Tutela Datacredito
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FUNDAMENTOS FACTICOS
La entidad me dice que ellos pueden emitir paz y salvo por sumas inferiores a
CINCO MIL PESOS ($5.000), y que por esta razón me entregaron paz y salvo;
cuando se entiende que si emiten un paz y salvo por cierta obligación es porque la
misma ya se encuentra saldada y esa es la seguridad del consumidor de que ya
no tiene ningún saldo pendiente.
PETICION
FUNDAMENTOS DE DERECHO
El núcleo esencial del derecho al habeas data consiste en el ejercicio efectivo por
parte del titular de la información para conocer, actualizar y rectificar todos los
datos que sobre éste figuren en cualquier base de datos o archivos.
[12] Específicamente, la garantía al habeas data financiero es definida como
“(…) el derecho que tiene todo individuo a conocer, actualizar y rectificar su
información personal comercial, crediticia y financiera, contenida en centrales de
información públicas o privadas, que tienen como función recopilar, tratar y circular
esos datos con el fin de determinar el nivel de riesgo financiero de su titular. Debe
advertirse que ésta es una clasificación teórica que no configura un derecho
fundamental distinto, sino que simplemente es una modalidad de ejercicio del
derecho fundamental, este sí autónomo y diferenciable, al hábeas data”.[13]
En resumen, el habeas data financiero no constituye un derecho fundamental
autónomo de la garantía superior a la autodeterminación informática, sino más bien
corresponde a una clasificación teórica de ésta. Su contenido está referido a la
posibilidad que tienen las personas de (i) conocer, actualizar y rectificar la
información acerca del comportamiento financiero y crediticio que figure en los
bancos de datos, (ii) de carácter público o privado, (iii) cuya función es administrar
dichos datos para medir el nivel de riesgo financiero del titular de la información.
Ahora, en cuanto al objeto de protección del derecho al habeas data financiero, en
la sentencia T-847 del 28 de octubre de 2010[14] se expuso que éste recaía
sobre la información semiprivada, entendida como “(...) aquel dato personal o
impersonal que, al no pertenecer a la categoría de información pública, sí requiere
de algún grado de limitación para su acceso, incorporación en base de datos y
divulgación. A esa información solo puede accederse por orden judicial o
administrativa y para los fines propios de sus funciones, o a través del
cumplimiento de los principios de la administración de datos personales[15].
Ejemplo de estos datos son la información relacionada con el comportamiento
financiero, comercial y crediticio de las personas (…)”.
Es decir, debe tenerse presente que la administración de los datos recae sobre
aquélla información considerada como semiprivada. En otras palabras, sobre
aquella información que tiene relevancia pública en la medida en que dichos datos
le permiten a las entidades financieras y a las personas que desarrollan una
actividad mercantil, conocer el grado de cumplimiento crediticio y financiero de sus
potenciales clientes. Lo anterior encuentra consonancia con los postulados
constitucionales referidos a la estabilidad financiera, la confianza en el sistema de
crédito y la protección del ahorro público administrado por las entidades bancarias
y de crédito.
Por otra parte, el artículo 3° de la Ley 1266 de 2008 fijó algunas definiciones que
contemplan, entre otras, a las partes, personas naturales o jurídicas, involucradas
en el proceso de divulgación de la información crediticia o financiera, dentro de las
que se encuentran el titular de la información, la fuente de información, el operador
de la información, y el usuario.
Es importante resaltar que la fuente de información puede suministrar el dato
personal, siempre y cuando cuente con autorización previa legal o del
titular, al operador de la información y deberá responder por lacalidad de
los datos que entrega.
Por su parte, el operador de la información está en la obligación de verificar
que el dato personal que le envía la fuente es veraz y unívoco. Además,
teniendo en cuenta que el operador es quien administra la base de datos
tienen la responsabilidad junto a la fuente de garantizar que la información
sea completa, es decir, está prohibido el suministro de información
incompleta, parcial o fraccionada.[21]
Por último, existen dos requisitos que deben observarse para que proceda el
reporte negativo, éstos son: “(i) la veracidad y la certeza de la información;
y, (ii) la necesidad de autorización expresa para el reporte del dato financiero
negativo[22]”[23]
Frente al principio de veracidad y certeza de la información es pertinente
recordar que el operador de los datos está en la obligación de verificar que la
información que le suministra la fuente es cierta, actualizada, comprobable
y comprensible, para proceder a emitir la novedad negativa, es decir, no
puede reportar datos falsos, incompletos, parciales o fraccionados.
[24] Acerca de la importancia de acreditar la veracidad de la información por
parte de la fuente junto al operador de los datos so pena de poner en duda la
existencia de la obligación, esta Corporación ha referido que:
“Han llegado a conocimiento de la Corte situaciones en las que se generó un
reporte negativo con respecto a un deudor, pero éste controvierte la
veracidad de la información reportada, bien porque desconoce que la
obligación supuestamente insoluta haya nacido a la vida jurídica en la forma
en que lo sostiene el acreedor, bien porque entiende que si bien la obligación
existió, ya se ha extinguido por alguna circunstancia que no es aceptada por
quien fuera el titular de dicho crédito. En tales casos la Corte ha considerado
que no se cumple de manera satisfactoria el criterio de veracidad, por lo que
no resulta procedente mantener el reporte, junto con sus efectos negativos,
mientras no se dilucide con toda claridad si en efecto la obligación existe y se
encuentra pendiente de pago en la forma en que lo entiende el acreedor”[25]
Lo anterior se traduce en que la fuente debe acreditar la existencia de la
obligación con base en los respectivos soportes pues “Sí no se demuestran o
no se tienen los soportes, la obligación se concluye como inexistente o, en el
mejor de los casos, se tornaría como una obligación natural ante la
imposibilidad de obtener el recaudo forzoso”
En desarrollo del segundo requisito, debe existir autorización expresa, previa,
clara, escrita, concreta y libremente otorgada por el titular del dato, esto con
el fin de permitirle ejercer efectivamente su garantía al habeas data, la cual
se traduce en la posibilidad de conocer, actualizar y rectificar las
informaciones que se hayan recopilado sobre él en las centrales de riesgo.
De lo contrario, se vulneraría su derecho a la autodeterminación informática
porque no tendría control sobre la información personal, financiera y crediticia
que circularía respecto de él en las bases de datos públicas y privadas.
El buen nombre es uno de los bienes jurídicos más importantes que integran el
patrimonio moral de una persona. En este orden de ideas, el ámbito de protección
de este derecho, en materia de manejo de la información crediticia y financiera,
está circunscrito a la veracidad y certeza de la misma, pues la transmisión de
información errónea en este campo no solo afecta la buena imagen o fama que un
individuo ha construido en sociedad sino que también genera un impacto negativo
en la esfera económica. Al respecto, esta Corporación ha referido:
“Es claro que si la información respectiva es falsa o errónea, no solamente se
afectan los derechos a la honra y al buen nombre de la persona concernida,
sino que, precisamente por el efecto multiplicador que tiene el informe negativo
en las instituciones receptoras de la información incorporada al banco de datos
o archivo, resulta notoriamente perjudicada en su actividad económica y en su
situación patrimonial. No se pierda de vista que un cierre del crédito puede
provocar una cadena de incumplimientos forzados, la incapacidad de contraer
nuevas obligaciones, la cesación de pagos y la quiebra”
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