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Bourdieu, Pierre: Cisas Dichas. Buenos Aires. Gedisa Editorial, 1988.


Bourdieu, Pierre: El sentido práctico. Madrid, Taurus Ediciones, 1991.
Sahlins, Marshall: Cultura y razón práctica, Barcelona, Gedisa Editorial, 1988.

11
. -
por la imposición del principio de visión y división legítimo, es decir por el
ejercicio legítimo del efecto de teoría."(Bourdieu, 1988:137).
De esta manera, Bourdieu reconoce en las prácticas cotidianas de los
agentes innumerables situaciones como las descriptas. Chistes, rumores,
pintadas, graffittis, declaraciones, asambleas, manifestaciones, pueden ser,
entre otras, modalidades a las que los agentes apelan en su intento, consciente
o inconsciente, de dar cuenta de "otro sentido", diferente, al que se impone
como regla de juego. Por medio de cualquiera de las situaciones descriptas
arriba, los agentes ponen "en juego" "hacen rodar" la posibilidad de otra
significación del mundo social. Estas constituyen, además, algunas de las
oportunidades para realizarlo.
Pero hay un campo privilegiado en que lo expuesto puede ejemplificarse
más claramente: el campo de lo político donde más claramente se expresa esta
idea. Al respecto, así dirá Bourdieu:
"Al nivel colectivo, más propiamente político, están todas las estrategias
que tienden a imponer una construcción de la realidad social rechazado el viejo
léxico político o a conservar la visión ortodoxa al conservar las palabras, que
son a menudo eufemismos (...), destinadas a nombrar el mundo social. (Bourdieu,
1988:137).
Bourdieu analizará muy exhaustivamente cómo se dan y qué
características asume estas luchas simbólicas que expresan una tentativa de
recategorizar el mundo social. Lo característico de este proceso, es el
"empeño", el uso de capital simbólico adquiridos en luchas anteriores. Reconoce
a los títulos en general (se incluyen todo tipo de títulos: escolares, de nobleza,
de propiedad, etc.) como parte de estos capitales que entran en juego.
No es nuestro interés ahondar en las profundizaciones que Bourdieu ha
realizado al respecto y que se encuentran ampliamente detalladas en el capítulo
de Espacio social y poder simbólico de Cosas Dichas; pero nos interesa
recuperar el siguiente párrafo que puede sintetizar lo que venimos planteando:
"Para cambiar el mundo, es necesario cambiar las maneras de hacer el
mundo, es decir, la visión del mundo y las operaciones prácticas por las cuales
los grupos son producidos y reproducidos".(Bourdieu, 1988:140).
Para que pueda realizarse esta posibilidad, los agentes deben dar cuenta
de un poder de constitución denominado por Bourdieu poder simbólico, poder
que lo caracteriza en los siguientes términos:
"El poder de imponer a los otros espíritus una visión, antigua o nueva, de
las divisiones sociales depende de la autoridad social adquirida en las luchas
anteriores. El capital simbólico es un crédito, es el poder impartido a aquellos
que obtuvieron suficiente reconocimiento: así, el poder de constitución, el
poder de constitución poder de hacer un nuevo grupo, por la movilización, o
hacerlo existir por procuración, hablando por él, en tanto que mensajero
autorizado, no puede ser obtenido sino al término de un largo proceso de
institucionalización, al término del cual es instituído un mandatario que recibe
del grupo el poder de hacer el grupo". (Bourdieu, 1988:140).
Esperamos que las preguntas formuladas y las respuestas desarrolladas
en esta guía, hayan servido para iluminar e ilustrar algunos de los atajos con los
que se resuelven algunos de los problemas con que se topa una teoría de la
cultura.

Bibliografía citada

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¿Cómo los sujetos tienen un papel activo en "modelar" las visiones del
mundo social?

Las luchas simbólicas y las visiones del mundo

Cuandoestuvimos hablando del habitus con nuestra intención de explicar


y dar cuenta de la relación individuo-sociedad, estuvimos ya en parte
contestando a la pregunta arriba formulada.
Cuando inscribimos al habitus como una posibilidad de "una invención
permanente, indispensable para adaptarse a situaciones indefinidamente
variadas, nunca perfectamente idénticas" estamos, en parte, dando cuenta de
esta dimensión.
También, obtenemos parte de la respuesta si recuperamos las
consideraciones de Bourdieu respecto a la dinámica de los campos. Si el espacio
social es una trama de relaciones de poder por imponer "condiciones de juego"
dentro de cada campo y éste es definido por ser un espacio en donde se
dirimen luchas simbólicas por imponer "visiones legítimas del mundo", estamos
dando cuenta también de esta respuesta.
Pero la respuesta no se agota en lo propuesto. El autor de marras,
recuperando tanto la perspectiva objetivista como la subjetivista introduce
dentro de la noción de estrategia el camino para contestar a esta pregunta.
Recuperemos un párrafo ya comentado para introducirnos en el
problema:
',!-os ol2jetos del mundo social, como lo indiqué, pueden ser percibidos y
expresados de diversas maneras, porque siempre comportan una parte de
indeterminación y de imR!:e.ci.sióny,., al mismo tiemP,Q, un cierto grado de
;Iasticiaaa semánticaL.)y además, están sometidos a variaciones en el tiempo
de suerte que su sentido, en la medida en que depende del futuro, esta también
a la espera y relativamente indeterminado. Este elemento objetivo de
incertidumbre (...) provee una base la pluralidad de visiones del mundo, ella
misma ligada a la pluralidad de puntos de vista; y, al mismo tiempo, una base
para las luchas simbólicas por el poder de producir y de imponer la visión del
mundo legítima." (Bourdieu, 1988:136).
Pero en estas luchas simbólicas por el poder de producir e imponer una
visión del mundo como legítima, los agentes pueden realizarla aeaos maneras.
La primera será definida por Bourdieu en los siguientes términos:
r
"En el aspecto ~etivoJ se puede actuar por acciones de
representaciones, individuales o colectivas, destinadas a hacer ver ):',hacer
valer ;jertas realidades: pienso por ejemplo en las manifestaciones que tienen
por ;bjetivo mciñifestar a un grupo, su número, su fuerza, su cohesión, hacerlo
existir visiblemente; y al nivel individual, en todas las estrategias de
presentación de sí, tan bien analizadas por Goffman, y destinadas a manipular
la imagen de sí y sobre todo-esto, Goffman lo olvidaba- de su posición en el
espacio sociaL" (Bourdieu, 1988:137)

G .
~especto de I :u'2~a manera, muy claramente la describe Bourdieu:
Por el lado sub et~ se puede actuar tratando de cambiar las
categorías de percepción y de apreciación del mundo social, las estructuras
cognitivas y. evaluativas: las categorías de percepción, los sistemas de
clasificación, es decir, lo esencial, las palabras, los nombres que construyen en
la realidad social tanto como la expresan por excelencia la lucha política, lucha

9
'J:t:oducto de la historia, el habitus p-roduce p'rácticas, individuales y__
c~ctivas, produce, pues historia conforme a 10s_Rrjncjpiqs~!Jg.gn<:lr:'ados"p'orla _
historia; asegura la presencia activa de las experiencias pasadas que,
depositadas en cada organismo bajo la forma de principio de percepción,
pensamiento y acción, tienden con mayor seguridad que todas las reglas
formales y normas explícitas, a garantizar la conformidad de las prácticas y su
constancia a través del tiempo". (Bourdieu, 1991:95).
Ahora bien, el habitus tiende a constituirse en un sistema de
disl2osiciones dJ,!.r:g,blesp'er.~po inmutables. En contextos de condiciones
objetivas nuevas para el agente y diferentes a la que éste formó su habitus,
ésta constituirá una instancia de reformulación de sus disposiciones.
(Gutierrez, A. 1994)
Planteará Bourdieu al respecto:
" Debido a que el habitus es una capacidad infinita de engendrar en total
libertad (controlada) productos, pensamientos, percepciones, expresiones,
acciones, que tienen siempre como límites las condiciones de su producción,
histórica y socialmente situadas, la libertad condicionada y condicional que
asegura está tan alejada de una creación de imprevisible novedad como de una
simple reproducción mecánica de los condicionamientos iniciales". (Bourdieu,
1995:96).
Aparecerá conjuntamente con este esquema presentado la idea de
habitus como sentido de juego, que supone al decir de Bourdieu "una invención
permal')~nte~ il1disl2ensable para adaptarse a situaciones indefinidamente
variadas, nunca perfectamente idénticas" (Bourdieu, 1988:70). ~ decir, que el
agente_dis¡:¡oneX des~g,.;.a_d_is_t_i
n..;.;t..;.;as.;....e_s_t_ra_t_egias
!".l2o_r_la_s-,q_ue-,p_u_e_d_e_c_o_n_s_e_rv
como imp..!;!gnar,trasformar y/o negociar sus posiciones y visiones del mundo
social. Con esta noción de estrategia estamos aludiendo a que el agente puede
echar mano de distintas posibilidades para reglar y regular sus prácticas
cotidianas y por lo tanto mantener o modificar sus habitus.
En la relación a la caracterización y a la conformación de los habitus
individuales y su posibilidad de transformación, Bourdieu la planteará en los
siguientes términos:
"El principio de diferencias entre los habitus individuales reside en la
singularidad de las trayectorias sociales, a las que corresponden series de
determinaciones cronológicamente ordenadas e irreductibles las unas a las
otras: el habitus que, a cada momento, estructura en función de las
estructuras producidas .por las experiencias anteriores, las nuevas
experiencias que afectan a tales estructuras dentro de los límites definidos
por su poder de selección, realiza una integración única, dominada por las
primeras experiencias estadísticamente comunes a los miembros de una clase"
(Bourdie, 1991:104).
Ahora bien, hasta aquí hemos recorrido y analizado el lugar que ocupa el
habitus como bisagra entre lo social y lo individual, cómo éste es estructurado
y simultáneamente genera representaciones y prácticas sociales, produciendo
"clasificaciones" de yen el mundo social. Hemos visto, también, cómo el habitus
es el resultado de una enorme variabilidad de posibilidades, (aunque
condicionadas o con un cierto límite) y que en el plano individual da cuenta de
las trayectorias sociales de estos individuos. No obstante, aun no hemos
analizado la tercera pregunta que daba lugar a esta guía y que resulta clave en
la teoría de la cultura:

8
El habitus constituye un punto de articulación entre la sociedad (tal
como fue descripta en páginas anteriores) y el individuo. A través del habitus
los agentes "subjetivizan" un mundo social que se le presenta como "objetivo".
Por medio del habitus los hombres aprenden a reconocer y hacer "naturales"
sus posicionamientos en el mundo social. Pero éste asume otra serie de
cualidades. Al incorporar y hacer vividas las estructuraciones de la realidad
social, el habitus 0eera como organizador y orientador de las prácticas
cotidianas de los agentes. En ese sentido Bourdieu plantea:
"Por lo tanto las representaciones de los agentes varían según su
posición (y los intereses asociados) y según sus habitus, como sistema de
esquemas de percepción y de apreciación, como estructuras cognitivas y
evaluativos que adquieren a través de la experiencia duradera de una posición
en el mundo social. El habitus es a la vez un sistema de esquemasde producción
de erácticas y un sistema de eSquemas de perceRción Y de apreciación de
p'rácticas. Y en los dos casos, sus op'eraciones expresan la Rosición social en la
cual se hc¡n construído. En consecuencia, el habitus produce prácticas y
representaciones que están objetivamente diferenciadas; pero no son
inmediatamente percibidas como tales más que por los agentes que poseen el
código, los esquemas clasificatorios necesarios para comprender su sentido
social" (Bourdieu, 1988:134).
Nos resulta muy interesante estas asignaciones referidas al habitus. Es
decir que por el habitus los agentes "aprenden" a percibir, conocer y evaluar a
su mundo social en un determinado sentido. Vemos a su vez, como en ese
proceso de internalización, simultáneamente los agentes "ordenan" el mundo
social clasificando tanto a las prácticas como a las representaciones de otros
agentes. Así, el habitus, dirá Bourdieu
" En tanto sistema de ~uemas de c1asif.icacióll. es objetivamente
referido, a través de condicionamientos sociales que lo han producido, a una
condición social: los agentes se clasifican ellos mismos, se exponen ellos mismos
a una clasificación, al elegir, conforme a sus gustos, diferentes atributos,
vestimenta, alimentos, bebidas, deportes, amigos, que quedan bien juntos y que
les quedan bien, o más exactamente, que convienen a su posición". (Bourdieu,
1988:134-135).
Esta conceptualización del habitus nos lleva a pensar una vida cotidiana
en la que los agentes, los individuos, se encuentr.an_Jl,er.manentemente evaluando
y clasificando "unos y nosotros" en relación a "nosotros Y-a otros". Al comienio
de esta guía planteábamos que Bordieu intenta sintetizar las perspectivas
objetivistas y subjetivistas. Observemos a partir de esta afirmación cómo se
resuelve esta síntesis en relación al habitus:
"...sistemas de disposiciones durables y transferibles, estructuras
predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como
principios generadores y organizadores de prácticas y de representaciones que
pueden estar objetivamente adaptadas a su fin sin supones la búsqueda
consciente de fines ni el dominio expreso de las operaciones necesarias para
alcanzarlos ..."(Bourdieu, 1991: 92).
Vemos aquí, en concordancia a lo planteado hasta ahora, que la
posibilidad de acción que el habitus permite se encuentre objetivamente
estructurada, pero a su vez tiende a funcionar como "generador, organizador,
estructurador" según también disposiciones, valorizaciones que el agente ha
construído a lo largo de su historia. Dirá Bourdieu en ese sentido:

7
las diferentes especies de capital, mediante estrategias encaminadas a
desacreditar la subespecie de capital en la cual descansa la fuerza de sus
adversarios (v. gr., el capital económico) y evaluar la especie de capital que
ellos poseen en abundancia (v. gr., el capital jurídico)". (Bourdieu y Loic J. D.
Wacquant, 1995:67)
Las imágenes utilizadas para ejemplificar la dinámica intrínseca a los
campos sociales nos lleva a subrayar otra característica de los mismos: éstos
se definen por ser eSEacios.de luchas sitnl:>ólicas.I)or transformar o cons~rvar
la estructura del j!J¡90~ es d~cir quelo "quese'juega"dentro de cada-cClmp~:-;S
<""- ---~-- - -- --- "-~~

una lucha por imponer las reglas del juego o las definiciones del mismo.
Con todo lo planteado podemos inferir que la vida social es una suerte de
entramado en la que los agentes viven sus vidas cotidianas participando
desigualmente en cada campo. Esta desigualdad reside en que no todos
participan en todos los campos del mundo social, sino también, tal como fue
ejemplificado arriba, tienen participaciones diferenciadas en cada uno de ellos.
Ahora bien, a partir de estas descripciones devienen o surgen dos preguntas:
Tienen los agentes una visión del mundo social en concordancia a la
relaciones diferenciadas que desarrollan en los distintos campos? De ser así,
cómo construyen estas visiones y cómo el investigador puede aprehenderlas
Al respecto Bourdieu dirá:
"Pero dado que hemos construído el espacio social, sabemos que estos
puntos de vista, la palabra misma lo dice, son vistas tomadas a partir de un
punto, es decir de una posición determinada en el espacio social. Y también que
habrá
--~
puntos~de~vlsta diferentes o aun antagónicos,
. -'
puesto que~=,:.-,----~
-------,~-
los puntos de
vis,!a dependen del .Eunto del c~ai son tomados, puesto qLJela visión que cada
agente tie;;e .d~l,ese,acio. delJend~ de su lJosic:ign_eILes.~,e3,~acio"-(Boúrdieü;"
1988:133).
Los agentes tienen una construcción ac:tiva de este mundo, pero esta
operará" "bajo coacciones estr'uctural~s'" derivadas -dé susacciones y
posicionamientos en'-dicho espéicio~~~- _.-
Al respecto planteará Bourdieu:
" Si el mundo social tiende a ser percibido como evidente y a ser
captado, para emplear los términos de Husserl, según una modalidad dóxica, es
porque las disposiciones de los agentes, sus habitus, es decir las estructuras
mentales a través de las cuales aprehenden el mundo social, son en lo esencial
el producto de la interiorización de las estructuras del mundo social. Como las
disposiciones perceptivas tienden a ser ajustadas a la posición, los agentes, aun
los más desaventajados, tienden a percibir el mundo como evidente y a
aceptarlo mucho más ampliamente de lo que podría imaginarse, especialmente
cuando se mira con el ojo social de un dominante la situación de un dominado".
(Bourdieu, 1988:134).
Hemos introducido de este modo la categoría de habitus. Dicha
categoría ha tenido un tratamiento diferente a lo largo de la obra de Boudieu.
En sus primeras obras, el autor desarrolló aquellos aspectos del habitus que
permiten explicar la producción y reproducción de la vida social. En sus últimas
obras ha enfatizado cómo éstos pueden modificarse.
Ahora bien, profundicemos un poco más acerca de esta categoría y
ubiquémosla en la discusión o en la pregunta que dio lugar esta guía.

La mediación encontrada: el "habitus"

6
juego, son poderes que definen las probabilidades de obtener un beneficio en
un campo determinado (de hecho a cada campo o subcampo le corresponde una
especie de capital, vigente como poder y como lo que está en juego en ese
campo". (Bourdieu, 1985:25)
Por lo planteado, el espacio social y el campo social se definen
relacionalmente. En él los. a;¡~n!.e~_tienE:~ posicion~_~!,_ela!ivas se£.ún su
disponibilidad y posibilidad de poseer y "jugar", con los distintos poderes o
capitales que se entrecruzan en este espacio. Los agentes son reconocidos
dentro de ese espacio: __
"en~una primera- dimensión,-seg¡Jne~global
" - - --~-
--- -.-----
del capital que poseen
y, en_unaseg_u.nda, según la comJ)osic~ónde sucae.!,!al; es decir, según el peso
relativode iOsdifer-erites especies en el conjunto de sus posesiones" (Bourdieu,
1985:25)
Ocurre además que:
"Los agentes que ocupan en él posicionamientos semejantes o vecinas son
situados en condiciones y sometidos a condicionamientos semejantes, y tienen
todas las posibilidades de .tener disposiciones e intereses semejantes, de
producir por lo tanto también prácticas semej,clntes" (Bourdieu, 1985:131).
En sociedades altamente diferenciadas es posible reconocer la
existencia de conjuntos de campos. Estos son relativamente autónomos,
constituyendo cada uno de ellos espacios de relaciones objetivas, con una lógica
intrínseca e irreductible a las lógicas de otros campos. De ese modo, las lógicas
de los campos artísticos, religiosos o científicos, entre otros, siguen criterios
muy distintos.
Ahora bien, la existencia de los campos sociales tiene otra
particularidad, quienes ingresan a un campo ingresan simultáneamente a una
"s ampo d~f~". Es decir, que los agentes que llegan a él, se encuentran con
una serie de relaciones de fuerzas, "reglas de Juego" que se le imponen y
. - '"' ".---~~~-~~-
marc~n la:>condicion_es'y modali9.ad.e~~d~~ r~a_~CQ,.~$~~~
-~-
••.c.emP.2.Esta
consideración eva-a utilizar la imagen de "juego" para pensar en la lógica de
los campos sociales. Al respecto Bourdieu utilizará esta analogía para
ejemplificar las relaciones de los agentes dentro del campo. Veamos como lo
ejemplifica:
"En todo momento , el estado de relaciones de fuerzas entre los
jugadores es lo que define la estructura del campo: podemos imaginar que cada
jugador tiene, frente a sí, pilas de fichas de diferentes colores,
correspondientes a las diferentes especies de capital que posee, de manera
que su fuerza relativa en el juego, su posición en el espacio de juego y,
asimismo sus estrategias de juego, sus jugadas, más o menos arriesgadas, más
o menos prudentes, más o menos subversivas o conservadoras, dependen del
volumen global de fichas y de las estructuras de las pilas de ficha, al mismo
tiempo que del volumen global de la estructura de su capital. Dos individuos
poseedores de un capital global aproximadamente equivalente pueden diferir,
tanto de su posición como en sus tomas de posición, por el hecho que uno tiene
(relativamente) mucho capital económico y poco capital cultural (por ejemplo el
propietario de una empresa privada), y el otro mucho capital cultural y poco
capital económico (como un profesor). (...) " Yeso no es todo: los jugadores
pueden jugar para incrementar o conservar su capital, las fichas, conforme a
las reglas tácticas del juego como de las apuestas. Sin embargo, también
p!i..~enlntep.t..9.t:Jrar::'formar-, en parte, o en su totalidad, las reglas inmanentes
del juego: por ejemplo, cambiar el valor relativo de las fichas, la paridad entre

5
Diríamos que Bourdieu, recupera de la perspectiva objetivista el poder
coactivo que en la estructuración del mundo subjetivo tienen los determinados
posicionamientos y relaciones sociales que los agentes desarrollan en el mundo
social. Reconoce de la perspectiva subjetivista que este mundo social se
presenta a los agentes como un mundo intersubjetivo y que en esa trama
intersubjetiva es donde se realizan básicamente las disputas simbólicas en
procura de una visión del mundo legítima.
Lo novedoso del aporte de Bourdieu a los planteamientos en una teoría
de la cultura es por un lado la inte9r~aciónde ambas ~ectivas X. por el otro,
la introducción de las relaciones de poder en sus análisis del problema que nos
""
convoca.
La integración de ambas perspectivas ubicará a Bourdieu en un lugar
central en la resolución también de un problema nodal en una teoría de la
cultura: la cuestión de la mediación entre el agente social y la sociedad,
cuestión antiCipada en las preguntas desplegadas a lo largo de esta guía. Esta
mediación la encontrará en el habitus, categoría de la que hablaremos más
adelante.
La introducción del tema y el problema en la conformación de las visiones
que los sujetos tienen del mundo trae dos consecuencias. Primero, constituye
un aporte al análisis de las interacciones subjetivas, dimensión frecuentemente
poco desarrollada en autores de la perspectiva subjetivista. Segundo,
introduce el problema en una teoría de la cultura.
Ahora bien, presentados los puntos de partida del autor de marras,
veamos como resuelve el autor las preguntas presentadas.

Caminohacia la mediación individuo-sociedad: el papel del "campo".

Planteábamos al comienzo de esta guía que una teoría de la cultura


deberá dar cuenta de cómo los sujetos "construyen sus visiones del mundo".
Decíamos también que este interrogante implica a su vez preguntas: cómo
estos internalizan tales visiones y cómo a su vez ellos mismos intervienen en el
"moldaje" de esas visiones. Es decir, nos encontramos con el problema de la
mediación individuo-sociedad.
Para resolver este problema, Bourdieu considera, tal como quedó
planteado más arriba, que los agentes (en términos del autor) no operan en un
vacío social. Por lo tanto, para poder explicar cómo se produce este proceso de
mediación es necesario partir de una explicación del mundo social en el que
trascurren y se dan estas relaciones. Nos adentraremos, entonces en la Teoría
del espacio social que propone el autor.
El espacio social es fundamentalmente un espacio de diferenciación,
siendo este principio de diferenciación la existencia dentro de este espacio de
distintos "campos".
J La noción de campo alude a la existencia de distintos IJoderes o capitales
I~erenciados y que constituyen el ¡:>rinci¡:>ioordenador de éstos. Bourdie:;-
reconoce básicamente que ést;s son el p.;¡~¿; capital. eci!lómico ,~I cultural y
~I simbólico. Por lo tanto, cada campo "pondrá en juego" estas formas de
capitales. Al respecto dirá Bourdieu:

"las propiedades actuantes retenidas como principios de construcción


del espacio social son las diferentes especies de poder o capital en los
diferentes campos. (...) Las especies de capital, como una buena carta en un

4
lo social estará en puntos muy distantes, pero de allí en más, y
fundamentalmente a partir de ellos, queda instalado en el ruedo de las ciencias
sociales, la pregunta no sólo de cómo lo social deviene en tal, sino el papel que
asume la dimensión "simbólica" en esa conformación.
Ahora bien, sintetizada la presentación del problema, y la significancia
de la perspectiva objetivista, tal como se denomina a los posicionamientos de
autores como Durkheim y Marx en relación al tema de las determinaciones, nos
interesa acercarnos a la propuesta de Pierre Bourdieu que habíamos aludido al
comienzo de esta guía.
Pierre Bourdieu cuando plantea el problema de la conformación de las
percepciones y visiones del mundo de los sujetos (agentes en términos de
Bourdieu) en su artículo "Espacio Social y poder simbólico", nos encontramos
que lo resuelve en un proceso de doble síntesis. Por un lado, recuperará las
perspectivas de Marx y de Durkheim. Por el otro lado, recuperará otra
perspectiva de explicación de lo social, la subjetivista.
Respecto de la primera, la objetivista, integrará tanto la posición
marxista como Durkheimiana en varios sentidos. Al respecto planteará
Bourdieu:
" Existen en el mundo social mismo, y no solamente en los sistemas
simbólicos, lenguaje, mito, etc. Estructuras objetivas, independientes de la
conciencia y de la voluntad de los agentes, que son capaces de orientar o de
coaccionar sus..Qrácticas o representaciones" (Bourdieu, 1988:127)-:--- ---
•••• Recuperá de ambos autores el carácter relacional que asume el mundo
social y que tanto Marx como Durkheim formulan. Relaciones cuyo sentido es
"invisible" y que el cuentista social develará. En un doble juego de integración
Bourdieu dirá que las representaciones que los sujetos tienen del mundo social
están en estrecha vinculación con las relaciones de poder que los mismos
despliegan en los diferentes campos del espacio social.
Simultáneamente, Bourdieu planteará que los agentes tienen "una
construcción activa" del mundo social, que se construye en las interacciones
diarias de los agentes, en sus visiones espontáneas de este mundo. Dirá:
"los objetos del mundo social, como lo indiqué, pueden ser percibidos y
expresados de diversas maneras, porque siempre conmortan una parte de
indeterminación y. de imprecisión y, al mismo tiempo, un cierto grado d~
elasticidad semántica( ...) provee una base la pluralidad de visiones del mundo,
• ella misma ligada a la pluralidad de puntos de vista; y al mismo tiempo, una base
para las luchas si-,!!bólicas por el poder producir y de imponer la visión del

----
mundo legítima." (BOürdieu, 1988:136).

Bourdieu, resolverá los interrogantes referidos a cómo los c¡gentes


construyen sus visiones del mundo a través de dos preguntas: cómo éstos
. .
internalizan tales visiones y cóm;""a su vez ellos mismos intervienen en el
"modelaje" de estas visiones.
P"Oraresponder ~a estas preguntas, integrará permanentemente ambas
perspectivas. En este sentido, dirá que "Las representaciones de los agentes
varían según su posición (y a los intereses asociados) y simultáneamente
planteará también, que las acciones que los agentes realizan en el espacio social
tienen un núcleo de significación intra e intersubjetiva y que en las
interacciones diarias de los agentes estas visiones del mundo son objetos de
luchas simbólicas.

3
••

puede ser otra cosa que la existencia consciente, y la existencia de los


hombres es su proceso vital real." (Marx,1969:37).

Resulta aun más ilustrativo lo enunciado por Marx en "Contribución a la


crítica de la economía política":
"La conclusión general a la llegué y que, una vez alcanzada, siguió
sirviendo como hilo conductor de mis estudios, puede reunirse del siguiente
modo: los hombres, en la producción social que llevan a cabo, entran en
relaciones definitivas que son indispensables e independientes de su voluntad;
esas relaciones de producción corresponden a una etapa definida de desarrollo
de sus fuerzas materiales de producción. La suma de esas relaciones de
producción constituye la estructura económica de la sociedad, es decir, el
fundamento real sobre el cual se erigen superestructuras legales y políticas y
al cual corresponden formas definidas de conciencia social. El modo de
producción en la vida material determina el carácter general de los procesos
sociales, políticos y espirituales de la vida. No es la conciencia de los hombres
la que determina su existencia sino, al contrario, su existencia social la que -,
determina su conciencia". Marx, Karl (Cit. En Sahlins, M,1988:16-17).
A su vez, en otra dirección Durkheim planteará:

" Se sabe hace largo tiempo que los primeros sistemas de


representación que el hombre ha hecho del mundo y de sí mismo son de origen
religioso. No hay religión que no sea una cosmología y al mismo tiempo que una
especulación sobre lo divino. Si la filosofía y las ciencias han nacido de la
religión, es porque la religión ha comenzado por ocupar el lugar de las ciencias y
de la filosofía. Pero lo que se ha notado menos es que ella no se ha limitado a
enriquecer con cierto número de ideas un espíritu humano previamente
formado; ha contribuído a formarlo. Los hombres no solamente le han debido,
en una parte notable, la materia de sus conocimientos sino también la forma
según la cual estos conocimientos son elaborados."
"Existe, en la raíz de nuestros juicios, un cierto número de nociones
esenciales que dominan toda nuestra vida intelectual, son las que los filósofos,
desde Aristóteles, llaman las categorías de entendimiento: nociones de tiempo,
de espacio, de género, de causa, de sustancia, de personalidad, etc( ...). Han
nacido en la religión y de la religión; son un producto del pensamiento
religioso(. ..) Las representaciones religiosas son representaciones colectivas;
los ritos son maneras de actuar que no surgen más que en el seno de grupos
reunidos y que están destinadas a suscitar, a mantener o a rehacer estados
mentales de esos grupos" (Durkheim, 1968:14).

Estos puntos de partidas nos muestran que las ideas, la conciencia, en el


planteo de Marx y las representaciones, en el de Durkheim, tienen su origen en
el ámbito de lo social. En Marx la compleja trama de relaciones sociales que los
hombres establecen en el proceso de trabajo y transformación de la
naturaleza serán las fuentes y topes de estas formas de conciencia. En tanto,
Durkheim encontrará a éstas, en la religión, institución "simbólica" por
excelencia y fundante además, del orden moral, orden que humaniza y separa al
hombre de la naturaleza. Ambos autores, desde posiciones francamente
divergentes, nos dirán que los hombres se encuentran al nacer, con una
"realidad objetiva'"';', histórica, que impone a los sujetos condiciones' di
existencia y modos de percibir a esta realidad soci~1.Para ambos, el origen de
,

2
¡- -í.
..

Algunas. consideraciones acerca de la cultura como producción simbólica


Lic. María L. Lahítte.

Dado que uno de los obje'~ivos del dictado de la materia, se refiere,


entre otro, al reconocimiento de la construcción del concepto de cultura; y ver
como éste ilumina la explicación de ciertos procesos sociales y simbólicos, nos
parece pertinente plantear una serie de cuestiones en relación a su abordaje y
que son las que quisiéramos abordar en esta guía.
Cuando reflexionamos acerca de una teoría de la cultura, esta reflexión
nos lleva a plantear una serie de problemas, que consideramos, ésta debe dar
cuenta.
Uno de éstos, en tanto entendemos que la cultura se vincula con los
procesos de producción de sentidos, se refiere a como se conforman las}
percepciones y representaciones que los sujetos tienen del mundo.:Otras de las
preguntas, apunta a cómo los sujetos interiorizan estas percepciones. t
La primera pregunta, nos lleva, a su vez, a otro interrogante: tienen
estas percepciones y representaciones alguna vinculación con las diferentes
relaciones soCiales que los sujetos entablan para resolver su existencia social?
O dicho de otra manera, son estas visiones y sentidos del mundo
independientes de las modalidades y condiciones de relación social que 'fs
hombres establecen en su existencia social?
Alrededor de esta pregunta, podríamos decir, se han ordenado las
discusiones en ciencias sociales conformando lineamientos teóricos ya clásicos.
Constituye este problema, un problema central a las ciencias sociales y nodal
par'a aquellos que probler~(\tizan acerca de la conformación de los procesos
culturales.
Contestar esta pregunta, nos lleva a internarnos en lo que en cie!1cias
sociales se conoce como él problema de las determinaciones;'
Nos interesa, en nuestra propuesta, seguir a un autor, Pierre Bourdieu,
quien a nuestro juicio, se posiciona respecto de este problema de un modo muy
interesante y que a ha conducido a lín~.~sde:il')vestigación muy fructíferas en.
relación a los procesos culturales. No oqstónte, antes de recorrer la propuesta
de este autor .. internémonos en el plan~cimi'ent6 'clásico del problema de las
• determinaciones en los sujetos.
Hay dos autores que abordaron la problemática en su propuesta teórica
de explicación de lo social: Kart Marx, y Emile Durkheim. Ambos autores por
atajos muy diferentes se acercaron al.problema.
Veamos como éste se resuelve en ellos. Así, para Kart Marx, en la "La
ideología alemana" la discusión se presenta en los siguientes términos:

"La producción de ideas, de concepciones, de conciencia, está al principio


directamente entrelazada con la actividad material de los hombres, el lenguaje
de la vida real. Las concepciones, el pensamiento, las relaciones mentales entre
los hombres, se presentan en esta etapa como la emanación directa de la
conducta material. Lo mismo se aplica a la producción mental según se expresa
en el lenguaje de la política, el derecho, la moralidad, la religión, la metafísica,
etc. , de un pueblo. Los hombres son los productores de sus concepciones,
ideas, etc.: los hombres reales y activos, tal como se encuentran condicionados
por un desarrollo definido de sus fuerzas productivas y del intercambio
correspondiente a éstas, hasta sus formas mas avanzadas. La conciencia nunca

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