Andújar - El Género

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EI Género de la Historia:

cl estudio del pasado


aportes y desafios para
ANDREA ANDIAR

Introducción nortcamcricana
acia mediados de la década de 1970, la historiadora
1anto en
Davis sostenía quc "dcbcríamos interesarnos
Natalic Zemon no dehería
c o m o cn la de los hombres, (...)
Lla historia de las mujeres del mismo nodo quc un hísto
solamente c o n cl sexO oprimido,
mos trabajar entero en los campesinos.
clases sOcialcs pucde centrarse por
no
riador de las de Jos grupos de
Nuestro propósito es comprendcr el significado de los sexos,

género, en el pasado histórico"


momento histórico donde la conflictividad
Esta reflexión surgía en un
social y política había alcanzado múltiples
geografías, nivcles y dimensioncs,
sintonía con los movimicntos quc
en el cual la Historia de las Mujcres, en
y Si para
había dado sus primeros pasos.
luchaban por la liberación femenina, cxclusión
había denunciado la
cste nacicnte campo historiográfico
entonces relato de la Historia Gencral y
se había
ac la experiencia de las mujcres en el
del pasado, Natalie
restituir su presencia en la reconstrucción
COCupado por historiadoras feministas, a ir
más allá.
colegas, las
On Davis instaba a s u s
de esa expcricncia
femeniná
sentido, proponía que la comprensión
CsC
re mirada y el interés
en las mujeres,
en

requeria n o sólo colocar la


do sino tambi n en los
varoncs
y,
nabian hecho, cómo y por qué,
Conseea y otros.
nsecuentemente, en las relaciones entre unas
el significado histori0
lado, casual que a fin de explicar
no era con la
gráfico
gráfico ella emparentara su propucsta

labor S a perspectiva relacional, para comprender a los


clases sociales" quien,
Campesin"SOriador de las clases sOCiales con
campesina
as queO8,
debía además abordar el estudio de las otras
confrontaba. Esto
significaba que
ese sector convivía y
aba,
Lemon DDa
heOn Davis c c o m o si fueran una clase
soc1al? No
Concebía a las mujeres revelaba los
esariamente. Pero acudir a
ero comparación ejemplificativa
esa

ZEMON DAVIS, Natalie The European


Case", en Feminist

Studies, 3, ininvierno de 1975-1976.


Transition:
"Womens History in
ns
Historia
sobre la
98
Miradas
EIGenero de la listona

Histori; de el
Social y el de la
la i

lazos
existentes
entre el campo de
fue
la Historia

un las
valioso aliado. de
investigacion y
el
tratamiento de las fuentes que sostienen el
Mujeres, cuyos en
inicios el primero
formulación que
sería sumamen-
introducia una ser
rico, brinda nuevas Claves
y para abordar el pasado conocimiento
Zemon Davis
Asimismo,
conceptual aportada por Historia
la Historia. de las
te relevantela en
renovación

de los sexos".
Con ello, aludia a que el lugar
Muje 1. L o s o r i g e n e s
1. Los
adición historiogråfica
tradicion historiográfica sur
res: "el significado por Ninguna surge sí
porque ni de la nada. Por
una sociedad, sus vinculos,
sus
las mujeres y los
v a r o n e s en ones, i arge un momento singular,
en
trario, e m e r g e e n
estimulada por un contexto
el con-
del mundo circundante,
no estaban determinada. asy a DOsibilidades y sentido. La Historia histórico
percepciones de sí y construcciPor las de las
eran el resultado de u n a Mujeres escapa
diferencias biológicas sino que sandición y no es casual, por lo tanto, no
que su nacimiento se sitúe en-
y social. Dicho de otro modo,
no eran las
distinciones basadas en el scxo sino Las décadas de 1960 y 19/0, cuando estaban en
atribuidos a las diferencias físicas l auge formas de lucha v
los sentidos sociales y culturales roanización que con distintos alcances y horizontes
culaba esos lugares, esas relaciones y sobre todo, la desigualdad comnren politicos. ponian en
eestión la reproduccion ael sistema capitalista. Así, en
simultaneidad con
en ellas.
En las casi cuatro décadas transcurridas desde el momento en que se auienes batallaban contra la explotacion de clases, el imperialismo o el racis-
pu- mo, por ejemp mujeres con distintas experiencias politicas
blicaron estas reflexiones, fueron muchas las historiadoras y los historiadores previas y disimil
vtracción social construyeron diversos colectivos politicos para denunciar la
que recogieron el guante arrojado por Zemon Davis. Asi, esas preocupaciones onresión femenina y luchar por su emancipación. Articulados en paises como
iniciales han reverberado en un copioso desarrollo de la Historia de las Muie.
Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia o Italia, estos agrupamientos
res,
tentes
tal como

en
lo indican los
universidades
numerosos
centros de estudio e investigación exis.
tanto internacionales como locales, o las
dinamizaron internacionalmente lo que se conoció como el "Movimiento de
cuantiosas Liberación de la Mujer". Aunque sus integrantes guardaban difereneias acerca
jornadas, congresos y conferencias que año a año reúnen a ee investigadoras del significado de esa liberacióny sobre cómo obtenerla diferencias que se
investigadores de este campo historiográfico y del perteneciente a los estudios expresaban, entre otras cosas, en que algunas se reconocieran como feminis-
de género. Por otra parte, la
agenda de temas, períodos y de investi- problemas tas y otrass no-, todas ellas reivindicaban un conjunto de derechos relativos a
gación se ha ampliado constantemente, dando lugar a nuevas y más
interpretaciones del pasado. La riqueza y densidad de este crecimiento invita complejas cuestiones tales como la libertad de decidir sobre el propio cuerpo. de gozar
a revisar el camino
sin trabas y abiertamente de la sexualidad, el reconocimiento de la doble jor-
transitado, un camino que no ha sido -y tampoco lo es nada laboral femenina, del divorcio vincular o de la igualdad de salarios ante
hoy- lineal en su evolución ni exento de
discusiones historiográficas. conflictos, contradicciones e intensas el mismo trabajo.
El objetivo central de Fue ese movimiento de mujeres y feminista el que, a partir de su interes
este artículo es,
de la Historia de las entonces, prescntar un recorrido presencia y la acción femenina en el pasado para legitimar las
por rastrear la
Mujeres.
A tal fin, divide su
exposición
en dos partes. La demandas y las luchas en ese presente, fomentó la emergencia de la Historna
primera examina el contexto de su
y conceptuales que este y surgimiento
los desafios metodologicos de las Mujeres. Las historiadoras jóvenes que adhirieron al feminismo, entre
como objeto
campo
de estudio de la historiográfico
abrió al colocar a las mujeres las que se contaban las norteamericanas Joan Kelly Gadol. Linda Gordon y
Historia e incluir, tal como Gerda Lerner, o la inglesa Sheila Rowbotham no dudaban de eso: haeian His
riadora
norteamericana, las reclamaba la histo"
medular cn la revisión del relaciones entre ellas y los varones como Orla porque, como diría años más tarde una de ellas. era necesarno "restituir
a

Ticas e pasado. La segunda aborda las insta S nujeres en la historiay devolver nuestra historia a las mujeres Para esa
interpretativas propiciadas dentro
mentalmente en la construcción de este formulaciones generacion de historiadoras feministas, perseguir ese doble objetivo
suponl
del concepto de campo, cnfocándoSe Tun i Cs
examinar
na
cómo último, interactuando con la género. La
este
au prctcnsion
novedosos temas
y problemas categoría de clase SOcl,, ilu- implicaciones metodologreas c
historiográficos.
renucva la mctodoio G A D O L , Joan "La relación social entre
los sexos:
e
(comp.) Genem nsd
stora de las mujeres" e n RAMos ESCANDÓN,
Carmen

México D. E., Instituto Mora/UNAM, 199.


listoria
Miradas sobre la
100

la opresion, sino también encontras


EIGénero de la Historie
nosólo hallar las raíces de ar la forma para 101
desigualdad la subordinación femenina.
subvertir la y indagación de las luch por el
Esa búsqueda politica alimentó propuestas y formulaciones sufragio femenino y los
on distintas geogratias y momentos
oricas di-
desenterramiento" histórico
ricosexperienciaerechos
res
universalmente instituidos nue
rigidas a cuestionar los saberes stos habian Esta labor de de las muje-
Cxcluido abiertamente a la gran mayoria de las mujeres en sus estu de la ex femen'
lios. Las un importante sfuerzo metodológico. El
fortuitas,,aunque tampoco enina contuvo
razones de esa sustracción no eran

suerte de conspiración machista, planeada por los historiadores narad una


obedeciar desde la acción de los varones
sus huellas, es decir,
hacia las desplazami
mujeres ento del foco de
interés
lizar una diversidad ante requeria,
las mujeres. En realidad, estaban relacionadas con la tradición nosi ara permitieran dar cuenta de las
ciones,
de
materiales todo,taleshallar documentales
delimitación de qué hechos y qué protagonistas mere erecían trascender Ista y su el p asado. Sin argo, como esa presencias
y voces de las
que
del tiempo. paso poco tiempo, el problema del
de generación
mujeres en
historiadoras descubrió
Según esta corriente de pensamiento, que habia acompañado la dar cuenta de registro un asunto era en
las
mujeres en el pasado habia complejo ya que s para
guración de la Historia como saber cientifico en la segunda mitad dol.Conf aídos de las fuentes Iciales, estatales que sostenerse en
los datos
XIX y no había perdido del todo su
vigencia a mediados de la centurisSiglo aca Por qué? Porque en gran y publicas, el saldo bien podia ex-ser
s medida, como ese tipo de
guiente, esos hechos remitían exclusivamentea los sido enerados por ienes dominaban el registros habían
cuestión que a su vez determinó que el relato del acontecimientos politicns formación que suministraban concernia a su
espacio público, los varones, la in-
la sucesión cronológica de los pasado quedara ceñidaa presencia en él. Asi, mientras
gobiernos y a todo aquello vinculado hurgaban en los mas variados fondos documentales
administración, las constituciones, la con la las criticas que bajo el lema de la intentando además sortear
vidades entendidas como parte diplomacia y la guerra, entre otras acti. ausencia de evidencias, afimaban
de la política. Por lo
tanto, los sibilidad de la Historia para incorporar a las mujeres en el relato, la impo-
tipo eran privilegiadamente losprotagonistas
de una narativa histórica de ese algo crucial para el desarrollo de su apuesta repararon en
que eran ellos los habilitados varones ya te no estaba en los documentoS archivos
historiográfica: que el mayor lími-
para ejercer como militares, ministros, reyes o y en si mismos sino en las
preguntas
diplomáticos. En cuanto a las mujeres, sólo se había reservado un lugar para
con las que se los abordaba.
Ciertamente, los registros censales, las memorias
aquellas que habian desempeñado esos roles masculinos. institucionales, los periódicos, las publicaciones de los partidos politicos, los
de ejércitoso amantes Así, reinas, lideresas congresos sindicales o la correspondencia oficial, para nombrar sólo algunas
con suficiente influencia para torcer la voluntad de un
gobermante o de un
ocupaban breves páginas en un libro sobre la histo-
papa,
de las fuentes más usadas en la
investigación históriea., proporcionaban prin-
ria de tal o cual Cipalmente referencias sobre la participación económica, politica ygremial de
período o podian inspirar alguna
y por su
excepcionalidad. Consecuentemente, se biografía que las narabasobreen los varones. No obstante, aunque con menos estridencias, señalaban a las mu-
esas
mujeres notables y destacadas; aportaba información Jeres, sus vínculos con el mundo del trabajo o su lugar en la organización dea
las demás pero nada se decía de sus relaciones cOn
mujeres de clase y mucho menos de las
su lavida y las relaciones familiares. Fueron, entonces, las preguntas en tormo
siervas, las esclavas, las trabajadoras o las otras, las campesinas, no donde estaban las mujeres, qué habían hecho y cómo se las habia considerad0
contextos con aquellas. obreras que habían compartiao Socialmente, las que otorgaron visibilidad e importancia a esos datos. 1ambten
otro
Si la
primera cuestión entonces On esas preguntas las que llevaron a considerar como los upola tuentes a

ron y denunciaron fue la ausencia que las historiadoras periodicoS y


de
feministas re stra- istros como las memorias, los diarios personales,
consistió en las mujeres, una de las tarcas iciales literatura escrita por mujeres.
procurar
marcó muchas de las tormarlas visibles en la empiricamente gue
a
Historia. Esta preocupa que 1Ogro de este empeño consistió en demostrar
cados a examinar la investigaciones pioneras, se di e r e s tenían un pasado v que su participación activa en anvcis

intervención y el condensó en cs
de cambio
social o en la aporte femeni
nino en los grandes pro ess esas nistoriuoras
mientos conformación
obreros, los movimientos de movimientos tales cou mov-
3 En esa dirección
y y
en el caso
centralmente de las
norteamericanas,

orimeras
dëcadas del Siglo XX,
se
habían

Dentro de ese de reforma o los nacionales.


ron las sendas abiertas por otras que, en las fèmenino0 la eaucacion
u
amplio espectro de sufragista

problemas, un lugarmovildestacado lo cupóla


movinmiento
I e temas tales como el
las mujeres.
listoria
102 Miradas solrr la l

Género de la
Historna 103
sido una cuestión exccpcional
hechos o acontecimicntos no habia Asimi
historiografia puso opresión Sno
de manifiesto las diversas formas de lasCxperiencias de las mujeres con las de los varones
esa
terreno juridico, politico y económico en L. quc
tradicionalmer y bajo en áreas
de la vidas
habian sido sometidas en cl
incxploradas

las reacciones ante esas subordina


os dis.
evidencia que período
un
histórico novedosos criterios, soctal
tintos periodos históricos asi como podía ser
analizado
su
trabajo
Aunque significativos para cl avance de la Historia de las Mujeresciones. demostro tanto los recortes de puso en
Más aún, que distintas formas.
dicionalmente como un momento de cambio
te com temporales como lo
hallazgos avivaron controversias relacionaaas con el entoque que se ha
y progreso eran calificado tra-
una constru
rucción estructurada en base a una el resultado
seguido. En efecto, tiempo después, esas mismas historiadoras junto conolt manera de de
Esa manera fue denominada por pensar históricamente.
comenzaron a polemizar sobre los limites de una perspectiva que ac
acia del varón el eje
y aquehacía
algunas feministas como androcéntrica
en el esfuerzo por visibilizar a las mujeres, habia dejado de lado el do explicativo del funcionamiento de las
sobre el por qué las mujeres habian sido ausentadas del relato del pasado Por lo tanto, si los principios que regían la
disciplina sociedades
La eríodos, sus definiciones:sobre aqucllo que mereciahistórica con sus hiatos
búsqueda de respuestas a ese interrogante las condujo entonces, a someter
ha histórico o sobre el signiicado del avance o del considerarse como unu
discusión los parámetros que atravesaban la Historia, enfocándose particular retroceso social cir-
mente en la manera en que los historiadores construian recortes temáticos
Cunscribían a las acciones ae 10s varones,
averiguar cómo las mujeres habian
se

periodizaciones, y en cómo y a qué acontecimientos se les asignaba el carácter


tenido un pasado no alcanzaDa para
ponerlos en cuestión. La disputa contra
de hechos históricos.
esa concepción de la Historia requeria impulsar una revisión que, como expre-
sa Gisela Bock, trastocara las jerarquias entre lo históricamente importante
Joan Kelly Gadol, a quien ya se hizo referencia, expuso este problema y
lo trivial,' y se dispusiera a profundizar el debate sobre qué y
Cuando formuló la siguiente pregunta: Tuvieron las mujeres Renacimiento?
quién era signi-
ficativo en la Historia, que aspectos y areas de la vida social se habian dejado
Esta no fue una pregunta en el vacío sino el título de uno de sus estudios. En afuera y cuáles debían ser tenidas en cuenta para elaborar una narrativa del
él, la historiadora norteamericana demostraba que la modenización estimu-
pasado que contuviera e incluyera las experiencias de ambos sexos.
lada por ese humanismo floreciente en Italia antes que en otros países, con su La pretensión de este cometido podia colaborar tambin en eludirun
desarrollo de nuevas posibilidades de expresión social y cultural, había alcan- riesgo: que la historia de las mujeres quedara segregada o convertida en una
solamente a los varones. Por el contrario, los efectos del Renacimiento historia paralela, en un capítulo aparte que describiera el curso soguido por
zado
habian sido adversos para las mujeres, sobre todo para las pertenecientes a los las mujeres en el tiempo pero fuera incapaz de vincular analiticamente ese
sectores dominantes pues ellas
experimentaron un retroceso en sus opciones derrotero con los relatos sobre el desarrollo politico., económico y social de!
sociales que los varones de su misma clase no sufrieron. Esta período en estudio.
personales y
en relación al enfoque que
afirmación derivaba de haber comparado, en base a una importante explo- Otro aspecto que observaron esas historiadoras
a la opresión masculina.
empirica, cómo se habia regulado la sexualidad de las mujeres y de Se habia seguido era el relativo al peso adjudicado
ración
los varones, qué roles había Para ellas, el énfasis colocado por aquella primera
historiografia femenina
en

desempeñado cada uno en el ámbito económico, en una trampa.


En primer lugar, porque
politico y cultural (examinando cuestiones tales como el acceso a la propiedad a l opresión bien podía transformarse
situarlas O Dien como
de la tierra, al poder Componia una imagen yuxtapuesta
de las mujeres que, al
político y a la educación) y, finalmente, qué ideas sobre obturar la indagaciony u
las mujeres y los varones habían fomentado los productos simbólicos de la so- ICumas o bien heroínas resistentes, podia
como la
couu
femeninas que no encajaran condesañiante
ni

Ciedad, el arte, la filosofia o la literatura renacentista. Si


bien investigacione Ompresión de otras experiencias actividad
conscientemente

ción pasiva de la ni con la de la


posteriores matizaron algunas de las conclusiones de Kelly Gadol, su esta primera patriarcado, tal
como empezó
a
nombrar

de
tegia fue sumamente de la segunda. Asimismo, orque el volvia una suerte
provechosa para el debate historiográfico. Al confrona inación
masculina, se
se la institucionalización de la
aeoIC
de un
aspectos
4 KELLY, Joan del genero:
"iTuvieron las
Mujeres Renacimiento?" en AMELONG, James y d mujeres y la
historia

Mary (comps.) Historia y BOCR, Gisela La historia de las


género: las mujeres en la Europa moderna y CcO 9, 1991.
Valencia, Alfonso el nternacional", en Historia Social,
Magnánimo, 1990 [1977].
Historra
104 Miradas sobre la

EI sénero
de la
Historia 105
constante atemporal utilizada para explicar las mas diversas situacio.

de las mujeres. Esto podía conducir a no de ba mayor pertinen


ya que ellas
explotación y subvaloración habían
vista la especificidad histórica de la sujeción femenina y con ella el de terés por examinar
las redes de
sociabilid
las más silenciadas. A
iones familiares de los de abajo,
del cómo y por qué
el de la misma en cada momento. colaboraba tanto en
cceder a un mayor caudal.de fuentes
idiana, las re
En sintesis, edificar una Historia de las Mujeres que, simultáneament sobre ellas poder hallarlas Como
pudiera sortear el aislamiento y la caida en miradas esencialistas sobre el
ciones y en esos espacios de la vida social donde porque era en esas rela-
las
gar y la agencia histórica de las mujeres, implicaba forzar aún más la dise
ible o recurrentementes. En tercer mujeres circulaban más
lugar, la relevancia
discu- sujetos y sus relacione
osibilitaba recuperar la brindada
pensar a
sión sobre los parámetros historiográficos y las herramientas metodológicas
y formular nuevas conceptualizaciones, interrogantes, temas y problemas
cias históricas y devela los heterogeneidad
conflictos, enfrentamientos y de las
dentro de sociedad determinada. Una
una tensiones
abordar. lave Dermitía evidenciar que los procesos reflexión histórica basada en esa
histöricoS no sólo
La apuesta de largo aliento que esas historiadoras feministas estaban tra-
nrotagonistas sino que guardaban impactoS diferentes y distintosteníian varios
zando con sus polémicasy sus búsquedas encontró un aliado trascendentalen rde cOn las vivencias de cada uno de ellos. Ese horizonte significados
analítico se enla-
la Historia Social, campo que tambin un importante
experimentó crecimiento
durante las décadas de los '60 y "70 del Siglo XX. Tanto la escuela francesa
7aba justamente con el que habia perseguido la historiadora de las
mujeres al
preguntarse si ellas tuvieron un Renacimiento.
de Annales como la marxista británica, dos de las vertientes más
influyentes Empero, la alianza entre la Historia Social y la Historia de las Mujeres
de esta perspectiva historiográfica en ese momento, objetaban con fuerza el tenía sus límites y confiictos. Como señala la historiadora francesa Michelle
relato histórico circunscripto al estudio del Estado y la política formal, la
plomacia y la guerra. Para ellos, la Historia debia enfocarse en "lo social"y,
di Perrot, la escuela de Annales, interesada centralmente en analizar las estructu-
ras económicas y sociales, otorgaba una exigua atención a la dimensión sexual
en tal sentido, dejar de ocuparse de los
grandes hombres públicos vinculados de los sujetos insertos en ellas.' Por su parte, los historiadores comprometidos
con el poder para bucear en la historia de la
"gente corriente"y en sus formas con la corriente marxista británica, aunque no eran en su mayoría insensibles
y en sus condiciones de vida, en sus redes de sociabilidad, sus usos del tiempo a la "cuestión de la mujer", la suponian como un tema menor. Asi, inclu-
libre, sus hábitos, su cultura y sus percepciones de la realidad. En suma, se SO aquellos que vigorizaron nuevas interpretaciones reformulando categorías
proponía construir una "historia desde abajo" - retomando una de las expre- analíticas cardinales del materialismo histórico, omitieron preguntarse por
las cla-
de la diferencia entre los sexos en la formación de
Siones que aunó los historiadores marxistas británicos- que, centrada las
a en lasimplicancias
en sus practicas y en
sus
experiencias de los trabajadores, los obreros, los campesinos, entre otrossuje sessociales, en las experiencias de sus integrantes,
fruto de una concepcion que
tos explotados y oprimidos, diera cuenta de cómo estos habían participado en 1dentidades*. En gran medida, esta omisión era
determinados acontecimientos históricos, cuáles habían sido sus percepciones de la investigacion historica
Este interés y las posibilidades de convertirlo en guia
una
y actitudes ante ciertas coyunturas, cómo habian ido articulando sus intereses, auxilio que la Historia
Social halló en diseiplinas
profundamente emparentado con el ue
sus derechos y sus nociones de lo justo, y de qué manera habían pugnado con CSuvo colocar en un lugar
central
el esido
como la Antropología Social y su empeño por
tra otros sectores sociales por hacerlos valer. aies relaciones de parentesco,
la Demografia Hstoricay
OS roles sexuales y la dinámica de las
diversos modelos tamila, ena
de
la conformación de los
Estas indagaciones, en las que cobraban centralidad las preguntas sobre la el de o la
POcupación por examen

cambios en los
sistemas productivos cv
interés por vincular los
vIda cotidiana,delas relaciones familiares y comunitarias, las "mentalidades" y nomia y su tales
con los prOCesos t NDON,
lasideologías sectores ce de la economía, sus crisis y recuperaciones Francia'" en RAMOS ES.AN
esos
sociales, colaboraron firmemente el ava
en
ERROT, Michelle "Haciendo historia: Las mujeres en
UNA, 127
de la Historia de las México DE, Instituto Mora
Mujeres en varios sentidos. En principio, el embac rnen (comp.) Género e Historia.
la nrofundahistoricidad
neral de la Historia Social contra la remite fundamentamenc
historiografia positivista fortalecia c L a renovación apuntada aquí historiogranca, y a
de perspectiva de clasey experienc al
estacados integrantes
las historiadoras feministas esta
sino en sus muuas
proporcionándoles
mento: si la Historia debía cambiar
además, un importante arg
COn la que este historiador
reformuló los
inglés
conceptos
subsumidos
en
estructuras

y
colectivas.

radicalmente sus horizontes para ocu analizar a los sujetos sociales, ya


no como
practicas
individuales

de los sujetos silenciados cres ae


nductas,

por la narrativa tradicional, estudiar a las Telaciones, valores morales, códigos co


listoria
106 Mirudas solbre la I

ELGinero de l listom 17
como resultado secundario de la
ubicaba a opresión femenina
la
Por lo tanto, las tensiones o dese
resión de
on.

las
iferencias de clase, étnicas, regionales y de cjercicio
los capitalistas. marcaron las cxperiencias de las muicres de la
las feministas y los marxistas británicos involucraban las opciucntros
entreproletarios sexualidad a
los por mar

otros asignaban quchaccr histori


a su
2. Del sexo al género; del género a la clase
compromisos politicos que unas y cra colaborar con lasi
cl propósito de su labor discusiones concitadas
fico pues si para aqucllas
emancipación femenina, para esos historiadores británicos esto
lucha Las por ese doble
doras a reaccionar, en primcr términ
desafio condujeron a esas
por la el historia
las definiciones sobre el lugar fundamental otorgado
Cn
favorecer los desafios sociales contra la cxplotación de clases. Los rihot tanto en
etes la biolog a

politica plantearon un nuevo dcsafío para muchas i en sign1ficado de ser mujery varón
de esta desavenencia las comocn las explicaciones de sus
mutuas relacCiones. En
historiadoras feministas. Ya no sólo se trataba de restituir a las mujeres aila
ión del naturaaleza biológica, poco cuestionada efecto, la asimila-
sexo a la
hasta ese momento,
historia sino de demostrar que las contradicciones de clase asumian formas di. constitu la base de los razonamientos orientados a
explicar
las mujeres y los varones Ocupaban un determinado lugar encómo
el y el por
versas para mujeres y para varones y que, por tanto, la opresión capitalista no
una realidad
podia ser desmontada sin tener en cuenta estas diferencias y las desigualdades social y, también, a justificar las desigualdades entre ambos.
que emanaban de ellas. Se puede hallar un ejemplo de ello examinando la forma en
que este tipo
Esta intención reanimó otro debate al interior de la historiografia femj de razonamientos ponderaba la capacidad reproductiva del cuerpo femenino.
nista, enfocado esta vez en el abordaje de su sujeto de estudio. Así, obligaba Según sus lineamientos, era la naturaleza fisica de las mujeres la que fjaba
a volver sobre sus pasos para detenerse en una pregunta clave: historizar a las el propósito de su existencia: garantizar la multiplicación de la especie. Por
mujeres, implicaba asumirlas como un grupo homogéneo, sin diferenciasni tanto, también dictaba el rol que éstas debían desempeñar: cuidar de la prole
contradicciones entre ellas? Sería erróneo situar el origen de tal formulación alimentándola, protegiéndola y educándola. A su vez, estas "aptitudes natura-
exclusivamente en las polémicas desatadas con otras corrientes historiográfi- les" sólo podían desarrollarse en el espacio "privado", donde esa capacidad
cas pues quedaría desdibujado el acicate proveniente de las discusiones abier- de cuidado y los sentimientos de amor, comprensión y entrega incondicional
de forma natural, podian desenvolverse libre-
tas dentro del mismo movimiento de mujeres y feminista. En ese sentido, fue- que la acompañaban también
entre intereses divergentes que se
ron cardinales las críticas que, desde las aulas de las universidades y también mente, ajenas y a resguardo de las disputas
desde las filas del feminismo político, las afro-descendientes, las migrantes, suscitaban en el espacio público. Como advirtieron las historiadoras feminis-
biología -término que comenzó a utilizarsemundo siglo
en el
las latinas y las lesbianas lanzaron contra esa historiografia feminista obje- tas, la recurrencia a la
del de la
tándole su fuerte identificación con mujeres de clase media, blanca y hetero- AIX- sirvió para justificar tanto la exclusión de las mujeres falta de
como su
albores de la modermidad,
sexuales. Para esas historiadoras entonces, el reto se transformó en un doble politica y de la economía desde los
masculino. Aplicada en el planoestric
desarmar la esencialidad masculina vigente en las nociones de clase derechos y su subordinación al poder
desafio:
social, por un lado y, paralelamente, colocar en la mira de sus investigaciones amente político, esta lente biológica
conducia a
intortu-
una conclusión mas
lucha
la
era el producto
la naturaleza,
nada aun: si la condición de las mujeres
sinsentido
fantasia pues
o una
absoluta ehoca0
POr su emancipación era un
Si bien estas nociones delinearon toda su obra, su proposición y el debate que contenia

pueden verse expresamente desplegados en La formación de la clase obrera en Inglaterra. contra los limites impuestos por ella. sus
inda-
derivaciones estimulo
la
intelectual y
Barcelona, Critica, 1989 [1963] y en Miseria de la teoria. Barcelona, Critica, 1981 |1977 Kevertir esta operación
quebrar o o
la imbricacion
de

9Esta apreciación no pretende forjar la imagen de una contienda protagonizada por acion de formulaciones que pudieran
socialcsc
bandos antagóonicos o con diferencias irreductibles, sino trazar algunas de las del
despejar biología de las relaciones
la
a l 0 seXual, es decir,
a
"género" hizo aparnci
Su
debate que convocaba a tales historiadores e historiadoras. De hecho, muchas
historia Fue así como el
los varones.
de las mujeres eran ante todo historiadoras sociales (tal el caso de Natalie Zemon Davis) L eres y de 1970
perse-
en tanto muchas
historiadoras sociales estaban involucradas también con cl campo D historiadoras feministas. mediados de la
década
sinónimo de sexualidad

historia de las mujeres (como por ejemplo, las inglesas Dorothy Towers, esposa La introducción«de este término a
Thompson, Sheila Rowbotham y Catherine Hall, riente de
Bua como objetivo hacer desparecer
al seXO

la historia marxista integrantes distinguidas de la CO


británica).
listoia
108 Miradas solre la l
EIGénerode la listoria
109

biológica para situarlo


en el campo de la producción cultural y social A esos tos de
abiertas disputas, la
poSiCIon
predominante es expuesta como la
las diferencias y desigualdades SOciales entre los inica posib y como del consenso
produc
social más que del
fines, se postulaba que Dow consccucncia, la i la conflicto. En
ronesy las mujeres cran el truto de
una construcción cultural
anto,
-v
investigación histórica consiste en
descubrir no
mediada por la intervención humana- y no de la anatomia de sus euoierpos. conceptosinormativos sino tambien la
sólo csos conducente naturaleza del debate o de
Para un grupo de historiadoras a rición de una
a
Esto se fue complejizando poco poco. el la represión
escntación social sobre el
varón y la mujer. Elo
permanencia
intemporal en la
un conjunto de relaciones y procesos, algo que ocurria n permite, además, volver
género englobaría
otorgar dinamismo
a esa construccion
de una cdificación cultural y social pues quebranta las nociones de
las relaciones humanas de hecho partir
a a

que definía el significado de ser mujer y de ser


varon tanto en cl pasado coma nafuralización que todo oraen social presenta sobre las normas que lo fijeza
cons-
en el presente. Para otras, además, se iria contormando como una categoria tituycn.
analitica. Fue la norteamericana Joan W. Scott quien, hacia mediados de la En tercer lugar, este analisis exige la ncluston de lus nociones politicas
década de 1980, cristalizó una definición teórica de la miSma y su utilidad para e instituciones y organizaciones sociales que atraviesan y cristalizan las rela-
ciones de género. Elo implica, cn principto, revisar el sistema de parentesco
el análisis histórico.
Pero también, y sobre todo en las sociedades moder-
En un articulo de amplia difusión," definió este concepto en base a dos vigcntc en una sociedad.
nas, requiere detenerse en cl examen del mercado de trabajo, la educacióny
La primera de ellas es que "el género es
grandes y complejas preposiciones.
un elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las diferencias la acción política.
conformada a partir
es que "el género es una forma primaria
El cuarto elemento alude a la identidad subjetiva,
que distinguen los sexos". La segunda locales. Esa identidad subjetiva no per.
de relaciones significantes de poder". de situaciones históricas globales y
el contrario, es cambiante y contlictiva. Por ende, esta
manece estática. Por
Como elemento constitutivo de las relaciones sociales basadas en las di- la misma a partir de una perspectiva
historiadora asume la constitución de
ferencias biológico-sexuales, el género comprende a su vez cuatro elementos: de las premisas psicoanaliticas al
afirmar
profundamente histórica, alejándose
los símbolos culturalmente disponibles; los conceptos normativos; las nocio- de género se basa solo y
universalmente en el miedo a la
nes politicas y las instituciones y organizaciones sociales, y por último,
la que "si la identidad histórica (..)los historia-
castración, se lo esencial de la investigación
niega esencialmente las
identidad subjetiva. las formas en que se construyen
dores necesitan investigar de actividades,
En cuanto a los símbolos culturalmente disponibles, éstos evocan repre- con una serie
1dentidades genéricas y
relacionar sus hallazgos
sentaciones múltiples, y en algunas ocasiones contradictorias, sobre las muje- historicamente espec
culturales
Organizaciones sociales y representaciones
res.Asi, en el caso de la tradición cristiana occidental, las figuras centralesace ficas." es decir, respecto
de luz
esa evocación son Eva y María. En otras tradiciones, se inscriben mitos segunda gran proposICion, de poder,
cuanto a su
histórico inaimente, en
significantes Scor
y oscuridad o de purificación y contaminación. Por tanto, el trabajo genero como forma primaria
de las relaciones
relaciones de opresión
de los
consiste en develar qué clase de representaciones simbólicas son evocadas y c concreta de las
legitimadora que
remite tanto a la construcci elucidación de la tunción
en qu contexto histórico y social. a la ella propone
varones sobre términos, lo que
como
ujeres otros
Respecto de los conceptos normativos, se trata de aquellos que cxpre el la sociedad. Dicho en
el género
no
solamente

género posee en los cuales legitima


dos en doctrinas religiosas, educativas, científicas, legales y politicas, limt analizar es la formay
iSmos en
resivas,
sino
tambièn las

y contienen las posibilidades metaföricas de esos símbolos. Son concept sociales desiguales u
que afirman unívocamente el significado de varón y mujer, de lo asign
construye relacion enuneiados
algunas

están naturalizando sus significados. en


de varios
sus
historiadoras
de
de
como parte de lo femenino y l o masculino. Aún cuando los mismoS no recogióo las
Esta definición teórica, que venían trabajando significados

las que al de los sig-


10 SCOTT, Joan W. "El género: una
G nociones ceptuales con
el anclaje cultur: social,
esos

categoría útil para el análisis histórico" en AMEL


ducto
fundamentar
product
. y NASH, M. (comps.)
mujeres, fue eficaz para en
tanto

Historia y género: las mujeres en la Europa mou esta torno a ser mujer y 0n, y
que
explicitar
contemporánea. Valencia, Alfonso el Magnánimo, 1990 [1986]. Las citas textua
definicion explicitadas en el cuerpo central de este trabajo remiten a dicho artículo.
10 linadas solrr lu l Iistor EIGinero de la listoria 111

A
variabilidades históricas quclaspersonas
tenían de ella. En sus
propias
mismo, práctica social; es la prácticapalabras,
conflictos y l
nificados cstaban sujetos
a
las relaciones de poder
tiendo de qué
advirtier m e n t e posibilita la
social""
lengua "no sola-
posibilitó
reflexionar sobre
diferencia sexual. Más aún. al.
nera Propuesta
na esta guiaron una abundante
al amparo de la XX y comienzos del actual. Pero
cantidad de estudios
estas se legitimaban Sobre lo mascul
también hacia
comprometia representaciones fincs
generaron
como una categoria quc actividades y esnaci s Como indicar sus criticos,
sostener que los abiertos
estimuló cl examen de de la discursos y el lenguaje
rcchazos.

lo femenino, su cmpleo de la realidad social


de la prescncia
concreta ac las mujeres v de l
los losproductores conducía a desaparecer del
vida social con autonomía
eran
umana. En cfecto, y retomando las análisis
varones cn cllos.
la accio
preguntas formuladas por una
habe r acción si solamente
desmerecer su utildad-, es necesario poner i istoriadora, cómo podiía habia sujetos
De todos modos -y sin
derivados de su aplicación analitica dent.
producidos
ente?, cómo podían indagarse las rupturas y resistencias
relieve algunos aspectos polémicos ntro
humana dentro
de la Historia. Los mismos cstuvieron relacionados con un
CO
de una sociedad
parecía diluirsSe ante los omnipresentes
del campo
de género hacia la teoría del lenoua je
s i s t e m a s discursivos"?,12

rimiento impulsado por los estudios


frances. Justamente, una d
Por otro lado, la clección del campo de las representaciones y de los dis-
enmarcada en las premisas del posestructuralismo cursos conllevai a que se dejara de inquirir sobre las diferencias de clase
fue la propia Joan W. Scott.
las principales promotoras de este giro y sobre cómo estas permeaban las acciones y las prácticas de las mujeres.
1980 y casi en simultaneidad con s
En la segunda mitad de la década de hustamente, frente a estas derivas, algunas historiadoras comenzaron a marcar
esta historiadora explicitaba su alejamiento
propuesta definitoria del género, lanecesidad de resituar al género como una categoría relacional vista en cada
sus inves-
de la Historia Social, terreno en el que habia inscripto originalmente
el rechazo a la preeminencia otor. omento histórico y de indagar sus entrecruzamientos con la pertenencia de
tigaciones. Su decisión se fundamentaba cn

a la estructura económico-soCial para explicar los clase.3

gada por esta perspectiva Esta intersección ha enriquecido el abordaje de deteminados problemas
entre los grupos sociales y la edificación
procesos históricos, las diferencias históricos. Una muestra de ello puede observarse en los estudios
de sus percepciones, ideas y nociones de si mismos y del mundo circundante. y períodos
Latina contemporánea. Si
dedicados a la historia social del trabajo en América
Según Scott, la propensión de la Historia Social a considerar que tanto las realizar exhaustivo de los múltiples temas y
entre los sujetos como su conciencia sobre la realidad social se
bien es imposible aquí repaso
un
desigualdades intuirse la potencialidad de sus
fundaban en su pertenencia de clase, implicaba cacr en un reduccionismo ana- aspectos investigados bajo tal enfoque, puede cuestiones: el
brevemente tres proceso de for-
litico por partida doble. Por un lado, reducia al género a un mero subproducto propuestas analíticas revisando
mación de la clase obrera y trabajadora, el
desarrollo de la protesta y la orga-
de las relaciones sociales en la esfera de las representaciones y la cultura. Por de la vida social que permean
el otro, creaba una imagen esencialista y universal de las mujeres al suponer nización proletarias, y, por último, los espacios
construcción de sus cosmovisiones y
las experiencias de esta clase social,
la
que su lugar en una sociedad derivaba de su posición económica (o sexual).
Como resultado, se volvia imposible estudiar a las mujeres como sujeto histo- sus demandas por derechos.
de las fuentes
tanto la lectura a contrapelo
En cuanto al primer punto, en el trabajo
rico y al género com0 una instancia en sí misma.
así como la atención puesta
Con la pretensión de desmontar la construcción de las diferenciasy des- estatales, Sindicales y empresariales
igualdades de género y conferirles un lugar cardinal en el funcionamiento en Historia Social, 4,
1989. ElSubrayado
Joan W. "Una respuesta a las críticas",
de un orden social, Scott desplazó el foco de sus análisis hacia el discurs0. *oO1,
es mio.
trouble: dishonest
women, modem girls, anu v
Inspirada en los enfoques teóricos de Jacques Derrida y Michel Foucault, sos- CAUIELD, Sueann "Getting into 1925-1927", en Signs, 19,
1,
1993.

Conceptual Language of Vida


Policial,
tuvo entonces que la constitución de los sujetos y sus relaciones sociales, sus nd
ne diferentes, algunas de
estas propiestas
Samuel and
Jemima:

y 13 teóricas Tale of
diferencias desigualdades
y
en ella sino por el
estaban dadas por la estructura
no
económica uc
perspectivas

verse en BOCK, Gisela, op. Cit.; y HALL,


Catherine, "The
and" en
HARVEY,
H. J.y

Su lugar lenguaje. En tal sentido, eran los campos de füerza Cultrure in


Nineteenth-century Eug
y los significados que en su interior se sobreponían, influían y
uender and Working Class critical perspecco
discursivos ICCLELLAND, K. (eds.). E. P
Thompson:

competian entre si los que producían la realidad social y las represcntacio eS University Press, 1990 [19861
Género de la Histori
113
Historia
Miradas sobre la
112

mitaddel.Siglo XX. Asimismo, iversos estudios han demostrado cómo los


develar la participación
activa de las
mujere a l e s d e masculinidad
idad v de feminidad articulados en torno al varón como
formal informal posibilitaron cuenta de las condiciores
e
construcción de la fuerza
laboral, dando
de la misma nara y
la
ala imujer garante y cuidadora del hogar,
como
gravitaron
la centralidad eedor en
de protesta, su desarrollo y las demandas que las
en
así como de la prove

su presencia nes
enmarcaron

como la textil, la
alimenticia o la del calzad 14
develaron que en algunos casos, las
impulsaron.
sarrollo de ciertas industrias
genero y las ideasssobre
sentido
protestas obreras habían
En tal
las nociones de
También han permitido indagar cómo bajo precisas onsignas, reivindicaciones acciones que no
proletarizacion en espacios produs
gestadas
de estado
la sexualidad
atravesaron los procesos a los trabajadores varones sino también a sus familias,
dominantemente masculina. Así, por eiemni.
abarca
obra sólo otro lado, la lensidad de estas interpretaciones ha estado también
tivos donde la mano de
era
las minas de cobre de El Teniente Por
estudio de la actividad extractiva en íntimamente relacionad con exámenes que excedierd el ámbito y el proceso
el sexualidad femenina y la repula
el control de la ictos, olidaridades y organizaciones que emergían alli.
Chile, permitió advertir que del matrimonio fueron y los
sexuales mediante la practica detrabajo, se había ido construyendo las demandas por
ción de los intercambios intentar afincar a los comprender cómo
el sector patronal para En efecto,
herramientas claves utilizadas por esos derechos y que ideas de lo justo les daban sustento.
derechos, cuáles eran
trabajadores en el lugar de trabajo. de masculinidy feminidad cristalizaron en ello, condujo a
empresariales y las resistencias de los
nociones
Los alcances de tales pretensiones qué de otros espacios sociale y de otras actividades que nu-
otra arista esencial de esos el análisis
ante los mismos configuraron ponderar
clases obreras y trabajadoras, la identificación de
y las trabajadoras de las
a los estudios sobre la protesta y la
experiencias
trían las
análisis. Sumaron así más interrogantes o su cultura. Asi, las relaciones de sociabilidad
sus percepciones
cuestión que se pretende poner de relevancia Sus intereses,
organización obrera, segunda del hogarcobraron un
libre, el terreno de la comunidad y el
lograron demostrar no sólo vel uso del tiempo
aquí. En esa dirección, diversas investigaciones sindicales dinamizado sus posibilitaron escudriñar cómo los y las trabajadoras re-sig-
cómo las trabajadoras habían activado
confiictos y lugar central pues sobre el trabajo,
clave de clase como de género las nociones
propias organizaciones, sino
también de qué manera, a la hora de sumar vo nificaron tanto en de sentido terciaron en
de qué manera esas asignaciones
luntades y legitimar sus reclamos, utilizaron
a su favor ciertas representacio- el ocio y la familia, y
formulación de reivindicaciones.
nes sobre la debilidad y el honor femeninos muy en boga durante la primera las luchas y en la

del honor y la moral sexual


estudio sobre los significados
16 Para el caso de la Argentina, un
"Moral sexual, sexualidad y mujeres
caso de Colombia, en FARNSWORTH-
14 Un desarrollo de estos tópicos puede verse, para el femenina puede v e r s e en
BARRANCOS, Dora, Marta
Women in Colombias Femando y MADERO,
ALVEAR, Ann Dulcinea in the Factory: Myths, Morals, Men and
DEVOTO,
de entreguerras" en
trabajadoras en el período La argentina entre multitudes y
Industrial Experiment,1905-1960. Durham, Duke University Press, 2000; para laArgentina, vida privada en la Argentina.
Buenos (dirs.) Historia de la actualidad. Buenos Aires,
Taurus, 1999. Por su parte,
en Lobato, Mirta Z., Historia de las trabajadores en la Argentina (1869-1960). de soledades. De los años
treinta a la
tensiones y los
usos favorables a
de concentración sus
Aires, EDHASA, 2007; y ROCCHI, Fermando "Concentración capital, Colombia, un análisis
de estas representaciones, FARNSWORTH-ALVEAR,
An, era
"El

femenino Buenos Aires, 1890-1930" en GIL LOZANO, F, para las trabajadoras es


el de
mujeres. Industria y trabajo en
parte de a comienz0s de la

PITA, V. S. e INI, M. G (dirs.), Historia de las mujeres en la Argentina. Siglo


XX. Buenos Sus intereses porhombres desaparecidos: género y clase en Medellin
cit
los Ann,
Aires, Taurus, 2000. O ae Historia Sociedad, 5, 1994; y el de FARNSWORTH-ALVEAR,
15 Véase KLUBOCK, Thomas "Hombres y mujeres en El Teniente: la construcción de genero naustrial en y ideales y de la presencia de lasr
las implicancias de
estos P A LERM
verse en
el caso de la Argentina, puede
y clase en la minería chilena del cobre, 1904-1951" en Lorena GODOY, (ed.) Disciplma Enreras en los conflictos en los que los mismos
cristalizaron

de las mujeres
en la

participación
y desacato: construcción de identidad en Chile. Siglos XIX y XX. Santiago de Chile, mascul1na? La
PITA, V. (comps.),
Silvana, "Trabajo femenino y protesta M.C.; GIL
LOZANO, F. y taciones ae
CEDEM, 1995; un proceso similar puede verse en el caso mexicano,siguiendoel estudrod 1917"o
en BRAVO, "Representaci
FRENCH, William "Masculinidades y clase obrera en cl distrito de Hidalgo, Chihuahua gran huelga ferroviaria de de
D'ANTONIO,
Débora,
GIL
LOZANO, F;

1935-1936"en
estudio
Nueva Antropologia, XVI, 2000. Otro tanto puede decirse de lo ocurrido en la producio op. cit. También puede vers el Buenos Aires,
construcción.
la CHA
AVVE
ERRR I ,

aZucarera tucumana entre fines del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX. Véase BRAVO de estudios
de
PITA, V.
PITA, V S. e INI, M. G. (dirs.), op. cit. entre otros,
los 1872-1890",

Maria Celia "Entre la resistencia y el conflicto social. Imágenes de la mujer Rica,


el área azucarera de Tucumán (1888-1904)" en BRAVO, M.C.; GIL LOZANO, F. y
trabajadora o Para indagar estas cuestiones pueden Verse,

trabajo
ferrovial
en
Costa
e
historu
en

género
cultura del voces:

amen Murillo "Masculinidady silencios y e


V.(comps.) Historia de luchas, representaciones. Mujeres en la Argenuas
resistencias y ugenia RODRIGUEZ SAENZ (ed.), Entre
siglos XIXy XX. Tucumán, EDUNT, 2007.
114 Minadas solbr a Histor EJGénero la Historia 115

Es preciso subrayar que estos analisis cstuvieron atntos a las represen cómo las mismas
xpresaron acuerdos,
enta- Mujeres y
ciones. la cultura y la ideologia de esas clascs. Pero lo hicieron en base a las
siciona en torno l relato del pasado. En desencuentros y repo-
de que las clasesdimensión, este trabajo
tener esa
en cuenta sus vinculos con las prácticas sociales y a examinar, por
tanto, mo busco
subrayar que
la ensión sociales son formadas
esas representaciones. cultura e idcología fueron configuradas una sexuados
y otra v sujetos sexuados y que ello incide en como
experimentan sus relaciones.
por la agencia de los sujetos. Fue en el enlace realizado entre esas práctica por
m i t e iluminar. nuevas preguntas y problemas sobre el
y las cosmovisiones. entre la acción y los significados construidos
pasado.
sobre las Finalmcnte, queda por destacar que la potencialidad de la Historia de las
relaciones sociales por los sujetos que las vivenciaron, donde los entrecrua Muieres para llevar adelante una reconstrucción histórica más densa y ahar
1za-
mientos entre las categorias de género y de clase brindaron sus frutos. cativa, ha estado en buena medida elacionada con su capacidad de construir
Ciertamente. algunos periodos, paises y temâticas han merecido mavor entes con otras perspectivas. Sus dialogos con la Historia Social, con la
atención que otros. Sin embargo, las lineas analiticas abiertas por esos abor- puen
Historia Cultural y con una renovada Historia Politica, entre otras, han permi
dajes y las preguntas en que se apoyan han dado lugar a una comprensión más tido complejizar aún mas las aristas del pasado, restituyendo para el análisis
compleja y completa del pasado. y alientan a indexar la agenda historiográfica agencia histórica de los sujetos, las singulares formas asumidas por las rela-
bajo su guia, revisando momentos y geografias aún no exploradas. la
ciones entre las mujeresy los
varones, en que las distintas ideolo-
las maneras
nociones de genero con diversos fines y en cómo éstas fueron
3. Reflexiones finales gias encarnaron
relaciones, tradiciones y costumbres.
Este articulo ha señalado un recorrido de la Historia de las Mujeres
re-significadas en practicas, espacios,
y por tal
motivo, se detuvo en algunos aspectos y soslayó otros -tales como, por ejem-
plo, los referidos a la trayectoria institucional de este campo historiográfico-.
Ello fue el resultado de una elección que privilegió reconstruir esta trayectoria
a partir de las
búsquedas y los debates historiográficos provocados y alimenta-
dos a la vez, por la intención de restituir a las mujeres en la historia y devolver
la historia a las mujeres. Asi, este trabajo dio cuenta de cómo desde la denun-
cia inicial sobre la exclusión de ellas de la narración del pasado y los esfuerzos
por volverlas visibles, se terminó por poner en cuestión los parámetros de la
Historia como disciplina.
lambién señaló que esas polémicas estuvieron profundamente relaciona-
das con el compromiso politico de las historiadoras que encararon ese camino
y con su interés por involucrarse en el debate político dentro y fucra del mo-
vimiento feminista y de mujeres.
Asimismo, se detuvo en las discusiones conceptuales y particularmente,
en aquellas referidas al uso de la categoría de género, con el propósito de
demostrar la heterogeneidad de posturas dentro del campo de la Historia de

América Central, 1750-1990. San José, Editorial de la Universidad de Costa Rica,


2000,
TEIXEIRA DA SILVA, Santos"
Fernando "Valentia e cultura do trabalho na estiva de
BATALHA C., Da SILVA, F. T. y FORTES, A. (comps.), Culturas de Classe. Campinas,
en

Editora Unicamp, 2004 y LOBATO, Mirta Z. La vidu en las fúbricas. Trahajo, Prolesta
y Politica en una comunidad obrera, Berisso, 1904-1970. Buenos Aires, Prometeo 1ibro
2001.

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