Yin Yin Tiki y La Orquidea - Miryam Yagnam PDF
Yin Yin Tiki y La Orquidea - Miryam Yagnam PDF
Yin Yin Tiki y La Orquidea - Miryam Yagnam PDF
. Tiki y la orquídea
Myriam Yagnam
Ilustraciones de Andrés Jullian
o
Delfín de Color
Índice
I.SB.N.: 978-956-12-2561-9.
2ª edición: enero de 2015.
Obras Escogidas
!.S.B.N.: 978-956-12-2562-6.
Yin-Yin
3ª edición: enero de 2015. 111 Prólogo 9
Gerente editorial: José Manuel Zañartu Bezanilla.
Editora: Alejandra Séhmidt Urzúa.
111 El escritor 11
Asistente editorial: Camila Donúnguez Ureta.
Director de arte: Juan Manuel Neira.
111 El aeropuerto 19
Diseñadora: Mirela Tomicic Petric. 11 La búsqueda 25
© 2013 por Myriam Yagnam Lara.
Inscripción Nº 226.212. Santiago de Chile.
111 El día en que nació Yin-Yin 29
Derechos reservados para todos los países.
© 2013 para la presente edición por
11 El furgón rojo / 35
Eriiprésá Edifura'Zig�zag·;s:A:
Inscripción Nº 228.649.
111 La noche en que se apagaron las estrellas 41
Editado por Empresa Editora Zig-Zag, S.A.
Los Conquistadores 1700. Piso 10. Providencia. 111 Yin-Yin comienza su aventura 47
Teléfono 56 2 28107400. Fax 56 2 28107455.
www.zigzag.cl/ E-mail: zigzag@zigzag.cl 111 Un gato grande, gris y peludo 55
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Santiago-de-Ghile,..----�--..--·-"---� --- ..
111 Claudia busca a Sofía
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El presente libro no puede ser reproducido ni en todo ni
en parte, ni archivado ni transmitido por ningún medio mecáni 111 Un lengüetazo de felicidad
co, ni electrónico, de grabación, CD-Rom, fotocopia,
microfilmacíón u otra forma de reproducción,
sin la autorización escrita de su editor.
Tiki y la orquídea
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Impreso por R.R. Donnelley Chile Ltda.
Av. Santa Bemardita 12017, San Bernardo. 111 El claro del bosque
,. 81
Santiago de Chile.
111 La orquídea
ID Nuevas señales 89
5
Vin ..Yin
Domesticar: Acostumbrar a la vista y compañía
del hombre al animal fiero y salvaje.
9
IIEI escritor
11
Myriam Vagnam
··········· ······················ ········ ···
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Myriam Yagnam 'iín-'fo1 1 Tiki y la orquídea
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Habían pasado dos meses desde la
partida de Miguel a Chile y una tarde,
en que Sofía dejó la puerta abierta, Yin,
veloz como un rayo, escapó corriendo.
Se sentía mal huyendo de la casa de
Sofía y Rodrigo, pero había tomado
una decisión. Tenía que encontrar a
Miguel ... aunque tuviera que ir cami
nando a Chile.
Con la nariz pegada al suelo y el
corazón latiendo desenfrenadamente,
fue siguiendo las pisadas de Miguel. El
rastro, bastante difuso, porque había
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Los perros se agruparon a su lado y lo digo por experiencia. Una gran p�rte
Yin les contó su historia. Les habló de de los perros no vuelve a encontrar a
Miguel, del trabajo de este en Chile, su humano.
de lo buenos que habían sido Sofía y -Quédate con nosotros -le pidió
Rodrigo, de lo triste que se sentía y de Negri, que ya se había enamorado de
su intención de encontrar a Miguel, Yin, y le hizo una promesa-: Te juro que
costara lo que costase. te ayudaremos a encontrar a Miguel.
-No te hagas ilusiones -le dijo Klibus-, Yin pensó que si la manada la ayu -
cuando los humanos se van es muy daba, podría dar más rápidamente con
difícil yolver a encontrarse con ellos. su dueño.
-Es cierto -añadió Bueso, que se -Está bien, me quedo con ustedes
jactaba de tener olfato de detective-, te -aceptó al fin.
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·,
Aprovechandola oscuridad de la
noche, la manada de perros se encaminó
hacia la entrada del aeropuerto. Esqui
vando viajeros, guardias y maleteros
logró entrar a la terminal, pero la policía
la sacó de mala manera, llamando a la
perrera de la ciudad.
Al ver llegar el camión de la perrera,
Klibus dio un ladrido de alerta y todos
los perros, ante el temor de ser llevados
a un refugio, huyeron a la carrera.
A pesar de ese primer fracaso de
encontrar a Miguel, Negri siguió fiel
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IEI dlia en que nací@
YdnmYdn
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t'.__Nacer con los ojos abiertos es muy pesar de su escaso tamaño, tenía una
:'faro -apuntó Angie-. Los perritos gran determinación e inteligencia, y
/ nacen siempre con los ojos cerrados mientras sus hermanos jugaban, ella
y esta pequeñuela ha nacido mirando se interesaba por aprender y hacía
hacia todos lados. constantes preguntas.
-En el libro de nuestros antepasados Pasaba horas escuchando a su madre
-agregó Klibus-: Los lobos y la magia contar historias. Quería aprender sobre
canina, página cincuenta y cuatro, el mar, sobre la vida de sus padres y
párrafo tres, dice que lo_s cach?rros sentía una gran curiosidad por conocer
que nacen con los ojos abiertos tienen a los humanos. Esto volvía loco a Kli
grandes poderes: L� �uguro a Yin-Yin bus y a Negri, quienes le recordaban
una vida muy especial. constantemente que los humanos no
Ajena a la sorpresa de tod?:' Yi;1� Yin eran de confiar. Ambos estaban muy
cerró sus ojitos y se durmio placida tristes porque sus vidas habían sido
mente alladodesu_madre. difícilesyya no creían en los humanos.
Los recién nacidos crecieron rápi -Son impredecibles, nunca debes
damente y se ajustaron sin proble acercarte a ellos -aconsejaba Klibus.
mas a las costumbres de la manada, -Son ignorantes -agregaba Negri-, no
siguiendo a Negri y a Bueso en todas hablan nuestro lenguaje y sin embargo
sus correrías. Yin-Yin, sin embargo, quieren que los entendamos.
crecía más lentamente. Rubiecita, con -Nos domestican y luego nos aban -
patitas cortas y colita parada, era aun donan. Piensan que no tenemos sen -
más pequeñita que su madre. Pero a timientos -opinaba Angie.
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-Los cachorros ya están grandes, por el vuelo de doña Garza, que se veía
· Yin -le dijo doña Garza-, y cerca del aún más blanca bajo la luz de la luna.
vertedero municipal hay un furgón rojo Al cabo de algunas horas, la manada,
abandonado, que podría servirles de llegó al furgón rojo.
refugio. Deberían mudarse allí antes Yin-Yin recordaría los meses que allí
de que empiece nuevamente la época pasaron como los mejores de su vida.
de las lluvias. En el furgón rojo se guarecían de la llu -
A Negri y a Klibus les pareció una vía y en el día correteaban por todo el
gran idea. Esperarían la próxima luna lugar. Había mucho que comer y cuan
llena y partirían en caravana hacia el do llegaba la noche, todos los perros se
basural. Lucas y Bueso se pusieron muy acomodaban en un círculo a escuchar las
contentos. Ya 116 tendríari-que ir muy historias que narraban Angie y Klibus.
lejos para encontrar restos de comida. Los demás oían sus cuentos mirando
Esa noche la luna estaba llena y su hacia el cielo. Klibus afirmaba que sus
luz plateada iluminabaladudad entera. antepasados, los lobos, los observaban
La manada se aprestó a comenzar el desde las estrellas.
viaje hacia su nuevo hogar. -Cuando éramos lobos-contaba Lucas
-Amigos, es el momento propicio los hombres nos temían. No necesitá
para partir -dijo Klibus-. Tomen sus bamos de los humanos y podíamos vivir
pertenencias. Un, dos, tres, marchan - sol�s, cazando nuestro propio alimento.
do -ordenó. -Eramos libres, nadie nos ataba ni
Y así, en fila india, atravesaron autopis nos golpeaba -decía Negri, quien había
tas, puentes y urbanizaciones, guiados tenido un dueño malísimo.
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Tiki y la orquídea I Yin-Yin
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l.a noche en que se
apa91;n•on las estrelh11s
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corriendo, ahora más asustada, porque un murciélago que aprontaba sus alas
los muchachos, al no poder alcanzarla, colgado de la rama de un árbol.
comenzaron a tirarle lo que llevaban -Permiso, señor Murciélago -dijo
en las manos. Con el corazón saltándole Yin-Yin, acercándosele-, ¿me puede
en el pecho, Yin-Yin logró escabullirse decir hacia dónde queda el mar?
y cuando llegó a un parquecito cercano, -Hacia allá, hacia allá, hacia allá y
se escondió entre los· arbustos. hacia allá -le contestó don Murciélago,
"Definitivamente, aquellos no eran señalando con sus alas hacia los cuatro
humanos buenos'\ pe nsó, y p or puntos cardinales. ¿Acaso no sabe, seño
un momento dudó de que pudiera rita ... señorita ... -balbuceó, esperando
encontrar lo que buscaba, pero recor que Yin-Yin le dijera su nombre.
dó las enseñanzas·de·sus amigos y se -Yin -Yin -repuso esta-, ese es mi
prometió a sí misma no tener miedo. nombre.
Permaneció oculta todo el día, -Señorita Yin-Yin -continuó don
trazando unplan._p.ar_a en_!::ontrar a Murciélago-, ¿acaso no sabe que vivi
Miguel y dándose ánimos para salir mos en una isla?
de su escondite. Cuando comenzó a -¿Y qué es una isla? -quiso saber
oscurecer salió más tranquila. Miró Yin-Yin.
hacia el cielo. Allí estaban sus antepa -Una isla es un pedazo de tierra rodea
sados, cuidándola desde las estrellas. do de mar -le contestó don Murciélago.
Sigilosamente, pero atenta a todos -Entonces los hombres buenos, que
lo!i sonidos, comenzó a caminar. De viven cerca del mar, deben de estar
pronto escuchó un batir de alas. Era cerca -dijo Yin-Yin en voz alta.
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Un sato arande,
arlis y peludo
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playa junto a una niña de unos doce años, Claudia, acercándole el plato de pollo-,
de pelo largo y hermosos ojos oscuros, después me cuentas tu historia.
quien traía un gran plªtº de pollo. La .
chica se quedó un poco apartada y don
Gato se acercó a Yin-Yin.
-Esa es Claudia, mi humano -le dijo,
señalando a la niña-. Ven conmigo,
para que le cuentes tu historia.
-Pero, don Gato -balbuceó Yin -Yin-,
los(humanos no hablan ni perruno ni
gatuno ... ¿cómo va a entenderme?
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L.uego de escuchar a Yin-Yin, Clau
dia la invitó a quedarse en la casa de sus
padres y le prometió que comenzaría
a buscar a Miguel inmediatamente. Y
así fue. Claudia cumplía siempre sus
promesas.
Todas las tardes, después de hacer
sus deberes, ella se sentaba frente a su
computadora, con don Gato a su lado
y Yin -Yin a sus pies, para buscar en
internet los nombres Miguel y Sofía.
No sabía sus apellidos, pero confiaba
en que todavía ambos trabajaban en
un periódico local.
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Yin-Yin I Tiki y la orquídea
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Claudia y Sofía comenzaron a pre
pararlo todo para el gran encuentro. Se
encaminaron a las tiendas y compraron
un hermoso lazo rojo para que Yin -Yin
lo usara en Nochebuena. Claudia le
enseñó varios trucos a Yin-Yin y esta
aprendió a sentarse, a caminar a su
lado y a quedarse quietecita esperando
órdenes. Claudia ya se creía una entre
nadora de perros y Yin-Yin se sentía
muy orgullosa de todo lo que aprendía.
Entretanto, los padres de Claudia
preparaban la casa para la noche de
Navidad. El arbolito se veía lindísimo
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ton sus luces de colores. Los regalos Yin -Yin quería saltar de alegría, pero
/'estaban al pie del árbol y la casa ente se quedó quietecita, como Claudia le
, ra olía a pavo recién horneado, a pan
había enseñado. Miguel se inclinó y la
dulce y a pino. tomó en sus brazos.
El 24 de diciembre, temprano en la -Eres igual a tu madre -le dijo-, tie
mañana, Claudia bañó a Yin -Yin y le nes su mismo color, su mismo rabito
puso el lazo rojo en la cabeza .. Estaba parado y sus mismas orejas. Con razón
lista para su encuentro con Miguel. los perros de la manada te pusieron
-Hoy va a ser un día muy especial Yin-Yin.
para ti, Yin-Yin -le dijo Claudia-. Esta Miguel no podía ocultar su emoción
tarde Miguel y sus amigos vendrán a y comenzó a hacer todo tipo de planes
cenar con nosotros. con Yin -Yin. Irían a Chile, recorrerían
Yin-Yin estuvo todo el día esperan - su larga geografía, la llevaría a remar
do el gran momento. ¡Las horas se le a los lagos del sur y a conocer la nie
hacían interminables! Don Gato la ve. Escuchándolo, Yin-Yin no pudo
miraba complacido desde el sillón de la contener su alegría y olvidándose de
sala y de vez en cuando le guiñaba un las buenas costumbres que le había
ojo. Con su colita parada y sus orejas enseñado Claudia, le dio a Miguel un
erguidas, Yin -Yin vigiló pacientemen gran lengüetazo en la cara.
te la puerta, hasta que sintió sonar el
timbre. Excitada, comenzó a ladrar. -Eres responsable para siempre de lo que has
craudia corrió hacia la puerta y allí domesticado -dijo el zorro.
éstaban Miguel, Sofía y Rodrigo. El Principito, de Antaine de Saint-Exupéry.
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Tiki y la orquídea
T iki era un piq1.flor de hermoso
plumaje color verde esmeralda y un
carácter divertido y pendenciero, como
todos los picaflores. Ese día, igual que
los demás días de primavera, él y sus
amigos habían salido a practicar sus
técnicas de vuelo, luciéndose orgullosos
ante todas las flores que encontraban.
Se detenían junto a las miramelin
das* y las begonias, complaciéndose
en el movimiento de sus alas y en la
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Myriam Yagnam Tiki y la orquídea I Yin-Yin
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te, ···.
Al principio, Tiki voló rá.pida�en se
do
excitado por la aventura y detenién que
a comer, apresurado, en las flores ró
nt
veía a su p aso. Al tercer día se enco t as
Es
con una coloni a de hormigas.
adas
se hall aban trabajando muy afan o.
er
par a cambiar de sitio su hormigu gri
-Picaflor, picaflor, ayúdanos -le
pan
taron las hormigas-. Estamos esca
ada;
do de la inund ación de l a quebr rte
pa
tenemos que mud arnos a una
m� alta del bosque . i
.---'No puedo -conte stó Tiki, cont .
ado
nuando su vuelo-, estoy muy apur
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Myriam Yagnam Tiki y la orquídea I Yin-Yin
I)ebo encontrar el amor y no sé dónde las flores más dulces. El picaflor pasó
hallarlo. ¿Lo han visto p asar por aquí? el día entero con ellas, ayudándol as a
··· -Si vas t an apura do nunca podrás construir su nuevo hormiguero. Hací a
encontrarlo -le contestó la Hormiga tiempo que Tiki no se sentí a tan útil y
Rein a. tan feliz. Pero tenía que continuar su
Intrigado, Tiki detuvo su vuelo y �e búsqueda, por lo que se despidió de
cidió ayudarlas, pensando que podnan la Hormiga Reina y retomó su vuelo.
contarle algo más sobre el amor. Desde el aire podía ver a toda la colonia
-Llévanos en tu pico -le pidió la des.pidiéndolo cariñosamente.
Hormiga Reina-, así podremos huir -Qué increíble -se dijo Tiki-, nunca
más rápido, antes de que se inunde la antes me detuve a hablar con las hor
quebrada . migas. Jamás me enteré del gran tra
-Está bien -dijo Tiki-, las ayudare. bajo que hacen construyendo túneles,
Rápidamente, las hormigas se subieron buscando comida y cargándola para
a una hoja seca, ayudándose las un as llevarla a otras hormigas de la coloni a .
a las otras, hasta que todas estuvieron Mientras volaba se dio cuenta de que,
acomodadas. El picaflor sujetó entonces por primera vez, se había ocupado de
a la hoja en su pico y l a llevó volando alguien que no era él mismo y sintió
hasta el lug ar más alto del bosque. que el corazón se le llenaba de cariño
Cu ando estuvieron a salvo, las hor cu ando pensaba en las hormigas.
migas, muy agradecidas, le dieron todo -Tal vez esto es una señal -se dijo.
tipÓ de muestras de cariño. Le peinaron Al caer la tarde, después de h aber
las alas y le indicaron donde estaban volado varios kilómetros, se refugió
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Myriam Yagnam
Tiki y la mqufdea I Yin-Yin
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T iki había volaq,o durante dos días
cuando llegó a la parte más oculta del
bosque. Allí los árboles estaban llenos
de matas de bromelias* florecidas.
Sediento por el largo vuelo, se acercó
a la flor más grande que vio. Quería
tomar del agua de lluvia que las bro
melias almacenan para que la beban
los picaflores y los insectos del bosque.
Después de beber, Tiki se posó en una
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Myriam Yagnam Tiki y la orquídea I Yin-Yin
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Tiki y !a orquídea I Yin-Yin
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La orquídea c0ntinuó haciendo
lo que hacía todas las mañanas. Se
estiró para ejercitarse y recibir los
rayos del sol, que entraban a través
de las copas de los árboles. Conversó
con las bromelias y dio de comer a
los insectos que se acercaban a ella.
Terminadas sus obligaciones, volvió
a hablar con el picaflor, que la había
estado observando atentamente:
-¿Qué haces tan lejos de tu tierra?
-le preguntó.
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Myriam Yagnam Tiki y la orquídea I Yin-Yin
7V engo en busca del amor. ¿Sabes sus amigas y deseando verlas de nuevo.
tú dónde se encuentra? La orquídea, que podía leer sus pen
• -Oh -repuso la orquídea-, por aquí samientos, le preguntó con cariño:
·· han pasado muchos buscando el amor, -¿Y aún no has encontrado el amor?
pero no todos lo encuentran. Hay que El picaflor se dio cuenta, entonces,
estar atento a las señales -añadió. de que durante su viaje por el bos
-Yo me encontré con una lagartija -le que había tenido tiempo para pensar
contó Tiki- que estaba siempre atenta. y para conocer de más cerca a otros
Me salvó la vida. Gracias a ella pude animales. Se había comunicado con
escapar de la culebra. Nunca antes había las' lagartijas y las hormigas. Había
conversado con una lagartija -agregó-. escuchado los sonidos del bosque y
Son muy interesantes. aprendido a distinguir los distintos
-Sí -dijo la orquídea-, hay muchas tonos de las bromelias. Había cono
en el bosque. A veces se detienen a cido a la orquídea y se había dejado
conversar conmigo. S()n lllUY sabias y cautivar por su risa.
tienen mucha paciencia.. ·· · Ahora conocía los sueños de las flo
-También me encontré con una co res y los problemas de las hormigas.
lonia de hormigas -siguió contando Había aprendido a ver el mundo de otra
Tiki-. Estaban escapando de las aguas manera. Las flores habían adquirido
que iban a inundar la quebrada. Fue otro significado para él. Ya no solo le
muy divertido. Me sentí muy orgulloso servían de alimento.
de haberlas ayudado. En ese momento lo sacó de sus pen
YTÍki sonrió pensativo, recordando a samientos la voz de la orquídea:
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