Bienes Inciertos
Bienes Inciertos
Bienes Inciertos
AUTORES:
Chafloque Valuis Vania (0000-0002-9292-5275)
Jaramillo Monzón Zaida Edna (0000-0002-3842-4920)
Rodas Fenco José Miguel (0000-0002-9160-5085)
Ríos Cruz María Estefany (0000-0003-0499-2548)
Rodríguez Airac Claudia (0000-0002-9205-1977)
Zavala Coronel Angie Brigithe (0000-0002-6303-8052)
ASESOR:
Dr. MERCHAN GORDILLO, Mario Augusti
CURSO:
DERECHO DE LAS OBLIGACIONES
CHIMBOTE - PERÚ
2023 – I
BIENES INCIERTOS Y FUNGIBLES
I. BIENES INCIERTOS
En un vínculo jurídico obligacional, el objeto constituye uno de ellos
elementos esenciales; por ello este debe ser determinado o
determinable y uno de los requisitos en este contexto, es que debe
ser bien determinado al menos en su género; contrario sensu, se
incurre en su inexistencia.
Derecho Moderno se entiende por obligaciones de dar bienes
inciertos u obligaciones genéricas, a aquellas que tienen por objeto
cosas inciertas no fungibles; lo que en el Derecho romano se
denominaba Obligaciones de género (obligatio generis). Este tipo de
obligaciones son muy usuales, como por ejemplo en el comercio al
por mayor; los contratos de compraventa y los contratos de
arrendamiento de uso.
las obligaciones de género el objeto no se encuentra determinado en
especie o cuerpo cierto; sólo se determina al momento de cumplirse
la obligación, y esta determinación se hace con respecto a diversas
cosas que reúnan las mismas características
Se configura una obligación de dar cosas inciertas, cuando en el
momento que brota la obligación se tiene incertidumbre sobre la cosa
debida; es decir, un objeto que no ha quedado inicialmente definido
en su individualidad; siendo obligaciones de dar cosas inciertas las
que versan sobre objetos no individualizados, que se definen por el
género a que pertenecen, con caracteres diferenciales dentro del
mismo género
El Código Civil Peruano exige como requisitos mínimos para los
bienes
inciertos, que deben estar especificados al menos en su especie y
cantidad, en razón de que cuando se genera una obligación, debe
ejecutarse, y el deudor debe estar comprometido seriamente a
ejecutar una prestación que revista dicha seriedad.
El género, en su sentido estricto, puede clasificarse en determinado e
indeterminado. Es determinado cuando los individuos que forman el
conjunto participan de caracteres comunes y puede dar origen a la
obligación civil, e indeterminado cuando los individuos pertenecen a
diferentes clases o grupos y apenas guardan relación por sus
caracteres más universales en, en este último caso no nace una
obligación civil ya que la legislación exige que al menos se precise el
género del objeto.
II.1.1. Árbitro
Es designado por las partes litigantes, y que ha de ser
letrado, pero no juez oficial para fallar el pleito conforme
a derecho. Está destinado a suplir al Poder Judicial. La
función supletoria del arbitraje debe revestir similar
carácter que la del Poder Judicial, y a este último los
particulares podrán recurrir cuando consideren tener
una pretensión que exigir, amparada esta última por un
derecho, más no se podría recurrir a él (ni tampoco al
procedimiento arbitral) si lo que se tiene no es la
pretensión de un derecho, sino la voluntad de concluir
el contenido de un acto jurídico.
II.1.2. Perito
Podrá ser designado por las partes exclusivamente en
razón de la confianza y credibilidad en su persona, por
ejemplo, que un hermano venda a otro un libro de
Derecho -entre varios libros de Derecho Civil-, y, al no
ponerse de acuerdo sobre cuál de ellos constituirá el
objeto de la venta, pero deseando concluir el contrato,
se pongan de acuerdo para que la madre de ambos
escoja el libro. Será evidente que los hijos habrán
recurrido a la madre a fin de que a criterio suyo elija
dicho libro, pero los hijos no habrán contratado en el
entendido de que la madre hará una apreciación
fundamentada en sus conocimientos respecto de los
valores objetivos de textos similares al que es objeto de
dicho contrato. Los hijos se habrán remitido a su mero
arbitrio.
II.1.3. Arbitrador
II.1.4. Mandatario
Cuando las partes delegan en un tercero la función de
elegir el bien a entregar, y este tercero acepta tal
misión, estaremos en presencia, sin lugar a dudas, de
un contrato de mandato, el cual es definido por el
artículo 1790 del Código Civil, como aquel por el cual el
mandatario se obliga a realizar uno o más actos
jurídicos por cuenta y en interés del mandante.
plazo para la elección del bien. Resulta supuesto importante que las