Colección de Sermones Panegíricos Orig
Colección de Sermones Panegíricos Orig
Colección de Sermones Panegíricos Orig
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952.9
4 — 2
241595
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
5319393956
D2A597
2
SS
38 3
BIBLIOTECA RELIGIOSA:
POR
TOMO 57.
1
2
24597
COLCCIO
DE SERMONES
PANEGIRICOS ORIGINALES
COMPUESTOS 2
COMPRENDE
TOMO V.
MADRID : 1848.
Imprenta de D. José Felix Palacios , editor.
.
SEGUNDO SERMON DE SAN JOAQUIN .
SEGUNDA PARTE .
PRIMERA PARTE .
1
-97 -
ciencia debe indispensablemente ser humilde y carla.
Pero el orgullo y la sensualidad parece se creyeron
precisas para elevar a un hombre sobre el resto de los
otros ; por esto el presumido sabio es sin disputa el mas
Decio , porque los vicios son contradichos por la razon
de quien las ciencias son una luz agregada. Mientras el
que trata de enseñar a los otros no cautive la docilidad
de sus discípulos con sus obras , su doctrina no servir á
sino para aumentar el púmero de los vanos y discolo:,
porque las ciencias no son preciosas sino en cuanto se
hace de ellas un uso racional y legitimo , y en lonto
existen en cuanto sirven a la religion y á la sociedad.
Desde que Agustin regresando de Milan á Cartago se
encerró en una casa de campo con Alipio y Evodio, dió
á entender que la sabiduría que acababa de inspirarle
la vida se comunicaba á şus discípulos por medio de sus
palabras y ejemplos; y cuando ordenado de presbitero
fundó en el huerto que le dió san Valerio , el monas
terio primero de monjes que vió el Africa , acredito
esta verdad de las escrituras : la ciencia tiene ocultos
sus caminos , pues es hermana de la humildad y retiro.
La perfeccion evangélica que fue el distintivo de los
primeros cristianos y el arma que venció la sabidu
ría del mundo , apareció en toda su brillantez en el mo
nasterio que quiso Agustin tener en su casa hecho
obispo de Bona , y la multitud de hombres y mujeres
que acudian eu tropa á escribir sus nombres en el nú
mero de sus hijos, acrediló hasta la evidencia que el
olor de las virtudes de Agustio era como el de un cam
po fertil á quien bendijo el Señor. Representaseme el
incomparable obispo rodeado de una multitud que le
vantadas sus manos y humedecidos sus ojos le apellidan
su padre, su director y maestro , mientras el error y
el abismo caen aherrojados bajo las plantas de este he
roe que salvó a sus hijos de los lazos y tinieblas.
Pero no nos empeñemos en demostrar una verdad
que existió siempre sin oposicion , y de que esta comu
nidad religiosa nos da un auténtico testimonio. El is
T. 57 . 7
-98
( 1) Salm . 26, V. 3.
(2) Isai . , 8 , v . 9 .
(3) Joan . 4 , v . 10.
102
con aquellas otras que llorando sobre la ciudad y mo
radores de Jerusalemi compadecido de su ceguedad pro
firió el mismo Salvador : Quia si cognorisses et tu , et
quidem in hac die tua , quæ ad pacem tibi (1 ) : 10h118i
conocienes los grandes bienes que yo venja á comuni
cartel Pero todo esto está muy lejos de tu vista y con
sideracion : Nunc aulem abscondita sunt ab oculis
luis (2). Porque en verdad ¿qué nos dicen las escrituras
del tiempo de la ley de gracia y de la venida del hijo de
Dios al mundo? Que se alegrará el niño de pecho sobre
los agujeros del aspid : El delectabilur infans ab ube
re super foramine aspidis : esto es , que los recien con
vertidos y que todavia son niños en el servicio de Dios,
aun estando á vista y en medio de sus enemigos serán
por virtud de la divina gracia tan fortalecidos , que no
recibirán daño algupo de ellos ; y que el que estuviere
mas adelantado en este camino llegará á meter la ma
no sin peligro en la cueva del basilisco : El in caverna
reguli, qui ablactatus fuerit, manum suam millet ; esto
es , se librará de mayores riesgos ; y asi exclamando el
A postol: Miserable de mil i Quién me librará del
cuerpo de esta muerte ? es á saber , de la tiranía de mi
carne y de mis pasiones : Infelic ego homo / quis me li
berabit de corpore mortis hujus (3 )? Responde el mis
mo : La gracia de Dios que se nos da por Jesucristo:
Gratia Dei per Jesum Christum .
Pero basta para no poner en duda esta verdad la
experiencia y autoridad de los santos. Un solo Agusti .
no , cuyas glorias celebra hoy la santa iglesia , es el tes
tigo mas irrefragable de cuantas excelencias y gran
dezas he puesto a vuestra vista de la divina gracia.
Siendo el 18 autorizado de los padres, el mas esclare
cido de los doctores , el mas sabio de los escritores , el
mas santo de los prelados , puede decir con verdad
( 1) Luc . , 19 , v . 42 .
(2) Isai . , 11 , v . 8.
(3) Ad roman , 7 , v . 24 .
103
como el A postol que cuanto es lo es por la gracia del
Señor : Gravid autem Dei sum id quod sum (1 ). Y pue
de decir igualmente que la gracia no estuvo en el ocio
sa : El gralia ejus in me vacua non fuit (2 ). En algun
tiempo su espíritu prodigiosamente grande , pero ex
cesivamente curioso y temerariamente presuntuoso,
buscó la verdad con las flacas luces de la razon huma
na ; y surcando el mar de las ciencias como nave sin
timon y sio piloto , corrió en seguimiento de todas las
novedades en materia de religion , y se dejó llevar de
tedo viento de doctrina sin hallar modo de sosegar lag
inquietudes de su curiosidad. Lleno de su propio espi
ritu imaginaba que podia hallar mas seguridad en sus
propias luces que en las de la fé. Se burlaba de las
sencillas expresiones de la escritura sagrada , y su va
nidad le hacia hallar una falsa majestad en los escri
tos de los filósofos. Con esta curiosidad y presuncion
apagó todos los sentimientos de piedad que la santa
educacion de su madre habia producido en su corazon;
y confundido con su propia vanidad pasaba de secta en
secta y de opinion en opinion segun los varios movi
mientos de su espíritu , y llegó á defender errores tan
extravagantes , que apenas pueden caber en la imagina
cion de los hombres. Tan verdadero es que apenas hay
falsedad de que no sean capaces aun los grandes inge
nios , cuando se dejan llevar de sus propios sentimien
los en maleria de religion.
Pero despues que Dios le llamó con voz grande,
despues que ilustró su entendimiento con superiores
Juces, despues que prevenido y ayudado de la gracia
aprendió aquellas santas máximas de que en las sagra
das escrituras hay una simplicidad que los hace prove.
chosas , y una profundidad que las hace respetables y
que en ellas se debe buscar la verdad y no la elocuen
cia ; corrigió y enmendó de tal modo el mal uso que
( 1) I ad corint ., 15.
(2) Ibidem , v . 10.
- 104
habia hecho de su ingenio y sabiduría , que ya en ade
lanle fue siempre penetrado de los mas liernos senti
mientos de piedad , herido del mas encendido amor de
Dios , el mas prendido de la autoridad de las divinas
letras , el mas zeloso de las verdades de la fé y el mas
acérrimo defensor de ellas contra los herejes é implos.
Ya no ge conlentó con enseñar la virtud con mucho
aparato de palabras , lo que es una vanidad de filósofos,
ni con solo practicarla , que es una devocion esteril y
sin consecuencia; sino que la enseñó y practicó a un
mismo tiempo , que es la grandeza y perfeccion de los
santos y aquel espíritu doble sobre que se establece la
religion : Qui autem fecerit el docuerit, hic magnus voca
bilur in regno cælorum . Para hacer patentes å vuestros
ojos todas estas verdades os manifestaré en primer lu
gar los progresos que Agustino hizo en la piedad y de
vocion , fortalecido por el suave y eficaz auxilio de la
gracia , y en segundo los triunfos que logró la gracia
defendida por la sabiduría y encendido zelo de Agusti
no. Estos serán los dos puntos y todo el argumento de
mi oracion . Imploremos la asistencia de la divina gra
cia por intercesion de Maria señora nuestra , saludan
dola con el angel: Ave , Maria .
S.I.
II.
La divina providencia que en otro tiempo se valió
de hombres sencillos é ignorantes para establecer la
religion , y quiso hacer resplandecer su poder sujetan
do el mundo con instrumentos flacos y confundiendo
el orgullo de la sabiduría de los gentiles con la humilde
: (1 ) 1 ad corint . , 13 .
- 113
predicacion de la cruz ; en tiempo de Agustino para
manifestar que la doctrina del Evangelio en nada es
contraria á la razon y á las ciencias humanas , y que
estas se inventaron para que fuesen tributarias á la fé
y á la ciencia del santuario , por medio de un sabio todo
poseido de la verdad y prendido de la autoridad de Dios
combatió el error , el cisma y la corrupcion de las cos
tumbres. El siglo era falalisimo a la iglesia ; porque so
bre el formidable error que vomito de nuevo el infier- ,
Do por medio de Pelagio , se reunieron bajo un mismo
estandarte de rebelion ebionitas , sabelianos , novacia
nos , maniqueos , donatistas , arrianos , apolinaristas , pris .
cilianistas , helvidianos , jovipjanistas. Pero tampoco
hubo siglo en que la gracia haya hollodo instrumento
mas propio ni mas poderoso para atacar esta formida
ble tropa de enemigos. Parece que este ejército nume
roso apareció al mundo en tiempo de san Agustin para
multiplicar sus combates y aumentar sus victorias. La
iglesia en verdad no ha alimentado padre ó doctor de
penetracion mas profunda, ni de ingenio mas elevado,
ni de instruccion y sabiduria mas dilatada . En sus es
critos se hallan depositadas todas las ciencias de que es
capaz el espírito humano , sin que las hayan podido
agotar los sabios de trece siglos. Doscientos treinla y
dos libros habia escrito , dice san Victor , hasta el dia
eo que los vándalos pusieron sitio á Hipona , sio contar
Jas innumerables epistolas en que se disputan la venta
ja la instruccion . y la uncion , en que se aclaran las
verdades de la religion , se excitan todos los movimien
tos de piedad , y se ve una grande abundancia de doc
trina y un manantial de consolacion , puede ser que fue
ra de los libros sagrados no haya leccion que al mismo
tiempo tanto conmueva y salisfaga ; sin contar tambien
la exposicion del salterio y los tratados particulares
que los griegos laman homilias. Todos estos escritos
son un depósito sagrado de doctrina la mas sólida , y son
singularmente monumentos irrefragables de esta ver
dad aquellos libros de la Ciudad de Dios, en que rebate
T. 57 . 8
- 114 -
-
las quejas de los gentiles y defiende la causa de Dios
con todo el aparato de erudicion eclesiástica y profana
que pudiera desear la crítica mas severa . De ministro
tan sa bio y zeloso se valió la gracia para sus empresas
y logro de sus grandes triunfos.
Y en verdad ¿ qué padre de la iglesia combalió ja
mas la herejía con mas ardimiento , sostuvo sus com
bales con mas vigor y venció con mas gloria ? En una
parte desconcertó el partido de los maniqueos , en otra
triunfo de los arrianos , en otra de los donalistas y en
otras destruyó todas las reliquias del paganismo. En
una cooferencia cerró la boca á los mas sabios donalis.
tas y redujo del partido de Donato al seno de la igle
sia á mas de ciento y cincuenla obispos cismáticos.
Purgó el.Africa de todos sus errores y acabó con lo
dos los monstruos . Persuadia con la profundidad de su
sabiduría , conmovia con la fuerza de su elocuencia ,
arrebataba con el fervor de su zelo y convertia con la
upcion de su gracia .
Mas no puedo pasar en silencio aquel combate que
sostuvo contra Pelagio , en que principalmente logró á
la gracia un triunfo eterno. Para un tal combate y
triunfo parece haber nacido nuestro santo en Africa al
mismo liempo que Pelagio en Inglaterra . Este maldilo
hereje armado de sus prendas naturales y de un cier
10 esplendor de santidad con que se conciliaba el res
pelo de los pueblos , derramó en varias partes el ve .
neno de sus errores. Negaba el pecado original , en
grandecia las fuerzas de la naturaleza , exaltaba los mé
ritos de la voluntad, las luces del entendimiento ; y
como si hubiese estudiado mas en los libros de los pa
ganos que en los de san Pablo , negaba la necesidad de
la gracia y todo el fruto de los méritos de Jesucristo y
enseñaba a los hombres á poner toda la confianza en
sus fuerzas naturales.
Mas este gran doctor descubrió todos los artificios
de esta venenosa serpiente , y manifestó a todo el mundo
la pecesidad de la gracia de Jesucristo , haciendo ver
- 115
con claras luces la corrupcion de nuestra naturaleza ,
las tinieblas de nuestro entendimiento , la depravacion
de nuestro corazon y las repetidas veces que se nos en
carga y manda la oracion ; argumento manifiesto de la
necesidad que tenemos de la gracia . De este modo en
seño á los hombres á no conGar sino en la misericordia
y auxilios de Dios y á no gloriarse sino en este Señor,
y confundió al falso elogiador de las fuerzas naturales
y enemigo de la gracia .
No se contentó con haber sujetado los herejes al
imperio de la gracia ; sujetó tambien á los impíos y
prevaricadores. Elegido por Dios para procurar que el
espíritu de la gracia se difundiese sobre toda clase de
personas , empezó esta obra por la ereccion de dos
monasterios de religiosos y la prosiguió formando de su
habitacion un seminario de clérigos ; porque sobre la
vida de los eclesiásticos se forma la del pueblo , y si hay
prevaricacion en el altar , no puede bollarse la piedod
en las casas. Con el retiro los separaba de los peligros
del siglo : con su zelo los aplicaba á socorrer las nece
sidades espirituales de los fieles : con la oracion los unia
con Dios , con la caridad entre sí : con una santa emu
lacion los estimulaba al trabajo : con sus luces les co
municaba la ciencia : con la ciencia les esclareció el
zelo : con el zelo convertia á los pecadores y renovaba
á la iglesia . ¡ Qué de ilustres prelados y zelosos minis
tros no salieron asi de los monasterios como de tan es
clarecida escuela ! ¡ Qué,de casas de virtud y de sabidu
ría no se erigieron en lodo el orbe ! ¡Qué de ejércitos
del Señor ! ¡Qué de resplandecientes estrellas ! ¡ Qué de
lugares de refugio ! ¡ Qué de seminarios de santidad !
¡ Qué de baluartes y fortalezas de la iglesia mililaute!
¡ Qué de pasmosos ejemplos para la edificacion de los
pueblos ! Recibieron los collados la santidad para espar
cirla despues sobre el pueblo segun la expresion del
profeta : Suscipiant montes pacem populo , et colles ju
stitiam ( 1 ).
(1) Salm . XXXI, v . 3 .
:
116
El segundo cuidado de este grande preludo fue el
de las vírgenes. Son ellas la mas rica y preciosa por
cion del rebaño de Jesucristo. i Qué estudio no puso en
sus libros y en sus cartas de enseñar el verdadero ca
racter de las humildes esposas de Jesucristo y de dar
á los monasterios de las vírgenes una nueva hermosu -
ra y volver mas pura la misma pureza ! ¿ Y quién ad
mirará tantas y tan excelsas glorias , si seriamente con
sidera que la regla que dió á su.sagrada religion fue
tan prudente , tan sabia y acertada , que ha podido des
pues servir para cincuenta religiones diferentes ? No
olvidó los demas estados : con su predicacion restituyó
el pudor y modestia virginal á las doncellas y las ense
ñó á vestir decentemente : mantuvo á las viudas en la
resolucion de una perpetua continencia: desterró del ,
matrimonio la impureza y dió luces para distinguir
un amor cristiano de una pasion carnal. Tales prodigios
obró la gracia defendida por la sabiduría y zelo de
Agustino ; que es lo segundo que ofrecí manifestar en
mi oracion .
Este fue el gran padre y doctor cuyas glorias cele
bra hoy la iglesia y con ella la devocion de los Geles.
En su inuerle perdió la iglesia su mas acérrimo de
fensor , Hipona su mas zeloso prelodo , los obispos su
znos sabio maestro , los pueblos su mas amoroso pas
lor , los pobres su mas compasivo padre , Africa su
mayor ornamento , la tierra su mas resplandeciente
luz y los sabios el mas pasmoso ejemplo ; porque fue
sabio sin vanidad , sin orgullo , ni soberbia , entregado
á la especulacion y penetrado inlimamente de la mayor
terpura de devocion , ingenioso , pero sin ser idólatra
de sus pensamientos, prendido de la autoridad de Dios
y de la iglesia , poseido todo de la doctrina del Evan
gelio y su infatigable defensor.
¡ Ohlisi á vista de tan pasmoso ejemplar supiese yo
ahora peroror en edificacion de todo género de perso
nas ! Quisiera dar una voz que resonase en el oido de
todos los herejes , y decirles: Miserables deslumbra
- 117 -
SEGUNDA PARTE.
.
- 150
( DE D. MANUEL TUR.)
PRIMERA PARTE.
SEGUNDA PARTE.
(1 ) Luc . , XVI , 2 .
( 2) Neque tulisti de manu alicujus quidpiam (I. Reg .
XII , 4) .
- 174 -
ta con franqueza las suyas propias. Sus rentas no las
cobra con rigor como un codicioso propietario , sino
que las distribuye con gusto como un padre. El menos
precia las riquezas. Me engaño , hermanos..... él las es
tima , apasionadamente las ama , y le es muy sensible
verse privado de ellas ; pero es porque no puede congo
lar á aquella noble familia que ha gastado sus bienes y
derramado su sangre en defensa de la patria ; es porque
no puede mantener el crédito de aquel negociante in
dustrioso y lleno de honra , a quien los deudores insol
ventes , los socios y corresponsales infieles y los proyec
tos especulativos , pero desconcertados por las circuns
tancias que no podian preverse , han arruinado y re
ducido á una forzosa quiebra ; es porque no puede ali .
mentar al labrador aplicado , á quien la inconstancia de
las estaciones, la niebla ó el pernicioso granizo han qui.
tado la esperanza de recoger sus cosechas ; es porque
no puede enjugar las lágrimas de aquella viuda descon
solada , cargada con una crecida familia , á quien la
muerte de su marido acaba de reducir á los horrores
de la mendicidad ; es porque no puede dotar á aquella
doncella , que viéndose sobrada de buen parecer y falla
de bienes de fortuna tal vez llegará á ser la víctima de
algun rico vicioso.
¡Ah ! Para la inanutencion de la persona y casa de
Juan de Ribera bastara la mas reducida medianía ; pero
para hacer todo el bien que le inspira su caridad , seria
una especie de pobreza la mas grande opulencio . Siem
pre hizo poco para lo que deseaba su corazon ; pero sin
embargo siempre hizo mucho para que sus bienes se
hallasen solidamente fundados en el Señor, y para que
toda la iglesia de los santos refiera con júbilo y por to
dos los siglos su pródiga liberalidad . Solicitando con tan
grande ansia hacer feliz a su nacion hizo que le fuese
su poder agradable y apreciable constantemente su glo
ria. Será inmortal la memoria de su gobierno y hereda
rá el honor en un pueblo reconocido,viviendo eternamen
te su nombre en el corazon de sus afectuosos valencianos.
1
-175
Siendo virey el beato Juan de Ribera manifestó el
talento de un sabio administrador : esta es la m88 pe
queña parle de su gloria ; porque siendo arzobispo hizo
admirar la de un excelente prelado.
Muchos años antes de ser elevado al vireinato , un
principe seguramente muy calumniado por el odio , pero
tal vez muy alabado por la adulacion , un monarca na
cido segun la verdad de la historia con un genio ele.
vado , vasto , penetrante , aspecto noble , amable , ma
jestuoso , memoria prodigiosa y rara agudeza ; un rey
que supo hacer respetar los derechos de la soberanía, las
leyes de su imperio y la santidad del catolicismo , el
cual sin su aplicacion y tesoros hubiera quedado ani
quilado si hubiese podido serlo ; un potentado que po
seia en grado eminente el arte de gobernar los hombres,
conocer el mérito y emplear los talentos; Felipe II ,
digo , habia elegido á Juan de Ribera para el obispado
de Badajoz y como unos seis años despues para el ar
zobispado de Valencia.
Uno de los papas mas ilustres que tuvo la iglesia de
Jesucristo , un pontífice inmortal cuya grande alma
reunia en sí las humildes virtudes de un pobre religioso
con las bellas prendas de un gran monarca , Pio V ba
bia dicho en pleno consistorio al tiempo de proclamar
al nuevo prelado que merecia estar sentado en la cate
dra de san Pedro mas bien que el que actualmente la
ocupaba; y no reduciendose á un elogio igualmente ho
norífico á la memoria del autor que lisonjero al méri.
to de su objeto le nombra patriarca de Antioquía y dis.
pone darle un capelo. 10 qué dignidades! Pero io qué
obligaciones ! Viendose forzado á aceptarlas nuestro Juan
de Ribera y á mantenerse en ellos a pesar de su re
pugnancia , sin embargo de que apenas habia cumplido
treinta y cinco años , no se ve ni verá jamas deslumbra
do con el resplandor de sus empleos , ni fatigado con el
peso de sus encargos.
El talento de los talentos , dice gan Gregorio el Gran
de , el arte de las artes es saber gobernar las al
176 -
VIDA .
DULZURA .
-211
qué perplejidad , que conferencias sobre el nombre que
se babia de dar a la nueva imagen ! Y el Señor de la
majestad & qué haria al veros conmovidos todos por
una cosa que en su sabiduria ya habia determinado?
Os dejaba obrar , os dejaba discurrir por diversos ca -
minos, porque sabia al fin que habiais de convenir todos
en una misma sentencia , y que remitiendo a la suerte
la conformidad de vuestros sentimientos habiais de admi .
tir aquel nombre que a vosotros os pareciese casual ; pero
que el Señor habia decretado por una voluntad eterna
y benéfica. La misma cédula que sacada una vez pu
blicaba a Maria santisima Virgen de la Victoria , sa
lió dos y tres veces ; con cslo os manifestó el Señor su
voluntad , porque los favores que habia delerminado
concederos por su intercesion debian corresponder al
excelso nombre con que habiais de invocarla. Vosotros
lo sabcis , oyentes mios : bien sabe Aldaya los benefi
cios que ha recibido de la mano del Señor por el se
guro conducto de su madre de la Victoria . ¿ Contareis
en vuestras historias alguna ocasion en que habiendo
acudido a esta gran reina no os haya socorrido ? ¿ Po .
dreis citar una vez sola en que haya despreciado vues
tras voces y vuestras súplicos ? Acordaos del año 1726
en que vuestros campos se agostaban en la sequedad
mas horrible. Vuestros frutos iban á inutilizarse : vos
otros ibais á perecer ; pero clamasleis a la virgen de la
Victoria , y esa amorosa madre que quiso vivir entre
vosotros para vuestro consuelo , os miró como á sus hi .
jos , oyó vuestras voces e interponiendo su mediacion
con el omnipotente Dios hizo que lloviesen sobre vues.
tros campos las aguas de sus misericordias, aquellas
aguas de salud que fertilizaron vuestras tierras las hicie
ron reverdecer y las obligaron a daros abundantisimos
frulos en premio de vuestros sudores. Lu esterilidad hu
yó de vuestras casas : vuestros graneros rebosaban con la
abundancia ; y este favor y eslos beneficios įá quién los
debistcis ? Acordaos del excelso nombre de esa grau
reina y lo sabreis ; à la virgen de la Victoria , á esa
- 212 -
( 1 ) Epist. ad hebr. 2 .
T. 57 . 16
- 242
SEGUNDA PARTE .
(1 ) Tob . , cap . 4 , v . 9 .
les 309
en vuestros concilios tan estimados en todo el mundo
católico procurasteis la causa de los pobres. Visteis al
guna vez á un avariento roto , flaco , privandose aun de
su sustento , ocupado dia y noche para acrecentar sus
tesoros? Pues visteis tambien al gran padre de pobres
por repartirlos con un hábito y calzado roto o remenda
do por aquellas manos que como las de Moisés subian
al cielo y nunca bajaban , y por cuya imposicion se daba
el Espíritu Santo: le visteis regateando económico con
los artesanos , en seguida socorriendolos con largueza
como a pobres, sentarlos á su lado , darles la mano,
dejar la comida para socorrerlos : le visteis desterrar
de su mesa aun el alimento mas barato , revender por
caro un pescado de cuatro sueldos : le visteis sin ponti
fical ni oratorio , pues siempre celebró con prestado , y
Bi le reconvenian con la decencia , respondia con senci
llez: « que él era un pobre fraile , y como tal debia ves .
tir y comer : que ni Dios , ni el papa , ni el rey le en
cargaban tener colgaduras , coches oi ornamentos pre
ciosos, y si encarecidamente á los pobres :» le visteis
negar a Carlos V un socorro para fortificar a Ibiza , di
ciendole francamente : « que Dios no le habia encargado
su defensa y 'sí los pobres de Valencia : » le visteis
ocupado como el profeta en buscar al pobre y meneste
roso , no siendo tan sagaces los vergonzantes para ocul .
tar su miseria como sabia su caridad para encontrarlos
y remediarlos con generosidad : visteis aquellas manos
disipadoras como las del martir san Lorenzo de los
tesoros de la iglesia invertidos en acallar diariamente el
hambre de mas de quinientos pobres en su palacio y
mas de ocho mil solamente en Valencia , en dotar don
cellas, lactar expósitos , sustentar huérfanos, vestir des
nudos ; y le visteis por último en su agonía sin otro cui.
dado que el de morir sin un maravedí y como Jesucristo
en la cruz , sin cama , pues era prestada en la que espi
ró el gran padre de pobres ; epíteto el mas glorioso con
que hasta el fin de los siglos se le apellidará en toda la
haz de la tierra y que no podrá oirse sin enternecimien
- 310 -
to ; cuando aquellos nombres con que la vanidad honró
á sus beroes porque fueron unos verdugos de sus seme
jantes que desolaron la tierra inundandola de sangre,
desaparecerán ó no los oirá la posteridad sin susto y es
tremecimiento .
Y este pontifice que debia ser inmortal , si la in
mortalidad de concediera á las necesidades de la iglesia,
este Moisés que sacó á su pueblo del Egipto de la culpa,
iba de faltar á su rebaño? Ya el cielo le anuncia su cer
cano fin : ya le llama á recibir la recompensa tan debida
á sus limosnas y fatigas apostólicas ; y Tomas repite con
el profeta : « Me he alegrado con nueva tan venturosa,
iré á habitar por una eternidad la casa del Señor que ha
sido siempre el blanco de todas mis tareas.» A míse me
figura ver á su dichosa alma levantada sobre la luna y
el sol pisando las estrellas : me parece verla entrar
triunfante en el cielo , seguirla una gran turba de bien
aventurados que debieron su salvacion á su zelo y cari.
dad y mezclan sus voces con las de los ángeles para
celebrar sus triunfos y victorias , me parece oir al hijo
de Dios decirle: « Ven , siervo fiel; tuve hambre, me diste
de comer ; sed , me diste de beber ; estaba desnudo , me
vestiste , entra en el reino que te tengo preparado des
de la eternidad .» No es de esperar suceda asi á los que
viven en un profundo olvido de su salvacion : enlonces
el Dios ahora paciente y como insensible á nuestras in
jurias rugirá como leon y nos asustará : entonces aque
ila razon que ahora tratamos de apagar con nuestra vi
da criminal , se inflamará como candela que va á apagar
se , y difundirá en nuestro corazon centellas que nos
abrasen y consuman : entonces los endurecidos que en
salud robusta se burlaban de Dios y no temian el infier
no , se sobrecogerán del temor detestarán inutilmente
lo pasado , y tendrán un horror á lo futuro semejante,
dice el Crisóstomo , al de los espíritus infernales , que
es preludio y parte de su eterna condenacion .
Pero para que nunca cesase el fruto de sus afa
nes nos dejó sus escritos llenos de un espíritu entera -
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SEGUNDA PARTE.
T. 67. 23
INDICE
DE LOS SERMONES CONTENIDOS EN ESTE
TOMO QUINTO,
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