Textos Didactica
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Había una vez una familia de ratones que vivía en la despensa de una casa, pero
temiendo siempre los ataques de un enorme gato, los ratones no querían salir. Ya
fuera de día o de noche este terrible enemigo los tenía vigilados.
Un buen día decidieron poner fin al problema, por lo que celebraron una asamblea a
petición del jefe de los ratones, que era el más viejo de todos.
- Os he mandado reunir para que entre todos encontremos una solución. ¡No
podemos vivir así!
- ¡Pido la palabra! - Dijo un ratoncillo muy atento. Atemos un cascabel al gato, y así
sabremos en todo momento por dónde anda. El sonido nos pondrá en alerta y
podremos escapar a tiempo.
Tan interesante propuesta fue aceptada por todos los roedores entre grandes
aplausos y felicidad. Con el cascabel estarían salvados, porque su campanilleo
avisaría de la llegada del enemigo con el tiempo para ponerse a salvo.
- ¡Silencio! – Gritó el ratón jefe, para luego decir: Queda pendiente una cuestión
importante: ¿Quién de todos le pondrá el cascabel al gato?
Cuenta el mito que, una noche oscura, mientras Francisco el Hombre tocaba su
acordeón para hacer más ameno el camino. De un momento a otro, empezó a
escuchar otra melodía, pero no lograba saber su procedencia. Así, decidió batirse en
un duelo musical, hasta que por fin consiguió ver de quién se trataba en la
penumbra.
Después de eso, Satanás tomó su camino a los infiernos y nunca más regresó, pues no
pudo responder a tremenda habilidad con el acordeón. Francisco quedó como
ganador en este duelo.
Fuente: https://www.culturagenial.com/es/mitos-leyendas-colombia/
Fábula: El león y la espina
Había una vez un león que vivía en el bosque y se alimentaba de las presas que
encontraba a su paso.
Un buen día, durante un lindo paseo, el pobre animal se clavó una espina en la pata e
intentaba sin éxito sacársela porque sufría dolor al apoyarla. En su camino se cruzó
un pastor que iba con su rebaño.
Tras extraerle la espina, el pastor siguió su camino sin que el león intentara hacerle
daño. Puesto que recientemente había devorado a otro cabrero, decidió perdonarle la
vida.
Al oír dichas palabras, todas las fieras se sorprendieron y decidieron no darle bocado
por haber ayudado a un compañero suyo.
Fuente: https://e-kuoreo.blogspot.com/2011/09/32-fabulas.html