Competencia
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Competencia
Voces:
BIEN EN EL EXTRANJERO ~ CODIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACION ~ COMPETENCIA ~
COMPETENCIA EN RAZON DEL TERRITORIO ~ DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO ~ LEY DEL
ULTIMO DOMICILIO ~ SUCESION
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, sala H(CNCiv)(SalaH)
Fecha: 07/10/2021
Partes: Sirinian, Gilda s/ sucesión ab intestato
Publicado en: LA LEY 17/02/2022 , 4, con nota de Julián A. Leotta y Leandro Baltar;
Cita: TR LALEY AR/JUR/155031/2021
Sumarios:
1 . Tratándose de bienes muebles (acciones societarias y fondos depositados en cuentas bancarias) situados en
un país con el cual no media un tratado internacional (EE.UU.), la competencia del juez argentino tiene su
fuente en la primera parte del art. 2643, por registrarse en esta jurisdicción el punto de conexión previsto en la
norma —el último domicilio del causante—.
2 . De conformidad con la normativa vigente en la actualidad, cabe interpretar que resulta competente para
entender en la transmisión por causa de muerte respecto de una imposición bancaria realizada en el extranjero el
juez que interviene en el sucesorio abierto en la República Argentina.
3 . Conforme el art. 2643 del Cód. Civ. y Com., de modo concurrente con la competencia del juez del último
domicilio, se ha contemplado un “foro del patrimonio” con relación a los inmuebles. Concordantemente, en el
art. 2644 del Cód. Civ. y Com. se ha previsto expresamente la aplicación de la lex rei sitae a la transmisión de
los bienes inmuebles por causa de muerte. Las dos normas hacen referencia solo a inmuebles, por lo que su
texto no autoriza a extender la misma solución, sin más, a otro tipo de bienes.
Texto Completo:
Expte. n° CIV 019622/2020/CA002
2ª Instancia.- Buenos Aires, 7 de octubre de 2021.
Considerando:
Contra la resolución dictada con fecha 3 de agosto de 2021, en la que la magistrada de grado se declaró
competente para entender en estos actuados con relación a los fondos depositados en una cuenta bancaria
existente en el extranjero (Estados Unidos de América) y las acciones correspondientes a una sociedad, se
agravia el cónyuge supérstite Sr. Manuel Samilian por las quejas que vierte en el memorial de fecha 20 de
agosto de 2021.
El Tribunal procederá a examinar la cuestión debatida teniendo en cuenta la normativa que rige la materia en
el nuevo Código Civil y Comercial.
El Sr. Fiscal de Cámara en su fundado dictamen de fecha 27 de septiembre de 2021, manifestó que
corresponde confirmar el decisorio apelado, por considerar –en razón de los argumentos esgrimidos- que resulta
competente la magistrada de grado respecto de los bienes muebles (acciones societarias y dinero depositado en
cuentas bancarias en el exterior) que podrían integrar el acervo hereditario de la causante.
De conformidad a lo establecido en el art. 2336, primer párrafo, del Código Civil y Comercial de Nación, la
jurisdicción sobre la sucesión corresponde a los jueces del lugar del último domicilio del causante, sin perjuicio
de lo dispuesto en la Sección 9ª, Capítulo 3, Título IV del Libro Sexto.
Esta salvedad se refiere, como lo indica el Título IV del citado Libro, a las disposiciones de Derecho
Internacional Privado que especialmente, en la Sección 9ª (arts. 2643 y 2644), reglan las cuestiones de
competencia y el derecho aplicable en el proceso sucesorio cuando el fallecimiento del causante se produjo en el
extranjero y el acervo hereditario se encuentra en este país.
En el caso, el último domicilio de la causante según la partida de defunción agregada en autos se encontraba
en esta ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo cual no se encuentra discutido.
El art. 2336 C.C.C.N. -antes el 3284 C.C.-, que en su primer párrafo dispone: “La competencia para
entender en el juicio sucesorio corresponde al juez del último domicilio del causante, ...” -que es el que figura
en el acta de defunción siempre y cuando coincida con el lugar de fallecimiento o se encuentre próximo al
mismo-, establece un principio general en la materia, como ya lo hacía el art. 3284 del Código Civil, siendo una
norma que ha sido calificada de “orden público”, y como tal, indisponible para las partes (arts. 21, Código Civil;
12, C.C.C.N.), interpretación avalada por cuestiones de seguridad, toda vez que la publicidad inherente al
proceso sucesorio tiene por objeto salvaguardar los derechos de terceros y acreedores del causante, obviamente
mejor resguardados si tales actos se cumplen en el lugar del último domicilio del causante.
El artículo mencionado ut supra, sienta el principio de la competencia para entender en el juicio sucesorio
del juez del último domicilio del causante. Asimismo el Código Civil y Comercial contiene en su título IV, del
Libro sexto, disposiciones de Derecho Internacional Privado, cuyas normas constituyen un sistema destinado a
favorecer la coordinación entre el ordenamiento Argentino y los sistemas jurídicos de los demás Estados con los
cuales se vinculan las situaciones privadas internacionales, cada vez más complejas en una realidad
intensamente comunicada e interconectada (cfr. Lorenzetti, Ricardo Luis, “Código Civil y Comercial de la
Nación comentado”, T. XI, pág. 473), llevando en algunos casos a apartarse del principio general enunciado en
el párrafo anterior. Por otra parte, se hace cargo de la incidencia del fenómeno de la globalización como factor
multinacionalizador, no solo de la relación comercial o de los negocios, sino de la vida cotidiana de los
hombres, que impone la necesidad de una articulación entre los sistemas de derecho internacional privado, ya de
fuente internacional ya de fuente interna (conf. Uzal, María Elsa y Masud, Pablo Raúl, en Curá, José María,
“Código Civil y Comercial de la Nación Comentado” T. VII, pág.724).
En el mismo sentido, dentro de las disposiciones de Derecho Internacional (Título IV) el art. 2643 del
Código Civil y Comercial de la Nación antes citado establece que: “Son competentes para entender en la
sucesión por causa de muerte, los jueces del último domicilio del causante o los del lugar de situación de los
bienes inmuebles en el país respecto de estos”.
De conformidad con la normativa vigente en la actualidad, cabe interpretar entonces en sentido que resulta
competente para entender en la transmisión por causa de muerte respecto de una imposición bancaria realizada
en el extranjero el Juez que intervine en el sucesorio abierto en la presente jurisdicción.
Por otra parte, conforme el artículo 2643 del Cód. Civ. y Com., de modo concurrente con la competencia del
juez del último domicilio, se ha contemplado un “foro del patrimonio” con relación a los inmuebles.
Concordantemente, en el artículo 2644 del Cód. Civ. y Com. se ha previsto expresamente la aplicación de la
lex rei sitae a la transmisión de los bienes inmuebles por causa de muerte.
Las dos normas hacen referencia solo a inmuebles, por lo que su texto no autoriza a extender la misma
solución, sin más, a otro tipo de bienes.
Como ha interpretado la doctrina al comentar el artículo 2644, “si bien la nueva norma establece un foro
patrimonial, no alude a la palabra ‘bienes’ (en sentido amplio comprensivo de inmuebles y muebles -o al menos
muebles de situación permanente-), sino que dicho foro queda restringido solamente a los bienes inmuebles. En
este sentido, la norma de jurisdicción del Código tiene un criterio más estricto que el sentado por los TMDCI de
1889 y de 1940 y por el art.42 del Proyecto de Código de DIPr. De 2003, que establecía la jurisdicción de los
jueces del lugar de situación de los ‘bienes hereditarios’ respecto de estos” (“Código Civil y Comercial de la
Nación Comentado”, Julio César Rivera y Graciela Medina, directores, Tomo VI, artículos 2277 a 2671,
Sección 9ª -Sucesiones- por Paula María All, Fondo Editorial de Derecho y Economía).
Por lo demás, no está demás señalar, que el “foro del patrimonio” con relación a los inmuebles que establece
el artículo 2643 del CCyC, está referido al supuesto de causantes con último domicilio en el extranjero, que
tenían bienes inmuebles situados en el país.
Sobre estas bases, en el caso, tratándose de bienes muebles (acciones societarias y fondos depositados en
cuentas bancarias) situados en un país con el cual no media un tratado internacional (EE. UU.), la competencia
del juez argentino tiene su fuente en la primera parte del artículo 2643, por registrarse en esta jurisdicción el
punto de conexión previsto en la norma -el último domicilio del causante-.
No desconocemos que durante la vigencia del Código Civil velezano este Tribunal se expidió por el
fraccionamiento sucesorio en el caso de depósitos de dinero en el extranjero, ello por considerarlos bienes
muebles de situación permanente, pero teniendo en cuenta las nuevas disposiciones normativas que emanan del
Código Civil y Comercial, y realizado un reexamen de la cuestión entendemos que corresponde que el juez del
último domicilio del causante sea el competente para entender en el sucesorio, puesto que la normativa vigente
ya analizada sienta un principio general que no se ve alterado por la existencia de bienes muebles existentes en
otra jurisdicción pues de lo contrario en legislador lo hubiera establecido concretamente, mas no lo hizo.
En definitiva, los artículos 2643 y 2644 mantienen en cuanto a la determinación de la competencia y al
derecho aplicable el principio general, aunque para la trasmisión hereditaria de un bien inmueble establecen que
será el del lugar de su situación. Nuestro derecho internacional privado de fuente interna, como ha sido
receptado por la jurisprudencia dominante, partía de la unidad consagrada por el artículo 3283 del Código Civil
derogado y, exceptuaba de la aplicación de dicho artículo a los inmuebles y muebles con situación permanente
(arts. 10 y 11 del Cód. Civil derogado), limitando el ámbito del art. 3282 a los bienes muebles sin situación
permanente. Así es que la solución entre el derecho internacional privado de fuente interna y el que consagraban
los Tratados de Montevideo era idéntica. En esta línea argumental, los Tratados de Derecho Civil Internacional
de Montevideo de 1889 y 1940 siguen la teoría del fraccionamiento, ya que establecen que “la competencia es
atribuida al tribunal del lugar de la situación del bien hereditario” (art.66 del Tratado de 1889 y art. 63 del
Tratado de 1940), aunque allí no se realiza concretamente una disquisición entre qué tipo de bienes producen
este fraccionamiento de la jurisdicción y ley aplicable. No obstante ello, este tribunal ya ha referido que los
tratados en cuestión, en lo referido al tema en análisis, resultan aplicables para aquellas sucesiones en las que se
pretendan trasmitir los derechos sobre bienes inmuebles y muebles con situación permanente, atribuyéndole la
competencia a los jueces con jurisdicción en el lugar de su situación. Los que carecen de dicha situación se
localizan en el último domicilio del causante (conf. CNCiv., Sala M, “Do Nascimento Hilda s/ sucesión”, del
30/05/17).
En tales condiciones, y estando acreditado en el sub lite que el último domicilio de la causante se encontraba
en esta ciudad, se considera que corresponde confirmar la declaración de competencia formulada por la jueza de
grado para entender respecto a la transmisión sucesoria en extraña jurisdicción.
Por estas consideraciones expuestas y de conformidad con lo dictaminado por el Sr. Fiscal de Cámara -a
cuyos argumentos cabe remitirse por razones de brevedad-, el Tribunal resuelve: Confirmar el decisorio apelado
en lo que fuera materia de agravios. Las costas se imponen a la recurrente vencida (arts. 68 y 69 del Código
Procesal). Regístrese. Notifíquese a las partes y al Sr. Fiscal de Cámara. Comuníquese al CIJ y devuélvase a la
instancia de origen. — Liliana E. Abreut de Begher. — Claudio M. Kiper. — José B. Fajre.