Parabola Del Volcan Antonio Gonzalez Paz Marianistas
Parabola Del Volcan Antonio Gonzalez Paz Marianistas
Parabola Del Volcan Antonio Gonzalez Paz Marianistas
1. Introduccin
En nuestro trabajo educativo nos solemos encontrar con dos tipos de chic@s muy distint@s. Normalmente no se presentan en estado qumicamente puro, pero an a riesgo de simplificar la realidad, es til describir su perfil para poder disear las estrategias educativas que sern distintas en cada caso. A estos dos tipos de chic@s me gusta llamarles: "nios Carbonell" y "nios Almadn". Los "nios Carbonell" : Son chicos de muy poca densidad, que como el aceite, flotan sobre la existencia deslizndose sobre ella haciendo "windsurfing". Todas las olas que les aporta la vida la sortean con habilidad. Difcilmente tocan fondo y poco saben de las aguas profundas. Solo experiencias muy fuertes - una muerte cercana, un fracaso estrepitoso, un desengao profundo- , pueden arrancarles de su tabla y hacerles saborear el propio misterio. Los "nios Almadn" : Son chicos de gran densidad, como el mercurio. Se hunden en las aguas de la vida y tocan fondo. Son capaces, en parte por temperamento, y en parte por educacin, de saborear las aguas profundas y las gustan con fruicin. Son moldeados por los acontecimientos, y capaces de recomponerse cuando las experiencias fuertes los rompen o astillan. Viven desde dentro y son alumnos aventajados en el aula del humano existir. Los dos prototipos de chaval@s responden ms o menos a modelos de adultos que nos solemos encontrar en el camino de la vida: los inclinados a vivir en la superficie del yo (cuerpo, afectividad y pensamiento), y los inclinados a vivir en lo profundo del ser (lo que la Biblia llama "corazn"). Las relaciones que podemos establecer con un estilo u otro de personas varan notablemente. Solo cuando una amistad - con los dems o con Dios- est anclada en el yo profundo, tiene garantas de sobreponerse a la carcoma del tiempo y a la rutina de los das. Nuestro trabajo es ayudar a los chicos a vivir a contracorriente ("vivir al revs") de un mundo que invita a afincarse en los niveles ms superficiales del yo, donde se es ms fcilmente manipulable por el esfuerzo abrasivo y erosivo del sistema. Sin embargo en este mundo nuestro, como flores en el mar, y paradjicamente, es donde siguen brotando mujeres y hombres deseosos de cultivar una vida interior que los unifique y pacifique. La pena es que muchos vayan a buscar fuera de la Iglesia - religiones orientales, yoga, movimientos esotricos -, lo que en ella es un don y una realidad preciosa aunque a veces poco conocida y valorada. Por otra parta es curioso cmo este rebrotar del deseo de silencio e interioridad empieza a ser manipulado por el sistema. Actualmente aparecen anuncios en TV que recogen estos anhelos del corazn del "homo asflticus": "sin vibraciones", " sin ruido", en "contacto con lo ms profundo"... Nuestro desafo como educadores es acompaar
a los chicos en ese vivir desde el yo profundo, convencidos de que, como deca Guillermo Jos Chaminade, "lo esencial es lo interior" ("El espritu de los hijos de Mara es un espritu interior... el espritu del Instituto es el espritu de Mara... Lo esencial es pues, formar en nosotros el espritu interior ". Retiro de 1821. Meditacin 18).
2. El corazn de la persona
Todo el mundo ha visto alguna vez, al menos en la televisin, un cono volcnico. Cuando no est en erupcin suelen ser altos, majestuosos, aparentemente inalterables por la fuerza erosiva del viento, las aguas o los hielos. Sobre sus laderas se asienta la vida vegetal y animal, con frecuencia exuberante, y suelen estar perfectamente integrados en el paisaje. Un observador superficial, salvo en tiempos de erupcin, lo confundira con cualquier otro monte o pico. Solo una mirada atenta y perspicaz permite descubrir, a menudo oculto por la foresta, las coladas de lava, la chimenea y el crter... El cientfico nos aclarar que todo lo que vemos no se explica mas que por la existencia de una "cmara magmtica" - que es como el corazn oculto del volcn -, donde se acumulan rocas fundidas a temperaturas y presiones inimaginables. Slo de vez en cuando - por eso hay que "deshollinar diariamente su chimenea, porque nunca se sabe", como dira el Principito -, el magma asciende lenta o violentamente por la chimenea, desborda el crter y fluye por las laderas incendiando a su paso todo lo que toca. Una erupcin volcnica es un espectculo sorprendente y sobrecogedor. De aquel rugido de la tierra el cono volcnico adquirir mayor altura, consistencia y solidez, y los observadores conservarn un recuerdo imborrable e imperecedero. La interioridad es como la cmara magmtica de la vida de una persona. Est ah, oculta, inasequible a la mirada de los dems, dando calor y consistencia externa al interesado, y manifestndose a veces, inesperadamente a los extraos. Esta imagen geolgica nos permite vislumbrar lo que es la interioridad para la persona: una capacidad de reflexionar y guardar en el corazn lo que vamos viviendo y experimentando (cmara magmtica), expresado externamente (chimenea), en una manera de ser y estar que nos hace sensibles y receptivos a los valores de la vida (cono volcnico). As entendida, hay que admitir que en principio todo ser humano - incluidos los nios Carbonell -, tiene esa capacidad o la ha tenido, Como en todo, slo el trabajo constante y sistemtico puede ir alimentando, potenciando y desarrollando ese don. Los que dejan que la bolsa magmtica se enfre, los que no alimentan su interioridad, corren el riesgo de convertirse en volcanes apagados, puro recuerdo del fuego interior que un da los devor. La decisin de cultivar la propia interioridad es una opcin y una tarea personal e intransferible. Supone un trabajo serio y que trae cansancio, pero provoca el placer indescriptible de gozar con fruicin de la vida. Nos da peso - nos hace "ponderados"-, profundidad y consistencia en vez de ser "paja que arrebata el viento o tamo que arrolla el torbellino" (Job 21,18). Nuestra labor como educadores puede sistematizarse en una triple misin: Potenciar la cmara magmtica Alimentar la bolsa de magma Deshollinar la chimenea
que en un lenguaje ms actual podramos traducir en estas otras expresiones: 1.2.3.4.5.Desarrollar la capacidad de escucha Potenciar el lenguaje corporal Aprender a estar presente Convertir el corazn Crear utopas
Vamos a ir analizando el contenido de estos cinco silencios ideados para potenciar la cmara magmtica de cada uno:
Aprendiendo a callar se irn capacitando para escuchar a los dems sin anularles con la propia palabra, ni abrumarles con el silencio. Se irn acostumbrando a acoger al otro con profundo respeto y a vivir el encuentro interpersonal como un don. Y desde esa acogida incondicional brotarn palabras con sustancia, con peso, pronunciadas desde el fondo de s mismo, constructivas, que unas veces revestirn la forma de un apoyo incondicional, de un aliento desinteresado, de una crtica sin amargura o de una denuncia sin acritud. Aprendiendo a callar se irn capacitando para escucharse a s mismos. Solo una escucha atenta permite aflorar los temores, angustias, conflictos... relegados al inconsciente de una forma ms o menos voluntaria, e ir conocindose mejor a s mismo con todo lo positivo que cada uno tiene. Aprendiendo a callar se irn haciendo capaces de abrirse al misterio de Dios que "habla a los que callan para escucharle" y que nos ofrece el don de su amor incondicional y para siempre.
El silencio del espritu no busca directamente el autocontrol, ni la eficacia, ni siquiera el perfeccionamiento de las cosas que se hacen, aunque evidentemente contribuye a las tres cosas, sino el centrarse, el hacerse totalmente presente en lo que se hace. Quiz de cara a los chicos la formulacin sera esta: "el silencio del espritu es hacer lo que hay que hacer y a tope". Para ayudarles a practicarlo se propondrn ejercicios progresivos (ser conscientes del resbalar del agua mientras se duchan, cerrar los ojos y slo escuchar msica, saborear los alimentos), que les ayuden a ir adquiriendo el hbito de estar presente en lo que se celebra. Evidentemente en la medida en que se acostumbren a vivir el silencio del espritu, cuando llegue el momento de reflexionar sobre lo que van viviendo, o de encontrarse con Dios, o simplemente el momento de estudiar, sern capaces de centrarse en esas experiencias y sacarles el mayor jugo posible.
lo ilusorio, determina a la voluntad a acciones impropias o exageradas". De ah la importancia de educar a los chicos en el silencio de la imaginacin. Este silencio no pretende reprimir o destruir su fuerza creadora sino ponerla al servicio de utopas que impulsen a luchar por un mundo ms humano, fraterno, justo y en paz. As concebido, el silencio de la imaginacin estimula a la accin y lanza hacia el exterior. Partiendo de la realidad, conocindose a s mismo y a este mundo, proyecta profticamente hacia el futuro. Superando la tentacin posmoderna de disfrutar de los pequeos placeres del presente, alienta los grandes sueos, no del todo dormidos, de un mundo mejor. Es en este sentido en el que afirmaba al principio que este silencio est incoando desde la interioridad de la cmara magmtica una gran erupcin volcnica... Cuestiones para el trabajo personal: a) Analiza silencio tras silencio y subraya lo que te parezca ms importante en tu vivencia personal y en el trabajo educativo. Qu silencios te parecen ms difciles de crear ? Por qu ? b) Quiz tengas algunas experiencias que contar sobre "educar la interioridad a travs de los silencios (por lo menos con algunos). Piensa en tu trabajo educativo y de formacin en la fe y escribe algo sobre lo realizado.
actividad profunda. Los criterios emitidos, las actitudes manifestadas, los hbitos adquiridos, las palabras pronunciadas, los talantes vitales elegidos, ponen de manifiesto entre otras cosas, la vida interior de una persona. Junto a este testimonio callado, que es decididamente muy importante, se dan otras manifestaciones que nos permiten intuir lo que se cuece en el corazn de una persona. Son expresiones ms lbiles o fugaces que evidencian el fuego interior. Son como lo que los gelogos denominan "vulcanismo atenuado" (solfataras, fumarolas, fuentes termales, giseres), que no son coladas de lava, pero s son evidencias de la existencia de una bolsa magmtica que se deja traducir en un chorro de agua caliente o en la emisin de un gas sulfuroso. De vez en cuando un volcn entra en erupcin. Suele haber algunos signos anunciadores - emisin de gases, temblores de tierra, rugidos del monte -, aunque a veces lo hace sin previo aviso. Tanto en un caso como en otro, hay un momento fascinante en el que un fluir de rocas fundidas e incandescentes desborda el crter y corre por el cono volcnico, tiendo de rojo, calor y fuego su superficie. Como educadores de la interioridad debemos estar por una parte atentos a las manifestaciones pequeas (vulcanismo atenuado) o grandes (erupciones volcnicas), y por otra a ensear a expresar y compartir la vida interior con los dems (deshollinar chimeneas). De cara a los chavales - tambin los nios pequeos tienen ya una incipiente vida interior- , lo primero es detectar la existencia del cono volcnico. Nos sorprenderemos ante chicos de conos altos y esbeltos, de tipo "vulcaniano" o "peleano", o bien de conos bajos y de pendientes suaves, de tipo "hawaiano". Corresponden a lo que hemos llamado "nios Almadn". En otros no se vislumbra el cono, sino manifestaciones ms o menos espordicas de vulcanismo atenuado (nios Carbonell). A veces no rastrearemos casi ninguna manifestacin que nos ponga en la pista de la bolsa de magma (nios Carbonell de 1). Detectada la bolsa de magma, se trata de ensear a los chicos a expresar y compartir con los dems su vida interior. La tarea siempre ha sido difcil con los adolescentes y hoy es particularmente trabajosa en los ambientes en que la posmodernidad est asentada. Los ms jvenes de hoy se resisten o no gustan compartir con todos los dems lo que ocurre en su corazn. El esfuerzo educativo debe estar guiado por la conviccin de que lo que se expresa se afianza, y de que lo que se comparte se multiplica. De forma progresiva y constante hay que "deshollinar las chimeneas" para que "los volcanes ardan suave y regularmente". Ayudar, con ejercicios adecuados, a superar la timidez o el pudor, a verbalizar las experiencias y sentimientos, a saborear el gozo de la comunicacin profunda, a encontrar signos o smbolos que expresen lo que va aconteciendo en su corazn, a releer en un lenguaje terico sus propias vivencias... son algunos de los servicios que un educador puede prestar a sus discpulos. Quiz la mayor ayuda que podamos ofrecerles sea el mostrarle nuestro propio cono, y hacerles compartir nuestras propias erupciones, o al menos nuestras manifestaciones de vulcanismo atenuado. Cuestiones para el trabajo personal: a) Qu perspectivas nuevas te ha abierto este cuento para poder educar mejor en la Interioridad? Concrtalas en posibles lneas de trabajo educativo o pastoral. b) "Carbonell" y "Almaden": Cmo te han resonado estas dos descripciones de los chicos y chicas actuales en tu experiencia educativa? c) Repasa de nuevo todo el cuento. Puede que haya algn elemento escondido en el que no te has fijado. Quiz quieras aadir algo personal, alguna experiencia ms, que enriquezca la parbola.