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[E]l presente asunto gira en torno al supuesto enriquecimiento sin causa que se
presentó en favor del patrimonio del Distrito de Buenaventura y el correlativo
empobrecimiento que sufrió el Colegio Gabriela Mistral Ltda., debido a la
prestación del servicio de educación, entre los meses de septiembre a diciembre
del año 2007, dentro del programa de ampliación de cobertura educativa
(gratuidad). Esta Corporación ha establecido que esta es la vía para perseguir la
declaratoria de la responsabilidad del Estado, en los siguientes eventos: (i) cuando
el afectado, a solicitud de la Administración, ejecutó prestaciones a su favor luego
de que esta le adjudicara un contrato, pero antes de su celebración ; (ii) cuando un
contratista de la Administración, luego de terminado un contrato, sigue ejecutando
prestaciones a su favor ante la perspectiva de la futura celebración de otro
contrato con el mismo objeto ; (iii) cuando un contratista ha ejecutado obras por
fuera o más allá del objeto contractual con el visto bueno de la entidad
contratante ; (iv) por la prestación de un servicio ordenado por la entidad estatal
sin haberse celebrado el contrato respectivo y que no es cancelado ; (v) por la
ejecución de obras que han debido contar con un contrato adicional y éste no se
perfeccionó ; y (vi) por el suministro de bienes y servicios sin mediar contrato .
[L]a Sala advierte que es un hecho indiscutible la ausencia de contrato entre las
partes en contienda para el período en que se reclama el pago de la prestación del
servicio de educación a favor del Distrito de Buenaventura, pretermitiéndose la
solemnidad escritural que debía revestir dicho vínculo negocial, en tanto habría de
gobernarse por lo previsto en la Ley 80 de 1993, cuyos artículos 39 y 41 exigen a
las entidades estatales la formalidad del escrito para el perfeccionamiento de sus
negocios jurídicos. En ese sentido, al no mediar soporte contractual que amparara
el servicio de educación por cuenta del distrito demandado, a la luz de los
postulados de la jurisprudencia unificada de la Sección Tercera de esta
Corporación, el caso concreto se analizará bajo la óptica de la actio in rem verso y
dentro del cauce de la acción de reparación directa.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN A
II. ANTECEDENTES
1. La demanda
Señaló que el Colegio Gabriela Mistral Ltda. desconoció los preceptos de la Ley
80 de 1993, que lo obligaban a suscribir un contrato estatal para la prestación del
servicio educativo, exigencia que conocía perfectamente porque ya había
ejecutado un contrato con el mismo objeto, en el cual sí cumplió con los requisitos
legales.
Explicó que el Colegio Gabriela Mistral Ltda. tenía “una confianza legítima en que
la Administración Municipal de Buenaventura suscribiera posteriormente el
contrato de prestación de servicios educativos para el primer período del año
lectivo 2007-2008 -correspondiente a los meses de septiembre a diciembre de
2007-, ello en razón a que dicha institución, ya había sido contratada con
antelación a aquel período, pues hacía parte de la lista del banco de oferentes que
la entidad municipal había creado para desarrollar el programa de ampliación de
cobertura del servicio público educativo”.
Precisó que la prestación del servicio educativo se hallaba acreditada con las
actas de las auditorías realizadas por la Universidad de Antioquia y el Ministerio de
Educación Nacional y con las certificaciones expedidas por el coordinador del
Grupo Pedagógico del Distrito de Buenaventura (fls. 369 a 394 c. ppal).
4. El recurso de apelación
Las partes y el Ministerio Público guardaron silencio en esta etapa procesal (fl.
450 c. ppal).
III. C O N S I D E R A C I O N E S
1.- Competencia
1 El salario mínimo legal mensual que rigió en el año 2010 era de $515.000.
2 El Consejo de Estado es competente para conocer del presente asunto, por tratarse de un
proceso de doble instancia en razón de la cuantía, según lo dispuesto en la Ley 446 de 1998,
modificatorio del numeral 2 del artículo 20 del C.P.C, dado que la pretensión mayor se estimó en la
suma de -$703´764.100- la cual excede los 500 salarios mínimos mensuales legales vigentes a la
fecha de presentación de la demanda.
de la Administración, luego de terminado un contrato, sigue ejecutando
prestaciones a su favor ante la perspectiva de la futura celebración de otro
contrato con el mismo objeto4; (iii) cuando un contratista ha ejecutado obras por
fuera o más allá del objeto contractual con el visto bueno de la entidad
contratante5; (iv) por la prestación de un servicio ordenado por la entidad estatal
sin haberse celebrado el contrato respectivo y que no es cancelado 6; (v) por la
ejecución de obras que han debido contar con un contrato adicional y éste no se
perfeccionó7; y (vi) por el suministro de bienes y servicios sin mediar contrato 8.
4Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 6 de septiembre de 1991, exp. 6306, C.P.
Daniel Suárez Hernández.
5Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 25 de octubre de 1991, exp. 6103, C.P.
Daniel Suárez Hernández
6Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 11 de octubre de 1991, exp. 5686, C.P. Julio
César Uribe Acosta.
7Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 22 de febrero de 1991, exp. 5618, C.P.
Carlos Betancur Jaramillo.
8Consejo de Estado, Sección Tercera, sentencia del 29 de enero de 2009, exp. 15662, C.P.:
Myriam Guerrero de Escobar.
El 1 de febrero de 2007, el Distrito de Buenaventura celebró con el Colegio
Gabriela Mistral Ltda. el contrato de prestación de servicios educativos SEM
001/07, cuyo objeto consistía en la prestación del servicio educativo a 2419
estudiantes. La duración del contrato se estableció en 10 meses, contados desde
el 1 de septiembre de 2006 hasta el 30 de junio de 2007 (fls 19 a 24 c. 1).
Señaló que “las exigencias de los encargados de prestar el servicio, es que se les
pague por estarlo prestando; sin embargo, ante la carencia de relación contractual,
sólo es permitido igualmente a esta administración promover la contratación de
aquellos servicios a partir del 2 de enero de 2008” (fls. 55 a 58 c 1).
sentencia de unificación del 19 de noviembre de 2012, expediente No. 24.897, M.P. Jaime Orlando
Santofimio Gamboa. Esto se consideró: “Puestas así las cosas aparece obvio que la vía procesal
en lo contencioso administrativo para recabar un enriquecimiento incausado es la de la reparación
directa porque mediante ésta se puede demandar la reparación del daño y esto es precisamente lo
que padece quien se ve empobrecido si quien correlativamente se enriquece sin una causa que lo
justifique. Pero, se reitera, lo único que podrá pedir mediante esa acción es el monto del
concreto se analizará bajo la óptica de la actio in rem verso y dentro del cauce de
la acción de reparación directa.
enriquecimiento y nada más y esta circunstancia en manera alguna desfigura o enerva la acción de
reparación directa puesto que lo sustantivo prevalece sobre lo adjetivo o procedimental. Corolario
de lo anterior es que todo lo atinente a la competencia y a los términos de caducidad en los casos
de enriquecimiento sin causa se rigen por los de la reparación directa porque esa pretensión se
hace valer mediante esta acción”.
reclamado, consistente en el empobrecimiento patrimonial del Colegio Gabriela
Mistral Ltda., que es cuando se terminaron de suministrar los servicios de
educación y estos no fueron cancelados por la entidad demandada al vencimiento
de cada mes, así:
- Septiembre
- Octubre
- Noviembre
12En sentido similar ver: Consejo de Estado, Sección Tercera, Subsección A, auto de 8 de mayo
de 2020, exp. No. 62217. C.P.: Marta Nubia Velásquez Rico; sentencia del 14 de septiembre de
2016, exp. 45448, C.P.: Marta Nubia Velásquez Rico; sentencia de de 22 de mayo de 2020, exp.
No. 46476; sentencia de 4 de junio de 2021, exp. No. 54146. M.P. José Roberto Sáchica Méndez.
Teniendo en cuenta que el plazo para demandar se reactivó el 19 de febrero de
2010 y vencía el 2 de marzo de 2010 y, comoquiera que la demanda se presentó
el -3 de marzo de 2010 (fl. 89 reverso c. 1), se impone concluir que la misma
tampoco se formuló en tiempo oportuno.
- Diciembre
3. El objeto de la apelación
La Sala estimó en esa oportunidad que las pruebas aportadas por la parte
demandante para demostrar la prestación de los servicios educativos,
consistentes en las actas de las auditorías realizadas a la institución y las
constancias emitidas por el coordinador del Grupo Pedagógico de la Secretaría de
Educación del Distrito de Buenaventura, resultaban insuficientes, porque era
necesario que se presentaran los soportes que acreditaran su prestación efectiva.
En este sentido, se esbozaron las siguientes consideraciones:
(…)
(…)
(…)
En efecto, para acreditar la prestación del servicio educativo que habría prestado
el Colegio Gabriela Mistral Ltda., entre el 1 de septiembre y el 31 de diciembre de
2007, se aportaron al presente proceso los siguientes elementos de prueba:
Que el/la Colegio Gabriela Mistral Ltda., prestó el servicio educativo durante
los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre, garantizando el
derecho a la educación a niños y jóvenes en edad escolar que pertenecen a
los estratos sociales 1 y 2, debido a que la capacidad instalada de las
instalaciones educativas del sector oficial del Municipio de Buenaventura se
encuentra agotada, lo que además permitió ampliar la cobertura en los
diferentes niveles como preescolar, básica primaria, básica secundaria y
media vocacional, contribuyendo de esta manera a acabar con las condiciones
de incomodidad y hacinamiento que se venían presentando en muchas
instituciones del municipio (fl. 54 c 1).
Ahora bien, en el presente caso el señor Clemente Viáfara, coordinador del Grupo
Pedagógico de la Secretaría de Educación del Distrito de Buenaventura rindió su
testimonio ante el a quo, oportunidad en la que, al ser preguntado sobre los
documentos que tuvo en cuenta para expedir la anterior certificación, contestó que
“son visitas rutinarias que hacemos los del grupo pedagógico” (fls. 185 a 187 c. 1);
sin embargo, tampoco obran en el plenario las actas o constancias que así lo
permitan corroborar.
DECRETA:
1.- [M]e atendió de manera muy atenta y colaboradora la doctora: Luz Marina
Garcés, quien desempeña el cargo de jefe de documentación de la División
Gestión Administrativa y Financiera de la DIAN Seccional Buenaventura y me
suministró la siguiente documentación:
Declaración de renta y complementarios del colegio año 2.006
Declaración de renta y complementarios del colegio año 2.007
Declaración de renta y complementarios del colegio año 2.008
Declaraciones mensuales de retención en la fuente de los períodos: 1, 2, 4, 5,
6, 7, 8, 9, 10, 12 del año gravable 2.007.
Declaraciones mensuales de retención en la fuente de los períodos: 1, 2, 4, 5,
6, 7, 8, 9, 10, 12 del año gravable 2.008.
Estas declaraciones si tienen fundamento contable, puesto que son las
obligaciones que tiene el colegio y las que se deben solicitar según los hechos
de la demanda.
2.- Según los libros oficiales todo está en orden con lo que se presenta ante la
DIAN. Examiné los siguientes libros:
Libro de mayor y balances registrados ante la Cámara de Comercio de
Buenaventura-Valle, Libro VII, No. Inscripción #3177.
Libro de inventarios ante la Cámara de Comercio de Buenaventura, inscripción
No. 27856-3, Libro VII, Inscripción No. 3179.
Adjunto fotocopia del libro de inventarios y balances, que se confronta con la
declaración de renta de los años 2007 y 2008.
A continuación, adjunto una tabla donde se observa la declaración de renta,
frente a los libros oficiales.
Si bien en la parte final del dictamen pericial se señaló que se anexaban las actas
de visita que permitían verificar la asistencia de los estudiantes, se trata de las
pruebas documentales analizadas previamente sobre las auditorías realizadas por
la Universidad de Antioquia y el Ministerio de Educación Nacional, entre el 11 y el
19 de febrero de 2008, esto es, con posterioridad al período objeto de reclamación
y que no permitieron verificar que en este último lapso -septiembre-diciembre de
2007- estuvieron matriculados y recibieron clases los mismos estudiantes que
ingresaron en el 2008.
Conviene precisar que, en todo caso, tampoco existió algún tipo de imposición o
constreñimiento por parte del municipio de Buenaventura para la prestación del
servicio educativo en el período objeto de reclamación, toda vez que, tal como lo
expresó la señora Teodomira Luna, alcaldesa encargada durante los meses de
septiembre a diciembre de 2007, “bajo ninguna circunstancia en el corto período
durante el cual ejercí funciones de alcaldesa autoricé a institución educativa
privada alguna que prestará servicios educativos, por el contrario reitero que se
expidió el acto administrativo exigiendo a las instituciones privadas la devolución
de los estudiantes a las instituciones públicas para dar cumplimiento a lo
establecido en el estatuto de educación” y, al ser preguntada concretamente sobre
la prestación del servicio educativo por parte del Colegio Gabriela Mistral Ltda.,
reiteró que “por parte de la administración del período comprendido del 13 de
septiembre al 31 de diciembre de 2007 no existió autorización alguna a ninguna
institución privada para que prestara los servicios educativos en el municipio de
Buenaventura (fls. 204 a 208 c. 1).
4. Condena en costas
F A L L A:
Se deja constancia de que esta providencia fue aprobada por la Sala en la fecha
de su encabezado y que se firma en forma electrónica mediante el aplicativo
SAMAI, de manera que el certificado digital que arroja el sistema permite validar la
integridad y autenticidad del presente documento en el enlace
https://relatoria.consejodeestado.gov.co:8080/Vistas/documentos/evalidador.aspx
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE
Firmado electrónicamente
VF