Nulidad Fotomultas Puertocolombia

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Bogotá, 15 Septiembre de 2016

Señores:
SECRETARIA DE TRANSITO Y TRANSPORTE DE PUERTO COLOMBIA -Atlántico-
Atn: Dra. Janice Cotes Hereira
Inspectora de Tránsito y Transporte
Calle 2 No 4-45
Teléfono: 3097029
Puerto Colombia -Bolívar-
E.S.D.

Asunto: Comparendo No PT1F041782 de 2014-01-11

Respetada Dra.

HECTOR MANUEL CHAVEZ PEÑA, identificado al final del presente escrito,


obrando en mi calidad profesional de representante legal de la sociedad transportadora
denominada INVERSORA COLOMBIANA DE TRANSPORTE ESPECIAL LTDA.
“ICOLTESA LTDA”, distinguida con el NIT. 900.313.747-1, domiciliada en la ciudad de
Bogotá, respetuosamente me dirijo a su digno despacho, con el fin de impetrar Incidente de
Nulidad sobre los actos administrativos -resoluciones- que con ocasión al
comparendo del asunto, declararon contraventor de las normas de tránsito a mi
representada, y de contera sirvieron de terraplén para edificar el hipotético mandamiento de
pago en la jurisdicción coactiva.

Sustento lo anterior en virtud de los siguientes aspectos facticos y jurídicos:

HECHOS

1. Mediante medida Cautelar efectuada a las cuentas bancarias de mi representada, se


obtuvo conocimiento de la infracción de tránsito del asunto, captada presuntamente, a
través de medios tecnológicos.

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2. Por intermedio escrito del Derecho fundamental de petición, adiado 03 de agosto del
año que avanza, con destino a la Secretaria de Tránsito y transporte de Puerto
Colombia -Atlántico-, según radicación No 10832 de 05 de agosto hogaño, se pudo
obtener la constancia de las notificaciones de los comparendos del asunto, según oficio
de data 19 de agosto de 2016, emanado por la Inspección de Tránsito y transporte de
Puerto Colombia, el cual fue recibido en nuestras instalaciones, el día 14 de Septiembre
de la misma anualidad.

3. Analizadas las piezas documentales de notificación por aviso, el foto comparendo y las
imágenes que acreditan su hipotética existencia, se pueden colegir los consecuentes
aspectos:

ACCIONES Y OMISIONES

Como opúsculo introductorio nos corresponde tener presente que la jurisprudencia


Constitucional, de antaño ha sostenido, entre otras, en el precedente C089 de 2011, que el
administrado se encuentra abrigado con un tinglado de garantías previas que cobijan la
expedición y ejecución de cualquier acto o procedimiento administrativo, tales como el
debido proceso, acceso libre y en condiciones de igualdad a la justicia, el Juez natural, el
derecho a la defensa, la razonabilidad de los plazos y la imparcialidad, autonomía e
independencia de los jueces. No en vano, bajo este axioma fueron labradas las
disposiciones que regulan las actuaciones y procedimientos administrativos a la luz de los
principios consagrados en la Constitución Política y en la Parte Primera de la Ley 1437 de
2011, de allí, su orientación a que todas las actuaciones administrativas se desarrollen,
especialmente, con arreglo a los principios del debido proceso, igualdad, imparcialidad,
buena fe, moralidad, participación, responsabilidad, transparencia, publicidad, coordinación,
eficacia, economía y celeridad.

De otra parte, los Pronunciamientos de dicha Corporación de Amparo Constitucional


concentrado, han expresado en múltiples ocasiones que de la aplicación del principio del
debido proceso administrativo se derivan consecuencias importantes, tanto para los

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asociados, como para la administración pública. Desde la perspectiva de los asociados,


del derecho al debido proceso se desprenden las garantías de (i) conocer las actuaciones
de la administración; (ii) pedir y controvertir las pruebas; (iii) ejercer con plenitud su derecho
de defensa; (iv) impugnar los actos administrativos, y (v) gozar de las demás garantías
establecidas en su beneficio. (Subrayas a propósito)

En lo que respecta a la administración, todas las manifestaciones del ejercicio de la


función pública administrativa se encuentran cobijadas por el debido proceso, tales como (i)
la formación y ejecución de actos administrativos; (ii) las peticiones presentadas por los
particulares; y (iii) los procesos que se adelanten contra la administración por los
ciudadanos en ejercicio legítimo de su derecho de defensa.

El principio del debido proceso administrativo cobra una especial relevancia


constitucional cuando se trata del desarrollo de la facultad sancionadora de la
administración pública. De esta manera, cuando la Carta consagra el debido proceso
administrativo, reconoce implícitamente la facultad que corresponde a la Administración
para imponer sanciones, dentro de los claros límites constitucionales.

En punto a este tema, la jurisprudencia constitucional ha expresado que la  potestad


sancionadora de la Administración: (i) persigue la realización de los principios
constitucionales que gobiernan la función pública, de conformidad con el artículo 209 de la
Carta, esto es, igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad y
publicidad, (ii) se diferencia de la potestad sancionadora por la vía judicial, (iii) se encuentra
sujeta al control judicial, y (iv) debe cumplir con las garantías mínimas del debido proceso.  
Por tal razón, con el fin de garantizar el derecho de defensa de los administrados, la
jurisprudencia ha señalado que hacen parte de las garantías del debido proceso
administrativo, todas las garantías esenciales que le son inherentes al debido proceso.

De esta manera, el derecho al debido  proceso administrativo se vulnera por parte de


las autoridades públicas, cuando estas no respetan las normas sustanciales y

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procedimentales previamente establecidas por las leyes y los reglamentos, con ello
desobedeciendo el derecho de acceso a la administración de justicia.

1. INDEBIDA NOTIFICACION DEL COMPARENDO.

Con el antecesor baluarte textual, debemos señalar anticipadamente que frente al


foto-comparendo No PT1F041782 de calenda 2014-01-11; realizado al rodante de servicio
público distinguido con las placas SMB 477, si bien es cierto se incurrió en la presunta
infracción de tránsito, no es menos que dentro del plexo jurídico Nacional se encuentra
expatriada toda responsabilidad objetiva, y así lo reseña el parágrafo primero del artículo
129 de la ley 769 de 2002 , que a la letra signa:

“(…) Las multas no podrán ser impuestas a persona distinta de quien cometió la infracción”.

Por tal razón, mediante Sentencia C 980 de 2010, la máxima Corporación


preservadora de la Carta Política, advirtió que la sola notificación del comparendo al
propietario del vehículo, no lo hace automáticamente responsable de la multa, ya que una
tal disposición de estas entrañaría una forma de responsabilidad objetiva, que en derecho
sancionatorio se encuentra proscrita por la Constitución Política, ya que implica la
imposición de una sanción para el propietario del vehículo sin que cuente con la garantía de
un debido proceso administrativo y por el solo hecho de ser el propietario del vehículo y no
el infractor. Por tanto, la Corte aclaró que el propietario del vehículo sólo está obligado a
pagar la multa siempre y cuando se establezca, con las garantías de un debido proceso,
que él fue quien cometió la infracción. (resaltos me pertenecen)

Ahora bien, la autoridad de tránsito en su prurita gestión administrativa abrogó el


derecho cardinal de defensa germen del debido proceso cardinal, comoquiera que soslayo
realizar en debida forma, la notificación de que habla el inciso quinto del artículo 135 supra
de tránsito terrestre, como norma especial, Modificado por el artículo 22 de la Ley 1383 de
2010, que al tenor recita:

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“(…) En tal caso se enviará por correo dentro de los tres (3) días hábiles siguientes la
infracción y sus soportes al propietario, quien estará obligado al pago de la multa. Para el servicio
público además se enviará por correo dentro de este mismo término copia del comparendo y sus
soportes a la empresa a la cual se encuentre vinculado y a la Superintendencia de Puertos y
Transporte para lo de su competencia.

Dicho canon legal debe ser armonizado para todos los efectos del sub lite, con los
artículos 68 y 69 de la Ley 1437 de 2011, sin dejar de lado lo compelido en el artículo 29
Superior.

La anterior ponencia en razón, a que la susodicha noticia del Comparendo


censurado, fue realizada al propietario del automotor de forma errada, esto es, en la carrera
13 No 10-59 del municipio de Chía -Cundinamarca-; lugar, donde para la fecha de los factos
presuntamente antijurídicos, ya no existía el domicilio de la Organización INVERSORA
COLOMBIANA DE TRANSPORTE ESPECIAL LTDA “ICOLTESA LTDA”. Por ello la
supuesta información de la nota devolutiva, indica que el destinatario allí no existe.

De haberse realizado correctamente la pluricitada citación a notificación personal, se


debió haber llevado a cabo en la última dirección de notificación Judicial obtenida del
registro mercantil vigente, que a su vez, para la fecha de los presumidos factos que
ocasionaron la manufactura del informe de tránsito, era y continua siendo la Carrera 13 No
13-24 Oficinas 519, 525 o 526 de Bogotá, registrada en la Cámara de Comercio de Bogotá
el día 19 de noviembre de 2011, según certificación emitida el día 21 de Septiembre hogaño
por dicho organismo colaborador; dirección de notificación judicial que figura
históricamente en el F.U.N. -Formulario único de solicitud de tramites del registro nacional
automotor- diligenciado el día 10-06-2010 ante la Secretaria de Transito de Fusagasugá
(Cundinamarca) para obtener la propiedad del vehículo grabado con la infracción
repudiada, según licencia de transito No 10000463283.

Itero entonces, que para la fecha de los hechos recriminados como infracción, no
había otra dirección de notificación diferente a la ya mencionada en la actualidad, y
comoquiera que el plenario o la actuación administrativa, se empieza a nutrir con la

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hipotética foto-multa, no se puede deducir la existencia de otro domicilio contenido en un


eventual expediente de reserva ante un imprevisto proceso.

Por otro lado, al imponerse la infracción de tránsito a un vehículo de servicio público,


la autoridad administrativa, en cumplimiento de la norma especial de rito, atemperada por el
procedimiento establecido en el ordinal 135; debió realizar simultáneamente, dentro de los
términos arrogados por la misma regla orientadora, la citación a notificación personal de la
operadora donde se encuentra vinculado el rodante, habida consideración de la factible
solidaridad que se desprende del artículo 93-1 del Código nacional de tránsito, adicionado
por el artículo 18 de la Ley 1383 de 2010 , que a la letra expone:

“Serán solidariamente responsables por el pago de multas por infracciones de tránsito el


propietario y la empresa a la cual esté vinculado el vehículo automotor, en aquellas infracciones
imputables a los propietarios o a las empresas”.

Actuación esta que se debe surtir dentro de las cargas administrativas que posee la
autoridad de tránsito, para dar cumplimiento al principio del debido proceso, erigido en el
ordinal primero del artículo tercero, de la Ley de ritualidades administrativas y contenciosas.

“En virtud del principio del debido proceso, las actuaciones administrativas se adelantarán
de conformidad con las normas de procedimiento y competencia establecidas en la Constitución y
la ley, con plena garantía de los derechos de representación, defensa y contradicción”.

Corolario de lo anterior, la falencia de indebida notificación a los actores procesales ,


se encuentra enlistada como causal No 8 de nulidades instrumentales, irradiada por el
artículo 132 de la Ley 1564 de 2012, en consonancia con los artículos 208 y 209 de la Ley
1437 de 2011.

Faz de lo expuesto, la Corte Constitucional en sentencia T051 de 2016, ha sostenido


que: “Sobre la base de admitir que la notificación por correo es constitucionalmente admisible, la
jurisprudencia constitucional ha hecho algunas precisiones en torno a su alcance y efectividad,
destacando al respecto que la misma se entiende surtida solo cuando el acto administrativo objeto

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de comunicación ha sido efectivamente recibido por el destinatario, y no antes. En ese sentido, la


eficacia y validez de esta forma de notificación depende de que el administrado haya conocido
materialmente el acto que se le pretende comunicar, teniendo oportunidad cierta para controvertirlo
e impugnarlo. La notificación por correo, entendida, de manera general, como la diligencia de envío
de una copia del acto correspondiente a la dirección del afectado o interesado, cumple con el
principio de publicidad, y garantiza el debido proceso, sólo a partir del recibo de la comunicación
que la contiene. En virtud de esa interpretación, la sola remisión del correo no da por surtida la
notificación de la decisión que se pretende comunicar, por cuanto lo que en realidad persigue el
principio de publicidad, es que los actos jurídicos que exteriorizan la función pública administrativa,
sean materialmente conocidos por los ciudadanos, sin restricción alguna, premisa que no se
cumple con la simple introducción de una copia del acto al correo”. (Resaltos ex texto).

Desde otra óptica, se debe tener presente que con del vicio policivo de notificación
repudiado, el acto no pudo cumplir su finalidad, por ende, conculco el derecho a la defensa
y a rebatir las pruebas utilizadas en contra del disciplinado; no de otra forma, se entendería
la iniciación del proceso coactivo, sin oposición del mismo.

2. VULNERACION AL DEBIDO PROCESO FUNDAMENTAL

Desde otro prisma; debió tener presente el funcionario arquitecto de la probable


resolución sancionatoria, al realizar el control de legalidad de que ora el artículo 207 del
C.P.A.C.A., que los términos izados en el inciso quinto, del varias veces citado ordinal 135
del Código Nacional de Tránsito Terrestre, son improrrogables y perentorios, al pregón del
principio esencial de integración normativa que se debe realizar, en el caso de estudio, con
el artículo 117 del C.G.P. en armonía con el artículo 67 de la norma sustancial civil.

De tal forma, fíjese la atención, que la incierta foto multa fue captada el día Sábado
11 del mes de enero de 2014, y en consecuencia la citación a notificación personal del
comparendo, hubo que realizarse dentro de los tres (3) días hábiles siguientes de que cita
la regla de rito especial -Inciso quinto del artículo 135 de la Ley 769 de 2002 -; sin distingo a que
sea efectiva o no; esto es a más tardar el día miércoles 15 de enero de 2014.

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Sin embargo, la permisible citación a notificación fracasada, fue llevada a cabo el


día Jueves 16 de enero de 2014, esto es un día después del plazo señalado Ipso iure. Por
tal sentido, considero que se conculcó el debido el debido proceso elemental frente a los
términos adjetivos de la replicada notificación.

A esta altura textual, se debe tener presente que si bien en cierto, el parágrafo
segundo del artículo 129 de la Ley 769 de 2002, señala que:

“Las ayudas tecnológicas como cámaras de vídeo y equipos electrónicos de lectura que
permitan con precisión la identificación del vehículo o del conductor serán válidos como prueba de
ocurrencia de una infracción de tránsito y por lo tanto darán lugar a la imposición de un
comparendo”.

No es menos cierto que el acopio de la prueba, en este caso la foto-multa como


testigo silente, debe cumplir los requisitos extrínsecos de la misma, entre otros, el de las
formalidades procesales o el multi-referenciado debido proceso cardinal para su obtención;
en el sub iudice, las reglas atemperadoras señalan que en el evento de evidenciarse la
comisión de una contravención, en tal caso se enviara dentro de los tres (3) días hábiles
subsiguientes a la infracción, la notificación de la misma y sus soportes. En este caso, el
término establecido para realizar esta gimnasia, son los referenciados en la norma especial;
para el caso de autos, el Código nacional de Tránsito articulo 135, y sus procedimientos de
notificación, se encuentran morigerados por los artículos 68 y 69 de la Ley 1437 de 2011.

A partir de esta premisa, la mal llamada prueba de cargo utilizada de baremo para la
confección de la resolución sancionatoria, obtiene su mayor dimensión positiva, habida
consideración que el legislador, a través del Código nacional de tránsito, dispuso la
imperiosa necesidad de dar a conocer la noticia infractora, por medio de la nombrada
notificación, dentro de los términos y procedimiento señalados, según la integración de la
norma general, en este caso, el Código de procedimiento administrativo y de lo contencioso
administrativo, y la especial, en el mismo plano, Código nacional de tránsito. Digo mal
llamada prueba, porque dicho referente no adquiere esa calidad hasta tanto no se haya

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debatido en audiencia, y no fue redargüida en razón a los yerros de la notificación ya


ilustrados.

Así las cosas, al existir falencias en la publicidad de la noticia contravencional - el


citatorio a notificación personal - y sus términos, es factible analizar que el elemento material
probatorio -comparendo-, obtenido con ocasión del presunto comportamiento antijurídico,
es ilegal, por cuanto fue adquirida o utilizada para el proceso administrativo sancionatorio,
con violación al debido procedimiento elemental, por tal razón es nula ipso iure, quedando
sin piso jurídico para la ejecución de actos ulteriores, según la inteligencia del artículo 29 in
fine de la Carta Política, que cita:

“Es nula, de pleno derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso”.

La Corte Constitucional ha manifestado que el debido proceso comprende: “a)   El derecho


a la jurisdicción, que a su vez implica los derechos al libre e igualitario acceso ante los jueces y
autoridades administrativas, a obtener decisiones motivadas, a impugnar las decisiones ante
autoridades de jerarquía superior, y al cumplimiento de lo decidido en el fallo. b) El derecho al juez
natural, identificado este con el funcionario que tiene la capacidad o aptitud legal para ejercer
jurisdicción en determinado proceso o actuación de acuerdo con la naturaleza de los hechos, la
calidad de las personas y la división del trabajo establecida por la Constitución y la ley. c) El
derecho a la defensa, entendido como el empleo de todos los medios legítimos y adecuados para
ser oído y obtener una decisión favorable. De este derecho hacen parte, el derecho al tiempo y a
los medios adecuados para la preparación de la defensa; los derechos a la asistencia de un
abogado cuando se requiera, a la igualdad ante la ley procesal, el derecho a la buena fe y a la
lealtad de todas las demás personas que intervienen en el proceso. d) El derecho a un proceso
público, desarrollado dentro de un tiempo razonable, lo cual exige que el proceso o la actuación no
se vea sometido a dilaciones injustificadas o inexplicables. e) El derecho a la independencia del
juez, que solo tiene efectivo reconocimiento cuando los servidores públicos a los cuales confía la
Constitución la tarea de administrar justicia, ejercen funciones separadas de aquellas atribuidas al
ejecutivo y al legislativo. f) El derecho a la independencia e imparcialidad del juez o funcionario,
quienes siempre deberán decidir con fundamento en los hechos, de acuerdo con los imperativos
del orden jurídico, sin designios anticipados ni prevenciones, presiones o influencias ilícitas.”

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3.- CARENCIA DE COMPETENCIA PARA FIJAR LOS LIMITES DE VELOCIDAD


DENTRO DE CARRETERAS NACIONALES

Al inspeccionar el foto-comparendo obtenido por intermedio del derecho de petición,


se puede evidenciar de forma inconcusa que el lugar donde presuntamente se incurrió en la
contravención endilgada, fue la vía al mar - Km 97 que de Barranquilla conduce a
Cartagena; donde según la Secretaria Municipal de Tránsito y Transporte de Puerto
Colombia, el límite de velocidad permitido son 50 Km/h.

Pues bien, se debe tener presente que la autopista paralela al mar o vía al mar, es
una carretera nacional concesionada correspondiente a la ruta nacional 90ª tipo A1; mas
no es, una vía urbana del Municipio de Puerto Colombia.

Así las cosas, el inciso segundo del artículo 107 de la ley 769 de 2002, modificado
por la Ley 1239 de 2008, esboza que para el servicio público, de carga y de transporte
escolar el límite de velocidad en carreteras nacionales y departamentales, en ningún caso
podrá exceder los ochenta (80) kilómetros por hora.

En tal sentido, el vehículo maculado de trasgresor, transitaba dentro de los límites de


velocidad permitidos en la norma instructora, por cuanto hipotéticamente fue sorprendido
transitando en una carretera nacional o departamental a una velocidad promedio de 74.3
km/h; es decir, no incurrió en el comportamiento típico que se enrostra.

Conviene sin embargo advertir, que la entidad encargada de fijar la velocidad


máxima y mínima, en las zonas urbanas, es la autoridad de transito competente en el
distrito o Municipio respectivo; en tanto que los límites de velocidad máximos en carreteras
nacionales o departamentales fueron establecidos por el legislador en la pauta legal 1239
de 2008.

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Amén de lo esgrimido, el funcionario emisor de la sanción incurre también en una


presunta prevaricación por acción, en razón a que fecunda su postura contrariando la
interpretación gramatical establecida en la norma de tránsito terrestre referida, y de contera
ingresa en la causal No 1 de nulidades adjetivas, señaladas en el artículo 133 de la Ley
1564 de 2011, aplicable para todos sus efectos al presente procedimiento administrativo,
toda vez que la falta de Competencia del órgano sancionador fue contemplada
estrictamente en la Ley 1239 de 2008, en el parágrafo único del articulo inicial de la
resolución 1384 de 2010 y en el teórico método para establecer límites de velocidad en
carreteras colombianas.-

PRUEBAS

1. Fotocopia C.C. y Certificado de Existencia y Representación Legal a fin de probar legitimidad.


Adjunto lo enunciado en Cuatro (04) folios.

2. Fotocopia de los F.U.N. -Formulario de solicitud de tramites del registro nacional automotor-
utilizados en las gestiones históricas del automotor de placas SMB 477.

3. Histórico de direcciones de notificación Judicial de la empresa INVERSORA COLOMBIANA DE


TRANSPORTE ESPECIAL LTDA “ICOLTESA LTDA”, emanado por la Cámara de comercio de
Bogotá; donde se puede apreciar de forma honrada que para la fecha de la presunta infracción
de tránsito, el domicilio principal o dirección de notificación judicial, se encontraba ubicado en
la carrera 13 No 13-24 of. 519 de Bogotá.

ANEXOS

1. Los enunciados en el libelo de pruebas.

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Por lo asaz expuesto, ruego se decrete la nulidad impetrada en el presente escrito y en


consecuencia, se ordene el levantamiento de las medidas cautelares, oficiando a la entidad
bancaria respectiva.

Con mi acostumbrado respeto.

Cordialmente;

HECTOR MANUEL CHAVEZ PEÑA


C.C. No 80.496.912 de Chía
Representante Legal
Dirección de Notificación: Bogotá, Carrera 13 No 13-24 Of. 519 Edificio Lara.

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