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Empresa:
NIT:
SEMINARISTA:
Lorena Orozco
Gerente
En nuestro lenguaje cotidiano, todas las personas utilizamos muletillas. Las muletillas son estas
palabras o frases que se repiten por costumbre y que, como su propio nombre indica, sirven como
muletas en nuestra conversación. Son… “o sea, ¿vale?, ¿me explico?, ¿entiendes?, ehhh, ahhh, etc.
Las muletillas perturban al oyente y hacen que el mensaje se distorsione hasta el punto en que, si
son muy repetidas, el oyente solo puede escuchar las muletillas y el resto del discurso se diluye, por
lo que deja de ser efectivo.
Con las muletillas, además, pasa algo curioso. En un lenguaje coloquial, las adquirimos adrede y de
forma consciente, porque nos gustan y pensamos que nos dan personalidad. Nadie nace diciendo
“jo, tío/a” o ¿entiendes? cada diez segundos.
Sin embargo, las muletillas entorpecen increíblemente nuestro discurso y es muy fácil evitarlas, así
que aquí van algunos consejos para conseguirlo:
Como digo, cada uno tenemos las nuestras. Si no localizas las tuyas, grábate o pídele a alguien de
mucha confianza que te las apunte. Una vez que sabes cuáles dices, cada vez que las digas, tu mente
te dará una señal de alarma y, con algo de práctica, podrás eliminarlas.
Al principio te parecerá que donde antes había una muletilla, ahora tendría que haber otra palabra
para sustituirla, pero no, lo más efectivo en comunicación es hablar más despacio y hacer pausas. No
necesitas encadenar unas frases con otras mediante conjunciones. Prueba con el silencio. Aunque te
parezca que es incómodo, para el que te escucha no lo es en absoluto.
3. Prepárate mucho
¿A que cuando cantas una canción no introduces muletillas? ¿A que cuando recitas un poema
tampoco? Claro. Es lo que pasa cuando has preparado mucho un discurso. Y eso mismo pasará
cuando ensayes lo que tienes que decir. Al principio solo te pasará en los discursos muy preparados,
pero poco a poco, el hábito se irá incorporando a cualquier cosa que digas. Además, cuando te
preparas mucho, estarás más segura de ti misma y de tu propio discurso.
Este guion debe de ser realizado estrategicamente para optener un resultado optimo ante el
objetivo propuesto.
Parece una obviedad… pero párate a pensar cuánto tiempo dedicas a pensar en tu respuesta antes
de darla. Si necesitas hacerlo porque el contexto lo requiere, puedes parafrasear la pregunta, lo que
te dará esos segundos extra.
Si sientes que aun no estas preparado sigue el guion, dee sta forma programaras tu mente una
conversacion sana para el objetivo.
"SOLO QUEDA PONERLO EN PRACTICA"
Empresa:
NIT:
SEMINARISTA:
Lorena Orozco
Gerente
ACTITUD MENTAL PIOSIVITA PERMANENTE
Es el primer paso para una verdadera transformación. Son muchos quienes atribuyen al
pensamiento y a la forma de comportarnos el alcance de los objetivos deseados y la superación
personal.
Pese a lo que puedan llegar a pensar, no se trata de dejar de ver aquellas situaciones que pueden
generar sensaciones negativos como frustraciones, celos, egoísmo… Al contrario, una mente positiva
es capaz de canalizar estas emociones a su favor y entender que existe una razón por las cuáles las
está sintiendo.
Bajo el concepto de qué es la actitud mental positiva podríamos prever que sus características
enmarcan sentimientos, emociones y valores positivos. Por mencionar algunos:
Fe: en que los procesos se darán. Puedes adoptar tu fe según la rama espiritual con el que te
identifiques.
Integridad: no existe necesidad de tergiversar las situaciones, una mente positiva es sinónimo de
ética porque confía en sí mismo.
Optimismo: pensar que las cosas son posibles, es el primer paso para alcanzar las metas personales y
profesionales.
Motivación: es uno de los valores indispensable. Sentir motivación permite encontrar formas para
alcanzar los objetivos.
Innovación: quien tiene un pensamiento positivo, confía en sus talentos y en sus capacidades. Por
eso, se atreve a generar propuestas innovadoras.
Tolerancia: quien sabe que las cosas sucederán y se mantiene optimista es tolerante con las otras
opiniones.
Mantén una actitud mental positiva con las siguientes recomendaciones;
Muchas personas nacen y crecen con una actitud mental positiva, pero no siempre es así. Es posible
que algunos le cueste un poco mantenerla. Sigue las siguientes recomendaciones para fortalecer tus
pensamientos.
Plantéate retos
Empieza por platearte objetivos que puedas alcanzar de forma inmediata. No tengas miedo de
comenzar por cumplir pendientes, actividades para el entretenimiento o por deshacerte de las cosas
que pueden representar una traba para ti.
Inspírate
Busca inspiración en cosas simples como charlar con seres querido, disfrutar de una buena película,
acudir a un recital o dar un paseo. La naturaleza puede ser un gran aliado para tranquilizar tu mente.
Toma decisiones
¡Arriésgate! Toma decisiones determinantes y disfruta de cómo se van sucediendo las cosas.
Recuerda que eres el protagonista de tu propia vida.
Una actitud mental positiva parte de la sensación de sentimiento y emociones, que es canalizada a
través de un pensamiento.
Por lo tanto, vemos como mantener la mentalidad positiva es el primero y más determinante paso
para ayudarnos a cumplir nuestros objetivos.
"Alimentar las actitudes negativas en el trabajo solo va a conducir a una situación de presión y estrés
muy perjudicial para nosotros mismos
"Si dices que no tienes esperanza, significa que tienes cero posibilidades de que vuelva a suceder
algo bueno en tu vida".
PASOS PARA PODER RELIAZAR UNA BUENA LABOR Y RESULTADOS SOSTENIENDO UNA ACTITUD
MENTAL POSITIVA PERMANENTE:
2- Ser proactivo:
Propante metas definidas, evita esperar a que pasen los dias y no tengas claros los objetivos. Una
buena manera para hacerlo pasa por anticiparse en las mejoras del dia a dia, prever que en tu mente
llegue agun pensamiento negativo y pensar en una solución si te encuentras en algun problema que
temas resolver.
Una persona proactiva no se limita a cumplir órdenes sino que hace nuevas propuestas y persevera
para que se lleven a cabo.
Como se apuntaba al inicio, en el trabajo pasamos la mayor parte de nuestro tiempo y es una buena
ocasión para conocer a nuestros compañeros y construir equipo. Forjando las relaciones personales
los resultados a la hora de trabajar también serán mejores, sabremos cómo tenemos que actuar con
determinadas personas, conoceremos mejor sus habilidades y evitaremos que se generen
momentos de tensión.
Algunas formas de fomentar la buena relación del equipo son, por ejemplo, participando en las
conversaciones, compartiendo intereses y ayudando a los compañeros.
Conseguir los resultados marcados, mejorar la forma de trabajar o incluso poder optar a un ascenso
o mejor puesto de trabajo pueden ser algunas de las motivaciones que nos lleven a adoptar una
actitud positiva en el día a día.
5- Evitar conflictos:
En el día a día trabajamos con personas que tienen personalidades muy dispares y, quizá, fuera de la
oficina no tendríamos una relación con ellas. Sin embargo, es importante saber distinguir y evitar
discusiones o conflictos, que en nada van a ayudar a mantener un ambiente confortable. Procura
resolverlos de una manera asertiva, sin perder las formas y buscando siempre un punto en común
para ambas posturas.
Salir de la zona de confort no siempre es fácil, pero sí necesario si lo que queremos es prosperar en
nuestro puesto de trabajo y no quedarnos estancados. Además, vivimos en un momento de
transformación en muchos sentidos, por lo que estar reticentes solo nos aportará mal humor,
desgana o intranquilidad.
El email, el whatsapp u otras herramientas de comunicación que utilizamos para estar en contacto
con nuestros compañeros, requiere que pensemos antes de escribir. Es importante construir una
respuesta cordial, explicando cada punto y evitar siempre contestar en un momento de enfado o
tensión.
Resolver los conflictos de una manera asertiva contribuirá a mantener un ambiente confortable y
positivo
Estar conectado o llegar a las reuniones en la hora marcada y prestar atención a lo que nos está
contando nuestro jefe o algún compañero ayuda a fomentar esa actitud positiva. Se debe participar
en las reuniones, no distraerse con el móvil y mantener el contacto visual con la persona que está
haciendo la exposición.
A mayores de tener en cuenta estos consejos, también es importante centrarse en el porqué de las
cosas. Es decir, los motivos que nos llevaron o nos llevan a desempeñar nuestro trabajo: ¿qué
queremos conseguir con él?, ¿cuáles son nuestras metas?
Todo ello nos ayudará a mejorar nuestra actitud en el ámbito laboral y sentirnos más motivados.
Algunas actitudes negativas nacen cuando vemos que el trabajo que realizamos no tiene sentido o
no vale la pena. Alimentar este tipo de actitudes solo va a conducir a una situación de presión y
estrés muy perjudicial para nosotros mismos.
Además, establecer conductas positivas genera importantes beneficios para la salud, ayuda a reducir
el estrés, aumenta la productividad y el rendimiento, y ayuda a fortalecer los equipos de trabajo. Por
lo que la importancia de la actitud positiva en el trabajo está relacionada directamente con el
bienestar de los trabajadores.