INDICEDEMASACORPORAL
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Galo E Narvaez
Laboratorio de Evaluaciones Morfofuncionales , LABEMORF . Buenos Aires, Argentina. Quito,Ecuador
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El Indice de Masa Corporal (IMC), Body Mass Index (BMI) en Inglés, es un simple pero objetivo
indicador antropométrico del estado nutricional de la población, que esta influenciado por la talla en el
periodo intrauterino, la talla al nacer (15), el estatus socioeconómico, cambios estaciónales en la
disponibilidad de alimentos. Así lo determino en 1987 el International Dietary Energy Consultancy
Group (IDECG) (13).
Es relativamente económico, fácil de recolectar y analizar (8,9). El peso y la talla desde donde se lo
deriva, (IMC Kg/m2=PESO/TALLA2) son variables fácilmente incorporadas en cualquier encuesta
regional o nacional. Puede ser utilizado para vigilancia nutricional o para monitorear seguimientos
interregionales, ínter países; o estudios comparativos dentro de la misma región o país (17). En otras
palabras, es una variable estandarizada y valida para este tipo de estudios.
La definición clásica y tradicional, ha sido aplicada casi de manera exclusiva en adultos y con
reparos y limitaciones para niños y adolescentes en edades de crecimiento y desarrollo (pre púberes y
púberes); y especialmente en población con actividad deportiva (18,19).
A causa de estas limitaciones, se recomendó el IMC para la edad como el mejor indicador para el
empleo en la adolescencia, por que: a- incorpora la información requerida sobre la edad; b- ha sido
validado como indicador de la grasa corporal total en los percentiles superiores (Klebanoff M. A. y col)
(15); y c- proporciona continuidad con los indicadores de los adultos (5). Por otro lado gracias a todo
esto, se cuenta con datos de referencia de gran calidad, tablas OMS (7). Si bien el IMC no se ha
validado plenamente como indicador de la delgadez o la desnutrición en los adolescentes
(6,10,19,20), constituye un índice único de la masa corporal, aplicable en ambos extremos (6).
Por otro lado, la aplicación del IMC como criterio de valoración o calificación en grupos de
adolescentes con actividad deportiva es motivo de discrepancias (7,8,9).
El objetivo de este trabajo fue doble: 1) estudiar y analizar exhaustivamente, la variabilidad del IMC
en poblaciones adolescentes de la Argentina, con y sin actividad física en relación con población
altamente entrenada; y 2) en niños realizar un estudio comparativo con una población aparentemente
distinta o por lo menos con realidades socioeconómicas y origen étnico diferente a la Argentina (11).
MATERIAL Y METODOS
Fueron incorporados a este estudio 22266 sujetos entre 6 - 53 años, de ambos sexos repartidos en:
1) Grupo A= 2895 niños argentinos (21,22,27) ( 1513 varones y 1382 mujeres); y 3690 niños
ecuatorianos (1,33,34,35,36,37,38) (2262 varones y 1428 mujeres) entre 6 - 12 años distribuidos por
edades como se muestra en la tabla Nº 1.
Tabla Nº 1
2) Grupo B1 = 885 adolescentes y adultos, deportistas de alto nivel de rendimiento (622 varones y
263 mujeres) (28,29,30,31,32), representantes de 33 deportes y 30 países panamericanos. Tabla Nº
2. Grupo B2 = 444 adolescentes y adultos (315 varones y 129 mujeres) (40,41) de raza blanca, negra
y amarilla, de 29 países y representantes de 18 deportes de nivel sudamericano, panamericano y
mundial Tabla Nº 3.
Tabla Nº 2
Tabla Nº 3
3) Grupo C = 600 adolescentes de ambos sexos (355 varones y 245 mujeres) (2,3), federados en
deportes competitivos, sin llegar al alto rendimiento Tabla Nº 4.
Tabla Nº 4
4) Grupo D = 13294 adolescentes argentinos con actividad deportiva escolar, (7630 varones y 6564
mujeres) (2,3), entre 11-17 años. Tabla Nº 5.
Tabla Nº 5
5) Grupo E = 458 varones adultos argentinos, pertenecientes a una fuerza de seguridad nacional.
Tabla Nº 6.
Tabla Nº 6
Para lograr un tratamiento homogéneo y evitar el sesgo, fueron categorizadas las variables
estudiadas, mediante la técnica de transformación de cantidades continuas en discretas. Se las
codifico en cuatro grupos de acuerdo a la técnica de los Quartiles ( I = 0-25; II = 26-50; III = 51-75;
y IV 76-100 centiles). Este método permite tener igual numero de casos en cada quartil (confirmando
la asunción de rectangularidad) (4). El modelo general se lo muestra en la Tabla Nº 7.
Tabla Nº 7
Mediante tablas cruzadas se calculo la dependencia de las variables con x2 y el grado de asociación
con el coeficiente de correlación (r de Pearson).
RESULTADOS
En el grupo A = niños, el ANOVA, establece significativas diferencias de IMC entre países, solo
cuando esta presente como covariada en el modelo, el componente graso (sumatoria de los pliegues
cutáneos tricipital y subescapular). El efecto país-edad, en ningún caso es significativo en varones.
Solo en mujeres se hace ligeramente significativo en presencia del componente graso. La componente
edad sobre el IMC, es muy significativa, debido a la lógica alométrica del IMC = PESO (Kg.) / TALLA 2
(m). Figuras 1-2.
Figura Nº 1
Figura Nº 2
En mujeres la edad fue NS; moderada significación F = 9.261 p<0.003 para tipo de deporte; F =
6.891 p<0.009 para país; y F = 5.351 p<.002 para M. Muscular. Muy significativa F = 19.894
p<0.000 para M. Magra y F = 13.167 p<0.000 para la SPC.
En el grupo B2 = deportistas de elite, en ambos sexos. El ANOVA muestra diferencias NS para país
de procedencia ni para las tres razas en los dos sexos; débil significación F = 4.506 p<0.35 para el
tipo de deportes solo en varones ; para la edad, moderada diferencia F = 4.151 p<0.043 en varones y
F = 4.222 p<0.043 en mujeres. Mientras que para la Masa Magra fue muy significativa la diferencia F
= 8.969 p<0.000 solo en varones. La interacción M. Muscular - M. Magra fue significativa en Varones
F = 2.403 p< 0.21 y mujeres F = 4.37 P<0.001.
Todas las variables fueron transformadas por logaritmos y se aplico el teste de Levene
(homogeneidad de varianzas) para aceptar la hipótesis nula F = 1.647 NS.
Grupo C = 600 adolescentes de ambos sexos, federados en deportes competitivos, sin llegar al alto
rendimiento. Se encontró correlaciones muy significativas en Varones r = 0.69 p<0.001 del IMC
21.3±2.7 Kg/m2, con sumatoria de pliegues 19.0±9.1 mm. En Mujeres r = 0.68 p<0.001 IMC =
21.1± 2.8 Kg/m2 SPC = 26.5 ±10.2 mm. Área de sección transversal de masa muscular neta (para su
calculo ver apéndice A) de pierna (255.3±44.1 cm2) r = 0.65 p<0.001; y brazo (79.2±15.7 cm2) r =
0.65 p<0.001. Por otro lado la correlación de IMC con longitud de miembros inferiores fue poco
significativa pero de signo negativo (r = -0.11 p<0.006). La correlación con longitud del tronco fue
ligeramente más alta r = 0.18 p<0.001.
En el grupo D = población general adolescente, con edades entre 13-16 años, se demuestra que el
IMC esta muy poco modificado por la LT r = 0.26 p<0.001, mucho menos por la LMI r = -0.06. Ambas
son dependientes de la edad y el sexo, lo cual es explicado por el proceso de crecimiento rápido y el
dimorfismo sexual. Este grupo también fue dividido en cuatro Quartiles como se muestra para la edad
y el IMC en la tabla No 5. El análisis de covariadas demostró que la variable de mayor significación
para los varones fue la SPC F = 16819 p<0.0000. Le siguen en valor de significación la edad F = 74.6
p<0.000; y la LT con F = 16.8 p<0.000 . El modelo corregido para estas covariadas tiene una R 2 =
0.76 p<0.000. Para las mujeres en SPC F = 187.04 p<0.0000; edad F = 62.9 p<0.000; la LT fue NS y
R2 = 0.76
En el grupo E = adultos con actividad física (miembros de una fuerza de seguridad), el ANOVA no
establece diferencias entre los cuatro grupos etarios, con o sin la influencia del componente graso
representado por los pliegues cutáneos subescapular y tricipital. De la misma manera el factor edad
no fue significativo ni su interacción entre edad-actividad. Por el contrario el factor actividad fue muy
significativo para los cuatro grupos establecidos.
Es importante recalcar que el pliegue cutáneo subescapular, al igual que en los grupos A y B,
presenta el nivel mas alto de diferencias p<0.001, lo cual esta de acuerdo con trabajos previos como
el reporte de (Karatsu y col, 1987) (7).
DISCUSION
El estudio de la variabilidad biológica humana, se vio muy favorecida por el advenimiento y la
utilización masiva de las técnicas multivariadas, de mano de paquetes estadísticos. Estos métodos
permiten tratar a los individuos como unidades biológicas dentro de la población (Howells) (12) y
reducir la variabilidad a un pequeño numero de vectores, que pueden revelar el tan ansiado patrón
biológico (Blackith y Reyment) (4).
En este trabajo hemos sido muy insistentes en la utilización de métodos estadísticos diagnósticos no
solo por dar al estudio la mayor confiabilidad matemática, sino también, para permitir que nuestros
resultados puedan ser reproducidos y eventualmente aplicados en estudios similares.
Debimos recurrir también a las conclusiones de estudios reconocidos por instituciones mundiales
como loa FAO, OPS, OMS (7,42). Las tablas de IMC, de la OMS (7) son base de datos validadas para
calificar la deficiencia de energía crónica, desnutrición; y monitorear los cambios en el estado
nutricional influenciado por el estatus socioeconómico, cambios estaciónales en la provisión de
alimentos y demandas de actividad física.
Los datos de referencia del peso para la talla tienen la ventaja de que no requieren el conocimiento
de la edad cronológica. Sin embargo la relación entre el peso y la talla cambia mucho con la edad (y
probablemente con el estado de maduración) durante la adolescencia; por consiguiente, con una
determinada talla , el peso correspondiente a un percentil particular no es el mismo para todas las
edades, de tal modo que el significado de un determinado percentil del peso para la talla difiere según
las edad.
Por las mismas razones, los pesos relativos calculados en las categorías de la talla durante la
adolescencia son apropiados únicamente cuando se usan en categorías restringidas a la edad
(Kramer) (16).
Los resultados de nuestro estudio en adolescentes, con actividad física significativa (grupo C),
demuestran que el IMC esta afectado por el componente graso como factor principal, en cada uno de
los cuatro Quartiles en los que están divididos el IMC y la SPC . En consecuencia, no es una relación
escalada con los valores absolutos. La dependencia es lineal y muy significativa en todo el recorrido
para las escalas del IMC como de la SPC.
La muy significativa relación positiva del IMC con del AST de pierna (Varones r = 0.76; Mujeres r =
55 p<0.001) y AST de brazo (Varones r = 0.66; Mujeres r = 0.64 p<0.000), demuestran que el
proceso de crecimiento y desarrollo músculo-esquelético, puede ser fácilmente monitorizado en
poblaciones juveniles, sin temor a ser distorsionado de manera significativa por la acción de la
actividad física y/o competencia deportiva. La interacción encontrada entre IMC y SPC podría
explicarse por mayor tenor graso del miembro inferior en las mujeres.
La correlación positiva del IMC con el área de sección transversal de músculo neto de miembros
superiores e inferiores favorecen la idea que el IMC sigue muy de cerca el desarrollo muscular
independiente del sexo, de la edad, y del tipo de deporte practicado. Esto es crucial para alimentar la
idea de recomendar el IMC, como índice tanto de suplemento energético del cuerpo, como de las
variaciones en la composición corporal. Es cierto que es posible encontrar igual valor del IMC en dos
sujetos con distinta composición corporal. Sin embargo se ha sugerido que este índice a mas de su
calculo fácil, de ser independiente de la talla [Khosla & Lowe (17), Evans & Prior (8), Florey (9),
Smalley y col. (43)], es mas sensible a los cambios de las reservas energéticas de la grasa que de la
masa magra.
El peso de la edad, sexo, peso y tipo de deporte como covariadas, a pesar de estar presentes en el
análisis, fueron NS. Por el contrario se pudo demostrar que a pesar de lo afirmado (piernas
relativamente largas disminuirán los valores de IMC), este no esta modificado de manera significativa
por el crecimiento lineal de los sujetos, lo cual esta de acuerdo con el trabajo de (Gran,1986) (7). Sin
embargo, ya que se trata de una población en edad de crecimiento rápido (V = 15.699±1.34 años; y
M = 15.534±1.384 años), se utilizo el coeficiente de correlación parcial, en donde el valor esta
controlado por la edad y el sexo.
Además, se afirma que en edades de crecimiento los permanentes incrementos de la talla y las
desproporciones entre longitudes de tronco (LT) y de miembros inferiores (LMI), le resta confiabilidad.
Con el objeto de observar modificaciones del IMC en periodo de crecimiento, en la región del NOA
Argentino, se realizo un seguimiento de 8 meses en una submuestra de 79 adolescentes (58 varones
de 12.156 ± 0.08 años y 21 mujeres de 12.535±0.10) [ datos no publicados de Busdrago F. y Coronel
J.]. En todos ellos estuvo controlado el factor actividad física (dos clases de educación física por
semana) y fueron elegidos por estar ubicados por debajo del percentil 25 para talla por edad, de
acuerdo a las tablas nacionales de crecimiento y desarrollo. Los resultados evidenciaron diferencias
significativas del IMC entre las dos mediciones para este periodo de tiempo 18.85 ± 2.73 vs. 19.21
±2.79 Kg/m2 t = 2.779 p<0.07. Sin embargo, la variabilidad dentro de sujetos es mayor que la
observada entre mediciones; y la edad o el sexo no son factores determinantes, como lo demuestra el
ANOVA NS. Esto es posiblemente causado por el corto tiempo de observación, y las características
propias de la muestra.
En este periodo de tiempo, el cambio como es de suponer, se evidencia con incrementos de la talla
144.7 ± 6.9 cm vs. 148.7 ± 7.6 cm t = 18.7 p<0.001; y del peso 39.8 ± 8.6 Kg. vs. 42.8 ± 9.4 Kg. t
= 10.34 p<0.001. Se aprecia sin embargo, que el incremento de la talla fue hecho en las mujeres a
expensas de la LMI r = 0.56 y en los varones a expensas de la LT, a pesar de la baja correlación
encontrada en estos últimos r = 0.07.
Por los resultados obtenidos en el grupo A, el IMC resulta ser un índice aplicable en niños siempre y
cuando se incorpore en el análisis el componente graso. Este componente esta presente también en
los otros grupos etarios.
Otro de los condicionamientos habitualmente referidos, es la aplicación del IMC en adolescentes con
altos niveles de entrenamiento. Este grupo de sujetos a mas de estar influenciados por el proceso de
crecimiento rápido, el entrenamiento físico modificaría significativamente la composición corporal y la
estructura músculo esquelética.
Nosotros estudiamos en el grupo B1, la interacción del IMC con todos estos factores en atletas de
alto rendimiento deportivo panamericano, donde el entrenamiento supera las 12 sesiones por semana.
Además, este grupo de 900 atletas de ambos sexos, estaba en periodo competitivo. Consideramos
también la posibilidad de que el factor de país de procedencia (34 países del continente Americano)
podría tener influencia.
No fuimos capaces de demostrar la influencia sobre el IMC del componente procedencia, ni tipo de
deporte en varones. Sin embargo, en mujeres las diferencias aunque moderadas, se hicieron
presente. Pensamos que en este caso, se pusieron de manifiesto las características propias del sexo
en cuanto se refiere al componente graso fue mucho mas significativo que en varones.
Por otro lado, la masa magra fue factor determinante en las diferencias de IMC para los varones y
mujeres, demostrando su fuerte dependencia. A pesar de ello, para varones entre IMC vs M. Magra
encontramos correlaciones significativas, r = 0.75 y vs M. Musc. r = 0.65 p<0.001. En mujeres: IMC
vs M. Magra r = 0.74 vs M. Musc. r =0.95 p<0.001. Esto demuestra un alto grado de confiabilidad en
el uso del IMC para calificar fácil y groseramente, la composición corporal en deportistas. En otras
palabras un IMC elevado en un deportista, esta indicando también una mayor masa magra y/o masa
muscular.
En la LT y en la LMI, se encontró una muy débil correlación del factor país-deporte en varones
solamente cuando se incluía el componente graso.
En el grupo B2, se llego a similares conclusiones, pero además, se elimino el factor raza, ya que en
este grupo no se encontró diferencias en ninguno de los sexos para las razas blanca, negra o amarilla.
Nos llamo la atención la influencia de la edad en varones considerando que la edad de competición
es similar en todos los sujetos, a excepción de gimnasia deportiva. La faja etária considerada, para el
grupo B1 es de 22.4 ± 5.3 para mujeres (n =263) y de 24.1 ± 4.2 en varones (n =622); y para el
grupo B2 es de 21.602 ± 5.388 en mujeres (n = 129); y 21.235 ± 4.233 en varones (n = 315). Con
esto consideramos la ultima variable que faltaba.
Con los resultados de los grupos A, B1, B2, C y D hemos dado satisfacción a las clásicas
interrogantes de periodo de crecimiento rápido, dimorfismo sexual en relación a LT, LMI, y acción
determinante del entrenamiento físico.
Considerando que el factor grasa tiene tanta importancia sobre el IMC, se diseño un modelo de
regresión que ajuste esta relación (Figura Nº 3)
Figura Nº 3
Lo anterior nos permite considerar que la no-inclusión del factor adiposidad (sumatoria de los
pliegues tricipital y subescapular), produciría una perdida de la variabilidad en el IMC, del 38 % en los
niños; en adolescentes deportistas el 39 %;en población general adolescente 36%; 27 % en el
deporte de alto rendimiento; y en adultos de fuerza de seguridad 35 %. Todo ello justifica
sobradamente, que recomendemos la utilización de la corrección propuesta. Sin embargo, los valores
de SPC no estaban normalmente distribuidos a pesar de que fueron corregidos por transformación
logarítmica (Kolmogorov-Smirnov p<0.000). En consecuencia, se procedió en algunos cálculos a
tratarlos con testes no paramétricos.
En relación con nuestras mas recientes publicaciones, ensayamos la aplicación del escalamiento
alométrico del IMC por la SPC, de acuerdo a las siguientes ecuaciones ( Figura Nº 4):
Sin embargo, la edad fue un factor de discriminación muy significativo en ambos sexos F = 5.26
p<0.001 en varones y F = 13.67 p<0.000 en mujeres. En consecuencia se descarto este
procedimiento, y se eligió la construcción de una tabla de doble entrada.
Como una segunda opción y pensando en dar al medico asistencial una herramienta mas sencilla de
usar, se ha diseñado una tabla cruzada de doble entrada, en donde los percentiles 15 y 85 delimitan la
zona de normalidad. Por arriba del percentil 85 se establece la zona de sobrepeso y por debajo del
percentil 15 la zona de delgadez. Estos criterios aunque arbitrarios están fundamentados en el criterio
de dispersión de la mediana. Tablas 8 - 9 - 10 y 11.
Tabla Nº 8
Tabla Nº 9
Tabla Nº 10
Tabla Nº 11
Las tablas de percentiles a menudo incluyen el recorrido intercuartílico (RIQ). Se lo conoce también
como desviación intercuartílica. Es la mitad de la distancia entre los cuartiles Q1=25 y Q3=75. En una
distribución normal, si a partir de la mediana (P50), se llevan a cada lado 1 RIQ, se abarca
aproximadamente el 50 por ciento de los casos; y 4 RIQ cubre todo el recorrido de la distribución.
Si en cualquier variable calculamos el RIQ, veremos que sus extremos están muy cerca de los
percentiles 15 hacia abajo y 85 hacia arriba. De manera practica, se fija los limites de normalidad
entre estos percentiles. Todo lo que este fuera de este limite hacia arriba se lo considera sobre
valoración y hacia bajo, sub valoración.
Los pasos para leer la tabla de IMC, se reduce a ubicar la edad en la primera columna y en las dos
filas indicadas por la edad, se encontrara los valores de IMC en la primera y SPC en la segunda. De
acuerdo al valor obtenido en la medición, se determina una de las cinco columnas, que corresponden a
los percentiles 5 - 15 - 50 - 85 - 95. Como hemos establecido en párrafos anteriores, los valores de la
normalidad convenida, estará entre los centiles 15 - 85 y los valores por arriba o por debajo de ellos
reciben el calificativo de subnormal o supranormal respectivamente.
Lo deseable es que los valores de IMC y SPC coincidan en el mismo centil. Sin embargo se dará
situaciones en las cuales los valores estén ubicados en distinta columna. La interpretación, en estos
casos deberá ser establecida por la experiencia y buen juicio del medico.
CONCLUSIONES
Hemos presentado evidencias de la utilidad del IMC en periodos de edad criticas, marcadas por el
proceso de crecimiento y desarrollo; esto es durante las edad infantil y su validez para ser aplicadas
en distintos medio ambientes. Finalmente, hemos probado la utilidad del IMC, en población general
adolescente, con actividad deportiva moderada y de alto nivel de competencia. Además, se descarta el
efecto racial y del origen o procedencia.
Recomendamos la utilización de las tablas sugeridas en este trabajo, ya que se estará en posesión
de un sistema de calificación fácil, rápido y muy confiable, siempre que se realice la medición de los
dos pliegues cutáneos recomendados: subescapular y tricipital. La inclusión de la SPC, sumara en
promedio un 35% de precisión.
RESUMEN
El objetivo del presente trabajo fue realizar un estudio retrospectivo desde bancos de datos de
nuestro Laboratorio, para testar la hipótesis que el IMC es un indicador antropométrico muy simple del
estado nutricional, el grado de obesidad o delgadez. Además, de la composición corporal, en
poblaciones sometidas a actividad física y entrenamiento deportivo.
Se evaluaron 22266 sujetos entre 6 - 53 años, de ambos sexos, repartidos en: Grupo A= 2895
niños argentinos,1513 varones (V) y 1382 mujeres (M). 3690 niños ecuatorianos (2262 V y 1428 M)
entre 6 - 12 años. Grupo B1 = 885 adolescentes y adultos, deportistas de alto nivel de rendimiento
(622 V y 263 M), representantes de 33 deportes y 30 países panamericanos. Grupo B2 = 444
adolescentes y adultos (315 V y 129 M) de raza blanca, negra y amarilla, de 29 países de nivel
sudamericano, panamericano y mundial. Grupo C = 600 adolescentes de ambos sexos (355 V y 245
M), federados en deportes competitivos, sin llegar al alto rendimiento. Grupo D = 13294 adolescentes
argentinos con actividad deportiva escolar, (7630 V y 6564 M), entre 11-17 años. Grupo E = 458 V
adultos argentinos, pertenecientes a una fuerza de seguridad nacional.
Se trataron los datos mediante testes paramétricos y no paramétricos. La hipótesis nula fue
rechazada al 5% de significación.
Los resultados demostraron diferencias NS entre países y razas; y dependencia significativa del IMC
vs. componente graso (pliegues tricipital +sub escapular) (SPC) p<0.000 en todos los grupos
estudiados. El mejor modelo de ajuste para las regresiones entre las dos variables en todos los grupos
fue el cuadrático. Sin embargo para facilitar el uso practico de nuestra propuesta se elaboraron tablas
cruzadas por edad y sexo para IMC y SPC.
Se recomienda el uso de las tablas de IMC junto a la de SPC para calificar niños, deportistas y
adultos jóvenes, descartando los prejuicios establecidos y demostrando que la inclusión del
componente graso mejora la precisión del IMC en aproximadamente un 35%.
ANEXO A
Protocolo N°1:
Las determinaciones de peso y la talla de pie, tendrán las siguientes características:
PESO:
*Instrumento: balanza de precisión con aproximación a 50 gramos.
*Técnica : sujeto permanece de pie sobre el centro de la plataforma vestido con
un mínimo de ropa
El peso debe ser registrado con aproximación a 50 gramos.
TALLA DE PIE:
*Instrumento: escala de pared y plano de Broca.
*Definición de la medición: longitud del cuerpo desde la planta de los pies hasta el
vertex
*Vertex : la parte mas alta de la cabeza cuando el plano visual es horizontal.
Postura: sujeto de pie erecto con los pies juntos, y los talones, nalgas, parte superior de la espalda
y parte posterior de la cabeza apoyados sobre la escala de la pared. La cabeza estar orientada en el
plano de Frankfurt (una línea paralela al piso une el reborde óseo inferior de la orbita con el conducto
auditivo externo).
Técnica: el evaluador coloca una escuadra sobre el vertex del sujeto quien es instruido a realizar
una inspiración profunda y a alcanzar su máxima altura (esta maniobra ayuda a registrar la altura
máxima y a eliminar las variaciones diurnas de la talla). El registro se aproxima a 5 mm.
Técnica: El objetivo es medir un doble pliegue de piel y grasa celular subcutánea excluyendo el
tejido muscular. Se toma entre los dedos Indice y pulgar un doble pliegue de piel. El pliegue debe ser
lo suficientemente grande para que permita tomar un doble pliegue completo, pero sin causar
demasiada tensión al tejido, mas allá de la ejercida por los dedos. Mantener el pliegue firme y lo
suficientemente libre de manera que permita la aplicación total de las carillas del calibre
aproximadamente a un centímetro (1 cm) por debajo de los extremos de los dedos para evitar la
acción de la presión de los mismos.
La lectura sobre la escala graduada se hace luego de que se ha dejado actuar toda la presión
ejercida por el instrumento (suena un clic).
Todos los pliegues deberán ser tomados sobre el lado derecho del cuerpo y tres veces en el mismo
sitio. Se registrar el valor que se repita dos veces o el promedio de los dos mas cercanos.
TRICEPS:
Postura:-Sujeto de pie con los brazos pendientes a los lados del cuerpo y el codo extendido pero
relajado.
Técnica:- El pliegue es tomado verticalmente sobre el músculo tríceps en la cara posterior del brazo,
a mitad de recorrido entre el proceso acromial y el olécranon.
SUBESCAPULAR:
Postura:-Sujeto de pie con los hombros erectos pero relajados los brazos pendientes a los lado del
cuerpo.
Técnica: - El pliegue es tomado bajo el ángulo inferior de la escápula siguiendo una orientación
hacia abajo y hacia afuera.
Donde, AST = área de sección transversal de músculo neto; C = circunferencia del miembro (cm) ;
D = diámetro de los epicóndilos (cm); F = factor de corrección 0.37 para el fémur, 0.36 para el
humero; y S = media de tres pliegues cutáneos (cm).
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