de justicia, y en general,
a ciertos derechos y garantías que conciernen a la regulación del proceso. Entre las primera cabe
citar las que disponen la obligación de las provincias de asegurar su administración de justicia
(Art.5); la fe que merecen los procedimientos judiciales de cada provincia en las demás (Art. 7); la
incompatibilidad del cargo de juez federal y provincial (Art. 34); la forma de designar magistrados
(Art. 99, Inc. 4); la prohibición de que el presidente de la Republica ejerza funciones judiciales (Art.
109); la autonomía y composición del ministerio publico (Art. 120). Entre las segundas podemos
mencionar la supresión de fueros personales (Art. 16) en cuya virtud la condición de la persona no
debe ser tenida en cuenta para admitir fueros excepcionales; la prohibición de que nadie sea juzgado
por comisiones especiales, ni sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa
(Art. 18) tiene por objeto asegurar una justicia imparcial; la inviolabilidad de la defensa en juicio
de la persona y de los derechos.
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Costa Rica (1969) que agrega el recurso de Habeas Corpus y también elimina la detención por
deudas. Los Tratados de Montevideo (1889 y 1940) sobre aplicación interespacial de las leyes
procesales y ejecución de sentencias. El convenio celebrado con Uruguay (1980) sobre igualdad de
trato procesal. Las convenciones aprobadas por las conferencias de La Haya de Derecho
Internacional Privado sobre Procedimiento civil (1954). Existen, a su vez, Tratados
Interprovinciales o entre la Nación y las provincias.
Leyes Procesales: comprenden los Códigos Procesales, sea de la Nación o de cada Provincia, y
además diversas leyes relativas a la organización y competencia de la justicia, entre otras podemos
nombrar: la ley 27 de 1862, sobre organización de tribunales federales; ley 48 de 1863 sobre
jurisdicción y competencia de tribunales federales y su relación con los tribunales provinciales; ley
4055 de 1902 que crea Cámaras Federales de Apelación; la ley 24.573 introdujo un procedimiento
extrajudicial de mediación obligatoria previa al juicio ( ley 13.151 en Santa Fe); la ley 25.488
eliminó el proceso sumario,etc.
Reglamentos y Acordadas Judiciales: las leyes confieren a los tribunales superiores la facultad de
dictar normas generales, destinadas a complementar los textos legales referentes a la organización
judicial y a la regulación de los procedimientos.
*Eficacia de la Norma Procesal en el Tiempo: Esta materia se halla reservada al arbitrio del
legislador, con la limitación derivada de los Derechos Adquiridos.
Régimen intertemporal de las leyes procesales: Una ley procesal nueva no puede validamente
aplicarse a los procesos que se encuentran concluidos por sentencia firme, ya que esto implicaría
una violación a la garantía constitucional de la propiedad (Art. 17 CN) la cual es comprensiva de
los derechos reconocidos mediante sentencia en autoridad de cosa juzgada. La nueva ley se aplica
a los procesos que se inicien con posterioridad a su entrada e vigencia. Si esta ley modifica, respecto
a una determinada relación jurídica, el tipo de proceso judicial existente, las partes no podrán
invocar el derecho de ser juzgados de acuerdo con las reglas del tipo de proceso sustituido. Los
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procesos en tramite pueden ser alcanzados por la nueva ley siempre que ello no importe afectar a
los actos procesales ya cumplidos y que han quedado firmes bajo la vigencia de la le anterior, sino
implicaría una violación al principio de preclusión.
*Eficacia de la Norma Procesal en el Espacio: Las normas procesales se hallan sujetas al
principio de territorialidad. Solo tienen vigencia dentro del ámbito territorial del Estado que las
dictó. Sin embargo, este principio reconoce excepciones: 1) En materia de capacidad de las partes
el C.Civ., cuyas disposiciones se aplican a la capacidad para estar en juicio, consagra el principio
de que la capacidad o incapacidad de las personas domiciliadas fuera del territorio de la República
será juzgada por las leyes de su respectivo domicilio, aun cuando se trate de actos ejecutados o de
bienes existentes en la República (Art. 7); 2) Tanto as formas del mandato, como el alcance de las
facultades que él confiere, se rigen por la ley del lugar de su otorgamiento (Art. 12 C.Civ.); 3) En
lo que respecta a la aplicación de leyes extranjeras, cabe recordar que solo puede tener lugar a
solicitud de la parte interesada, quien debe probar su existencia (Art.13)
E) La organización del Estado se concreta mediante normas jurídicas que determinan reglas de
conducta destinadas a los individuos; son reglas generales y abstractas que tienden a regular la vida
en sociedad e integran lo que se llama el Derecho Sustancial. A su vez, el Estado crea un
mecanismo idóneo para que se cumpla lo previsto en esa ley, ya sea compeliendo al individuo a
acatar, ya sea solucionando el conflicto creado. Ante la inobservancia de la norma de fondo, es
necesario proveer de un procedimiento para que ese incumplimiento no quede impune. Es
indispensable, entonces, normas jurídicas que creen órganos destinados a juzgar esos
incumplimientos, dar a los sujetos la posibilidad de exigir que el Estado garantice la obediencia a
las leyes y que permita al presunto incumplidor alegar las defensas que considere adecuadas ante la
pretensión del demandante. Todo esto constituye el contenido del Derecho Procesal.
Una Relación Jurídica es el vínculo jurídico entre dos sujetos surgido de la realización de un
supuesto normativo en virtud del cual, uno de ellos tiene la facultad de exigir algo que el otro debe
cumplir. La Relación Jurídica Sustancial es la que determina las formas de conducta que debemos
observar las personas, haciendo o dejando de hacer. Cuando actuamos conforme a esas normas
estamos realizando la hipótesis planteada, se establece la relación jurídica entre las partes o sujetos
que participan en esa realización, quedando a la expectativa del cumplimiento voluntario de la
relación jurídica iniciada. Pero cuando alguna de estas parte no actúa conforme a estas reglas de
conducta, tenemos la posibilidad de exigir ante la justicia el cumplimiento de nuestra pretensión.
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La Relación Jurídica Procesal es la relación que surge entre los órganos jurisdiccionales y la
persona que hace valer el derecho de acción para reclamar justicia. Se caracteriza porque al activarse
origina otras relaciones. Comprende las fases de: demanda, defensa y sentencia, que a su vez puede
traer como consecuencia la relación de ejecución. Esta relación procesal es posterior a la relación
jurídica sustancial.
BOLILLA 2
F) Constitución y Proceso: en el siglo XIX el proceso comienza a ser visto como una “cosa entre partes”
debido a la idea vigente de que ambas partes tienen frente a la ley, y por ende, frente al proceso, iguales
derechos y facultades. Pero a partir de la segunda mitad de dicho siglo se advirtió que esta igualdad formal
no alcanzaba para garantizar un efectivo acceso a la justicia. Es por eso que se comienza a realizar
determinadas reformas para extender el acceso a la justicia, como por ejemplo: establecer un servicio de
asesoramiento jurídico prejudicial; se trata de proveer una adecuada defensa judicial al individuo que no
puede contratar los servicios de un abogado; se implementa el beneficio de litigar sin gastos, entre otros.
El proceso es, entonces, por si mismo, un instrumento de tutela del derecho y la justicia. A su vez, la tutela
del proceso se realiza por imperio de las previsiones constitucionales. A través de diversos artículos de la
CN se garantiza el acceso a la justicia y un proceso justo, entre otras cosas.
Art 14 garantiza el derecho de peticionar ante las autoridades;
Art 16 establece la igualdad ante la ley y no admite fueros personales;
Art 17 funda la inviolabilidad de la propiedad, salvo en virtud de sentencia fundada en ley;
Art 18 sostiene que nadie puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del
proceso ni juzgado por comisiones especiales. Además nadie puede ser obligado a declarar contra
si mismo. Establece la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y los derechos.
Proceso constitucional es la expresión usada, en la doctrina constitucional, para referirse al proceso instituido
por la misma constitución de un Estado, cuya finalidad es defender la efectiva vigencia de los derechos
fundamentales o garantías constitucionales que este texto reconoce o protege, haciendo efectiva la estructura
jerárquica normativa establecida.
La doctrina constitucional ha tendido a coincidir en el cambio del término "garantía constitucional" por el más
completo término de "proceso constitucional"
El debido proceso es un claro derecho constitucional de todo particular y como un deber de irrestricto
cumplimiento por la autoridad. La adjetivación debido, se concreta en cada caso a asegurar la inviolabilidad de
la defensa en juicio.
El origen de la palabra debido se halla en la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de
América que al establecer los derechos de todo ciudadano en las causas penales, dice en su parte pertinente que
no podrá someterse a una persona dos veces, por el mismo delito, al peligro de perder la vida o sufrir daños
corporales; tampoco podrá obligársele a testificar contra sí mismo en una causa penal, no se le privará de la
vida, la libertad o la propiedad sin el debido proceso judicial.
En definitiva se puede decir que el debido proceso supone el derecho a la jurisdicción, que es imprescriptible,
irrenunciable y no afectable por las causas extintivas de las obligaciones ni por sentencia (lo que viene a querer
significar la afirmación contenida en la Declaración de Derecho Humanos de las Naciones Unidas de 1948:
Toda persona tiene el derecho de ser oída en plena igualdad, públicamente y con justicia por un tribunal
independiente para la determinación de sus derechos y obligaciones¨) ; implica el libre acceso al tribunal, la
posibilidad plena de audiencia (lo cual lleva anejo una efectiva citación que permita total conocimiento de la
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acusación o demanda cursada), la determinación previa del lugar del juicio y el derecho del reo de explicarse
en su propia lengua; comprende en derecho de que el proceso se efectúe con un procedimiento eficaz y sin
dilaciones, adecuado a la naturaleza del caso justiciable y público, con asistencia letrada eficiente desde el
momento mismo de la imputación o detención. Específicamente en cuanto a la confirmación, comprende el
derecho de probar con la utilización de todos los medios legales procedentes y pertinentes y el de que el juzgador
se atenga sólo a lo regular y legalmente acreditado en las actuaciones respectivas.
En cuanto atañe a la sentencia, comprende el derecho de que sea dictada por un juez objetivo, imparcial e
independiente, que emita su pronunciamiento en forma completa (referida a todos los hechos esenciales con
eficacia decisiva y al derecho aplicable), legítima (basada en pruebas válidas y sin omisión de las esenciales),
lógica (adecuada a las reglas del pensamiento lógico y a la experiencia común), motivada (debe ser una
derivación razonada del derecho vigente con relación a la pretensión esgrimida y en función de los hechos
probados en el proceso) y congruente (debe versar exclusivamente acerca de lo pretendido y resistido por las
partes).
La sentencia que no cumple tales condiciones es calificada habitualmente como arbitraria; la jurisprudencia dice
que la sentencia será arbitraria cuando no decida acerca de cuestiones oportunamente planteadas, o decide acerca
de cuestiones no planteadas, o contradice constancias del proceso, o incurre en autocontradicción, o pretende
dejar sin efecto decisiones anteriores firmes, o el juez se arroga en ella el papel de legislador, o prescinde del
texto legal sin dar razón plausible alguna, o aplica normas derogadas o aún no vigentes, o da como fundamentos
algunas pautas de excesiva latitud, o prescinde de prueba decisiva, o invoca jurisprudencia inexistente, o incurre
en excesos rituales manifiestos, o sustenta el fallo en afirmaciones dogmáticas o en fundamentos que sólo tienen
la apariencia de tal, o incurre en autocontradicción, etc.
Si se intenta definir técnicamente la idea de debido proceso resulta más fácil sostener que es aquél que se adecua
plenamente a la idea lógica de proceso: dos sujetos que actúan como antagonistas en pie de perfecta igualdad
ante una autoridad que es un tercero en la relación litigiosa (y como tal, impartial, imparcial e independiente).
O sea, el debido no es ni más ni menos que el proceso que respeta sus propios principios.
-JUICIO PREVIO: nadie puede ser castigado sin haber sido previamente juzgado y sentenciado mediante el
debido proceso.
DERECHO A LA JURISDICCION:
La garantía del debido proceso (ART 18 CN) se encuentra comprendida dentro de un derecho aún más amplio,
denominado derecho a la jurisdicción. Este comprende:
- Derecho de recurrir al órgano judicial.
- Derecho de defensa en juicio (ej.: presentar pruebas).
- Derecho a obtener una sentencia justa, fundada y oportuna.
- Derecho a ejecutar la sentencia (hacerla cumplir).
Es decir es el derecho de los individuos de solicitar y provocar la actuación de los órganos que la administran
ACCESO A LA JUSTICIA
Ante un conflicto cualquier persona tiene derecho a concurrir ante un órgano judicial en busca de justicia. El
derecho a la jurisdicción se vincula con el costo del proceso. En efecto, de muy poco valdría que el estado
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tuviera una eficiente organización judicial y leyes procesales que aseguraran un adecuado servicio de justicia,
si fuera inaccesible para un gran número de personas debido a su costo. Por ello, las leyes procesales y la
organización judicial han previsto remedios para evitar que las personas de menores recursos vean excluido o
dificultado su acceso a la justicia. En el ámbito civil se permite litigar sin gastos total o parcialmente hasta que
se mejore de fortuna. En el ámbito penal se provee de un defensor oficial al imputado cuando no lo tuviere o no
fuere autorizado por el juez para defenderse personalmente.
Tienen vinculación con el costo del proceso ciertas leyes que establecen la obligación del justiciable de oblar
una suma de dinero como requisito previo para el acceso a la instancia judicial. Asimismo, algunas leyes
procesales laborales establecen la obligatoriedad del depósito de la suma que ha sido condenada la demanda,
para hacer viable un recurso.
SERVICIO DE JUSTICIA
La jurisdicción puede ser considerada como un doble aspecto:
- Como un derecho público del estado y su correlativa obligación para los particulares
- Como una obligación jurídica del derecho público del estado de prestar sus servicios, de lo cual se
deduce el derecho subjetivo público de toda persona de recurrir ante el a fin de poner en movimiento
su jurisdicción mediante el ejercicio de la acción, para que se tramite un proceso o se adelante la
investigación previa o sumarial por un juez.
Protección Judicial de los Derechos del Hombre a nivel Internacional. La integración de los
Estados, agrupados para la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos ha dado lugar
a la formación de comunidades internacionales. A su vez, los Estados Americanos han firmado la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica 1971) que,
en nuestro país, tiene jerarquía constitucional y su contenido es complementario de los derechos y
garantías reconocidos por la Constitución Nacional. Enuncia los derechos y garantías civiles y
políticas, a la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, de
conciencia y de religión, protege la dignidad y la familia, protege los derechos del niño y la igualdad
ante la ley, entre otros. El Art. 25 consagra el derecho a la protección judicial, redactado en los
siguientes términos: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”.
Enuncia, también, los órganos competentes para conocer respecto a los asuntos relacionados con el
cumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados miembros, su organización,
funcionamiento, competencias y procedimientos.
Los organismos creados por la Convención son: La Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Los preceptos constitucionales, también han llegado hasta la Declaración Universal de los derechos
del Hombre, formulada por la Asamblea de las Naciones Unidas de 1948 cuyos Arts establecen:
Art 8 “Toda persona tiene un recurso para peticionar ante los tribunales nacionales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales, reconocidos por la Constitución
o por la ley”.
Art 10 “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y
con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para las determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”
Protección Judicial de los Derechos del Hombre a nivel Internacional. La integración de los
Estados, agrupados para la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos ha dado lugar
a la formación de comunidades internacionales. A su vez, los Estados Americanos han firmado la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica 1971) que,
en nuestro país, tiene jerarquía constitucional y su contenido es complementario de los derechos y
garantías reconocidos por la Constitución Nacional. Enuncia los derechos y garantías civiles y
políticas, a la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal, a la libertad personal, de
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conciencia y de religión, protege la dignidad y la familia, protege los derechos del niño y la igualdad
ante la ley, entre otros. El Art. 25 consagra el derecho a la protección judicial, redactado en los
siguientes términos: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro
recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente convención, aun
cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”.
Enuncia, también, los órganos competentes para conocer respecto a los asuntos relacionados con el
cumplimiento de los compromisos contraídos por los Estados miembros, su organización,
funcionamiento, competencias y procedimientos.
Los organismos creados por la Convención son: La Comisión Interamericana de Derechos
Humanos y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Los preceptos constitucionales, también han llegado hasta la Declaración Universal de los derechos
del Hombre, formulada por la Asamblea de las Naciones Unidas de 1948 cuyos Arts establecen:
Art 8 “Toda persona tiene un recurso para peticionar ante los tribunales nacionales competentes,
que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales, reconocidos por la Constitución
o por la ley”.
Art 10 “Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y
con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para las determinación de sus derechos y
obligaciones o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal”
TUTELA JUDICIAL EFECTIVA:El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es aquél por el cual toda
persona, como integrante de una sociedad, puede acceder a los órganos jurisdiccionales para el ejercicio o
defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a que sea atendida a través de un proceso que le ofrezca las
garantías mínimas para su efectiva realización. El calificativo de efectiva que se da le añade una connotación
de realidad a la tutela jurisdiccional, llenándola de contenido. El derecho a la tutela jurisdiccional "es el derecho
de toda persona a que se le haga justicia; a que cuando pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por
un órgano jurisdiccional, a través de un proceso con garantias mínimas
En cuanto a su naturaleza, el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es de carácter público y subjetivo, por
cuanto toda persona (sea natural o jurídica, nacional o extranjera, capaz o incapaz, de derecho público o privado;
aún el concebido tiene capacidad de goce), por el sólo hecho de serlo, tiene la facultad para dirigirse al Estado,
a través de sus órganos jurisdiccionales competentes, y exigirle la tutela jurídica plena de sus intereses. Este
derecho se manifiesta procesalmente de dos maneras: el derecho de acción y el derecho de contradicción.
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LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA ANTES DURANTE EL PROCESO. Monroy Gálvez y Bidart
Campos "hablan de tutela judicial antes del proceso y durante él. En el primer caso se sostiene que aun cuando
el ciudadano no tenga un conflicto concreto ni requiera en lo inmediato de un órgano jurisdiccional, el Estado
debe proveer a la sociedad de los presupuestos materiales y jurídicos indispensables para que el proceso judicial
opere y funciones en condiciones satisfactorias. Así, debe existir un órgano jurisdiccional autónomo, imparcial
e independiente; preexistir 'al conflicto las reglas procesales adecuadas que encausen su solución; existir
infraestructura (locales y equipos) adecuada y suficiente para una óptima prestación del servicio de justicia;
existir el número necesario y suficiente de funcionarios que presten el servicio. En el segundo caso, esto es
durante el proceso la tutela judicial efectiva debe verificarse en todos sus momentos, acceso, debido proceso,
sentencia de fondo. doble grado y ejecución de sentencia. En buena cuenta se trata del derecho al proceso y el
derecho en el proceso.
El derecho en el proceso, llamado también debido proceso legal objetivo, importa un conjunto de garantías que
el estado debe asegurar a toda persona comprendida en un proceso, a fin de que está pueda ejercitar plenamente
sus derechos sea alegando, probando, impugnando, requiriendo, etcétera.
REGLA TECNICAS: Las reglas técnicas son herramientas al servicio del proceso. Puedenser acogidas de
manera conjunta o alternada según la preferencia del legislador.Le corresponde al legislador determinar si una
regla técnica es eficaz para obteneruna pronta y cumplida justicia.Las reglas técnicas del procedimiento son
similares a las herramientas con las quecuenta un mecánico para su labor: está todas disponibles, pero solamente
va autilizar las que les sean más útiles y eficaces de acuerdo con la reparación que vayaa realizar. Si por ejemplo
cuenta con un destornillador y un alicate para extraer untornillo, posiblemente le sea más adecuado y útil el
destornillador.Será el conocimiento, la experiencia y la sensibilidad del mecánico quiendeterminará a cuál
herramienta acudir para lograr su cometidoOJO: únicamente las particulares condiciones de cada país o región
son las quepermiten conocer si una regla es idónea para obtener una pronta y cumplida justicia,de ahí que las
reglas son Relativas
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Principios procesales
Concepto: Entendemos por principios a aquellas reglas básicas sin las cuales no existe debido proceso,
conforme a las garantías constitucionales; y por procesales aquellas directivas generales en las que se inspira un
ordenamiento procesal.
La aplicación de estos principios resultan indispensables para que exista un “debido proceso” de acuerdo a la
constitución liberal de nuestra constitución nacional, a cuyo fin son exigibles los siguientes requisitos: que el
juez que resuelva el conflicto sea imparcial e independiente, y que se asegure ampliamente la defensa de las
partes.
Al cumplimiento del primero de ello, tienden las normas de la constitución nacional y las constituciones
provinciales, que determinan la forma del nombramiento y remoción de los jueces y las garantías para salvar su
independencia.
A su vez, las leyes procesales prevén instituciones tales como la recusación y excusación de los magistrados.
Al segundo requisito apuntan los principios procesales que, como dijimos son reglas básicas sin las cuales no
existe el debido proceso.
Caracteres:
Bifrontalidad: Casi todos los principios procesales reconocen la viabilidad de su antítesis. Así, por ejemplo, al
principio dispositivo se contrapone el inquisitivo; al de publicidad, el de secreto; y al de preclusión, el de unidad
de vista.
Es menester subrayar que aun cuando un ordenamiento se hubiera inclinado, por ejemplo, por la vigencia del
principio dispositivo, dicha opción no excluirá la presencia de algunas consecuencias de su opuesto.
Más aún: no existe proceso antiguo o moderno que recepte principios puros con total exclusión de su antítesis.
Dinamismo: A diferencia de lo que acaece, por ejemplo, con el derecho penal, cuyos principios rectores han
sido los mismos durante largo tiempo, el derecho adjetivo civil, movido quizás por un afán de coherencia, no
ha cesado su búsqueda, en ese campo.
El dinamismo reconoce dos tipo, “absoluto” y “relativo”. Para que se configure el primero, es condición que el
principio descubierto constituya una total novedad dentro del panorama doctrinario. Representa un intento de
explicar una serie de nuevas soluciones legales. El dinamismo “relativo” se conforma, en cambio, con verificar
la existencia, hasta entonces no vislumbrada, en un ordenamiento procesal dado, de los principios generalmente
admitidos en doctrina. Cuando el ordenamiento no explicita los principios que lo dominan, el exegeta debe
encargarse de la misión.
Practicidad: Siendo productos del mas refinado tecnicismo, no debe sorprender que los principios procesales
posean mayores virtualidades pragmáticas que las ideas ejes de otros ordenamientos normativos.
Complementariedad: Es típico de los principios generales del proceso civil que su mejor funcionamiento
requiera su acción complementaria. Razón por la cual si se desea extraer consecuencias plenamente
beneficiosas de la adopción de algunos de ellos, resulta inevitable receptar el otro o los otros que contribuyen
a hacer mas eficaz su accionar.
Oralidad, significa concentración, publicidad, inmediación; escritura, significa certeza y documentación,
también significa alejamiento de la inmediación, dispersión e importa ser menos coherente con el principio de
celeridad. Es decir que cada uno de estos sistemas toma por bandera una modalidad resaltante. Pero a su vez, se
rodean de un cortejo, de un haz de principios que son guardias de tales sistemas y le siguen en cada una de las
regulaciones legislativas.
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Todo ordenamiento adjetivo incluye una norma convalidatoria de la imperatividad de los principios que puede
conceptualizarse de la siguiente manera: dado un vacio o conflicto normativo, debe buscarse la solución Por lo
expuesto, y a modo de conclusión, se entiende desde un punto de vista dogmático que los principios dirimente
teniendo en cuanta el principio procesal respectivo.
generales del proceso civil son construcciones jurídicas normativas. Precisando aun mas: serian construcciones
jurídicas normativas subsidiarias, porque su imperatividad nacería al conjuro de las situaciones previstas por la
norma convalidatoria prealudida.
1. EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD: Analizado éste desde la perspectiva particular de “legalidad procesal”,
es decir como eje elemental del proceso: contradictorio (escuchar y ser escuchado, derecho a la prueba, etc.);
participación igualitaria de las partes; juez natural imparcial e independiente; debida fundamentación de la
sentencia y su congruencia, etc. Sin duda vectores fundamentales que no pueden soslayarse y que hacen a la
garantía del debido proceso constitucional
Elenco de Principios:
Todo proceso supone la presencia de dos sujetos que mantienen posiciones antagónicas respecto de una misma
cuestión.
En el campo del proceso, igualdad significa paridad de oportunidades y de audiencia; de tal modo, las normas
que regulan la actividad de una de las partes antagónicas no pueden constituir, respecto de la otra, una situación
de ventaja o de privilegio, ni el juez puede dejar de dar un tratamiento absolutamente similar a ambos
contendientes.
La consecuencia natural de este principio es la regla de bilateralidad o contradicción: cada parte tiene el
irrestricto derecho de ser oída respecto de lo afirmado y confirmado por la otra.
Este principio indica que el tercero que actua en calidad de autoridad para procesar y sentenciar el litigio debe
obstentar claramente ese carácter: para ello, no ha de estar colocado en la posición de parte (impartialidad) ya
que nadie puede ser actor y juzgador al mismo tiempo; debe carecer de todo interés subjetivo en la solución del
litigio (imparcialidad) y debe poder actuar sin subordinación jerarquica respecto de las dos partes
(independencia)
La duración del proceso como medio de debate debe estar adecuadamente equilibrada para lograr qué actúe
como remedio sin ocasionar nuevo conflicto. De ahí que todo proceso deba ser necesariamente transitorio,
significando ello que alguna vez ah de terminar sin posibilidad de reabrir la discusión.
La serie procedimental puede ser más o menos dilatada en el tiempo; pueden sucederse varios grados de
conocimiento. Pero es imprescindible que en algún momento se le ponga punto final que sea definitivo para
todos: partes y juzgador.
Esta es una directiva fundamental del sistema: toda normativa procedimental debe estar regulada en orden a
lograr la terminación del proceso.
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Principio de eficacia procesal:
Para que el proceso pueda funcionar como adecuado medio de debate es imprescindible que la serie
consecuencial que lo instrumenta sea apta para que en ella se desarrolle armónicamente el dialogo querido por
el legislador.
4) PRINCIPIO DE RCURSO JUDICIAL EFECTIVO: Para que un derecho sea respetado no basta que se
encuentre contenido en una constitución, legislación o declaración de derechos, sino que es necesario un marco
legal de protección a esos derechos y libertades que incluya los instrumentos para hacerlos efectivos. Así, la
correcta instrumentación del Derecho a un Recurso Efectivo resulta de gran trascendencia en cuanto constriñe
al Estado a desarrollar todas aquellas condiciones para asegurar una adecuada defensa de los ciudadanos, cuyos
derechos pueden ser afectados por una decisión del poder público.
El derecho a un recurso efectivo se encuentra contenido en diversos instrumentos internacionales, tanto del
sistema universal como de los sistemas regionales. Los artículos 1.° y 2.° de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (correlativos del artículo 2.° del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos), prevén
las obligaciones de respetar los derechos consagrados en los diversos instrumentos internacionales de Derechos
Humanos, garantizar su pleno y libre ejercicio, así como adoptar medidas internas para hacerlos efectivos. Esta
obligación de adoptar disposiciones de derecho interno hace necesario que el Estado adecue su normativa interna
a las disposiciones convencionales con el fin de posibilitar el cumplimiento de las obligaciones convenidas en
relación con cada derecho humano protegido por la Convención. Se cumple esta obligación general tanto con
la expedición de normas, como mediante la revisión o derogación de leyes o prácticas que sean contrarias a los
Derechos Humanos y con el desarrollo de las que resulten conducentes para la observancia efectiva de los
derechos y libertades. El Estado debe establecer todo tipo de medidas para suprimir las prácticas de cualquier
naturaleza que entrañen una violación a los Derechos Humanos. (MAS CONTENIDO EN EL ANEXO)
Principio Dispositivo:
El principio dispositivo, equivale a decir: señorío ilimitado de las partes tanto sobre el derecho sustancial motivo
del proceso litigioso, como sobre todos los aspectos vinculados con la iniciación, marcha y culminación de este.
Fácil en comprender el éxito alcanzado por el principio en estudio en la segunda mitad del siglo XIX, periodo
histórico durante el cual toda restricción del poder estatal era bienvenida por todos los que habían soportado el
duro yugo de las monarquías absolutas. La desconfianza existente en esa época hacia todo lo que formara parte
del aparato estatal, recayó también en su rama judicial; cuando se rememoran las arbitrariedades cometidas por
jueces que eran meros delegados del poder político. Aún después de las ideas de Montesquie sobre la división
de poderes, subsistió una especial sensibilidad respecto de todo lo que pudiera significar una intromisión estatal
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perturbadora del libre albedrio del ciudadano. Las normas procedimentales se consideraban de derecho privado,
siendo opinión en la época “que el juicio pertenece a las partes”. Más aún: el proceso civil era visto como un
mal menor que debe tenerse como el último recurso puesto por el Estado al servicio de los particulares, a fin de
que cada uno reciba lo suyo, mediante, si fuere necesario, el empleo de la coacción.
El señorío ejercido por el litigante dentro de un proceso dispositivamente conformado, es amplio y absoluto.
Abarca tanto la zona de la relación sustancial involucrada, como la vertiente procedimental de la contienda.
Hay autores que dividen entre principio dispositivo material, y una vera formal. El primero alude a la plena
disponibilidad de los derechos subjetivos derivados de la relación material; disponibilidad que constituye la
total libertad de que gozan sus titulares para peticionar o no la tutela jurisdiccional del Estado en caso de que
tales derechos no fueran respetados. Situación que no se altera por la puesta en marcha del mecanismo
jurisdiccional, ya que las partes disfrutan de igual libertad durante todo el proceso.
El principio dispositivo en sentido formal, no es más que el resumen de las serie de atribuciones conferidas a
los litigantes que inciden primariamente sobre la relación procesal. Entre ellas puede computarse la aportación
de hechos y pruebas, como también varios de los medios extintivos del proceso.
La comprobación de que la completa prescindencia del órgano jurisdiccional durante el desarrollo del proceso
no siempre desemboca en un resolución justa, sumada al hecho de que el estado tiene interés en que la litis sea
dirimida equitativamente, interés de rango superior al de las partes, motivando la multiplicación de los institutos
morigeradores de los postulados del principio dispositivo. Así, en aras de la economía procesal coinciden la
doctrina y la legislación procesal en facultar al juez para declarar las nulidades sin que medie requerimiento,
revocar, sin pedido de parte, los decretos no notificados a los litigantes, declarar de oficio la inexistencia de
presupuestos procesales, e inclusive en ciertos casos, impulsar de oficio el tramite.
Este principio faculta al juez a dirigir el procedimiento de la manera más conveniente posible.
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Principio Inquisitivo:
El principio inquisitivo, cuya síntesis puede hacerse diciendo que en él la iniciación del proceso, su desarrollo,
los aportes probatorios, las posibilidades de terminarlo, los límites de la sentencia a dictarse y su
impugnabilidad, son preocupaciones casi exclusivas del Estado, facilita la consolidación del régimen y una más
segura defensa de los siempre “superiores” intereses de este.
En ciertos casos el Estado, sea a través del órgano jurisdiccional o de la intervención del ministerio publico
fiscal, posee la facultad de promover acciones tendientes a satisfacer las pretensiones crediticias de particulares.
Presupuesto del empleo del proceso inquisitorial lo constituye la naturaleza especial de la relación sustancial,
especificidad consistente en su vinculación al orden público, o en un particular interés estatal en que ciertos
efectos jurídicos se alcancen únicamente con la mediación del órgano jurisdiccional.
La especial naturaleza de la relación material que exige ser juzgada a través del procedimiento inquisitorial,
también provoca que los efectos jurídicos sólo puedan obtenerse, generalmente, mediante el dictado de una
sentencia constitutiva por parte del órgano jurisdiccional.
Principio de Contradicción:
Entre los principios que han recibido jerarquía de superlegalidad, con rango constitucional, se encuentra, el
principio de contradicción, también conocido como de bilateralidad en la audiencia, de controversia, de defensa
en juicio, o de igualdad procesal.
Los textos constitucionales que se encargan de dar apoyo normativo al principio de contradicción, son el art 16
de la CN, en cuanto dispone que todos los habitantes del suelo argentino son iguales ante la ley, igualdad que
debe mantenerse durante el curso del proceso; y en el art 18 de la CN al insertar, la garantía del debido proceso.
Este principio, llamado también de bilateralidad o de controversia, deriva de la cláusula constitucional que
consagra la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y de los derechos (CN, art. 18). En términos
generales, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución sin que previamente hayan tenido
oportunidad de ser oídos quienes pudieran verse directamente afectados por ella o de ofrecer pruebas. Es sobre
esa idea fundamental que las leyes procesales estructuran los denominados actos de transmisión o
comunicación, como son los traslados, las vistas y las notificaciones.
Este principio sólo asegura a ambos contendientes que tendrán la oportunidad de ser oídos, o de producir sus
pruebas, razón por la cual si uno de ellos no aprovecha la oportunidad que se le brinda, no puede ello
interpretarse como una violación del contradictorio. La vigencia del principio que nos ocupa requiere,
fundamentalmente, que las leyes procesales acuerden a quienes pudieren encontrarse en aquella situación, una
suficiente y razonable oportunidad de ser oídos y de producir pruebas. No exige la efectividad del ejercicio de
tal derecho, razón por la cual este no puede invocarse cuando la parte interesada no lo hiso vales por omisión o
negligencia.
Debe recordarse que la noción de igualdad ínsita en el principio en estudio, no es de índole aritmética; es
perfectamente posible que la trama del proceso incluya algunas pequeñas desigualdades motivadas por
necesidades técnicas. Si la razón es técnica y el desnivel de poca entidad, no por ello se viola la esencia del
principio.
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La realidad llamo a las puertas de los procesales, demostrándoles que en muchos casos, no basta colocar
formalmente en pie de igualdad a los litigantes para asegurar el resultado sea justo. Dicha comprobación origino
una fuerte corriente que desemboco en una solución legislativa: la auxiliatoria o declaración de pobreza,
consistente en proporcionar una defensa letrada a quien no cuenta con medios suficientes para soportar las
erogaciones que entraña la contratación de un profesional del derecho. Este fue el comienzo de una tarea que
apunta a la total revisión del concepto de igualdad procesal contenido en el principio contradictorio.
Este principio, llamado también de bilateralidad o de controversia, deriva de la cláusula constitucional que
consagra la inviolabilidad de la defensa en juicio de la persona y de los derechos (CN, art. 18). En términos
generales, implica la prohibición de que los jueces dicten alguna resolución sin que previamente hayan tenido
oportunidad de ser oídos quienes pudieran verse directamente afectados por ella o de ofrecer pruebas. Es sobre
esa idea fundamental que las leyes procesales estructuran los denominados actos de transmisión o
comunicación, como son los traslados, las vistas y las notificaciones.
Principio de Moralidad:
También conocido como de probidad, de lealtad o de buena fe. Hoy contemplamos el avance incontenible de
la idea moral en calidad de rectora del proceso; lo que se traduce, a veces, en una verdadera inflación legislativa,
tendiente a asegurar la eticidad del debate judicial.
Principio de moralidad en el debate: Parte de los deberes que en el marco del proceso deben tener las partes,
el tribunal y los terceros relacionados con la buena fe, la lealtad y la ética judicial. Dependiendo del sujeto
procesal tendrá deberes, derechos o cargas
Tienen por fin obtener la recta administración de justicia, tiende a asegurar la eticidad del debate procesal.
En opinión de CALAMANDREI, el deber de moralidad es “una carga procesal de índole particular, ya que no
es un imperativo del interés propio sino una imposición que se traduce en una ventaja para el contrincante y
también en una colaboración en la difícil tarea de administrar justicia”:
Es habitual que la implementación legislativa del principio de moralidad opere en dos frentes. Es frecuente que
el legislador principie por estampar en la codificación imperativos éticos categóricos que resultan algo
ambiguos, pero tienen la virtud de preparar el clima necesario para el dictado posterior de normas particulares
que sancionen violaciones especificas del principio en estudio.
Preciso es recordar que en la mayoría de los casos el legislador ha acogido expresamente el principio de
moralidad, lo ha hecho estatuyendo deberes jurídicos procesales de contenido ético.
Para Calamandrei el deber de moralidad es una carga procesal de índole particular, ya que no es un imperativo
del propio interés, sino una imposición que se traduce en una ventaja para el contrincante y también en una
colaboración en la difícil tarea de administrar justicia.
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Si la razón de ser de un proceso es erradicar toda suerte de fuerza ilegitima de una sociedad, no puede concebirse
que el legislador norme un medio de debate en el que pueda ser utilizada la fuerza. De ahí que la regla moral
debe presidir el desarrollo del proceso, al igual que debe hacerlo en todos los demás actos de la vida jurídica.
Se tiende por medio de este principio a simplificar, abreviar y abaratar los procedimientos de modo que la
sentencia justa venga también a ser oportuna y, en lo posible, sin dispendios innecesarios. La economía no
implica solamente la reducción del coste del proceso sino también la solución del problema del alargamiento
del trámite, la supresión de tareas inútiles y, en definitiva, la reducción de todo esfuerzo que no guarde adecuada
correlación con la necesidad que pretende satisfacerse.
Los autores se refieren al tema en cuestiones amplias, como Peyrano, pero citando a Velloso, debemos
concentrarnos en los gastos que insume el proceso, ya que existen demás reglas específicas, como la de celeridad
y el de preclusión que deben ser estudiadas autónomamente y no dentro de la regla de económica procesal.
El nuevo Código Procesal Penal de la Provincia supone un avance hacia la simplificación del proceso, pero el
análisis del Derecho comparado permite advertir que aún es posible introducir mecanismos adicionales de
abreviación, sin menoscabo a las garantías fundamentales. Ello así, a través de la incorporación de un
procedimiento especial para la investigación y juicio de ciertos delitos; el pleno aprovechamiento de los avances
tecnológicos y una mejor regulación de institutos como la etapa intermedia en el procedimiento común, el
procedimiento abreviado, el sobreseimiento, el principio de oportunidad y los obstáculos procesales al ejercicio
de la acción.
Dentro de este principio se encuentran comprendidas las siguientes reglas:
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A modo de ejemplo; Juicio abreviado: En principio, podríamos caracterizar al Juicio Abreviado como un
instituto procesal que tiende a simplificar el sistema de enjuiciamiento penal, mediante mecanismos sencillos,
ágiles y veloces. Esta es la primera finalidad que se persigue con el juicio abreviado, es decir, lograr la
simplificación y la abreviación de los trámites y plazos.
Se concibe este procedimiento especial, ensamblando, en armonía sitemática y finalista, el ritual abreviado con
el derecho de los ciudadanos al debido proceso, tramitando un juicio penal sin dilaciones indebidas y con el
respeto irrestricto por las garantías constitucionales.
La mayoría de los códigos rituales de nuestro país, regulan el Juicio Abreviado y lo incluyen en sus
procedimientos especiales, fijando pautas de tramitación en función a la mayor brevedad y sencillez de sus
trámites, buscando acortar el lapso de tiempo que suele mediar entre la fecha de comisión del hecho delictivo y
el dictado del pronunciamiento definitivo.
La importancia de este principio rector es superlativa para el logro de una adecuada y eficaz prestación
jurisdiccional, exige la obtención del máximo resultado procesal con el mínimo esfuerzo, y se desdobla a su vez
en economía de dinero, de tiempo y de trabajo, pues, el proceso “desde el punto de vista social, tiene que ser
barato, rápido y sencillo” 67; en tanto, como lo razonó Couture, el proceso que es un medio, no puede exigir un
dispendio superior, al valor de los bienes que están en debate, que son el fin, de modo que una necesaria
proporción entre el fin y los medios debe presidir la economía del proceso”
Economía de tiempo: Passi Lanza destaca que “la dimensión temporal, el valor tiempo alcanza en nuestra
época una entidad si se quiere mucho más valiosa que en otras anteriores, dada la naturaleza actual del trámite
de las relaciones humanas. Por eso, si bien la justicia tardíamente administrada, siempre ha implicado un
quantum de injusticia, en ningún tiempo como en el actual el apotegma adquiere más evidencia”.
Es de recordad además que la morosidad en dilucidar los debates, no solo conlleva un detrimento para la imagen
de la justicia que tienen la mayoría de los justiciables, que suponen que sus pretensiones serán satisfechas con
acierto y prontitud a poco que el tribunal se aboque a su conocimiento, sino que también redunda en el
encarecimiento del litigio. Con lo que, el juicio lento viola a dos puntas el principio de economía procesal;
infringe tanto la economía de tiempo perpetuada, como la de gastos prescripta.
A) La perentoriedad e improrrogabilidad de plazos: con la imputación del impulso procesal oficial, el
legislador contemporáneo ha incorporado dos instrumentos “aceleradores” de la tramitación del proceso
ante los jueces civiles.
¿En qué consiste la perentoriedad de los plazos? Simplemente, en que mediando está se extingue
automáticamente la posibilidad de ejercer las facultades que en el caso la ley conceda al litigante,
perdida que para que se produzca, no requiere pedido de parte interesada ni declaración judicial alguna.
¿Qué es un plazo improrrogable? Frente a estos plazos el juez está imposibilitado de prolongarlos.
Ambas modalidades concurren, de modo distinto, pero igualmente eficaz, para una más pronta
administración de justicia; cuando los términos son improrrogables el juez no puede alargarlos, y
cuando son perentorios las partes pierden el derecho que han dejado de usar por el transcurso del tiempo.
B) Perención o caducidad de instancia: la perención o caducidad de la instancia, viene a ser una forma
particular de preclusión. El transcurso del tiempo, al llegar el termino de un plazo y la inactividad de
los sujetos, con el agregado o no de un acto de la contraparte, produce la pérdida o extinción de todas
las facultades procesales que no pueden ya ejercitarse en adelante en el proceso; en lugar de cerrarse
una etapa del proceso, se cierra todo el proceso, en lugar de privarse del ejercicio de una facultad, se
priva del ejercicio de todas. No obstante, cabe aclarar la gran diferencia que existe entre ambas
instituciones. La preclusión tiene por objeto vitalizar el proceso (impulsándolo, impidiendo su
retroceso); en cambio la perención, tiene por objeto darle finalización al proceso.
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Economía de esfuerzos: Esta faceta del principio de economía procesal tiene por objeto simplificar la
tramitación de los juicios con el objeto de aliviar la pesada tarea de los jueces, tan recargados habitualmente de
trabajo, y evitar a los litigantes que cumplimenten algunas actividades procedimentales que en nada contribuyen
para una mejor y más rápida administración de justicia.
Constituyen una expresión de esta faceta, diversas soluciones que comulgan una aspiración común: economizar
esfuerzos innecesarios al sentenciador, a sus auxiliares y a los litigantes.
Economía de gastos: Desde siempre el costo del proceso fue un obstáculo para que cada cual pueda gozar de
sus derechos. Con el objeto de hacer que, en la medida de lo posible, la desigualdad económica no redundara
en una desigualdad de posibilidades, el legislador ha ideado una serie de figuras e instituciones, como la
declaratoria de pobreza como medio de permitir el acceso al órgano jurisdiccional de la gente carente de
recursos.
Asimismo, es importante en orden la remoción de la ya citada eventual disparidad de posibilidades de los
litigantes, intentar que el proceso se desarrolle de la manera menos onerosa y que su costo sea proporcionado a
la entidad de los intereses controvertidos.
Claro está que muchas de las figuras e instituciones inspiradas en la “economía de gastos” pueden ser
aprovechados tanto por el que posee cuantiosos bienes materiales como por el menesteroso. Resultaría
igualmente injusto exigir a la parte acaudalada un sacrificio económico desproporcionado con relación a la
cuantía del debate.
Concentración
Indica que la serie procedimental debe desarrollarse íntegramente en un mismo acto o en el menor número
posible de éstos que, además deben estar temporalmente próximos entre sí.
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La regla es plenamente compatible con la de la oralidad, en tanto que su par antinómico -la dispersión- se adecua
a la regla de la escritura.
Sin embargo, las legislaciones que adoptan la escritura como forma de expresión en el proceso, norman también
que la producción de los medios de confirmación debe efectuarse lo más concentradamente posible.
Inmediación
Esta regla indica la exigencia de que el juzgador se halle permanente y personalmente en contacto con los demás
sujetos que actúan en el proceso (partes, testigos, peritos, etc.) sin que exista entre ellos algún intermediario (art.
18).
Esto tiene fundamental importancia respecto de los medios de confirmación y, como es obvio, exige la identidad
física de la autoridad que dirige la actividad de procesar y de la que sentencia el litigio.
Principio de Publicidad:
Exige que los actos procesales puedan ser conocidos no sólo por las partes sino por terceros. Hasta el siglo
pasado las audiencias eran secretas, e incluso los testigos eran interrogados sin las presencia de las partes y de
sus letrados.
Este principio responde a un ideal republicano, permite la fiscalización de la labor de los magistrados, tanto por
los litigantes como por los demás ciudadanos, y posibilita, a su vez, la actuación preventiva de la ley, con base
en el efecto disuasivo que genera el conocimiento de las sentencias judiciales.
Esta regla, es propia del sistema dispositivo civil, y acusatorio penal, indica que el desarrollo de la serie
procedimental debe hacerse públicamente, en presencia de quien esté interesado en el seguimiento de su curso.
Salvo en casos excepcionales que, por motivos superiores, aconsejan lo contrario, la publicidad es un ideal
propio de todo régimen republicano de gobierno.
En general, las legislaciones del continente aceptan esa regla (de secreto) de modo expreso, indicando que los
jueces sólo puedan hacer secreta una actuación en casos verdaderamente excepcionales y siempre por resolución
fundada.
Por supuesto, el secreto no puede regir respecto de las propias partes en litigio, toda vez que ello generaría la
indefensión de por lo menos una de ellas.
Por último se deben destacar tres formas de publicidad en nuestro derecho:
- Exhibición de expedientes: en principio el expediente judicial puede ser consultado por las partes, sus
defensores y por todo el que tuviere interés legítimo en su exhibición.
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- Publicidad de audiencia: las audiencias ante tribunales se realizan públicamente, aunque cabe aclarar
que en virtud de la falta de comunicación de las mismas con anticipación provoca a que se limiten a
contar con la presencia de las partes.
- Publicidad de los debates ante la Corte: las audiencias ante la Corte Suprema son públicas por
disposición constitucional y legal.
Principio de Eventualidad
Todas las defensas que deba esgrimir una parte procesal han de ser propuestas en forma simultánea (y no
sucesiva) -una ad eventum de la otra- a fin de que si la primera es rechazada por el juez pueda éste entrar de
inmediato a considerar la siguiente.
Esta es la regla de la eventualidad que se aplica irrestrictamente a las afirmaciones, defensas, medios de
confirmación, alegaciones e impugnaciones, cuando se intenta lograr un proceso económico y rápido.
1) La jurisdicción:
a) Noción y naturaleza. Cuestión terminológica: problemas que acarrea. (falta criterio objetivo y subjetivo)
Para Couture, jurisdicción es la función pública realizada por órganos competentes del Estado, con las
formas requeridas por la ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se determina el derecho de las partes, con
el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia jurídica, mediante decisiones con autoridad de
cosa juzgada, eventualmente factibles de ejecución.
Se emplea la voz jurisdicción para referir a varios fenómenos que poco y nada tienen que ver entre sí:
indica el ámbito territorial en el cual el Estado ejerce su soberanía; señala el territorio en el cual cumple sus
funciones un juez; muestra el conjunto de prerrogativas de un órgano del poder público (legislativo, ejecutivo
y judicial); refiere a la aptitud que tiene un juez para entender en una determinada categoría de pretensiones y,
por fin, tipifica la función de juzgar.
Esta equivocidad terminológica posibilita que se critique al derecho mediante la afirmación de su
carácter acientífico.
Jurisdicción es la función estatal propiamente dicha, es la facultad que tiene el Estado para administrar
justicia en un caso concreto por medio de los órganos judiciales instituidos al efecto.
Debe quedar en claro la diferencia existente entre jurisdicción y competencia. La jurisdicción es la potestad o
facultad que tienen todos los jueces de la república de administrar justicia; la competencia, en cambio, es la
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posibilidad que tienen los jueces de administrar justicia o de entender en un caso determinado, ya sea en razón
del territorio, la materia, el grado o la cuantía.
La competencia es la medida o el alcance de la jurisdicción, es decir, el límite que la ley señala para el ejercicio
de la jurisdicción a cargo de cada uno de los distintos órganos jurisdiccionales.
“Todos los jueces poseen jurisdicción, es decir, aptitud genérica para administrar justicia; pero no todos
poseen competencia para decidir sobre determinados casos”.
CONCEPTO
La Jurisdicción indica la potestad del Poder Judicial y, en un concepto más amplio, incluye a la jurisdicción
administrativa y legislativa, y considera a la jurisdicción como la actividad desplegada por un órgano facultado
para ello, a fin de resolver un conflicto entre partes, aplicando el dcho. A nosotros nos interesa la jurisdicción
como función judicial, como potestad mediante la cual los órganos judiciales del Estado administran justicia
en los casos litigiosos.
Es la potestad del juez para resolver un conflicto. La tienen todos los jueces.
La jurisdicción es el poder - deber del Estado destinado a solucionar conflictos de intereses e incertidumbres
jurídicas en forma exclusiva y definitiva, a través de órganos especializados que aplican el derecho que
corresponde al caso concreto, utilizando su imperio para que sus decisiones se cumplan de manera ineludible.
Elementos:
1) notio: facultad para conocer de una determinada cuestión litigiosa;
2) vocatio: facultad para compeler (en rigor, para generar cargas) a las partes para que comparezcan al proceso;
3) coertio: facultad de emplear la fuerza pública para el cumplimiento de las medidas ordenadas dentro del
proceso, a fin de hacer posible su desenvolvimiento. Se ejerce sobre personas y cosas;
4) judicium: facultad de resolver el litigio con efecto de cosa juzgada;
5) executio: facultad de ejecutar, mediante el uso de la fuerza pública, la sentencia no acatada espontáneamente
por las partes, a fin de no tornar meramente ilusorias las facultades antes mencionadas. (Alvarado Velloso)
Arazi considera la “jurisdicción” como la actividad desplegada por un órgano facultado para ello, a fin
de resolver un conflicto entre partes. “Juris-dicción” significa “decir” y en cierta medida “hacer” realidad el
derecho.
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CARACTERES:
UNIDAD, INDEROGABILIDAD E INDELEGABILIDAD.
- Unidad: solo existe una jurisdicción del estado, como función, derecho y deber de este, pero suele
hablarse de sus varias ramas para indicar la forma como la ley distribuye su ejercicio entre diversos
órganos y funcionarios especializados, para el mejor cumplimiento de sus fines.
- Inderogable: uno de los principales rasgos de la potestad jurisdiccional es su carácter de irrevocable y
definitivo, capaz de producir cosa juzgada.
- Indelegable: siendo la jurisdicción atributo de la soberanía, que por la CN y las leyes le corresponde
ejercer a determinados funcionarios, en principio puede decirse que es indelegable. Un funcionario no
puede otorgarle la calidad de tal a un particular sin el nombramiento para el cargo.
¿Cuáles son los casos que deben resolver ineludiblemente los jueces? Siempre que medie un conflicto entre
particulares, o entre un particular y el Estado, referente a derechos subjetivos privados de aquéllos, o se
encuentre en tela de juicio la aplicación de alguna sanción de naturaleza penal, la intervención de un
órgano judicial es constitucionalmente ineludible.
Así lo imponen los arts. 18 y 109 de la Constitución Nacional. El primero, porque la garantía de la defensa
en juicio supone, básicamente, que todos los habitantes tienen, en situaciones como las señaladas, el derecho
de concurrir ante algún órgano judicial a fin de obtener el amparo de los derechos que estimen amenazados o
lesionados. Y el segundo, porque al prohibir al presidente de la República ejercer funciones judiciales,
descarta el poder de dicho funcionario, e implícitamente, el de los funcionarios y organismos administrativos,
en el sentido de conocer y decidir el mencionado género de conflictos. Tal es, por lo demás, la doctrina
establecida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en numerosos precedentes.
Por lo que, la función del PJ es la de resolver conflictos de intereses en su calidad de 3ero imparcial. El conflicto
surge por la no adecuación de la conducta de los sujetos a lo previsto en la norma.
Además en nuestro sistema, el juez está sujeto al principio de legalidad (jurisdicción de derecho), esto significa
que le corresponde a él aplicar la ley al caso concreto, sin hacer valoraciones de justicia que, en principio,
corresponden al legislador.
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La función jurisdiccional. Origen. Contenido constitucional. Diferencia con otras funciones estatales. La
jurisdicción penal. Otros tipos de jurisdicción (administrativa, común, militar, arbitral, eclesiástica). La
llamada “jurisdicción voluntaria”.
El Estado debe obtener sus fines mediante el cumplimiento adecuado de tres funciones: legislativa,
administrativa y jurisdiccional. A esta distinción primaria obedece la creación y la separación de Poderes
efectuada por el constituyente: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
El artículo 108 CN determina que “El PJ de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de Justicia, y por
los demás tribunales inferiores que el Congreso Estableciere en el territorio de la Nación”, y el artículo 109
prohíbe al presidente de la República “ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas
pendientes o restablecer las fenecidas”. La función del PJ es la de resolver conflictos de intereses en su calidad
de tercero imparcial.
No existe una perfecta correspondencia entre cada función y cada poder. La función jurisdiccional es cumplida
primordialmente por el Poder Judicial en todas sus sentencias; por el Poder Legislativo en el exclusivo caso del
juicio político (CN 45, 51 y 52). Pero no puede ni debe ser ejercida por el Poder Ejecutivo (CN 95). (Alvarado
Velloso)
Función Legislativa: Por medio de ella se dan a los habitantes normas de carácter general y abstractas a las
cuáles aquéllos deben ajustar su conducta.
Función legislativa (ley) y función jurisdiccional (sentencia): la ley se presenta siempre con la característica de
ser general (rige para todos o para muchos que ostentan idéntica condición), previa (se dicta a priori, regulando
conductas que habrán de cumplirse en el futuro), abstracta (la conducta impuesta por la ley no tiene destinatarios
predeterminados) y autónoma (su fuerza obligatoria emana del carácter soberano del órgano que la sanciona).
La sentencia ostenta caracteres diferentes: es particular (rige sólo para quienes intervinieron en el proceso),
posterior (se dicta siempre a posteriori, sancionando conductas que se cumplieron en el pasado), concreta (la
conducta impuesta tiene destinatarios determinados) y complementaria (su fuerza obligatoria proviene de la
ley). (Alvarado Velloso)
Función Administrativa: El Estado tiende a la satisfacción del interés general de manera continua, manteniendo
así el orden jurídico. Comprende diversas actividades (recaudar los fondos necesarios para la marcha del Estado,
garantizar la seguridad exterior y la paz interior, asegurar el funcionamiento de los llamados servicios públicos).
La función judicial se encuentra, en principio, vedada al PE (art 109 CN). No obstante, la misma CN faculta al
presidente de la República a indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal (art 99,
inc. 5º).
La jurisdicción penal: En los procesos penales, en general, el damnificado directo no dispone del proceso ni
puede pactar la sanción, es el Estado quien intervendrá, aun en contra de la voluntad del ofendido, y aplicará la
sanción que corresponda. Encontramos algunas excepciones en los llamados delitos de acción privada.
Nuestro derecho constitucional acoge el principio de la “unidad de jurisdicción”, que consiste en que: a) la
administración de justicia está a cargo exclusivamente, y para todos los justiciables, de los órganos (tribunales)
del poder judicial; b) hay una jurisdicción judicial única para todos; c) por ello, existe simultáneamente la
igualdad de todos los justiciables ante la jurisdicción (única y la misma para todos); d) esa jurisdicción judicial
“única” es ejercida por tribunales que deben revestir el carácter de jueces naturales.
No obstante estar abolidos los jueces ex post facto o “ad personam”, pueden subsistir con determinadas
condiciones las llamadas “jurisdicciones especiales” (no judiciales) que aplican su competencia a determinadas
materias —por ej. fiscal, administrativa, militar, etc.—. Admitir jurisdicciones “especiales” fuera del poder
judicial parecería desmentir el principio de unidad de jurisdicción, desde que la jurisdicción judicial no sería la
única. Sin embargo, la unidad de jurisdicción se salva en nuestro derecho constitucional porque las decisiones
de las jurisdicciones especiales deben contar con posibilidad de revisión (o control) judicial suficiente, lo que
en definitiva reenvía la última decisión posible a la jurisdicción judicial.
Jurisdicción militar: Es necesario deslindar dos ámbitos: a) la jurisdicción militar meramente disciplinaria; b)
la jurisdicción militar penal. La primera es propia y privativa del presidente de la república como comandante
en jefe de las fuerzas armadas. La segunda, no, porque se trata de una “jurisdicción especial” —al margen del
poder judicial— pero al margen también del poder de mando militar del presidente. La jurisdicción militar “no
disciplinaria” —o sea, la penal— está a cargo de tribunales militares, y emana de la facultad congresional —y
no presidencial— de dictar normas para la organización y el gobierno de las fuerzas armadas; es una jurisdicción
creada por ley, en cumplimiento de competencias constitucionales, para establecer la constitución, organización,
competencia y procedimiento de los tribunales militares.
28
La jurisdicción militar constitucionalmente ceñida como fuero real es una jurisdicción “especial” (pero no una
“comisión especial” de las prohibidas por el art. 18); “especial” significa que es distinta de la jurisdicción
judicial común que es propia de los tribunales del poder judicial. Los tribunales militares son órganos
“extrapoderes”, que no integran el poder judicial, ni tampoco dependen del poder ejecutivo. Son tribunales de
la constitución y “jueces naturales” (bien que fuera del poder judicial). Incluso, admitimos la posibilidad
constitucional de que los tribunales militares funcionaran sin posible revisión de sus sentencias por tribunales
judiciales (pero sí con viabilidad de recurso extraordinario ante la Corte en supuestos de procedencia de tal
remedio federal).
Tribunales administrativos: La cada vez más compleja actividad administrativa del Estado ha llevado a que, en
ciertos casos, esa actividad sea desarrollada por dependencias que toman la forma organizativa de los tribunales
judiciales, adoptando para sus decisiones un procedimiento similar a los que se siguen ante esos tribunales.
En rigor, dichos tribunales no ejercen funciones judiciales, ya que ello está expresamente prohibido por el
artículo 18 y 109 CN. Las leyes siempre deben prever la revisión judicial de sus decisiones. Este control estará
a cargo de los jueces naturales u órganos judiciales, es decir, del PJ, sea por recursos de apelación mediante los
cuales se pueda revocar la decisión de los tribunales administrativos o bien por otros procedimientos judiciales
que persigan el mismo fin.
No debemos confundir los procedimientos administrativos con la denominada jurisdicción contencioso
administrativa, que tiene por finalidad revisar las decisiones del poder administrador en el desempeño de su
actividad reglada.
La denominada jurisdicción voluntaria: En ocasiones, a pesar de no existir conflicto alguno por
resolver, el legislador impone que ciertos trámites se realicen ante los jueces. Ello obedece a razones de política
legislativa: el legislador, por motivos pragmáticos, prefiere que a esos trámites los efectúen los jueces y no
organismos administrativos. La denominación es confusa, porque no se trata de actividad jurisdiccional, y
además el término “voluntaria” puede hacer pensar, por oposición, en una jurisdicción obligada, lo cual no es
exacto, dado que en términos generales, ninguna persona se encuentra obligada a reclamar sus derechos a la
jurisdicción. Ariza prefiere denominarlos procedimientos no contenciosos o no jurisdiccionales, o peticiones
judiciales no jurisdiccionales.
Sistemas de control: el control de constitucionalidad es una tarea que debe llevar a cabo el estado a través de
alguno de sus órganos. 2 importantes sistemas de control:
- SISTEMA POLITICO: el control está a cargo de un órgano de naturaleza política, ya sea que se trate
de un órgano político ordinario como el Congreso, o de un órgano político extraordinario, es decir
aquel creado exclusivamente para ejercer ese control. Este sistema tiene sus antecedentes en la
Constitución Francesa de 1852 la cual establecía que todas las leyes debían ser revisadas por el
Senado antes de su promulgación. Su fundamento radica en que el Parlamento, cuando dictaba las
leyes, estaba representando la voluntad popular, ya que sus integrantes eran elegidos por el pueblo,
entonces, para controlar la constitucionalidad de estas leyes debe designarse un órgano político
porque representa mejor al pueblo que un órgano judicial. Estaba mal visto que un juez, que nunca
es elegido por el pueblo, declarara la inconstitucionalidad de una ley. En el transcurso del siglo XX,
la mayoría de los países se apartaron de este sistema y adoptaron el sistema judicial ya que es
considerado más eficaz.
- SISTEMA JUDICIAL: la función de velar por la supremacía de la Constitución le corresponde a un
órgano judicial. La mayoría de las constituciones modernas se inclinan por este sistema. El
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antecedente está en el caso “MARBURY vs. MADISON”. Fundamentos: afirman que es mucho más
eficaz, sostienen que la tarea de verificar si una ley o acto contradice a la Constitución es una función
esencialmente jurídica, y es por ello que dicha tarea debe atribuírsele a los órganos mejor preparados
en la materia, es decir, órganos judiciales. Los jueces no analizan la conveniencia o utilidad de la
ley, solo se limitan a verificar si contradice a la Constitución.
SISTEMAS PROVINCIALES: en algunas provincias además de la vía incidental se utiliza la vía directa, es
decir, se pide directamente la inconstitucionalidad de la norma ante el Superior Tribunal Provincial. En ciertas
provincias también, la declaración de inconstitucionalidad por medio del Superior Tribunal Provincial produce
la derogación de la norma.
CONTROL DE CONVENCIONALIDAD
El control de convencionalidad puede darse a nivel tanto internacional como interno y, cuando se utiliza bien,
contribuye a que las fuentes internas e internacionales del derecho vigente en cada Estado puedan aplicarse por
todas las autoridades de manera ordenada, lógica, armónica y coherente. Así, entonces, la premisa del control
de convencionalidad "reside en la idea -que rige el comportamiento del Estado parte en un tratado internacional-
de que la norma de este carácter obliga al Estado en su conjunto. Es éste, y no sólo algunos órganos o agentes,
quien asume los compromisos y los deberes de carácter internacional. Así las cosas, ningún sector del Estado -
nacional o regional, federal o local- podría sustraerse al cumplimiento de esos deberes; en consecuencia, los
tribunales internos deberían analizar la observancia de aquéllos y ajustar sus decisiones a estos imperativos. De
ahí que ejerzan un control de convencionalidad que se extiende tanto a la actuación de órganos no
jurisdiccionales como a la de órganos jurisdiccionales, cuando esta actuación queda sujeta a revisión por parte
del tribunal que ejerce el control"3.
El control de convencionalidad en el Sistema Interamericano sirve de paradigma para demostrar que no sólo la
ley cumple efectos generales en cada país, sino también las sentencias y decisiones que los comprometen
internacionalmente, pasando de un Estado Social de Derecho, de carácter eminentemente nacional, donde
impera un control de legalidad y un control de constitucionalidad, a un Estado Convencional de Derecho, en el
cual se habla de un Control de Conven-cionalidad. De ahí se deriva que, a lo largo del artículo, encontremos
que la cosa juzgada en las decisiones jurisdiccionales ya no se configuraría como derivada de la Constitución
(cosa juzgada constitucional), ni de la ley (cosa juzgada legal), sino de la Convención (cosa juzgada
convencional).
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indispensable para poner en movimiento la jurisdicción y atribuirle al órgano judicial un poder que le permita
proceder útilmente ante una violación del derecho objetivo para restablecer su observancia.
En nuestro ordenamiento jurídico la regla fundamental es que no se tiene jurisdicción sin acción, esto es
que la justicia no se mueve si no hay quien la solicite.
La jurisdicción aparece siempre como función provocada por un sujeto agente, la misma se distingue de las
otras funciones del Estado, la legislación y la administración que se ejercitan normalmente de oficio.
Incluso en aquellos casos en los que el Estado siente interés en la reintegración de la observancia del derecho,
no pudiéndolo subordinar a la petición del particular no atribuye la facultad de proceder de oficio al juez, sino
que crea frente a él un órgano público que tiene específica función de ejercitar la acción en interés público y de
estimular así la función del juzgador. Esto se ve típicamente en el proceso penal en el que la función del acusador
está confiada al Ministerio Público, especialmente creado para ejercitar la acción penal que es siempre pública.
La acción constituye una condición de derecho en lo civil y en lo penal, un límite y una condición de la
jurisdicción.
El proceso es una serie concatenada de actos procesales realizados por las partes, el juez y los auxiliares de
justicia con el propósito de obtener una sentencia, mediante la cual el estado, por medio de sus órganos
jurisdiccionales (ejercicio de la función jurisdiccional), establece cual es la protección que corresponde a un
determinado interés. El proceso es el ámbito adecuado para el desarrollo de la actividad jurisdiccional.
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La CSJN es la instancia superior dentro del PJ y se encuentra compuesta por 7 miembros: un presidente y 6
ministros. Entiende sobre los recursos extraordinarios en lo regido por la CN y leyes de la Nación, y posee
competencia en forma originaria y exclusiva en todos los asuntos que conciernen a embajadores, ministros y
cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte. Tiene a su cargo, junto al Consejo de la
Magistratura, la administración del Poder Judicial.
La Corte es el órgano supremo y máximo del poder judicial. Es titular o cabeza de ese poder, como el presidente
lo es del ejecutivo, y el congreso del legislativo. Sólo que mientras el ejecutivo es unipersonal o monocrático,
y el congreso es órgano complejo, la Corte es: a) órgano colegiado, y b) órgano en el cual —no obstante la
titularidad— no se agota el poder judicial, porque existe otros tribunales inferiores que juntamente con la Corte
lo integran en instancias distintas, además de órganos que no administran justicia pero forman parte del poder
judicial (Consejo de la Magistratura y jurado de enjuiciamiento).
La Corte se ha denominado a sí misma como “tribunal de garantías constitucionales”, para resaltar la función
que, en materia de control constitucional, cumple para tutelar los derechos y garantías personales.
Se comienza por grados, excepcionalmente, hay casos que corresponden a la Corte como tribunal originario,
cuando la causa involucre gravedad institucional suficiente.
PRIMER GRADO JURISDICCIONAL: juez de paz, pasa a ser juez comunal, ahora denominado juez
comunitario (denominados letrados). Existe al menos un juez comunal por cada comuna.
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- El agrupamiento de varias comunas conforma un circuito: es una división geográfica que consiste en el
agrupamiento de varias comunas. Por lo menos hay un juez de circuito por cada circuito.
- El agrupamiento de varios circuitos forma un distrito, por lo menos hay un juez por distrito.
- El agrupamiento de varios distritos forma una CIRCUNSCRIPCION: en cada circunscripción hay por
lo menos una cámara de apelación. En la provincia de santa fe hay 5 circunscripciones: Rafaela, Santa
Fe, Venado Tuerto, Reconquista.
- El agrupamiento de varias circunscripciones forman una PROVINCIA: por lo menos hay una corte
por provincia.
El PJ está desempeñado por los jueces de la Nación y de las provincias, con quienes colaboran los funcionarios,
empleados y auxiliares.
Auxiliares de Justicia. Son los funcionarios que cooperan con los Tribunales en el ejercicio de sus funciones
jurisdiccionales. Funcionarios que menciona el Código Orgánico de Tribunales: la Fiscalía Judicial, los
Defensores Públicos, los Secretarios, los administradores de tribunales con competencia en lo criminal, los
Receptores, los notarios, los Archiveros, el abogado, Ministerio público, Defensores de menores y de pobres y
ausentes, Auxiliares de Jueces. (EN BOL 6 TRATADOS NUEVAMENTE)
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34
ORGANOS SUPRANACIONALES
La jurisdicción internacional en el Pacto de San José de Costa Rica
La Corte Interamericana de Derechos Humanos es una instancia jurisdiccional supraestatal, con competencia
para entender en presuntas violaciones de nuestro estado a los derechos y libertades reconocidos por el Pacto
de San José de Costa Rica.
Al ratificar la República Argentina la Convención Americana de Derechos Humanos, acató la jurisdicción
internacional de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido, y la de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos bajo condición de reciprocidad, conforme lo estableció la ley 23.054,
aprobatoria de la mencionada convención. El art. 2º de dicha ley dispuso: “reconócese la competencia de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos por tiempo indefinido, y de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos sobre todos los casos relativos a la interpretación o aplicación de esta convención, bajo
condición de reciprocidad”.
La jurisdicción internacional de la Corte Interamericana no configura “prórroga” de la jurisdicción
interna argentina. La Corte Interamericana es un tribunal internacional (supraestatal) y no un tribunal de un
estado extranjero; no se sustituye el juzgamiento por los tribunales argentinos, ya que para el acceso de un caso
a la Corte Interamericana, previa intervención de la Comisión, los particulares denunciantes de violaciones al
Pacto de San José deben agotar, como principio, las instancias internas ante los tribunales argentinos (las pocas
excepciones a este principio no llegan a desvirtuar nuestra afirmación);
La jurisdicción internacional de la Corte Interamericana no implica violación a la “cosa juzgada”
interna. El juzgamiento internacional no implica una instancia de apelación revisora de la previa sentencia
argentina. El acatamiento argentino a la jurisdicción internacional de la Corte Interamericana no implica
instituir una suerte de juicio en dos instancias (una interna y otra internacional), porque la Corte Interamericana
no actúa como tribunal de alzada respecto del tribunal argentino que falló en sede interna, ni revisa su
sentencia. Se trata de un proceso internacional que es independiente del tramitado ante tribunal argentino, o
sea, de un “nuevo juicio” distinto del anterior finiquitado en sede interna.
El juzgamiento internacional no implica un nuevo juicio sobre la “misma materia” juzgada en sede interna.
Lo que la Corte Interamericana decide con fuerza de cosa juzgada versa sobre la interpretación y aplicación de
la Convención (Pacto de San José), en orden a establecer si el estado parte ha violado o no un derecho o una
libertad contenidos en la misma Convención.
La jurisdicción de la Corte Interamericana y nuestra jurisdicción interna: Se trata de dos jurisdicciones
separadas que no intervienen en un mismo proceso, porque cada una se mueve en su órbita propia, y las
respectivas intervenciones no configuran instancias sucesivas de un mismo proceso.
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- Sujetos de la relación jurídica procesal: en el voluntario no existe demandado, sino simple interesado
peticionario y solo en un sentido muy amplio se lo puede denominar demandante; en el contencioso
siempre existe un demandado.
- Contenido de la relación jurídica procesal al iniciarse el proceso: en la voluntaria se persigue darle
certeza o precisión a un derecho o legalidad a un acto, sin presentarle al juez inicialmente ninguna
controversia ni litigio para su solución en la sentencia, ni siquiera pedirle una declaración contra otra
persona. En la contenciosa inicialmente se está pidiendo la solución de un litigio con el demandado,
o al menos una declaración que vincule y obligue a este.
- Efectos de la sentencia: en la contenciosa lo normal es que tenga el valor de cosa juzgada, si decide
en el fondo. En la voluntaria jamás constituye cosa juzgada.
Esta forma de jurisdicción es la que caracteriza los orígenes del derecho en las épocas primitivas, donde se
formulaba el derecho para cada caso en particular. Hoy en la materia de los Estados impera el sistema de
legalidad, distinguiéndose de manera particular, la jurisdicción de equidad.
La jurisdicción de equidad consiste en que el juez no requiere atenerse a condicionamientos superiores
preestablecidos, sino que, basta con resolver el conflicto de voluntades ateniéndose a su conciencia, es decir, a
su leal saber y entender.
No obstante la decisión del juez de equidad no es arbitraria o caprichosa: la jurisdicción de equidad existe de
manera objetiva en la conciencia general, en el conocimiento común de las cosas o como dice SAVIGNY “vive
en la conciencia común del pueblo”.
De tal suerte, que el Juez que toma su decisión con arreglo a la equidad, no requiere fundamentar su decisión
en una norma jurídica preestablecida, pero debe hacerlo con fundamento en los criterios generales de la equidad
imperantes en la conciencia de la colectividad donde juzga, de tal forma que su decisión no sea el producto del
capricho, sino de la fuerza de convicción que le impone la conciencia colectiva. Todo se reduce a que el juez
obrando en sede de jurisdicción de equidad tiene un ámbito espacio-temporal al que debe ceñirse, todo en cuanto
a la objetividad del deber ser que palpita en la conciencia del pueblo en el momento de ser aplicada.
Es importante destacar que, así como el juez de equidad está en el deber de observar al decidir los conflictos de
intereses, de acuerdo a la conciencia colectiva, de igual manera, debe observar rigurosamente las disposiciones
procesales objetivas pertinentes al desarrollo del proceso y los principios del derecho procesal en cuanto al
establecimiento de los hechos y apreciación de las pruebas. De igual manera deberá acatar todas aquellas
disposiciones procesales relativas a la elaboración de la sentencia, el deber de motivarlas y de darles la
correspondiente fundamentación.
En el derecho actual de manera excepcional se contempla como fuente de regulación de conflictos, la
jurisdicción de equidad.
STEIN: “Lo que el Juez, basándose en el conocimiento de las circunstancias de la vida, considere como
contenido normal, típico, obtenido por inducción a partir de numerosas observaciones, eso será Derecho”
Es aquella en que las partes someten la decisión de sus diferencias a un juez privado (arbitro o amigables
componedores). No todas las controversias pueden someterse a este tipo de proceso, por ejemplo, no pueden
serlo los procesos voluntarios, sólo los contenciosos que pueden ser objeto de transacción (bajo pena de
nulidad).
Los jueces deben su jurisdicción a la Constitución y al marco jurídico previsto para la administración de justicia
en el Poder Judicial. En el caso de árbitros su jurisdicción depende en forma mediata de la Constitución y de la
norma que establece la administración de su sentencia particular de administración de justicia, en la que los
litigantes que los nombran para resolver un caso concreto, los facultan a juzgar en forma inmediata. Su
jurisdicción es limitada al no poder pronunciarse sobre asuntos que no le han sido sometidos, y deben laudar
(resolver) dentro de un plazo expresa o tácitamente concedida por las partes.
Por lo demás la jurisdicción de los árbitros, a diferencia de los jueces estatales, no es permanente ni genérica,
sino limitada a cuestiones comprendidas y a un tiempo determinado que las partes otorgan para la excepción
del laudo.
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Los árbitros no pueden ir más allá de lo que las partes señalen en el convenio arbitral, o en su defecto, el que
surja de las disposiciones legales supletorias (Art. 48, ley 26572).
Toda cuestión entre partes, salvo las que estén expresamente excluidas, "podrá ser sometida a la decisión de
jueces árbitros, antes o después de deducida en juicio y cualquiera fuera el estado de éste", pudiendo tal sujeción
ser convenida en el contrato o en un acto posterior. Igual principio rige tratándose de amigables componedores.
Consiste en la actividad que despliegan los órganos administrativos tanto en la aplicación de sanciones a los
administrados o a los funcionarios o agentes de la propia administración, como en el conocimiento de las
reclamaciones y recursos que tienen por objeto asegurar el imperio de la legitimidad dentro de la esfera
administrativa.
Esas decisiones son, en principio, revisables por los jueces y tribunales de justicia, salvo que versen sobre
materias privativas del poder administrador.
Son los propios jueces y, en última instancia, la Corte Suprema quienes deben apreciar si corresponde o no la
revisión, según las circunstancias y valoraciones que rodean a cada caso particular. Según la jurisprudencia, la
constitucionalidad de la jurisdicción administrativa debe quedar sujeta a control judicial suficiente, a fin de que
aquellos ejerzan un poder absolutamente discrecional, sustraído a toda revisión posterior.
El alcance del control judicial ha de ser más o menos extenso y profundo según las modalidades de cada
situación jurídica. La medida de control judicial requerido deberá ser la que resulte de un conjunto de factores
y circunstancias variables y contingentes.
En algunos casos, por la forma en la que cumplen sus funciones, esas dependencias administrativas son
designadas como tribunales de la Administración o tribunales administrativos. Dichos tribunales no ejercen
funciones judiciales ya que ello está expresamente prohibido por el art 18 de la CN, y específicamente por el
109.
La diferencia entre las atribuciones de los llamados tribunales administrativos y las de los miembros del PJ
surge con nitidez puesto que en los primeros falta el carácter de tercero imparcial que revisten los segundos.
Cuando un tribunal fiscal decide acerca de la deuda impositiva del contribuyente, no está actuando como tercero
imparcial sino como un organismo de la Administración pública que entiende en el conflicto entre esta y aquel,
es decir que la administración seria en este supuesto, juez y parte, caracteres incompatibles en la función
jurisdiccional.
No debe confundirse dicha jurisdicción administrativa con la competencia que las leyes asignan al poder judicial
para conocer de los conflictos que se suscitan cuando el Estado, en su carácter de poder público, y en ejercicio
de facultades regladas, afecta un derecho subjetivo del administrado. En estos casos, en efecto, se trata de
jurisdicción judicial y de competencia denominada "contencioso-administrativa".
COMPETENCIA.
CONCEPTO.
Mecanismo aplicable al trabajo jurisdiccional, que determina por medio de reglas especiales, las facultades y
deberes concretos de los órganos judiciales para legitimar su potestad de juzgar, en las causas que se le someten
o en las que resulten llamados a intervenir por opción propia de los justiciables.
La competencia es distinta a la jurisdicción. Se puede tener jurisdicción y carecer de competencia, pero no se
puede tener competencia careciendo de jurisdicción. La competencia es entonces: la aptitud funcional para
ejercer ese poder jurisdiccional en determinados conflictos, según sea lo que determina la ley.
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Reglas técnicas relativas a la competencia: tratado en artículos 1 a 8 del CPCCSF.
Reglas:
1. La competencia territorial: todo juez ejerce sus funciones dentro de un límite territorial que casi siempre
está perfecta y geográficamente demarcado por la ley. ¿Ante cuál de todos ellos debe instar un particular
que se halla en conflicto? Las leyes procesales establecen varios lugares de demandabilidad:
- el del lugar donde se realizó el contrato o el hecho por el cual se reclama;
- el del domicilio real del demandado;
- el del lugar de cumplimiento de la obligación;
- el del lugar donde está situada la cosa litigiosa.
2. La competencia material: los jueces que ejercen su actividad dentro del mismo territorio suelen dividir
el conocimiento de los diversos asuntos litigiosos de acuerdo con la materia.
4. La competencia cuantitativa: dos jueces que tienen idéntica competencia territorial e idéntica
competencia material pueden ostentar diferente competencia cuantitativa sobre la base de una cantidad
patrón.
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5. La competencia personal: en la Pcia de Santa Fe no existe atribución de competencia material en la
pretensión de expropiación, salvo cuando el sujeto expropiante es la propia Provincia, caso en el cual
se establece competencia en razón de la persona provincia, no de la materia expropiatoria.
Excepciones:
1. La prórroga de la competencia: específica y excepcionalmente la propia ley autoriza que se alteren las
pautas explicadas precedentemente, con lo cual se permite que las partes desplacen la competencia de
un juez a otro.
En la Argentina, y en general, las leyes establecen la improrrogabilidad de las competencias material, funcional
y cuantitativa. En cambio, autorizan la prorrogabilidad de las competencias territorial, cuando se trata
exclusivamente de litigios que versan sobre intereses patrimoniales transigibles; y personal, en los casos de
extranjeros y vecinos de diferentes provincias, a quienes constitucionalmente corresponde ser juzgados por la
justicia federal y que, sin embargo, pueden someterse a la justicia ordinaria provincial.
Requisitos: 1) que sea un juez competente (no árbitro); 2) que se prorrogue en un juez incompetente en cuanto
a la competencia prorrogada pero competente en las demás; 3) consentimiento de ambas partes, expreso o
implícito (cuando la parte actora demanda ante un juez incompetente y la demandada no cuestiona la
incompetencia); 4) que el litigio sea sobre cuestiones patrimoniales que puedan ser objeto de transacción; 5)
que la ley no atribuya competencia territorial exclusiva y excluyente a un determinado juez.
2. El fuero de atracción: en algunos juicios está necesariamente involucrada la totalidad del patrimonio de
una persona, denominados juicios universales (concurso y sucesión). Resulta menester concentrar ante
un mismo y único juez todos los litigios que están vinculados en ciertos aspectos con tal patrimonio. Se
produce un desplazamiento de la competencia que opera exclusivamente respecto de pretensiones
patrimoniales personales (no reales) deducidas en contra (no a favor) del patrimonio cuya universalidad
se trata de preservar.
3. El sometimiento a arbitraje: toda persona capaz de transigir puede acordar el sometimiento al juicio de
un árbitro de todo asunto litigioso que verse exclusivamente sobre derechos transigibles. Son las propias
partes litigantes quienes deciden descartar la respectiva competencia judicial, y otorgar competencia
arbitral.
4. La conexidad y la afinidad procesal: la conexidad aparece cuando dos relaciones litigiosas diferentes
tienen en común un elemento (conexidad subjetiva, objetiva y causal) o dos (conexidad mixta subjetivo-
causal y objetivo-causal).
La afinidad aparece cuando dos relaciones litigiosas diferentes no tienen ningún elemento idéntico pero ostentan
uno de los sujetos en común (no los dos) y el hecho que es la causa de pedir (no la imputación jurídica que el
acto hace a base de él).
Resulta conveniente o necesario tramitar y/o sentenciar en un mismo acto de juzgamiento todas las pretensiones
conexas o afines, mediante el instituto de acumulación de procesos.
5. La dispensa: Exención de una condición de fondo o de forma establecida por los poderes públicos o por
la ley respecto a una persona, antes de la conclusión de un acto, de la atribución de un estado o de una
función. Así, un joven no puede casarse antes de los dieciocho años cumplidos de edad, salvo dispensa
concedida por el Procurador de la República.
2) La competencia subjetiva: estas pautas tienen en cuenta sólo la persona del juzgador, con total y
absoluta prescindencia de las pautas objetivas. Un juez puede ser objetivamente competente y no serlo
subjetivamente, por hallarse comprendido respecto de alguno de los litigantes (o representantes, o
patrocinadores) o de la misma cuestión litigiosa en una situación tal que genera un interés propio del
juez para que la sentencia se emita en un cierto y único sentido.
Si las partes guardan silencio al respecto, la propia ley impone al juez el inexorable deber de excusarse de
entender en el litigio.
BOLILLA 4: LA ACCIÓN PROCESAL
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PEYRANO- La acción es un derecho subjetivo público, abstracto y autónomo que goza toda persona –física o
jurídica- mediante el cual se requiere la intervención de la actividad jurisdiccional del Estado para obtener la
protección de un derecho material o sustancial.
* Es público porque relaciona al individuo con el Estado (frente al órgano competente para solicitar su
actividad). La acción es una institución del derecho público, porque ella se dirige hacia el órgano jurisdiccional,
al Estado en su carácter de persona de derecho público, el cual resolverá la pretensión contenida en ella
aplicando la ley al caso particular.
* Es abstracto porque excede el contenido de una pretensión (aunque muchos la vinculen con ésta)
* Es autónomo porque no depende de estructuras procesales; existe con independencia de todo proceso.
Es el derecho que goza cualquier persona de acceder a la justicia, nadie puede prohibir un trámite de acción por
más inútil que sea. Por eso es un derecho a la jurisdicción.
Es un derecho a peticionar la intervención de jurisdicción que reconoce su base constitucional.
COUTURE: sostiene que el derecho de acción es una especie del género del derecho de petición.
Explica cómo el derecho a peticionar es la facultad de dirigirse a la autoridad: ya sea ante la autoridad del PE
(mediante solicitudes directas y mediante diferentes recursos contenciosos-administrativos contra los actos de
la administración); también ante la autoridad del PL (mediante peticiones al Parlamento); y por último, el
derecho a peticionar ante el PJ donde aquí ese derecho recibe el nombre de ACCIÓN CIVIL.
Por eso es que considera que el derecho de acción es una especie dentro del género del derecho a peticionar.
ARAZI: según este autor, al hablar de acción centramos nuestra atención en quien solicita que se ponga en
movimiento la jurisdicción, sea en beneficio de quien hace la petición o en pos de la defensa de intereses
comunitarios. Tal posibilidad de petición tiene su correlato en la limitación que se impone a los habitantes para
el uso de la fuerza, ya que se prohíbe a los particulares la defensa de sus derechos mediante el uso de la misma,
quedando reservada al E. Los casos en que el Estado admite la auto-tutela son excepcionales, pues la regla es
que las personas no pueden hacerse justicia por mano propia.
ALVARADO VELLOSO, la acción es la única instancia necesariamente bilateral (une partes y juez) que da
origen al proceso. Es el traslado de la pretensión al plano jurídico. Es un derecho autónomo en una sociedad
que garantiza su ejercicio.
La causa de la acción, el xqué del ejercicio de la acción es el mantenimiento de la paz social, erradicando la
fuerza ilegitima. El objeto, es decir el para qué del ejercicio de la acción, es la apertura y desarrollo de un
proceso cuyo objeto es la sentencia.
Sostiene que si bien en principio se requiere intervención del Estado, este no es necesario, ya que el litigio puede
auto-componerse o hetero-componerse por arbitraje privado.
La acción es un derecho a peticionar la intervención de la jurisdicción, el cual reconoce raigambre constitucional
(arts. 14 y 18 CN). Dicha petición se canaliza a través del proceso.
En la historia del proceso, la voz acción se ha entendido como actividad y como sinónimo de pretensión y de
derecho, lo cual ha generado notable confusión que persiste hasta el día de hoy.
La acción es un derecho subjetivo, de carácter público (porque se dirige hacia el órgano
jurisdiccional, al Estado en su carácter de persona de derecho público, el cuál resolverá la pretensión
contenida en ella aplicando la ley al caso particular) y de naturaleza autónoma de otro derecho.
Es una condición indispensable para poner en movimiento la jurisdicción y atribuirle al órgano judicial un
poder que le permita proceder útilmente ante una violación del derecho objetivo para restablecer su
observancia.
En nuestro ordenamiento jurídico la regla fundamental es que no se tiene jurisdicción sin acción, esto es
que la justicia no se mueve si no hay quien la solicite.
Bajo un cierto aspecto la acción aparece como la petición que el ciudadano hace al Estado de un servicio que
favorece a su interés particular, ya que aspira a obtener a través de la jurisdicción la satisfacción de su derecho
subjetivo. Bajo otro perfil la acción aparece a su vez, como un servicio que el ciudadano presta al Estado, en
cuanto al pedirle justicia, le proporciona la ocasión de intervenir en defensa del derecho objetivo.
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✔ Escuela francesa: Para ellos la acción es el derecho en movimiento, la manifestación dinámica del
derecho. Sostenían que para que existiera la acción era necesario cuatro elementos: derecho, interés,
calidad y capacidad.
Sin embargo, en estas respuestas se dejaban de lado obligaciones naturales, el problema de la demanda
infundada, la acción satisfecha por haberse agotado el proceso pero insatisfecha al mismo tiempo por
insolvencia del demandado, etc.
✔ Escuela alemana: Ésta escuela llegó a establecer ciertas distinciones entre acción y pretensión; lo cual
implicaba una ruptura entre el derecho procesal y el derecho material o sustancial.
Fue aquí que se comenzó a hablar de la acción como derecho autónomo, separado del derecho material.
A su vez se la distinguió de la pretensión: dicha pretensión de la tutela jurídica no es una función del derecho
subjetivo sino que es el medio que permite hacer valer el derecho, pero no el derecho mismo.
Transformada la acción en un derecho autónomo, no sólo se consagra su separación sino la autonomía de toda
esta rama del derecho procesal.
Sin embargo fue DEGENKOLB quien ha demostrado de qué manera una acción civil puede carecer de
fundamento, pero ello no le impide de igual modo ejercer su derecho de acción.
✔ Escuela clásica: Esta escuela construyó una teoría civilista de la acción. Identificaron a la acción con
el derecho. Sostenían que la acción es el aspecto particular que todo derecho asume cuando es lesionado.
Su principal exponente fue SAVIGNY, quien sostenía que al producirse la violación de un derecho cualquiera,
aparece un nuevo “estado”: el estado de defensa y se llamaría acción al conjunto de modificaciones que el
primer derecho ha sufrido a raíz de su lesión.
Se establece que para entablar una acción en los órganos jurisdiccionales se requiere:
- Derecho real o personal que sirva de fundamento a la acción
- Interés actual en ejercerla
- Capacidad para gestionar judicialmente
Así podría concluirse que la acción es el ejercicio de un derecho subjetivo violado. La ley entonces exigirá
la demostración inicial de la existencia de un derecho violado.
✔ Escuela italiana: CHIOVENDA sostiene que la acción es autónoma, concreta (pertenece solo a los que
tienen razón) y potestativa.
Así la acción es un derecho que se ejerce frente al Estado y éste pondrá a su alcance todos los medios posibles
para asegurar su cumplimiento.
Actualmente:
PALACIO la define como el poder para hacer valer una pretensión. Lo cierto es que, ya sea un auténtico
derecho –abstracto o concreto- o una simple potestad, el derecho de acción consiste básicamente en un derecho
concreto de todo ciudadano, frente al Estado de exigir que éste se pronuncie sobre una cuestión sometida a su
decisión, ya sea favorablemente o no. Frente a toda violación de un derecho subjetivo o simplemente para
hacerlo valer, todo individuo posee una acción para restablecerlo o para declarar su existencia y legitimidad.
COUTURE sostiene que ninguna de estas teorías tiene toda la razón ni carece absolutamente de ella.
ARAZI dice que la acción es un derecho del sujeto frente al Estado, del cual no sólo es titular quien obtenga
una sentencia favorable, sino todo aquel que pueda obtener un pronunciamiento de mérito, es decir, un
pronunciamiento expreso sobre el fondo de la cuestión en debate. No toda persona que se presenta ante el juez
haciendo una petición es titular del derecho de acción; sólo lo es quien puede lograr una sentencia de mérito.
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Dentro de esta concepción moderna encontramos a la concepción concreta que considera a la acción como un
derecho concreto dirigido a la obtención de una sentencia favorable y que sólo corresponde a quienes son los
efectivos titulares de un derecho subjetivo sustancial. A su vez ésta rama se divide en dos tendencias:
a. Una tendencia considera a la acción como: 1) un derecho público subjetivo ejercido frente al Estado
(frente a sus órganos jurisdiccionales) sobre los cuales pesa el deber de brindar tutela jurídica al titular
de dicho derecho; y 2) un derecho potestativo que se ejerce frente al demandado para que éste soporte
el efecto jurídico de la actuación de la ley.
b. La otra tendencia considera a la acción como un derecho abstracto que no es ejercido frente al Estado
sino a todos los ciudadanos por el sólo hecho de serlo (que deben respetarlo). A su vez, su objeto
consiste en la prestación de la actividad jurisdiccional.
Facultad o poder: Es un poder o facultad que tiene todo sujeto de derecho, de solicitar del Estado su poder de
jurisdicción.
COUTURE sostiene que el derecho de acción es de carácter cívico inherente a todo sujeto de derecho en su
condición de tal; siendo el mismo derecho constitucional de petición a la autoridad, consagrado en la mayoría
de las Constituciones vigentes, por lo que la acción vendría a ser una especie dentro del género de los derechos
de petición, puesto que el derecho constitucional de petición no es otra cosa que el derecho de comparecer ante
la autoridad.
En su obra Fundamentos del Derecho Procesal Civil, manifiesta que la acción es el poder jurídico que tiene todo
sujeto de derecho de acudir a los órganos jurisdiccionales para reclamar la satisfacción de su pretensión. En esta
nueva obra, ya no habla de la acción como un derecho cívico, sino como un poder, el cual dice que se encuentra
consagrado en el artículo 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea
General de las Naciones Unidas el 10 de Diciembre de 1948.
Para CARNELUTTI Y ROCCO, es un derecho subjetivo, elemento éste que es objeto de crítica a la tesis del
maestro COUTURE, pues no puede existir -dice ECHANDÍA similitud entre el derecho de petición genérico y
la acción, puesto que la posible analogía entre ambos se contrae en una similar garantía constitucional, siendo
mejor considerar a la acción como un derecho público, cívico y especial.
Expresan otros autores que la acción es en todo caso el correlativo del deber jurisdiccional, de índole público,
específicamente procesal, estructurado sobre la base de que la ley protege en abstracto al titular de un derecho
subjetivo sustancial; el cual tiene como sujeto activo la persona y como pasivo al Estado; cuyo objeto es la
prestación de la jurisdicción y su causa o finalidad, es la solución de los conflictos o litigios.
Abstracto: la acción es un derecho totalmente autónomo e independiente del derecho sustancial, tiene como
finalidad, la obtención de una sentencia, sea esta o no favorable al demandante (no se persigue la sentencia
favorable, sino que haya un proceso en el cual se resuelva sobre las pretensiones del demandante), por lo que
existe un distanciamiento del resultado del proceso, estructurándose como un derecho abstracto, genérico,
universal, siempre el mismo, cualquiera que sea la relación sustancial que origina el proceso.
De esta manera, bajo esta nueva concepción, se dota de autonomía propia a la institución de la pretensión
procesal, la cual es concebida como aquel derecho concreto que se dirige contra el demandado, el cual variará,
según el derecho sustancial debatido.
Para el maestro italiano CARNELUTTI, la acción constituye un derecho subjetivo procesal abstracto y público
para el cumplimiento del proceso.
La pretensión puede resultar desestimada en la sentencia pero, el derecho de acción se habrá cumplido y ejercido
en su totalidad.
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a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la
prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar
libremente su culto; de enseñar y aprender.
Artículo 18 CN: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del
hecho de la causa. Nadie puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden
escrita de autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. (…).
La ley del procedimiento tomada en su conjunto es una ley reglamentaria de los preceptos constitucionales que
aseguran la justicia.
El procedimiento no se muestra ya como un servidor del derecho civil o del derecho comercial, sino como una
rama autónoma del derecho, emplazada sobre la frontera de la Constitución, para asegurar la eficacia de los
derechos del hombre en cuanto a la justicia.
Así, una ley que prive al individuo de su derecho de acudir a la justicia (derecho de acción) es una ley
inconstitucional.
CLASIFICACIÓN DE LA ACCIÓN
*Desde el punto de vista procesal atiende a la finalidad perseguida (el tipo de decisión judicial que ella
pretende). Así repercute no solo en el TIPO de proceso del cual se va a tratar sino también en el CONTENIDO
de la sentencia. Mira a la clase de jurisdicción, al tipo de proceso (ordinario o especial) y a los fines para los
cuales se impetra la decisión del juez por el aspecto de su naturaleza procesal:
-Acción meramente declarativa: Son acciones cuyo destino es la mera declaración de un derecho sin condenar
a nadie. En este tipo de acciones el juez sólo se limita a INTERPRETAR un derecho, reconociéndolo o no (es
decir declara la existencia o inexistencia de un derecho) Ej: inconstitucionalidad de una norma.
-Acción declarativa de condena: En este tipo de acción, el actor pretende el reconocimiento de un derecho y
la imposición de una obligación correlativa. Así el juez DECLARA un derecho y al mismo tiempo IMPONE
una condena.
-Acción ejecutiva: En este tipo de acción el derecho ya está declarado antes de ser iniciada la acción, pero se
le solicita al juez que EJECUTE ese derecho.
-Acción constitutiva: Pretenden la creación de un nuevo estado jurídico para el actor. Por ejemplo: la acción
de divorcio crea la situación jurídica de divorciado.
-Acción cautelar: Son acciones que procuran una decisión judicial que asegure un derecho, evitando el peligro
que las demoras pueden ocasionar. Ejemplo: embargo, secuestro de bienes, etc.
*Desde el punto de vista del derecho sustancial, se clasifican según la nat. del derecho que a través de la acción
se protege.
-Acción real: Proporciona al titular de un derecho real la facultad de dirigirse judicialmente, y de manera
directa, contra el bien o la cosa que es objeto de su derecho.
-Acción personal: Protege derechos creditorios y buscan lograr su cumplimiento. Se dirigen contra un
particular obligado con el que se constituyó el vínculo jurídico, y no contra cualquier persona. Esto distingue a
las acciones personales de las acciones reales. Estas últimas se ejercen contra cualquiera, y siguen a la cosa que
protegen.
-Acción mixta: Protegen derechos personales y reales al mismo tiempo. Este tipo de acción no existe en nuestro
derecho.
-Acción personalísima: Pretenden la protección de los derechos y atributos de la personalidad.
-Acción de estado: Protegen los derechos de familia y la posición jurídica de cada integrante en ella.
-Acción patrimonial: Tienden a la protección de bienes jurídicos de índole patrimonial.
Para ECHANDÍA, esta clasificación desde el punto de vista del derecho sustancial es incorrecta, ya que solo se
limita a calificar los respectivos derechos sustanciales sin dejar de lado el término acción. Es decir, solo se
utiliza “acción” seguido del nombre del derecho que se quiere proteger.
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Sistema inquisitivo: Para estos sistemas el proceso es un instrumento jurídico para satisfacer los intereses
sociales con prescindencia de los intereses de los particulares. Se busca mantener el orden público como
prioridad. El proceso se encuentra bajo el dominio y control de los representantes del Estado dentro de él.
Características:
- El propio juez comienza, por oficio o por denuncia, las actuaciones del caso y se preocupa por
adelantar el juicio. Es quien tiene el impulso procesal.
- El mismo juez es quien investiga y busca pruebas
- El mismo juez que primero investigó, luego imputó, y después probó, es también quien ahora juzga.
En este tipo de sistemas la acción es promovida de oficio y por el juez. Esta característica la tiene generalmente
el derecho penal, pero actualmente en la Argentina la acción es promovida por el FISCAL y no por el juez (que
sólo se limita a juzgar).
Sistema dispositivo: o también llamado sistema acusatorio el hombre actúa en calidad de litigante y es él quien
ejerce su derecho de acción que a su vez tiene el impulso procesal.
- El proceso se inicia sólo por acción del procesado.
- El impulso procesal lo efectúan sólo los interesados en el proceso (actor y demandado) y no el juez.
En este tipo de sistemas la acción es ejercida por el propio individuo interesado, que reclama el accionar del
organismo jurisdiccional a un caso en particular.
ECHANDÍA- El concepto de acción desde el punto de vista procesal, tiene perfecta aplicación en el proceso
penal en los siguientes casos:
- Cuando este se inicia como resultado de la denuncia formulada por un particular o funcionario judicial
distinto del Ministerio Publico o del fiscal, en la cual pide la iniciación de la investigación penal, aunque
no haya sido víctima del hecho delictuoso ni haya sufrido perjuicios por el cómo pariente o heredero de
la víctima, con o sin simultanea presentación de su demanda de parte civil para el resarcimiento de los
perjuicios causados por el delito.
- Cuando se inicie a petición del ministerio público o del fiscal, sea este el único que pueda formularla o
que la ley permita también al juez iniciarlo oficiosamente o por denuncia de cualquier particular.
- Cuando se formula la demanda de parte civil para el resarcimiento de los perjuicios ocasionados con el
delito (acción civil en el proceso penal).
En estas 3 hipótesis hay una persona que ejercita la acción ante el juez de instrucción o el competente para la
causa, para que se inicie el proceso. Se presentan por lo tanto todos los requisitos para el ejercicio de la acción.
La circunstancia de que pueda ejercitar la acción penal quien no haya sido víctima del delito, ni haya sufrido
indirectamente perjuicios por el mismo, se explica porque aquella no persigue sentencia favorable al actor ni
condenatoria del sindicado o imputado, simplemente que se adelante la investigación y el proceso y concluya
con la sentencia a que haya lugar.
Esa acción penal es publica, cuando la ley permite que la ejercite cualquier persona y esta no se limita a dar la
noticia del crimen sino que pide se adelante la investigación o el proceso, en cambio, es privada cuando la ley
penal solo permite que se ejercite por la víctima del delito o sus herederos, es decir, cuando prohíbe iniciar la
investigación y el proceso sin la denuncia de aquella o de estos, lo cual es un caso de excepción que tiende a
desaparecer en el derecho penal contemporáneo. Cuando solo pueda ejercerla el ministerio o el fiscal, este será
su único titular, pero no se tratara de acción privada porque aquel representa a la sociedad.
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Es necesario aclarar que la ley no obliga a ejercitar la “acción procesal penal” a quien tenga conocimiento de
un hecho ilícito penal, sino apenas que se dé informe de su ocurrencia. Ejercita “acción procesal” solamente el
denunciante que además de dar esa noticia, pide que se siga adelante, o inicie una investigación o el proceso.
La acción pública penal presenta dos modalidades:
- Puede ser ejercitada directamente ante el juez, por el particular.
- O solo por ministerio público o fiscal a quien los particulares deben comunicar los hechos delictuosos
de que tenga conocimiento. Aquí la acción penal para que el juez de la causa inicie el proceso, es
ejercida solamente por el ministerio público, y los particulares solo tienen la facultad de instar la
promoción de la acción por aquel, por lo que es una “acción pública exclusiva” del ministerio público
o el fiscal; es el sistema acusatorio puro.
En cambio, cuando el juez investigador o el competente para la causa inicia oficiosamente el sumario o el
proceso nadie ejercita la acción penal, como dice CARNELUTTI. Es un grave error decir que “la acción penal
corresponde al Estado y se ejerce por el funcionario de instrucción y por el juez competente” y decir que “la
acción penal corresponde al Estado” o que se ejerce por el fiscal, por si o por medio de sus agentes” (salvo en
cuanto en la acusación del fiscal ante el juez si se ejerce acción). Lo que pertenece al Estado y este ejerce por
conducto del instructor o el juez de la causa, es la jurisdicción, y también por igual conducto formula de oficio
la pretensión punitiva o imputación para que en la sentencia se defina sobre ellas, por consiguiente, cuando el
juez o el instructor inician la investigación o el proceso, sin denuncia de nadie y sin acusación de un particular
ni instancia del ministerio público, por haberles llegado por otro conducto la noticia criminal, no están
ejercitando ninguna acción ante sí mismo, sino simplemente poniendo oficiosamente en movimiento la función
jurisdiccional del Estado. No puede haber acción sin actor, y en el caso señalado, este no aparece. El estado es
el sujeto pasivo de la acción, a través del juez, pero jamás puede ser el actor, ni es aceptable colocar al mismo
tiempo al juez o al ministerio público o fiscal en el doble y contradictorio papel de sujeto activo y sujeto pasivo
de la acción; en cambio, es el sujeto activo de la jurisdicción y puede ejercerla por conducto del juez y lo mismo
la pretensión penal formulando la imputación, sin necesidad de acción alguna que lo obligue a ello.
Cuando se informa de un posible delito no hay ejercicio de la acción penal, ya que en tal caso el juez o
funcionario investigador inicia la investigación o el sumario por mandato legal y no porque se lo haya pedido
alguien puesto que apenas ha recibido un informe o noticia.
Existe una importante diferencia en cuanto al ejercicio de la acción por los particulares en materia penal y en lo
civil, laboral o contencioso- administrativo: en estas ramas es siempre el ejercicio voluntario del derecho
subjetivo a impetrar la intervención del órgano jurisdiccional del Estado, en un caso concreto; en aquella existe
un deber legal de ejercitarla, cuando se trate del ministerio público o de fiscal y tiene conocimiento del ilícito
penal; excepto en los casos en que la ley le otorga al ofendido por el delito el derecho de decidir si promueve o
no el proceso penal (esto ya casi no existe).
Respecto a los demás funcionarios públicos distintos del juez que recibe la denuncia o querella y a los
particulares lesionados o no con el delito, la ley les impone el deber de dar la NOTICIA del crimen o posible
crimen a algún juez penal o funcionario de policía o fiscal, pero no les impone el deber de formular verdadera
denuncia en la cual soliciten que se inicie la investigación o el proceso penal, de manera que no siempre ejercen
la acción penal, por lo tanto, también para esos funcionarios y particulares es facultativo el ejercer o no la acción
penal.
Sin embargo la existencia de ese deber no impide aceptar que sea un derecho subjetivo (como ocurre con el
derecho y deber de votar).
LA ACCION PENAL PUEDE SER EJERCITADA SIN SEÑALAR NINGUN POSIBLE IMPUTADO, basta
con pedir que se inicie la investigación sumarial para investigar el ilícito.
POTESTAD REPRESIVA.
Impulso, movimiento o actividad tendientes a reclamar del órgano jurisdiccional su actividad para declarar el
derecho, sometiendo al sujeto que ha cometido un delito a una pena.
En sentido procesal, es la actividad de los órganos legalmente autorizados, que tiene por objeto llegar a realizar
la sanción con que se amenaza una determinada conducta prohibida cuando ésta se ha producido o se afirma
que se ha producido.
PRETENSIÓN PUNITIVA.
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En el derecho penal, se observa la pretensión punitiva como solicitud de pronunciamiento condenatorio sobre
un sujeto a quien se entiende como autor de un hecho delictivo. Para ello, basta únicamente un comportamiento
corporal voluntario, bien sea positivo (hacer), u omisión (no hacer).
PEYRANO: es una manifestación de voluntad, a través de la cual alguien (el pretensor) reclama algo ante el
órgano jurisdiccional y contra otro (el pretendido).
ALVARADO VELLOSO: es la declaración de voluntad hecha en una demanda, mediante la cual el actor aspira
a que el juez emita una sentencia que resuelva efectiva y favorablemente el litigio que le presenta a su
conocimiento.
El objeto de la PRETENSIÓN (qué se pretende) está constituido por el determinado efecto jurídico perseguido
(el derecho o la relación jurídica que se pretende), y por consiguiente la tutela jurídica que se reclama; es lo que
se persigue con el ejercicio de la acción.
La razón o causa de la PRETENSIÓN (por qué se pretende, en que se basa la pretensión para que sea viable)
es el fundamento que se le otorga a la pretensión, es decir, que lo reclamado se deduce de ciertos hechos que
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coinciden con los presupuestos fácticos de la norma jurídica, cuya actuación es solicitada para obtener los
efectos jurídicos. La causa son los hechos fundantes y su imputación jurídica.
Los Juzgados y Tribunales del orden contencioso-administrativo conocerán de las pretensiones que se deduzcan
en relación con la actuación de las Administraciones públicas sujeta al Derecho Administrativo, con las
disposiciones generales de rango inferior a la Ley y con los Decretos Legislativos cuando excedan los límites
de la delegación
Esto supone poner en relación el objeto del recurso (la actividad administrativa en sentido amplio que incluye
actos, disposiciones generales, inactividad y vía de hecho) con lo que solicita (la pretensión). De hecho, tal y
como señala la propia Exposición de Motivos, LJCA es necesario diferenciar las pretensiones que pueden
deducirse en cada caso, pues es evidente que la diversidad de actuaciones y omisiones que pueden ser objeto
del recurso no permiten seguir configurando éste como una acción procesal uniforme, lo que supone tanto
determinar las diferentes actividades administrativas impugnables, como las distintas pretensiones que, sobre el
objeto del recurso contencioso – administrativo, pueden ser formuladas.
CONTENIDO.
Elementos.
La pretensión se halla integrada por un elemento subjetivo (sujetos) y por dos elementos objetivos (objeto y
causa), e involucra, necesariamente, por otro lado, una determinada actividad (lugar, tiempo y forma).
Toda pretensión consta de tres sujetos: la persona que la formula, la persona frente a quien se formula y la
persona ante quien se formula. Las dos primeras son los sujetos activo y pasivo de la pretensión (actor-
demandado, o ejecutante-ejecutado, según el caso), y la tercera está representada por un órgano que reviste el
carácter de destinatario de la pretensión y tiene el deber de satisfacerla, ya sea acogiéndola o rechazándola.
El objeto de la pretensión (petitorio) es el efecto jurídico que mediante ella se persigue y puede ser considerado
desde dos aspectos: el inmediato y el mediato. El primero es la clase de pronunciamiento que se reclama
(condena, declaración, ejecución, etc.), y el segundo es “lo que se reclama”, es decir, el bien material o el hecho
sobre el cual debe recaer el pronunciamiento pedido (ejemplo, la suma de dinero o el inmueble cuya restitución
se solicita; el hecho que el demandado debe realizar; la relación jurídica cuya existencia o inexistencia debe
declararse, etc.). En una pretensión reivindicatoria, por ejemplo, es objeto inmediato la sentencia de condena
correspondiente, y objeto mediato la cosa (mueble o inmueble) que deberá restituirse a raíz de dicha sentencia.
Finalmente, la actividad de la pretensión procesal entraña las correspondientes dimensiones de lugar, tiempo y
forma que coincidirán, necesariamente, con las del proceso en que aquélla se haga valer. Por consiguiente la
pretensión tendrá, como lugar, la sede que corresponda al juez o tribunal competente para conocer del proceso;
como tiempo, el del acto que ese mismo proceso destina al planteamiento del objeto litigioso (generalmente
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será el de la demanda) y, como forma, la que la ley asigne al proceso de que se trate (oral o escrito, ordinario,
especial, etc.).
Requisitos de la pretensión.
Para que la pretensión procesal satisfaga su finalidad debe reunir dos clases de requisitos: 1) de admisibilidad
y 2) de fundabilidad.
Para que una pretensión sea admisible debe reunir los siguientes requisitos:
*Extrínsecos (genéricos):
a) Sujeto (actor, demandado y juez): tanto el actor como demandado deben tener capacidad procesal o en su
defecto estar debidamente representados. En cuanto al juez, éste debe ser competente –territorio, materia, valor,
grado-.
b) Objeto (ej. cobro de un pagaré – dinero). El actor debe designar en la demanda con exactitud la pretensión.
c) Causa (ej. incumplimiento). Se debe detallar lo más claro posible como acontecieron los hechos en los que
se funda la pretensión.
d) Actividad (lugar, tiempo y forma). La pretensión debe ser entablada ante el juez o el tribunal competente (ej.
el del cumplimiento de la obligación). Los requisitos de tiempo están detallados en las leyes procesales (ej. 5
días para contestar la demanda). Lo mismo ocurre con la forma (idioma a utilizar, redacción, firma del letrado,
etc.)
*Intrínsecos (particulares):
a) Sujetos.
- Legitimación.
- Interés procesal. (Ya explicados.)
- Actualidad.
b) Objeto. El objeto de la pretensión debe ser jurídicamente posible. No sería posible, por ejemplo, exigir el
pago de una deuda de juego, el cumplimiento de un contrato de objeto inmoral o fuera del comercio, etc.
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Acción: es el derecho de lograr un pronunciamiento judicial sobre el fondo, que aplique la ley a un caso
determinado. No es otra cosa que el derecho en cuya virtud la pretensión puede ser llevada a la consideración
de un órgano judicial
Pretensión: es lo que se pide al juez, el pronunciamiento que se desea obtener de la jurisdicción. Si la pretensión
es infundada, si no tiene tutela jurídica, será rechazada en la sentencia. No sólo no constituye el objeto del
proceso sino que es sólo un medio de promoverlo o, en otras palabras, un mero acto de iniciación procesal.
LA DEMANDA JUDICIAL.
PEYRANO: es el acto procesal que contiene una declaración de voluntad del justiciable dirigida al órgano
jurisdiccional a fin de que este decrete la apertura de la instancia.
Es un acto de petición mediante el cual se ejercita el poder de accionar; en mérito a la dinámica del proceso se
la considera un acto de iniciación; desde el punto de vista subjetivo es un acto de la parte. Es el modo de ejercitar
la acción en cada caso particular. En la gran mayoría de los casos, la pretensión procesal se encuentra contenida
en la demanda, lo cual, sin embargo, no es forzoso, como ocurre por ejemplo en el régimen de la justicia de paz
vigente en algunas provincias. Conforme a él la demanda no cumple otra función que la de determinar la simple
apertura del proceso, debiendo la pretensión formularse en una oportunidad posterior que se halla constituida
por una audiencia a la que corresponde citar al demandado a fin de que en ella haga valer su oposición. La
demanda puede contener más de una pretensión, como ocurre en los casos de acumulación objetiva o subjetiva
de pretensiones. Ejemplo: en una demanda por desalojo puedo pedir más de una pretensión (el desalojo, el cobro
de daños y perjuicios, los intereses, etc.).
Clases de pretensiones
Según el
pronunciamiento
que persiguen
Son aquéllas mediante las cuales se solicita al órgano judicial que dilucide y determine el
contenido y alcance de una situación jurídica.
- Declarativas: tienden a obtener un pronunciamiento que determine la certeza, existencia,
eficacia, modalidad o interpretación de una relación o estado jurídico. La pretensión
De conocimiento puede ser “meramente declarativa” (ej. interpretar una cláusula contractual oscura) o
puede acumularse con la ejecutiva como veremos (ej. que se declare la existencia de la
relación jurídica contractual y que se ejecute su cumplimiento). A su vez, la acción
declarativa puede ser “constitutiva”, como sucede en la declaración de incapacidad,
divorcio, nulidad, etc., ya que constituye estado.
- De condena: aquellas que imponen al demandado el cumplimiento de una prestación (de
dar, hacer o no hacer) a favor del actor. Esta condena constituye el título de ejecución que
el actor hará valer ante una pretensión ejecutiva.
- Determinativas: mediante las cuales se pide al juez que fije el alcance, requisito o
modalidad en que habrá de ejercitarse un derecho (ej. determinación del plazo en una
obligación).
Tienen por finalidad hacer efectiva la sanción impuesta en una sentencia de condena u
De ejecución obtener el cumplimiento de una obligación documentada en algunos de los instrumentos
a los cuales la ley acuerda una presunción de legitimidad (cheques, pagarés, etc.).
Tienden a la obtención de una medida judicial (embargo, secuestro, anotación de la Litis,
Cautelares etc.) que asegure el eventual cumplimiento de la sentencia de mérito a dictar en un proceso
de conocimiento o de ejecución.
No son, por lo tanto, pretensiones autónomas, pues se encuentran subordinadas a una
pretensión principal ya deducida, o próxima a deducirse.
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Están sujetas a los siguientes requisitos: 1º) La verosimilitud del derecho invocado como
fundamento de la pretensión principal; 2º) El temor fundado de que ese derecho se frustre
durante la tramitación del proceso tendiente a tutelarlo; 3º) La prestación de una
contracautela por parte del sujeto activo.
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1) legitimación: la legitimación activa supone la identidad entre la persona a quien la ley concede el derecho
de acción y quien asume en el proceso el carácter de actor; mientras que la legitimación pasiva existe cuando
hay identidad entra la persona habilitada para contradecir y quien ha sido demandado.
2) interés: sin interés no hay acción, exige que la finalidad que el solicitante se propone lograr mediante el
ejercicio de la acción no pueda ser alcanzado sino por medio de la sentencia judicial. Y por otro lado que la
decisión judicial, en caso de acceder a la pretensión, no mantenga a las partes en la misma situación en la que
estos se encontraban antes del proceso. Cuando falte interés el juez no pronunciara sentencia sobre el fondo del
asunto porque el peticionario carece de acción, su fallo se limitara a señalar tal circunstancia.
3) vigencia: supone que la acción no se haya agotado con su ejercicio, mediante la obtención de una sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, y que el dcho no esté prescripto. En el caso de las obligaciones naturales,
lo que falta es la acción.
Si no se logran tales requisitos, el juez rechazará la demanda porque el actor carece de acción. Si el actor no
cumple con los requisitos de la acción, el demandado puede obtener las excepciones de falta de legitimación,
prescripción o cosa juzgada, según el caso, o bien alegar falta de interés.
Examinados con resultado favorable los presupuestos procesales y las condiciones de la acción, recién
entonces el juez resolverá si el peticionario es MERECEDOR DE TUTELA JURÍDICA POR TENER
“DERECHO”, SEGÚN LAR NORMAS DEL DERECHO SUSTANCIAL.
LA DEMANDA.
Concepto: “Acto de iniciación del proceso por medio del cual se ejerce el derecho de acción y se deduce la
pretensión” = “Acto procesal por medio del cual se da inicio al proceso que contiene la pretensión procesal, y
por medio del cual se ejercita el dcho. de acción”.
-> Pto. de vista objetivo: Es un acto de petición y de iniciación; Pto. de vista subjetivo: Es un acto de la parte,
mediante el que ésta aparece ante el tribunal.
SECCION II - DEMANDA Y CONTESTACIÓN
ARTÍCULO 545º.- La demanda se deducirá por escrito; el actor observará los requisitos exigidos por el
artículo 130 y además deberá:
1°) Ofrecer toda la prueba de que habrá de valerse.
2°) Acompañar los interrogatorios, pliegos de posiciones, puntos a evacuar por peritos, documentos que obren
en su poder, que de no poseerlos, procurará individualizar en su contenido expresando, además, el lugar donde
se encuentren.
ARTÍCULO 546º.- Una vez notificada, la demanda limita definitivamente las pretensiones del actor de acuerdo
con los hechos expuestos en ella y también respecto de los medios de prueba. Se admitirán, sin embargo,
documentos de fecha posterior, siempre que el estado del juicio lo permita, en cuyo caso se dará traslado a la
parte contraria.
ARTÍCULO 547º.- El actor deberá subsanar los errores, defectos u omisiones que contenga la demanda, dentro
del plazo que el tribunal le fije y que no podrá exceder de diez días. En caso contrario, se tendrá por no
presentada.
ARTÍCULO 548º.- Aceptada la demanda, se conferirá traslado al demandado, con entrega de copias,
emplazándolo para que comparezca a estar a Derecho y a contestar la demanda en el término de veinte días,
con los apercibimientos de ley. Si el domicilio del demandado no fuere conocido, se le emplazará solamente a
estar a Derecho.
ARTÍCULO 549º.- El demandado contestará la demanda en la forma exigida por el artículo 142, debiendo
ofrecer la prueba de acuerdo con lo prescripto en el artículo 545.
En el mismo escrito podrá reconvenir, en cuyo caso se correrá traslado al actor, que deberá evacuarlo dentro
de los diez días.
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ARTÍCULO 550º.- El actor o reconviniente podrán, dentro de los cinco días de contestada la demanda o la
reconvención, ofrecer nuevas pruebas, al solo efector de desvirtuar los hechos nuevos invocados por el
demandado o el reconvenido.
ARTÍCULO 552º.- Dentro de los nueve días de la notificación de la demanda, podrá el demandado o el
reconvenido oponer, en un mismo escrito y simultáneamente, las excepciones enumeradas en el artículo 139,
como asimismo las de litispendencia y cosa juzgada, que podrán también declararse de oficio según el artículo
141. Indicará en el mismo acto, la prueba que la justifique, y si se tratare de las que se mencionan en último
término, acompañará copia autorizada de la demanda del juicio pendiente o testimonio auténtico de la
sentencia.
ARTÍCULO 553º.- De las excepciones opuestas, se dará traslado a la parte contraria por el término de cinco
días para que las conteste. En la respuesta se deberá ofrecer, en su caso, la prueba pertinente. Vencido el plazo,
el juez del trámite, si lo estimare necesario, fijará audiencia para recibir la prueba dentro de los diez días. Y,
en su defecto, procederá a dictar resolución, que será recurrible ante el tribunal, en el plazo de tres días.
ARTÍCULO 554º.- La oposición de excepciones suspenderá el término para contestar la demanda, el que
volverá a correr, automáticamente, ejecutoriado que sea el auto que las resuelva. En este supuesto, el plazo
para la contestación será de diez días.
En el marco de la reforma del año 1994 se produjo la consagración de la “acción de amparo” en el art. 431 de
la Constitución Nacional, otorgando a ésta una regulación más acorde con su finalidad, al operar expresas
derogaciones respecto del régimen establecido por el decreto-ley 16.986/66.2 , el cual reglamenta dicha acción.
En la misma oportunidad, se introdujo la mención de los derechos enumerados en los arts. 413 y 424 , así como
se creó el amparo colectivo, inserto en el segundo párrafo del ya mencionado art. 43, como vía procesal apta
para su protección judicial. Cabe advertir entonces este cambio en el paradigma del derecho público que ha
tendido hacia la realización del ideal de otorgar vigencia a aquello que postulara Bidart Campos, la “fuerza
normativa de la Constitución”.5 Engarzado en este proceso llega el pronunciamiento efectuado por la Corte
Suprema de Justicia de la Nación en el llamado caso Halabi. 6 En esta sentencia, el Máximo Tribunal, en
oportunidad de tratar una demanda en la cual se requería la declaración de inconstitucionalidad de la ley 25.873
y su decreto reglamentario 1563/04,7 realizó una sistematización de las situaciones jurídicas subjetivas que
habilitan la legitimación procesal para promover la acción de amparo colectiva. Entre dichos supuestos, se
incluyó a aquellos casos en los cuales la necesidad de perseguir la defensa de un derecho individual adquiere,
incidentalmente, rasgos colectivos en razón de la existencia de determinados extremos que la Corte enumeró.
A partir de esta decisión se ha señalado que el tribunal reconoció la vigencia, en nuestro ordenamiento jurídico
y con rango constitucional (en la medida que se las consideró implícitamente incluidas en el propio art. 43 de
la norma fundamental), de las comúnmente llamadas “acciones de clase”.
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limita la discrecionalidad gubernamental a favor de decisiones razonables. “Una acción de clase” es
fundamentalmente la consolidación de diferentes pleitos relacionados en uno. No todos los casos pueden
transformarse en acción de clase, solo una minoría de ellos pueden ser certificados como perteneciendo a una
misma clase. Sin embargo si existe un número importante de actores o lo que es menos habitual de demandados,
con cuestiones similares para resolver en un pleito el juez puede permitirles integrarse dentro de una clase. Se
transforma esta acción en una alternativa eficiente a muchos juicios individuales, se concentran cientos o aun
miles de demandas en un solo juicio, de esta manera que puedan afrontar los costos del proceso. Al mismo
tiempo el demandado tiene la posibilidad de saber la extensión de los costos de la decisión ya que al estar
concentrada permite saber los límites de una conciliación o de una sentencia. Cuando existen muchos pleitos
individuales la incertidumbre es mucho mayor. Para la administración de justicia la acción de clase evita que se
bloqueen los juzgados con demandas similares y con la posibilidad de resultados diferentes, introduciendo de
este modo una sensible mejora en el nivel de seguridad. El fracaso de los litis consorcio es lo que lleva a explicar
la existencia de las acciones de clase.
Vacío legal, parámetros de la Corte, Código Unificado
Cabe señalar, en primer lugar, que debería existir una ley que determine cuándo se da una pluralidad relevante
de individuos que permita ejercer este tipo de acciones, cómo se define a esta clase para que sea homogénea, si
la legitimación corresponde exclusivamente a un integrante de la clase o también a organismos públicos o
asociaciones, cómo tramitarán estos procesos, cuáles serían los efectos expansivos de la sentencia a dictar y
cómo se harán efectivos los mismos. Una vez que la Corte dictó el fallo “Halabi” se presentaron y reformularon
diversos proyectos nacionales de ley, con criterios disímiles en sus alcances, definición e integración de la clase,
los efectos de quienes no se presentan a la clase, los efectos de las sentencias, la exigibilidad de patrocinio
letrado en algunos proyectos y hasta regular el instituto dentro de la ley general del medio ambiente y casi como
una acción popular, que no han sido sancionados ni son ley hasta la actualidad, lo que genera un vacío legal
muy importante en nuestro sistema jurídico, ello, al no regularse legislativamente este instituto hasta la
actualidad.
Ahora bien, como los procesos colectivos siguen sin encontrar “respuesta adecuada” en el Congreso de la
Nación, a más de veinte años de su llegada al texto constitucional, el lugar en el cual han encontrado acogida –
campo fértil para delimitar sus características y procedencia- es la jurisprudencia de la Corte; dónde a partir de
“Halabi” se continúan esgrimiendo sus características diferenciadoras, ello en razón de que está proliferando
una cantidad de este tipo de procesos lo que hace que, ante ese vacío legal, la Corte adopte las medidas que crea
conducentes como para encaminar estas cuestiones. Respecto de las cuales se puede mencionar, en una primera
aproximación, que para que sea procedente la acción de clase debe haber una conducta única que lesione a un
grupo de personas, una pretensión que se enfoque en los efectos comunes del problema y que no se justificaría
DERECHO DE DEFENSA
Frente a la pretensión del demandante existe generalmente la oposición del demandado cuando se enfrenta a
ella, para perseguir su paralización, modificación o destrucción. De ahí que sea necesario estudiar ahora la
oposición del demandado en sus diversas formas: defensas y excepciones.
También en el proceso penal existe siempre una pretensión punitiva contra el sindicado o imputado y este puede
oponerse a ella formulando sus defensas, tanto en la etapa de la investigación como en la del proceso.
El derecho de defensa o contradicción, al igual que el derecho de acción, pertenece a toda persona natural o
jurídica por el solo hecho de ser demandada o de resultar imputada o sindicada en un proceso penal. Se trata de
un derecho de defensa frente a las pretensiones del demandante o a la imputación que se le hace en un proceso
penal. Se fundamenta en un interés general, como en la acción, porque no solo mira a la defensa del demandado
o imputado y a la protección de sus derechos sometidos al proceso o de su libertad, sino que principalmente
contempla el interés público en el respeto de dos principios fundamentales para la organización social:
- El que prohíbe juzgar a nadie sin oírlo y sin darle los medios adecuados para su defensa en un plano de
igualdad de oportunidades y derechos.
- El que niega el derecho de hacerse justicia por sí mismo.
Entonces puede decirse que es el derecho a obtener la decisión justa del litigio que se le plantea al demandado
o acerca de la imputación que se le formula al imputado o procesado mediante la sentencia que debe dictarse en
ese proceso, luego de tener oportunidad de ser oído en igualdad de circunstancias, para defenderse, alegar,
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probar e interponer los recursos que la ley procesal consagre. La ley que desconozca este derecho sería
inconstitucional.
La CN reconoce a todo ciudadano el derecho a la jurisdicción y al proceso. Si no fuera así, todos los derechos
subjetivos, reconocidos en ella y en las leyes dictadas en consecuencia, serian letra muerta.
La circunstancia de que el derecho de defensa sea un derecho reconocido por la CN al ciudadano y uno de los
derechos humanos reconocidos internacionalmente, no quita que también sea un derecho procesal, que con el
nombre genérico de excepción denomina a la acción que cabe al demandado o acusado.
De este modo el objeto del derecho de defensa persigue una tutela abstracta por una sentencia justa y legal,
cualquiera que sea, y la oportunidad de ser oído en el proceso para el ejercicio de este derecho de defensa en
igualdad de condiciones, facultades y cargas.
Y el fin que con este derecho se persigue es, por un lado, la satisfacción del interés público en la buena justicia
y en la tutela del derecho objetivo; y por otra parte, la tutela del derecho constitucional de defensa y de la libertad
individual en sus distintos aspectos.
En el derecho procesal, el derecho de contradicción no se opone al derecho de acción, sino que lo complementa
y resulta su necesaria consecuencia.
Este derecho existe desde el momento en que es admitida por el juez la demanda, independientemente de que
el demandado se oponga o no y proponga o no excepciones, es irrelevante que el demandado carezca o no de
razón, como se dijo es un derecho abstracto.
A parte de tener sustento constitucional, se basa en varios de los principios del derecho procesal: el de la igualdad
de las partes en el proceso, el de la necesidad de oír a la persona contra la cual se va a surtir la decisión, el de la
imparcialidad de los funcionarios judiciales, el de la impugnación y el del respeto a la libertad individual.
No debe confundirse el derecho de defensa o contradicción (causa) con la oposición y las excepciones (efecto).
Aquel existe siempre aunque no se formulen estas.
El Código de Procedimientos viene a ser la ley reglamentaria de esta garantía individual (del derecho a la
defensa) contenida en las constituciones. El derecho procesal supone inocente a todo individuo hasta que se
demuestre lo contrario; por eso es que se le otorga el derecho al demandado a poder ser oído.
DEFENSA EN JUICIO: una de las etapas del debido proceso es la defensa, la cual está plenamente asegurada
y contemplada por la CN en el mismo art. 18, cuando señala que es “inviolable la defensa en juicio de la persona
y de los derechos”.
Esta defensa, tal como lo dispone el Pacto San José de Costa Rica, asegura al imputado:
- Comunicación previa al inculpado de la acusación que se le formula.
- Concesión al mismo del tiempo necesario y medios adecuados para que pueda preparar su defensa.
- Derecho a ser asistido por un abogado y de comunicarse libremente con el mismo.
- Derecho de ser asistido por un defensor oficial si no deseara el inculpado designar un abogado
particular.
- Protección contra interrogatorios inquisitivos tendientes a obtener la confesión, la cual solo es válida si
es efectuada sin presión alguna.
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LA REACCION DEL DEMANDADO CIVIL.
● Pasiva: El demandado se limita a recibir la citación, "notificación o intimación y espera el resultado
del proceso sin tomar ninguna defensa.
● Oposición: Aquella que ejerce el demandado con el objeto de dejar sin efecto la pretensión del
accionante, y puede tomar la forma de objeción u excepción.
En la primera, el demandado se limita a contradecir las pretensiones en que se fundamenta la demanda del
accionante.
En la segunda, es decir, en la excepción, el demandado invoca otros hechos distintos en los que se fundamenta
la pretensión del accionante, para fundamentar su defensa.
● Allanamiento: Se produce cuando el demandado conviene o acepta toda la pretensión del accionante,
tanto en los hechos como en el derecho invocado.
● Impedimentos procesales: Consiste en que el demandado opone defensas tendientes a depurar el
proceso o impedir su continuación.
Téngase en cuenta que cada demandado o imputado tiene su propio derecho de contradicción y puede ejercerlo
por separado.
DEFENSAS Y EXCEPCIONES.
Cuando el demandado o el imputado se contentan con negar los elementos de derecho (referidos a la norma,
como su inexistencia o proponer otra que paralice la norma invocada por el actor) o de hecho (ataca los hechos
por inexistencia o invoca otros) de la demanda o de la imputación, hay discusión de la pretensión, no hay
excepción sino defensa.
Por lo general en los procesos civiles y laborales como también en algunos contencioso- administrativos, el
demandado no se limita a esa discusión, sino que afirma, por su parte la existencia de hechos distintos de los
que presenta la demanda o circunstancias o modalidades diferentes de los contenidos en esta, con el objeto de
plantear nuevos fundamentos de hecho que conduzcan a la desestimación de las pretensiones del demandante,
en estos caso, se dice que formula o propone excepciones.
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derecho concreto corresponde en cierto modo la teoría también concreta de la excepción, configurada como
"contraderecho". Y, por último, la teoría del derecho genérico de obrar, cuando proyecta sus principios hacia el
tema de la excepción, la configura como una potestad jurídica de defensa adjudicada aun a aquellos que carecen
de un derecho legítimo a la tutela jurídica.
El derecho de defensa en juicio se nos aparece, entonces, como un derecho paralelo a la acción en justicia. Si
se quiere, como la acción del demandado. El actor pide justicia reclamando algo contra el demandado y éste
pide justicia solicitando el rechazo de la demanda.
La oposición (o defensa) es el acto en cuya virtud el sujeto pasivo de la pretensión reclama ante el órgano
judicial, y frente al sujeto activo, que se desestime la actuación de aquélla. Es, asimismo, una declaración de
voluntad petitoria, para cuya configuración resulta irrelevante el hecho de que las afirmaciones formuladas por
el demandado cuenten con efectivo respaldo en las normas jurídicas que invoca en apoyo de su posición
procesal.
Si bien la pretensión y la oposición aparecen así como anverso y reverso de una misma figura, sólo la primera
constituye objeto del proceso. Los distintos tipos de oposición que el demandado puede formular sólo tienen
incidencia en la delimitación del área litigiosa y en la mayor amplitud que imprimen al thema decidendum, pero
no alteran el objeto del proceso, que está exclusivamente fijado por el contenido de la pretensión.
La oposición a la pretensión, en general, y no sólo la excepción, constituye un acto procesal del demandado
que reconoce, como presupuesto, el derecho de acción que también
NATURALEZA JURÍDICA.
Si bien la pretensión y la contradicción aparecen así como anverso y reverso de una misma figura, sólo la
primera constituye objeto del proceso. Los distintos tipos de oposición que el demandado puede formular sólo
tienen incidencia en la delimitación del área litigiosa y en la mayor amplitud que imprimen al thema
decidendum, pero no alteran el objeto del proceso, que está exclusivamente fijado por el contenido de la
pretensión.
Generalmente la doctrina pone de resalto el paralelismo existente entre la acción y una de las clases de
contradicción: la excepción. Se afirma que frente a la acción del actor, que tiende a una declaración positiva,
pertenece al demandado, a modo de réplica, una acción destinada a obtener una declaración negativa, de
modo tal que la excepción sería la acción del demandado.
Como consecuencia de este criterio la polémica suscitada en torno de la naturaleza de la acción se ha hecho
extensiva al ámbito de la excepción. Sus conclusiones son susceptibles de los mismos reparos expuestos en esa
oportunidad y resultan también inoperantes para resolver los concretos problemas que suscita la experiencia del
proceso. Basta señalar que la oposición a la pretensión, en general, y no sólo la excepción, constituye un acto
procesal del demandado que reconoce, como presupuesto, el derecho de acción que también corresponde a este
último en calidad de ciudadano y frente al órgano judicial.
Según ECHANDÍA la naturaleza de la excepción es análoga a la de la pretensión, porque ambas persiguen una
sentencia favorable, y diferente de la acción, por el mismo motivo. Y, el derecho de contradicción o de defensa
es de idéntica naturaleza al derecho de acción (siempre está por más que no se lo ejerza). Es un error decir que
la excepción ataca o se opone al derecho de acción, ella ataca la pretensión.
LA EXCEPCIÓN
La excepción es la defensa en juicio, vendría a ser la contracara del derecho de acción.
Así, el derecho de defensa en juicio viene a ser un derecho paralelo a la acción en justicia.
Este es un derecho que le corresponde a la persona del DEMANDADO. Si toda demanda es una “forma de
ataque”, la excepción es la defensa contra ese ataque.
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La carga de la prueba de estos nuevos datos (circunstancias impeditivas o extintivas) que se incorporan al
proceso le incumbe al demandado.
PEYRANO: La defensa ensayada recibe el nombre de excepción cuando el excepcionante introduce a la causa
elementos de juicio (hechos impeditivos, modificativos o extintivos) hasta entonces no alegados y que hacen a
la relación sustancial en debate. Modernamente cuando la defensa opuesta hace hincapié en la relación procesal,
se la denomina “impedimento procesal”.
ECHANDÍA: La excepción es una manera de ejercitar el derecho de contradicción o defensa en general que le
corresponde a todo demandado, y que consiste en oponerse a la demanda para atacar las razones de la pretensión
del demandante, mediante razones propias de hecho, que persigan destruirla o modificarla o aplazar sus efectos.
Esta razón del demandado no requiere pruebas cuando se apoya en los hechos aducidos por el demandante para
deducir de ellos diferentes efectos jurídicos que fundamenten su oposición mediante una distinta interpretación
o calificación de tales hechos.
Deberá probarse, cuando alegue hechos distintos a los presentados por el demandante, o modalidades de estos
mismos, que los desvirtúan o modifican, o que suspenden o aplazan sus efectos, porque no surgen de la
demanda.
La excepción es el derecho que tienen las personas para oponerse a las acciones (civiles o penales) que se
promueven en su contra.
COUTURE dice que “excepción” alude a la pretensión del demandado que, escudándose únicamente con el
derecho de fondo, solicita que se lo libere de soportar pretensión del actor.
En otro sentido, “excepción se usa para denominar a ciertos tipos de defensas que regulan los códigos procesales,
y que tienen que oponerse antes de la contestación de la demanda en los procesos de conocimiento (son defensas
nominadas que no impiden que luego, al contestarse la demanda, el demandado pueda oponer otras defensas
que serán resueltas en la sentencia definitiva), o cuando se es citado de venta o intimado de pago en los de
ejecución (en este tipo de procesos las excepciones son las únicas defensas que puede articular el ejecutado).
Algunos autores dicen que el tema de la acción y la excepción existe un paralelismo. La única diferencia entre
ataque (acción) y defensa (excepción) está en la iniciativa que toma quien emplea el sustitutivo civilizado de la
venganza contra otro que, esgrimiendo la forma civilizada de la autodefensa, obra cronológicamente después,
como una reacción ante el embate. En realidad, ni siquiera el factor temporal definirá en todos los casos una
diferencia de esencia entre acción y excepción. (ARAZI- bilateralidad).
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Son excepciones que refieren al fondo del asunto y pueden versar sobre cualquier aspecto de la pretensión
expuesta por el actor: de admisibilidad, de fundabilidad.
Estas excepciones presentan tres modalidades:
- Impeditivas o invalidativas: Que son aquellas dirigidas a desconocer la existencia del derecho material
por hechos que atañen el nacimiento de éste, como el caso de contratos suscritos por menores de edad
o incapacitados;
- Modificativas: Que son aquellas que le atribuyen al derecho o relación jurídica una modalidad distinta
a la otorgada por el accionante, como es el caso de que la parte reclame la existencia de un contrato de
arrendamiento y el demandado opone que lo que existe es un comodato; o bien, el demandante reclame
una cantidad dineraria y el demandado opone que dicha cantidad fue donada; y
- Extintiva: Aquella que se presenta cuando reconociendo el demandado la obligación, alega un hecho
que implica su extinción, tal como es el caso del pago, la compensación, la prescripción, la confusión,
entre otros.
- Mixtas: Son excepciones que tienen la forma de las dilatorias y la eficacia de las perentorias (ejemplo:
excepciones de cosa juzgada, transacción, etc.).
Tanto las dilatorias como las perentorias se dirigen contra el fondo de la cuestión debatida, es decir, contra la
pretensión, por lo que unas y otras son de mérito.
Existe negación cuando la actitud del demandado se reduce a desconocer la concurrencia de cualquiera de los
requisitos de la pretensión, absteniéndose de invocar, frente a las afirmaciones del actor, nuevas circunstancias
de hecho.
La excepción, en cambio, es la oposición mediante la cual el demandado coloca, frente a las afirmaciones del
actor, circunstancias impeditivas o extintivas tendientes a desvirtuar el efecto jurídico perseguido por dichas
afirmaciones. En este caso, incumbe al demandado la carga de la prueba respecto de esos nuevos datos que se
incorporan al proceso.
EXCEPCIONES DILATORIAS:
Son aquellas oposiciones que, en caso de prosperar, excluyen temporariamente un pronunciamiento sobre el
derecho del actor, de manera tal que sólo hacen perder a la pretensión su eficacia actual, pero no impiden que
ésta sea satisfecha una vez eliminados los defectos de que adolecía.
INCOMPETENCIA
Su planteamiento constituye el modo de hacer valer la declinatoria o la inhibitoria a que se refiere el art. 7º CPN, o
sea la presentación ante el juez que haya empezado a conocer en la causa, pidiéndole que se separe del conocimiento
de ella en razón de resultar incompetente, ya sea por razón del territorio, materia, cantidad, grado, etc.
FALTA DE PERSONERÍA
Esta excepción no sólo procede en el caso de que el actor o el demandado sean civilmente incapaces (en forma
absoluta o relativa), sino también en el supuesto de que sea defectuoso o insuficiente el mandato invocado por quienes
pretendan representar a aquéllos. La falta de personería puede recaer en el demandante, en el demandado o sus
representantes, por carecer de capacidad
civil para estar enjuicio o de representación suficiente". Son ejemplos, que el mandato adolezca de defectos de forma,
que el mandatario no se ajuste a los términos del mandato (ej. que se le haya otorgado mandato para un juicio
sucesorio y el abogado demanda por filiación; o si se otorga mandato para accionar contra Juan y el abogado o
representante legal demanda a Pedro).
En el supuesto de que el mandatario no acompañe los documentos habilitantes, aquél invoque la imposibilidad de
presentarlos y el juez considere atendibles las razones expresadas, no procede la excepción de falta de personería,
sino que se confiera un plazo de 20 días para que se agreguen los documentos, bajo apercibimiento de tener por
inexistente la representación (CPN, art. 46).
LITISPENDENCIA
Hay litispendencia cuando existe otro proceso pendiente entre las mismas partes, en virtud de la misma causa y por
el mismo objeto.
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El fundamento de la excepción de litispendencia reside en la necesidad de evitar que una misma pretensión sea
juzgada dos veces, con la consiguiente inoperancia de la actividad judicial que esa circunstancia necesariamente
comporta.
A su vez, la existencia de litispendencia puede ser declarada de oficio en cualquier estado de la causa.
DEFECTO LEGAL EN LA DEMANDA
Procede esta excepción cuando la demanda no se ajusta, en su forma o contenido, a las prescripciones legales. Tal
ocurre, por ejemplo, cuando se omite la denuncia del domicilio real del actor; o no se precisa con exactitud la cosa
demandada (como ocurre si en la demanda por daños y perjuicios no se individualizan las distintas partidas que
integran la suma reclamada); o la exposición de los hechos adolece de ambigüedad; o se han acumulado diversas
pretensiones contrariando los requisitos establecidos por el art. 87 CPN; etcétera.
Sin embargo, resulta improcedente cuando al actor no le fuere posible determinar en la demanda el monto reclamado,
"por las circunstancias del caso, o porque la estimación dependiera de elementos aún no definitivamente fijados y la
promoción de la demanda fuese imprescindible para evitar la prescripción de la acción" (CPN, art. 330).
DEFENSAS TEMPORARIAS
El art. 347, inc. 8º CPN acuerda el carácter de excepciones de previo y especial pronunciamiento a las defensas
temporarias que se consagran en las leyes generales, tales como el beneficio de inventario o el de excusión.
ARRAIGO
Si el demandante no tuviere domicilio ni bienes inmuebles en la República será también excepción previa la del
arraigo por las responsabilidades inherentes a la demanda". De acuerdo con esta norma, que tiende a asegurar la
responsabilidad del actor por los gastos y honorarios a cuyo pago puede ser eventualmente condenado, la excepción
procede cuando aquél no tiene su domicilio real y efectivo en el país, no siendo suficiente la ausencia accidental,
temporaria o periódica. También procede en el caso de residencia transitoria en el lugar donde tramita el proceso.
Pero la posesión de inmuebles en la República descarta la procedencia de la excepción.
EXCEPCIONES PERENTORIAS:
Son aquellas oposiciones que, en el supuesto de prosperar, excluyen definitivamente el derecho del actor, de manera
tal que la pretensión pierde toda posibilidad de volver a proponerse eficazmente.
PRESCRIPCIÓN
La prescripción debe oponerse al contestar la demanda o en la primera presentación en el juicio que haga quien intente
oponerla. El art. 346 dispone que aquélla, como las restantes excepciones, se opondrá en el escrito de contestación
de la demanda o reconvención, y que el rebelde sólo podrá hacerlo con posterioridad "siempre que justifique haber
incurrido en rebeldía por causas que no hayan estado a su alcance superar", en cuyo caso corresponde entender que
debe oponer la excepción de que se trata en su primera presentación en el juicio.
FALTA MANIFIESTA DE LEGITIMACIÓN PARA OBRAR
A diferencia de la excepción de falta de personería que, como se ha visto, tiende a denunciar la inexistencia de
capacidad civil o la insuficiencia de representación, la excepción ahora examinada tiene por objeto poner de
manifiesto alguna de las siguientes circunstancias: 1º) Que el actor o el demandado no son los titulares de la relación
jurídica sustancial en que se funda la pretensión; 2º) Que, mediando la hipótesis de litisconsorcio necesario, la
pretensión no ha sido deducida por o frente a todos los sujetos procesalmente legitimados (en cuya hipótesis la
excepción funciona como dilatoria); 3º) Que no concurre, respecto del sustituto procesal, el requisito que lo autoriza
para actuar en tal carácter.
La excepción sólo puede resolverse como artículo de previo y especial pronunciamiento en el supuesto de que la
ausencia de legitimación parezca en forma manifiesta. Esta situación se configuraría, por ejemplo, si de la propia
exposición del actor, o de los documentos agregados a la demanda, resultase que aquél no reviste el carácter de titular
del derecho pretendido.
COSA JUZGADA
Esta excepción procede cuando ha recaído sentencia firme respecto de una pretensión anteriormente sustanciada entre
las mismas partes y por la misma causa y objeto.
Para que sea procedente esta excepción, el examen integral de las dos contiendas debe demostrar que se trata del
mismo asunto sometido a decisión judicial, o que por existir continencia, accesoriedad o subsidiariedad, la sentencia
firme ya ha resuelto lo que constituye la materia o la pretensión deducida en el nuevo juicio que se promueve.
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Estas excepciones deben fundarse en la existencia de cualquiera de esos actos, los cuales configuran, como se verá,
modos anormales de terminación del proceso, y cuyos efectos son equivalentes a los de la cosa juzgada.
Las excepciones previas deben oponerse en un solo escrito, juntamente con la contestación de la demanda o la
reconvención en su caso.
En el escrito en que se proponen las excepciones debe agregarse toda la prueba instrumental y ofrecerse la restante
(art. 350). Asimismo, la oposición de excepciones no suspende el plazo para contestar la demanda, salvo si se tratare
de las de falta de personería, defecto legal o arraigo (art. 346).
En cuanto a los efectos, una vez firme la resolución que declarare procedente las excepciones previas, se procederá:
1º) A remitir el expediente al tribunal considerado competente, si perteneciere a la jurisdicción nacional. En caso
contrario, se archivará.
2º) A ordenar el archivo si se tratase de cosa juzgada, falta de legitimación manifiesta, prescripción o de las previstas
en el inc. 8o del art. 347, salvo, en este último caso, cuando sólo correspondiere la suspensión del procedimiento (lo
que procedería, v.gr., en el supuesto del Cód. Civ., art. 3357).
3º) A remitirlo al tribunal donde tramite el otro proceso si la litispendencia fuese por conexidad. Si ambos procesos
fueren idénticos, se ordenará el archivo del iniciado con posterioridad.
4º) A fijar el plazo dentro del cual deben subsanarse los defectos o arraigar, según se trate de las contempladas en los
incs. 2º y 5º del art. 347, o en el art. 348. En este último caso se fijará también el monto de la caución.
Vencido el plazo sin que el actor cumpla lo resuelto, se lo tendrá por desistido del proceso, imponiéndosele las costas.
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3) vigencia: supone que la acción no se haya agotado con su ejercicio, mediante la obtención de una sentencia
pasada en autoridad de cosa juzgada, y que el dcho no esté prescripto. En el caso de las obligaciones naturales,
lo que falta es la acción.
Si no se logran tales requisitos, el juez rechazará la demanda porque el actor carece de acción. Si el actor no
cumple con los requisitos de la acción, el demandado puede obtener las excepciones de falta de legitimación,
prescripción o cosa juzgada, según el caso, o bien alegar falta de interés.
Examinados con resultado favorable los presupuestos procesales y las condiciones de la acción, recién
entonces el juez resolverá si el peticionario es MERECEDOR DE TUTELA JURÍDICA POR TENER
“DERECHO”, SEGÚN LAR NORMAS DEL DERECHO SUSTANCIAL.
ECHANDÍA: según este autor son los requisitos necesarios para que pueda ejercitarse la acción válidamente,
es decir, son las condiciones para que el juez oiga la petición que se le formule para iniciar un proceso. Son:
- Capacidad jurídica y procesal del demandante y su adecuada representación cuando actúa por medio
de otra persona.
- Investidura del juez, si se ejerce la acción ante un particular se tendrá como un acto jurídico inexistente.
- La calidad del abogado titulado de la persona que presenta la demanda, sea en propio nombre o como
apoderado de otra, cuando la ley así lo exige. No opera en lo penal.
- La no caducidad de la acción, cuando la ley ha señalado un término para su ejercicio y de la relación
de hechos de la demanda o de sus anexos resulta que esta ya vencido.
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1-JUEZ COMPETENTE: En estos casos, el juez no se pronuncia sobre el fondo de la cuestión y, por ello, su
decisión no hace cosa juzgada material y la pretensión puede deducirse nuevamente, sea subsanado el
impedimento en el mismo expediente o mediante el ejercicio de la acción en un proceso válido. La facultad
conferida a los jueces para resolver los litigios está condicionada a la aptitud para conocer de los mismos: no
todos los jueces tienen la misma competencia. En primer lugar, será necesario determinar la jurisdicción dentro
de la cual corresponde la promoción del proceso (nacional, provincial, judicial, administrativa), y dentro de ella
establecer el tribunal que por razón de la materia, cantidad, esté anticipadamente designado por la ley para su
conocimiento.
EXCEPCIÒN:
En ciertos supuestos, cuando el juez es incompetente el expediente se remite al juez competente para su
tramitación y, de no ser así, el interesado podrá promover nuevamente la demanda ante el juez competente.
Dentro del concepto de juez competente incluimos el requisito de que no existan causales que la obliguen a
excusarse o permitan a las partes recusarlo.
2-CAPACIDAD DE LAS PARTES: Toda persona puede ser titular de un derecho substancial, pero no siempre
tienen la aptitud necesaria para defenderlo personalmente en caso de litigio. Por eso uno de los presupuestos es
la capacidad de los sujetos para estar en juicio: si esta capacidad falta, sea en el actor, sea en el demandado,
podrá oponerse una excepción previa de falta de personería, que, resuelta afirmativamente, impedirá la
prosecución del proceso. La capacidad procesal es, por consiguiente, uno de los capítulos fundamentales en el
estudio del proceso.
Según Arazi: La capacidad de las partes refiere a la de los sujetos para estar en juicio (tener la edad requerida
por la ley en cada caso y no estar inhabilitado o interdicto) y, si se actúa por medio de apoderado, que éste tenga
representación suficiente, es decir, que el mandato lo habilite para actuar en ese juicio en nombre del mandante.
(la capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de derechos y deberes procesales. Si partimos de la
base de que personas es todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, se infiere que toda
persona goza de capacidad para ser parte. Las personas naturales o de existencia visible adquieren capacidad
para ser parte desde su concepción y la pierden con su muerte. También tienen capacidad para ser parte las
personas jurídicas, sean de derecho público (estado nacional, provincias, municipios) o de derecho privado
(asociaciones, fundaciones, sociedades). No siempre el que puede ser parte en el proceso está habilitado para
actuar por sí mismo; para ello se requiere además de la capacidad procesal, es decir, la aptitud para poder
realizar con eficacia actos procesales de parte. La aptitud para ser parte es el paralelo de la capacidad de
derecho, y la procesal es el correlato de la de hecho del derecho civil. Por lo tanto la capacidad procesal refleja
en el derecho procesal la categoría de la capacidad de obrar del derecho civil. En materia de capacidad, esta
es la regla y su falta son las excepciones)
3-DEMANDA VÀLIDA:
La demanda es el acto de iniciación del proceso por el cual se ejercita la acción. El concepto de demanda válida
como presupuesto procesal está tomado en sentido amplio, comprendiendo todo acto que indique el ejercicio de
la acción, ya sea por los particulares, como en el caso de la demanda civil, o por el Ministerio Público cuando
formula acusación para la apertura del plenario en los procesos penales.
Por otra parte, es necesario que la demanda esté revestida de ciertas formalidades exigidas para asegurar la
regularidad del debate y cuya existencia debe ser constatada por el juez antes de entrar al fondo del litigio. La
ausencia de alguna de ellas hace procedente la excepción previa de defecto legal en el modo de proponer la
demanda.
Se discute si en materia penal la etapa de investigación previa constituye un verdadero proceso. Para los que así
lo consideran, el concepto de demanda como presupuesto procesal tiene que ser necesariamente ampliado,
comprendiendo todas las formas de iniciación del sumario (denuncia, querella, prevención y aun la iniciación
de oficio). El verdadero proceso penal, en el que hallamos diferenciadas las figuras de partes contradictorias y
del tercero imparcial (el juez), se inicia con el plenario. El sumario será una etapa previa, de carácter instructorio,
para determinar, si existe causa para iniciar el proceso.
Según el tipo de demanda se exigen distintos requisitos de admisibilidad, cuyo incumplimiento determinará que
el proceso no pueda constituirse válidamente; tal el caso de la presentación del título ejecutivo cuando se inicia
un proceso de ese carácter.
62
4-INEXISTENCIA DE UN PROCESO IGUAL EN TRÀMITE:
Finalmente, la existencia de otro proceso igual, en trámite, impide la continuación del segundo, el que
corresponde archivar.
BOLILLA 6: EL PROCESO
La finalidad del proceso es la creación de una norma individual destinada a regir un aspecto específico de la
conducta de determinados sujetos, resaltando la extrañedad de aquellos en relación con el órgano.
Lo que caracteriza al proceso es su fin, es decir, la decisión del conflicto mediante un fallo que adquiere
autoridad de cosa juzgada (sentencia).
El proceso es un sistema, un método para el ejercicio jurisdiccional. Consiste en declarar a derecho, ejecutar a
derecho, y asegurar a derecho. Son actos realizados por los sujetos que tienden a llegar a una sentencia.
Según ARAZI, el proceso judicial es un proceso cultural y constituye una especie de género del proceso, por lo
que también implica una actividad con un resultado y una finalidad. El resultado es la sentencia y la finalidad
es la aplicación del derecho material al caso concreto.
No siempre las personas adecuan su conducta a la jurídicamente prescripta por el derecho material (que regula
las conductas de las personas de la sociedad distribuyendo los bienes de vida, otorgando derechos e imponiendo
obligaciones y además asegura el goce de dichos bienes de vida, estableciendo consecuencias jurídicas para la
violación de normas), y cuando el derecho material es violado, se produce una insatisfacción jurídica, dando
lugar a ciertas situaciones:
- Que la insatisfacción quede sin resolverse por desinterés social o particular.
- Que la insatisfacción sea resuelta voluntariamente por las partes.
- Que la insatisfacción no pueda ser resuelta voluntariamente y para la aplicación de la consecuencia sea
necesario realizar previamente una serie de operaciones que en su conjunto conocemos con el nombre
de proceso.
- Que la parte afectada exija satisfacción de su derecho frente a la renuncia del obligado a hacerlo.
Por esto decimos que el derecho material no alcanza siempre a satisfacer su propia aplicación. Cuando se han
agotado los medios pacíficos de solución, o por un imperativo legal la composición voluntaria no es factible,
llega el auxilio del derecho procesal. El proceso es el instrumento del cual se vale el Estado para aplicar el
derecho material a los casos concretos.
A través del proceso, posibilitamos que el juez, como representante del Estado, logre el conocimiento de los
hechos, de los cuales debe extraer consecuencias jurídicas, y realice luego una investigación para saber si de
esos hechos se pueden extraer las consecuencias jurídicas pretendidas.
63
En el proceso civil la investigación de los hechos la hacen las partes, generalmente por medio de sus letrados,
y el juez verifica si los hechos afirmados por las partes son ciertos.
El proceso judicial es un método formativo de la norma individual de conducta, de la sentencia. Culmina con
la declaración y realización del derecho material formuladas en la sentencia definitiva (este es el modo normal).
Tb puede culminar por modos anormales: desistimiento, allanamiento, transacción, conciliación, y caducidad
de la instancia.
Entonces, según ARAZI 🡪 el proceso judicial es aquella actividad compleja, progresiva y metódica, que se
realiza de acuerdo con reglas preestablecidas, cuyo resultado será el dictado de la norma individual de
conducta (sentencia), con la finalidad de declarar el derecho material aplicable al caso concreto.
Según PALACIOS, cabe definir al proceso como el conjunto de actos que se van desenvolviendo de manera
coordinada de acuerdo con reglas preestablecidas, que conducen a la creación de una norma individual
(sentencia) destinada a resolver un conflicto o una situación jurídica planteada.
El proceso es un “todo” (operación compleja, progresiva y metódica).
Todo proceso consta de un elemento subjetivo (personas) y de un elemento objetivo (pretensión o petición
extra contenciosa), e importa, asimismo, una determinada actividad (conjunto de actos procesales).
PEYRANO: es un conjunto de actos relacionados entre sí de índole teleológica, que permiten desarrollar la
actividad jurisdiccional.
PROCESO Y LITIS
LITIS también o litigio se presenta cuando en el seno de la colectividad surge un conflicto intersubjetivo de
intereses.
Debe ser entendida como el supuesto en que un individuo pretende sustituir el estado de libertad jurídica de
otro por uno distinto que contemple su voluntad (pretensión).
La idea de la litis o litigio subyace en la idea del proceso como un medio o herramienta destinado a componerla
(solucionar el conflicto) o a prevenirla; a la vez, las modalidades del litigio cualifican al proceso en sus distintas
especies.
Es el conflicto de intereses presentado a un juez para que lo resuelva; no es proceso, pero está en él. El proceso
reproduce o representa el litigio, porque este es el medio para componerlo. Se procesa el litigio, que es resuelto
mediante la sentencia.
El proceso (contencioso, por oposición al voluntario) reproduce o representa un litigio.
Contestada la demanda, queda trabada la litis y es prohibido el cambio de acción que produzca una variación.
El proceso se inicia ante el juez y se desarrolla en su presencia, el litigio existe desde antes entre las partes, y
puede ocurrir que a pesar de él, no se inicie ningún proceso. No hay proceso sin litigio.
Según ALVARADO VELLOSO es la afirmación en el plano jurídico del proceso, de la existencia de un
conflicto en el plano de la realidad social (aun cuando no exista).
64
⮚ Teoría Contractualista: se basa en que existe una convención entre actor y demandado en la cual se fijan
los puntos del litigio.
Sobre esta base, algunos autores sostuvieron que existía un verdadero contrato, debiendo el juez pronunciarse
sobre los puntos en litigio. Para otros, se trataba de un cuasicontrato, ya que el demandado, en general, concurre
al proceso contra su voluntad.
⮚ Teoría de la Relación Jurídica: fue expuesta por BULOW en Alemania y luego desarrollada por la
doctrina italiana. Sostiene que en el proceso existe una relación jurídica de carácter procesal que crea
derechos y obligaciones para todos los que intervienen en el proceso (Estado y partes).
Esta teoría tiene muchos seguidores pero no hay acuerdo entre quienes se establece la relación jurídica. Para
algunos es triangular: entre partes, y entre cada una de ellas con el juez; y para otros es bipartita: porque se
establece entre el juez y cada una de las partes. Y por último algunos dicen que se establece sólo entre las partes.
⮚ Teoría de la situación jurídica: GOLDSCHMIDT rechaza la teoría de la relación jurídica y sostiene que
es una situación jurídica, ya que los que intervienen en el proceso no tienen derechos y obligaciones,
sino que tienen posibilidades o expectativas de obtener ventajas si realizan un acto procesal, o si la parte
contraria no realiza un acto o también si pueden lograr librarse de una carga procesal.
Resulta difícil entender en esta teoría el nombre de la misma. La explicación puede ser cuando habla de situación
se refiere a la situación en que se halla el derecho material mientras transcurre el proceso, ya que durante el
proceso el derecho material estaría en situación de suspenso, estaría pendiente.
⮚ Teoría del complejo de Relaciones: sostiene que el proceso es una combinación de actos, y que cada
conflicto que se plantea en él es una relación jurídica, por lo cual en el proceso no habría una sola
relación jurídica, sino varias, y en consecuencia, el proceso sería un complejo de relaciones.
⮚ Teoría de la Institución: parte de la idea de que la institución “es una organización jurídica al servicio
de una idea” y que en toda institución hay dos elementos fundamentales: una idea objetiva o común y
un conjunto de voluntades tendientes a que la idea se concrete.
Sostiene que en el proceso se dan esos dos elementos. La “idea común” en el proceso es satisfacer una
pretensión, un reclamo; el “conjunto de voluntades” está dado por la actividad de distintas personas (actor,
demandado, juez) con el fin de que se satisfaga la pretensión, aunque cada una entendiendo de manera distinta
cómo se debe satisfacer esa pretensión.
Lo trascendente de todas estas teorías, es que cada una ha aportado una cuota de valor para el desarrollo de la
ciencia procesal y de la figura del proceso en particular. Lo más importante, no son las argumentaciones en las
que cada una de estas teorías ha encontrado fundamento, y sino en desentrañar el fenómeno del proceso, que
sin dudarlo, es un fenómeno particular, difícil de compaginar con otras figuras jurídicas, y posibilitar desde ese
ángulo de observación, cómo se vincula esta figura con todas las ramas de derecho, pues con cada una de ellas
tiene una relación particularizada.
65
derecho de probar con la utilización de todos los medios legales procedentes y pertinentes y el de que el juzgador
se atenga sólo a lo regular y legalmente acreditado en las actuaciones respectivas.
En cuanto atañe a la sentencia, comprende el derecho de que sea dictada por un juez objetivo, imparcial e
independiente, que emita su pronunciamiento en forma completa (referida a todos los hechos esenciales con
eficacia decisiva y al derecho aplicable), legítima (basada en pruebas válidas y sin omisión de las esenciales),
lógica (adecuada a las reglas del pensamiento lógico y a la experiencia común), motivada (debe ser una
derivación razonada del derecho vigente con relación a la pretensión esgrimida y en función de los hechos
probados en el proceso) y congruente (debe versar exclusivamente acerca de lo pretendido y resistido por las
partes).
La sentencia que no cumple tales condiciones es calificada habitualmente como arbitraria; la jurisprudencia dice
que la sentencia será arbitraria cuando no decida acerca de cuestiones oportunamente planteadas, o decide acerca
de cuestiones no planteadas, o contradice constancias del proceso, o incurre en autocontradicción, o pretende
dejar sin efecto decisiones anteriores firmes, o el juez se arroga en ella el papel de legislador, o prescinde del
texto legal sin dar razón plausible alguna, o aplica normas derogadas o aún no vigentes, o da como fundamentos
algunas pautas de excesiva latitud, o prescinde de prueba decisiva, o invoca jurisprudencia inexistente, o incurre
en excesos rituales manifiestos, o sustenta el fallo en afirmaciones dogmáticas o en fundamentos que sólo tienen
la apariencia de tal, o incurre en autocontradicción, etc.
Si se intenta definir técnicamente la idea de debido proceso resulta más fácil sostener que es aquél que se adecua
plenamente a la idea lógica de proceso: dos sujetos que actúan como antagonistas en pie de perfecta igualdad
ante una autoridad que es un tercero en la relación litigiosa (y como tal, impartial, imparcial e independiente).
O sea, el debido no es ni más ni menos que el proceso que respeta sus propios principios.
La razón de ser del proceso: Si la idea de proceso se vincula histórica y lógicamente con la necesidad de
organizar un método de debate dialéctico y se recuerda por qué fue menester ello, surge claro que la razón de
ser del proceso no puede ser otra que la erradicación de la fuerza en el grupo social, para asegurar el
mantenimiento de la paz y de normas adecuadas de convivencia.
66
Los aspectos negativos de estos presupuestos (incompetencia del juez, falta de personería, defecto legal, y
litispendencia) no permiten un proceso regular. En estos casos, el juez no se pronuncia sobre el fondo de la
cuestión y su decisión no hace cosa juzgada material y la pretensión puede deducirse nuevamente, sea
subsanando el impedimento en el mismo expediente o mediante el ejercicio de la acción en un proceso válido.
PROBLEMÀTICA Y ORÌGEN
La problemática surge en razón de que los presupuestos procesales no son propiamente del proceso sino de la
iniciación de cada una de sus etapas.
67
prosecución del proceso. La capacidad procesal es, por consiguiente, uno de los capítulos fundamentales en el
estudio del proceso.
Según Arazi: La capacidad de las partes refiere a la de los sujetos para estar en juicio (tener la edad requerida
por la ley en cada caso y no estar inhabilitado o interdicto) y, si se actúa por medio de apoderado, que éste tenga
representación suficiente, es decir, que el mandato lo habilite para actuar en ese juicio en nombre del mandante.
(la capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de derechos y deberes procesales. Si partimos de la
base de que personas es todo ente susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones, se infiere que toda
persona goza de capacidad para ser parte. Las personas naturales o de existencia visible adquieren capacidad
para ser parte desde su concepción y la pierden con su muerte. También tienen capacidad para ser parte las
personas jurídicas, sean de derecho público (estado nacional, provincias, municipios) o de derecho privado
(asociaciones, fundaciones, sociedades). No siempre el que puede ser parte en el proceso está habilitado para
actuar por sí mismo; para ello se requiere además de la capacidad procesal, es decir, la aptitud para poder
realizar con eficacia actos procesales de parte. La aptitud para ser parte es el paralelo de la capacidad de
derecho, y la procesal es el correlato de la de hecho del derecho civil. Por lo tanto la capacidad procesal refleja
en el derecho procesal la categoría de la capacidad de obrar del derecho civil. En materia de capacidad, esta
es la regla y su falta son las excepciones)
3-DEMANDA VÀLIDA:
La demanda es el acto de iniciación del proceso por el cual se ejercita la acción. El concepto de demanda válida
como presupuesto procesal está tomado en sentido amplio, comprendiendo todo acto que indique el ejercicio de
la acción, ya sea por los particulares, como en el caso de la demanda civil, o por el Ministerio Público cuando
formula acusación para la apertura del plenario en los procesos penales.
Por otra parte, es necesario que la demanda esté revestida de ciertas formalidades exigidas para asegurar la
regularidad del debate y cuya existencia debe ser constatada por el juez antes de entrar al fondo del litigio. La
ausencia de alguna de ellas hace procedente la excepción previa de defecto legal en el modo de proponer la
demanda.
Se discute si en materia penal la etapa de investigación previa constituye un verdadero proceso. Para los que así
lo consideran, el concepto de demanda como presupuesto procesal tiene que ser necesariamente ampliado,
comprendiendo todas las formas de iniciación del sumario (denuncia, querella, prevención y aun la iniciación
de oficio). El verdadero proceso penal, en el que hallamos diferenciadas las figuras de partes contradictorias y
del tercero imparcial (el juez), se inicia con el plenario. El sumario será una etapa previa, de carácter instructorio,
para determinar, si existe causa para iniciar el proceso.
Según el tipo de demanda se exigen distintos requisitos de admisibilidad, cuyo incumplimiento determinará que
el proceso no pueda constituirse válidamente; tal el caso de la presentación del título ejecutivo cuando se inicia
un proceso de ese carácter.
Los presupuestos de la pretensión son para la existencia de una resolución favorable y por tanto deben ser
denominados como presupuestos materiales, y que adquieren esta categoría ya que, si bien es cierto deben darse
como requisitos para poder dictar una resolución final, no son procesales puesto que, aun sin ellos, el proceso
es completamente válido, existente y la sentencia válida. Estos presupuestos se caracterizan como materiales
porque son antecedentes de la sentencia de fondo, independientemente de la razón que tenga alguna de las partes
sobre el derecho discutido, como por ejemplo puede ser sobre la posibilidad jurídica del derecho (prescripción)
que viene atacar a la acción por el transcurso del tiempo, así como de la existencia de identidad subjetiva,
objetiva y de causa (cosa juzgada) frente a otra causa en firme, es decir requisitos materiales de fondo o
sustanciales en el proceso.
En síntesis, los presupuestos procesales vienen a ser los requisitos necesarios para el correcto inicio y desarrollo
del proceso en cuanto a situaciones netamente procesales que permitan la admisibilidad de una demanda y
declarar la validez del proceso; en cambio, los presupuestos materiales o sustanciales, se refieren a situaciones
68
de fondo de la controversia que permiten al juzgador poder emitir la sentencia de mérito respectiva incluso
favorable, caso contrario puede surgir una resolución inhibitoria o en su defecto que se acepten las excepciones
propuestas, pues las mismas atacan exclusivamente a las pretensiones. Situación que será analizada en otro
artículo.
69
ofrecer sus medios de confirmación, lograr que la autoridad los admita y ordene su producción (o desahogo),
que se efectúen las notificaciones necesarias y que cada medio se produzca efectivamente.
Terminada con toda esa actividad o antes, por el simple vencimiento del plazo acordado para desarrollarla, la
autoridad clausura la fase de confirmación y da inicio a la de evaluación, disponiendo que las partes aleguen (o
presenten conclusiones) acerca del mérito confirmatorio de cada uno de los medios producidos durante la etapa
anterior.
Habiendo ambas partes alegado, la autoridad da por finalizado el desarrollo de la serie utilizando el efecto una
fórmula casi ritual: llama autos para sentencia, con lo cual quiere decir que de aquí en más las partes dejarán de
emitir instancias y que la propia autoridad dictará la sentencia heterocompositiva del litigio.
El desarrollo de la serie antes detallada, es de ineludible cumplimiento cualquiera fuere la materia en debate.
Si quien resulta perdidoso en la sentencia decide impugnarla por alguna de las razones posibles el afecto, la
serie recomienza: nuevamente una necesaria fase de afirmación (expresión de agravio), una de eventual
negación (contestación de los agravios), una de confirmación y otra de evaluación. Y otra vez el cierre mediante
el llamamiento a autos. Y ahora la sentencia de segundo grado
70
proceso puede contener más de una procedimiento (más de una estructura técnica: por ej. El proceso que finaliza
con una sentencia de segunda instancia contiene el procedimiento de primera instancia y el de segunda).
Proceso cautelar:
Se ha definido al proceso cautelar como aquel que tiende a impedir que el derecho cuyo reconocimiento o
actuación se pretende obtener a través de otro proceso, pierda su virtualidad o eficacia durante el tiempo que
transcurre entre la iniciación de ese proceso y el pronunciamiento de la sentencia definitiva.
Dado que la satisfacción instantánea de una pretensión de conocimiento o de ejecución resulta materialmente
irrealizable, la ley ha debido prever la posibilidad de que, durante el lapso que inevitablemente transcurre entre
la presentación de la demanda y la emisión del fallo final, sobrevenga cualquier circunstancia que haga
imposible la ejecución o torne inoperante el pronunciamiento judicial definitivo, lo que ocurriría, por ejemplo,
si desapareciesen los bienes o disminuyese la responsabilidad patrimonial del presunto deudor, o se operase una
alteración del estado de hecho existente al tiempo de la demanda.
A conjurar tales peligros obedece la institución de las diversas medidas que pueden requerirse y disponerse
dentro del llamado proceso cautelar, a las cuales cabe denominar, indistintamente, "cautelares" o "precautorias".
Dicho proceso, por consiguiente, carece de autonomía, pues su finalidad consiste en asegurar el resultado
práctico de la sentencia que debe recaer en otro proceso. De allí que CARNELUTTI haya expresado que el
proceso cautelar sirve no inmediata, sino mediatamente a la composición de una litis, porque su fin inmediato
está en la garantía del desarrollo o del resultado de un proceso distinto. CALAMANDREI enuncia un concepto
71
semejante cuando dice que las medidas cautelares, en tanto se hallan ineludiblemente preordenadas a la emisión
de una ulterior resolución definitiva, carecen de un fin en sí mismas. Nacen, en otras palabras, al servicio de esa
resolución definitiva, con el oficio de preparar el terreno y aportar los medios más aptos para su éxito.
PROCESOS UNIVERSALES
Otra clasificación está dada por los procesos singulares y los universales.
En los SINGULARES se controvierten una o más pretensiones referentes a hechos, cosas o relaciones jurídicas
determinadas. En general, la mayoría de los procesos reviste este carácter, constituyendo la excepción los
procesos universales.
En cuanto a los UNIVERSALES, se manifiestan cuando se examinan, al mismo tiempo y ante el mismo juez,
una universalidad de cuestiones patrimoniales que afectan a un caudal común, con miras a su liquidación y
distribución. Ello ocurre en virtud del denominado “fuero de atracción” (proceso sucesorio, concursos y
quiebras).
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abstracta de la ley, mediante el examen que el juez hace de la norma aplicable y de los hechos que va
a regular, es decir, de la cuestión de derecho y de hecho (contencioso).
- Logra la realización de los derechos en forma de ejecución forzosa, cuando no se persigue la declaración
de su existencia sino simplemente su satisfacción (ejecutivo).
- Facilitar la práctica de medidas cautelares que tiendan el aseguramiento de los derechos que van a ser
objeto del mismo, evitando la insolvencia del deudor, la pérdida o deterioro de la cosa, o simplemente
la mejor garantía (proceso cautelar).
- Este proceso, al igual que el laboral, debe dar a los interesados todo aquello y solo aquello que tienen
derecho a conseguir.
PROCESO PENAL.
FUNCIONES:
- La investigación de posibles hechos ilícitos punibles penalmente y la determinación de sus autores,
cómplices o encubridores, lo mismo que la responsabilidad penal que a ellos pueda corresponder.
- La tutela del orden jurídico y por tanto la de la paz y armonía sociales, mediante la imposición y
aplicación de las sanciones o las medidas de seguridad correspondientes, a las persona responsables de
tales hechos ilícitos.
- La tutela de la libertad individual, mediante las garantías procesales que contiene para que sea posible
su privación por causas concretas.
- El reconocimiento y la indemnización de los perjuicios materiales y morales que dichos hechos ilícitos
hayan ocasionado a las víctimas de los mismos o a sus herederos o familiares (acción civil en el proceso
penal).
PROCESO LABORAL.
MISMAS FUNCIONES QUE EL CIVIL.
PROCESO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO:
EL PROCESO ARBITRAL.
Tal como se dijo, de acuerdo con el órgano que juzga, se encuentran los procesos judiciales, legislativos (por
ej. Juicio político), administrativos (por ej., proceso ante los tribunales militares), arbitrales y de amigables
componedores.
73
Estos dos últimos son los que se radican ante jueces designados de común acuerdo por las partes; de la misma
manera que éstas pueden transigir o conciliar sus conflictos, también pueden encomendarles la decisión a
“jueces privados”. Los árbitros se diferencian de los amigables componedores en que los primeros tienen que
sujetarse a las normas legales y aplicar el derecho vigente, mientras que los segundos, proceden sin sujeción a
formas legales, decidiendo la cuestión según su “leal saber y entender” y de acuerdo con la “equidad”.(VER:
ARBITRAJE -> BOL 2)
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cumplir con sus deberes de lealtad y probidad a través del uso racional de las potestades, deberes, facultades,
poderes procesales. Todo acto contrario a estos deberes, de acuerdo a lo estudiado, es abuso procesal. El tema
de la identificación de una conducta abusiva de ser sancionada, implica que delimitemos qué es abuso procesal.
Esta infracción a estos deberes puede ocurrir en la realización de los actos procesales -abuso en el proceso- o
con el proceso mismo -abuso con el proceso-. La definición más aceptada de abuso procesal es aquella que
indica que "hay abuso cuando en un proceso civil se ejercita objetivamente, de maneral. excesiva, injusta,
impropia o indebida poderes-deberes funcionales, atribuciones, derechos y facultades por parte de alguno o
algunos de los sujetos procesales, principales o eventuales, desviándose del fin asignado al acto o actuación
ocasionando un perjuicio en necesario daño procesal computable
Finalmente, con relación a las actitudes que puede adoptar el juez frente a las conductas abusivas, pueden
señalarse las siguientes, que pueden aplicarse en forma alternativa o acumulativa: - Impedir que se alcancen las
consecuencias pretendidas mediante el acto abusivo. p. ej., cuando se rechaza in limine una demanda
improponible, una medida precautoria, o un incidente, o cualquier planteo improcedente; también cuando se
rechaza recusaciones maliciosas. - Declarar la nulidad del acto. Tanto en el derecho sustancial como en el
procesal, una de las consecuencias de un acto prohibido, como es el antifuncional, es la posibilidad de su
invalidación. Pero en materia procesal, deben tomarse en cuenta las particularidades propias del sistema de las
nulidades procesales, que, entre otras cosas, normalmente requiere perjuicio e interés como presupuesto para su
declaración (art. 172 CPCCN); o permite la convalidación del acto (art. 170 CPCCN).
- Aplicar sanciones. El abuso puede determinar que el tribunal aplique sanciones, ya sea a las partes o a los
letrados. Se trata de inconductas que, generalmente, son sancionadas por los ordenamientos legales, ya sea por
los Códigos Procesales (v. gr. art. 45 CPCCN), ya por las leyes reglamentarias de la actividad profesional. -
Imponer costas a la parte que ha incurrido en abuso o a sus letrados, según lo establezcan los ordenamientos
procesales. Si el que ha incurrido en abuso es vencido, por aplicación del principio general consagrado por los
ordenamientos procesales, debe imponérsele las costas. Pero los ordenamientos permiten también la exención
de costas al vencido, e incluso autorizan a imponerlas al vencedor cuando hubiere mérito para ello: el abuso
puede ser una circunstancia determinante para eximir de costas a la parte contraria a la que incurrió en proceder
abusivo, o para imponérselas a ésta, según las circunstancias de cada caso. - Disminuir o no regular honorarios
al profesional que incurrió en abuso. Los ordenamientos arancelarios normalmente prevén que no se regulen
honorarios por los trabajos "inoficiosos" o "superfluos". Y si se puede lo más, según el caso, puede también
disminuirse el monto que legalmente hubiera correspondido por tales emolumentos. El anteproyecto de Código
Procesal para la Provincia de Buenos Aires (redactado por los Dres. Arazi, Eisner, Kaminker y Morello), en el
art. X de las disposiciones generales, establece que no se regularán honorarios al profesional que realice
actuaciones inútiles y dilatorias; e igualmente dispone que al tiempo de regular los honorarios los jueces tendrán
especialmente como mérito aquellas actividades que hayan permitido abreviar la duración del proceso. - Inferir
argumentos de prueba contrarios a la parte que ha incurrido en conducta abusiva. Así, v. gr., el art. 163 inc. 5°,
último párrafo del CPCCN dispone: "La conducta observada por las partes durante la sustanciación del proceso
podrá constituir un elemento de convicción corroborante de las pruebas, para juzgar la procedencia de las
respectivas pretensiones" - Condenar al resarcimiento de los perjuicios causados por el acto. Si el acto abusivo
ha causado un daño, el afectado puede reclamar el resarcimiento respectivo. Se trata de una responsabilidad
independiente de la del pago de las costas. La responsabilidad extracontractual por los daños causados por el
abuso procesal, no es de carácter autónomo, sino que se rige por los principios generales de la responsabilidad
civil
- Imponer penas. Ello ocurriría en caso que la conducta abusiva configurara también un ilícito penal (v. gr.,
cohecho).
(faltan los principios que lo inspiran, creo que es el principio de la moralidad de mala fe)
Sujetos necesarios:
El juez
Juez es el funcionario público que integra el PJ y que tiene como misión específica el procesar y, en su caso,
resolver los litigios presentados a su conocimiento (y, en su caso, ejecutar lo resuelto).
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Salvo el caso del juicio político, el juez es el único funcionario público con aptitud para ejercer la actividad
jurisdiccional.
Para lograr la vigencia plena del proceso, el juzgador debe ser imparcial, imparcial e independiente.
Mecanismos de selección
Existen dos sistemas netamente diferenciados para la designación de jueces: el que la hace depender de una
elección y el que exige un nombramiento de alguna autoridad.
1) Elección mediante sufragio popular: el juez accede a su cargo por la voluntad de la mayoría de los ciudadanos.
Sin embargo, genera compromisos ideológicos y partidarios que no son deseables en un juez.
2) Nombramiento realizado por una autoridad competente: este sistema asume diversas variantes.
a. Nombramiento exclusivamente por el PL.
b. Nombramiento exclusivamente por el PE.
La unilateralidad de la decisión puede someter al juzgador a una clara dependencia ideológica.
c. Nombramiento exclusivamente por el PJ. Se procura lograr la más completa independencia del PJ y
su absoluta separación del PE. Sin embargo, deriva en un gobierno de los jueces; una clara concepción elitista
del poder con una correlativa ineficacia en la actuación del sistema de justicia.
d. Tipos complejos de designación: exigiéndose la concurrencia de, por lo menos, dos poderes.
- Nombramiento por el PE, a propuesta del PJ.
- Nombramiento por el PL, a propuesta del PJ.
- Nombramiento por el PE, con intervención previa del PL, que presta su conformidad para la
designación. Es el caso de Argentina, donde los jueces de la Nación son nombrados por el Presidente con
acuerdo del Senado.
e. Designación a cargo de un órgano que no depende jerárquicamente de ninguno de dichos poderes y
que se supone apolítico. Es el caso de los Consejos de la Magistratura, que realiza concursos de méritos y
antecedentes.
f. Carrera judicial, en un sistema cerrado donde todos los integrantes deben provenir de cargos inferiores
por sucesivos ascensos, mediante criterios tales como: la antigüedad y el merecimiento.
En nuestro país, los miembros de la CSJN, son nombrados por el Presidente de la Nación, con acuerdo de 2/3
del Senado. Su remoción se da a través del Juicio Político.
Los demás jueces de los tribunales nacionales, son designados de la siguiente manera: El Consejo de la
Magistratura selecciona 3 candidatos, a través de un concurso público y luego eleva la terna vinculante al
Presidente, que debe elegir a uno, con acuerdo del Senado (mayoría absoluta de los miembros presentes), en
sesión pública, teniendo en cuenta la idoneidad de los candidatos. Remoción: Jurado de Enjuiciamiento.
La CSJN es la instancia superior dentro del PJ y se encuentra compuesta por 7 miembros: un presidente y 6
ministros. Entiende sobre los recursos extraordinarios en lo regido por la CN y leyes de la Nación, y posee
competencia en forma originaria y exclusiva en todos los asuntos que conciernen a embajadores, ministros y
cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fuese parte. Tiene a su cargo, junto al Consejo de la
Magistratura, la administración del Poder Judicial.
La Corte es el órgano supremo y máximo del poder judicial. Es titular o cabeza de ese poder, como el presidente
lo es del ejecutivo, y el congreso del legislativo. Sólo que mientras el ejecutivo es unipersonal o monocrático,
y el congreso es órgano complejo, la Corte es: a) órgano colegiado, y b) órgano en el cual —no obstante la
titularidad— no se agota el poder judicial, porque existe otros tribunales inferiores que juntamente con la Corte
lo integran en instancias distintas, además de órganos que no administran justicia pero forman parte del poder
judicial (Consejo de la Magistratura y jurado de enjuiciamiento).
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La Corte se ha denominado a sí misma como “tribunal de garantías constitucionales”, para resaltar la función
que, en materia de control constitucional, cumple para tutelar los derechos y garantías personales.
Deberes
A) Deberes funcionales: aquellos que se relacionan con la función misma. Existen para todo juez,
independientemente de que intervenga o no en un determinado proceso.
a. Deberes Funcionales Esenciales: la imperatividad deviene de la propia función. Son:
1- Independencia: Para cumplir con la necesidad de un recíproco control de poderes, que
requiere un estado republicano. Todo juez ha de actuar con total y absoluta independencia del poder político de
turno. Sin independencia no hay actividad jurisdiccional y sin esta, no hay proceso.
2- Imparcialidad: La actividad es jurisdiccional sólo cuando el juez actúa sin interés propio
(mediato o inmediato) en un proceso. Si el juez no guarda el deber de imparcialidad, no habrá proceso.
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3- Lealtad: Este deber, propio de las partes, también opera respecto del juez. En razón del
mismo, el juez ha de expresar a los litigantes lar razones que impiden su actuación (por ej.: por parcialidad),
mantener discreción en el desarrollo del proceso, etc.
4- Ciencia: Este deber es el que impone al juez el conocimiento del derecho, que le permita
ejercer con eficiencia la función.
5- Diligencia: El juez ha de actuar diligentemente, cumpliendo las tareas encomendadas por la
ley dentro del tiempo establecido para ello.
6- Decoro: Como honor, respeto y consideración que recíprocamente se deben las partes y el
juez. Implica pureza, honestidad que el juez debe inspirar a las partes y a la gente en general, a fin de que sus
sentencias tengan tanto autoridad emergente de la ley, como autoridad moral.
b. Deberes Funcionales Legales: aquellos cuya imperatividad responde a contingentes necesidades que
atienden a razones derivadas de una política legislativa determinada con la mira puesta en el logro de un servicio
eficiente. Son:
- Prestación de juramento como condición de la investidura en el cargo.
- Residencia en el lugar donde tiene su sede el tribunal.
- Asistencia al despacho con la periodicidad y tiempo necesario para atender satisfactoria y
diligentemente las instancias de las partes.
- Suplencia de otro juez en caso de ser menester.
- Ausencia de cualquier causal de incompatibilidad.
B) Deberes procesales de dirección: son los que la ley impone al juez con relación a la dirección y desarrollo
del proceso. Durante todo el curso del proceso, cabe al juez conectar las instancias de las partes, lo cual se
conoce como tarea de dirección del proceso. Para que el juez logre dirigir un proceso de manera eficiente, la ley
le impone deberes contingentes, y cambiantes de código a código. Se clasifican según:
a. El proceso en sí mismo:
1- Presidir todo acto en el cual deba intervenir la autoridad judicial
2- Actuar con un secretario que dé fe de lo que el juez actúe.
3- Efectuar adecuado control de los trámites atinentes a la secretaría y revocar o corregir
providencias simples dictaras por el secretario.
4- Determinar inicialmente el tipo de procedimiento a seguir en el caso concreto.
5- Vigilar para que durante la tramitación del proceso se procure la mayor celeridad y economía.
6- Concentrar las diligencias procesales.
7- Disponer toda la diligencia necesaria para evitar nulidades.
8- Pronunciar de oficio nulidades de orden público.
9- Declarar la caducidad del proceso.
10- Fijar los plazos procesales.
11- Controlar el pago de costas y gastos.
b. En cuanto a los Sujetos intervinientes:
1- Mantener la igualdad de las partes
2- Excusarse mediando causal.
3- Prevenir y sancionar todo acto contrario al deber de probidad, a la lealtad y a la buena fe
procesal
4- Cuidar el orden y el decoro en los juicios.
5- Procurar, en ciertos casos, el avenimiento de las partes.
c. En cuanto al Litigio operado entre las partes, los deberes admiten una nueva clasificación:
1- Respecto de la pretensión: a) Velar por la competencia judicial, cuando es de carácter
improrrogable; b) Señalar los defectos de las peticiones antes de darles trámite; c) Integrar el litigio en caso de
estar controvertida una relación jurídica inescindible; d) Acumular procesos en un mismo procedimiento cuando
exista entre ellos conexidad causal o afinidad; e) Comprobar la ausencia de litispendencia y de los efectos del
caso juzgado.
2- Respecto al derecho que sustenta la pretensión: El único deber es el de calificar
jurídicamente la relación litigiosa.
3- Respecto a la confirmación procesal: a) Determinar los hechos a confirmar; b) Mantener la
vigencia de la regla procesal de concentración; c) Desechar liminarmente todo medio de confirmación que sea
de improcedencia notoria; d) En algunas legislaciones hacer lo mismo respecto de medio confirmatorio
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impertinente; e) Abstenerse de cuestionar la validez intrínseca de la prueba testimonial; f) Recibir por sí todas
las instancias confirmatorias; g) Eliminar o modificar preguntas en el pliego de testigos y de posiciones en el de
declaraciones de parte; h) Carear testigos y partes; i) Ordenar inspecciones; j) Determinar los puntos sobre los
cuales debe versar una pericia; k) Establecer el modo de diligenciar cualquier medio de confirmación no previsto
en la ley respectiva.
C) Deberes judiciales de resolución: se relacionan exclusivamente con la actividad de sentenciar. Dicha
actividad es cambiante, y está sujeta a reglas que varían en el tiempo y en el espacio. Ej.: si la pretensión es
laboral, debe estar el juez a favor del trabajador.
Este deber consiste en fallar (resolver) todos los casos justiciables (sometidos a consideración judicial)
presentados a sede judicial por parte interesada, aplicando la norma jurídica que regule los hechos confirmados
por las partes, que se adecue al ordenamiento vigente, y aun este deber debe cumplirse en defecto de norma
jurídica expresa. Art. 16, Código Civil.
El genérico deber de fallar, se complementa con otros deberes:
1- Decidir los litigios en orden en el cual fueron quedando conclusos para sentencia.
2- Resolver dentro de los plazos acordados al efecto por la ley (economía y celeridad).
3- Declarar la no justiciabilidad del caso, liminarmente o cuando se advierta.
4- Calificar la relación jurídica litigiosa de acuerdo con la regla procesal iura novi curiae.
5- Emitir pronunciamiento sólo sobre lo que fue objeto de petición por las partes (congruencia).
6- Fundar adecuadamente la decisión que heterocompone el litigio.
7- Declarar la temeridad o malicia de las partes o abogados cuando han desnaturalizado la idea lógica de
proceso con respecto a sus principios.
8- Aclarar la resolución cuando ella contiene errores materiales o algún concepto oscuro y omisión de
tratamiento de algún punto.
D) Deber judiciales de ejecución: el deber de ejecutar lo resuelto, si es que las partes no han cumplido el
mandato judicial, constituye una consecuencia del deber de fallar en función de la razón de ser del proceso.
Facultades
A) Facultades ordenatorias: tienden a que el juez pueda lograr eficiencia funcional en la conexión de las
instancias de las partes.
a. En cuanto al proceso en sí mismo:
1- Tomar medidas tendientes a evitar la paralización del curso de la serie procedimental.
2- Habilitar días y horas inhábiles cuando sea necesario.
3- Suspender o interrumpir plazos (interrupción importa la fulminación del período ya
transcurrido en un plazo cualquiera y la necesidad de conceder un nuevo plazo íntegro en su reemplazo.
Suspensión supone la no fulminación del período ya transcurrido, debiéndose descontar los días ya cumplidos).
4- Comisionar despachos: a este efecto el juez comitente libra exhortos y oficios (exhorto es el
despacho que un juez libra a otro que es su igual, para que éste ordene a quien corresponda dar cumplimiento a
lo que solicita el exhortante. Oficio es cualquier carta o documento que escribe un funcionario público -juez-
para comunicar a un subordinado una orden que debe ser acatada por éste).
5- Designar días para efectuar notificaciones automáticas cuando este medio está autorizado.
6- Ordenar que sean notificados personalmente o por cédula algunas decisiones.
7- Designar y admitir un número menor de peritos que el exigido por la ley cuando así lo
aconseje la prudencia en función del valor comprometido y la escasa complejidad del litigio.
8- Determinar la privacidad de una audiencia con razones fundadas de temer un escándalo.
9- Determinar el lugar en el cual se hará una subasta a fin de tener en ella un mejor precio del
bien.
b. En cuanto a los Sujetos intervinientes:
1- Exigir la comprobación documental de la identidad personal de los comparecientes al
proceso.
2- Disponer la comparecencia personal de las partes para intentar conciliación o requerir
explicaciones.
3- Disponer la comparecencia personal de testigos, peritos y terceros cuantas veces el juez lo
considere necesario.
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4- Unificar personerías en sólo uno de los abogados intervinientes cuando existen varios sujetos
litigando en una misma posición procesal que han hecho mérito de idénticas defensas, etc.
c. En cuanto al litigio:
1- Ordenar la realización de toda diligencia necesaria para establecer la verdad real al respecto
de los hechos litigiosos.
B) Facultades conminatorias: como aceptación del deber judicial de ejecutar lo debido en la sentencia. El
magistrado tiene la posibilidad de imponer las llamadas sanciones conminatorias o astreintes (sanciones
pecuniarias que los jueces aplican contra quienes deliberadamente desobedecen sus decisiones, con la finalidad
de conminaros a su específico cumplimiento. Resultan un medio de coacción a fin de que el incumpliente,
cumpla fielmente el mandato judicial. Se dirigen al patrimonio del incumplidor, dada la prohibición de ejercer
violencia física sobre la persona del deudor. Son discrecionales en cuanto a la fijación del monto, que queda
librado al arbitrio judicial. Son progresivas, ya que si persiste el incumplimiento, puede aumentarse
progresivamente la sanción para lograr el objetivo. Son supletorias, pues rigen cuando no hay otro medio para
procurar el efectivo cumplimiento del mandato.
C) Facultades sancionatorias: se hallan estrechamente vinculadas con los deberes de dirección relacionados
con el cuidado del orden y el decoro en los juicios. El juez tiene facultades para sancionar a quien se aparta del
cumplimiento de la regla moral que debe presidir todo proceso.
Las actitudes sancionables pueden clasificarse en dos grupos: Las que obstruyen el curso normal del proceso y
las que pecan por exceso de lenguaje en los escritos o audiencias.
Las principales sanciones en cuanto al primer grupo son: la prevención, el apercibimiento, la privación de
honorarios, la imposición de multas, el arresto, la suspensión y la cancelación de la matrícula. En cuanto al
segundo grupo: la testación de frases, la devolución de escritos, el llamado a la cuestión en las audiencias y la
expulsión de éstas.
D) Facultades decisorias: Vinculadas con el deber de fallar, son las que se conceden para que el juez pueda
lograr una adecuada heterocomposición del litigio. Las más conocidas son la facultad de dejar sin efecto sus
resoluciones; la de apartarse del dictamen pericial (fundadamente) y la de establecer el monto de los daños y
perjuicios cuando se fijó la obligación de resarcir pero no su quántum.
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Tiene aptitud para ejecutar lo resuelto por él
Carece de aptitud para ejecutar lo resuelto por él mismo
mismo (su sentencia).
Su designación es transitoria, sirve sólo para el litigio
Su designación es permanente.
para el cual fue nombrado.
Su designación es anterior al hecho que motiva el Su designación es posterior al hecho que motiva el
proceso. proceso.
Es inamovible en su cargo (no puede ser destituido
Puede ser removido de su cargo.
sin previo juzgamiento).
Es naturalmente sedentario (su función es Es por esencia itinerante, debiendo desplazarse y
cumplida en la sede de su asiento). acomodarse a las exigencias de las partes.
Es técnico en derecho (poseen título de abogado o
similar como requisito esencial para su Puede no ser técnico en derecho.
designación).
Es remunerado por el Estado. Es remunerado por las partes.
Su designación no proviene de las partes. Es designado por ambas partes en litigio.
El abogado
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Muchas leyes no reconocen al particular el derecho de postular ante la autoridad, sino que le exigen la asistencia
de un letrado, que actúa como intermediario entre las partes del proceso y la autoridad.
Para salvaguardar el debido proceso y la garantía de defensa en juicio, el CPN (Código Procesal de la Nación),
impone el patrocinio obligatorio en los arts. 56 y 57, estableciendo que no se atenderá ninguna demanda,
excepción, contestación o cualquier otro escrito en el que se sustente o controvierta un derecho, si no está
firmado por un abogado.
La actividad del abogado no se reduce a firmar juntamente con la parte lo que ésta haya escrito o asentir lo que
por su cuenta exprese, sino que incumbe, previa selección de los hechos que su patrocinado o representado le
refiere, presentarlos en forma lógica y estructurada, ya sea por escrito u oralmente. De manera tal que su
exposición le permita al juez conocer fácilmente cuál es la situación o relación jurídica que se le intenta
presentar.
Hará luego la fundamentación jurídica y expresará qué es lo que concretamente se pretende.
La labor del abogado no se circunscribe, en principio, a la realización de un acto aislado, sino que se desarrolla
a lo largo del proceso, guiando a la parte que asiste en todos los actos que ésta deba realizar.
Modos de actuación:
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El apoderado podrá, de este modo, ejecutar todos los actos que demande el proceso sin
necesidad de que cliente concurra con su firma en todos los escritos, siempre y cuando,
claro está, que actúe dentro de los límites del poder.
Las partes
GUASP expresa que parte es quien pretende y frente a quien se pretende, o, más ampliamente, quien reclama
y frente a quien se reclama la satisfacción de una pretensión.
Es parte quien reclama, o frente a quien se reclama la protección jurisdiccional, o sea, quienes de hecho
intervienen o figuran en el proceso como sujetos activos y pasivos de una determinada pretensión, con
prescindencia de que revistan o no el carácter de sujetos legitimados, porque la legitimación constituye un
requisito de la pretensión y no de la calidad de parte. Si ésta, en otras palabras, no se encuentra legitimada,
ocurrirá que su pretensión será rechazada, pero esta contingencia no la privará de aquella calidad.
Además, sólo es parte quien actúa en nombre propio (o en nombre de quien se actúa). No reviste tal calidad, en
consecuencia, quien, como el representante (legal o convencional), actúa en el proceso en nombre y por un
interés ajeno (el abogado no es parte).
Necesariamente, las partes no pueden ser más que dos: actora y demandada (principio de dualidad de las partes).
Pero como se verá oportunamente, el proceso puede desenvolverse con la actuación de más de un sujeto en la
misma posición de parte. Las precedentes conclusiones sólo resultan aplicables a los procesos contenciosos,
pues únicamente en ellos cabe hablar de "partes" en sentido estricto. En los procesos voluntarios el concepto de
parte debe ser reemplazado por el de "peticionarios".
Capacidad
Este tipo de capacidad se refiere a la posibilidad jurídica de figurar como parte en un proceso, y no es otra cosa,
por consiguiente, que la aptitud para ser titular de derechos y de deberes procesales.
Del principio general en cuya virtud es persona todo ente susceptible de adquirir derechos o contraer
obligaciones (Cód. Civ., art. 30) se infiere que toda persona, por el solo hecho de serlo, goza de capacidad para
ser parte. La adquisición y pérdida de esta clase de capacidad, en consecuencia, ha de coincidir necesariamente
con la adquisición y pérdida de la personalidad.
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Las personas naturales o de existencia visible adquieren capacidad para ser partes desde la concepción en el
seno materno (Cód. Civ., art. 70) y la pierden con la muerte. Tienen también capacidad para ser partes las
personas jurídicas, sean de derecho público (Estado nacional, provincial o municipal, entidades autárquicas e
Iglesia) o de derecho privado (asociaciones, fundaciones, sociedades).
No todas las personas que tienen capacidad para ser partes se hallan dotadas de capacidad procesal, o sea
de la aptitud necesaria para ejecutar personalmente actos procesales válidos.
La capacidad procesal supone, pues, la aptitud legal de ejercer los derechos y de cumplir los deberes y cargas
inherentes a la calidad de parte. De allí que coincida con la capacidad de hecho reglamentada en el Código Civil,
cuyas normas sobre el tema resultan aplicables a ella.
Son incapaces procesales absolutos: 1) Las personas por nacer; 2) Los menores impúberes, o sea "los que aún
no tuviesen edad de catorce años cumplidos" (art. 127); 3) Los dementes, siempre que la demencia sea
previamente verificada y declarada por juez competente (art. 140); 4) Los sordomudos que no saben darse a
entender por escrito, siempre que también medie declaración judicial en ese sentido (art. 154).
Las personas precedentemente mencionadas carecen de toda aptitud para actuar válidamente dentro de un
proceso, debiendo hacerlo, en su lugar, los representantes necesarios a que se refiere el art. 57 Cód. Civ., sin
perjuicio de la representación promiscua acordada al ministerio pupilar (art. 59).
En principio, los menores adultos se hallan sometidos a la representación necesaria de sus padres o tutores. No
obstante, el art. 282 del mismo código les acuerda la facultad de comparecer en juicio como actores, previa
autorización dada por los padres, la que puede suplirse por el juez cuando aquéllos, o uno de ellos, nieguen su
consentimiento para realizar ese acto. El requisito de la autorización es innecesario cuando el menor fuese
demandado criminalmente (art. 286), y para estar en juicio laboral (ley 18.345, art. 34). Debe entenderse,
asimismo, que el menor adulto goza de plena capacidad procesal para intervenir en todos aquellos juicios
relacionados con actos civiles que puede válidamente ejecutar sin autorización paterna (v.gr. reconocimiento de
hijos naturales: Cód. Civ., art. 286) o con actos respecto de los cuales ha mediado tal autorización (v.gr. ejercicio
del comercio: Cód. Com., arts. ÍO y 11; Cód. Civ., art. 275, etc.).
En cuanto a los penados, estos tienen una incapacidad procesal relativa, es decir, quedan privados de capacidad
procesal para intervenir en aquellos juicios en los cuales se ventilen pretensiones de naturaleza patrimonial, pero
no en los que versen sobre derechos personalísimos.
Legitimación
La capacidad procesal constituye uno de los presupuestos procesales; la legitimación es una condición para el
ejercicio de la acción. La misma surge de la ley y se define como la aptitud que tiene la parte para obtener un
pronunciamiento sobre el fondo de la cuestión en un caso concreto. El concepto de legitimación es concreto y
está referido a un proceso determinado. Se puede tener capacidad para ser parte (pues es genérica y abstracta)
pero no estar legitimado en el juicio en particular.
La legitimación activa, en general, coincide con la titularidad del derecho subjetivo sustancial que se pretende
hacer valer en el juicio; y la legitimación pasiva con el carácter de sujeto pasivo de esa relación sustancial. Sin
embargo, hay casos en que no existe tal coincidencia (legitimación irregular) como sucede en las obligaciones
solidarias, donde cada uno de los acreedores o de los deudores están legitimados para demandar o ser
demandados por la totalidad de la deuda, aun cuando no sean sujetos activos o pasivos de una porción de ella.
También en la acción subrogatoria.
No basta con que la demanda sea propuesta por una persona cualquiera, sino que es necesario que lo sea por
aquella que la ley considera idónea para estimular, en el caso concreto, la función jurisdiccional.
Legitimación difusa: Hay actos u omisiones de los particulares o el Estado que perjudican a las personas
integrantes de una comunidad. Esos actos y omisiones, afectan a vastas pluralidades de sujetos. Tales, los daños
derivados de actividades industriales degradantes del ambiente.
En estos supuestos, la ley debe otorgar legitimación a cualquiera de los habitantes de la región afectada para
pedir a los jueces la cesación de dichas actitudes que perjudican a todo el grupo.
Las modificaciones en la posición de parte
El curso del tiempo así como diversar relaciones que vinculan a las partes con ciertos terceros, generan muchas
veces cambios de sujetos en la posición ocupada por alguno de ellos. Cabe hablar de este tema, dividiéndolo en
dos supuestos: transformación y reemplazo de los sujetos que integran la parte.
A) La transformación en la posición de parte: se da cuando la parte ha sido ocupada inicialmente por un solo
sujeto y con posterioridad pasa a ser ocupada por varios o viceversa.
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El primer supuesto se da cuando a una de las partes originarias se le suma por lo menos un sujeto que ostenta
una propia relación con alguna de aquéllas que es conexa por la causa con la que se halla litigiosa.
El caso inverso se presenta cuando varios sujetos han demandado o sido demandados conjuntamente y por una
razón, alguno de ellos se retiran del proceso dejando la posición de parte ocupada por un solo sujeto. Por ej.:
algunos desisten del derecho litigioso y uno solo decide permanecer litigando.
B) El reemplazo de los sujetos: se da cuando el sujeto que se halla ocupando o que debe ocupar originariamente
una de las posiciones procesales, es reemplazado por otro u otros a raíz de distintas razones. En orden a tales
razones, corresponde abordar el tema desde una doble óptica: la sucesión procesal y la sustitución procesal.
1. La sucesión procesal: se da cuando el sujeto que ocupa efectivamente una de las posiciones procesales
originarias es reemplazado por otro u otros, a consecuencia de un acto entre vivos o por causa de muerte que
transmite derechos litigiosos y convierte al reemplazante en el nuevo legitimado para obtener una sentencia de
mérito. La sucesión puede ser a título universal o singular.
- UNIVERSAL: cuando opera la transmisión de una universalidad e bienes y algunos de los que
la componen se halla en litigio. Se puede dar: por fallecimiento ; por extinción o disolución de personas
jurídicas; por fusión de sociedades.
- SINGULAR: cuando se opera la transmisión de un derecho litigioso. Puede ser: por acto entre
vivos (compraventa, donación, permuta, etc., del objeto controvertido en litigio); por causa de muerte (legatario
puede suceder al fallecido en el proceso donde se discute acerca de la cosa legada, que es un bien determinado).
No existe sucesión procesal cuando el reemplazo se produce sin intercambio de legitimación. Ej.:
cuando se producen variantes en la capacidad procesal de la parte (quien es incapaz, adquiere capacidad). Existe
un desplazamiento de personas, pero el carácter de parte, en cuanto legitimación, no varía: la parte es siempre
la misma.
2. La sustitución procesal: se da cuando la ley o el contrato legitiman a ciertos sujetos para actuar en un
proceso dado aun cuando ostenten la calidad de terceros respecto de una relación jurídica. Cuando tal tercero
decide actuar en un proceso, adopta la denominación de sustituto y pasa a ocupar la posición procesal de la parte
sustituida. Puede hacerse respecto del actor y del demandado.
- DEL ACTOR: el tercero lo sustituye siempre voluntariamente a fin de incoar el proceso en
razón de que la ley lo legitima para demandar directamente al deudor de su deudor (acción subrogatoria).
- DEL DEMANDADO: el tercero lo sustituye voluntariamente o provocado al efecto por aquén
en el proceso ya pendiente, en razón de que le adeuda -legal o contractualmente- una obligación de garantía
respecto de la pretensión litigiosa (garantía).
La representación procesal
Toda persona (gente o ente) por el solo hecho de serlo, tiene capacidad jurídica para ser parte procesal. Sin
embargo, no todas las personas jurídicas pueden actuar de hecho por sí mismas: al igual que ciertas personas
físicas, carecen de capacidad civil para obligarse personalmente.
Los ordenamientos aseguran el derecho de defensa de tales personas, que son jurídicamente capaces para ser
partes aunque procesalmente incapaces para actuar por sí mismas, mediante la representación.
Representación es la actuación que cumple en el proceso un tercero ajeno al litigio sosteniendo la defensa del
derecho o del interés de la parte procesal que no puede o no quiere actuar por sí misma.
Se clasifica en: legal o necesaria y convencional o voluntaria.
La representación legal o necesaria: es la que requiere toda persona jurídica y todo incapaz civil de hecho para
poder asumir efectivamente la calidad de parte procesal, supliendo imposibilidades fácticas para hacerlo las
primeras, y la propia incapacidad para obligarse las segundas.
Todo ente actúa de hecho y necesariamente por medio de personas físicas a quienes las leyes otorgan el carácter
de representantes para adquirir derechos y contraer obligaciones en nombre del representado.
La incapacidad jurídica de las personas físicas y, por ende, procesal, deriva exclusivamente de la ley, razón por
la cual la enunciación de los incapaces es contingente. En Argentina es de hecho o de derecho. Procesalmente
sólo interesa la primera. Cada incapaz tiene su representante necesario preestablecido por la ley.
La representación convencional o voluntaria: es la que puede otorgar la parte que, siendo capaz para actuar por
sí misma en un cierto proceso, prefiere que lo haga un tercero a su nombre. A tal efecto, debe extender un poder
o un mandato judicial ante autoridad competente para certificar el acto.
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Algunas legislaciones, imponen que dicho tercero sea letrado (procurador, abogado, etc.) habilitado para
postular judicialmente. Otros ordenamientos exigen imperativamente la representación de un letrado en todo
proceso, de donde resulta que ésta pierde el carácter de voluntaria.
El representante convencional debe siempre acreditar fehacientemente el carácter que dice ostentar en el
proceso.
La gestión procesal
En caso de ausencia del lugar del juicio de una parte procesal, se autoriza que un tercero (generalmente un
pariente) que no es su representante, actúa a nombre del ausente en el proceso al cual éste no puede concurrir y
es urgente que lo haga.
El tercero que así actúa, recibe el nombre de gestor procesal y s gestión está sujeta a diversos requisitos:
prestación de fianza, ratificación por la parte de lo actuado por él durante su ausencia, sujeción a que esto ocurra
en cierto plazo, cumplimiento de algunas cargas, invocación de una razón de urgencia, etc. Todo bajo pena de
ser anulada la gestión y cargarse las costas correspondientes al propio gestor.
Los mandatos jurídicos del proceso (situaciones jurídicas): obligaciones, deberes, cargas, potestades y
facultades procesales. La sujeción procesal.
Deberes: están impuestos al órgano jurisdiccional y sus auxiliares, en razón del oficio público que desempeñan
(cumplimientos de horarios, contracción a las tareas, etc.), cuya transgresión genera responsabilidades. A las
partes y sus representantes (entre los que cabe citar el de buena fe, el de moralidad, el de decir verdad, etc.)
cuyo incumplimiento algunos códigos procesales sancionan en forma expresa; asimismo, el de guardar el decoro
y respeto que se deben entre ellas y, en relación con el juez o tribunal, violación que puede ser sancionada
disciplinariamente (mandar que se testen los párrafos que no guardan estilo, multas y arrestos). A los terceros,
conminados a prestar su colaboración para hacer posible la administración de justicia (de declarar, los testigos;
de dictaminar los peritos, una vez aceptado el cargo), cuya omisión los hace responsables de conformidad con
el derecho positivo.
Obligaciones: las costas procesales nacen con motivo del proceso y la condena del vencido –principio
incorporado en la mayoría de los Códigos de procedimientos- constituye una verdadera obligación procesal.
También revisten este carácter los timbres y tasas fiscales en general, que deben ser satisfechos durante la
tramitación de los juicios.
Cargas: de un lado se presenta como una facultad y, por tanto, puede o no hacerse uso de ella; del otro la ley
procesal conmina a que se realicen actos procesales, dentro de las etapas o fases señaladas para cada clase de
juicio. Desembarazarse de esa carga procura ventajas y posibilidades de una decisión favorable. Si así no se
obra se puede sufrir un perjuicio que consistirá en no tener en cuenta las razones o las pruebas que sustentan la
pretensión y que debieron hacerse valer en su momento oportuno. Por ello se ha dicho que constituyen
imperativos del propio interés y que no ejecutarlas hace correr un riesgo que es menester evitar.
Potestades procesales:
Es la potestad de llevar adelante todos los actos procesales a sus intereses.
Facultades procesales:
Dirigidas al magistrado para el desarrollo del proceso. Ej: hacer compadecer a terceros.
A) Proceso con pluralidad de partes: Litisconsorcio. (REMISIÓN BOLILLA 8)
El litisconsorcio puede ser ACTIVO, cuando hay varios peticionantes, o PASIVO, cuanaod se reclama frente a
varios sujetos. Hay varias clases de litisconsorcios:
Sujetos eventuales
1- Facultativo o voluntario: Se da cuando las acciones sean conexas por el título (osea, la causa de la
obligación=del hecho constitutivo del derecho), por el objeto (comprendiendo tanto a la pretensión como al
objeto mediato) o por ambos elementos a la vez -> Existe un vínculo de conexidad entre distintas pretensiones.
Ej: Demanda por nulidad de un contrato por vicios del consentimiento -> Título: el contrato; Causa: vicio del
consentimiento (error, dolo, etc.); Pretensión: nulidad del contrato.
> Característica básica y común de esta clase: El resultado del proceso y el contenido de la sentencia pueden
ser diferentes para cada uno de los litisconsortes, porque c/u goza de legitimación procesal INDEPENDIENTE.
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> Fundamento: Evitar sentencias contradictorias y una actividad jurisdiccional innecesaria. Ej; varios obreros
despedidos de una fábrica pueden demandar en conjunto a su empleador, o también pueden hacerlo
separadamente.
> Efectos: Tanto los actos suspensivos como los demás actos de impulso procesal realizado por uno de los
litisconsortes benefician a todos los demás, pero no los recursos interpuestos por uno de ellos; el proceso puede
terminar para algunos litisconsortes y continuar para los restantes (por ej, si uno de ellos desiste el proceso); c/u
de los litisconsortes puede oponer defensas personales o adoptar una posición procesal que lo beneficie o
perjudique en forma exclusiva.
2- Necesario: Existe una pretensión única que sólo puede ser ejercitada por (o contra) varias personas, y no sólo
por (o contra) alguno de ellos. Ej, si un condómino demanda la división del condominio tendrá que demandar a
todos los restantes condóminos; o si un socio pide la disolución de la sociedad deberá demandar a los demás
socios; etc.
> Fundamento: Exigencia de proteger el derecho de defensa en juicio de todos los sujetos a los que alcanza la
cosa juzgada propia de la setencia que se dicte.
> Efectos: Los actos de impulso procesal efectuados por un litisconsorte benefician a los restantes, al igual que
los recursos interpuestos (pues la pretensión es única, y por tanto, indivisible); los actos de disposición
efectuados por uno de los litisconsortes (ej, desistimiento, allanamiento) sólo producen sus efectos normales
cuando los demás adopten igual actitud; el contenido de la sentencia debe ser el mismo para todos los
litisconsortes; si uno de los litisconsortes niega un hecho reconocido por los demás, será necesaria su
comprobación.
> Si no se integró debidamente la litis, el juez (de oficio o a pedido de parte) tiene que ordenar dicha integración
antes de la apertura a prueba -> Supuesto específico del despacho saneador.
3- Cuasinecesario o Cuasivoluntario: El proceso puede constituirse válidamente sin la presencia de todos los
litisconsortes (cuasivoluntario); pero una vez formado el litisconsorcio, la suerte de las partes se encuentra
estrechamente ligada y no hay total independencia (cuasinecesario).
Ej: Oblig. Solidarias (los acreedores pueden demandar solos o en conjunto a uno o más deudores); oblig.
indivisibles (cualquiera de los acreedores pueden exigir de c/u de los codeudores el cump. íntegro de la oblig.
indivisible); oblig. concurrentes.
B) Intervención de terceros.
En principio, intervienen en el proceso dos partes: actor y demandado (son sujetos principales, de intervención
necesaria puesto que no se puede concebir un proceso sin partes. Es un concepto procesal ajeno a la relación
jca. sustancial, osea la legitimación, aunque pueden coincidir). Pero puede ocurrir que durante el desarrollo de
la litis, se incorporen a ella (sea en forma espontánea o provocada) personas distintas a las partes originarias,
para hacer valer derechos o intereses propios, que están vinculados con la pretensión del litigio originario. Esta
noción no debe confundirse con la de testigos y peritos (sujetos totalmente desinteresados del resultado del
proceso) ni con la de "terceristas".
La intervención de 3ros. está justificada en el hecho de que, la sentencia, además de tener un efecto "directo"
(interesa sólo a quienes fueron parte en el litigio), pueden tener efectos "reflejos" (inciden en otra relación jca.
distinta de la debatida en el proceso. Ej; el dcho. del beneficiario de una donación con cargo en favor de un 3ro,
si el donante inicia juicio contra el donatario por nulidad de la donación.) o también efectos "indirectos" (cuando
sin afectar otra relación jca, puede incidir en el ejercicio de un dcho. del cual es titular un 3ro. Ej en el caso
anterior; si el acreedor del donatario por una oblig. cualquiera ve peligrar la percepión de su crédito por la
insolvencia de éste en caso de perder el litigio).
> Concepto de "TERCERO".
Sujeto que no es parte, pero que ostenta un INTERÉS JURÍDICO RELEVANTE que legitima su ingreso (osea,
tiene legitimación, que proviene del dcho. sustancial). Es decir, es un sujeto eventual al que sin ser parte (porque
no es necesario) se le permite legalmente el acceso a un proceso pendiente por ostentar un interés jco. relevante
o interés con el objeto del juicio. La relación procesal originaria invade, afecta, o menoscaba su interés, es decir,
es una "relación procesal afectante" del interés de ese 3ro.
> Admisibilidad.
A. Velloso destaca como fundamentos de esta inserción procesal el principio de seguridad jca. y reglas de
economía y celeridad. Pero para que sea admisible, requiere: 1) la existencia de un proceso pendiente; 2) que el
3ro. ostente realmente dicha calidad, es decir, no sea parte; 3) una demostración inicial de la existencia del
interés jco. es decir, probar que la relación procesal lo afecta -> debe acreditar "prima facie" su legitimidad e
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interés (a diferencia de las partes, cuya legitimación se dilucida recién en la sentencia -> esto evidencia la clara
restricción al amplio dcho. de "acción procesal" para los 3ros.
> Clases: La intervención puede ser VOLUNTARIA (espontánea) o PROVOCADA (coactiva).
1) INTERVENCIÓN VOLUNTARIA.
El 3ro. asume la iniciativa y espontáneamente peticiona ingresar a la relación proceasl afectante de sus dchos.
o intereses -> las facultades o atribuciones en tal intervención están relacionadas con el interés jco. relevante: a
mayor interés, mayores atribuciones.
Dentro del esquema santafesino, la intervención voluntaria puede ser: a) Principal o excluyente; b) Coadyuvante
autónoma = adherente autónoma; c) Coadyuvante subordinada (adherente subordinada).
A- INTERVENCIÓN PRINCIPAL EXCLUYENTE (art. 301 Cód. Proc. Sta. Fe)
No está regulada en el Cód. Proc. Nac, pero sí en el santafesino (Libro II, cap. VI, art. 301). Los motivos por
los que el cód. nacional no la regula, son porque esta figura "puede ser fuente de situaciones extremadamente
complejas, inconciliables con la mayor celeridad que se pretende en un proceso" (sustituyen tal situación
mediante la acumulación de procesos).
- Es una intervención para excluir o "quebrantar los dchos. de ambas partes", pues el 3ro. alega un dcho. propio
y una pretensión incompatible con la de las partes (osea, con la pretensión litigiosa) -> reclama para sí total o
parcialmente la cosa o el dcho. sobre el que se litiga. Ej, en un juicio de reivindicación entre dos, el tercero
esgrime que la propiedad objeto del litigio le pertenece.
- 3ro. introduce una nueva demanda (deberá acreditar su legitimación, basándose en el dcho. de fondo); asume
carácter de parte actora, frente a las partes originarias que pasan a ser los demandados (pero no existe un
litisconsorcio entre tales sujetos primitivos, puesto que tienen intereses contrapuestos) -> Es decir, actor y
demandado del proceso primitivo son sujetos pasivos de la pretensión ejercida por el 3ro -> por lo que esa
relación procesal inicial pasa a ser una relac. proc. COMPLEJA (3 partes encontradas).
B- INTERVENCIÓN COADYUVANTE AUTÓNOMA (art. 302 CP sta fe)
También conocida como "adhesiva autónoma", supone la participación de un 3ro, en principio ajeno a la litis,
en apoyo a las razones de una de las partes y con jerarquía calificada (Pero en ppcio, no constituye el ejercicio
de una pretensión propia -> es decir, lo que hay es coordinación de intereses con la parte a la que coadyuva).
Ingresa para colaborar con una de las partes, tiene un "interés egoísta" representado en la situación favorable en
que quedaría si triunfa la parte a la cual coadyuva (pero tal interés debe ser originario, propio, no excluyente del
de la parte, y actual).
- Se denomina "autónomo" porque el 3ro. goza de amplias facultades que puede ejercer, incluso, contrariando
a la parte que coadyuva -> 1) Este 3ro. estaba legitimado para haber sido parte en el proceso en el cual ingresa
(pudiendo actuar en el proceso iniciado, esto sería como 3ro. coadyuvante; o iniciando independientemente un
proceso similar), siempre sobre la base de una única y misma pretensión; 2) la sentencia repercutirá directamente
sobre la esfera de intereses del 3ro, haya o no intervenido.
> Presupuestos del art. 302 cc para que pueda intervenir este tipo de 3ros: Que la sentencia dictada en el proceso
ppcipal. le sea oponible al 3ro. (osea, produzca efectos jcos. directos en la relación jca. existente entre la parte
coadyuvada y el 3ro); que la ejecutabilidad de la sentencia pueda extenderse a bienes del 3ro; y cuando el dcho.
del 3ro. sea conexo, refiere a la faz pasiva (co-deudores) pues en la faz activa habría acumulación de
pretensiones o inserción (litisconsorcio facultativo). EJ; Varios codeudores y un solo acreedor -> si el acreedor
sólo demanda a un codeudor, los demás son 3ros. coadyuvantes autónomos de éste codeudor.
> Ejemplos:
a) Codeudor no demandado que se introduce en el proceso.
b) Coacreedores de cosa cierta indivisible: "Los acreedores pueden exigir de c/u de los deudores el cump. íntegro
de la oblig. indivisible".
c) En una Sociedad, si uno de los accionistas pide la nulidad de la asamblea, otro/s concurren a coadyuvarlo
(tales 3ros. también estaban legitimados para plantear la nulidad).
d) Compraventa celebrada por un menor impúber, y se alega su nulidad: El menor demanda a uno de los
compradores, el otro interviene porque a él también le será oponible la sentencia.
e) Parientes de uno de los cónyuges que pretenden pedir la nulidad del matrimonio.
f) Escribano que interviene coadyuvando a una de las partes en juicio en el que se cuestiona la validez de la
escritura pasada por ante él.
g) Hipoteca constituída en bien de un 3ro, sin estar obligado personalmente.
> Diferencias con el Cód. Proc. Nacional:
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Este denomina la figura como "Intervención Litisconsorcial", aquí para el 3ro. la litis es PROPIA (el 3ro.
coadyuvante autónomo, apoya a una de las partes, pero la litis no le es propia -> aunque comparten la misma
pretensión). La comunidad se da porque la pretensión del 3ro. es compatible con la de una de las partes, en
contra de la de la otra -> Según las ns. del dcho. sustancial, ese 3ro. hubiese estado legitimado para demandar o
ser demandado, por ende interviene "como parte" (como litisconsorte) y tiene las mismas facultades procesales
que la parte principal. -> El 3ro. (codeudor o coacreedor) se presenta y asume el rol de parte que podía haber
tomado desde el principio, se transforma en parte (si el 3ro. está legitimado para intervenir, las partes pcipales.
NO PUEDEN OPONERSE a tal intervención). Refiere a los casos del coacreedor o codeudor solidario (oblig.
solidarias); o de las oblig. indivisibles.
El cód. Nac. se basó en la doctrina germánica; mientras que el cód. santafesino, en la italiana.
C- INTERVENCIÓN COADYUVANTE SUBORDINADA (art. 303 Cód. Proc. Sta. fe)
También llamada "adhesiva simple" o "asistente", el dato esencial es que el 3ro. carece de legitimación
autónoma para accionar (no ingresa como parte, ni puede serlo), por lo que no ejerce una pretensión propia, sino
que sostiene las razones de una de las partes contra la otra. Presenta el mínimo de interés, por lo que tiene el
menor marco de intervención -> Tiene un "interés propio" en apoyo a una de las partes y sin pretensión propia
contra la otra.
> Definición: "Intervención de un 3ro. ajeno al litigio que, aunque carezca de legitimación para accionar,
justifica interés suficiente respecto a la sentencia a dictarse" (tal interés propio lo conduce a defender el interés
ajeno -> pues la pérdida del juicio, luego dificultaría más la defensa de sus dchos. que si no interviniere).
> Presupuestos: Afectación de su propio interés (un interés jco, actual, y que directamente tenga relación con el
objeto del proceso). Pero:
1) Entre la parte (coadyuvado) y el 3ro. (coadyuvante) debe existir una relación preexistente al proceso: Esto se
deberá verificar "a priori" en el juicio de admisibilidad del 3ro. (No existiendo vínculo alguno entre el 3ro. y la
parte contraria a la coadyuvada).
2) La sentencia dictada en el proceso principal debe tener incidencia en la relación interferida (entre el 3ro. y la
parte coadyuvada). Tal incidencia es inmediata, no directa.
> La intervención del 3ro. es tanto de AYUDA, "ASISTENCIA", o APOYO a la parte coadyuvada; como
MEDIO DIRECTO PARA VIGILAR la actuación de ésta (puesto que podría producirle efectos perjuidiciales
al 3ro.)
> Ejemplos:
a) Fianza simple (relación acreedor- deudor- fiador): Es el caso típico, pues si el deudor triunfa en el litigio, el
fiador deja de estar obligado frente al acreedor -> El fiador sólo ASISTE al deudor, NO PRETENDE NADA
ante el acreedor.
b) Acreedor hipotecario en proceso en el que se pretende la reivindicación del inmueble hipotecado.
c) Beneficiario de un cargo contenido en una donación, en el proceso en que se discute la validez del contrato.
> El Cód. Proc. Nac. refiere como situaciones de este tipo de intervención: 1) Aquellos casos en que la sentencia
del juicio tiene "efectos reflejos" alterando otra relación sustancial distinta a la resuelta en el juicio; 2) Cuando
el 3ro. interviene para evitar una acción regresiva contra él (Ej; responsabilidad contractual por defectos de la
cosa vendida -> el comprador demandará al vendedor, pero el fabricante está interesado en que el vendedor
triunfe pues de lo contrario éste estaría facultado para luego reclamarle lo que debió pagar por la condena); 3)
O si el 3ro. alega un interés de mero hecho, como el del acreedor ante el juicio en el que interviene su deudor
(puesto que en el caso en que éste sea vencido, su posterior insolvencia le impedirá al acreedor la percepción
del crédito -> Aunque la doctrina discute esta posibilidad de intervención, el código la avala mediante la
regulación expresa de la "acción subrogatoria".)
Respecto a las atribuciones del 3ro, su intervención es "accesoria y subordinada a la de la parte a quien apoyare":
No puede realizar actos de disposición del proceso (desistimiento, allanamiento, etc.) y tampoco puede
contrariar a la parte coadyuvada (pero, los actos de ésta que perjudiquen al 3ro, no le serán oponibles).
2) INTERVENCIÓN FORZOSA= PROVOCADA.
No depende del 3ro, sino que a la iniciativa la toma el JUEZ de oficio o alguna de las PARTES. Aunque se
denomina "oglibada o coactiva", dicha terminología es errónea, porque no hay una oblig. propiamente dicha,
nadie compele o constriñe físicamente al 3ro. (Sino que más bien comparecer al juicio sería una "carga procesal"
para él).
Los supuestos del art. 305 Cód. Proc. Sta. fe) LITISCONSORCIO NECESARIO (integración de litis); y
DENUNCIA DE LITIS (3ro. coadyuvante subordinado).
1° supuesto: INTEGRACIÓN DE LITIS (art. 305 Cód. Proc. Sta. fe)
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Puede ser por disposición de ley o necesaria. Se da cuando en el proceso no actúan como partes originarias
todos los que deben demandar o ser demandados en orden a su legitimación imprescindible (son parte del
conflicto, pero no lo han sido del litigio -> sujetos imprescindibles para lograr una sentencia válida).
> Constituye un deber procesal del juez, ejercible de oficio (aún contra la voluntad de las partes) o a petición de
parte: Emplazar a comparecer a un integrante de un litisconsorcio necesario no incluído en la relación originaria.
No es una facultad, sino una orden! Como supone agregar un sujeto no requerido por el actor, la interpretación
y aplicación de esta figura debe ser restrictiva y limitada.
> Ejemplos de litisconsorcio necesario (Cuando los sujetos están ligados sustancialmente, y por ende
legitimados): Escrituración del boleto de compraventa (cuando la venta es de varios condóminos o vendedores);
condominio; desalojo cuando la cesión de la locación está prohibída; en caso de simulación, el 3ro. ajeno al acto
simulado frente a los autores del mismo; acción de filiación matrimonial contra padre y madre conjuntamente.
> Las vías pueden ser:
1) De oficio, pues es un deber del juez (debe hacerlo antes de trabar la litis).
2) A pedido de parte: Si lo hace el ACTOR, por "vía incidental" (pues si lo hace al entablar la demanda, se
trataría de una correcta proponibilidad de inicio -> y es innecesaria la integración); si lo hace el DEMANDADO,
mediante la "exceptio plurium litisconsortium" suple la omisión del actor e integra el litigio (inclusive puede
invocar la excepción de "defecto legal" ). Puede hacerlo dentro del plazo para oponer excepciones previas, o al
contestar la demanda.
> La falta de integración se puede dar en 2 supuestos:
a) Al momento de dictar sentencia el juez advierte que no se ha integrado: Rechazo de la demanda sin entrar al
fondo-> luego puede iniciarse otro juicio contra todos los litisconsortes.
b) Sentencia dictada sin haberse integrado: Si el litisconsorcio emerge de la naturaleza de la relación jca, se da
la nulidad de la sentencia; si el litisconsorcio se da por exigencia legal, varía según la sentencia sea
DESESTIMATORIA (podrá invocarse por los codeudores aún cuando no hayan integrado el litisconsorcio) o
ADMISORIA (podrá ser invocada por los acreedores ausentes, pero sólo contra el deudor presente en juicio ->
No es oponible a los otros codeudores).
2° supuesto: DENUNCIA DE LITIS (Intervención obligada propiamente dicha)
Es provocada sólo a instancia de parte (ajena a la iniciativa del juez- de oficio), y su fundamento es hacer
oponible al 3ro. la sentencia o el trámite de un proceso entablado entre otros (el 3ro. no es un sujeto de
imprescindible presencia en el litigio -> la iniciativa es de la parte, no del 3ro). El 3ro. no podrá plantear
cuestiones resueltas en el proceso al cual fue llamado.
> 2do. supuesto art. 305 Cód. Proc. Sta. fe) Interés de una de las partes (por lo gral, del demandado) en citar a
un 3ro. no demandado, para evitar una posterior y eventual acción de repetición o deducción de negligente e
indebida defensa. Constituye una carga procesal de las partes, es excepcional y de interpretación restrictiva, y
su objetivo es poner en conocimiento del 3ro la existencia de una causa (puesto que existe "comunidad de
controversia" con éste).
> Caracteres:
1) No implica el ejercicio de una ACCIÓN PROPIA, sino que es un "ANUNCIO" de una pretensión que SER
HARÁ VALER EN EL FUTURO -> Quién pide la citación del 3ro, no hace valer una pretensión, sino que
denuncia que la hará valer en el futuro, mediante la acción de repetición. Ej; Deudor solidario demandado, cita
al otro co-deudor para que éste luego no pueda invocar "negligente o indebida defensa" ante la acción de
reintegro.
2) Constituye una comunicación formal de "existencia de una causa", para evitar que en el proceso posterior
contra el 3ro. éste pueda oponer "excepción de negligente defensa".
3) Presupone la existencia de una acción futura de repetición a ejercerse por la parte (citante) contra el 3ro.
(citado) -> Dicha pretensión de repetición existe porque el citante fue demandado en una pretensión cuya base
es una norma del dcho. sustancial (Íntima relación: acción DIRECTA -contra el citante- y la acción de
REPETICIÓN -por citante contra el 3ro.-)
> Ejemplos: Art. 1113 CC) Oblig. de reparar del dueño que se extiende a los daños causados por sus
dependientes (el patrón cita a su dependiente cuando se lo demanda por daños causados por éste); Art. 1125
CC) Dueño de animal causante de daño, cita a la víctima que excitó al animal; Art. 1646 CC) Director de una
obra que cita al proyectista al ser demandado por vicios de la construcción; Art. 2029 CC) Fiador sin beneficio
de excusión demandando directamente por acreedor, y al pagar se subroga en los dchos. de éste.
> La facultad de citar es sólo de las PARTES, suele citar el demandando, pues es quién trae al 3ero. como
coadyuvante (no como contrario). El 3ro. citado NO ES OTRO DEMANDADO, puede decidir participar
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(encaja en el litigio como coadyuvante subordinado) o no participar (el proceso sigue, pero el 3ro. luego no
podrá invocar negligente defensa). La sentencia será oponible al 3ro convocado (obliga al 3ro. como a las partes
principales). La citación se debe hacer al comienzo del proceso, dentro del plazo para oponer excepciones o
para contestar la demanda -> Si el 3ro. no comparece, no se lo declara rebelde, pues la citación es un simple
ANOTICIAMIENTO (comparezca o no, la sentencia lo afectará).
> Diferencia con la "Intervención voluntaria": En ésta, la iniciativa para la intervención proviene del PROPIO
INTERVINIENTE; mientras que en la denuncia de litis, proviene de la PARTE DEMANDADA (Al 3ro, luego
de la citación, la sentencia siempre lo afectará).
C) Tercerías
> Concepto:
El "tercerista" es un sujeto principal que ostenta un interés económico en ciertos aspectos de la relación
procesal pendiente, pero a que diferencia del 3ro. (el que tiene interés en el desenlace global del proceso) le es
indiferente el proceso en sí, su interés es totalmente ajeno a la litis del demandado (no tiene nada que ver con la
relación material entre actor y demandado). Si se trata de una "tercería de dominio",lo que reclamará es
"desembarazar" (levantar) una medida cautelar (embargo) en un bien de su propiedad; y si se trata de "tercería
de mejor dcho." pretenderá cobrarse con preferencia sobre el precio de un bien ejecutado.
El Ministerio Público
Es una institución estatal con competencia asignada por diversas leyes, cuyo ejercicio la convierte en una posible
parte procesal que se torna en necesaria en todos los litigios de naturaleza penal.
Naturaleza jurídica: Es un órgano independiente, con autonomía funcional y autarquía financiera (art. 120).
Tiene por función promover la actuación de la justicia, en defensa de la legalidad, de los intereses generales de
la sociedad, en coordinación de las demás autoridades de la República.
Como se trata de defender los intereses del Estado y de sus variados fines, hay integrantes que actúan como
acusadores públicos; otros, controlando el régimen de legalidad; otros, en defensa de los intereses pecuniarios
del fisco; otros, representando o defendiendo a los pobres; otros, actuando junto con sus representantes legales
en defensa de los intereses de quienes se suponen desprotegidos de hecho: incapaces y ausentes; otros, dentro
defendiendo los derechos de los consumidores en general con la legitimación de los intereses difusos.
Está integrado por un Procurador General de la Nación y por un Defensor General de la Nación y otros miembros
que la ley establezca. La cabeza se halla en el Procurador General de la Nación. Se divide en:
- Ministerio Público de la Defensa o pupilar, dedicado a la defensa de los intereses de los menores,
pobres y ausentes. Esta defensa se efectúa solidariamente por un defensor general respecto de pobres y
ausentes y promiscuamente en caso de menores e incapaces, actuando al lado del representante legal.
- Ministerio Público Fiscal, dedicado tanto a la acusación pública como a la defensa de intereses del
pecuniarios del Estado, al control de la legalidad y a la concreción de un contradictorio en cierto tipo
de procedimientos.
Son designados por el Poder ejecutivo con acuerdo de 2/3 del Senado. Remoción mediante Juicio Político.
Requisitos: a) ser ciudadano argentino; b) título de abogado con 8 años de antigüedad; c) 30 años de edad.
Sus miembros gozan de inmunidades funcionales e intangibilidad de remuneraciones.
Amicus curiae
El amicus curiae (amigo de la Corte) permite que terceros ajenos a un proceso ofrezcan opiniones de
trascendencia para la solución de un caso sometido a conocimiento judicial, justificando su interés en su
resolución final.9 Cabe resaltar que este tipo de intervención ayuda a mejorar el nivel de transparencia en los
procesos judiciales, eleva el nivel de discusión y abre el debate de la temática en litigio, especialmente en
aquellos casos donde se encuentre comprometido el interés público o exista una trascendencia social que supere
las particularidades del caso concreto.
Actividad procesal:
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El proceso, entendido como aquella actividad compleja, progresiva y metódica, que se realiza de acuerdo con
reglas preestablecidas, cuyo resultado será el dictado de la norma individual de conducta (sentencia) trata
fundamentalmente de una actividad. Esta actividad que reúne un conjunto de actos procesales, hace a la
dinámica del derecho procesal.
¿Cómo se va a dar esta dinámica? El juez va a ir “hablando“ a través de resoluciones (ya sean decretos-
proveídos, autos interlocutorios o sentencia). A cada acto de parte el juez tiene que expedirse a través de
resoluciones.
El legislador, al regular los procedimientos, ha utilizado determinadas reglas o principios para organizar la
secuencia de la actividad procesal. Como en el caso de los relativos a la forma de los actos en todo proceso
entran en juego principios contrapuestos en distinta medida.
Principio de biteralidad
Exige que las partes sean oídas antes de que el juez dicte alguna resolución. Las leyes procesales contemplan,
como una de las especies a los actos procesales, a los de Comunicación o Transmisión (traslados y vistas) de
modo que las partes pueden ser oídas para que aporten las pruebas. No es necesario en el proceso civil el
concurso efectivo de la otra parte para que este continúe hasta el dictado de la sentencia (recordar rebeldía). El
ppio. Determina que la demanda deba ser notificada al demandado, y que a este se le acuerde un plazo razonable
para contestarla, porque el proceso puede continuar sin su presencia.
(no voy a repetir todos los principios hablo de los que dio en clase)
Inactividad procesal:
Ambas partes o una de ellas pueden quedar inactivas durante el curso del proceso; pero cabe distinguir diversos
grados de inactivad. El demandado puede abstenerse de cualquier actividad procesal; el actor, desde la actividad
inicial puede abstenerse de cualquier actividad posterior; en estos casos se trata de rebeldía, y puede ser, por lo
tanto, rebeldía del actor, del demandado o de ambos.
El actor, el demandado o ambos pueden comparecer en juicio y luego abstenerse de otras actividades. En este
caso, el pleito no se sigue en rebeldía, ni se le aplican las reglas de la rebeldía, aunque pleito continúe durante
varias audiencias. Si solo una parte es inactiva, el pleito se va juzgando basándose en los actos de la otra parte.
Si lo son las dos, podrá el pleito incurrir con el tiempo en caducidad.
Iniciativa procesal:
Principio dispositivo
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Deriva del carácter disponible de los derechos sustanciales, cuya tutela se pretende a través del proceso. Este
principio es aquel en virtud del cual se confía a las partes la iniciación y desarrollo del proceso, la delimitación
del contenido de la tutela y la aportación de los hechos y de las pruebas que constituirán el fundamento de las
sentencias.
Impulso procesal:
Principio de impulso de oficio frente a principio de impulso de parte
Expresan estos principios el papel de las partes y del órgano con relación al avance de la actividad procesal.
Según el principio de impulso de oficio o impulso oficial, el órgano jurisdiccional da de oficio al proceso el
curso que corresponda dictando al efecto las resoluciones que sean necesarias. Rige en todos los procesos, tanto
civiles como penales. (nose si es así, para mí en el proceso civil es impulso de parte)
Preclusión procesal:
El proceso es la serie gradual, progresiva y concatenada de actos jurídicos, regulados por normas procesales que
se cumplen por los órganos públicos predispuestos y por los particulares que colaboran en forma voluntaria o
coactiva, para arribar, con justicia, a la solución de un conflicto particular.
Si hablamos del proceso como serie concatenada de actos, no podemos dejar de mencionar al PRINCIPIO DE
PRECLUSIÓN.
Con respecto al orden en que deben cumplirse los actos procesales existen, dos principios básicos: el de unidad
de vista o de indivisibilidad y el de preclusión. De acuerdo con el primero, los distintos actos que integran el
proceso no se hallan sujetos a un orden consecutivo riguroso, de manera que las partes pueden, hasta el momento
en que el tribunal declara al asunto en condiciones de ser fallado, formular peticiones, oponer defensas y
proponer elementos probatorios que no se hicieron valer en un período anterior. Según el segundo, y es el que
domina en nuestro ordenamiento jurídico, el proceso se halla articulado en diversos períodos o fases dentro de
cada uno de los cuales deben cumplirse uno o más actos determinados, con la consecuencia de que carecen de
eficacia aquellos actos que se cumplen fuera de la unidad de tiempo que les está asignada.
Por efecto de la preclusión adquieren carácter firme los actos cumplidos dentro del período o sección pertinente,
y se extinguen las facultades procesales que no se ejercieron durante su transcurso.
Este principio involucra la división del proceso en fases y estadios, previendo la realización de ciertos y
determinados actos procesales dentro de cada uno de los mismos. Tiene por finalidad ordenar el debate y
posibilitar el progreso de los juicios mediante la prohibición de retrotraer el procedimiento, viniendo esto último
a consolidar los tramos ya cumplidos.
Manifestaciones de este principio: son diversas manifestaciones y clases:
- Preclusión por no ejercicio oportuno de una facultad procesal. Ejemplo, no contestar la demanda en
término.
- Preclusión por consumación que se produce cuando se ejercita una atribución procesal, lo que provoca
que no pueda reiterarse aunque se invocara como argumento la necesidad de mejorar o integrar lo hecho con
anterioridad, ejemplo, quien contesta la demanda, no puede volver a contestarla aunque se encontrara en
término.
- Preclusión de la posibilidad de efectuar una actividad procesal que resulte incompatible con otra,
ejemplo, quien se allana no puede al mismo tiempo oponer excepciones.
Iniciativa oficiosa:
Principio inquisitivo
Deriva del carácter de indisponible de los derechos que constituyen el objeto del proceso y es una consecuencia
casi absoluta del predominio del interés público. En este, el juez cuenta con amplísimos poderes que le permiten
iniciar de oficio un proceso y continuar los procedimientos a pesar de los acuerdos en contrario que las partes
pudieron haber celebrado.
Resoluciones judiciales como actividad del órgano: especies( proveídos, autos interlocutorios, sentencias)
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La resolución judicial es el acto procesal proveniente de un tribunal, mediante el cual resuelve las peticiones de
las partes, o autoriza u ordena el cumplimiento de determinadas medidas.
Las resoluciones judiciales requieren cumplir determinadas formalidades para validez y eficacia, siendo la más
común la escrituración o registro( por ejemplo, en audio), según sea el tipo de procedimiento en que se dictan.
En la mayoría de las legislaciones, existen algunos requisitos que son generales, aplicables a todo tipo de
resoluciones, tales como fecha y lugar de expedición, nombre y firma del o los jueces que las pronuncian; y
otros específicos para cada resolución, considerando la naturaleza de ellas, como la exposición del asunto
(individualización de las partes, objeto, peticiones, alegaciones y defensas), consideraciones y fundamentos de
la decisión (razonamiento jurídico).
1. Plazos: Las providencias simples deberán dictarse, dentro de los tres días de presentadas las
peticiones por las partes o del vencimiento del plazo se haya ejercido o no la facultad que
corresponda, se pasará a la etapa siguiente en el desarrollo procesal, disponiendo de oficio las
medidas necesarias e inmediatamente, si debieran ser dictadas en una audiencia o revistieran
carácter urgente.
2. Las providencias simples que causen gravamen que no pueda ser reparado por la sentencia
definitiva son apelables.
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La sentencia definitiva.
Concepto. Plazos. Requisitos.
Son las que ponen fin al proceso, pronunciándose sobre la cuestión de fondo sometida a la decisión del juez.
Son el modo normal de terminación de un proceso.
La sentencia definitiva es el acto decisorio que pone fin a las cuestiones de fondo planteadas en el proceso.
ARTÍCULO 244° (CÓDIGO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL DE SANTA FE). La sentencia debe
contener, bajo pena de nulidad:
1°) El lugar y fecha en que se dicte.
2°) El nombre y apellido de las partes.
3°) La exposición sumaria de los puntos de hecho y de Derecho, en la primera instancia.
4°) Los motivos de hecho de Derecho, con referencia a la acción deducida y derecho controvertidos.
5°) La admisión o el rechazo, en todo o en parte, de la demanda y, en su caso, de la reconvención.
6°) La firma del juez o miembros del tribunal.
ARTÍCULO 245°. Cuando la sentencia contenga condenación al pago de frutos, intereses, daños y perjuicios,
saldos de rendición de cuentas u otras análogos, expresará concretamente cuales deben satisfacerse y fijará su
importe en cantidad liquida o las bases sobre que haya de hacerse la liquidación. De no ser posible determinarlas,
dispondrá el nombramiento de árbitros o establecerá prudencialmente su monto, siempre que, en ambos casos,
estuviere probada la existencia de aquellos.
ARTICULO 246°. La sentencia dictada en segunda instancia no podrá recaer sobre puntos que no hubiesen sido
sometidos a juicio en primera, a no ser:
1°) Sobre excepciones nacidas, después de la sentencia.
2°) Sobre daños, perjuicios, intereses u otras prestaciones accesorias debidas con posterioridad a la sentencia de
primera instancia.
3°) Sobre prescripción de acuerdo con lo dispuesto por el Código Civil.
En todos los casos, podrá decidir sobre los puntos omitidos en la de primera instancia, háyase o no pedido
aclaratoria, siempre que se trate de cuestiones a las que ella que no pudo entrar a causa de la decisión dada a un
artículo previo o que se trate de una substanciada y omitida en la sentencia sin fundamento aparente, y que se
pida el pronunciamiento, al expresar o contestarse agravios; en este último caso, se dará traslado por tres días a
la otra parte.
ARTICULO 247°. La sentencia será nula cuando hubiere sido dictada por juez legalmente recusado.
Si la nulidad se produjera en segunda instancia, será declarada por el mismo tribunal.
ARTICULO 248°. Pronunciada y notificada la sentencia, concluye la jurisdicción del juez respecto del pleito,
con excepción de los incidentes seguidos en pieza separada. Pero, podrá corregir cualquier error material, aclarar
algún concepto obscuro o suplir cualquier omisión, siempre que se lo solicite dentro de tres días de la
notificación respectiva.
Pedida la aclaración o reforma de la sentencia, el tribunal resolverá sin substanciación de ningún género.
El error puramente numérico no perjudica; puede ser corregido por el juez en cualquier tiempo.
ARTICULO 249°. La sentencia sobre relaciones civiles no afecta sino a los litigantes y sus herederos y a los
que suceden en el derecho litigado durante el pleito o después de fenecido.
La sentencia sobre filiación dictada en pleito entre padre e hijo aprovechará o perjudicará a los demás parientes
aunque no hubieran tomado parte en el juicio.
Sentencia homologatorias
Son las que dicta el juez cuando se da algunos de los siguientes “modos anormales de terminación del proceso
“: desistimiento, transacción o conciliación. Si la sentencia homologa, debe reunir los mismos requisitos de las
providencias simples. Por lo contrario, se niega la homologación, el proceso seguirá su curso y no se tratara de
una sentencia homologatoria, sino de una sentencia interlocutoria debiendo cumplir los requisitos previstos para
estas.
El acto fraudulento: Una conducta Fraudulenta persigue frustrar los fines de la ley o perjudicar
los Derechos de un tercero. En el proceso puede demandarse la ineficacia de los actos jurídicos , como
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consecuencia de la quiebra del deudor, pero su funcionamiento es distinto a la ineficacia cuando está de por
medio el fraude al acreedor.
Estructura:
En la estructura de los actos procesales se distinguen tres elementos: sujeto , objeto y forma.
Con relación a los sujetos, el acto procesal puede ser realizado por: a- el órgano y sus auxiliares, b- uno o mas
litigantes, c- uno o mas terceros, y d- el órgano, los litigantes y los terceros.
Ejemplo: La demanda y en general las peticiones tiene un sujeto, es el litigante que las formula. Las resoluciones
judiciales tienen un sujeto, es el juez o tribunal que las dicta. Un acta de prueba testimonial tiene como sujetos
al juez, que preside la audiencia e interroga, a los litigantes y a los testigos q prestan declaración.
Para que el acto procesal produzca sus efectos normales es necesario que el sujeto q el sujeto q lo realiza tenga
aptitud para ello. En este sentido el órgano debe ser competente y las partes o sus representantes legalmente
capaces. También constituye un requisito subjetivo del acto procesal el de la voluntad. Esta no juega aquí de la
misma función q en los actos jurídicos del derecho privado, sino que en procesal prevalece la voluntad declarada
sobre la real.
El objeto del acto procesal es la finalidad que busca quien lo realiza, o el que lo pidió o quien cumple el acto.
Como acto jurídico que es el acto procesal debe tener un objeto licito, un fin no prohibido por la ley, y reunir
los requisitos de lealtad, probidad y veracidad que exige el fin último del proceso, es decir , la justicia.
Respecto de la forma, esta se refiere a la materialidad del acto y a la incidencia del tiempo sobre su eficacia.
Teniendo en cuenta la naturaleza instrumental de las disposiciones procesales, de la cual deriva la gran
importancia de las formas, se puede deducir la esencialidad de este elemento y la primacía que ejerce sobre el
sujeto y el objeto, que en cierta medida se encuentran subordinado a él. El sujeto porque la voluntad, para ser
eficaz, debe manifestarse de determinada manera, según establece la ley procesal. Y el objeto, porque el
contenido que lo expresa y procura debe materializarse también mediante las formas prescriptas legalmente.
Entendemos por hechos procesales, aquellos acaecimientos de la vida que proyectan sus efectos sobre el
proceso. Así, la perdida de la capacidad de una de las partes, la amnesia de un testigo, la destrucción involuntaria
de una por mas piezas del proceso escrito, son hechos jurídicos procesales.
Cuando los hechos aparecen por una voluntad jurídica idónea para crear, modificar o extinguir derechos
procesales se dominan actos procesales. Así la presentación de la demanda, la notificación al demandado, la
declaración de un testigo, la suscripción de la sentencia por el juez, son actos jurídicos procesales.
Clasificación:
1- Actos procesales del juez y de sus auxiliares: estos pueden ser de instrucción, de resolución y de
ejecución.
a- Actos de instrucción: son los que ordenan el procedimiento, pueden consistir en actos de admisión, de
remisión, de conocimiento y disciplinarios.
* De admisión: comprenden las providencias mediante las cuales se admiten o rechazan actos procesales de los
litigantes.
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* De transmisión: son los que tienen por objeto hacer conocer a los litigantes lo que se pide o hace en el proceso
por ejemplo: traslados , vistas, notificaciones,. Estos son particularmente importantes puesto q aseguran el
principio de contradicción y de defensa en juicio.
* De conocimiento: se incluyen en ellos la percepción , comprensión y meditación, por parte del juez, de los
diversos elementos aportados al proceso para la decisión de la Litis.
* Disciplinarios: cumplen el fin de evitar actitudes que obstruyan el tramite procesal. La ley faculta al juez a
aplicar sanciones a sus propios auxiliares, a las partes y a terceros.
b- Actos de resolución: comprenden las diversas clases de sentencias, pronunciadas por el juez, con
conocimiento sumario o amplio sobre el merito de la causa o sobre el procedimiento, cuando este ha sido
cuestionado.
c- Actos de ejecución: son aquellos por cuyo intermedio el juez ejercita un elemento especifico de la
jurisdicción: la coaccion. A travez de ellos se posibilita el cumplimiento de los mandatos judiciales.
En los actos procesales bilaterales existe un acuerdo de voluntades sobre el litigio o sobre el proceso, como en
los casos de transacción, conciliación, conformidad para que la cuestión se declare de puro derecho, ect.
En cuanto a los actos de los asesores y auxiliare de los litigantes, debemos distinguir los que realizan en nombre
de estos, que configuran la mayoría, de los que hacen a titulo personal y por propia legitimación. Dentro de esta
ultima categoría podemos citar como ejemplo la constitución de domicilio por el abogado a los efectos de la
regulación de sus honorarios.
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- El órgano, los litigantes y los terceros.
✔ Objeto: finalidad que busca quien lo realiza, o el que lo pidió o quien cumple el acto. Debe tener un
objeto lícito, un fin no prohibido por la ley y reunir los requisitos de lealtad, probidad y veracidad que
exige el fin último del proceso.
✔ Forma: se refiere a la materialidad del acto y a la incidencia del tiempo sobre su eficacia. La voluntad
del sujeto, para ser eficaz, debe manifestarse de determinada manera, según establece la ley procesal.
Y el objeto debe materializarse mediante las formas prescriptas en ley.
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El cargo judicial es la constancia que el secretario del tribunal debe asentar al pie del escrito consignando: hora,
día y año de su presentación, lo que permite determinar si fue hecho en tiempo oportuno y también consignar
todas las demás particularidades que el escrito contenga incluso si se acompañan documentos (art 52)
Principio de libertad o legalidad de formas:
El tema apunta a señalar a la mayor o menor potestad que tienen las partes para establecer por sí mismas como
han de desarrollar el curso de la serie.
En el mundo moderno coexisten ambas reglas: en el arbitraje privado, opera plenamente la que pregona la
libertad de las formas; en las distintas legislaciones en general predomina la regla de la legalidad bajo cuya
vigencia las partes deben atenerse necesariamente a las normas del trámite preestablecidas por el legislador. Sin
embargo, dependiendo del mayor o menor grado de totalitarismo que exhiba un código, se permite siempre a
las partes disponer convencionalmente acerca de ciertas normas que regulan la actividad del proceso.
Lugar de los actos:
En principio todos los actos procesales deben realizarse en la sede del tribunal de la causa, salvo algunos que
realizan los auxiliares del juez, como las notificaciones que se cumplen en el domicilio de los litigantes.
A los efectos del cumplimiento de determinados actos procesales, uno de los elementos mas importantes a tomar
en cuenta es el referido al domicilio.
Clases de domicilio:
Domicilio real: es el lugar donde las personas tienen establecido el asiento principal de su residencia y sus
negocios.
Domicilio legal o procesal: es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una persona
reside en un lugar de forma permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones,
aunque de hecho no estén allí presentes.
Art 37 todo el que comparezca ante la autoridad judicial deberá constituir domicilio legal dentro del radio urbano
de la ciudad opueblo que sea el asiento del tribunal o juzgado.
40. en su primera presentación las partes deberán denunciar su somicilio rea.
**falta de constitución de domicilio: si e que comparece no constituye domicilio legal o el domicilio no existiese
o no subsistiere, se considerara que ha constituido domicilio legal en la secretaria y se le tendrá por notificado
de cualquier resolución o providencia en la forma y oportunidad establecida en el art 61
Domicilio Electrónico: la implementación de las nuevas tecnologías en el ámbito del proceso judicial, dio lugar
a la irrupción del denominado domicilio electrónico. Este tipo de domicilio, puede definirse en el ámbito de la
justicia provincial como un espacio de almacenamiento que el Poder Judicial pone a disposición de todos los
auxiliares de la justicia, para depositarles allí sus notificaciones electrónicas a través del portal web de
Notificaciones y Presentaciones Electrónicas, y desde el cual sus titulares se encuentran habilitados a remitir
presentaciones y notificaciones electrónicas a los organismos jurisdiccionales. De esta manera, al tradicional
concepto de domicilio procesal se le incorpora el factor informático: el domicilio electrónico es un lugar-espacio
o casillero virtual que la parte involucrada en un proceso constituye a fin de recibir las notificaciones que allí
cursen, pero con la característica de que es intangible y no físico.
Tiempo y proceso
El tiempo es el factor indispensable para la eficacia de los actos procesales por cuanto estos deben ser cumplidos
en momento oportuno. Es por eso que la ley establece límites temporales a la actividad de los sujetos de la
relación procesal, y fija días y horas hábiles en que los actos deben ser ejecutados.
Plazos procesales. Clasificación. Términos
La eficacia de los actos procesales dependen de que sean realizados en momento oportuno, por eso los Códigos
establecen límites temporarios a la actividad de los sujetos procesales, estableciendo los días y horas hábiles en
que los actos pueden ser efectuados.
Su inobservancia puede llevar a ocasionar:
- La pérdida de un derecho.
- Hasta la extinción del proceso.
La función de los plazos es la regulación del impulso procesal a fin de hacer efectiva la preclusión de las
distintas etapas del proceso que permiten su desarrollo progresivo.
Sirve también para la defensa de los intereses de los litigantes, evitándose ser víctimas de la astucia del contrario.
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Clasificación de los plazos
Legal: es aquél que está fijado por la misma ley.
Judicial: son los fijados por el juez. Ej: si la ley no designa plazo para la devolución de los expedientes, el juez
puede hacerlo.
Convencional: las partes lo establecen de mutuo acuerdo. Ejemplo: si antes de vencer el plazo de prueba y
teniendo las dos partes producidas todas las pruebas, están de acuerdo por dar por terminado el plazo de prueba
y así lo piden al juez.
ART. 70. Los términos o plazos procesales son improrrogables y perentorios. Fenecen con pérdida del derecho
que se ha dejado de usar, sin necesidad de declaración judicial ni petición alguna. Los escritos no presentados
en las horas de oficina del día que vence el plazo respectivo podrán ser entregados válidamente en secretaría,
con o sin cargo de escribano, dentro de las horas de audiencia del día hábil inmediato
Cómputos:
Los plazos comenzaran a correr para cada litigante desde su notificación respectiva, Si fueren comunes, desde
la ultima que se practique, no se contara el día en que tuviere lugar la diligencia ni los inhábiles.
Del contexto de esta norma y de las que son supletoriamente aplicables, surge que:
1- Los plazos procesales se computan a partir del día siguiente a aquel en que tuvo lugar la notificación, o
mas precisamente, a partir del momento en que finaliza el día de la notificación, esto es las 24hs
2- La norma se refiere solo a los plazos en días, excluyendo del computo a los días inhábiles. Tal exclusión,
por lo tanto, no es aplicable a los plazos fijados en meses (que aunque no contemplados en el código,
salvo en materia de caducidad de la instancia, pueden ser establecidos por el juez o convenios por los
litigantes)
Los plazos fijados en horas corren ininterrumpidamente, salvo en que el interin medie un día inhábil, en cuyo
caso corresponde descontar esas horas.
3- Los plazos fijados en días a meses terminan a la media noche del dìa de su vencimiento. Si se trata de
un plazo fijado en horas, el vencimiento se opera al terminar la ultima de las horas fijadas.
Suspensión e interrupción:
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Suspender implica privar temporariamente de efectos a un plazo, inutilizar sus fines, un lapso del mismo
Interrumpirlo: en cambio, implica cortar un plazo haciendo ineficaz el tiempo transcurrido
La suspensión de los plazos se puede producir de hecho, por resolución del juez o por acuerdo de partes.
a- De hecho tiene lugar, por ejemploc cuando en razón de haberse concedido un recurso de apelación,
y remitiendo el expediente a la cámara, no resulta materialmente posible realizar actos procesales
ante el juez inferior, cuando el juez ordenare prueba de oficio con posterioridad al llamamiento de
autos, supuesto en el cual no se computan, a los efectos del plazo para dictar sentencia, los días que
requiere el cumplimiento de esa prueba, etc
b- La suspensión por resolución judicial, entre otros casos, en los de fallecimiento o incapacidad de
alguna de las partes que actuare personalmente, en los de fuerza mayor que hagan imposible la
realización de el acto pendiente.
c- La fijación convencional de los plazos que prevee el art 155, comprende implícitamente la
suspensión de aquellos por acuerdo de partes. Una aplicación de tal modalidad se halla prevista en
el 375 con respecto al plazo de la prueba
En cuanto a la interrupción, puede operarse de acuerdo con las mismas modalidades precedentemente expuestas.
El plazo de caducidad de instancia por ej. Se interrumpe de hecho a raíz de cualquier petición de las partes, o
resolución o actuación del juez, secretario o prosecretario administrativo que tuviese por efecto impulsar
procedimiento. La interrupción de los plazos por resolución judicial puede tener lugar en los mismos casos
mencionados al tratar la suspensión, siempre que resulte acreditada la imposibilidad de obrar durante todo el
transcurso del lapso respectivo. Finalmente la interrupción por acuerdo de partes se configura toda vez que
estas, en uso de la facultad que les conduce el art 155 resuelven neutralizar el tiempo transcurrido desde que
aquellos han comenzado a correr.
Ampliación: art 158 establece que para toda diligencia que deba practicarse dentro de la república y fuera del
asiento del juzgado tribunal, quedaran ampliados los plazos legales a razón de un día por cada 200 km. O
fracción que no baje de los 100 km
Comunicación
Régimen de notificaciones:
Las notificaciones constituyen actos procesales de transmisión. El fundamento de su existencia reside en la
garantía del derecho de defensa de las partes. Como todo acto procesal se distinguen los siguientes elementos:
Sujetos, que son el auxiliar encargad del acto y la persona a quien va a notificar.
Objeto o transmisión del acto procesal cuyo conocimiento interesa.
Forma, q es la manera de realizar cada modo de notificación establecido por la ley
Es un principio básico que el conocimiento efectivo del acto suple cualquier formalidad.
Es la comunicación de un acto procesal. Puede darse entre las partes o entre el juez y alguna de las partes. Según
diferentes formas. Son actos mediante los cuales se pone en conocimiento de las partes o de terceros una
resolución judicial
Notificación personal: ART 60: cuando la parte se presenta en el juzgado y toma contacto personalmente con
el expediente. Y queda asentado por el secretario o en la mesa de entrada. La notificación personal obvia la
cedula y se produce cuando la parte o su apoderado se apersonan en secretaria, dejando expresa constancia de
que tomaron conocimiento del acto, firmando al pie de la diligencia extendida por el oficial primero.
Notificación ministerio legis, por ley o automática: art 61. Es el principio en relación a las notificaciones que
todas la resoluciones judiciales queden notificadas, en todas las instancias, los días martes y viernes posteriores
a la fecha de la providencia o decreto que se esta notificando.
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Libro de asistencias: el profesional que se presenta los martes y viernes debe dejar asentada su asistencia y que
el expediente no se encuentra a su disposición. No se dejara firmar el libro al litigante que tenga notificaciones
pendiente.
Notificación por cedula: art 62. Las cedulas son instrumentos subscriptos por el abogado o por el secretario del
juzgado y deben contener los recaudos siguientes: nombre y apellido de la persona a notificar, su domicilio, con
indicación del carácter de este (real o constituido) juicio en que se libra, consignando el juzgado y secretaria en
que tramita, transcripción de la parte pertinente de la resolución que se notifica, objeto, claramente expresado,
si no resulta de la resolución transcripta, detalle de las copias que se acompañan.
La cedula se redacta en doble ejemplar. Un ejemplar para la parte y el otro para el expediente.
Casos en que hay que notificar por cedula:
● Citación y emplazamiento
● Todo traslado o vista, ej apertura de causa a prueba
● Providencia posterior al llamamiento de autos
● Declaración de rebeldía
● Designación de audiencia
● Sentencia definitva
Notificación por carta epistolar: se establece por los mismos casos que la notificación por cedula. Antes tiene
que haber una autorización por el juzgado. También por doble ejemplar y el acuse de recibo se incorpora al
expediente
Notificación por edictos: art 67. Son comunicaciones que se realizan en el boletín oficial . la ley expresamente
lo determina cuando el demandado no tiene domicilio conocido
Notificación por telegrama colacionado: art 65 reemplaza a la cedula, a excepción de los traslados, siempre se
realiza la notificación de esta forma a pedido de parte y su solicitud puede ser verbal. Se hace por duplicado
Notificación electrónica: La Ley de Expediente Electrónico Judicial autorizó a la Corte Suprema de la Nación
y al Consejo de la Magistratura, en forma conjunta, a la utilización de expedientes electrónicos, documentos
electrónicos, firmas electrónicas, firmas digitales, comunicaciones electrónicas y domicilios electrónicos
constituidos, en todos los procesos judiciales y administrativos que se tramitan ante el Poder Judicial de la
Nación, con idéntica eficacia jurídica y valor probatorio que sus equivalentes convencionales. La notificación
practicada por medios electrónicos se tendrá por cumplida el día martes o viernes inmediato posterior, o el
siguiente día hábil si alguno de ellos no lo fuere, a aquél en que la cédula hubiere quedado disponible para su
destinatario en el Sistema de Notificaciones y Presentaciones Electrónicas
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Un acto es ineficaz cuando no se cumplen los requisitos previstos en el ordenamiento jurídico para que puedan
producir las consecuencias consagradas en la ley y buscadas por las partes.
Nulidades procesales:
La nulidad es la sanción por la cual la ley priva a un acto jurídico de sus efectos normales cuando en su ejecución
no se han guardado las formas prescriptas para ello (Alsina)
Las nulidades procesales no tienden a reparar la justicia o la injusticia de una decisión judicial, su finalidad es
evitar el incumplimiento de las formas establecidas con el objeto de preservar el derecho de defensa de las
partes y el principio de bilateralidad.
Tipos de nulidad:
En materia de nulidades procesales nuestro código procesal no hace la distinción entre actos inexistentes y
nulos, actos nulos o anulables, nulidades absolutas o relativas, solo se expresa de las nulidades. En la doctrina
se admiten tales distinciones asignándoles diversos fundamentos;
La nulidad a diferencia de la inexistencia implica un acto real pero viciado, es decir un acto nulo.
● El acto nulo no produce ningún efecto y no es precisa ninguna declaración judicial que lo invalide.
● El acto anulable produce plenamente sus efectos hasta el dia que se declara la nulidad y solo a partir de
ese momento pierde su eficacia, es decir que la nulidad debe ser necesariamente declarada.
● En los actos absolutamente nulos subyacen vicios que perjudican el orden público, y por ende la nulidad
podrá ser alegada por cualquiera de las partes o por el ministerio público, en todo estado y grado de la
causa; el juez debe pronunciarlas de oficio. La nulidad absoluta es insubsanable. Para Couture, el acto
absolutamente nulo tiene una especie de vida artificial hasta el día de su efectiva invalidación, pero la
gravedad de su defecto impide que sobre el se eleve un acto valido.
● En los actos de nulidad relativa subyacen vicios que perjudican solo el interés privado, y por ende las
nulidades deben declararse a petición de parte interesada.. la nulidad relativa es subsanable.
Art 125: las nulidades deben declararse a petición de parte interesada. Las de orden público podrán ser alegadas
por cualquiera de las partes o por el ministerio público, en todo estado y grado de la causa, el juez deberá
pronunciarlas de oficio.
1- Principio de legalidad o especificidad: no hay nulidad sin texto expreso en la ley.art 124: ninguna
actuación ni otro acto de procedimiento será declarado nulo si la ley no le ha impuesto expresamente
esa sanción...
2- Principio de trascendencia: debe ocasionar un perjuicio al sujeto que plantea la nulidad. Art 126
3- Principio de subsanación o convalidación: cuando el acto haya sido consentido expresa o
tácitamente por la parte interesada en la declaración, la nulidad no podrá ser declarada. Se entenderá
que media consentimiento tácito si no solicita la anulación del mismo dentro de los 3 dias de su
notificación o de la primera actuación o diligencia posterior en que intervenga. Las nulidades de
orden publico quedan purgadas por la cosa juzgada. Art 128
4- Principio de los actos propios: art 127 la nulidad no podrá ser alegada por quien dio lugar a ella o
concurrió a producirla. La violación u omisión de las formalidades especificas en el interés de una
de las partes no puede ser opuesta a la otra.
5- Principio de conservación o instrumentalidad de las formas: ( el profesor no lo nombro pero en los
libros aparece). Según este principio no procede la declaración de nulidad cuando el acto, a pesar
de sus irregularidades, ha cumplido la finalidad perseguida. (art 128 primera parte)
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La nulidad puede oponerse como incidente, como recurso o como excepción.
Incidente:
- Vía adecuada para plantear la nulidad de cada acto procesal realizado en el curso de la instancia,
aun cuando, como consecuencia del procedimiento irregular, se haya dictado alguna resolución
judicial.
- La nulidad se opone como incidente ante el mismo juez donde se produjeron los vicios y tiene
el efecto de retrotraer el proceso a la etapa anterior al acto viciado, invalidando todas las
actuaciones que sean consecuencia de dicho acto , solo subsisten los actos anteriores a él y los
sucesivos que sean independientes.
Art 129: la nulidad de un acta declaración judicialmente produce la invalidez de los actos posteriores que de él
dependan. El juez determinará a cuales actos alcanza esa dependencia.
Excepción
La nulidad como excepción procede en el juicio ejecutivo cuando no se hubieran cumplido las normas
establecidas para la preparación de la vía
ejecutiva. En ese mismo juicio puede solicitarse la nulidad por incidente cuando no se hubiere hecho legalmente
la intimación de pago.
En el juicio ejecutivo la primera diligencia que se ordena es la intimación de pago al demandado, que importa
la citación para oponer excepciones.
El recurso de revisión:
- CONCEPTO: Es la vía impugnativa que se interpone por ante el órgano jurisdiccional supremo en jerarquía,
fundado en un motivo normativamente determinado y que persigue la revocación de una sentencia pasada en
autoridad de cosa juzgada, cuando se la ha obtenido por medios ilícitos o irregulares, prescindiendo o
incorporando nuevos elementos probatorios, los que de haberse conocido con anterioridad al dictado habrían
cambiado fundamentalmente la decisión.
- MOTIVOS DE REVISIÓN: Son establecidos por los códigos procesales en forma taxativa.
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Dichos motivos siempre son ajenos y trascendentes al proceso donde se dictó la resolución impugnada, son
vicios sustanciales heterónomos y los distintos ordenamientos procesales los sintetizan en:
a) que la sentencia haya sido dictada en desconocimiento de documentos ignorados, o bien declarados falsos
después de dictada la sentencia, o descubiertos con posterioridad al fallo;
b) o en virtud de testimonios declarados falsos con posterioridad al dictado de la resolución;
c) o cuando la sentencia fuere dictada en virtud de prevaricato, cohecho, violencia o fraude.
La revisión de la cosa juzgada en los lugares donde no existe regulación específica ha sido objeto de
reconocimiento jurisprudencial, lo que permite afirmar que la cosa juzgada es revisable cuando su
mantenimiento vulnera valores sociales jerárquicamente superiores a la necesidad de mantenerla. La vía
autónoma, aún sin normativa al respecto, se apoya en casos de la Corte Suprema.
Sabemos que toda norma jurídica condiciona la producción de sus efectos a la existencia de determinada
situación de hecho. Por lo tanto, la parte que pretende dar por verificados en la realidad la situación de hecho
descripta por la norma que invoca como fundamento de su pretensión o defensa debe, asumir la carga de afirmar
la existencia de esa situación. Ahora bien, estos hechos sobre los que tratan estas afirmaciones están sujetos a
dos variables:
- Pueden ser admitidos por la otra parte → debiendo el juez tener por exacto el hecho afirmado por las
partes de manera concordante, restando sólo que éstas expongan sus respectivos puntos de vista acerca del
derecho aplicable al caso; o
- Ser negados por la otra parte → caso en el que la carga de la afirmación deberá ir acompañada de una
actividad distinta de la meramente alegatoria, cuya finalidad consiste en formar la convicción del juez acerca
de la existencia o inexistencia de los hechos sobre los que versan las respectivas afirmaciones de cada parte
(aquí entra a jugar el concepto en cuestión).
Etimológicamente, “prueba” deriva de la voz latina probus, que significa bueno, honrado; así, lo que resulta
probado es bueno, correcto, es auténtico.
Generalmente se utiliza el vocablo “prueba” para designar el conjunto de modos u operaciones (medios de
prueba) de los que se extraen el motivo o los motivos generadores de la convicción judicial (argumentos
judiciales); aunque también refiere al hecho mismo de esa convicción, es decir, el resultado de esa actividad
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probatoria. Pero este vocablo comprende algo más que sólo los medios, abarca además una compleja actividad
de los sujetos que es desplegada durante el proceso y que está encaminada a demostrar la existencia o las
cualidades de personas o cosas, para lograr la finalidad mencionada.
El procesalista argentino Lino Palacio da un concepto abarcativo de todas esas cuestiones: “la prueba es la
actividad procesal, realizada con el auxilio de los medios establecidos en la ley, y tendiente a crear la
convicción judicial sobre la existencia o inexistencia de los hechos afirmados por las partes como
fundamento de sus pretensiones o defensas”.
Objeto de la prueba. Por objeto de la prueba se entiende todo aquello sobre lo que puede recaer prueba en
gral. Responde a la pregunta, ¿Qué se prueba?
El objeto de la prueba es el hecho a probar, por ejemplo, la autenticidad de un pagaré.
En principio, sólo los hechos afirmados por los litigantes pueden constituir objeto de prueba. Pero aquéllos
deben ser, además:
● controvertidos, o sea, afirmados por una de las partes y desconocidos o negados por la otra (afirmación
unilateral);
● conducentes para la decisión de la causa.
Puede suceder, en efecto, que un hecho haya sido afirmado, pero que carezca de relevancia para resolver las
cuestiones sobre las cuales versa la litis. En tal caso se dice que el hecho es inconducente. A esos dos requisitos
de los hechos se refiere el CPN, cuando supedita la apertura de la causa a prueba a la circunstancia de que se
hayan alegado hechos conducentes acerca de los cuales no hubiese conformidad entre las partes (art. 360).
Finalidad: lograr la convicción del juez. Esta no se identifica con la verdad, ya que ésta última podría ser
inaccesible, pero quien juzga debe tener la certeza de que ha alcanzado esa verdad, ésta última es independiente
de toda relación con el sujeto.
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Los hechos impeditivos o extintivos deben ser probados por el actor en los casos en que ellos constituyen el
fundamento de una pretensión. Tal ocurre, por ejemplo, cuando se pide la nulidad de un acto jurídico en razón
de mediar alguna circunstancia que obste a su validez; en el caso de que el deudor demanda para que se declare
la eficacia de un pago de consignación, etcétera.
Como consecuencia de las observaciones precedentemente expuestas, puede formularse la conclusión de que
cada parte soporta la carga de la prueba respecto de los hechos a los que atribuye la producción del efecto
jurídico que pretende.
Sin abdicar, empero, de tales reglas, un importante sector de la doctrina civilista, y algunos precedentes
judiciales, se viene últimamente orientando en el sentido de que, cuando la responsabilidad se funda en la culpa,
la carga respectiva recae con mayor intensidad sobre quien se halle en mejor situación de probar.
Tal lo que ocurre, v.gr., en materia de responsabilidad médica, en la cual si bien incumbe al paciente la prueba
de la culpa del profesional, la situación de superioridad procesal que ésta posee en virtud de sus conocimientos
técnicos y de las circunstancias que rodean el tratamiento o intervención quirúrgica otorga alto valor de las
presunciones judiciales, de modo que probados por el paciente ciertos datos empíricos, el juez debe deducir la
culpa del médico no probada de modo directo cuando el daño, en su ocurrencia conforme a la experiencia
común, no podría explicarse de otra manera que no fuese a causa de la comisión de culpa.
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-DERECHO EXTRANJERO: la aplicación de leyes extranjeras, cuando se autoriza, nunca tendrá lugar sino a
solicitud de parte interesada, a cuyo cargo será la prueba de la existencia de dichas leyes. A falta de prueba, el
juez aplicara el derecho nacional. La prueba del derecho extranjero debe consistir en la remisión de su texto
legal por la embajada del país de que se trate.
El hecho negativo → las máximas latinas “incube la prueba a quien dice, no a quien niega” y “la negativa
no tiene que ser probada” sólo son válidas en cuanto se refieren a la mera negativa o desconocimiento por
parte del demandado de los hechos afirmados por el actor. Pero son inaplicables en todos aquellos casos en
los que la ley hace de un hecho negativo el presupuesto de un efecto jurídico determinado. Cuando tal
circunstancia ocurre, la parte que invoque un hecho negativo, o un no-hecho, como fundamento de su
pretensión o defensa, no puede eximirse de la prueba respectiva. Palacio lo resume: “la alegación de que se
trata de un hecho negativo no releva de la prueba a quien lo aduce, si aquél es presupuesto de actuación de la
norma que esa parte invoca a su favor”.
Lo característico aquí es que esos hechos no son susceptibles de prueba directa, sino que se deducen a través de
la demostración de la existencia de hechos positivos. Las dificultades que a veces provoca la prueba de ese tipo
de hechos, explica que la jurisprudencia haya atenuado el rigorismo de las reglas atinentes a la carga de la prueba
cuando de ellos se trata.
Ejemplo: la falta de culpa que debe probar el dueño de una cosa para destruir la presunción establecida por el
art. 1113, 2º párrafo Cód. Civ. (“... en los supuestos de daños causados con las cosas, el dueño o guardián, para
eximirse de responsabilidad, deberá demostrar que de su parte no hubo culpa…”), es un hecho negativo cuya
existencia sólo puede deducirse de la prueba realizada por éste demostrando que adptó las precauciones y
diligencias necesarias para impedir el daño.
Fuentes de prueba
Es necesario distinguir previamente los medios de las fuentes de prueba. Decimos que son medios de prueba
“la actividad del juez, de las partes y de terceros, desarrollada dentro del proceso, para traer fuentes de prueba;
esa actividad se realiza de un modo determinado según cada ordenamiento procesal”. En cambio las fuentes
de prueba “son las personas o las cosas, cuyas existencias son anteriores al proceso e independientes de él,
que tienen conocimiento o representan hechos que interesan al proceso”.
Los medios de prueba son ilimitados. Es decir, la ley prevé algunos pero indica que los no previstos se
diligenciarán aplicando por analogía las disposiciones de los que sean semejantes o, en su defecto, de la forma
en que lo establezca el juez (art. 378 CPN). En cambio, las fuentes de prueba, son limitadas, puesto que existen
o no existen, no puede creárselas, y pertenecen a una realidad extraprocesal -mientras que los medios no se
conciben fuera de él-.
La distinción también determina el límite entre las que leyes que regularán cada una de ellas. Así, las leyes
sustanciales pueden legislar sobre fuentes (requisitos sobre instrumentos públicos y privados, capacidad de las
partes y testigos a declarar), mientras que las leyes procesales regulan exclusivamente lo referido a los medios
de prueba (en caso de existir las fuentes procesales, el cómo presentárselas al juez para que las conozca).
Medios de prueba: Son los elementos susceptibles de producir en el Juez convicción acerca de la existencia o
no de los hechos afirmados por las partes
El Art. 378 del Código procesal de la Nación dice: los medios previstos expresamente por la ley y por los que
el juez disponga, a pedido de parte o de oficio, siempre que no afecten la moral, la libertad personal de los
litigantes o de terceros, o no estén expresamente prohibidos para el caso.
Los medios no previstos se diligenciaran aplicando por analogía las disposiciones de los que sean semejantes
o, en su defecto, en la forma que establezca el juez.
El código enumera los siguientes medios de prueba: documental, informativa, confesión judicial o extrajudicial,
testimonial, pericial y reconocimiento judicial. Admite también las presunciones, aunque no en el sentido de
medio probatorio sino como forma de razonamiento judicial, incluidas dentro del artículo que trata de la
sentencia definitiva: las presunciones no establecidas por la ley constituirán prueba cuando se funden en hechos
reales y probados y cuando por su número, precisión, gravedad y concordancia, produjeron convicción según
la naturaleza del juicio de conformidad con las reglas de la sana critica. (Art. 163, inc 5).
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Los medios de prueba se realizan con el control de las partes, respetando el principio de bilateralidad, en cambio
cuando el juez obtiene conclusiones para su sentencia, lo hace en el más completo aislamiento.
Clasificación: Se suele hablar de medios directos (constatación judicial) e indirectos (pericial, testimonial),
según que los hechos sean o no percibidos inmediata y directamente por el juez.
Según su forma se alude a medios escritos (prueba documental) u orales (testimonios y declaración de partes).
Por su estructura se distingue entre medios personales (testimonial, confesional, dictamen pericial) o materiales
(documentos).
Si se considera la función que los medios desempeñan, estos se dividen en representativos o históricos, porque
traen al proceso hechos pasados (confesional, documental) y no representativos o críticos (constancia judicial).
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de la obligación, sino también que no se ha extinguido). E implicaba para el demandado que oponía
excepciones o defensas, la carga de probar los hechos en que ellas se fundaban. Críticas: esta regla no
brindaba una solución justa.
* La carga es de quien afirma, no de quien niega → como la aplicación de la máxima anterior tornaba
dificultosa la situación del actor, pareció más justo hacer recaer la carga probatoria en quien afirmaba un
hecho y liberar de ella a quien se limitaba a negar los hechos expuestos por su contrario. Por ejemplo: si el
demandado negaba la existencia de la obligación, el actor debía probarla; pero si el primero afirmaba haber
pagado, él tenía la carga de probar tal afirmación. Críticas: puede confundirse entre la simple negativa del
hecho afirmado por la parte contraria, con la alegación de un hecho negativo (además, no siempre es posible
distinguirlas).
* Frente a las objeciones al anterior principio, Chiovenda realizó una clasificación de los hechos en
constitutivos, impeditivos y extintivos.
- Al actor incumbe la prueba de los hechos constitutivos de su pretensión (será aquel hecho específico del que
surge inmediatamente el efecto jurídico pretendido). Ejemplo: si pretende el cumplimiento de un © de
compraventa, será hecho específico su celebración y todos las circunstancias que lo tipifican -cosa, precio,
plazos- (aunque están excluidas del
ámbito del hecho específico aquellos “requisitos generales o comunes a todas las relaciones jurídicas” y cuya
normalidad excusa la prueba de su existencia en el caso concreto -como la capacidad de las partes, la libertad
del consentimiento-).
- Al demandado incumbe la prueba de los hechos impeditivos, que son aquellos que implican la ausencia de
cualquiera de los requisitos generales o comunes (siempre que los afirme como fundamento de su defensa). Ej.:
en el caso dado, la incapacidad de los contratantes o la existencia de un vicio en el consentimiento deberían ser
probados por el demandado.
- En principio corresponde también al demandado probar la existencia de hechos extintivos. Siguiendo el
ejemplo, un supuesto de esto podría ser el pago de la obligación contractual.
Igualmente estas reglas no son absolutas: los hechos impeditivos o extintivos deben ser probados por el actor
en los casos en que ellos constituyen el fundamento de una pretensión (como cuando se pide la nulidad de un
acto jurídico en razón de mediar alguna circunstancia que obste a su validez); o el hecho de que mientras en las
obligaciones de dar y hacer el actor se limita a probar el hecho constitutivo pero no la omisión del cumplimiento,
en las obligaciones de no hacer el actor debe probar, además, la acción positiva del demandado por la que éste
dejó de cumplir. En conclusión, la regla podría ser “cada parte soporta la carga de la prueba respecto de los
hechos a los que atribuye la producción del efecto jurídico que pretende”.
* Carga de la prueba sobre quien pretende innovar → enunciada por Eduardo Bonnier, esta regla sostiene
que quien quiere cambiar una situación jurídica debe probar los hechos en que se funda tal cambio. Crítica:
resulta dificultoso determinar en cada caso quien alega la innovación7.
* Presupuestos de hecho de norma → propuesta por el alemán Leo Rosenberg, sostiene que cada parte
soporta la carga de la prueba sobre la existencia de los presupuestos de hecho de las normas sin cuya
aplicación no puede tener éxito su pretensión (cada litigante debe afirmar y probar los presupuestos fácticos
de las normas que le son favorables). Lo meritorio de esta teoría fue que trasladó la cuestión de la carga
probatoria de los hechos a la norma, contemplando todos los problemas posibles -pues al final, en la
sentencia, el juez lo que debe hacer es aplicar el derecho- (Rosenberg limita el tema de la carga probatoria
a una cuestión de aplicación del derecho).
Arazi piensa que de todas las reglas ésta es la más completa. Ejemplo: art. 625 Código Civil, según el cual el
obligado a hacer o prestar un servicio tiene que hacerlo en el tiempo y modo convenido sino se tendrá por no
hecho o podrá destruirse lo mal hecho. En este caso, quien pide el cumplimiento de la obligación de hacer no
tiene la carga de probar que la obligación no se cumplió -que no se hizo lo convenido- porque la norma no
contempla este supuesto, sólo debe acreditar la existencia de la obligación; y el deudor, de su cumplimiento (en
cambio, si la obligación se hubiere cumplido de forma distinta a la convenida el acreedor debe probar esa
diferencia, porque eso sí es un presupuesto de la norma).
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* La regla anterior cede frente a situaciones particulares en las que una de las partes se encuentra en mejores
condiciones de probar. Aquí se presentó la llamada Teoría de la carga probatoria dinámica (o el principio de
solidaridad y colaboración), que considera que tiene que probar la parte que se encuentra en mejores condiciones
para hacerlo.
Esta teoría es de vital importancia en los casos de responsabilidad médica (en el ámbito profesional en general),
en donde si bien incumbe al paciente la prueba de la culpa del profesional, la situación de superioridad procesal
que éste posee en virtud de sus conocimientos técnicos y de las circunstancias que rodean el tratamiento o
intervención quirúrgica otorga alto valor a las presunciones judiciales, de modo que probados por el paciente
ciertos datos empíricos, el juez debe deducir la culpa del médico no probada de modo directo cuando el daño,
de acuerdo a su común experiencia, no podría explicarse de otra manera que no fuese a causa de la comisión de
culpa por parte del profesional.
Frente a la crítica de que genera sorpresa en el sistema judicial, y rompe con la estructura clásica probatoria,
hubo autores con Eisner que proponen que se imponga al juez el deber de anticipar su criterio en materia de
distribución de la prueba, de modo que la parte sobre quien recaerá sepa con seguridad que la jurisdicción espera
su aporte probatorio bajo pena de aceptarse la afirmación fáctica de su contraria (podría hacerlo, por ejemplo,
como parte de la audiencia preliminar que prevé el CPN -aunque no el de Santa Fe-).
REGLAS DE LA CARGA DE LA PRUEBA. Estos principios o reglas sirven, en primer lugar, para que los
litigantes adecuen su conducta, sabiendo de antemano cuál de ellos tiene que acreditar el hecho controvertido.
En segundo lugar, las reglas constituyen preceptos que le sirven al juez para fallar cuando no encuentra en el
proceso la prueba de los hechos que interesan.
Las partes tienen la carga de la alegación y de la prueba, la última es consecuencia de la 1era, ya que no se
puede producir prueba sobre hechos que no han sido articulados en los escritos respectivos. La falta de prueba
perjudica a la parte que tenía la carga probatoria, para determinar esto último se han establecido distintas reglas
cuya observancia es obligatoria para el juez.
● es el actor quien tiene la carga de la prueba.
● la carga es de quien afirma, y no de quien niega.
● debe probar quien alega un hecho anormal (porque los hechos normales se presumen).
● quien quiere cambiar una situación jurídica debe probar los hechos en que funda el cambio
● cada afirmante debe afirmar y probar los presupuestos fácticos de las normas que le son favorables
Art. 377. – “Incumbirá la carga de la prueba a la parte que afirme la existencia de un hecho controvertido o de
un precepto jurídico que el juez o el tribunal no tenga el deber de conocer.
Cada una de las partes deberá probar el presupuesto de hecho de la norma o normas que invocare como
fundamento de su pretensión, defensa o excepción.
Si la ley extranjera invocada por alguna de las partes no hubiere sido probada, el juez podrá investigar su
existencia, y aplicarla a la relación jurídica materia del litigio.” CPCCN
El problema de la carga de la prueba surge frente a la ausencia de elementos de juicio susceptibles de fundar la
convicción del juez sobre la existencia o inexistencia de los hechos afirmados por las partes.
El juez siempre debe fallar la causa condenando o absolviendo, y no está facultado, por lo tanto, para declarar
que no ha podido decidirse. De allí la necesidad de ciertas reglas que le permitan establecer sobre cuál de las
partes ha de recaer el perjuicio derivado de la ausencia de prueba. Ante la incertidumbre que tal circunstancia
comporta, el juez dictará sentencia en contra de la parte que omitió probar pese a la regla que ponía tal actividad
a su cargo.
Las reglas tienen por objeto determinar cómo debe distribuirse, entre las partes, la actividad consistente en
probar los hechos que son materia de litigio. Estas reglas solo cobran importancia ante la ausencia de prueba
eficaz para suscitar certeza en el juez
Tales reglas, sin embargo, no imponen deber alguno a los litigantes. Quien omite probar, no obstante la regla
que pone tal actividad a su cargo, no es pasible de sanción alguna. Sólo ocurre que se expone al riesgo de no
formar la convicción del juez sobre la existencia de los hechos de que se trate, y, por consiguiente, a la
perspectiva de una sentencia desfavorable. La actividad probatoria constituye, como toda carga procesal, un
imperativo del propio interés.
FALTA DE PRUEBA.
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Perjudica a la parte que tenía la carga probatoria. Es este el momento en que operan las reglas de la carga de la
prueba.
FACULTADES DEL JUEZ. MEDIDAS PARA MEJOR PROVEER.
Como ya hemos visto, según el principio dispositivo, la iniciativa del proceso y la aportación de los hechos
dependen de la voluntad de las partes y, además, se confía exclusivamente a éstas la actividad consistente en
ofrecer y producir las pruebas tendientes a la demostración de sus afirmaciones.
Pero en razón de que esta última limitación es susceptible de impedir, en ciertos casos, el esclarecimiento de la
verdad jurídica objetiva, las leyes procesales admiten, en forma concurrente con la carga de la prueba que
incumbe a las partes, la facultad de los jueces de complementar, por propia iniciativa, el material probatorio
aportado por aquéllas. Tal facultad se concreta en la posibilidad de adoptar las denominadas medidas para mejor
proveer.
El art. 36 CPN establece, como regla de carácter general, que los jueces están facultados para ordenar, de oficio,
"las diligencias necesarias para esclarecer la verdad de los hechos controvertidos, respetando el derecho de
defensa de las partes" (inc. 2º).
No obstante la amplitud de todas esas disposiciones, está claro que los poderes de iniciativa probatoria que se
acuerdan a los jueces no significan, de ninguna manera, una derogación del principio dispositivo. Ello es así, en
primer lugar, porque tales poderes no autorizan la producción de diligencias probatorias que sean ajenas a los
"hechos controvertidos" en el caso concreto. Y en segundo lugar, porque los poderes del juez no están destinados
a excluir la actividad de las partes, sobre quienes continúa pesando la carga de la prueba. En rigor, la iniciativa
judicial en materia probatoria reviste carácter complementario.
Las partes disponen que hechos serán materia de prueba, y pueden transar, desistir el actor o allanarse el
demandado; pero no pueden requerir del juez una decisión sobre el litigio y sobre los hechos controvertidos e
impedirle que el verifique la exactitud o falsedad de esos hechos. Si los litigantes exigen un fallo justo, el juez
debe disponer de todos los medios para ello.
Las facultades instructorias de los jueces no pueden ejercerse, según la jurisprudencia, para suplir la omisión o
la negligencia de las partes, pues ello implicaría una manifiesta alteración del principio de igualdad procesal.
CPCCSF: ARTS 20 y 21.
La prueba anticipada: En general, puede entenderse por prueba anticipada aquella producida en una fase o
etapa anterior a aquella que ha previsto ordinariamente el procedimiento de que se trate. Justificada por
situaciones excepcionales que pueden amenazar la prueba misma o su calidad, la prueba anticipada no hace
sino reconocer y plasmar en el caso particular el derecho a probar que corresponde esencialmente a las partes
y que es propio del debido proceso.
La prueba anticipada puede producirse en Derecho civil o penal.
REQUISITOS DE LA PRUEBA ANTICIPADA
* Legitimidad.
* Pretensión genérica que se va a reclamar en el futuro.
* Razón que justifica la actuación anticipada.
Su importancia
La importancia en los alegatos es que el juez encuentra en forma metódica los hechos en que las partes fundan
sus pretensiones, la prueba que a cada uno de ellos se refiere y las razones que aducen para demostrar los hechos.
El alegato no solo es útil al Juez, sino también a la parte, pues contiene un preciso material aplicable en la
apelación. Un buen alegato, con referencia concretas nos permite realizar una critica de la sentencia de modo
rápido, concreto, claro y atinado.
No constituyen una pieza fundamental del procedimiento, ya que de su no presentación ningún perjuicio ni
sanción proviene al litigante.
ALEGATOS. CONCEPTO.
El alegato es el acto mediante el cual cada una de las partes expone al juez, por escrito, las conclusiones que
les sugieren las pruebas producidas en el proceso. No procede, pues, que en él los litigantes introduzcan
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cuestiones o defensas que no fueron propuestas en oportunidad de la demanda, contestación o reconvención,
debiendo limitarse a destacar el mérito o poder de convicción de los elementos probatorios, siempre en función
de los hechos que fueron objeto de la litis, los cuales quedan definitivamente fijados en aquellas oportunidades.
El plazo para presentar el alegato reviste carácter común, es decir, que vence para todas las partes el mismo día.
De allí que el actor pueda diferir su presentación hasta que venza el plazo acordado al demandado. Pero es
menester distinguir entre el plazo para presentar el alegato y el plazo durante el cual cada una de las partes tiene
el derecho de retener el expediente en su poder para consultarlo. Este último corre individualmente para cada
una de las partes, y si vencido el plazo el expediente no es devuelto, la parte que lo haya retenido perderá el
derecho de alegar sobre la prueba, sin necesidad de intimación previa.
La demora en que puede incurrir el actor en devolver el expediente, afectará, naturalmente, y aún podrá absorber,
el plazo que la ley acuerda al demandado para tenerlo a su vez en su poder. Por ello se ha decidido que, en tal
caso, el demandado debe solicitar la suspensión del plazo para alegar hasta tanto el expediente sea devuelto,
debiendo correrle aquél desde que se le notifica que el expediente se encuentra en secretaría a su disposición.
En caso de litisconsorcio, finalmente, deben computarse tantos plazos cuantos sean los litisconsortes (si, por
ejemplo, salvo que haya mediado unificación de personería, pues en tal caso los litisconsortes se consideran
como una sola parte.
Transcurrido el plazo para la presentación de los alegatos, el secretario, sin petición de parte, debe poner el
expediente a despacho y agregar los alegatos que se hubiesen presentado. Acto continuo, el juez debe dictar la
providencia llamando autos para sentencia.
Una vez dictada dicha providencia queda cerrada toda discusión y no procede la presentación de nuevos escritos
ni la producción de más pruebas, salvo aquéllas que el juez dispusiere diligenciar de acuerdo a la facultad que
se le acuerda (intentar una conciliación total o parcial del conflicto o incidente procesal, pudiendo proponer y
promover que las partes deriven el litigio a otros medios alternativos de resolución de conflictos. En cualquier
momento podrá disponer la comparecencia personal de las partes para intentar una conciliación).
ORDINARIO: Vencido el termino de prueba tendrán 15 días para alegar (ninguno puede ver el alegato del
adversario). Si no hubo apertura de causa a prueba, el plazo para alegar será de 10 días. En este proceso es por
escrito.
SUMARIO: Vencido el termino de prueba se correrá traslado a las partes por su orden para alegar por el termino
de 5 días.
SUMARISIMO: Los alegatos se darán de forma oral en la audiencia de vista de causa, no más de 20 min. cada
parte.
-Fundamentos y aplicación de la ley: su decisión debe fundarse en la ley vigente aplicando la norma jurídica
que corresponda con independencia de la invocada por las partes (IURA NOVIT CURIAE).
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-Decisión expresa, positiva y precisa. Conformidad con las pretensiones deducidas en juicio: refiere a la parte
dispositiva de la sentencia o fallo. Se exige una absoluta congruencia entre el contenido del fallo y las cuestiones
oportunamente planteadas por las partes, dicha congruencia integra uno de los principios básicos del debido
proceso.
-Plazo de cumplimiento: lo fijará el juez, de acuerdo con las circunstancias del caso, en las sentencias de condena
que son las únicas susceptibles de ejecución. En algunos casos el plazo está fijado por ley.
En caso de que la sentencia no fije el plazo para su cumplimiento, ella no es nula sino que se entiende que es
de cumplimiento inmediato, pudiendo ser ejecutada una vez que se encuentre firme.
Conforme lo dispone el Art 28 del CC, los plazos señalados por los tribunales comprenden los días feriados, a
menos que expresamente se señale otra forma de computarlos.
-Fundamento sobre costas, honorarios, temeridad o malicia: en cuanto a la declaración de temeridad y malicia
el Art. 163 Inc. 8 remite al 34 Inc. 6 CPN, que impone al juez el deber de hacer esa declaración, pero solo si l
os litigantes o profesionales intervinientes hubiesen incurrido en actitudes u omisiones que los hagan pasible de
sanciones, de lo contrario la sentencia nada dirá sobre el particular.
-Firma del juez: requisito esencial para que el pronunciamiento judicial exista como tal.
SENTENCIA. CONCEPTO.
Artículos 243 en adelante CPCCSF.
La sentencia definitiva es aquella resolución o acto jurídico procesal que, proviniendo únicamente del juez que
entendió en la causa, pone fin al proceso.
Mediante la sentencia el juez crea una norma individual que constituye una nueva fuente reguladora de la
situación jurídica controvertida en el proceso, y que, como manifestación trascendente que es del ejercicio de
la función jurisdiccional, debe ser acatada por las partes y respetada por los terceros.
ESTRUCTURA DE LA SENTENCIA:
• Resultandos. El juez resume el desarrollo del proceso, explicitando brevemente las cuestiones que
constituyen objeto del juicio;
• Considerandos. Aquí el Juez debe dar a conocer la motivación de su decisión, tratando específicamente
los medios de ataque y defensa propuestos por los litigantes. Realiza una evaluación con sentido crítico sobre
el contenido del proceso, y ejecuta la subsunción jurídica: contrasta la hipótesis de la norma con el caso concreto,
y evalúa su adecuación.
• Resolución. El Juez falla, y declara si hace lugar o no a las pretensiones, y si lo hace, en todo o en parte.
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EFECTOS DE LA SENTENCIA. (Alvarado Velloso):
-Termina el litigio: mediante un acto realizado por autoridad competente que debe ser legítimo y justo,
-concluye la actividad jurisdiccional: en relación a la cuestión decidida ya que el juez continúa siendo
competente para las impugnaciones, pretensiones cautelares, etc. Además la jurisdicción no es algo que se tiene,
es algo que se hace.
-da certeza en las relaciones jurídicas que estaban siendo discutidas.
-existencia del fenómeno de cosa juzgada:
-da ejecutoriedad a la decisión cuando es susceptible de ejecución.
Existen requisitos comunes a todas las resoluciones judiciales, cualquiera que sea su naturaleza, incluyendo
por lo tanto a la sentencia definitiva. Revisten carácter extrínseco, y son los siguientes
(CPCCN, arts. 160, 161 y 163):
1) Su redacción por escrito y, como es obvio, tratándose de instrumentos públicos, en idioma nacional
2) La indicación de la fecha y del lugar en que se dictan.
3) La firma del juez, cuando se tratare de resoluciones dictadas en primera instancia, o de los miembros del
tribunal o del presidente de éste según se trate, respectivamente, de sentencias (definitivas o interlocutorias) o
de providencias simples dictadas en ulteriores instancias.
Las providencias simples no requieren otras formalidades que su expresión por escrito, indicación de fecha y
lugar, y la firma del juez o presidente del tribunal. Sin embargo, ellas deben ser motivadas cuando causan
gravamen irreparable, porque en tal caso entrañan, para el litigante afectado, la pérdida de una facultad procesal.
En cuanto a las sentencias interlocutorias, deben contener, aparte de los requisitos precedentemente señalados,
los siguientes (art. 161 CPCCN):
1) Los fundamentos. Ello significa que deben apoyarse en los hechos controvertidos en el respectivo incidente
y en las normas jurídicas que los rigen, respetando la jerarquía de las normas vigentes y el principio de
congruencia (art. 34, inc. 4º).
2) La decisión expresa, positiva y precisa de las cuestiones planteadas.
3) El pronunciamiento sobre costas.
En lo que atañe, finalmente, a las sentencias dictadas con motivo de un desistimiento, de una transacción o de
una conciliación, deben dictarse en la forma prevista para las providencias simples o para las sentencias
interlocutorias según que, respectivamente, homologuen o no tales actos.
Entonces: El art. 163 CPN enuncia dos requisitos que son comunes a todas las resoluciones judiciales, incluida
la sentencia. Tales son los referentes a la mención del lugar y fecha del pronunciamiento (inc. 1º) y a la firma
del juez (inc. 9º).
A tales requisitos la norma mencionada agrega otros propios de la sentencia definitiva (de primera instancia):
1) los resultandos (autos y vistos),
2) los considerandos, y
3) la parte dispositiva o fallo propiamente dicho.
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RESULTANDOS a) Nombre y apellido de las partes.
(autos y vistos): b) La identificación del objeto del juicio, es decir, la mención de los hechos
alegados por las partes en sus escritos de demanda, contestación, reconvención
y contestación de esta, asi como del objeto y de la causa de la pretensión o
pretensiones deducidas.
La sentencia debe guardar estricta correlación con lo pretendido en la demanda o reconvención en su caso.
ARTÍCULO 246º.- La sentencia dictada en segunda instancia no podrá recaer sobre puntos que no hubiesen
sido sometidos a juicio en primera, a no ser:
1°) Sobre excepciones nacidas después de la sentencia.
2°) Sobre daños, perjuicios, intereses u otras prestaciones accesorias debidas con posterioridad a la sentencia
de primera instancia.
3°) Sobre prescripción de acuerdo con lo dispuesto por el Código. Civil.
En todos los casos, podrá decidir sobre los puntos omitidos en la de primera instancia, háyase o no pedido
aclaratoria, siempre que se trate de cuestiones a las que ella que no pudo entrar a causa de la decisión dada a
un artículo previo o que se trate de una substanciada y omitida en la sentencia sin fundamento aparente, y que
se pida el pronunciamiento, al expresar o contestarse agravios; en este último caso, se dará traslado por tres
días a la otra parte.
FORMACIÓN DE LA SENTENCIA.
La sentencia es en sí misma un juicio; una operación de carácter crítico. El juez elige entre la tesis del actor y
la del demandado (o eventualmente una tercera) la solución que le parece ajustada al derecho y a la justicia. Esa
labor se desenvuelve a través de un proceso intelectual cuyas etapas pueden irse aislando separadamente y al
que la doctrina llama formación o génesis lógica de la sentencia.
La sentencia tiene, sin duda, una lógica que le es particular y que no puede hallarse ausente de ella. Pero el
proceso intelectual de la sentencia no es una pura operación lógica, porque hay en ella muchas otras
circunstancias ajenas al simple silogismo.
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Sentencia, fallo, condena y veredicto no son sinónimos. Estas cuatro palabras tienen significados muy
diferentes, por lo que se recomienda no emplearlas indistintamente.
Sentencia alude a la resolución que, dictada por un juez, pone fin a una causa judicial.
Una de las partes finales de toda sentencia es el fallo, que es el pronunciamiento jurídico sobre la cuestión
debatida.
El fallo, por su parte, puede absolver al imputado o condenarlo, esto es, imponerle una pena.
Veredicto, por último, denota el ‘fallo pronunciado por un jurado’ y el ‘parecer, dictado o juicio emitido
reflexiva y autorizadamente’.
SUBSUNCIÓN.
En el momento en que se lleva a cabo el acto de fundamentación de una sentencia judicial los hechos son
subsumidos deductivamente dentro de un conjunto de normas aunque hoy en día parte de la doctrina afirma que
el juez no solo subsume el hecho a la norma sino que, en las sentencias se encuentran decisiones elaboradas por
el juez, valiéndose para ello de toda clase de elementos extrajudiciales (valores, moral, etc.).
Como respuesta a esta interrogante existen, al menos, tres grupos de opiniones distintas:
-Según el paradigma tradicional, el cual sigue siendo dominante hasta la fecha, el acto de fundamentación de
un fallo judicial se sigue de un proceso más o menos lógico (“modelo de subsunción”). La sentencia se infiere
deductivamente de la argumentación racional de los operadores jurídicos, quienes determinan, primeramente,
los hechos relevantes y, después, las normas dentro de las cuales sea posible enmarcar esos hechos hasta llegar
lógicamente al fallo.
-Según una segunda teoría, la decisión judicial es el resultado de un proceso inverso al expuesto arriba. El juez
empieza con una conclusión previamente adoptada (deseada) y posteriormente busca, la justificación adecuada
en las distintas normas del ordenamiento jurídico. Lo que el operador del Derecho hace es justificar sus fallos
de acuerdo con sus gustos y preferencias morales, políticas, religiosas o económicas.
-Para una tercera, conocida como la teoría del “ir y venir”, no existe, un criterio metodológico único para adoptar
una sentencia, por lo que se hace necesario acudir constantemente a la norma y a los hechos para dictar el fallo,
todo valiéndose de múltiples herramientas, que no siempre son lógicas o racionales. De allí la inevitable
debilidad epistemológica de toda sentencia judicial.
PRINCIPIO DE CONGRUENCIA.
Comúnmente se puede confundir sentencia incongruente con sentencia arbitraria. Sin embargo, son diferentes.
La primera ataca el requisito de la congruencia procesal, la segunda la motivación.
Congruencia es la adecuación entre las peticiones de las partes deducidas oportunamente en el pleito y la parte
dispositiva de la resolución judicial.
La ley exige una estricta correspondencia entre el contenido de la sentencia y las cuestiones oportunamente
planteadas por las partes, lo que supone la adecuación del pronunciamiento a los elementos de la pretensión
deducida en el juicio.
TIPOS DE INCONGRUENCIA.
Cuando existe discordia entre el fallo y las peticiones de las partes deducidas oportunamente en el proceso. Que
hay tres tipos de sentencias incongruentes:
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✔ Aquella que omite el examen de cuestiones propuestas por las partes (citra petita)
✔ Sentencias que se pronuncian sobre pretensiones no articuladas (extra petita)
✔ Aquella que excede el límite cuantitativo o cualitativo de las peticiones contenidas en la pretensión,
concediendo o negando más de lo reclamado por las partes (ultra petita)
MOTIVACIÓN SUFICIENTE.
Entre los requisitos que debe reunir una decisión jurisdiccional, encontramos a la motivación, que constituye
una exigencia constitucional para evitar la expedición de sentencias arbitrarias, y por ende consiste en una
justificación racional de la misma.
La motivación de una decisión jurisdiccional implica tanto una justificación o racionalización del elemento
jurídico como el factico en la sentencia.
Los fallos arbitrarios son fallos que no tienen una motivación suficiente. Algunos de ellos son: los errados en
su juicio lógico, aquellos con motivación irracional del derecho, aquellos con motivación irracional de los
hechos y aquellos incongruentes.
ARTÍCULO 105º.- Las providencias de mero trámite serán dictadas en el día que el pedido fuere puesto al
despacho; los autos interlocutorios o resoluciones de incidentes, dentro de los cinco días y las sentencias
definitivas, en el término que se designe para cada clase de juicio.
JUICIO ORDINARIO: ARTÍCULO 407º.-. Evacuados los alegatos de bien probado o el segundo traslado en
las cuestiones de puro Derecho, se llamarán los autos para definitiva y se dictará sentencia dentro de los treinta
días siguientes.
JUICIO SUMARIO: ARTÍCULO 412º.- Evacuados los alegatos o el segundo traslado o vencido el término para
hacerlo, se llamará autos para definitiva y se dictará sentencia dentro de diez días.
Anteriormente la inobservancia de los plazos establecidos para dictar sentencia definitiva autorizaba a
interposición del recurso de queja por denegación o retardo de justicia, que debía deducirse ante la cámara de
apelaciones correspondiente o ante la Corte Suprema según que, respectivamente, la demora fuere imputable a
un juez de primera instancia o a una cámara de apelaciones. En ambos casos, se constituía presupuesto del
recurso el previo requerimiento que debía formularse ante el juez o tribunal morosos, y el transcurso de un plazo
sin que dicho requerimiento resultare satisfecho.
La práctica evidencio la inoperancia de ese remedio, resultado que obedeció, particularmente, a la circunstancia
de que los litigantes rehuían su utilización frente a la perspectiva de crear en los jueces un estado anímico
adverso a la satisfacción de sus intereses. Además, a la escasa agilidad del sistema se sumaba el hecho de que
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los tribunales competentes para conocer del recurso acostumbraban a requerir previamente un informe al juez
o a la cámara acerca de las causas de la demora, y de que el tiempo que insumía el cumplimiento de dicho
trámite era generalmente aprovechado para dictar la sentencia.
Es por ello que el CPCCN suprimió ese recurso es instituyo, como arbitrio tendiente a solucionar el problema
de la posible morosidad judicial, el sistema consistente en la perdida automática de la competencia de que eran
pasibles los jueces que no pronunciaban sentencia dentro de los plazos correspondientes y sus eventuales
prorrogas. Art. 167 CPCCN.
(En la práctica no se da).
ARTICULO 110. Cuando el retardo se refiera a sentencia definitiva o interlocutoria, presentado el pedido de
pronto despacho, los jueces tendrán para fallar un término igual al que debió observarse. Si no lo hicieran,
cualquiera de las partes podrá solicitar que la sentencia sea pronunciada por un conjuez, cuya designación se
efectuará de inmediato, por sorteo, de la lista respectiva. El pedido producirá ipso facto la pérdida de la potestad
del juez para dictar el pronunciamiento. Si éste entendiera no haber vencido el plazo, elevará los autos al
superior, que resolverá sin trámite alguno. En tratándose de simple auto o decreto, el superior, una vez
substanciada la queja, ordenará al juez que lo emita dentro del plazo que le fije so pena de incurrir en
responsabilidad civil y administrativa.
El artículo prevé un procedimiento diferente dependiendo si se trata de una sentencia definitiva o interlocutoria
o un simple auto o decreto.
Para las sentencias definitivas o interlocutorias, se debe presentar un pedido de pronto despacho y los jueces
tendrán para fallar un término igual al que debió observarse. Vencido dicho plazo, las partes podrán solicitar
que la sentencia sea pronunciada por un conjuez.
El pedido de designación del juez produce ipso facto (por el hecho mismo) la pérdida de la potestad del juez
para dictar el pronunciamiento, y deberá remitir los autos en el plazo de 3 días al conjuez.
El juez no pierde su competencia, solo queda imposibilitado para dictar sentencia, pero continuará interviniendo
en los demás trámites como ser incidentes, medidas precautorias, recursos.
Una vez dictado y notificado el pronunciamiento, resuelta la aclaratoria o concedido el recurso, termina la
facultad del conjuez y los autos volverán al juez subrogado, que continuará interviniendo en los trámites
posteriores.
ARTICULO 111. Si el magistrado demorase la designación del conjuez o si, producida la designación de éste,
no le pasare los autos dentro de tres días o, en su caso, no los elevase al superior en igual término, incurrirá en
falta grave. Las partes podrán recurrir en queja al superior, que aplicará al juez las sanciones previstas para estos
casos, además de arbitrar, si lo estimare conveniente, las medidas necesarias para el cumplimiento de los actos
omitidos.
ARTICULO 112. Designado el conjuez, se lo notificará así como a las partes, dentro de dos días. Estas podrán
hacer uso del derecho que les acuerda al artículo 10, dentro de los tres días subsiguientes. Vencido el plazo, el
conjuez quedará investido, sin ninguna otra formalidad, de la facultad de dictar decisión, y desde entonces
correrá el término para pronunciarla, plazo que será doble del fijado para el auto o sentencia que corresponda.
El conjuez no podrá ser recusado sin expresión de causa.
ARTICULO 113. Dictado y notificado el pronunciamiento; resuelta la aclaratoria en su caso; concedido los
recursos o vencidos los plazos para deducirlos, terminará la función del conjuez. Los autos volverán al juez
subrogado, que continuará interviniendo en los trámites posteriores del proceso.
LA COSA JUZGADA.
La cosa juzgada es aquella sentencia que ha quedado firme, es decir es inmutable, y dado que ha vencido el
plazo para interponer recurso alguno la misma es inimpugnable.
119
TIPOS.
Existe cosa juzgada en sentido formal, cuando es inimpugnable la sentencia dentro del proceso en el cual se
dictó por haber vencido el término para su impugnación. Al operarse tal preclusión, que obsta al ataque directo
de la sentencia, se dice que ésta adquiere autoridad de cosa juzgada en sentido formal. Sin embargo esta clase
de cosa juzgada permite la posibilidad de obtener, en un proceso posterior, un resultado distinto al alcanzado
en aquél. Tal lo que ocurre, por ejemplo, en el juicio ejecutivo, en el cual cualquiera que haya sido el contenido
de la sentencia, queda a salvo al vencido, con ciertas limitaciones, el derecho de promover un proceso de
conocimiento tendiente a obtener su modificación (por ejemplo, en un juicio ejecutivo por pago de un cheque,
puede discutirse luego, en otro proceso, la causa de esa obligación).
Cuando en cambio la sentencia, aparte de ser no susceptible de ese ataque directo mediante la interposición de
un recurso, también lo es de ataque indirecto a través de la apertura de un nuevo proceso, se dice que aquélla
goza de autoridad de cosa juzgada en sentido material. Inmutabilidad de la sentencia. Es decir, a la
irrecurribilidad de la sentencia, se agrega la imposibilidad de que en cualquier circunstancia y en cualquier otro
proceso se juzgue de un modo contrario a lo decidido por aquélla.
De lo expuesto se desprende, asimismo, que la cosa juzgada en sentido material presupone la cosa juzgada
formal; y que esta última, por consiguiente, puede existir con independencia de la primera. Sólo cuando a la
inimpuganibilidad (cosa juzgada formal), se agrega la inmutabilidad de la sentencia (cosa juzgada material),
estamos en presencia de la cosa juzgada.
PARA QUE UNA DECISIÓN JUDICIAL ADQUIERA AUTORIDAD DE COSA JUZGADA, ES NECESARIO
QUE SE HAYA DICTADO EN UN PROCESO CONTRADICTORIO Y CON CARÁCTER FINAL. De allí que
no sean susceptibles de adquirir aquella calidad los pronunciamientos dictados en los procesos de jurisdicción
voluntaria.
Tampoco adquieren autoridad de cosa juzgada las sentencias interlocutorias, pues estas solo producen
preclusión acerca de las cuestiones procesales sobre que versan y carecen de efectos extraprocesales.
FUNDAMENTO
Según PALACIOS la cosa juzgada no constituye un atributo esencial y necesario de la sentencia, sino una
simple creación del ordenamiento jurídico, que puede o no acordar tal autoridad a los pronunciamientos
judiciales definitivos sin que con ello quede afectado principio lógico u ontológico alguno. La cosa juzgada no
es más que la "duración de la vigencia de las sentencias judiciales —en verdad, de cualquier norma jurídica—
originada en la prohibición impuesta normativamente a los órganos de la colectividad de derogarlas por medio
de otras normas jurídicas posteriores". De allí la inutilidad de cualquier teoría que pretenda justificar la
institución de la cosa juzgada fuera de un criterio estrictamente axiológico. Y en ese orden de ideas, parece
obvio que son valoraciones de seguridad y de orden —más que de justicia estricta— las que sustentan su
mantenimiento en el orden jurídico.
LIMITES.
La cosa juzgada afecta solamente a quienes fueron partes del proceso en que se dictó la sentencia investida
de aquella autoridad y a sus sucesores universales (cosa juzgada subjetiva). Ésta, por consiguiente, no puede
beneficiar ni perjudicar a los terceros que han sido ajenos al proceso. Por partes debe entenderse no sólo a los
sujetos activo y pasivo de la pretensión procesal sino también a todas aquellas personas que, en las condiciones
previstas en la ley, se han incorporado voluntariamente al proceso o han sido citadas para intervenir en él, y a
quienes la sentencia afecta como a los litigantes principales.
La sentencia dictada obliga a los terceros como a los principales- art 308.-
120
La misma regla rige en materia de sustitución procesal.
Art. 114. - La sentencia hará cosa juzgada en favor o en contra del deudor citado, haya o no comparecido.
(CPCCN).
Sin embargo, el principio enunciado admite algunas excepciones fundadas en las vinculaciones jurídicas
existentes entre las partes y terceros. Tratándose de obligaciones solidarias, por ejemplo, la sentencia dictada
contra uno de los codeudores no es oponible a los demás, a su vez, el deudor no puede oponer a los demás
coacredores la sentencia obtenida contra uno de ellos (art. 832 CCC).
EFECTOS.
-Contra ella no proceden recursos ordinarios o extraordinarios susceptibles de modificarla. (Impugnabilidad).
- Las decisiones no pueden ser alteradas por otra autoridad que actúe de oficio o a petición de parte, y en caso
de que se promoviera otro proceso con el mismo contenido, será oponible la cosa ya juzgada. (Inmutabilidad).
- Existe la posibilidad de ejecutar forzosamente la sentencia en caso de que el perdidoso no la cumpla
voluntariamente. (Coercibilidad).
a) Mediante la sentencia el juez crea una norma individual que constituye una nueva fuente reguladora de la
situación jurídica controvertida en el proceso, y que, como manifestación trascendente que es del ejercicio de
la función jurisdiccional, debe ser acatada por las partes y respetada por los terceros.
El efecto natural de toda sentencia consiste, por consiguiente, en su obligatoriedad o imperatividad, pues si así
no fuese es obvio que ella carecería de objeto y de razón de ser.
b) Junto a ese efecto natural, existen efectos particulares que resultan del contenido de la sentencia: quedará así
eliminada la incertidumbre sobre la existencia, eficacia, modalidad o interpretación de una relación o estado
jurídico si se trata de una sentencia meramente declarativa (incluyendo su modalidad constitutiva); nacerá un
título ejecutivo a favor del vencedor en el supuesto de que el sujeto pasivo de una sentencia de condena no se
avenga a cumplir la prestación que aquélla le impuso y quedará integrada la correspondiente relación jurídica
si se trata de una sentencia determinativa.
c) Algunos autores consideran que también constituye un efecto de la sentencia la extinción de la competencia
del juez con respecto al objeto del proceso. Se trata, sin embargo, de un efecto relativo, pues el juez que dictó
la sentencia tiene atribuciones para conocer del recurso de aclaratoria, decretar medidas cautelares, decidir los
incidentes que tramitan por separado, etcétera (CPN, art.166). En rigor, como observa PODETTI, más que de
una extinción de la competencia se trata de una suspensión parcial y transitoria de ella, que es reasumida por el
juez, a los fines de la ejecución, una vez ejecutoriada la sentencia (art. 166, inc. 7).
d) Aparte de los mencionados, la sentencia produce efectos secundarios o indirectos, a los cuales caracteriza el
hecho de ser consecuencia directa de algún efecto principal o del simple pronunciamiento del fallo. Tales son,
por ejemplo, la facultad de pedir el embargo preventivo, la imposición de las costas al vencido, etc.
EFECTOS TEMPORALES
La clase de sentencia de que se trate determina el alcance temporal de sus efectos.
- Las sentencias declarativas, como principio, proyectan sus efectos hacia el momento en que tuvieron
lugar los hechos sobre los cuales versa la declaración de certeza: declarada, por ejemplo, la nulidad
absoluta de un acto jurídico, la declaración judicial se retrotrae a la fecha en que aquél se celebró.
- Las sentencias constitutivas sólo producen efecto, como principio, hacia el futuro (ex mine). Pero la
regla, como antes se advirtió, no es absoluta, y en cada caso, por consiguiente, será necesario atenerse
a lo que dispongan las pertinentes prescripciones legales.
- Si se trata de sentencias de condena, el tema de los efectos temporales reviste importancia a los fines
de determinar la fecha desde la cual corresponde.
121
REVISIÓN.
Una vez concluido un debate en juicio y agotadas las instancias, su prosecución no puede proseguir, en principio.
No hay nada específicamente regulado en el sistema procesal argentino respecto a qué sucede si a posteriori, de
una etapa procesal, se determina la existencia o inexistencia o inexactitudes de elementos probatorios, falta de
alguna notificación que ha colocado a una de las partes en indefensión, o si se ha extraviado algún escrito del
expediente en el que se materializa el proceso, o si se ha determinado un engaño, que incluso puede extenderse
a una cuestión documental, o se ha demostrado que una pericia, no es tal, por, ejemplo, no ser el perito experto
en la materia llamada a investigar, no estar en las listas oficiales, etc. En definitiva, algún vicio que lleva al juez
a ponderar los elementos obrantes en el expediente en un sentido que hubiese sido distinto, de tener la verdad
en el cuerpo del expediente, o, a lo menos, lo que se da en denominar, la verdad formal.
La admisión de la revisión de la cosa juzgada, o sea aquella sentencia que quedó notificada y firme, sea definitiva
o interlocutoria, es poco admitida. En algunos casos como en el del maestro Palacio, la parte deberá promover
un incidente de nulidad. Un incidente, o sea un proceso dentro del otro, lo que es lo mismo que decir que no es
factible un medio de impugnación sino dentro de los plazos de los procesos madre. Aunque posteriormente
admitió que luego de la sentencia pudiera ser factible un nuevo dictado de la misma.
En general ha habido una fuerte resistencia a la admisión de un proceso autónomo, con independencia funcional
del proceso principal, o se ha concedido la posibilidad bajo severos cuestionamientos:
CHIOVENDA ha sostenido la posibilidad de la revisión teniendo en cuenta que la llamada "cosa juzgada" se
debe considerar en función de su utilidad y oportunidad poniendo de resalto la justicia.
CARNELUTTI, la admite cuando la sentencia se ha hecho intolerable, o socialmente intolerable y considera
solamente la hipótesis de una decisión aparente y no real, como consecuencia de un proceso ficto y arreglado
entre las partes.
ROSEMBERG la admite en circunstancias graves.
COUTURE como una acción revocatoria en caso de dolo o colusión.
La revisión consiste en rever los pronunciamientos jurisdiccionales después que han adquirido ese atributo que
le confiere la cosa juzgada.
Cuando la sentencia padece de vicios, o se produce una modificación de aquellas circunstancias que dieron
origen al fallo, es necesario atacarla.
Ello lo hace el perjudicado pretendiendo revertir esa situación a fin de enmendar la injusticia.
Cabe dejar en claro que ésta posibilidad de impugnación consiste en una acción y no en un recurso como alguna
vez se ha sostenido.
Es acción porque procede contra decisiones firmes a diferencia de los recursos; los defectos que pueden
impugnarse deben ponerse de relieve con circunstancias posteriores a la decisión y nunca contra una norma
jurídica, esto no excluye la revisión por la ley más benigna que es una de las causas de procedimiento prevista
en el régimen penal, como así lo hace un recurso.
Dadas las características de la acción, las condiciones para su interposición son taxativas y
de interpretación restrictiva. Las causales pueden agruparse en dos categorías:
1. Las derivadas de falsedad o fraudes procesales que culminaron en un pronunciamiento. Vicios que "per se"
deben considerarse trascendentes.
2. Las que surgen de los hechos o elementos de pruebas nuevos que demuestren que la sentencia no se adapta a
lo que realmente ocurrió.
Ante la pregunta que se impone, es decir, si la cosa juzgada es por esencia inmutable y permanente o, por el
contrario, es alterable, debe contestarse que combina una y otra.
La realidad externa nos indica que la cosa juzgada rige o permanece ilimitadamente, es decir, es inmutable, en
ciertas hipótesis básicas en las que se manifiesta la incidencia de acontecimientos externos:
a) relaciones jurídicas agotadas por el cumplimiento del fallo;
b) relaciones jurídicas en curso de cumplimiento con respecto a los tramos, etapas o partes cumplidas, ya que
sobre las restantes bien podría jugar la mutabilidad;
c) relaciones jurídicas derivadas del derecho administrativo cuando, por su naturaleza, confirieran un derecho
subjetivo de propiedad, insusceptible de ser alterado (por ejemplo: las jubilaciones que, según jurisprudencia de
la Corte Suprema Argentina, se regulan por la norma vigente al tiempo de su otorgamiento). Si se sostiene la
122
existencia de la clásica cosa juzgada formal, la inmutabilidad del fallo se dará solamente cuando haga cosa
juzgada material.
LA ACCIÓN DE NULIDAD DE SENTENCIA FIRME. (ver leading case “Campbell Davison c/ Provincia
de Buenos Aires”)
Primero, la revisión de la cosa juzgada es un supuesto extraordinario y excepcional en la vida del derecho, toda
vez que tiende a despojar de fundamentos al principio de seguridad jurídica, estimando para ello que es mejor
evitar el fraude supuesto a consagrar un derecho incierto.
Segundo, proviene de la naturaleza probatoria y las reglas constitucionales que, estableciendo al proceso judicial
como la auténtica garantía constitucional establecida para el debate dialéctico entre las personas, y como medio
específico para resolver conflictos y controversias, queda inmerso en un mar de sospechas donde las
presunciones juegan un rol preferente, pero no exclusivo.
La tercera cuestión es la que ahora debemos abordar porque se refiere a los principios necesarios e
imprescindibles para que una sentencia que alcanzó carácter definitivo e inmutable, se pueda revocar por fraude
o colusión. En la revisión de la cosa juzgada, los errores de procedimiento deben ser tan graves que afecten la
garantía del debido proceso. Sabemos ya que todo aquello que reposa en la intelección del juez y deriva en una
decisión, refleja legalidad y justicia que, de ser resistida, toma el camino de los recursos y vías de impugnación.
La cosa juzgada es una de las instituciones trascendentes de cualquier sistema jurídico en la medida que afianza
la seguridad jurídica y la confianza en el sistema judicial. De otro modo, la posibilidad de reiterar lo debatido,
cualquiera sea el argumento que lo admita, provocaría una gran incertidumbre y la ausencia de certeza, que es
sin lugar a dudas, la síntesis del derecho
Lo que debemos atender es la posible fractura de la cosa juzgada cuando se advierte que en el proceso donde
ella se ha consagrado, tiene vicios trascendentes que inficionan la totalidad de esos actos definitivos.
Vamos a suponer que el proceso es fraudulento. La revisión, en estos casos, se admite porqué no es posible
validar el derecho declarado en un proceso donde existe cohecho, violencia u otra maquinación. La admisión
genérica de la institución de la cosa juzgada en el ordenamiento jurídico, no significa que se consagre con la
sola sustanciación formal de un litigio, pues cuando existen vicios que trascienden el espacio que resuelven los
principios de las nulidades procesales, se puede atacar la eficacia final de la sentencia dictada sin advertir el
dolo o el fraude. La institución de la cosa juzgada, como todas las instituciones legales, se debe organizar sobre
bases compatibles con los derechos y garantías fundamentales. No a toda sentencia puede reconocérsele fuerza
de resolución inmutable, sino sólo a aquéllas que han sido precedidas de un proceso contradictorio en el que el
vencido haya tenido adecuada y sustancial oportunidad de audiencia y prueba. No puede invocarse el principio
de inmutabilidad de la cosa juzgada cuando no ha existido un auténtico y verdadero proceso judicial.
123
EJECUCIÓN DE SENTENCIAS. (arts. 261 y siguientes CPCCSF)
La ejecución, es la última fase o etapa del procedimiento, hace que el mandato general contenido en la sentencia
se cumpla, se materialice en el mundo de lo físico, ya que de otra manera se frustraría la finalidad del derecho
procesal, que no es otra que la de hacer efectivo el derecho, quedando reducida la sentencia a un estudio con
valor exclusivamente lógico o pedagógico, y sin eficacia práctica.
PRESUPUESTOS DE LA EJECUCIÓN
La ejecución para su realización requiere de la presencia de determinados presupuestos, a saber:
1) Presencia de un título que apareje ejecución;
2) Presencia o exigencia de la actio judicati;
3) Existencia de bienes sobre los cuales deba recaer la ejecución, y
4) Inejecución voluntaria del fallo por parte del deudor condenado en la sentencia.
124
retarde el cumplimiento del mandato judicial y para ello el juez aplica las astreintes como castigo compulsivo
y progresivo en el tiempo, aumentando el monto de las astreintes en proporción al mayor retardo del obligado.
CLASES:
● Desistimiento del proceso: el actor puede intentar nuevamente la satisfacción de su pretensión en otro
juicio. Antes de notificada la demanda el actor podrá expresar al juez que ha decidido no continuar con
el proceso. En tal caso se dan por finalizadas las actuaciones, debiendo aquel pagar las costas originadas,
que incluyen la tasa de justicia, los honorarios de los profesionales que intervinieron hasta ese momento
y demás gastos ocasionados.
Si ya se notificó la demanda, es necesario requerir la conformidad del demandado, a quien se le dará traslado
del desistimiento, notificándosele personalmente o por cedula, bajo apercibimiento de tenerlo por conforme en
caso de silencio; si mediare oposición, es desistimiento carecerá de eficacia, debiendo proseguir el trámite de la
causa. No se dicta sentencia.
● Desistimiento del derecho: importa una renuncia definitiva. Cuando el actor desiste del derecho no es
necesaria la conformidad del demandado. Desde el momento en que no podrá promoverse otro proceso,
por el mismo objeto y causa, no requiere conformidad de la parte contraria. Hay dictado de sentencia.
NO SE RENUNCIA A LA ACCIÓN COMO DICE EL CÓDIGO.
El desistimiento puede ser total o parcial en cuanto a su objeto (según se renuncie a todas las pretensiones
acumuladas o no) y al sujeto (según se renuncie a todos o no en los casos de litisconsorcio voluntario).
REVOCACIÓN: El desistimiento no se presume y podrá revocarse hasta tanto el juez se pronuncie, o surja del
expediente la conformidad de la contraria.
La manifestación del actor tiene que ser categórica, aun cuando no requiere de términos sacramentales. Una vez
que se lo tuvo por desistido mediante la respectiva resolución judicial ya no se podrá retractar.
En el desistimiento del derecho no se puede revocar porque opera de pleno derecho.
COSTAS: son a cargo de quien desiste, salvo cuando se debe exclusivamente a cambios de legislación y
jurisprudencia y se llevare a cabo sin demora injustificada. Por supuesto, las partes pueden acordar otra forma
de distribución de costas. El fundamento de que sean a cargo de quien desiste no reside en la derrota, sino en la
molestia ocasionada para luego abandonar el proceso.
ALLANAMIENTO.
Constituye un acto procesal de carácter unilateral por el cual el demandado se somete a la pretensión del actor.
Puede tener lugar en cualquier etapa del proceso, antes de dictada la sentencia definitiva.
Cumple o manifiesta su intención de cumplir aquello que reclama el actor, pero tal actitud no implica que aquel
admita como ciertos los hechos expuestos en la demanda ni reconozca el derecho invocado.
Impone al juez el deber de dictar sentencia, salvo que estuviera comprometido el orden público, en cuyo caso
carecerá de efectos y continuara el proceso según su estado.
El allanamiento no requiere formas sacramentales pero debe ser formulado por el demandado de manera que no
deje duda alguna. Además el sometimiento a la pretensión del actor debe ser absoluto y total, sin
condicionamiento, ya que lo contrario importaría una propuesta de transacción.
Solo pueden ser objeto de allanamiento las relaciones jurídicas disponibles, esto es, las susceptibles de
transacción o renuncia, y en general siempre que no este comprometido el orden público.
En caso de litisconsorcio facultativo, el allanamiento de un litisconsorte solo produce efectos respecto de él,
pero el juicio debe continuar con los restantes, teniéndose en cuenta dicho allanamiento para el momento de dar
la sentencia definitiva; en este tipo de litisconsorcio es posible dictar sentencia haciendo lugar a la pretensión
respecto de un litisconsorte, fundada en el allanamiento, y rechazándola con relación a los demás.
125
Si se trata de un litisconsorcio necesario, el allanamiento de un codemandado carece de efectos sobre el objeto
del proceso y, únicamente puede tener eficacia con relación a la forma de imposición de costas, pudiendo
eximirse de ellas a quien se allano.
COSTAS: en principio, son a cargo del demandado que se allana, porque reviste la calidad de vencido. No
obstante, no se impondrán las costas al vencido cuando el allanamiento sea real, incondicionado, oportuno, total
y efectivo.
Además para la exención de costas, el demandado no debe haber incurrido en mora ni adoptado una actitud que
por su culpa hubiera dado lugar a la reclamación judicial.
CLASES: el allanamiento puede ser efectivo o consistir en una simple manifestación del demandado. En este
último caso el juez deberá dictar sentencia definitiva, a fin de crear el titulo ejecutorio para que el demandante
pueda obtener lo que pide.
Cuando el allanamiento es efectivo, será suficiente una sentencia interlocutoria que ponga fin al proceso.
Si se trata de un allanamiento en juicio ejecutivo, el mismo debe ser efectivo: debe consistir en el depósito de
lo debido y boleta que lo acredite.
Diferencias con la transacción: la transacción es bilateral, implica una reciprocidad de prestaciones y presupone
la subsistencia del litigio. El allanamiento es unilateral (no precisa aceptación del actor), sacrifica los solos
intereses del que lo presta e implica la eliminación de la base del litigio.
TRANSACCIÓN.
Es una acto jurídico bilateral, oneroso y consensual, por medio del cual las partes haciéndose concesiones
reciprocas extinguen obligación litigiosas o dudosas, o reconocen derechos que son el origen del conflicto entre
ellas. Hay dos formas de viabilizar la transacción:
● Mediante la presentación del convenio que refleja el acuerdo de partes
● Por la suscripción de un acta ante el juez.
Tipos
- EXTRAJUDICIAL: no solo es aquella que se realiza antes de la iniciación del proceso y evita su
provocación, sino también aquella que se realiza pendiente el proceso, pero fuera de la actividad de
este, de modo que carece de efectos como tal transacción sobre el desarrollo y terminación del proceso.
- JUDICIAL: se realiza pendiente el proceso y además se concluye dentro de las actividades del mismo
o se presenta en el proceso por ambas partes y está sometida a la aprobación del juez. Tiene el efecto
de terminar el proceso- sin sentencia, dado que el litigio lo han resuelto las partes- y además puede valer
como título de ejecución.
Cuando la transacción se presenta en un proceso en trámite, ella debe ser homologada por el juez, quien también
analizara la concurrencia de los requisitos exigidos para su validez.
La homologación del convenio importa la finalización de la instancia, en tanto dicha convención produce para
las partes los efectos de una sentencia definitiva. En caso de que no se homologue continuaran “los
procedimientos del juicio”.
COSTAS: si las partes nada hubieran acordado, serán impuestas en el orden causado respecto de quienes
celebraron el avenimiento; es decir que cada litigante paga las originadas por su intervención en el juicio y los
gastos comunes se pagan por mitades.
No es lo mismo que la CONCILIACIÓN. Esta consiste en un acto celebrado con intervención del juez y de
todas las partes, por el cual estas ponen fin al litigio, resolviendo el conflicto que lo origino.
Generalmente se hacen concesiones reciprocas, sacrificando parcialmente sus pretensiones para evitar el
desarrollo de un largo juicio.
126
La conciliación es una actividad procesal realizada siempre en presencia del juez y en un proceso determinado.
La transacción es un acto exclusivamente de las partes que no necesariamente presupone la existencia de un
proceso.
La conciliación se considera trilateral (parte y juez) por lo que se autoriza resolver cuestiones donde esté
involucrado el orden público.
Los acuerdos conciliatorios homologados por el juez tienen autoridad de cosa juzgada y su cumplimiento puede
ser requerido mediante el tramite previsto para la ejecución de sentencias
El juez está facultado a intentar una conciliación.
CADUCIDAD DE INSTANCIA.
Dentro del sistema dispositivo, las partes tienen la carga de impulsar el proceso, a fin de que este termine con
la sentencia definitiva; si no lo hacen dentro de los plazos fijados por la ley, puede declararse la caducidad de
la instancia, ésta es la inactividad de las pertes dentro del proceso la cual :
- Si se declara en primera instancia, se puede entablar una nueva demanda siempre que no haya prescripto
la acción.
- Si se declara en 2da instancia, será cosa juzgada la resolución de 1era instancia.
El proceso caduca si desde el día siguiente al último acto impulsorio no se insta el proceso por 9 meses (antes
1 año en distrito)
En circuito no hubo modificación por lo tanto se mantiene en los 6 meses. SE CUENTAN LOS DIAS
INHABILES.
Al desarrollar un acto impulsorio, se interrumpe y comienza a contarse desde cero. El acto impulsorio puede ser
de las partes, juez o de un tercero. Si está pendiente de resolución no se computa.
Requisitos:
- Instancia.
- Inactividad por el plazo correspondiente.
- Resolución que lo declare caduco. (no opera de pleno derecho). Requiere de un pronunciamiento
judicial (autointerlocutorio)
● Si es de oficio: el secretario tiene la obligación de dar cuenta al juez una vez
transcurrido el plazo (juez resolverá previo traslado a ambas partes).
● A pedido de parte: se pide y se corre traslado a la contraparte y luego el juez
resuelve. Es apelable solo cuando declare la nulidad.
Sustracción de materia
la sustracción de materia consiste en la desaparición de los supuestos, hechos o normas que sustentan una acción;
luego cuando esto sucede, la autoridad administrativa o legal no podrá decidir o pronunciarse sobre algo que ya
no tiene nada que lo sustente. (Completar)
(falta inciso f) La satisfacción extraprocesal)
127
BOLILLA 11: La impugnación procesal
128
También debe ser un sujeto legitimado en concreto y exhibir un interés directo en la reparación. Así por ejemplo,
en sentido contrario, las partes no podrán agraviarse respecto de la sentencia que acogió su pretensión, el error
en materia procesal, visto desde el punto de vista de la decisión del juez puede referirse un doble orden de
intereses: puede tratarse de un error en la apreciación de la norma jurídica aplicable al caso, o un error en el
trámite del proceso.
En el primer caso, el error se manifiesta relacionado con la justicia del fallo; esto es, por su defectuosa valoración
de la prueba, o por indebida aplicación del derecho sustantivo se trata de un "error in indicando" e importa que
se ha conculcado la justicia del fallo y el ejemplo clásico para su remedio es el recurso de apelación.
En el segundo caso, cuando el error se muestra en el apartamiento o quebrantamiento de las formas procesales
establecidas como garantía para el justiciable, se trata de un "error in procedendo" y su medio de impugnación
mas típico es la nulidad (incidente, recurso o acción impugnativa). La consecuencia de la admisión de estos
medios impugnativos es que privan de eficacia al acto.
Por ello se hace necesario determinar si el error recae sobre el aspecto sustancial o procesal.
PRINCIPIOS QUE RIGEN EL SISTEMA IMPUGNATIVO
De conformidad con nuestro ordenamiento procesal, la decisión judicial debe circunscribirse a lo demandado y
a las defensas que concretamente se opongan, esto es, deben atender a los agravios expuestos.
El principio de congruencia se enlaza con el sistema dispositivo y configura en el proceso una doble garantía al
establecer los límites que debe someterse el juzgador evitando arbitrariedades, y otorga seguridad de que las
partes saben de que defenderse.
La regla de congruencia limita el campo de las impugnaciones subjetiva y objetivamente.
Desde el punto de vista subjetivo solo puede impugnar una parte que se encuentre legitimada al efecto: en
principio, por regla general, la impugnación solo beneficia a quien la dedujo; excepcionalmente la decisión del
órgano revisor pueda alcanzar a otro sujeto con carácter de parte que no la ejerció. (Por ejemplo en el litis
consorcio necesario, para evitar sentencias contradictorias).
Desde el punto de vista objetivo la regla de la congruencia limita la facultad cognoscitiva del órgano superior,
quien puede revisar solamente los derechos (agravios) invocados por la parte peticionante.
La regla de la taxatividad legal significa que solo los actos señalados en forma expresa por la ley genérica o
específicamente, pueden ser impugnados, esto significa que solo podrá deducirse impugnación contra un acto
procesal si ello está autorizado por la ley sea referido a un solo acto o a un conjunto de ellos.
Los ordenamientos formales también contienen normas especificas referidas a la posibilidad de impugnar actos
determinados, así por ejemplo, solo se autoriza la apelación en ciertos tipos de procedimientos, o se la veda
frente a concretas circunstancias, el demandado solo puede apelar la sentencia si opuso excepciones.
También en algunos casos referidos a ciertos recursos se establecen límites; cabe la limitación respecto del
agravio, por ejemplo, en relación al monto económico del pleito o por derogación de la regla de apelación
imponiendo una norma específica en contrario.
Bilateralidad, a los fines de garantizar el contradictorio por la trascendencia y las características del trámite.
Por ello, todo proveído debe ser notificado al domicilio. Respalda así mismo, la vigencia de la regla de
la igualdad ante la ley que se concreta con el proceso, cuando se otorga a ambas partes la oportunidad legal de
considerar y defender, con las garantías consiguientes, cada una de las razones y fundamentos que sostiene las
respectivas pretensiones.
El principio de simpleza alude a la tendencia actual reintentar limitar las impugnaciones y también de lograr
sencillez, brevedad y concentración en su trámite, limitando de esta manera el formalismo innecesario. También
se advierte por la perentoriedad de los plazos que impera en todo trámite impugnativo.
Presupuestos: subjetivos y objetivos
● Que quien lo deduzca revista calidad de parte. Dentro del concepto de parte corresponde incluir a los
terceros que se incorporan al proceso en virtud de alguna de las formas de intervención (voluntaria o
forzosa).
● La existencia de un gravamen, o sea de un perjuicio concreto resultante de la decisión judicial.
● Su interposición dentro de un plazo perentorio, que comienza a correr a partir de la notificación de la
resolución respectiva.
● Acto procesal o procedimental irregularmente cumplido.
● Procesales: fundado (expresión de agravios)
● Admisibilidad: por escrito, dentro del plazo legal.
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EL ACTO DE IMPUGNACIÓN. INSTANCIA Y MOTIVACIÓN.
CONCEPTO: son aquellos actos procesales de las partes dirigidos a obtener un nuevo examen, total o limitado
a determinados extremos, y un nuevo proveimiento acerca de una resolución judicial que la parte impugnadora
no estima apegada a derecho, en el fondo o en la forma, o que reputa errónea en cuanto a la fijación de los
hechos.
Impugnar significa atacar un acto procesal para modificarlo, extinguirlo o anularlo.
FINALIDAD: Tienden a corregir las fallas del juzgador y lograr así la eficacia del acto jurisdiccional.
REQUISITOS GENERALES
-idoneidad del medio impugnativo deducido: cada recurso procesal tiene un preciso y delimitado objeto, y cada
impugnante debe deducir el que corresponda según lo que se pretenda impugnar.
-determinación del lugar en donde se presenta la impugnación: los medios de impugnación difieren entre sí, y
además en el lugar de presentación en que se debe realizar el mismo, sobre todo para los casos donde el juez de
la admisibilidad es distinto al juez de la fundabilidad. Ej. Apelación.
-habilidad del plazo en que se deduce: todos los medios de impugnación tiene una condición de eficacia, y es
que deben ser deducidos en el plazo, que es de carácter preclusivo fijado por la ley para cada medio en
particular.
-cumplimiento de las formalidades exigidas por la ley para su admisión: el legislador estableció un patrón para
la deducción de todos los medios:
*puede ser presentado por escrito o verbalmente con asiento en una diligencia firmada por el interesado ante el
secretario
*debe contener el fundamento de la impugnación en el mismo acto o en uno posterior.
*sin o con copias acompañadas, al fin de realizar los traslados si es necesario, esto depende del recurso.
*con o sin firma de letrado
Cumplidos los requisitos de admisibilidad, el juez dispondrá su admisión o rechazo, siguiendo la tramitación
respectiva prevista para cada uno por la ley.
-legitimación sustancial y procesal para impugnar: es menester que el impugnante tenga capacidad jurídica y
procesal para deducirla.
-interés para obrar: el apelante debe afirmar y llegado al caso demostrar una afectación suficiente para que se
habilite el camino impugnativo.
-adecuada fundamentación del medio interpuesto: es el principal requisito de eficiencia para instar, ya que
ningún juez puede adivinar los motivos del reclamo, además si la carga no se cumple o se cumple
defectuosamente pierde la posibilidad de que su pretensión sea tratada en los términos que se pretenden.
Dependiendo del medio impugnativo la fundamentación se realiza con la interposición del recurso o para el
caso de los recursos de doble instancia la misma se realiza ante el juez a quem.
130
Entre los primeros efectos encontramos que sólo la interposición de los recursos interrumpen la producción de
la cosa juzgada, por lo que la resolución no es firme.
En segundo lugar produce efectos devolutivos que deben resolver el recurso del tribunal superior. Puede
producir también efectos suspensivos: la ejecución de la sentencia queda suspendida hasta que se decida el
recurso.
Normalmente cuando se dice en la ley que un recurso puede originar o que se plantea en ambos efectos es que
dichos recursos producen al mismo tiempo efecto suspensivo y devolutivo. Si se dice que un recurso se admite
en un sólo efecto, lo que se produce es efecto devolutivo.
EFECTO SUSPENSIVO:
Si el recurso no prospera, la nueva resolución (la del recurso se entiende), confirmará la resolución que se ha
recurrido, que, por tanto, se convierte en firme y ejecutable.
Si el recurso tiene efecto, el tribunal dictará una resolución que sustituirá total o parcialmente la resolución
recurrida y la segunda resolución es lo que sería objeto de ejecución (la resolución recurrida).
Por último, si existen varios litisconsortes, la actuación de cada uno es independiente, pero en materia de
recursos, si el objeto de impugnación es común a varios litisconsortes aunque sólo uno es el que recurre, el éxito
del recurso alcanza a todos. Si no prospera, sólo la parte que ha recurrido se verá afectada. Es lo que se denomina
efecto extensivo de la resolución del recurso.
Para poder recurrir las resoluciones judiciales deben confluir, necesariamente, exigencias atinentes tanto a la
impugnabilidad objetiva como a la impugnabilidad subjetiva del recurso que se pretende interponer.
AGRAVIO: Existe agravio cuando una resolución judicial causa a un litigante un perjuicio o gravamen material
o moral.
Es el perjuicio concreto que sufre el sujeto. La impugnación es en función de los agravios, sólo se va a impugnar
la decisión o el acto si hubo un perjuicio.
INTERÉS: legitimidad. Quien lo deduce reviste la calidad de parte. Dentro del concepto de parte corresponde
incluir a los terceros que se incorporan al proceso en virtud de algunas de las formas de la intervención
131
(voluntaria o forzosa) y al sustituto procesal, así como a los funcionarios que desempeñan el ministerio público
(fiscal o pupilar y defensores de ausentes). Excepcionalmente, sin embargo, se ha admitido el recurso
extraordinario federal, interpuesto por terceros ajenos al proceso, en el caso de que la sentencia afecte un interés
legítimo que resulte insusceptible de ser amparado en las instancias ordinarias.
CLASIFICACIÓN.
-recurso: es el medio de impugnación para las decisiones jurisdiccionales (actos que realiza el juez)
-incidente: los demás actos de las partes, terceros o auxiliares el medio es el incidente.
REMEDIOS PROCESALES.
Al referirse a los medios de impugnación de las sentencias, parte de la doctrina moderna formula una distinción
entre remedios y recursos: mientras que los primeros tienen por objeto la reparación de errores procesales (de
ahí que también se los designe vías de reparación), y su decisión se confía al propio juez o tribunal que incurrió
en ellos, los segundos persiguen un nuevo examen por parte de un tribunal jerárquicamente superior, llamado a
ejercer un control sobre la justicia de la resolución impugnada (vías de reexamen). Tal distingo, sin embargo,
no se ajusta estrictamente a las modalidades de nuestro derecho positivo, que contempla ciertos medios de
impugnación de instancia única, como la reposición o revocatoria, cuyo objeto excede de la simple enmienda
de errores procesales. Más apropiado parece, por ello, caracterizar a los recursos como una especie dentro de
los remedios que la legislación en general acuerda a fin de complementar, rescindir, anular o modificar actos
jurídicos.
Los recursos revisten dos características fundamentales que los distinguen de los simples remedios procesales:
- No cabe, mediante ellos, proponer al respectivo tribunal el examen y decisión de cuestiones que no
fueron sometidas al conocimiento del tribunal que dictó la resolución impugnada.
- Los recursos, tanto ordinarios como extraordinarios, no proceden cuando la resolución ha alcanzado
autoridad de cosa juzgada o se encuentra preclusa. Entre los remedios procesales, en cambio, es el caso
de recordar el juicio de conocimiento posterior al juicio ejecutivo, en el que cabe el planteamiento de
cuestiones ajenas a este último, cuya iniciación es viable no obstante la autoridad de cosa juzgada en
sentido formal alcanzada por la sentencia de remate.
132
RECURSOS PROCESALES. (ARTS 344 en adelante CPCCSF)
Son medios de impugnación que la ley concede a quien se considera perjudicado por una resolución judicial
para requerir, dentro de un plazo determinado, que, en el mismo proceso, el órgano que la dictó u otro distinto
la modifique o la deje sin efecto.
Según Palacio son los actos procesales en cuya virtud, quien se considera agraviado por una resolución judicial,
pide en el mismo proceso y dentro de determinados plazos computados desde la resolución de aquella que un
órgano superior en grado que la dicto, o en su caso, éste mismo, la reforme modifique o anule.
Es un medio de impugnación que se dirige contra resoluciones judiciales; decretos, providencias de trámite,
sentencias definitivas o interlocutorias.
ORDINARIOS Y EXTRAORDINARIOS.
La clasificación de los recursos ordinarios y extraordinarios es la mas tradicional y la que reviste mayor
importancia, residiendo su carácter distintivo en la mayor o menor medida de conocimiento que respectivamente
confieren a los tribunales competentes para conocer de ellos.
RECURSOS ORDINARIOS.
ÁMBITO: procede respecto de la sentencia definitiva y de toda resolución judicial. Se puede pedir:
-para corregir errores materiales
- a fin de aclarar conceptos oscuros
-con el objeto de que el tribunal o el juez se expida sobre temas oportunamente propuestos y omitidos en la
sentencia
PLAZO Y FORMA DE INTERPOSICIÓN: el plazo para pedir aclaratoria es de 3 días en 1era instancia y de 5
días en Cámara, a contar desde que se notificó la respectiva providencia.
El pedido debe estar debidamente fundado señalándose los errores materiales, las partes oscuras o las omisiones.
CPCCSF.-
ARTÍCULO 248. Pronunciada y notificada la sentencia, concluye la jurisdicción del juez respecto del pleito,
con excepción de los incidentes seguidos en pieza separada. Pero, podrá corregir cualquier error material, aclarar
algún concepto obscuro o suplir cualquier omisión siempre que se lo solicite dentro de tres días de la notificación
respectiva. Pedida la aclaración o reforma de la sentencia, el tribunal resolverá sin substanciación de ningún
género. El error puramente numérico no perjudica; puede ser corregido por el juez en cualquier tiempo.
133
FINALIDAD: Superar los defectos de la decisión judicial pero sin modificar sustancialmente el contenido y
alcance de la resolución impugnada
CORRECCIÓN DE OFICIO: El juez puede oficiosamente realizar los actos que constituyen el ámbito de la
aclaratoria antes de que sea notificada la sentencia. Sólo los errores numéricos podrán ser corregidos con
posterioridad e inclusive durante el trámite de ejecución de la sentencia, cuando se advierta tal tipo de errores
en etapas posteriores.
El límite de la facultad del juez está impuesto por la prohibición de alterar lo sustancial de la decisión.
ERROR MATERIAL: Deben tratarse de errores en la expresión en lugar de errores en la formación de la idea;
se incluyen defectos de cálculos, consignación equivocada del nombre de las partes o de la ubicación del bien
objeto del proceso, etc.
- “Concepto oscuro”: Discordancia entre la idea y los vocablos utilizados para expresarla.
- “Suplencia de omisiones”: Incluso pretensiones accesorias o principales.
CONCEPTO: recurso que tiene por finalidad que el mismo órgano que dictó la resolución que se impugna
reconsidere su contenido sustituyéndolo, total o parcialmente, por otro diferente. Evita el dispendio procesal
que implica la revisión por un nuevo órgano jurisdiccional. También se lo llama recurso de reposición.
Puede realizarse de oficio o a pedido de partes.
ARTICULO 344. El recurso de reposición tiene lugar solamente contra las providencias, decretos y autos
dictados sin substanciación, traigan o no gravamen irreparable, a fin de que el juez o el tribunal que los dictó,
los revoque por contrario imperio. CPCCSF.-
Es el remedio procesal que tiende a la corrección de una anomalía procesal por el mismo organismo
jurisdiccional que la efectuó en el curso del juicio.
“Por contrario imperio” significa que en uso de la misma facultad por la que se dicto la resolución se la deja sin
efecto.
ADMISIBILIDAD Y PROCEDENCIA: Tanto el juicio de admisibilidad (tiempo, forma, sujeto legitimado) como
el de fundabilidad (ponderación de los motivos que el recurrente aduce para postular las modificaciones de la
providencia) están a cargo del mismo juez que dictó la resolución atacada vía recurso de reposición.
El juez hace el análisis de admisibilidad y procedencia. En caso de faltar algún requisito se rechaza el recurso,
si es muy grosero el error o lo que plantea se rechaza in limine, es decir sin ningún tipo de trámite.
134
REQUISITOS: Debe ser interpuesto en el plazo de tres días ante el mismo juez que entiende la causa y además
debe ser fundado en el mismo escrito.
EFECTOS DE LA INTERPOSICIÓN: Por regla el recurso de revocatoria no suspende el trámite a menos que
por disposición de la ley o por su naturaleza paralice de hecho el trámite del principal; por ejemplo traslado de
la demanda interposición de revocatoria suspende el trámite.
Debe interponerse dentro de los 3 días no siendo computable el día de la notificación y contando con un día más
de gracia.
Si la providencia recurrida vía reposición fuere dictada durante el desarrollo de una audiencia el recurso debe
ser deducido de inmediato y en la misma audiencia a fin de eludir el efecto preclusivo que conllevaría el
desarrollo del estadio, y con él, la del derecho de recurrir.
El trámite para la reposición es el mismo que el de los incidentes (traslado a la otra parte y resolución decretando
la procedencia o improcedencia del recurso). Excepto en el caso de que la resolución dependiere de hechos
controvertidos que no consten en autos, en este caso se tramitará mediante procedimiento sumario.
a) Si la providencia atacada ha sido dictada de oficio, el recurso de revocatoria debe ser resuelto sin
sustanciación.
b) Si la resolución impugnada se pronunció a pedido de la misma parte que ahora la ataca recursivamente,
resolverá sin sustanciación, y el litigante que no peticionó la providencia que se impugna tiene abierto
el camino para recurrir contra la resolución que recaiga como consecuencia del recurso.
c) Si la resolución recurrida, se dictó a pedido de la parte contraria, la reposición debe ser resuelta previo
traslado a la solicitante de la providencia recurrida.
ARTICULO 347. Cuando el auto no hubiere sido substanciado, sólo procederá el recurso de apelación si le
precedió el de reposición, y la decisión de este último, causará ejecutoria si no se interpuso en término y antes
de resuelto aquél el recurso de apelación. El juez tramitará la reposición y de no admitir la revocatoria,
proveerá lo que corresponda sobre el recurso de apelación. CPCCSF.-
135
Por principios procesales de oralidad los jueces son tres para dar garantía de la infalibilidad y también porque
son única instancia.
Existe un régimen interno de recursos para suplir la falta del recurso de apelación común.
En este procedimiento no intervienen los 3 magistrados en todas las etapas del proceso. En la etapa escrita
(demanda, contestación y excepciones) interviene uno solo de los magistrados designado en el primer decreto,
que será el presidente de la posterior etapa, es decir, la oral.
Todas las decisiones del juez que tramita la parte escrita pueden ser recurridas por medio del recurso de
REPOSICIÓN.
Las decisiones que tome el juez de trámite sobre dicho recurso podrán ser recurridas ante el tribunal colegiado
mediante la REVOCATORIA.
No hay más recursos ni acciones para apelar después de la revocatoria.
Todo lo demás es igual al procedimiento ordinario.
Es el recurso con el que cuenta el litigante que considere no haber alcanzado el reconocimiento de su derecho
en primera instancia, o que se crea perjudicado por la sentencia definitiva o por la interlocutoria o que le cause
un perjuicio que no pueda ser reparado en la sentencia definitiva; procede remitiendo el caso para que sea
examinado por un segundo tribunal colegiado.
Quien haya triunfado íntegramente no puede apelar.
Es improcedente la apelación “ad eventum” antes del dictado de la resolución que es o va a ser objeto del
recurso.
No corresponde admitir el recurso si la providencia apelada es consecuencia de otra anterior que quedo firme.
En principio es a pedido de partes, pueden hacerlo también los sucesores universales o particulares en casos de
muerte o incapacidad- sustitución.
FORMA: Por escrito, o verbal (consta por diligencia). El apelante se deberá limitar a la mera interposición del
recurso, por lo que se prohíbe su fundamentación en este acto; si esto se infringe, se devuelve el escrito.
El juez que dictó la resolución recurrida es quien resuelve sobre la admisibilidad del recurso, sin perjuicio de la
facultad que tiene el tribunal superior de revisar esa decisión.
OBJETO: la apelación procede contra errores IN IUDICANDO. Los errores pueden ser:
En el Error IN PROCEDENDO corresponde el recurso de nulidad.
SUJETOS:
-el apelante: que es quien considera que no ha alcanzado el reconocimiento de su derecho.
-el apelado: la parte contraria en el litiigio
-quien determina la procedencia: juez del proceso principal o de primera instancia
- juez de segunda instancia: quien reexamina la admisibilidad del recurso. Y decidirá acerca de la apelación.
PROCEDENCIA:
ARTÍCULO 346. El recurso de apelación, salvo lo dispuesto en casos especiales, procederá solamente:
1. De las sentencias definitivas sobre lo principal en toda clase de juicios y actos de jurisdicción voluntaria.
2. De los autos que resuelvan incidentes siempre que causen un gravamen que no puede ser reparado por la
sentencia definitiva.
136
3. De los autos y providencias que importen la paralización del juicio o del incidente. CPCCSF.-
FORMA Y LUGAR DE INTERPOSICIÓN: El escrito se debe presentar ante el mismo tribunal en que tramita
el proceso principal y no debe fundamentarse, se fundamente en caso de que sea concedida, en la segunda
instancia.
Cuando lo que se pretende atacar sea una resolución no sustanciada (providencia o auto interlocutorio simple)
previo al recurso de apelación se debe interponer el recurso de revocatoria como presupuesto de admisión formal
de la apelación. Se busca así evitar la duplicidad de instancias para corregir los errores judiciales basándose en
razones de economía y celeridad procesal; a través de un procedimiento breve (revocatoria previa) permitir que
el mismo juez repare el agravio mediante un reexamen.
La apelación puede no interponerse conjuntamente con la revocatoria pero necesariamente debe interponerse
antes de que sea resuelta la misma; puede darse dicho caso debido a que la revocatoria se interpone antes de los
3 días y la apelación antes de los 5 días.
ARTICULO 349. La estimación del agravio se hará por la diferencia entre las pretensiones del recurrente y la
resolución apelada. En caso de duda o cuando el agravio no fuere apreciable en dinero, será siempre
procedente. CPCCSF
La apreciación del agravio se verifica por la diferencia entre las pretensiones del recurrente y la resolución
apelada. En caso de duda, si el agravio no fuese computable en dinero, la ley determina la procedencia de la
apelación.
Al establecer un monto mínimo para la apelación se obstaculiza el acceso a los tribunales superiores.
Modos:
● libre: es la modalidad de impugnación que dentro de tal vía impugnativa posibilita con mayor amplitud
la facultad de cognición y decisión del tribunal de alzada; le permite la consideración del material
probatorio y fáctico no incorporado en la instancia inferior y autoriza a resolver el mérito de la
pretensión principal con efecto de cosa juzgada, salvo recurso extraordinario.
137
● en relación: es abreviado, limitado. Al resolver de este modo el tribunal lo hace con las constancias,
datos, hechos y pruebas reunidos al tiempo de resolverse la cuestión por el a quo, no pudiéndose incluir
nuevas pruebas o hechos.
EFECTOS: produce normalmente dos:
- Suspensivo: suspende la ejecución de la providencia recurrida, implica paralizar la ejecución de la
providencia afectada y detener todas las consecuencias del pronunciamiento, no solo las ejecutivas; se
produce la imposibilidad de ejecutar lo decidido por el juez hasta tanto se pronuncie el a quo con fallo
confirmatorio.
- Devolutivo: abre la 2da o ulterior instancia para que dicha providencia pueda ser revisada, supone que
la decisión apelada pese al recurso puede ser cumplida o ejecutada provisoriamente mientras el superior
se pronuncie en definitiva. Nace en el derecho canónico al advertirse que la suspensión podía causar
agravios irreparables.
Excepcionalmente produce:
▪ Sólo efecto devolutivo: casos taxativamente enumerados (beneficio de litigar sin gastos, medidas
precautorias, procesos sumarísimos y alimentos), por razones de urgencia o de necesidad, la
interposición del recurso carece de efecto suspensivo y la providencia recurrida puede ser ejecutada a
pesar del recurso; se concede entonces al solo efecto devolutivo o en un solo efecto.
▪ Efecto diferido: casos taxativamente enumerados (imposición de costas y regulación de honorarios en
los incidentes; rechazo del nuevo hecho y en las apelaciones admisibles en los procesos de ejecución,
salvo la sentencia de remate, en el juicio ejecutivo y la que deniega la ejecución), por razones de
economía procesal, para no demorar la finalización del expediente, éste continúa su trámite quedando
pendiente la consideración de la apelación para la ocasión en que se lo eleve a fin de entender de los
recursos contra la sentencia; es decir, tiene efecto diferido: a pesar de otorgarse el recurso, se posterga
la elevación del expediente hasta el momento en que se dicta y recurre la sentencia definitiva.
REGLA.
ARTICULO 351. El recurso de la sentencia definitiva en el juicio ordinario será concedido libremente, y sólo
en relación, en los demás casos. Procederá siempre en efecto suspensivo, a menos que la ley disponga que lo
sea en el devolutivo. En caso de no expresarlo la resolución, se entenderá concedido en el primer efecto.
CPCCSF.-
Siguiendo el artículo el modo libre solo será aplicable cuando se proceda contra la sentencia definitiva en juicio
ordinario. En todos los demás casos (recursos contra providencia, resolución interlocutoria) procederá el modo
en relación.
En relación a los efectos la regla es que sean concedidos con efectos suspensivos, salvo casos excepcionales
establecidos en la ley. En caso de que la resolución que concede el recurso no exprese el efecto se debe
interpretar que es suspensivo.
PLAZO DE INTERPOSICIÓN
ARTICULO 352. La apelación será interpuesta dentro de los cinco días de la notificación. Cuando la sede del
tribunal de apelación no se ubicare en el mismo lugar que la del tribunal a quo, las partes deberán constituir
nuevo domicilio legal en el lugar asiento del primero; la apelante, al deducir el recurso y la apelada, ante el
mismo juez de primera instancia, dentro de tres días de notificársele la concesión del recurso. En caso de
omisión, las notificaciones de la segunda instancia se efectuarán en la forma prescripta para el rebelde sin
representación. CPCCSF.-
Comienza para cada litigante desde la fecha de la notificación de la providencia, no se computa el día en el cual
se practicó dicha diligencia y es aplicable el día de gracia del Art. 70. Es inadmisible el recurso de apelación
fuera del plazo legal establecido para hacerlo; dicho plazo no se suspende por interposición del recurso de
aclaratoria.
CONSTITUCIÓN DE DOMICILIO: Cuando las sedes de los tribunales de primera instancia y el de alzada no
sean en el mismo lugar, las partes deberán cumplir con la carga de constituir nuevo domicilio legal en el asiento
del superior. El apelante lo debe hacer cuando deduce el recurso; el apelado ante el juez de primera instancia
dentro de los 3 días de notificársele la concesión del recurso.
138
En caso de no hacerlo las notificaciones de segunda instancia se efectuarán en la forma prescripta para el rebelde
sin presentación (queda notificado de cualquier resolución o providencia desde su fecha, art. 78 CPCCSF).
La apelación debe plantearse ante el mismo juez que emitió el decreto o resolución que se pretende atacar y está
a su cargo el juicio de admisibilidad del recurso (si fue deducido en plazo legal, en forma, por sujeto habilitado,
contra resolución susceptible de apelación, etc.) pero, se admite judicial y doctrinariamente que el tribunal de
segunda instancia reexamine la admisibilidad del recurso.
El juez de primera instancia debe proveer, en caso de admitir el recurso, el modo y el efecto del mismo, esa
providencia no es sustanciada. La parte apelada puede reclamar conforme al art. 355 CPCCSF cuando la
apelación fuere mal concedida.
Si deniega el recurso de apelación, el recurrente puede interponer recurso directo o por apelación denegada
(art.356 CPCCSF)
En caso de ser concedido el recurso los autos deben ser elevados al superior, al día siguiente cuando la sede del
tribunal se encontrare en el mismo lugar. Cuando se encontraren en lugares diferentes la entrega se realizará 3
días después de que se haya notificado al apelado la concesión del recurso, debido a que es el plazo previsto
para que pueda constituir un nuevo domicilio legal ante el tribunal.
IMPUGNACIÓN.
-Del apelado:
ARTICULO 355. Salvo lo dispuesto por casos especiales, el auto por el que se conceda un recurso no será
recurrible, y sólo podrá ser revocado o reformado en cuanto al modo o efecto en que haya sido concedido, por
el superior. La reclamación se interpondrá dentro de tres días de notificado el primer decreto de trámite. El
incidente será resuelto previa audiencia y en el mismo día, hayan o no asistido los interesados. CPCCSF.-
Una vez concedido el recurso es irrecurrible, no puede ser revocado oficiosamente o a pedido de parte
interesada. Solo podrá modificarse en su modo o efecto por el tribunal de segunda instancia.
La RECLAMACIÓN es el medio incidental que le concede la ley a la parte apelada para plantear la mala
concesión del recurso ante el tribunal superior. El trámite lo deberá realizar dicha parte dentro del plazo de 3
días de notificado del primer decreto de trámite de la alzada (el 1° decreto es sobre la notificación de que fue
recibido el expediente por la cámara, se notifica a ambas partes). Este incidente se resolverá previa fijación de
una audiencia y en el mismo día, hayan o no asistido los interesados
NULIDAD.
CONCEPTO: es el medio de impugnación a través del cual se pueden invalidar las providencias judiciales que
no cumplen con los requisitos formales enunciados por la ley. Se trata de reparar vicios de estructura de la
respectiva resolución, quedan excluidos del recurso tanto los vicios de procedimiento que presidieron a la
providencia recurrida como los errores de juzgamiento de hecho y de derecho de la resolución.
El recurso de apelación comprende el de nulidad por defecto de sentencia.
REQUISITOS: para ser admitido, la providencia debe ser susceptible de apelación, de lo contrario, al ser
inadmisible este recurso también lo es el de nulidad. Deben ser cumplidos todos los requisitos para la apelación.
El vicio debe ser grave y conducir a un estado de indefensión.
Si se trata de un vicio de una sentencia de cámara, su nulidad debe ser requerida mediante recurso extraordinario.
ARTICULO 360. El recurso de nulidad procede contra las resoluciones pronunciadas con violación u omisión
de las formas prescriptas en este Código bajo esa penalidad o que asuman carácter substancial. CPCCSF.-
139
Es el recurso por el cual se peticiona a un órgano jerárquicamente superior al autor de la resolución recurrida,
la invalidación de ésta por adolecer de vicios graves y dañosos sea en sí misma (defectos en la forma o en la
construcción de la decisión) o en el procedimiento anterior a su dictado, o por haber sido pronunciada
inoportunamente o en el sentido contrario a una prohibición legal.
Cuando el vicio procesal que ocasiona la nulidad acontece durante el curso del proceso previo a la sentencia,
debe ser cuestionado oportunamente por el recurso de revocatoria o el incidente de nulidad según el caso, ya
que el consentimiento expreso o tácito veda la posibilidad de impugnar la sentencia.
La nulidad tiene carácter excepcional y debe ser de interpretación restrictiva, limitada a los casos expresamente
previstos en la ley. Es un recurso subsidiario y debe utilizarse cuando no existe otro remedio.
ACTOS EN LOS CUALES SE PUEDE GENERAR LA IRREGULARIDAD: Los actos que se dirige a atacar la
nulidad son las resoluciones judiciales que incurran en vicios intrínsecos de forma o que han sido pronunciadas
luego de sustanciarse un procedimiento vicioso.
FORMAS Y PLAZOS DE INTERPOSICIÓN DEL RECURSO. El Art. 361 del CPCCSF establece que el recurso
de nulidad tendrá el mismo trámite y término de apelación. Por ende se debe interponer ante el tribunal que
tramita la causa, dentro de los 5 días de la notificación del pronunciamiento que se ataca.
140
MODO Y EFECTO DE CONCESIÓN DEL RECURSO. TRÁMITE DEL RECURSO EN LA ALZADA: Los
modos efectos y trámite son los mismos que el de la apelación:
✔ Modo: libre o en relación
✔ Efectos: suspensivo o devolutivo
El tramite dependerá si se otorga libreo o en relación, cuya mayor diferencia son los plazos.
RECURSO DIRECTO O DE QUEJA. (Queja por apelación denegada- arts 356 a 359)
ARTÍCULO 356.- Si el juez denegare la apelación, el apelante podrá recurrir directamente ante el superior
pidiendo la concesión del recurso. El recurrente interpondrá la queja dentro de tres días si el superior residiese
en el lugar del juicio o dentro de diez días en caso contrario, acompañando copia de las resoluciones apeladas
y su notificación del escrito de apelación y su cargo del auto en que se le hubiere negado el recurso y su
notificación. CPCCSF.-
El recurso directo o queja es una solicitud de revisión formulada ante el tribunal superior para que modifique
la decisión del tribunal inferior sobre una apelación intentada y denegada.
El término en el que se debe interponer varía según el lugar donde esté ubicado el tribunal colegiado, si están
ambos en el mismo lugar 3 días, en caso contrario 10 días. No se computa el día de la notificación y si se
concede el día de gracia.
Debe acompañarse: el escrito de interposición del recurso, copia de las resoluciones apeladas y su notificación,
el escrito de apelación y su cargo, el auto en el que se le negó el recurso y su notificación.
La Cámara podrá requerir la copia de otras piezas que considere necesarias y, si fuese indispensable, podrá
solicitar la remisión del expediente.
ARTICULO 358. Presentada la queja, el superior decidirá, sin substanciación alguna, si el recurso ha sido
bien o mal denegado y el efecto y modo de su otorgamiento. En el primer caso, remitirá las copias al inferior;
en el segundo, mandará que se eleven los autos, para tramitar el recurso. CPCCSF
El tribunal ad quem examinará la admisibilidad y fundabilidad del recurso, en caso de denegarlo no existen
más trámites para el apelante; en caso de admitir el recurso el tribunal ad quem solicitará la remisión del
expediente al tribunal inferior. Mientras la Cámara no conceda la apelación no se suspenderá el curso del
proceso.
Si bien el juez de primera instancia (o la Cámara, en el supuesto del recurso ante la Corte) se halla facultado
para denegar la apelación (por haberse interpuesto fuera del plazo, por ser irrecurrible la resolución, etc.), el
juicio definitivo sobre la admisibilidad del recurso incumbe al tribunal superior, porque de otro modo quedaría
en manos de los jueces o tribunales inferiores la posibilidad de frustrar la vigencia misma del sistema de la
instancia plural admitido por la ley.
OBJECIÓN SOBRE EL EFECTO CON QUE SE CONCEDIÓ EL RECURSO: el recurso de queja es también
admisible y se aplican las mismas reglas, cuando lo cuestionado fuese "el efecto" (suspensivo, devolutivo,
diferido) con que se concedió el recurso de apelación.
Es más exigente en los recaudos formales y donde la Corte no revisa todo lo actuado, sino solamente temas
federales; lo que significa en el orden nacional una tercera instancia y respecto a las provincias una cuarta.
141
Recursos extraordinarios: inconstitucionalidad y federal. Noción. La apelación extraordinaria (Santa
Fe). Recurso de casación.
El recurso extraordinario o de inconstitucionalidad tiene por objeto mantener la supremacía de la Constitución
y determinar la inteligencia que corresponda a las normas contenidas en las leyes federales del congreso (art 14,
inc 3, ley 48). En cuanto a la naturaleza extraordinaria del recurso, se explica al considerar que solo procede
contra cuestiones de derecho (cuestiones federales) decididas en sentencias definitivas, quedando marginadas
las conclusiones referidas a cuestiones de hecho (por ej: materia probatoria) y aun de derecho común
(interpretación de un artículo del código civil), en cuanto ella no contradiga principios constitucionales (derecho
de propiedad, igualdad de los ciudadanos ante la ley, principio de defensa en juicio).
Tiene como finalidad mantener la supremacía de la Constitución Nacional, sino también determinar
inequívocamente la inteligencia de las normas federales.
142
2. Si la revoca: puede optar por hacer una declaración sobre el punto disputado, y devolver la causa para
que sea nuevamente juzgada; o resolver directamente sobre el fondo de la cuestión.
Recurso Directo:
“art 356 CPCCSF: Si el juez denegare la apelación, el apelante podrá recurrir directamente ante el superior
pidiendo la concesión del recurso. El recurrente interpondrá la queja dentro de tres días si el superior residiese
en el lugar del juicio o dentro de diez días en caso contrario, acompañando copia de las resoluciones apeladas y
su notificación del escrito de apelación y su cargo del auto en que se le hubiere negado el recurso y su
notificación.”
El recurso directo o queja por recurso denegado es una solicitud de recisión formulada ante el tribunal superior
para que modifique el juico adverso de admisibilidad llevado a cabo por el inferior respecto de una apelación
intentada y denegada.
El plazo donde debe interponerse la queja varia según el lugar donde reside el tribunal superior, cuando este
estuviera en el lugar del juicio el plazo es de 3 dias; caso contrario el plazo es de 10 días. Dicho plazo empieza
a correr para el “quejoso” (el que interpone el recurso) desde la fecha de notificación de la denegatoria.
El quejoso deberá acompañar con el escrito de interposición del recurso, los elementos de juicio indispensables
a fin de que el superior pueda ponderar si la apelación ha sido bien o mal denegada, o sea, conforme al texto
legal, debe adjuntar copia de las resoluciones apeladas y su notificación, del escrito de apelación y su cargo, del
auto en que se le hubiere negado el recurso y su notificación.
Obligación del actuario: art 357 CPCCSF “el actuario dará al recurrente las copias el mismo día que le notifique
la denegación, pudiendo expedirlas en papel común, con cargo de reposición oportuna. En caso de no darse las
copias, el apelante cumplirá con presentarse ante el superior dentro del termino debido, interponiendo la queja
y dando cuenta de la falta del actuario.
El recurso debe funadarse al tiempo de su interposición y ser autosuficiente, concreto y pormenorizado.
Presentada la queja, el superior decidirá sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o mal denegado y el
efecto y modo de su otorgamiento.
1. En el caso de haber sido bien denegado: se remitirán las copias al inferior.
2. En el caso de haber sido mal denegado: mandara a que se eleven los autos, para tramitar el recurso.
El tribunal superior debe decidir sobre la queja, sin ningún tipo de sustanciación.
Art 358: “presentada la queja, el superior decidirá, sin sustanciación alguna, si el recurso ha sido bien o mal
denegado y el efecto y modo de su otorgamiento. En el primer caso, remitirá las copias la inferior; en el segundo,
mandará que se eleven los autos, para tramitar el recurso”.
El tribunal superior debe decidir sobre la queja, sin ningún tipo de sustanciación. Nuestra ley no confiere
participación alguna a la parte apelada en el procedimiento de queja. El recurso al decidir la queja, debe resolver
si la apelación ha sido bien o mal denegada, y en este último supuesto, el efecto y modo en que se conceden la
misma. Cuando confirma la denegatoria debe remitir las copias al juez inferior. En la caso inverso, es decir
cuando hace lugar al recurso directo y concede la apelación, deberá librar despacho al inferior para que eleve el
expediente, a fin de posibilitar la tramitación del recurso de apelación ahora concedido.
Art 359: “Dentro de tres días de notificado el primer decreto de la segunda instancia, podrán las partes solicitar
la formación del tribunal pleno en los casos autorizados por la Ley Orgánica y por el artículo 375 de este
Código”.
La notificación del primer decreto del trámite en la alzada, marca el inicio del computo del plazo, a fin de que:
1. Las partes (apelante y apelada) recusen sin expresión de causa, a uno de los jueces de cámara dentro de
los tres días de notificado el primer decreto.
2. La parte apelada deduzca reclamación objetando la indebida concesión de la apelación o cuestione el
modo o efecto en que ha sido concedida;
3. Las partes soliciten la formación del tribunal pleno en los casos autorizados por la L.O y por el art 375
del CPCCSF.
143
2. Cuando hubiere cuestionado la inteligencia de un precepto de la Constitución de la Provincia y la
decisión haya sido contraria al derecho o garantía fundado en él; y
3. Cuando las sentencias o autos interlocutorios mencionados no reunieren las condiciones mínimas
necesarias para satisfacer el derecho a la jurisdicción que acuerda la Constitución de la Provincia”.
El recurso no procederá si la decisión del litigio no dependiere de la cuestión constitucional planteada, ni
tampoco si esta, siendo posible, no se hubiere propuesto y mantenido en todas las instancias del proceso.
Recaudos específicos: art 3: “en el escrito de interposición del recurso se expondrá separadamente con claridad
y precisión:
1.- Sobre la admisibilidad del recurso, en demostración de la concurrencia en el caso de los requisitos formales
y necesarios: y
2.- Sobre la procedencia del recurso, en demostración de los fundamentos de fondos relacionados con la cuestión
constitucional planteada. Para cumplir este requisito, el escrito deberá bastarse a si mismo. Se acompañara copia
del escrito de imterposicion del recurso”.
Plazo, modo y forma de interposición: Art 2: “El recurso se interpondrá ante el tribunal que dicto la resolución
definitiva dentro de los diez días de la notificación de esta. Ni el recurso de aclaratoria de sentencia, ni otro
alguno admisible que se dedujere contra ella, interrumpirán el plazo mencionado”.
Art 567: “El recurso deberá deducirse por escrito, dentro del termino de diez días, citando concretamente las
formas transgredidas, las disposiciones legales violadas o erróneamente aplicadas y, además, expresando cual
es el pronunciamiento que se pretende. Cada motivo se indicara separadamente.
Si el recurso se fundare en el caso previsto en el inciso 1º del articulo precedente el recurrente acompañara copía
autorizada de la resolución anterior que invoque en su caso, el plazo para deducirlo será de treinta días.
Art 568: “ El tribunal colegiado se pronunciara dentro de los cinco días de presentado el recurso, concediéndolo
si se dan los presupuestos exigidos en los artículos anteriores. Si lo denegare el interesado podrá ocurrir
directamente ante la sala que corresponda, observando las reglas establecidas en los articulo 356, 357 y 358.
Art 569: “Concedido el recurso se elevan los autos. Las partes podrán, dentro del termino de quince días de
notificada la providencia que acuerda el recurso, presentar ante la sala un memorial. Vencido el plazo, la causa
quedara conclusa para sentencia; que se dicatara dentro de los veinte días siguientes.
Art 570: “Cuando la sala estimare que la sentencia impugnada ha violado o aplicado falsamente o erróneamente
la ley o doctrina legal, declarará procedente el recurso, casará la sentencia y resolverá el caso conforme con la
ley y la doctrina cuya aplicación se declare.
144
Si considerare procedente el recurso por inobservancia manifiesta de las formas legales, declarará la nulidad y
dispondrá que los respectivos subrogantes del tribunal que la consumó sustancien el proceso y dicten sentencia
según corresponda.
En el X Congreso Provincial de Derecho Procesal de Santa, se expresó que "el proceso urgente constituye una
categoría amplia caracterizada por la necesidad de proporcionar respuestas jurisdiccionales prontas y expeditas
a determinadas situaciones cuya solución no admite demoras. Las diligencias cautelares son sólo una especie
de las mismas, pero también se integra con otras: las medidas autosatisfactivas, las sentencias anticipatorias, el
hábeas corpus, etcétera".
Por tanto, sería conveniente y necesario legislar sobre el proceso urgente como categoría autónoma y
diferenciada, género que se caracteriza por registrar en su seno un reclamo acentuado de una pronta, expedita y
eficiente respuesta jurisdiccional, donde el factor "tiempo" posee especiales resonancias. Así, dentro de lo
urgente es posible incluir diversas especies, como:
• Cautelares clásicas
• Decisiones anticipatorias
• Autosatisfactivas
• Acciones de amparo
• Hábeas corpus
• Hábeas data
• Acciones de cumplimiento
• Etcétera, sin que nos atrevamos a establecer un numerus clausus, pues existe una actitud expectante
ante nuevas formulaciones.
Adoptando, entonces, el concepto de "proceso urgente" en sentido amplio, este se puede obtener:
145
• En forma provisoria, siendo necesario que se tramite otro proceso principal al cual se encontrará
subordinado. Es el caso de la clásica medida cautelar y de la tutela anticipatoria.
• En forma definitiva, que se agota en si mismo, no requiriendo otro proceso al cual subordinarse. Es el
caso de la medida autosatisfactiva.
A su vez, la forma definitiva se puede alcanzar a través de:
- Una resolución dictada con bilateralidad previa, donde la parte emplazada ejerce su derecho de defensa antes
de que el órgano jurisdiccional emita su decisión definitiva.
- Una resolución dictada sin bilateralidad previa, donde se desplaza transitoriamente la posibilidad del ejercicio
del derecho de defensa por parte de la persona emplazada para después de la decisión del órgano jurisdiccional.
Las medidas cautelares (o precautorias) son aquellas que se ordenan con el fin de asegurar el derecho de alguna
de las partes y la eficacia de la sentencia definitiva.
A veces, se dan situaciones que pueden poner en peligro el derecho de las partes o la eficacia de las sentencias
que se dicten, tal el caso de la desaparición de pruebas indispensables para el juicio; la desaparición de bienes;
la disminución patrimonial del deudor; el peligro de daño para bienes o personas; etc.
Para evitar estos peligros, se instituyen medidas cautelares, tales como el embargo preventivo, el secuestro de
bienes, la prohibición de innovar y otras.
Básicamente encuentran su fundamento en la necesidad de mantener la igualdad de las partes en el juicio y
evitar que se convierta en ilusoria la sentencia que ponga fin al mismo, asegurando en forma preventiva el
resultado práctico o la eficacia de la sentencia principal recaída en un proceso de conocimiento o de ejecución.
OBJETO: la finalidad de las medidas cautelares es evitar que el tiempo que insume el proceso frustre el derecho
del peticionario, se asegura así el eventual cumplimiento de la condena, disipando los temores fundados de
quien la pide; en tal sentido se resolvió que debe existir correspondencia entre el objeto del proceso y lo que es
objeto de la medida.
El objeto de cualquier pretensión cautelar debe ser jurídicamente posible.
CARACTERES.
1)Son Provisionales: xq las med. caut. subsisten sólo mientras duren las causas que permitieron decretarlas. Si
esas causas desaparecen, la medida cautelar pierde su razón de ser y puede pedirse su levantamiento. Ejemplo:
si se trabó un embargo preventivo porque el deudor no tenía domicilio en la República, se puede pedir su
levantamiento si posteriormente el deudor fija domicilio en el país.
Una vez ordenadas, el juez, mediante el recurso de reposición y al oír a la contraria, puede revocar su decisión.
Tb puede ser modificada la medida o dejada sin efecto en cualquier momento del proceso si cambian las circunst.
q se tuvieron en cuenta al decretarla.
2)Son Modificables: Decretada una medida cautelar, el acreedor puede pedir que ella se amplíe, mejore o
sustituya por otra, si la medida cautelar decretada no cumple adecuadamente la función de garantía a que está
destinada. El deudor podrá pedir la sustitución de una medida cautelar por otra que le resulte menos perjudicial,
o la sustitución por otros bienes del mismo valor, o la reducción del monto por el cual la medida precautoria ha
sido trabada, si correspondiere. Para reiterarla o requerir su modificación o cesación debe justificarse que ha
variado la situación de hecho existente en el momento en que fue denegada o dispuesta, pero el pedido no puede
fundarse en el error inicial de la decisión, pues en tal caso el peticionario debió recurrirla en el momento
oportuno.
3)Se decretan sin la intervención de la parte afectada por la medida (inaudita parte): para evitar que ésta pueda
llegar a frustrar el cumplimento de la medida. El afectado recién tomará conocimiento de la medida en el
momento de su cumplimiento, o posteriormente mediante notificación.
El juez funda su decisión en los hechos que afirma y acredita sumariamente el peticionario; y por ello, se exige
que aquel dé un “contracautela” para garantizar el pago de los daños y perjuicios que pudiese causar a su
contraria por haber obtenido la medida abusando o excediéndose en el derecho que la ley le otorga.
Al ser “inaudita parte”, hay desplazamiento de la bilateralidad. Es lo contrario a la bilateralidad. Le pido al juez
que decrete la cautelar y la decreta sin escuchar a la otra parte. Es sin traslado a la contraria, el demandado no
se entera.
4)Son accesorias: en ppio no tienen un fin en sí mismo. Si fueron ordenadas y hecho efectivas antes del proceso
ppal y se trata de obligaciones exigibles, la demanda debe interponerse dentro del plazo de 15 días a contar
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desde su traba, caso contrario se produce la caducidad de pleno derecho de las medidas cautelares. Asimismo,
su existencia depende de las contingencias del proceso principal.
Para decretar una medida cautelar el juez tiene que apreciar si se encuentran reunidos dos requisitos básicos:
verosimilitud del derecho y peligro en la demora. Ambos requisitos deben evaluarse en forma armónica, de
manera que a mayor verosimilitud del derecho no cabe ser tan exigible en la gravedad e inminencia del daño, y
viceversa, cuando existe el riesgo de un daño extremo e irreparable.
ASEGURAMIENTO DE PRUEBAS
ARTICULO 272. Sin perjuicio de las medidas autorizadas por el artículo 390, los que sean o vayan a ser partes
en un proceso y tengan motivos para temer que la producción de las pruebas que les sean necesarias se haga
difícil o imposible por el transcurso del tiempo, pueden solicitar el aseguramiento de dichas pruebas.
ARTICULO 273. Igualmente, cuando por cualquier circunstancia alguna persona se halle en peligro de perder
su derecho, si no se admite desde luego la verificación de un hecho, podrá producir sumaria información de
147
testigos, prueba pericial y, cuando existiere urgencia de comprobar el estado de lugares o de cosas o la calidad
de estas últimas, también, solicitar una inspección judicial; todo con citación de la persona a quien haya de
oponerse o del ministerio fiscal en caso de no ser posible el comparendo de aquélla con la urgencia del caso.
ARTICULO 274. Producida la prueba, en un término prudencial que señalará el juez, se dará traslado a la parte
que hubiere sido citada o al agente fiscal para que manifieste si tienen algo que observar. Evacuada la vista y
producida la prueba de tachas, en su caso, a cuyo efecto el juez fijará el término que crea conveniente, se
archivará el expediente sin dictarse auto alguno sobre su mérito.
ARTICULO 275. La caducidad de las medidas preparatorias no es aplicable a los casos previstos en los artículos
precedentes.
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acuerdo de la mujer y el marido, padre o tutor, respecto de la casa en que deba aquél verificarse. Cuando no
fuere posible proceder en la forma expresada, el juez arbitrará el procedimiento a seguir.
ARTICULO 293. El depósito de los incapaces podrá ser solicitado por cualquier persona y aun decretado de
oficio cuando al juez le constare la necesidad de verificarlo. Se hará siempre con intervención del ministerio del
ramo.
ARTICULO 294. Verificado el depósito, el juez ordenará que se entreguen a la persona depositada la ropa y
muebles de su uso personal y que se le provean los alimentos necesarios y las litisexpensas, en su caso.
ARTICULO 295. Si la mujer casada no acreditase dentro de treinta días haber intentado la acción
correspondiente, quedará sin efecto el depósito hecho a su instancia.
ARTICULO 296. El auto que recayere sobre el depósito será apelable y si se hiciere lugar a él, sólo en efecto
devolutivo.
ARTICULO 297. En caso de incapaces huérfanos o abandonados, el juez tomará las medidas necesarias para la
seguridad de los bienes, mientras se les provee representantes legales.
ARAZI no incluye en esta clasificación las medidas tendientes a asegurar y conservar elementos de prueba.
En su opinión, la prueba producida antes de la etapa respectiva no participa de los caracteres de las medidas
cautelares. En primer lugar, estas son provisionales, ya que subsisten mientras duren las circunstancias que las
determinaron; y mutables (el juez, para evitar perjuicios innecesarios podrá disponer una medida distinta de la
solicitada).
Por el contrario, la prueba producida en cualquier etapa se incorpora definitivamente al proceso y el juez no
puede dejar de valorarla aunque perjudique a la parte que la produjo. La valoración se hará siempre en el
momento de dictarse la sentencia definitiva.
En segundo lugar, la medida cautelar se decreta inaudita parte; en cambio, la prueba anticipada se practica con
citación de la parte contraria, salvo que resulte imposible por razón de urgencia, en cuyo caso intervendrá el
defensor oficial.
PROCEDIMIENTO CAUTELAR.
OPORTUNIDAD PARA PEDIRLAS: Las medidas cautelares pueden solicitarse antes o después de deducida
la demanda, a menos que de la ley resultare que debe entablarse previamente.
CONTENIDO DEL ESCRITO: El escrito en que se solicite la medida cautelar deberá expresar:
a) el derecho que se pretende asegurar (Ejemplo: crédito contra el deudor);
b) la medida cautelar que se pide (Ejemplo: embargo preventivo);
c) la disposición de la ley en que se funde.
d) el cumplimiento de los requisitos que corresponden, en particular, de la medida requerida.
JUEZ COMPETENTE.
Es el que interviene o le corresponde intervenir en el proceso principal.
Según el Codigo Procesal de la Nación, los jueces deberán abstenerse de decretar medidas precautorias cuando
el conocimiento de la causa no fuese de su competencia. No obstante ello, determina que la medida ordenada
por un juez incompetente será válida siempre que haya sido dispuesta de acuerdo con las prescripciones legales.
El hecho de haber decretado la medida cautelar no prorroga la competencia del juez, quien “inmediatamente
después de requerido, remitirá las actuaciones al que le sea competente”.
Es decir, a la medida cautelar hay que pedirla al juez que sería competente para intervenir en el proceso principal
y no a otro. No obstante, tratándose de competencia territorial prorrogable, y tramitando el proceso sin
intervención de la contraria, el juez requerido no puede abstenerse de dar curso al pedido; pero planteándose la
cuestión de competencia, si se resuelve favorablemente, deberá remitir las actuaciones al que sea competente,
aun cuando se trate de un juez que no perteneciese a la jurisdicción nacional.
Si la incompetencia para entender en el juicio principal fuese improrrogable y surgiera evidente, el juez
incompetente requerido sólo ordenará la medida cautelar en casos muy urgentes y cuando circunstancias
excepcionales justifiquen su actitud; inmediatamente después de trabada, deberán remitirse las actuaciones al
juez competente. Siendo opinable a quien corresponderá conocer en la acción principal, debe entender en la
medida cautelar el juez requerido.
149
La ampliación, mejora sustitución o levantamiento de la medida decretada por el juez incompetente deben
solicitarse ante el juez competente. Aquél debe abstenerse de revisar o modificar medidas precautorias cuando
las causas no fuesen de su conocimiento.
Ello es así en tanto no se plantee una cuestión de competencia; de existir tal conflicto entre los jueces, quien
intervino en primer término seguirá entendiendo hasta tanto se resuelva quien es el juez competente.
Las medidas cautelares o sus modificaciones, dictadas por jueces incompetentes, y apeladas por los interesados,
pueden ser revisadas por un tribunal superior de otro fuero, en el cual el juicio ha continuado ulteriormente su
trámite.
SUSTITUCIÓN Y LEVANTAMIENTO.
Art. 202. - Las medidas cautelares subsistirán mientras duren las circunstancias que las determinaron. En
cualquier momento en que éstas cesaren se podrá requerir su levantamiento. CPCCN.-
MODIFICACION
Art. 203. - El acreedor podrá pedir la ampliación, mejora o sustitución de la medida cautelar decretada,
justificando que ésta no cumple adecuadamente la función de garantía a que está destinada.
El deudor podrá requerir la sustitución de una medida cautelar por otra que le resulte menos perjudicial, siempre
que ésta garantice suficientemente el derecho del acreedor.
Podrá, asimismo, pedir la sustitución por otros bienes del mismo valor, o la reducción del monto por el cual la
medida precautoria ha sido trabada, si correspondiere.
La resolución se dictará previo traslado a la otra parte por el plazo de CINCO (5) días, que el juez podrá abreviar
según las circunstancias. CPCCN.-
FACULTADES DEL JUEZ RESPECTO DE LAS MEDIDAS CAUTELARES.- En general, las facultades
que se conceden al juez respecto de las medidas cautelares tienden a evitar perjuicios innecesarios para el titular
de los bienes.
Art. 204. - El juez, para evitar perjuicios o gravámenes innecesarios al titular de los bienes, podrá disponer una
medida precautoria distinta de la solicitada, o limitarla, teniendo en cuenta la importancia del derecho que se
intentare proteger. CPCCN
PROTECCIÓN AL ESTADO.- ART. 195- CPCCN: Los jueces no podrán decretar ninguna medida cautelar
que afecte, obstaculice, comprometa, distraiga de su destino o de cualquier forma perturbe los recursos propios
del Estado, ni impondrá a los funcionarios cargas personales pecuniarias.
RESPONSABILIDAD POR ABUSO DEL DERECHO: El Código Procesal establece que cuando se ordene
levantar una medida cautelar y se demuestre que el requirente abusó o se excedió en el derecho que la ley otorga
para obtenerla, se lo condenará -si la otra parte lo pide- a pagar los daños y perjuicios (art. 208 CPCCN).
Aunque se levante la medida cautelar, el solicitante no será responsable en los casos del art. 209 inc. 1 y art.
212:
a) ART. 209 INC. 1: se pide embargo preventivo porque el deudor no tiene domicilio en la República.
b) ART. 212: se pide embargo preventivo porque hay rebeldía, confesión o reconocimiento de la otra parte, o
porque hay sentencia favorable al solicitante.
150
EMBARGO.
TIPOS: PREVENTIVO, EJECUTIVO Y EJECUTORIO. ALCANCES.
PREVENTIVO:. Procura prevenir un daño y se anticipa al reconocimiento del derecho que asegura; participa de
todos los caracteres y requisitos de aquellas. Aunque la ley contempla casos específicos en los que procede esto
no impide que se ordene en otros supuestos, siempre y cuando se cumplan las exigencias generales y esa medida
sea la más adecuada.
El embargo preventivo es viable en todo tipo de proceso, sea de ejecución o de conocimiento (ordinario,
sumario, sumarísimo o procesos especiales).
EJECUTIVO: Se otorga al acreedor de una obligación documentada en un título que trae aparejada ejecución.
Es también una medida precautoria, ya que el derecho del actor no está reconocido todavía judicialmente, pero
la presunción que surge del título ejecutivo exime al peticionario de la contracautela e impone al juez el deber
de otorgarlo.
EJECUTORIO: Se decreta en el trámite de cumplimiento de una sentencia firme. Tanto el embargo preventivo
como el ejecutivo pueden transformarse en ejecutorio, una vez que se reconozca el derecho del actor mediante
el pronunciamiento de la sentencia definitiva en el juicio de conocimiento, o cuando debe cumplirse la sentencia
que manda llevar adelante la ejecución.
EMBARGO PREVENTIVO.
CONCEPTO: constituye la individualización y afectación de determinados bienes a un proceso, de conformidad
con una decisión judicial que así lo ordena. Presupone la existencia de un crédito, cuyo pago se ha reclamado
judicialmente.
La orden judicial acuerda un rango preeminente al embargante, en virtud del cual se limitan las facultades de
disposición que sobre el bien embargado cabían al deudor con anterioridad a aquella.
El embargo preventivo es una medida cautelar consistente en la INDIVIDUALIZACIÓN de uno o varios bienes
del presunto deudor, con el objeto de INMOVILIZARLOS y asegurar la responsabilidad del embargado y el
cumplimiento de la sentencia que se dicte en el proceso.
El embargo individualiza e inmoviliza el bien sobre el que recae, porque el deudor tiene limitada la facultad de
disposición: no puede realizar sobre el bien actos que causen la disminución de la garantía del crédito.
Pero esta limitación no es absoluta, ya que el Cód. Civil admite que las cosas embargadas pueden ser objeto de
los contratos, sin perjuicio de los derechos de terceros; quien de mala fe contrata sobre esos bienes como si
estuviesen libres debe reparar los daños causados a la otra parte, si esta ha obrado de buena fe (art. 1009 CCC).
PROCEDENCIA DEL EMBARGO PREVENTIVO. CPCCN
Art. 209: Podrá pedir el embargo preventivo el acreedor de deuda en dinero o en especie que se hallare en
alguna de las condic.siguientes:
1. Que el deudor no tenga domicilio en la República.
2. Que la existencia del crédito esté demostrada con instrumento público o privado atribuido al deudor,
abonada la firma por información sumaria de 2 testigos.
3. Que fundándose la acción en un contrato bilateral, se justifique su existencia en la misma forma del inciso
anterior, debiendo en este caso probarse además sumariamente el cumplimiento del contrato por parte del
actor, salvo que éste ofreciese cumplirlo o que su obligación fuese a plazo.
4. Que la deuda esté justificada por libros de comercio llevados en debida forma por el actor, o resulte de
boleto de corredor de acuerdo con sus libros, en los casos en que éstos puedan servir de prueba, o surja de la
certificación realizada por contador público nacional en el supuesto de factura conformada.
151
5. Que aun estando la deuda sujeta a condición o plazo, se acredite sumariamente que el deudor trata de
enajenar, ocultar o transportar sus bienes, comprometiendo la garantía, o siempre que se justifique del mismo
modo que por cualquier causa ha disminuido apreciablemente la solvencia del deudor, después de contraída
la obligación. CPCCN.-
SITUACIONES DERIVADAS DEL PROCESO (art. 212).- Además de los supuestos anteriores, durante el
proceso hay casos en queda demostrada la verosimilitud del derecho del solicitante, y en consecuencia es
procedente el embargo preventivo. Dichos casos son:
- rebeldía,
- confesión (expresa o ficta) o reconocimiento de la contraparte,
- si quien solicita el embargo haya obtenido sentencia favorable.
PROCEDIMIENTO.
Cuando deba efectuarse el embargo, se trabará en la forma prescripta para el juicio ejecutivo.
Se limitará a los bienes necesarios para cubrir el crédito que se reclama y costas.
Mientras no se disponga el secuestro o la administración judicial de lo embargado, el deudor, continuará con el
uso normal de la cosa. Si recae sobre bienes muebles, se lo podrá nombrar depositario de estos.
El procedimiento a seguir depende de los bienes sobre los cuales recaiga la medida.
a) Si fuera dinero, el funcionario que interviene procederá a desapoderar al deudor de la suma embargada
y depositarla a la orden del juez interviniente.
b) Si fuesen bienes muebles, el art 216 CPCCN dice que se los depositará a la orden del juez, salvo que se
trate de los de la casa en que vive el embargado; a su vez, el art. 536 CPCCN ordena al oficial de justicia
que deje los bienes embargados en poder de un depositario provisional, que podrá ser el deudor si
resultare conveniente, salvo que se encuentren en poder de un tercero y este requiriere nombramiento a
su favor.
LEVANTAMIENTO DEL EMBARGO: Si el embargo recayó sobre bienes inembargables, está mal trabado y
debe ser levantado, sea de oficio o a pedido del deudor (o su cónyuge o hijos); el levantamiento procede "aunque
la resolución que lo decretó se hallare consentida" (art. 220).
El juez competente para ordenar el levantamiento del embargo es el que decretó el embargo.
También procede el levantamiento de embargo si los bienes embargados no son del deudor sino de un tercero.
BIENES INEMBARGABLES.
ARTÍCULO 469º.- No se puede trabar embargo en los siguientes bienes:
1°) El lecho cotidiano del deudor, de su mujer y de sus hijos; los muebles y ropas del preciso uso de los mismos
si corresponden a su posición social; los utensilios necesarios para preparar el sustento; los animales
destinados a proveer su alimentación y la de su
familia; las provisiones alimenticias necesarias para la subsistencia de un mes; las sumas o fruto que se
destinen a los alimentos; los libros, instrumentos, animales, enseres y semillas necesarias para la profesión,
arte u oficio que ejerza; el usufructo de los padres sobre los bs de los hijos, q le fueren indispensables para
llenar las cargas respectivas; y los demás bienes expresamente exceptuados por las leyes.
2°) Los créditos por pensiones alimentarias y litis-expensas.
3°) Los bienes y rentas de la Provincia o municipios mientras se encuentren afectados a un servicio de uso
público excepto en los casos de acreencias a cuyo pago estén afectados los ingresos respectivos.
4°) Los sepulcros, salvo el caso que se reclame su precio de compra o construcción.
5°) Las imágenes de los templos y las cosas afectadas a cualquier culto, a menos que se reclame su precio de
compra o construcción.
6°) Los honorarios profesionales sino hasta veinticinco por ciento de su monto.
Tampoco, salvo hasta igual porcentaje, las sumas que reciban los afiliados en la distribución del fondo común
que efectúen las cajas o instituciones constituidas por profesionales, siempre que no tengan carácter comercial.
CPCCSF
NOTIFICACION AL EMBARGADO.
Las medidas precautorias se decretarán y cumplirán sin audiencia de la otra parte. Ningún incidente planteado
por el destinatario de la medida podrá detener su cumplimiento. Si el afectado no hubiese tomado conocimiento
de las med. con motivo de su ejecución, se le notificarán personalmente o por cédula dentro de los TRES (3)
días.
Quien hubiese obtenido la medida será responsable de los perjuicios que irrogare la demora….
152
INHIBICIÓN GENERAL DE BIENES.
Es una medida cautelar por la cual, una vez trabada, el deudor no puede enajenar los bienes que tiene inscriptos
en los respectivos registros. Rige supletoriamente respecto del embargo, cuando siendo éste pertinente no se
conocen bienes del deudor o estos no cubren el crédito reclamado.
También pueden coexistir ambas medidas, siempre que el embargo sea suficiente.
REQUISITOS: deben cumplirse los requisitos propios del embargo, y además, los que determinan el art 228
CPCCN.
PROCEDENCIA:
Art. 228. - En todos los casos en que habiendo lugar a embargo éste no pudiere hacerse efectivo por no
conocerse bienes del deudor, o por no cubrir éstos el importe del crédito reclamado, podrá solicitarse contra
aquél la inhibición general de vender o gravar sus bienes, la que se deberá dejar sin efecto siempre que
presentase a embargo bienes suficientes o diere caución bastante.
El que solicitare la inhibición deberá expresar el nombre, apellido y domicilio del deudor, así como todo otro
dato que pueda individualizar al inhibido, sin perjuicio de los demás requisitos que impongan las leyes.
La inhibición sólo surtirá efecto desde la fecha de su anotación salvo para los casos en que el dominio se
hubiere transmitido con anterioridad, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación general.
No concederá preferencia sobre las anotadas con posterioridad.
CLASES:
-Judicial: puede trabarse antes o después de promovido el juicio, previo cumplimiento de los requis. propios de
las medidas cautelares.
-Voluntaria: se produce ½ un acuerdo de ptes, en forma extrajudicial, por acto notarial debidamente inscripto
en el respectivo registro.
EFECTOS: impide la venta de bienes registrables, pero no la adquisición de estos, aunque simultáneamente se
constituya una hipoteca.
PRELACIÓN: el CPCCN dispone que las inhibiciones no conceden preferencias sobre las anotadas con
posterioridad.
También se ha señalado que la inhibición no da ninguna preferencia sobre un embargo u otra medida precautoria
de fecha posterior y que su único efecto es impedir que el deudor disponga o grave bienes.
No se puede decretar inhibición general de bienes contra una persona fallecida.
SECUESTRO JUDICIAL.
Es la medida cautelar que consiste en desapoderar de un bien al deudor y entregarlo en depósito a un tercero.
Características:
a) desapoderamiento: retiro de la posesión del bien al deudor;
b) entrega en depósito a un tercero.
El secuestro se parece al embargo preventivo (ambos son medidas cautelares, y por lo tanto, tienen los mismos
presupuestos, además, en ambos se individualiza e inmoviliza el bien), pero el secuestro es más enérgico:
1) En el secuestro, la cosa se entrega en depósito a un tercero. En el embargo preventivo, eso generalmente no
sucede, dejándose la cosa en manos del deudor.
2) En el secuestro, el deudor no puede usar la cosa, pues ella pasa a manos del tercero. En el embargo preventivo,
el deudor puede usar la cosa embargada si se lo nombra depositario.
3) El secuestro, sólo recae sobre muebles o semovientes. El embargo preventivo, recae sobre muebles,
semovientes e inmuebles.
4) El secuestro, generalmente recae sobre cosas que son objeto del litigio. El embargo preventivo, recae sobre
cualquier bien que integre el patrimonio del deudor.
Derecho de retención: quien lo ejerce debe acatar el mandato judicial de secuestro, formulando la pertinente
manifestación de que posee ese derecho. Si se procede a la venta del bien secuestrado corresponde reservar de
su producto la suma reclamada por el titular del derecho de retención.
153
Procederá, asimismo, con igual condición, toda vez que sea indispensable proveer a la guarda o conservación
de cosas para asegurar el resultado de la sentencia definitiva.
El juez designará depositario a la institución oficial o persona que mejor convenga; fijará su remuneración y
ordenará el inventario, si fuese indispensable. CPCCN
PROHIBICIÓN DE INNOVAR
Se decreta p/impedir un cambio en la situación de hecho o de d°, mientras dure el proceso y con miras a la
eventual sentencia a dictarse. La ley procesal viene a reafirmar un deber impuesto a todo litigante de no innovar
la sit. existente hasta que se pronuncie la jurisdicción.
Es improcedente la prohibición de innovar cuando no tenga ella por finalidad asegurar el pronunciamiento que
pudiera dictarse.
Es la medida cautelar por la cual el juez prohíbe modificar -durante el curso del proceso- una situación de hecho
o de derecho existente en determinado momento.
Su fin es que esa situación de hecho o de derecho se mantenga. Se ordena no modificar la situación existente.
(Ejemplo: el juez ordena que el inmueble se mantenga desocupado; que las obras realizadas en el terreno no se
destruyan, etc.).
Pero también es admisible para que no se modifique una situación existente antes de la demanda y que luego se
ha alterado (o sea, es admisible para restablecer una situación anterior. (Ejemplo: el juez ordena que los
ocupantes del inmueble, del cual habían sido sacados con violencia, vuelvan a ocuparlo).
REQUISITOS.
-Verosimilitud en el derecho y peligro en la demora.
-Existencia de un proceso pendiente. Significa que la prohibición de innovar tiende a mantener el estado de
cosas existente al tiempo de promoverse la demanda; por eso no se concibe la medida cautelar si no hay causa
pendiente. Si la medida se refiere a un juicio futuro e hipotético, debe ser denegada.
-Que no haya otra medida menos perjudicial para asegurar el objeto perseguido, ya que el criterio para su
concesión es restrictivo.
EFECTOS.
No puede interferir en otro proceso distinto de aquel en que se la solicitó, porque un juez no tiene imperio para
imponer tal medida respecto de otro de igual jerarquía.
No cabe decretarla para impedir que en otro proceso se ordene el secuestro del bien o se inicie una ejecución.
ACTOS DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA.
En virtud de que existe la presunción de validez de los actos de los poderes públicos, debe acentuarse el carácter
restrictivo en la prohibición de innovar que afecte actos administrativos.
Cuando lo que se pretende es la revocación, anulación o modificación de un acto administrativo, la medida
cautelar de no innovar solo corresponde, por principio, en supuestos de ilegalidad manifiesta.
PROHIBICIÓN DE CONTRATAR.
Es una especie del género “prohibición de innovar” y por ella se tiende a asegurar que en una situación concreta,
la parte perjudicada se abstenga de contratar.
Consiste en que el juez prohíba a una de las partes celebrar contratos con relación a determinados bienes. La
prohibición se debe inscribir en el Registro correspondiente.
La '"prohibición de contratar" puede fundarse:
● en la ley: ejemplo, el cónyuge no puede enajenar inmuebles gananciales sin el consentimiento del otro.
● en un contrato: Ejemplo: prohibición de subalquilar para el locatario.
● en la necesidad de asegurar: la ejecución forzada o los bienes objeto del juicio. Son los casos en que se
deba asegurar la ejecución de una sentencia o de los bienes objeto del juicio.
Art. 231.- "Cuando por ley o contrato o para asegurar la ejecución forzada o los bienes objeto del juicio,
procediese la prohibición de contratar sobre determinados bienes, el juez ordenará la medida. Individualizará
lo que sea objeto de la prohibición, disponiendo se inscriba en los Registros correspondientes y se notifique a
los interesados y a los terceros que mencione el solicitante..." (Primera parte).
Caducidad. La medida quedará sin efecto, si quien la obtuvo no inicia la demanda dentro de los 5 días de haber
sido dispuesta y en cualquier momento en que se demuestre su improcedencia (segunda parte). CPCCN
ANOTACION DE LITIS
Art. 229. - Procederá la anotación de litis cuando se dedujere una pretensión que pudiere tener como
consecuencia la modificación de una inscripción en el Registro correspondiente y el derecho fuere verosímil.
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Cuando la demanda hubiere sido desestimada, esta medida se extinguirá con la terminación del juicio. Si la
demanda hubiese sido admitida, se mantendrá hasta que la sentencia haya sido cumplida.
CONCEPTO: tiene por objeto dar publicidad al litigio a fin de que los terceros no puedan alegar buena fe en el
caso de que se modificara una inscripción en el registro, a consecuencia de lo deducido en la sentencia.
La medida no impide ni restringe la disponibilidad del bien, que puede ser embargado o enajenado; sólo tiene
por objeto dar a publicidad la existencia del proceso.
La anotación de litis, es la medida cautelar que tiene por objeto dar a publicidad que, con relación a un inmueble
o mueble registrable, existe un proceso. Se anota en el Registro correspondiente.
De este modo, el tercero que adquiera el bien o a cuyo favor se constituya un derecho real, no puede alegar que
desconocía la existencia de la litis y, en consecuencia, debe soportar los efectos de la sentencia que se dicte.
Los escribanos, a efectos de otorgar una escritura, deben solicitar el certificado de dominio al Registro de la
Propiedad Inmueble o al Registro que corresponda, y si surge que existe anotada una litis, deberán dejar
constancia de ella en la escritura.
REQUISITOS: El art 229 CPN menciona como requisito la verosimilitud del derecho para la procedencia de
esta medida cautelar, pero nada dice acerca del peligro en la demora.
PROCEDENCIA: Se aplica a todo tipo de proceso que pueda modificar una inscripción en el registro respectivo,
siempre que exista la posibilidad de constituir, transmitir, declarar o modificar derechos sobre bienes
registrables.
La anotación de litis procede en todos los casos en que la acción deducida pudiese producir una modificación
de la inscripción del bien en el Registro (de la Propiedad Inmueble, de la Propiedad del Automotor, etc.).
Ejemplo: procede en juicio donde se discute la propiedad de un bien. En todos los casos, es requisito acreditar
la verosimilitud del derecho. También procede la anotación de litis en los casos de juicios de expropiación de
inmuebles (Ley 21.499).
EFECTOS. La anotación de litis no impide gravar ni vender el bien. Simplemente avisa que sobre un bien existe
litigio, de modo que los terceros no puedan alegar ignorancia y ampararse en la buena fe para desconocer los
derechos del vencedor del pleito. Su efecto sólo recae sobre el bien que es objeto de la litis y motivo de la
anotación; no afecta a otros bienes del demandado.
EXTINCIÓN DE LA ANOTACIÓN.
-Si la demanda fue desestimada: la anotación se extingue con la terminación del juicio.
-Si la demanda fue admitida: la anotación se mantiene hasta que la sentencia se haya cumplido. Cumplida la
sentencia, está terminado el pleito y, por lo tanto, se extingue la anotación.
INTERVENCIÓN JUDICIAL.
El art 222 CPCCN dice: Además de las medidas cautelares de intervención o administración judiciales
autorizadas por las leyes sustanciales, que quedan sujetas al régimen establecido por ellas, podrán disponerse
las que se regulan en los artículos siguientes.
La intervención judicial es la medida cautelar por la cual una persona designada por el juez interviene en la vida
económica de una persona física o jurídica. El interventor es un auxiliar del juez.
La intervención judicial puede tener por objeto recaudar ingresos futuros y periódicos (ej. suma por entradas a
un espectáculo público), controlar la administración de una sociedad, sustituir al administrador o informar al
juzgado.
DISTINTOS TIPOS DE INTERVENTORES:
a)Interventor recaudador: se limita a recaudar y retener el monto embargado, para luego depositarlo a la orden
del juzgado; no interviene en la administración. Ej.: interventor en las boleterías de una cancha de fútbol o de
un teatro, etc. El monto a retener lo determina el juez, pero no puede exceder del 50 % de las entradas brutas
(art. 223 CPCCN).
No tiene injerencia en la administración de la sociedad o del negocio de la persona física contra quien se decreta
la medida. Se trata de una forma de ejecución del embargo y está sujeta a los requisitos de este. El juez
determinará el monto de la recaudación que no podrá exceder el 50 % de las entradas brutas, y que deberá ser
depositado a la orden del juzgado.
Se ha resuelto que si no se acredita la ineficacia del embargo preventivo decretado previamente, la solicitud de
un interventor recaudador es prematura, y por ello, improcedente.
b)Interventor fiscalizador: no reemplaza al administrador, pero controla o fiscaliza la administración para
evitar que haya actos dañosos para la entidad.
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c)Interventor administrador: (administrador judicial): reemplaza al administrador existente en la entidad
intervenida.
Está previsto en ley de sociedades 19.550.
El nombramiento de un administrador judicial en reemplazo de las autoridades designadas para dirigir la
sociedad constituye una medida excepcional, de emergencia, que sólo debe adoptarse en los casos extremos.
d)Interventor informante: (o "veedor"): no recauda, no fiscaliza ni administra, su función es la de informar al
juzgado acerca de los hechos que se le han indicado al designárselo (art. 224 CPCCN). El informante no debe
interferir en la actividad de la sociedad o persona física que padece la medida cautelar; su designación no
equivale a la realización de una pericia contable ni procede cuando constituye un modo indirecto de obtener una
medida probatoria.
DISPOSICIONES COMUNES A TODA CLASE DE INTERVENCIÓN (art. 225 CPCCN).-
El juez apreciará con criterio restrictivo si procede la intervención.- Esto significa que el juez ordenará esta
medida cuando ella sea realmente necesaria de acuerdo a las circunstancias. Designará como interventor a una
persona que posea los conocimientos necesarios para desempeñarse atendiendo a la naturaleza de los bienes o
actividades, indicándose la misión que debe cumplir y el plazo de duración. El interventor podrá retener fondos
y disponer de ellos -sin autorización judicial- para hacer gastos normales (los habituales en la función que debe
cumplir): p/ hacer gastos extraordinarios o nombrar auxiliares requiere autorización judicial, salvo caso de
urgencia.
DEBERES DEL INTERVENTOR. REMOCIÓN (art. 226 CPCCN). El interventor debe:
1) Desempeñar personalmente el cargo con arreglo a las directivas que le imparta el juez.
2) Presentar los informes periódicos que disponga el juzgado y UNO (1) final, al concluir su cometido.
3) Evitar la adopción de medidas que no sean estrictamente necesarias para el cumplimiento de su función o
que comprometan su imparcialidad respecto de las partes interesadas o puedan producirles daño o menoscabo.
El interventor que no cumpliere eficazmente su cometido podrá ser removido de oficio; si mediare pedido de
parte, se dará traslado a las demás y al interventor. La remoción puede dar lugar a la pérdida del derecho a
cobrar honorarios o a la reducción de los mismos (arts. 226 y 227 CPCCN).
HONORARIOS: el interventor solo percibirá los honorarios a que tuviere derecho, una vez aprobado
judicialmente el informe final de su gestión (art 227 CPCCN).
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Con la tutela autosatisfactiva se persigue igual finalidad, pero no dentro de un proceso de conocimiento
continente, sino en el marco de un proceso especial y autónomo que se extingue al agotar su objeto con la
obtención de la tutela.
Antes, los procesos urgentes se referían solamente a las medidas cautelares que se dictaban en el marco de un
proceso principal. Actualmente, los procesos urgentes no se agotan con las medidas cautelares, siendo su campo
de acción mucho más amplio, porque lo urgente está presente en ciertas pretensiones que recaen directamente
sobre aspectos sustanciales o de fondo. En el Congreso de Derecho Procesal de Santa Fe, de 1995, se aprobó la
siguiente conclusión: la categoría de proceso urgente es más amplia que la de proceso cautelar, ya que la
primera comprende a las medidas autosatisfactivas y las medidas anticipatorias. El proceso urgente
comprende una categoría caracterizada por la necesidad de proporcionar respuestas jurisdiccionales prontas y
expeditas a determinadas situaciones que no admiten demora. Se caracteriza entonces por presentar en su seno
un reclamo acentuado de pronta, expedita y eficiente respuesta jurisdiccional, donde el factor tiempo posee
especial resonancia. Dentro del proceso urgente podemos ubicar a: las cautelares clásicas, medidas
autosatisfactivas, medidas anticipatorias, acción de amparo, hábeas corpus, hábeas data, etc.El proceso urgente
se puede obtener provisoriamente, siendo necesario que se tramite otro proceso principal, al cual se encuentre
subordinado. Es el caso de la medidas cautelares clásicas y las anticipatorias.En forma definitiva, que se agota
en sí mismo, no requiriendo otro proceso al cual subordinarse: el caso de las autosatisfactivas.
MEDIDAS AUTOSATISFACTIVAS.
PEYRANO las conceptualiza como soluciones jurisdiccionales urgentes, autónomas, despachables
"inaudita et altera pars" y mediando una fuerte probabilidad de que los planteos formulados sean
atendibles. Las mismas importan una satisfacción definitiva de los requerimientos de los postulantes, motivos
por el cual se sostiene que son autónomas, no dependiendo su vigencia y mantenimiento de la interposición
coetánea o ulterior de una pretensión principal" como si requieren las medidas cautelares.
Es un requerimiento urgente formulado al órgano jurisdiccional por los justiciables, que se agota con su
despacho favorable -de ahí autosatisfactiva-, no siendo necesario un ulterior inicio de proceso que le sirva de
sustento. Estas medidas son principales, autónomas y urgentes que resuelven de modo definitivo conflictos de
intereses o incertidumbres jurídicas, no siendo provisorias ni accesorias de otro proceso.
Hay un antecedente jurisprudencial que ha marcado un hito en el desarrollo de las medidas autosatisfactivas:
fallo Camacho Acosta C/ Grafi Graf S.R.L:
En él, la parte actora entabló una demanda como consecuencia de un accidente sufrido mientras desarrollaba
sus actividades laborales. Debido a esto, a la demandante se le debió amputar un brazo y aquí es en donde
empieza a operar el instituto analizado en el presente trabajo.
Camacho Acosta, además de iniciar la respectiva demanda contra Grafi Graf S.R.L. por indemnización por
daños y perjuicios fundado en el artículo 1113 del Código civil, el cual hacía referencia al dueño o guardián de
la cosa peligrosa, también solicitó que la demandada le proporcionara una prótesis a fin de no perder la
sensibilidad en la parte del brazo que había sufrido la amputación.
El caso llegó a la Corte Suprema luego de respuestas poco favorables para la parte actora en instancias inferiores
y ateniéndose a la gravedad y a la urgencia de la petición hizo lugar a la misma.
Efectivamente y como se puede apreciar en el caso planteado, existía una pretensión autónoma (solicitud de la
prótesis) distinta de la reclamada en primer término (indemnización por daños y perjuicios), además era un
proceso urgente debido a la gravedad de las circunstancias en el cual estaba en juego un bien jurídico de gran
importancia, la integridad física y teniendo en cuenta que esto pudiera repercutir un una futura posibilidad de
reinserción laboral de la parte actora.
Además la pretensión de la actora se agota con su despacho favorable; el otorgamiento de la prótesis.
Todos y cada uno de los elementos nos permiten ver que, luego de este breve análisis, todas las disposiciones
medulares inherentes a las medidas autosatisfactivas encajan perfectamente dentro del caso citado: proceso
urgente debido al inminente peligro y consecuente daño frente a la falta de satisfacción del requerimiento
solicitado y autonomía, ya que la pretensión era independiente y no accesoria a un proceso principal.
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Caracteres propios de las medidas cautelares: son instrumentales, provisionales, mutables o flexibles, se
disponen inaudita parte (sin substanciación), el conocimiento para decretarlas es en grado de apariencia (no de
certeza), producen efectos de cosa juzgada material, no causan instancia, su acogimiento no configura
prejuzgamiento, no tiene incidencia directa sobre la relación procesal, son de ejecutabilidad inmediata y reviste
carácter urgente.
MEDIDAS CAUTELARES:
Caracteres (ya explicados):
● Se dictan inaudita parte.
● Son provisionales.
● Son accesorias, (sirven a un proceso principal).
Presupuestos
● Verosimilitud del derecho invocado como fundamento de la pretensión especial: Quien solicita la
medida cautelar solo debe acreditar que su derecho es verosímil, y el juez la otorga sin prejuzgar sobre
el fondo del asunto; se trata de un concepto graduable.La verosimilitud del derecho se refiere a la
posibilidad que ese derecho exista.
● Peligro en la demora: Se trata de evitar que el pronunciamiento judicial, reconociendo su derecho, llegue
demasiado tarde y no pueda cumplirse su mandato.
● Contracautela: Este presupuesto esta orientado a garantizar los daños que originará quien solicite una
medida cautelar sin derecho; es decir, tiende a cubrir los daños y perjuicios.Sin embargo, la caución no
es un requisito esencial ni atañe a la naturaleza de la medida cautelar, ya que se reconocen excepciones
a este presupuesto.
MEDIDAS AUTOSATISFACTIVAS:
Caracteres
● De acuerdo a las circunstancias pueden ser dictadas inaudita parte o no. Esto se debe a que la medida
autosatisfactiva no necesariamente se dicta sin substanciación; debiendo reservarse dicha posibilidad
exclusivamente para los supuestos en que exista convicción suficiente, cercana a la certeza, respecto
del derecho invocado. Por ende y debido a lo expuesto, puede existir substanciación pero en el plazo
más breve posible de acuerdo a las circunstancias del caso o puede ser dictada sin notificación a la otra
parte.
● No son provisionales ya que si bien se puede acordar una medida diferente a la peticionada o limitarla,
teniendo en cuenta el derecho a proteger, su resultado no queda ligado a la litis principal ya que, como
se mencionó, tienen una pretensión independiente y la medida se agota con su despacho favorable.
● No son accesorias, porque no necesitan un proceso principal para su existencia. Son autónomas y aquí
encontramos la primer gran diferencia con las providencias cautelares. La pretensión se agota con su
sola concesión. No son un medio para garantizar un fin, como las cautelares, sino que son un fin en sí
mismas.
Presupuestos
● En cuanto al primer presupuesto de las medidas cautelares hicimos referencia a la existencia de la
verosimilitud en el derecho, pero esto cambia sustancialmente cuando hacemos mención a las medidas
autosatisfactivas, ya que el grado de conocimiento para el otorgamiento de tal tutela es la existencia de
una fuerte probabilidad cercana a la certeza y no la simple verosimilitud.
● Así mismo y como segundo presupuesto, es necesario, al igual que en el esquema cautelar clásico, que
exista peligro en la demora. El mismo consiste en la necesidad impostergable de tutela judicial
inmediata, de manera que en caso contrario se frustre el derecho invocado, recaudo que deriva del
carácter urgente del proceso autosatisfactivo.
● Finalmente no en todos los casos será necesaria la prestación de la contracautela, la que solo podrá
proceder cuando la medida se decrete inaudita parte y sin la suficiente certeza en el derecho invocado.
Esto último se debe a que la verosimilitud en el derecho y la contracautela opera como una "balanza" tanto en
las medidas cautelares como en los procesos autosatisfactivos. Es decir, cuando mayor sea la verosimilitud en
el derecho y el peligro en la demora menor será la exigencia de contracautela ya que menores serán las
posibilidades que la respectiva medida sea pedida abusivamente con la eventualidad del acaecimiento de un
perjuicio para la otra parte. A la inversa, cuando menor sea la verosimilitud en el derecho y el peligro en la
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demora, mayor será la exigencia de la contracautela ya que mayores será las posibilidades que la medida sea
solicitada sin derecho.
CONCLUSIÓN: Las medidas autosatisfactivas se ubican, como otros tantos institutos, dentro de los procesos
urgentes, comparte rasgos con las cautelares en que, existe la posibilidad de cambiarlas por otras más apropiadas
o menos gravosas, es decir son mutables o flexibles, y además y como se mencionó ya en reiteradas ocasiones,
comparte aunque no solo con las cautelares, su carácter de proceso urgente.
Pero las diferencias que las transforman en un instituto distinto se representa en que los procesos
autosatisfactivos son autónomos, siendo un fin en sí mismo y agotándose con su despacho favorable, mientras
que las cautelares son accesorias y encuentran su razón de ser en el proceso principal, siendo un medio tendiente
a garantizar la eficacia de la sentencia definitiva.
La celeridad con la que se debe despachar la medida autosatisfactiva, debido a lo urgente de la situación, es otra
nota distintiva de las mismas, diferenciándolas así de otros procesos similares como el amparo que se dilata más
en el tiempo. Así, y como se mencionó en los párrafos anteriores, la eventual regulación de estos procesos refleja
esta celeridad estipulando que el juez deberá resolver dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de interpuesta la
demanda, producida la prueba o efectuada la substanciación, o vencidos los plazos para hacerlo.
Según señala Mabel de los Santos, "el mayor beneficio del instituto procesal radica en su maleabilidad para
acordar su protección rápida y, por ende, eficaz ante conductas o vías de hecho que afecten un interés tutelable
cierto o manifiesto. De esta manera contribuye a que el proceso permita la efectiva operatividad de los derechos
sustanciales."
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la medida anticipatoria es expedirse en todo o en parte sobre la materia que sería o será objeto de la sentencia
final.
LA MEDIDA INNOVATIVA.
Mediante esta medida se ordena variar el estado de hecho existente al momento de iniciarse el juicio, es decir,
se retrotraen las cosas al estado anterior al acto o hecho cuestionado en el proceso, y ello sin perjuicio de
continuar el trámite hasta la sentencia definitiva.
Como toda medida cautelar, se debe probar la verosimilitud del derecho y el peligro en la demora.
Se la ha comparado con la prohibición de innovar, pero son medidas diferentes. Esta contempla el peligro en
mantener la situación de hecho o de derecho existente, por lo tanto para evitar el daño no se debe innovar. La
medida innovativa procura modificar el estado de cosas al momento de la demanda, a diferencia de la
prohibición de innovar, que procura mantener el estado de cosas existentes al momento de la demanda. El
ejemplo más claro es el de la reincorporación del alumno expulsado de un establecimiento educacional, mientras
se tramita el juicio. La medida no implica prejuzgar sobre el fondo de la cuestión en debate.
Sin embargo, no siempre se la admitió, resolviéndose que no era posible aplicar una medida cautelar para
restablecer situaciones que hubiesen sido alteradas con anterioridad.
Tutela procesal diferenciada: hablar de una tutela procesal diferenciada implica que, frente a determinados
conflictos, donde se afecten derechos esenciales de la persona, necesitaremos recurrir a tipos especiales de
procedimientos que difieren de los de cognición plena (procesos ordinario y sumario), por cuanto se muestran
insuficientes para atender la especializada atención que se merecen.
Partimos de estudiar a la tutela procesal diferenciada, como un procedimiento autónomo con reglas propias y
flexibles, siendo el juez el facultado para ordenar el debate y el dictado de resoluciones urgentes, cuya
procedencia se encuentra determinada por la naturaleza del derecho a judicializar por la urgencia en la
protección del mismo, sea conservando o innovando, para evitar con ello lesiones jurídicas irreparables.
Este montaje procesal deberá brindar al demandante un trato diferenciado y admitir, por lo común, una
legitimación activa amplia.
Una tutela procesal diferente se presenta, a nuestro criterio, como una expresión particular de la garantía a una
tutela judicial efectiva, así como en su momento, la acción como elemento estructural del proceso, fue
concebida como una especie del derecho a peticionar ante las autoridades (art. 14). Encontramos dentro de ella
a las medidas autosatisfactivas, anticipatorias, etc.
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