Acerca de Este Libro
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ARTE DE AMAR .
www
Amills 9:
Cantare preceptos verdade
ros:favorece mis designios,
Nadre de Amor . Pag. 3.
ARTE
DE AMAR
11 DE P. OVIDIO NASON.
Por D. M. A. R
BARCELONA ,
IMPRENTA DE NARCISO OLIVA ,
CALLE DE LA PLATERIA.
CAL
1822. LE
DE
14
8
MO
EL TRADUCTOR.
!
ARTE
DE AMAR.
LIBRO PRIMERO,
Mor
ia
102 ARTE DE AMAR ,
sos disfamará á Elena , cantó despues sus
alabanzas con mas próspera lira . Si mal
no le conozco , no desairarás á todas las N
mujeres. Este beneficio imploran de tu
agudeza. Dijo : y del mirto que ceñia sus
cabellos me dió una hoja y algunas ba
yas.
Sentí tambien à la deidad en la reli
quia : el aire resplandeció mas puro , y
en mi mente cesaron las dificultades.
Mientras alumbra mi ingenio , escu.
chad de él preceptos , mujeres , vosotras
á quienes no coartan las leyes , el pudor
ni las prerogativas. Acordaos desde ahora
de la venidera senectud , y así ningun
momento pasaréis en balde. Mientras es
dado , ya que ahora devorais los juveni
les años , holgaos ; pues los años corren
como el agua deleznable. Ni las corrien
tes que pasan , retroceden ; ni las horas
que pasan , pueden volver . Gozad de la
edad , pues se desliza la edad con veloces
pies; ni es tan buena la que sigue, como
LIBRO III. 103
fué buena la primera. Yo ví en su verdor
á estos arbolillos , que ya se secan : tejí
coronas con rosas de estos rosales . ya so
lo crizados de espinas . Tiempo será en
que vosotras , que ahora despreciais los
amantes, dormiréis viejas , frias en solita
ria noche. No golpearán á vuestra puerta
con nocturna bulla , ni por la mañana
hallaréis colgados en los umbrales rami
lletes de rosas. ¡ Cuán presto ! ¡ ay de mí!
se afea la cara con arrugas , y perece la
tez en las tersas mejillas ! Esas canas que
jurais tener desde la infancia , blanquea
rán bien presto toda vuestra cabeza . Con
la tenue piel desnadan su vejez las ser
pientes , y descargando sus cuernos no se
hacen viejos los ciervos. Nuestros dias
huyen sin remedio : coged las flores, que
á no ser cogidas , tristemente se caerán .
Añadid que los partos abrevian el espacio
de la juventud : envejece el campo con
las continuas cosechas .
No fué ruboroso para ti , luna , ador
104 ARTE DE AMAR ,
mecer á Endimion ; ni la rosada Auror
se corrió de amar á Céfalo. Aunque Ve
nus se apasionase de Adónis , al que lbra
todavía , ¿de quién proceden su Enéas y
Hermione? Bellezas mortales , pisid las
huellas de las diosas : no negueis place
res á los apasionados hombres. Puesto que
os engañen ¿ qué perdeis ? Todo os que
da. Aunque tomen mil favores , de allí
nada se menoscaba . Consúmese el hierro
y los pedernales se desgastan con el uso;
pero subsiste, y no haya miedo de que se
aniquile aquella parte. ¿ Quién se opon
dria á dejar tomar luz de otra luz , ó quien
economizaria las vastas aguas del abismoso
mar? Decís no convenir que la mujer co
mercie con hombres ; mas respondedme
¿porqué perdeis sino la agua que bebeis ?
No os prostituye mi voz ; pero os prohibe
temer vanos daños: no os inducen daños
vuestros favores .
Navegaré con recio viento , pues mien
tras estoy en el puerto , blando zéfiro bas
LIBRO III. 105
ta. Empiezo por la compostura : abunda
el vino en las viñas bien cultivadas , y so
lo el cultivo produce fecundas mieses.
La hermosura es don del cielo ; pero
¿ quiénes y cuántas descuellan en hermo
sura ? La mayor parte de vosotras carece
de esta joya. La tez se hermosea con el
cuidado : la tez descuidada se deteriora,
aunque sea semejante á la de Idalia . Si
las mujeres antiguas no se aderezaron así
ni los antiguos tuvieron hombres así ,
adornados : si Andrómaca vestia ropas
burdas , ¿ de qué nos maravillamos ? Era
mujer de un soldado feroz. ¿ Acaso la
mujer de Ayax se engalanaria para pare
cer bien à aquel , cuyo escudo era refor .
zado con siete cueros de buey?
Antiguamente reinaba entre nosotros
una grosera simplicidad ; mas ya la dora
da Roma posee las exorbitantes riquezas
del orbe conquistado . Mirad lo que fué ,
Ꭹ lo que es ahora el capitolio ; diriais que
parece consagrado á otro Júpiter . La cu»
106 ARTE DE AMAR ,
ria , que ahora es digna del augusto con
greso , se atechaba con paja , reinando
Tacio . El refulgente palatino , asiento
ahora de Apolo y de los Césares , ¿qué era
sino pastos para los bueyes de labranza?
Alaben otros la antigüedad : yo finalmen
te me congratulo de haber nacido ahora
pues esta edad es conforme á mi genio :
no porque ahora se saca de las entrañas
de la tierra el codiciado oro ; ni porque
vienen las perlas cogidas en diversas cos
tas : no porque se allanan los montes ex
trayendo mármol, ni porque se enfrená
con diques el salobre mar : sino porque
reina la cultura , no permaneciendo en
nuestro siglo la rudeza que sobrevivia á
nuestros antepasados.
No cargueis las orejas con las costosas
pedrerías que el macilento indio envia de
sus remotas costas : ni os presenteis orgu
Hosas con vestiduras recamadas de oro
con cuyo brillo pensais atraernos , y mas
bien nos ahuyentais. El aseo nos cautiva:
LIBRO III. 107
no traigais en desórden el cabello , porque
la buena figura la dan y la quitan las
manos que lo componen . No es uno solo
el género de tocado : escoged el que os
convenga , consultando antes el espejo .
A las de cara larga les prueba la crencha
partida sin ornato : así se peinaba Laoda
mia. Las de cara redonda quieren el pelo
atado en un rizo pequeño encima de la
frente , enseñando las orejas. Algunas
dejan flotar sus cabellos por los hombros.
al modo de Apolo citaredo cuando tañe
la lira. Otras los añudan detrás de la cer.
víz , dejándolos tendidos , imitando á la
ágil Diana , cuando á su costumbre per.
sigue las espantadas fieras. Cuadra á mu
chas llevar el pelo inflado flojamente : y
á otras les agracia apretadamente atado,
A algunas les sienta bien el peinado en
figura de tortuga ; y á otras llevar un ri
zado undulante á semejanza de las olas .
Pero así como son innumerables las be
Hlotas de las copudas encinas , las abejas
108 ARTE DE AMAR ,
del Hybleo , y las fieras de los Alpes , así
no podré yo reducir á número los dife.
rentes peinados , porque cada dia aumen
ta las modas.
Agracia á muchas el cabello descom
puesto al verlas pensarémos que se pei.
naron ayer , y acaban de tocarse. No so.
foque el arte á la naturaleza ; al punto
que Hércules vió á Iole , cuando espugnó
á Ecalia : amo á esta , dijo , en esta nalu.
ralidad te llevó Baco en su carro , desam .
parada cretense , clamando los sátiros
Evoé.
¡Cuánto ayuda naturaleza ávuestro buen
parecer , cuyos defectos disimulais de
mil maneras ! Nosotros apenas los encu -
brimos , y nuestros cabellos arrebatados
por la edad caen , como la frondosidad
combatida por el aquilon . La mujer tiñe
las canas con yerbas de Germania , y aun
con esto ganan ventajoso color. La mujer
se presenta con la cabeza poblada de pelos
comprados , y por su dinero prohija los
LIBRO III. 109
agenos en lugar de los suyos . No se aver
güenza de comprarlos públicamente : la
vemos ajustarlos en presencia de Hércules
y del coro de las Musas (1) .
¿Y qué diré del vestido ? No hablo de
las ropas franjeadas , ni de las dos veces
teñidas con tiria púrpura. Pues que hay
tantos colores de menor costo , ¿ qué furor
es el de echarse á cuestas toda la hacien
da? He allí el color azul celeste, como pa
rece al aire cuando está exento de nubes
y el templado austro no concita las aguas
llovedizas. He allí el amarillo , que se
acerca al del vellocino robado por Frijo
y Helé , para huir de los tratamientos de
Ino. El que imita al mar , y tiene nombre
de verdemar , es el color que yo diria
amado de las Nereidas. Otro hay parecido
al de la húmeda Aurora , cuando unce los
lucientes caballos. Otros figuran el mirto
de Páfos , la violada amatista , las albas
El Traductor.
I
Remedios de Amor .
LIBRO PRIMERO,
(1) La Eneida .
180 REMEDIOS DE AMOR "
scos. No se han de pintar en versos ele
gíacos las hazañas de los valientes : los
asuntos blandos y lascivos no son. Home.
ro , pará tù estro. ¿ Quién toleraria que
la cortesana Tais representase la persona
de Andrónaca ? Y erraria tambien el que
describiese á Tais en Andrómaca. Tais
está en mi Arte amatorio ; mi musa es
allí obscenamente libre. Nada he dicho
con disimulo : Tais está al natural en mi
Arte. Pero si mis versos corresponden al
jocoso argumento vencí , y se me acusa
de un crímen falso.
Reventad de despecho , maldicientes
émulos , pues he adquirido alta reputa
cion : mas crecerá con que solo vaya
como ha empezado , pero demasiadamen
te os anticipais : mas pesares os punzarán
como yo viva , y mi fantasía produzca
muchas composiciones ; pues amo la glo
ria y siempre se acrecienta en mi el de
seo de conseguir otra mayor. No hay para
mi dificultad que me impida subir al lle
LIBRO I. 181
licon , y adquirir perpetuo renombre. La
elegía confiesa ya deberme tanto como
á Virgilio la sublime epopeya.
Hasta aquí he respondido á mis críti
cos tira ahora con mas fuerza la brida,
y concluye , musa , tu carrera.
LIBRO SEGUNDO.
I
190 REMEDIOS DE AMOR ,
senta. Ocultando el objeto adelantaréis lo
que os prometiais. El ave evita las redes
que están demasiado á la vista.
3 Ni os mostreis tan apasionado que
pueda menospreciaros : tened presencia.
de ánimo, y cederá luego à vuestra forta
leza. Si por casualidad está abierta su
puerta , pasad de largo aunque os llame.
Si os cita para la noche , dudad de poder
cumplir. Os será facil tolerar, puesto que
no os falte paciencia , y obtendréis sin
trabajo lo que conviene tomar por fruto
de diversion. ¿Y podrá decir alguno que
son impracticables mis preceptos ? Ved
pues como los acomodo á todas las cir
cunstancias ; segun varian los genios , va
rio yo las reglas . Si hay mil especies de
enfermedades , mil especies hay de reme
dios. Algunos apenas pueden curarse
con la fiera operacion del hierro ; y á
muchos dan la salud las yerbas y las be
bidas.
Si no teneis valor para separaros de la
LIBRO II. 191
amiga , y estais aprisionados con indiso
lubles lazos , oprimido el cuello bajo el
cruel despotismo del amor , dejad de pe.
lear , lleven los vientos á discrecion vues
tra barquilla : dirigid los remos hácia
donde van las olas. Conviene saciar aque
lla sed , por la cual ardeis perdidos . Aflo
jo , permitiéndoos beber á boca llena en
medio de la corriente del rio. Pero bebed
mucho mas aun de lo que pide vuestra
calentura , y hasta que el agua rebose
por la garganta. Gozad sin obstáculo
continuamente de vuestro cariño , ocu
pando con él dias y noches. Procurad
fastidiaros , porque en el fastidio mueren
los amores. Perseverad en su tralo , aun
que juzgueis podriais pasaros sin él.
Cuando esteis enteramente , repletos, y la
saciedad haya destruido el amor , no os
costará repugnancia evacuar la fastidiosa
morada. Es tambien reacio el amor que
se alimenta con la desconfianza. Si deseais
arrojarle , arrojad primero el temor.
192 REMEDIOS DE AMOR ,
Quien teme no poseer siempre su cariño
porque otro se lo robe , apenas se curará
con la medicina de Macaon. La madre de
dos hijos ama regularmente mas al que
anda en la guerra, y teme que no re
grese á su seno.
Cerca de la puerta Colina (1) hay un
templo augusto con el nombre de la dio
sa adorada sobre el empinado nonte
Erice.
Allí se ve un altar consagrado al dios
que cura con el olvido los amorosos ma
les, y refrigera el ardor de sus antorchas
con agua helada (2) . Allí los jóvenes ha
cen ofrendas para alcanzar el olvido , y
tambien las muchachas prendadas de
hombres insensibles. Hablóme aquella
deidad así (aunque dudo sí fué el mismo
Cupido , ó si fué sueño ; pero creo que
Ou
PALOTALE
202 REMEDIOS DE AMOR ,
opone á nuestros conatos , como su pro
pia experiencia le enseñará á cada uno.
Desistimos tarde de amar , porque espe
ramos ser amados. Engañándonos el
amor propio nos hace crédulos. Por lo
cual no deis crédito á las lisonjas , pues
no hay cosa mas falaz , ni á que los dio
ses eternos os serán siempre propicios.
Guardaos de ablandaros por lágrimas de
mujeres , porque tienen sus ojos enseña
dos á llorar. Es combatido de infinitas
mancras el espíritu de los amantes , á se
mejanza de la roca por todas partes tra
bajada de las marinas olas.
No descubrais los motivos por que que
reis separaros , ni reveleis vuestros males;
pero doleos de ellos continuamente en el
secreto de vuestro pecho. Ni divulgeis
las tramas que os jugaron , para que no
se desmientan , pues de este modo dariais
mérito para que la causa de ella sea me
jor que vuestra causa. Quien calla , es
de ánim constante : quien dice mu- .
LIBRO II. 203
chos baldones à la muchacha, desea que
le den satisfaccion.
No osaré yo como lo hizo Ulises , apa
gar en el agua las saetas de Cupido , ni
sus ardorosas teas. Ni cortaré las purpú
reas alas de este rapaz , ni con maña aflo
jaré su invencible arco (1 ) . Ateneos á lo
que canto en mis versos , y obedeced al
cantor. Y tú , Apolo , auxiliador , favore
се " como lo hiciste , mis designios.
Apolo está presente : sonó su lira , so
nó su aljaba. Conozco al dios por sus atri
butos : Apolo está presente . Si compa
rais la púrpura de Tiro con los vellones
teñidos con tinta de Amiclas , vereis que
estos le son inferiores. Comparando tam
bien la amiga con otras mas hermosas,
cualquiera empezará á arrepentirse de
amarla, Pudieron parecer hermosas Juno
PARA
LA HERMOSURA ,
Ó SEA
El Traductor.
PARA
LA HERMOSURA .
PIN.
C
$ 14
BI
R
ST
VO
TY
BIBLIOTECA DE CATALUNYA
1001106
Bibliotec
BBC de Catalunya
10
Adq. C-Tus
CB. 1001106141