Colección de Sermones Panegíricos Orig

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952.9

4 — 2
241595
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE

5319393956

D2A597

2
SS
38 3

BIBLIOTECA RELIGIOSA:
POR

UNA SOCIEDAD DE LITER ATOS.

TOMO 57.
1

2
24597

COLCCIO

DE SERMONES

PANEGIRICOS ORIGINALES

COMPUESTOS 2

POR EL P. M. FR. VicenTE HERNANDEZ , DEL OR -


DEN DE PREDICADORES , Y EL DOCTOR D. José Vi (082 )
CENTE DURÁ , RELIGIOSO QUE FUE DEL MISMO , Y
CURA PÁRROCO DE SOLLANA ; ENTRE LOS CUALES
VAN INTERCALA DOS VARIOS DE OTROS ORADORES BS
DE NOTA , TAMBIEN ESPAÑOLES :

COMPRENDE

ademas de los sermones de algunos miste


rios del Señor y de la Virgen Santisima los
panegiricos de casi todos los principales
santos que se veneran en la iglesia uni
versal y en la de España , y unas cuantas
oraciones fúnebres .

TOMO V.

CON LICENCIA DEL ORDINARIO ,

MADRID : 1848.
Imprenta de D. José Felix Palacios , editor.
.
SEGUNDO SERMON DE SAN JOAQUIN .

(DEL P. FR . JOSÉ MUDARRA.)

Laudemus viros gloriosos in generatione


sua: qui de illis natisunt, reliquerunt no
men narrandi laudes eorum .
Alabemos á estos varones llenos de gloria ca
su generacion : los que nacieron de ellos do
jaron en la grandeza de su nombre el digoo
argumento para bacer sus alabanzas.
Eclesiast ., cap. 44 , v. 4 , 8.

Si el elogio que debo hacer en este dia , hubiera de ser


establecido sobre los mismos fundamentos que el que
se hace de los heroes del siglo , y necesitara aquellas
grandes cosas , ilustres acciones y ruidosos sucesos con
que se celebra en el mundo su memoria ; seguramente
me veria reducido a la dura necesidad de no tener que
decir, y debia empezar el panegirico con aquellas que
rellas tan frecuentes en boca de muchos oradores , cuan
do no hallan en la Escritura ni en las historias de la
iglesia acciones brillantes que llenen los sentidos , sa
tisfagan la soberbia humana y los lleven a formar con
facilidad las alabanzas. Pero no , hermanos , yo vengo
á hablaros de un santo , que para ser grande y presen
tarle a todas luces admirable no necesita de aquel bri
llante aparato de grandezas , riquezas y glorias con que
los grandes hombres del siglo se presentan en el teatro
del mundo. El generoso desprecio con que mira las rui
dosas y frívolas grandezas , su vida oculta , pobre , tris
te y obscura, la decadencia de su familia llena en otro
tiempo de bendiciones y gracias, su incomparable su
frimiento en medio de los mas ingratos acontecimien
tos y mas que todo los odmirables designios de Dios
sobre su grande alma y la gloriosa eleccion que de él
hizo la Providencia para cooperar a la generacion tem
poral de Jesucristo y darle parte en los misterios de su
-6

amor , le han hecho mas grande , famoso y admirable


que lo fueron los mayores heroes del mundo con todo
el aparato de su brillantez y todo el tren de sus rui
dosas grandezas. Nombremos ya á este ilustre santo á
pesar de los artificios de la relórica : el gran Joaquin ,
padre dignisimo de la dignisima madre de Dios , es aquel
hombre , que aunque algun tiempo humilde , oculto y
desconocido entre los hombres fue despues el mas glo
rioso de todos ellos . Semejante a aquellos planetas que
el Señor tiene cerrados en los tesoros de su providen
cia , y a aquella luz escondida entre sus manos hasta
que la hace comparecer y brillar cuando juzga conve
niente , se vió este hombre singolar como sepultado en
la obscuridad de una penosa y triste vida y en las tinie
blas de una decadencia que le confundia con los hom
bres mas pobres , humildes y vulgares , hasta que las
adorables providencias del Señor hicieron ver su empe
ño en la exaltacion de tan humilde hombre , y le ele
varon al mas alto grado de santidad , de mérito y de
gloria , eligiendole entre todos los mortales para padre
de aquella santisima Virgen , á quien habian de acla
mar bienaventurada todas las generaciones , destinada
en los eternos decretos á ser madre de aquel Mesias
suspirado , que habia de ser la salvacion del género
humano.
Pues ¿ qué razon tendria yo para lamentarme aho
ra de la esterilidad de mi asunto y querellarme del si
lencio de los evangelistas é historiadores , que nada nos
dicen de la condicion y singular mérito de este hombre
elegido? Ni ;qué necesidad de apelar á aquellas ideas
de grandeza , exterioridad y lucimiento que son fre
cuentemente el asunto de las alabanzas , cuando solo el
saber que el eterno Dios se complació en preparar por
su medio los caminos de Jesucristo , nos empeña á re
conocerle superior á todo elogio , y nos le presenta con
una excelencia , origen sublime y fecundo de mil glorias
capaces de apurar la elocuencia de los mas sabios ora
dores del mundo ? Andad pues por esta vez , ilustres
-7
memorias de acciones heroicas , ruidosos prodigios de
una virtud taumatúrga , andad por esta vez enbora
buena , que no os necesito para hacer las alabanzas de
un heroe , que por ser elegido entre todos los hombres
para padre de tal hija ha sido sublimado , sin que nadie
lo contradiga , á un orden muy superior a todos los de
mas santos , ennoblecido con singularidad de inauditos
privilegios , coronado de todas las bendiciones del cielo
y enriquecido con las gracias mas excelentes y sobera
nas. Si esto es asi como lo es , quejose quien quiera de
que ni las escrituras ni las historias ofrecen accion al
guna brillante y ruidosa sobre que fundar el elogio de
este gran santo ; que yo muy al contrario me quejaré
de la debilidad de mi elocuencia y de la cortedad de
mi ingenio , el cual nunca podrá llegar a comprender y
mucho menos á explicar unas glorias , excelencias y
prerogativas que por grandes y sublimes se pierden de
nuestra vista .
Ved pues , hermanos , á dónde se dirige mi pensa
miento , para hacer el elogio correspondiente á la mag.
nifica piedad que hoy consagra á este gran santo la pre
gente solemnidad. A la manera que un pintor que no
puede ni sabe delinear el espíritu de los santos del mo
do que sabe pintar la simetria y hermosura de sus rog
tros, los expone a nuestra vista poniendo a su lado el
privilegio singular de su vida é el principal instrumen
to de su martirio , y con estas señales que naturalmen
te inspiran las ideas correspondientes á su santidad nos
los hace conocer ; asi pienso yo hacer para daros un fiel
retrato de la preciosidad y hermosura de esta grande
alma. Pondré á su lado á vuestra vista y en su con
frontacion á Maria santisima su hija incomparable , y
esta sola quiero que os lleve con seguridad á concebir
una idea de su grandeza. Y exponiendo sin perder
tiempo mas claramente mi designio , debo aseguraros
desde luego que una hija tal pedia en su padre por un
cierto incontrastable derecho y con una ventaja muy
particular aquellas tres perfecciones que segun el dic
8
lamen de los santos padres se requieren para la exce
lencia de una obra , y mucho mas para la obra máxima
de la Encarnacion , á saber , la nobleza de la disposi
cion , la perfeccion de la forma y la recompensa á una
y otra correspondiente: y de aquí tomo yo la gran ra
zon para aseguraros que este excelso patriarca fue yo
heroe cumplidamente perfecto por las nobles disposi
ciones con que fue prevenido para ser padre de Maria,
porque efectivamente fue padre de Maria , y por la jus
ta recompensa que mereció por tan dichosa paleroidad.
Vea segun esto si se atreverá aon el crítico mos escru
puloso á reprobar la legitimidad de esta deduccion : lue
go Joaquin es el mejor padre del mundo. No discurramos
mas, hermanos ; poremonos aquí , y consagremosle este
elogio, que en tan pocas palabras comprende todo aquel
inmenso tesoro de gracias , virtudes , excelencias y pre
rogativas con que sobre todos los padres fue ennoble
cido por tan admirable dignidad . Cuán acreedor sea
este inclito patriarca á tan sublime alabanza , vosotros
lo juzgareis despues que hayais examinado las siguien
tes pruebas : oidlas. Ave , Maria.
Si segua las reglas de una recta filosofía por los
efectos podemos llegar al conocimiento de las causas y
aun hallar en Dios el peso y medida de sus obras ; yo
me prometo daros facilmente una idea de la excelente
perfeccion que le era debida á este ilustre patriarca , y
con que debia ser honrada la gloriosa paternidad á que
fue elegido desde la eteroidad . El autor supremo , Dios
grande é infinitamente perfecto , habiendo resuelto en
sus eternos decretos vestirse de la humana naturaleza ,
debia preparar una criatura que efectuase la generacion
de aquella gran mujer , en cuyo seno habia de obrar
este gran prodigio y verificar los amorosos designios de
su misericordia . Pues este Dios omnipotente, cuyas
obras son hechas con infinita sabiduría , ¿ qué hará para
engrandecer y glorificar aquella criatura privilegiada y
tan dichosa ? Seguramente para efectuar tan digna
preparacion tomará tal economia de la grandeza y no
-9
bleza terrena , que llegará á unir en este grande hom
bre lo mas noble , ilustre y esclarecido. Hará correr
anticipadamente su sangre por las venas de tantos pa
triarcas, reyes y profetas, para que llegue aquí mas
preciosa. Hara que todos aquellos pontifices santos,
sabios jueces , generosos capitanes , magnanimos con
quistadores que fueron la gloria y honor de la nacion
judaica , formen su ilustre ascendencia y preparen muy
de antemano la gloria de su nacimiento. Porque
¿quién entre los grandes del mundo no se valdria de
esta misma sabia economía para prevenir á su madre
un brillante origen? ¿Y podria faltar en Dios para glo
rificar el nacimiento de su augusta ' madre , teniendo un
poder infinito é infinitamente sabio? ¿No protestó al
tamente por Isaías tener un verdadero zelo de su glo
ria? Confesemos pues que debian tener y tuvieron efec
to los justos deseos de ilustrar y ennoblecer sobre toda
criatura á aquella mujer elegiữa que habia de ser
como el fundamento y origen de su gloria humana; y
que efectivamente unió en el padre de tan digna cria
tura toda la antigua gloria y grandeza de aquellos he.
roes famosos , tan ilustres por su nacimiento , tan gran
des por su nombre y tan beneméritos por su virtud .
Asi que , hermanos, si yo quisiera subir de una en otra
hasta las primeras edades del mundo , inquietor las
cenizas y sacar de los sepulcros á tan ilustres difuntos;
veriais con cuánta razon podia decir que todo aquel
inmenso esplendor de nobleza se reunió en esta santa
criatura , que aun por este solo motivo debe ser llama
do el mejor padre del mundo.
Pero hay , hermanos mios , mucho mas que admirar
en este mismo orden . Hablaron con mucha razon los que
dijeron que los hijos son unas fieles y verdaderas imá
genes de los padres. Se trasladan a los hijos los carac
teres del padre , de suerte que está demostrado por
medio de las mas sabias observaciones que no solamen
te las costumbres y enfermedades naturales , sino tam
bien las pasiones é inclinaciones del alma se veo de or
- 10

dinario copiadas fielmente en los hijos. Segun este


indubitable principio precisamente hemos de confesar
que habiendo Dios elegido á Maria para hacerla la cria
tura mas cabal y perfecta y un milagro que reuniese
aun en su cuerpo todas aquellas perfecciones humanas
que habia borrado el primer pecado', contrajo un cier
to género de obligacion de perfeccionar de tal modo á
su venturoso padre , que pudiesemos decir con toda
verdad que habia engendrado una hija semejante á sí.
Supuesta esta verdad comprended , si es que podeis,
hasta qué punto de nobleza y perfeccion llegaria esta
preparacion , de qué genio , de qué costumbres , de
que indole é inclinaciones seria dotado este noble pa .
dre , si habia de serlo de una hija que en costum
bres , genio , inclinaciones é indole fuese la mas per
fecta de todas las criaturas . No hay la menor difi
cultad en que Dios saque de un padre innoble y vulgar
una hija ilustre y dignisima ; pero tambien es cierto
que aunque su omnipotencia pueda producir los efectos
mas raros é improporcionados , dispone con jofinita sa
biduria todas las cosas humanas , respetando las órde
nes establecidas por su misma providencia , sin alterar
los medios señalados cuando estos sean capaces de con
tribuir á sus designios. Y el gran Joaquin ¿ no era ca
paz de recibir tanta nobleza de perfeccion que bastase
á ser padre de una hija cumplidamente perfecta ? Lo
dudará quien no sepa que las bellas dotes , admirables
costumbres y excelentisimas prendas de Maria en
gran parte y en cierta manera fueron heredadas de su
augusto padre.
Pero demos , hermanos , un paso mas adelante , y
de las dotes de la naturaleza pasemos á las de la gra
cia ; y aquí hallaremos nuevos motivos para exclamar
que Joaquin es el mejor padre del mundo. Esta obra
es demasiado grande para ser ennoblecida con el solo
aparato de las perfecciones humanas. No se trata aquí
(diré con el generoso sentimiento del mayor rey de Is
rael ) , no se trata a lui de formar una criatura que pre
-11

pare habitacion al hombre de la tierra ; el Dios del


cielo debe nacer de la hija de este padre. ¡ Cuán justo
pues y cuán decoroso era al mismo Dios prevenir á
esta grande alma con todas sus gracias y bendiciones !
¡ Cuán preciosos debieron ser los dones que derramo
sobre su espíritu ! No , elocuencia profana , a ti no se
ba concedido representar de un modo conveniente y
con las justas ponderaciones aquel cúmulo de precio
sidades y gracias que formaron en este hombre dicho
so la digna preparacion para aquella asombrosa digni
dad á que fue elegido. Ellas fueron el noble asunto de
la cristiana elocuencia de los mas grandes doctores de
la iglesia , que apuraron sus elogios para pintar con
magnificencia y decoro las perfecciones de un padre tan
santo. Los Epifanios, los Damascenos , los Gregorios y
otros muchos se valieron de los modos mas delicados ,
de la elocuencia mas viva , de las expresiones mas mag
níficas que se pueden idear , para elogiar con la subli
midad , honor y verdad conveniente á la religion la
santidad y perfeccion de tan admirable criatura . El
testimonio de estos debe de ser creido y antepuesto á
las vanas especulaciones de algunos, que no gobernando
sus pensamientos por las buenas reglas y olvidando los
fundamentos de la verdad le atribuyeron rarisimos
privilegios . No por eso será mayor la dignidad de este
ilustre padre , ni mas nobles las disposiciones con que
fue prevenido para serlo . Efectivamente no podemos
asegurar cuáles fueron positivamente los privilegios de
su prevencion : aunque acaso la ficcion misma no sabria
inventar gracias iguales a las que se le concedieron ; y
si aseguramos que los dones no fueron aquellos que con
poco fundamento le atribuyeron muchos , tambien de .
bemos decir que los exigia mayores la grandeza de su
dignidad.
Porque , hermanos mios , ésta es una de las obras ele
gidas de la mano omnipotente , que no pueden ser de
lineadas porque se elevan sobre las mas valientes pio
turas , a manera de aquellas piedras de rara preciosidad
- 12
y desmedida grandeza , que no pueden ser apreciadas
porque su valor es superior á todo precio. Confesemos
pues y publiquemos á la frente de toda la iglesia que
la gloria de su eleccion y la sublime dignidad que se le
reservaba , le hicieron acreedor á las gracias mas singu
lares , a los dones mas preciosos y á toda aquella per
feccion que no es facil hallar en otro hombre. Ved aquí
el grande argumento con que probó san Agustin la
grandeza y prerogativas que le eran debidas á Maria
santisima: Su carne , decia , habia de ser la carne de
Jesus. Estas tres palabras comprenden lanta gloria y
distincion , que la mas diestra elocuencia se esforzaria
en vano para demostrarla . Ellas manifiestan los glorio
sos trofeos levantados a la divina maternidad y todo
el origen de la incomparable perfeccion de la madre de
Dios. Yo pues , hermanos , os diré lo mismo para daros
á conocer las nobles ventajas con que Joaquin se elevó
sobre toda la gloria de los demas padres del mundo :
la carne de Joaquin ha de ser la carne de Maria : él
ha de engendror á la que será elegida de Dios para ma
dre de su unigénito. Ah , hermanos! iqué gloria es esta!
Y con qué magnificencia y maravilla debia ser preve
nido para ella !
Estas reflexiones que acabais de oir , me llevan á
tomar el asunto desde su mismo principio y á hablaros
con toda la claridad posible. Porque no es cierto que
aguel gran Dios que todo lo dispone con admirable sa
biduría , tiene en sí mismo una provida justicia con que
dispone sus criaturas á medida y proporcion de la
dignidad á que las elige? Los designios de su providen
cia siempre van sostenidos con la fuerza de su gracia.
De aquí es, decia sabiamente el doctor angélico, que
cualquiera que sea el honor á que destina al hombre,
le suministra todos los medios y toda la habilidad cor
respondiente para desempeñarle dignamente. Segun
este indubitable principio decidme ahora : ¿con qué
decencia hubiera desempeñado Joaquin el alto honor á
que era elegido, y con qué dignidad hubiera cumplido
-13
con tan augusto destino , si Dios no le hubiera magnio
camente dispuesto con toda la riqueza de sus dones?
En la antigua ley solamente los levitas elegidos del
Señor podian llevar el arca del testamento . En otro
cualquiera era un delito irremisible aun acercarse a
ella. Pero yo , hermanos , no acabo de admirarme al
considerar las augustas ceremonias y solemnes consa -
graciones con que debian purificarse para ejercer con
santidad y limpieza tan respetable ministerio. Era in
dispensablemente preciso que fuese perfecta y elegante
la simetria de su cuerpo , de suerte que la mas mínima
imperfeccion ó pública o secreta los declaraba incapaces
de tan santo empleo. Se les confiaba la regularidad, ino
cencia y santidad de las costumbres del pueblo: la mas
leve contravencion a la ley , cometida por log legos con
fiados á su direccion , era en ellos un delito grave , y á
ellos se pedia la mas rigurosa satisfaccion. ¡Qué abs .
tinencias ! ¡ Qué purificaciones ! Qué zelo ! ¡ Qué inte
gridad de vida ! ¡Qué inocencia de costumbres debian
tener! Y ¡ qué misteriosas preparaciones debian hacer
los que eran llamados a la hoora preciosisima de llevar
y tener en su custodia al arca santa del Señor ! Pues
mirad , hermanos , es indubitable segun san Pablo
que lodo esto sucedia en figura y era como un visible
modelo de los grandes ocullos misterios que despues se
habiao de cumplir en la ley de gracia. ¿No es pues
muy cierto que Maria santisima es la viva y verdadera
arca destinada para traer al mundo al redentor del
mundo? La santa iglesia por tal la reconoce , y este es
uno de los magníficos nombres con que ensalza su gran
deza: luego no podia su augusto padre engendrarla, le
varla consigo y tenerla tantos años en su custodia sin
ser dispuesto y prevenido con una santidad y pureza la
mas perfecta. ¿Qué proporcion hubiera habido entre el
ministro y el ministerio, si la gracia no hubiera purifi
cado á tan digno padre aun de las manchas mas ligeras,
y no le hubiera enriquecido con la preciosidad de sus
dones? ¿No hubiera sido indecentisimo á los designios/y
-14
gloria de Dios y á la sublime dignidad de este hombre
privilegiado no separar de su alma toda imperfeccion,
para que correspondiese con honor y decoro á tan no
ble destino ? Vosotros, hermanos , haced el juicio que
os parezca ; que yo , convencido por tan robustas ra
zones , no puedo dejar de conocer y decir que fue dis
puesto con una fé la mas viva, habiendo de ser padre
de una hija que con un milagro nunca visto habia de
juntar la fecundidad con la integridad , siendo á un mis
mo tiempo madre y virgen ; con una pureza la mas
admirable , habiendo de ser padre de una hija que se
ria llamada la bella flor de las gracias y la fragante
rosa de Jerico ; con una caridad la mas ardiente , ha
biendo de engendrar una hija á quien habia de con
sagrar toda la ternura y fineza de sus amores , y que
habia de ser adorada como madre del amor hermoso:
no nos cansemos , hermanos , y digamoslo de una vez,
con todo aquel magnífico adorno y brillante aparato de
virtudes , que llamó el rey profeta variedad de la hija
de Sion . Si yo por esto quisiera formar un retrato de la
santidad de nuestro heroe, no me baslaria buscar los colo
res en la excelencia y prerogativas de tantos hombres
famosos del antiguo y nuevo testamento : seria forzoso
que buscase en la hija el modelo de la grandeza del
padre , ó para no errarlo imitaria la conducta de aquel
sabio y célebre pintor que no alcanzando su habilidad
á delinear dignamente el rostro de un padre, le cubrió
con un velo y engañó con el arle la debilidad del arle.
A pesar de tan convincentes razones no puedo ni
debo omitir aquí una excelente reflexion que nos empe
na á conocer aun con mas claridad el rico caudal de
gracias con que el cielo debió disponer á este hombre
extraordinario á proporcion del grande oficio á que
fue predestinado. Era preciso que aquel gran Dios que
con admirable suavidad conduce á sus debidos fines aun
las empresas mas prodigiosas de su mano , condujese
tambien á Maria segun el uso , leyes y dependencias
humapas. Por mas que la eleccion hecha en tan noble
-15

criatura para madre de Dios la sublimase sobre la


gloria de todas las hijas y aun la declarase reina de su
mismo padre , era conforme al debido orden que algun
tiempo estuviese sujeta a su cuidado , direccion y cus
todia , y fuese como una pequeña estrella que poco á
poco creciera en su esplendor recibiendo las ilustracio
nes de este sol . ¿ Y podreis imaginaros ahora á Joaquin ,
elegido y elevado á un empleo de tanto honor , sin re
conocerle dignamente dispuesto con el mas rico caudal
de gracias , virtudes y excelencias ? ¿ No era muy justo
que fuese magoíficamente ennoblecido con toda la glo
ria de una sabiduría y virtud divina , babiendo de edu
car á una hija á quien la sabiduría y virtud de Dios
habian de elevar al último grado de la santidad ? Para
levantar enmedio del pueblo de Israel el famoso ta
bernáculo del testimonio como el propio lugar en
donde debia ser reconocida la infinita y excelsa majes
lad de Dios , juzgó conveniente el Señor elegir por su
propia mano el artífice , dotarle de su espírilu , ilenar
le de su sabiduría y de una maravillosa inteligencia en
todo género de obras ; ey no debia contraer este mismo
empeño , cuando trataba de elegir un padre, y para de
cirlo asi , un artifice que engendrase y educase á Ma
ria , predestinada desde la eternidad para nuevo y vivo
tabernáculo en donde habia de habitar corporalmente
toda la plenitud de la divinidad y aquella inmensa ma
jestad que no puede caber en la vasta dilatacion de los
cielos ? Los celestiales descubrimientos hechos á una
alma santa salen fiadores de esta verdad . Ellos nos
aseguran la plenitud de altisimas inteligencias que
este hombre felicisimo recibia en sus continuos éxtasis
y transportes para conocer y practicar cuanto de
santo y perfecto comprendia la ley , como que le eran
absolutamente necesarias para verificar las adorables
intenciones de Dios. Asi , hermanos , lo hemos de con
fesar 80 pena de disputar al Señor los órdenes de su
providencia y la infalibilidad de sus soberanas em
presas.
- 16
Digamos pues que destinado a la educacion de la
criatura mas santa debia ser el hombre mas santo , y
que él puso la semilla de aquellas virtudes que tanto
glorificaron la augusta condicion de la hija. De él reci
bió aquel espíritu de retiro y soledad , que segun el
testimonio de David la alejó del contagio y corrupcion
del mundo : de él recibió aquel humilde conocimiento
de sí misma , con que en medio de las mas allas pro
testaciones del cielo que la aseguraban de una digni
dad casi infinita , se reconocia indigna esclava del Se
ñor , y que le mereció las mas benignas atenciones del
Allisimo: él le inspiró aquel heroico é inviolable pac
to de virginidad , que fue , dice san Agustin , la gran
razon que la hizo fecunda de un hombre Dios : de él
recibió para decirlo de una vez todo aquello que por
grande y precioso la hizo objeto de maravilla y de amor
al cielo y a la tierra . Es verdad que la plenitud de gra
cia con que fue enriquecida desde el primer instante
de su vida , fue la obra maestra y el precioso prio
cipio de sus altisimas virtudes , cuyo valor y sustancia
no podian tener otro origen. Sin embargo no se le pue
de disputar á Joaquin la gloria de haber tenido la di
reccion de tan grande obra y haber promovido con la
dulce influencia de sus cuidados y sanlidad de sus ejem
plos el incremento de tan soberanas virtudes : porque
si una hermosa flor, por mas que sea parto de la fe
cuodidad de la tierra y no reconozca otro origen que
la virtud de la semilla, se puede llamar con toda ver
dad hija del cultivo , habilidad y economia del jar
dinero ; ¿ por qué no podré yo asegurar que aunque la
preciosidad y hermosura de la bella flor del campo y
fraganle azucena de los valles fuese obra de la omoi.
potente gracia , contribuyó mucho á su perfeccion y
belleza el cuidado , cultivo y aplicacion de tau santo
padre ?
1Gloria grande por cierto ! ¡Honor inefable ! ¡ In
comparable fortuoal Pero lo creereis ? No es esto aun
lo que mas nos descubre la rara perfeccion y mérito
-17
de Joaquin . Si fue tan grande por las magníticas pre
venciones con que le dispuso el cielo para ser padre de
Maria , precisamente ha de ser mayor por haber sido
efectivamente padre de Maria . Aquí se nøs presenlan
uuevas glorias dignas por sí solas del panegirico , como
que ellạs han dado á los padres de la iglesia el bello
asunto para los mas encarecidos elogios. La fecundidad
de este ilustre padre , asi como es la cosa mas impor
tante á la religion y mas preciosa á los hombres, es
tambien la mas gloriosa á tan digna criatura . Este es
el punto principal de su grandeza y el mejor trofeo de
su gloria , y una gloria que no se le comunicó á ningu
na otra criatura . Porque sea cuanto quisiereis admira
ble la fecundidad de un Eicana y de un Zacarias, quie
nes a pesar de una larga esterilidad dieron al mundo
unos hijos por todos respectos grandes , pero ¿cuándo fue
tan gloriosa como la fecundidad de Joaquio ? La inefa
ble grandeza de la prole que engendró , la asombrosa
digoidad de madre de Dios á la cual es destinada Ma
ria , dan un realce sublime á la fecundidad de este di
choso padre . Elcana fue verdaderamente feliz : el Señor
oyó sus votos , eojugó sus lágrimas y le concedió últi
mamente un hijo que fue un ilustre profeta admirado
del mundo , el apostol de los reyes , el juez , el árbitro
y el oráculo de todo Israel. La fecundidad de Zacarías
es famosa por los muchos prodigios que la glorificarop .
Un angel la anuncia al tiempo de los sacrificios: el hijo
que el cielo le concede es ilustrado del sol divino antes
de ver la luz del muudo : su nacimiento forma la pú
blica alegria :: los pueblos se regocijan al verle , y un
oráculo infalible le declara el mayor de todos los paci ,
dos. Sin embargo de todo esto las maravillas, vuelvo á
repetir , y la gloria de la fecundidad de Joaquio se ele
van hasta donde no pudo llegar la fecundidad , aunque
tan célebre , de aquellos insignes varones. Maria su
bella hija y dignisima madre de Dios , la mas perfecta
entre todas las madres y la maß admirable entre todas
las hijas , elevada con inauditos privilegios sobre lodas
T. 57.
18

ellas, eleva la gloria de este dichoso padre sobre la


gloria do todos los padres. Y ved en eslo mismo un
robustisimo argumento que nos convence de la rara
perfeccion de este excelentisimo padre. Aquellos escla
recidos padres de quien os acabo de hablar , sabemos
con qué riqueza de virtudes fueron adornados para ser
dignos de tener unos hijos que babian de ser grandes
á los ojos de Dios y de los hombres y reconocidos por
Jos mas ilustres entre todos los profetas: pero ¿qué com
paracion puede haber entre un profeta y aquella ele
gida mujer que era la reina de todos los profetas?
Sin embargo , hermanos , las maravillosas circuns
tancias de la fecundidad de Joaquin , el haber sido sin
gular , milagrosa , privilegiada y conducida por una
mano omnipotente , el haber tenido por fruto a una hi
ja tan admirable y tan grande, aunque es siu duda al
guna indicio seguro de su relevante y singularisima
santidad , no es mas que un principio , ó por decirlo
asi , un preliminar de la grande obra. Aquel cuerpo
santisimo , fruto de tan maravillosa fecundidad , debia
ser animado con una alma la mas bella y perfecta que
pudiese ' idear la infinita sabiduría de Dios. Segun este
justo empeño a que era llevado el Señor por la eterna
eleccion que habia hecho de Maria para madre suya,
entró segunda vez en consejo , repitió segun las noticias
de la venerable madre Maria de Jesus de Agreda aque
Has misteriosas palabras: Hagamosla á nuestra imagen
y semejanza : demoste una alma que reuva en sí lodos
los privilegios de la inocencia y de la gracia que perdió
infelizarente el primer hombre : sea ella sola el reparo
de la ruina , el crédito de la inocencia , el depósito de
la gracia , la nueva criatura que restablezca el honor
perdido de la antigua creacion : Faciamus ad imayınem
el similitudinem nostram . En virtud de estas omnipo
potentes palabras fue criada é jofundida en el tierne
cito cuerpo de Maria una alma colmada de todos los
dones y gracias convenientes å su futura dignidad , que
dando luu perfecla y graciosa , que Dios cou loda su
19
omnipotencia no pudo criar otra madre mas excelente.
Pues ahora , hermanos , decidme, si es que sois capaces
de comprenderlo , ¿cuál seria la hermosura y magnifi
cencia de esta grande obra? Esta es una reflexion que
insensiblemente nos introduce en un laberinto de don
de no es facil salir de otro modo que exclamando que
Joaquio es aquel monte de que habló Isaias , fundado
sobre la cima de los montes mas altos ; quiero decir
que Joaquin es aquel justo cuya santidad está fundada
sobre la santidad de todos los justos ; y Dios (dejadme
decirlo asi) , Dios no hubiera alendido dignamente al
honor de su grandeza , ni al justo decoro de su augusta
madre , si este ilustre padre no hubiese sido santificado
sobre todos los padres , de suerte que con la misma ver
dad que decimos que Maria es la mejor y mas perfecta
entre todas las hijas , dijesemos tambien que Joaquin es
el mejor y mas perfecto entre todos los padres. Sí , di
gamoslo sin temor y digamos tambien que tuvo mucba
razon para atribuirse aquella bella gloria que estaba
reservada para su augusta hija, y que toda la iglesia le
babia de consagrar como un digno tributo debido a la
singularidad de su excelencia : Ex hoc bealum me dicent
omnes generationes. Es verdad , alma nobilisima, por
estoʻte aclamarán bienaventurado todos los siglos y ge
neraciones ; por esto celebrará el mundo todo la gran
deza de tu mérito ; por esto el cielo y la tierra publi
carán tu felicidad ; por esto todos tendrán razon para
aplaudirte dichoso ; pues fuiste hallado digno de la in
comparable gloria de ser padre de una hija de una dig.
oidad casi infinita ; pero sus aplausos serán siempre in
feriores á los privilegios de tu fecundidad y á la gran
deza de tu mérito.
Y ahora ¿qué necesidad habrá de que yo os acuer
de todas las acciones santas de este heroe incompara
ble , ni busque en sus virtudes el testimonio de su san
tidad? Dispensadme os ruego de entrar en un empeño
que no podria cumplir atendida su invencible dificultad.
La Providencia , considerando el justo respeto que mere
- 20

cia la soberana paternidad á que le eligió entre todos


los hombres , le puso en la feliz y jó cuánto feliz ! ne .
cesidad de recibir mas gracia que la que ha recibido
cualquier otra criatura , except uando á su santisima
bija : y siendo cierto , como lo es , que la gracia es la
máquina maestra de donde nacen todas las virtudes,
yo os doy licencia para que le atribuyais las mas he
roicas , sublimes y perfectas, que seguramente no er
rareis , y aun añadiré yo que fueron mucho mas admi.
rables de lo que podeis imaginar ; y ved , hermanos , si
me engaño. Es una verdad constante que una cosa es
tanto mas perfecta cuanto mas se acerca al principio
de la perfeccion. De aquí infiere el gran Dionisio Areo
pagita que el angel siendo mas vecino a Dios que el
hombre recibe con mayor, plenitud sus perfecciones,
al modo que los planetas cuanto mas , próximos al sol ,
fuente de la luz , son otro taoto mas brillantes : por
consecuencia Maria santisima que fue la criatura mas
conjunta segun la carne á Jesucristo, fuente y principio
de la gracia , precisamente la habia de recibir mas
abundante que otra alguna criatura . Pero decidme aho
ra : ¿ cuál es la fuente de donde manó aquella sangre
que tan estrechamente unió á Maria con Jesus, y que
hizo , decia san Agustin , que de los dos fuese una mis
ma la carne? ¿No es el hombre feliz de quien os hablo?
¿ No se formó de su sustancia aquel virginal cuerpo
que fue el conducto para que su sangre llegase hasta
las venas mismas de Jesucristo ? Luego este hombre
dichoso logró una aproximacion la mas fotima á Jesu
cristo , principio inexhausto de la gracia : luego necesa -
riamente debió recibirla en toda su plenitud y parti.
cipar abundantisimamente sus efusiones. Los que en
tendeis de argumentos é ilaciones , negad si podeis la
eficacia y fuerza de esta reflexion.
Con todo no quiero que me creais sobre :mi pala
bra y modo de pensar. Uno de los mayores profetas. sale
fiador de esta verdad . El profela Isaías publicó muy de
antemano con una de sus liguras proféticas esta bella
-21
suerte de Jonquio : Nacerá , dice , una vara de la raiz
de Jésé , y de aquella vara ascenderá una flor: descan
sará sobre ella el espíritu del Señor, espíritu de sabi
duría y de inteligencia , espíritu de consejo y de forta
leza , espiritu de ciencia y de piedad. Esta raiz divina -
mente fecunda es Joaquin , la vara es Maria y.la flor
Jesus. El divino espíritu lleno de todas las virtudes des
cendió sobre la flor, esta la comunicó á la yara y la
vara á la raiz , a la manera puntualmente que uma dul
ce rociada del cielo , destilando sobre las flores , se in
sinúa por sus imperceptibles venas á la vara y de aquí
á las mas distantes raices. Ved pues segun esla ima
gen si tuve razon para decir que siendo Joaquin lan
intimamente conjunto á Jesucristo , principio de todas
las gracias , estaba en la dichosa necesidad de recibir
las todas.con admirable plenitud . Pues para qué que
reis , vuelvo a repetir , que indaguemos aquí una por
una 'las, santas acciones de su vida para formar el ar
gumento de su santidad , cuando su misma condicion
nos hace ver que vivia siempre con Dios y para Dios;
que por medio de continuos y dulcisimos éxtasis era
admitido a las confianzas mas familiares con Dios ; que
Dios vivia en él de una manera extraordinaria ; que era
continua en su noble alma la efusion de las divinas
bendiciones; que con nuevas gracias coronaba el Señor
su gracia hasta darle aquel cúmulo de dones que llama
la sanla escritura con el magoilico nombre de tesoro
desiderable ? Sin embargo , hermanos , no quiero que
salgais disgustados de mi presencia , y en pocas palabras
os diré con los santos padres que fue profundinimo en
la humildad , altisimo en la contemplacion , ardentisi
mo co la caridad , fervorosisimo en la oracion , rigidisi
mo en la penitencia , sufrido en las injurias, en las
tribulaciones pacientisimo , resignado y sometido a las
mas severas disposiciones de Dios ; pero con tanta ma
ravilla que no dudaré aseguraros que su heroica sumi
sion à la Providencia y su humillacion à la frente de
las desgracias fue principalmente la que le elevó al
22
alto mérito que le aseguró la mas soberana exaltacion.
Su fidelidad y justicia enmedio de la decadencia de su
antigua casa y de sus particulares infelicidades , su
constancia entre las pruebas de una afrentosa esterili
dad nos muestran de un modo maravilloso la magni
ficencia de su santidad y la singularidad de su mérito .
No es razon tocar de paso un punto que caracteri
za la grandeza de este heroe . Su resignacion en medio
de las pepas mas amargas es digna de toda nuestra
atencion , de las mas serias reflexiones y de las mas en
carecidas alabanzas. Porque ¿cuánto , hermanos , no po
demos decir de la suerte infeliz de este hombre pa
cientisimo , de su profunda sumision y de la gloria tan
justamente por ella merecida ? Vivia Joaquin en medio
de un pueblo , que ingrato , indocil y mal contento bajo
el dulce y honroso yugo de la dominacion del Señor
quedó en justo castigo sujeto a la mas tiránica y sober
bia servidumbre. Ya no se conocian en el aquellas ben
diciones , triunfos y respetos que bajo sus patriarcas,
reyes y pontifices le granjearon la admiracion y envi.
dia de todas las naciones. Sus delitos le dejaron envile
cido , abandonado , vilipendiado de los hombres y abor
recido de Dios. Todas las desgracias de esta infeliz na
cion cayeron de un golpe sobre la pobre tribu de Judá ,
que las sentia hasta el extremo. Su antigua superiori
dad sobre todas las tribus convertida en abatimiento , la
larga posesion del augusto trono de Israel perdida y
pasada á reyes usurpadores , la nobleza de tantos heroes
que ilustraron sus generaciones , reducida al olvido y al
desprecio , la uoion antigua de las brillantes familias
sostenidas con una perpetua alianza de potestad y de
gloria reducida a obscuras sombras de la pasada ele
vacion , el abatimiento de la real familia de David tan
brillante bajo de sus santos y esforzados principes
eran dignos motivos que le hacian sentir el peso de la
mano omnipotente y derramar lágrimas inconsolables.
Pero en medio de este desventurado pueblo y de esta
infeliz tribu adorad , hermanos , a Joaquia que respe
la con profunda sumision: la severidad de la Providen .
cia , que se hace superior por su constancia a loda la
adversidad de tan amarga fortuna , que se impone la
ley terrible , aunque necesaria , de sujetarse a los juicios
de Dios, que a pesar de tan espantoso cúmulo de des
gracias reconoce y adora su divina mano sin rebelarse
contra los decretos que le hacen sentir su enorme peso:
porque él , hermanos , mira con espíritu tranquilo á
Herodes extranjero é impío sobre el trono de sus mu
yores; sacrifica a Dios lleno de religion todas las gran
dezas de la tierra ; pasa gozoso sus dias en la obscuri.
dad de su estado y en el desprecio de la nacion , sia
despegar sus labios aun para aquellas inocentes que
jas que no son enemigas de una alma santa. Cotejad ;
hermanos , estos hechos con las promesas hechas á sus
padres por boca de los profetas , y vereis si es necesaria
una alma tan grande y una virtud tan heroica como la
suya para sostener la acerbidad de pruebas tan terri
bles y triunfar de las aflicciones de una situacion tan
infeliz. Seguramente debemos considerar esta sumision
como un prodigio y aun como impracticable no te
ner la santidad y virtud de Joaquin .
Sin embargo , hermanos , no es esta á mi parecer
la mayor prueba del heroismo de sumision de ese hom
bre incomparable. En medio de tan enormes desgraeias
se veia penetrado de otra pena que juntamente con el
dolor le llevaba la ignominia , cual era verse compren
dido en la maldicion de Dios fulminada en la antigua
ley contra los estériles. Qué motivo tan asombroso de
amargura la mas vehemente y dolorosa ! Olvidaria yo,
hermanos , tal vez ,lo que mas esperais de mí y lo que
og tengo prometido, si entre la miserable decadencia de
su nacion é irreparable ruina de su tribu , entre'sus
particulares aflicciones y desgracias no os le presentara
con una humillacion personal mas grande y amarga ,
que contribuye maravillosamente á acreditar la emi
nencia de su santidad y el heroismo de su virtud . Oid
pues y admiraog. La fecundidad en la antigua ley era
- 24 -
la mayor gloria de los hombres. Una numerosa poste
ridad era frecuentemente el premio de insignes'virtu
des. Esta fue la magnífica recompensa que se le dio'á
Abraham, y de este modo le cumplió el Señor sus pro
megas. Los misterios de su grandeza comienzan por la
maravillosa fecundidad de su amada Sara ; y este fue
tambien el origen de toda su gloria. Una numerosisima
posteridad le reconoce por padre : los patriarcas , los
profetas, los pontifices y los reyes de Israel nacen de
este ilustre tronco. El admirable Joaquin lleva sobre si
el oprobio de la infecundidad en el pacífico matrimouio
de veinte años; se veia oprimido del peso de la maldi
cion legal , que le hacia despreciable a todos los de su
nacion y privado del mayor beneficio que se podia con .
ceder à una tribu destinada a dar al mundo el deseado
de las naciones. Reconocia por otra parte haber llegado
el tiempo de tanta fortuna. El abatimiento general de
aquel pueblo, su ruina entera é irreparable , la salida
del cetro de la tribu de Judá trasladado á manos ex
trañas le hacian entender segun las terminantes pro
fecias que aquella era la época segura de la venida del
Mesias. Esta esperanza que era generalmente para los
judios el gran motivo de la mayor consolacion , cau
saba à Joaquin el mas amargo y vivo dolor. Bien
sabia que el Salvador de los hombres habia de salir de
su familia ; pero tampoco ignoraba que su esterilidad le
hacia absolutamente incapaz de contribuir á su naci
miento . En medio de una prueba lan terrible no espe
reis de él aquellas impacientes quejas tan frecuentes eu
los afligidos mundanos , que en vez de adorar en sus des
gracias los designios de Dios gritan y claman contra su
providencia sin buscar otro consuelo que las lágrimas,
la impaciencia y la desesperacion : vedle sí honrar al
Señor con una perfecta sumision , sostener los duros
golpes de su pesada mano con una larga y constante re
signacion que realza magníficamente el mérito de sus
virtudes.
¡ Cuánto-se engañaron, hermanos , los que nos pin
- 25 -

taron á este hombre resignado y pacifico , abandonado


á los últimos excesos del dolor , inconsolable en sus
desgracios, inquieto y agitado por la amargura de su
pena! Hicieron seguramente poco honor á su prodigio
sa sumision. Asi que yo no os le présentaré como le
presentaron algunos, afianzados en escritos que no tie
nen la autoridad de la verdad , oprimido y abatido del
dolor de aquel modo que lo son los mundanos en sus
adversidades . No os diré que arrojado con vilipendio
del templo por el sumo sacerdote al tiempo de ofrecer
Jos sacrificios se abandonó á los desiertos , en donde
errante por largo tiempo y llevando consigo la ignomi
nia se dolia inconsolable y lloraba sobre la afrenta de
verse públicamente despreciado : no os le representare
humillado bajo su pesada suerte y regando todo el dia
con sus lágrimas, la inculta soledad , suspirando en la
ausencia de su santa esposa , detestando su indecorosa
esterilidad , dando en el rostro al Señor con la fecund
didad aun de aquellas inocentes a vecillas que acompa
ñadas de sus hijuelos volaban por los airés. No, her- .
manos ; un falso Evangelio atribuido á Santiago , de
donde se tomaron tan inverosímiles noticias , no debe
empeñarnos ni á miá decir , ni á vosotros á creer lo que
no se puede afirmar sin el mas enorme agravio de
aquella heroica sumision á las disposiciones de Dios,
que fue entre todas sus virtudes la que mas acrediló la
magnificencia de su santidad . Os diré si fundado en
una tradicion respetable que postrado delante de su
Dios bendecia sus providencias ; incierto de su fortuna
conservaba siempre tranquilo y pacífico su corazon . La
esterilidad y sus consecuencias eran para él digno moti
vo de adorar los designios de Dios sobre su suerte. Sin
envidiar la gloria que se habian adquirido los demas
con su fecundidad , vivia contento con su indecorosa
desgracia esperando que aquel gran Dios que habia
hecho ton magníficas promesas á sus padres consolaria
sus deseos ; pero resignada su voluntad en todo oconto
cimiento a la voluntad de su Criador y sometido siem
-26
pre á la severidad de sus decretos. Mas conlenlo en la
bajeza de su suerte que los grandes del mundo en la
elevacion de sus honras hace á Dios un agradable sa
crificio de sí mismo. Desgracias de la nacion judaica,
oprobios de la esterilidad , desprecios de sus conciuda
danos , derechos de nacimiento, gloriasde la fecundidad ,
todo sin reserva lo sacrifica a la voluntad de su Dios.
Yo no me maravillo , hermanos , de oir á los santos pa
dres levantar la voz y consagrar llenos de adıniracion
los mas preciosos elogios á la sumision de este hombre
pacientisimo: era grande, profunda, respetuosa y he
roica y digna por lo mismo de las mas sublimes ala
baazas.
Si tales fueron sus virtudes , juzgad por ellas cuán
rico tesoro de gracias se le debió comunicar y cuán
digna la recompensa que se le debia conceder por una
paternidad tan gloriosa y tan gantamente desempeñada.
Ya es hora que lleguemos á la última reflexion y vol
vamos aquella dignisima hija que demasiado pronto ha
biamos perdido de nuestra vista. Considerad pues , her
manos , las obligaciones que habia contraido con su
santisimo padre , y el empeño en que estaba de desem .
peñarlas del modo mas noble y generoso ; que laego os
vereis en la necesidad de conocer que él es honrado y
recompeosado con tales dones y gracias cuales nunca
llegará á alcanzar nuestra comprension. El fue en cier
to modo espiritualizado de los divinos afectos de suavi
dad y dulzura que la admirable hija le inspiraba. Por
que si esta fue árbitro soberano de todas las gra
cias y podia comenicarlas libremente a quien fuese de
su gusto ; ¿no las habrá comunicado sin la menor re
serva á su dignisimo padre , que despues de Dios era el
primer objeto de su finisimo amor ? | Ahl hermanos, si
me fuera permitido exponer dignamente el número,
orden y excelencia de sus soberanas participaciones:
cuánto os admirariais al ver la grandeza y riqueza de
este hombre santisimo ! Aquella elegida prole, semejan
te á la aurora que se levanta para ocupar de instante en
- 27

instante sitio mas sublime y resplandecer con claridad


mas brillante , crecia á proporcion del tiempo en gra
cia y perfeccion delante de Dios y de los hombres ; y si
es cierto que su gratitud , su obligacion y su amor no
la permitian crecer sin hacer participante de sus nue
vas gracias a su amado padre , era preciso que no hu
biese momento que no estuviese señalado con nueva
recompensa. Calculad pues ahora á que suma ascende
rian en el curso de tantos años las gracias y dones que
enriquecieron a esta alma nobilisima . Pero no , espe
rad , que hay mucho mas que admirar en esto mismo.
Si este padre feliz empleó tanto tiempo sus amorosas
solicitudes en el gobierno , cuidado y educacion de Ma
ria ; si vivió y se familiarizó con ella ; si la trató , ins
truyó y consagró al templo ; si murió dulcemente en
tre sus brazos; i que efusion tan inefable de dulzuras
inundaria su noble espíritu ! Esta es , hermanos , una
gloria que ni yo la puedo referir , ni vosotros oir sin
conmocion y ternura . ¡ Tratar familiarmente con Maria !
¡Vivir juntamente con Maria ! ¡ Morir en los brazos de
Marial | vida inefable ! , 0 muerte dichosa ! 10 padre
incomparable! Por grande que sea vuestra comprension ,
os contentareis con descubrir aquí algun poco solamen
te de todo aquello que de divino , magnífico y sobera
no ofrece tan alta fortuna . Su preciosidad y grandeza
se eleva sobre las mas altas ideas. Considerad por una
parte quién es Maria y qué empeños habia contraido de
honrar y glorificar a su dignisimo padre , por otra el
amor y generosidad con que satisfizo esta deuda del
modo conveniente a su misma grandeza y á los dere
chos del padre ; y conocereis cuán llena de gracia fue
la vida de Joaquin y cuán preciosa su muerte en la pre
sencia del Señor.
Y pues ya empieza a subir la aurora , sigamos el
tránsito de esta graode alma y adoremosla en el trono
de su gloria : pero qué glorial No hay , hermanos , ne..
cesidad de que consultemos aquí las celestiales visiones
que descubren a Joaquio coronado con una diadema
- 28 -
tan brillante y colocado en un solio tan eminente, que
en el coro de los santos solo tiene por superior á sli
augustisima hija. Si es cierto , como lo es , que Joaquin
por la excelencia de su dignidad , por la abundancia de
81. gracia y por la nobleza de sus virtudes contrajo un
mérito inferior solamente al de Maria ; era preciso que
la justicia del supremo remuneradori le recompensase
con una gloria en la cual solamente Maria le fuese su
perior. Pero entended , dichosos devotos , entended para
consuelo de vuestras esperanzas que este excelso padre
en medio de tanta elevación de gloria conserva la mis
ma estimacion y confianza con la reina su hija ; sverle
verdaderamente feliz que debe redoblar su recompen
sa y unir a aquella exaltacion que le ha elevado sobre
Todos los santos , una absoluta autoridad para socorrer á
los mortales. Yo , hermanos , me le imagino delante de
Dios como otro Mardoqueo delante del rey Asiero,
exaltado no solamente por la importancia y fineza de
sus servicios al reino , sino tambien por el amor que la
reina Estér manifestó tenerle. La fidelidad у conducta
de Mardoqueo le merecieron sin duda distinguidos pre
mios ; pero no fue esta toda la razon de su engrandeci
miento. Cuando el rey Assero le reconoció por padre
de la hermosa Estér , que ya era árbitro de sus le
soros , de su gracia y de todo su corazon , no observó le
yes ni medidas para honrarle. Dejó en sus manos todo
su poder , le hizo dueño de su voluntad y le admitió á
la misma estimacion y confianza con que trataba á sig
bella hija. Pues dejará de suceder esto mismo en el
cielo para glorificar al digno padre de la reina de los
cielos? ¿ Dejará Dios de conocer los respetos , la con
fianza y el amor de Maria á su dichoso padre ? ¿Y po
drá conocerlo sin honrarle con una franca donacion de
aquella autoridad suprema que concedió a la santisima
Virgen ? Pida pues enhorabuena, pida Joaquin aunque
sea como Mardoqueo la salvacion de una nacion entera ,
que en sus manos tiene la autoridad para pedirla y la
complacencia de Dios para conseguirla . En vano segun
29

esto me detendria yo en referir aquí menudamente los


innumerables prodigios con que en todo lugar y tiem .
po ha acreditado este poderoso abogado su benigno pas
irocinio a favor del cristianismo. Bastará deciros que
halló lanta gracia en los ojos de Dios, que a su arbitrio
dispone de su omnipotencia ; y seria el mayor milagro
que en fuerza de este poder admirable no le fuesen fa
miliares los milagros cuando los pide nuestra necesidad
y los merece nuestra devocioo .
Los que aspirois pues á los favores de este gran
santo , empeñadle con vuestra devocion ; pero no o8 en
gañeis. No creais que esta consiste en consagrarle
pomposos aparatos y cstériles demostraciones del culto .
La verdadera devocion á 108 santos es inseparable de
la imitacion de sus virtudes. Y qué excelente modelo
hailais aquí para copiar en vuestras almas las santas
virtudes ! Vosotros especialmente , padres cristianos ,
formad vuestra conducta sobre el ejemplar que se og
ha mostrado en la educacion de vuestros hijos. Apren
ded de él el cuidado , solicitud , instrucciones y santos
ejemplos con que debeis santificarlos. Pero jahl jcuán
to dista la divina educacion de este padre sontisimo de
la que dan a sus hijos los padres muudanos ! Su cuida .
do en acrecentar la piedad de su augusta hija y ali
mentarla con sanlos ejemplos cuánto dista del funesto
silencio sobre las importantes máximas de la salvacion
y de aquella inicua franqueza con que exponen a la
observacion de los hijos los mas perniciosos ejemplos
de libertinaje y depravacion ! La generosa piedad con
que conduce á Maria á los pies de los altares para cona
sagrarla al Señor , ¡ cuán lejos está de aquella triste
prudencia que consagra al santuario las víctimas des
preciadas del mundo , y de aquella mundana ternura
que destina al mundo las que debian ser consagradas
à solo Dios ! Sufrid , hermanos , en paz esta breve y
justa declamacion contra el abandono de una de las
mas sagradas obligaciones del cristianismo. Es aquí muy
oportuna y me la inspira sin libertad la horrible opo
-30
sicion de la conducta santa que habeis admirado en ese
padre feliz en la educacion de su dignisima hija , á la
que frecuentemente se observa en los padres del mun
do. Seguramente habria mas hijos santos si no hubiera
tanlos padres inicuos. La educacion es sin disputa uno
de los principales motivos de la corrupcion general de
las costumbres. Ordinariamente no tienen los hijos otros
maestros de los vicios que sus propios padres, cuyas ac
ciones observan con atencion para practicarlas despues
con exactitud. Las operaciones de un padre son mira
das mas como ley que como ejemplo , y el mismo res
peto que le deben los induce insuperablemente à la
imitacion de sus inicuos procedimientos.
Tuvo Tertuliano mucha razon para decir que la
conducta de los padres tiene la eficacia de uoa profe
cía prophetiæ efficaciam . ¿Quereis una profecia de la
vida de vuestros hijos? Pues mirad vuestra conducta
con ellos , y en ella como en un libro profético podeis
leer la historia de vuestra posteridad. ¿ Sois un padre
libertino , soberbio , vengativo ? Pues dccid que tales
serán tambien vuestros hijos. Vuestras iniquidades que
darán vioculadas en vuestros herederos , que se creerán
llamados por derecho de testamento a la corrupcion
misma de costumbres : y estos son aquellos que llama
la santa escritura incrementa et alumni hominum
peccatorum , frutos de hombres pecadores que partici
pan la corrupcion del tronco y crecen inficionados como
la raiz de donde nacieron. Ni auo los gentiles dudaron
de la gran influencia de la probidad de los padres en
sus hijos, y gobernados por este conocimieoto se intro
dujo entre los romanos la prudentisima costumbre de
joformarse con exactitud para elegir esposo del buen
nombre y honrado procedimiento de los padres , y or
dinariamente no exigian del hombre otra dote que la
reputacion y buena fama de sus progenitores. ¿Qué os
parece? Si en nuestros dias se introdujera tan sabia
costumbre , ¡ cuántas quedarian sin dote y precisadas á
llorar como la hija de Jepté lágrimas inconsolables!
- 31

Porque ya se acabó aquel tiempo en que decian los hi


jos con san Pablo : Paires carnis nostre eruditores ha
buimus. Qué bello espectáculo ver á un padre hebreo,
que atento al gran precepto de Dios de instruir á sus
hijos en su santa ley se presentaba ante su amada
prole , y declaraba como otro Moisés á aquel pequeño
pueblo que le rodeaba , las órdenes del Señor , ó como
otro David les contaba las maravillas de su omnipo
tente mano a favor de su querido Israel ! Entonces se
oian los tiernos clamores de los hijos, que llenos de un
Sonto amor á un Dios bienhechor se decian unos á
otros : Palres nostri narraverunt nobis et dixerunt: Ex
Ægypto eduxit nos Dominus. Y ahora ? ¿En dóude ha
Naremos un padre que quiera quitar una hora á sus
libertades para enseñar a sus hijos las verdades de
nuestra religion , informarlos de sus adorables miste
rios é inspirarles el conocimiento de Dios? Podrán de
cir muchos lo que aquel infeliz que se lamentaba de
que la primera noticia que tuvo de Dios, fue cuando
ogó a sus padres blasfemar su santo nombre. ; Terri
ble prueba del criminal descuido de los padres mon
danos ! Pero olvidadla , 08 ruego , para siempre ; y yo
casi estoy arrepentido de haber lo dicho. El honor del
nombre cristiano nos precisa á ocultar aun á nosotros
mismos ciertos delitos que descubren demasiado nues
tra ignominia. Lo dejo , hermanos , y no hoblemos mas
de un asunto capaz de irritar el zelo mas frio .
Padres cristianos , formaos , vuelvo á repetir , sobre
el modelo de este grau santo cuyas virtudes acabais de
oir . Imitad los bellos ejemplos que os ofrece , copiod la
santidad y pureza de sus costumbres , emulad su zelo,
solicitud y aplicacion al desempeño de las obligaciones
que el Señor le impuso , y no dudeis que prevenidos de
este modo o8 será muy facil imitarle tambien en el
amor y exactilud con que debeis atender a la instruc
cion , santificacion y salvacion de vuestros hijos. Dios
os los ha dado para que hagais de ellos otros tantos
predestinados. Este gran padre , padre dignisimo, san
- 32_
tisimo y elmejor del mundo , os facilitará -los auxilios
que necesitais; y desempeñando con su favor tan -santa
y precisa obligacion hallareis en él un protector be
nigno y magnifico , que ' alcanzará para vosotros y para
Voestros hijos felicidades, bendiciones , abundancias,
prosperidades , gracias y últimamente la corona de to :
das ellas , que es la eterna gloria . Amen ...

SERMON DE SANTA JUANA FRANCISCA FREMIOT.


Sectamini charitatem ,
Buscad ardientemente la caridad .
S. Poul. I ad eor. , c. 14 , V.fi
1

Amados en el Señor , una sola ciencia se aprende


sin estudiar; y esta ciencia es el amor : el amor es la
única ciencia en la que nace el hombre perfectamente
instruido ; todas las demas cosas es preciso que las
aprenda poco a poco : tanto lo mas util como lo mas
necesario , lo mas elevado como lo mas sencillo , el
abrigo , la conservacion , el mantenimiento , todo eslo
y otras mil cosas requieren algun aprendizaje ó no se
Ilega á conseguir su inteligencia sino por grados y por
un largo ejercicio. Nuestro mismo entendimiento , aun
que naturalmente pensativo , necesita de un maestro
que le enseñe el arte de pensar bien , y de una cierta
edad para aprovecharse de las lecciones que le sumi
nistran : solo el corazon sin instruccion alguna , sin arle
y sin estudio hace sus funciones, sabe perfectamente
su oficio y es mas sabio en el que todos los maestros
juntos : nuestra alma , esa sustancia espiritual, inma
terial é incorporea , que salió racional de las manos del
mismo Dios , espera que pasen para el uso de 80. razon
muchos años sia esperar un solo momento el ejercicio
del corazon : esta misma inteligencia ama desde luego y
descubre su amor con la alegria , con las caricias , con
las risas , con los llantos , con los suspiros , con las lá
- 33
grimas , síntomas que se manifiestan en la mas tierna
infancia , como en la mas avanzada edad : y ¿ por qué
asi , Dios mio , sino para facilitar al hombre la obser
vancia del primero y principal de todos vuestros man
damientos , para decirle al oido del corazon desde el
primer instante de su vida : Oye , Israel , amarás al
Señor tu Dios ?
Examinad con cuidado y meditad bien , amados
mios , el sentido de estas preciosas palabras : Amarás
al Señor tu Dios ; y convendreis gustosos en que lejos
de hacer violencia á muestras joclinaciones , ni de con.
trarestar la tierna delicadeza de nuestro corazon
Dios le maneja con una condescendencia dulcisima , li
sonjea sus deseos los mas naturales y sencillos , y le
prende por decirlo asi por su pasion dominante: el
corazon está hecho para amar , asi como la memoria
para acordarse y el entendimiento para pensar : el
amor es su centro , su inclinacion , su desca080 , 80
funcion principal : él se conduce naturalmente y sin
siolencia para amar ; podria justamente querellarse si
Be le prohibiera el amor, y diria con razon que le era
absolutamente imposible el cumplir este precepto , 6
seria preciso despojarle de su sensibilidad que parece
es su misma naturaleza , cuanto mas su atractivo y su
inclinacion . Es absolutamente necesario , dice el padre
sao Agustin , que el corazon amealguna cosa ; do amar
es no vivir , porque el amor es la vida del corazon ; y
privarle de amar á Dios seria cerrarle la fuente de las
mayores delicias. Y quién lo experimentó mejor que
este ilustre penitente ? ¡ Misericordia de mi Dios ! ex
clamaba en los éxtasis de su ternura , ¡ cuán admirable
sois en imponerme un precepto de aquello mismo que
puede ocasionarme el placer mas inocente y delicioso,
el reposo mas agradable y tranquilo y la felicidad mas
cierta para el tiempo y para la eternidad . Y qué fru
tos tan admirables no producirá este amor dulcisimo
que tan suavemente lisonjea las tiernas inclinaciones
del corazon ? Catorce años enteros de una asperisima
T. 57 . 3
- 34 -
servidumbre parecieron pocos dias á Jacob por la in
clinacion amorosa que tenia á la agraciada Raquel;
pues ¿ qué efectos tan maravillosos no producirá el
amor cuando se inclina al objeto mas digno, al mas
amable , al mayor , al mas perfecto de todos los objetos
que es Dios ?
Este amor , dice el devoto Tomas de Kempis , es
vivo, tierno , paciente , generoso , constante, magnani
mo , aleotado , intrépido : se olvida de todo por no pen
sar mas que en los intereses de su amado : nada hay
para él ni molesto ni penoso ; por mas pesada que sea
la carga que lleva , le parece todavia muy ligera ; el que
está herido de este amor , padece, pero padece con gus
to á ejemplo de su amado, por mano de su amado, con
el amado y por complacer al amado. Mas ¿ qué digo
padece ? No hay tal', dice el padre san Agustin , el que
ama no padece , y lo que hay dificil en los preceptos es
nada para quien ama. Mas él padece , dirá el amor
propio ; enhorabuena padece ; pero quiere padecer, por
que quiere cuanto desea un amable dueño , que se ha
hecho señor absoluto de todas las potencias del alma;
y entonces como lo nota Salviano , po padece ya , por
que no padece sino lo que quiere , y lo que verdadera -
mente se quiere jamas ha sido padecer. Las enfermeda
des , las vigilias , las oraciones, las mortificaciones , los
ayunos, el silencio no son cargas ni trabajos para los
que los desean y solicitan con ansia , sino únicamente
para aquellos que los resisten , que los repugoan , que
no los quieren : non sunt onera tolerantibus, sed tolera
re nollentibus: y como nada hay lan dulce que no ven
ga á servir de trabajo á quien lo recibe con repug
nancia, asi no hay trabajo que no esté lleno de dulzu
ra para quien le abraza con toda su voluntad; y esto es
ser verdaderamente feliz , dice el mismo Salviano , te..
ner todo cuanto quiere y no querer sino lo que puede
desear lícitamente: aun las lágrimas que derrama por
sus culpas , le son dulces , le son deliciosas. ¡ Qué con
solacion no experimenta en la contricion mas viva , en
-35

los mas amargos pesares , en los continuos gemidos , en


Jos profundos deliquios de un corazon que le parece
debe abrirse y destrozarse en cada momento para cor
rer en pos de aquel mismo que le ha herido con el dul
cisimo dardo de su soberano amor ! ¿Cuál es la natura
leza de estas lágrimas que nacen de un fondo inmenso
de afliccion y que hacen no obstante correr rios de
dulzura en lo mas interior del alma ? Ellas son mas
agradables que las risas mas halagüeñas , dice el padre
san Juan Crisóstomo ; quovis risu jucundiores: de aquí
es que la vida penitente de estas almas es grato alimen
lo con que sustentan el fuego amable que las consume,
y deliciosos refrigerios con que templan los ardores que
las devoran y abrasan : las amarguras , las asperezas,
las austeridades son materia de sus complacencias y su
única satisfaccion en esta vida : no desean otra cosa que
inmolarse mas y mas en obsequio de su Dios crucifica
do á quien aman de todas veras , y se tienen por muy
dichosas en caminar con él por entre abrojos y espinas.
Si , decia el pacientisimo Job penetrado de estos ge
nerosos sentimientos , que mi Dios agrave su brazo po
deroso levantado contra mí , que me hiera, que re
doble sus golpes, que me consuma , que me abrase; no
me opondre a las órdenes de su infinita bondad , y
siempre esperaré en él y le amaré hasta el último sus
piro : mi consuelo todo será que me purifique en el cri
sol de los dolores , que consuma toda la escoria de mi
alma y que me sacrifique enteramente a su adorable
voluntad : esta es la única gracia que le pido : quis det
ut affligens me dolore non parcat ? Qué cosas estas tan
iointeligibles para la carne y la sangrel Estos admirables
sentimientos , estas santas disposiciones les parecen una
paradoja á los pecadores : 110 me pasmo , dice el padre
san Agustin ; corazones helados ignoran tales misterios:
Si frigido loquor , nescit quod loquor.
No los ignoraba la mujer fuerte del siglo XVII , la
hija predilecta del espíritu del gran prelado de Gine
bra , la piedra fundamental del precioso orden de la
- 36 -

Visitacion , su fundadora y su madre y madre digna de


tantas hijas admirables , la incomparable baronesa de
Chantal Juana Francisca Fremiot. Abrasada en las in
teriores llamas del amor divino , sabia perfectamente
sus indecibles secretos y misterios : sus pensamientos se
' nivelaban por la norma de este castisimo amor : 8u8 ac
ciones se arreglaban por la pauta de este preciosisimo
amor : sus palabras se formaban por la regla de este
dulcisimo amor : sus deseos eran segun este amor : sus
ansias eran por este amor : sus suspiros , sus lágrimas,
8u8 sollozos eran para este amor : amor fue su vida ,
amor su muerte , toda su conducta fue amor. Esto es lo
que he pensado deciros en este dia , venerables religio .
sas , dignas hijas de tan buena madre , inocentes niñas,
educadas a la sombra de su caridad , amados herma
nos mios , devotos de esta gran santa . Juava Fran
cisca Fremiot busca ardientemente la caridad , como
xios lo dice a todos san Pablo en la primera carta a los
de Corinto: sectamini charitatem , y la halló y la abig
mó en su pecho , y la colocó en su corazon, y se abrasó
en su divino fuego; mas breve , santa Juana Francisca
Fremiot fue heroina del amor de Dios : seclamini chari.
tatem . Este es el objeto de mi discurso y de vuestra
cristiana alencion en este rato : para desempeñarle dig
namente , satisfacer vuestros deseos y llenar vuestras
esperanzas era necesario compareciese hoy en este sa
grado púlpito un san Francisco de Sales : solo el ana
coreta de Belen es capaz de decirnos quién fue santa
Paula , y solo el angel de Saboya puede informarnos
quién fue santa Juana Francisca . Francisco solo po
dia pintar al natural una imagen suya , pues vió las
admirables virtudes del original: el formaria un re
trato tan hermoso de esta su hija predilecta , que arre
bataria vuestros corazones, ganaria vuestros afectos
y encantaria vuestros ojos. ¡ Dichosos vosotros si mere
cieseis oirle , y dichoso yo si ese soberano Señor sacra
mentado se digna de comunicarme el espíritu de que
llenó el corazon de su dulcisimo sier vo ! Os lo suplicamos,
- 37 -
Dios mio , con humildad por la poderosa intercesion de
Maria santisima , madre vuestra y nuestra madre , á
quien llenos de ternura y de filial reverencia saluda
mos : Ave , Maria .
El verdadero amor es extático : quiere decir que
hace morir á sí misma la persona que ama , para no de
jarla vivir sino en la persona amoda. Ved lo que el
grande apostol san Pablo queria significar á los gála
tas cuando les decia que no era ya él quien vivia , sino
Jesucristo quien vivia en él : ved lo que daba á enten
der a los colosenses cuando les declaraba que estaban
muertos y que su vida estaba para en adelante oculta
en Dios con Jesucristo : esta muerte interior es la par
ticipacion de la cruz del Salvador , 'del mismo modo que
esla nueva vida es la participacion de su gloria : Par
ticipes in tribulatione et regno. Ved cuál fue el amor
de santa Juana Francisca Fremiot : amor como el de la
esposa de los Cantares , tan fuerte como la muerte , a
quien nadie resiste ; ardiente como el infierno , que es
capaz de devorarlo todo ; insaciable como el fuego que
nunca dice basla , á quien todas las aguas de la tribula
cion no pudieron a pagar , que triunfó del mismo cora
zon del Omnipotente , que se elevó sobre todo , que so
brepujó á todas las cosas. Es la materia de este dia :
santa Juana Francisca Fremiot fue heroina del amor
de Dios : Sectamini charitatem .
Desde que apareció el uso de la razon en esta feliz
criatura que nació el año de 1573 en Dijon , capital del
ducado de Borgoña , hasta su dichoso tránsito en su
monasterio de Moulins en el de 1641 , todos sus por
lentosos pasos fueron los de una heroina cristiana , y el
cielo miraba con complacencia aquel corazos abrasado
en el amor de su Dios en los diversos estados de su vi
da virginal, conyugal , vidual y religiosa . Desde niña
emulando los nobles y generosos ejemplos del infantito
Samuel renuncia los entretenimientos propios de la
sencillez de los niños , acude ya como aquel á la ora
cion , buscando su reposo y su descanso y hallando su
38
diversion y sus delicias a los pies del arca santa . Es ver
dad que no tuvo la desgracia de ver adorar en la casa
de su padre los ídolos de Baal , como Raquel en la de
Laban : vigilante sobre su educacion como Tobías el
ilustre Benito Fremiot cuida prontamente de ing
truirla en el conocimiento y santo temor del Altisimo,
la desvia del comun contagio , cierra la puerta a las
venenosas sierpes de los vicios , planta lag virtudes en
el campo puro y limpio de su tiernecito corazón , y do
cil este a las dulces insinuaciones de la gracia se pres
ta gustoso á sus impresiones, admite generoso sus in
fluencias, ejecuta activo sus preceptos , atiende vigi
lante á sus lecciones , se deja prender de su deliciosisi -"
mo fuego que es el del amor de Dios, y adornada de
virtudes preciosisimas entra en los peligrosos años de
la juventud , peligrosos porque entonces empiezan á
tomar cuerpo las pasiones , peligrosos porque entonces
se tiene poca ó ninguna cautela contra sus asaltos , pe
ligrosos porque entonces se le deja con demasiada li
bertad al corazon , peligrosos porque entonces no se ve
en el mundo sino un confuso laberinto por cuyas intrin
cadas calles se pierde á cada paso la moral , la modes
tia , el recato y el pudor , peligrosos ..... Pero ¿ qué in
tento deciros ? ¿ que Juana Francisca desprecia sus sen
timientos , pisa sus resoluciones , se olvida de sus pro
pósitos? La heroina del amor de Dios no cae en seme
jantes flaquezas : este amor dulce la sostiene , este amor
santo la purifica , con este amor generoso se fortalece,
triunfa, vence : joven , hermosa, de ingenio agudo , de en
tendimiento sólido , perspicaz, viva , juiciosa , noble , rica ,
ilustre , con un genio dulce y un corazon amable , la
señorita Fremiot es pretendida de lodos los caballeros
del pais por esposa : expresiones truhanescas , modos
indecentes, libertades criminales , no tuvisteis lugar
en eslas pretensiones , ni el amor á Dios de Juana
Francisca hubiera admitido otros obsequios que los
castos , honestos y decentes : intencion recta , senli
mientos puros , obediencia sumisa à la voluntad de su
39_
buen padre guiao el sencillo corazon de esta seño
rita , que despues de un maduro examen , de con
sultas prudentes , de oraciones fervorogas y de un deseo
eficacisimo de amar á Dios , de servirle y agradarle
favorece con su mano al joven baron de Chantal , ca
beza de la familia de Rabutin , y el Eterno colma de
celestiales bendiciones un matrimonio celebrado con tam
piadosas y bellas dis posiciones.
Que no tenga tiempo , amados mios , para mapi
festarle a vuestra vista fiel como el de Noé y Noema ,
puro como el de Abraham y Sara , juslo como el de
Isaac y Rebeca, amable como el de Jacob y Raquel,
perfecto como el de Moisés y Seforal La igualdad de
sangre , la uniformidad de genios, la conformidad de
inclinaciones , un amor mutuo , una deferencia recipro
ca formaban como un corazon y una alma de los dos
amables esposos , cuyo honesto tálamo bendice miseri
cordioso el Altisimo , en cuyo amor crecia cada vez mas
Juana Francisca , caminando á pasos de gigante para
llegar presurosa y diligente á la majestuosa cumbre
del elevado monte de la perfeccion cristiana. Pero
cuando os hablo de este modo , no os debeis figurar en
esta preciosa heroina del amor de Dios una devocion
agria , melancólica , áspera , sombria , desabrida : todo
lo contrario , su devocion es dulce sin desidia , zelosa sin
imprudencia , reservada sin fingimiento , alegre sio di
sipacion , sociable sin inclinacion , constante sin perli
nacia , activa sin inquietud , tranquila sin ociosidad ,
perfecla sio singularidad : ella supo unir con discre
cion lo que pide la decencia del mundo con lo que se
debe & Dios, lo que piden las atenciones de la urbanidad,
de la buena crianza , de la sociedad con lo que se debe
á la religion , lo que piden las obligaciones del estado
en que se hallaba constituida, con lo que se debe al al
ma , lo que justamente podia exigir de ella el siglo , con
lo que exigian de ella justisimamente el eficaz deseo de
santificarse , las fervorosas ansias de salvarse , el ama
ble fuego que ardia eu su pecho del amor á Dios . Y ; no
- 40
fue este espíritu el que introdujo en su corazon tan
preciosos frutos y dió tanto honor a la devocion y å la
virtud en el juicioso concepto de cuantos tuvieron la
dicha de tratar a la señora baronesa de Chantal ? Jua
na Francisca está siempre orando y a nadie impide , de
cian sus intimos amigos encantados de su virtud sosteni
da , corroborada , encendida en el santo amor de Dios.
Pero já qué prueba tan terrible no se vió ex pues
ta á los ocho años de su feliz matrimonio ! Mas ¿ por
qué razon he llegado a empeñarme tanto ? Faltatime
Jas voces y conozco ya que sola la idea de la sangrienta
catástrofe que es necesario presentar á vuestros ojos,
confunde mi imaginacion y seca mis fauces , me qui
ta las expresiones , y anuda mi lengua para explicarme.
El baron de Chantal por obsequiar a un intimo amigo
suyo salió con él á solazarse en la caza . y babiendo
llevado un vestido que se asemejaba al color del gamo,
su amigo le tuvo por uno de estos animales escondido
entre unos bojes y le hirió inadvertidamente con un
tiro mortal : en este estado doloroso le conducen a su
casa y se le presentan a su esposa en cuyos brazos espi
ra , dejandola viuda a los veintiocho años de edad , con
un niño y tres niñas , frutos preciosos de su tálamo.
Corazones sensibles , ayudad mis pensamienlos , suplid
mis palabras é imaginad vosotros mismos cuál seria la
afliccion, el dolor , el sentimiento que causaria en una
esposa tan amada , tao amable y tan constante el hor
ror de un espectáculo cuya tosca y simple relacion
habrá quizá hecho saltar de vuestros ojos las lágrimas ,
mientras que yo la represento afligida , sí , pero sumi
sa , triste , pero resignada , desconsolada , pero confor
me con los decretos y disposiciones del Altisimo. Al ver
entre sus brazos el destrozado cuerpo de su amado es
poso bañado en su misma sangre qué rios de lágrimas
no brotan de sus hermosisimos ojos ! Pero i qué amor
de Dios tan tierno no se advierte en su bellisimo sem
blante ! Ella procura con las mas activas diligencias
que no pierda Dios aquella alma que redimió con su
-41

sangre y le insta al perdon del que le ha herido : le ha


ce Grmar de su propio puño este perdon generoso : le
anima a la recepcion de los santos sacramentos; y como
el baron de Chantal era piadoso , humilde , caritativo,
condesciende gustosisimo á las tiernas instancias, á los
amorosos ruegos , á las cariñosas súplicas de su amable
esposa que tuvo el consuelo en su desconsuelo mismo
de verle emplear los nueve dias que mediaron desde
Ja herida a la muerte en los sentimientos mas edi
ficantes de resignacion , de piedad , de cristianismo :
muerte preciosa , sí ; mas amarguisima al sensible co
razon de nuestra Juana Francisca : golpe terrible para
un corazon tan lierno , pero tan sometido a la divina
providencia , que le llevó con una resignacion y cons
tancia que decia á veces ella misma que no sabia como
le habia recibido con tanta conformidad y sufrimiento.
Pero ¿de qué no es capaz una alma abrasada en el amor
del Altisimo? Eo este estado de desconsuelo se ofrece
la señora baronesa viuda de Chantal a llevar gustosa
cuantos cruces , aun las mas pesadas , se dignose Dios.
de imponerle : hace voto de perpetua caslidad y un ab
soluto sacrificio de sí misma con la resignacion mas per
fecta ; y para acreditar con mas autenticidad que per
donaba de corazon al que habia ocasionado la muerte
de su amado esposo , se empeña con asombro de la na
turaleza en dispensarle gustosamente cuantos benefi
cios estaban en su mano , y es despues madrina en el
baulismo de uno de sus hijos, sacrificando su senti
miento y ternura natural al amor de Jesucristo. Qué
alma tan grande ! ¡ Qué corazon tan generoso ! ¡ Qué
amor de Dios tan tierno , tan eficaz y tan activol El
poderse entregar con mas perfeccion a este dulcisimo
amor era lo que la consolaba enmedio de su afliccion y
amargura ; y decia á Dios muchas veces tomando las pa
Jabras del profeta: Tú has desatado mis lazos y yo te sacri
ficaré una víctimade olabanza . Lo cumplió como lo habia
prometido , y en su estado vidual aumento considerable
mente en su pecho la deliciosa llama del amor divino.
-42
Ella se propone un nuevo plan de vida en este es
tado para santificarle seguo las reglas que dan el apos
tol san Pablo en sus primeras cartas á Timoteo y a los
corintios , san Juan Crisóstomo en sus opúsculos y san
Ambrosio en sus oficios , y cuida de sus hijos y domés
ticos sabiendo que negaria la fé y seria peor que un in
fiel si omitiese esta obligacion indispensable ; pero icon
qué discrecion la llena ! ¡ con qué prudencia la cumpln !
Icon qué destreza la satisface ! No teneis que tener
ó que su demasiada condescendencia de libertad a sus
hijos y domésticos para vivir a su antojo , o que su
excesiva severidad los haga andar amedrentados , tris
tes , temerosos , suspicaces : un medio prudente es su
regla y con esta los exhorta , los reprende , los manda ,
los aconseja; y si la dulzura y suavidad inalterables de
8u genio la hicieron amable aun á los extraños , ¡ cuán
to mas lo seria a los ojos y á la estimacion de sus do
mésticos y de sus hijos ! Ella sabia que una viuda para
ser virtuosa , para agradar a Dios , para servirle y para
amarle debia observar como una inviolable ley un
retiro cristiano reglado por la caridad y la prudencia ,
y se parece á Judit en esta práctica preciosa , como se
asemeja en la asistencia á los templos a la religiosa Ana.
Allí se enciende cada vez mas en el amor del Señor , y
era tal su fervor y tan ardientes sus deseos de vivir
perfectamente para el solo , que deseaba esconderse en
algun áspero desierto para estar mas libre de los es
torbos del mundo , y declaró en confianza que hubiera
huido á la tierra santa para acabar allí el resto de sus
dias , si sus cuatro hijos no hubieran sido para su con
ciencia una cadena que la tenia ligada . ¡ Qué amor de
Dios tan noble y al mismo tiempo tan prudente ! Ella
sabe ..... Pero , hermanos, por mas instruccion que tenga
nuestra virtuosa viuda , ¿no será en ella una temeridad
digoa de reprension y de santo enojo querer gober
narse por sí misma en el camino del cielo , y una so
berbia intolerable pretender sin mas guia que sus
luces adelantar en la grao ciencia del amor divino ?
- 43
Y lo seria ; pero lo sabe muy bien Juana Francisca ;
por esto pide a Dios con incesantes suspiros , con tier
nas lágrimas, con fervorosas oraciones , con asombrosas
penitencias le depare una guia fiel que la conduzca en .
la senda de su amor dulcisimo. Pruebas aflictivas,
consuelos interiores y tambien visiones consolatorias
preceden a la concesion de esta singular fineza que al
fio le dispensó el Señor en la persona de aquel hom
bre angélico , por explicarme con las palabras de un
gran prelado de la iglesia, de aquel hombre angélico,
tan versado en los caminos de la galvacion , de aquel
nuevo Esdras , que entró en los secretos y en el fondo
de la ley divina para hacerla observar de lodos como
el la observaba ; de aquel santo obispo , cuyas luces
igualaban á su zelo y cuyo zelo lleno de dulzura hacia
sus luces tan persuasivas y eficaces; de aquel prelado
composivo , amable , dueño de los corazones de todos
para abrazarlos a todos en el fuego del amor divino
de que él estaba penetrado ; de aquel sucesor de los
apóstoles , tan propio para trabajar en la reduccion de
los infieles y en la conversion de los herejes y pecado
res , como en la perfeccion de los justos ; de san Fran
cisco de Sales quiero decir , si ya no le habeis conocido
por unas señas tan claras como las que acabo de daros.
Este doctor , este maestro del amor divino es el direc
tor iluminado que concede Dios à la baronesa viuda
de Chantal , para que adelante cada vez con mas herois.
mo en la prodigiosa ciencia de su suavisimo amor : y
I qué progresos tan rápidos no haria en esta ciencia ad
mirable con direccion ton preciosa un corazón tan ade .
lantado en su carrera y tan abrasado en la divina lla
ma , tan inclinado , tan propenso , tan docil para recibir
las influencias celestiales !
El temor de molestaros no me permite presentar á
vuestra vista el pormenor de estos progresos asombro .
809 ; y si yo supiera que no os habia de causar molestia
alguna , os diria que desde esta época tan feliz para la
señora Fremiot renovaba todas las mañanas su firme
-44
propósito de amar y buscar la santa voluntad del Se.
ñor solo en todos sus pensamientos y acciones, deseo
sa siempre de morir para sí y para todas las criaturas
por poder vivir solamente para Dios y hacerle una
oblacion perfecta de sí misma : os diria que para prue.
ba y en señal de su total consagracion al divino due
ño escribió en su pecho cerca del sitio del corazon el
santisimo y dulcisimo nombre de Jesus : os la mostra
ria cubierta de cilicio , vestida con la mayor llaneza y
ocupada en labores de manos á pesar de la nobleza de
su sangre , de la brillantez de su genealogía y del lustre
de su prosapia , alimentando de este modo en su cora
zon la divina llama : os la manjfestaria empleada en la
oracion y en la leccion de las gantas escrituras para
dar pábulo al divino fuego del amor con todos estos
ejercicios. Y qué espectáculo tan agradable no seria
para vuestros corazones compasivos y piadosos como
lo fue entonces para Dios , para los angeles y para
los hombres , si os la señalase con el dedo caminando
á los pueblos circunvecinos de aquel donde tenia
su residencia , entrando en las casas de los enfermos
pobres , consolandolos en sus dolores , recreandolos en
sus necesidades , animandolos en sus miserias , socor
riendolos largamente con sus consejos y con sus limos
nas , velando las noches enteras a la cabecera de la ca
ma de los moribundos y curando con sus propias deli
cadas manos á una pobrecita que estaba cubierta de
llagas ! ¿No os admirariais de verla tan abrasada en el
amor divino, por el que se empleaba en todas estas
obras portentosas, contemplando con las luces de la fé
la imagen y semejanza de Dios en todas aquellas cria
turas , como san Francisco de Sales á quien visita ba á
veces en Annecy para la direccion de su conciencia, ad.
miró frecuentemente el despego de su corazon de todas
las cosas terrenas y el fervor y pureza de afectos con
que deseaba hacer en todo la voluntad de Dios , cuyo
amor ternisimo se habia posesionado de su grande al
ma? Pero ya que el justo miramieoto de no causar
- 45 -
fastidio me obligue á pasur en silencio todas estas y
otras señales ciertas de su grande amor a Dios , no
puedo menos de manifestaros aquel heroico sacrificio
que ofreció su corazon al Señor para emprender el es
tado religioso y que fue un agregado admirable de mu
chos sacrificios juntos.
Como el amor divino es un delicioso fuego que no
solo purifica , no solo abrasa , sino que tambien ilumi
na el alma de nuestra Juana Francisca , cuanto mag
adelanlaba en este amor, mas encantos iba descubrien
do y mayor luz en las verdades del cristianismo, y pora
dedicarse con mas perfeccion al santo amor de su due
· ño principio a pensar en la renuncia absoluta , com
pleta , perfecta de todos los bienes del mundo y del
mismo mundo . Pensamientos nobles , sentimientos ad
mirables , intenciones generosas que aprobadas por
san Francisco de Sales a quien las comunicó segun de
bia como á director de su espíritu , removidos por la
prudencia y sabiduria del santo prelado los obstáculos
que se hallaban justamente en los obligaciones que de
bia á su familia la señora baronesa , allanadas por el
mismo las dificultades que se ofrecian por parte de su
padre , de su suegro y demas parientes , y vencida con
discrecion la resistencia de eslos , resuelve generosa
menle ser la primera piedra del orden de la Visitacion
de questra Señora , edificio espiritual y majestuoso,
uno de los mas preciosos del catolicismo, que va á le
vantor su iluminado director y que la santidad de Pau
lo V (de feliz memoria) erigió en orden religioso por
su bula apostólica de 23 de abril de 1618. Pero sien
do madre de unos hijos lan preciosos , hija de un padre
anciano , nuera de un personaje respetable que la ama
como hija , y consoladora tan dulce de los necesitados que
mereció el renombre de madre de los pobres, ¿cómo
podria vencer los afectos que le inspiran estas relacio
nes y con una alma tan sensible y con un corazon
tan lierno? Con el amor de Dios, queridos mios : este
santisimo amor que era el único movil de esta acción á
-46
todas luces loable , triunfo de todos los sentimientos de
Ja naturaleza , de la ternura y de la sangre , y bien le
necesitó nuestra heroina para llegar á cumplir esta re
solucion tan generosa : porque qué borrasca no le
vantó en medio de su corazon la terneza de sus afectos
al tiempo mismo de la tierna despedida ! Al despedirse
en Monteleon de su suegro el viejo baron de Chantal
se pone de rodillas , le pide perdon si alguna vez le ha
bia desagradado , solicita su bendicion y le encomienda
su hijo : el anciano caballero que pasaba de ochenta
años de edad , estaba inconsolable , la abraza tierna
mente y le desea todas las felicidades : 1 qué espectácu
lo tan tierpo ! Los habitantes de Monteleon , especial
mente los pobres, al ver que perdian para siempre la
vista de su dulce madre , hinchen el aire con sus gemi
dos , sienten anudada su voz con los sollozos , prorum
pen en ayes lastimeros , bañan sus rostros con abun
dantisimas lágrimas , que corriendo hilo á hilo por sus
mejillas acreditao su amargo sentimiento con evidenti
simas señales : qué escena tan dulce ! En Dijon se des
pide de lodos sus parientes, y despues echandose á los
pies de su anciano padre le pide su bendicion y le en
carga el cuidado de su hijo que le dejaba encomen
dado: el respetable anciano siente oprimido su corazon
.con un dolor inexplicable , y bañado en lágrimas excla
ma enternecido y religioso : ; 0 Dios mio ! No debo opo
Derme á vuestros adorables designios , los venero y los
adoro ; pero la privacion de mi hija dilectisima me cos
tará la vida : á vos , Señor , ofrezco mi cara prole , re
cibidla y consoladme . Y echandole su bendicion amo
rosa la levanta del suelo enternecido : qué espectáculo
tan amable ! Su hijo jovencito de quince años corre a
asirse de su madre , la abraza y con las mas tiernas ex
presiones la suplica que mude de resolucion y perma
nezca en su casa; y viendo que nada adelantaba con sus
ruegos , se arroja atravesado en la misma puerta : i qué
escena tan lieroa y al mismo tiempo tan aflictival Y re
sistirá la amable Fremiot á pruebas tan sensibles ? ¿ De
-47
jará las prendas tan tierna y justamente amadas de su
corazon y permanecerá firme en sus resoluciones ? Si,
hermanos; la heroina del amor de Dios supera estas di
ficultades; y aunque la naturaleza de resista, aunque los
afectos del alma se resientan , aunque las afecciones del
corazon clamen; la baronesa de Chantal no cede. Es verdad
que iba a pasar por encima de su hijo y que retroce
diendo unos pasos derramó algunas lágrimas ; pero
vuelve despues a despedirse generalmente de todos con
un semblante algo sereno y conteniendo las emociones
de la naturaleza con la fuerza de la reflexion y consi
derando haber sido tomada aquella resolucion despues
de un maduro examen de ser llamamiento del cielo , y
que era obligacion seguirle estando la vocacion tan ma
nifiesta , y la mayor dicha tener tanto que sacrificar á
Dios en dejar tantas amadas prendas en el mundo , se
desprende como otra Paula de todos con una generosi
dad envidiable , lleva en su compañía á sus dos hijos
menores , como aquella ilustre viuda llevó consigo á su
muy querida Eustoquio , habiendo casado a la mayor
con un sobrino de san Francisco y marcha à An
necy. Aquí establece el orden de la Visitacion en
el domingo de la sontisima Trinidad del año 1610 á
los nueve despues del fallecimiento de su esposo y
treinta y siete de su edad , y hace en el de 1618 los
votos religiosos en manos del santo prelado con las de .
votas compañeros que siguieron el mismo espíritu
atraidas del suave olor de su eminente virtud . Des .
pues de haber dado tan generosas pruebas del amor
á Dios en el estado vidual , las dará tambien en el re
ligioso : tened un poco de paciencia .
La esposa de Jesus debe por esle título acompañar
á su esposo en toda fortuna , sea próspera ó adversa;
debe seguir al cordero por cualquier parte que vaya:
y uoas veces la llevará al desierto de la quietud y de
la oracion , donde gozará de una profunda y deliciosa
paz ; otras veces la pondrá en medio de las turbas de
ocupaciones exteriores, que con violentas distracciones
- 48
procurarán disiparla : ya la conducirá á la cumbre de
un monte , donde como en un nuevo Tabor se hallará
rodeada de resplandores de gloria : ya la llevará á la
cima de otro monte , donde como en otro Calvario no
vea otra cosa que espinas ' , clavos y cruz : un dia ama
necerá con un rostro apacible y amoroso , olro con un
semblante seco y desabrido ; iqué impresion , qué no
vedod no causarán a la esposa estas alternativas ! ¿ Y
cómo se portará en unos sucesos tan varios á gusto del
esposo ? Como se portó Juana Francisca, alimentando
siempre en su alma el amor santo de Dios. Coosiderad
su admirable vida en el estado religioso , y unas veces
la vereis tan colmada de consolaciones celestiales , que
en una de sus cartas á san Francisco de Sales escribia :
«Todo el mundo moriria de amor por tan aipable Dios
si yo pudiera hacerle sentir la delicia suave que gusta
una alma que le ama. » Otras veces la vereis padecer
innumerables aflicciones interiores y frecuentes enfer
medades , procediendo estas á veces segun los médicos del
ardor del amor divino en que se consumia У abrasaba.
Unas veces la advertireis llena de consuelos por la ce
lestial bendicion que Dios derramaba sobre su reciente
instituto, fundando ella misma nuevas casas en Grenó.
ble , Bourges , Dijon , Nevers y otras partes : olras la
advertireis oprimida de amargura por el fallecimiento
de su respetable director el gran Francisco de Sales y
por la muerte tambien de su amado bijo en la isla de
Thé en el año de 1627 á los treinta y uno de su
edad. Unas veces la notareis amada , respetada , otras
veces aborrecida , perseguida ; pero la vereis al mismo
tiempo con gran consolacion de vuestra alma igual en
todas ocasiones á sí misma : tanto en los sucesos adver
80s como en los prósperos , en las aflicciones como en
los consuelos , en los abatimientos de su espíritu como
en sus elevaciones , en los favores que recibia de las
criaturas , como en los desprecios que experimentaba ,
la vereis abrasada en el amor de su Dios constaotemen
te. De aquí , de este santisimo amor procedió aquel
-49
volo admirable que hizo con aprobacion de san Francis
co de Sales , de practicar siempre en todas sus acciones
lo que le pareciese mas perfecto ó mas agradable a
Dios. De aquí , de este amor gantisimo procedia aque
la generosidad con que ofrecia á Dios su corazon en
cualquier afliccion inesperada diciendo : « Destruye,
Dios mio , corta , quema cuanto se oponga á tu santa
voluntad .» De aquí , de este santisimo amor dimanaba
aquel gusto que concibió en estar continuamente di
ciendo amen como para asentir y unirse en espíritu á
cuantos actos de amor y alabanza estaban haciendose
sin intermision por los espiritus celestiales y por todos
los siervos de Dios sobre la tierra. De aquí , de este
amor santisimo nació aquella resolucion generosa , con
que hallandose en una ocasion acongojada de un abati
miento de espíritu escribió una oracion compuesta de
varios actos de amor, de alabanza , de hacimiento de
acias , de compuncion y súplicas por sí misma , por
8u8 amigos , enemigos , pecadores , por los difuntos y
por cuanto podia pedir á Jesucristo : llevaba este papel
dia y noche en el pecho, habiendo hecho cierto pacto
espiritual de intencion con el Señor de que cuantas ve
ces afligiese su corazon de aquel modo habia de repe
tir todos aquellos actos con el mayor fervor que le fue.
se posible , rezando la oracion que llevaba escrita. ¿ No
brotaba de este amor como de su fuente aquel zelo con
que hacia repetir á sus religiosas actos de este mismo
amor por medio de aspiraciones jaculatorias mas de
cien veces al dia ? ¿ No nacia de este amor aquella lec
cion fervorosa que les daba con frecuencia diciendoles
que sus corazones debian estar orando y amando mien
tras sus cuerpos estaban en el recreo , en el trabajo , ha
blando ó descansaudo ; que es la inteligencia de la espo
sa cuando dice : Yo duermo ; pero mi corazon vela ? No
procedia de este amor saotisimo..... Pero me voy olvi
dando de la brevedad que os he prometido; y bosta lo
que os he anunciado para que la veais en el estado re
ligioso abrasada en el amor divino , cuya luminosa lla
T. 57. 4
50
ma fue purificando mas y mas de dia en dia su cora
zon generoso , hasta que espiró en los mismos brazos
de este dulce amor , repitiendo muchas veces los dul
ces nombres de Jesus y de Maria en el dia 13 de di
ciembre del año . 1641 á . los sesenta y ocho de su
vida , empleada loda en el amor divino con tanta
constancia, tanta generosidad , tanta firmeza , ya se la
considere eo su niñez , ya en su adolescencia , ya en el
estado conyugal , ya en el vidual , ya en el religioso,
ya en los trabajos, ya en los contentos, ya en las ale
grias, ya en las tristezas , ya en las aflicciones , ya en
los consuelos, ya en sus pensamientos , ya en sus pala
bras, ya en sus acciones , ya en sus deseos , ya en sus
resoluciones, ya en sus proyectos , ya en toda su vida ,
ya en su misma muerte , que podemos y debemos se
guramente llamarla heroina del amor de Dios : Secta
mini charitatem .
Imitemos nosotros , amados en el Señor , á esta
ilustre amante del Señor : unamos nuestro corazon al
suyo , y amemos de tal modo a Jesucristo , que podamos
decirle con toda ingenuidad de corazon como el apos .
tol san Pedro : Señor , vos sabeis que os amo ; y entre
todas las cosas que estan á mi rededor , vos sois el úni
co objeto de mis afectos ; anno á mis parientes , amo á
mis amigos, amo los bienes que he recibido de vues
tra mano liberal y bondadosa ; pero os amo mas que to
das estas cosas, ó por decirlo mejor solo las amo en
cuanto tienen alguna relacion con vos, y si no pudiera
conservarlas sin perderos á vos , inmediatamente os
haria un perfecto sacrificio de todas ellas : amo los pla
ceres inocentes que vos aprobais por alivio de las fati
gas; pero no estoy pegado á ellos ; los dejaria al mo
mento cuando llegasen á ser para mí ocasion de ofen
deros: despojadme, Señor, de cuanto amo y de lo que
mas estimo, si asi place à vuestra voluntad adorable.
Vos sois el dueño y sereis para mi todas las cosas ,
porque os amo mas que a todas ellas. Sean estos, ama
dos en el Señor , nuestros generosos sentimientos : si
- 51
gamos asi las huellas de santa Juana Francisca Fre
miot: busquemos ardientemente la caridad , como nos
lo dice san Pablo : Sectamini charitatem ; y esta caridad
deliciosisima será nuestra dicha en la elernidad despues
de haberlo sido en el tiempo .
Si , soberano Señor sacramentado, asi deseamos
amaros ; pero comunicadnos vos mismo este dulcisimo
omor : dadnos un amor generoso , un amor tierno , un
amor constante , un amor cual vos le quereis en noso
tros : os lo suplicamos por vuestro mismo amor , por el
amor de vuestra dulcisima madre , por el amor de san
la Juana Francisca , por el amor de todos los dogeles,
por el amor de todos los santos, por el amor de todos
los justos , por el amor de todos los penitentes: dadoos
este bien tan grande del amor , concedednog este be
neficio tan admirable del amor , dispensadnos esta fine
za tan maravillosa del amor , y vivamos en vuestro
amor y muramos en vuestro amor , y gocemos las de
licias, los premios , los frutos de este amor en el pais
del casto amor , el paraiso eterno , por los siglos de los
siglos. Amen.

SERMON DE SAN JOSÉ DE CALASANZ.


Qui autem fecerit et docuerit, hic magnus
vocabilur in regno coelorum .
Mas el que hiciere y enseñare , este so llamará
grande en el reino de los cielos.
Mat., cap. 5, v. 19.

¿Quién es este, ilustrisimo señor , venerable comu


nidad , amable y tierna juventud , quién es este á quien
hoy ofreces tus votos y diriges tus súplicas? ¿Quién asi
obliga tu memoria y exige tus cultos? ¿ Quién es elque
en este dia nos hace partícipes de estas ofrendas sin
negarnos el mérito de todas ellas? ¿Quién es si no aquel
hombre bienaventurado , que desprendido de todo lo
que es lerreno , no se dejó manchar de la menor im
:
- 52 -
pureza , que jamas determinó sus ideas, ui encamino
sus pasos á los bienes del siglo , antes bien los turo por
falsos su 'esperanza ? ¿Quién si no aquel heroe generoso
de nuestra España, que sacudida la pesadez del asno
vino a tener pies de ciervo en frase del profeta , ya
para relirarse del mundo viviendo en medio de él , ya
para obrar cosas grandes, sublimes y magníficas? ¿Quién
si no aquel que en efecto llenó su vida con virtudos y
terminó con maravillas, cuya memoria es y será de
bendicion para todos los pueblos y por todos los siglos?
¿ Quién ha de ser sido José de Calasanz de la madre de
Dios, fundador del mas piadoso y sólido establecimien
lo que jamas inventó la tan decantada filantropía de los
filósofos de su siglo y siguientes ? Joséde Calasanz, cuyo
nacimiento ilustre es gloria de Aragoo, cuya inocencia
cual la de otro José entre los egipcios no peligró entre
los lazos mas artificiosamente dispuestos , cuyo zelo
ilustró a la Italia , cuyos ejemplos forman el modelo de
los ministros de la religion. José de Calasanz , uzole de la
proterya herejía , dulce violencia de los obstinados pe
cadores , boca de Dios, instrumento de sus amorosas
palabras , copia adorable de la bondad divina, dulce
encanto de las almos , atractivo suave de los corazones
de los mortales para llevarlos a Dios , columna del mis
lico fuego de amor con que guió á los extraviados , ilu
minó á los que andaban en tinieblas, y dió calor a los
tibios. José de Calasanz , singular abogado de los atri.
bulados , padre en fin y tutor de la niñez y juventud.
Este es , hermanos, el objeto de tan solemnes cul
tos : este es el que hoy se propone á nuestra considera
cion é imitacion como digno de aquel elogio que hace
Jesucristo en su Evangelio reduciendo la gloria de ver
dadera grandeza á la santidad y á la sabiduría verdade .
ra : Qui autem fecerit et docuerit, hic magnus vocabilur
in regno cælorum . Cualquiera, dice Jesucristo , que se
emplease en buenas obras y asi instruyese a los hom .
bres con su doctrina y ejemplo , este será grande en el
reino de los cielos. Tal es la idea mas perfecta y con
53 -
forme á la verdadera sabiduría . Y ciertamente ¿de qué
sirve la luz si no alumbra ? ¿ De qué el ejemplo si no
mueve a imitacion ? Ah ! Qué bien entendió mi maes
tro san José esta máximal iQué impresion hizo en el
semejante ideal Desde luego se propuso entrar en la
casa de la sabiduría , penetrar su interior , descubrir
su espíritu : pero despues de haberse fundado en una
vida irreprensible: empezó, á enseñar la verdad á niños
y adultos ; pero mostrando con sus pasos el camino
para seguirla : se resolvió a predicar la humildad ; pero
adornandose primero con esta virtud : se animó á exhor .
lar a la caridad ; pero despues de estar ardiendo en el
amor de Dios y del prójimo; y ved aquí su verdadero
elogio. Ejemplar de santidad por sus virtudes, maestro
verdadero que enseñó a la niñez y juventud por su doc
trina ; empero inculcando estas y obrando aquellas ,
siempre animado é impelido de un amor grande hacia
su Dios y á sus hermanos ; asunto á la verdad que me
es tan grato y ligonjero como superior en
mis talentos y fuerzas. | Ab ! Que no poseyera yo la
ciencia profunda y la robusta elocuencia de los dignos
oradores que me han precedido en las alabanzas del
gran José de Calasanz ! Pero si bien destituido de estas
dotes tengo sus deseos. Estos me animan y deciden , y
lambien me anima y decide el convencimiento de que
lo tierno y piadoso del objeto alraerá de tal modo ha
cia si la atencion de los que me escuchan , que que
darán sin accion para reparar siquiera en la forma
irregular y en el modo desaliñado con que me pro
duzco .
Y sobre todo , Dios mio , colocado en la catedra
frecventada por el zelo y la sabiduría de mis maestros
en los momenlos en que mi ignorancia acusa mi osadía ,
si yo 110 sé hablar, vos hablareis por mí : vos me envia
reis vuestro santo espíritu , que purificará mis labios,
hará erudita mi lengua , pondrá en mi boca vuestra
santa palabra. Esto espero de vos , porque para conse
guirlo interpongo la mediacion de vuestra madre san
- 54 -
tisima, a quien para mas interesar su tierno y purisimo
corazon saludamos reverentes: Ave , Maria .
No la ciencia , ilustrisimo señor , la virtud 81 es
la que constituye a los hombres en la clase de he .
roes. De nada sirven las altas ideas , los conceptos su
blimes , los pensamientos agudos, si el corazon se halla
poseido de la iniquidad. Sin la religion son humo las
academias literarias , la filosofia del buen gusto y las
decantadas bellas artes. ¿ De qué aprovechó a Salomon
ser reconocido por el mas sabio de los hombres ? ¿ De
qué aquella erudicion profunda á Tertuliano ? ¿ De qué
å tantos sabios del siglo el conocimiento de la antigüe
dad y de la historia? ¿ De qué si no de un testigo el mas
convincente de su vanidad? ¿ Qué consiguió la ciencia
de los antiguos filósofos tan celebrada del paganismo?
¿ Qué la elocuencia de los griegos? ¿ Qué la erudicion
de los romanos ? ¡ Ah ! hermanos , todo se desvaneció
como el humo fuertemente agitado por el viento , por
que el principio de la sabiduría , no lo olvides , amable
juventud , es el temor de Dios , la pureza cristiana , la
conformidad con las máximas del Evangelio ; y todo lo
que no sea la observancia de los divinos preceptos , una
conducta irreprensible y una ciencia religiosa , es vana
filosofía, es aire , és corrupcion , es nada.
¡ Oh ! ¡ Y qué bien descubrimos esta verdad en la
vida de José de Calasanz ! Desde sus tiernos años empezó
aquella alma grande á dar señales manifiestas de las
virtudes con que habia de enriquecerse. La modestia ,
la devocion á que atrae a los de su edad , la obediencia ,
la honestidad son el caracter con que se nos mani
fiesta en sus primeros años correspondiendo docil á la
cristiana educacion de sus padres , á cuya sombra iba
apareciendo una luz que prevaleceria contra las linje
blas del vicio y del error, á cuya sombra suscitaba Dios
aquel sacerdote a medida de su corazon , que todos
los dias de su vida habia de seguir á Jesucristo y lleno
del espíritu de inteligencia y de una caridad imponde
rable habia de entregar su corazon al cuidado de la
- 55_
inocente juventud para instruirla en la piedad y en las
letras.
Despues de una correspondencia tan fiel á la cris
tiana educacion de sus padres ¿qué esperamos de nues .
tro santo en el progreso de su juventud ? ¿Acaso una so
berbia vana , un lujo insoportable , un vil deseo de los
deleites , caracter que por lo comun distingue á la ju
ventud de nuestros dias? Nada menos que eso ; si su ni.
ñez daba tan lisonjeras esperanzas , la juventud las con
firma. La juventud , sí , aquel término de los buenos é
inocentes entretenimientos , el escollo donde se que
brantan los afanosos cuidados de unos padres virtuosos,
la época en que empiezan á hervir las pasiones, el
momento de los placeres , el desenfreno de la concu
piscencia , la pérdida de la piedad , la muerte fatal de
la caridad , la juventud , sí, es la que se despoja de to
dos estos caracteres y toma un nuevo aspecto en la
persona del joven José , desmitiendo con su conducta
esa pretendida necesidad de obrar sin libertad por la
superioridad de las pasiones , con que se quieren coho
nestar los mas vergonzosos vicios.
Pero Iqué peligro no corre esa llama del amor di .
vino que apenas ha prendido en los verdes años de
José ! ¡ Qué peligro no le amenaza cuando concluido el
estudio de las humanidades tiene que partir à la uni
versidad de Lérida para emprender los estudios ma
yores saliendo de repente al mundo ! ¡ Oh ! Bien sabeis
vosotros que de ordinario esta llama facilmente a los
primeros soplos tiembla , vacila y se apaga . Pero no re
celeis , pues conocia muy bien nuestro santo la forla
leza de las pasiones en esta edad y sabia que el no po
nerles freno era dejar correr un caballo desbocado al
precipicio : asi sin faltar á sus esludios oraba con fre
cuencia , maceraba sus inocentes carnes con conlinuas y
agudas mortificaciones, ayunaba continuamenle , y de
aquí nacia aquella pureza suma que le equivocaba con
Jos ángeles. Si , amable juventud , nuestro amado
maestro era puro en sus palabras, puro en sus obras,
- - 56 -

puro en sus pensamientos, y tan puro en los primeros


pasos de su infancia como aun mas allá de los últimos
alientos de su vida. Pero ¿ cómo no habia de ser asi el
que tan familiarmente trataba con la madre de Dios ,
á quien profesaba la mas tierna y acendrada devocion ?
¿Se dignaria acaso esta señora de llegar al que se hallara
encenagado en el sucio lodazal de la sensualidad ? No
puede ser. Feliz joven , pues tan santamente prevenido
podrás acometer coo mas valor los peligros á que nece
sariamente van á exponerte tu ciencia , tu riqueza , tu
fama y la nobleza de tu familia.
Doctorado José en jurisprudencia y cánones a la edad
de veinte años y deseoso de emprender el estudio de la
teología pasó a la universidad de Valencia . Los enlaces
de su ilustre familia le obligan a visitar á nombre de
sus padres algunas de las mas principales de la ciudad .
Poco mas de veintiun años contaba : era joven de ga
Dlarda presencia , cabello rubio , frente espaciosa , ojos
vivos y modestisimos , manifestando en su alegria la
inocencia de su alma. Tau bellas prendas personales
cautivaron el corazon de una señora principal , que con
la continuacion de su trato llegó al extremo de apasio
narse de él de un modo poco decoroso , viniendo por
último á declararle abiertamente su pasion. Horroriza
do el castisimo José de tan vergonzosa tentativa la elu
de y desprecia con la mayor constancia , y huge con
mas prontitud que el otro José de la antigua ley. Da
gracias a Maria Santisima, y renovando su virginal pro
pósito no solo deja para siempre la casa , sino tambien
la ciudad : huye sí cuanto puede , porque sabe que esta
fuga es valentía á los ojos divinos. ¡ Ohliy qué accion tan
generosa ! Qué victoria tan completa ! ¡ Cuántos triun
fos en un solo triunfo ! Pero no es , católicos , el mun
do el que puede graduar su mérito . Embrutecido y
embriagado con el fósigo fatal de los placeres sensuales
¿cómo ha de experimentar el dulce sabor , ni cómo reg .
pirar el aura suave de la virtud de la honestidad ? El
mundo mira con indiferencia , oye con frialdad estas
-57 -

acciones. Pero ¿qué digo con indiferencia y frialdad ?


El mundo mira con mofa , con indignacion y desprecio;
el mundo mira como un crimen..... Corramos un velo.....
¡ Fatal necesidad !
Y ¿qué nos deberemos prometer de los primeros
ensayos de este joven? Si ahora vence aquellos enemigos
contra quienes nos advierte el Apostol debemos conti
nuamente pelear , ¿ qué será cuando se haya adiestra
do en las peleas? ¿ Qué hará este nuevo David en sus
mayores años , si a hora desquijara los leones ? ¿Qué im
presion hará el vicio en un corazon tan fortalecido con
las máximas de la religion ? Bien podemos , hermanos,
asegurarnos en sus victorias , y no dudemos que este jo
ven caminará por las sendas que empezó á hollar lan
valerosamente.
Asi podriamos desde luego asegurarlo , si no viese yo
á José envuelto en un nuevo peligro de que tal vez llo
podrá librarse tan facilmente como de aquel lazo ten
dido á su inocencia. Pues i qué ! Zaun se encuentra otro
mayor peligro? Se encuentra. ¿ Aun puede dificultarse
aquel voto de virginidad que ha renovado delante de la
madre Dios ? Se dificulta . ¿ Aun pueden oponerse mas
fuertes obstáculos? Se oponen. El Señor ha dispuesto
de la vida de su madre y de su hermano mayor que
habia de dar sucesion a su familia . Su padre le ingla
con este fin á que abandone sus estudios y vuelva a su
casa. La cortedad de la edad y la utilidad en todos es
tados de las carreras á que se ha dedicado , son razones
con que se desembarazará José de la pretension de
su padre ; mas no sucederá asi despues que obtenido el
grado de doctor en teología y llamado por el obispo de
Jaca por su extraordinario mérito en virtudes y cien
cia , insiste en su idea de hacerle contraer matrimo .
nio . ; O qué situacion mas penosa para nuestro santo!
A qué nueva prueba se expone su virtud ! Su alma for
ma dos distintas impresiones : por una parte fiel a sus
promesas nada es capaz de hacerla olvidar su cumpli
miento ; por otra sin convenir con los sentimientos de
- 58 -
aquel á quien despues de Dios debe su existencia , quie
re no disgustarle. ¡ Ah ! ¿ Qué recurso queda ? Vedle
postrado en presencia de la madre de Dios. Tú sabes,
señora , le dice , con cuánto placer de mi alma he he.
cho el sacrificio de mi virginidad : lú no ignoras con
cuánto cuidado guardo esta inestimable joya ; no te es
desconocido el conflicto en que en estos momentos me
hallo; y no he de experimentar tu tierna proteccion?
Ah ! Tú , señora , alcanzame de tu santisimo hijo esta
gracia .
Si , la conseguirás; mas o por qué raro medio !
Aquel Señor que conduce las cosas de uno a otro ex
tremo disponiendolas con suavidad , ha herido fuerte
mente á questro santo , y los síntomas de la enfermedad
que padece indican la cortedad de sus dias. Solo hay un
medio de alcanzar la salud : propone José á su padre
consagrarse al servicio del Señor por el ministerio sa
cerdotal. Consiente aquel gustoso , y se restablece el en
fermo contra el pronóstico falible de los médicos. ¡ Oh !
Si me fuera dado poderosle manifestar luego que en
cumplimiento de su voto ha sido elevado al sacerdocio:
! qué ardor , que aumento no recibiria aquel fuego di
vino que arde en su corazon ! iQué mayores quilates no
adquiririan sus virtudes! ¡ Ah ! Ved que por ella, aun
no cuenta treinta años de edad cuando es elegido teo
logo y confesor del obispo de Jaca , examinador y di
rector del clero , visitador y vicario general de Tremp.
Ved que solo á su raro mérito y extraordinaria virtud
podia confiarge aquella grande empresa de visitar y re
formar los incultos , bárbaros y desenfrenados pueblos
del Pirineo. Su amor y caridad ardiente era la que
únicamente podia triunfar de los partidos en que se
hallaba dividida la ciudad de Barcelona y Calcari , sin
mas armas que sus exhortaciones , sin mas amenazas
que sus súplicas , su oracion y rígidas mortificaciones ,
cuyas víctimas no podian menos de mover al Omuipo.
tente. Pero su humildad no puede tolerar los tan bien
merecidos aplausos que le prodigaban , y la reputacion
- 59 -

que le alcanzaron servicios de tan grandes consecuen


cias , y esta humildad es la que le determina á abondo
Dar á España. Uo impulso de la gracia le muere inte
riormeo be a ello. Continuamente le parece oir una voz
de la divina providencia que le conduce á Italia pa
ra los mas grandiosos fines, y es necesario ser docil
á ella .
Y bien , católicos , zen qué ocasion se presenla Ca.,
lasanz en Roma ? En el siglo de unos herejes suscitados
por la soberbia y guiados por el resentimiento , espíri
tus orgullosos dominados por la ambicion , prendados
de la superioridad de sus talentos, tenaces hasta soste
tier á sangre y fuego contra su misma razon cuanto
acaloradamente habia concebido su imaginacion desati
nada ; en un siglo en que tan impios hombres dieron
principio a su escandalosa apostasia por predicar y es .
cribir contra las indulgencias , y la concluyeron por no
reconocer ni papa , ni tradicion , ni autoridad de pa
dres y concilios , di purgatorio , ni misa , ni sacramen
tos , ni votos religiosos , ni devocion a los santos , ni
culto á sus imágenes , ni veneracion á sus reliquias.....
Jamas hubo herejía mas universal; mejor diré usando
de la expresion de un orador moderno, la herejía de
este siglo fue una asquerosa compilacion y una indiges ..
la rapsodia de todas las herejías. Mas ella inundó la
Alemania , la Dinamorca , la Suecia, la Polonia , la
Hungría , la Francia , la Prusia , la Inglaterra, paises
todos en donde la religion católica apostólica romana
habia florecido tantos siglos. En todos menos en España
(icon cuánto gozo lo digo, amada patria mia ! Yo te feli
cito por ello) , en todos hubo innumerables que abando
naron á Jesucristo por abrazar la herejía . Por abrazar
la herejía ardió la Europa en guerras y facciones , y
quedó inundada de sangre y cubierta de cadáveres.
Roma , mansion del tabernáculo de Israel , desde donde
el Señor pronuncia sus oráculos y á donde va el pueblo
á consultar a Dios en su vicegerente sobre la tierra,
si bien conservaba la pureza de su fé , no asi en sus co8
- 60 -
tumbres. Entra pues mi amado maestro en Roma , se
gunda Babilonia en los vicios , en la corrupcion y en el
amor de los deleites , en Roma , en donde la impureza
ya no andaba como delincuente escondida , avergonza
da y oculta , sino al contrario atrevida , disoluta é in
solente, y erguida la cabeza se ostentaba con gran pom
pa . Tal es el teatro á donde es conducido ; tal el caracter
de su siglo .
Pero no es el espíritu de curiosidad el que le guia
á la capital del orbe cristiano , ni los deseos de salis
facer una indiscreta devocion . No , sacerdotes del Alli .
simo, no ha recibido ea vano la gracia que se nos confi.
rió en nuestra ordenacion ; no se ha hecho sordo a las
divinas inspiraciones , y aunque su virtud y ciencia le
han granjeado la estimacion de cuantos le conocen y en
especial del cardenal Colonna , que le elige su teólogo,
lejos de envanecerse por ello y sin dispensarse de los
continuos ejercicios de piedad y mortificacion en que
se emplea , impelido de aquel amor que lodo lo hace
dulce y suave , busca las ocasiones donde pueda servir
á su Dios y ser util á sus prójimos; se asocia a la con
gregacion de los santos apóstoles , cuyo objeto era buscar
y socorrer a los pobres vergonzantes y atribulados, á
la de la doctrina cristiana , cuyo objeto era enseñarla
á los niños y adultos, en una palabra en todos los luga
res y corporaciones que tuviesen por objeto la benefi.
cencia , allí hallareis á mi maestro Calasanz. Su amor
todo lo vence . Mas ¿de qué modo ó con qué arte? Yo
os lo diré : su virtud no era de un exterior triste , ás
pero y nada jovial ; su trato nada tenia de desabrido. El
mismo Dios para entrar en los corazones de todos le
habia dotado de una figura interesante cual os mani..
festé , y de él se verificaba lo que está escrito en los
Cantares: que tenia en su lengua la suavidad de la le
che y la dulzura de la miel. Copiaba en sí aquel admi
rable atribulo de la divina bondad con que Dios á lodos
ama y á todos se hace amable , llegando á ser muy
particular imitador de la caridad divina . Abrasado su
-61
corazon en el fuego de ella se derretia y acomodaba
á lodos tomando todas las figuras , como san Pablo se
hacia todo para todos por ganarlos á lodos para Jesu
cristo.
¡ Qué liberal, qué magnánimo y generoso se osten
ta con los pobres ! El antes de partir de su patria los
ha instituido herederos suyos en tanlos establecimien
tos piadosos como planteó y dotó suficientemente á costa
de sus bienes. El se constituye médico y enfermero de
los dolientes : digalo Roma cuando al fin del siglo XVI
se extiende una enfermedad tan maligna y contagiosa
que difunde el terror , el espanto y la miseria por toda
ella : entregado a los oficios mas humildes de los hospi
tales en compañía de los grandes varones y patriarcas
san Camilo de Lelis y san Felipe de Neri vemos á José
salir por las calles y plazas en busca de los enfermos,
conduciendolos sobre sus hombros á los asilos de la hu
mapidad doliente, donde se junta toda especie de enfer.
medades y miserias, donde se ven espectros que hor
rorizan , cuerpos cubiertos de una sola llaga , cadáveres
vivientes , hombres sin señal de serlo , donde se ve la
Irisle imagen de la muerte , y á donde la caridad guia
sus pasos. A todo asiste y parece que él solo basta para
todos: no piensa en el peligro á que se expone de con
traer la enfermedad, con tal que pueda dar algun alivio
a los enfermos: quisiera reunir en su propia persona
todos los trabajos de sus prójimos para librarlos de lag.
lo padecer, y a imitacion del apostol san Pablo siente
dentro de su corazon los dolores que los enfermos pa
decen en el cuerpo ; les administra los santos sacramen
tos , recibe los últimos suspiros , no sosiega y se regoci
ja cou tal que gane sus almas para Dios. El abrasado
del fuego.... Basta , católicos : veo que me dilato dema
siado al presentarosle como ejemplar de santidad por
Bus virtudes, cuando en cumplimiento de mi empeño
he de manifestarosle maestro de la verdad que enseñó á
Ja niñez y juventud por su doctrina; objeto último de
mi discurso .
-62

SEGUNDA PARTE .

Los diferentes dones que hay en la iglesia , como


dice san Pablo , estan distribuidos entre los diversos
miembros que la componen segun la secreta disposicion
del espíritu que inspira en donde quiere , y á cada uno
se le ha dado una gracia particular segun la medida
del don de Jesucristo. Unos fueron llamados para en
señar en el sosiego del retiro , conservando una alma
pura y sin mancha , que si se hallaran en el siglo ve
rian espirar su inocencia y apagarse su fé : otros al mi
nisterio de la predicacion resplandeciendo como astros
brillantes por la enseñanza de la doctrina en medio de
la corrupcion del siglo , los que en el desierto caerian
en la tibieza y abatimiento. Otros son destinados para
evangelizar á los sencillos é ignorantes , que temerian
enseñar la ley santa é iomaculada del Señor á los prín
cipes y grandes de la tierra : otros en fin se obligaron á
ponerse como muros de bronce en defensa de la casa
de Israel y resistir a los embales de las potestades del
siglo. Tales son los diferentes varones que guiados por
el espíritu de Dios formaron las diversas familias que
con sus virtudes y doctrina habian de embellecer el
florido jardin de la iglesia. Destinado por la divina pro
videncia para fundador de una de aquellas José de Ca
lasanz cual la mag agil águila se remonta sobre estos
encumbrados cedros del Libano , y escogiendo lo mas
sabroso y sazonado de su fruto forma su zelo un ad .
mirable conjunto de atenciones , para enseñar la virtud
y las letras á la niñez y juventud desvalida .
.
Con efecto , católicos, las continuas observaciones
que habia hecho este incansable obrero del Evangelio ,
te convencieron intimamente de que el principio de
donde procedian mas generalmente los vicios de los
hombres , no es otro que el de la ignorancia de la ley
de Dios ; conocia por aquí la necesidad de acudir al so
corro y exhortaba a los padres enviasen sus hijos a la
-63
escuela , y se excusaban por no tener con que pagar á
los maestros. Se condolia de que en Roma hubiese lu
gar á dar semejante respuesta. Inquielo su corożon ca
ritativo recurre a toda clase de sugetos y corpuracio
nes con este fin , y aunque aplaudido como laudable
todos se excusan. Mas ¿qué mucho , amado maestro mio,
si á ti solo , á tu cuidado se ha dejado el pobre ? Si tú
eres el protector del huérfano ; sí , no lo dudes , coteja
estas divinas palabras que resuenan en tu interior con
la voz que en España te llamó á Roma , con el sueño
en que te viste rodeado de niños , y no consultes mas,
pues la voluntad de Dios ha sido el constituirte maes.
iro de la verdad para enseñarla a la tierna niñez.
Nada pues le detiene , y sin anuncios pomposos que
prometen lo que no cumplen y efectuan lo que no de
bieran , sin llamar en su socorro a los grandes y pode
rosos y sus recomendaciones para recibir en sus ala
banzas y lisonjas el premio de su obra , guiado tan solo
del espíritu de Dios cuya voluntad conoce claramente ,
pone en ejecucion tan grandioso y util proyecto , abre
sus escuelas en la parroquia de santa Dorotea sita en
uno de los barrios mas necesitados de Roma, dando
les renombre de pias asi por su principal objeto , que
es la enseñanza de la piedad y temor de Dios , como
porque son instruidos los niños sin interés alguno. Des
de la primera semana fue crecido el número de disci
pulos a quienes enseñaba a leer , escribir , gramática,
retórica y aritmética , proveyendolos su caridad de
cuanto necesitaban , inspirando en los niños , en esas
tiernas plantas tan susceptibles de las buenas o malas
impresiones en sus primeros años el amor a la virtud
y el horror al vicio.
Esta obra divina progresando con extraordinaria
rapidez se abre paso por medio de la emulacion de los
unos , de las calumnias de los otros y de la rabia del
joſierno. Es ya tan crecida la multitud que asiste a las
escuelas de José , que es preciso llevarlas dentro de la
ciudad y establecer un método de vida entre los indivi.
- 64
duos de la corporacion que le nombran por su superior;
y la santidad de Gregorio XV eleva esta congrega
cion al grado de religion concediendole todas las gra
cias , privilegios é inmunidades que gozan las demas
órdenes y dando á esta el título de clérigos pobres de
la madre de Dios de las escuelas pias. Seria dilatarme
demasiado si formara el empeño de describir los prodi
gios que obra el Señor por medio de José para la pro
pagacion de tan utilisimo instituto , si os le manifestara
como un nuevo Elías llevando el fuego en su boca , ya
recogiendo sus discípulos aquellas primeras centellas en
que se abrasan , ya participando de la celestial doctrina
que enseña á los niños. Cual la semilla de la mostaza se
hace un grande arbol y á su sombra se cobija la ni
ñez desvalida. Ya vuela por las vecinas provincias el
nuevo orden y en medio de tantas fatigas y desvelos,
vele extendido en Italia, Polonia , Hungría , Bohemia y
toda la Alemania. Su alma se siente regocijada en ex
tremo al considerar que en todas estas naciones domi
padas por la herejía , la tierna juventud , objeto de
sus caricias, adquiere el conocimiento de las letras hu
'manas, sus almas se cimentan y adiestran en el de
aquel único y necesario que es la salvacion , librandolos
de este modo de las sombras y tinieblas del vicio y del
error en que yacian. Este consuelo , este deseo y su hu
mildad le hacen renunciar constantemente las digni
dades eclesiásticas: por dos veces el capelo, el arzobis
pado de Brindis y dos obispados en España ; pues aun
que virtuoso y habil maestro de la verdad quiere ser
lo en especial de la tierna juventud para ganarla para
su Dios.
Para dar el último colorido á este elogio no faltaba
mas que representarosle recibiendo la recompensa de
los santos, esto es , las persecuciones y las calumnias;
pero tambien tuvo el consuelo de experimentarlas.
Confieso , hermanos, que aquí me rindo al peso y
grandeza de mi asunto ; pues las que sufrió en los úl.
timos seis años de su vida , nadie que no estuviese asis
– 65 -
tido de una fortaleza divina los hubiera podido resistir:
yo no leodria dificullad en manifestarosle como el Job
de la nueva ley de gracia , segun la bula de su canoni
zacion , con solo referir literalmente sus trabajos ; pero
no fue este mi objelo y seria abusar de vuestra indul
gencia. Solo os diré que ya el Señor le habia preparado
una muerte verdaderamente preciosa por ser el fin de
sus trabajos , la consumacion de la victoria , la puerta
de la vida y la entrada á una felicidad perfecta. Ya le
babia manifestado en el curso de su enfermedad en
aquellos raptos y éxlasis los tesoros de la gloria , justo
premio de sus heroicas virtudes y padecimientos, y
haciendo correr en su vista aquel torrente de delicios
que inunda la ciudad santa , habia dejado siotiese en
su corazon aquellas consolatorias palabras del Apocalip
sis : Luego , luego enjugare tus lágrimas; mas ahora in
vocado el dulce nombre de Jesus y de Maria en su
tránsito feliz , desprendida su alma de las mortales li
gaduras , vuela a la celestial Sion para ser tenido por
grande en el reino de los cielos conforme a la promesa
de Jesucristo en las palabras de mi tema, porque practicó
la virtud siendo ejemplar de ella y la enseñó como maes
tro de la verdad : Qui autem fecerit et docuerit, hic ma
gnus vocabitur in regno cælorum .
Asi debió ser , católicos, porque ya oisteis que el
gran patriarca y mi amado maestro san José de Cala .
Banz siendo niño fue obediente á sus padres , docil á sus
maestros é inocentisimo en sus costumbres ; ya joven ,
retirado , mortificado con asperisimos penitencias y
escrupulosisimo profesor de la honestidad y pureza ,
Fue on ministro del santuario humilde y abrasado de
una ardentisima caridad , devotisimo de Maria , padre
de los pobres y maestro de la tierna é inocente juven
lud fundando este instituto admirable de la instruccion
pública , tan util y necesario a la sociedad , que tantos
frulos de virtud y sabiduria ha producido a la iglesia y
al estado en tantos varones ilustres en sootidad y ciel)
cia que instruidos bajo la doctrina y enseñanza de sus
T. 57. 5
-66
hijos han ocupado dignamente los sillas episcopales de
España y otros reinos, de tantos ilustres magistrados
que honraron la toga en nuestras audiencias y Tribu
oales , de lantos sacerdotes de uno y otro clero que hahn
sido el honor del estado sacerdotal , de tantos buenos pa
dres de familia instruidos con las saludables máximas de
religion y política que han aprendido en las escuelas de
Calasanz, haciendo ver á esos hombres que ignorondo
lo todo todo lo critican , que la piedad y cristiana educa
cion apellidada por ellos létrica , obscura y desabrida para
la piñez no son un impedimento para adquirir el conoci
miento de las letras humanas . Yo desafio ( perdonadme
esta expresion demasiado dura) a los que osi piensan,
y desearia que acercandose despreocupados polpasen
las ventajas de las escuelas pias sobre las demas , y
aseguro que despues de este examen me harian la justi.
cia de creer que no la pasion ó la ilusion , sino la razon
es la que me hace producir en estos térmicos.
Pero no olvidemos , amados en el Señor, no olvi
demos las instrucciones que nos da san José de Calasanz ,
y si nos gloriamos los unos de ser hijos suyos , los olros
de discípulos de sus escuelas , y todos de devotos suyos,
tratemos de formarnos segun sus ejemplos. Aprendan
aquellos á ser fieles en la observancia de su institulo y
no olvidar los últimos documentos que les dió su ganlo
fundador en su feliz tránsito : no olvidemos los olros
la cristiana educacion e instruccion sólida que hemos
recibido bajo su direccion . Y tú , juventud amable , lo
zanos renuevos de la sociedad , de quieo tanto espera
mos , se docil å tus maestros que se desvelan por ins
truirte en la religion y en las letras : no olvides jamag
este beneficio que debe hacerte verdaderamente feliz y
quedar profundamente grabado en vuestra memo
ria : sed , amados condiscipulos, sed afectuosisimos y
tiernamente devotos de san José de Calasanz , para que
experimenteis todos su proteccion poderosa.
Experimentenla may particularmente, amado maes
tro mio , vuestros hijos, protegiendo vuestro instituto y
- 67 -
alcanzando del Señor por la intercesion de su santisima
madre la gracia de la perseverancia en su vocacion : al
canzadla , santo mio , para este el mas ignorante é ingra
to de vuestros discípulos , y recibid eu estos toscos y
desaliñados elogios un lestimonio de mi gralitud , pues
despues de Dios confieso que el verme elevado a la dig
nidad a que nunca fui acreedor , lo debo al zelo y sa
biduría de mis maestros vuestros hijos . Finalmente in
terceded cou el Señor a fin de que mirc con ojos de
misericordia á està nacion que os vió nacer , y que upi
dos todos los españoles en perfecta caridad merezca
mos por la imitacion de vuestras virtudes ser tambien
tenidos por grandes en el reino de los cielos. Améo .

SEGUNDO SERMON DE SAN JOSÉ DE CALASANZ.

A fructibus eorum cognoscetis eos,


Por sus frutos los conocereis. }
S. Mateo , cap. VII, v . 16.

Bien habreis visto vosotros , hermapos mios , en di


ferentes ocasiones dibujado en un papel o pintado en
un lienzo alguno de esos acontecimientos ruidosos en la
historia , en que suelen lomar parte ó ciudades enteras,
ó ejércitos innumerables. Entradas pomposas de nuevos
monarcas en sus cortes , ovaciones solemnes de afor
tunados conquistadores , proezas militares é insignes
hechos de armas vemos frecuentemente représentados
con el pincel por los mas diestros é ingeniosos maestros
del arte. Mas observamos al contemplar estos cuadros
en cuyos asuntos han intervenido tantos hombres , que
falta siempre campo á la imaginacion para extender
como quisiera su vuelo : de donde resulta que solo se
dejan ver en su lotalidad algunos pocos personajes,
apareciendo los demas á lo lejos ó entre sombras con
muy confusas líneas y ligeras pinceladas.
Ved aquí, bermanos mios, lo que sucede á un ora
:
68
dor cuando ha de formar el panegirico de un heroe
cugas acciones son todas loables. No pudiendo traspasar
los límites prefijados, ya por la costumbre á esta clase
de discursos se vě eu la dura precision de omitir mu .
chos hechos ilustres y memorables ó presentarlos a la
imaginacion de sus oyentes con tal rapidez que los hace
casi imperceptibles. ¿ Habeis por ventura oido un pane
girico del santo y zeloso maestro de la juventud José
de Calasanz que haya comprendido todos los grandes
hechos de este varon esclarecido ? Las bóvedas sagradas
de este templo han resonado cien y cien veces con las
sublimes alabanzas de san José de Calasanz pronuncia
das por elocuentes bocas, ya de discípulos agradecidos,
ya de sus amantes hijos ; pero todos han confesado ( y
con verdad ) que omitian multitud de hechos por otra
parte dignos de memoria a fin de no ser excesivamen
ie molestos á su auditorio. Y bien ¿qué otra cosa po
deis esperar de mi? Ni os debo prometer , di puedo
ofrecer sino una ligera reseña de las sublimes virtudes
del inclito Calasanz. Mas tal vez he prometido demasia
do. Mi idea es hablaros de una sola accion suya , de la
fundacion de sus escuelas. Intimamente persuadido , á
que no me es posible pintar á Calasanz en toda su glo .
ria y grandeza , me he propuesto únicamente darosle á
conocer ly me tendré por satisfecho) por esta su obra
maestra , por esta su gloriosa empresa , por este opimo
fruto de su santidad : A fructibus eorum cognoscetis eos .
Ved pues , hermanos mios, que todo el plan de mi disa
curso está reducido á probaros que la iostitucion de las
escuelas pias es el mas completo y razonado panegirico
de san José de Calasanz.
Purisima virgen Maria , santa madre de Dios y sin .
gular protectora de este benéfico instituto , alcanzadme
un rayo de la divina gracia , pora que pueda encomiar
cual se merecen las altas virtudes de vuestro mas lier .
no devoto José de Calasanz , que quiso poner su religion
bajo de vuestro amparo soberano. Conceded me , piado
sisima madre , esto gracia que mis oyentes y so os pe
-69
dimos postrados , diciendo con toda reverencia : Are,
Maria .
Hermanos mios , si conoceis tas escuelas pias , sa
breis que las fundó el ilustre aragonés san José de Ca
lasanz , y nada mas necesitais oir para formar el con
cepto mas eminente de su sublime sonlidad . Pero ¿ qué
fueron ó qué son las escuelas pias ? Lo expliraré, para
que conozcais el mérito de su inmortal fundador . Fue
ron el taller donde se labró el heroismo universal de
Colasanz : son el taller donde há mas de los siglos se
vienen labrando para muchos de sus hijos espléndidas
eoronas de gloria inmarcesible y eterna . Asi es , her
manos mios. Si Calasanz fue un heroe en todas las virs
tudes , se hizo lal en la institucion de sus escuelas. De
mostremoslo brevemente. ¿Quereis verle heroe de hu
mildad ? No le mireis despreciando en su juventud los
honores y dignidades á que pudo haber llegado si hu
biese seguido la carrera militar o civil , atendida la ele
vacion de su cuna y la opulencia de su casa : no le mi
reis huyendo de los aplausos y aclamaciones que le es ,
peraban en Barcelona despues de haber calmado con su
inefable prudencia las facciones en que ardia aquella
populosa eiudad : no le mireis disfrazado con un pobre
y grosero traje para evitar la honrosa acogida que le
aguardaba en Roma á consecuencia de la fama de sus
virtudes : no le mireis rehusando las mitras y capelo.
con que le brindan los reyes y el sumo pontifice para
ennoblecer el episcopado y el sacro colegio. Entrad mas
bien á las horas del dia en las escuelas pias que él ha
fundado , y allí encontrareis á un doctor en jurispru
dencia y sagrada teologia , á un vicario general de la
diócesis de Urgel , á un teólogo consultor del cardenal
Coloana abrazando á unos niños descalzos y pobremenle
restidos , enseñandoles los rudimentos de lo fé y á co
nocer las letras del alfabeto : penetrad tambien si que
reis en las mismas escuelas durante la noche , y encons
trareis á gu fundador , á ese sacerdote aplaudido en Es
paña , respetado en Roma y venerado en su orden con
- 70 –
una escoba en la mano barriendo las aulas ..... ¿ Dónde
puede ostentarse mayor humildad ?
¿ Quereis ver á Calasanz un heroe de fortaleza ? Yo
os le pudiera presentar no menos fuerte y casto en la
ciudad de Valencia resistiendo a los atractivos de la
hermosura , á los estímulos de la juventud , á la seduc
cion de un lenguaje apasionado y cariñoso : le pudierais
ver con no menos fortaleza que sumision y respeto ha
cer frente a la voluntad y proyectos de su padre de que
abrazase el estado del matrimonio y la profesion de las
armas : le veriais fuerte cuonto zeloso y activo empren
der la visita de las inaccesibles y desmoralizadas pobla
ciones de los Pirineos , y arrostrando á mil peligros cor
regir abusos y sustituir las mas loables prácticas de
virtud á las costumbres mas depravadas ; pero id , id
mejor á Roma donde funda sus escuelas pias: alll es
donde se despliega la fortaleza de Calasanz : allí es don
de lucha varonilmente contra el infierno. No le vereis
aquí como en sus primeros años armado de un cuchillo
y acompañado de otro niño pelear con una sombra que
si le derriba de un arbol , ningun daño le causa : le ve
reis solo , sin compañía , armado de su zelo colocando
la campana para tocar á guerra contra el abismo y per
maneciendo constante en su resolucion , aunque gra .
vemente maltratado por Satanás. Pero eslo es poco:
Calasanz descubre toda la heroicidad de su fortaleza en
la fundacion de las escuelas pias , cuya gloriosa empresa
lleva adelante luchando con la escasez de fondos para sos
tenerlas, con la desercion de varios maestros que le aban .
donan fastidiados del penoso ejercicio de la enseñanza ,
con las calumnias que esparce la maligna enividia de los
que creen arruinados : sus intereses por esta institucion,
con las injurias en fin y ultrajes sin cuento que le ha.
cen sufrir unos hijos desnaturalizados que conspiran
contra su buen padre y se mancomunan para perse
guirle y humillarle y acabar con la obra de beneficencia
que ha emprendido. Ah ! Heroe de fortaleza fue Cala.
ganz en la fundacion de sus escuelas .
-71
Mos veamosle heroe de zelo y de caridad en la mis .
ma empresa. ¿ Recordais , hermanog mios , que el niño
Calasanz reunja en su casa á sus compañeros de es
cuela , los convidaba á rezar el santo rosario , y subido
en una silla los exhortaba con voz infantil y palabras
de un espíritu superior á su edad á que fuesen derotos
de la santisima virgen Maria , á que amasen la pureza
y detestasen la deshonestidad , á que obedeciesen á sus
padres y maestros , á que amasen á Dios y lemiesen el
pecado mas que la muerte? ¿ Conservais en la memoria
que Calasanz , estudiante de facultad mayor en Lérida y
Alcalá de Henares , no solo era el modelo de toda virtud,
sino que procuraba infundirla en sus compañeros y con
palabras dulces y enérgicas los retraia del vicio , cal
maba sus pasiones, contenia sus impetuosidades , arre
glaba sus desa venencias, corregia sus excesos , en una
palabra era el maestro de sus costumbres y el reforma
dor de su conducta ? Pues estos eran los crepúsculos de
su dia : aun no se ha dejado ver este sol sobre el hori.
zonte . Aguardad que aparezca en toda la fuerza de All
resplandor , y entonces admirareis su zelo ardiente. No
olvideis entre tanto los primeros efectos de su caridad ,
aquella su beneficencia, aquella su generosidad con que
funda de sus propias rentas diferentes montes de pie
dad para el socorro de pobres labradores y de doncellas
desgraciadas , aquella profusion con que derrama limos
nas en las cárceles y en los hospitales que tan frecuen
temente visita , aquella largueza con que alivia las mise .
rias de familias vergonzadles a quienes busca con solici
lud en los rincones á donde los obliga a retirarse su des
gracia . ¡ Quél ¿Es grande el zelo y caridad de Calasanz ?
Miradle en sus escuelas : contempladle entre sus niños.
Mas parece que os asombrais. Eo que ocasion habeis
llegado! ¿ Qué veis? Tiene el rostro encendido , sus ojos
son dos llamas , habla con tono esforzado y levanta la
mano en ademan de amenazar con terrible castigo . ¿ Sa
beis qué es , hermanog mios ? Está inspirando a sus
tiernos y amados discípulos el mas profundo horror al
79

pecado : está penetrando sus corazones con el temor sa


ludable de Dios. Atended , allí hay quien seducido por
un joven disoluto no ha temido perder su inocencia co
meliendo algunos pecados graves ; pero ha concebido ya
por las palabras de José tal sentimiento de su culpa ,
que está deseando por momentos expiarla en el santo
Tribunal de la penitencia : aquel otro que aun se con
serva inocente , se ha horrorizado tanto con la pintura
que hace Calasanz de la culpa , que despues de militar
muchos años hará una confesion general de loda su vida
y no tendrá sino pecados leves de que acusarse : allí se
encuentra tambien otro niño , que persuadido de la fu
nestisima desgracia que es salir de esta vida en peca
do , al ver a su padre en peligro de morir sjn confe
sion y no pudiendo libertarle del riesgo le exhortará
eficazmente á que haga un acto de contricion y aun le
irá dictando las palabras que ha de pronunciar en lal
conflicto . Tales son los frutos del zelo de Calasanz : tan
heroico es su zelo que tal fruto recoge. No hablemos
de las obras de caridad que José practica en sus escue -
las. Ellas son consecuencia de su amor a Dios y al pro
jimo : ellas son un perenne ejercicio de esta virtud su
blime. José las ha fundado á impulsos de la caridad de
Dios y poseido del amor de sus hermanos. Lejos de
proponerse en su institucion ningun engrandecimiento
personal , ningun material interés , há renunciado sus
propias conveniencias , sus empleos honoríficos , los car .
gos y dignidades que le hacian visible y estimado , ha
consumido sus rentas y se ha empobrecido para surtir
las de todo lo necesario á la enseñanza y para proveer
á sus discípulos de libros , papel y demas articulos que
les son indispensables para aprender. Luego debemos
concluir que Calasanz fue tambien un heroe de zelo y
de caridad en la institucion de sus escuelas pius , igual
mente que de humildad y fortaleza. Brillaron' pries sus
virtudes eminentes en esta obra con tales resplandores,
que obscurecieron en cierto modo las demás acciones
memorables de su larga vida . Asi que la fundacion de
-73
las escuelas pias es el mas completo panegirico de José
de Calasanz.
Pudiera yo aqui , mis amados hermanos , dar por
terminado mi discurso ( y lo haria con gusto cierta
mente por no molestaros), si con la vida de Calasanz
hubieran lambien tenido fin sus escuelas y no fueran
todavia despues de dos siglos un taller donde se labra
para sus verdaderos hijos una esplendente corona de
gloria inmortal. Pero no puedo resolverme á omilir lo
que redunda en tanta gloria de mi amantisimo padre.
Sígloria
, es de Calasanz haber instituido unas escue
las , en que al propio tiempo de prodigarse á la niñez y
á la juventud el beneficio de una enseñanza piadosa se
santifican sus profesores con la práctica de las mas ex
celentes virtudes. Alegraos, jóvenes, á quienes el cielo
ha iuspirado que os alisleis bajo las banderas de Cala
sanz. El padre de la niñez , el protector de la juvenlud
os convida a participar de la gloria que él posee. La
podreis adquirir en sus escuelas : en ellas podreis prac
licar todas las virtudes ; id. El verdadero hijo de Ca.
Jasanz recibe .y enseña á sus discípulos en nombre de
Jesucristo y por amor de Jesucristo , y al ejecutarlo
asi hace la fé resonar en su corazon aquellas consola
torias palabras : Qui susceperit unum parrulum talem
in nomine meo , me suscipit: lo escucha y exclama do
cil á la palabra de Dios : Sí, tratando estoy con Jesu
cristo. Asi practica la fé. El verdadero hijo de Calasanz
trabaja , se fatiga , se desvela por la mejor educacion
de sus discípulos: ninguna retribucion espera ni solici
ta de parte de los hombres : algunos sí le corresponden
con ingratitudes ; mas él no obstante persiste en sus
desvelos y fatigas porque oge que le dice el espíritu de
Dios: Los que enseñaren a otros la justicia y la virtud ,
brillarán como resplandecientes estrellas en el cielo.
Asi ejercita la esperanza . El verdadero hijo de Calasanız,
aunque instruido en alta y sublime ciencia , no rehu
sa dar las primeras nociones de lectura á los niños que
se le confian : aunque le sea familiar el lenguaje de los
74
Leones y Granadas , no desdeña hablar toscamente con
la infancia para hacerse inteligible á ella . Asi ejercita
la humildad. El verdadero hijo de Calasanz ..... Mas no
prosigamos: es caritativo , porque enseña por amor de
Dios ; es paciente , porque sufre las pueriles impertinen
cias ; es zeloso , porque infunde constantemente en los
ánimos tiernos las máximas de la solida piedad : ejerci.
ta asi las virtudes mas excelentes y se hace acreedor á
la corona celestial . iQué frutos de santidad producen
las escuelas pias ! A fructibus eorum cognoscelis cos.
Calasanz las instituyó: ellas son el mejor panegirico de
este glorioso santo. He concluido.
Digoaos, bendito patriarca mio , de proteger desde
el cielo la obra de nuestras manos : amparad a vuestros
hijos y hacednos a todos dignos de vuestro amor : ha
ced docil á la juventud que actualmente nos está con
fiada , bendecid á todos vuestros discípulos y devotos,
á estos con especialidad que os tributan los presentes
cultos , y logremos todos un dia el gozar en vuestra
compañía de la vista de Dios por los siglos de los si
glos. Amen.

TERCER SERMON DE SAN JOSÉ DE CALASANZ.

Omnibus omnia factus sum , ut omnes fa


cerem salvos.
Me be hecho todo para todos por salvarlos &
todos. - I ad corint., cap. 2, v . 22.

Si es cierto el dicho de un sabio : que « la gloria de


los grandes hombres debe siempre medirse por los me
dios que emplearon para adquirirla ; » indudable será
igualmente que la beneficencia es el camino mas corto
para subir a la cumbre de la gloria. Examinense todas
las sendas que a ella conducen , y ninguna encontrare
mos tan recta y tan breve como el amor sincero y efi
caz á nuestros semejantes , que nos impele á proporcio .
narles el bien posible . Todos los demas caminos son tor
-75
cidos , escabrosos é intermioables : el hombre en ellos se
faliga, suda y desmaya á veces antes de ver su término,
si ya otras no le conducen á una gloria insubsistenle y
efímera, brillante , si se quiere , mas parecida en un
todo al resplandor de un relámpago , que apenas se deja
ver desaparece. Mas de esta gloria digamos que no
lo es : que impropiamente los necios y aduladores hon
dado esta denominacion á las acciones obscuras de los
mentidos heroes : que han colocado tras ellas la luz de
Ja razon para contemplarlas , y las han mirado 'asi a
manera de sombras tanto mas gigantescas , cuanto mas
distaban de la luz. « Un hombre insigne no es una ver
dadera gloria (escribia Socy) sinó cuando leva con
sigó el recuerdo de la admiracion, el respeto y amor
que merece el que su po ilustrarle.» .A hora bien y par
tiendo de este principio , ¿quién mejor se concilia y lle
va consigo aun edades infinitas despues de su muerte
el recuerdo de la admiracion , el respelo y amor de los
hombres , que quien emplea sus bienes , sus talentos ó
su persona en beneficio de sus semejantes ? ¿ Qué heroe
mas digno de celebridad y memoria que el hombre
benéfico ? ¿ A qué puede compararse la gloria que la
beneficencia merece ? ¿ Diremos con el poela de Sulmo
na ó con el orador filósofo.... Pero no me olvide yo de
que soy orador cristiano : oigamos de boca de Jesucris
to , sabiduria eterna , la alabanza del hombre benéfi -
co (1) : -« Sed misericordiosos como vuestro podre lo es.».
Señor , ¿ con que la misericordia , la beneficencia me
asemeja al padre celestial, á Dios criador del universo ?
Cuando en Roma pronunciara Tulio que (2) nunca el
hombre se acercaba tanto a la divinidad como haciendo
bien á sus semejantes , se interpretara tal vez su dicho
por hijo de la adulacion ; pero habiendo vos hablado,
Jesus mió , que sois infalible verdad , no queda ya duda
alguna , es cierto : la beneficencia diviniza al hombre.

( 1) Luc. , cap. 6 , v . 36.


(2) Pro M. Marcello .
- 76 -
Y bien , católicos, i no he satisfecho ya por mi parte
en este dia vuestros deseos ? ¿ Cuál es la causa de que
me escucheis con tanta atencion? ¿ Con qué fin he ocu
pado yo hoy la cátedra del Espíritu Santo ? ¿ Deseais
vosotros oir , debo yo predicar las glorias de un español
ilustre , de un macstro sabio de la niñez , de un pa
triarca santo , de nuestro compatricio , de nuestro pre
ceptor , de mi fundador y padre san José de Calasatiz !
Ya he formado su elogio en el mismo de la beneficen
cia. José de Calasanız fue uir hombre eminentemente
benéfico , heroicamente caritativo y tan atento a la fe
licidad eterna como á la temporal de sus hermanos.
¿Qué mas quereis? No sé decir mas , y me parece haber
dicho lo bastante para su mas completo panegirico. Ex
planuré sin embargo la idea. La beneficencia, herma
nos , la beneficencia (entendiendo por esta palabra la ca
ridad ejercitada con el prójimo) se puede revestir de
tantas formas cuantos son los diferentes bienes de que
es capaz el hombre , cuantos son los diversos males de
que puede verse amenazado y oprimido. Todos no obs
tante , asi los males como los bienes, se comprenden
dentro de dos círculos : la eternidad y el tiempo. Los
bienes y males de la eternidad pertenecen al espiritu ;
tocan al cuerpo los bienes y males temporales : aquellos
miran al hombre que ha de ser en la vida futura; estos
al hombre que es en la vida presente : los primeros le
contemplan religioso ; -los segundos le consideran social.
Asi pues la beneficencia refluirá en utilidad de la igle
sia o del estado segun los objetos eternos ó tempora
les que se proponga; y el hombre benéfico, siempre, bajo
lodo aspecto laudable y digno de gloria , merecerá bien
de la religion o de la patria conforme a la clase á que
pertenezcan los bienes que dispense , ó los males deque
eximi á sus semejantes. ¿ Qué diremos pues ? José de
Calasanz , este hombre por excelencia benéfico, ¿de quién
mereció mejor ? ¿ De la iglesia ó del estado ? ¿ Quién
debe mas á esle noble aragonés ? ¿ La religion ó la so
ciedad ? La obra principal de su beneficencia , las es
77
cuelos pias, e para qué son mas adecuadas ? Para for
mar buenos cristianos o para formar buenos ciudada
nos ? Ved lo que yo no me atrevo a decidir; pero sabrá sin
duda hacerlo vuestra madurez y juicio. Me contentaré
con recordaros los bienes espirituales y temporales que
dispensó generoso á la humanidad : vosotros luego de
terminareis si debe aclamarsele heroe de beneficencia
religiosa o heroe de beneficencia social. He propueslo :
seguid favoreciendome é implorad conmigo los auxilios
soberanos.
Señor , vedme aquí en vuestra presencia , hombre
joutil para todo , si vuestra gracia do me asiste ; mas
dadme hoy elocuencia para decir la gloria de, vuestro
siervo Calasanz, vos que a las tiernus avecillas distri .
buls los cantos con que regalan y enajenan nuestros
sentidos; y ceda todo en honor de vuestra religion sa
crosanta , de esta religion divina , sola capaz de for
mar heroes tan universalmente benéficos, cuol lo fue
mi santo patriarca. No me escucheis , Señor , por mí,
porque no lo merezco ; pero oid los ruegos de vuestra
madre, a quien intereso en mi favor saludandola con todo.
afecto : Ave, Maria .

PRIMERA PARTE .

Cuando en un lienzo de muy limitadas dimensiones


se pretende representar una historia muy complicada,
preciso se hace, ú omitir muchos de los lances en ella
ocurridos, o tocarlos solamente con muy ligeras pince.
ladas allá á lo lejos y entre sombras. De esta suerte
me veo yo obligado a proceder en la historia de la be
neficencia de Calasanz bajo cualquiera de los dos aspec
tos con que debo presentarla. ¿ Cómo , si he de hablar
de las grandes ventojas espirituales que la iglesia de
Dios recibe de sus escuelas , me he de entretener en los
demas actos con- que atendió siempre desde su niñez á
la salvacion de las almas , mereciendo ya bien de la re
ligion en sus primeros alios ? Yo si me ocuparia con
- 78 -
goslo en pinlaros á Calasanz nifio casi balbuciente con
quistando almas para el cielo en las sencillas y enérgi
cas exhortaciones a la virtud que dirigia á otros sus
iguales y á los dependientes y criados de su casa . Yo os
le haria ver en Lérida, Valencia y Alcalá lomando por
desahogo para volver a las fatigas de sus estudios el ing
truir en la doctrina de Jesucristo é imbuir en los pre
ceptos de la cristiana moral a los niños pobres y desva -
lidos, corrigiendo con la eficaz persuasiva de sus ejem
plos al propio tiempo que con la gracia de sus palabras
la licencia de costumbres de muchos de sus compañe
ros , obrando una admirable reforma en la numerosa ju
ventud que cursaba 'aquellas universidades. Yo os le
presentaria condecorado apenas con el sacerdocio ejer
ciendo ya los mas honrosos destinos , desempeñando los
corgos mas espinosos cerca de prelados, muy respeta
bles con grande provecho de las almas y con inmensa
utilidad de la iglesia. Ahí , hermanos mios , le vierais
vosotros con suma prudencia reformar el clero de la
diócesis de Albarracin , con sumo zelo dirigir las reli
giosas del mismo obispado , con eficaz asiduidad traba
jar en las cortes de Monzon (1) para la reforma del
orden de san Agustin , con el mas delicado acierto tra
zar los planes de arreglo , de paz y de conciliacion del
célebre monasterio de Monserrat , con todas estas vir
tudes a la par acometer y dar cima á la ardua empresa
de corregir y cortar los crímenes y escándalos públi
cos , comunes , inveterados en la dilatada comorca de
Tremp. iQué frutos tan copiosos recogió la religion del
zelo , de la sabiduría , de la prudencia y de las fatigas
de Calasanzl-Pudieran hablar las diócesis de Albarra
cin , de Lérida y de Urgel , y todas le aclamarian un
insigne bienhechor de la iglesia , un hombre eminente .
mente benemérito de la religioo de Jesucristo. Pero yo,
católicos, no puedo detenerme mas en estos sucesoe .
Bien que ellos demuestren los grandes servicios que hi
(1) Año de 1585 .
-79
zo a la religion mi glorioso patriarca , los inmensos be
neficios que a las almas dispensó ; bien que ellos bag
tasen para probar que habia ejercitado en grado he .
roico la beneficencia religiosa ; queda aun por descri
bir la empresa principal de su corazon benéfico , la obra
grandiosa que acometió su caridad para bien de la igle.
sia y de las almas. Si , hermanos mios , José de Cala
ganz abrió en Roma escuelas públicas gratuitas para
la ojñez y juventud sin exclusion ni distincion de con
diciones , cuya principal enseñanza es la religion y las
buenas costumbres, y secundariamente las letras hu
mapas desde los primeros rudimentos hosta las cien
cias exactos, filosóficas y eclesiásticas. Esta es su obra
peculiar , esta la especial empresa de su beneficencia,
por la que dispensó incalculables bienes al cristianismo
y mereció bien de la iglesia de Dios. Ah! Habia pre
senciado Calasanz triste y dolorosamente los males im -
ponderables que causabaá la religion la ignorancia de
SU8 sagrados dogmas , de sus allos misterios , de sus
preceplos saludables.
Asi en España con motivo de los diferentes empleos
que desempeño, como en Roma con ocasion de las va
rias piadosas confraternidades en que se alistó , hobia
visto con sus ojos y palpado con sus manos que la ig
norancia de la religion era el germen de iniquidad que
pervertia los corazones, fomentaba los vicios , sostenia
los abusos y canonizaba los escándalos. Cuando se disi
paba esta ignorancia y le sucedia la instruccion reli
giosa , hobia visto reformarse el corazon humano , dete
nerse el torrente de las pasiones , extirparse el vicio y
brotar naturalmente la virtud. Pero llegaba muy tarde
para infinidad de almas esta instruccion saludable. Pe
recian muchas eternamente víctimas de su ignorancia
de las verdades cristianas , casi mas que de sus críme
nes. La religion sufria estos lerribles daños con descré.
dito , los lamentaba con amargura , los procuraba evitar
con zelo ; nias no podia alajarlos como deseaba y con
venia . El ánimo mal formado en un principio suele
- 80
hacerse indocil é incorregible. Ob ! Cuántas veces acer
candose Calasanz en los hospitales al lecho de los mo
ribundos para prestarles los auxilios espirituales , cuán
tas entrando en las cárceles públicas para dar consejos
de salud y persuadir el odio del vicio , encontro perso
nas incapaces de recibir los santos sacramentos , almas
que se abandonaron al crimen por ignorar la religion !
Y no era ya tiempo de inspirarles las altas verdades
de cuyo necesario conocimiento carecian , ó no se pres
taban dóciles á recibir la instruccion cuya falta les ha
bia hecho tomar la senda del infierno. Y ¿cómo preca .
Ver estos males ? ¿ Cómo preservar á las almas de tan
terrible calamidad? ¿Cómo enjugar las lágrimas que la
iglesia vierte por la pérdida de tantos hijos? La palabra
de Dios se anuncia en los templos santos : los escritores
piadosos multiplican los libros que enseñan la piedad y
la virtud ; pero la voz de los ministros evangélicos no
se oye fuera del recinto sagrado á donde no suelen acer
carse los mas necesilados de percibir sus acentos, y
110 pueden manejar los libros los que no saben enten
derlos.
Abra pues Calasanz sus escuelas: enseñe él y sus
hijos en ellas con zelo infatigable la religion y la piedad;
y nacerán las virtudes , florecerá el cristianismo , se ale .
grará la iglesia , se librarán de la perdicion infinitas al
mas y lograrán su eterna felicidad . ¿ No creeis , católi
cos , que fueron tales los frutos que desde su principio
produjeron las escuelas pias? ¿Dudareis que estas pres
tan un servicio importantisimo á la iglesia de Dios ?
¿ Que formandose en ellas los hombres desde su prime
ra edad buenos cristianos son altamente benéficas a las
almas? Yo os presentare una sola prueba , la persecu -
cion cruel que ha declarado y sostenido contra ellas el
infierno . Ya en su nacimiento procuró sofocarlas inten
tando la muerte de su fundador : transformado en hor
roroso monstruo un espíritu maligno le derribó violen
tamente de una escalera de mano en que se apoyaba
para colocar la campaoa de las escuelas. No permitió el
-81

Señor ge lograse el intento de Satanás : José , aunquc


gravemente maltratado de la caida , vivió no obstante
todavia muchos años , y llevó adelante su benéfica ins
tilucion bien á pesar del abismo que frustrado su primer
proyecto puso en ejecucion cuantos medios pudo ioven
tar su malignidad para destruir una obra tanto mas
terrible para él, cuanto mas ulil era para las almar. Dic
terios y calumnias de los extraños , fastidio , desalienlo
y desercion de muchos de los propios fueron las prime- .
ras baterías con que pretendió arruinar el mogoífico
edificio : sembró despues la discordia , fomentó locas
ambiciones , enajeno voluntades de personas influentes
y autorizadas , obscureció entendimientos de prelados
respetables , promovió atropellos increibles contra el
autor del instituto , arrastró por último á este hasta el
borde del precipicio : se gloriaba ya casi de haberle des
truido y aniquilado ; tanto era el horror que desde lue
go contra él concibió; pero la mano de Dios estaba allí.
No , no pereció la obra de Calasanz , porque era obra de
Dios y de su madre. El infierno pudo suscitar Marios ,
Querubinis y Pietrasantas : pudo gozarse en ver á Ca
lasanz conducido ignominiosamente a los tribunales :
pudo complacerse en présagiar la próxima destruccion
de su obra , porque no podia aumentarse el número do
sus individuos ; mas no celebrará este triunfo ; se le
vantarán con gloria las escuelas pias a las que ha cons
tiluido Calasanz bajo la defensa poderosa del sacrosanto
nombre de Maria (1 ) , y todo el empeño de Lucifer por
aniquilar las servirá solo de acrecentar la gloria de Ca
lasanz y manifestar al mundo cristiano que ellas son
allamente benéficas á las almas ; que su autor ha me
recido sobremanera bien de la iglesia con tan grandiosa
institucion. ¡ Y qué ! ¿ Podremos asegurar esto mismo
de José de Calasooz con respecto a la sociedad civil ?
Este hombre que tantos beneficios dispensó á la iglesia

(1) El escudo de armas de las escuelas pias es Maria ,


madre'de Dios , escrito en caracteres griegos.
T. 67 . 6
82
de Dios . se desentendió de hacerlos al estado ? ¿ Fue
menos benemérito de la patria que de la religion ? Este es
el objeto de la
SEGUNDA PARTE.

No me atreviera yo a abusar de vuestra paciencia


si no confiase que habeis de usar conmigo de benignidad
en atencion al interés del asunto. Quisiera ser breve en
esta segunda parte y no podré serlo con facilidad .
Porque creen equivocadamente muchos que un hombre
virtuoso , un hombre dado a las prácticas del cristianis .
mo no puede ser un miembro util á la sociedad . Este
error debe combatirse ; los ministros de la religion esta
mos obligados a hacerlo , y afortunadamente Calasanz
es suficiente argumento para demostrar lo absurdo do
esta calumnia vomitado por la impiedad contra el cato .
licismo . Por esto aunque he omitido sin escrúpulo mu
chos de los servicios que prestó á la iglesia , aunque nada
he dicho de su zelo por la conversion de los herejes,
de su asiduidad en la odministracion de los soplos sa
cramentos , de su solicitud en promover la devocion de
la santisima Virgen y las prácticas de piedad , ejerci.
cios que no desatendió en medio de las molestas fatigas
del instituto ; no puedo resolverme á pasar en silencio
casi oinguno de los actos de su beneficencia exterior, de
aquellos quiero decir que miran a la vida presente y
refluyen de un modo material y sensible en el bien de
la sociedad. ¡ Cuán admirable fue Calasanz en todas las
épocos de su vida en esta beneficencia temporal! ¡Cuán
tos beneficios dispensó á los pueblos su caridad heroica !
Hablen Peralta y Urgel , Orloneda y Claverol , donde
estableció de sus propias rentas y de su legítima ricos
montes de piedad que dolosen anualmente á cierto
número de doncellas pobres y distribuyesen dos veces
al año grano y dinero á los indigentes y desgraciados.
Hablen los hospitales y las cárceles de todas las ciuda
des en que por algun tiempo residio , donde distribuia
largas limosnas a los infelices habitadores de aquellas
- 83
tristes moradas. Hablen las confraternidades de los
santos apóstoles y de las llagas de san Francisco , que
dedicadas al socorro de los pobres vergonzantes , enfer
mos y otros atribulados fueron apenas conocidas por
José cuando tuvieron la dicha de contarle entre sus
individuos y multiplicados motivos de admirar y agra .
decer su generosidad y desprendimiento. Hable Roma
que esperimentó su caridad y largueza , su fortaleza y
resolucion en las horribles pestes de 1586 y 1631 y
en la asoladora inundacion causada por el Tiber
en 1598. Hablen por fin cuantos en su tiempo se vie
ron ofligidos y de quienes luvo noticia José: á todos
ellos los 'amparó y socorrió por cuantos medios y arbi
trios estuvieron a su alcance. ¡ Oh ! Cuán benéfico fue
para con los hombres mi ilustre patriarcal¡Ohlicuánto
debieron los pueblos a Calasanz ! Pero tio dilatemos mas
el hablar de sus escuelas. Descubramos la grandeza im
ponderable del beneficio que con ellas dispensó a la so .
ciedad : manifestemos cuán bien mereció Calasanz de
la patria con la inslilucion de sus escuelas. Y no
penseis , hermanos mios , que pretendo yo ahora ha
cer su apologia , aunque no fuera esto en mi repren
sible cuundo el mismo santo la hizo en tiempo oportu.
no con valiente energia y vasta erudicion . Pero está
hecha ya en el ansia con que las solicitaron y admitie
ron los pueblos , en el favor que les ban dispensado
constantemente los primeros poderes del estado , en el
respeto con que las han mirado las revoluciones mis
mas , que a manera de torrentes suelen sin pensarlo ar
rastrar entre sus impetuosas olas los mas grandiosos
edificios. Asi que mi intento es solo elogiar á mi glo
rioso patriarca por el mérito que controjo para con los
pueblos en la fundacion de sus escuelas . Efectivamente
con ellas atendió a la felicidad de los particulores , con
ellas a la felicidad de los gobiernos. En las escuelas
pias 800 admitidos los niños sin distincion de clases ni
condiciones: en ellas se sientan á recibir su instruccion
asi el hijo del empleado público como el del mendigo
~ 84
que pordiosea su mantenimiento. La instruccion que
en ellas se da , está basada sobre el Evangelio de Jesu
cristo . Ved aquí las dos circunstancias principales de
ser lán beneméritas de los pueblos las escuelas pias,
Con la educacion que facilitan á las clases infimas y
menesterosas , abren el santuario de las ciencias á mu,
chos talentos que tombien brotan entre la desnudez y
la miseria ; rompen el dique de la ignorancia que se
oponia á que saliesen de su estado de abyeccion ; y los
siluan en el camino que los puede conducir a los mas.
elevados y hourosos puestos de la república . De aqui
squé multitud de bienes para los particulares ! ¡Cuánlos
ancianos que nacidos en la pobreza y gostados 8u8 años
robustos en ocupaciones de poca utilidad hubieran ar
rastrado una vejez por muchos titulos miserable , la lo
graron medianamente comoda , sostenidos por los hijos
á quienes colocaron en mejor posicion las escuelas pias !
¡ A cuantas viudas que llorarian hasta la muerte la de .
solacion en que las habian dejado sus esposos , enjuga
ron sus lágrimas despues los hijos que en las escuelas
calasancias se educaron ! ¡Cuantos huérfanos , condena,
dos por su desgracia á depender siempre del favor aje .
no ó vender sus servicios á sus semejantes , instruidos.
por los hijos de Calasanz hallaron el medio de vivir in
dependientes y de retribuir tal vez á las piadosas almas
que los ampararon en su abandono !
Y la patria fcuántos talentos ha utilizado con ade.
lanlamiento de las artes , honor de las ciencias y au
mento de la pública riqueza ! ¿ Y qué diremos de los
grandes crímenes de que preserva a los estados , contri
buyendo osi à la positiva felicidad de los pueblos , la
instruccion religiosa que se da en las escuelas de Cala
sauz ? ¿ Qué es un pais imbuido en la ignorancia si no
un lago que abunda en reptiles ponzoñosos? Puede afir
marse que para nada es buena la ignorancia y á lodo
perjudica. Es imposible que salga ninguna luz de las ti
nieblas y no se puede andar por entre estas sin extra
viarse. Los siglos mas ignorantes y rudos fueron siem .
-83
pre los mas viciosos y corrompidos . Ahora bien des
terrada la ignorancia de las clases indigentes , los mas
predispuestas por su natural condicion a precipitarse en
Jos vicios y á servir de instrumentos para la iniquidad ,
1 qué considerable bien no reporta al estado ! De
cuanta mayor seguridad podrán gozar en sus hacien
das y en sus personas todos los miembros del gran
cuerpo político , hallándose imbuidos en el temor sana
to de Dios los que por su posicion miserable son mas
tentados á arrebatar los bienes y vidas de sus semejan
les ! ¿No es acaso la rectitud de la conciencia el mos
poderoso freno de las pasiones ? ¿ No es , como decia el
célebre Warburlon , «la doctrina de una vida futura
de castigo y recompensa despues de la muerte necesa .
ria en la vida civil ? » ¿ Qué diremos pues ? ¿ Que José
de Calasanz no ha merecido bien de los pueblos por la
institucion de sus escuelas ? ¿ Que no son estas tan ade
cuadas para formar buenos ciudadanos como lo son
para formar cristianos perfectos ? ¿ Que debe mas á
Calasanz la iglesia que el estado ? Vosotros resolvereis;
por mi parte creo haber cumplido ya lo que os ofreci
de proponeros los bienes espirituales y temporales que
hubia dispensado José á la humanidad , para que de
cidieseis si se le debe aclamar heroe de beneficen .
cia religiosa Ó heroe de beneficencia social . Sin em
bargo ya que al considerar las escuelas pias como úti
les à la religion hemos visto á su autor padecer perse
cuciones , ignominias y arrestos con admirable fortale
za ; veamosle tombien al considerarlas útiles á la
sociedad en otra situacion no menos interesante y que
explica con un lenguaje elocuerilisimo su ansia de ser.
vir al bien de los pueblos. Calasanz , ya lo sabeis , do
lado de grande ingenio, habia cursado con suma aplica
cion la literatura, la filosofia , la sagraila teología , el
derecho civil y canónico en las mas célebres universi
dades de España : de casi todas estas facultades habia
recibido con aplauso la borla de doctor y habia mani
festado la profundidad de su ciencia en el desempeño
- 86.
de los cargos mas espinosos que se le confiaron . Pues
bien este universal y aplaudido doctor, este hombre
tan sabio que hubiera podido leer cualquiera de las fa
cultades mayores en las mas concurridas escuelas , que
hubiera podido regir diferentes diócesis de España y
de Italia con que fue convidado , que hubiera podido
tomar asiento en las mas ilustres asambleas del mun .
do , en el sacro colegio de cardenales , no tuvo empacho
ni reparo alguno en sujetarse á reformar el caracter
de su letra para enseñar á escribir con perfeccion cuan
do pasaba ya de los cuarenta años de su edad. ¡ O Dios
miol ¡Calasanz, consultor y teólogo de sapientisimos pre
lados, Calasanz, vicario general de la diócesis de Ur.
gel , Calasanz , ayo del nepote del eminentisimo Colonna ,
Calasanz , propuesto por la majestad de Felipe II para
el arzobispado de Brindis, formando con robusta mano
los primeros trazos de las letras ! ¿ Y con qué fin ?
Para servir à la humanidad , para ejercitarse en una
obra de pública beneficencia , que le ha de costar in
mensos sudores, imponderables faligas , indecibles tra
bajos y crueles persecuciones ..... Cristianos, no quiero
ser mas molesto. Habeis oido ya lo suficiente para re
solver con vueslra madurez y juicio la cuestion que en
un principio os indiqué. Cualquiera que sea vuestra
resolucion , Calasanz resullara siempre un hombre emi
nentemente benéfico , heroicamente caritativo y lan
atento á la felicidad eterna como a la temporal de sus
hermanos. Bendicion , gloria y olabanza al noble hijo
de España , al insigne bienhechor de la humanidad , al
protector de los párvulos , al maestro de la niñez, al pre
ceptor de la juventud , al padre de los huérfanos, a José
de Calasanz , que ton altamente mereció de la iglesia y
del estado. Sea bendita la religion augusta , la religion
divina que supo formar su corazon lan benéfico para
consuelo de todas las clases de la sociedad . Sea bendita la
religion sacrosanta de Jesucristo , esle don del cielo que
nos ha comunicado el autor de la naturaleza para bien
de sus criaturas en el tiempo y en la eternidad.
- 87 -
Tú , padre amado mio , bien alcanzas á ver por en
tre los brillantes resplandores de gloria que te circun
dan , los trabajos y penas que a tus hijos afligen en tu
' patria . Sí , en tu patria , donde mas que en todo otro
lugar de la tierra debiera al menos por vanidad nacio
nal hallarse protegido t'u inglitulo , se ve abandona
do... ( 1 ) ; y tú lo ves desde el puesto elevado que ocu -
pas en la presencia del Eterno. Pero quizá te compla
ces en que participemos de tus penas y amarguras ;
quizá le glorias de que a imitacion tuya padezcamos el
grave dolor de ver amenazada de muerte una institu
cion tan benéfica , cierto por una parte de que asi lo
graremos mas honrosa corona , y por otra seguro de
que el nombre excelso de Maria ha de ser nuestra de
fensa y nos ha de conceder el mas brillante triunfo . Y
ruegas tú entretanto con eficacia y velas por nosotros
con solicitud. De verdad , si , de verdad , asi es ; no nos
has desamparado. Tú haces resonar frecuentemente en
nuestros corazones y mueves tambien nuestras lenguas
á que repitan aquella tu expresion de esperanza en
medio de tus mayores penalidades : Confiemos en Dios:
dejemos obrar a Dios. Tú vigorizas los miembros debi .
litados de algunos hijos tuyos que enconecieron traba
jando infatigables en el instituto , para que continuen
aun la apostólica y benéfica tarea de instruir a la ju
ventud. Tú nos sostienes con los auxilios que nos reca
bas de la divina misericordia , á cuantos fieles hasta aho
ra á nuestra profesion seguimos tu bandera , luchando
contra los temores de un porvenir temporal sobrema
nera desgraciado . Gracias , gracias , padre amantisimo,
por estos favores que vos dispensas y por los auxilios po
derosos que nos alcanizas. Pero si es posible alcancenos lu
poderosa influencia el lérmino de los males que lloramos
y de los mayores que temémos. Merecemos sin duda

( 1 ) Este sermon se predicó en sto de 1844 , cuan


do el instituto de san José de Calasanz no había sido re
puesto aun en su aptiguo ser y estado .
- 88
lus actuales hijos mucho padecer y mucho penar ; mas
muevante á compasion la niñez y juventud de tu pa
tria , objeto predilecto de tu cariño, Pronto , muy pron
to desaparecerá de la España tu instituto ..... 1 cuántos
pequeñuelos pedirán entonces el pon de la cristiana
educacion , y no habrá quien se lo reparta ! Y ¿ podrás
tú oir con indiferencia sus clamores , tú , á quien que 1
1
dó encomendado el pobre y que fuiste constituido pro
tector del huérfano ? Preven pues ya desde ahora con
lus ruegos esta calamidad de tu patria y la desgracia
espiritual y temporal de ininilos jóvenes consiguiente
á la falta de instruccion religiosa y literaria que en tus
escuelas se da . Mira , mira á esos niños que represen .
tan á todos los actuales discípulos de eslag lus escue .
las. Los ha socorrido en su indigencia el corazon benie
fico de la piadosa Isabel II. Un rasgo semejante de ca
ridad obtuvo por tu mediacion para su ilustre abuela
la salud temporal del regio progenitor de Isabel, tu
omaple , devolo y discípulo Fernando VII . Esta misma
caridad continuada en obsequio tuyo por la excelsa
reina de las Españas e no habrá de merecerle gracias
singulares ? Y qué mejor gracia que la solicitada y
obtenida por Salomon , á saber , la prudencia necesaria
para regir en paz su reino y hacer felices á los pueblos
que le prestan obediencia ? ¿Y contribuiria a la felici .
dad de los pueblos el verse privados de tu institulo ?
Ea , generoso español , vuelve a la vez lus ojos a tu pa
tria y á tus hijos ; acudiendo a la necesidad de estos
mirarás á la felicidad de aquella: que venga por tu in
tercesion el espíritu de sabiduría sobre el corazon de la
inocente Isabel y que tienda ella su mano consoladora
å tu moribundo instituto , que le vivifique y reanime;
que fomente á la par cuantas instituciones puedan con
tribuir al lustre de la nacion y bien estar de sus puc
blos . Comunicanos tambien á todos tus hijos tu doble
espíritu , para que imitando tus ejemplos y siguiendo
lus pasos seamos como lú beneméritos de la iglesia y
de la patria , y enscñando con zelo la religion , la pie
- 89
dad y la virtud juntamente con las ciencias humanas
formemos de todos los niños confiados a nuestro cuida .
do cristianos perfectos y buenos ciudadanos , que des
pues de ser útiles á sí mismos y á la sociedad en la
Lierra aumenten en el cielo el número de los que eler
namente alaban al que vive y reina Dios por lodos los
siglos de los siglos. Amen.

SERMON DE SAN AGUSTIN.

(DEL DR. D. JOSÉ VICENTE DUR A.)


Sapicntia filiis suis cilam inspiral..... et
qui illam diligil, el diligit vilam ..... Qui
lenuerint illam , vitam hereditabunt.... Qui
audil illam , judicabil gentes .
La sabiduría inspira vida a sus bijns ..... y quien
la ama oma la vida.... ; Y los que la poseen
herednrán la vida .... ; y el qne la oye será
juez de las naciones.
Eclesiástico, cap. 4 , vv . 12, 13, 14 , 16.
Si de la justicia y de la verdad hubieran concebido
los hombres unas mismas ideas ; todos igualmente se
conformaran con Salomon al enseñar la discrecion al
párvulo y el juicio al mozo. Pero los mismos ob
jelos son mirados por lo comun con distinlos ojos,
y la diversidad de pareceres impide que de los hom
bres se forme una familia de sabios , El sensual no
descubre en el mundo sino la superficie que le em
belesa : el Glósofo reconoce en él la magnificencia ,
de un artifice inmenso en sus producciones ; y el cris- ,
liano descubre una perspectiva apreciable solo en cuan
to le encamina al cielo. El alma de Salomon se elevaba
sobre todos los astros , porque debajo del sol no veia
mas que vanidad ; y el que llega a este grado sublime,
ve reducirse á átomos los colosos y deshocerse el mun
do como la cera. Los placeres , las riquezas , los hono:
res se resuelven a su vista en polvo como el idolo de
Dagon en presencia del arca : nuestra vida animal apa -
-90

rece como un dia en la sucesion de los tiempos y me :


nor que un punto en orden a la eteroidad . Si el alma
que se despierta á ratos a la luz de estas verdades , se
fijara en ellas sin limitarse a la figura de este mundo;
cada una de las criaturas seria para nosotros un espejo
en que vieramos el reverbero del resplandor celestial , y 1
el digno objeto de la solemnidad presente , el grande .
Agustino se nos presentaria como el verdadero modelo
de una alma sublime. No pueden leerse sin admiracion
sus Confesiones y Soliloquios; no se halla en ellos sino
los ojos del espíritu y el idioma de la verdad . ¡ Ah ! Y
iqué interés inspira cuando sigue aquellas sendas de luz,
por donde afirmado sobre conocimientos indubilables
va con paso tranquilo hacia el origen de todos los bie
nes ! Su entendimiento parece que se transforma en un
rayo , con cuyo auxilio nos hace ver la grandeza de una
alma llena de su Dios y toda arrebatada y extálica á
vista de los resplandores eternos. Aquellas hermosuras
siempre antiguas y siempre nuevas que tanto le pesaba
al grande Agustino haber amado y conocido tarde , fron
qué grandeza aparecen á nuestra vista en los dias pre
ciosos en que como hijo de la sabiduría se alejó de las
tinieblas que le habian rodeado en su primera edad !
Todo era nuevo para Agustino desde que se desembara
zó de aquella mujer atrevida y de prudencia po
bre , que segun el enigma de Salomon está sentada
en una silla á su puerta. La profaria majestad y elo
cuencia de Tulio , la hinchazon de palabras, estos fue
ron los medios de que se valió aquella mujer , como con
fiesa él mismo , para seducirle , porque le halló fuera de
sí y que habitaba en los ojos de su carne y rumiaba las
mismas cosas que habia tragado por su consejo. Pero asi
que los vientos recios de su consideracion , como dice
en sus Confesiones, se revolvieron y turbaron las aguas
de sus miserias y todas juntas como un monte se pusie.
roni delante de su corazon , se levantó una borrasca
grandisima con una abundante lluvia de lágrimas y em
puzó a dar voces y á detestar sus errores antiguos.
-91 -
¡ Cuán otro se reconoció Agustin desde el instante en
que sentado debajo de la higuera abrió el libro que le
mandó tomar una voz milagrosa , y empezó a leer en el
apostol Pablo ! Un rayo de luz penetró su corazon , las
tinieblas de sus dudas desaparecieron ludas , y como hi .
jo de la sabiduría celestial empezó a vivir aquella vida
de gloria y de inmortalidad que se reservó al sabio y
que eternizó en la memoria de los hombres sus preciosos
dias. Los gramáticos , retóricos y filósofos no hicieron
á Agustin digno de aprecio : la ciencia de la sanlidad le
inspiró la vida ; y entonces empezó a ser grande , á lle .
narse de mérito y á ser con su saber el juez de las na
ciones. Esta será la idea de mi discurso segun esta pro
posicion : la sabiduría del cielo hizo grande á Agustino.
Recurramos al padre de las ciencias para que nos ilu
mine con un destello de su divina gracia , interponiendo
para lograrlo mejor la mediacion de la santisima Vir
gen , á quien decimos con filial afecto : Ave , Maria .
Es una verdad innegoble que los hombres desde un
principio no convinieron en el significado de la grande
za . Los que se fijaron en los sentidos , la pusieron en el
nacimiento ilustre , en la autoridad , la opulerrcia y lag
hazañas. Los que no fueron tan carnales , creyeron ha
llarla en el grande ingenio , en los talentos , en las re
flexiones profundas, en el don de la invencion , en la
elocuencia y dotes del espíritu ; pero pocos la recono
cieron en la santidad , que es su verdadera madre. Los
primeros no querian ser grandes sino á los ojos de los
hombres : los segundos a los de los sabios; pero los úl
timos no tratan de serlo sino a los de Dios. Alejandro
se creyó grande por conquistador , Platon como Glósofo ,
san Pablo como cristiano . Y osi como seria un absurdo
negar á Alejandro su presumida grandeza solo por
que no fue filósofo ú orador , 6 á Plafon la suya porque
no conquistó provincias ; no lo scria menos negar al
católico su grandeza peculiar porque careció de la que
constituye al carnal y al soberbio . Ademos que como
todas las grandezas lerrenas y sensibles no pueden ele
- 92 -
varse jamas al valor de una sola operacion del enten
dimiento , asi los mas allos conceptos del ingenio no
cquivalen al precio de una accion sobrenatural . Todo
lo que la luz excede á las tinieblas se eleva el cristiano
sobre el resto de los hombres ; y cuando esta verdad
fuese desconocida , el grande Agostino la demuestra
hasta la evidencia . El hijo de Patricio y Mónica hasta
la edad de treinta y tres años fue grande á los ojos de
los hombres que segun la carne desean saber , y la ciu .
dad de Cartago creyó hacer justicia á un joven de diez
y seis años , cuando le encargó la cátedra de retórica
en vista de los progresos que por sí solo habia hecho
en las ciencias. Los heréjes maniqueos se creyeron fe
lices el dia en que Agustin prohijó sus tinieblas y er
Fores ; pero como la locura y soberbia de estos secla -
rios la conociese por la conversacion que tuvo con su
obispo Fauslo , y le faslidiasen á mas $ 118 discípulos
cartagineses , se trasladó a Roma de donde galió para
Milao elegido por su prefecto Simmaco para enseñar la
ciencia de Ciceron que de su boca habian oido los ro
manos. La agudeza de su ingenio , su clocuencia rara ,
siis conocimientos profundos fueron los principios que
hicieron grande á Agustin en la aceptacion de los hom .
bres; pero como la ciencia sin la coridad hincha y la
adhesion á los placeres materializa el espíritu , Agus
tin no podin ser grande , aunque le admirase el mundo.
Si nosotros hubieramos sido criados para ser astróno .
mos o malemáticos ; si nuestras observaciones no hu
bieran de ir mas allá de este mundo ; la razon condena
ria a todos los sabios , porque en nuestra alma existe la
idea de lo infinito y va siempre hacia atras cuando
no se encamina á la soberana esencia, de quien es ella
la expresion mas viva . El apostol Pablo rodeado de los
sabios de Grecia y de Roma no descubria mas que una
pompa ridícula , porque es ir contra la razon estudiar
por curiosidad y orgullo. Ni el goce de los placeres
pudo dar á Agustin la grandeza de que carecia por
8u ciencia vava . Si como hay químicos en la fisica los
-93
hubiera en la moral ; apenas se hallari: un instante de
agrado por mil horas de pesar y de disgusto. Si se es
cribieran sobre los sepulcros las enfermedades que ma
tan a los hombres ; se veria cou asombro que los place
res son los mayores asesinos del género humanio . El
mundo podrá celebrar el deleite y ensalzar el esplen
dor de su triunfo con espectáculos y conciertos ; pero
el verdadero placer nunca se hallará sino dentro de
nosotros mismos donde encontramos á Dios. Toda sa-,
lisfaccion y contento que depende de los teatros, sa
raos y concurrencios, es incapaz de hacernos dichosos.
El que ama la inocencia y no busca sino recreaciones
dignas de un ser inmortal , no necesita hacer muchos
esfuerzos para encontrar el placer, porque le halla has
ta en los colores de un insecto que contempla , y hasta
en el murmullo de un arroyo que escucha. Cuando el
hombre se une al origen de lodo bien , entonces se ele
va su alma y encuentra verdaderos placeres. Qué di
chosa existencia en comparacion de los deleites crimi
nales que lienen esclavizado a todo el universol El que
está poseido de esta celestial embriaguez percibe con
claridad las verdades que se ocultao al filósofo , y es el
verdadero grande que juzga á las naciones haciendo ver '
la ignorancia y la degradacion de sus hijos. Mas gran
de era Agusliu discurriendo sobre la eternidad debajo
de la higuera que cuando explicaba tropos y figuras á
millares de discipulos , y le eran de mas placer los rios
de sus lágrimas que los brazos de las matronas en el le
cho de los crímenes. El mismo nos dejó escrita esla
verdad diciendonos en 8118 Confesiones que le fue dulce
carecer de la suavidad de las niñerías y vanidades que
le tenian preso , gustando tanto de dejarlas cuanto an
tes temia perderlas. El Señor que es mas dulce que
todo deleite , aunque no á la carne y la sangre , y mas
claro que la luz , aunque no para los que son grandes
en sus ojos me libró (dice) de los congojosos cuidados de
adquirir y de valer y de revolverme en mis gustos y
apetitos.
-94
¡Ah ! Y con qué placer acrediló Agustin esla
verdad cuando al lavarle sant Ambrosio con el agua del
bautismo abrió sus labios para confesar a Dios y dar un
testimonio de su creencia ortodoxa ! La sabiduría que
desata y pone ex pedilas las lenguas de los infantes, se
comunicó a la de Agustin que acababa de renacer
en Jesucristo , y el cántico sagrado del Te Deum que
Be oyó por la primera vez sobre la pila de la regenera
cion , acredito que Agustin , aunque de edad de treinla y
tres años , nacia entonces a la vida que no le comuni
caron Patricio y Mónica. Y como si á él solo se hubie
ra reservado recibir en el primer instante de su ser la
robustez y el espíritu , empezó a hablar y a enseñar á
todos la ciencia del cielo que aprendia en la oracion , á
que se consagró exclusivamente en su ciudad de Togas.
te. Sus compañeros Alipio y Evodio vieron en Agus
tio los efectos de aquella luz que postró á Saulo en el
camino de Damasco para elevarle al apostolado de las
gentes : toda el Africa vió asomar por su horizonte la
luz crepuscular de un astro nuevo , y el obispo Vale
rio sacandole de la humildad y retiro le confirió la dig
nidad del sacerdocio . Y a la manera que el sol puesto
sobre nosotros destruye con su calor y claridad los va
pores y sombras, Agustin desempeñó los oficios de
padre de la luz exhortando a los católicos à la per
feccion evangélica y destruyendo los errores de los per
fidos donatistas. Este era , cristianos , Agustin en los
dias primeros de su conversion, y esto es lo que fue
hasta la edad de cuarenta y un años en que el obis
po Magalio, primado de Numidia , le consagró obis
po de la ciudad de Bona. Pero desde esta época en
que apareció a la faz del mundo Agustin elevado so
bre los olros hombres , debia dar a entender á to
dos que los areopagos y las academias no son los que
hacen al hombre virtuoso y grande. Porque como
las virtudes siempre dulces y modestas inspiran una
grandeza y una dignidad conformes d la excelencia do
nuestra alma ; lodo estudio que no tiene la virtud por
-95
objeto , y todo heroismo que no la tiene por basa, bri
Ila nada mas con la apariencia . En el corazon de Agus.
tin todo era grande porque todo era verdadero , lodo
era inmenso porque todo se dirigia á la eternidad : su
alma encendida en el amor de Dios y del prójimo expe .
rimentaba una calma y un placer que no pueden pro
ducir todas las dichas bumanas ; y en la reforma que
hizo en la disciplina eclesiástica , en los abusos que qui
tó , en las victorias que alcanzó de los herejes , en los
triunfos y trofeos que mereció a la iglesia , en sus pú .
blicas disputas con los maniqueos, con Fortunato y
Felix , en los peligros que en diferentes veces estuvo su
vida por el furor de los donalistas y circunceliones, en
la pública palestra en que por mandato del emperador
Honorio presidió como principe a los doscientos ochen
ta y seis obispos que disputaron con ciento, cincuenta
y nueve de los donatislas ; en todo dió a entender Agus
tin que las almas grandes son asi como el mar , que por
agitado que aparezca en la superficie está sosegado en
el centro. El máximo doctor Gerovimo pudiera darnog
una idea de Agustin en el acto de pretender excusar
se de escribir contra Pelagio , porque Agustin habia
dicho cuanto se podia decir, y porque en la materia
de la gracia nada habia que desear despues que escri
bió sobre su eficacia , el pecado original , la corrupcion de
la naluraleza y la libertad del olbedrío . Los dos concilios
de Africa , cartaginense y milevitano , no hallaron que
añadir contra los pelagianos á lo que Agustin escri- ..
bió refutando sus errores : los posteriores concilios , los
doctores que le sucedieron , el mismo Tomas de Aqui
no suscribió como discípulo a la decision de este moes .
tro , y Paulino de Nola , Severo Sulpicio , Próspero
Aquitánico , Hilario, obispo de Arlés , Casiodoro , Beda,
Bernardo , Ruperto , Remigio , el concilio octavo tole
dano , el florentino , todos recibieron la doctrina de
Agustia como de un doctor ilustre , como de una bri
llaole antorcha, un sol clarisimo , una oficioga abe
ja , la primera Jumbrera y ornamento de los sacer .
-96

dotes , como un pan en fin seguo la expresión de san


Gregorio , que hecho de la flor de la harida excede sin
comparacion al que se amasa de salbado.
Pero Agustin era hijo de la sabiduría celestial, y el
que tiene por madre á esta ciencia sublime debe con
firmar con sus obras lo que enseña en sus escritos. La
sabiduria terrena no formará jamas maestros dignos,
porque es esteril en la ejecucion todo lo que es espe.
ciosa en las palabras. Pero la sabiduría del cielo es asi
como el rocio , que fertiliza antes la tierra para que
pueda dar flores y frutos. Por esto dijo Jesucristo que
no debe Hamarse grande sino el que hace y enseña ,
porque la vida precede á la doctrina. No podria la sal
dar sabor alguno si ella fuese insípida; luego los docto..
res que son la sal del mundo , deben huir de la hincha
zon y del vicio para que sus lecciones sean recibidas
con docilidad. Aguslin en las cátedras de Carlago , Mi
lan У Roma era un verdadero ignorante , porque no 88
enseñaba á sí , y las aclamaciones y aplausos de sus dis
cípulos no le dieron jamas lo que la razon nego siem
pre à la vanidad y á los crímenes. El verdadero sa bio
‫܀‬
no busca su mérito en la lengua de la multitud que
juzga por las perspectivas; en la obscuridad y el retiro
oye el testimonio de su corazon , y sus obras entonces
persuade , mas que todos sus escritos. Abramos el libro
de las Retractaciones y Confesiones de Agustio , y en
cualquiera de sus líneas veremos su grandeza , aquella
grandeza que desconoce el mundo , y que no posee
sino el que llora sus defectos y se somete al juicio de
los sabios, Agustin retractando sus errores y sujetando
sus escritos á la censura de la iglesia no hacia otra cosa
que labrarse la corona de doctor de las naciones ; y su :
humildad , y su pobreza evangélica , y su castidad heroi.
ca fueron las armas con que las juzgó á todas. No , no
se pueden leer sus Meditaciones y Sotiloquios sin con-
fesar que la : sabiduria le inspiró todas las palabras : jo
quisiera que los sabios del mundo abrieran por un ins
taute estos preciosos libros para convencerse de que la

1
-97 -
ciencia debe indispensablemente ser humilde y carla.
Pero el orgullo y la sensualidad parece se creyeron
precisas para elevar a un hombre sobre el resto de los
otros ; por esto el presumido sabio es sin disputa el mas
Decio , porque los vicios son contradichos por la razon
de quien las ciencias son una luz agregada. Mientras el
que trata de enseñar a los otros no cautive la docilidad
de sus discípulos con sus obras , su doctrina no servir á
sino para aumentar el púmero de los vanos y discolo:,
porque las ciencias no son preciosas sino en cuanto se
hace de ellas un uso racional y legitimo , y en lonto
existen en cuanto sirven a la religion y á la sociedad.
Desde que Agustin regresando de Milan á Cartago se
encerró en una casa de campo con Alipio y Evodio, dió
á entender que la sabiduría que acababa de inspirarle
la vida se comunicaba á şus discípulos por medio de sus
palabras y ejemplos; y cuando ordenado de presbitero
fundó en el huerto que le dió san Valerio , el monas
terio primero de monjes que vió el Africa , acredito
esta verdad de las escrituras : la ciencia tiene ocultos
sus caminos , pues es hermana de la humildad y retiro.
La perfeccion evangélica que fue el distintivo de los
primeros cristianos y el arma que venció la sabidu
ría del mundo , apareció en toda su brillantez en el mo
nasterio que quiso Agustin tener en su casa hecho
obispo de Bona , y la multitud de hombres y mujeres
que acudian eu tropa á escribir sus nombres en el nú
mero de sus hijos, acrediló hasta la evidencia que el
olor de las virtudes de Agustio era como el de un cam
po fertil á quien bendijo el Señor. Representaseme el
incomparable obispo rodeado de una multitud que le
vantadas sus manos y humedecidos sus ojos le apellidan
su padre, su director y maestro , mientras el error y
el abismo caen aherrojados bajo las plantas de este he
roe que salvó a sus hijos de los lazos y tinieblas.
Pero no nos empeñemos en demostrar una verdad
que existió siempre sin oposicion , y de que esta comu
nidad religiosa nos da un auténtico testimonio. El is
T. 57 . 7
-98

mortal Agustio nos habla en cada una de esas sus afor


tunadas hijas ; pues en su hermoso coro resplandece la
ciencia y la santidad de su excelso padre. La blanca es
tola que ciñó Agustin en el acto de ser bautizado por
el obispo san Ambrosio , se comunicó á estas virgenes
para seguir los pasos del cordero sin mancha : la luz de
Bu doctrina las dirigió por las sendas de escabrosidad
y de maleza que el muudo oo pudo descubrir ; y recos
todas en lo alto de las virtudes como en la cima del
monle las cabras de Galaad , beben el placer y dulzura
de sus meditaciones y soliloquios. ¡ Felices sin fin desde
el instante en que os resolvisteis á trocar el oro y la
púrpura por la pobreza y hábito de este nuevo padre !
Vosotras entonasteis el cántico de loor con mas placer
que los hijos de Israel al salvarse de la esclavitud de
Faraon , y sentadas en el lecho de las delicias os gozais
en aquel Dios que regaló á su pueblo con el mapa sa
broso , y que reservó para vuestros espíritus la celes
lial embriaguez que cerró los ojos de la esposa sobre el
pecho de su amado. Si el sabio del mundo pudiera apli
car sus labios à la miel y la leche que se destilan de la
regla de vuestro padre Agustin ; ¡ cómo entonces tes
lificaria vuestra felicidad y se afanaria por participar
de ella abandonando sus delirios ! Pero la suavidad de
Dios no la siente sino aquel que la gusta , y como el
necio no la gustó jamas , no se desvela ni enciende la
luz como la mujer solicita para buscar la joya perdida .
La regla de Agustin al modo de una antorcha que
alumbra en la obscuridad , ocupa el centro de vues- .
tro claustro y os muestra los ocultos caminos de
la sabiduría del cielo. Alejandro y Platon no son
comparables con ninguna de vosotras , porque vuestra
grandeza y vuestro saber no son hijos de la hinchazon
y orgullo, sino de aquella ciencia que es humilde y
casta . Gozaos pues sin fin , llegue al trono de Dios el
suave olor de vuestros inciensos y sacrificios , y en este
dia grande , en este dia en que celebrais la memoria
de vuestro excelso fundador y santo padre , el grande
- 99

Agustino , felicitaos unas á otras y daos mutuamente


el parabien por veros reunidas en esta habitacion celes
tial, en este claustro angélico , en la casa de Agustin
que os eligió por sus hijas. Sea pues una vuestra alma,
sea uno mismo el espíritu de obediencia , pobreza y
Castidad que os una á todas , y pues vuestra profesion
os hizo a todas hermanas é hijas de un mismo padre,
amaos en el Señor , sea indisoluble el vínculo de vues
tra caridad , y algun dia conocereis vuestra grandeza ,
cuando llamadas por vuestro esposo celestial á las eter
nas bodas acompañeis à vuestro glorioso patriarca
por los siglos de los siglos. Amen.

SEGUNDO SERMON DE SAN AGUSTIN .

(DEL ILMO . SR, D. FELIPB BERTRAN , obispo de


Salamanca ).

Qui autom fecerit et docuerit, hic magnus


vocabitur in regno cælorum .
Mat. , cap. 5 , v. 19.

Es la gracia una luz sobrenatural y un don precio


80 que se nos da por Jesucristo , el cual nos levanta del
amor de las cosas terrenas al amor de las cosas celes
tiales. Ella segun la diversidad de su naturaleza ó dos
excita , mueve y alienta para todo lo bueno , ó nos jus
lifica haciendonos participantes de la santidad , bondad
y pureza del mismo Dios , y desnudandonos de la vile
za que habiamos contraido por el pecado. En el primer
sentido es un auxilio gratuito de Dios para todas las
operaciones sobrenaturales; en el segundo es el don
propio de los justos , el cual hace á sus almas tan gra
ciosas y hermosas á los ojos de Dios, que las recibe por
hijas, por esposas, por templo y morada en donde lie
ne sus delicias. Considerada la gracia segun loda su ex
tension es absolutamente necesaria para todo lo bueno ;
y asi decia el Salvador : Sin mi nada podeis : Sine me
- 100
nihil potestis facere ( 1 ). Siu la gracia no hay cosa lan
despreciable , debil y flaca , que no pueda prevalecer
contra nosotros , precipitarnos y causar nuestra ruina.
Basta el zumbido de un mosquito, el ruido de la or
la del vestido de una mujer , el crujido de su calzado
y una ojeada disimulada ó arlificiosa ; la mas mínima
ocasion basta para nuestra caida y fatal perdicion.
No solo es la gracia absolutamente necesaria , sino
tambien prodigiosamente poderosa , y comunica a las
almas fuerzas tan superiores, que no hay dificultad que
las acobarde y que no puedan vencer. Todo lo puedo
(decia el Apostol) en aquel Señor que meconforta : Om
nia possum in eo qui me confortai (2). Los que desam
parados de la gracia y de las fuerzas que ella comuni
ca estan todo el dia ociosos y segun la sentencia del Sa
bio se revuelven perezo808 en su cama como la puer
ta sobre sus quicios : Sicul ostium verlilur in cardine
suo , ila piger in lectulo suo ( 3 ); fortalecidos con el ce
lestial rocio de la gracia llevan alegres el peso del dia
y del calor , corren ligeros por el camino de los manda.
mientos , tienen pies de ciervos para saltar en el cami
no de la virtud y perfeccion de collado en collado y de
monte en monte. Los que destituidos del maravilloso
aliento que infunde la graeia , se figuran que la virtud
es un leon que los ha de despedazar en medio de las
plazas, y . como otros'acobardados A danes temen por
verse desnudos: Leo est foris , in medio platearum occi
dendus sum (4): et limui eò quòd nudus essem (6) ; alen
lados con las fuerzas de la gracia como unos valerosos
Sansones despedazan al leon como si fuese un cordero y
claman con el esforzado David : Aunque se levanten con
tra nosotros ejércitos de enemigos , no temeremos: Si
(1) Joan . , 15, v . 5 .
(2) Ad philip. 4 , v. 18.
(3) Prov. , 26 , v . 14.
Prov . , 22, v. 13.
(5 ) Gen. 3, v. 10.
-101
consistant adversùm me castra , non limebil coi meum ( 1 ).
Y pueden como el grande Antonio insullar y desafiar
á todas las legiones infernales , reirse de todas sus fuer
zas y decirles con Isatos : Juntaos todos y sereis venci
das: Congregamini, populi, et vincimini(2). Los que sin la
gracia nada podian, asistidos de ella pueden como
aquellos coronados capitanes de Jesucristo los mártires
sufrir con valor y agotar con alegria aquel bárbaro di
luvio de tormentos que inventó la impla ' crueldad de
los tiranos. Pueden como los anacoretas allá en una es
trecha cueva desconocida de los mortales orucificar la
carne con ayunos , consumirla con vigilias , despedazar
la con cilicios y disciplinas, y llevar en la tierra una
vida celestial. El poderoso rocio de la gracia puede
convertir y convierte las cañas flacas , que se doblabao á
cualquier vientecillo de tentacion , en columnas de hier
ro y en muros de bronce incontrastables á todas las
máquinas de los enemigos .
Dudarán quizá los amadores del mundo de todos es
tos maravillosos efectos de la divina gracia , porque no
Jos experimentan en sí ; pero esta es una verdad lon.
aposada en las divinas letras , lan conforme a los prin
cipios de nuestra religion y tan autorizada con el ejem .
plo y experiencia de los santos, que podré animosa -
mente decir que ponerla en duda es cometer un error
á todas luces injurioso á Jesucristo , destruir los prin
cipales frutos de su venida al mundo y contradecir pro
tervamente a la experiencia; y podia yo admirado la
mentarme de la ceguedad de semejantes mundanos con
aquellas palabras que el Salvador dijo a la Samaritana :
Si scires donum Dei (3 ): si supierais las excelencias,
las grandezas , poder y eficacia de la divina gracia,
poco podian acobardaros las dificultades que se os figu
ron en el camino de la virtud y perfeccion cristiana; 6

( 1) Salm . 26, V. 3.
(2) Isai . , 8 , v . 9 .
(3) Joan . 4 , v . 10.
102
con aquellas otras que llorando sobre la ciudad y mo
radores de Jerusalemi compadecido de su ceguedad pro
firió el mismo Salvador : Quia si cognorisses et tu , et
quidem in hac die tua , quæ ad pacem tibi (1 ) : 10h118i
conocienes los grandes bienes que yo venja á comuni
cartel Pero todo esto está muy lejos de tu vista y con
sideracion : Nunc aulem abscondita sunt ab oculis
luis (2). Porque en verdad ¿qué nos dicen las escrituras
del tiempo de la ley de gracia y de la venida del hijo de
Dios al mundo? Que se alegrará el niño de pecho sobre
los agujeros del aspid : El delectabilur infans ab ube
re super foramine aspidis : esto es , que los recien con
vertidos y que todavia son niños en el servicio de Dios,
aun estando á vista y en medio de sus enemigos serán
por virtud de la divina gracia tan fortalecidos , que no
recibirán daño algupo de ellos ; y que el que estuviere
mas adelantado en este camino llegará á meter la ma
no sin peligro en la cueva del basilisco : El in caverna
reguli, qui ablactatus fuerit, manum suam millet ; esto
es , se librará de mayores riesgos ; y asi exclamando el
A postol: Miserable de mil i Quién me librará del
cuerpo de esta muerte ? es á saber , de la tiranía de mi
carne y de mis pasiones : Infelic ego homo / quis me li
berabit de corpore mortis hujus (3 )? Responde el mis
mo : La gracia de Dios que se nos da por Jesucristo:
Gratia Dei per Jesum Christum .
Pero basta para no poner en duda esta verdad la
experiencia y autoridad de los santos. Un solo Agusti .
no , cuyas glorias celebra hoy la santa iglesia , es el tes
tigo mas irrefragable de cuantas excelencias y gran
dezas he puesto a vuestra vista de la divina gracia.
Siendo el 18 autorizado de los padres, el mas esclare
cido de los doctores , el mas sabio de los escritores , el
mas santo de los prelados , puede decir con verdad

( 1) Luc . , 19 , v . 42 .
(2) Isai . , 11 , v . 8.
(3) Ad roman , 7 , v . 24 .
103
como el A postol que cuanto es lo es por la gracia del
Señor : Gravid autem Dei sum id quod sum (1 ). Y pue
de decir igualmente que la gracia no estuvo en el ocio
sa : El gralia ejus in me vacua non fuit (2 ). En algun
tiempo su espíritu prodigiosamente grande , pero ex
cesivamente curioso y temerariamente presuntuoso,
buscó la verdad con las flacas luces de la razon huma
na ; y surcando el mar de las ciencias como nave sin
timon y sio piloto , corrió en seguimiento de todas las
novedades en materia de religion , y se dejó llevar de
tedo viento de doctrina sin hallar modo de sosegar lag
inquietudes de su curiosidad. Lleno de su propio espi
ritu imaginaba que podia hallar mas seguridad en sus
propias luces que en las de la fé. Se burlaba de las
sencillas expresiones de la escritura sagrada , y su va
nidad le hacia hallar una falsa majestad en los escri
tos de los filósofos. Con esta curiosidad y presuncion
apagó todos los sentimientos de piedad que la santa
educacion de su madre habia producido en su corazon;
y confundido con su propia vanidad pasaba de secta en
secta y de opinion en opinion segun los varios movi
mientos de su espíritu , y llegó á defender errores tan
extravagantes , que apenas pueden caber en la imagina
cion de los hombres. Tan verdadero es que apenas hay
falsedad de que no sean capaces aun los grandes inge
nios , cuando se dejan llevar de sus propios sentimien
los en maleria de religion.
Pero despues que Dios le llamó con voz grande,
despues que ilustró su entendimiento con superiores
Juces, despues que prevenido y ayudado de la gracia
aprendió aquellas santas máximas de que en las sagra
das escrituras hay una simplicidad que los hace prove.
chosas , y una profundidad que las hace respetables y
que en ellas se debe buscar la verdad y no la elocuen
cia ; corrigió y enmendó de tal modo el mal uso que

( 1) I ad corint ., 15.
(2) Ibidem , v . 10.
- 104
habia hecho de su ingenio y sabiduría , que ya en ade
lanle fue siempre penetrado de los mas liernos senti
mientos de piedad , herido del mas encendido amor de
Dios , el mas prendido de la autoridad de las divinas
letras , el mas zeloso de las verdades de la fé y el mas
acérrimo defensor de ellas contra los herejes é implos.
Ya no ge conlentó con enseñar la virtud con mucho
aparato de palabras , lo que es una vanidad de filósofos,
ni con solo practicarla , que es una devocion esteril y
sin consecuencia; sino que la enseñó y practicó a un
mismo tiempo , que es la grandeza y perfeccion de los
santos y aquel espíritu doble sobre que se establece la
religion : Qui autem fecerit el docuerit, hic magnus voca
bilur in regno cælorum . Para hacer patentes å vuestros
ojos todas estas verdades os manifestaré en primer lu
gar los progresos que Agustino hizo en la piedad y de
vocion , fortalecido por el suave y eficaz auxilio de la
gracia , y en segundo los triunfos que logró la gracia
defendida por la sabiduría y encendido zelo de Agusti
no. Estos serán los dos puntos y todo el argumento de
mi oracion . Imploremos la asistencia de la divina gra
cia por intercesion de Maria señora nuestra , saludan
dola con el angel: Ave , Maria .
S.I.

La conducla de Dios'es formar desde el principio


a sus escogidos sobre el plan de sus altos designios y
dotarlos al nacer de aquellas prendas que en algun dia
deben servir á su.gloria, aunque prevea el mal uso
que han de hacer de ellas por determinado tiempo en
injuria y agravio de su soberana majestad. Esto se ex
perimentó en el grande Agustino. Le dotó Dios de un
espíritu grande, de luces muy dilatadas , de viveza
muy aguda en sus pensamientos , de penetracion muy
profunda en sus averiguaciones , de fecundidad muy
prodigiosa en sus discursos, de miucha elevacion en sus
razonamientos y de un encendido amor á la verdad .
- 105.

Pero ; ohliy cuánta verdad es que las prendas de nalu


raleza pada sirven ó sirven para ruina y perdicion si la
gracia no las santifica ! Se atribuyen los hombres á sí
mismos lo que puramente proviene de la mano de
Dios. El orgullo abatió su ingenio, las tinieblas de los
errores obscurecieron sus luces , el desarreglo de sus
#
afectos amortiguó la actividad de su corazoa , y los
malos hábitos y depravadas costumbres tenian cautiva
y presa con cadenas la libertad de su voluntad . De
biendo ser adorno de la iglesia era su escándalo y ao
tes de sostenerla la combatió. Se notaban en su perso
na trastornadas todas las cosas , sus sentidos se eleva
ban sobre la fé , sus pasiones sobre la razón y la razon
sobre la religion .
Se dedicaba por aquel tiempo al estudio , no del ar
te de bien vivir , no de las sagradas letras y verdades
católicas , sino al de la elocuencia y arte de bien ha
blar , a la curiosidad de las ciencias profanas, de aque
llas ciencias vanas que ocupan el espíritu , secan el co
razon y le llevan al precipicio. Y de aqui qué desórde
nes no se siguieron ! Se dejó llevar de los sentimientos
de los maniqueos y los siguió por espacio de nueve
años sin embargo de ser los mas extravagantes é in
sensatos. Abandonó estos groseros errores y se pasó á
la secta de los académicos o escépticos ; resolvió dudar
de todo y soltó la rienda á los vicios. Se dejaba arreba
tar de los teatros , porque en ellos hallaba el fomento
del maldito fuego de su concupiscencia : Rapiebant me
spectacula theatrica , plena imaginibus miseriarum mea .
rum el fomitibus ignis mei ( 1 ) : sentia en las ocasiones
no parecer mas desarreglado que los otros , y por una
complacencia vana y para agradar á sus semejantes se
jactaba de excesos que no habia cometido , y tenia ver
güenza de no parecer desvergonzado : Pudet non esse
impudentem (2). Poseido todo de deseos carnales y ter

(1) Libr . 3 Confes., c . 2 .


(2) Libr. 2 Confes . , c . 9 .
106 -
renos se hizo insensible al ejemplo de sus parientes y
semejante á aquellos espíritus que se tienen por subli
mes , y les parece flaqueza y pusilanimidad creer lo que
creen los sencillos y tienen vergüenza de pasar de dis
cipulos de grandes filósofos á ser humildes discípulos
de Jesucristo : Pudet ex discipulo Platonis feri disci.
.
pulum Christi. Se hizo indocil á las correcciones de su
santa madre , y despreciaba sus consejos pareciendole
cosa vergonzosa á un elevado ingenio hacer caso de los
consejos de una mujer. Tan mal uso hizo por algun
liempo de las prendas. singulares de que Dios por altos
designios le habia dotado ; y asi se lamenta en el libro
cuarto de sus Confesiones : ¿De qué me servian los do
nes naturales si yo no usaba bien de ellos ? Quid mihi
proderatbona res non utenli bene (1)?
Quisiera yo ahora preguntar á los sabios del siglo
y espiritus sublimes , a quienes la superioridad del in
genio eleva sobre el resto de los demas hombres , si
hacen mejor U80 que Agustino de estos dones, si
llenan su espíritu de sólidas verdades o del falso bri
Hante con que se les presenta el engafio , si le ali
mentan con la uncion de las sagrodas escrituras ó con
el veneno de la doctrina de perversisimos libros, si
emplean cl ingenio en sostener las máximos de la reli
gion o en calificar y justificar las del mundo y contra
decir á las del Evangelio. 10 lamentable trastorno de la
presuncion y soberbia en tan superiores ingenios ! Unos
espíritus tan ilustrados que debian apoyar la fé , son el
escollo y ruina de ella en muchor. La noble simplici -
dad del Evangelio que debia ser su recreacion , no es
para ellos sino desabrimiento y disgusto. La falsa sabi
duria que los ciega , los hace despreciar el misterio de
la cruz : sus prácticas humildes los ofenden : los mis
terios inefables é impenetrables de la religion en cuya
creencia se salva el pueblo , son para ellos un escánda
lo . Vengan pues , y si hasla aqui han errado á causa de
( 1 ) Libr . 4 Confes. , cap. 16.
- 107
su presuncion como Agustino , abran los ojos à la luz de
la verdad , bumilleose bajo el imperio de la gracia y
sigan sus poderosos ia pulsos como los siguió despues
Questro santo.
Porque la gracia que destinaba á san Agustin para
que fuese luz del mundo y sal de la tierra, le dejó en
medio de la corrupcion de sus costumbres algunos sen
limientos de amor por la verdad : sus deseos de hallar
la le hacian pasar de error en error y de secta en secla ,
para ver si en una hallaria la verdad que no hallaba en
otra . Mas cuando vino aquel punto dichoso en que el
Señor tenia determinado poner en ejecucion sus altos
designios, empezó la gracia la grande obra de su con
version. El nombre de Jesucristo que antes combatia
con sus errores y costumbres , empezó a serle tan agra
dable y delicioso , que ya la lectura de los filósofos y
oradores profanos le era de poco gusto , porque no ha
llaba en sus escritos este augusto nombre. Las ins
trucciones y lágrimas de santa Mónica su madre , los
clocuentes discursos de san Ambrosio á quien oia fre
cuentemente , las agitaciones y turbaciones de su cora
zon que todos 8u8 placeres no podian calmar , y la gra
ve y eficaz exhortacion de san Simpliciano fueron los
primeros medios de que se valió la gracia para esclare.
cer sus tinieblas y para vencer poco a poco sus perver .
sas inclinaciones. Qué de atractivos no oñadió esta
gracia celestial prosiguiendo su grande obra ! ¡Qué de
amarguros en medio de sus deleites! Qué de fuertes
remordimientos despues de cometido el pecado! Pero
la larga y depravada costumbre y los malos hábitos ba
cian que nuestro santo suspirase entre las cadenas que
le tenian preso sin poderlas romper. Tol es la tiranía
de la perversa costumbre , que viene a degenerar en una
dura esclavitud.
Pero só poder de la gracia del Señor! Ella sola
puede romper cadenas lan duras. Ella hizo de Agusti
no incrédulo y pecador un doctor de los hombres y
un modelo de los justos, y consumó la obra de su con
- 108
version , Todos sabeis cómo se obró esta maravilla. Deg.
pues de algunos años de error y de turbacion se retiró
nuestro santo con sus amigos á un lugar solitario , yoyó
una voz que le decia : Toma ese libro y lee; toma ese libro
y lee : Tolle, lege ;.tolle , lege ( 1 ). Y tomando en la mano
las epístolas de san Pablo , y leyendo un pasaje de ellas,
juntando la gracia de Jesucristo á esta leccion susimpul
808 secretos y eficaces movimientos, se mudó su espíritu y
todo su corazon , se trocaron sus sentimientos y costum
bres y llegó en el dia de su bautismo no solo a ser un
hombre nuevo , sino tambien un hombre perfecto y tan
presto maestro de los fieles como discípulo de la fe : de
modo que parece que la gracia te elevó de un golpe á
santidad muy alta sin esperar a que pasase de grado
en grado y de virtud en virtud. Se derramó sobre su
corazon con mucha plenitud el espíritu de Dios y se
rompieron lodos los lazos que le tenian preso en su
mal estado: Irruit spiritus Domini in eum , et rincula,
quibus ligalus.erat, disrupta sunt (2) .
Desde entonces todes las virtudes se admiraron ya
en nuestro santo subidas á un grado muy superior .
Qué humildad tan profunda ! Un espíritu tan subli .
me suprimió lodos los pensamientos de grandeza , ho
nor y autoridad que infunden las letras , y los hizo mo
rir en si mismos para sacrificarlos todos a la gloria de
Dios . Recibia las mas justas alabanzas como si fuesen
las adulaciones mas peligrosas , y rebatia los tiros de la
vanagloria con la memoria de sus antiguos desórdenes.
Ni las alabanzas, ni los desprecios hacian impresion en
su ánimo como su conciencia no le reprendiese ; y asi
decia : Siente de Agustino segun quisieres , como micon
ciencia no me acuse delante de Dios : Senli de Augusti
no quidquid volueris : sola me in oculis Domini conscien
lia non accuset (3). Entendia que el primero y mejor

( 1 ) Libr . 8 Confes. , cap. 12 .


( 2) Judic ., 15 , v . 14 .
(3) Libr. cont. Secund . , cap . 1 .
-109
uso de las luces de la gracia es conocer nuestra flaque
za y confesar nuestras ignorancias; y aunque era un
doctor a quien Dios suscitó en tiempo de error para
que fuese el oráculo de la religion , no se contentó para
humillarse con revolver allá en su interior sus mas
feas maldades , sino que con raro ejemplo las publicó
para que llegasen á noticia de todos los siglos. Eu el
libro de sus Confesiones formó un retralo el mas feo de
sí mismo, y alli pintó con vivos colores sus injusticias,
sus impurezas , las ilusiones de su niñez, los desórde
nes de su juventud y los engaños de su imaginacion.
Allí se puso á vista de todo el mundo como un peca
dor el mas obstinado y como un hereje el mas ridículo.
Puso este retrato á vista de todos los siglos para hacer
eterna su confusion : le enseñó a toda la iglesia para
hacer pública su penitencia. Clamó á los hombres de
todos los siglos presentes y venideros : si amais mis es.
critos, no ameis mis errores ; si me amais á mi, omad
me mucho menos que á la fé católica . Tan pequeño y
despreciable era á sus ojos, que juzgándose indigno del
sagrado presbilerado y de la dignidad de obispo , no su
bió a estos grados sino por fuerza y derramando copio
sas lágrimas, temiendo que esta elevacion fuese mos
efecto de la justicia de Dios para castigo de sus peca
dos, que providencia amorosa de este Señor para bien
de su iglesia.
Qué fé mas viva , mas esclarecida y extendido ! A
ella no se le escondia cuanto hay de mas impenetrable
ea questros misterios , de sublime en nuestros dogmas,
de puro en nuestra moral , de misterioso en nuestras
ceremonias , de grande y singular en nuestra religion .
¡ Qué prendido de la autoridad de la iglesia ! Protesto
que no creeria al Evangelio si no le obligara la autori
dad de tan santa madre. Nadie mas juicioso en esta -
blecer las prerogativas de esta esposa de Jesucristo , su
santidad , su uvidad, su universalidad , sus excelencias
sobre la sinagoga y la sucesion de los apóstoles. Nadie
desenvolvió , ui declaró con mas lidelidad las figuras y
110

alegorías que estan llenas de Jesucrislo y su iglesia,


¿ Qué diré de su encendido amor y de la ternura
de su devocion ? Apenas hombre alguno ha proferido
con mas verdad que Agustino aquellas palabras del
profeta : Deus cordis mei , Dios de mi corazon . Dios era
de su corazon por medio de aquel sagrado amor que
contiene toda la ley. El no conocia otra sabiduría que
la de conocerle , ni otra elocuencia que la de alabarle,
y asi decia : 10 mi Dios ! Los que mas hablad ó mejor
hablan , si no hablan de ti , mudos son : Væ tacentibus
de lê , quoniam loquaces muti sunt (1) ! ¡ Qué sentimien
tos de haber amado tan larde á una hermosura tan an
tigua y tan nueva ! Serd te amavi , pulchritudo iam anti
qua el tam nova; serd te amavi ( 2), Maldecia aquel
tiempo en que había empleado su amor en las criatu .
ras y olvidado al Criador : Væ tempori illi quando non
amavi te ( 3) ! Pedia á Dios con fervorosag súplicas que
la caridad le consumiese como en otro tiempo el fuego
consumia las víctimas que se ofrecian a Dios en sacri
ficio. Deseaba que el luego del divino amor extinguiese
cuanto tenia de propio su corazon y le transformase en
aquel Señor a quien amaba : Tantum cor meum flamma
divini amoris accendat. Mas encendido de cada dia en
el divino amor clamaba : Amote , Dios mio , amote ; y si
eslo es poco , amete yo con mas fuerte amor, cotra veloz .
menle mi vida a lograr tus abrazos : Amo le , Deus meus ,
amo te , et si parum est , amem te validius, currat vila
mea in amplexus luos . O fuego santo , decia todo ab
sorto , cuáo suavemente ardes , cuán secretamente lu
ces , cuán deliciosamente abrasas! Ignis sancle , quàm
dulciter ardes, quàm secrelé luces , quàm desideranler
aduris (4 ) ! En fin basta leer sus obras para conocer lo
encendido de su corazon . Se ven en ellas siempre re
petidas aquellas máximas : que todas las obligaciones
(1 ) Libr. 1 Confes . , cap . 4 .
( 2) Libr . 10 Confes . , cap. 27.
(3 ) Soliloq , animæ ad Deum . in append . , t . 6 , c . 31 .
(4 ) Sol . append . ut supra , cap . 34 .
-111
del cristiano se reducen al amor de Dios como á un
centro misterioso en donde se unen todos los preceplos ,
y que toda la ley no es olra cosa que amor .
¿ Qué diré tambien de su penitencia , de la amar
guru de su corazon , de sus lágrimas y del desprecio de
la gloria y elevacion ? Lleno de santo odio contra si
mismo trató á su cuerpo con extraño rigor y le puso
en servidumbre. Su corazon estaba penetrado de una
compuncion la mas amarga, prorumpia en continuos
suspiros con que desahogaba el peso del sentimiento
que le oprimia , y se ballaba como sepultado en la hiel
del mas vivo dolor. Las vigilias , los ayunos, las morti
ficaciones mas austeras y sus piadosos ejercicios eran
la satisfaccion y expiacion de sus desórdenes pasados. Las
lágrimas le eran pan de dia y de noche : le ataban la
lengua y le manteniao en silenciu como si estuviese
todo sumergido en dolor y amargura. ¿ Y por qué deli
tos ? Por delitos cometidos antes del bautismo y perdo
nados por este sacramento en cuanto á culpa y pena.
10 confusion de los que entre grandes maldades come
tidas despues del bautismo descansan en brazos de
Bu descuido , como si pudiesen coger el cielo con las
manos !
El desprecio de la gloria y elevacion fue singulari
simu en nuestro santo , porque la ambicion que por fin
ha venido á traspasar los términos mas sagrados y que
mira a las diguidades eclesiásticos, temibles à la santi
dad y pureza de los mismos ángeles, como si fuesen unas
honras y exaltaciones mundanas , estuvo muy lejos de
hallar abrigo en su corazon . El obispado no fue en el
consecuencia de un nacimiento distinguido , ni efecto de
un poderoso valimiento , ni fruto de orgullosas preten
siones , oi recompensa de los servicios de sus ascen- ,
dieoçes , ni de bajos rendimientos y sumisiones ; fue
solo parto de una de aquellos elecciones en que solo el
mérito y virtud dan pastores á los pueblos.
¿ Y cuál pensais que fue en el estado de obispo su
modestia en el vestido , su moderacion en la mesa , el
112
desprendimiento de sus bienes , la magnificencia de sus
limonas y su firmeza y constancia en el camino de la
virtud ? Guardó și el medio entre la vida de un anaco
reta y de un obispo ; pero apartó de sus vestidos y de
su mesa todo lo que la modestia y frugalidad de un
obispo oo deben sufrir , y con nimia escrupulosidad,
porque se sustentaba solo de legumbres. Se desnudo de
sus rentas y de sus muebles , y vendió hasta los vasos
sagrados para enriquecer los templos vivos de Jesucris
to , los pobres. Despues que empezó á volverse á Dios,
jamas dejó de amarle, Las criaturas que le habian cor
rompido , los errores que le habian engañado, las her
mosuras mortales que le habian precipitado en una ver
gonzoså esclavitud , ya no pudieron jamas tener parte
en su corazon y en su ánimo. Consiguió . lo que varias
veces habia pedido al Señor en sus oraciones', una bon
dad incorruptible , una castidad inviolable , una caridad
invencible , una firmeza incontrastable en el amor del
bien y de la justicia. Todo esto obró Agustino fortale
cido con el poder y auxilio de la gracia. A tan alto gra.
do de virtud y perfeccion fue elevado para que pudiese
decir con san Pablo: Por la gracia de Dios soy lo que
soy , y lodo lo puedo en aquel Señor que me conforta:
Gratia Dei sum id quod sum. Omnia possum in eo qui
me conforlat (1). Voy a poner á vuestra vista los triunfos
que logró la gracia defendida por la sabiduría y en
cendido zelo de Agustino ; que es lo segundo que ofrecí
manifestar en mi oracion .

II.
La divina providencia que en otro tiempo se valió
de hombres sencillos é ignorantes para establecer la
religion , y quiso hacer resplandecer su poder sujetan
do el mundo con instrumentos flacos y confundiendo
el orgullo de la sabiduría de los gentiles con la humilde
: (1 ) 1 ad corint . , 13 .
- 113
predicacion de la cruz ; en tiempo de Agustino para
manifestar que la doctrina del Evangelio en nada es
contraria á la razon y á las ciencias humanas , y que
estas se inventaron para que fuesen tributarias á la fé
y á la ciencia del santuario , por medio de un sabio todo
poseido de la verdad y prendido de la autoridad de Dios
combatió el error , el cisma y la corrupcion de las cos
tumbres. El siglo era falalisimo a la iglesia ; porque so
bre el formidable error que vomito de nuevo el infier- ,
Do por medio de Pelagio , se reunieron bajo un mismo
estandarte de rebelion ebionitas , sabelianos , novacia
nos , maniqueos , donatistas , arrianos , apolinaristas , pris .
cilianistas , helvidianos , jovipjanistas. Pero tampoco
hubo siglo en que la gracia haya hollodo instrumento
mas propio ni mas poderoso para atacar esta formida
ble tropa de enemigos. Parece que este ejército nume
roso apareció al mundo en tiempo de san Agustin para
multiplicar sus combates y aumentar sus victorias. La
iglesia en verdad no ha alimentado padre ó doctor de
penetracion mas profunda, ni de ingenio mas elevado,
ni de instruccion y sabiduria mas dilatada . En sus es
critos se hallan depositadas todas las ciencias de que es
capaz el espírito humano , sin que las hayan podido
agotar los sabios de trece siglos. Doscientos treinla y
dos libros habia escrito , dice san Victor , hasta el dia
eo que los vándalos pusieron sitio á Hipona , sio contar
Jas innumerables epistolas en que se disputan la venta
ja la instruccion . y la uncion , en que se aclaran las
verdades de la religion , se excitan todos los movimien
tos de piedad , y se ve una grande abundancia de doc
trina y un manantial de consolacion , puede ser que fue
ra de los libros sagrados no haya leccion que al mismo
tiempo tanto conmueva y salisfaga ; sin contar tambien
la exposicion del salterio y los tratados particulares
que los griegos laman homilias. Todos estos escritos
son un depósito sagrado de doctrina la mas sólida , y son
singularmente monumentos irrefragables de esta ver
dad aquellos libros de la Ciudad de Dios, en que rebate
T. 57 . 8
- 114 -
-
las quejas de los gentiles y defiende la causa de Dios
con todo el aparato de erudicion eclesiástica y profana
que pudiera desear la crítica mas severa . De ministro
tan sa bio y zeloso se valió la gracia para sus empresas
y logro de sus grandes triunfos.
Y en verdad ¿ qué padre de la iglesia combalió ja
mas la herejía con mas ardimiento , sostuvo sus com
bales con mas vigor y venció con mas gloria ? En una
parte desconcertó el partido de los maniqueos , en otra
triunfo de los arrianos , en otra de los donalistas y en
otras destruyó todas las reliquias del paganismo. En
una cooferencia cerró la boca á los mas sabios donalis.
tas y redujo del partido de Donato al seno de la igle
sia á mas de ciento y cincuenla obispos cismáticos.
Purgó el.Africa de todos sus errores y acabó con lo
dos los monstruos . Persuadia con la profundidad de su
sabiduría , conmovia con la fuerza de su elocuencia ,
arrebataba con el fervor de su zelo y convertia con la
upcion de su gracia .
Mas no puedo pasar en silencio aquel combate que
sostuvo contra Pelagio , en que principalmente logró á
la gracia un triunfo eterno. Para un tal combate y
triunfo parece haber nacido nuestro santo en Africa al
mismo liempo que Pelagio en Inglaterra . Este maldilo
hereje armado de sus prendas naturales y de un cier
10 esplendor de santidad con que se conciliaba el res
pelo de los pueblos , derramó en varias partes el ve .
neno de sus errores. Negaba el pecado original , en
grandecia las fuerzas de la naturaleza , exaltaba los mé
ritos de la voluntad, las luces del entendimiento ; y
como si hubiese estudiado mas en los libros de los pa
ganos que en los de san Pablo , negaba la necesidad de
la gracia y todo el fruto de los méritos de Jesucristo y
enseñaba a los hombres á poner toda la confianza en
sus fuerzas naturales.
Mas este gran doctor descubrió todos los artificios
de esta venenosa serpiente , y manifestó a todo el mundo
la pecesidad de la gracia de Jesucristo , haciendo ver
- 115
con claras luces la corrupcion de nuestra naturaleza ,
las tinieblas de nuestro entendimiento , la depravacion
de nuestro corazon y las repetidas veces que se nos en
carga y manda la oracion ; argumento manifiesto de la
necesidad que tenemos de la gracia . De este modo en
seño á los hombres á no conGar sino en la misericordia
y auxilios de Dios y á no gloriarse sino en este Señor,
y confundió al falso elogiador de las fuerzas naturales
y enemigo de la gracia .
No se contentó con haber sujetado los herejes al
imperio de la gracia ; sujetó tambien á los impíos y
prevaricadores. Elegido por Dios para procurar que el
espíritu de la gracia se difundiese sobre toda clase de
personas , empezó esta obra por la ereccion de dos
monasterios de religiosos y la prosiguió formando de su
habitacion un seminario de clérigos ; porque sobre la
vida de los eclesiásticos se forma la del pueblo , y si hay
prevaricacion en el altar , no puede bollarse la piedod
en las casas. Con el retiro los separaba de los peligros
del siglo : con su zelo los aplicaba á socorrer las nece
sidades espirituales de los fieles : con la oracion los unia
con Dios , con la caridad entre sí : con una santa emu
lacion los estimulaba al trabajo : con sus luces les co
municaba la ciencia : con la ciencia les esclareció el
zelo : con el zelo convertia á los pecadores y renovaba
á la iglesia . ¡ Qué de ilustres prelados y zelosos minis
tros no salieron asi de los monasterios como de tan es
clarecida escuela ! ¡ Qué,de casas de virtud y de sabidu
ría no se erigieron en lodo el orbe ! ¡Qué de ejércitos
del Señor ! ¡Qué de resplandecientes estrellas ! ¡ Qué de
lugares de refugio ! ¡ Qué de seminarios de santidad !
¡ Qué de baluartes y fortalezas de la iglesia mililaute!
¡ Qué de pasmosos ejemplos para la edificacion de los
pueblos ! Recibieron los collados la santidad para espar
cirla despues sobre el pueblo segun la expresion del
profeta : Suscipiant montes pacem populo , et colles ju
stitiam ( 1 ).
(1) Salm . XXXI, v . 3 .
:
116
El segundo cuidado de este grande preludo fue el
de las vírgenes. Son ellas la mas rica y preciosa por
cion del rebaño de Jesucristo. i Qué estudio no puso en
sus libros y en sus cartas de enseñar el verdadero ca
racter de las humildes esposas de Jesucristo y de dar
á los monasterios de las vírgenes una nueva hermosu -
ra y volver mas pura la misma pureza ! ¿ Y quién ad
mirará tantas y tan excelsas glorias , si seriamente con
sidera que la regla que dió á su.sagrada religion fue
tan prudente , tan sabia y acertada , que ha podido des
pues servir para cincuenta religiones diferentes ? No
olvidó los demas estados : con su predicacion restituyó
el pudor y modestia virginal á las doncellas y las ense
ñó á vestir decentemente : mantuvo á las viudas en la
resolucion de una perpetua continencia: desterró del ,
matrimonio la impureza y dió luces para distinguir
un amor cristiano de una pasion carnal. Tales prodigios
obró la gracia defendida por la sabiduría y zelo de
Agustino ; que es lo segundo que ofrecí manifestar en
mi oracion .
Este fue el gran padre y doctor cuyas glorias cele
bra hoy la iglesia y con ella la devocion de los Geles.
En su inuerle perdió la iglesia su mas acérrimo de
fensor , Hipona su mas zeloso prelodo , los obispos su
znos sabio maestro , los pueblos su mas amoroso pas
lor , los pobres su mas compasivo padre , Africa su
mayor ornamento , la tierra su mas resplandeciente
luz y los sabios el mas pasmoso ejemplo ; porque fue
sabio sin vanidad , sin orgullo , ni soberbia , entregado
á la especulacion y penetrado inlimamente de la mayor
terpura de devocion , ingenioso , pero sin ser idólatra
de sus pensamientos, prendido de la autoridad de Dios
y de la iglesia , poseido todo de la doctrina del Evan
gelio y su infatigable defensor.
¡ Ohlisi á vista de tan pasmoso ejemplar supiese yo
ahora peroror en edificacion de todo género de perso
nas ! Quisiera dar una voz que resonase en el oido de
todos los herejes , y decirles: Miserables deslumbra
- 117 -

dos , i no veis que la variacion y la inconstancia que se


experimenta en vuestras sectas son el caracter del er
ror ? ¿ Cuándo se afirmó Agustino en sus opiniones ?
Cuando abrazó la verdad y doctrina de la iglesia : has
ta entonces habia pasado de secta en secta y de error
en error. Solo la verdad es firme y permanente. El er
ror nunca se satisface de sí ; y un mismo siglo ve des
vanecerse las herejías que vió nacer é introducirse
otras. ¿ En qué han parado los sentimientos de muchos
de los sabios de las provincias infestadas de las here
jías del siglo XVI ? En un ateismo ó en un deisrno , Ó
.en puro materialismo. ¡ Con cuánta razon com para el
apostol san Judas los herejes á las nubes ligeras y sin
agua que : el viento muere facilmente de una parte
para otra ; á las olas del mar que ya se levantan en
montes , ya se abaten en los abismos , ya azotan los
peñascos , ya se quiebran en la arena ; y á las estrellas
errantes que en su curso no tienen cosa fija ni regla
cierta , á las cuales está reservada una tempestad de ti
nieblas! 10 ciegos ! ¿ Cómo no considerais lo que pon
deraba san Agustin , que los hombres de extraordina
ria piedad , llenos de las gracias del cielo , esclarecidos
en milagros , adornados con los dones de profecía , co
nocimiento de los secretos del corazon y gracia de cu
rar enfermos y resucitar muerlos, han nacido en el
geno de la iglesia católica ? ¿ Cómo no considerais todo
esto y concebis gran respeto a la santa madre que
los engendró por el bautismo, pues vosolros no podeis
sacar en vuestras sectas hombres que puedan tener co
lejo cou estos ?
Diria á mas de esto á los incrédulos , rebeldes á la
luz y al Evangelio de Jesucristo , cuya religioni es no
tener piuguna : pues venís muchos de vosotros á de
gradaros aun del caracter de filósofos , y á no recono
cer en este vasto mundo ni soberano autor que le haya
criado , ni providencia que le gobierne , ni otra ley que
la natural, y esa corrompida por vuestra depravacion , y
las establecidas por los soberanos de la tierra en sus
- 118_
respectivus códigos ; ¿ quién os ha dementado para que
dejando la santa religion de vuestros mayores en que
habeis sido educados , confirmada con tantos milagros,
abraceis los devaneos de pervertidos filósofos ? La cor
rupcion de vuestras costumbres es la raiz de todo,
porque facilmente se pervierte el entendimiento del
que tiene muy corrompida la voluntad . Sois libertinos
y de perversisimas costumbres , y facilmente os dois a
conocer por vuestras obras: A fruclibus eorum cognos
celis eos ( 1 ). Quisierais lograr vuestros infames apeti
tos y gustos sin remordimiento de conciencia , y que
esta no derramase sobre ellos el acibar de sus repren-,
siones y acusaciones ; y como esto no puede ser mien
tras permanecen en vuestra creencia la inmortalidad
del alma , el terror del juicio y el horror del infierno,
apagais en vuestro interior la luz de estas verdades
que tanto os incomodan y no os dejan gozar en paz de
vuestros sucios deleites. Por otra parte no reparais en
leer los perversos libros de los mas crueles enemigos de
la religion católica: veis en ellos una elocuencia pas
mosa , una sabiduría profana la mas extraordinaria y
vasta , y no podeis persuadiros . á que hombres tan
grandes puedan engañarse en asuntos de religion. 10
insensatos ! ¿ Acaso pueden tener cotejo esos sabios con
los que han florecido en nuestra religion ? ¿ Pueden
acaso compararse con un san Agustin y con otros infi
nitos padres y doctores ? ¿ Son por ventura ellos los so
los sabios, como decia Job , ó está en ellos estancada la
sabiduría ? Ergo vos estis soli homines (2) ? Ninguna
razon hay para admirarse que unos sabios tan elocuen
tes se engañen en asuntos de religion ; porque asi está
profetizado que sucederá en castigo de su impiedad y
de su soberbia : Auferetur ab impiis lux sm , et bra
chium excelsum confringetur (3). Asi como hubo falsos
(1 ) Math . , 17, v . 16 .
(2) Job , 12 , v . 2.
(3) Ibidem , 38 , v. 3 .
- 119
profetas en el pueblo de Dios , dice san Pedro , asi ha
brá entre vosotros maestros mentirosos que introduci .
rán sectas de perdicion : Fuerunt verò et pseudo pro
pkelæ in populo , sicut et in vobis erunt magistri menda
ces, qui introducent sectas perditionis ( 1 ). Sabed anle
todo , prosigue san Pedro , que en los últimos tiempos
vendrán con engaño ciertos mofadores , que siguiendo
la inclinacion de sus apetitos dirán : ¿ A dónde está la
promesa ? ¿ Dónde la venida que nos anuncia Jesucris
to ? Hoc primum scientes , quod venient in novissimis
diebus in deceplione illusores juxta proprias concupis
centias ambulantes , dicentes: Ubi est promissio aut adven
tus ejus (2) ? Confiesote , Padre , clamaba Jesucristo,
que has escondido estos misterios á los sabios y los has
revelado á los pequeñuelos y humildes : Confiteor tibi,
Pater..... quia abscondisti hæc à sapientibus, et pruden
tibus, et revelasti ea parvulis ( 3 ). A los humildes reve
Ja Dios sus misterios. Desde el principio de la iglesia
los soberbios filósofos que solo han querido gobernarse
por sus propias luces naturales , han sido los mas con
trarios de nuestra religion , y asi prevenja san Pablo á
los fieles: Cuidado no os engañe alguno por medio de
una vana filosofia : Videte ne vos aliquis seducal per philo
sophiam et inanem fallaciam (4).
Diria tambien yo a los espíritus sublimes ó fuertes ,
como llaman otros : 10 temerarios y audaces ! Blasfe
mais todo lo que ignorais. Mirais la majestad y au
toridad de la fé como una credulidad popular , afectais
un lenguaje particular , os gloriais de sublimidad de
espíritu y de superioridad de razon y tratais con mofa
é irrision cuanto tiene de mas augusto y de mas terrible
la doctrina del Evangelio . Ohlisi consideraseis que todo
esto no nace tanto de la singularidad de vuestras luces,
cuanto de la corrupcion de vuestro corazon ! Os habéis
(1) II Petri , cap . 2 .
( 2) Ibidem , cap . 3 .
(3) Math ., 11.
( 1) Ad colos . , 2 , v . 8 .
- 120
desvanecido en vuestros pensamientos y se ha obscure
cido vuestro necio corazon , y creyendo que sois muy
sabios habeis quedado los mas necios como dice el A pos
tol : Sed evanuerunt in cogitationibus suis, et obscura
tum est insipiens cor corum ; dicentes enim se esse sa
pientes stulli facti sunt (1 ). Quereis averiguar con vues
tras luces , que os parecen muy superiores a todas las
de los demas hombres , las cosas queexceden toda la fa
cultad de vuestro entendimiento , y os precipitais en va
nos errores y en una ceguedad casi incurable. Bastaba
para desengaño de todos vosotros la consideracion de
que a la hora de la muerte , en que cesando el estrépi.
to de las pasiones se ven las cosas á buena luz , ninguno
se ha arrepentido de haber sido católico romano ; pero se
han arrepentido muchos de haber sido incrédulos y segui
do sectas particulares. Aquel Señor que enviará sus ánge
les para quitar de su reino todos los escándalos , nos ayu
de con la eficacia de la gracia y energía de su palabra á
arraocar de enmedio de su pueblo este libertinaje de
creencia , de que se dejan inficionar algunos depravados
espíritus , que es de todos los escándalos el mas funesto.
Diria finalmente a los que despues de varios desór
denes se convirtieron á Dios , que procuren con todas
sus fuerzas hacer frutos dignos de penitencia estimu
lados con el ejemplo de nuestro santo , y que no se
dispensen de las incómodas leyes de una penitencia sin
cera con molivo de una falsa paz que logran allá en su
interior. Qué penitencia mas entera , mas sincera y
mas constante que la de Agustino desde el dia de su
conversion , no obstante que sus pecados habian sido
borrados por el bautismo en cuanto a la culpa y la
pena! Siguió aquel consejo del Eclesiástico : De los pe
cados perdonados no quieras vivir sin temor : De propi
tiato peccato noli esse sine metu (2). Todo esto diria yo
si supiese dignamente perorar en edificacion de lodo
género de personas .
(1 ) Ad rom ., 1 , v. 21 .
( 2) Ecclesiastic . , cap. 5 , v . 5.
- 121 -
Pero por conclusion de mi oracion me vuelvo á
nuestro santo , quien porque reina glorioso en los cie
los no ha depuesto su zelo y las entrañas de su cari
dad. Mirad , santo mio , aquel rebaño de Jesucristo que
antes llenaba todo el orbe , reducido á unas pocas pro
vincias del Occidente : la incredulidad que aun entre es
las va prendiendo en nuestros infelices tiempos y el
naufragio que muchos padecen en la fé. Mirad el Afri
ca purgada en otro tiempo por vuestro zelo y sabidu
ría de errores y cismas , habitada de bárbaros moros há
mas de mil años. Mirad a otros varios reinos antes ca
tólicos convertidos en una sentina de errores , y tan
groseros , que se llegan á canonizar y dar por lícitas
aquellas impurezas que aun entre los gentiles cultos
jamas han tenido aprobacion , y á tener por santa á la
prostituta Jericó y por abominable y patria del Ante
cristo á la casta Jerusalem de la iglesia. Nuestros pe
cados son la causa de esta infelicidad , porque se nos
dice en la divina escritura que por las maldades del
pueblo se transfiere la fé de una gente para otra : Reg
num à gente in gentem transfertur propter injuslilias, et
injurias, et contumelias, et diversos dolos (1 ). El mis
mo Salvador Cristo señor nuestro lo expresó tambien
asi con la mayor claridad en la parábola de la viña , y
san Pablo en la epístola á los romanos (2). Y estamos
viendo todos estos males con los ojos enjutos y sin ma
nifestar sentimiento alguno , cuando san Pablo afeó mu
cho á los de Corinto que ninguna pena les hubiese da
do la falal caida del incestuoso : Et non magis luctum
habuistis (3). Alcanzadnos aquel don de lágrimas que
acompañó á vuestro encendido zelo y ardiente caridad,
para que llorando nuestras maldades con la mayor
amargura de corazon a plaquemos la ira de Dios , con
sigamos su misericordia , los preciosos dones de su gra
cia y por fin la inmensa felicidad de la eterna gloria.
(1 ) Ecclesiast. , cap . 10, v . 8.
(2) Cap. 11 .
(3) I ad corint . , cap. 5 .
- 122 -

SERMON DE LA DEGOLLACION DE SAN JUAN BAUTISTA,


PREDICADO EN BENASAL

EN LAS FIESTAS DE LA TRASLACION DEL SANTISIMO SACRAMENTO .

( DEL P. M. FR. VICENTE HERNANDEZ ).


Decollavit eum.
Le degolló . -S . Marc . , c. Co
¡ Con que al fin , amados oyentes mios , tenemos ya
el gusto de ver en este nuevo templo á nuestro Dios y
Señor sentado sobre el trono de su grandeza, presente
á nuestros votos , pronto á nuestro socorro y llenando los
cielos y la tierra de la majestad de su gloria ! ¡ Con que al
fin se han cumplido ya los ardientes deseos de tantos Ne
hemías y Zorobabeles piadosos cuantos son los vecinos de
esta villa , de erigir al Dios de Israel una grandiosa casa
digna de su alta soberanía ! ¡ Con que al fin ha llegado el
tiempo en que ya no vaya.errante el arca de la alianza ,
pi habite en pabellones y tiendas de campaña , sino que
esté colocada en un sitio inmoble y fijo, en el centro
de su gusto , en el lugar de sus delicias, defendida de
filisteos y gentes incircuncisas, y santificada, loada y
bendecida de un pueblo parcial y devoto , que no tiene
mas gloria que estar a la sombra de su proteccion y go
zar de su augusta presencial Sí , hermanos , esto es lo
que vosotros deseabais con tantas ansias , y esto es lo
que se ha cumplido á medida de vuestros deseos. Los
hijos de Benasal suspiraban por la conclusion de esta
fábrica mas que los avaros suspiran por una mina de
oro . Una estancia lóbrega, obscura y denegrida , por
no decir abatida , vil é indecorosa era indigna de la
majestad del Altisimo , y este era el claro que les te
nia pasadas las entrañas. ¿ Es posible (se dirian á si mis
mos), es posible que los grandes y poderosos del mundo
han de habitar palacios guntuosos y magníficos , piezas
123 -

alhajadas , retretes labrados á mil primores en que su


dan el arte y el ingenio , y el Señor de todo poder y
grandeza ha de morar en una casa tosca , estrecha
y reducida ? ¿ Cómo lo ha de sufrir nuestra piedad ,
nuestro zelo y nuestro amor ? Afuera dificultades;
cueste lo que costare un augusto santuario , se le ha de
construir al que es santo por esencia. Ya sabemos que
el templo de Salomon no es competente á su soberanía ,
ai la misma hermosura de los cielos es bastante á su
persona ; pero si no le damos cu'aolo merece , pada que
dará que darle de cuanto tenemos . Todos unidos en
cuerpo hemos de ser artifices en esta obra , y hemos de
contribuir á la decencia y adorno de la casa de Dios.
Los unos costearán parte de las expensas ; los otros por
tearán el maderamen : estos aplicarán las manos al es
coplo y al martillo ; aquellos pulirán y asentarán los si
llares : quiénes se encargarán de las colectas y limosnas;
quiénes excitarán los ánimos flojos y remisos , y todos
juntos como laboriosas abejas labraremos el dulce pa
nal para aquel Señor que se alimenta de la manteca y
de la miel. Ello no se ha de parar hasta llevar á efecto
el designio proyectado y desa hogar el fuego del amor
que arde en nuestro pecho. Estos santos sentimientos
que acabo de pintaros, no han sido ideas platónicas , ni
su posiciones arbitrarias, ni sombras vanas sio sustancia
y sin cuerpo ; han sido reales y , efectivos, y yo mismo
con alegría de mi corazon estoy viendo , y lo ve todo el
mundo', que á no haber intervenido estos esfuerzos
magnánimos no tuviera Jesucristo esta casa de magoi
ficencia y de pompa , este trono de grandeza , este pa
lacio de gloria y este nuevo cielo de adoracion , de ben
dicion y alabanza.
Gracias sean dadas á los espíritus generosos que han
trazado , que han emprendido y tanlo han adelantado
la obra , y gracias sean dados á cuantos con mano fran
ca han contribuido á los gastos de la fábrica . No queda
rán sin premio tales larguezas. El Señor que la habita
У habitará mientras duren los siglos no paga con esca
. 124
sez los servicios que se le hacen . Esta es la casa de Dios
y la puerta del cielo ; bastante he dicho para que se en .
tienda que aquí está la plenitud de todos los bienes. Na .
da os detenga , pedid y recibireis, buscad y encontra
reis , llamad y se os abrirá . El Señor será para vosotros
la fuente de los Cantares , donde bebereis las aguas de sa
lud y de vida : será la piscina de Jerusalem que curará
vuestras dolencias : será el arco iris que os anunciará la
serenidad y la paz : será el muro de defensa que hará
frente y batirá las fuerzas enemigas ; será el altar . del
refugio donde hallareis asilo en todos vuestros ahogos;
y será un bienhechor liberalisimo que os colmara de
dones , de fayores y gracias. Es cierto que en todas par
les está Dios y todo lo llena con su inmensidad incir
cunscripta : es cierto que en todas partes está présente
á nuestras necesidades , y en todas partes derrama los
efectos de su beneficencia sobre las obras de sus manos;
pero ¿ quién duda que en el templo que es su especial
residencia , su corte y su tabernáculo , hace ostentacion de
sus dones y comunica de lleno sus beneficios ? Que no
pueda yo extenderme en las circunstancias plausibles
de esta augusta traslacion , que causa vuestro contento y
alborozo y es el principal motivo de estas solemnisimas
fiestas! Ya veis , hermanos, que no he hecho mas que
tocar con la extremidad de los labios una materia deli .
ciosa que me suministraria abundantisimas reflexiones;
pero no me es dado detenerme mas en la amenidad de
este campo : solo me queda el consuelo que cuanto pu
diera deciros en este punto ha sido ya tratado digna
mente por los oradores precedentes. A mí me es preci
so temperar el estilo, mudar de tono , acertar á otro blan .
co y fijar el hilo de mi razonamiento en otro objeto si no
tan grande, casi tan admirable . Si no os hablo del corde
ro de Dios , os hablaré del dedo que le señala : si no os
hablo del Verbo eterno , os hablaré de la voz que le mani.
fiesta : si no os hablo del Señor que vino á visitarnos , os
hablaré del siervo que preparó sus caminos: si no os hablo
de Jesucristo , os hablaré de su precursor sagrado , del
125 -

angel de su consejo , del incomparable Juan Bautista , co


pia tan parecida al original que representa por la deli
cadeza de los rasgos , que no extraño que los mas hábiles
de Judea se engañasen en la persona de Juan y le tu
viesen por el Mesias prometido.
Juan Bautista ha de llevarse mis atenciones y las
vuestras en este rato , supuesto que a gloria de este gran
santo se ha dedicado este dia . iJuan Bautista ! ¡ Qué
heroe tan asombroso ! ¡ Qué espíritu tan grandeliQué
alma tan elevada ! Pero i qué caos de confusion á mi ru
deza ! La misma copia de sus luces me deslumbra : la
misma claridad de sus rayos me ciega : la misma gloria
de su majestad me oprime ; y la inmensa mole de su
grandeza es un enorme peso que ahoga la respiracion y
me corta las palabras. ¿ Qué os diré yo de un hombre
tan extraordinario , del mayor de los nacidos , del jefe
de los patriarcas , del corifeo de los profetas , del pri
mado de los apóstoles , del ejemplar de los mártire
del padre de los anacoretas , del clarin del Evangelio ,
de un hombre que lo es todo junto y en sola su perso
na reune como en un punto de vista los prodigiosos ca
racteres de la gracia multiforme , justo , santo , inma
culado , dulce , amable , bondadoso , activo , eficaz , in
trépido, prudente , discreto , firme, constante ..... ¿ qué sé
yo ? Todo en él es grande; su inocencia me admira , su
justicia me asombra , su penitencia me pasma, su zelo
me embelesa , su libertad me enamora , su pureza me
encanta , todas sus virtudes me hechizan . Su predicacion
hiere : su voz truena : sus discursos centellean : su boca
en vez de palabras despide rayos y reduce á cenizas
el reino del pecado . Pero i quél ¿ He de querer yo con
1:
tar las estrellas al firmamento y al aire sus imper
ceptibles átomos ? ¿ He de querer seguir todos los pasos
de este veloçisimo ciervo y todos los vuelos de esta
aguila real y generosa ? No espereis imposibles , herma
nos ; yo me contentaré con una de sus acciones ; un solo
fragmento de este coloso dará abundante copia á la
construccion de mi discurso : me ceñiré solamente a los
- 126 -
últimos períodos de este planeta , á las ultimas llama
radas de esta agonizante antorcha y á los postreros ac
tos de la tragedia dolorosa de este heroe , y por decirlo
de una , la degollacion del Bautista será todo el argu
mento de esta oracion laudatoria ; pues bajo de este res
pecto se celebran sus glorias en el dia de hoy . En Juan
Bautista vereis el predicador mas acérrimo de la verdad ,
que la anunció con libertad generosa , y por ella murió
una muerte ignominiosa ; la llevó en triunfo por los
poblados y por los desiertos , por las calles y por las pla
zas , por las chozas y por los palacios , y hasta en los
relretes de los grandes y de los principes introdujo su
resplandor y su gloria . Mas jay de mil que aun sien
do el Bautista quien anuncia la verdad , no se oje esta
voz del cielo con aceptacion y con gusto , y en vez de
granjearse el amor incurre en el odio del príncipe y
paga con la cabeza el fervor de su zelo. Todo está insi
nuado ; nada mas falta que hacer para el acierto que
recurrir a la divina gracia . ¡ O soberano Señor sacra
mentado, fuente de todos los bienes ! Virgen purisima,
madre de todos los pecadores ! ¡ Gloriosisimo Juan Bau
tista , protector de todos vuestros devolos ! A todos lla
mo en mi ayuda. No puedo interesar personajes mas
altos ni mas poderosos para el desempeño de mi minis
terio . Imploro vuestra asistencia con la misma humil
dad y respeto con que le habló el angel á la madre del
Verbo cuando la saludó diciendo : Ave , Maria .
¿ De qué proviene que la verdad ha de ser tan abor
recida en el mundo ? ¿ Es posible que siendo una joya
tan preciosa nadie ha de querer llevarla por adorno de
su pecho , y siendo una dama tan hermosa y agraciada
nadie ha de querer contraer alianza con ella ? į Es po
sible que siendo la verdad hija del mismo Dios ilustri
sima y nobilisima no ha de hallar amadores que la es
timen , la deseen y la soliciten ? Pero ¿ qué digo amado
res ? Lo que tiene son contrarios de por vida , enemigos
jurados que la persiguen , la abominan y la aborrecen
de muerte , y siendo digna de todas las atenciones , solo
-- 127
logra un desprecio vil y un ultraje afrenloso. ¡ O verdad
soberana , espejo terso que representas la imagen como
es en sí sin mezcla de adulacion ni lisonja ! iy qué mal
te paga el mundo por tu claridad y limpieza ! Te abor
rece el usurero , porque condenas sus fraudes é injusti
cias , te aborrece el magistrado , porque reprendes sus
sobornos y cohechos ; te aborrece el poderoso , porque
afeas su holgazanería y su indolencia , te aborrece el li .
bertino , porque arguyes sus lorpezas y sus escándalos:
te aborrece la dama petimetra , porque detestas su pro
fanidad y soltura ; y te aborrecen todos los hijos del
siglo partidarios del vicio y de la maldad , porque no
puedes sufrir delante de tu rostro tales abominaciones.
¡ Pobres predicadores de la verdad , mercaderes del cie
Jol ¡ Y á qué peligros os exponeis con este genero pro
hibido ! Este es un contrabando en que regularmente se
pierde el capital y las ganancias, y no se logra otro
fruto que sudar en vano y arriesgar la salud y la vida.
Yo veo á Ezequiel ultrajado , á Miqueas abofeteado, á
Isaías aserrado , á Jeremías empozado , á Elías espiado
y acechado , á san Pablo aborrecido por haber predica
do al pueblo , á los sacerdotes y á los reyes la verdad
lisa y desnuda y no haber disimulado los desórdenes y
excesos de un mundo corrompido. Jamas se ha cogido
otro fruto de sembrar esta semilla en una tierra ingra
la sino abrojos , espinas y cambrones.
Pero si digo que entre todos los nacidos no ha ha
bido hombre como Juan , tan amante de la verdad , tan
intrépido en defenderla , tan zeloso en colocar el trono
de esta reina sobre las ruinas de su enemiga á pesar de
las pruebas mas amargas , no diré cosa que no esté apo
yada en la historia sagrada y comun sentir de los
doctores. Juan Bautista vioo al mundo á dar testimo
pio a la verdad encarnada que la sinagoga no queria
recibir , y sostuvo sus derechos con tanta entereza y
libertad cual competia á su caracter. No fue el precur
sor sagrado uno de aquellos viles ministros de la pala
bra , mercenarios y alienijenas prostituidos al gusto
128

y paladar del que oye , luces trémulas y menguadas


que solo arden bajo el celemin del temor y del respeto;
fue un clarin sonoro que se oyó de todo el mundo , y un
relámpago vivisimo, cuya luz brillante y encendida
salió del oriente y llegó al otro extremo del cielo. El
ruido de su fama corria ya por la Judea y Palestina; y
los magnates de la sinagoga entraron en recelo si acaso
Juan seria el ungido del Señor que se esperaba y que
tenia en expectacion al muodo. En consecuencia de esto
se acordo en el gran consejo de la nacion enviarle al
desierto una diputacion solemne para que dijese abier
tamente quién era. Excelente ocasion se presentaba á
Juan para revestirse con el pom poso caracter de Mesias
y venderse por el libertador de Israel ; pues á sola su
respuesta se dejaba la decision de la duda . Otro menos
sincero que el Bautista se hubiese deslumbrado con una
proposicion ton halagüeña , y á poca costa se hubiera le
vantado con los aplausos de toda la Judea . Pero Juan ,
el integerrimo Juan no es capaz de estas vilezas ; su mo
destia se ofende del nombre solo de disfraz , de doblez
y de impostura : conoce muy bien la portentosa distan
cia que media entre él y el verdadero Mesias , y res
ponde llanamente á los sacerdotes y levitas enviados
que él no era el Cristo que se esperaba , ni era Elías,
ni era profela , sino una voz que clamaba en el desier
to , que disponia los caminos al que habia de venir y
que en efecto era ya venido y habitaba entre los hom
bres : que él no era digno de desatar las correas de su
calzado , y que no era mas que una menuda estrella
que desaparece a la vista del mayor luminar . ¿ Oisteis
confesion mas sincera y mas ingenua ? ¿ Oisteis testi
monio mas auténtico y mas glorioso á favor de la ver
dad ? Pues no temais que este hombre se deje jamas ce
gar del humo del amor propio y de la propia excelen
cia , que tanto infatúa y corrompe el corazon de los
mortales. El es luz clara, no hay duda ; pero sabe que
no es el verdadero sol : él es profeta grande ; pero sabe
que no es el señor de la profecía : él es la voz del Ver
- 129
bo ; pero sabe que no es el Verbo del Padre; y si bien
los judios se equivocan en su persona por las relevante
tes prendas que le acompañan , bien presto los desen
gaña de estas erradas ideas y de una opinion que por
mas fundada que sea se opone directamente al candor
de la verdad . En medio de vosotros , les dice con espi
ritu noble y generoso , en medio de vosotros está el
mismo que no conoceis y con tanta impaciencia de
seais . Ha venido despues de mí ; pero es primero que
yo ; primero porque él liene ser desde los dias de la
eternidad , y yo he nacido en medio de los tiempos;
primero porque él es el criador de todo , y yo soy una
criatura que salió de sus manos ; primero porque él es
por esencia santo , y yo soy por naturaleza pecador;
primero porque él es el fin de la ley y de los profetas,
y yo solo soy un mensajero que le anuncio y un indig
no ministro que le sirvo.
O pregonero elerno de la verdad , en tu lengua
está la miel y la leche : tus labios encarnados como una
cinta de grana destilan la mirra de la doctrina mas pu
ra. Escuchad , hermanos , sus palabras la primera vez
que vió al Redentor ; pues en ellas se cifra todo el fon
do de nuestra religion santisima . Ved ahí, les dice á
los judios señalando á Jesucristo , ved ahí el cordero
de Dios que quita los pecados del mundo; profesion
de fé la mas augusta , conocimiento del Mesias el mas
iluminado , noticia del divino Verbo la mas exacta y
que solo pudo revelar el unigénito que está en el seno
del Padre. Ciegos judios, no os fatigueis en combinar los
oráculos de los profetas, el vaticinio de Jacob , las se
manas de Daniel, ni la época precisa de la venida de
vuestro libertador : miradle delante de vuestros ojos;
Juan os le senula y no mjedte : ese es el cordero de Dios
que quita los pecados del mundo. ¿ En qué escuela ha
a prendido este hombre el arcano escondido en los si
glos? ¿ En qué academia de Pitágoras, de Platón ó de
Aristóteles ha oido estas lecciones de altisima sabidu
ría ? ¿ Qué volúmenes ha revuelto un solitario toda su
T. 57 . 9
130 -
vida habitando los montes , metido en las grutas y ca
vervas en compañía de las fieras ? Sin embargo Juan lo
dice ; no se busque otro oráculo ni mas firme , oi mas
seguro. Pedro , aquel discípulo amante fue constituido
piedra fundamental de la iglesia por haber confesado
claramente la divinidad de Cristo : Tú eres Cristo hijo
de Dios vivo ; pero a la confesion de Pedro ya babia
precedido la confesion de Juan. Pedro le confiesa por
hijo de Dios : Juan le confiesa por cordero divino
que quita los pecados ; dos fórmulas de hablar identifi
cadas , dos expresiones de una misma sentencia ; pero
la del apostol se funda sobre la del precursor. ¡ Qué ra
yos para los herejes , malditos viboreznos que despeda
zan el seno de la madre ! Ebion , Cerinto , Valentino,
Arrio y Manes , ¿qué teneis que reponer contra este teg
timonio ? Si no creeis al hijo del pescador , creed al hijo
de Zacarías que os anuncia la divinidad del Verbo, lo que
ha visto con sus ojos, lo que ha tocado con sus manos ,
y cuya revelacion o0 fue de la carne ni de la sangre,
sino del espíritu de verdad que hablaba por su boca :
Ecce agnus Dei qui lollit peccata mundi.
Adelantemos y sigamos á este obrero infatigable 6
bien á las riberas del Jordan , campo abierto a la espa
da de su zelo , ó bien á la capital del reino, bello teatro
al ardor de su espíritu. Un hombre como el Bautista
santificado en el útero materno , recibido en los bra
zos de Maria , prevenido' con bendiciones de dulzura,
criado con la leche de la piedad , apartado del mundo
antes de conocerle, llevado a la soledad por una fuerza
superior que le movia , negado a todos los halagos del
sentido y de la carne , consumido á fuerza de rigores,
elevado por la contemplacion basta el tercer cielo ; un
hombre que subió sobre los querubines y voló en alas
de los vientos , tan lleno del espíritu de Dios , tan ene
migo del mundo y de sus deleites , que el grande Ori
genes dudó si seria algun angel disfrazado en traje hu .
mano, puesto ahora de repente en medio del lujo y del
libertigoje , entre gentes disolutas y liceuciosas, eotre
- 131 -
tropas a tolondradas de engañadores y de engañados,
¿cómo era posible contuviese los impetus de su zelo y que
su voz que era voz del Señor en virtud , voz del Señor
en magnificencia , voz del Señor que rompe los cedros
del Libano , voz del Señor que divide las llamas del
fuego , voz del Señor que conmueve las soledades y
los desiertos, eomudeciese en el lugar de la abo
mipacion y en la pestilente cátedra y asamblea del
desorden ? Este gran profeta del Altisimo que viuo
con la virtud y espíritu de Elias, me le figuro yo
encendido con el fuego de aquel profeta de Dios , hc
cho lodo llamas , respirando incendios y ardiendo su
corazon como una hacha , levantar el grito y clamar
con la trompeta de Joel contra todos los enemigos del
nombre del Señor , é intimar á todas las gentes , sabios
é ignorantes , ricos y pobres, jóvenes y viejos, casados
y vírgenes la ley de la penitencia , el bautismo de las
Jágrimas , la mortificacion de los sentidos, la renovacion
del espíritu , la negacion á los gustos terrenos , el amor
á la virtud y la reforma indispensable de una vida lu
multuosa y desreglada que conduce necesariamente a
la muerte y perdicion.
Pueblo reprobado por pérfido y por ingrato , oge los
clamores de este angel y llenate de confusion : Genimi.
na viperarum , quisostendet vobis fugere à ventura ira?
Maldita estirpe de víboras , ¿ quién os pondrá á cubier
to contra la ira de Dios que os amenaza ? Generacion
de Abraham depravada y adúltera , raza de David espu
ria é ilegítima , la santidad de vuestros padres en vez
de aprovecharos será la condenacion de vuestra conduc
ta : la ciudad santa será pasada con el arado si no conoce
el tiempo de su visitacion ; el pueblo escogido será el
oprobio y juguete de las naciones si no se convierte al
aulor que le crio : la circuncision de la carne será la
señal de vuestra reprobacion , si no la acompañois con la
circuncision del corazon y del alma , ni la ley escrila en
tablas de piedra os justificará si no la llevais grabada
en lo interior de vuestro pecho. Idólatras postrados ante
:
132 -

falsas divinidades , blasfemos que escupis contra el cie


lo y conculcais el nombre santo de Dios , perjuros que
abusais del vínculo mas sagrado de la religion para ha
cer prevalecer el dolo , el fraude y la mentira, infames
concubinarios que haceis los miembros del Espíritu
Santo miembros de meretrices , impios , afeminados,
sacrilegos , libertinos , loda casta de prevaricadores que
teneis irritada la justicia divina , haced frutos dignos de
penitencia , porque la segur está puesta a la raiz del ar
bol , y será cortado y arrojado a las llamas : asi clama
ba este clarin sonoro de la verdad . ¿ Qué os parece ,
hermanos , de este ardimiento ? ¿ Hubo alguno que se le
igualase en la libertad de la doctrina ? Moisés declamo
contra los egipcios , Finees contra los impúdicos , Elias
contra los idólatras , Eliseo contra los avarientos , Pe
dro contra los mentirosos , Pablo contra los blasfemos;
pero Juan declamó contra todos juntos, y no hubo vicio,
escándalo , ni desorden que no sintiese el azote de su
lengua. Jerusalem ambiciosa , ciudad loca , altiva , des
honesta y profana , tú recibiste los rayos de claridad ,
que despedia de sí este luminoso sol; sojalá que te
hubieses aprovechado de sus luces ! Señores insolentes,
caballeros envilecidos , nobles afeminados , ricos crue -
les , mercaderes tramposos, sacerdotes avaros , damas
escandalosas , mujeres mundanas, doncellas libres , hi .
jos desobedientes, padres descuidados, amos insufribles ,
criados infieles , todos, todos vosotros oisteis el sonido
de esta voz de verdad y desengaño que resona ba sin ce
sar por las calles y por las plazas , y cuyos ecos llega
ron finalmente hasta los oidos del mismo Herodes.
Herodes..... Ah hermanos mios ! No quisiera acor
darme de esle malvado , ni hacer la pintura de este
impío y escandaloso príncipe por oo ofender el recato;
pero las glorias del Bautista me fuerzan á manchar el
papel y la lengua con los borrones de sus lorpezas. Era
este Herodes , por sobrenombre Antipas, hijo de He
rodes Ascalonita , de aquel Herodes cruel que enson
grentó barbaramente su espada en millares de víctimas
- 133 -
inocentes sacrifcadas á sus temores. Ocupaba el trono
de Judea sin mas derecho que la violencia y las tra
mas de su padre favorecidas de los romanos. Su espí
ritu relajado , su condicion sanguinaria , su genio despó
lico , enemigo de todo yugo y de toda ley , formaban un
monstruo de la humanidad lleno de todos los vicios. Su
pasion dominante era una pasion bastarda , un apetito
lascivo , una propension violenta y desenfrenada hácia
el otro sexo , que no es menester nombrarla para con
cebir su horror y su delito. Su soberanía , su poder,
811 majestad y sus riquezas le abrian paso franco al lo
gro de sus deseos , sin que hubiese viclima reservada
para el torpe sacrificio de su lujuria ; pero como este
vicio cuanto tiene de tirano tanto tiene de caprichoso,
dió en amar con desenfreno à la misma mujer de su
hermano Filipo con tal publicidad y desvergüenza , que
ofendia los ojos ' mas recatados y escandalizaba á todo
el pueblo. Dios me libre que un hombre especialmente
poderoso rompa el freno del pudor ; que ya no hay bar
reras al impetu de sus locuras. Filipo era uno de aque
llos hombres tímidos y apocados que vió arrancar de
sui seno a su propia es posa , y sin tener valor de repe
ler las violencias del hermano ahogaba en el silencio
su dolor y su amargura . Herodías su mujer era seme
jante á Herodes en el nombre y en los hechos, imperio .
sa , desenvuelta , descarada , y mas gustaba deun amante
adúllero , osado y atrevido que de un marido legitimo ,
benigno y bondadoso . Qué escándalo para el pueblo
bajo un amancebamiento público en personas de esta
clase ! En medio de este comercio incestuoso mantenia
Herodes ( quién lo creyeral ) estrecha amistad con el
Bautista : habia formado un alto concepto de Juan , le oia
con sumo gusto y honraba su persona con mil demos
traciones y elogios. No habia para Herodes empeño mas
poderoso que el Bautista , ni cosa de mayor complacen .
cia que escuchar los discursos del sogrado precursor
llenos de uncion y de espiritu; y, como las invectivas de
Duestro santo no habian tocado hasta entonces directa
134
mente á su persona , las celebraba como donaires y gra
cias. ¡ Triste condicion de la humana flaqueza ! Todos
gustan que se corrija á los otros, y nadie quiere recibir
la correccion en sí mismo. Pero , vive Dios que Juan,
este ministro fiel, este profeta incorrupto , este predi .
cador integerrimo no conocerá los respetos humanos , ni
hará acepcion de personas. El ha venido al mundo á
predicar el bautismo de la penitencia , á exterminar
los desórdenes y los abusos , á intimar la ley del candor
y de la pureza sin distincion de clases ni condiciones, y
por lo mismo hasta la persona del monarca tocará con
su vara de hierro y la quebrantará como un vaso de
borro.
A qué riesgos no está expuesto un soberano tira
nizado de sus pasiones ! ¿ Quién tendrá ánimo para ar.
güir sus extravíos y sus excesos ? Cuantos aduladores
cercansu persona , otros tantos enemigos conspiran á su
ruina. ¿ No haceis memoria de lo que pasó con Amós
en ocasion semejante ? Encaminabase el profeta de Dios
á la ciudad de Betel con orden de decir al rey Jeroboam
ciertas verdades amargas que le habian de escocer. Sa
belo el sacerdote Amasias, gran lisonjero del monarca , y
al punto vase á encontrar con el profeta que se dirigia
hácia palacio : Profeta santo , le dice , ¿ qué pretendes
en la corte ? ¿ A qué te acercas al trono ? Retirale de
esta maldita tierra , huye de la abominacioni , vete á un
lugar inocente que reciba la doctrina de tu boca : esta
ciudad es la corte del rey , y aquí solo habita el disi
mulo , la doblez , el fingimiento : la verdad tiene entre
dicho , no entra por estos salones y nadie la dijo jamas
impunemente. Esto que le decian á Amós los áulicos de
Jeroboam , le dirian seguramente á Juan Bautista los
políticos de Herodes : Hombre de Dios , retirate de
palacio , no vengas en tono declamatorio , no despe
gries lus labios en desdoro del principe ; que este señor
delicado no quiere que le toquen un hilo de la ropa , ni
que le interrumpan el sueño en que está gustosamente
dormido. Política mundana , reprobada en el consejo
- 135 -
de Dios : Juan no es capaz de esas tramas enredosas , ni
de esa artificiosa У diabólica astucia. Su zelo no le per
mite andar con contemplaciones ni con melindres: á su
corazon no le intimida el celro , oi sus ojos se deslum -
bran con el resplandor de la diadema . ¿ Quién si no un
hombre como Juan era capaz de oponerse a los desorde
nes de un príncipe como Herodes? Pero Juan se le opone
como un muro de bronce y dice claramente al rey
que no le era lícito tomar por mujer a la que era su
cuñada : Non licel libi habere uxorem fratris lui. iPo
bre Bautista ! ¿ Qué has dicho ? Bien caro te costará el
desengaño : no se venden las verdades á bajo precio:
la reprension de los grandes á cara descubierta , si es
efecto del zelo y de la intrepidez , tambien suele ser
causa de incurrir en su indignacion y su desgracia. Diga
lo el desgraciado Calistenes , que por querer hacer frente
á la temeridad de Alejandro y negarle los divinos ho
nores que afectaba, fue encerrado en una jaula y corta
das orejas , narices y labios pagó al tin con la viila la
libertad de la lengua: hecho bárbaro é injusto que
abomina la historia , renovado en nuestro santo para blu
son de su mérito . Juan , el imperterrito Juan no disi
mula los delitos del príncipe y con una libertad genero
sa le arguye por su infame concubinato; y vedle al punto
aborrecido de Herodes y de toda la corte , puesto en
prisiones crueles , atado con grillos y cadenas , tratado
como un famoso delincuente , metido en una carcel in .
digna sin mas delitos que su inocencia. La persecucion
del hombre justo la encendia ona oculla mano: las fu
rias infernales se habian ya desatado : la tempestad cre
cia y el bajel de la gracia estaba para anegarse. Hable
mos sin figuras: Herodias , la infame y cruel Herodias
que aborrecia de muerte al censor de sus torpezas, no
desperdició ocasion para acabar de perderle. ¡ De qué
horrores no es capaz un amor mundano y ciego cuando
halla embarazos al logro de sus deseos ! El pasaje es
bien sabido y le referire literalmente como le refiere
san Marcos.
136
Celebró Herodes los dias de su nacimiento con pom .
pa y magnificencia real , convidando toda la grandeza á
los saraos y festines, y una hija de la malvada Herodias
danzó con tal aire y gentileza, que prendó el ánimo del
monarca , quien le ofreció cuanto pidiese , aunque fuera
la mitad de su reino. ¿ Qué pedirá esta muchacha?
¿ Por ventura algun matrimonio honroso segun la con
dicion de su clase ? ¿ Acaso algunos dijes , aderezos y
joyas conforme al gusto de su sexo ? Nada menos. La
desenvuelta joven se informa de la maldita madre , y
esta no tiene vergüenza de sugerirle que pida la cabe
za del Bautista . ¡ Qué atentado ! ¡ Qué atrocidad ! Hero
des se turbó á semejante demanda; si fue con ánimo
serio apesarado de su facilidad , o si fue por trama y
colusion artificiosa urdida de antemano , no es facil pe
netrarlo : lo cierto es que un amor irritado , cubierto con
el velo del juramento y de una falsa política , pudo mas
que toda la fuerza de la justicia y de la verdad. Juzgó
indecoroso faltar á su palabra , o por decirlo mejor , le
falló ánimo para disgustar al objeto idolatrado , y man
dando degollar á nuestro santo presentó la cabeza
en un plato á la infame saltatriz : hecho el mas indig
no que conoció el mundo y merecedor de los anatemas
del cielo y de la tierra. Baile diabólico , danza nefanda ,
tripudio impudente, cena cruel , espectáculo horren
do , espectadores malvados, presidente iniquisimo, no
hay voces para expresar vuestro crimen ; la tierra abier
ta está pidiendo venganza de la sangre del inocente.
Mirad un poco , devotos del gran Bautista , mirad un
poco a quella cabeza sagrada y digna de eternos laureles
presentada en triunfo á una mujer vilisima ; mirad
aquel rostro pálido y desmayado mas por el rigor de
sus penitencias que por el corte de la espada ; mirad
aquellos ojos cerrados , no por temor de la muerte , sino
por horror de la lujuria ; mirad muda aquella boca de
oro que pronunció los oráculos del cielo; mirad aque .
Ila lengua de un angel , órgano del Espíritu Santo , in
sultada por la maldita Herodías y traspasada cou la
- 137 -
aguja de sus cabellos de miedo que no vuelva a repren
der su abominable comercio ; mirad finalmente la ca
tástrofe lastimosa de aquel convite nefando y la ira de
Dios sobre lodos los partícipes del delito ; y temed el
castigo que acompaña á la culpa y al pecado. Herodes
vencido por Aretas , despojado del reino por el empera
dor Caligula , fugitivo y errante , desterrado primero á
las Galias, despues a Tarragona , muerlo miserable
mente con la incestuosa Herodias ; la bailarina hundida
hasta el cuello en un rio congelado , cortada la cabeza á
los agudos filos del mismo yelo , y dando saltos de des
esperacion la que los dió de lascivia. Solo el Bautista
que entonces fue el desgraciado , es ahora el glorioso y
el feliz , adornada su garganta con un collar de marga
ritas preciosas , coronadas sus sienes con una diadema
inmortal, unido intimamente al cordero de Dios a quien
tanto glorificó en este mundo , y hecho el dispensador
de las divinas mercedes para favorecer y consolar á sus
devotos .
¡ Qué gloria para este pueblo estar colocado bajo la
proteccion del Bautista ! Qué acertado pensamiento
coronar esta augusta solemnidad consagrada al Dios de
la verdad con el martirio del heroe que murió por ha
berla defendido hasta el último aliento ! El mismo re
gocijo de estas fiestas no hubiera sido cumplido si 110
hubiese acompañado á Jesus sacramentado su mas in
timo amigo , su fidelisimo servidor , su mas querido
deudo y tesorero , digamoslo asi , de las gracias del cie
lo. Como quiera que mireis á esta afortunadisima villa ,
Juan entrará siempre a la parte en sus felicidades : si
la considerais como un aprisco , Juan será el pastor que
le apacienta ; si como un ejército en orden de batalla ,
Juan será el comandante que le ordena ; si como un rei
no espiritual , Juan será el príncipe que le rige; si
como un cielo en la tierra , Juan será el sol que le
ilumina ; si como una familia doméstica , Juan será el
padre que la gobierna ; si como un cuerpo mislico , Juan
será la cabeza, el espíritu y corazon que le vivifica;
- 138 -
bien entendido que lo será siempre bajo las órdenes de
nuestro adorable Salvador , que es el primer pastor , el
primer caudillo , el primer soberano , el primer padre
y la primera cabeza , corazon y espíritu principal que
nos confirma. Alabemos enhorabuena al Bautista dego
llado por Jesucristo ; pero alabemos especialmente al
mismo Jesucristo , a quien solo se debe el honor y la
gloria absoluta y suprema . Alabemosle porque se ha dig.
bado de habitar en este templo , morar en nuestra com
pañía , ser nuestro huesped , nuestro hermano , nuestro
esposo , nuestro muestro , ouestro mediador y todas
nuestras delicias. Cantemosle cánticos de alabanza , him
nos de júbilo , moteles de gloria , el cántico de David
para que nos defienda del Goliat del mundo nuestro
enemigo ; el cántico de Moisés para que nos libre del
demonio , Faraon del infierno ; el cántico de los niños
de Babilonia para que apague las llamas de la carne y
todas las pasiones; el cántico de los ángeles para que
nos comunique ahora los dones de su gracia y nos dé
despues el reino de su gloria. Amen.

SERMON DE SANTA ROSA DE LIMA .

( DEL P. M. FR . VICENTE HERNANDEZ .)

Probasti cor meum et visilasti.


Probaste mi corazon y le visitaste .
Salmo XVI , v. 4 .

Tales eran los sentimientos de David , aquel gran


rey de Israel que será siempre el modelo de las almas
mas perfectas. Este principe justo, cortado segun el co
razon de Dios , experimentó en su vida una alternativa
de abatimiento y exaltacion , de trabajos y de constie .
los , de 'penas y de glorias , que hicieron un tejido admi
rable en la tela de su alma . Persecuciones por el odio
de Saul, pezares por la rebeldía de Absalon , amarguras
por las maldiciones de Semei, disgustos por la altanería
- 139
de Joab y sobresaltos continuos de todos sus enemigos
que se habian conjurado para perderle ; pero cl Señor
no desamparó á su siervo y le hizo triunfar gloriosa
mente de todos sus adversarios . Saul le prestó vasallaje,
Absalon quedó lleno de ignominia , Semei se rindió á
sus plantas , Joab pagó sus delitos , todos sus contrarios
fueron rendidos á su poder , y este principe atribulado se
halló cercado de gloria y magnificencia por la mano de
aquel Señor que sostuvo sus combates y coronó sus
triunfos. Esta es la admirable economía que observo en la
providencia de Dios respecto de sus siervos y escogidos.
Los humilla , los abate , los aflige y los prueba para
purificarlos , engrandecerlos y exaltarlos á vista de todo
el mundo. José gime en las prisiones; pero despues es
el señor de todo Egipto ; Mardoqueo sufre las iras de
Aman ; pero despues manda en el palacio de Asuero :
Job es el varon de dolores ; pero despues sube a la
cumbre de la felicidad : san Pablo lleva en su cuerpo
las llagas del Crucificado; pero despues es admitido á
las delicias del cielo. Asi se ha portado Dios con todos
aquellos heroes en quienes ha querido manifestar los
dones copiosos de su bondad y de su largueza : los ha
conducido primero por caminos ásperos , desiertos y se
cos para hacerlos arribar á la tierra de promision y al
pais de las delicias ; los ha hecho entrar en las aguas de
las tribulaciones para sacarlos al puerto de la seguridad
y de la paz ; les ha permitido las batallas mas sangrien
tas con el infierno para prepararles una corona de ho
nor y de inmortalidad ; y ha sido con ellos como un ti
rano cruel para venir á ser un padre amante. Nadie
calumnie este orden admirable de su eterna sabiduría ;
adore en silencio y bese la mano del que aflige para con
solar , del que castiga para corregir , del que prueba
para coronar . Los trabajos en los pecadores son medi
cinas del pecado y golpes oportunos para despertar del
sueño de la culpa y entrar en los caminos de la justicia.
Los trabajos en los justos son purificaciones del espíri .
tu , finos retoques del corazon y piedras preciosas que
- 140 -
adornan su corona . El Señor gusta de hacerlos parti
cipantes de la cruz para darles entrada en la posesion
de su reino ; y si los lleva al monte de la mirra y á
las amarguras del Calvario , tambien les abre el huerto
cerrado de sus delicias , y les da parte en el Tabor de
sus glorias.
Pero si esta conducta de Dios llena de misericordia
y de verdad se ha dejado ver en todos los escogidos que
como piedras preciosas ha labrado su diestra para asen
tarlas en la fábrica de su templo , resplandeció de un
modo muy singular en aquella virgen santa que es el
blanco de estos solemnes cultos , el objeto de vuestra
devocion , el iman de vuestras voluntades , la admira
cion del nuevo mundo , la flor hermosa de las Indias,
el tesoro del Perú , santa Rosa de Lima , astro de pri
mera magnitud en el cielo de la iglesia , luna brillante
entre las estrellas del firmamento , pasmo de santidad ,
ejemplar de paciencia , ornamento eterno de la tercera
orden del gran Domingo , centro de vuestra piedad y
gloriosa materia de mis elogios. Toda la vida de esta
virgen forma un tejido adinirable de trabajos , amar
guras , penas y martirios con que la probó el Allisimo ,
con mil regalos , favores y finezas , juslo premio de su
pasion . Todas las criaturas parece que conspiraron de
comun acuerdo á afligir el cuerpo inocente y el espíri .
tu de Rosa , y el mismo Criador se complacia y delei
taba en sus angustias; pero no olvidó el esposo los tra .
bajos de la esposa , y a medida de las tribulaciones fue
Ja abundancia de los consuelos con que inundó su alma .
Lo diré en dos palabras : si Dios probó á nuestra santa,
fue para disponerla á un grado de perfeccion y heroiy
mo en que se hiciera capaz de los altos dones y caris .
mas que derramó sobre ella . Y ved aquí trazada toda la
idea de mi discurso á que procuraré ceñirme en este
ralo , ya que el inmenso piélago de sus grandezas no es
posible encerrarle en un breve panegirico. Probó Dios
el corazon de Rosa y le visitó : Probasli cor meum et
risilasti. Le probó por las aflicciones ; primera parte:
-141
le visitó por los favores ; segunda parte. En Rosa vereis
el alma mos atribulada y mas favorecida. Este es
su mas propio caracter , la materia de mis reflexio
nes y de vuestra benigoa atencion . Almas devotas de
esta ilustre virgen , niñas tiernas criadas en la escuela
de la virtud bajo la direccion y disciplina de esta
maestra del cielo , sociedad pura , coro inocente , ju
ventud envidiable , ¡ cuánto deseo que estas semillas
de educacion y piedad echen hondas raices en vuestro
corazon , para que a su tiempo den frutos sazonados de
vida eternal Yo me promelo . y os aseguro estas ven
tajas tan gloriosas à la religion y al estado , si sapta
Rosa de Lima , asi como es al presente vuestra directo
ra y patrona , es tambien en adelante el espejo en que
os mireis. Para mas aficionaros á esta santa incompa
rable os daré el retrato de su alma , si no como me
rece , á lo menos seguo alcance mi rudeza . O espíritu
divino , amor increado , fuego abrasador de las alınas,
que preveniste la de Rosa con tantas gracias y llenas
te su corazon de tantos dones y carismas , purificad mis
labios , poned palabras dulces en mi boca , dad movi
miento a mi lengua para que publique dignamente las
glorias de vuestra sierva y esposa ; haciendo primero
el ordinario recurso a la purisima Virgen que es la ma
dre de la gracia : Ave , Maria.
Siempre han sido las máximas de Jesucristo dia
metralmente opuestas a las máximas del mundo; aque
llas de rigor , estas de regalo ; aquellas de negacion ,
estas de libertad ; aquellas de espíritu , estas de carne ;
y cuando los bijos de las tinieblas van por un camino
ancho , sembrado de flores, los hijos de la luz caminan
por una senda estrecha llena de espinas . Castigo mi
cuerpo , decia el apostol sao Pablo , castigo mi cuerpo
y le reduzco á servidumbre, no sea que predicando á
otros me haga yo reprobo. Cierro mis ojos á la va
pidad y mis oidos à la lisonja : pongo un candado en
mi boca , y mi lengua no tiene conversacion sino en el
cielo : mis miembros sirven á la justicia , y mi cuerpo
-142
es el teatro de los rigores. Sed imitadores mios como yo
lo soy de Jesucristo , cuyas llagas llevo impresas en mi
corazon y en mi carne. ¡Ah grande apostoll tambien
tendrás quien pise las huellas de tu agigantado espíri
lú y siga el vuelo de tu penosa carrera . Una doncella de
licada y tierna ha de llenar tus esperanzas ; un vaso de
vidrio ha de ser mas firme que un diamante ; y la rosa
del nuevo mundo ha de ser la maravilla entre las flo
res del cielo. Hubierais visto , hermanos , á esta niña
de cuatro años tener sus deleites en las penitencias
como otras los tienen en los juegos y diversiones pueri
les , ensayarse á padecer por su amado , cargar sobre
sus hombros la cruz de la mortificacion , piedras , la
drillos y gruesos leños , hasta que abrumada del peso y
rendida de la carga caia en tierra desfallecido su debil
cuerpecito. La hubierais visto en los vivos y continuos
dolores con que la probó el Señor desde la infancia,
mostrar la paciencia de un Job sin oirsele queja ni dis
gusto alguno, nunca mas alegre que cuando mas afli.
gida . La hubierais visto en sus gravisimas enfermeda
des , en que fue forzoso aplicarle el hierro y los caule .
rios , no sollar una lágrima de sus ojos ni exhalar un
suspiro de sus labios. Parecia hober sacado del vientre
de su madre la inclinacion y el deseo de padecer por
Cristo. El condimento de sus comidas era la hiel ó la
ceniza con que lisonjeaba el paladar , y su bebida era la
granadilla ó la verbena mas amorga que la retama . Sus
ayunos mas deben llamarse martirios tan prolongados
como su vida : en seis meses no comia otra cosa que pao
y agua , y las cuaresmas enteras las pasaba diariamente
con cinco pepitas de limon ó de naranja. Hubierais vislo
á esta virgen dichosa mantenerse los quince , los treinta
y cincuenta dias con un panecillo y un vaso de agua co
ino otro Elías , y á las veces con solo el pan del sacra
mento y las palabras que proceden de la boca de Dios .
Prudencia humana, ¿ cómo concordarás estas accio
nes con las luces de la razon debil ? La abstinencia de
Rosa , sus penitencias, sus vigilias , su pasion y susmar
- 143
tirios no son obras del consejo de los hombres, sino
efectos y dones de la gracia que sigue mas alto vuelo.
¿ A quién no pasma una piña de pocos años tan delica
da como inocente tomar aquellas disciplinas sangrien
tas y despedazar sin piedad sus miembros , como si
fuesen reos de los delitos mas graves , hasla matizar las
paredes y los vestidos y regar el pavimento con el pre
cioso licor desalado de sus venas ? ¿ A quién no pasma
aquella cadena de hierro que se ciño á la cintura con
tres vueltas, cerrada con un candado y tan apretada ,
que los eslabones У anillos de entraron por las carnes y
arrojaba pedazos podridos de las llagas con dolor tan
insufrible , que hubiera muerto sin duda en los horro
res de este martirio , si el esposo de su alma no la hu .
biese abierto milagrosamente ? ¿ A quién no pasma
aquel cilicio de cerdas entretejido de agujas que le lle
gaba hasta las rodillas y le penetraba los huesos ? ¿A
quién no pasma aquella corona de estaño , cercada de
cordeles y mimbres , colocados en ella noventa y nueve
clavos que le taladraban el cerebro y le traspasaban las
sienes ? ¿ A quién no pasma aquella invencion del le
cho , máquina mas formidable que el eculeo de los ti
rauos, por cabecera un tronco basto con nudos des
iguales y herizados, por colchones puntas de tejas y
cascos de Vasijas , que como agudas navajas se entraban
por su cuerpo y haciau de sus miembros una carnice
ría cruel ? Tal era la cama de descanso de esta virgen
admirable , que horroriza de pensarlo. Ella misma tan
animosa , estimulada de la aprehension del tormento,
estremecida y temblando , trasudando de miedo y llena
de congojas, to se atrevió en cierto laace á obedecer al
espíritu , hasta que apareciendosele el mismo Jesucristo
le iufundió fuerzas y alientos . ¿ Qué temes , hija mia ? le
dijo : mas dura y mas penosa fue la cama de la cruz en
que yo le redimi.
Páramos de Palestina , soledades de la Nitria , de .
siertos de la Tebaida , ¿ visteis jamas eotre vuestros fa
mosos solitarios, entre aquellos varones penitentes que
144 -
fueron la admiracion del mundo , visteis rigores ton
exquisitos , invenciones tan crueles, tormentos tan pe
regrinos como los de esta ilustre virgen ? No nos pre
gepleis oi los Pablos , ni los Macarios , oi los Pa
comios , ni los Arsenios vestidos de pieles de came
llo , pálidos con los ayunos , hórridos con las vigilias,
tostados del calor y la inclemencia : ninguno de ellos
salga en presencia de Rosa , si no quiere que su nombre
quede obscurecido y sus penitencias afrentadas. ¿ Qué
vigilias vió el Egipto como las de esta virgeo dando so
lamente dos horas de descanso , mejor diré de tormen
to , á su cuerpo rendido y extenuado ? ¿ Qué batallas
con el demonio vió la Siria como las de esta virgen , lu
chando á brazo partido con el angel de las linieblas,
apretandola este entre sus brazos con tanta fuerza y
violencia , que todos los huesos de su cuerpo parecian
haberse desencajado y hecho pedazos ? ¡Cuántas fueron
las trazas de este maligno espíritu para derribarla de la
cumbre de la perfeccion y afeor,aquel candor y pureza
que envidiaban los mismos ángeles! Los Antonios é Hila
riones į tuvieron tales batallas con el espíritu tentador
como esta casta doncella dejandose ver ya en aparien
cias de horrorosa fiera , ya en figura de gallardo man
cebo , atemorizandola con su braveza o halagandola con
una lasciva dulzura ? ¿ Qué columnas de estilitas vie
ron los montes de Telanisa de tau estrecha habitacion
como la de esta virgen , cinco pies de largo y cuatro de
ancho que ocupaba su celdita ? Mundo sensual y rela
jado, oye y condena lus excesos. Los que ignorais has
ia el nombre de mortificacion y penitencia , venid y
aprendedla de esta doncella inocente. Los que por una
palabra ó ligero disgusto os montais en ira y en furor,
venid y ved la paciencia de Rosa en los mayores ul
trajes y desprecios, sio que despegue sus labios para
quejarse. Los que no moveis los pies sino para la ini
quidad , venid y ved los de Rosa expuestos a las llamas
de un horno encendido , para que no hubiese porte al
guna en su cuerpo á que no llegara el martirio. Los
- 145

que dais al sueño todas las horas que pide la poltrone


ría y el regalo , venid y ved á Rosa pendiente de una
escarpia , alada de los cabellos sin tocar en tierra para
vencer este forzoso enemigo. Señoras melindrosas , que
lodo os mueve á náusea , venid y ved á Rosa tomando á
pechos una taza de sangre corrompida por mas que la
provoque á vómito, para hacerse superior a la delica
deza de su estómago y ofrecer al Redentor este nuevo
sacrificio . Doncellas profanas , que tanto gustais de los
adornos postizos para engalanaros y puliros , aprended!
de Rosa el desprecio de estas vanidades , el aborreci .
miento á toda gala y aliño y el único deseo de agra
dar á Jesucristo el mas hermoso y perfecto entre los
hijos de los hombres. Venid y ved todos juntos á una
verdadera discípula de la cruz y á una fiel imitadora
del que murió en ella .
Sí , Rosa imito fielmente á Jesucristo no solo en la
pasion y tormentos de su cuerpo , siuo mucho mas en
las angustias y amarguras de su alma . El desamparo
profundo que experimentó el Salvador por parte de su
eterno padre , y que le obligó á quejarse amorosamen
le , le padeció nuestra santa por parte de su divino es
poso en tal aprelura y desolacion de espíritu , que no
hay voces para explicarlo. El sol de justicia que la
acompañaba en todos sus pasos , que la ilustraba y es
forzaba , ahora se escondió á sus ojos con una nube lan
densa que la dejó en tinieblas horribles , mas palpables
que las de Egipto. Sus potencias perdieron la dirección
y la luz , y daban en extravíos , en riesgos y confusio
nes. Su entendimiento quedó atado con unos grillos lan
fuertes que no le dejaban tener un pensamiento bueno :
su voluntad tan tierna y afectuosa estaba tan dura co
mo el bronce, tan fria como la nieve , sia poder exha
lar un afecto de teroura : su memoria vivisima solo
servia de atormentarla con el recuerdo de sus pecados
Ć ingratitudes y con la imagen de la justicia divina
inflexible é inexorable. Se vió cercada de angustias :
los dolores del infierno la embistieron : se le excitaron
T. 57. 10
-146

movimientos de desesperacion y de horror , y no podia


asirse á la tabla de la esperanza : buscaba á Dios y se
le huia : daba gritos lastimeros y nadie la consolaba :
pareciale estar abandonada y perdida , incapaz de hallar
salida al abismo de sus males , aborrecida del Criador,
desechada de su presencia y destinada a ser el blanco de
gus iras , eternamente infeliz , compañera de los répro
bos. ¿ Qué lengua podrá hablar del horror de este estado
congojoso ? El purgatorio no es mas temible que esta
obscurisima noche. Los mismos confesores ao la enten
dian y la afligian mucho mas con sus dictámenes y
consejos. Las personas de espíritu la tenian por ilusa
y engañada del demonio : unos se burlaban de sus hipo
cresias y desmayos: otros la calificaban de novelera o de
loca ; y la santa virgen como la paloma del diluvio sia
poder fijar el pie en parte alguna que alentase la espe
ranza , gemia tristemente, desfallecia y agonizaba. Se
le demudó el rostro , perdió los colores , se le hundieron
los ojos, se le secaron las carnes y quedó hecha una
sombra de viviente , un cadáver pálido , un miserable
esqueleto y una viva imagen de la muerte . O atribu
lada Rosai Buen ánimo, alegrale en el Señor; bien
presto volverá á tu alma la luz y la claridad. El espo
so divino ha querido purificarte ; pero quiere tambien
engraodecerte. El te ha llevado por el camino obscuro
de las penas ; él te llevará por el dia luminoso de las
gracias. El probó tu corazon por las aflicciones ; él le
visitará por los favores: Visilasti.

SEGUNDA PARTE.

Os he dicho , hermanos mios , que Dios llenó el


alma de Rosa de tan celestiales favores cuantas fueron
las tribulaciones con que probó su corazon ; y he dicho
mal : todas sus penas juntas con ser tan extremadas no
equivalen á la menor de las delicias con que regaló su
espíritu aquel Señor piadosisimo , dueño amante de las
almas. Aquí sí que quisiera yo tener la energia de un
147 -
Gerónimo, la penetracion de un Agustinio , la eficacia
de un Gregorio , la facundia de un Crisóstomo , la dul
zura de un Bernardo para hablar dignamente de esta
materia. ¿ Peusais acaso que os tengo de referir la li
gereza de su madre cuando la llevaba en su vientre sin
sentir peso , congojas ni dolores en el parlo? Que
pació envuelta en unas telas ó secundinas tan gruesas ,
que fue necesario abrirlas con un cuchillo para sacar á
luz la perla que en concha de vacar estaba encer roda ?
¿Que por disposicion del cielo se le mudó el nombre
de Isabel en el de Rosa á semejanza de Abraham y de
Jacob , dando ocasion á este prodigio haberla hallado
su madre en la cuna transformado su rostro en una
rosa hermosisima ? ¿Que la misma virgen Maria la ase
guró de los recclos que le daba tombre tan ruidoso,
mandando que se llamase Rosa de santa Maria ? ¿ Pen
sais que os he de acordar cómo á los tres oños de su
edad era ya gigante en la virtud , á los cinco consagró
a Dios su pureza con especial voto de virginidad , y á
Jos doce era ya consumada maestra en los últimos gra
dos de la oracion upitiva ? ¿ Que fue en la paciencia y
sufrimiento el Job de la ley de gracia , en la peniten
cia un san Enrique Suson , en el zelo de las almas , amor
á Dios y deseo del martirio un perfectisimo retrato de
su padre santo Domingo , en el reliro y desprecio del
siglo una Magdalena y en todas las virtudes una viva
copia de santa Catalina de Sena , en cuya imagen se vió
traosformada ? ¿ Pensais que os he de hablar de aque
Ilos tratos y coloquios familiares con el angel de su
guarda , de quien fue tan favorecida que tal vez la re
galó , no con pan y agua como á Elías , sino con deli.
ciosos manjares del cielo para confortar su estómago
debilitado de los ayunos , penitencias y vigilias , fatiga
da , aunque siempre victoriosa , de los continuos com
bates con los espíritus del infierno ?
No , hermanos, no es mi ánimo detenerme en estas
cosas; dejemos á un lado estas gracias por singulares
que sean ; que a mí me roban la alencion otros favores

.
- 150

disfrulara favores y finezas que parecen reservadas solo


á los dichosos moradores de la eteroa Sion ?
Y seremos , hermanos mios , tan tibios, mejor
diré tan frios é insensibles , que ni el estímulo de tanto
amor de una criatura y tan espléndida largueza del
Criador baste á gacarnos de nuestro mortal letargo?
Santa Rosa de Lima nos ha dejado el camino abierto
para que le siguiesemos por los mismos pasos. Si el Se
ñor derramó sobre su alma tantos favores y bendicio
nes , primero la probó con trabajos y amarguras : los
que deseen ser participantes de sus glorias , no rehusen
ser compañeros de sus penas. Este es el modo de obli
gar al Señor y merecer el patrocinio é intercesion de
la santa .
10 virgen esclarecida , honor inmortal del nuevo
mundo y ornamento eterno de la orden tercera de pe
nitencial alcanzad á vuestros hijos y devolos una imi
tacion perfecta de vuestras virtudes , desprecio del si
glo presente , deseos de unirse con Jesucristo , horror
a la culpa , amor á la santidad y gracia para dar gusto
al Señor en esta vida , que es el medio de gozarle eter
namente en la gloria . Asi sea.

SERMON DEL BEATO JUAN DE RIBERA ,

PATRIARCA DE ANTIOQUIA , ARZOBISPO Y VIREY DE VALENCIA

( DE D. MANUEL TUR.)

Fuit homo missus à Deo , cui nomen eral


Joannes : hic venit in testimonium , ut
teslimonium perhiberet de lumine.
Habo un bombre enviado por Dios , cuyo nom
bre era Juan, el cual vino para dar testimo
dio de la luz. - S. Juan , cap . I , vers. 6.

¿ Qué importa que la incredulidad bajo un pomposo


nombre que ella misma envilece, logre persuadir a los
espíritus superficiales y corazones pervertido aun en
- 151 -
los imperios mas católicos que las humildes virtudes y
práclicas de devocion del cristianismo son incompatibles
con las sublimes ideas , vastos proyectos , sentimientos
elevados y talentos extraordinarios á que deben los es
tados en toda clase sus mayores hombres ? ¿ Qué im
porta que el escepticismo intente persuadir a los incau.
tos que el corazon se fatiga , el entendimienlo se ofus
ca y el alma se encoge con la observancia de las leyes
de una religion que alaba el amor de las humillaciones
como la mas fecunda de las virtudes , y delesta el de
seo de la gloria mundana como el mas peligroso de los
ricios ? ¿ Qué importa finalmente que nuestros Porfi
rios modernos nos repitan con énfasis que el gran san
to entre los cristianos no puede ser el hombre grande
segun la verdad ?
10 iglesia de mi Dios! Tú ofreces a nuestros con
temporaneos , como la historia lo habia hecho ya á nues
tros abuelos, la refutacion de semejantes blasfemias. Hu
bo un hombre enviado de Dios , que por la elevacion de
sus sentimientos , profundidad de su política , nobleza
de pensamientos , solidez de talentos y por el don de su
gobierno en tiempos difíciles probó victoriosamente
que se puede unir la humildad del cristianismo con la
deslreza del hombre de corte , la fidelidad en las prác
ticas de devocion con las profundas miras de un sabio
ministro , y que se puede ser á un mismo tiempo el
mas firme apoyo de la patria y la mas brillante lum .
brera de la iglesia. Asi es , filósofos incrédulos. Oid .
Tal fue nuestro beato Juan de Ribera , patriarca de
Antioquía y virey de Valencia , hombre enviado por
Dios habrá como dos siglos , á quien la religion ha co
locado estos dias en los altares para confusion de sus
enemigos, y cuya mision como la del precursor del
Verbo eterno tuvo por objeto dar testimonio de la
luz : Fuit homo missus à Deo. Este gran heroe de la re
ligion combate victoriosamente con sus ejemplos y doc
trina los errores de su siglo y las blasfemias insolenles
con que los incrédulos vilipendian nuestra augusta
-152 -

creencia , y ejerce aun mucho tiempo despues de su


muerle un ministerio de instruccion que descubre la
falsedad de las máximas de nuestros dios ; porque
revestido como Juan Bautista del espíritu y virtud de
Elias fue predestinado como él para convertir los in
crédulos á la prudencia de los justos ( 1 ). Reune en sí
todas las cualidades que constituyen un gran santo y
un heroe perfecto de la patria ; pues su conducta siem
pre dirigida por la fé y siempre conforme a la moral
de Jesucristo condena altamente todos los errores sem -
brados por la irreligion ; y prueba con evidencia que el
cristianismo practicado segun su verdadero espíritu
lejos de sofocar el mérito en su nacimiento le añade
nuevo esplendor y solidez . Y asi manifestaré 1.0
que ilustrado con la luz de la religion el incomparable
Juan de Ribera practicó las sólidas virtudes purifica
das de las nimiedades de la supersticion y de las arro
gancias de la impiedad : 2.º que sostenido con la
fiierza de la religion hizo brillar el mas sólido talento
lejos de las intrigas de la ambicion y de las perfidias de
la falsa política, obrando en el la religion y el cristia
nismo lo que jamas hizo ni hará la incredulidad en sus
ciegos partidarios , probando basta el fin de los siglos
contra el sistema de la impiedad que la religion de Je
sucristo sabe formar hombres útiles para la virtud y 80
ciedad , y dando testimonio de la verdadera luz . Fuit
homo.
Puede que sea un poco difuso ; pero no temo fati .
gar vuestra atencion hablando a los amantes hijos
de un padre que tan tiernamente los amó y que tan
dignamente los ha honrado.

PRIMERA PARTE.

La irreligion , bija de las pasiones , es madre de to

( 1 ) Ut convertat incredulos ad prudentiam justorum


( Luc . , I , 17 ) .
153
dos los vicios. Sondead el corazon y examinad las obras
del que pretende llamarse espíritu fuerte. Si guarda
consecuencia de doctrina y es fiel á sus principios , no
encontrareis en él sino corrupcion y perversidad. Siem
pre que pueda eximirse del rigor de las leyes humanas,
de modo que sin temor de los hombres pueda orgullo .
samente insultar á las del cielo , no habrá dique alguno
que le contenga , ni maldad que no crea serle permitida.
Entrégase á los mas vergonzosos excesos y emplea los
medios mas viles é injustos para satisfacer su ambicion.
No quiere tributar al Criador homenaje alguno , y los
reserva todos para el objeto de sus desenfrenadas pa
siones , convirtiéndole el amor propio en un hipócrita
que afecta algunas virtudes morales por un vil interés.
¡ Oh ! ¡ Cuán diferentes son los pensamientos y ac
ciones de aquellos, que segun frase de san Pablo po
seen el misterio de una fé viva (1)! Ah ! Ellos la po
seen con una conciencia pura . Ilustrados con las luces
de la verdad eterna no tienen sino las imperfecciones
absolutamente inseparables de la humanidad . Qué con
trariedad entre los principios y costumbres del beato
Juan de Ribera y los sistemas y conducta de los falsos
sabios del siglo ! Si como ellos no se hubiese gobernado
sino por el engañoso resplandeciente fósforo de la im
piedad, hubiera sido vano con lo ilustre de su nacimien
to, sensual en la abundancia de las riquezas , nada reli .
gioso con el poder y autoridad . Pero mas fiel y conse
cuente que ellos é ilustrado con la infalible luz del
Evangelio supo unir el esplendor de su nobleza con la
humildad de corazon , la posesion de las riquezas con la
pureza de costumbres y mortificacion de los sentidos,
la eminencia en fin de los empleos con la ternura de la
devocion. En él resplandecieron a un mismo tiempo la
ilustracion de Jeflé con los humildes sentimientos de
David , la inocencia de Abel con la penitencia de Juan

(1) Habentes mysterium in conscientia pura (I ad


Timot., 79).
- 154 -

Bautista , la elevacion de Melquiscdec y José con el ar


diente у abrasado amor de los serafines ; modesto enme.
dio de todo cuanto podia fomentar el lujo y vanidad ,
puro y mortificado entre cuanto podia halagar los sen
tidos y concupiscencia , pio y devoto en el centro de
todo cuanto podia inspirarle la indiferencia respecto,
del Criador. 10 religion santa ! Tú sola eres la sólida ,
la verdadera y consecuente , y este tan gran prelado
como santo tu apoyo y confusion contra los implos. No,
no son las débiles miradas de los hombres el timon de
su conducta , sino las de un Dios que presencia el mas
oculto pensamiento. Es grande y sublime sin anhelar
á la mundana gloria , ni trepar á ella por las intrigas de
los soberbios. Electrizada su alma en la fragua del amor
divino sacramentado , la misma gloria le busca para
que brillen el estado y la religion. Enmudeced pues , im
pios , á vista del testimonio que da el ilustre Juan de
Ribera de la luz y del heroismo. Fuit homo.
Pero no , vomitad blasfemias; que la vida de este
gran arzobispo de Valencia os confundirá . En efecto los
goberbios, filósofos, afectando el magisterio de los pue
blos para hacer despreciable el cristianismo , nos pintan
al cristiano humilde como un hombre envilecido , que
despreciando la gloria mundana sofoca en su corazon
el deseo de hacerse util á la sociedad. Pero , gran Dios,
¿ no es incontestable que el cristiano como fiel discipci -
lo de Jesucristo , anonadado para servir al estado y
rescatar todo el género humano , hace todos sus es
fuerzos á fin de merecer la gloria celestial trabajando
en beneficio de sus semejantes, y en vez de tener por
objeto agradar a los hombres , que es el debil impulso
inventado por el orgullo , tiene el anhelo de agradar á
Dios , que es mucho mas poderoso ? Esta humildad pues
dirigirá siempre los afectos y afanes del beato Juan
de Ribera .
Su cuna se ve rodeada de la mas distinguida noble
za : su origen se pierde de vista en la obscuridad de los
tiempos. Antes del siglo X se encuentra que era ya
155
una de las mas ilustres de las dos Castillas. Los fastos
de la monarquía y de la iglesia celebran los talentos y
la eminente virtud de uno de los mas bellos ornamen
tos de esta antigua familia , de san Rudesindo , di
go , pariente muy cercano y amigo del rey don Alon
so el Grande , que siendo hijo de un gran señor y de
una gran santa , despues de haber edificado al claustro ,
honrado al obispado, hecho feliz a Portugal y á Gali
cia donde fue virey , recibió del cielo la corona inmor
tal . Los grandes talentos, las grandes virtudes , los
grandes empleos fueron hereditarios en esta casa , fe
cunda siempre en guerreros intrépidos, en políticos
profundos , y lo que es mas digno de recomendacion,
en ciudadanos íntimamente dedicados a la patria y
á la religion. Digno émulo de sus abuelos el pa
dre de nuestro nuevo Samuel don Pedro Afan de
Ribera , adelantado mayor de Andalucía , sexto conde
de Molares , segundo marqués de Tarifa , primer duque
de Alcalá , capitan general de Cataluña y virey de Ná
poles , siendo como lo publica la historia un heroe muy
noble en quien resplandecian la intrepidez del valor , la
detencion de la prudencia , la solidez de la devocion ,
la perspicacia del juicio y el amor mas inflexible de la
justicia , logró por colmo de su gloria que los soberanos
mandagen expresamente a los depositarios de su auto
ridad en la Italia que tomagen por modelo los ejem
plos que habia dado , y que consultasen como oráculos
las leyes que habia prescripto durante su adminis
Iracion .
La sangre pues de una dilatada serie de grandes
heroes corre por las venas del joven Ribera . El esmero
de su educacion corresponde al lustre de su nacimienlo.
Zeloso Pedro Afan de hacer perpetua la gloria de su
nombre desea que su hijo la esmalte con variedad de
conocimientos ; quiere que frecuente una de las mas fa
mosas universidades del mundo católico , que es la de
Salamanca , tan justamente celebrada por el gran nú
mero y eminente doctrina de sus maestros en todo gé
- 156
nero de ciencias y literatura y por la grande concur
rencia de discípulos , en mucha parte señores ó hijos
de grandes venidos de todas las provincias del reino y
aun de casi toda la Europa . Su nacimiento exigia jug
tamente que compareciese en aquel brillante teatro
con el esplendor que correspondia á su calidad . Una
muchedumbre de criados ricamente vestidos y compe
tentemente asalariados , mesa igualmente suntuosa que
delicada , adornos tan magnificos como prinorosos , to
do el lujo de la grandeza acompaña á este tierno alum
no de las bellas artes. ¿ Cómo su virtud recien nacida
podia resistir á tantas ilusiones ? La sabiduría ejercita
da largo tiempo en la meditacion necesita muchas ve
ces en circunstancias menos peligrosas de sus mayores
esfuerzos para vencer las reflexiones del amor propio.
¿ Cómo un niño podia contener y moderar las preten
siones de un orgullo al parecer tan legitimo y no ce
garse con el engañoso resplandor que le rodea ? ¿ Qué
haria el hijo de un filósofo presuntuoso en tan lison
jeras circunstancias ? ¡ Ah ! Nuestro Ribera sin duda
alguna perdiera sus buenas costumbres , su fé y su mo
deracion , si Dios hubiera permitido que el infierno
(que muy de antemano estaba proyectando la conquista
de un corazon destinado a quitarle muchos otros) logra .
se sus perniciosos designios ; si el cultivo de esta lier .
na planla se hubiera confiado á uno de los tres sécta
rios de la impiedad , que sucesivamente le propusie
ron para su direccion muchos sugetos respetables
por sus dignidades y virtudes y que aceptó de bue
na fé don Pedro su padre. Pero la mano de Dios
protegia al joven Juan de Ribera , como lo habia he
cho ya con el joven Bautista ( 1 ) . Favorecióle pues con
un maestro lleno de gravedad , de nobles máximas , de
cristiana politica , recomendable por la integridad de sil
conducta , pureza de costumbres y variedad de lalentos.
Fue creciendo en edad , le colmó Dios de sus bendicio .

(1) Manus Domini erat cum illo (Luc . I , 66 ).


- 157
nes y empezó a estar con él . Las almas extraordinarias
no se Jan á conocer como los otros hombres. El supo
discurrir y reflexionar en una edad en que apenas otros
conocen su existencia . Desde su niñez se ejercita en
todas las virtudes y principalmente en la mas dificil y
mas rara de todas que es la humildad .
¡ Oh ! ¡ Qué cosa mas bella y admirable es ver á este
renuevo del pomposo arbol de lantos heroes , mirar su
ilustre nacimiento no como un título que le autoriza
para ser orgulloso , sino como un empeño que le impo
ne la obligacion de ser modesto , sus inmensas riquezas
no como escudo para la vanidad , sino como un depósito
peligroso para el logro de su salvacion , la magnificen
cia con que su padre le ha adornado , no como pretex
to para ostentar su pompa , sino como un escollo para
su humildad , los aplausos que adquiere , los laureles que
ciñe en la carrera de las bellas letras , no como un dere
cho a la estimacion pública , sino como favores del Dios
de lasciencias , á quien ha de dar estrecha cuenta y de
que se juzga poco digno ! Las mas distinguidas concur
rencias de Salamanca le couvidan para que las hoore
con su asistencia , y él huye de ellas porque las teme.
Sus maestros , sus libros , los templos y algunos reli
giosos fervorosos y sabios son todas las asambleas que
frecuenta , y aun escasea estas últimas para lograr mas
tiempo en los templos y en los libros. Sus condiscípu
los solicitan su trato , y paga con la estimacion y respe
to porque a todos los cree superiores en mérito ; pero
con ninguno estrecha su amistad porque desconfia de
sus fuerzas. No tiene sino dos amigos, sus iguales en el
nacimiento y sus émulos en la virtud . Estos tres jóve
nes hubieran podido decir lo mismo que san Gre
gorio Nazianzeno de su condiscípulo el grande sau Ba
silio : que no conocian sido dos caminos , el uno por don
de se iba a la iglesia , y el otro á la universidad. Pero yo
me engaño , hermanos ; Juan de Ribera couocia otros
caminos , y eran los que conducian a la soledad de algu
Das ermitas situadas en el campo , donde lejos del tumul
158 -
to de Salamanca pasaba en humilde silencio los dias de
diversion y asueto en las escuelas.
¿Quién inspiró á este virtuoso joven la descoufian
za de su corazon , el menosprecio de su pobleza y de
su opulencia , de sus felices progresos y de sí mismo?
El espíritu de religion , que fue solo quien pudo obrar
este prodigio. El Señor es quien le dotó de un juicio
anticipado. Dios es quien le enseñó, preparandole muy
de antemano , las grandes máximas del cristianismo.
Ah ! No hay duda , digo otra vez , que si por desgra
cia se hubiera confiado su juventud á alguno de aque
llos tres maestros del engaño, cuando el demonio hizo
sus esfuerzos para que se le diesen por directores, se
le hubiera visto como a todos los olros jóvenes perver
tido con la lectura de libros impios publicar la arro
gancia y la presuncion ostentando la ciencia y la vaui
dad , afectar una conducta altanera , usar Un tono
decisivo y tener por mérito una enfadosa necedad como
los filósofos orgullosos. Pero la fé fue su guia , las perso
nas religiosas su modelo y en todas las épocas de su vi
da la humildad su virtud predilecta. El Señor en todos
los tiempos le armó contra los artificios de los que pre
tendian engañarle y le defendió de las ilusiones , entre
Jas cuales la mas peligrosa es nuestro amor propio; pues
no solo fue humilde en medio de todo lo que podia fo
mentar la vauidad y orgullo , sino puro y mortificado
enmedio de todo lo que podia halagar los sentidos y
concupiscencia.
I Qué lenguaje tan diferente el de un espíritu fuer
te ! ¡ Qué ideas y qué obras tan encontradas con el ver.
dadero heroismo ! Desde Salomon hasta el presente no
han hecho mas los impíos que repetir estas palabras
tan rabiosas como indignas de su patriotismo y virtud :
« La vida es breve , dicen , y nada espera el hombre des
»pues de la muerte. Asi no debemos pensar sino en go
» zar y disfrutar de los placeres, embriagandonos en los
» vicios mas afeminados y coronandonos de rosas en el
» placer y alegria.» ¿ No son estos bellos priocipios para
159 .

abrazarse con la virlud de que blasonan , y con el sa


crificio al bien público de que tanto se jactan ? ¡Ah !
El heroismo de estos hombres es el gigante de la fá
bula y la estatua de Nabuco , que la arruina , deshace
y envilece una piedra y un soplo. ¿ Qué utilidad puede
dar quien solo piensa en satisfacer sus antojos y cri .
minales deseos ? Solo un hombre de religion , un
espíritu como el de nuestro Ribera sabe y puede
segun sus principios sacrificarse por Dios y por la pa
tria . En los impios la perversidad de costumbres
siempre ha correspondido á la falsedad de sus princi
pios, su bajeza en el obrar á su altaneria en las pala
bras , y la vileza y la inutilidad de su conducta a las
sátiras y blasfemias que vomilan. Suspendamos esta
pintura ; pues no debo ofrecer á vuestra piedad mag
que objelos puros y un heroismo verdadero como el de
nuestro patriarca .
Contemplemosle pues meditando las sagradas escri
turas. En ellas halla escrito : «El camino de la justicia
» y del cielo no es el de los placeres y sensualidad , sino
pel de la pureza y mortificacion. Antes de reinar so
» bre el Tabor es indispensable sacrificar sobre el Cal
» vario. El que quiere participar del reino é inmorta
» lidad de Jesucristo , debe imitar su obnegacion , lle
» var su cruz y seguirle . Bienaventurados los limpios
» de corazon , porque ellos verán á Dios. Infelices los
» que siguen sus deseos y blasfemaa el camino de la
pverdad . Ellos engañan a las almas inconstantes. Son
»como fuentes sin agua y como nieblas que agitan los
» vieotos botrascosos. Para ellos está reservada la obs
» curidad de las eternas tinieblas. »
¡ Oh ! ¡ Qué amenazas ! ¡ Qué claras , qué ciertas y
espaolosas! Pero qué moral, qué pureza y sublimidad!
De eslas ameoazas y de esta moral se empapa , se ali
menta , se penetra desde luego nuestro beato Juan de
Ribera . En una edad que siendo la primera de la vida
parece debia ser la de los placeres , en el seno de la ele
vacion y abundancia, que siendo frecuenlemente incen
- 160
tivo de sensualidad le facilitaba medios para satisfa
cer todas sus inclinaciones ; huye de los objetos enga
ñosos se priva de lodo licor que embriaga ; los ayunos,
las vigilias , los cilicios hacen todas sus delicias; y casli
ga su cuerpo reduciendole , segun dijo el Apostol, á la
servidumbre ( 1 ) para evitar su condenacion.
En el obscuro y silencioso retiro de su alma nues
tro beato Juan de Ribera ó bien renovaba las penosas
tareas de los antiguos padres del desierto , o armado su
brazo con azoles de hierro despedazaba sin piedad su
carne como si fuese insensible o culpable. O Dios mio!
¡ Qué confusa quedaria nuestra delicadeza , si pudiera -
mos descubrir alguna parte de aquellas santas cruelda
des que ejercitó contra sí mismo y llegaron á menos
cabar su salud ! Vos sabeis que sin conocer el pecado
supo castigarle ; vos fuisteis el secretario y confidente
de sus espantosas austeridades. Dejadme pues..... Pero
no , mejor es que calle para no espantar nuestra sensi
bilidad. ¿ Cómo podriamos nosotros ver con indiferen
cia derramar una sangre tan pura y con tal abun
dancia ?
Que venga ahora el demonio de la lujuria y pre
venga todas las armas de su engaño: que incile á una
de aquellas mujeres sin vergüenza , que abrasada con un
fuego mas que profano en nada reparan , atropellando
cuantos respetos y obstáculos se ' oponen para satisfacer
su sensualidad ; que adornada con todos los atractivos
de una encantadora belleza y empleando con arte toda
la elocuencia de su pasion llegue hasta el pie de los
altares , hasta el tribunal de la penitencia á declarar á
nuestro nuevo José la criminal inclinacion á que se ve
sujeta . Ya este atleta se halla prevenido para aterrar
al infierno y á su peligrosa embajadora . La vergüenza
se ve retratada en su semblante y la indignacion en sus
ojos ; pero la caridad , la compasiva caridad no se apar

(1) Castigo corpusmeum , et in servitutem redigo , no


forte ..... reprobus eficiar (I ad cor. IX , 27) .
161
ta jamas de su corazon . La recibe al principio con una
admiracion silenciosa y luego ya le habla con suavidad ,
ya la reprende con energía , ya truena , ya ilumina ,
empleando siempre el idioma de la mortificacion y de
la virtud . La tentadora se reconoce impresionada , en
lernecida , penitente. Habia venido como una Jezabel
y se va como una Magdalena . El infierno quedó venci .
do ; nuestro Juan de Ribera salió triunfante. 10 qué
victoria ! ¿ Seria capaz de haberla conseguido la falsa
sabiduría de nuestro siglo ? ¿ No celebraria mas bien su
propio vencimiento en ocasion ton peligrosa y aun le
aplaudiria como una feliz aventura ? O religion de Je
sucristo , religion verdaderamente angélica ! El triun
fo de Juan de Ribera fue obra tuya ; por ti fue puro y
mortificado enmedio de cuanto podia halagar los senti
dos y la concupiscencia , y lo que es consiguiente y pre
ciso , por ti fue devoto y fervoroso eumedio de todo lo
que podia inspirar indiferencia en orden al Criador.
El insensato dijo en su corazon : No hay Dios (1).
Esta expresion nacida del deseo y nu del convencimien
to es origen y al mismo tiempo efecto de su impiedad.
Desde lo alto del cielo echó Dios su vista sobre estos
impíos y vió que su boca era un sepulcro abierto que
exhalaba las mas horribles blasfemias contra su majes
tad , que su lengua amontonaba sofismas contra su pro
videncia el veneno del aspid no era tan activo como
el de los epígramas sacrilegos y sátiras impías que sa
lian de sus labios..... El miedo del Señor no estaba de
lante de sus ojos..... ¿ Cómo el amor se hallaria eome
dio de su corazon ?.... Jamas invocan ellos al Señor.
Este es el retrato que el real profeta formó con
tanta energía de los impios de su siglo. ¿ No es este
mismo rasgo por rasgo el de los falsos sabios del nues
tro ? Si piensan en Dios , ¿ es acaso para bendecirle ? ¿No
es antes bien solo para discurrir sofismas contra su
(1) Dixit insipiens in corde suo : Non est Deus
(Psalm . XIII , 1 et seq .).
T. 57. 11
- 162 -
existencia o á lo menos contra sus perfecciones у mis
terios ? Si hablan de Dios , e por ventura es para alabar
le ? ¿ No es mas bien para ridiculizar sus designios , su
moral , su doctrina , su culto y para disminuir el nú .
mero de sus siervos y fieles adoradores? Si escriben de
Dios , i es para representaroosle con el derecho impres
criptible que tiene á nuestros homenajes , votos y sa
crificios? ¿ No es al contrario para pintarnosle con feos
é infernales colores , como lleno de ociosidad y menos
precio en orden a las adoraciones , ruegos y holocauslos
del hombre ?
De esta suerte piepgan , hablan y escriben los falsos
sabios de nuestro tiempo. El cristiano piensa , habla y
escribe con mas acierto y menos énfasis , y sobre todo
obra con mas prudencia y sumision . Ha leido en el códi
go de la religion estas palabras de nuestro divino Salva
dor, tan sencillas, tan sublimes y tan fecundas en verda
des que son el compendio de su teología : « Cree que ha
» llegado la hora en que no adorareis (1) al padre celestial
» pi sobre este monte , ni en Jerusalem . Vosotros ado
» rais lo que no sabeis : nosotros adoramos lo que cono
»cemos..... Llegó la hora y es esta , en que los verdade
» ros adoradores adorarán al Padre en espíritu y ver
»dad ; porque estos adoradores son los que él busca. Dios
»es espíritu , y los que le adoran le deben adorar en es
»píritu y verdad .» Principios luminosos que fijan in
variablemente la existencia y naturaleza del Criador,
la especie y extension de nuestras obligaciones para con
él ; principios que dirigen al hombre verdaderamente
religioso en orden a los homenajes que debe y tributa
al árbitro supremo de su destino ; principios que fue
ron constantemente los de Juan de Ribera , aun enme
dio de las ocupaciones que muchas veces se miran equi
vocadamente como una legítima dispensa de los ejerci
cios de piedad .
Que admiracion Yer á Juan de Ribera adornado
(1 ) Joan . , IV , 21 et seq.
163
con todos los atractivos de la juventud , dones de natu
raleza y de fortuna en la edad de las pasiones , enme
dio de una multitud de gentes de toda la Europa que
babian troido consigo los vicios de casi todos los paises,
y hallarle penetrado incesantemente de las boudades y
beneficios de su Criador , desa hogando su ternura y re
conocimienlo en los santos templos y en el retiro de su
casa ! Que medite sin intermision los libros sagrados,
la doctrina de los padres de la iglesia , los ejemplos de
los heroes de la religion y levante muchas horas del dia
su corazon y sus puras manos al cielo ; que asisla á la
celebracion de los santos misterios y oficios eclesiásticos
con modestia y humildad edificante, con un espiri
tu profundamente alento y un corazon enteramente
abrasado en amor de Dios ; que lave con frecuencia
en las amargas aguas del bautismo de la penitencia
unas faltas ligeras casi indeliberadas , que se escapan á
su atencion y vigilancia ; y que se alimente aun mas á
menudo con el pan de los ángeles lleno de los fervores
de un serafin , todo sin ostentacion y sin escrupulosas
nimiedades; sin duda es un espectáculo muy digno de
admiracion. Pero aun es mucho mas de extrañar el
verle rodeado de las mas altas dignidades á que puede
aspirar un hombre cuyo destino no es el del cetro ó la
tiara , revestido de empleos los mas importantes, cuyo
ejercicio ocupa todas las facultades del alma y absorbe
casi todos los instantes del dia , recargado por consi
guiente de muchas obligaciones , al parecer incompati
bles con la devocion y ejercicios de piedad; ver , digo,
á Juan de Ribera encontrar el secreto y el precioso ta
lento de hallarse todo en el desempeño de sus funcio
nes sin dejar de estar uu solo momento enteramente
con su Dios.
Yo le veo como Judit levantarse para orar durante
la noche y antes de amanecer estar ya rogando al Se
ñor. Yo le veo enteramente absorto en presencia de
aquel que todo lo llena con su inmensidad , lo vivifica
con su poder y lo santifica con su gracia , anonadarse á
- 164
vista de su Dios , humillarse y verter lágrimas por sus
imperfecciones , reflexionar profundamente sobre lag
grandezas de la esencia soberana , sobre los ejemplosde
Jesucristo y sus imitadores , sobre la moral evangélica
y sacerdotal , sobre su zelo ó su libieza para la enmien
da . Yo le veo reconocer a Dios la gracia que le ha con
cedido de serle hasta el presente fiel y pedirle la que le
parece necesita para su reforma y perfeccion. ¡Oh! ¡Cuán
fervorosos son los ruegos que dirige al cielo ! ¡Cuan dul
ces son las lágrimas que vierte á los pies de su Salvador
crucificado ! ¡Cuán constantes son las protestas que hace
de amor para con su Dios ! Tan fervorosas son como las
que hizo el principe de los apóstoles á Jesucristo .
Yo me le represento celebrando cada dia el san
to sacrificio de la misa , y me parece veo uno de
aquellos celestiales espíritus , que san Juan Crisósto
mo nos describe esparcidos al rededor del santuario
cuando se ofrece la sagrada hostia. Si consagra minis
tros al Señor , me hace acordar del supremo pontifice
de la nueva ley imponiendo las manos sobre sus a pósto
les. Si reparte el pan de ángeles , creo ver á Jesucristo
haciendo la fraccion del misterioso pan en presencia de
los discípulos de Emmaus. Si canta los sonoros y magnifi
cos salmos en que por medio de una sublime poesía se
expresan los sentimientos mas afectuosos, parece al rey
profeta , que lleno del Espíritu Santo entona con una
música verdaderamente celestial y con un corazon en
teramente penetrado de agradecimiento y de amor
las grandezas , las misericordias y los beneficios del Dios
de Israel. Si dirige sus súplicas a la inmaculada madre
del cordero sin mancha ; si compone letanias en hoora
suga ; parece que veo á san Bernardo , san Anselmo y
san Buenaventura , de quienes tiene respecto de la madre
del amor hermoso toda la devocion y ternura. Si á fin
de satisfacer el principal impulso de su corazon llega al
pie de los altares à adorar y meditar las maravillas de
un Dios escondido bajo los velos del mas adorable de
nuestros sacramentos ; es un segundo Tomas de Aqui.
-165
no , de quien tiene todo el fervor. En suma todos sus
pensamientos , todos sus afectos , todos sus deseos, to
das sus palabras , todas sus obras , aun las mas indife
rentes , son en Dios , con Dios y por Dios. El amor di .
vino que abrasa toda su alma , consagra todos los instan
tes de su vida. La rigurosa observancia de los precep
tos no le basta á su piedad , sino que se eleva hasta lo
mas sublime de los consejos.
Los santos aman á todos los hombres ; pero tienen
una singular predileccion a aquellos que les son seme
jantes. Aunque separados de todo el mundo , san Anto
nio A bad busca á san Pablo ; Pio V , Carlos Borromeo,
Luis Bertran , Nicolas Factor , Luis de Granada y Pe
dro de Alcántara á la inmortal Teresa de Jesus. 10
qué prodigios de santidad ! Estos heroes de la virtud
son los amigos , los admiradores , iba casi á decir los
émulos de Juan de Ribera. Como la industriosa abeja
chupa con sutileza en las varias flores que adornon
nuestros campos , los deliciosos jugos de que forma sus
panales; igualmente nuestro Juan de Ribera recogia
con destreza en los ejemplos de aquellos grandes mode
los de toda virtud las reglas que dirigen su piedad. Su
devocion no es como la que se ve en la mayor parte de
nosotros , la cual solo consiste en ejercicios impertinen
tes y nada en obras sólidas , toda material y nada de
espíritu , toda en un compuesto exterior y nada en rea
lidod ; de que nace ser tal vez mas perniciosa á la re
ligion que la declarada impiedad. Su devocion es espi.
ritual y verdadera como el Dios á quien sirve , fecunda
en buenas obras y en prodigios de santidad como la de
los santos a quienes imita . Su devocion pues no es tris
te , caprichosa , austera , enfadosa y mas propia para
formarse enemigos que para adquirirse seguidores. Ella
es dulce , indulgente , benigna , risueña , uniforme,
atractiva como la caridad ; es como la que admira la
iglesia en su contemporaneo san Francisco de Sales.
Comparad ahora , hermanos , á Juan de Ribera con
el mas virtuoso de los pretendidos sabios de nuestro si
- 166
glo : comparad sobre todo la pasmosa diferencia entre
la incredulidad y el espíritu de religion en orden a su
influencia sobre la moralidad de nuestras acciones. Juz
gad imparcialmente . Si teneis el corazon recto y el en .
tendimiento juicioso , no podreis dejar de confesar que
el incrédulo para tener alguna virtud de temperamen
to ó de ostentacion necesita estar de continuo en ma
nifiesta contradiccion con los principios de la impiedad ,
y admirando las adquiridas por nuestro beato Juan de
Ribera con el socorro de la gracia y practicadas sin fin.
gimiento reconocereis igualmente que todas fueron en su
corazon una precisa consecuencia de la moral del Evan .
gelio que practicó exactamente , y publicareis que solo
el cristianismo puede hacer al hombre verdadera y só
lidamente perfecto. Ilustrado con la religion el incom
parable Juan de Ribera practicó las mas sólidas virtu
des , muy ajenas de las nimiedades de la supersticion
y de las arrogancias de la impiedad . Yo añado que sos
tenido por la religion el incomparable Juan de Ribera
hizo brillar el mas sólido talento lejos de las intrigas
de la ambicion y de las perfidias de la falsa político , y
es el segundo convincente testimonio que dió de la luz
evangélica y de la verdad . Fuit homo.

SEGUNDA PARTE.

Los hombres grandes naceo siempre con inclinacion


à lo que haó de ser con el tiempo ; pero la semilla del
mérito superior depositada en sus almas por la mano li .
beral del Criador necesita ser fecunda para poder des
envolverse , crecer y dar el fruto centésimo. Por mas
que diga la incredulidad , no hay cosa mas propia para
apresurar la fermentacion , el aumento y la fertilidad
de esta preciosa semilla que la fé y creencia de la doc .
trina de Jesucristo y la fidelidad á gu moral evangélica .
No , la religion no canoniza una perezosa inaccion ; an
les la condena como un gran delito. Cuondo el cristia
no atento a la voz de su divino maestro le oge señalar
167 -
las mas magoíficas recompensas á los operarios indus
triosos que han hecho fructificar uno los cinco , otro los
dos talentos que les habia confiado; cuando le ve con
denar sio misericordia á los crueles tormentos del in
fierno al depositario perezoso por haber enterrado el
único talento que habia puesto en sus manos ; no hay
cosa que tema tanto como hallarse obligado a dar cuen
la algun dia de los dones que ha recibido ; cuenta tan
to mas rigurosa cuanto mas y mayores son los dones
que recibió. Nada desea con mas ansia que verse libre
de los horribles castigos que estan dispuestos para los
perezosos , y merecer el premio inestimable destinado
para los vigilantes. Su emulacion le inflama y llega á
ser jofatigablemente activa ; porque se halla incitada
con motivos sobrenaturales y por ello infinitamente mas
poderosos que los que podrian sugerirle la naturaleza y
la razon , aun la mas ilustrada . Estas cuando mas le di.
rian: « Cultivad vuestros talentos , y llegareis á adquirir
» la estimacion de los hombres , à elevaros á los mas
» distinguidos empleos y á asegurar la iomortalidad de
» vuestra fama mientras duren los siglos.» Pero la reli
gion le dice : « Cultivad vuestros talentos , y adquirireis
» la amistad de Dios , merecereis la mas hermosa de las
» coronas ; la gloria de vuestro nombre será inmortal
» como vuestra alma , sobrevivirá á la existencia de los
» tiempos y se perpetuará con la bienaventuranza por
toda la eternidad.» Las ideas religiosas seriamente re
flexionadas no deben obrar precisamente mayores pro
digios de actividad que lag reflexiones hechas con el
mayor esmero por la razon natural aun la mas des
pejada?
De estas sublimes ideas se hallaba penetrado nues
tro Juan de Ribera y cultivó con el mayor cuidado los
raros talentos que habia recibido del cielo , haciéndolos
brillar con todo esplendor.Como virey descubrió el de un
sabio administrador ; como prelado hizo admirar el de un
excelente arzobispo. Las adulaciones y los feos manejos
de una orgullosa ambicion no tuvieron parte alguna en
- 168
esta duplicada elevacion . Las astucias , las artificiosas
inclusiones de una falsa política no se mezelaron en su
manejo : su conducta fue siempre un irrefragable testi
monio a favor de la luz y de la verdad . Fuit homo .
Por no molestar mas la santa impaciencia que te
neis de contemplar á Juan de Ribera colocado sobre el
teatro mas digno de sus grandes virtudes , no diré que
no hubo quien pose yese en mas alto grado la delicadeza
del entendimiento , la solidez del juicio , las gracias de
la imaginacion , lo reclitud y la fuerza del discurso , la
energía y vigor de la expresion . No diré que habia pe
netrado todos los preceptos de la dialéctica , lodas las
abstracciones de lameta fisica , todas las leyes de la mo
ralidad natural y civil , todos los secretos de la física
conocida en su tiempo , el espíritu y enlace de los sa
grados cánones , los misterios de la teología , las reglas
de las costumbres evangélicas , la doctrina de los santos
padres , las decisiones de los concilios , los sucesos refe
ridos en la historia patriarcal y eclesiástica , las verda
des y preceptos contenidos en el antiguo y nuevo tes
tamento . No os haré presente que se explicaba con tanta
sabiduría y tan noble precision , que toda la universidad
de Salamanca , profesores y discípulos recíprocamente
se convidaban y en tropa concurrian y se apresuraban
para oirle : que defendió y sostuvo sus funciones esco
lásticas con tanto lucimiento , que se le confirió el gra
do de doctor con universal aclamacion , y por decirlo
con las mismas expresiones de su historiador , con todo
rigor de justicia . Tampoco os diré que habiendo llegado
á ser igual y aun tal vez superior á sus maestros , en
señó por espacio de algunos años en el colegio que él
mismo habia fundado, la ciencia de la religion con un
progreso y aprovechamiento inaudito y con una pas
mosa concurrencia de discípulos . Yo me apresuraré á
representarle revestido de las mas eminentes dignida
des y desempeñando el ejercicio de ellas con el mayor
esmero y ejemplar distincion ,
Un príncipe amable por su afabilidad y agrado , re
- 169
comendable por la rectitud de una conciencia timorata
y por la pureza de unas costumbres irreprensibles, un
monarca amado de su pueblo por su grande humildad y
que procuraba escrupulosamente no repartir su poder
sino con hombres gratos , piadosos y humanos como él ,
Felipe III , digo , nombra á Juan de Ribera por virey
y capitan general del reino de Valencio. El acaso , aquella
palabra impía en la boca de un cristiano y que es blas
femia en la de un incrédulo ; el acaso , aquel ser fantás
tico no tuvo parte alguna en esta eleccion . Menos aun
contribuyeron á ella la intriga ni el espíritu de partido.
El hombre que ha llegado a arrancar de su cora
zon ó á lo menos á borrar de su entendimiento las ideas
religiosas , para conseguir un grande empleo forma un
sistema de manejos políticos. Su profunda y disimulada
ambicion mendiga bajamente los protecciones, ajusta
muchas veces á precio del oro y siempre de la honra al
gunos pregoneros de su mérito , ata con impenetrable
secreto el hilo de sus eoredos, forma el laberinto de sus
proyectos , oculta á sus competidores la torcida senda
por donde camina , se burla de su penetracion y muchas
veces ayudado de sus feas perfidias sale con su intento.
No sucede asi con el hombre cristiano , con Juan de
Ribera . El cumple ocultamente su obligacion y deja á
Dios el cuidado.de fijar su destino. No anda buscando
los honores ; jah ! los teme mucho : ellos vinieron á bus
car al que huja de ellos . Reconoce en la eleccion hecha
por su monarca la mano de Dios , que muchas veces se
complace en emplear los mas débiles instrumentos para
obrar las cosas mas admirables , y acepta temblando la
eminente digoidad , pero muy peligrosa en su concepto ,
que se le manda ocupar.
O pueblo dichoso y digno de serlo ! ¡ Nacion singu
larmente favorecida , que habiendo sido colocada por el
Criador bajo el mas hermoso cielo y enmedio de las mas
alegres y fértiles campiñas de la Europa ha visto en to
dos los siglos nacer majestuosamente de su seno una
multitud de beroes en las artes de la guerra y de la paz ,
170
genios de primer orden en la carrera de las ciencias y
de las bellas letras , y sobre todo prodigios inimitables
en el camino de la virtud y de la santidad ! , Reino pri
vilegiado , sobre quien el autor de la naturaleza y de la
gracia parece complacerse derramando á manos llenas
el rocio del cielo y la fecundidad de la tierra . El Señor
soberano y benéfico que vela sobre vuestra felicidad,
acaba de daros la mas clara prueba de su predileccion ,
escogiendo á Juan de Ribera para gobernaros. Su ad
ministracion será la de una sabiduría consumada . ¡ Ah !
No pongais limites à vuestro reconocimiento , ya que
Dios no los pone á sus beneficios. Hijos de Sion , rego .
cijaos , felicitaos en el Señor vuestro Dios , porque os
ha dado un maestro en el arte de cumplir y de ha
cer observar la justicia ; un maestro , no digo bien ,
un padre que aunque no nació en vuestro reino , se
hizo natural de Valencia á beneficio de las leyes de
su mansion y á impulsos de un amor singularisimo .
Gozaos pues , hermanos , de este hijo que volunta
riamente ha elegido á Valencia por su patria , no
por el acaso del nacimiento , sino por el afecto de
su voluntad , ó en correspondencia miradle como á
padre , maestro , doctor y ejemplar de Vuestra con
ducta .
Hay algunos hombres que encargados del gobierno
de los pueblos se levantan orgullosamente contra su so
berano y tal vez contra la misma divinidad , y coloca
dos en un elevado teatro procuran fijar sobre ellos su
vista , ofreciendoles unas escenas de vanidad en que son
ellos á un mismo tiempo los actores y los representan
tes. Los proyectos extraños , las atrevidas ideas , las ruin
dosas novedades , el abuso del despotismo forman sus
mayores delicias. Se los ve complacerse en mudarlo to
do , todo destruirlo y todo inventarlo de nuevo. Estos
son como torrentes impetuosos que no producen sino
ruinas, volcanes encendidos que vomitan piedras y ce .
uizas. No imita á estos Juan de Ribero. El hace ob .
servar las leyes recibidas respecto a la religion nacio
- 171 -

wal , conservar los usos antiguos , velar sobre la reforma


de las costumbres y abusos en la seguridad pública y
particular , en la pronta y sabia administracion de la
justicia criminal y civil , en perfeccionar la educacion,
adelantar la agricultura , prosperar el comercio , amar
los talentos úliles ó agradables , honrarlos y recompen
sarlos , favorecer todos los ramos de la industria . Ved
aquí lo que hace sin ruido y sin ostentacion el nuevo
virey de Valencia . Su historia , verdad es , no enseña á
los políticos el arte de admirar al mundo con sus vastas
empresas ; pero lo que es mucho mas ventajoso les en
seña el arle de hacer felices á los pueblos.
Muehas veces los depositarios de la autoridad de los
mejores principes representan el orgullo de los tiranos
asiáticos. Unos muros impenetrables los separon de sus
inferiores . No se puede llegar á hablarles sino á fuerza
de solicitudes y bajezas. Sus palacios rodeados de cance
les y obstáculos como el de Asuero , forman una espe
cie de santuario inaccesible al ciudadano pobre , sin cré
dito y dignidad : solamente se hallan abierlos á un pe
queño número de viles aduladores , que sin embargo no
reciben comunmente sino algunas fingidas cariñosas
expresiones en cambio de su adulacion. El tribunal
donde administran la justicia , se ve rodeado de una des
deñosa muchedumbre de criados que no abren la puer
ta sino á precio del oro y muchas veces de la prosti
tucios , y que aun mas soberbios que siis señores ven
den las gracias y la equidad , cuya solicitud es aun mas
dificullosa que su logro. El nuevo virey de Valencia
todo lo contrario. Su acceso es facil , sus audiencias se
prometen con gusto , se cumplen sin dilacion y si se di .
fierén es con sentimiento. Tanto el vecino honrado como
el noble y el señor de título tienen la libertad de expo
nerle su derecho , seguir sus pretensiones, explicar 8u8
ideas , insistir , apresurar, contradecir y aun quejar
se. Si su gravedad desconcierla la atrevida presuncion;
su afabilidad serena la timida modestia , y para él es la
mas dulce complacencia confirmar el buen derecho,
- 172
haciendole triunfar sin acepcion alguna de personas.
«No procures ser juez ( dice el Espíritu Santo) , si
» no tienes bastante fuerza para oponerte á la injusticia ,
» no sea que te ponga miedo el respeto de los hombres
» poderosos y se halle tu integridad expuesta á corrom
» perse. El justo será constanle en su conducta , y á la
» limpieza de manos añadirá la limpieza de corazon (1 ).»
Juan de Ribera habia recibido del cielo una probidad
incorruptible. Aquel justo cuya firmeza es inexpugna
ble , ni se deja engañar por las expresiones y caricias in
teresadas de los grandes, ni doblar por las solicitaciones
importunas de la amistad , ni deslumbrar por el inte
rés , ni intimidar por las amenazas de los cortesanos
mas favorecidos. En desagravio de las buenas costum
bres ultrajadas habia hecho poner en un calabozo á
cierto noble. Su mujer suinergida en llanto y el duque
de Gandia vinieron a solicitar su libertad . loútiles fue
ron las lágrimas, vanas igualmente las súplicas. Sus ca
denas no se romperán hasta que la justicia quede ente
ramente satisfecha. Su vigilancia y su inflexibilidad son
tan universalmente reconocidas y respetadas , que su
sola fama, igualmente poderosa que el rayo, no solo hace
temblar al reo , sino que liene la mano del que está dis
puesto á cometer el delito. Para obligar á que saliesen
de los términos de su jurisdiccion una gran multitud de
vagos errantes y ociosos , que no tenian otro recurso y
caudal para su manutencion que el robo y la mendi
guez , no es menester que haga publicar edictos ; sola su
reputacion es bastante para determinarlos prontamen
te á buscar en los estados circunvecinos un asilo menos
peligroso. El miedo y el espanto les prestan alas , y á
los primeros dias de su vireinato casi en un solo instan
te la ciudad y reino de Valencia se vieron libres de este
terrible azote de la sociedad .
Los hombres inclinados a la tierra que quisieran ha
bilarla eternamente , miron los empleos que la protec
(1) Eccli . , VII , 6.
- 173
cion o el sagaz manejo les hizo conseguir , no por el la
do de las obligaciones que imponen , sino por el de la ri .
queza que solicitan . Se los ve amontonar y emplear to .
dos los medios que puede sugerir una ingeniosa codicia
para aumentar sus tesoros. Ocultas vejaciones, rapiñas
muchas veces sobrado públicas , aumento de los dere
chos que les corresponden , todo lo practican con mu
cha destreza para aumentar su opulencia . ¡ Ah ! Si como
aquel padre de familias del Evangelio ó como el sobe
rano juez en el dia de las venganzas se les dijera : Dad
cuenta de vuestra administracion ( 1 ) ; si se los despoja
se de sus robos ; ¿ qué les quedaria ? La fea necesidad y
los remordimientos todavia mas feos.
Nuestro Juan de Ribera que no suspiraba sino por
los bienesdel cielo , nunca recelorá igual juicio , ni teme
rá jamas semejante desgracia . Es heroico su desinterés,
y al fin de su vireinalo podja haber dicho á los habita
dores del reino de Valencia lo que Samuel en otro
tiempo á las tribus unidas: « Si en el tiempo que os he
»gobernado he hecho yo tráfico vergonzoso de mi auto
» ridad ; si me he enriquecido con vuestros despojos;
» echadmelo en cara públicamente , quitadme sin el me
» nor respelo el fruto de mis cohechos;» y lodos ellos
clamarian á voz en grito como las tribus de Israel : No,
no , a nadie habeis quitado cosa alguna (2).
Confieso que esta delicadeza que solo se admira por
que suele ser rara , no es mas que un esfuerzo que cues
ta muy poco á cualquier hombre de bien : el alabarla
excesivamente seria como una amarga sátira contra la
humanidad , porque no tanto viene a ser una virtud que
se practica , como un vicio que no se comete. Pero ved
ahora la virtud , la heroica virtud . Juan de Ribera resa
pela las riquezas públicas y particulares , que es la na
tural inclinacion del hombre justo : aun hace mas , gas

(1 ) Luc . , XVI , 2 .
( 2) Neque tulisti de manu alicujus quidpiam (I. Reg .
XII , 4) .
- 174 -
ta con franqueza las suyas propias. Sus rentas no las
cobra con rigor como un codicioso propietario , sino
que las distribuye con gusto como un padre. El menos
precia las riquezas. Me engaño , hermanos..... él las es
tima , apasionadamente las ama , y le es muy sensible
verse privado de ellas ; pero es porque no puede congo
lar á aquella noble familia que ha gastado sus bienes y
derramado su sangre en defensa de la patria ; es porque
no puede mantener el crédito de aquel negociante in
dustrioso y lleno de honra , a quien los deudores insol
ventes , los socios y corresponsales infieles y los proyec
tos especulativos , pero desconcertados por las circuns
tancias que no podian preverse , han arruinado y re
ducido á una forzosa quiebra ; es porque no puede ali .
mentar al labrador aplicado , á quien la inconstancia de
las estaciones, la niebla ó el pernicioso granizo han qui.
tado la esperanza de recoger sus cosechas ; es porque
no puede enjugar las lágrimas de aquella viuda descon
solada , cargada con una crecida familia , á quien la
muerte de su marido acaba de reducir á los horrores
de la mendicidad ; es porque no puede dotar á aquella
doncella , que viéndose sobrada de buen parecer y falla
de bienes de fortuna tal vez llegará á ser la víctima de
algun rico vicioso.
¡Ah ! Para la inanutencion de la persona y casa de
Juan de Ribera bastara la mas reducida medianía ; pero
para hacer todo el bien que le inspira su caridad , seria
una especie de pobreza la mas grande opulencio . Siem
pre hizo poco para lo que deseaba su corazon ; pero sin
embargo siempre hizo mucho para que sus bienes se
hallasen solidamente fundados en el Señor, y para que
toda la iglesia de los santos refiera con júbilo y por to
dos los siglos su pródiga liberalidad . Solicitando con tan
grande ansia hacer feliz a su nacion hizo que le fuese
su poder agradable y apreciable constantemente su glo
ria. Será inmortal la memoria de su gobierno y hereda
rá el honor en un pueblo reconocido,viviendo eternamen
te su nombre en el corazon de sus afectuosos valencianos.
1
-175
Siendo virey el beato Juan de Ribera manifestó el
talento de un sabio administrador : esta es la m88 pe
queña parle de su gloria ; porque siendo arzobispo hizo
admirar la de un excelente prelado.
Muchos años antes de ser elevado al vireinato , un
principe seguramente muy calumniado por el odio , pero
tal vez muy alabado por la adulacion , un monarca na
cido segun la verdad de la historia con un genio ele.
vado , vasto , penetrante , aspecto noble , amable , ma
jestuoso , memoria prodigiosa y rara agudeza ; un rey
que supo hacer respetar los derechos de la soberanía, las
leyes de su imperio y la santidad del catolicismo , el
cual sin su aplicacion y tesoros hubiera quedado ani
quilado si hubiese podido serlo ; un potentado que po
seia en grado eminente el arte de gobernar los hombres,
conocer el mérito y emplear los talentos; Felipe II ,
digo , habia elegido á Juan de Ribera para el obispado
de Badajoz y como unos seis años despues para el ar
zobispado de Valencia.
Uno de los papas mas ilustres que tuvo la iglesia de
Jesucristo , un pontífice inmortal cuya grande alma
reunia en sí las humildes virtudes de un pobre religioso
con las bellas prendas de un gran monarca , Pio V ba
bia dicho en pleno consistorio al tiempo de proclamar
al nuevo prelado que merecia estar sentado en la cate
dra de san Pedro mas bien que el que actualmente la
ocupaba; y no reduciendose á un elogio igualmente ho
norífico á la memoria del autor que lisonjero al méri.
to de su objeto le nombra patriarca de Antioquía y dis.
pone darle un capelo. 10 qué dignidades! Pero io qué
obligaciones ! Viendose forzado á aceptarlas nuestro Juan
de Ribera y á mantenerse en ellos a pesar de su re
pugnancia , sin embargo de que apenas habia cumplido
treinta y cinco años , no se ve ni verá jamas deslumbra
do con el resplandor de sus empleos , ni fatigado con el
peso de sus encargos.
El talento de los talentos , dice gan Gregorio el Gran
de , el arte de las artes es saber gobernar las al
176 -

mas. ¿Quién mejor que nuestro joven , aunque , ya vene


rable patriarca , poseyó esta ciencia tan dificultosa y es
te arte tan poco comun ? Jamas se le vió desviarse de
las sabias reglas de conducta pastoral , que su paternal
ternura le habia dictado desde su primera elevacion a la
dignidad episcopal . ¿ No fue siempre aquel buen obispo
de quien san Pablo forma tan hermoso retrato en las
epístolas á sus discípulos Tito y Timoteo ? ¿ No se con
formó escrupulosamente con las ideas de reforma que
prescribe el santo concilio de Trento ? Semejante fue a
la estrella de la mañana y como tal resplandeció en el
templo del Señor.
Es menester , dice el apostol de las gentes , que el
obispo sea irreprensible . La malignidad y la envidia , por
mas ingeniosas que sean , ¿ pudieron jamas hallar el mas
leve motivo para sus murmuraciones en orden a las cos
tumbres y gobierno de nuestro patriarca ? Es verdad
que muchas veces se desenfrenó contra él la calumnia ;
pero fue públicamente descubierta y vergonzosamente
confundida.
Un obispo debe ser sobrio. ¿ Dónde se vió nunca mas
modestia en el vestido , mas sencillez en los adornos , mas
parsimonia en la comida , mas moderacion en la familia
y equipajes , y si es lícito decirlo asi , mas pobreza que en
la persona y en el palacio del arzobispo de Valencia ?
Debe ser un obispo prudente. ¿ Quién mejor que
nuestro virtuoso prelado meditó mas seriamente 8u8
proyectos ? ¿ Quién calculó mas juiciosamente sus ope
raciones ? ¿ Quién distribuyó mas seriamente sus conse
jos? ¿ Quién desconfió mas humildemente de su opinion
y consultó con mas franqueza la de los hombres graves ,
eruditos y piadosos de que se hallaba rodeado ? La pru
dencia habia nacido con él , como la sabiduría con Salo
mon . Fue tan consumada y lan universalmente recono
cida , que los arzobispos de Granada y de Zaragoza
le consultaban sobre el modo de gobernar sus súbditos,
tomaron su conducta por modelo y escucharon sus con
sejos como oráculos.
177

Es indispensable que un obispo como ministro que


es de Dios , lenga sus delicias en la castidad y pureza .
Una sola palabra poco decente , por mas disfrazada que
fuese , ¿ no hizo siempre que se avergonzase y aun hu
yese nuestro nuevo José ? ¿ Fué ounca manchada deli
beradamente su imaginacion con una sola imagen ó pen
samiento feo ? ¿ Se permitió jamas sin necesidad conver
sacion alguna con personas de otro sexo , aunque fuesen
muy virluosas ? Si por razon de su ministerio se veia
obligado a hablar con ellas , ¿ acaso no era en la iglesia
y á la vista del cordero inmaculado ? Si contra su ex
presa orden se introducian en lo interior de palacio,
las oia por ventura si no es en presencia de testigos y
de muchos que pudiesen observar cuanto pasaba ? Sial
guna persona poco modesta ó indecentemente vestida se
presentaba delante de él , ¿ no la hacia sin algun respe
to humano arrojar ignominiosamente ? ¡ Ahi El podia
decir muy bien con el joven Tobias ( 1 ) : « Vos sabeis ,
» Señor , que he conservado mi alma escrupulosamente
» contra todos los atractivos y encantos de la concupis
» cencia . »
Debe ser un obispo caritativo y ejercer la hospila
lidad . Sin hablar pues del general expolio de Juan de
Ribera cuando dejó la mitra de Badajoz , y de rentas
y profusas liberalidades para alivio de aquellos pobres
cuya honradez y vergüenza sofoca los suspiros, y para
dotar cada año treinta doncellas pobres y virluogo: s;
sin hacer mérito de las copiosas limosnas que repartia
en sus visitas pastorales y de la gran muchedumbre de
infelices que diariamente alimentaba casi á su vista ; su
palacio , en que mas bien reinaba el silencio de un claus
tro que el tumulto de una corte , siempre fue el templo
de la hospitalidad . Don Gaston de Corella , conde de
Concentayna , don Francisco de Ribera , marqués de Mal
pica , don Gaspar y don Baltasar , ambos hijos del duque

( 1 ) Tu scis , Domine , quia mundam servavi animam


meam ab omni concupisceniid (Tob . , III , 16 ).
T. 57 . 12
-178
de Gandia , de los cuales el primero fue sucesivamente
embajador á Roma, virey de Nápoles , arzobispo de Se
villa y luego de Toledo , y el segundo nombrado obispo
de Mallorca; don Estevan de Orgaz , don Antonio Colo
ma , hijo del conde de Elda , y en una palabra la flor
de la noble juventud de los reinos de Valencia , Casti
Ila y toda España fueron hospedados, alimentados é ing
truidos en su palacio , transformado en una escuela de
buenos costumbres , de religion y de doctrina.
Es menester que un obispo tenga muchos conoci
mientos y mucha ciencia , talento y habilidad de mani
festarla . Aunque el patriarca de Antioquía se hallaba
ricamente provisto de los tesoros de la sabiduría , a no
empleaba en los libros todo el tiempo que le dejaban
libre sus muchas y graves ocupaciones ? Para perfec
cionarse en la inteligencia de las divivas escrituras ¿no
estudió en una edad avanzada las lenguas griego y he
brea ? ¿ No estaba siempre armado con la Biblia ? ¿ No
la enriqueció enteramente con notas importantes , ob
servaciones juiciosas , claras y sabias interpretaciones ?
Si un obispo le representa que su mucha aplicacion y
estudios podian dañar a su salud , el responderá con un
aire risueño : « Lo que da guslo no puede ser perjudi.
» cial .» Muy al contrario de aquellos sabios cuyos dis
cursos y escritos casi incomprensibles son semejantes a
un cenagoso arroyo cuyo fondo no puede registrar el
ojo mas lince , nuestro docto prelado escribe y habla
con una elegancia clara y accesible a todos los entendi
mientos. Sus razonamientos y su estilo son semejantes
á un rio mojestuoso , cuyas limpias aguas son transpa
rentes como el cristal. Publica todos los dias de fiesta
cartas pastorales , y es , aunque con menos sublimidad ,
con igual limpieza un san Pablo cuyo espíritu posee,
que instruye a sus colegiales en el santo ministerio y á
los pueblos que ha adquirido para la religion . Predica
frecuentemente y con igual solidez que un san Juan
Crisóstomo , el mas bello ornamento de su iglesia pa
triarcal , cuando explica á un pueblo numeroso las ver
- 179
dades del Evangelio. Se sienta a menudo en el tri .
bunal de la penitencia y es como Jesucristo , de quien
es ministro é instrumento , que ilustra y convierte à la
Samaritana. Envia notas ó advertencias a los padres del
concilio de Compostela : todos los años convoca y hace
juntar en la iglesia de santo Tomas los curas , predica.
dores y confesores de su ciudad arzobispal ; y es un san
Carlos Borromeo que dirige provinciales , dispone las
reglas de la cristiana elocuencia y del ministerio de con
vertir las almas. Los documentos de su escuela y de su
doctrina , que nos ha conservado el tiempo , nos hacen
desear con ansia y echar menos otros muchos de que
nos privó su humildad.
Es menester que un obispo aborrezca toda disputa
Ó litigio perteneciente a los intereses temporales. Obis
po de Badajoz y arzobispo de Valencia jamas nuestro
Juan de Ribera consintió que en los tribunales de jus
ticia se oyese hablar de sus pretensiones ; y lo que es
aun mas dificil y apenas se podria creer de las provo .
caciones de algunos espíritus inquietos y genios mal
contenladizos, que se encuentran tal vez en los cuerpos
mas respetables , jamas pudo molivo alguno perturbar
la armonía que su desinterés y mansedumbre supieron
constantemente mantener entre él y los cabildos que
presidió. Predicando delante de Felipe III monifesto
que se tenia por dichoso con esta inalterable union
que se propuso conservar siempre para la mayor gloria
del Señor, paz de su conciencia , autoridad de sus em
pleos y edificacion de los súbditos.
Finalmente un obispo no debe entregarse á los ar
rebatos de la cólers , ni á las asperezas del resentimien
lo , sino que debe tener una paciencia com pasiva de las
flaquezas, una benignidad que perdone las injurios y
auu ame á los aulores de ellas. Nuestro patriarca ha
bia nocido con un corazon sensible y temperamento ar
diente ; pero ¿ quién sin embargo fue mas sufrido , mas
afable ni mas bienhechor respecto de sus perseguidores
y enemigos de que jamas se vio libre la virtud eminelia
:
-180

te ? En cierta ocasion se le detuvo como á un ladron


que va huyendo cargado de sus robos. Se le da á enten
der que hay una orden para ejecutar sobre él una ave .
riguacion y registro. ; O que atentado I Solo decirlo cau .
sa horror. ¿ Qué hace Juan de Ribera ? Con un sem
blante alegre , con un tono de voz el mas apacible dice
o los viles ejecutores de tan sangriento ultraje : « Des
» empeñad yuestro encargo , cumplid vuestra obliga .
» cion .» Qué obligacion , Dios mio ? ¿ Puede acaso serlo
jamas el poner las manos sacrilegas en el ungido del
Señor ? Otra vez hicieron de él un calumnioso informe
al soberano. La mentira fue descubierta y conocido el
calumniador . ¡ Ah ! ¿ Qué gusto no lograria el amor pro
pio con la venganza ? El generoso prelado habia colma
do de gracias y beneficios al impostor que solicitaba in
famarle, y sin embargo no exhaló siquiera una queja
contra su ingratitud , ni procuro reprenderle por ella
y aun menos castigarle. Ya ocurre que dos doctores
por defender abusos se oponen con insultante indecen,
cia a la reforma que pretende introducir ca la univer
sidad , y corresponde con beneficios á sus dos antagonis
tas. Aun hace mas : los párrocos de la ciudad de Va
lencia juntos en sínodo forman varias acusaciones con
tra uno de los enemigos del patriarca ; pero él toma á
su cargo la defensa con el mayor empeño. Ved aquí
cómo se vengan los santos. Yo sucede que se le acusa de
monopolio cerca del sumo pontífice . Se justifica que
el pretendido feo comercio no es sino una obra de cari
dad la mas generosa. Se le mandó al delator que diesc
al prelado una pública satisfaccion , y este sabiendo que
el culpado venia á solicitar el perdon de su delilo le sale
al encuentro , le recibe con el mayor agrado , le abraza
con ternura y no le permite que diga vi una sola pala
bra en orden a la declaracion , à la retractacion ni al ar.
repentimiento . Seria nunca acabar si quisiese referir por
menor los inimitables rasgos de su imperturbable man 1
sedumbre y de su heroismo respecto al amor de los i
enemigos .
- 181 -

A las muchas obligaciones del obispado el concilio


de Trento , siguiendo la autoridad de los sagrados libros,
acababa de imponer otras , cuyo exacto cumplimiento
exigia una destreza poco comun , « El oficio de un pas
» tor diligente y piadoso (habian dicho los padres de
» aquella augusta asamblea ) . consiste en aplicar á las
» enfermedades de sus ovejas primeramente remedios
» suaves y ligeros , y luego ( si la gravedad y duracion
» del mal lo requiere ) recurrir á operaciones mas fuer
» tes y dolorosas, á fin de que no logrando su zelo
» curar radicalmente los males á lo menos preserve lo
» restante de la grey de los peligros del contagio . »
Esta obligacion de la vigilancia pastoral la cumplió
nuestro arzobispo de Valencia segun todos sus respetos
y con todas sus consideraciones. Su severidad fue tem
plada por la moderacion , y su moderacion fue sostenida
por la severidad . Su diócesis se hallaba inficionada con
una clase de gentes , que viviendo en medio de la na
cion española formaban una nacion enlerainenle opuies
to , que siendo cristianos en la apariencia cuando se
veian acosados del temor , eran en la realidad siempre
mahometanos y aun se atrevian á decirlo públicamente
cuando experimentaban alguna tolerancia ; y en fin su
jetos bajo un gobierno riguroso veniao á ser rebeldes
cuando á este le faltaba la energía . Para ſormar un
nuevo pueblo , un pueblo sólidamente unido al catoli
cismo y al estado no dejó nuestro zeloso patriarca de
poner en ejecucion cuantos medios podia sugerirle una
caridad industriosa y compasiva . Se mandó imprimir
un catecismo claro y fundamental . Hasta en medio de
las mas pequeñas chozas se enviaron ministros del Evane
gelio , a quienes se encargó la mayor afabilidad y ter
nura afectuosa sin permitirles imprecacion alguna con
tra sus neofitos ni invectivas contra la falsa secta . Dos
mil doscientos cuarenta y ocho ducados estaban consig.
nados anualmente para emplearse en los gastos de la
instruccion de estos infieles , manutencion de sus pobres
y alivio de sus enfermos. Deseoso nuestro prelado de
- 182

formar á un tiempo ciudadanos amigos de la patria y


cristianos dedicados a la verdadera religion los visita
ba frecuentemente en sus esparcidos cortijos y derra
maba entre ellos la doctrina y beneficios. ¡ o qué her
moso espectáculo es contemplar los pasos de este hom
bre verdaderamente apostólico , que recorriendo las mas
escarpadas montañas, publica la paz , anuncia el bien y
predica la salvacion ! Este cs un buen pastor que entre
mil peligros va buscando las ovejas descarriadas. ¡ Dicho
80 si pudiese reducirlas y volverlas al redil ! Pero jah !
deseos inútiles, trabajo infructuoso. Estas ciegas ove
jas huyen de la luz y del que se la presenta : estas
ovejas obstinadas en su descamino persiguen a las que
se dejan convertir y premion á las que se mantienen
inflexibles. Su hipocresía procura encubrirse ; pero ella
misma se manifiesta . La preferencia que dan al Co.
ran sobre el Evangelio , sus correspondencias con Cons
lantinopla para hacer reinar en España la media luna ,
todo llega a descubrirse. Una santa indignacion , una
indignacion patriótica abrasa el corazon de Juan de
Ribera y sucede a las condescendencias de su caridad.
El espíritu de san Pablo se conmovió en otro tiempo
viendo Atenas entregada á la idolatría ; el de nuestro
patriarca se inflamó contemplando una gran parte de
su diócesis ciegamente inclinada al mahometismo y fra
guando la rebelion . Se resuelve pues a hacer desapa
recer de enmedio de su pueblo semejante abomina
cion , y se empeña en cumplir los designios de Dios que
le habia destinado para que arrancase esta cizaña que
estaba arruinando el campo del padre de familias. De
clama con fuerza , escribe con energia , ruego , solicita ,
insta y finalmente logra que se resuelva y mande la
expulsion de los moros. Ya la iglesia de España queda
rá en adelante sin escándalos contagiosos y su gobierno
sin enemigos intestinos .
Bien sé que algunos políticos en cuyos ojos la pu
reza de la fé no es de la mayor importancia, y que se
complacen en culpar á la religion por todos los rigores
183
del gobierno católico , condenan esta determinacion que
era de una indispensable necesidad . No ignoro que se
desenfrenan asi contra el monarca que fue el autor , co
mo contra los buenos ciudadanos que la promovieron.
Tampoco se me oculta que ellos afirman con un tono
magistral que juntamente con los moros desaparecie
ron la agricultura, el comercio, las artes y sobre todo
la poblacion . Pero tambien sé que en escritor moderno
á quien nadie acusará de fanalismo , de supersticion y
aun menos de ignorancia por lo que toca al gobierno
público , impugna convincentemente esta paradoja y di
ce á la letra estas palabras nada lisonjeras ( 1 ) : « Los
» ignorantes y los niños dirán que la expulsion de los
» moros es la que ha arruinado á España . »
Pero oigamos ahora lo que dice nuestro Juan de
Ribera en su defensa y en la de su soberano : “ Y voso -
» lros que manifestais tanto sentimiento y compasion
» sobre el destino de aquellos apóstatas que no deseaban
» sino unas circunstancias favorables para quitarse la
» máscara del cristianismo , para enarbolar el estandar
» te y hacer relucir el alfange de la rebelion , ¿ ignorais
» acaso que teniamos derecho sin género alguno de in
» justicia para hacerlos perecer en los suplicios? Las le
» yes los condenan á esta pena . ¿ Por qué pues no nos
» alabais por haber usado la humanidad y clemencia de
» contentarnos con haberlos sacado de entre nosotros?
» Ellos manejaban tratos y alianza con los enemigos del
» Irono y del altar. ¿ Hubiera sido prudencia esperar á
» que flotas enemigas arrojasen en nuestros puertos le
» giones protectoras de sus rebeldes atentados? ¿ Hubie .
» ra sido prudencia aguardar á que como los moros del
» reino de Granada (2) , los de otras provincias hubie
» sen proclamado por su jefe á otro Fernando Valor,
» que como ellos hubiesen hecho perecer entre las lla .
» mas y en calderas de aceite hirviendo una muchedum

(1 ) L'Ami des hommes , 2 part., cap . 2 .


(2) Mendoza , Guerras de Granada , lib . 1 , núm . 13.
184 -
» bre de santos religiosos ? ( Debiamos esperar a que es
» los frenéticos hubieran crucificado , apedreado , enter
» rado vivos una multitud de eclesiásticos , que hubieran
» robado y profanado nuestros lugares santos , violado
» nuestras doncellas , asesinado nuestros conciudadanos ? »
Ahl Si los hubieramos tolerado mas largo tiempo entre
nosotros , dentro de pocos años hubieran hecho perecer
con el hierro ó el foego á lodos los verdaderos españo .
les , ó á lo menos despues de haber tenido tiempo para
extraer todas las riquezas del estado en la época que
vivís durante el reinado de aquel fiero tirano que der
ramó tanta sangre en la desdichada Francia y por tanto
tiempo amenazó á nuestras fronteras , ¿ no se hubieran
ellos unido a los ministros de su furor , á cuya vista to
das las religiones eran buenas á excepcion de la católi
ca ? Luego vosotros debeis vuestras haciendas y vuestras .
vidas al monarca que los expelió , y nosotros debiamos
decirle al mismo tiempo lo que en otro le dijeron á
Teodosio el joven seiscientos y treinta padres juntos en
el concilio de Calcedonia : « Vos habeis asegurado la
» fé ( 1 ) ; vos habeis desterrado á sus enemigos. Esta es
la digna obra de vuestro reino; este es vuestro propio
» caracter. Por ros nos vemos libres de la herejía. Solo
» Dios puede haber obrado esta maravilla . 10 rey del
» cielo ! conservad el de la tierra . Este es el deseo de las
» iglesias ; este el de los obispos. » Mientras que noso
tros expresamos de esta suerte nuestro agradecimiento,
los políticos imparciales y que hablan sin preocupacion
añaden : « Es cierto que la España despues de la expul
» sion de los moros tendrá menos habitantes y menos la
bradores; pero tendrá sin duda alguna dentro de su
» recinto menos enemigos. La quietud pues de los es
» tados ¿ no es infinitamente mejor que su poblacion y la
( 1 ) Haec digna vestro imperio ..... hæc propria restri
regni ..... per te orthodoxa fides confirmata est; per tc hæ
resis non est . ; Cælestis rex ! terrenum custodi. Hæc ora
tio ecclesiarum , hæc est oratio pastorum ( Conc . calced.
art . 6) .
- 185–
»abundancia de sus frutos ? Luego no es el número de
» los hombres el que debe contarse en un imperio , sino
» el de los buenos ciudadanos. Felipe III merece alaban
» zas y no censusas por haber apresurado una obra que
» tanto tiempo há se hacia necesaria y de que vosotros
» estais gozando las ventajas. »
Las perversas costumbres y la impiedad que de ellas
nace , se introducen aun en los mas santos estados. La
iglesia del siglo XVI veia y sentia en extremo , como lo
hemos experimentado en nuestros dias , que los que
habia establecido para ministros de las cosas sagradas
celebraban muchas veces los santos misterios sin creer
su eficacia , predicaban las grandes verdades del cris
tianismo que desprecioban como ficciones y administra
ban mirandolas como fábulas. La iglesia sabia que bien
por ignorancia , por libertinaje ó por irreligion serian
estos monstruos anglicanos en Londres , luteranos en Es
tokolmo , calvinistas en Ginebra , musulmanes en C018
tantinopla y.en Pekin adoradores de Confucio ; porque
sabia que cualquier exterioridad de religion les agra
daba con tal que encontrasen en ella el interés de sus
pasiones . Tantas a postasías como acababa de experimen
tar eran una prueba evidente del escándalo. Se propuso
pues detener sus progreso y agotar la fuente y origen
de ellos. El santo concilio de Trento manda ( 1 ) que en
todas las ciudades episcopales se establezca un semina
rio de eclesiásticos , donde se pueda lener seguridad
de la pureza de las costumbres , solidez de la fé y ade .
lantamiento en los estudios de los que aspiran al sacer
docio. La forma que debe observarse en la ereccion de
estos colegios eclesiásticos , está sabiamente determinada
y el plan de la educacion levítica juiciosamente dispues
to. El arzobispo de Valencia se apresura á cumplir los
designios del espíritu santificador que manifestó su
voluntad por medio de aquella augusta asamblea . Se
compraron cuarenta y nueve casas , se gastaron inmen

( 1) Ses . 23 , cap . 18 , De reformat .


186 -
sas cantidades y se elevó majestuosamente el célebre
colegio de Corpus Christi. El bronce , el marmol , el jas
pe , el oro , los mas primorosos esmeros de la pintura
y una gran renta , todo se empleó con liberal profusion.
Lo sabio de las constituciones de esta escuela clerical
corresponde á su suntuosidad . Se verán salir anualmen .
te de este seminario de virtudes , de talentos , de viva
fé y de piadosa devocion ministros que algun dia serán
la luz de la iglesia y la edificacion de los pueblos. Juan
de Ribera no solo cumple , sino que añade mucho a las
miras y objeto del concilio de Trento. El quiere que
su colegio no solamente se destine á la educacion de
los jóvenes que aspiran al sacerdocio , sino que llegue á
ser el ejemplo y modelo del aparato , gravedad y devo
to recogimiento en la celebracion de los sagrados mis
terios y los santos oficios. Quiere que sea un elocuente
perpetuo convencimiento y reprobacion de los sacríle .
gos errores de los protestantes y un desagravio semanal
de los ultrajes cometidos contra el inefable sacramen ! o
de nuestros altares por las profanaciones de los impíos.
Asi nuestro Ribera obró siempre lo bueno , lo recto s
lo verdadero delante del Señor su Dios , promoviendo
de lodos modos el culto y ministerio de su casa segun
la ley y las ceremonias , queriendo buscar á Dios con
todo su corazon . Asi lo hizo y asi lo consiguió.
El varon apostólico és infatigable , y en sus peno
808 afanes encuentra nuevas fuerzas su actividad . El
patriarca de Antioquia no se limita a formar con su
educacion jóvenes que se dediquen al sacerdocio , sino
que se aplica á perfeccionar á sus coadjutores en la
conducla que han de observar para la santificacion de
las almas. Se convocan y celebran muchos sínodos en
que se corrigen los abusos, se precaven los peligros de
la fé , se manda el cuidado y decencia del culto públi
co , se explican las reglas de una sana moral , se renue.
van las leyes canónicas y se anima y esfuerza el fervor
de los párrocos. El arzobispo de Valencia no se conten
ta con dar copiosas limosnas á muchas casas de religio
- 187
Sos muy ocupados en Dios y poco en buscar los me
dios para su subsistencia , sino que funda otras de nue .
vo. La pública fama le hizo sober las pasmosas auste
ridades , la ardiente caridad , la constante aplicacion al
estudio de las sagradas letras y zelo verdaderamente
apostólico de los discípulos de una reforma que casi
acababa de establecerse en el orden seráfico. Solicita
ansiosamente enriquecer al reino de Valencia con estos
hombres evangélicos. Por sus afanes y magnífica libe
ralidad se fundó en esta ciudad el convento de la pre
ciosa sangre de Jesucristo , y muy preslo Magamagrell,
Albayda , Onteniente , Alicante , La Olleria , Segorbe,
Castellon de la Plana y San Mateo posegeron colonias
de esta congregacion , en que hasta ahora la mas fer
vorosa piedad ha estado siempre unida á los mas soli.
dos conocimientos y ó las mas constantes tareas del
apostolado. La admiracion que le inspira al prelado su
fundador , la vida laboriosa y mortificada de estos son
tos religiosos le induce a hacer que vengan junto a los
muros de su metrópoli algunos de ellos , zelosos de su
regla é imitadores de sus virtudes. Aun no se contenta
con esto : tiene noticia de que muchas religiosas do
otros diferentes institutos aspiran a la mas alta per
feccion y desean dedicarse á mayores mortificaciones
y mas grande soledad que la que habian observado
hasta entonces conforme á sus constituciones. Estable
ce pues una nueva reforma bajo el nombre de agusti
nas descalzas; les da leyes dictadas por la inimitable
Teresa de Jesus , de quien dice que es mas que mujer,
que le deben mas que a la madre que las parió , y las
manda leer sus libros como dictados por el Espíritu
Santo hasta penetrarse de su magnanimo espíritu. Al
coy , Denia , Valencia , Almansa , Requena , Beniganim ,
La Ollería , Segorbe , Javea quedan edificadas con la
santidad y santificadas con las oraciones de estas espo
sas de Jesucristo , que llegaron a ser sus habitadoras.
La liberalidad de Juan de Ribera es inagotable , co
mo igualmente su zelo por la santificacion de las almas
-188
y gloria de Dios. Amaba tanto al hermano Franciico
del niño Jesus , carmelita descalzo , que ofrece dejar el
orzobispado y retirarse con él á una soledad si la reli
gion se le deja en su compañía ; y no pudiendo lograr
su deseo se asocia con él y entre los dos levantan el
convento de san Gregorio para recoger en él las des
graciadas víctimas de la seduccion y del crimen , que a
imitacion de la Magdalena quieren borrar sus manchas
con lágrimas de arrepentimienlo. Fundóse otro con.
vento para los dignos hijos del glorioso Pedro de Al .
cántara, fieles retratos de su padre. Tambien por la
aplicacion y zelo de nuestro patriarca se establecieron
en Valencia los aguslinos descalzos , y sus puras y
santas manos colocaron en su templo una joya de infi
nito valor en la devota y adorable imagen del santisi
mo Cristo de la fé. Los pacientes hijos de Elías , los
fieles discípulos de san Juan de la Cruz y las hijas es
pirituales de santa Teresa tuvieron una gran parte en
su predileccion y en sus beneficios. Todos ellos tenian
el mayor derecho asi por su eminente sautidad como
por la amistosa y cristiana correspondencia que le unia
å su fundadora santa Teresa de Jesus ; pues sin em
bargo de vivir esta gran santa española, fue para él lan :
cierta su canonizacion , que entre varias rentas que de
jó con porciones dobles para celebrar algunas festivida
des de santos, incluyó a la madre Teresa para cuando
fuese canonizada, segun dice el venerable obispo de
Tarazona don Diego Yepes en el prólogo de su vida.
¿ No os parece, ogentes , que alabando yo al bealo
patriarca Juan de Ribera he alabado al mismo liempo
en el muchos grandes hombres ? Otro tanto se multi
plicarán los rasgos de su gloria . Pero me falta aun ha
blar del mas hermoso de todos ellos , de aquel que co
rona todos los otros. El patriarca arzobispo muere , y
el sepulcro de su mortalidad viene á ser el teatro de
su mayor dicha y poder. Su ocaso es como el del padre
de la luz , á un mismo tiempo brillante y majestuoso.
El uno desaparece de nuestro hemisferio para iluminar
189
un nuero mundo , y el otro se aparta de la tierra para
ir á habitar la celestial morada . Sus preciosas reliquias
son objeto de veneracion para todas las almas piadosas ,
y profetizan despues de su muerte (1). Su invocacion
obra una multitud de milagros , cuya autenticidad
aprobó la suprema cabeza de la iglesia y colocó su
nombre entre el de los bienaventurados heroes del
catolicismo.
Ved aquí, señores , aquel hombre singular que
ilustrado con la luz de la religion practicó las mas só
lidas virtudes. ¿ Habeis descubierto en su conducta las
impertinentes nimiedades de la supersticion , ni las ar .
rogancias de la impiedad ? ¿ No habeis mas bien notado
la alegria de la verdadera devocion y la humildad del
cristianisnio ? Ved aquí aquel hombre extraordinario,
que sostenido con la fuerza de la religion hizo brillar
el mas sólido talento . ¿ Habeis reconocido acaso en la
solicitud y administracion de sus empleos las intrigas
de la ambicion ó las perfidias de una folga política ?
¿ No habeis visto al contrario la indiferencia de un
hombre de bien respecto a las dignidades y su legali
dad en el ejercicio del poder ? ¿No clamareis con el
padre san Aguslio y direis : « Aquellos que pretenden
» ser la doctrina de Cristo nociva a la felicidad de la
» república , que nos den reglas tan justas é integras
para formar magistrados y jueces tan desinteresados
» como los exige y pide la doctrina de los cristianos ( co
» mo un Juan de Ribera) ; y despues sostendrán , si se
vatreven , que la moral evangélica es incompatible con
vel bien de la república (2) ? » No, no , la falsa sabiduría
del siglo no podia producir semejantes maravillas. Es
(1 ) Ossa ipsius visitata sunt , et post mortem pro
phetaverunt (Eccli . XLIX , 18 ) .
(2) Qui doctrinam Christi adversam dicunt esse rei
publice ..... dent tales provinciales , tales parentes , ta
les dominos ..... tales judices ..... quales esse præcepit do
ctrina christiana , et audeant eam dicere esse adversam
reipublicæ (S. August . , epist. 138 , n . 15) .
- 190 -
tas no pueden ser efecto sino de la Gel práctica de las
obligaciones del catolicismo. Nada perfecciona lanlo las
virtudes oi fecunda tanto los talentos como la verdade.
ra religion . La vida ejemplar y sabio gobierno de Juan
de Ribera fueron obra de Dios. La una y el otro mere.
cen nuestra admiracion . El fue verdaderamente aquel
hombre enviado del cielo para dar testimonio de la luz.
Fuit homo missus à Deo.
Pero guardemonos bien de limitarnos á los frios
afectos de una esleril admiracion . Venerar á un hom .
bre grande y no procurar imitarle es un culto farisaico;
pero admirarle y serle semejante ese es el culto y esos
son los homenajes de un verdadero cristiano . 10 valen
cianos , pueblo afortunado, para quien Juan de Ribera
tuvo y teodrá siempre el afecto y benevolencia de un
buen padre ! Ah ! No olvideis jamas a este hombre in .
comparable , que habiendo sido con duplicado motivo
vuestra cabeza jamas dejó de hablaros el lenguaje de
Dios y el de una autoridad enteramente paternal . Con
templad muchas veces las circunstancias de su admira
ble vida y los prodigios de su santa muerte ; pero sobre
todo imitad su espíritu de religiou. No os dejeis enga.
ñar de los sofismas y máximas extranjeras. ¡ Ah ! Si Yog
otros conservais sin alteracion el depósito de la fé, que
fue siempre su antorcha y su guia , cerrareis los oidos
á esas profanas novedades de palabras y engañosos ar
gumentos de una falsa ciencia, que á tantos otros ha
hecho sacudir el yugo del Evangelio. Vosotros logra
reis con perfeccion , cada uno en vuestro estado , las
virtudes de un humilde cristiano y los talentos de un
ciudadano fiel , mereciendo la doble corona que Dios,
autor de la fé y fundador de los imperios , tiene pro
metida a aquellos que por principio de religion aman á
su Criador y sirven á su patria ; aquella corona inesti
mable de la iomortalidad y gloria eterna que yo os de
seo. Amen .
- 191 –

SERMON DE LA NATIVIDAD DE MARIA SANTISIMA.

(DEL M. R. P. MTRO. FR. JUAN FRANCISCO DB Velasco.)


Maria de qua natus est Jesus.
Math . , t .

Si yo no he entendido mal las palabras con que


nos habla la iglesia del misterio de esle dia , verdadera
mente manifiesta en lo que dice que la dirige aquel
espíritu divino , que tiene ciencia de voz. Ningunas
otras mas llenas , ningunas mas perceptibles podia yo pro
poneros. « Celebremos, dice, el nacimiento dignisimo
» de la felicisima Virgen : celebremos con gozo.» Estas
son sus expresiones que me obligan á decir : ¡ Gracias
á Dios , que se ha dignado de honrar nuestra paturaleza
envilecida con un individuo que fuese dignisimo de
nacer ! Sin embargo de valer tan poco el mundo y todo
lo que hay en él, nacemos sin méritos a un para verle.
Degradados de aquel honor que nos correspondia por
herencia de nuestros primeros padres , y herederos 80
lamente de su culpa y de su infamia nacemos en la
necesidad de decir que no somos siquiera acreedores
á aquella escasez miserable con que nos recibe el
mundo. El mas feliz hijo de Adam tiene suficiente mo
livo para no ensoberbecerse en la memoria de la mi
seria en que esluvo. Solamente esta felicigima criatura
nació con dignidad para nacer, con méritos para gozar
de este mundo y sin que la memoria de lo que habia
sido desde el primer instante de su ser pudiese impe
dirle el gozo. ¡Gran dignidad ! Singular privilegio de
Maria ! Esto nos dice la iglesia con decirnos que cele
bremos el nacimiento digoisimo de Maria : esto nos dice
y dice mas.
No consiste su dignidad solamente , si lo mirais
con reflexion , en que fuese digna de gozar las felicida
des de la tierra , sus delicias , sus honores. En realidad
192
son muy vanas para ensalzar por su mérito la dignidad .
Dad otro nuevo significado á esta voz dignidad , y ha
llareis otra nueva en la felicisima Virgen . No sola
mente nacemos sin dignidad para gozar las felicidades
de la lierra , sino en peligro imminente de ser mas
indignos cada dia. A esto nos provoca el mundo con
todo lo que hay en él , con lo bueno y con lo malo ; con
lo bueno , moviendo nuestro deseo con demasiada ve .
hemencia , y con lo malo , alerrandonos con sobrada
tiranía . Ademas deniro de nosotros mismos tenemos
olro mundo , aunque menor , mas desarreglado y menos
docil : es deciros que en el caso de nacer no eramos
dignos de nacer en este mundo , porque no es propor
cionado á nuestra miserable condicion : necesitabamos
otro en que no fuesen tantos los peligros. Mas só bon
dad del Señor ! 10 dignidad de Maria ! Nació con dig
nidad de nacer , y de nacer en este mundo ; su alma
Do solo santificada , sino llena de la gracia del Señor,
miraba á su bien hechor como á único objeto suyo. En
su bondad se complacia y alegraba de tal modo , que
no solamente conformaba su voluntad con la voluntad
de Dios hasta obedecer sus preceptos , sino hasta lison
jearle tambien . Lo digo.con esla voz , que es con la
que explicó Tertuliano el modo con que Dios es digno
de ser amado de nosotros (aunque no nos pida tanto ),
у la única con que os puedo dar alguna idea del modo
con que le amaba y le servia la santisima y felicisima
Virgen . Exenta de aquella general ley del pecado ori
ginal logró otra infinidad de privilegios , con que Dios
la distinguio de los demas hijos de Adam ; de tal modo
que distinguiendose los demas santos entre si , al modo
y no mas que sobresale una estrella sobre otra estre
la , sobresalió entre todas como el sol . Şu exterior era
la mas bella imagen y mas cabal de la misma honesti
dad y virtud ( 1 ) : esto era lo menos bueno . Su comer
( 1 ) S. Ambros., I. 2 de virginibus , cap . 2 , num . 6
et 15. De qua velut in speculo refulgeat species castitatis ,
et forma virtutis..... Hæc est imago virginitatis .
193
cio en este mundo y sus pasos fueron tales , que no
lanto debemos decir (1) que levantaba sus pies , como
que hacia subir de grado en grado la virtud , el méri
to y la diguidad ; digamos , y diremos bien , que vida tan
celestial merecia haber nacido en la gloria ; pero diga
mos tambien que solamente con tanta plenitud de gra
cia y tanla solicitud en conservarla se puede vivir con
seguridad en este mundo ; y que nosotros no hubiera
mos podido formar idea de la dignidad de la Virgen á
no verla comprobada en él. Esto tambien dice la igle
sia con decirnos que celebremos el nacimiento dignisi
mo de la felicisima Virgen , y aun entiendo yo otra cosa .
Algo mas dice la iglesia con decirnos que le cele
bremos con gozo. No dice que le celebremos por gran
de , por admirable solamente , sino por util tambien , por
necesario. Fue dignisimo su nacimiento, porque fue como
el mundo le necesitaba. Nació , amados oyeoles , no
para disfrutarle, sino para socorrerle. Para esto nació
la felicisima Virgen ; y tan feliz en esto como en lodo,
al punto mudó el mundo de semblante. La complacen
cia de Dios en la bondad de su alma se fue extendien
do á todo el género humano , y sus intercesiones y
ruegos facilitaron el remedio de todas nuestras mise
rias. La fuente de la vida que no regaba la tierra por
los eslorbos con que los hombres embarazaban el riego,
empezó a correr por este conducto anchuroso que sin
diligencia ajena se preparaba á recibir y comunicar
las aguas de misericordia. Con su nacimiento halló el
mundo el consuelo que buscaba y no encontraba . De
todos estos tres modos fue digno su nacimiento y dig
nisimo de consiguiente. Nació digna de gozar las feli
cidades de la tierra : nació con la plenitud de gracia
necesaria para vivir con seguridad entre los peligros
de este mundo: nació y vivió con mérito para sí y para
nosotros .
(1) S. Ambros . De virginibus , cap . 2 , núm . 9. Non
tam vestigium pedis tolleret, quàm gradum virtutis ad
tolleret .
T. 57 . 13
-194
Por tanto , fieles , yo dydaba si deberia hoy seguir
alabando la omnipotencia , bondad y sabiduría de nues
tro Dios , que produjo en una descendiente de Adam
tanta gracia , o dando parabienes á la felicisima Virgen
por la grandeza á que la elevó el Señor , ó a los hom
bres por haber hallado su alivio , su remedio y su con
suelo . A vosotros , fieles, ¿ qué os parece ? ¿ Cuál de estos
tres asuntos juzgais que será mas propio ? ¿ Cuál mas
util ? Tau facil es hablaros de uno como de otro ; pero
es imposible de todos sin cansarme y sin cansaros , y
acaso sin confundirme y confundiros . ¿Y quién podrá
hablar dignamente aun de uno solo ? Su dignidad en la
primera y segunda explicacion dice el modo con que
distinguió Dios a su madre de todo el género humano :
en la tercera el modo con que ejecutó los designios
del Señor . En esta es mas acomodada á ouestra capa
cidad , al título de esta imagen , á la casa en que os
hablo , á las intenciones de este ilustre cabildo , á nues
tra condicion tambien demasiadamente interesada. Ha
blaré de ella solamente , y seguiré explicando el cántico
ó antifona de la salve que os empecé á explicar un
año há. Dije entonces que la llamabamos con razon
reina y madre de misericordia , porque hacia miseri
cordias como reina y misericordias como madre. Aho.
ra diré que es nuestra vida y dulzura . Ved todo el
asunto y division en estas pocas palabras. La madre de
Dios y nuestra nació para que fuese nuestra vida y
nuestra dulzura tambien . No fue menos necesario su
nacimiento que para darnos la vida : no hizo menos
que darnos vida y dulzura . Vos , Señor , que quisisteis
hacer participaote à vuestra madre de estas dos pre
rogativas que eran propias de vuestra omnipotencia
y bondad , concededme que las haga yo patentes. Vos,
madre de misericordia tan pronto eo hacerlas con los
bombres , alcanzadme de vuestro hijo esta gracia por
las súplicas de mi auditorio que os invoca diciendoos
con el angel : Ave , Maria.
Uoa de las máximas demasiadamente usadas es
- 195
que la naturaleza no falta en lo necesario. Por esto y
por no decir que eran imperfectas las hechuras del
Criador imaginaron algunos que Dios habia concedi
do á la waturaleza cuanto era necesario para llegar á
aquel grado de estabilidad y perfeccion que podia le
ner. Confiesan que para el logro efectivo es necesaria
la solicitud del hombre , porque sin ella no se percibi .
rá de las cosas naturales aquel fruto que está encer
rado en sus entrañas. De estos principios infirieron por
consecuencia precisa que el hombre se basta á sí y
que para ser feliz no necesita otra cosa que saber
aprovecharse de las cosas naturales que Dios nos da
producidas. Asi infirieron algunos en lo fisico , en lo
político y en lo teológico.
No parecia creible que hubiesen aplicado la máxi .
ma basta deducir de ella consecuencias tan patente
mente absurdas , tan repugnantes à la razon natural
y á la verdadera teologia en sus mas incontrastables
verdades. Yo confesaré , señores , que la naturaleza no
falta en lo necesario , entendiendo por necesario lo que
ella necesita dar, lo que Dios quiso que diese y del
modo que lo arregló por su alla providencia. Mas ne
garé que aun ayudada de ouestra aplicacion y diligen
cia pueda la uaturaleza satisfacer nuestros deseos , ni
aun socorrer las necesidades mas precisas. Ni para la
comodidad , fieles, ni para la salud , ni para la vida al
canza la naturaleza , aunque se apuren sus minas y se
conozcan todas las virtudes de las gerbas , á no contar
entre las obras de la naturaleza á la que mas es efec
to de los esfuerzos de la gracia , á la santisima Virgen,
Aun la inmortalidad que Dios concedió al estado de
la inocencia era una inmortalidad muy mortal , por
que vi era efecto de la naturaleza , ni podia conservar
se sin nuevo favor de Dios. Ni Dios concedió á lodas
las cosas la disposicion y virtud para llegar al grado de
felicidad , ni se privó de suspender y frustrar las virtu
des naturales cuándo y del modo que gustase. No se
entregó a un ocio eterno al séptimo dia de la creacion
:
196 -
del mundo. Está obrando continuamente y con suma
independencia y libertad. Mas no por esto podemos
quejarnos de la naturaleza , ni de la providencia del
Señor . Su providencia siempre justa , siempre santa
y adorable nos concedió un soberano suplemento en la
mediacion de su gantisima madre. Quiso para mayor
consuelo nuestro y mayor satisfaccion tuviese parle
en la distribucion de sus gracias y que fuese primero
nuestra vida y despues nuestro consuelo.

VIDA .

Al modo que Dios nunca nos manda imposibles, por


que ayuda dando fuerzas si el hombre llega á rogar;
asi sucede muchas veces en las felicidades temporales.
Al modo , fieles , tambien que cuando Dios por sus al
tos fines y juicios no da las fuerzas para obrar habien
do sido rogado , mitiga entonces el precepto , de modo
que nunca se unen oracion , imposibilidad y obligacion
del precepto ; asi con bastante semejanza obra en las co
sas temporales. Las ofrece, tiene voluntad de darlas;
pero quiso que fuese necesario el ruego. 10 buen Dios!
Si aun asi nos acordamos tan pocas veces de invocaros ,
¿ qué seria si hubieseis dejado pendiente solamente nues
tro alivio de la disposicion de las causas naturales que
obran sin alteracion ? Si con tantos documentos y expe
riencias es demasiado frecuente el que se ocurra á otros
hombres lo que a aquel impío que decia ( 1): «Mis ar
„bitrios y mi industria me han colocado en la altura en
o que me veo..... Yo soy el autor de mi dicha ; » ¿cómo
pensariamos , fieles , á depender de nuestro cuidado so
lamente la satisfaccion de nuestras necesidades y gus
tos ? Alabemos la sabia y conveniente disposicion del
Señor en aquello mismo eu que nos parece escaso , y co

(1 ) Deuter., c . 32, v . 27. Manus nostra excelsa et non


Dominus fecit hæc omnia , et Ezeq . , c . 29 , v . 3. , et di
ces : Meus est Auvius, et ego feci me metipsum .
- 197
nozcamos en ello mismo ventajas. Limites tiene y no
pocos aquella máxima que dice: que no falta la natura
leza en lo preciso; pero tiene suplemento muy activo.
No serian tantos los miserables y enfermos á bus
carse la naturaleza á sí. Seria consuelo molesto decir á
todos los afligidos (como respondió Job á los amigos (1 )
que querian consolarle) que por falta de su industria
ó por su culpa padecian la afliccion . No nos repetirian
tantas veces las escrituras sagradas aquellas ó equiva .
lentes palabras : « Pedid , orad y recibireis.» Si con nues
tra diligencia pudiesem os socorrernos; no nos hubiera
dado nuestro divino maestro aquella importantisima lec
cion de que diariamente pidiesemos el pan de cada dia
á Dios , enseñandonos en el modo de pedir que nuestra
diligencia no alcanza ni aun de un dia para el siguiente.
No acusarian al rey Aşá (2) porque en la enfermedad
de que murió , fio demasiado en el favor de la medici
na. No dirian : «Ruega al Señor (3) y sanarás.» No bu
biera dicho Dios al rey Abimelec (4) : « Abraham rogará
»por ti , y viviras.» ¿ Para qué rogar á Dios si está en
nuestro arbitrio conseguir lo que queremos ó lo que
necesitamos al menos ? Pedir milagros para aquello
á que alcanzan nuestras fuerzas , es querer que Dios
aplauda nuestro ocio ; es lentarle. Y no sé qué nom
bre deba dar al decir que Dios nos manda pedir ; pero
que no quiere dar ; y que diciendo : Pedid y recibireis;
es la peticion inutil . No lo es. La dirigiremos con acier
to valiendonos de la intercesion de su madre , poderosa
con su hijo y tan misericordiosa con los hombres , que
mas desea dar que ser rogada.
( 1 ) Job , c . 16 , v . 2. Consolalores onerosi omnes vos
estis.
(2) II Paralip. , c . 16, v. 12. Agrotavit etiam Asà anno
trigesimo nono regni sui dolore pedum vehementissimo , et
nec in infirmitate sua quæsivit Dominum , sed magis in
medicorum arte confisus est.
(3) Eccles. , c. 38, v . 9.Ora Dominum etipse curabit te .
(4) Genes . , c . 20 , v . 7. Et orabit pro te et vives.
- 198

Confesemos que los que juzgan que la naturaleza y


nuestra solicitud son las dos únicas raices de nuestra
felicidad , merecen igual aprecio que los autores de la
piedra filosofal , porque son igualmente vanas sus pro
mesas. Consultemos la medicina en nuestros males , por
que son sus profesores el primer recurso que quiso tu
viesemos para vivir ; mas no tengamos la confianza re
prensible de Asá , ni dejemos de atender a aquellas pala
bras : « Ruega á Dios y sanarás. » Tenemos en la santi
sima Virgen otro médico de superior inteligencia a los
Oros , los Celsos , los Esculapios , Hipócrates y Galenos.
Este dictado da á nuestra señora la antifona de
la salve , y su frecuente repeticion por los fieles y su
uso universal en la iglesia demuestra claramente su
verdad . Bien pudiera yo deciros que al modo que el
haberse oido en el mundo las músicas con que celebra
ban los ángeles en el cielo el nacimiento de la gantisima
Virgen , fue la causa de haber maudado la iglesia le ce
lebrasen sus fieles , asi aprendió tambien de los ángeles
este modo de alabarla y de invocarla llamandola vida
nuestra . Pudiera añadir lambien que aprobó esta ora
cion el papa Eugenio III . Pudiera deciros olras cosas
con que quedaseis persuadidos á que fue invencion ce
lestial y prodigiosa la composicion de este cántico ad
mirable ; pero nada de esto es necesario. Su uso por se
lecientos años en la iglesia confirma admirablemente su
verdad . No pudo , fieles , la iglesia recomendar con ma
yor solemnidad la invencion , ni manifestar tampoco que
llamarla vida nuestra era titulo debido a la santisima
Virgen . No usa , fieles , la iglesia ni puede usar oracio
nes supersliciosas ó vanas.
En realidad no dice mas este cántico que lo que
habian dicho antes los santos que precedieron a la in
vencion y los que se siguieron despues. No solamente
leemos en san Agustin aquella grande expresion en que
dice que hablando de los honores y prerogativas de la
Virgen no debe haber otro límite que el de la omnipo
tencia de Dios , de modo que juzgaba el santo por legi
199 -
tima esta consecuencia. «Pudo Dios ; luego lo hizo ;»
sino que leemos tambien que hubiera destruido al mun
do á no ser por la intercesion de su madre (1). No viviria
mos , fieles, sino por su mediacion. Asi hablaba san
Agustin; en lo que constan dos cosas ; el poder que dió
sobre nuestra vida a su madre , y el uso que hace del
poder. Quiso Dios , dice san Bernardo , que cuantos fa
vores nos habian de venir de su omnipotencia y bondad
fuesen por la mediacion de su madre (2) ; y nadie llega
á rogar , en vano. 10 Dios benigno10 amabilisima se
ñora ! ; O gracia singular de Dios! ¡ 0 desempeño de
Maria ! Vida nuestra es por poder darla y vida nues
tra es porque la da , y por todo la mas digna de lla
marse la madre de los vivientes , como la llamó son Epi
fanio ; aliento y respiracion del hombre , como la lla
maron otros santos ; ó vida nuestra , como decimos en
la salve. Conociendo este poder dijo el patriarca de
Constantinopla san German (3): «Nadie se salva si no
» por tu intercesion ;» y persuadido á lo mismo dijo sanı
Buenaventura : « El que vos quereis se salva , el que no
» irremediablemente perece (4 ).» Quereis , fieles , mas
testimonios, despues de estos tan claros y definiti
vos ? Yo os daria los que han dicho en contrario ; pero
¿ quiénes ? A quellos que dieron entre otras esta señal
de su reprobacion eterna , los herejes. Estos solamente
amando su muerte negaron a la santisima Virgen el
que era nuestra vida ; pero vosotros no querais oirlos y
hareis bien. Ni yo os lo he acordado á otro efecto que
para que sepais en qué lista se han de poner los que qui
sieran negar este dictado a la santisima Virgen .
( 1) Serm . de Assumpt. Nisi tanta intercessione mun
dus fulciretur, justo Dei judicio subversus jam fuisset.
(2) Serm . infraoct. Assumpt. et serm . de Nativ . V.M.
( 3) Oratione de Deipara: Nemo salvatur nisi per te ,
Ò Virgo sanetissima ; apud Corn . sup . illud Prov . , cap.8,
V. 36. Omnes qui meoderunt, diligunt mortem .
(4) In Psalterio Virg. Quem vis salvus erit, et à quo
avertis faciem tuam, ibit in interitum ; apud Corn .
- 200

Lo que no debo omitir es deciros que no entendais


las expresiones de la vida espiritual solamente de una
y otra , de la espiritual y corporal he hablado universal
mente. De una y otra hablaron san Agustin y san Ber .
nardo ; para una y otra usa la iglesia rogar a la sanli
sima Virgen .
La conexion de los bienes del cuerpo y del alma , de
los de la gracia quiero decir y de los de la naturaleza ,
será siempre y siempre ha sido ocasion de errar lasti
mosamente si se precipita el juicio. Yo no me contem
plo en la necesidad , como algun dia san Juan Crisósto
mo , de tener que persuadir a mi auditorio que no es
el diablo el que gobierna este mundo , sino Dios ( 1 ).
Sabeis muy bien esta verdad , y ella sola debe mitigar
nuestra amargura y nuestra queja . Tampoco permite el
tiempo manifestoros lo que en libros enteros dice san
Agustin en este punto (2) . Baste insinuar que el santo
prueba con las historias mismas profanas que los males
que atribuian á la profesion cristiana eran ficciones de
aquellos mismos que habian recibido de ella beneficios
temporales; razon por que dice que con ingrata so
berbia y con locura muy impía resistian con perver
sidad que seria castigada con linieblas sempiternas , la
profesion de cristianos , la que confesada por ellos
mismos algun dia , aunque con boca falaz , les habia da
do nada menos que la vida (3). No os diré yo que Dios
distingue á los buenos con las felicidades de la tierra;
lampoco el diablo puede hacer que sean para los malos
solamente ; andan entre los buenos y los malos. Hom .
bres ricos hay buenos ; hombres ricos hay malos : po

( 1 ) Hom . I de diabolo gubern ., t . 2 , editionis parisien


sis 1718 à fol. 246.
(2 ) De Civit. Dei , lib . 1 , 2 et seq .
(3 ) Lib . 1 de Civit.Dei, cap . 1 in fin . Et nunc ingra
tå superbid, atque impiissimd insanid, ejus nomini resis
tunt corde perverso , ut sempiternis tenebris puniantur,
ad quod nomen ore , vel subdolo conſugerunt, ut temporali
luce fruerentur.
E
-201
bres hay verdaderamente humildes ; pobres hay fasti.
diosamente soberbios ; pero es preciso confesar que aun
en esta vida ha castigado muchas veces Dios como de
su mano las impiedades y hecho felices á los buenos,
sin que esto sea decir que vivimos en el estado de la
ley antigua , como no ha faltado quien diga con mas
donaire que verdad ( 1 ) . Lo que os aseguro es que ape
nas hay verdad mas repetida ni mas expresa en el vie .
jo y nuevo testamento que esta : busquemos lo pri
mero el reino de los cielos , y las demas cosas que nece
sitemos nos las dará Dios por añadidura : no nos turbemos
por la solicitud de los bienes temporales ; pues sabe
Dios que necesitamos de ellos .
Pensar , de olro modo , amados oyentes, es princi
pio tan ruinoso como aquel que os referí al principio, de
que se basta á sí el hombre. Prometido ha Dios en el
ouevo testamento á los que le buscan lo necesario. Es
verdad que no ha prometido mas ; pero lo demas es su
perfluo. Yo de la vida he estado hablando , bien sin duda
el mas preciso entre todos. Tambien , direis , nos njega
esta el Señor y decreta á lodos la muerte. Es verdad ;
pero tambien es cierto que no se necesita vivir en este
muodo eternamente ; seria joutil , seria nocivo , aun ba
blando políticamente. 10 buen Dios ! ¡ Qué verdaderas
nos parecerán siempre vuestras promesas ! ¡ Qué res .
petable vuestra providencia si nos detenemos á reflexio
nar los hombres ! Quisiera, fieles, se os quedaran muy im
presas estas dos proposiciones: 1.a que reservó Dios
al mérito de la oracion y la intercesion de su madre el
darnos algunas veces los bienes espirituales y tempora
les : 2.a que al que busque el reino de los cielos se
le añadirán las demas cosas que necesite á diligencias
de Dios. Basle esto para la primera parte , en que pro .
puse que era la santisima Virgen nuestra vida . Diré
algo brevemente de la segunda , en que propuse que era
nuestra dulzura .

(1) Fleuri , Disc . hist . , 3 , c . 3 , f . mihi 83 .


- 202

DULZURA .

No ignoro yo que es difícil persuadir con argu


mentos al que no lo está por experiencia , de la dulzura
de las cosas. ¿ Qué , si eslá persuadido á lo contrario?
Tan desemejantes son los gustos de la voluntad como
los del paladar ; y estos lo son de lal modo , que lo que
es dulce y sabroso para unos , es desabrido é insípido
para otros. En ninguna otra materia es mas expuesto
el definir por el número de votos , ni menos eficaz el
persuadir. Se tiene por asunto deplorable mover cues
lion sobre gustos . Mas con todo si quereis conceder un
principio , á que no se podrá resistir vuestro entendi .
miento por el amor innato a la verdad , será facil con
venceros que hallareis dulzura en la santisima Virgen,
No os pido sino que prefirais el voto de aquellos que
tengan el paladar bien templado , que hablen por expe .
riencia y que digan lo que juzgan. Esta es la condicion
sola que os pido , en que es preciso convenga todo aquel
que no tuviere abandonado el pudor y tan desarregla
do el juicio , que tenga el antojo por ley. Esto basla , por
que , amados oyentes , segun el voto de los santos , á
quienes ni negareis tenian los afectos bien templados,
ni el que hablasen por experiencia , ni el que dijesen lo
que seolian , está llena de dulzura . Os admirariais de
las expresiones de san Efren , de san Ambrosio , sao
Ildefonso , san Bernardo y otros santos. Hablan embe
lesados en su amor . En realidad si atendemos á todo
aquello que nos puede hacer dulce á una persona , sus
gracias , su mansedumbre , su humildad , sus oficios en
nuestro obsequio , su solicitud por nuestro bien , son
muy debidas las expresiones de los santos y aun mayo
res. Me veo precisado á callar sus expresiones por
aquella razon de economía con que se deben propo
per aun las palabras de la sagrada escritura y á no
discurrir por los motivos en particular que nos ha
cen dulces los objetos, por la brevedad del tiempo . 10
- 203

madre amable , lo que habia que decir ! Si supierais ,


fieles , lo que callo ! Os diré una cosa solamente , muy
conforme a lo que tengo ya dicho .
Ninguna cosa dispuso Dios de mayor honor y de
mas gusto para nosotros que el decirnos le roguemos.
Asi lo dice el autor de las dos Homilías sobre la ora
cion ( 1 ) , dignas de san Juan Crisóstomo. «Nos dejó
» Diosdice , en esta necesidad por ponernos en la nece
» sidad de llegar al sumo honor y sumo gusto. Criados
» para gozarle en la patria , quiso que lograsemos en
» este mundo alguna parte en el trato cuotidiano y fami
» liar.» (¿Entendiais vosotros asi esto? ¿ Significan esto
las agrias y frecuentes quejas de que es cosa recia tener
siempre que andar con las imágenes acuestas?) « En
» todo lo demas , prosigue, somos inferiores á los ángeles.
» Nuestra naturaleza y la suya se diferenciao en mucho;
>> pero en la oracion somos iguales. ¿ Y qué gusto no es ,
mañade, vernos solicitados por el mismo Dios para este
» honor y convidarnos á que le hablemos en estilo fa
» miliar , como cada uno pueda , y pida su necesidad ?....
» Pues ademas de este honor y de este gusto se añade
» la utilidad ; agunto que mereció le predicase un dia
» ouestro redentor Jesus y sobre el que dijo asi (2 ):
» Habia urr juez en cierta ciudad , que ni lemia á Dios ,
» ni tenia atencion ni respeto con los hombres : llegaba
» frecuentemente una viuda á pedirle justicia de un agra
» vio. Sordo por muchos dias á los ruegos dijo en su
» interior finalmente : aunque soy hombre que ni temo
» á Dios , ni tengo respeto a los hombres , haré justicia
wá esta viuda, porque no venga nuevamente á molestar
» me. Mirad , dijo entonces nuestro redentor Jesucristo,
» lo que pudo la oracion en este juez tan inicuo. ¿ Y no
» vengará Dios los agravios de sus escogidos que claman

( 1 ) Admonitio Montfaucon in duas deprecationis ho


milias, t . 2 operum S. Joan . Chrysost . , edit. Paris . 1718 ,
f. 778 .
( 2) Luc ., c . 18 à v . 1 ad 8 .
- 204
»de dia y de noche ? ¿ Se hará sordo ? Os aseguro aña
»dió , que los defenderá prontamente.» He propuesto
con alguna extension el discurso del autor de la ho
milía , aunque por no moleslaros he omitido muchas
cosas que eran dignas de decirse.
Os confieso que por la parte de honor no me atre
veré yo á deciros que nos hizo Dios mas honor en de.
jarnos en la precision de que rogasemos á su sontisima
madre ; pero por la parte de dulzura y mayor satisfac
cion , os diré lo que dice san Bernardo : « Necesita
» bamos de mediador , y no puede haber otro mas
outil que la Virgen (1). Es Dios benigno ; pero es fuego
» que puede consumir al pecador y deshacerle como ce
» ra. Aun humanado conserva la divinidad unida. Can
» tamos su misericordia ; pero tambien su justicia. Le
» enseñó la experiencia de los trabajos á compadecerse
» de nosotros; pero ella misma le adquirió el derecho
» de juzgarnos ( 2 ). ¿ Cómo no ha de recelar el pecador
» la potestad ? Mas en Maria nada hay que le couse so
» bresalto. Toda es suave : todas sus dotes son de pie
» dad y favor, de misericordia y mansedumbre. Oirá,
» dice , à la madre el hijo y oirá despues al Hijo el Pa.
» dre. Esta es , hijos, la escala de los pecadores ; esta es
» mi grandisima confianza. Este es el fundamento todo
» de la esperanza que tengo. Ni el hijo puede dejar de
» ser oido , ni puede dejar de oir.»
Yo reconozco con Tertuliano que ningun padre es
tan padre como Dios ; pero debo confesar que una de
las finezas en que hizo ver que ninguno era tan padre,
fue en habernos dado tal madre que ninguna otra la
igualase en misericordia y dulzura. Demos gracias al
Señor que con benignisima misericordia nos preparo
tal medianera en quien nada tuviesemos que recelar.
Puso á su lengua por ley las leyes de la clemencia y
(1 ) Dom . infraoct. Assumpt. , n . 1 et 2 , et serm . de
Nativ. V. M. , n . 6 et 7 .
(2) Divus Thom ., 3, p. q . 59, art . 3 .
- 205 –
con caridad copiosa se constituyó no solamente patrona ,
sino deudora de todos ; expresion que es tambien de
san Bernardo. ¿ Quereis negar al santo el voto ? ¿ O:
atrevereis á decir que hablaba contra la experiencia?
Si aun no la teneis vosotros; si vuestro paladar sola
mente ha gustado otras dulzuros ; tentod á ver , experi
mentad su clemencia : consullad á aquellos dos grandes
heroes de la caridad , san Ignacio de Loyola y el vene
rable Francisco del niño Jesus ( 1 ) , que tanto tiempo
habitaron esla felicisima casa , debiendo el influjo del
ejercicio de esta virtud á aquella dulzura de Maria que
los llamó á tan santo ministerio siendo fervorosos con
ductos de ella para comunicarla á aquellos jofelices do
lientes, cuyas aflicciones hallaban en uno y otro prodi
gioso enfermero todo su remedio y consolacion : experi .
mentad , repito , la clemencia de esta misericordiosa in
tercesora y confesareis á voces su dulzura .
Mas no teneis que experimentar de nuevo , sino re
flexionar en lo pasado. Si habeis percibido hasta ahora
algun gusto en el Señor y en la virtud , la dulzura de
la Virgen fue el condimento sin esperar vuestros rue
gos. Influye, dice san Bernardo , al modo que el sol,
para iluminar al mundo. Quitad ese cuerpo solar : ¿ en
dónde encontrareis el dia ? Quitad á Maria : lodo esta
rá envuelto en un caos , todo será sombras de muerte
y espesisimas tinieblas. Este fue el designio del Señor
en haberle comunicado tanla gracia , y el desempeño de
esta soberana reina fue cooperar con suavidad . Oye
nuestros gemidos , suple con su mérito el que falta á
nuestra oracion, sabe presentar con oportunidad nues
tros ruegos : sabe..... Pero ¿ qué no sabe , fieles ? Nos
otros somos los que necesitamos saber que es verdade
ramente dulzura nuestra . Nosotros somos los que ne
cesitamos reflexionar que es vida nuestra y dulzura ,
unir devotamente nuestras voces a las de la iglesia que

(1 ) Fueron aprobadas sus virtudes en grado heroico


por la santidad de Clemente XIII año de 1769 .
- 206 -
nos propone esta verdad , y á las de los santos que la
testifican y comprueban . Nosotros somos los que nece
sitamos confesar eslas verdades para no ser ingratos
infelizmente . Repetid , fieles , con confianza la antifo
na de la salve llamando a la Virgen vida y dulzura
nuestra. Invocadla en vuestras necesidades , y tengamos
por felicidad la necesidad de rogar. No fieis en vuestros
arbitrios solamente , ni envidieis á aquellas gentes que
logreo por otros caminos las felicidades de la tierra. No
hallarán en la abundancia la dulzura que vosotros en
los bienes que Dios os conceda por el ruego. Tendrás
estos la excelencia del maná , que asi llamó son Ambro
sio á la santisima Virgen .
Asi sea por vuestra intercesion poderosa , consuelo
de los mortales , vida y dulzura de todo el género hu
mano. Rogad á vuestro santisimo hijo por los que os
consagran estos cultos , imitadores de vuestra miseri
cordia en aliviar á los enfermos. Consolad a estos en
sus males y dadnos a todos vida y salud , hasta que pu
rificadas nuestras almas y cumplido el número de nues
tros méritos seamos dignos de conoceros mejor y ala
baros en la gloria . Amen .

SEGUNDO SERMON DE LA NATIVIDAD DE MARIA SANTISIMA,

( DEL DR . D. JOSÉ VICENTE DURA.)

Mementote quoniam excelsum est nomen ejus.


Isai . 12 , v . 4 .

Si cuantas veces sube un predicador al púlpito á


elogiar á un heroe que por sus obras mereció la eteroa
bienaventuranza , hubiera de formar un verdadero re
trato de su mérito; 1 qué distante estaria siempre de pin
tarle como es en sí y de proponerle á su auditorio con
aquellos mismos realces que le eternizaron ! Pero esto
es imposible al humano entendimiento ; el mérito de los
- 207

santos fue sobrenatural, y como elhombre no puede dig


currir sobre la naturaleza , de aquí es que nunca puede
elogiar á un varon de santidad segun merece conforme
a aquellas prerogativas con que le distinguió entre los
demas la mano benéfica del Señor. Dios solo es el que
verdaderamente puede manifestaroos el mérito de sus
siervos ; aquel amoroso Dios que los colocó en su patria
en premio de sus trabajos , es el que se reservó el co
nocimiento del mérito personal de cada uno de ellos , y
cuando el hombre quiere hablar de alguno, habla solo
por conjeturas , y por mas que se esfuerce á elogiarle,
su elogio no excederá a las tinieblas en comparacion de
la luz del mediodia . Esto es lo que sucede , oyentes
mios , á cualquier predicador que colocado en el lugar
que yo ahora ocupo se ve en la dura precision de ha
blar de lo celestial y de prescindir de todos los obje
tos sensibles y perecederos. Y como le es imposible
dejar de ser hombre y hombre terreno , el mérito de
los santos no recibe todo su valor de sus discursos , y
solo se descubre á lo lejos una idea confusa de sus vir
tudes. Pues recordad ahora vosotros el objeto á quien
consagrais esta mañana estos sagrados cultos , y cono
ced desde luego el discurso que puede pronunciar mi
lengua en este rato. ¿ He venido yo acaso á poneros á
la vista las virtudes de algun heroe inmortal ? ¿ He su .
bido a este púlpito á elogiar á alguno de aquellos 80
beranos espíritus que asisten al trono de Dios ; á pon
deraros el mérito de alguno de aquellos bienaventu
rados que gozan de su claridad y de su gloria ? ¡ Ah !
amados oyentes mios , motivo mas grande es el que
me trae á esta sagrada cátedra , asunto de mayor im
portancia es el que han de proferir mis labios en este
templo. Esa soberana señora , esa reina de los ánge
les y de los santos , vuestra amorosísima madre de la
Victoria ha de ser el objeto de mis alabanzas. Yo he
de elogiar a esa gran reina , vosotros lo esperais asi;
pero si yo pudiera transformarme en este instante en
un espíritu angélico ; si al mismo tiempo mis palabras
208

fueran lan eficaces como las del profeta Isaías ; voso


tros verisis quién era esa señora , y conoceriais vuestra
felicidad en poseer á esa madre de piedad y de dulzu
ra . Pero no os prometais , oyentes mios , tao grau ven
tura : voy a hablar , es verdad , de la poderosisima
virgen de la Vicloria ; pero voy a hablaros como un
hombre que para haceros formar alguna idea de ese
prodigioso simulacro de vuestra madre se vale de las
palabras de un profeta y os dice : Acordaos que es ex
celso su nombre ; acordaos que ese nombre de la Vic
toria es un nombre grande , es un nombre que encier
ra en sí toda la felicidad que puede dispensaros Maria
santisima, segun os voy á manifestar en este rato si
postrados todos ante sus divinas plantas imploramos su
picdad y pedimos su asistencia .
Sí , soberana reina , sí , madre amorosisima de la Vic
loria , no desprecieis las súplicas de estos hijos vuestros
que os piden docilidad para oir mis palabras y el ma
yor acierto para que yo pueda proferirlas. Nosotros , es
verdad , no nos reconocemos con mérito para obtener de
vos gracia alguno ; pero ¿ cuándo os negasteis á las sú
plicas de vuestro pueblo ? Nunca , madre amorosisima ,
siempre le oisteis en sus necesidades ; pues oidle tam
bien ahora que postrado en vuestra divina presencia os
saluda para mas obligaros con las mismas palabras del
angel : Ave , Maria .
Dios nuestro señor que por un efecto de su miseri .
cordia nos eligió por sus hijos dándonos una religion
santa que nos distinguiese del resto de los otros , quiso
tambien estar siempre poniendo á nuestra vista los efec
tos de su bondad y de su paternal cariño. Despues de
habernos dado una ley que 008 santificase y que nos
condujese por el camino recto de la felicidad , se que
dó entre nosotros para hacer alarde de su amor y para
que conociesemos que eramos su pueblo y que el era
nuestro Dios. Pero nosotros fuimos ingratos á us bene
ficios, le olvidamos y nos hicimos reos desde entonces
de su maldicion y de su ira . Pobres de nosotros si en
209
vueltos en nuestros pecados hubieramos visto amanecer
el dia de sus venganzas ! ¡ Qué infelizmente hubiera aca
bado puestra vida , si la mano del Señor hubiese fulmi
nado sus rayos sobre nosotros . Pero una nube prodi
giosa se opuso á su indignacion ; ' aquella nube que vió
el profeta Elías y que figuraba á Maria santisima , con
tuvo el torrente de la ira del Señor, Dios nos dió su
madre , fuimos sus hijos y quedamos por su intercesion
libres de los castigos que mereciau nuestras culpas.
Todas las ciudades , todos los pueblos se acogieron a la
sombra de la proteccion de Maria ; y esta divina señora
que oyó las súplicas de sus hijos , intercedió por ellos y
empezó á dispensarles los mayores y mas extraordinarios
beneficios. Creció la devocion y la confianza de las gen
tes en la madre de Dios , y no sabiendo ya cada uno de
por sí como corresponder a esta gran reina , le erigieron
altares , le consagraron templos y bajo una peculiar in .
vocacion la llamaban en sus conflictos como a su liber
tadora y consuelo.
Y ¿ qué haciais vosotros , oyentes mios ? ¿ Qué hacia
entonces Aldaya cuando todos los pueblos veneraban á
Maria santisima bajo una u otra especial invocacion
que su piedad les habia sugerido ? ¿ Qué habiais de ha
cer ? Esperabais la voluntad de Dios : esperabais que
el tilulo que habiais de tributar á vuestra madre os vi
piese del cielo ; y aquel soberano Señor que conocia vues
tra fé y vuestros deseos quiso consolaros , y de una cosa
que os pareceria casual sacó vuestra ventura y felicidad .
Si las cenizas de vuestros mayores pudieran de nuevo ani
marse ; si las lenguas de vuestros padres pudieran oirse
en este templo ; ellos os contarian el júbilo de los vecinos
de este pueblo cuando por una casualidad halláron una
virgen debajo de la pila del bautismo : ellos os dirian
que esa misma señora era la que ellos encontraron , y
que entre doscientos nombres salió por tres veces el que
ahora la distingue: ellos os dirian en fio que esa era
la poderosisima madre de la Victoria , la que los pro
tegió á ellos y la que os protegerá à vosotros. Esto os
T. 57 . 14
210
dirian , oyentes mios , vuestros mayores si dejando sus
sepulcros 08 vieran en este templo venerando á esa se
ñora ; pero no es menester que ellos acredilen tal ver
dad ; vosotros lo sabeis , y sobre esta ciencia deben supo
nerse fundadas todas mis palabras.
No negará ninguno de vosotros que muchisimas
cosas por su novedad nos admiran y nos sorprenden:
que muchisimas de ellas nos parecen casuales; y que si
va uno por la calle y le acontece una repentina desgra
cia ó si cavando en el campo encuentra un tesoro , lo
atribuimos todo a la casualidad. ¿ Quién lo habia de
pensar? decimos luego. ¡ Qué cosa mas rara ! Pues mi
rad ; eslas mismas cosas que para nosotros son casuales,
no lo son para Dios : Dios lo sabe todo y todo sucede
segun el orden de su voluntad. Esto lo entendereis facil
mente con un ejemplo , que mi angélico maestro santo
Tomas trae á este asunto . Supongamos, dice el santo ,
que un amo tiene dos criados; y que llamando separa
damente a cada uno de los dos le dice al uno : Se me
ofrece que vayas á tal parte y has de ir por tal camino.
Luego le dice al otro : Has de ir a tal parle y por tal
camino. La parte á donde envia á los dos es la misma,
pero los caminos son distintos y ninglino de los criados
sabe nada del otro. Andan su camino , y cuando llegan
á aquella parte á que los envió su amo , como se encuen
tran sin pensarlo , Iqué casualidad ! dicen ellos : ( quién
habia de pensar que nos encontrasemos aquí ? Todo
esto, oyentes mios , es la pura verdad ; pero tambien
es cierto que lo mismo que para los criados es casual,
no lo es para el Amo , porque este ya sabia que habian
de encontrarse en llegando a aquella parte que tenia
dos caminos. Pues lo mismo sucede en nosotros con
muchisimas cosas que hace el Señor. Y para no ir á
buscar otros ejemplos, tenemos la experiencia en lo
que sucedió en esta villa cuando despues de encontrada
la Virgen se trató de darle una invocacion que la dis
tinguiese de las demas imágenes de Maria santisima.
¡ Qué agitacion se difundiria por todos los corazones ,
1

-211
qué perplejidad , que conferencias sobre el nombre que
se babia de dar a la nueva imagen ! Y el Señor de la
majestad & qué haria al veros conmovidos todos por
una cosa que en su sabiduria ya habia determinado?
Os dejaba obrar , os dejaba discurrir por diversos ca -
minos, porque sabia al fin que habiais de convenir todos
en una misma sentencia , y que remitiendo a la suerte
la conformidad de vuestros sentimientos habiais de admi .
tir aquel nombre que a vosotros os pareciese casual ; pero
que el Señor habia decretado por una voluntad eterna
y benéfica. La misma cédula que sacada una vez pu
blicaba a Maria santisima Virgen de la Victoria , sa
lió dos y tres veces ; con cslo os manifestó el Señor su
voluntad , porque los favores que habia delerminado
concederos por su intercesion debian corresponder al
excelso nombre con que habiais de invocarla. Vosotros
lo sabcis , oyentes mios : bien sabe Aldaya los benefi
cios que ha recibido de la mano del Señor por el se
guro conducto de su madre de la Victoria . ¿ Contareis
en vuestras historias alguna ocasion en que habiendo
acudido a esta gran reina no os haya socorrido ? ¿ Po .
dreis citar una vez sola en que haya despreciado vues
tras voces y vuestras súplicos ? Acordaos del año 1726
en que vuestros campos se agostaban en la sequedad
mas horrible. Vuestros frutos iban á inutilizarse : vos
otros ibais á perecer ; pero clamasleis a la virgen de la
Victoria , y esa amorosa madre que quiso vivir entre
vosotros para vuestro consuelo , os miró como á sus hi .
jos , oyó vuestras voces e interponiendo su mediacion
con el omnipotente Dios hizo que lloviesen sobre vues.
tros campos las aguas de sus misericordias, aquellas
aguas de salud que fertilizaron vuestras tierras las hicie
ron reverdecer y las obligaron a daros abundantisimos
frulos en premio de vuestros sudores. Lu esterilidad hu
yó de vuestras casas : vuestros graneros rebosaban con la
abundancia ; y este favor y eslos beneficios įá quién los
debistcis ? Acordaos del excelso nombre de esa grau
reina y lo sabreis ; à la virgen de la Victoria , á esa
- 212 -

amorosisima madre que quiso conocierais la influencia


de su patrocinio.
Pero no era solo este beneficio el que habia ' de dis
pensaros una tan gran reina ; mayores pruebas aun que
ria daros de su maternal afecto. No queria que quedase
entre ninguno de vosotros la menor sospecha o duda en
su patrocinio ; queria que con mayor especialidad sin
tieseis todos su mano benéfica , y atendiendo con el ma
yor desvelo á vuestras particulares aflicciones , daros
å entender que á ella sola habiais de acudir en vuestros
conflictos y en vuestras angustias. Diganlo los cojos,
los tullidos , los mancos , los ciegos: hable en fin ese
conjunto de enfermos á quienes la naturaleza no podia
socórrer : iqué pronlo hallaron su remedio asi que cla
maron á la virgen de la Victoria ! Parece que mas
tardaban ellos en pedir que la Virgen en conceder ;
porque en el mismo instante en que dentroʻde su cora
zon invocaban á Maria , sentian en sus miembros aquella
agilidad que sola la salud podia comunicarles. No me
detendré ahora en haceros una exacta enumeracion de
todos los milagros que en confirmacion de esta verdad
ha obrado nuestra gran reina , porque seria hablaros de
lo mismo que sabeis , y porque quiero deciros algo sobre
este tílulo de la Victoria que tributais á vuestra
madre.
No quisiera que la gloria que os cabe por. poseer á
la madre de Dios bajo lan dulce invocacion , excitase
algunos rencillas ó disputas entre los vecinos de otros
pueblos y vosotros. Todos veneran á Maria santisima ;
todos experimentan su favor ; pero yo veo en vosotros
una cierta cosa que a mi parecer os distingue entre
los demas. Ese nombre de la Victoria parece que in
cluye cuanto puedan contener infinitos títulos ; y por
que no piense alguno que esto es hablar por solo anto
jo , discurramos sobre la analogía de dicho nombre y so
bre la cosa á que se impuso. Figuraos vosotros en un
campo de batalla dos ejércilos , los dos fuertes y de
820808 ambos de vencer. Los jefes disponen todo lo ne
-213__
cesario para el buen suceso ; que no falte à la tropa ni
la comida , ni la bebida, ni el socorro , en fin que ten
gan todas aquellas cosas que pueden necesitar para
conseguir el fin de sus fatigas. Se da el ataque, y un
ejército triunfa del otro : el vencido perece , y el vence
dor que canta la victoria encuentra en ella la salud ,
el descanso , el bien y aquella tranquilidad que solo
podia hallar en un término dichoso y decisivo. La vic
joria incluye todo el bien que podia el soldado apete
cer en el campo , porque como era el último fin que
se propuso , debia incluir todos los bienes y felicidades
intermedias. Pues lo mismo es , hermanos mios , lo que
en 'mi enteuder acontece entre ese dulce litulo que
tributais a vuestra gran reina , y los otros con que
se distinguen las demas imágenes de Maria Santisima.
Vosotros la llamais reina de la Victoria y lo es efecti
vamente; luego incluye en sí la salud , la gracia , y to
dos los bienes que prometen las demas invocaciones de
la madre de Dios . No hablo yo ahora ni es mi inten
to hablar del original á quien representan las imáge
nes de Maria santisima; ella es una misma , porque no
hay mas que una madre de Dios ; hablo solo de la invo
cacion que se le impuso , y en esta inteligencia digo
que el nombre de la Victoria es sobre todos los títulos
que se dan á Maria , porque incluye el último fio , y
el último fin del cristiano en esta vida se cifra en la
victoria de sí mismo y en la victoria de sus enemigos.
A alguno le parecerá quizá frívolo este discurso como
procedente de una credulidad piadosa ; pero vosotros,
oyentes mios , no hagais caso de sus palabras , cerrad
los oidos á los raciocinios de la crítica , clamad á
vuestra virgen de la Victoria , y vereis por la expe
riencia toda la verdad de mis palabras . Ella os dará
los peligros ; en
el consuelo ella " estras aflicciones ; ella os salvará de
os dará la salud , la felicidad , la gra
cia , el triunfo en fin y la victoria de los enemigos de
vuestra carne y de vuestro espíritu. ¿ Podiais promete
ros mas con algun otro título que hubieseis tributado
-214
á esa gran reina ? No, oyentes mios ; pues acordaos de
Jas palabras del profeta Isaías , acordaos que es excelso
80 nombre , acordaos que ese nombre de la Victoria
es para vosotros el antidolo mas proporcionado á vues
tros moles , el remedio mas eficaz para vuestras nece
sidades У dolencias.
Esto es lo que principalmente habia de manifestaros
en esle rato : que el título de la Victoria era un nom
bre excelso, que os presentaba á una madre llena de pie
dad у llena de misericordia para con vosotros. Lo habeis
oido ya ; pero no querais contentaros con la admiracion
sola ; atended al fin por que lo hizo nuestro Dios, y balla
reis mayores motivos de satisfaccion y de alegría. Las
gracias y el poder que dispensó el Señor á Maria santisi
ma fueron para que fuese madre nuestra ; y si como dice
san Bernardo , viendo el Dios omnipotente nuestra mi
seria y obstinacion en la maldad nos dió su hijo para
que nos libertase y nos hiciese gratos á los divinos ojos;
habiendo nosotros procedido con tanta ingratitud con
tra Jesucristo , nos dió Maria para que como madre in
tercediese por nosotros y como poderosa abogada nos
reconciliase con su hijo. Para todos , prosigue el doctor
melífluo , para todos se hizo todas las cosas, á lodos
abre su seno de misericordia , para que de su plenitud
pa rticipen todos , el cautivo su redencion , el enfermo
la salud , el triste su consuelo , el perdon el pecador,
la gracia el justo, la alegría los ángeles , y toda la Tri
nidad la gloria. Porque asi como Jesucristo padeció por
todos , justos y pecadores , buenos y malos ; asi Maria
se muestra clementisima con todos y se compadece de
todas las necesidades con el mas tierno afecto. Milagro
mas grande que la beatisima Virgen no lo hubo jamas,
dice el Crisóstomo. ¿ Qué cosa mas grande é ilustre
podrá encontrarse en cualquier edad ? Maria sola ex
cede en grandeza å los cielos y á la lierra. ¿ Qué cosa
mas santa ? Ni los profetas, ni los apóstoles , ni los
mártires, ni los patriarcas , ni los ángeles , ni los tro
bos , ni las dominaciones, ni los serafines , ni los que
215 -
rubines , nada por fin puede no ya exceder , pero ni
auo igualar las gracias y excelencias de Maria. Pues
esta señora es , ogentes mios , a la que en este dia tri .
butais tan solemnes cultos bajo la dulce invocacion
y excelso nombre de la Vicloria. Ya os he manifes
tado que esta amorosa madre se os dió por una disposi
cion providencial del Altisimo , que se os dió para vues
tro consuelo , que os liberio de los mayores peligros
y que os salvará en adelante si vosotros con una fé
cristiana proseguis en implorar su proteccion y en cla
mar á su piedad .
Pero me dirá quizá alguno : pues ¿ cómo esta divi
na señora permitió que el año pasado entrasen los fran .
ceses en nuestra villa y nos robasen y arruinasen y ma
tasen a nuestros hermanos ? ¡ Ahl oyentes mios , voso
tros mismos sabeis el motivo por que vuestra madre
permitió tanta desgracia . No sucede en el pecador sino
lo que el pecador merece ; ademas que lo que Dios
permite en sus criaturas todo es por su bien y utilidad .
Algunos pecados habriais cometido : vuestras concien
cias quizá no estarian tan puras que os mereciesen las
piedades del Señor ; y tal vez si no hubieseis sentido en
lonces la mano de Dios, los delitos hubieran crecido y
hubierais despues experimentado mayores rigores y
mas crueles castigos. Pero aquel amoroso padre que
no quiere la muerte del pecador sino que se convierta
y viva , os aviso de este modo , para que despertando
del sueño de la culpa conocieseis su amor y corrieseis
cual hijos reconocidos á sus paternales brazos para
venerarle como padre , como un padre á quien habiais
ofendido. Mas aun enmedio de tanta confusion esa di
vina señora mostró al mundo que era la reina de la
Victoria , que sabia triunfar de sus enemigos , pues
no consinlió que ni uno de ellos entrase en su igle
sia a profanarla , el que por el contrario obscureció sus
ojos y no los dejó entrar en su templo , porque que
ria que entendieseis que enmedio de los mayores peli
gros sabia triunfar de los enemigos de su nombre y
216 -
vencerlos. Pero no temais ya , vecinos de esta villa , no
temais ya , afortunados hijos de la gran reina y madre
de la Victoria : esa dulce señora volverá á vosotros sus
ojos de piedad siempre que con un corazon contrito
os acordeis de su nombre y la invoqueis en vuestras
necesidades.
Y vos , amorosisima madre , volved vuestra vista
hácia tantos hijos e hijas vuestras que os piden piedad
por sus pecados, que os piden que oigais sus voces co
mó que proceden de un corazon verdaderamente con
trito y humillado. Si cerrado el cielo no descendiese la
lluvia por los pecados de los que te ruegan en este lu
gar y confiesan tu nombre ; oyelos desde ese trono y
enviales el agua que fertilice la tierra que les diste en
posesion. Si viniese el hambre , si la peste , si la lan
gosta , si los enemigos acometieren á este pueblo ; no los
abandoneis en la tribulacion ; miradlos como hijos si
ellos os miran como madre. Si salieren á pelear contra
los enemigos de su religion y de su patria , oge sus
clamores, revistelos de valor dandoles la mas completa
victoria. En fin , madre amorosisima , no podeis negar
que elegisteis á esta villa por vuestro pueblo , que el ti
tulo con que os obsequian sus habitantes os le impuso
el Señor , no por una casualidad , sino por una volun
tad eterna y benéfica , para que los socorrieseis , para
que los amparaseis , para que haciendolos triunfar de
todos sus enemigos visibles é invisibles , consiguiesen
el triunfo verdadero en la celestial patria de la gloria
que a todos deseo etc.
--217 -

SERMON DE SANTA MARIA DE LA CABEZA .

( DEL DR. D. GREGORIO ANTONIO DEL OTERO.)

Simile, est regnum cælorum homini nego


tiutori, quærenti bonas margaritas: inven
ta autem una pretiosa margarila, abiit,
et vendidit omnia quæ habuil, et emit eam.
Math. , cap. 13, v . 45 et 46 .

Aquella eterna , suma y verdadera felicidad , aquel


estado tan perfecto que contiene la exclusion de todos
los males y agregacion de lodos los bienes ; aquel lugar
tan abundante de honras , riquezas y deleites , que ni
los ojos vieron , ni los oidos oyeron , ni en el corazon
del hombre jamas se hallaron semejantes; en una pala
bra el reino de los cielos debe ser el fin de nuestras es
peranzas y su principal objeto. Si por cierto : allí es
donde solamente se saciará con toda perfeccion el apeti
to de la criatura racional : allí se aquietará , descansara ,
se alegrará : allí poseerá al sumo bien , capaz de llenar
la infinita capacidad del corazon humano : allí le poseera ,
vuelvo á decir , sin temor de perderle , le verá , no por
espejo ó enigma , sino con una vision clara é intuitiva ,
le amará sin fastidio , le alabará sin fatiga , y le gozará
sin poder carecer ni aun por un instante de tan indeci -
ble felicidad.
¡ Oh ! ¡ Cómo podemos exclamar con el real profeta :
¡ Qué amados son , gran Dios , tus tabernáculos ! ¡ 0
Señor! ¿Quién habitará en tu tabernáculo ? ¿Quién des
cansará en tu monte santo ? ¿ Quién ? Nosotros los cató
licos somos destinados para subir a este monte de Sion ,
á esta celestial Jerusalem , á estos divinos tabernáculos .
A nosotros nos está preparada esta corona de honor y
de gloria. A nosotros nos está prometido este premio,
esta dichosa tierra , el reino de los cielos . ¿ Y quién ha
brá que no quiera caminar á ser habitador de tan rica
é incomparable ciudad y corte celestial ? ¿ Quién no an
-218
helará á coronarse entre los espíritus celestiales ? ¿Quién
no procurará hacerse participante de tantos bicnes pro
metidos por el eterno padre ?
Acaso me respondereis que todos deseais colocaros
entre tan dichosos ciudadanos . Asi me lo presumo. Mas
debeis saber , dice el gran papa san Gregorio , que a
grandes premios no podeis llegar sin grandes trabajos,
fatigas y sudores. Sabed , dice el doctor de las gentes
san Pablo , que solamente el que legitimamente pelea
será coronado. Sabed, dice nuestro mismo maestro y se
ñor Jesucristo por san Mateo , que el reino de los cie
los padece violencia , y solo los valientes y esforzados le
merecen y le adquieren : el reino de los cielos es como
un tesoro escondido en el campo , que despues de halla
do á fuerza de desvelos y afanes es preciso vender todo
lo que se tiene por comprarle : el reino de los cielos se
adquiere con tanta solicitud , cuidado y diligencia , co
mo la que pone un diestro mercader y habil negociador
de margaritas para encontrar y comprar una margarita
preciosisima .
Esta es la doctrina que nos pone presente el evan
gelio de la solemnidad de este dia . Este es el negocio mas
interesante y dignu de la atencion de todos los mortales.
Este es el rumbo que siguió durante su mortal carrera
aquella insigne labradora , aquella dignisima esposa de
nuestro patron san Isidro , la gloriosa santa Maria de la
Cabeza . Sí , oyentes mios : bien os pudiera decir de Ma .
ria de la Cabeza que fue una virgen prudente y vigilan
te , que estuvo siempre con la lámpara encendida de la
mas excelente caridad ' aguardando á que la llamara á
celebrar sus bodas el esposo celestial . Bien pudiera mos
traros en Maria de la Cabeza un perfectisimo modelo y
ejemplar del estado virginal, conyugal y vidual, que
mereció coronarse con esta triplicada corona en la corte
de la gloria . Bien pudiera haceros admirar á Moria de
la Cabeza como una de las mas célebres heroinas espa
ñolas , honor de su sexo y mujer fortisima , que a pesar
del mas trágico sistema é infeliz época (en que se reia
-219
constituido y gemia oprimido y desfigurado este tan fer
lil , opulento y envidiado pais por los insolentes africa
nos , pérfidos judios y aun indignos hijos del cristianig
mo), se ostentó la honorificencia de nuestro católico
pueblo , la alegria de todo Israel y la gloria de la gran
Jerusalem. Bien pudiera .... Pero si todas estas heroicas
acciones y rasgos admirables de su prodigiosa vida tienen
por último finy término el glorioso hermosisimo esmalte
de la preciosa margarita que nos propone san Mateo,
¿ qué habré de hacer ? ¿ Qué ? Os haré ver á esta escla
recida labradora Maria de la Cabeza como una indus.
triosa negocianle ó mercader, que supo negociar la pre
ciosa margarita que nos insinúa el Evangelio siguiendo
sus máximas , ideas y proyectos. Y ved ahí , excelenti.
simo é ilustrisimo señor, el designio del presente pane
gírico.
Mas vos , santisima virgen Maria , para que el elo
gio de vuestra querida y devota sierva Maria de la Ca
beza imprima en mis oyentes las mas eficaces debidas
instrucciones, alcanzad del divino espíritu que se insinue
y nos prepare con los necesarios auxilios de su divina
gracia , que es la que esperamos conseguir por vues
tra intercesion poderosisima al saludaros con el angel:
Ave , Maria,
No hay cosa mas deliciosa y digna de desearse que
el reino de la gloria . Este es el negocio mas importante
de todos los negocios: esta es la margarita mas preciosa
figurada en nuestro Evangelio ; pues en su comparacion
és una pequeña arena , es sombra , es nada toda la ri .
queza de plata y oro y las piedras mas preciosas de la
tierra. Pero al paso que no hay cosa mas innegable y
confesada que esla ; apenas hay otra á que menos se an
hele , que menos se busque, en que menos se piense.
¡ Cuántos desvelos , inquietudes y afanes cuestan unos
aparentes honores y dignidades ! ¡Cuántos sustos y zozo
bras unos viles deleites ! ¡ Cuántas fatigas y trabajos
unos perecederos y caducos intereses ! Y por lo que mas
nos hoora , nos regocija y nos interesa , esto es , por los
- 220
honores , por los placeres y por las riquezas de la gloria
que es la verdadera felicidad , iqué tibieza ! qué des -
cuido ! iqué flojedad ! Pues , amados oyentes mios , si
queremos lograr esta preciosisima margarita es necesario
y forzoso el observar las reglas que hoy nos prescribe
el Evangelio : es preciso é indispensable seguir el rumbo,
la conducta y huellas de santa Maria de la Cabeza.
¿ Qué otra cosa juzgais hizo esta humilde labradora
é industriosa negociante para adornarse con tan excelsa
corona , para lograr margarita tan preciosa ? ¿Quéhabia
de hacer si no buscarla con un continuo esmero , diligen
cia y vigilancia , ir y vender cuanto tenia hasta com
prarla , adquirirla y lograrla ? Comenzó a conocer nues
tra pobrecita Maria al rayar en clla la luz de la razon
que todas las cosas de este mundo son aparentes , mo
mentaneas , vanidad de vanidades , y en comparacion de
las del cielo nada ; y asi desde este punto su desvelo,
cuidado y atencion fue buscar primeramente y ante to .
das cosas el reino de Dios : a este fin dirigia sus acciones,
palabras y deseos : a este objeto aspiraban con una santa
inquietud los mas intimos sentimientos de su corazon .
Conocia muy bien que estaba destinada para habitar en
aquella celestial ciudad , cuyos muros , baluartes y tor
res son de piedras preciosisimas , y sus doce puertas
otras tantas resplandecientes margaritas : que le habia
dado Dios una alma nobilisima y de tan grande precio
como buscada y comprada con la sangre del inocentisimo
cordero : en fin que su ocupacion en este mundo debia
ser alabar á su Criador , amarle y servirle hasta llegar
á la patria celestial en donde gozase sin fin la vista de
su divinidad. Con estas reflexiones , hijas de la buena
educacion y santa doctrina que heredaba de sus pobres,
pero piadosos padres , de tal suerte se enardecia esta
inocente labradora en el conocimiento de su propio au
tor y criador de todas las cosas , que conociendole sén
cillamente le amaba con todo sú corazon , con toda su
alma ; y amandole vivia solo para él, y anhelaba a la vida
elerna con todas sus fuerzas.
221

Ah ! ¡ Con cuánla mayor cautela , recato y honesti


dad que muchas doncellas de nuestra corle dirigiria
sus pasos hacia el paraiso celestial esta sencilla labra
dora , esta humilde A bigail, esta honestisima Abisag !
¡ Cómo suspiraria sobre las corrientes de esta Babilonia
al acordarse de su amada Sion la desterrada israeli -
la ! ¡ Cuánto inquiriria y se alegraria con la memoria
del gran Dios , diciendole con la piadosa Estér : Tú
sabes , Señor , la necesidad en que me hallo , en una
tierra llena de tantas abominaciones , en un tiempo en
que parece van á acabar con la fé católica los bárbaros
sarracenos: mas , Señor , en medio de esta cautividad de
Madrid abomino su supersticion , soberbia y vanidad ;
y nunca se ha alegrado ni se alegrará tu sierva sino
en ti . Vos sois , Señor , le diria , la ciudad á donde debo
caminar : vos sois el puerto á donde debo navegar : vos
sois el mas rico tesoro y la margarita mas preciosa
que debo conseguir: vos sois el verdadero camino , la
única verdad , la eterna vida , mi último fin .
Proveida nuestra bendita labradora con semejantes
máximas, tan prudentes como cristianas , 1 qué cuidado
no pondria en la eleccion de los correspondientes me
dios ! ¡ Qué exaclitud en la práctica de sus proyectos !
¡ Qué diligencia y vigilancia en la guarda de los divinos
mandamientos ! pues no ignoraba que los siervos del pe
cado no conseguirán el reino de los cielos. De aquí pro
vino aquel solicito esmero en apartarse de las malas
ocasiones y ejemplos perversisimos de un siglo tan
corrompido , andando en la presencia del Señor con
tanta fidelidad como Enoch y Abraham . De aquí na
cia que entre las turbias aguas del Corán de Maho
ma se formaba á jöflujos del terso rocío del cielo es
ta tan bella margarita. De aquí sobresalieron tanto sus
cristianos ardores , que llegó a la perfeccion de la bon
dad Maria de la Cabeza , esto es , á ser entre los ma
los buena ,
Mas no penseis que se disminuyesen los fervores de
su santidad por haberse adornado con el lazo matrimo ,
222 -
mal; no por cierto. Despues de confutados y confundi
dos los infames Helvidios, Jovivianos y Vigilancios por
aquellos grandes doctores y padres de la católica igle
sia Gerónimo y Agustino y despues de la decision del
concilio general de Trento en la sesion veinticuatro,
canon décimo , nadie ignora que el estado matrimonial
es menos perfecto que el de la virginidad. Es cierto
que la santidad es mas excelente en este que en el con
yugal ; pues como escribia san Pablo á los de Corinto,
la mujer soltera y virgen piensa las cosas que son del
Señor ; pero la casada las del mundo ó siglo. Sin em
bargo habeis de saber que fue excepcion de esta re
gla santa Maria de la Cabeza ; y si os he de decir lo
que concibo , esta ilustre labradora no fue menos sin
gular en la cristiana perfeccion unida con el sagrado
lazo , que libre de él en el estado virginal. De esta san
ta bien podemos afirmar que virgen , casada y viuda
siempre buscó con ardimiento el reino de Dios : siem
pre pensó en las cosas que pertenecen al Señor : siempre
procuro agradar á su divino esposo Jesucristo : siempre
fue sauta en el cuerpo y en el espíritu.
En efecto si san Agustin , ponderando cuán agra
dable y acepta sea al Señor la castidad conyugal , dice
que no redundó en mayor obsequio de Dios , ni fue
desigual el mérito de la continencia de san Juan que
el matrimonio y fecundidad de Abraham ; si segun san
Anselmo los cuerpos de los casados que se guardan
fe á sí y al Señor, son santos y templos del Espiritu
Santo ; si el venerable Beda decia que en el santo ma
trimonio no puede suceder quc santificado el cspírita
no sea tambien santo el cuerpo de que usa el espíritu
santificado ; ¿ qué habremos de decir de Maria de la Ca
beza , cuya pureza admirable tanto agrado á Dios en
un estado á que la eligió por particular providencia , en
un estado en que podemos decir que luvo varon como
si no le luviera , y en un estado en que ocupado su
ánimo no en las cosas del mundo , sino en las del cielo,
no la impedia (como pensaba el Apostol hablando en ge
223 -

neral) la frecuencia de la oracion ; pues como Isaac


Rebeca , Isidro y Maria se entretenian en frecuentes
coloquios con su Dios , se ocupaban en la meditacion de
la divina palabra , tenian siempre unidos sus corazones
en Jesucristo ? A vista de esto no extrañariamos ya que
estuviese el cuerpo de esta humilde labradora admira
blemente santificado por la aspereza de su vestido , por
los ayunos continuos, por las peregrinaciones á los
devotos santuarios de Madrid , Talamanca y Caraquiz
en compañía de su santo -marido ; y que a la manera que
una margarita engastada en una diadema la hermosea
mas y mas con su brillo , realzase Maria de la Cabeza
la corona de su marido Isidro.
Pero como penetrate nuestra santa que el medio
de buscar el reino del Señor es no solo ocupar el tiempo
de esta vida en mirar especulativamente al cielo ; como
advertia que las ocupaciones propias de su estado pe . '
dian un particular cuidado ; como entendia que debemos
aspirar todos , si no al estado de la perfeccion , á lo me
nos a la perfeccion de nuestro respectivo estado ; i qué
cuidado no pouia para agradar á Isidro amandole , res.
petandole , ayudandole en sus trabajos y necesidades !
¡Cuántas veces le llevó su escasa comida al campo con
el rigor del invierno y con el calor del verano ! ¡Cuán
las veces le animó en la era á bieldar la paja sola pa
ra extraer el mas bien granado trigo , confiado en la
divina omnipotencia ! ¡ Y cuántas veces le ayudó á sa
car espuertas de tierra en el mismo sitio que abora es
tamos , para abrir un pozo en donde está ahora edifica
da esta real iglesia ( 1 ) !
No ignorando esta prudente labradora que habia
nacido el hombre para el trabajo , al mismo tiempo que
Isidro trabajaba en el campo , por lo regular se cm
pleaba en su casita en cumplir exactamente el encargo
( 1 ) Al tirar las líneas para la construccion de tan sun
tuoso templo , que se consagró el año de 1652 , quedó es
te pozo en la bóveda que hay debajo del altar de la capilla
del santo Cristo y Dolores .
- 224
del Sabio , quiero decir , que buscó lana y lino para
trabajar con el consejo é industria de sus manos ; y es -
tas las extendió á cosas fuertes, no porque como algu -
na de las amazonas acometiese al enemigo con el des
nudo acero , no porque derrotase ejércitos como Débo
ra , no porque cortase la cabeza de algun guerrero
capitao como Judit , sino porque sus dedos tomaron la
rueca y el huso ; y asi llegó á verificarse con toda pro
piedad que no comió ociosa el pan. Permitidme excla
mar aquí : ; Ah ! ¡ cuántas señoras tenidas por tales en la
corte desprecian este huso por rústico y grosero ! Pues
sepan que tampoco le desdeñaron las Berenguelas, las
Blancos , las Isabeles , reinas gloriosas y de inmortal
nombre en nuestras Españas ; y ni aun en el gentilismo
le rehusaron la madre y hermana de un Alejandro el
Magno .
Mas como nuestros felicisimos consortes anhelaban
á agradar y complacer á Dios ; como disponian en frase
de David sublimes ascensiones en su corazon , por gus
toso recíproco consentimiento bicieron un inocente di
vorcio , se separaron a los ojos del mundo para unirse
mas a la vista del cielo. Quedóse Isidro en Madrid , sí;
y su esposa Maria įá dónde fue ? ¿ A dónde habia de ir?
¿ A dónde habia de caminar sino al desierto , á la sole
dad ? 10 singular accion , mas digna de admirarse que
capaz de imitarsel Pero ¿ qué es de extrañar, si esta ami
ga del Señor , esta hermosa labradora oyó las voces de
su celestial esposo , que como anunciaba Oseas , la lla
maba á la soledad para hablarla en el fondo de su co
razon , digamoslo asi , con mas familiaridad ?
En efecto si la santisima virgen Maria fue en otro
tiempo con toda prisa y celeridad a la montaña de Ju
dá , esta su sierva acelera sus pasos, se apresura , vuela
á la montaña de la mirra , al collado del incienso , á
los agujeros de las piedras , á una caverna desmorona
da y á las despobladas , pero devotas ermitas de nues
tra Señora de Belvis y Caraquíz ( 1 ). Alli si que esta
( 1) Hay Caraquiz mayor y menor ; este de la parte
225

humilde, solicita y provida hormiguita no cesaba de


dia ni de noche de recoger y amontonar trigo de buenas
obras para introducirle a su tiempo en el granero de
la gloria. Allí sí que esta laboriosa abeja se elevaria en
alas del desprecio del mundo y amor del reino celestial
á contemplar la hermosura de su Criador con la dulce
y suave carga de la integridad de su fé y pureza de su in
teucion. Allí si que al gustar y ver cuán buena era su
negociacion negaba al ocio aquel precioso depósito que
Dios le habia entregado para negociar con él hasta que
viniese á tomar cuenta de sus ganancias é intereses ; y
muy distante de la conducta vergonzosa de aquel siervo
inutil y perezoso del Evangelio á fuerza de abstinencias,
ayunos, vigilias y fatigas multiplicaba esta ingeniosa
negociante sus espirituales ganancias cada dia .
Mas jó admirable providencia de nuestro gran Dios !
Pues si para adquirir una preciosa margarita sus mer
caderes ó negociantes necesitan surcar los mas di
latados mares , pasar por entre sirtes , Scilas y Caribdis ,
exponerse á furiosas borrascas y deshechos tempestades;
á este modo como nuestra santa labradora surcaba por
el mar tempestuoso de este mundo (en que nuestro co
mun enemigo y astuto pirata no omite medio ni arti
fcio alguno para sorprender y apresar nuestras almas ) ,
no pudo excusarse de que la tormenta de la tentacion
la probase. Se comenzaron á encrespar las olas furiosus
del infierno y levantaron en la imaginacion de Isidro
tan formidables espantosas borrascas de recelos , temo
res y sospechas de la fidelidad de su esposa , que iba á
pique y casi á baufragar la fama de santidad de Maria
de la Cabeza,
Pero jó raro portento! Que si despues de un obs
curo nublado sale mas lucido y resplandeciente el sol;
si despues de la tempestad suele seguirse la serenidad ;
acá de Jarama , aquel de la otra : en el mayor ' estaba la
casilla de la santa , y en el menor la ermita de la madre
de Dios , cuyo aseo tomó á su cargo , y el que ardiese su
lámpara incesantemente .
T. 57. 15
226

á tantos torbellinos , zozobras y turbaciones de la impe


tuosa é intempestiva celolipia de Isidro ¿ qué habia de
suceder si no aparecersele su esposa Maria mas pura ,
brillante y hermosa que el padre de las luces y las pie
dras mas preciosas ? ¿ Qué habia de suceder si no mani
festarse nuestra española Susana mas victoriosa de la
infamia y calumnia que las gentiles Lucrecias, las ves
tales , las Tuscias ? Asi fue; pues advirtió Isidro que
adornada su esposa de aquella fé por cuya firmeza vi
nieron á tierra los muros de Jericó , y á cuya eficacia do
hay monte inaccesible que no se mude y abata ; de aque
lla fé que dividió las aguas para que pasara el pueblo
de Israel ; de aquella fé que deseaba el Señor en sus
apóstoles en las mas peligrosas borrascas ; advirtió,
vuelvo á decir , que armada y animada Maria de esta
gran fé y confianza en el Señor hizo un firmisimu bajel
de su pobre mantilla , y que con las velas de su inocencia,
el timon de su oracion , el lastre de su humildad nave
gaba sobre las rápidas corrientes y entumecidas olas de
Jarama hacia el puerto mas seguro y objeto de su es
peranza , la emperatriz de los cielos, sin que los húmedos
vapores del rio, oi sus muchas aguas pudiesen a pagar la
amorcha de su encendida caridad, ni lus vaivenes tras
turnar la vasija de su piadoso aceite , ni los fueries vien
tos del infernal aquilon debilitar o disminuir su fervo
rosa devocion.
Entonces sí que tranquilo , regocijado y satisfecho
de la admirable conducta y fidelidad de su esposa con
fiaria en ella el corazon de su marido. Eutonces sí que
podria decir Salomon que habia hallado y visto á aquella
mujer fuerte que con tanto esmero habia buscado y
deseado en su tiempo. Entonces sí que podemos recono
cer y admirar á Maria de la Cabeza como una nave de
un rico mercader cargada de las cosas mas singula
res , útiles y preciosas que vienen de muy lejos y de los
últimos fines de la tierra.
Al fin Isidro enteramente satisfecho de la castidad
de su esposa volvió a proseguir el resto de su mortal
227
carrera en Madrid. Aunque no dejó de venir á asislirle
en su última enfermedad su fidelisima consorte ; aunque
vió aquí á este siervo prudente y vigilante entrar al go
ce de su Señor , en la bienaventuranza , en el reino de
Dios ; como sabia por experiencia esta bellisima labra
dora que el desierto y soledad es el puerto de la tran
quilidad , la fuga de los delitos, el depósito de las gra
cias , la puerta del cielo , el lugar de la oracion , la ma
dre de la compuncion , el incentivo de la meditacion y el
singular auxilio de la santa contemplacion , no tardó en
volver nuestra perfecta Sulamitis á reunirse , si puedo de
cirlo asi , mas intimamente con su amado. ¡ O feliz er
mital 10 dichoso campo ! ¿ Quién podrá explicar los
rigurosos ayunos , ásperas penitencias , frecuentes vigi
lias de vuestra habitadora Maria de la Cabeza ? ¿ Quién
alcanzará y podrá insinuar sus humildes, sencillas, pe
ro elevadisimas contemplaciones? Y ¿ quién aquellas
Consolaciones espirituales , prodigiosos éxtasis , favores
singularisimos que se dignaba de comunicarle el divino
espíritu ?
Vosotros, peñascos de Ariaz y Caraquiz , hablad
por mí: vosotros , elementos , vosotros, astros del fir
mamento. ¡ Cuántas veces al ver al sol que salia á alum
brar la redondez de la tierra todos los dias y que anhe
laba con suma ansia , con una velocidad rapidisima , con
un ardentisimo deseo á cumplir el ministerio y fin á que
le destino su Criador , al ver y mirar la incesante cain
rera de la luna y el lucimiento , regocijo y aplauso de
las estrellas al mismo que las bizo ; cuántas veces al ob
servar el impelu del fuego para volar á su esfera , la
rara agitacion del aire para soplar al orbe por todas
cuatro partes , el curso de las aguas al lugar y centro
de donde salieron , la admirable produccion de tantas
yerbas , flores y frutos de la tierra para sustento del
hombre y de tanlos y tan diversos brulos animales como
en ella se apacientan ; cuántas veces al cousiderar que
todas las cosas criadas obedecen á su Dios , sirven á su
Señor, cumplen con exactitud su palabra y voluntad ,
- 228

alienden , aspiran y anhelan á conseguir aquel fin á que


han sido destinadas por la suprema divina majestad ; al
contemplar pues , todo esto , cuántas veces y cuánto no
se elevaria el entendimiento de esta sencilla labradora
á conocer quién , cuál y cuán grande es aquel Dios que
la crió ! ¡Cuán digno de todo amor , gloria , alabanza y
honor ! ¡ Qué de agradecimientos no concebiria para este
su bien hechor ! ¡ Qué de expresiones no formaria en el
fondo de su corazon ! ¡ Qué esfuerzos no haria su volun
tad y todo su espíritu para amarle , para servirle , para
gozarle !
¡ Oh ! iqué bien podemos decir con Jeremías que se
elevó esta dichosa alma sobre sí mismal Pues (comoex:
plica san Pedro Damiano) hambrienta de su Dios se le
vantó de los terrenos aspectos, y suspendiendose en la
divina contemplacion se remontó hasta lo mas alto en
alas de los celestiales deseos. ¡ Oh ! Bien podemos excla
mar tambien : ¿ quién es esta que camina y asciende por
el desierto como un rayo de humo de composicioues
aromáticas de mirra é incienso ; esta alma que para
consagrarse enteramente a Dios se aparto de su tierra
y vino á la soledad à entregarse á la mortificaciou , á la
austeridad y al ejercicio de la oracion ? ¿ Quién es esta
que corre tan resplandeciente cono la aurora , tan her
mosa como la luna , adornada con tan brillantes rayos y
resplandores como son tan singulares virtudes y santos
ejemplos como hace lucir para la admiracion de los
hombres? ¿ Quién es esta que asciende del desierto re .
bosando delicias y llena de tan excelentes dones , gracias
y espirituales riquezas ? ¿Quién ha de ser si no aquella
que siguió los pasos , imitó el ejemplar y aun heredó
el apellido de su especialisima protectora , madre del
Verbo divino ? ¿ Quién ha de ser esta si no la insigne la
bradora Maria de la Cabeza?
A la verdad , oyentes mios , esta es aquella feliz al
ma , vigilante , solicita y cuidadosa , que por hallar la
preciosa margarita , por ascender a la celestial Jerusa
lem , por gozar la vision beatifica, atropellando es
- 329
collos de dificultades , forcejando con los furiosos hura
canes de la infernal envidia y resistiendo los mas hor .
rorosas tormentas que contra su honor se levantaban,
fue al desierto , a la soledad , á su solitario albergue de
Caraquiz. Esta es aquella que vendió y enajeno todos
los gustos y cosas de la tierra ; pues al modo de los após
toles y verdaderos discípulos de Jesucristo todo lo dejó ,
todo lo renunció , de todo cuanto tenia se desprendió y
auo del deseo de tener , cediendo al cullo y obsequio de
Ja madre de Dios su pobre casilla y una sola pequeña
haza que le pertenecia ; y de esta suerte cargada con la
mirra de la mortificacion y el incienso de la oracion ne
goció el firmisimo diamante de la fé, la rica esmeralda
de la esperanza , el oro acrisolado de la caridad , las bue
nas margaritas y piedras preciosas de todas las virtudes.
Esta es aquella cuyas vigilias , observaciones e indus
trias para la santificacion de Dios y glorificacion de su
santisima madre la hicieron digna de las riquezas, hono
res y gustos interminables , ascendiendola en el mismo
dia del nacimiento de su señora al premio prometido
por la divina sabiduría. Esta es aquella que con mejor
forluna que el mas ingenioso negociante y diestro mer
cader con las cosas que no podia mucho tiempo poseer
compró lo que nunca temera perder : hizo , por hablar
con san Juan Crisóstomo, una quæstuosissima mercatura
ó gananciosisima mercancía ; pues el obscuro é imper
fecio brillo de la fé le cambió en una lucidisima y cla
risima vision de la divinidad , la esperanza se le acabó y
cesó por la posesion y gozo del objeto á que anhelaba,
el oro finisimo de su caridad le transportó y perpetuo
con indecibles excelentes quilates en la patria celestial :
por decirlo de una vez compró , adquirió , logró por las
buenas obras , que son las preciosas margaritas adqui
ridas durante la carrera de esta vida , gozar la precio
sisima é incomparable margarita de la deidad. ¡ Ah !
1 qué á nuestro intento exclamaba san Bernardo en la
exposicion del presente evangelio ! ¡ O soledad , exqui
sita tienda de los negocios del cielo! En ti las cosas tran
- 230 -

eitorias y terrenas se mudan y truećan en celestiales y


eternas. ¡ Qué bien escribió á Heliodoro san Gerónimo!
O soledad , tú eres la cantera en que nacen y se for
man aquellas preciosas piedras de las que se fabrica en
el Apocalipsis aquella ciudad y corte del gran rey .
Habeis oido el esmero , solicitud y diligencia con quc
buscó el reino de los cielos Maria de la Cabeza . Os he
insinuado como enmedio de la corrupcion del mundo
fue y se apartó de él , vendió y se enajenó de todos los
terrenos afeclos hasta que compró y logró la margarita
preciosa de la gloria. Os he hecho ver a la esclarecida
labradora santa Maria de la Cabeza como una indus
triosa negociante o mercader , que supo negociar la pre
ciosa margarita que nos insinúa el Evangelio , siguiendo
sus máximas , ideas s proyectos.
Y ahora bien , católicos oyentes mios , ¿ cuántos de
nosotros empleamos semejante cuidado y esmero para
buscar y lograr el reino de los cielos ? ¡ Oh ! qué raros
intervalos de tiempo nos apartamos y huimos de los es
trépitos y bullicios del siglo ! ¡ Qué raras veces retiramos
al fondo de nuestro corazon el espíritu , le recreamos
con santas imaginaciones y pensamos seriamente en nos
otros mismos ! ¡ Qué pocos esfuerzos se hacen para ven
der y renunciar las viles concupiscencias y afectos del
Jujo, disolucion y vanidad ! ¡ Qué tibieza tan indigna y
deplorable para adquirir los bienes celestiales ! Digalo la
triste experiencia y la seria reflexion de nuestras pro
pias conciencias.
Pues , amados hermanos mios , no nos engañemos.
Si queremos reinar con Jesucristo y coronar nuestras
cabezas como esta bienaventurada labradora ; debemos
imilarla : hemos de aspirar á ser perfectos como lo es
nuestro padre que está en los cielos : hemos de ocupar
el tiempo de esta vida en negociar con los talentos que
el Señor nos ha entregado , como lo dice por san Ma
tro : Negoliamini dum venio : hemos de hacer unos con
tinuos esfuerzos para que venga á nosotros el reino del
Señor : hemos de trabajar cada dia en reprimir y mor
-231 -

tificar estas rebeldes inclinaciones que sienten tanta pe


na en sujetarse á la ley , á la obligacion , á la divina re
gla : en una palabra hemos de procurar formar en nos
otros mismos una perfecta semejanza y conformidad con
Jesucristo.
Mas vos , gran Dios , oid por último los mas intimos
suspiros de mi corazon . Conceded a nuestro católico
monarca ( que tanto se esmera en promover el culto de
nuestros santos patronos y labradores san Isidro y san
la Maria de la Cabeza ) muchos años de vida para con
suelo de su amada y augusta real familia, para el bien
de toda la monarquía española , y para que como otro
Salomon perfeccione esta grande obra de su ardiente fé,
piedad y devocion . Fortificad á este nuestro dignisimo
prelado y capellan mayor (en quien vemos renovado y
cumplido hoy en obsequio de nuestra gloriosa labrado .
ra el espíritu y deseo de aquellos célebres eminentisi
mos arzobispos de Toledo Cisneros , Rojas , Portocar
rero ); fortificadle pues con aquel zelo , solicitud y vigi
lancia pastoral que le hagan cumplir perfectisimamente
todas las obligaciones que exige tan tremendo ministerio,
y eternicen su nombre en los anales de la iglesia con
Remejantes elogios a los que en el capítulo L del
Eclesiástico se atribuian al gran sacerdote Simon , hijo
de Onías . A esa gente santa , estirpe escogida , real sa -
cerdocio , distinguido con el título de capellanes de san
Isidro , hacednos siervos útiles y diligentes en vuestro
Santo templo , fieles dispensadores de vuestros sagrados
misterios , sal , luz y ejemplo de los fieles en la conver
sacion , en la coridad , en la fé , en la castidad . En fin á
mí , el mas indigno ministro vuestro, y á todos mis oyen
tes dadnos un corazon nuevo y fervoroso para el exacto
cumplimiento de nuestros respectivos empleos , un sa
crificio generoso de todas nuestras inclinaciones , un
desprecio constante de estos bienes terrenos y momen
taneos , un inflamado deseo de los invisibles y eternos,
para que de esta suerte seamos dignos de la verdadera
felicidad, de la corona de la gloria , del reino de los cie
- 232
los , en donde no cesemos de veros, amaros y gozaros
por una eternidad . Amen.

SERMON DE MARIA SANTISIMA

CON EL TITULO DE COVADONGA

EN LA FESTIVIDAD DE SU DULCE NOMBRE .

(DEL DR. D. FRANCISCO DE HEVIA Y AYALA).


El nomen Virginis Maria.
S. Luc., cap . I.

No porque segunda vez , nobilisimos compatriotas,


me coloque vuestra dignacion en esta sagrada cátedra
para completar la presente solemnidad , he mudado la
determinacion que formé la primera vez de no habla
ros nada fuera de las glorias de nuestra divina protec
tora . Resuelto como entonces á ponderaros solamente
sus misericordias y excelencias he determinado buir
del mismo modo hoy aquellos elogios impropios del
santo lugar que ocupamos, y con que cada orador pre
tende en iguales circunstancias ensalzar la gloria de su
nacion , sin reparar en que ninguna de aquellas alaban .
zas en que se disipa conduce para la edificacion de sus
oyentes. Ni de aquellas pinturas que ya del patrio sue
lo , ya de los heroes producidos por él en letras y ar
mas, ya de la singular nobleza en que abunda , ya de
otras infinitas cosas que se ponderan , haré caso para
no profanar este sagrado puesto , destinado por el Espí.
ritu Santo únicamente para la verdad , con la hojaras
ca y la mentira . No , nobles asturianos, no ; ni vosotros
debeis exigir de mí un estilo ajeno de mi ministerio,
ni cuando le exigierais debia yo condescender con vues
tros deseos en esta sagrada cátedra y en el dia que
teneis particularmente destinado para pagar el feudo
de vuestra gratitud á Maria santísima de Covadonga.
Pero aun cuando fuesen tales vuestros deseos y yo
-233_
condescendiese en lisonjearos el oido con elogiar vues
tra patria sobre todas las del continente , con ponderar
la nobleza de vuestras generaciones , con numeraros los
heroes producidos por vuestra tierra en toda suerte de
carreras , con describiros las batallas en que vuestros
progenitores vengaron el glorioso nombre español y
volvieron á echar bajo de la conducta del gran Pelayo
los cimientos de esta católica monarquía ; cuando yo
tambien me parara (solo por complaceros) á delinear
el valor de vuestros padres , y os dibujara en cada uno
un rayo , un leon , un Alejandro o un Cesar ; cuando
me detuviera á ajustaros por menor la siempre errada
cuenta de los que sacrificaron y fueron víctimas de
sus espadas ; cuando me pusiera á pintaros las lunas
agarenas eclipsadas con la sangre de los mismos que
se adornaban con ellas , derramada á impulsos del va
lor é intrepidez de vuestros mayores; ¿ qué os pare
ce que adelantaria para vuestra edificacion , único fin
que debe proponerse todo orador cristiano? ¿ Qué fru
to os parece tambien sacariais vosotros de haberme oi
do ? ¿ Conseguiria yo mas que entreteneros , desvane
ciendose todos mis discursos como el humo ? ¿ Lograria
otra suerte que la de aquellas nubes que por venir su
mamente altas las disipa el viento antes que puedan
dar á la tierra el agua que necesito ? ¿ Sembraria por
último en vuestros corazones mas que un poco de va
nidad , cuando no debo pensar en otra cosa que en in
flamar mas y mas vuestra devocion y vuestro agrade
cimiento ?
Pues no , nobles asturianos , no debeis exigir de mi
un estilo contrario al motivo que os junta á pagar el
feudo de vuestra gratitud á Maria : debeis si apetecer
que solo os hable de sus glorias y grandeza ; debeis so
lamente desear que regale vuestros oidos con la suavi
dad de su dulcisimo nombre, aquel (1 ) nombre sobre
todo nombre con que en dictamen del sabio Idiola (2)
( 1 ) Epist. ad philip . , 2.
(2) Idiot. De contempl., c. 3, 5, 6.
234 -
la distinguió toda la Trinidad beatisima; aquel nombre
venido del cielo ( 1 ) é impuesto por orden del mismo
Dios, como siente san Ambrosio ; aquel nombre reve
lado particularmente á san Joaquin y santa Ana (2),
como enseña san Gerónimo (3) , y tan conocido, temido
y respetado , que hasta los mismos demonios toman la
huida al oirle. Sí , nobles asturianos , sí , solo esto de
beis apetecer y desear para que se vea la sinceridad de
vuestros obsequios , y solo esto debo yo ponderaros hoy
para cumplir con la obligacion que me impone el sa
grado puesto en que me hallo.
A la verdad es este sagrado nombre tan portentoro
y grande , que afirma san Pedro Crisologo (4) no ser
necesario mas que proferirle para dar á conocer la
dignidad y mérilo de la Virgen. Porque Maria en la
lengua latina , añade este sabio padre , es lo mismo que
señora y soberana ; lo cual siendo asi , como lo es en
realidad, juzgo yo que el evangelista san Lucas refi.
riendonos en el evangelio que habeis oido la célebre
embajada que le envió Dios por el angel , solo se con
tentó con decir que el nombre de la Virgen á quien se
enviaba era Maria , para darnos a entender de este
modo que toda otra explicacion era por demas ; dicien
do el nombre solo cuanto hay , que decir en linea de
poder y excelencia . Sí , señores , diciendo el nombre
solo , vuelvo á repetir , cuanto hay que decir en linea
de poder y excelencia ; porque no es este divino nom
bre como aquellos nombres pomposos é hinchados con
que los hombres piensan eteroizar su memoria en el
mundo : no es como aquellos nombres que perecen con
848 dueños ; aquellos títulos de vanidad y fastuosos (5)
tomados de la tierra , como dice el profeta rey ; aque
llos nombres en fin , títulos, epítetos y denominacio
( 1 ) S. Ambr. lib . de instit. Virg., c. 5.
12) S. Hier. lib . de Ort. Deiparæ.
(3) Thom . à Kemp. , serm . 4 ad Novit.
( ) S. Petri Chrisol . serm. 142.
(3) Psalm . XLVIII .
- 235 -
nes que no teniendo mas realidad que en la fantasia
de los que se adornan con ellos , se encierran con sus
dueños en el sepulcro y dejan tal vez una memoria
abominable. Digo , hermanos , que no es este divino
nombre en nada parecido á aquellos , sino tan deseme
jante cuanlo va de memoria á memoria , esto es de la
memoria que merecen y dejan los terrenos , á la que
merece y dejó el suavisimo de Maria.
Oid si no , para admirar mas su grandeza y cono
cer mas bien la distancia de él á ellos , al beato Alano
y otros padres , que ellos os harán ver en pocas pala
bras la futilidad de aquellos nombres y la solidez del
que hoy veneramos (1). ¿ Qué nombre (dice este padre)
se elogia mas en el mundo que el de Maria ? ¿ Qué
nombre es mas frecuentemente alabado en la boca de
los fieles que el de esta santisima madre ? Vuestro nom
bre , señora (2) , dice san Juan Damasceno , pronun.
ciado continuamente por los fieles, los sostiene y confir
ma en la fé que han recibido y abrazado ; de lal suer
te (3) , continúa san German de Constantinopla , que
asi como nuestros cuerpos dan señal de vida por la
respiracion , vuestro nombre, ó santísima Virgen , con
tinuamente exhalado por nuestra boca , no solo da se
ñal de la vida y alegria espiritual que tenemos , sino
que nos la procura y la concilia : no solo manifiesta que
vivimos en vos y en Jesucristo, sino que vos misma nos
haceis vivir en una y otro , sosteniendonos para que no
caigamos en la ruina espiritual que causa el pecado.
¿ Qué os parece ahora, hermanos, con tan rech
mendables testimonios de la grandeza de este divino
nombre respecto de los nombres terrenos ? ¿ Qué juz
gais de la hinchazon y vanidad de aquellos respecto
de la virtud y poder de este santisimo nombre ? Decid ,
i habeis oido por ventura' otro que como este , segun

(1 ) B. Alan . in cap . I Cantic.


(2) S. Joan . Damascen. Ode. 6 de V. M.
(3) S. Germ . Constantinopol . de Laud . V.
236 -

san Antonio de Padua ( 1 ) , alegre el corazon , dulciſ


que la boca y divierta suavemente el oido al escucharle,
y proferirle ? ¿ Habeis notado que ninguno deje una
memoria tan agradable y que como se explica san
Buenaventura (2) , cause o produzca con la memoria
una imponderable paz de espíritu ? Pues si no le habeis
oido ; si por el contrario habeis notado siempre que
apenas hay ni ha habido uno cuya memoria sea por
punto general agradable , siendo la de los mas para
unos aborrecible , para otros indiferente , á proporcion
de lo que sirvieron en el mundo los que los llevaron;
prestadme vuestra atencion , que solo os he de hablar
este rato de este dulcisimo nombre. Esto es , nobles
compatriotas , solo os be de ponderar en el mismo nom
bre las glorias de Maria , procurando encender mas y
mas vuestra devocion con la memoria de sus miseri.
cordias , aquellas misericordias con que santificó vues.
tra tierra , honró á vuestros padres y os obligó á vos
otros; aquellas misericordias con que desde el rincon
de Covadonga hizo temible á los agarenos su santo
nombre y el de ellos ; aquellas misericordias en fio
con que al mismo tiempo que hizo volver del desmayo
á esta católica monarquía , os dió á vosotros en vues.
tros progenitores el honor de ser (si no los únicos) los
primeros que se propusieron é intentaron recuperarla.
Mi intento , nobles asturianos , como ya supuse , no
es lisonjearos el oido , sino inflamar vuestros corazones
haciendoos sentir con tal viveza la memoria de esta di
vina madre , que digais con san Pedro Damiano (3) : Si
tal es su memoria , ¿ cuál será su presencia ? Mas para
conseguirlo , ya que el Evangelio nos presenta su santo
nombre y á su santo nombre tributais vosotros hoy es .
tos obsequios , dividiré este discurso en dos partes , dan
doos en cada una bastante materia para que formeis

(1) S. Ant . Pad . , serm . de B. V.


(2) S. Bonav . in Specul. Virg., c . 8 .
(3) S. Petrus Dam . , serm . I de Nativ . V.
-237 -
muchas elevadas ideas de este dulcisimo nombre. La pri
mera pues os pondrá delante las excelencias del nom
bre de Maria : la segunda su poder. En aquella ve
reis como católicos cuán acreedora es la señora á la
veneracion universal de todo el cristianismo : en esta
vereis puramente como asturianos que debeis ser los
primeros en tributarle vuestros respetos.
Dadme vos , virgen gloriosa , la diré yo ahora con
san Bernardino de Sena ( 1 ) , el don de la palabra , el in
genio y la virtud correspondiente para anunciar á
vuestros fieles siervos la gloria de vuestro nombre. Y vos ,
gran Dios , que se le habeis impuesto , ya que autorizais
con vuestra divina presencia en ese augusto sacramento
estos cultos , dignaos de concederme para el mismo fin
vuestra gracia , extendiendo la liberalidad á lodo este
auditorio por la intercesion de vuestra santisima madre:
Are, Maria.
Aunque parece que no hay cosa mas arbitraria que
los nombres por ser los hombres quienes los imponen
sio otra razon que su voluntad y capricho ; con todo eso
se conviene generalmente en que deben de tener cierta
relacion y proporcion con la naturaleza y perfeccion de
las cosas nombradas, que sea como la definicion y el
elogio de ellas S. S. S. De manera , hermanos , que me
diante esta opinion deben convenir los nombres con las
cualidades de los que los llevan , porque si no sucede
asi , se descubre al instante la impropiedad y se nota la
desproporcion. La excelencia, la magoificencia y la gran
deza del nombre es constaute que pide de justicia un
heroe á quien le venga naturalmente. El nombre debe
ser el compendio de las virtudes que debe tener el su
geto á quien se le impone ; pero si faltan estas , si no hay
méritos que le bagan brillar , si no bay otras cualidades
que resplandezcan con él , nada supone el pombre , no
puede ser compendio de nada , ni tener propiedad nin
guna. En una palabra el nombre debe ser tal que con

(1 ) S. Bernardin . Senens . , serm . I de SS . Nom . M.


-238

solo pronunciarle diga cuanto hay que decir del sugeto


que le lleva : debe inspirar en los que le oyen aquel res
peto y veneracion á que es acreedor el que con él se
adorna: debe en fin poner de golpe en la idea toda la
elevacion , todo el mérito del que con él se distingue. Sí,
nobles compatriotas , tal debe ser el nombre para que
tenga propiedad , y tal es el que hoy veneramos en la
reina de las vírgenes. Nombre que asi como el de Jesus
no puede decir mas para hacernos formar idea del hijo
de Dios y de todas sus obras ; asi tambien el dulcisimo
nombre de Maria no puede decir mas para hacernosla
formar de su santisima madre y de todas sus gracias.
Nombre que inspira veneracion á los ángeles y á los
hombres. Nombre que ademas de esto nos manifiesta ser
ella nuestra única esperanza , como dice san Epifanio,
nuestra abogada ante Dios, como siente san Agustin,
nuestra medianera y protectora anle su supremo solio,
como opina san Bervardo , nuestra paz , alegria y con
suelo , como asegura san Efren ( 1 ) , nuestra alma , nucs
tra vida , nuestra corona y nuestra gloria , como expli
can otros muchos padres. Finalmente nombre que cono
habla el Crisólogo (2) , basta proferirle para dar á co
nocer la dignidad y mérito de la Virgen .
Tal es, vuelvo á decir , hermanos, el dulcisimo , sua
visimo y grande nombre que hoy nos anuncia el Evan
gelio , y tales son sus excelencias, de que os promeli
bablar en esta
PRIMERA PARTE.

En efecto enseñando los Proverbios que la Virgen


fue escogida desde la eternidad ( 3) para poner por obra
el mayor designio de Dios , cual era la encarnacion de su
santisimo hijo ; es indubitable que preparó tambien à aque
lla desde la eternidad un nombre propisimo para denolar

(1 ) Frequenter leg . in his SS . PP.


(2) S. Petr. Chrisolog ., ub. supr.
(3) Proverb . , VIII, 22, 23 et seqq .
239
su superioridad sobre todas las criaturas. Por esta razon
juzgo que dijo Isaías ( 1 ) que la nombró ó llamó el Se
ñor con su misma boca ; para darnos a entender que no
fue la casualidad y el capricho quienes arbitraron sobre
la imposicion de esle suavisimo nombre , sino el Espíri
tu Santo , que segun el comun sentir de los padres y
teólogos se reservó á sí el poder , la eleccion y el cuida
do de nombrar á su esposa en el tiempo que tenia de
terminado producirla. La nombró pues , hermanos; pe
ro ¿ cómo? Con un nombre en todo respetable , santo y
augusto como el de Jesucristo : tanto (2) , dice san Ber
nardo , que despues del adorable de su sanlisimo hijo , el
cual es sobre lodo nombre , no nombra lu lierra otro
que el de esta divina madre. La gombró Maria , que se
gun su comun interpretacion infinitas veces oida por
vosotros quiere decir mar, complexo y cúmulo de todas
las gracias ; pues del mismo modo que en la admirable
obra y disposicion de la creacion (3) juntas todas las
aguas en un cuerpo las llamó mar , asi tambien juzgaron
los padres y teólogos que juntando todas las gracias,
cualidades , privilegios y preeminencias en esta divina
señora las llamó Maria. Maria , vuelvo á decir , mar in .
menso de perfecciones, definicion propisima de esa ama
bilisima madre , pues basta proferir su dulce nombre
para dar noticia de todas , hasta de sus mayores cuali
dades y excelencias. Consideremoslo si no con reflexion
y atentamente.
En primer lugar supongo que todos los padres y
teólogos convienen en que este divino nombre denota o
señala la grandeza y dignidad de madre de Dios con que
la adornó el Altisimo. Supongo tambien que á esta in
comparable dignidad conceden todos inseparablemente
unidas aquellos imponderables propiedades de señora y
soberana , aquella domjuacion sobre todas las crialuras,
(1) Isai. , cap . 40 .
( 2) S. Bern . supr. missus est.
(3) Genes., 1 , 0. 10.
- 240
aquel mando sobre los espíritus angélicos , aquel impe
rio sobre los demonios y aquel señorío sobre todos los
elementos con que nosotros la concebimos . Digo , no
bles compatriotas , que supongo todo esto , pues dicien
do san Juan Damasceno (1 ) que fue hecha señora de to
do desde el mismo instante que dió á luz al Criador ,
ninguno puede sin temeridad dudar que le convengan
con propiedad todos estos epítetos: ninguno sin la misma
puede contradecir que los explique por sí mismo su
sanlisimo nombre. Y este es el pensamiento del abad
Ruperto cuando dice (2) que al oirse pronunciar el nom
bre suavisimo de Maria en toda la tierra se entenderá
sin contradiccion que ella es la madre de Jesucristo, y.
por consiguiente la reina de todo lo criado , pertenecien
dole y poseyendo por un derecho legilimo el reino de su
santisimo hijo.
Pero aunque el testimonio de este sabio padre es muy
recomendable sin duda para probar esta idea , aun no
quiero yo que me creais solo sobre su palabra , porque
quiero que oigais otro de superior nota para que veais
que apenas puede haber otro nombre, ni le hay en rea
lidad despues del de Jesucristo , que sea mas propia de
finicion de quien le lleva. Quiero que oigais al mas elo
cuente entre los padres , san Juan Crisóstomo, pues me
prometo que con solo escucharle teneis. bastante para
conocer que en diciendo Maria no hay cualidad , privi .
legio ni preeminencia en esta amabilisima madre que no
se entienda (3). Gran tesoro , dice este gran padre pon
derando los nombres que Dios impuso a los antiguos
patriarcas, gran tesoro hay en estos nombres , porque
todos ellos contienen hechos memorables é historiasde
grandes acciones y sublimes. Gran tesoro encierran es
los nombres ; pero no dificultoso de encontrar , porque
con solo proferirlos se descubre toda la riqueza en que

(1 ) S. Joan. Damasc ., 144: De fide orthod ., cap . 5 .


(2) Rupert. Abb. in IV cantic.
(3) S. Joan. Chrysost. , homil. 31, in epist. ad rom .
241
abundan : gran lesoro contienen estos nombres , si ; por
que ¿ quién pronunciará el de Abraham que no perciba
su fé y obediencia ? ¿ Quién el de Isaac , que no vea su
religion y conformidad ? ¿Quién el de Jacob, que no co
nozca su fertilidad y promesas? ¿Quién el de José, que
no se instruya de su castidad y sabiduría ? ¿ Quién el de
todos los demas patriarcas, que respectivamente no ha
lle en cada uno una historia de todas sus cualidades y
acciones , un grande número de hechos memorables con
que se distinguieron sus vidas? Pues si esto sucede en
dictamen del Crisóstomo con los nombres de los antiguos
patriarcas , siendo el de la Virgen infinitamente mas
misterioso ¡ cuánto mayor tesoro no contendrá en sí que
los de ellos ! ¡ Con cuánta mas propiedad definirá á la
señora que los de Abraham y los demas patriarcas
á los que con ellos se adornaron! ¡ Cuán mas exacta
historia compendiará de sus cualidades , gracias , digni
dad y preeminencias !
Consideradlo allá vosotros, que yo bien sé que no
tendreis mucho que fatigaros en averiguar esta ver
dad , formando el cotejo de nombre á nombre : por lo
que á mi toca me basta saber que no hay ni puede ha
ber nombre en el cielo ni en la tierra que despues del
de Jesucristo sea mas significativo, mas propio , mas
expresivo , mas abundante de misterios que el de esta
divina madre. Por manera , nobles compatriotas , que
al leer yo lo que dice el a postol san Pablo escribiendo
á los hebreos (1 ) de la elevacion de Jesus sobre las mas
altas inteligencias del cielo , no dudé aplicar su senten
cia al dulcisimo nombre de Maria respecto del de los
antiguos patriarcas y afirmar que es tanto mas abun
dante y rico, que contiene lantos mas tesoros é histo
rias de cosas admirables , cuanto los excedió infinita .
mente en dignidad , gracias y privilegios.
Mas con ser esto asi , como lo es en realidad , aun
no quiero que me creais no obstante toda la autoridad

( 1 ) Epist. ad hebr. 2 .
T. 57 . 16
- 242

del Crisóstomo, que podeis impugnar como insuficien


te , diciendo que no habla directamente del nombre
de Maria. Vosotros mismos os habeis de convencer de
que su dulcisimo nombre es la definicion mas propia y
el elogio mas grande que se puede hacer de esta ama
bilisima madre. Sí , vosotros mismos , paisanos ilustres,
habeis de notar la infinita distancia y la imponderable
elevacion de este gran nombre sobre todos los demas
nombres que puede recordar vuestra memoria. Re
flexionad si no sobre vosotros mismos y decidme : ¿ qué
concepto formais de esta gran reina , qué ideas , qué
sentimientos cuando pronunciais este suavisimo nombre
de Maria ? ¡ Qué dignidad no os presenta en la imagi
nacion al proferirlel ¡ Qué abundancia de gracias , qué
señorío , qué majestad , que dominio y que altura al
respirarle ! ¿ Por ventura hay alguno entre vosotros
que luego que articula este suavisimo nombre no for
me el concepto de que ella es la madre de un Dios , la
señora de todo lo criado , la reina del cielo y de la
tierra y la que tiene , como se explica el gran Ger
son ( 1 ) , no solo un natural dominio sobre todas las co
sas , sino sobre el Señor de todas ellas ? ¿ Por ventura
hay alguno que al pronunciar este dulcisimo nombre
no le venga á la idea que ella fue escogida desde la
eternidad enire todas las criaturas posibles ( 2 ) , como
dice san Agustin, santificada en el vientre de su ma
dre sobre todos los ángeles y santos , segun la frase de
san Vicente Ferrer ( 3) , y adornada de todas las gra
cias que puede dar la liberalidad del Criador , como
siente san Gerónimo? ¿ Por ventura hay alguno que no
sienta y experimenté en sí al oir proferir este suavisi
mo nombre una alegria y consuelo interior que le está
como diciendo que ella es su refugio , su amparo , su
protectora , su abogada, su mediadera y su madre ?
¿ Por ventura en fin hay alguno que con solo decir
(1) Joan. Gers ., serm. de Assumpt. B. M. V.
( 2) S. Aug. , serm . de Nativ . V.
(3) S. Vincent. Ferr . , serm . de B. V.
-243
Maria no perciba lodo lo sublime, todo lo grande , to
do lo excelente que hay en esta amabilisima reina?
Yo bien sé que no le hay oi le puede haber entre
vosotros , nobles compatriotas ; pues aunque no ignoro
que no es igual la luz en todos , aunque conozco que la
fecundidad del espíritu depende principalmente de la
lectura , y que, de este cultivo serán acaso mas entre
vosotros los que carecen que los que le han probado;
con todo eso bien sé que no necesitais vosotros mas
lectura que el oir este divino nombre para conocer lo
do lo que es quien le lleva . Bien sé que heredasteis de
vuestros padres una fé tan sólida , que ella misma su
ple en vosotros por punto general la instruccion que
pudierais adquirir en los libros. No me atrevo no obs
tante á decir que nace con vosotros el suavisimo nom
bre de Maria con todas sus nociones y predicados ; pero
diré sin temor que la piadosa ambicion de vuestros pa
dres , en todo diferente de la de aquellos que grababan
sus nombres en los tiernos arbolillos para que creciesen
cuando creciesen sus troncos , como cantó el poeta , con
mejor acuerdo grabó en vuestros liernos corazones des.
de la niñez el dulcisimo de Maria . Sí , ilustres asturia .
nos , si , con mejor acuerdo vuelvo á decir ; y de ahi
proviene que creciendo con vosotros ese dulcisimo nom
bre conoceis solo con pronunciarle todos los tesoros que
encierra .
Ahora ya no dudo que cuando digo que el nom
bre de Maria es la definicion mas propia , el elogio mas
grande, la historia mas verídica de las cualidades y
privilegios de esta amabilisima madre, vosotros no ha .
ilareis reparo en creerme ; porque a la verdad ¿ qué
reparo podreis encontrar á vista de lo que experimen
tais en vosotros mismos ? Si vosotros mismos al decir
Maria conoceis todas las preeminencias de la señora , y
no solo vosotros mismos , sino toda la iglesia universal,
que aun por eso en dictamen del célebre Pedro de
Blés ( 1) dobla al oirle la rodilla en reverencia de su
( 1) Petr . Blesens. , serm. 28.
- 244
signifcacion ; si no le podeis proferir , dice san Buena
ventura ( 1 ) , sin encenderos en amor de esa madre de
misericordias ni pensar en él sin llenaros de respelo y
de confianza (sentimientos que igualmente experimen
ta en sí todo el cristianismo) ; ¿ qué podreis oponer á mi
idea que no tire a abatir el mérito y excelencia de la
reina de los ángeles ? Ninguna cosa podreis oponer cier
tamente : pinguna cosa podreis oponer .....
Pero ¿ qué es lo que digo ? Ofendí vuestra devocion,
nobles compatriotas, porque siendo vosotros descendien
tes de aquellos religiosisimos asturianos que con . Pelayo
militaron bajo el augusto nombre de Maria , y que con
Lupo ó Lupario , duque de Asturias ( mucho antes), pe
regrinaron a Jerusalem á visitarla , estando aun la se
ñora en carne mortal (2) , llevados por la significacion y
fuerza de su dulcisimo nombre; ¿ cómo es posible creer
que dejeis de convenir conmigo en el pensamiento 6
idea que os he propuesto ? ¿ Cómo puede ser crei
ble que penseis en oponeros a que este nombre sua
visimo es la definicion é historia de su grandeza , de su
maternidad , de sus gracias, de sus privilegios , de cuán
to nos quiere , de lo que nos ama y de cuánto podemos
esperar de ella ? No es posible , no ; es verdad, seria
( 1 ) S. Bonavent . in Specul. Virg ., c. 8 .
(2 ) Haubert , Chronic . ann . 36. Esta anécdota de don
Lupo ó Lupario , duque de Asturias, que hace especial
honor a los asturianos, y revela excesivamente su reli
giosa devocion á la santisima Virgen , no es invencion
de ninguno de los que escribieron las glorias del princi
pado ; y aunque para vindicarla de la nota de apócrifa
se confiesa desde luego que no es esta razon suficiente,
con todo basta para gloria de la patria que la refiera un
autor nada sospechoso de parcialidad , como es Hauber
to hispalense en su Cronicon al año 36. Por lo que toca
al título de duque que da el dicho Hauberto al tal Lupo
ó Lupario , siendo el tal título en el significado del dia
ajeno de aquellos tiempos , se conjetura que sea una
corrupcion de dux ó capitan , dignidad de que podria
muy bien estar dotado el tal Lupo .
- 245 -
ofender vuestra religiosa devocion el pensarlo solamen
te , y mas vieudo resplandecer en estos sagrados cullos
el fuego en que arden vuestros corazones ; quiero de
cir, aquel amor con que los teneis inflamados hacia ega
divina madre. No es posible , no , yo lo confieso : es mu
cha vuestra fé , muy grande vuestra religion , grandisi
ma vuestra piedad para contradecir las excelencias que
vosotros mismos encontrais y descubrís solo con pro
nunciar su divino nombre. Los que las contradirán se
rán los hijos perversos ( 1 ) , los hijos de Belial..... (2),
generacion prava y adúltera , de que por puestros pe
cadus está infestada toda la tierra ; sí , esa perversa ge
neracion , digo , que como (3) el grano de mostaza , de
quien dice Jesucristo que siendo la menor de todas las
semillas se extiende y cunde mas que todas las de las
olras especies; esa maldita generacion , vuelvo á decir,
cundió y cunde por todo el orbe católico , llenandole de
tan perversas plantas cuantos son los impíos , los liber
tinos , los lujuriosos , los blasfemos, los soberbios , los
maldicientes y otros determinadamente malos y per
verso , y que por serlo asi no perciben la dulzura del
nombre suavisimo de Maria , no le hallan definicion
perfecta de esa santisima madre , no encuentran en el
el compendio de todas las virtudes , acciones , gracias y
privilegios como los hijos verdaderos.
Ved ahi , paisanos ilustres , quiénes se opondrán á
mi pensamiento. Pero ¿ os parece que porque ellos se
opongan podrán empecer a la siguificacion del impon
derable nombre de Maria ? ¿ Os parece que todos sus
discursos podrán disminuir un solo ápice del concepto
que forma su sonido en la imaginacion de los verdade
ros cristianos ? ¿ Os parece que porque les suenen me
jor á ellos , como imitadores de sus delitos , los siem
pre infaustos nombres para esta católica monarquía de
(1) Lib. II Reg . , c. 2 , v . 12.
(2 ) Math . , c. 16, v. 4.
(3) Math . , c. 13, v. 31. Marc ., c . 4, v. 31. Luc .,
C. 13, v. 19.
- 246 -
un Witiza , don Rodrigo , don Julian , don Opas y
otros , cuya abominacion publican con lágrimas nues
tros fastos, dejará de ser este gran nombre una defini
cion , una historia verídica de la reina del cielo y sus
misericordias ? ¿ Os parece que por la misma razon de
jará este santisimo nombre de inspirar toda su signifi
cacion cuando se pronuncie en toda la tierra ? Pues no,
nobles compatriotas , no ; no dejará de inspirar en todo
el mundo toda su significacion, ni dejará de tener en
todo él este elevado concepto esa divina madre. Los
verdaderos hijos, los sólidos cristianos conocerán siem
pre al nombrarla ú oirla nombrar que ella es madre
de Jesucristo , que es su redentor , que es su consuelo,
que es su esperanza , que es su refugio y que por ella
han de conseguir la felicidad eterna. Todo esto conocen
y conocerán los verdaderos cristianos , verificandose á
la letra la profecia de David con que aseguró (1) que
segun la grandeza de este dulce nombre asi seria su
alabanza en todo el mundo.
Tales pues , hermanos mios, la grandeza y excelencias
del nombre augusto de Maria , significar y dar a entender
por sí mismo todas las preeminencias, gracias y privi .
legios de esta amabilisima reina : sí , nobles asturianos,
tal es su excelencia , ser expresivo de todas sus cuali
dades, declarar por sí solo todas sus acciones y mani
festar solo con pronunciarse la altisima dignidad de
madre de Dios á que fue elevada ; pensamiento que tie
ne toda la autoridad de un san Ambrosio cuando di .
ce ( 2): Que el nombre de Maria se interpreta Dios de
mi linaje ó de mi parentela. Tal es en fin su exce
lencia , vuelvo á decir..... Pero ¿ para qué me detengo
mas en ponderarla, si por mucho que diga de ella
siempre estaré en los principios ? ¿ Si por mas que me
esfuerce a elogiarla ( 3), la singularidad de la materia ,
( 1 ) Psalm. XLVII .
(2) S. Ambros. , lib . de institut. Virg.
S. Petr. Damian . , serm . 2 de Nativit. Virg.
- 247 -
como dice san Pedro Damiano, quita la facultad del decir
y suspende de todo punto la imaginacion ? ¿ Para que me
detengo o me he de detener mas , si para demostracion
de que ésa dulcisima madre es acreedora a la venera
cion universal de todo el cristianismo , es por demas el
decir mas que su nombre ? Verdaderamente es excusa
do dilatar en esta parte mas el discurso ; por lo cual so
lo os diré aquí lo que dijo el Crisólogo despues de ha
ber ponderado las excelencias del nombre de Jesucris
to (1). Si tal es este divino nombre, ¿ cuál será su po
der? Esto es , amados paisanos ; habeis visto hasta aho
ra las excelencias del nombre de Maria ; pues ahora
vereis brevisimamente el poder de ese divino nombre,
que es lo que os he prometido para la

SEGUNDA PARTE .

San Alberto el Magno , elogiando à la santisima


Virgen en la exposicion de nuestro Evangelio , hace una
singular pintura del poder de su divino nombre en un
consejo con que nos previene a todos. Dice pues este
padre (2) : Si las adversidades, infelicidades y tribula
ciones os oprimieren , no os aflijais , acudid á Maria ,
recurrid á su misericordia é invocad su sanlisimo nom
bre. No os acobardeis , continúa san Bernardo dando
coloridos á esta pintura ; no os acobardeis ni caigais en
desconfianza de vencer las tribulaciones y conflictos ( 3 ) :
lejos de eso en todos vuestros peligros , en todas cues
tras' angustias, en todas vuestras perplejidades pensad
en Maria é invocad á Maria sin apartarla de vuestro
corazon y vuestra boca. No os aflijais , no os acobar
deis , porque siendo ella aquella hermosa estrella naci
da de Jacob, cuyo esplendor brilla en los cielos , pene
tra á los abismos é ilumina á todo el mundo , hallareis
en ella vuestro remedio solo con invocarla. Las dificul
(1 ) S. Petr. Chrisolog ., serm . 144 de Annunt. Virg.
(2) S. Albert . Magn . in cap. 1 Lucæ .
(3 ) S. Bernard . , homil. 2 , super Missus est .
- 248 -

tades mas imposibles , las empresas mas arduas y mas.


dificiles, todo cesa al poder del nombre de Maria ( 1 ) .
Hasta la gracia y la misericordia , dice san Anselmo,
se suele conseguir mas bien invocado el nombre de Ma
ria que el de Jesucristo ; no porque no sea , hermanos,
mis respetable sin comparacion el santisimo nombre de
Jesus , sino porque se deja captar tanto el Señor , di
gamoslo asi , del amor de su santisima madre , que no
le queda arbitrio para dejar de conceder lo que se pide
por su dulcisimo nombre. En fin no hay poder en el
cielo , en la tierra ni en el infierno que no postre reve
rente la rodilla para adorar el poder de esta gran
reina en dictamen del sabio Idiota ( 2) : no hay poder
que pueda contradecir el dominio de esta gran señora :
no hay poder que pueda resistir a los que la invocan
de veras .
Ved ahí , nobles asturianos , la pintura que hace
san Alberto el Magno del poder del nombre de Maria ,
aumentada de yivisimos colores por los demas padres
que habeis escuchado. Pues ahora dignaos de acompa
ñarme con vuestra consideracion y os convencereis vien
dola al vivo en vuestra tierra que debeis ser los prime
ros en tributar á esa santisima madre vuestros respe
tos. Venid pues conmigo ; pero antes resolveos á dar
una vuelta mas larga , porque os he de hacer atravesar
toda España hasta poneros en las cercanías de Jerez de
la Frontera , y en ellas sobre las riberas del Guadale
te , donde en 714 castigó Dios los escandalosos pecados
de Witiza y don Rodrigo , punto final de la gloriosa suce
sion é imperio de los godos , que por mas de trescientos
años hizo temible y respetable la fama en todo el uni
verso . No pienso fatigaros en este penoso viaje refirien
doos el origen de la infeliz catástrofe que voy a ense
ñaros ; lejos de eso , y suponiendo que apenas habrá
uno entre vosotros que no le sepa , callaré la corrup

( 1) S. Ans . , Lib. de excellent . Virg.


(2) Idiota ubi supr.
- 249
cion de Witiza ; no diré nada de los excesos de don Ro
drigo , nada de la traicion del malvado conde don Ju
lian , su pariente y privado , nada del perversisimo ar
zobispo don Opas , y nada finalmente de los infames
sacrilegos tratados con que estos perfidos vendieron su
religion , su Dios , su patria y su rey á Miramamolin
Almanzor ó á su gobernador general del Africa Muza.
Digo , ilustres compatriotas, que con nada de esto
os fatigaré en el camino, ni quiero tampoco llevaros tan
lejos mas que para que veais la ruina total de esta ca
tólica monarquía , a fin de que admireis mas y mas el
poder del nombre de la que por tantos títulos adoramos
en esos altares . Venid pues conmigo, vuelvo a repetir,
que quiero que veais puestos los ejércitos en batalla á
las orillas del Guadalete , trabarse á la primera ordeo y
pelear furiosos, unos por la gloria de vencer , otros por
defender su libertad . Quiero que veais resplandecer las
espadas , vibrar las lanzas, moverse intrépidos los es
cuadrones, dudar la victoria , perderla los nuestros , huir
y desaparecer para siempre el monarca y quedar el
campo por los agarenos. Quiero que veais a estos llevar
desde allí el duro y pesado yugo de la esclavitud á im
ponerle en todas partes, extender las cadenas de la ser
vidumbre por todo el reino , ejercer su tiranía impune
mente en todos los lugares , profanar los templos en to
das las provincias , corromper las vírgenes, violar las
doncellas, forzar las casadas y llenar de abominacion
toda la tierra. Quiero que veais..... Pero ¿ para que os
he de cubrir el corazon de luto en el dia de mayor jú
bilo de España ? ¿ Para que os he de llenar de horror
cuando os convido á ver y admirar las misericor
dias de nuestra divina protectora ? Cuando os llevo á
que veais el poder de su dulce nombre para que rebose
vuestra alegria , ¿ por qué os la he de acibarar con la
presencia de tantos males ?
Pero conviene asi , nobles compatriotas , conviene
asi para mayor gloria de Maria y para mayor compla
cencia vuestra. A Asturias pues; dejad ya las riberas del
250 –

Guadalete y volved á vucstra patria , y no como quirra


à vuestra patria , sino á lo mas retirado de ella ; á Cova
donga , digo , teatro de las maravillas de la reina del cie .
lo , a Covadonga , trono de esa divina madre , desde don .
de esparce á manos llenas sus misericordias ; á Covadon.
ga , solio escogido por ella para oir á vuestros padres y
para proveer de allí á su remedio y el de esta caló .
lica monarquía : á Covadonga en fin llegad , entrad en
aquel estrecho recinto : ' llegad , llegåd ; pero antes
preparad vuestra admiracion, porque hay allí mucho
en que emplearla. Alli vereis por una parte apenas mil
hombres de debil fuerza para tan grande empresa co
mo la de sacudir el yugo de la servidumbre alistarse
bajo del nombre de esa divina madre : allí rereis por
otra un soberbio ejército de agarenos amenazar con la
muerte á vuestros progenitores , contandolos víctimas
de sus cimitarras sin otro trabajo que el de sacarlos
fuera de la cueva que les servia de asilo : alli vereis por
otra rodeados estos de tribulaciones y conflictos pos
trarse é invocar á una voz como los niños en el horno
de Babilonia el poderoso nombre de Maria : alli vereis
despertar ( permitaseme decirlo asi robando el pensa -
miento al profeta rey ) , vereis , digo , despertar ( 1 ) el
poder de esa amabilisima madre que parecia haberse
dormido desde el principio de la fatalidad , á la voz y
clamor de sus fieles servidores : alli vereis que vuelve a
manifestarles el risueño y alegre semblante que parecia
tenia apartado de ellos , acordandose de sus misericor
dias pasadas , de nuestras miserias presentes y de nues
tras tribulaciones : allí en fin vereis , recobrados los áni.
mos de aquellos religiosisimos asturianos con la dulzura
del divino nombre que los protegia , salir invocandole
desde la cueva y salir con ellos el horror , el espanto,
el miedo y la muerte para los mahometanos.
Todo esto vereis , nobles compatriotas , en el estre
chisimo recinto de Covadonga ; y al ver todo esto , al re

(1) Psalm . XLIII , v . 23 .


- 251
parar todo esto , al considerar todo esto , al mirar al eco
dulcisimo del nombre de Maria volverse las saetas y
dardos contra los agarenos , caerse los montes sobre sus
escuadras , sepultar bajo de su mole millares de hom -
bres ; al mirar al mismo suavisimo eco apoderarse el
terror pánico de los que antes blasonaban soberbios y
tomar vergonzosamente la huida ; al mirar finalmente
postrados en el campo de batalla los robustos de Moab,
aumentados los rios con la sangre de sus cuerpos , vic
toriosos , alentados y libres à vuestros padres ; ¿ cuál
direis que debe ser vuestro reconocimiento á vista de
esta vivisima pintura del dulcisimo nombre de Maria!
¿ Quiénes tambien os parece que deben ser los primeros
en rendirle los respelos? ¿Cedereis vosotros por ventu
ra á ninguno la primacia en esta parte? ¿Os la disputará
tampoco ninguno , siendo constante ( 1 ) que hasta que
vuestros padres echaron los moros de Asturias y purga.
ron ó limpiaron la tierra protegidos del soberano nom
bre de la reina del cielo, no entró en ella persona de olra
provincia ?
Pues no , nobles asturianos, ninguno os la disputorá
ciertamente. Vivid por lo mismo reconocidos á esa di
vina madre sin apartarla de vuestro corazon y vuestra
boca , como encarga san Bernardo. Iovocadla pues en
las tribulaciones , en las angustias y en los peligros para
hallarla propicia como vuestros padres : fuera de ellas
para manifestarle vuestro agradecimiento. Invocadla y
os consolará el nombre con la significacion y os asistirá
con su poder. Invocadla , que con solo nombrarla halla
reis consuelo y hallareis amparo. Heredasteis la fé de
vuestros padres ; manifestadlo en ser tan religiosos como
ellos ; y si basta aquí por ventura fuisteis ljbios y des
cuidados , aun no es tarde , proponed la enmienda , y
comenzad desde ahora á ser lo que hasta aquí debiais
haber sido.
Si , dulcisima Maria , por la gloria de vuestro nom

( 1 ) Carvall . , part. 2 , tit . 9, S. 11 , ubi cit . Baseum .


- 252
bre os suplico que manifesteis su poder sobre la frialdad .
de nuestro espíritu , para que no padezcamos mas des
cuido en corresponderos como debemos. Haced sensible ,
señora , este poder sobre los enemigos de nuestro au
gusto católico monarca para que se perpetúe la paz en 20
su reino. Descubridle , amabilisima madre, sobre nues de
tros amados principes , asegurando la felicidad de esta
católica monarquia en la hermosa descendencia que es
peramos ; y en fin , señora , para que en todo se eter
nice la prosperidad sientale todo este reino católico , ya
que à vos os debe su restablecimiento. Asi sea , gran
Dios , como el que vos por la intercesion de vuestra
santisima madre nos concedais à todos la felicidad eterna
de la gloria , ad quam nos perducat elc.

SERMON DEL TRIUNFO DE LA SANTA CRUZ.

Ego si exaltatus fuero d terra , omnia


traham ad me ipsum.
Si yo fuere levantado de la tierro , todo lo
traeré á mi. -S. Juoni , c. XII , v. 32 .

Amados en el Señor , ¿ quién podria persuadirse , si


la religion nisma no nos lo enseñase , á que los hebreos,
aquella porcion predilecta , aquel pueblo privilegiado,
aquella nacion escogida para ser blanco de los cariños
de Dios y tierno objeto de sus mas dulces finezas , ha
bia de haber desconocido al verdadero Mesias hasta
llegar al exceso monstruoso de perseguirle, escarne
cerle y crucificarle ? Ellos eran los depositarios únicos
de los libros santos , en cuyas venerables páginas se veia
formada con tanta perfeccion la historia de Jesus antes
de verificarse , que es tan conocido el hijo de la Virgen
por los profetas que le precedieron , como de los discí.
pulos que despues le predicaron . Su cuna y su sepul
cro , su vida y su muerte , sus discursos y sus acciones,
808 abatimientos y su gloria , las ignominias de su cruz
y su triunfo , todo esto y mucho mas se pinta en el
- 253
antiguo testamento con aquellos colores con que se ma
uifestó en el nuevo. Miqueas representa á Belen , ciu
dad la menos populosa de Judá , ennoblecida con su na
cimiento : Isaias que habia anunciado la virginidad de
su madre , profetiza la dichosa ansia de los reyes , que
en alas de la fé habian de venir á rendirle adoracion
de regiones muy distantes : Jeremías pondera el dolor
lágrimas que derrama Raquel sobre sus hijos, vícti
mas sacrificadas en una edad la mas tierna : Oseay nog
le hace ver fugitivo en tierra extraña y llamado por su
padre desde Egipto : Malaquias nos señala con el dedo
su entrada en el templo de Jerusalem como angel del
nuevo y eterno testamento : Baruc nos anuncia su dul
ce trato y amable conversacion con los hombres : Zaca
rias describe su modesto triunfo bajo el símbolo de un
rey pobre que entra en Jerusalem lleno de mansedum
bre ; y a pesar de todos estos vaticiojos que miraban ve
rificados con la mayor exactitud en el hijo de Maria
santisima , le persiguen , le ultrajan, le escarnecen , le
crucifican . Destino horrendo ! Dureza im ponderable !
¡Ceguedad indecible ! Pero ceguedad , obstinacion y du
reza que imitaron , si no excedieron sus hijos.
Ellos vjeron comprobadas tambien en Jesus la pro
fecia de David respecto de sus baldones y tormentos ,
la de Isaías en sus ignominias , abatimiento y dolores,
la de Zacarias en la herida del pastor y dispersion de
las ovejas y la de Daniel que habia anunciado la gema
na grande , en cuya mediacion debia quitarse á aquel
pueblo la hostia y el sacrificio ; en la que seria traslada
do á otra parte el sacerdocio y por consiguiente la le
gislacion y el reino ; en la que los misterios , el arca y la
alianza transmigrarian á otro pueblo que haria mejor las
obras de justicia; y en la que el templo quedaria como
una casa desierta allanada y expuesta á una devastacion
bélica. Ellos sabian que en la muerte de Jesus eclipsa
do el sol , obscurecido el dia , temblando la tierra , hun
dienduse los peñascos , rosgandose el velo del templo,
abriendose los sepulcros , descendieron precipitadamen
-254

te de la cumbre del Calvario la lobreguez , la conster


nacion y el lerror , é inundando la ciudad deicida lo
llenaron todo de horror y espanto por la inaudita bar
barie cometida contra la vida del justo , a cuyos dis
cípulos los vieron no mucho tiempo despues testificar
Bu resurreccion , su ascension , su divinidad , sus mi .
lagros , confirmando su divina doctrica con maravilas;
pero ciegos , duros y obstinados, bañados en la divina
sangre sacrílegamente vertida por sus padres , errantes
de pueblo en pueblo, sin ley , sin tabernáculo , sio allar,
sin sacerdotes, sio sacrificio , sin profetas , llevando con
sigo de provincia en provincia el baldon y la marca de
sy deicidio , resistea sujetarse á la cruz , que a pesar
de sus errores , de su obstinacion , de su ceguedad y de
su dureza ha triunfado gloriosamente del corazon del
hombre. Y ved ya , amados en el Señor , descubierto el
plan de este discurso , reducido todo á demostrar esta
única proposicion : el triunfo de la cruz sobre el cora
zon del hombre y por consiguiente la virtud de este
arbol sacrosanto.
Salvador adorable , que tantas gracias nos dispen
sas desde ese trono de amor , ese soberano sacramento
en donde resides real , verdadera y sustancialmente,
concedeme la de hablar con dignidad y con fruto a tu
pueblo del asunto que le he propuesto , pues para obli
gar mas lu bondad interponemos la mediacioo podero .
sa de Maria santisima, a quien como hijos bumildes
y reverentes saludamos con devocion y ternura dicien
do : Ave , Maria .
Por densas que fuesen las linieblas que ocupaban
en tiempo de Faraon al Egipto , eran mucho mas te
merosas las que domioaban al mundo antes de la pre
dicacion del Evangelio. La idolatría , la impureza , la
avaricia , la soberbia , todos los vicios cubrian de horror
la faz de la tierra : en este estado se hallaba el universo
cuando Dios formó el misericordioso designio de purgar
el corazon humano de toda corrupcion y el entendi
miento de todos los errores ; y el medio de que se vale
- 255
para esta empresa prodigiosa es el arbol santo de la
cruz , cuyo triunfo sobre el corazon del hombre junta
mente con la virtud de este arbol sacrosanto voy á
manifestaros con el favor del Señor. Os,suplico encare
cidamente que me esteis atentos.
Doce hombres escogidos entre el vulgo , sin otra cien
cia que la de Jesucristo , sin otro libro que la cruz , sin
olros talentos que la paciencia , sin olra erudicion que
la virtud del Espíritu Santo , que descendiendo sobre
ellos de un modo el mas admirable los muda en otros
hombres , son los instrumentos que el Salvador destina
para los triunfos de la sacrosanta cruz . Estos son los
apóstoles , que revestidos del majesluoso caracter de la
divina mision , impelidos y transportados del soplo im
petuoso del omnipotente espírilu , salen de su retiro
como generosos leones , todo lo arrastran tras de sí con
una santa violencia , les son desconocidos todos los peli
gros , no los hace caer de ánimo la severidad del Evan .
gelio ; el furor de los idólatras , la rabia de los hebreos,
la crueldad de los suplicios aumentan su fortaleza y
acrecientan su constancia : se manifiestan eomedio del
dia con una seguridad y un zelo que no podia ser des .
concertado con cosa alguna : predican con tal intrepidez
que llenan de espanto a la sinagoga: echan en cara á
los judios el haber llenado la medida de sus crímenes
por haber puesto sus sacrílegas manos en el Mesias ver
dadero tiñendolas con su sangre preciosisima : anuncian
en todas partes á Jesus crucificado , hablando por boca
de ellos una sabiduría que confunde á los doctores de la
ley , reduce al silencio los filósofos , disipa las linieblas
del paganismo , ilustra las gentes , á todo el muodo des
engaña y le precisa , por decirlo asi , a buscar los le
soros de la verdadera sabiduría en la cruz de Jesucristo ,
haciendo tan numerosas conversiones que solo san Pedro
en los dos primeros sermones gana para la cruz ocho
mil almas. La sociedad cristiana , capaz ya de poner en
cuidado á los sacerdotes y doctores de la ley , se forma
al rededor de ellos , y en poco tiempo produce la santa
256 .-
cruz la mies mas hermosa y abundante : el zelo de sus
propagadores animado con la felicidad de los primeros
ensayos toma un vuelo mas rápido y aspira a abrirse
aun á costa de su sangre una carrera mas extensa.
Atenas y Roma que eran el centro de las ciencias y las
artes y tambien de los vicios y pasiones, no fueron pri
vadas de su presencia , y en ellas fructificó su doc
trina : los límites de la dominacion romana , por vasto
que fuese el contorno que abrazasen , no servian de
barrera á sus fervorosos afanes y se dispersan por 10
das partes para anunciar la cruz del Salvador divino.
Asia , Africa y Europa oyeron las verdades de la fé de
boca de san Pedro y de san Pablo : la Siria , la Cilicia,
la Phidia , el Ponto , la Capadocia , la Macedonia , la
Acaya y la Iliria , las regiones marítimas y las islas
los vieron sucesivamente confundiendo a los empeder
nidos judios , afirmando a los nuevos fieles, establecien
do el orden y la disciplina en las sociedades cristia
nas , proveyendolas de pastores y reformando los abusos
que ya principiaban a introducirse en ellas. San Juan
que siempre es llamado en el Evangelio el discípulo
amado de Jesucristo , fuoda en el Asia un gran núme:
ro de iglesias : gan Andrés fue enviado a la Escitia des .
de donde pasó al Epiro y á la Grecia : santo Tomás se
encaminó á los partos y penetró hasta la India : san Si
mon el cananeo eligió para teatro de su mision la Me
sopotamia y la Persia : son Mateo extendió el conoci
miento de Jesucristo en la Etiopia ; y los demas após
toles trabajaron en otras diversas regiones del universo ,
no habiendo pais alguno en donde no hubiese resonado
su voz segun el oráculo del Señor por el profeta.
Ni los vastos mares , ni los profundos rios, ni las
ardientes arenas de la Arabia y de la India , ni los per
petuos yelos del Cáucaso y de la Escitia pueden retar
dar la rapidez de sus progresos a postólicos: penetran
hasta los pueblos mas bárbaros , á donde todavia las
águilas no habian extendido su vuelo : ganan almas para
la cruz en parajes inaccesibles a las mismas fieras; y
- 257
por cualquiera parte donde resuena su voz persiguen
los mas antiguos abusos : arrancan de los pueblos mas
feroces los ídolos que siempre habian adorado sus ma
yores : imponen silencio á los oráculos del demonio:
destruyen los altares que el incienso y las ofrendas de
lantos siglos babian hecho al parecer respetables: pre
dican la locura y el escáodalo de la cruz (hablundo
en frase de la escritura santa ) por toda la redondez del
orbe : plantan este arbol sacrosanto en los pueblos mis
mos en donde poco antes habia sido adorado el demo .
pio , levantan el edificio del Evangelio sobre las ruinas
de la idolatría , y donde quiera se aumenta el número de
los discípulos de la cruz de Jesucristo.
Espiran los apóstoles, y en el liempo de su muerte
habia ya la iglesia adquirido una sólida consistencia :
estaban fijados sus dogmas, establecida su disciplina,
explicada con la mayor claridad la doctrina de las cos
tumbres y determinados los grados de su gerarquía ; sin
embargo bramaba por todos parles la tempestad con
tra la cruz de Jesucristo : el sacerdocio pagano despoja
do de todas sus venlajas y expueslo á verse sepultado
bajo las ruinas de sus allares llamó en su favor á la
supersticion y al delirio : vencida y degradada la vana
filosofía se valió de todas sus sutilezas y sofismas : la
potestad humana empleó todo su poder para sostener el
culto de los ídolos. Bastaba en aquellos siglos para ser
reputado por delincuente el ser cristiano ; este nombre
solo se concepluaba por el mayor de los crímenes , y no
se necesitaba mas para ser juzgado digno de padecer
todos los suplicios que la profesion de cristiano. Los mis
mos Trajanos y Antoninos , aquellos principes amigos
de la humanidad , llegaron á ser furiosos para con los
cristianos solo porque rehusaban incensar á los falsos
dioses de Roma . Considerense sucesivamente todas las
épocas desde Neron á Constantino : á excepcion de algun
intervalo estuvo siempre encendido en toda extension
de la dominacion romana el fuego de la persecucion mas
violenta : los cadáveres de los cristianos palpitaban en
T. 57 . 17
- 258_
los anfiteatros ; sus entrañas arrancadas por los osos,
los tigres y los leones cubrian las arenas ; sus brazos
esparcidos por todas partes se veian á cada paso en las
plazas públicas; se teñian los rios con su sangre y lle
vaban con horror los restos libertados de la voracidad
de las llamas : aquí se veia á unos atormentados en
los potros , estrellados bajo las muelas , precipitados
desde la cumbre de las rocas ; allí se veia a otros su
mergidos en la profundidad de las aguas , arrastrados
por bestias feroces, ahogados con la infeccion de los ca
labozos , hechos pedazos con ruedas llenas de agudas
puntas y hojas cortantes. En fin recorrase el universo
desde el oriente basta las islas mas remotas del occi
dente y hasta los helados climas del norte , desde las ori
llas del Eufrates y del Indo hasta las riberas del Rin y
del Danubio , y por todas partes se verán ejecutar en
aquellos siglos las mayores crueldades contra los cris .
tianos de cualquier sexo , edad , condicion y estado:
mujeres delicadas , cortesanos alimentados en las deli
cias , liernas doncellitas que no conocian todavia mas
que las delicias de la casa paterna y las inocentes ca
ricias de sus madres , ancianos encorvados con el peso de
los años , artesanos , habitanles de los campos , obispos
y sacerdotes que habian encanecido á la sombra del
santuario , y aun algunas veces niños que apenas babian
salido de los brazos de sus nodrizas , estos eran conti
nuamente los objetos de aquel furor implacable.
Y quél ¿ os parece , amados en el Señor , que la
navecilla de la iglesia se sumergia impelida del furioso
viento de tantas persecuciones ? Nada menos ; la cruz de
Jesucristo hacia cada dia nuevos progresos : la sangre de
los mártires era en todos los lugares, segun la bermosa
expresion de Tertuliano , una semilla fecunda de cristia
nos : ella persuade (mejor que pudiera hacerlo la elocuen .
cia mas penetrante ) aquella religion tan cierta , tan evi
dentemente demostrada , tan sensiblemente grabada con
el sello de la divinidad ; y con una suave violencia que
en pada perjudica a los derechos del libre albedrío, obli.
-- 259
ga á los hombres á sujetarse a la cruz del Salvador. Y
à la verdad cuando se ve a los mártires confesar libre.
mente á Jesucristo enmedio de aquellos tormenlos hasla
entonces inaudilos , que se inventaban contra ellos ex
profeso y cuya sola imagen hace temblar y estreme
cerse ; cuando se ve el gozo en sus ojos y la serenidad
grabada sobre su frente , aun cuando no es ya su cuer
po , sino sus logas los que se despedazan ; ¿ podia nodie
dejar de exclamar que era su religión divina ? ¿ Podia
alguno ser testigo de su heroica constancia sin admirar
una religion que elevaba el hombre á la clase de las
puras inteligencias, desprendiendole de la aficion a su
cuerpo y á sus sentidos , y haciendole , digamoslo asi,
impenetrable a las impresiones del dolor ? De ahí prove
nia que aun los mismos sacrificadores idólatras á pesar
de las preocupaciones que los cegaban , no podian me
nos de admirarse , y muchos de enemigos de Dios se
hacian discípulos de la cruz venerable y sacrosanta ; y
asi despues de estos siglos de pruebas y al mismo tiem -
po de gloria la divina cruz dominaba en todas par
les , y aunque la herejía emuló en furor y en crueldad
á la idolatria , triunfó tambiea de ella santamente con
denaudo sus errores en los sagrados concilios.
Qué gloria ! ¡ Qué felicidad , hermanos mios ! Las
ramas de este arbol venerable se extienden á lodas las
edades , á todos los sexos , á todos los estados ; y se ven
sus preciosos frutos entre las fatigas a postólicas del mi
nisterio pastoral en losGregorios , los Agustinos , los Cri
sóstomos, entre los cuidados del matrimonio en las Adelai.
das y las Margaritas , en la soledad de la viudez en las
Paulas y en las Mónicas , en la inocencia de la virgini
dad en las Ineses , las Teresas y las Rosas. Transportaos
con la imaginación a los espantosos desiertos del Egip
to , de la Palestina y de la Tebaida : penetrad en ellos y
mirad aquellos famosos solitarios: unos estan continua
mente llorando á las orillas del Nilo , otros en no inter
rumpida abstinencia en los páramos del Poolo ; estos
penetrados de frio entre las nieves de Escitia , aquellos
:
- 260

tostados por los ardores del sol en las arenas de Libia ;


y allí se trasladaron unos desde las conversaciones im
puras , otros desde las mas, abundantes mesas ; eslos des
de las mas halagüeñas diversiones , aquellos desde las
mas lisonjeras delicias , y ahora viven olvidados de si
mismos , pensando solo en el cielo. Y quién produjo
tan opimos y preciosos frutos ? La cruz de Jesucris
to : toda la firmeza de la iglesia y toda su virtud para
fructificar en la vida eterna nace de este arbol saluda
ble de la santa cruz : de ella proceden los rios de los
sacramentos que la riegan , la fertilizan y fecundan ; de
ella las fuentes de las gracias , el perdon de las culpas,
la justificacion de los pecadores , la gracia de los justos,
la gloria de los bienaventurados ; de ella la fe de los pa
triarcas , la esperanza de los profetas , la fortaleza de
los mártires , la sabiduría de los doctores , la peniten
cia de los monjes, la perseverancia de los confesores,
la limpieza de las vírgenes. Crux fua , dice el padre
san Leon , fons est omnium benedictionum et omnium
causa gratiarum . Debemos gloriarnos en ella , dice el
apostol san Pablo : nos autem gloriari oportet in cruce
domini nostri Jesu Christi ; porque de ella pende todo
nuestro bien , nuestra salud , nuestra vida y nuestra re
surreccion : In quo est salus, vita et resurrectio nostra :
de suerte , dice el padre san Juan Crisóstomo , que co
mo las aguas fecundan y conservan la tierra , asi la cruz
sostiene al mundo cristiano : ut aqua terram, sic crux
orbem sustinet. No hay fé , ni esperanza , ni caridad , ni
remision de pecados sino en virtud de la cruz : no na
cerá en la iglesia una yerbecilla saludable , un pensa -
miento bueno sino en virtud de la cruz : su nombre
propio , dice el mismo santo padre , debe ser el fun
damento de la iglesia : Crux fundamentum ecclesiæ .
De aquí infirió el padre san Agustin que debian
entenderse de la iglesia las palabras de Isaías: Secun
düm dies ligni vitæ , erunt dies populi mei. San Juan
Damasceno dijo que la sagrada cruz merecia mejor el
uombre de arbol de la vida que el que puso Dios en
- 261
mediu del paraiso para conservacion de la vida corpo
ral . Tanto durará , dice el Señor, mi pueblo (que es la
iglesia ) , cuanto durase este precioso arbol de vida , del
que depende y en el que está fundada . Esta doctrina
dió Jesucristo á Nicodemus , que acudió al divino maeg
tro para que le instruyese en los misterios de su gra
cia y reino celestial : Como Moisés exaltó la serpiente
en el desierto ; asi conviene sea exaltado el hijo del
hombre , para que todo el que creyese en él , no perez
ca , sino consiga la vida eterna : como el remedio , vida ,
salud , respiracion y toda buena suerte de las mordedu
ras de las serpientes dependió de la de metal que Moi
sés levantó en un madero ; asi la vida espiritual , dones
y todo cuanto es necesario para alcanzar la vida eterna ,
estriba en la cruz en que fue levantado Jesucristo. Es
te es el fundamento de la doctrina del cielo : sin la cruz
no hay vida ni gracia para el hombre. La iglesia sin este
arbol divino no podria conservar la vida , el honor y los
bienes que adquirió para ella con su sangre su divino
esposo Jesucristo . El que miraba la serpiente queda
ba sano , no por la virtud de aquel metal , sino por la
del Salvador divino y por la virtud de su cruz que en
ella se simbolizaba : Qui enim conversus est , dice el capi
tulo 16 de la Sabiduría , non per hoc quod videbat sa
nabatur, sed per le omnium salvatorem . El principio de
vida y de salud no podia encerrarse en un tronco de
metel inanimado : la cruz de Jesucristo es fuente de vida
y de salud por la virtud de la sangre de inestimable
precio que en ella se ofreció por la redencion de los
hombres.
De este madero santo en que fue clavado Jesucristo ,
ha colgado su eterno padre , segun la expresion de
Isaías , todos los ricos vasos de su casa desde los mas
pequeños hasta los mas graodes , mas preciosos y de mas
valor : Suspendent super eum omnem gloriam domus pa
tris ejus, vasorum diversa genera , omne vas parvulum
à vasis craterarum usque ad omne vas musicorum .
Los vasos que hacen la riqueza y gloria de la casa de
262
Dios , son los santos ; y las virtudes y méritos de estos
amigos del Señor dependen en tal manera de la sagra
da cruz , que sin ella no tendrian aceptacion ni valor
en la presencia divina. Si fueron eficaces las lágrimas
y penitencias de la Magdalena , el dolor coulinuo de san
Pablo , el amargo llanto de san Pedro y las peniten
cias de los demas sanlos que habian sido en otro tiempo
pecadores ; todo pendió de la cruz de Jesucristo . Si los
patriarcas tuvieron una fé viva , si los profetas una es
peranza cierta , los apóstoles encendida caridad , los
mártires invencible fortaleza, los doctores admirable
sabiduría y las vírgenes hermosa limpieza y castidad ;
todo pendió de la cruz de Jesucristo . Si los pecadores
se justifican , los justos tienen gracia , los bienaventu
rados gloria ; todo les viene de la cruz de Jesucristo:
todos estos dones , estas virtudes , esta gloria que ha
cen las delicias de la casa del padre celestial , todo pen
de y estriba en la cruz de Jesucristo : Suspendent su
per eum omnem gloriam domus patris ejus, vasorum
diversa genera , omne vas parvulum à vasis craterarum
usque ad omne vas musicorum . Y como jamas podrá
faltar de aquella morada celestial la felicidad y la glo
ria , tampoco faltará jamas en ella el madero santo que
ha sido su origen . El Señor le conservará eternamente
en sentir de muchos padres , singularmente de san Juan
Crisóstomo , preservandole del fuego voraz que ha
de asolar el mundo. Estará siempre a vista de los bien
aventurados , que reconocidos a las mercedes y dones
que por su medio les vinieron , rendirán á sus pies sus
coronas y homenajes: Por ti , dirán , ó cruz benéfica,
fuimos redimidos : por ti fuimos libres del yugo del de
monio , de la tiranía del pecado y de las penas del in
fierno : tú eres la gloria del mundo , el arbol de la vida
y el principio de nuestra gloria : nosotros la tendremos
en cantar eternamente tus alabanzas .
Por último , si quieres saber , o cristiano (dice el
mismo ganto padre ), la virtud de la sagrada cruz y las
cosas que pueden decirse en su alabanza , escuchame:
-263
escuchadle , hermanos mios , y oireis tambien sus triun
fos. La cruz , dice el santo, es la esperanza de los cris
tianos , la resurreccion de los muertos , la luz de los
ciegos , el camino de los desesperados , el báculo de los
cojos , el consuelo de los pobres , el freno de los ricos ,
la destruccion de los soberbios , la pena de los viciosos,
el triunfo contra el demonio. La cruz , continúa el san
to , es el pedagogo de los jóvenes , el piloto de los nave .
gantes, el puerlo de los que peligran , el padre de los
huérfanos, el defensor de las viudas , el consejero de
los justos , el descanso de los atribulados , el defensor
de los párvulos , la cabeza de los varones , el fin de los
ancianos. La cruz , prosigue el santo , es la luz de los
que estan sentados en las tinieblas , la sabiduria de los
ignorantes, la gloria de los mártires , la abstinencia de
los monjes , la castidad de las virgenes, el gozo de los
sacerdotes. La cruz , concluye el santo , es el fundamen .
to de la iglesia , el honor de los templos , la repulsion
de los ídolos , la ruina de los impios, la virtud de los
débiles, el médico de los enfermos , la limpieza de los
leprosos, el descanso de los paraliticos , el pan de los
hambrientos , la fuente de los sedientos , la proteccion
de los desnudos. Esto y mucho mas dice el padre san
Juan Crisóstomo de la santa cruz , á cuyos pies postra
dos lodos pedid que triunfe de vuestros vicios y que
derrame sobre vosotros su8 virtudes : que triunfe de
vuestro orgullo , de vuestra altivez y soberbia , y que
seais desde este momento humildes : que triunfe de vues
tra ira , y que seais desde este instante mansos : que
triunfe de vuestra avaricia , y que seais desde ahora li
berales : que triunfe de vuestra gula , y que sea is desde
este momento templados : que triunfe de vuestra impu
reza , y que seais desde este mismo dia castos : que
triunfe de vuestra envidia , y que seais desde este ins
tanle caritativos: que triunfe de vuestra pereza , y que
seais desde ahora diligentes en el servicio del Señor :
que triunfe de vuestra inmodestia , y que sea is desde
este instante modeslos : que triunfe de todos vuestros
- 264
vicios y que os adorne desde este momenlo con Codes
las virtudes.
Si , cruz adorable , cruz preciosa , cruz bendita , cruz
sacrosanla , triuofad de nuestro corazon , de nuestra
alma , de nuestro cuerpo , de nuestras potencias , de
nuestros sentidos , de nuestros vicios , de nuestros des.
órdenes , de nuestros escándalos : adornadnos con vues
tros frutos , con vuestros dones , con vuestras virtudes;
y vos , Salvador divino , recibid nuestros afectos , nues
tros homenajes , nuestras adoraciones : Adoramus te,
Christe. Aceplad nuestros loores , nuestras alabanzas,
nuestras bendiciones: Et benedicimus tibi ; dignaos de no
desechar estos votos que le tribulamos , porque en ese
leño adorable nos redimiste del pecado , nos libraste del
demonio , nos librasle del infierno : Quia per sanclam
crucem tuam redemisti mundum ; y porque esperamos
en tu bondad , en tu clemencia y en lu misericordia
que nos harás participantes en la eternidad de la feli
cidad y de la dicha que nos lograsle en la santa cruz :
sí , Dios mio , esperamos verte en el cielo por los siglos
de los siglos . Amen .

SERMON DE SAN PEDRO DE ARBUÉS .

( DEL P. FR. LUIS ANTONIO DE SEVILLA .)

In fide el lenitate ipsius sanctum fecit


illum .
Dios le santificó por el mérito de su fé y
de su mansedumbre.
Eclesiástico , cap. 43 , v . 4 .

Aquella dichosisima nacion escogida de Dios de en


Ire la multitud de las gentes, distinguida con su pro
pio adorable nombre y destinada ab æterno para de
positaria de su fé , llegó despues de tantas y lan ra
ras revoluciones como nos acuerdan los libros santos , á
aquel feliz instante en que se le entregase abiertamen .
le, esto es , con señales sensibles , este rico y precioso
265 -
tesoro. En Abraham , llamado por tanto padre de los
creyentes , luvo principio esla dichosa época , y desde el
fue amaneciendo ó alumbrando a la manera de un
nuevo y clarisimo sol. Creció esta fé, y allá algunos
siglos antes de la mediacion de los tiempos podemos
fijar el estado de su adolescencia .
Entonces se hacia ya preciso que combatiese has
ta aniquilarlas contra las otras naciones infieles que
la rodeaban , y tambien contra aquellos hijos de iniqui
dad , que engendrados en las entrañas de tan buena
madre y alimentados con el dulce nectar de sus máximas
tiraban impiamente a destruirla . Bien pudiera esla fé
desenredarse por sí misma de lales enemigos y disi
parlos , no de otra manera que los soplos de un impe
tuoso viento esparcen , y disuelven en pequeñas por
ciones . una nube de leve humo ; porque desde su na
cimiento poseja aquella robustez , animosidad y valor ,
que en lo largo de su carrera la han acompañado , y
que la hicieron no retroceder en sus empresas, ni
al horroroso aspecto de los magos y hechiceros de Egip
to , ni acobardarse al oir el ruido de las pesadas cade
nas de Babilonia y Ninive , ni desmayar á vista de las
conjuraciones intestinas , de un rebelde Alcimo , de un
Nicanor infiel , de un Trifon impío. Ella era cierta
mente capaz de vencer y dominar por sí sola a todo el
mundo ; pero sin embargo de esta su gran virtud Dios
que siempre ha querido dar parte a los hombres en
sus glorias , escogió ciertos de ellos , los puso bajo el
mando de esta fé, los proveyó de orneses y armas for
madas de ella misma y les dijo : Seguid los pasos de
mi fé , ayudadla en sus conquistas y coronaos de los
verdes laureles que cortará su espoda . 10 qué gran
piedad !
Uno de estos venturosos hombres fue, señor ilus
trisimo , el gran Moisés , cabeza ó corifeo que pode
mos decirle de los inquisidores o eonservadores de esta
fé ; y si el Espíritu Santo no le caracterizara despues
de habernos referido y ponderado sus heroicos acciones
- 266 -
en desempeño de este oficio con este elogio : « Dios le
santificó por el mérito de su fé y de su mansedumbre ;»
quizá no me alreveria yo á apropiarle hoy al segundo
Moisés , heroe magnanimo á quien V. S. I. consagra
estos cullos.
Porque yo creeria que para demostrar á un per
fecto inquisidor habia de valerme de la pintura de un
Elias , cuyo ardiente zelo llegase hasta los cielos , los
endureciese ó ablandase solo para hacer llover fuego
sobre los profanadores de la fé; que rodeado de los
profetas de Baal no se acobardose , antes sí estuviese
descargando sobre ellos en un continuo golpe su vale
rosa espada ; o la de un Finees intrépido , cuyo agudo
puñal estuviese pronto para cortar aquellos inicuos la
zos de los que en caso de permitirse se seguiria notable
detrimento a la fé ; 6 la de aquellos otros hombres conoci.
dos bajo el renombre de fuertes, de terribles y sin piedad.
Tales creeria yo ser los colores propios para bos
quejar el cuadro de un perfecto inquisidor de la fé , si
ademas del elogio dado á Moisés no sonasen en mis
oidos los ecos suaves de aquellas voces con que Jesu
cristo , piedra , fundamento y autor de esta fé , pero
vestido de mansedumbre como de su propio ornamen
to , avisó á sus apóstoles que no debian usar de ningun
espíritu de rigor, si querian desempeñar seguo su vo
luntad el empleo en que los constituia de inquisidores
de su fé. Y ¡ qué reprension tan fuerte les da cuan
do intentan apartarse de esta suave enseñanza ! Estad
firmes en la fé y revestios de la mansedumbre de cor.
deros , les dijo al destinarlos á plantarla sobre la
tierra .
Es por tanto preciso apartarnos de toda especie de
aspereza para señalar un digno ministro de la fé, y
que adorando la sabia ordenacion de aquel Señor, que
para ostentacion de su poder ha sabido unir en algunos
cualidades ó doles opuestas segun nuestro errado modo
de pensar á, los fines á que su providencia los destioaba,
como fue en Daniel juntar para profeta lo político y
- 267 –
cortesano , en David para rey lo contemplativo y pro .
fético , nos sujetemos á este incomprensible sistema ,
y confesemos rendidamente que el caracter propio de
un inquisidor se forma de estas dotes : fé y manse
dumbre.
Para confirmacion de esta verdad , cuando ella no
estuviese canonizada por un oráculo infalible , bastaba
dar una ojeada en la pasmosa vida del varon mas rec
to , del colegial mas ajustado , del doctor mas sabio,
del catedrático mas acepto , del canónigo mas ejem
plar , del ministro de la fé mas apostólico , san Pedro
de Arbués , gloria de nuestra España , honor de Ara
gon , lustre de este santisimo tribunal y martir invic
to de Jesucristo. La vida , digo , de este grande hom
bre , cuya sangre lavó , fortificó y tiño de un color her .
moso las primeras piedras que sirvieron de basa a este
utilisimo y reclisimo tribunal, que en su tiempo se
levantó en nuestros reinos , no es mas que un tejido
vistosisimo de fé y de mansedumbre . Eslas , podemos
decir , señor ilustrisimo , fueron en él las virtudes do .
minantes ; estas las que descollaron cual frondosa palma
por cima de aquella pureza maravillosa de costumbres ,
de aquel desprecio heroico de sí mismo y del mundo ,
de aquella penitencia rigidisima y ciencia angélica que
le tejieron dobladas preciosas tunicelas : estas fueron
las sendas por donde enderezó sus pasos y que le lle
varon á los pies del trono de su señor : estas las que
llenaron su ánimo de altos pensamientos, las que mo
vieron sus manos a la ejecucion de las grandes accio
nes que nos acuerdan los fastos de su historia ; y úl
timamente las que labraron la corona de santidad.
En una palabra su vida toda llega á formar una es
pecie de testimonio , que nos convence ser eslas las
virtudes propias y en que debe hacerse fuerte , diga
moslo asi , el inquisidor que desee llenar hasta el col
mo los deberes de su ministerio.
Sí , señor ilustrisimo , fé y mansedumbre simboli
zadas en la oliva y la espada con que se distingue el
-268
noble pecho de V. S. I. , son dos virludes cuya ad
quisicion se cree libre de dificultades , miradas que
sean por cima o de monton ; pero a la verdad de una
posesion sumamente dificil, si se atiende al punto eu
que estriba su perfeccion : dos virtudes tenidas en
tre los folsos prudentes por ineficaces é incapaces de
producir algunos frutos; pero que en realidad aquella
enseña al cristiano en un golpe de vista hasta lo mas
oculto del santuario segun esta sentencia del padre san
Cipriano : Non per moras temporum , sed compendio
gratiæ maturantis hauritur ; y esta ó por mejor decir
una y otra atraen hácia sí las dulces complacencias
del Señor : Beneplacilum et illi fides el mansuetudo.
Dos virtudes , que se tiene por fijo poseerlas lodos los
católicos sin diferencia ; pero en cuya escuela poquisi
mos dan algunas lecciones. Dos virtudes, efectos pecu .
liares de la gracia que debe bañar el alma de un per
fecto inquisidor, estando al sentir del citado padre , quien
dice de ella : Inspirans el subministrans , et ad impro
borum frænandam contumaciam vigorem fidei, el ad
lapsorum ferendam pænilentiam lenitatem . Dos vir
ludes por último , que poseyó en grado eminente san
Pedro de Arbués , en cuyo mérito se sanlificó , y las
que yo he elegido por tanto para formar su penegirico;
porque yo observo que él supo unir á la fé recibi
da en el baulismo lo vivo y lo ejemplar: vea aqui
V. S. I. la primera parte de mi oracion : porque yo
veo que él supo juntar á una mansedumbre natural lo
arreglado y lo prudente : esta es la segunda. En dos
palabras , ilustrisimo señor , ſi llena de aclos heroicos,
mansedumbre llena de excelencias formaron el elogio
de un santo que V. S. I. se ha propuesto por ejein
plar ; pero ¡ con cuánto acierto ! Y que por ellas lo .
gró apropiarse á sí este caracter con que el Espíritu
Santo distingue á Moisés : In fide et lenitale ipsius
sanclum fecit illum.
San Pedro de Arbués , inquisidor fiel, san Pedro
de Arbués , inquisidor manso ó benigno, son los dos
-269

ejes sobre que estribará toda mi oracion , la que juz


gando yo , señor ilustrisimo, que concebida en tales
términos puede servir de doctrina utilisima á la ense
ñanza de los fieles, la he formado asi , persuadido á
que al mismo tiempo que yo los incite à poseer virtu
des lan interesantes à la religion , he de formar un
mapa donde se vea palpablemente el caracter de
V. S. I. y de su honorífico tribunal; porque en sus
partes principales se señala , en sus ampliaciones se
deja ver , y toda ella lo habrá de persuadir . Incur
riria yo en un gran delito si intentase que esta oracion
sirviese de exhortacion ó correccion al recto pro
ceder de tan justificado tribunal; ¿ y quién me absol
veria de tal culpa ? Ella solo será una manifestacion
llana y sio artificio de la fé y mansedumbre, prendas
relevantes que nos da V. S. 1. á ver continuamente en
sus grandes acciones , y en las de sus sabios ministros.
Pero antes de hacer esto evidente imploremos los au
xilios del divino espíritu por la intercesion de su sa
grada esposa . Ave , Maria.
Cuando yo voy a hablar de la fé , unida al heroe que
celebramos , y esto delante de un tribunal que fio tiene
otro objeto que su defensa y propagacion , y de un audi
torio lan católico; me parece que habré acertado cuan
do use del estilo del grande Agustino predicando de los
tormentos y pasion de los mártires . En tales ocasiones no
se valia el santo para hacer amable la fé , ni para aficionar
á ella sus súbditos de aquella abundancia de sentencias,
de símiles , de argumentos y autoridades de que usaba
cuando trataba de la fé abstraida ó considerada en si
misma ; se contentaba sí con proponerles menudamen
te los efectos que esta fé habia causado en los santos,
porque el ejemplo , decia , es mas eficaz que la palabra .
Siguiendo yo pues esta misma práctica me parece que
para haceros emuladores de la fé debo reservar toda
la eficacia de mis palabras para cuando os la demues
tre ejercitada por nuestro santo , y que ahora de paso
la llame con los sontos padres Crisóstomo y Agustin
C
- 270
origen de nuestra justicia y principio de loda santidad;
o cuando mas me será permitido dibujarla con los co .
lores que la pinta san Pablo escribiendo a los hebreos;
esto es , basta deciros que por la fé conquistaron y
vencieron los reinos los santos , que por ella obraron
en una plenitud de justicia , que por ella ó en su mé
rito se hicieron acreedores de las promesas y retribu
ciones eternas, que como sabe hacer casi palpables los
objetos espirituales , asi tambien disipa los que fascinan
á la razon .
Eeta fé pues , cercada de linieblas entre su mismo
resplandor, hace ver el mundo segun su esencia : le piata
con todos los atavíos de una figura que nos engaña : le
asemeja á una mentirosa sombra que nos burla ; y le
descifra en una fábula que nos seduce. Hace que el al
ma fiel se levante sobre estas ficciones , le instruge en
los fines altisimos de su creacion y le inspira un deseo
eficaz de llegar al término feliz de su peregrinacion , y
tanto la predomina este pensamiento , que poseida de
una especie de insensatez santa suele exclamar á veces
con el Apostol en esta manera : Fide demoratus est in
terra repromissionis , tanquam in aliena .... expectabat
enim fundamenta habentem civitatem , cujus artifex et
condilor est Deus.
Pero ¿ cuándo, hermanos , obra asi la fé ? ¿ en quién
inspira este su fervoroso espíritu ? ¿ Será acaso en aque
llos que olvidados de la conducta del mayordomo de
Abraham , el cual llevó á Rebeca adornos no solo pa
ra los oidos , sino tambien para las manos , se conten
lan con haber oido la fé, pero no cuidan de practicar .
la ? ¿ Producirá estos efectos en los otros , que bien que
sean solícitos en el cumplimiento de este preceplo: Id
á José; se oiegan tolalmente á la ejecucion de esta se
gunda parte de él : Y haced lo que os mandare ? No,
hermanos, en ninguna manera ; porque estos tales , fan
tasmas que podemos decirles de la fé, son como aque
llas lagunas cuyas aguas nunca se mueven y por tanto
se corrompen y nada producen. La fé derrama esta se
- 2714
milla , la hace nacer y dar copioso fruto en aquellos
que la conservan pura , humilde , manga , verdadera ,
en una palabra viva , cual la poseyó el santo que ado
ramos sobre esas arar .
Si , hermanos , porque aun en aquellos uños en que
somos comparados á los novillos que no han sentido el
yugo , ga el santo martir habia sujetado su cuello a las
coyundas suaves de esta fé ; ya podia asemejarse á aquel
animal acostumbrado a tirar del carro del Señor. Ello
es asi , que él hizo uso de su fé desde que le luvo de
su razon. Pero ¿ de qué fé ? ¿ De aquella acaso que con
fundiendonos en las obras con los herejes solo nos dis
tingue de ellos por la creencia ? ¿ De aquella fé de quien
como dice el Crisóstomo no somos templos vivos , sino
sepulcros asquerosos ? ¿De aquella fé con mas señas
de humana que de divina , por cuanto la enseñanza de
nuestros padres parece ser el único molivo que nos su
jeta á ella ? No , hermanos , no fue esta la fé que uso
san Pedro Arbués desde su niñez. Usó sí de aque
lla otra fé, que elevandose sobre sí misma se intro
duce en los cielos para asistir con los señores al pie de
aquel excelso -solio , en cuyo centro se le da á ver la
imagen mas expresa del crucificado; que le toca sin
sombras , sin representaciones, porque casi le alcanza
á ver como es en sí , si puedo hablar en este lenguaje.
Usó de aquella fé á quien no estorba la capa con que
se emboza Elias á la puerta de su dichosa cueva , para
ver toda la grandeza , toda la majestad del Señor que
pasa , ni para sentir la suave aura que le acompaña ; de
aquella fé, que conoce y profundiza sin curiosidad la
causa de aquel impetuoso torbellino que desgaja los
árboles, de aquellos temblores que sacuden las piedras
y hacen que a la tierra le falle el equilibrio , de aquel
fuego grande en que se enciende la cima toda del mon .
te Horeb , y que conociendola se oprime á la memoria
de tal poder y tiembla , de respelo ; de aquella fé, que
cuando aparece mas dormida , entonces es cuando for
ma de sus misterios una escala allisima , que topa en
- 272

los cielos y va a servir de descanso á su mismo autor.


Usó de aquella fé , cuyos ojos no se cansan por el peso
del velo de los sentidos , porque él no les quita mirar
de hito en hilo el sol en que tienen su trono ; de aque .
fla fé dichosisima, que aunque no se ha evacuado , como
que toca los arcanos , cuando en la realidad solo los
*confiesa . Usó de aquella fé , que da á Dios honor , glo
ria , magnificencia y alabanza al son de la consonancia
suave de sus máximas y que se mantiene en pie can
tando en compañía de los siete principes el sunclus,
sanctus , sanctus , y sabe tambien abalirse contra la
tierra con los ancianos para decir Amen ; de aquella fé,
que tiembla al oir el Sinai, que truena y que se des
calza para pisar con veneracion la tierra en que apare
ce Dios . Usó ultimamente de aquella fé , cuyo respeto
engendra temor , pero no temor de la especie del que
se expresa en estas palabras : Dæmones credunt et con
Iremiscunt; sino de aquel que poseyó á los apóstoles cuan
do en virtud de ella cogieron un copioso fruto en bre
ve ralo supliendo asi los afanes inútiles de una larga
noche.
Tal fue la fé de nuestro inquisidor desde su adoles
cencia . Mas porque no me creais sobre mi palabra , de
cidme : aquella continua . g ferviente oracion que le
enajenaba de los sentidos; aquel retiro del trato de las
gentes cuando su nacimiento , su profesion , erupleo y
caracter le ponion enmedio de ellas ; aquel conservarse
inocente entre las ocasiones que franquea la edad , la
abundancia , el ejemplo ; aquella mortificacion severisi
ma con que se afligia como si fuese reo de los mayores
crímenes ; aquel uso del mundo sin permitir se pegase
á su corazon el mas leve polvo de su escoria , todas es
tas cosas į no confirman , 110 atestan ser su fé tan viva co
mo os he pintado ? No ; pero hable por mi Epila , hable
Huesca , hable Bolonia , hable su colegio de san Clemen
te , hable el coro de Zaragoza , hable Aragon y hable
aquel rectisimo tribunal : rompa ahora su laudable y
profundo silencio y publique sobre los tejados lo que
- 273
vió , oyó y tocó en su esclarecidisimo ministro. Pero
¿qué habrá de publicar si no que lo vivo de su fé era
tal como yo os he referido ? Os dirá que sus movimien
los eran hijos de una fé que no pierde de vista á Dios,
8u8 conocimientos inspirados por aquella fé que enseñó
á los profetas; sus palabras ecos de aquella fé con que
habló Dios á los patriarcas ; sus acciones efectos de
aquella fé que guió a los apóstoles : en una palabra os
dirá que por lo vivo de su fé venció al mundo desde
que le conoció, y que sieinpre le tuvo por feudatario
porque obraba en todo segun este consejo de san Pablo
á los de Efeso : In omnibus sumenles sculum fidei, in
quo possilis omnia tela nequissimi ignea exlinguere.
Esta fue, señor , la vivacidad de la fé de san Pedro
de Arbués. Dios omnipotente , ¿ veis , Señor, desde vues
tro trono algo de esta fé entre los hijos de los hombres?
¿ Percibis acaso que suban hácia vos los vapores de es
te precioso incienso ? ¿ Registrais por ventura en las co
pas que tienen vuestros ángeles en las manos , algunas
onzas de este escogido bálsamo ? ¡ Ah ! Señor , que el
mundo dice que os cree ; pero sus operaciones lo des
mienten. Aun aquel pequeño número de personas entre
quienes se conserva esla fé , no la conocen sino segun
lo sensible , y el continuo trato con ella los lleva al ex
tremo de despreciarla . Cuando vengais , Señor , á reco .
ger los frutos de esta fé, apenas hallareis algunos, y
será tanta entonces vuestra ira , que á vuestra vista se
estremecerán de espanlo los hombres, y cubiertos de
confusion huirán á los montes sin detenerse a tomar sus
túnicas , y querrán mejor ser sepultados entre sus rui.
Das que sufrir la inquisicion severa que hareis de su fé.
Si , calólicos , es muy raro el justo que vive de la
fé en este nuestro siglo. Porque vivimos ; pero de una
fé que se contenta con creer sus misterios ; mas no pa
sa á levantar el velo que los cubre para nutrirse de su
espíritu. Creemos , es verdad ; pero con una fé que se
satisface con no oponerse á sí misma: creemos ; pero
con una fé que es el justo juez de nuestras obras , y que
T. 57 . 18
- 274
las condena aun antes de llegar el dia del exámen :
creemos ; pero con una fé desarraigada cuyas raices no
naceo del corazon y por tanto nunca da frulo : creemos;
pero con una fé que si la heredamos al nacer con los
demas derechos de hijos , nos ladea insensiblemente del
camino de aquella tierra pingüe , cuya posesion se nos
promele por esta señal mas interior que la dada á Abra
ham y sus descendientes: creemos ; pero con una fé
imperceptible , porque ella es mucho mas pequeña que
un grano de mostaza : creemos ; pero con una fé que se
da por pagada con el ejercicio de cuatro exterioridades
quizas irreligiosas : creemos ; pero con una fé sorda que
no oye , contemplativa que condesciende , tímida que no
reprende: creemos ; pero con una fé esteril y vulgar,
con una fé acomodada á nuestro espíritu de carne y
sangre , con una fé feble y arenisca , sobre la que ó nada
se edifica , ó una pequeña lluvia es bastante para des
truirlo : creemos en fin ; pero con una fé que si cauti.
va el entendimiento , desala la voluntad , y que por
lauto en vez de hacernos vencedores del mundo nos sII
jeta y sacrifica á sus caprichos , á sus modas , á sus le
yes de iniquidad. Y ved aquí que aunque somos católi
cos del credo, venimos á ser herejes de los mandamientos.
¡ 0 fé sin espíritu ! 10 fé muerta ! 10 fantasma de fél
Y cómo temo nos lleves á ser fantasma de religion !
Esta es , mis hermanos, la fé que se practica en
el mundo ; una fé opuesta exdiametro á la que usó san
Pedro de Arbués. Vosotros estais tocando su diferencia,
y confesareis conmigo que nuestra fé está muerta y
que aquella fue viva . Pero sin embargo de que una fé
cual la exige el Apostol en nosotros , sea suficiente para
santificar á un simple cristiano , no lo es para llenar el
vacío del ministerio de un inquisidor. Aquel en esta fé
tiene una luz que aunque puesta bajo del celemin , di
gamoslo asi , le basta para mover rectamente sus pasos ,
y con ella no hay duda cumplirá sus deberes. Pero la
ſé de los inquisidores debe a mas de ser viva ser ejem
plar : debe ser una luz colocada sobre un candelero para
- 275
que ilumiue a todos los vecinos , y estos distingan bien
cuál es la ciudad que se les manifiesta fundada sobre
el monte. Esto es indispensable en su oficio ; porque á
no ser asi no podriamos decir de lal fé, imitando al
Espiritu Santo: Sapientia ( fides) abscondita , el thesau
rus invisus, quæ utilitas in utrisque ?
No , hermanos, nuestro santo no se hizo reo de esta
invectiva ; porque él dió a su fé un orden o disposicion
tan ordenada, que si para sí mismo era una ardiente
hoguera , para los otros se dejaba ver cual lucidisimo
sol. Y ved aquí que si le miramos segun esta fé , pode
mos decir , como el Salvador del Bautista : Ille autem
erat lucerna ardens et lucens. De aquí es que para co
nocer cuál era el movil de sus obras , no habia pre
cision de preguntarle por su fé , porque él de antema .
no manifestaba á lodos su fé por sus obras : Ego osten
dam libi ex operibus fidem meam ; podia decir abierta
mente a todos. Por este medio hizo ejemplar su fé , de
tal suerte que podemos llamarle molde de fieles : ¿ Y
cómo podrian salir estos conformes al original á no es
tar en él las facciones y movimienlos bien abultados y
palpables ? Sus exhortaciones familiares á los fieles
tibios , sus escritos y decretos apostólicos contra los que
dejaban la fé, sus desvelos para extenderla por toda la
tierra , sus fatigas para limpiar el campo de la iglesia de
España de las espinas y malezas que podian sofocarla
ó herirla , y ultimamente el anhelo por conservar pura
esta fé eran otros tanlos clarisimos espejos en donde
registraban lodos un hombre todo fé , ó por mejor de
cir un abstracto de fé , el cual los impelia á asemejarse á
él. ¡ Cuántos ejemplos de estas transformaciones tene
mos en su vida ! El mismo santo publicaba que un in
quisidor no cumple con su oficio si se contenta con aco
modar la voz á las manos de Esaú : que es menester ade
mas que se perciba desde lejos lo aromático de sus ves
tidos , que este suave olor embargue los sentidos , no solo
de Isaac , sino tambien de sus domésticos , para que
casi sin libertad levantando voz y manos al cielo digan
:
-276
llenos de emulacion : La fragancia de vuestra fé es se
mejaute á la de un compo cubierto de flores, á quien el
Señor echó su bendicion . Esta fé es nuestro ejemplar;
ya vamos siguiendo el precioso olor de sus ungüentos.
Tal es el elogio de que se ha hecho acreedor vues
tro santo , porque no solo hizo su fé ejemplar entre los
buenos hijos de ton afable madre, sino tambien enlre
aquellos impios que con sus sacrilegas manos han tira
do á rasgar la túnica hermosa de que se viste. Ejem
plar á los lemerarios hussitas que profanaban abierla
mente los templos de nuestra España , asegurando no se
les debia todo honor y santidad en contradiccion del tex
to sagrado. Ejemplar á los progenses, que habiendo saca -
do del sepulcro inmundo en que los sepultaron los ana
lemas del concilio de Constancia , los antiguos errores
del maldilo Wiclef sembraban la erronea doctrina de
que los reyes pecadores no eran reyes: que los pre
lados eclesiásticos en culpa no gozaban de autoridad es .
piritual ; y otros falsos dogmas cuyos fatales consecuen
cias no dejaban de alcanzar' á nuestros reinos. Su fé rue
ejemplar , á cuya vista huian deslumbrados los calixti
uos defensores de la comunion de ambas especies. Su ſé
fue ejemplar aun para aquellos obstivados hebreos y
mahomelanos, que sin embargo de la solicitud de los
zelosos monarcas de la nacion vivian en ella infestando .
la ; raza de maldicion que del lodo extirparon aquellos
reges que inerecieron por tanto ceñir sus sienes con el
noble laurel título de católicos. En una palabra su fé
fue ejemplar asi como el sol , de cuyo calor nadie se
esconde, de cuya virlud lodos alcanzan) , bien que unos
se endurecen con ella cual el inmundo lodo , y otros
se liquidan al sentirla cual la nieve blanda de los co
llados.
Pero no creais , hermanos, que llegó este sol á su
ocaso sin sentir oposiciones en su carrera. Tuvo sí mu
chos precipicios en donde hundirse, no pocas montañas
que trepar y algunas breñas que hubieran detenido sus
rayos á no haber tomado su curso desde lun ollo. Porque
-277
como bay aves nocturnas que aborrezcan la luz , anima
les que se escondan silbando porque los tocan sus rayos ;
como hay perros que ladren á la luna solo porque luce;
asi tambien hubo hombres perversos a quienes no solo
deslumbró esta fé , sino que furiosos al ver descubier
tas sus obras de tinieblas se armaron contra ella у lle
garon al extremo de prorumpir en estas sacrilegas pala
bras : oprimamos á este varon justo, porque es contrario
á nuestras obras y con lo ejemplar de su fé nos da en ros
tro con las transgresiones de la ley . Mas , ó señor, que es
tas contradicciones solo sirvieron de hacer mas ejemplar
su fé. Porque sio ellas hubiera sido ejemplar á una ciu
dad , á una provincia ó cuando mas á un reino y esto por
poco licmpo; mas con ellas llegará á tocar los fines de
la tierra y perpetuamente se hará alabar de todos los
vivientes. Sin ellas hubiera recibido el premio de su fé
allá en lo oculto , digamoslo asi ; pero por ellas se le da
en lo público , de suerte que podemos decir sin que nos
haga callar Urbano VIJI : Fide translatus est . Sino hu
biese tenido contradicciones ó si hubiese huido de ellas ,
á la verdad no habria traspasado los límites de la per
mision evangélica : Cùm autem persequentur vos in ci
vitale isla , fugile in aliam ; pero tampoco tendria la glo
ria de que Jesucristo le confesase delante de su padre,
ni podria decir con san Pablo : Yo conservé hasta el fin
la fé debid : a mi caracter y ministerio .
Para poder pues hablar de esta manera se hizo fuer
te conlra estas persecuciones , opuso á ellas el escudo
inexpugnable de su fé , ó por mejor decir queriendo
conservarla ilesa hizo escudo de su cuerpo para guar
necerla y en el venian á dar los tiros que se disparaban
en odio de ella . Pero jó prodigiol que cuando el temor
natural de perder la vida , la vista de las armas con que
le herian , las blasfemias de aquellos hombres sacrile
gos y el dolor preciso de los golpes con que le afligian,
podrian en otros mitigar ó apagar los resplandores de
su fé , en nuestro santo mas los avivaban y enceudian :
era como el sol que cuando va á tocar al ocaso , despide
- 278 -
con mas brillantez los rayos de su luz para quedarse
multiplicado en las estrellas. Y aquí fue donde todo
abrasado en el fuego de su viva fé exclamó y dijo como
otro Eleázaro : Alabado sea mi señor Jesucristo ; yo le
doy gracias porque me ha concedido que muera por su
fé : ven 8 ayudarme en este apuro , amada compañera,
pues sabes que desde que te recibí en el santo bautismo
jamas me separé de ti .
Y quél ise hizo sorda esta auxiliadora robustisima
á las voces de su fiel amigo ? No , oyentes mios , pronta
estuvo á sus ecos , y uniendose el santo á la fé y la fé
estrechandose con el santo , ved aquí que si muere
por la fé , la fé le da otra mejor vida : si muere á los
pies del ara por confesar la fé , la fé le confiesa ahora
sobre el allar : si cada una de las gotas de su sangre
que salen por las heridas , se convierten por una meta
morfosis milagrosa en una lengua que publica la fé , de
tal manera que en atencion a este portento podemos
decir que adhuc post mortem loquilur; la fé mueve
ocultamente las lenguas de todos los católicos , para
que publiquen y digan : con justicia mereces , ó santo
martir , el lítulo de inquisidor fiel, porque tu fé fue
viva y ejemplar ; y últimamente si por la fé es' sepul
tado bajo los losas de la iglesia , la fé arranca estas lo
8as , excava la tierra , y sacando del hoyo su sagrado
cadaver le coloca sobre el alto monte de la iglesia , en
donde nos le muestra caracterizado con este elogio:
In fide ipsius sanctum fecit illum ; que si en lo vivo
de ella habla con todos los católicos sin diferencia , en
lo ejemplar se dirige peculiarmente a los jueces y mi .
nistros de este rectisimo tribunal , al cual por tanto
es preciso decir : Inspice, et fac secundùm exemplar,
quod tibi in monte monstratum est. Obrad , señor, se
gun este ejemplar de ſé, segun este ejemplar de man
sedumbre.
Pero e segun qué mansedumbre ? Será acaso segun
aquella especie de mansedumbre originada o de unos
humores frios, ó de un genio flojo, o de una crianza
279
feliz, ó de una política maquiavélica , o de una afecta
cion disimulada ? ¿ De aquella mansedumbre fingida,
que mira á su propio interés y que al mas leve toque
se convierte en una soberbia refinada que da entra
- da á la vanidad , á la impaciencia , á las murmuracio
nes , á los escándalos ? No , señor , no esta manse
dumbre , ni la que hace santos , ni la que V. S. J.
debe mirar como su propio distintivo. Se ha de
imilar la mansedumbre de san Pedro de Arbués ; por
que esta fue aquella mansedumbre que consiste en
cierta bondad , cierta calma, cierta moderacion del
alma , que naturalmente la inclina á condolerse del
prójimo defectuoso y á curarle con el oleo mas suave;
aquella mansedumbre que en toda contradiccion y
lance se muestra inalterable y que conserva la misma
afabilidad de rostro , la misma compostura de ánimo
en las persecuciones que en los aplausos; aquella
mansedumbre que á la manera de aquellos montes
á cuyas cumbres no tocan las nubes, gozan una sere
nidad , un aire , un sosiego de paz inalterable. Aque
Ila mansedumbre, que es incompatible con las pasio
nes o los vicios , al modo de aquellas flores delicadas
que solo se dan en un terreno puro , limpio y culti
vado , donde no nacen espinas ó zarzas que la sofo
quen o lastimen. De esta mansedumbre , señor , es de
la que yo hablo.
Y en efecto ella es propiamente la prenda que da
realce á las grandes almas y esmalte á lodas las virtu
des propias de un perfecto inquisidor : porque si la fé
arregla su espíritu y corazon , la mansedumbre gobier
na sus acciones. El mismo Jesucristo declaró por falso
y espurio aun el mas ardiente zelo de su fé , cuando
no va hermanado con la mangedumbre. Y á la verdad
si atendemos a que el modelo de un ministro de fé no
es otro que Jesucristo , hallaremos que cuanto sea
mas manso , tanto mas se conformará á su original,
Ello es asi que todos los colores y pinceladas de este
retrato, segun nos le pinta Isaías , apenas dejou de ser
280
mojadas en esta tinta , y en esto podemos decir consis
te todo su atractivo y hermosura . « Ves aquí á mi sier
» vo , dice Dios al profeta , ves aquí á mi siervo á quien
» yo defenderé. Ves aquí á mi escogido , en quien mi
» alma tiene puesta toda su complacencia . Yo derrama
» ré ni espíritu sobre él , y él hará justicia á todas las
» naciones de la tierra : pero no gritará , no será acep
» tador de personas , no se oirá su voz en las calles
» (reflexione V. S. I. con seriedad sobre estas palabras
» que se siguen ) , ni hará pedazos una pluma ya quebra
» da , ni apagará una mecha que esté humeando. » 10
qué raro dechado de mapsedumbre !
Este fue el que tuvo siempre delante de sus ojos el
santo a quien hoy rendimos nuestros honores . Esta
malisedumbre , caracter de Cristo , flor de la caridad
segun san Bernardo , fruto de la fé que dice san An
selmo y recomendada á los primeros inquisidores : Ecce
ego millo vos sicut oves ; fue el principal ejercicio del
nuestro . Tanto se a poderó de su alma este espíritu de
mansedumbre , que al tomar las confesiones á los reos,
si leia en sus corazones esta inscripcion : Superveniat
mansuetudo, et corripiemur ; oia en el fondo del suyo
estas dulces voces : Vos , qui spirituales eslis , hujusmo
di instruite in spiritu lenitatis; por lo que dejandose
llevar de la virtud de tales reflexiones , al reprender
los y castigarlos se manejaba cual caritativo samarita
no , que sabia mezclar bien el vino y el aceite. Pero
¿ qué hay que admirarnos de esta suave práctica , cuan
do si le preguntamos por qué se entregó tan entera
mente a ella , nos responderá con mas verdad que A sue
ro : Volui lenilate gubernare subjeclos.... ul oplata cun
clis gentibus pace fruerentur ? Nunca faltó en su boca ,
ni en su mano este especioso bálsamo ; porque la seve
ridad seca y amarga , decia el santo , nunca produjo otro
efecto que el del fuego y cuchillo. Si le preguntaban ,
respondia con mansedumbre cumpliendo asi con el
consejo del Eclesiástico. Si algunos al versc reprendidos
de sus delitos se exasperabon y convertian en saetas
- 281
las blandas exhortaciones del santo inquisidor , no por
eso perdia aquel sistema de mansedumbre ; porque
ademas de saber que el fuego no se apaga con otro
fuego y que la cuerda demasiadamente aprelada nun
ca hizo doradera consonancia , lenia fijas en su memo
ria estas palabras : Responsio mollis frangit iram ; ser
mo durus suscitat furorem ; y obraba segun ellas .
Jamas se vió en él aquel humor inquieto y desa -
brido , aquel tono enfadoso y áspero , aquel zelo amar
go , picante , violenlo y ofensivo , que mas destruye
que edifica , segun san Gerónimo. Solia decir el canto
á algunos falsos prudentes que molejaban su grande
mansedumbre , que un zelo rígido , que solo produce
amarguras , es propio de los herejes , porque estos quie
ren siempre enmascarar sus errores con una especie
de rigidez y severidad , que en la realidad mas los des
cubre ; por cuanto se opone mas a la religion de aquel
Señor que dice : Salvos haré yo a los mansos de la
tierra ; y que si puso a la cabeza de su iglesia un pon
lífice compasivo , inquisidor supremo de su fé , le bus
có tal , que conociendose fragil tratase á sus hermanos
fatuos con toda mansedumbre y se condoliese de sus
defectos. Asi respondió el santo á los zelosos indiscre
tos de la ley . Pero , ó señor , i qué instruccion tan lle
na de prudencia nos da el sablo en tales palabras !
¡ Cómo resplandece en ellas el espíritu de Jesucristo!
¡ Y qué confianza tan dulce pueden tener ya los que
por flaqueza falten á la fé, pues ven á V. S. I. tan emu
lador de esta mansedumbre !
Porque entonces ellos se prometerán el que sean
sus ruegos atendidos , compadecidos sus crímenes, oidas
benignamente sus disculpas , moderados los castigos ,
pues la mansedumbre y no el rigor será quien los
imponga. Y penetrados de este espíritu manso , 110 8e
rán para ellos las reprensiones dardos que los lastimen ,
sino un bálsamo mas temperante que el oleo . Entonces
se llenarán de aquel aire noble , de aquel no sé qué
clicacisimo, al cual no pudiendo resistir habrán de 54
- 282
jetarsc ; é inspirados por el enviarán casi sio libertad
desde el corazon á los labios las mas fervorosas y
constantes protestas de la fé. Y entonces , señor, i que
aplausos! ¡Qué alabanzas! ¡ Qué congratulaciones hacia
V. S. I. Sin duda que se verá cumplido este oráculo
del Eclesiástico : Fili, in mansuetudine opera lua per
fice et super homines gloriam habebis , como se verifica
en nuestro santo. Pero qué afectos tambien en ho
nor de la fé y de la religiou !
Yo no podré haceros capaces de ellos sino trayen
do á vuestra memoria la alegria en que rebosan los
campos , los valles y los montes cuando amanece el sol
que hermosea sus cumbres , y á cuyo calor manso se
rie hasta el mas humilde hisopo de los bosques ; sino
es diciendoos que atendais á la afabilidad con que re
cibe la tierra seca una suave lluvia y las flores con que
la paga : que volvais la cara á aquella Roma en todas
partes victoriosa y amada , porque no era la espada
quien llevaba el horror de los castigos , era sí la pie
dad quien levantaba sus banderas mejor en los cora
zones de los vencidos que en las lorres y muros de las
ciudades conquistadas: que mireis á un Tito , delicias
de su pueblo , luego que subió al trono , á un Teodosio
hecho objeto de los panegiricos de san Ambrosio : que
oigais con un oido las aclamaciones y vivas que elogian
almanso David cuando le ungen rey de Judá, y con
el otro los insultos , las mofas, los desprecios que ha
cen irrisible en Siquen al duro Roboam. Y entonces,
cuando convencidos de estos grandes ejemplos quedeis
persuadidos de cuán util es à la religion la fama de
mansos en sus jueces, entonces yo os añadiré con san
Bernardo que la mansedumbre ha sido siempre la que
ha llenado de frutos las trojes de la iglesia ; y entonces
tambien comprenderá V.S. I. cuáles son aquellos efec
los saludables que yo me prometia .
Permanezcan en su opinion aquellos austeros zela
dores de la fé, que han hecho del báculo del conguelo
que puso el Señor en su mano , vara de hierro con
- 283

que herir ; que ellos la verán muy presto quebrada ,


como anunció un profeta . Sigan en su dictamen los
que edifican con sangriento rigor á Sion y con impie
dades á Jerusalem ; que yo solo les haré conocer por la
experiencia que si han de coger el fruto del arbol in .
clinando sus romas , será con peligro de que se tron
chen : que el terror de la guerra le causan el fuego y
la espada : que una pluma blanda envia al oido la sua
ve armonía de la citara ; y que la abeja reina no tiene
oguijon con que herir á las súbditas.
Bien instruido estaba en estas máximas nuestro glo
rioso martir. Bien sabia que un rostro sereno , una ri
sa blanda , una voz apacible , unas palabras mangas y
unas entrañas misericordiosas son las que convienen á
aquellos escogidos y puestos por Dios á la cabeza de su
pueblo : Ul sepeliant el requirant eos , qui remanserant
super faciem terræ , ut mundent eam : que un inquisi
dor que sepa condolerse de las enfermedades de los reos,
que al amonestarlos los ruega , que al reprenderlos los
obliga , que al corregirlos los instruye , que al castigar
los les hace besar el azote ; esle será el que coja copio
sos frutos en sus hermanos débiles. Buena prueba es
de esta verdad el sin número de culpados que reconci
lió con la fé , entre los cuales se cuentan tambien aque
llos sacrilegos que conspiraron á su muerte. Y ¿ de dón
de tanta utilidad a la iglesia si no de que para curarlos
no usaba del cáustico sino de la blandura ? No , señor,
no deben usar de otra receta los que han de ser médi
cos del corazon ,
Porque el mismo Dios á cuya voluntad nadie hay
que resista , contra cuyo brazo nadie tiene virtud ; es
te Señor , que con un leve aliento de su voz rompe las
piedras , desgaja los árboles , enciende los montes , agi
ta las aguas, conmueve el universo ; este Señor , digo,
cuyo poder supremo expresa Ana en estas palabras:
Morlificat el vivificat, deducit ad inferos el reducil;
apenas pudo sujetar á una sola nacion , interio que se
dejó ver bajo este aspecto que le apellidaba Dios de las
- 284
venganzas. Pero luego que abandonó este título , que
apareció vestido de piedad y que en su frente se leia
el rótulo de rey pacífico y manso , conquistó para siem
pre con las suavidades de su gracia á lodos los reinos
de la tierra. Y ya vimos , señor , que los preceptos in
timados con estruendos en el Sinai se hicieron pedazos,
y los que sin truenos ni voces se escriben , se conser
van y duran ; y que si el implo Sennaquerib sufre la
muerle al cuchillo de sus mismos hijos , premio digno
á su crueldad, disfrula el benigno Moisés por cuarenta
años los aplausos de todo Israel , y este llora su muer.
te. 10 efectos admirables de una mansedumbre arre.
glada!
Pero cuando yo intento persuadiros que seais man
sos, bien me guardaria de inclinaros hácia otra man
sedumbre muy usada en el mundo , que mirada en su
esencia y en sus efectos no es otra cosa que una lácita
permision de los desórdenes , una condescendencia de
los vicios y una brecha por donde entran francamente
el error y el crimen . Esta es una falsa mansedumbre
propia de los falsos Cristos , que vestidos de una piel
de oveja son en realidad devoradores lobos : este es aquel
oleo llamado justamente de pecadores , mas nocivo á la
iglesia que el cáustico mas irritante. Y qué de estra.
gos no causa en el rebaño de los fieles ! Porque ella se
funda sobre unos respelos humanos que nos cierran la
buca para no hablar contra los que obran como here
jes , como libertinos, como cismáticos. Esta és la que se
propone un sistema de paz que no es paz; la que nos
hace ciegos para no ver los desórdenes de los inicuos;
la que nos obliga a ser aduladores , á que en presencia
de un pretendiente que se queja de su fortuna y mur
mura de fos que le preceden , obscurezcamos los méri
tos de estos , ponderemos los suyos y demos incentivos
asi á su perversa emulacion ; y ella finalmente es la
que nos hace cómplices de los delitos de los viciosos
hasta Iransformarnos en ellos , porque solo mira á hallar
modo para apropiarnoslos y en breve nos lleva á pen
285
sar como ellos , á hablar segun ellos y á que nuestras
obras no sean mas que una repeticion de las suyas.
Esta es , señor , la mansedumbre del siglo que lla
mamos de luz . Los que aprenden este grande arte de
iniquidad , son mirados por el vulgo como dignos para
el gobierno y reglamento de la república y religion y
á voces son llamados los mansos de la tierra . Pero ſó
dolor ! que esta mansedumbre es la que hace sospe
chosa ó ridicula la fé y la religion , la que destruye sus
sagrados dogmas , la que fomenta los delitos de los
malvados , la que hace enmudecer a los que opportunè
el importunè debian clamar contra ellos , y la que sirve
de máscara á tales indignos, que presumen comparar
sus acciones á las de estos aparentes mansos y se glo
rian de ser menos justificadas que las suyas . Máxima
perniciosa que observó la infiel Israel, de quien dice un
profeta: Justificavit animam suam aversalrix Israel;
comparatione prævaricatricis Judæ. ; 0 mansedumbre
mas dañosa à la religion que la crueldad de los Cali
gulas , Nerones , Domicianos y demas perseguidores del
nombre cristianol Mansedumbre imprudente , á quien
tuvo siempre una aversion total san Pedro de Arbués!
¿ No lo persuaden , señor , sus declamaciones pú
blicas y secretas contra los fieles tibios y relajados ?
Sus decretos llenos de zelo , su entereza contra los he
rejes i no lo confirmau ? Las conjuraciones contra su
persona į no lo testiſican bastantemente ? Sus heridas y
últimamente su sangre derramada en honor de la fé
¿ no son un sello indeleble de que nunca fue manso como
los del siglo? No hay duda , católicos , que san Pedro
de Arbués fue manso ; pero manso evangélico , manso
prudente , manso que si se a partaba de los zeladores
indiscretos de la fé, se contaba entre aquellos que usan
de ciertas condescendencias , ciertas permisiones que
exigen los genios , las calidades y circunstancias de los
culpados; porque ello es cierto que hay enfermos á
quienes conviene y aun precisa disfrazar los remedios
para curarlos sin que los conozcan . Y en esto estuvo
286

toda la prudencia de su mansedumbre . Y á la verdad,


señor ilustrisimo, toda mansedumbre que no mira á
este fin , es mansedumbre lisonjera que no procura edi
ficar, sino destruir , y cuyo fondo todo es iniquidad,
hipocresía y corrupcion ; mansedumbre que debe distar
mucho de todo juez cristiano. Y ¿ si hubiese un ministro
de la fé tocado de este cancer ? 10 santo Dios ! Entonces
se volveria á ver que Aaron concurria á la formacion
del becerro y gritaba con los idólatras : Israel , mira ahí
á tu Dios : que le ofrecia inciensos , que bailaba al son
de los instrumentos de irreligion . Entonces que confu .
sion ! Se verian rotas las tablas de la ley, llena la tier
ra de sangre humana , y que el mismo Dios no queria
estar mas tiempo a la frente de los cristianos. ¡ Lamen
table trastorno de religion !
Mas , ó dichosa España , ique segura estás de tal
subversion ! Sí , católicos , porque ella tiene en este san
tisimo tribunal aquellos hombres que prometió Dios á
Ezequiel, adornados de prudencia , fé y mansedumbre
para anunciar en los profetas la dignidad de sus profe.
cías y hacer a los pueblos que crean sus adorables mis
terios. Consolaos pues y llenaos de gozo al ver que si
el mundo tiene impios y falsos prudentes, que se glo
rien de publicar que se debe gozar de lo presente por
que el fin del hombre en nada se diferencia del de los
brutos , tiene en este tribunal sabios Salomones , que
aseguren ser todo vanidad , todo ignorancia lo que no
es la fé , el temor de Dios y la sumision perfecta á su
ley , y que esto lo persuadan en sí mismos, quiero de
cir , con una fé viva : que si el mundo tiene Antiocos
perversisimos que con sus escándalos acrecienten el error
y el vicio , tiene Eleazaros esforzados que sepan man
tener la religion en su pureza , aunque sea á costa de
su vida ; esto es , una fé ejemplar : que si el mundo
tiene pusilámines Jeroboanes, que con su floja manse
dumbre den lugar y aumentos a las disoluciones , liene
Josias , que al paso que su memoria es para todos co
mo la suave música que suena en el convite , quiten de
- 287 -
entre los fieles las prevaricaciones y aumenten en ellos
el fervor y esto por una mansedumbre arreglada; y
últimamente que si el mundo tiene Aarones timidos y
condescendientes , sin valor , sin ánimo para oponerse
á los crrores , tiene asimismo en este tribunal zelosos
Moisés que sepan desterrar la herejía , aunque sea
dando al fuego y al cuchillo sus infames hijos , sin que
por eso dejen de ser mansos; porque usan de una man
sedumbre prudente . Tal fue , ya lo habeis visto , el san
lo a quien hoy celebramos . Inquisidor ton fiel, que po
demos decir de él sin rebozo lo que de Henoc el texto
sagrado : Fide placuit Deo et translalus est in paradi .
sum . Inquisidor ton manso y benigno como que en el
habita para siempre aquel Señor que dice : Super quem
requiescam nisi super quietum ? En una palabra inqui
sidor tan perfecto , que siguiendo los pasos de Moisés
le imitó de tal suerle , que hoy se apropia su elogio ,
pues le caracterizamos justamente con estas palabras :
In fide el lenitale ipsius sanclum fecit illum .
O santo Dios , que asi te magnificas en tus santos,
que has proveido á tu iglesia de tales heroes , que te
complaces en sus obras , que vives gustosamente con ellos
en la gloria y atiendes con agrado á sus oraciones, y sú.
plicas ; oye benignamente, Señor , las de este perfecto
inquisidor que pide por sus amados compañeros , y usan.
do de tu gran misericordia haz con ellos segun sig
ruegos . Y tú , santo martir , insta en ellos con tal efi
cacia , que alcances descienda sobre estos meritisimos
hombres aquel espíritu de fé y de mansedumbre que
poseiste , para que ayudados de él cumplan exactamen
le las obligaciones de su oficio como lo desean . Y
vosotros , señores ilustrisimos, que habeis consagrado
vuestras manos al Señor haciendo que sirvan á la ven .
ganza de su fé , sin que las liguen el respeto , el interés ,
el armisticio ó la naturaleza , seguid en tan noble ejer
cicio sin perder de vista el heroe que teneis colocado
sobre esas oras. Seguid pues obrando segun su fé , se
gun su mansedumbre, que yo os prometo , como Moisés
288
á los esforzados hijos de Leví , que ademas de veros li
bres de los enojos que derrama el Señor sobre la tierra
recibireis en esta vida y en la otra los efectos dulcisi
mos de la bendicion eterna de su diestra . ¡ Oh ! bien sea
asi por vuestra intercesion , glorioso martir ; y que es
tas bendiciones alcancen tambien à todos los que nos
gloriamos de ser congregados bajo un mismo bautismo,
bajo una misma fé y que adoramos á un mismo solo
Dios , al cual sea dada toda la gloria , toda virtud y to
da alabanza por los siglos de los siglos. Amen.

SERMON DE SANTO TOMAS DE VILLANUEVA,


ARZOBISPO DE VALENCIA .

(DEL DR. D. MANUEL RODRIGUEZ MONGE. )


Paravit cor suum ut investigarel legem
Domini , et faceret , et doceret in Israel
præceplum el judicium .
Esdræ I , c . 7 , v. 10.

Está desolada toda la tierra , porque no hay quien


piense de corazon : no conocemos los admirables desig
nios de Dios sobre nosotros , porque no reflexionamos en
los sabios medios con que nos gobierna : no buscamos
en nuestras acciones el último fin , porque no medita
mos sobre su importancia : gastamos el tiempo en nego
cios inútiles ó extraños : nos lamentamos de nuestra mi
serable condicion sin reflexionar que nosotros somos
nuestros mas formidables enemigos y la causa de los
males que padecemos : deseamos ser felices; mas por un
fatal crror lo buscamos en aquellos objetos que no son
capaces sino de acarrearnos amargas tribulaciones y
eternas desventuras; pues que poniendo la corrupcion
de nuestros apetitos un denso velo á la razon nos pre
senta dificullades que nos desalientan , duras fatigas quc
nos retraen de buscar el uno necesario para que he
- 289

mos nacido y quc dcbia ser nuestra única ocupacion .


El Dios cuyas misericordias son sobre todas sus
obras, se vale de los ardides mas ingeniosos para atraer
á sí los perdidos hijos de Adam sin embargo de la pér .
lida resistencia de estos. No satisfecha su bondad con ha
ber roto con su sangre las cadenas de nuestra esclavi .
tud , ni con aquel torrente de gracias ya interiores, ya
exteriores que fluye del Oceano insondable de sus mise
ricordias sobre el poderoso aliciente de premios iomar
cesibles con que amorosamente nos excita á guardar su
santa ley , levanta de entre nosotros mismos , de nuestro
vil y fragil barro unos seres dichosos, que adornados de
gracias , coronados con los laureles que ganarou en sus
espirituales batallas presentan á nuestros ojos no un
mero objeto de estériles alabanzas, sí mas bien un plan
acabado y perfecto de la vida que debemos observar si
queremos lograr su venturosa suerte.
¿ No es este el in que le propones , real congregå
cion , cuando penetrada del espíritu de la iglesia cele
bras á tu protector y patrono el gran padre de pobres
santo Tomas de Villanueva , columna de la fé, oráculo
de su siglo , modelo de religiosos y obispos , honor in
mortal de nuestra provincia ? No miras precisamente
á darle el culto que se merece , si á alentarnos con su
ejemplo á emprender o continuar fervorosos la gran
obra de nuestra salvacion ; pero ¿ qué dire , qué imagen
presentaré á vuestros ojos que represente dignamente à
ese astro benéfico que para bien de la iglesia produjo
nuestro suelo , que la alumbró sin intermision desde los
primeros hasta sus últimos preciosos dias en que no
buscó mas que a Dios , no amó mas que á Dios , no es
tudió ni enseñó mas que á Dios en todos los cargos en
que le colocó ? El Señor compadecido del lastimoso es
tado de su pueblo despues de la revolucion de Artajer
jes , queriendo restablecer la gloria de su nombre , el ho
nor y decoro del sacerdocio , suscitó á Esdras , el cual
preparó su corazon , aprendió su ley, la guardó con fi
delidad escrupulosa y la enseñó en Jerusalem desde la
T. 57. 19
- 290
aurora al mediodia , cuidó de la majestad del cullo y sus
ceremonias , procuró la pureza de sus levitas, arran
candose los cabellos en señal de su dolor por su torpe
alianza con las mujeres extranjeras, por lo que los san
tos padres le llamaron angel ó especial enviado del
Señor.
Me parece que el entendimiento humano no pudie
ra hacer una pintura mas cabal y perfecta de nuestro
gran padre de pobres que esta que hizo el Espíritu San
to en el elogio de Esdras; porque despues de leer en la
historia de su vida (1 ) que en su niñez fue fervoroso,
docil y limosnero , en su juventud estudioso , ejemplar y
modesto , en la edad perfecta vencedor heroico del mun
do y sus deleites ; religioso , obediente como los Capis
tranos , pobre como los Franciscos , penitente como los
Alcántaras, zeloso de la gloria de Dios y salvacion de las
almas como los Loyolas y Javieres , y que colocado por
la Providencia contra su voluntad en la silla de Valen
cia socorrió á su pueblo como los Juanes de Antioquia
y Julianes de Cuenca , le bendijo como Aaron , le pres
cribió leyes como Moisés, cuidó de su religion como
Finees , reparó los templos como Zorobabel, encendió
el fuego del santuario , reformando á sus levitas , siendo
suave como los Bernardos y Atanasios , esforzado como
los Ambrosios y Crisóstomos, amante de su Dios como
su padre Agustino ; despues de leer con confusion pues
tra que en todos sus cargos anduvo por los caminos del
Señor sin declinar ni á la derecha, ni á la izquierda ,
siempre ocupado en reparar las quiebras que la general
relajacion habia hecho en nuestras costumbres, llenando
de alegria á la santa iglesia , que como otra Raquel llo
raba la pérdida de sushijos por la fiereza de las herejías
que en Alemania y otras provincias abortó el infierno,
(1) Escrita por el maestro fray Miguel Salon , agusti
niano , que ha servido para este sermon, aunque tambien
se han tomado algunas noticias de la que escribió el señor
Quevedo , reimpresa aquella en Madrid por la viuda de
Marin en 1793 .
-291

las que intentaban extinguir la pureza de su moral y


doctrina ; i no diré con razon que cual otro Esdras cui
dó desde su nacimiento hasta su dichosa muerte de in
Yestigar, practicar y enseñar la ley santa de su Dios?
Paravit etc.
Pero sus virtudes estuvieron dentro de su ministe
rio. Su historia no la vereis mezclada sino con la de su
propio oficio : en sabiendo lo que debió hacer, sabeis lo
que hizo : por velar en la defensa de Jericó no dejó de
ser centinela de Israel : rehusó ser depositario y agen
te de los secretos de las cortes , acaso con infraccion de
sus particulares obligaciones , por ser intérprete de los
secretos del cielo : en el siglo amó y sirvió a Dios con
todo su corazon y alma : cuando religioso el mas pobre
y obediente solo vivió para Dios y para promover su
gloria : cuando obispo jamas perdió de vista á su reba
ño apacentandole infatigablemente con los pastos mas
saludables , y siempre brillaron en el su sencillez , reti
ro , penitencia , zelo apostólico y caridad con los pobres,
virtudes que caracterizaron su vida y serán el argumen
to de mi oracion. Apoyado y sin desviarme de las pala
bras que propuse , os le representaré investigando , prac
ticando , enseñando incesantemente en Israel la ley santa
del Señor , sus preceptos y verdades. Paravit elc.
Aquí , ilustres paisanos, si como os hablo desde la
cátedra del Espíritu Santo , os hablara desde la silla de
una academia , alabaria la fertilidad de vuestros campos,
la preciosidad de sus frutos, la perspicacia de vuestros
ingenios que tanto han descollado , singularmente en los
órdenes religiosos, ponderaria entonces el valor y saga
cidad con que habeis concurrido heroicamente a la de
fensa de la nacion y rescate de nuestro cautivo monar
ca , exterminando á muchos millares de satélites del ti.
rano , hasta asustarse de solo oir nuestro nombre y el
de nuestrå provincia , cuyo suelo han fertilizado sus
podridos cadáveres ; y subiendo a tiempos,mas lejanos
alabaria aquellas heroicas acciones en que comandados
de los grandes maestres de Santiago y Calatrava lanzas
:
- 292 -

teis á las huestes agarenas , apoderandoos de los enton


ces fuertes castillos de Uclés y Calatrava , conservando
los valerosos por largo tiempo , que fuerou el antemural
de la religion y de la patria ; pero hoy solo intento exci
taros a las que se escriben con caracteres indelebles en
el libro de la vida y han de recibir por toda la eterni
dad las aclamaciones de los cortesanos del cielo.
Dios augusto , que con vuestra real prescacia autori
zais las glorias de vuestro siervo , vos que en esa hostia
no respirais mas que llamas de amor para los buenos y
para los malos amenazas de indignacion y de muerte,
enviadme la mucha gracia que necesito para promover
vuestra honra y gloria . Asi lo espero por la intercesion
de vuestra santisima madre , si la saludamos diciendo
con el angel: Ave , Maria.
Santo Tomas de Villanueva dispuso su corazon pa
ra indagar la ley del Señor , practicó y enseñó en Is
rael sus preceptos y sus órdenes : destinado por Dios
para magníficas empresas se manifestó desde sus pri
meros años como una gran luz que debia alumbrar á
los que habitaban la region de las tinieblas y la muerte.
Fuenllana, pueblo pequeño de nuestra provincia de la
Mancha , fue su dichosa patria , no menos venturosa que
Córdoba por serlo del grande Osio y que Toledo de los
Julianes é Ildefonsos, pues que Tomas por sus talentos
y virtudes igualó á las antiguas lumbreras que escla
recieron la iglesia . A dornado de un natural feliz , de
un entendimiento sutil , de un juicio exacto , docil á las
instrucciones de unos padres verdaderamente cristianos,
inanifestó desde luego un horror al vicio que le hizo
temer hasta la sombra de pecado , una inclinacion á la
piedad que no le dejaba sensibilidad sino para las cosas
santas : al rayar la aurora de su razon le vemos ya co
mo David elevar sus ojos hacia los montes de donde
esperaba todo su socorro . No busqueis en el tiempo me
dio entre luz y tinieblas , porque asi que conoció a Dios,
fue su primer cuidado amarle , ofrecerle los primeros
afectos de su corazon puro , el primer uso de su liber
- 293 -
tail como primicias que se reservó el Scñor y á que
tiene particular derecho por su supremo dominio sobre
todas las criaturas.
Cuando otros niños por su anticipada malicia ofen
den a Dios en el tiempo que casi no le conocen ; cuando
un vestido algo mas precioso , una alhaja algo mas ex
traña los llena de envidia ; era de ver á este Job con
quien habia nacido la misericordia , trocar sus vestidos
nuevos por otros andrajosos , despojarse de su calzado y
ropas para vestir á los pobres , darles su misma comida,
acechar los descuidos de sus padres para socorrerlos con
sus piadosos hurtos ; y aquellos lejos de apagar estas
centellas de su caridad las avivaban con el mayor re
gocijo : era de verle acudir presuroso á oir los sermones ,
repetirlos con fidelidad á otros niños y aun adultos que
derramaban copiosas lágrimas : era de verle ayunando
y castigando su cuerpo de manera que todos exclama
ban atónitos como en otro tiempo del Bautista : ¿ Qué
será en adelante este niño ? No lo fue nunca en la vir
tud , pues con ella aun en la infancia le preparó su co
razon al Señor : Paravit cor suum .
Asi que la importante y nunca bien apreciada cien
cia de educar la juventud nada tuvo que moderar en
sus arregladas costumbres : armado de estas y de un
cabal conocimiento de la lengua latina se presentó en
la universidad de Alcalá que acababa de fundar nues
tro inmortal Cisneros , y aunque en la cuna estaba ya
muy floreciente : allí se apodera como por asalto de la
lógica apurando el arte de conocer la verdad , anali
zarla y distinguirla del error , de la moral y retórica
aprendiendo aquella elegancia sólida y patética que aun
admiramos en sus obras. Entonces animado de un santo
é irresistible deseo de entender la ley santa del Señor
y penetrar los saludables arcanos de la religion se de
dicó con el afan mas constante al estudio de la sagrada
teología , que le abrió la puerta al solo necesario cono
cimiento de Dios , sus atributos , misterios , dogmas y sa
cramentos . No extrañareis estos rápidos progresos de
- 294
su sabiduría , recordando que le puso por cimiento el
temor de Dios y que segun aconsejaba san Bernardo ,
estudiaba no por saber , que es vana curiosidad , no por
ser alabado , que es torpe vanidad , no por lograr altas
dignidades, que es vil negociacion , sino por aprovechar
se á sí mismo , que es verdadera sabiduría , y edificar á
los prójimos, que es excelente caridad : Ut investigaret
legem Domini, et faceret, et doceret in Israel. Si se pu
80 por norte á la estrella de la mañana que brilla en
los cielos y nos protege en la tierra , mereciendo ya el
glorioso epíteto de hijo de la Virgen , y que el sabio
orador Juan de Bergara le propusiese desde el púlpito
á los demas estudiantes como á modelo de virtudes, ha
blando de él como de un santo canonizado ; y si como
de san Basilio nos refiere el Nazianzeno , no conoció mas
que su casa , la universidad y la iglesia ; si á un ingenio
sutil añadia la mas constante aplicacion , de manera que
à vista de su estudio infatigable parecia inutil la perspi
cacia de su talento , y atendiendo a su agudeza , parecia
superfluo su continuo estudio , medio único para con
quistar las ciencias aun los grandes talentos; ¿ qué ex
traño es que hiciera tan pasmosos adelantamientos ?
¡Ojalá que nuestros estudiantes se formasen segun este
modelo! No veriamos con lágrimas tantos lastimosamen
le perdidos para la patria , para sí mismos , cuyos pro
gresos han sido la corrupcion de costumbres y las doc
trinas perniciosas con que han contagiado hasta las al
deas. ¿Queremos se instruya nuestra juventud ? Traza
do está el camino ; estudie por donde y como nuestro
Tomas y como aquellos sus contemporaneos que exten .
dieron la fama de nuestra sabiduría en todo el mundo
civilizado y que en el santo concilio de Trento , en la
mayor reunion de doetos que acaso haya habido jamas,
brillaron como soles en medio de una obscura noche con
tanta gloria de la nacion como oprobio de la herejía.
De aquí el que la universidad de Alcalá ciñese ,sus sie
nes con la borla de doctor en filosofía y teología y le
elevase como de un vuelo al magisterio dandole una de
- 295 --

sus cátedras; de aquí el que la de Salamanca, codiciosa


de tan rico tesoro , le brindase con otra ; cargo que en
aquella afortunada época no se fiaba sino á los verdade
ros sabios; y formando á sus discípulos sobre las virtudes,
tuvo los que mas sobresalieron en todas las facultades.
Los nombres de Hernando de Encinas y Domingo de
Soto , á quien tanto debe la teologia , andarán siempre
unidos a las glorias de su maestro Villanueva , que con
su humildad y prudencia disipaba aqueilas tempestades
que el amor propio lleva mas allá de lo justo : olvidados
de la regla sabia del grande Agustino , en las cosas ne
cesarias unidad , en las dudosas libertad , la caridad en
todas, exhalan rayos de venganza , prorumpen facil
mente en censuras acres y tiránicas, porque usurpan el
juicio de la iglesia a quien privativamente corresponde.
De aquí el que el colegio mayor de san Ildefonso sabe
dor de sus virtudes y talentos le convidase con aquella
beca que tanto honró Tomas y le abria paso á las mas
altas dignidades.
Pero no era esta su vocacion : está enamorado de
las virtudes y como prudente teme perderlas ; aplica el
oido interior a la gracia y escucha una secreta voz que
le dice : sal del mundo , en donde las virtudes no descu .
bren su hermosisimo rostro temiendo ser marchitadas :
yen donde yo te mostraré , te conduciré donde estés al
abrigo de las tempestades del mar borrascoso del siglo.
Reconoce Tomas el dulce acento de la voz que le habla ,
y no difiere ni un solo momento la correspondencia. Se
mejante a los apóstoles que a la primera voz de Cristo
dejaron aun sus esperanzas para seguirle , cierra los ojos
á cuanto puede detenerle en la ejecucion de su designio,
y cual ciervo que estando herido corre veloz á la fuen
te de las aguas , vuela al observantisimo convento de
san Agustin de Salamanca , cuya orden prefirió porque
á las austeridades y retiro de los ermitaños reunia las
funciones apostólicas en beneficio de los prójimos. Aquí
quisiera yo tener la elocuencia del Crisóstomo para pon
derar dignamente la grandeza de esta resolucion ; porque
296 -
huir del mundo aquellos a quienes este arroja de sí , no
es de extrañar ; pero huir de él aquellos a quienes convida
con las riquezas, deleites y honores , es la grandeza del
Evangelio. Las lágrimas de una madre santa que preferia
en el caso de ser religioso la orden militar de Sanliago
en que se habian distinguido algunos freiles de su fami
lia ; su sabiduría solicitada á competencia por las dos
mayores universidades del reino , la decidida y podero
sa proteccion del regente Cisneros que le apreciaba co.
mo á corifeo de su universidad, eran capaces de enti
biar al espíritu mas fervoroso; pero todo lo mira como
un estiercol por usar de la expresion del Apostol, y úni
camente lo estima para hacer mas heroico su sacrificio ;
å todo prefiere el conocer y practicar la ley santa del
Señor : Ut investigaret legem Domini, et faceret.... in
Israel.
Tú , dichoso orden , publica la ventura de tu adqui
sicion en toda la haz de la tierra , pues el cielo , para
quien no hay acasos , te le envia para que enjugues el
torrente de lágrimas que te arranca hoy la apostasia
del mas perverso de tus hijos (1). Abrelejutus puertas;
no viene a r los extravíos de una ventud per
dida en la ilusion de los amoreş , no huye de un mundo
seductor en castigo de haberle amado con exceso , se
divorcia del siglo , no en la edad de la inconsideracion ,
ni en el ocaso de una tímida ancianidad , sino en los
veintinueve años , cuando Satanás pone á sus pies to
dos los reinos del mundo . Seguir aquí sus pasos , des
cribir todas sus virtudes podrá ser asunto de su histo
ria ; pero no ciertamente de su elogio : á mi se me fi
gura , empezando su carrera como atleta fortisimo, que
al ver á sus competidores ir muy adelante corre el es.
tadio con pie veloz para llegar el primero y arrebalar
(1) Asi lo dice el Croiset, Vida de nuestro santo , en
su propio dia , y el P. Florez en su Clave historial,
cuando trata de los herejes del siglo XVI , hablando de
Lutero .
297
la palma : su humildad le hace mirarse como ' un gran
pecador , y las virtudes de los religiosos maestros de
su espíritu le excitan á una emulacion santa : los con
sidera en las alturas del Tabor , testigos participan
tes de la gloria de Jesucristo , cuando él cree que
nada ha hecho para subir a la sagrada montoña. Ani
mado de estos pensamientos no es decible el ardor
con que emprendió imitar á lodos los santos en las
virtudes mas heroicas. Transportaos conmigo al novi
ciado de Salamanca ; allí hallareis un muerto entre
los vivientes , un martir de la penitencia , pálido el
rostro , consumido , santamente colérico contra sí mis .
mo castiga cruelmente su cuerpo para reducirle á ser
vidumbre : con un sueño muy breve sobre unas ta
blas se prepara á una oracion muy larga : alli le ve .
riais ya como el Bautista en el Jordan pasando los años
como ciudadano de la celestial Jerusalenı , ya como Ja
cob recostado sobre una piedra , contemplando el ad
mirable comercio entre Dios y los hombres , ya como
Moisés investigando la divina ley , practicandola para
enseñarla al pueblo que algun dia se habia de confiar á
su direccion y enseñanza. Asi que no extrañareis os di
ga con las palabras de su general el sapientisimo carde
nal Seripando , que le trató y conoció a fondo , que los
varios dones del Espíritu Santo repartidos en muchos
santos se reunieron en él : que tenia todas las virtudes
en tan alto grado que no se sabia á cuál dar la prefe
rencia : que la fundamental de todas, la fé, era tan viva
que se verificaba en Tomas lo que él decia de otros
santos, que á vista de la luz de los santos la fé apenas
era fé , porque la sombra se pasaba á luz: qué ansioso
de extenderla , siendo provincial , envió al nuevo mun
do los apóstoles de él , los venerables PP. Jimenez ,
Pamplona, San Martin y Cruzate, que con sus sermo
nes y milagros conquistaron para el cielo aquellas an
chas regiones : que su caridad le hacia amar á Dios
como á bien sumo. De ella provenia aquel zelo por la
conversion de los pecadores , que procuro en todos sus
- 298 -

dias con todas sus fuerzas ; de ella aquel gozo en que se


bañaba su alma cuando le hacia prorumpir en las pala
bras de su padre Agustino : Dios mio , amor mio , ¿ qué
fuego es este que se enciende en mi corazon ? ¿ Qué luz
es esta que con sus rayos ilustra mi espíritu ? 10 fuego
que siempre ardes y nunca te apagas enciendeme mas.
1o lumbre que siempre alumbras ! alumbrame mas.
La esposa de los Cantares no llamaba a su esposo
con suspiros mas afectuosos: allí hablasteis , Dios mio,
á su corazon para acabar en él la imagen de un hombre
perfecto: allí se arrebataba con tanto ímpetu , que no
solo se levantaban sus afectos hácia vos , mas tambien
el cuerpo , quedando insensible é inmovil por muchas
horas. Sólidamente santificado en sí mismo , la obedien
cia le destina a la santificacion de los prójimos por la
predicacion : obedece ciegamente , porque en la volun
tad de sus prelados venera la del mismo Dios , é in
flamado de la caridad de Jesucristo y del zelo que ani.
maba al A postol cuando emprendia la conversion del
mundo entero , armado de aquella sabiduría celestial,
antes escondida bajo del celemin , ahora puesta por la
obediencia sobre el candelero , sale cual otro precursor
anunciando un bautismo general de penitencia que lle
vaba pintada en su rostro : Ut doceret in Israel præcep
tum et judicium . Obrando antes en sí mismo lo que pre
dicaba a los demas , no se veia en el aquella funesta
contradiccion entre las obras y las palabras que deshon
ra al ministro y hace inutil su ministerio. « El buen pre
dicador , decia nuestro santo , debe tener santidad de
vida , humilde oracion y verdadero zelo. La santidad le
dará crédito con los oyentes: en la oracion será alum
brado su entendimiento; allí se fraguan las saetas que
han de atravesar los corazones : el zelo dará eficacia á
sus palabras : el estudio sin oracion hinche el entendi
miento ; pero deja seca la voluntad y frio el pecho del
predicador ; y de un pecho frio , repetia, ¿ cómo han de
salir palabras ardientes ? » Tales eran las máximas que
le gobernaban. Asi que: Tomas era el mas eficaz ser
- 299

mon : parecia que el Evangelio personificado en el su


bia al púlpito y manifestaba á la virtud tan ama
ble y como de bulto que imperiosamente excitaba á
practicarla. Castidad tan preciosa como rara que haces
a los hombres ángeles , publica que jamas se empañó
con el mas pequeño ponzoñoso aliento , y que entregó
al Señor sin mancillar la eslola blanca que recibió en
el bautismo : tú , modestia , ¿ no derramabas en su per
sona un olor suavisimo que arrastraba los corazones de
cuantos le veian ? Antes formabas nuestro caracter ' na .
cional , y ya te lloras desterrada por la desnudez con
que dan margen á que se quiebre el barro fragil del
hombre , de lo que son responsables, dice el Crisósto
mo , á la manera que el que llevase por las calles des
tapado un vaso de veneno que sembrase la muerte con
sus ponzoñosos efluvios. Tú , pobreza , divisa del cris
tiano , que debe aborrecer las riquezas como al mayor
enemigo de su salvacion , ¿ no le viste cuando joven
fundar con su herencia paterna un hospital , y cuando
religioso privado de todo, contento con un hábito roto,
hollando asi la vanidad del siglo ? ¿ Qué extroño pues
que solo su ejemplo arrastrase los corazones, y que al
hablar de un Dios que exclusivamente reinaba en el
suyo , se arrobase en el aire , quedase inmovil ? Sagra
dos púlpitos de las catedrales de Valladolid y Burgos,
de San Ildefonso y Santa Dorotea de esta y de su or
den en Toledo , ¿ no le visteis extático arrobado largo
tiempo hablar en seguida de las delicias de la ciudad
santa , como si hubiera sido su habitador ó pudiera ha
cerlo el Apostol al bajar del tercer cielo ? Y los oyentes
que esperaban atónitos volviese de sus raptos , ¿ qué
harian al oir una doctrina no estudiada en los libros,
sino infusa , celestial , recibida con particular luz del
Espíritu Santo ? Estudiantes atolondrados , llenos de bie
nes y de talentos , con que confiaban figurar algun dia
en el gran mundo , cambian sus manleos por la librea
de Jesucristo , y no cogiendo en los noviciados de Sala
manca se derraman á los de ambas Castillas : mujeres
- 300
idolatras de su belleza y del galanteo queman sus ga
las , y de Jezabeles impuras pasan á penitentes Magda
lenas: doncellas inocentes vuelan presu rosas á salvar su
alma en el claustro , cubren sus rostros con un velo
para no ver ni ser vistas de los amadores del mundo,
olvidadas del curso de los dias y años , espiritualizan
su cuerpo y no reconocen otra vida que la del alma :
ricos epulones que no tenian otro Dios que su vientre,
cubriendo sus mesas de los manjares mas regalados que
encierra el mar en sus senos y mantiene en sus regiones
el aire , abrazan el ayuno y frugalidad repartiendo con
franca mano sus ahorros á los pobres: casados, profa
nadores del sacramento grande , entran en cuentas con
sigo mismos , meditan la ley santa , forman los mas
constantes deseos de practicarla , ogen la palabra de
Dios, la estiman mas que el oro y piedras preciosas,
cuidan de la educacion de sus familias, y sus casas , an
tes moradas de la discordia y del odio , se convierten
en iglesias , como queria el A postol, y se aman en ade
lante como Cristo ama á su iglesia . Ministros del san
tuario , sal disipada , pero dignos de veneracion por su
divino caracter , vuelven al camino de que lastimosa .
mente se habian extraviado , hacen un continuo holo .
causto de su cuerpo , esclarecen los pueblos con la di
vina palabra , los edifican con el ejemplo , dispensando
como ecónomos fieles los bienes del santuario , abun
dando la gracia donde abundó el delito. Religiosos .....
Tales fueron los frutos de sus tareas a postólicas, y lo
serian los de las nuestras si nos animara igual zelo y
santidad de vida . Pueblos afortunados de las Castillas,
Andalucía , Portugal y Valencia , que le oisteis , impo
nedme silencio , desmentidme si finjo ó exagero 5118
apostólicas conquistas . Corte de Carlos V , la mas bri
Hante У sabia de Europa y aun del mundo , ¿ no corrias
desalada á oir á este nuevo Elias ? ¿ No edificabas á to
do el reino con tu piedad y religion ? Y tú , Alejandro
español, aun mas grande por haberte vencido á ii mis
mo enterrandote vivo en el yermo de Yuste , que por
- 301 -
haber vencido á los enemigos de la fé y del estado,
¿ no formaste lan heroica resolucion al oir á Tomas
cuando frente á frente con tanta solidez como eficacia
y decoro le habló de la falsa gloria del mundo ? ¿ Tú
no acudias fervoroso á oir todos sus sermones , espe
rando á que se preparase á predicar ? ¿Tú no confun
diste á unos aduladores que acusaban su cristiana sen
cillez de desacato a la majestad , diciendoles : « A mí me
ha edificado lo que os ha escandalizado : ojalá que to
dos los predicadores fuesen tan desasidos de la vani
dad y despegados de la grandeza como Fr. Tomas ? »
¿ No le consultabas como á un oráculo defiriendo ciega
mente á su dictamen ? Tú , ansioso del mayor bien de
la iglesia , contra su voluntad declarada en la renuncia
de la mitra de Granada ¿ no le nombraste desde Flan
des para la de Valencia ? Ut doceret in Israel præcep
tum et judicium .
Reyes que gobernais la tierra , aprended á nombrar
obispos, cargo el mas delicado de cuanlos os agobian,
y que os hará temblar en el dia en que sehan de juzgar
aun vuestras justicias, si no los nombrais de las cualida
des que os mauda Dios por el A postol. Si estan empeo
radas nuestras costumbres , consiste en los malos pasto
res : la mas constante experiencia patentiza cuánto dista
la moral del rebaño gobernado por un pastor sabio y vigi
lante de la del que es dirigido por un ignorante ó des
cuidado. Ambiciosos, que sin haber administrado jamas
un sacramento , sin conocimiento de las santas escritu
ras, sin virtudes , sin mas méritos que una condecoracion
exterior debida a la intriga , á la adulacion , à la disipa
cion del patrimonio de los pobres en la corte , osais te
merarios subir a aquellas dignidades que el santo con
cilio de Trento juzgó carga pesada aun para los santos
ángeles; confundios á vista de Tomas: santo desde niño,
8abio en la direccion de las almas , experimentado en
tantas prelacías y negocios se asusta con la noticia de
8u eleccion : no os diré que usase de los ardides que lee
mos eo la historia de la iglesia usaron otros santos, ora
-302
disfrazandose y huyendo , ora fingiendo locura, ora mu
tilandose para hacerse irregulares , ora pidiendo a Dios
la muerte por no ser obispos ; pero sí os diré que oi los
ruegos de la corte, oi et empeño del gran condestable,
ni el del cardenal Tavera , ni las súplicas del priacipe
D. Felipe le arrancaron la aceptacion. Fue necesario que
su provincial se lo mandase bajo obediencia , so pena de
excomunion mayor, en el término de veinte horas. Co
mo buen religioso obedece ciegamente , se resigna en los
decretos del cielo , sabe que si no es licito desear el
obispado , tampoco el rehusarlo con pertinacia .
Su resolucion ya no es tímida : la cabeza de la igle
sia sabedora de sus virtudes le envia las bulas con pron
titud y alegria : el arzobispo de Toledo , testigo de su
pobreza , se las paga en testimonio de su gozo. Ya está
preparado su viaje : un religioso de compañero y un
criado de á pie forman toda su comitiva : al paso y sin
detencion ni rodeo pudiera ver a su madre ; pero le lla
man mas sus ovejas, por las que en su matrimonio espi.
ritual renunció el padre y la madre : Valencia alboro
zada no habla sino de las virtudes del nuevo obispo : ras
ga alegre sus vestidos de viudez , celebra su ventura con
himnos y cánticos : sus sabios agotan sus talentos para
solemnizar con versos é inscripciones la mas magnífica
entrada que jamas se vió : el clero , nobleza y pueblo
corren desaladus á ver al nuevo pontifice que edifica con
su pobreza y modestia y se consuela con tamaños rego -
cijos , recordando que en los primeros siglos se estimó
tan importante el contento del pueblo que se le concedió
la eleccion , y para el caso en que otro la hiciese , deter
minó un concilio de Orange que si se resistian á admi
tirle , el obispo aun consagrado se debia retirar ( 1 ). ¿ Qué
mucho que el cielo para señalar su pontificado les con
çediese a su entrada una lluvia abundante , cuya falta
( 1) Citado por el ilustrisimo señor Climent , obispo
de Barcelona, en su pastoral , sermon y edicto sobre el
establecimiento de sus diez escuelas , pag . 20 , impreso
en Valencia por Benito Monfort año de 1767 .
- 303 -
les hacia temer una hambre devoradora ? Milagro que á
gritos publican era debido a las oraciones del santo obis
po. Afortunada Valencia, enjuga ya tus lágrimas al ver
te un inculto erial por la ausencia de tus pastores,
perdido tu color optimo , confundido el sacerdote con el
pueblo , la disciplina eclesiástica sin vigor, el vicio im
pune , lo diré con sus palabras que reconozco de una
elicacia muy superior a las mias: « Ya vemos , decia (1 ) ,
cumplido en nuestra edad aquello del profeta: Salió de
la hija de Sion, la iglesia, su gentileza, y toda su hermo
sura se ha convertido en fealdad : ¿ quién dará agua á
mi cabeza y á mis ojos fuente de lágrimas para llorar
dia y noche el estrago de la hija de mi pueblo ?» Enju
ga , repito , tus lágrimas , pues ya tienes un pontifice
sapto , inocente, puro , dulce, paciente , pacífico, desin
teresado , benéfico , zeloso del bien de las almas y de
cuantas prendas quiere el A postol en sus cartas á Timo
teo y Tito : el te restituirá tu antiguo nombre y esplen
dor. Valencianos , entrad en su casa : os espera ansioso
sin guardias ni antecámaras : no encontrareis un criado
grosero que os estorbe la entrada , no un paje que os
diga: volved mañana. Vuestro padre se deja ver y hablar
á todas horas: dice es vuestro , y que ni un instante
debeis esperar , porque en él puede ocurrir necesidad,
y que por su conveniencia no se debe diferir el remedio :
dia y noche escucha tan afable al mas pequeño de sus
hijos, como al que por su dignidad es tenido por mas
grande; y solo los hombres sin caridad ni clemencia ha
cen gemir á los desventurados que imploran su autori
dad. Llegad, vereis sus salas tan pobres como lo estaba
su amada celda, le hallareis en una pobrisima mesa le
yendo la escritura santa , meditando la ley del Señor
para instruiros en ella , sin mas aparato que un crucifi
jo , que es el consultor á quien en todo recurre , y.de
quien recibe la sabiduría del cielo para resolver en los
(1 ) En su sermon segundo sobre la venida del Espf
ritu Santo .
304 -
casos mos arduos , y sus resoluciones parecen dictadas
por el mismo Dios. ¿Os atormenlan los remordimientos
de una enredada conciencia ? ¿ Estais temerosos por la
multitud y enormidad de vuestros pecados , abandona
dos a la desesperacion ? El os tranquilizará y enseñará
el camino para que sin naufragar llegueis al puerto de
vuestra salvacion ,
Empero el primer deber de un buen pastor es segun
el Evangelio conocer a todas sus ovejas, y para ello
emprende al instante la visita de todo su arzobispado,
buscando como el divino pastor Jesus las ovejas perdi
das sin perdonar fatigas. Ved aquí á esta nube benéfica
derramando por todas partes el rocío precioso de la san
gre de Jesucristo , y como le enviaba , puso en su boca
palabras de fuego que espantaban con un horror salu
dable á los mas obstinados pecadores, enseñandoles sus
deberes y sus delitos: pocos resistian á su dulzura , ca
ninguno á su zelo . Reparte sin cesar el pan de la di.
vina palabra , aun en las aldeas mas pequeñas, á aquel
pueblo fiel que le pedia hambriento : le distribuye aun
en las chozas del campo con mas satisfaccion que en la
corte y ciudades populosas, acomodandose á la capaci .
dad de los ignorantes despues de haber excedido la de
los doctos. Pasa la fé de fé en fé , por hablar con el
A postol : de los pastores que la anuncian , interpreta
san Agustin , á las ovejas que los oyen : cuando Dios
rige al pastor , nada falta al rebaño ; repara los templos,
levanta los altares , resucita el culto , restituye la paz,
singularmente a los casados ; familias enconadas deponen
su enojo , se cortan los pleitos , los pecadores lloran , se
destierra el vicio por el zelo del santo obispo , que solo
lo era para el trabajo , no para la utilidad , y á ejemplo
de Jesucristo a todos los perdona diciendoles : « Andad
en paz , no volvais á pecar, pues os castigaré por incor
regibles .» Su ministerio le lleva á las cárceles, y en la
eclesiástica encuentra calabozos obscuros , fétidos , mo
radas de la desesperacion : pregunta si hubo allí sacer
dotes ; le responden que sí y que para eso son : se aflige
305
amargamente al considerar que sus consacerdotes son
tratados con un rigor que seria cruel aun con los mas
criminales delincuentes : no era su corazon como el de
Mateo , prior de san Martin de Descamps , que abrió
una cueva subterranea en forma de sepulcro , á donde
destinaba á los culpados por el resto de su vida , ni co
mo el de aquellos abades ( 1 ), de quienes se quejó agria
mente al rey Juan el arzobispo de Tolosa Estevan por
el rigor con que trataban a los delincuentes, condenan
dolos á un horrible calabozo que llamaban vade in pace;
por lo que los mandó cegar para que no sirviesen ja -
mas. Decia con el Crisóstomo : mas vale dar cuenta á
Dios de un yerro de misericordia tenido con un delin .
cuente , que ser reo de su eterva perdicion por haberle
tratado con rigor. Si Dios es benigno , si quiere la mi
sericordia y no el sacrificio ; ¿ por qué ha de ser austero
el prelado ? Si alguno de vosotros , escribia el Apostol á
los gálatas (2) , cayese en algun delito ; los prelados como
mas espirituales debeis reducirle á su deber , no con
acrimonia , sino con mansedumbre : sufre el súbdito el
yugo del prelado; cargue este con el peso de su flaque
za , y asi ambos cumplirán con la ley de Jesucristo , que
á la oveja perdida lejos de apalearla la cargó sobre sus
hombros para que sin fatiga volviese al aprisco. Asi que
siempre corregia Tomas con palabras suaves , porque
estas ablandan y ganan al mas obstinado pecador (3) ,
cuando las ásperas le irritan y ahuyentan (4) : no quie
ro , decia á los delincuentes arrodillado a los pies de su
crucifijo , castigaros , no echaros á galeras como podia ,
( 1) Segun reliere el célebre Mabillon , tomo segundo
de sus obras póstumas , impresas en Paris en 1724 , por
estas palabras : Conquustus de horribili rigore quem
monachi exercebant adversùs monachos graviter peccan
tes , eos conjiciendo in carcerem perpetuum , tenebrosum ,
et obscurum , quem vade in pace vocitant .
(2) C. 6 , v. 1 y 2.
(3) Lib . III Reg ., cap . 12 , v . 7 .
(4 ) Prov . , c . 15 , v . 1.
T. 57 . 20
-306 -

sino que os recojais unos dias en vuestra casa á pensar


en la eternidad , malicia del pecado , misericordias que
debeis á ese divino redentor , cuya sangre pisais , con
fesandoos generalmente con el ministro que os designa
re. Si esto no basló alguna vez , añadia : « Yo lengo la
culpa de vuestra obstinacion con mi poco zelo ; justo es
que pague la pena . » A su presencia despedaza sus espal
das con crueles disciplinas, su sangre salpica sus vesti
dos y riega la tierra diciendo : « El buen pastor debe dar
su vida por sus ovejas: apiadaos , pastor soberano , de un
obispo tan desgraciado como yo y de una oveja tan
perdida : alumbradla para que conozca su mal estado y
vuelva á vos que la criasteis .) A estos ejemplos capaces
de ablandar los bronces se arrojan arrepentidos á sus
pies , quieren quitarle las disciplinas para castigar su
carne pecadora , se encierran voluntarios á examinar y
llorar sus delitos , publican agradecidos que el zelo del
obispo los ha sacado del mismo infierno , y edifican en
adelante con sus virtudes mas que habian escandalizado
con sus pecados.
Conoció en la visita que exigian estos un remedio
radical, y con arreglo á lo mandado por el primer con
cilio general de Nicea y otros junta un concilio diocesa .
no : cuánto trabajó , cuánto sufrió para contener el fu
nesto torrente de iniquidad que afrentando la santidad
de la iglesia daba margen como abora á que el divino
nombre fuese ultrajado por los impios ! Forma cánones
para que los embajadores del Altisimo sean la luz del
mundo con su doctrina, sal de la tierra con la santidad
de sus costumbres , para la mas puntual asistencia a los
divinos oficios, mayor decoro en las ceremonias , mas
magnificencia en alabar al Señor qué no coge en la in
mensidad de los cielos. Suspira por la general reforma
de la iglesia , y ya que los estamentos de Valencia , el
clero y virey alcanzan del emperador no le deje ir al
santo concilio de Trento por ser mas necesario para la
que ba principiado en su iglesia , instruye a los obispos
que transitan por Valencia sobre los puntos dignos de
-307
la atencion del concilio , les entrega una memoria que
se leyó con el mayor aprecio de aquellos venerables
padres, y les sirvió de guia casi en todos sus decretos.
Pero ¿ acaso venció sin contradiccion ? El caracter del
pecador es apurar todos los recursos para sostenerse en
el pecado , quienes resisten la reforma, y escudados de
sus privilegios apelan á Roma con estrépito , y nuestro
santo les dice tranquilo : « Yo apelo al Dios del cielo :
podreis escapar de mi jurisdiccion y juicio ; pero no es
capareis del de Dios ; » y como solo buscaba su honra y
gloria , dispone la Providencia con un raro suceso que
se ejecute y la admitan Ve ultrajada la inmunidad de
la iglesia , cuya defensa le encargó su divino autor , y
que venera en los altares á santo Tomas de Cantorberg
por haberle defendido con su sangre. Tomas apura to
dos los medios políticos y cristianos : sabe que su auto
ridad no es inerme , pues que Jesucristo dijo por su di
vina boca : Atad ó desatad ; que cuanto hiciereis será
atado ó desatado en el cielo . Al llegar aquí me parece
oigo una voz que acusa su zelo de imprudente ; pero los
que asi piensan , ¿ serán mas sabios , mas santos , mas
amantes de los reyes que Tomas ? Si Dios no quiso po
ner á las jurisdicciones términos tan fijos como al mar;
¿ quién calculará á pie firme la dimension de sus limi
les ? El amor al rey no consiste en palabras pomposas,
frecuentemente hijas de la adulacion que embriaga á
los principes , los saca de sí , siendo el principio de lan
tos males y desastres como ha visto el mundo por esta
causa taotas veces. Los antiguos cristianos igualmente
obedecian y rogaban al cielo por Neron que los perse
guia y queria acabar con ellos como tirano , que por
Constantino que los prolegia y amaba como padre.
Asi apacentaba espiritualmente a sus ovejas prodi
gando todas sus rentas en favor de los pobres de quienes
cra padre : en esto Tomas pareciera mayor si no hubiera
sido tan grande: la necesidad de decir algo de todo im
pide se diga todo de cada cosa . Siempre parece resona
ban en sus oidos las palabras del Evangelio que se ha
:
- 308
cantado : « Dad limosna :) notandose que los astros , la
tierra y aun la muerte obedecen la voz de Dios y no
los avarientos ; y para cerrar la puerta á tantas excusas
como ha inventado la codicia se dice en el divino libro
de Tobías : « Tienes poco , pues da aun de lo poco ; pero
de buena gana ( 1).» Dios , dueño de todos los bienes,
los da , no para gastarlos en superfluidades , sí para
amparar á los desvalidos, a la manera que elpadre pru
dente encarga al hijo robusto el cuidado del debil y en
fermizo ; y para estimularnos ofrece mullir la cama del
limosnero cuando esté enfermo, que su descendencia
no mendigará , encontrará en el juicio prevenida en su
favor la misericordia , dar ciento por uno aun en esta
vida , que llenará las trojes , los lagares rebosarán de
vino , y hasta las piedras , dice el santo Job , manarán
aceite en favor de los misericordiosos : antes se desenca
jará de sus ejes la vasta mole de la tierra , se apagará
primero la brillante antorcha del sol y volverá al con
fuso caos de la nada la perfectà máquina del mundo,
que falte una sola tilde al cumplimiento de estas divinas
promesas. Los santos padres penetrados del espíritu de
la religion llaman ladrones á los que no visten al des
nudo ni alimentan al hambriento , haciendolos responsa
bles de su muerte : Non pavisti, occidisti, decia san Am
brosio. Nuestro Job , limosnero desde la cuna , no nece
sitaba de amenazas , y ni aun es posible imaginar cómo
hubiera sido mas misericordioso : cree que la gloria de
un obispo es segun la expresion de san Gerónimo der
ramar con abundancia el bálsamo precioso de la limosna
sobre las llagas de la pobreza , es consagrar intacto á
los pobres el patrimonio que forman los sudores y obla
ciones de los fieles, el cual solo enlra en sus manos para
ponerle á santa usura en los miserables.
Vosotros , Julianes , Ildefonsos de Toledo , Isidoros,
Leandros de Sevilla , reconoced en este sucesor de vues
tra dignidad renovado vuestro espiritu , aquel con que

(1 ) Tob . , cap . 4 , v . 9 .
les 309
en vuestros concilios tan estimados en todo el mundo
católico procurasteis la causa de los pobres. Visteis al
guna vez á un avariento roto , flaco , privandose aun de
su sustento , ocupado dia y noche para acrecentar sus
tesoros? Pues visteis tambien al gran padre de pobres
por repartirlos con un hábito y calzado roto o remenda
do por aquellas manos que como las de Moisés subian
al cielo y nunca bajaban , y por cuya imposicion se daba
el Espíritu Santo: le visteis regateando económico con
los artesanos , en seguida socorriendolos con largueza
como a pobres, sentarlos á su lado , darles la mano,
dejar la comida para socorrerlos : le visteis desterrar
de su mesa aun el alimento mas barato , revender por
caro un pescado de cuatro sueldos : le visteis sin ponti
fical ni oratorio , pues siempre celebró con prestado , y
Bi le reconvenian con la decencia , respondia con senci
llez: « que él era un pobre fraile , y como tal debia ves .
tir y comer : que ni Dios , ni el papa , ni el rey le en
cargaban tener colgaduras , coches oi ornamentos pre
ciosos, y si encarecidamente á los pobres :» le visteis
negar a Carlos V un socorro para fortificar a Ibiza , di
ciendole francamente : « que Dios no le habia encargado
su defensa y 'sí los pobres de Valencia : » le visteis
ocupado como el profeta en buscar al pobre y meneste
roso , no siendo tan sagaces los vergonzantes para ocul .
tar su miseria como sabia su caridad para encontrarlos
y remediarlos con generosidad : visteis aquellas manos
disipadoras como las del martir san Lorenzo de los
tesoros de la iglesia invertidos en acallar diariamente el
hambre de mas de quinientos pobres en su palacio y
mas de ocho mil solamente en Valencia , en dotar don
cellas, lactar expósitos , sustentar huérfanos, vestir des
nudos ; y le visteis por último en su agonía sin otro cui.
dado que el de morir sin un maravedí y como Jesucristo
en la cruz , sin cama , pues era prestada en la que espi
ró el gran padre de pobres ; epíteto el mas glorioso con
que hasta el fin de los siglos se le apellidará en toda la
haz de la tierra y que no podrá oirse sin enternecimien
- 310 -
to ; cuando aquellos nombres con que la vanidad honró
á sus beroes porque fueron unos verdugos de sus seme
jantes que desolaron la tierra inundandola de sangre,
desaparecerán ó no los oirá la posteridad sin susto y es
tremecimiento .
Y este pontifice que debia ser inmortal , si la in
mortalidad de concediera á las necesidades de la iglesia,
este Moisés que sacó á su pueblo del Egipto de la culpa,
iba de faltar á su rebaño? Ya el cielo le anuncia su cer
cano fin : ya le llama á recibir la recompensa tan debida
á sus limosnas y fatigas apostólicas ; y Tomas repite con
el profeta : « Me he alegrado con nueva tan venturosa,
iré á habitar por una eternidad la casa del Señor que ha
sido siempre el blanco de todas mis tareas.» A míse me
figura ver á su dichosa alma levantada sobre la luna y
el sol pisando las estrellas : me parece verla entrar
triunfante en el cielo , seguirla una gran turba de bien
aventurados que debieron su salvacion á su zelo y cari.
dad y mezclan sus voces con las de los ángeles para
celebrar sus triunfos y victorias , me parece oir al hijo
de Dios decirle: « Ven , siervo fiel; tuve hambre, me diste
de comer ; sed , me diste de beber ; estaba desnudo , me
vestiste , entra en el reino que te tengo preparado des
de la eternidad .» No es de esperar suceda asi á los que
viven en un profundo olvido de su salvacion : enlonces
el Dios ahora paciente y como insensible á nuestras in
jurias rugirá como leon y nos asustará : entonces aque
ila razon que ahora tratamos de apagar con nuestra vi
da criminal , se inflamará como candela que va á apagar
se , y difundirá en nuestro corazon centellas que nos
abrasen y consuman : entonces los endurecidos que en
salud robusta se burlaban de Dios y no temian el infier
no , se sobrecogerán del temor detestarán inutilmente
lo pasado , y tendrán un horror á lo futuro semejante,
dice el Crisóstomo , al de los espíritus infernales , que
es preludio y parte de su eterna condenacion .
Pero para que nunca cesase el fruto de sus afa
nes nos dejó sus escritos llenos de un espíritu entera -
- 311

mente divino : leed sus sermones tan apreciados de los


extranjeros que les han servido de modelo á sus mejores
oradores; aquellos sermones que despoblaron las ciudades
y poblaron los claustros , y os parecerá hablar mas que
un hombre un serafin criado en el cielo entre los ardo
res de la caridad mas pura , y sus palabras derivadas de
la boca del Altisimo : observad aquel estilo dulce , per
suasivo , que inspira la piedad al sabio , la doctrina al
ignorante y la caridad a todos , y que como penetrante
saeta traspasa el corazon , le enternece y deshace. Des
graciado del pecho frio que al leerlas no prorumpa en
afectos fervorosos hacia su Dios ! Leed sus breves ex po . *
siciones sobre el Cántico de los cánticos y el A poca-.
lipsis , y os parecerá un angel que vió con claridad lo
que en Patmos el discípulo amado entre sombras У fi
guras. De aquí quién le compara á los doctores de la
iglesia y aun á los mismos apóstoles ; quién le llama tan
esclarecido por su doctrina como por su santidad ; quién
lámpara siempre ardiendo que jamas se apagará ; quién
volcan de amor divino , y la iglesia el gran padre de
pobres. Escrito está que el humilde será exaltado y el
soberbio derrocado de su grandeza : esos animales de
gloria , en expresion del gran Tertuliano , que quisieron
eternizar su nombre con estatuas é inscripciones, serán
confundidos con la tropa de los muertos. Demetrio Fa
lereo vió erigirse en honor suyo trescientas sesenta es
tatuas en Atenas : Demetrio Poliorcetes las derribó to
das. Las inscripciones solo dan una vida gramatical que
se acaba en gastandose una letra : no asi los justos;
sus cenizas parten con el alma la inmortalidad y res
piran el espíritu de beneficencia que tuvieron en vida .
Observad el sepulcro de Tomas; los mas preciosos már
moles y metales sirven á engrandecerle ; los mas hábi
les artistas apuraron los recursos del arte para que se
admirase en todos los siglos . Allí hallareis postrado pa
ra darle gracias al enfermo que le invocó en lo recio
de la enfermedad y de repente se vió sano : allí al na
vegante que naufragaba y á su invocacion calmaron las
- 312

olas ; al caminante porque le libro de los peligros del


camino : á todos los vereis acudir en sus necesidades,
experimentar su proteccion , celebrar su memoria , ala
bar sus milagros con el mayor encarecimiento , y con
sobrada razon , pues , fue un santo que desde niño pre
paró su corazon para conocer la ley santa del Señor,
que para practicarla huyó del mundo y sus halagos,
domando su carne con la mas áspera penitencia . Reli
gioso , retirado , pobre , obediente, laborioso la enseño
á los pueblos con gran utilidad de la iglesia : edificando
aun mas con sus virtudes que con sus grandes talen
tos ganó muchos millares de almas para el cielo , por
lo que le llamaron el apostol de España : obispo el mas
caritativo derramó todas sus rentas en beneficio de
sus ovejas , las apacentó con los pastos mas saludables,
y en todos sus dias con sus palabras , obras y escritos
conoció , practicó, enseñó la divina ley, sus preceptos
y ordenes en Israel : Paravit etc.
Yo quisiera por fruto de mi oracion que a su ejem
plo todos trabajasemos en nuestra santificacion y en la
de los prójimos; pero entregados á una criminal pere
za somos unos perros mudos que ni aun nos atreve
mos á ladrar ni defender las almas que a todos nos en
cargó Jesucristo. Acaso ignoramos el daño y peste
mortal que padecen : no vemos las anchas brechas que
abren con sus lenguas y escritos unos hombres enemi.
gos de Dios y aun de la razon. Empleemos en confular
los los talentos que hemos recibido de la liberalidad de
nuestro Dios , en procurar su causa , extender su reino
y honrar su nombre. Temamos si no lo suerte desven
turada del siervo perezoso . Tambien quisiera que com
padeciendonos de la miseria de nuestros prójimos los
socorrieramos generosamente a imitacion de ese gran
padre de pobres. Si mi voz penetrara los gabinetes de
los grandes y ricos del mundo; les diria : Mirad á esos
esqueletos ambulantes que os horrorizan : con su pali
dez anuncian una cercana muerte que se os imputará si
no los socorreis segun vuestras facultades : son nuestros
313 -
hermanos en la naturaleza y en la religion , castigando
Dios en ellos tantos pecados públicos que nos han atrai.
do la cólera del cielo : son hoy Lázaros miserables que
se contentan con las migajas de vuestras mesas , con
el sobrante de ese enjambre de holgazanes que para
poblar vuestras antecámaras han despoblado los.com
pos y talleres. Almas crueles , insensibles á los gritos de
la caridad , ¿ tendreis valor para gastar en el arnés de
un caballo , en una piedra que aunque brilla no es
mos que polvo , en cebar la gula y lujuria , en escan
dalizar la nacion y comprar el infierno lo que bastaria
á socorrer millares de pobres ? ¿ Se ha de fomentar la
industria extranjera , enriquecer á naciones rivales y
siempre enemigas nuestras y de Jesucristo , como en
tiempo de menos lujo lloraba amargamente el en todo
segundo Villanueva , nuestro venerable arzobispo el se
ñor Valero , honor inmortal de nuestra provincia ( 1) ?
¿ A un ídolo de carne le han de sobrar los vestidos ,
oro, perlas , y los templos vivos de Jesucristo , los po
bres , han de estar con una desnudez que ofende á la
modestia ? Levantaos , Dios mio , y juzgad vuestra causa
ó la de los pobres que es lo mismo ; pero no , curad nues
tra ceguedad con vuestra gracia : dadnos un corazon
compasivo : haced que despertemos de nuestro letargo y
que levantemos los ojos al cielo , le veremos abierto en
recompensa de un vaso de agua fria dado en el nom
bre del Señor : veremos en el á muchos que fueron pe
cadores ; pues que la limosna , segun leemos al capitu
lo IV del santo libro de Tobías , libra del pecado y
eterna muerte y no dejará al alma entrar en las tinie
blas perdurables.
Escuchad , Dios mio , unas súplicas tan justas ; y
vosl, dulce padre y protector nuestro , acordaos de la
obligacion en que os pone de ampararnos el ser plantas
de vuestra heredad , el haber crecido con nosotros la

( 1 ) En su célebre carta pastoral dirigida a los fieles


de este arzobispado , S. 5.º y último , núm . 312 .
314
devocion hácia vos : jamas se borrará de nuestra alma
la memoria de tantos beneficios como nos habeis alcan
zado : nuestras lenguas pronunciarán eternamente vues
tras alabanzas y que sois la gloria y ornamento de
nuestra provincia , el mas seguro refugio en sus adver
sidades y el mas tierno consuelo en sus desgracias. In- ,
clinad vuestros benignos ojos sobre esta congregacion
que procura seguir vuestras huellas y tanto ha pro
pagado vuestro culto : oid las súplicas que os dirige
por la vida y prosperidad del rey y de toda la real fa
milia , nuestros congregantes: alcanzadnos á todos un
corazon puro , una vida inocente ó una verdadera pe
nitencia y una muerte santa . Amen .

SERMON DE SAN MATEO APOSTOL.

( DEL P. M. FR . VICENTE HERNANDEZ .)


Vidit Jesus hominem sedentem in telonio, Ma .
thæum nomine , et ait illi : Sequere me ; et
statim secutus est eum .

No es cosa bien lastimosa , hermanos mios , que


siendo la voz de Dios tan activa y eficaz que nada re
siste á su imperio , solo en el hombre ha de carecer de
efecto y se ha de frustrar su virtud y su fuerza ? ¿ No
es cosa bien lastimosa que cuando todo cede , se ablan
da , se dobla y se rinde á una palabra que sale de la
boca de Dios , solo el corazon humano se hace mas
duro , mas ferreo , mas joflexible ? A la voz de Dios
obedece la nada , y sale del abismo y del horrendo caos
esta gran máquina del mundo , los cielos y las estrellas,
los mares y los vientos , la tierra , las plantas y las flo
res ; y esta voz la desprecia Adam en el paraiso y alar
ga su atrevida mano á la fruta vedada contra el pre
cepto del Hacedor . A la voz de Dios el agua se convier
te en sangre , el aire en dengas tinieblas , el polvo en
mosquitos, la vara en serpiente ; y esta voz la despre
-315

ria Faraon y mas se endurece en la culpa . A la voz de


Dios el mar se divide , el maná cae de las nubes , la pe
ña se ablanda , las aves caen como granizo en torno de
los reales ; y esta voz la desprecia el pueblo ingralo y
erige en ídolo un becerro de metal á quien consagra
sus cultos y adoraciones. A la voz de Dios obedece el
sol y vuelve atras en tiempo de Ezequías ó se para en
medio de su curso en los dias de Josué; y esta voz la
desprecia el avariento Acan y el lujurioso Zambri . A la
voz de Dios los ciegos ven , los mudos hablan , los sor
dos oyen , los paralíticos andan , los muertos resucitan;
y esta voz la desprecian los judios carnales y toda la
sinagoga rebelde. A la voz de Dios se tronchan los ce
dros del Líbano , los montes humean , se conmueven
las virtudes del cielo , la tierra tiembla , el aire se en
furece , el mar se encrespa , el fuego revienta , el sol
se apaga , la luna se ensangrienta , los monumentos se
abren , el infierno se estremece , el demonio mismo se
rinde , toda la naturaleza está pendiente de una leve
josinuacion del supremo dueño y ejecuta invariable
mente sus ordenes : todo es hecho porque él lo manda ,
y no hay quien pueda oponerse á su palabra ; y sin em
bargo el hombre siempre rebelde , siempre altanero y
siempre duro se obslina en ensordecerse á la voz de la
verdad , y no puede tanto el loque amoroso de Dios
para su bien y salud como el impulso de la pasion que
le arrastra á un abismo de miserias . Mas quiere el las
civo zambullirse en el deleite , perder la vida y el alma ,
que escuchar la voz de Dios que le avisa que no se fie
del vino cuando está rubicundo y dorado en el vidrio,
porque si entra blandamente , al fin muerde como cu
lebra y derrama el veneno como basilisco . Mas quiere el
vengativo tomarse satisfaccion á su gusto del agravio
que se le ha hecho ó del que él se da por ofendido , que
escuchar la voz de Dios que le manda abrazar a su her
mano é imprimir ósculo de paz en su rostro para ser
hijo del padre celestial . Mas quiere el soberbio y ambi
cioso seguir su empeño y su porfía, anhelar á las gran
-316 -
dezas y á los ascensos , beberge el humo del aplauso,
sentarse en las primeras sillas y ejercer su autoridad
y despotismo , que escuchar la voz de Dios que le en
seña la mansedumbre , la dulzura y humildad del cora .
zon y que el abatimiento es el único medio para la
exaltacion y la gloria . Finalmente todos los pecadores
gustan mas de romper el freno de la ley y dar oido á
las voces del apetito y de la pasion que llevan á un pre
cipicio , que escuchar la voz de Dios que los llama para
sí y les ofrece s118 tesoros , sus riquezas y sus dones.
Esta es la gran infelicidad del hombre, gemir gustoso
en sus propias cadenas y no querer la libertad con que
se le brinda .
Pero gracias sean dadas al cielo que nos ha dejado
semilla de piedad enmedio de Sodoma : no todos se que
man al ardor de las llamas ; tambien hay quien escapa
del incendio. Gracias sean dadas al cielo ; que tenemos
en el objeto de estos solemnes cultos up pecador gene
roso que supo romper dichosamente todos los grillos
que le ataban con el mundo , y huir de una tierra que
no produce sino cardos y espinas. Gracias sean dadas al
cielo , que obró en un corazon de carne, en una volun
tad terrena y en una alma mundana aquella metamór
fosis admirable que es propia de la diestra del Excelso;
y gracias sean tambien dadas al grande , al glorioso , al
incomparable Mateo , que a pesar de las cadenas que le
aprisionaban , tuvo ánimo para cortar de un golpe los
hierros de su esclavitud vergonzosa , y á la voz de Je
sucristo dejó el banco , el comercio , las ganancias y
toda la sustancia del mundo , y se fue en seguimiento
de un hombre que por pobre y despreciable que apares,
ciese no dejaba de ser el hijo de Dios vivo y el señor
de todo lo criado. En Mateo , en este grande apostol,
en este discípulo verdadero de la cruz , en este predi
cador intrépido de las humillaciones y glorias del Me
sias, en este hombre reengendrado a nueva vida te
nemos un ejemplo edificante y el modelo mas perfecto
de nuestra renuncia á toda criatura y de nuestro zelo
- 317
por la honra del Criador. Lo mismo fue llamarle Jesu
cristo que obedecer sin réplica ; en lo que nostró su
sólida conversion y su ardiente caridad . El Salvador le
llama para su escuela , y Maleo da luego al punto su
nombre y se agrega al uúmero de sus discípulos. iDi .
chosa alma por haber sido llamada á una renovacion
extraordinaria que solo puede obrar una gracia pode
rosa ; y dichosa igualmente por haber correspondido fiel
á esta misma gracia soberana que la renovó 1 Lo que
Mateo debió a Jesucristo por haber seguido su voz , lo
que la iglesia debe á Mateo por el zelo y afanes de
este apostol , será todo el plan del presente discurso en
desahogo de la piedad del devoto que solemniza esta
fiesta en honor de tan glorioso santo . Ave , Maria .
Que los hombres sigan á Cristo despues que le han
conocido , no lo extraño , porque al fio la voluntad sigue
naturalmente lo que el entendimiento le propone. To
da la vida del Mesias , 8u8 pasos , sus pensamientos , sus
obras , sus palabras y doctrina tienen entre si tal enla
ce de verdad , tal pureza y rectitud , tal conformidad y
armonía con la misma razon , que no se ha podido con
trastar su ley en un solo punto aun por aquellos ge
nios perversos que han querido de propósito calumniar
la . Las obras del Redentor todas fueron obras de
amor y beneficencia con los hombres , confirmando los
milagros la divinidad de su persona . Su doctrina se man .
tiene por sí sola y lleva las contraseñas de divina y ce
lestial ; pues no enseña cosa que no sea santa , ni pue
de disimular lo que es impuro. Ama la virtud , detesta
el vicio , á todos hace bien , no busca la perdicion sino
el remedio , y no liene artículo en su moral que no sea
brillante como la plata y escogido como el oro. Que es
ta doctrina pues conocida tan perfecta se abrace con
gusto , se reciba con aplauso y se defienda con calor , y
se haga alarde de seguir al maestro que la enseña , no
me causa admiracion ; lo que yo admiro y tengo por un
milagro es que hubiese discípulos tan confiados, lan
dóciles y obedientes
á la voz de este maestro del cielo,
- 318
que sin conocer 80 persona , sin explorar su conducla,
sin informarse de las máximas de su escuela , sin otras
disposiciones mas que un simple llamamiento , venid y
seguidme, al punto dejan las redes Andrés y su her
mano Pedro , y lo mismo ejecutan los hijos del Zebe
deo y se unen a Jesucristo que iba predicando por la
provincia de Galilea los misterios de salud. Pero si la
obediencia y reodimiento de estos apóstoles me sor
prende , aun me choca mas la de nuestro insigne Ma
teo. Está muy de asiento sobre el telonio ó banco de
contratacion , ocupado en el cambio de sus monedas,
embebido en las cuantiosas ganancias que le producia
el oficio de exaclor ó arrendador de los tributos y de
rechos del principe, y cuando menos piensa ni en el
Mesias , ni en los profetas que le anunciaron , pasa el
Señor por Cafarnaum , llega a la aduana en que se
hallaba Mateo , le mira con ojos de compasion y le dice
con imperio: Sigueme. Sin mas arengas de parle del que
llamaba , y sin mas deliberacion ni consejo de parte del
que obedecia , inmediatamente deja todos sus libros,
sus partidas y sus cuentas , y vase en pos de Jesucristo
como el hierro se va a la fuerza del iman que le arras
tra para sí.
10 poderosa virtud de la gracia de Dios ! No tiene
tanta fuerza el sol para alumbrar, el aire para refrige
rar , ni el fuego para calentar como la gracia la tiene
para mudar el corazon. A un golpe de su eficacia la
Magdalena deja tas profanidades y embelecos del mundo,
la Samaritana abandona los tratos y comercios impu
ros , Saulo furibundo y respirando iras se transforma
en cordero , el ladron abre los ojos y confiesa al Salva
dor en la cruz , y en fio su virtud oculta y triunfadora
todo lo vence y lo dobla . Asi obró en el corazon de Ma
teo , y una mirada de Cristo fue bastante para ar
rancar á este publicado de unas cadenas tan difíciles de
romper como formadas del oro y de la plata . No hay
pasion , hermanos, que mas cautive y tiranice que las
riquezas. Solos los que manejan caudales y se versan en
-319
esta sustancia pegajosa , saben cuánto cuesta desasirse de
un ídolo tan adorado como el dinero. Es tan violenta
su atraccion que no hay voluntad que se resista á ella .
Da crédito con el mundo y proporciona el logro de to
dos los gustos : tiene lal hechizo y embeleso , que es mas
facil desprenderse de la vida que renunciar su dulzura .
Mateo era un hombre constituido en el centro de los
bienes y en el manejo de los intereses asi propios como
ajenos ; y bien lejos de reformar su conducta solo pen
saba en dar mayores creces á sus rentas , en doblar
sus capitales , en aprovecharse de la ocasion que le daba
el dinero público para unas ganancias sórdidas , pero
halagüeñas y que le tenian sumergido en el piélago de
sus desventuras. Que los otros apóstoles dejen las redes
y los barcos á la voz de Cristo no parece tan admira
ble, porque al fin poco deja el que poco tiene; pero que
Mateo se desprenda de un lazo tan fuerte y apretado y
le rompa por seguir a un hombre desconocido , que ni
le promele premios futuros , ni le convida con halagos
presentes ; un hombre que por la envidia general de la
Dacion y de sus jefes se podia mirar como proscripto y
objeto del odio público y de quien no podia esperar
otro galardon que trabajos y miserias , persecuciones y
ultrajes , soles y frios , hambre y desnudez por la co
nexiou necesaria entre la cabeza y los miembros ; eslo
verdaderamente pasma , y se hiciera increible y cosa
de magia y encantamiento , si no supieramos por la fé
que la gracia obra en el fondo del alma con poderio ir
resistible , vence todos los obstáculos de la carne y de
la sangre y allana aquellos montes de dificultades que
parecen insuperables à la prudencia humana .
Llama Elias á Eliseo para que le siga en las empre
sas de su zelo y vuelva por la gloria del Dios de Israel
que se hallaba obscurecida ; pero le pide licencia para
despedirse primero de los suyos , abrazar á sus padres
y darles el último á Dios. Nuestro santo es mas gene
roso que Eliseo ; no delibera , no consulta con nadie,
no quiere oir la voz del mundo que seguramente le re
- 320
traeria de su vocacion , no pide tiempo para ajustar
cuentas , ni liquidar partidas , ui despedirse de sus ami
gos y deudos : al punto que oye la voz de Cristo , sigue
el eco de su fuerza , y con una obediencia ciega que será
siempre el caracter de las almas grandes y el modelo
de los que de veras se convierten à Dios , se somele å
los designios de la Providencia y se entrega en las ma
nos del médico de su alma . Ejemplo edificante que con
funde los falsos pretextos de los mundanos , los cuales
nunca hallan tiempo oportuno para dejar el mundo que
Jos engaña y los pierde. El marido porque tiene mujer
é hijos que criar y colocar , el comerciante porque tie
ne correspondencias de intereses y mil negocios pen
dientes , la doncella porque se ha de acomodar, el ju
gador porque espera desquitarse de los desaires de la
fortuna, el amante lascivo porque no puede romper in
tempestivamente con la persona que estima sin nota de
su honor , el amo porque no puede arrojar la criada de
casa por el decir de las gentes ó porque no halla quien
le sirva á su satisfaccion y gusto, todos dan largas en
8u conversion , echan cuentas adelante y nunca llega la
hora de consagrarse al Señor , porque no hay valor en
la voluntad para romper los grillos que la aprisionan.
En no resolviendose de un golpe y cerrando los oidos á
los gritos de las pasiones y á los respetos humanos nada
se hace , y se vive en un estado de indolencia que se
equivoca con la reprobacion . ¡ Cómo condena nuestro
santo á lodos estos perezosos y libertinos que ao se
atreven a poner la mano en el arado , ni.cerrar los ojos
á las llamas de Sodoma que todo lo abrasan y reduceo
á pavesas ! Ninguno hubiera podido alegar mas especio
808 pretextos para no seguir á Cristo. Todas las circuns
tancias en que se hallaba militaban a su favor. Su edad,
su ingenio , su industria , sus ganancias , sus riquezas,
su empleo y cuanto concurria en su persona parecia un
obstáculo insuperable. Mateo lo dejó todo y lo dejó tan
de veras , que jamas volvió la cara para mirarlo Hom
bre dichoso , en quien la luz del cielo ilustró las tinie
-321 -
blas de su alma , é igualmente dichoso por haber abier.
to los ojos al resplandor del rayo soberano ! ¿ Quién po
drá explicar la transformacion admirable que obró en
su corazon la diestra del Excelso ? Qué fútiles le pare
cieron todos los objetos que hasta entonces habian me
recido su atencion ! Cómo conoció la diferencia que hay
entre la vida y la muerte , entre la luz y la sombra,
entre la verdad y la mentira , entre lo transitorio y lo
eterno !
Considerad , hermanos , en nuestro santo un hom .
bre nuevo reengendrado en justicia y en verdad , que
ya no tiene parte en la copa encantadora del mundo
y de sus promesas , sino que todas sus atenciones se las
lleva aquel Dios adorable que bajó á la tierra para
abrasarla en su amor. Si convida al Salvador á comer
á su mesa y le presenta un magnifico banquete ; no tie
ne otro fin que empeñarle y obligarle mas con esla
demostracion de obsequio á que consumase y acabase
la obra que tan felizmente habia comenzado , y olvida
se los agravios cometidos en el curso de su vida contra
un Señor que por infinitos títulos merecia ser amado.
El Salvador agradeció el agasajo , y no se desdeñó de sen)-
tarse á la mesa de un publicano , por mas que se expu
siese á la censura de los fariseos hipócritas que en todo
hallaban motivos de reprension y de sátira ; antes bien
reconvenido protestó altamente que esta accion no
era contraria á la pureza de su persona , porque él no
habia venido á llamar a los justos , sino a los pecadores,
y que los enfermos eran los que tenian necesidad de
médico , no los robustos y bien complexionados : pala
bras de consuelo que al paso que condenaban el orgu
llo farisaico , animaron la flaqueza de Mateo , y le in
fundieron nuevo aliento para llevar adelante la obra de
su vocacion y cerrar la boca á los adversarios de Cris.
to. No hallaba nuestro santo expresiones que bastasen
á explicar su agradecimiento a la mano liberal que le
habia sacado del piélago de los vicios : sola su fidelidad
pudo en parte recompensar el favor. ¡ Qué zelo no ma
T. 57. 21
- 322

nifestó siempre por su maestrol iQué inseparable es ..


tuvo de aquel muro de defensa que le protegia y am
paraba ! ¡ Qué pronto en defender la divinidad y au
gustas cualidades de Jesus ! Qué olvidado de sí mismo
y entregado en manos de aquel señor soberano á quien
habia prestado la mas rendida obediencia ! El siguió al
Salvador en todos sus viajes ; el fue testigo de todos
sus milagros ; él oyó de su boca divina las palabras de
vida eterna; él aprendió los ejemplos de viſtud y per
feccion del modelo mismo de toda santidad ; el fue ad
mitido no solo á la clase de los discípulos , sino al co
legio mismo de los apóstoles , que eran los privilegia
dos y escogidos de intento por la mano del Señor para
piedras fundamentales de su iglesia , sobre cuya basa
se habia de levantar el grande edificio de la nueva re
ligion del crucificado.
No es menester decir mas para entender la gran .
de elevacion de este coloso . Constituido sacerdote y
obispo de las almas la noche de la cena se halló reves
tido de un caracter superior al resto de los fieles y con
la potestad absoluta y el principado espiritual extendi
do á los últimos términos de la tierra , á donde llega
rian los ecos de su palabra . Habiendo presenciado todos
los hechos del Salvador , su pasion dolorosa , su glorioso
triunfo , su ascension admirable a los cielos , se halló cou
una copia de noticias tan ciertas é incontrastables
como vistas por sus ojos, que nadie podia poner en
disputa . Solo faltaba que el Espíritu Souto , que es es
píritu de verdad , de consejo , de fortaleza , de ciencia
у de claridad , bajase sobre el colegio de los apóstoles y
los llevase de sus dones , de ilustracion soberana , de
ardor generoso , de libertad evangélica , de caridad en
cendida , de viva fé , de animada confianza y todas las
virtudes que eran necesarias para hacer frente a un
mundo lleno de lobos y fieras , sembrado de espinas y
abrojos , enemigo declarado de la cruz , del rigor y de
la doctrina de Cristo. Esto que faltaba , y que el Señor
proinetió tantas veces , se cumplió por último , y el es
- 323
píritu divino dió la última mano a aquella obra que
necesitaba de consistencia y firmeza , de consuelo y de
esperanza , de coridad y de ardor. Todos los discípulos
recibieron del consolador la medida de las gracias a
proporcion del destino que tenia sobre ellos la Provi
dencia ; pero los apóstoles recibieron la plenitud del es
píritu como las primeras fuentes que habian de regar
la tierro . Ninguno entre los santos puede parangonarse
con estos doce padres y patriarcas del pueblo cristiano,
porque les haria una grave injuria. Los demas son es
trellas ; estos son soles : los demas son rios ; estos son
mares : los demas son arbustos ; estos son empinados
cedros en el monte de la iglesia; y cuanto mas unidos
á la primera piedra que es Cristo , mas sólidos , mas
firmes, mas generosos , mas intrépidos , mas ilustrados,
mas sabios y mas capaces de ensalzar la religion , de
fender sus dogmas , acrecentar su gloria y sellarla con
su sangre. Uno de estos incomparables heroes es nues
tro apostol Mateo. Este debió su renovacion a la gra
cia del Señor que le eligió ; la iglesia le debe a él un
monumento eterno de su zelo en la produccion de su
pluma , en los frutos de su lengua y en la consumacion
de su vida.
SEGUNDA PARTE .

La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles


fue un rocío soberano que fecundó aquellas tiernas
plantas y las hizo brotar flores y frutos de honor y
de honestidad , ó por decirlo mejor, fue un fuego ce
lestial y divino que prendiendo en sus corazones suave
mente los abrasó en su ardor, como dice san Gregorio,
y les comunicó tal osadía y libertad , tal valor y forta
leza , que nada fue capaz de retardar el impetu de su
zelo. Ellos predican á cara descubierta aquel Jesus na
zareno crucificado, que pocos dias antes habia sido el
oprobio de los hombres y escarnio de la plebe : ellos
levantan el grito y hacen oir su voz á un pueblo man
chado con la sangre del inocente : ellos explican las
:
- 324
escrituras con una uncion admirable , dan verificados
los oráculos de los profetas, y todas las señales del Re .
dentor que la sinagoga esperaba , las demuestran en el
mismo que acababa de morir en un patibulo . Los que
hasta entonces habian estado arrinconados y tímidos ,
ahora salen a las plazas públicas , y con una intrepi
dez que asombra no temen incurrir en el odio y la
persecucion del pueblo , con tal que sea anunciado Je
sucristo y la gloria de su resurreccion. Todos se mara
villan de ver á unos hombres rudos que no habian
cursado las escuelas , ni tenian otra instruccion que
su misma simplicidad , hablando lodo género de lenguas
y haciendose entender de cuantas gentes habian con
currido á Jerusalem a la famosa solemoidad de la Pas
cua , judios y gentiles , partos y medos , escitas y árabes ,
griegos y latinos y de todas las naciones que habitan
bajo del cielo. Una mutacion tan estupenda en unos
sugetos de este caracter hizo gran impresion en los
animos, y muchos conocieron que el dedo de Dios esta
ba en esta obra y abrazaron la fé cuantos estaban preor
dinados para la vida eterna . Jerusalem vió este espec
Láculo admirable , y los pontífices y magnates no pudie
ron negar un hecho que ellos mismos habian presencia
do ; y aunque la envidia y el falso zelo los instigaba á
deshacerse de unos hombres tan libres y tao facundos
que reprendian su ceguedad , no pudieron impedir las
conquistas de la religion que cada dia tomaba nuevo
incremento. La Judea era la primera á quien se debia
anunciar la palabra del Evangelio , porque a este pue
blo se le hicieron las promesas y de élnació el Mesias
segun la carne; pero no era ella sola la escogida para
la herencia , porque el reino de Jesucristo no estaba
circunscripto á determinados límites , ni reconocia mas
términos que el mundo entero sin estar excluido de
entrar en esta arca de salvamento pueblo alguno de la
tierra .
Por lo mismo se determinó en el colegio apostólico
que estas lumbreras mayores se dividiesen entre sí to
325 -
das las provincias del orbe , sembrasen la semilla de
la palabra á los que moraban en la region de la muer
te , y esparciesen la luz a los que yacian en las sombras
del error y del paganismo. A nuestro grande apostol le
tocó por suerte la Etiopia , pais ancho y dilatado y campo
abundante de mies para este operario evangélico. No
rebusó el santo la famosa conquista de los etiopes, á quie
nes pensaba blanquear en el alma cuanto estaban dene
gridos en el cuerpo ; pero antes de partirse para su glo
riosa empresa , movido por el Espíritu Santo determinó
escribir el Evangelio que hasta entonces pasaba de boca
en boca por una fiel tradicion , y fijarle en la mente do
los hebreos por medio de la escritura y de la letra ,
para que sus máximas , sus documentos y sus preceplos
no pudiesen ser ignorados de los mas rudos , ni contio
vertidos de los que se tenian por sabios. Sin ejemplo
de ningun otro apostol , ni aun del príncipe entre todos
ellos , á quien parecia tocar esta materia como cabeza
de la iglesia , Mateo llevado de un secreto impulso y
asistido del espíritu de verdad que habló por la boca
de los profetas , nos dejó el tesoro de su pluma en el
Evangelio hebreo escrito por su mano , que sirvió de
norma á los otros evangelistas para tejer la historia y
los hechos del Salvador . Mateo fue el primero que ven
ció este monte de dificultades , el que con mos exten
sion nos presenta la serie de los prodigios del hombre
Dios , su generacion , su nacimiento , sus fatigas, su
predicacion, sus milagros , su pasion y su muerte y
cuanto constituye la gloria de nuestra religion santisi
ma fundada sobre la piedra angular, y Mateo es de
quien la iglesia se sirve con mas frecuencia en las ins
trucciones de sus hijos , siendo su libro un libro de oro
guarnecido de piedras preciosas y escrito por el dedo
de Dios. El es una mina inexhausta de riquezas , una
fuente que jamas puede agotarse , fecunda de misterios
y arcanos inefables, y un teatro de disciplina donde
aprenden los filósofos las máximas de la recta filosofia ,
los principes los reglamentos de su gobierno , los súb
326 -
ditos las ventajas de la subordinacion , los magistrados ta
distribucion de la justicia , los artesanos la consagracion
de sus fatigas, los pobres el sufrimiento de su indigen
cia , los ricos el buen uso de sus riquezas , los persegui
dos los frutos de su paciencia , los hijos la humildad de
Ja obediencia , los padres la educacion de las familias
y cada estado los deberes y obligaciones respectivas
para ejercerlas con dignidad y con mérito. Un volumen
ian misterioso y tan sencillo al mismo tiempo, donde no
hay verdad que no se establezca , error que no se disi
pe, virtud que no se elogie , vicio que no se reprenda ,
tinieblas que no se ahuyenten , fue recibido de toda la
iglesia con aplauso universal y regocijo comun de los
fieles y como el depósito precioso de toda la ley por
donde han de estudiar los que han de ser candidatos
del cielo.
Gracias te sean dadas , ó grande apostol , pues fu
pluma ha sido un oráculo de la verdad y una espada
contra la supersticion. Ya es hora de emprender tu
gloriosa carrera y llevar el Evangelio á donde te desti
na la Providencia , á unas provincias bárbaras , á unas
gentes estólidas , á unos genios indomables imbuidos
por el demonio en las mas torpes máximas é intolera .
bles abusos , unas gentes enemigas del freno y de la
mortificacion , ajenas del espíritu de mansedumbre , de
dulzura y de piedad , envueltas en mil errores , cer
cadas de mil tinieblas , envejecidas en unos ritos abo.
minables heredados de sus padres y ton tenaces de su
observancia que primero perderán la vida que aban.
donar la falsedad de sus, númenes y sus sacrilegas
ceremonias. ¿ Cómo es posible que un hombre solo sin
mas armas que su palabra , sin mas pompa que su
pobreza , sin mas recomendacion que su conducta
pueda persuadir una ley nueva que destruye toda sec
ta y religion hasta los fundamentos ? ¿ Cómo es posible
que una doctrina repugnante á los sentidos y á los
halagos de las pasiones pueda ser recibida de unos
hombres esclavos de sus vicios, bien ballados con su
- 327
vida' voluptuoga y relajada ? O glorioso' atleta , ¿ qué
podrás hacer indefenso en un pais de barbarie , entre
unos lobos voraces , entre unas fieras hambrienlas, des.
pudas de la razon y de la humanidad ? Pobre apostol,
estoy por decir que tus sudores han de ser en vano ,
y tus trabajos perdidos. Pero , ¿ cómo hablo yo de esta
suerte , hermanos ? ¿ Acaso el establecimiento de la fé
y la conversion del mundo ha de ser meramente obra
del poder de los hombres y fruto de su sabiduría ? No
por cierto . La gracia del Señor que es la rueda maes .
trà que mueve los corazones , no necesita ni fausto ex
terior, ni pompa de ostentacion , ni ruido estrepitoso
de armas; ella es tan poderosa que todo lo vence , tan
veloz que todo lo corre , lan sutil que todo lo penetra,
y tan eficaz, como un martillo de hierro que quebran.
ta y desmenuza las piedras. Mateo Jeva consigo esta
compañera indivisa como prenda de su apostolado , y
ademas lleva consigo la vara de los prodigios , á cuya
evidencia no hay quien pueda resistirse.
Considerad á los etiopes , unos hombres rudos y mi
serables , lorpemente seducidos por los sacerdotes pa
ganos que se gloriaban de tener en su mano la llave del
cielo para abrirle y cerrarle á su arbitrio ; pero que ni
le cerraban ni le abrian : el pueblo iluso los consultaba
en sus dudas y pedia sus oraciones en las públicas ur
gencias , y ellos con sus respuestas frivolas y ambiguas,
llenas de enredos y de embustes , los dejaban alucinados;
pero no favorecidos. Llega Mateo, y con aquella virtud
irresistible comunicada por el verdadero dueño de todo
lo criado abre en presencia de los magos y agoreros
escuela pública de milagros. Los falsos profetas enmu
decen en presencia del apostol , le miran y le remiran,
y no saben si será alguna deidad que ha bajado á la
tierra á beneficiarla. Lo mismo es poner sus manos so
bre los enfermos que al punto levantarse sanos ; lo mis.
mo es mandar a los demonios que dejar libres los cuer
pos de los posesos ; lo mismo es pronunciar una palabra
imperiosa que restituir la vista á los ciegos , el oido á
-328
los sordos y la lengua a los mudos : la muerte misma
no pudo resistir á la virtud de su voz , y en gloria de su
predicacion hizo aquel milagro tan famoso que dió crédi.
to a su palabra y redujo a la fé de Jesucristo toda la
provincia. El rey Egippo tenia una hija queridisima ,
joven hermosa sobre las de su sexo , tan amada del
pueblo y de su padre por su honestidad , discrecion y
prudencia , que desmenlia la barbarie de su nacimiento.
Cayó enferma de cuidado y murió en la flor de sus años,
¡ Qué no hizo ei amapte padre para impedir esta des
gracia ! ¡Cuántos encantadores y mágicos no consultó
en sus apuros ! ¡ Cuántos votos no bizo á sus dioses por
la vida de su hija ! Pobre rey , si la vida de Ifigenia se
habia de deber al poder de sus deidades ó a las artes y
ensalmos de sus ministros. Ellos hacen sus conjuros,
ofrecen sus sacrificios , aplacan sus manes , y llaman al
demonio que favorezca y ayude sus operaciones; pero
la muerte no respeta sus apremios , y la difunta se hace
sorda á sus voces y gritería. Egippo llora , gime des
consolado y se abandona al dolor y sentimiento. Una es.
pada agudisima le pasa las entrañas, y no admiten lenitivo
sus penas. ¿ Qué no daria este hombre por recobrar á su
hija ? Enmedio de su dolor se acuerda de Mateo , cuya fa
ma habia llegado ya á sus oidos : le hace venir á palacio,
le expone el trágico suceso y le suplica por aquel Dios
que él predicaba , que le diese consuelo en su amargu
ra y que resucitase su amada prenda. El apostol se dió
por vencido de la ternura paternal , y á fin de que la fé
se plantase y arraigase en los miembros del imperio
mediante el influjo de la cabeza , oo hizo mas que lle.
garse al féretro en que yacia la doncella , y dandole un
grito como Jesucristo á Lázaro , o tomandola de la ma
no como san Pedro á Tabita , la hizo levantar del lecho
de la muerte y se la entregó a su padre.
i Dichosa Iligenial No tanto por haber recibido la
vi del cuerpo , como por haber recibido la vida de la
gracia mediante la voz del apostol de Cristo. Esta hija
cristiana , que fue el mas brillante triunfo de la predica
329
cion de Mateo , fue la semilla fecunda de infinitas almas
convertidas a la luz de la verdad , y á ejemplo de una
dama tan noble nó bubo en aquella region quien no se
alistase en la escuela de Mateo , y no se gloriase de ser
discípulo del crucificado. Mas jay de mil que lo que
fue causa del mayor gozo de nuestro santo , le ocasionó
su ruina ó por decirlo mejor su glorioso martirio. Hir
taco que entró á poseer el reino o á tiranizarle , para
afianzar sus pretendidos derechos pensó contraer matri .
mooio con la hija del difunto principe. Pero Ifigenia ,
la noble y generosa Ifigenia estaba muy lejos de dejar
se deslumbrar con la pompa y esplendor del falso mun
do. Su corazon le tenia consagrado al Señor , y su mis
mo cuerpo le habia ofrecido en holocausto al esposo pu
risimo de las almas con voto perpetuo de virginidad y
pureza. No hubo medio en el tirano para vencer la
constancia de esta virgen , y juzgando que aquel empe
ño no tendria otro origen que la persuasion y consejos
de Mateo , á quien ella obedecia como un angel del cie
lo , convirtió su furor contra el apostol sagrado, y sin
respetar su inocencia , su vida inmaculada , ni los in
mensos beneficios que debia todo el pueblo á esta fuen
te de salud , prevenido de la pasion y estimulado del
odio buscó medio de asesinar al discípulo de Cristo.
Este campeon invicto habia consumado ya con honor el
curso de su carrera ; ya habia plantado el arbol de la
vida en aquella tierra inculta ; la cruz se habia ya gra
bado sobre la frente de los etiopes y asentado sobre las
ruinas de la idolatría ; habia ya instituido obispos y sa
cerdotes que continuasen la obra comenzada; y ha
biendo ejercido con dignidad el alto empleo de su apos
tolado , no faltaba mas sino que sellase con su sangre la
doctrina celestial que habia predicado con su boca.
Pues ved aquí que al llegarse una mañana a las aras
á ofrecer por todo el mundo el sacrificio incruento del
cordero sin mancha , un pérfido asesino pagado por Hir
taco desenvainó el acero y pasandole la espada ó la lan
za por el cuerpo , cayó en lierra bañado en su sangre ,
- 330
y su alma voló' á recibir el premio de sus trabajos en
el reino de la inmortalidad . Murió Mateo , hermanos
mios , victima de la virginidad y del zelo por la gloria
de su Dios , honor del sacerdocio y del altar , imitador
de las penas del Calvario y modelo el mas perfecto á
nuestra instruccion y enseñanza . Para ser discípulos de
este heroe es indispensable copiar las virtudes que res
plandecieron en su alma , su renuncia del mundo , su
amor á Cristo , su caridad para con todos sus hermanos,
su abstinencia rara , su humildad profunda . De este modo
le empeñaremos en nuestra ayuda y favor y nos alcao
zará del Señor todos los bienes temporales y lo que va .
le mas la gracia que es prenda segura de la gloria ; la
cual os deseo etc.

SERMON DE LA VIRGEN DE LA MERCED.

(DEL P. M. FR . VICENTE HERNANDEZ).


Qui audit me, non confundetur; qui operan
tur in me, non peccabunt ; qui elucidant
me, vitam æternam habebunt.
Eccles. , cap. 24 .

Oir la voz de la sabiduría , practicar los consejos de


la sabiduría y publicar las grandezas de la sabiduría,
ved aqui, hermanos, en qué consiste toda la dicha y
felicidad del hombre . El que oye la voz de la sabiduria
no se verá confundido , porque ella le servirá de antor
cha que dirija sus pasos , de oráculo que resuelva sus
dudas, de consolador que endulce sus trabajos. El que
obra conforme a las reglas de la sabiduría , no manchará
su alma con el pecado , porque ella le sostendrá en sus
combates , le fortalecerá en sus flaquezas y le retirará
con su poderoso influjo del borde mismo del precipicio.
El que predica las obras de la sabiduría , conseguirá la
vida eterna , porque ella se comunica a los que la aman,
aparece a los que la buscan , premia a los que la sirven,
y se da por recompensa á los que todo lo dejan por su
331

amor. Hombres insensatos , sin reflexion y ' sin juicio,


dejad log charcos turbios y hediondos de las criaturas
y buscad la fuente de aguas vivas en el mismo Criador.
Hambrientos de los bienes de esta vida insubsistentes y
frívolos que mas irritan que satisfacen el hambre , bus .
cad el manjar del cielo , el mana de la gloria , y quedará
saciado vuestro apetito . Ambiciosos que os bebeis los
vientos y os pagais lanto del falso brillo del honor y de
unos granos de incienso que se convierten en humo,
acercaos al trono del Eterno , servid al rey de los siglos;
que él coronará vuestros servicios con una diadema de
esplendor y de inmortalidad , que ni la envidia la der
ribe , ni el tiempo la consuma. Voluntades bastardas,
almas bajas y sensuales que correis desaladas en busca
de los gustos y deleites terrenos , llegaos al piélago de
las delicias y suavidades divinas; y hallareis segura
mente lo que es imposible hallar en objetos diminutos
y vanos: Jesucristo sacramentado, hijo del eterno Padre,
Irono de las riquezas de Dios , pan de los ángeles , glo .
ria de los santos y amabilisimo esposo de nuestras al
mas , ese Dios que es la sabiduría eterna vestida de car
ne humana en la plenitud de los tiempos , ese solo es
quien puede llenar nuestros deseos y henchir el inmenso
vacío de nuestro corazon. Patente en esas aras , expues .
to á nuestras adoraciones , presente á nuestros votos y
á nuestras necesidades, nos convida a la participacion
de sus grandezas y á la fruicion de su gloria . Oyendole
no seremos confundidos ; siguiendole do seremos enga
ñados ; hourandole no quedará defraudada nuestra es
peranza : pues asi nos lo promete el mismo que es la
verdad por esencia : Qui audit me , non confundetur ; qui
opercéntur in me, non peccabunt ; qui elucidant me , vilam
alernam habebunt .
Este grande elogio de la eterna sabiduría , hecho por
el Espíritu Santo en el libro del Eclesiástico , le aplico
yo en este dia sin la menor violencia á la obra maestra
de la diestra omnipotente , á una criatura sin segunda,
á la elegida entre millares , á la santisima Virgen que
closecom
331
amor . Hombres insensatos, sin reflexion y sin juicio,
dejad log charcos turbios y hediondos de las criaturas
y buscad la fuente de aguas vivas en el mismo Criador.
Hambrientos de los bienes de esta vida insubsistentes y
frivolos que mas irritan que satisfacen el hambre, bus.
cad el manjar del cielo , el mana de la gloria , y quedará
saciado vuestro apetito. Ambiciosos que os bebeis los
vientos y og pagais lanto del falso brillo del honor y de
unos granos de incienso que se convierten en humo,
acercaos al trono del Eterno , servid al rey de los siglos;
que él coronará vuestros servicios con una diadema de
esplendor y de inmortalidad , que ni la envidia la der
ribe, ni el tiempo la consuma. Voluntades bastardas,
almas bajas y sensuales que correis desaladas en busca
de los gustos y deleites terrenos, llegaos al piélago de
las delicias y suavidades divinas; y hallareis segura
mente lo que es imposible hallar en objetos diminutos
y vanos.Jesucristo sacramentado, hijo del eterno Padre,
trono de las riquezas de Dios, pan de los ángeles, glo .
ria de los santos y amabilisimo esposo de nuestras al
mas , ese Dios que es la sabiduria eterna vestida de car
ne humana en la plenitud de los tiempos , ese solo es
quien puede llenar nuestros deseos y henchir el inmenso
vacío de nuestro corazon. Patente en esas aras , expues .
lo á nuestras adoraciones, presente á nuestros votos y
á nuestras necesidades, nos convida a la participacion
de sus grandezas y á la fruicion de su gloria . Oyendole
no seremos confundidos ; siguiendole no seremos enga
nados; honrandole no quedará defraudada nuestra es
peranza ; pues asi promete el mismo que es la
verdad poresen audit me, non confundetur ; qui
operantur in cabunt; qui elucidant me, vilam
alernam hal
le la eteroa sabiduria , hecho por
Tel Eclesiástico , le aplico
encia á la obra maestra
a criatura sin segunda,
a santisima Virgen que
332
con el título de las Mercedes es el delicioso objeto de
esta plausible solemnidad , el centro de nuestra devo
cion y ternura y el iman poderoso de nuestro amor y
cariño. Pero no dije bien ; no soy yo quien aplico estas
palabras á la madre del Verbo , es la misma iglesia quien
las pone en boca de esta señora verificando en la per.
8ona de Maria los prodigiosos efectos de la sabiduría
de Dios y desempeñando en la madre los dones y las
promesas del hijo. No hay que temer las iras del ver
dadero David contra tantos Nabales ingratos y desa -
tentos , cuando tenemos á esta Abigail discreta que
aplaque sus enojos. Esta Ester dichosa se ha introdu
cido en el tálamo del divino Asuero para revocar los
decretos de exterminio fulminados contra su pueblo, y
esta hermosa Betsabé parte el imperio con el pacífico
Salomon , o mas bien goza de tal influjo y valimiento,
que puede decirse que ella es la reina que lo manda
todo , lo dispone todo , lo gobierna todo y dispensa to
das las gracias , favores y mercedes como señora del
cielo y de la tierra. Yo abomino á aquellos Faraones
duros , a aquellos Semeis maldicientes , a aquellos Rap
sases blasfemos , a aquellas lenguas de aspid que vo
mitan el mas negro veneno de sus entrañas contra to
da práctica religiosa , y no hay hermandades , esclavi .
tudes Y cofradías cristianas en que no claven el diente
de la calumnia y maledicencia , como si fuesen unas
juntas ó reuniones de crédulos y supersticiosos, de ne
cios y de insensatos , de locos y de fanático Descarte .
monos de eslos hombres perdidos y anticrisianos na
cidos para destruir todo lo bueno , y unamono con pu
reza de corazon y de espíritu á los sentimiento de la
la
iglesia , á los votos unánimes de los santos padres,
tradicion de todos los siglos, a la voz de todos los
lores , al consenso universal de todos los fieles , y no l.
mamos excedernos en los elogios y alabanzas de Mari
señora nuestra , madre de Dios y madre de todos los
pecadores , reina de los ángeles y de los hombres , de
licias del Criador é iman poderoso que arrastra todos
- 333
los corazones. Mi alma se regocija en el dulce espectá
culo que se presenta á mis ojos en este templo , en el
vistoso coro de tantas almas consagradas al servicio y
devocion de Maria , en la famosa é ilustre cofradía de
la Virgen de las Mercedes instituida para gloria de la
señora, para consuelo de sus hijos , para ornamento
del cielo y para confusion del abismo. Qué sociedad
tan augusta y excelente ! Yo veo á los mayores perso
pajes del cristianismo , obispos , cardenales, patriarcas,
pontifices , grandes potentados, principes , reyes y em .
peradores vestidos lodos de este blanco escapulario,
mas ufanos con esta gala que Salomon en toda şu glo
ria . Yo veo una nube de vicarios de Cristo ansiosos de
promover el culto de Maria por medio de esta devo
cion bendita , derramando el tesoro de la iglesia en un
piélago inmenso de indulgencias parciales y plenarias á
favor de los cofrades de la Virgen de las Mercedes. Los
Julios , los Inocencios , los Bonifacios, los Nicolaos , los
Calixtos , los Clementes, los Martinos , los Gregorios ,
los Juanes , los Leones , los Pios , los Urbanos , los Six
los , los Adrianos , los Eugenios , los Paulos , los Ale
jandros , los Benedictos , todos impacientes por llamar
el mundo entero á las banderas de Maria de las Mer
cedes , de esta Débora de la gracia para pelear las ba
tallas del Señor y entrar a la parte en los despojos
de la victoria . Hijos queridos de Maria de la Merced ,
cofrades y cordiales devotos de esta esclarecida prin-'
cesa , abrid el pecho , ensanchad el corazon , dilatad el
espíritu , sacudid lemores y encogimientos , dad lugar
al desahogo y á la esperanza ; que en la Virgen purisi
ma de las Mercedes teneis una aurora de felicidades,
un rio de bendiciones , un arco de paz y de alianza ,
no he dicho bastante , una madre la mas tierna , la mas
,
liberal y benéfica , que no os desamparará por mas que
SF
101 os cerquen tribulaciones y angustias : qui audit me , non
Jari confundetur; que no permitirá que el vicio iiranice
a los vuestras almas ni os haga esclavos del demonio : qui
de operantur in me , non peccabunt; y que si la honrais y
dos
- 334
servis en espíritu y en verdad , og abrirá las puertas del
empireo y os conducirá por su mano á - la morada eter.
na : qui elucidant me , vitam æternam habebunt. ¿ Qué
puede desear y apetecer el corazon humano ? ¿ Bienes
del cuerpo ? Maria de la Merced tiene las llaves de la
naturaleza . ¿ Bienes del alma ? Maria de la Merced tie
ne las llaves de la gracia. Bienes de gloria? Maria de
la Merced tiene las llaves de los cielos y en todos ra
mos es la reina y la dispensadora de todos los bienes
que bajan del padre de las luces. Ave , Maria .
¿ Qué es el mundo en que vivimos , hermanos mios,
por mas a pologías que hagan de él sus necios amado
res , sino on teatro de embeleco y de farsa que nos
alucina, una torre de coufusion y desorden en que todo
se baraja y se trastorna , una tierra ingrata que no pro
duce mas que espinas y cambrones , un destierro peno
80 en que arrastramos la dura cadena de la esclavitud,
un mísero hospital que solo presenta espectáculos hor
rorosos de palidez y de muerte , y un valle de lágrimas
y miserias en que todos los hijos de Adam lloran las
funestas resultas de la primera culpa ? Hambres , ca
restias , sequedades , dolores, cautiverios , guerras , de
solaciones , pestes, contagios , pobreza , pesares y senti
mientos , plagas del cielo y de la tierra ; ved aquí la
herencia de los hombres y el rico patrimonio que dis
frutamos . Sobre este cúmulo de calamidades echaba los
ojos de su compasion y de su amor el grande Pedro
Nolasco , y no pudiendo remediarlas por sí mismo ni
sufrirlas la ternura de su pecho , lleno de ansias y con
gojas , penetrado como un serafin de ardentisima cari
dad acudió con mil ruegos y plegarias á la madre de
las misericordias : él la llama , la suplica , la insta , la
importuna y en fin la obliga y la compele á consolar
su afliccion y su amargura . ¿ Qué no pueden los méri
tos de los santos y qué no alcanza la oracion del justo
y del inocente ? El aposento en que ora este nuevo Moi
sés , es inundado de celestiales luces : su pobre estancia
se transforma en un Tabor de gloria : la reina de los
- 335.
cielos baja corporalmente a la tierra : un escuadron lu
cidisimo de ángeles acompañan á la señora. Nolasco se
enciende, se inflama , se derrite en tierno amor de Ma
ria , y Maria recrea , regala y endulza las penas de No.
lasco. Cesa ya de llorar, hijo mio querido , le dice ; yo
vengo á eojugar, tus lágrimas con una nueva la mas
plausible. Las miserias de los mortales , las necesidades
de los pobres y especialmente los gemidos de los cau - i
tivos que entre grillos y cadenas lloran su desventura ,
han lastimado tus entrañas y las mias , y ha llegado ya
el dia y la hora feliz de su remedio. Has de fundar
en mi nombre una religion bendita con el título de
Maria de las Mercedes , cuyos ilustres hijos estarán ba
jo mi proteccion y lulela ; pero se han de obligar con
Un cuarto, voto de excelentísima y heroica caridad á
dar la vida , si fuese necesario , por la libertad y reden
cion de sus hermanos . Qué regalado quedaria Nolasco
con estas tiernas palabras de la purisima Virgen ! Con
ferida esta extraordinaria vision con el grande Raimun .
do de Peñafort, astro de primera magnitud en el cielo
dominicano , y con el insigne monarca don Jaime el Con
quistador , nombre inmortal y glorioso a todas las eda
des , se dió principio á la obra de la redencion bajo los
auspicios de Maria de la Merced ; y el pueblo que habi
taba en tinieblas, vió una brillante luz , y un rayo de
resplandor y, alegria amaneció a los que moraban en la
region de la muerte.
Dejemos al patriarca de los redentores y á sus ilus
tres hijos , herederos del doble espíritu de este Elias,
que desahoguen los ardores de su pecho en cumplimien
to de su celestial instituto . Id , ángeles veloces , á anun
ciar la poz á las naciones ; id , nubes benéficas , á derra
mar rocios de salud y de consuelo sobre los paises ári
dos y secos ; id , soles luminosos , á disipar la lobreguez y
tinieblas de la ignorancia y de la culpa ; id , nuevos após
loles y discípulos del crucificado á extender las con
quistas de la fé é introducir el Evangelio basta las ex
tremidades del globo ; pero al mismo tiempo que me
-336
congratulo de vuestra generosidad y del fuego sacro
santo que arde en vuestros corazones, og tengo grande
compasion y lástimo porque os considero como inocen
tes ovejas que son llevadas al matadero y como vícti
mas infelices entregadas á la rabia y furor del mismo
infierno. Estoy viendo que los mas crueles tratamien
tos , los oprobios, las injurias , las afrentas , el hambre,
la sed , las cadenas , los cordeles, las cárceles y los ce
pos con loda la serie de trabajos que refiere el A postol
en su carta a los romanos , han de ser el pago de vues
tra caridad y la recompensa de vuestros beneficios. Con
efecto cuando registro los fastos de la historia , me pas
mo y me confundo al ver innumerables ejércitos de re
ligiosos mercenarios entregados con gusto á la rabia de
los tiranos , a la crueldad y barbarie de los enemigos de
Cristo por redimir segunda vez aquellas pobres almas
por quienes el Salvador dió su sangre en una cruz afren
tosa, y no exponerlas á una sacrílega apostasía de la
verdadera creencia : me pasmo y me confundo al ver á
unos degollados , á otros arrancados los dientes y mue
las á golpes de martillo , á estos cortada la lengua y
barrenados los labios, aquellos atenaceados , asaeteados,
apedreados y divididos en trozos sus miembros , aquí
muertos de sed y de hambre en horrendos calabozos,
allá sumergidos en el mar y dados en pasto de los pe.
ces , en esta parte quemados á fuego lento , en la otra
despeñados , enganchados, crucificados ......¿ Quién sabe
todas las crueldades ejecutadas con estos hijos primo
géoitos de Maria de las Mercedes, sin que una queja
saliese de su boca , ni una lágrima de sus ojos , ni uo
suspiro de su pecho ?
Pero no es mi ánimo tejer la historia ni hacer el
elogio de esta esclarecida orden ; yo quiero correr li
bremente por el dilatado campo de las mercedes de
Maria hechas a todo el mundo y formar una corona de
varias y hermosas flores que sirvan de adorno a la pu
risima Virgen y de consuelo y esperanza a todos sus co
frades y devolos , supuesto que para todos es madre de
- 337
piedades y de misericordias . Siempre me ha parecido
ajustado el pensamiento de un escritor erudito y jui
cioso : que nuestra señora de la Victoria es de los con
quistadores ; nuestra señora del Carmen es de los con
lemplativos , nuestra señora de la Luz es de los desca
minados; pero nuestra señora de las Mercedes es de
todos y para todos , pues no hay lítulo mas dulce , in
vocacion mas suave , nomenclatura mas amplia que la
merced y misericordia de Maria . En ella , dice el padre
sao Bernardo , halla el cautivo redencion , el triste con
suelo , el enfermo salud y el pecador indulgencia y per
don de sus pecados. En las pestes y contagios, en los
terremotos y temblores de tierra , en las tormentas y
borrascas del mar , en los huracanes y torbellinos del
aire , en la rigidez y dureza del cielo , en las carestias
y hambres , en las enfermedades y dolencias , en las in
vasiones y ataques de los enemigos , en todos los tra
bajos, en todos los ahogos & quién es y ha sido siempre
la protectora , la consoladora , la luz , la guia , el reme
dio universal y medicina específica si no la virgen san
tisima de la Merced , mjoa inexhausta de favores y gra
cias ? No hablo de cabeza ni sobre el libre antojo de mi
palabra : hablo sobre monumentos auténticos , sobre la
fé de la historia que ha consignado a la posteridad in
finitos hechos auténticos de estas finezas de Maria de
la Merced . A nuestros oidos han llegado las noticias y
nuestros padres nos las han anunciado no con ánimo de
engañarnos , sino de encendernos en la devocion de es
ta esclarecida reina.
Famosa ciudad de Lima iovadida por las armas ho
landesas en los años de 1615 , cuando la consternacion
y el espanto se apoderó de todos tus moradores , y por
falta de armas y municiones y aun de brazos que pelea
sen , estabas á punto de rendirte á discrecion á tu ma
yor enemigo , bien sabes que Maria santisima de la Mer ,
ced , esta invencible heroina , esta torre de David de
que peoden mil escudos , infundió coraje y animosidad
eo tus hijos, lleno de un terror pánico el corazon de
T. 57. 22
- - 338–
tus contrarios y levantado el sitio lograste la libertad y
el mas glorioso triunfo. Afligida Jerez , triste Barcelona,
víctimas infelices de constelaciones epidémicas , de pes
les mortíferas y asoladoras en los años 1652 , bien sa
beis que Maria santisima de la Merced fue la que de.
tuvo el azote del cielo y purificó el aire de la maligna
y contagiosa influencia. Ilustres ciudades de Játiva y
de Valencia , cuando el cielo se hizo de bronce y daba
Jáglima mirar todo este hermoso pais , perdidos los
frutos , agostadas las mieses , secas las yerbas,destruidos
los árboles é inutilizado el trabajo del labrador por la
horrible sequía del año 1719 , bien sabeis que Maria
santisima de la Merced fue la nube de Elías que se des
ató eo copiosas y saludables lluvias , y enjugó las lágri
mas de la afliccion y amargura . Huete, Llerena y Agua
ga , paises desgraciados, asolados y consumidos en los
años 1675 no por el hierro y la espada , sino por un
ejercito asolador de langostas voraces , que cubriendo el
sol con 80 espesura talaban árboles , sembrados y
plantas ; bien sabeis que Maria santisima de la Merced
cortó el vuelo a este enemigo, le destruyó por un rasgo
de su clemencia y volvió el verdor , lozanía y feracidad
à la tierra. Ciudades de Quito y de Guatemala cercadas
de los horrores y lazos de la muerte en los años 1583
por la erupcion estrepitosa de los volcanes inmediatos,
que conmovió y sacudió edificios , torres y baluartes
como si fueran pajas, llenando de pavor y de susto to
dos los corazones ; bien sabeis que Maria santisima de
la Merced fue la que contuvo aquella erupcion espanto
sa y volvió la serenidad al cielo, la consistencia a la
tierra y la tranquilidad a los mismos atribulados. Fuera
cansar la paciencia y hacer la induccion interminable
referir los favores que ha recibido el mundo de la vir
gen de las Mercedes; las vistas restituidas , las cadenas
desatadas, los dolores ahuyentados , los incendios extin .
guidos , los matrimonios pacificados, las pretensiones
logradas , todos los bienes conseguidos, verificandose á
la letra la valiente expresion de san Juan Damasceno:
-339
que Maria santisima es la oficina de los milagros de
Dios y la plenipotenciaria del Altisimo ; no solo en el
orden de la naturaleza , como habeis visto , sí tambien
y mucho mas en el orden de la gracia : Qui operantur
in me , non peccabunt.

SEGUNDA PARTE.

No permita el cielo , hermanos , que llevado de una


devocion indiscrela intente minorar las glorias de la
cruz , nidegradar al Criador por elevar la criatura. Sé
muy bien que la gracia de Dios nos viene por Jesucris
to : que la sangre del cordero sacrificado es la que
lava las manchas de la culpa , y los sacramentos que
salieron del costado divino son los conductos de la re
conciliacion y de la paz : sé que el Señor es el camino,
la verdad y la vida , y nadie llega al Padre sino por él:
sé que los auxilios de la gracia con que el justo obra
bien y persevera , ó el pecador se convierte y se levanta,
son dones gratuitos del Espiritu Santo que los reparte
en su bondad á quien quiere y como quiere : que la obra
de la justificacion es una especie de milagro en el orden
sobrenatural en que solo tiene poder la diestra del
Excelso ; y en fin sé que solo Dios es el dueño de nues
tro corazon , le domina , le manda , le suaviza , le
dobla , le muda y le transforma con aquel influjo efica.
cisimo de su voluntad omnipotente , á que nada se re
siste. Pero esto no quita que la purisima Virgen , esta
criatura privilegiada , entre tambien à la parte en la
dispensacion de estas gracias como madre del divino
Verbo y como poderosa medianera entre Dios y los
hombres. Dios muda el corazon , es verdad ; pero Maria
interpone sus ruegos para que le mude. Jesucristo , de
cia san Bernardo , ofrece al Padre su costado y sus lla
gas y Maria ofrece al Hijo su corazon y sus pechos.
Dios es el que dispeosa aquel rayo soberano que ilus
tra las tinieblas del alma; pero Maria obliga al sol de
justicia con sus méritos y singular hermosura á estas
-340 -
miradag cariñosas. Ya sabemos que Dios es el autor de
la vida y de la muerte ; pero no dejaron de tener parte
en la resurreccion de Lázaro las lágrimas de sus her
manas. Si Maria es la madre de la gracia , la hija que
rida del eterno Padre , la esposa regalada del Espiritu
Santo ; si segun la corriente de los padres y doctores en
Maria depositó el Altisimo el tesoro de sus riquezas , la
plenilud de su poder y las llaves de su reino ; ¿ con qué
cara se podrá poner en pleito su eficacisima proteccion
con los pecadores para salir de la culpa y su tierno am.
paro con los justos para perseverar en la justicia ? Yo
no me avengo bien con una credulidad estólida' , ni con
teologias arbitrarias que carecen de solidez y firmeza;
pero reconocer como efecto de la proteccion de la Vir
gen la mudanza de mi corazon , los buenos sentimientos
de mi alma , el aborrecimiento al pecado, el amor á la
virtud , el gusto en las obras de piedad , el hastío y
desabrimiento que me causan los devaneos y locuras del
mundo , tengolo no solo por fundado , sí que tambien
por seguro é indubitable ; y como yo tenga obligada á
la madre de la misericordia , estoy cierto que no me fal
tarán los auxilios y asistencia de su divino hijo. Era
poco haberle dado el Altisimo un dominio como abso.
luto sobre las necesidades temporales ; su grandeza
principal consiste en ser madre, abogada , protectora,
refugio y consuelo de los pecadores.
O.Yirgen purisima de las Mercedes , i y qué favores
no habeis hecho á vuestros fieles devotos ! ¡ Qué gracias
no les impetrasteis para reformar sus costumbres , para
concebir hastío á los deleites del mundo y para enamo
rarse de la amabilidad y belleza de las virtudes ! Que le
vante el dedo uno solo de vuestros clientes y apasiona.
dos , que os haya invocado de todas veras en las necesida .
des de su alma y no haya experimentado vuestra pron
ta y amorosa beneficencia. ¿ A quién debió el dichosisi
mo Pedro Armengol , ilustre vástago de los condes de
Urgel , la admirable mudanza de su vida antes viciosa y
libertioa , despues asombrosa y penitente , si no á la
- 341
virgen de las Mercedes , que puso acibar en los gustos
de su mocedad y le inspiró el noble progecto de aban
donar el mundo y servir a Jesucristo en la religion de
Maria ? ¿ A quién debió a quella doncella barcelonesa tan
famosa por sus libertades y profanos amores ver conver
tidas sus lorpes aficiones en amargo arrepentimiento,
si no á la virgen de las Mercedes, que la sacó del olo
lladero del vicio en que estaba sumida , y de vaso de
infamia é ignominia la hizo vaso de honor y de magni .
ficencia ? ¿ A quién debió santa Maria de Cervelló aque
llos ardores de amor divino que inflamaban su pecho,
aquellos transportes y vuelos de su espíritu que la ar
rebataban de la tierra al trato y comunicacion del cie
lo , si no al amparo de su amantisima madre de las Mer
cedes, que era la maestra de su oracion y la introduc
tora al gabinete secreto del celestial esposo ? ¿ A quién
debió el grande Pedro Pascual aquella firmeza de ani
mo , aquella intrepidez y ardiniento en predicar la fé
de Jesucristo a los perfidos discípulos de Mahoma que
le aborrecian de muerte , y aquella invicta constancia
en derramar su sangre por la gloria de Jesus , si no á
80 santisima madre de las Mercedes , cuyo nombre tenia
esculpido en su corazon y jamas se le caia de la boca?
¿ A quien debió san Serapio , gloriosisimo martir de
esta religion bendita , la magnanimidad , la fortaleza y
valor inaudito en los tormentos, aspado , descoyuntado ,
desencajados sus miembros y devanadas las entrañas á
torno , sino a su querida madre de las Mercedes , que es
tando a su lado en la crueldad y barbarie de su fiero
suplicio le infundia vigor y aliento , recreaba su alma ,
fortalecia su flaqueza y le hacia superior a la rabia y
malicia del demonio ? A quién debió..... Pero ¿ á dónde
voy , hermanos mios? Hagamos punto en una materia in .
finita , y dejemos á los mismos favorecidos de Maria que
publiquen el panegirico de estas finezas. Hombres dete
nidos enmedio del furor de sus pasiones , mujeres ex
traidas del cieno de los vicios , doncellas preservadas de
inminentes riesgos, conversiones repentinas y milagrosas,
-342
profanidad transformada en penitencia, avaricia en libe
ralidad , libertinaje en devocion , alegrias necias en lágri.
mas saludables , desahogo en recogimiento , locuacidad en
silencio, desenvoltura en modestia , y el espíritu del mun .
do mudado enteramente en espíritu de Dios , todo por
la proteccion de Maria de las Mercedes , es cosa que no
admite duda , porque esta señora es la dispensadora de
la gracia ; y por su medio hemos tambien de conseguir
la elerna gloria : Qui elucidant me , rilam ælernam ha
bebunt .
TERCERA PARTE.

Todos queremos ir al cielo , porque todos somos


criados para ver a Dios en sí mismo y gozar de su
amable presencia ; pero no puedo concebir cómo se ha
de arribar a este feliz y dichoso término por caminos
diametralınente opuestos. Veo entre los cristianos ha
blar con entusiasmo y con delicioso embeleso de la feli
cidad de la gloria ; pero no veo obras meritorias de vida
eterna ; no veo mas que trampas y marañas , dolos,
fraudes y perfidias ; no veo mas que agambleas de liber .
tinos y disolutos que viven como epicureos y prácticos
ateistas ; no veo mas que mujeres perdidas que han
abandonado el pudor y la vergüenza , y pasaudose la
mano por la cara llegan á hacer gala del sambenito ; no
veo mas que licencia y corrupcion de costumbres , mu
cha soberbia de corazon , mucha soltura de lengua, mu
cha iniquidad en las manos , poca modestia , poca cari
dad , poca mortificacion y pocas señales de cristianismo;
y sin embargo queremos ir al cielo , morir la muerte
de los justos y tener parte en las promesas hechas a los
escogidos. Hermanos mios , ¿dónde estamos ? ¿Qué tras
torno de ideas inconciliables pervierte nuestra mente ?
Quel Acaso lenemos ahora otro Evangelio distinto del
que predicaba san Pablo ? ¡Quél Acaso la ley del Señor
inmaculada ha contraido borrones y manchas de algun
tiempo á esta parte , o tolera en su limpieza inmundi
cias y fealdades ? Qué! ¿ Acaso se ha enganchado el ca
-343

mino del cielo , se ha prescrito contra el decálogo , ó re


ha introducido en la escuela de Cristo el Coran de
Mahoma ?
Pero si somos devolos de la virgen de las Merce
des , estamos escritos en su santa cofradía y llevamos su
blanco escapulario .... Ah ! Hermanos, no me hableis en
ese lono , que llenais mi corazon de dolor y de amargu
ra . Por ventura Maria santisima ( aprobará el delito , ó
su santo escapulario podrá servir de asilo a los enemigos
jurados de su divino hijo ? Descartense pues aquellos de
votos postizos y contrahechos , aquellos devotos de oro .
pel y de farsa , aquellos devotos de pura exterioridad
y ceremonia que con piel de ovejas ocultan la malicia
de lobos : para tales pecadores no espereis patrocinio en
Ja señora ; estos tendrán una muerte pésima y desgra
ciada , sin que les aprovecbe la dulce invocacion de la
virgen de las Mercedes : para estos estará el cielo cer
rado con cerrojos de hierro , y su destino será infeliz ;
pero propio de su depravada conducta. La lernura de
Maria , su piedad y su misericordia está reservada para
los devotos de corazon y de alma : para los castos , puros ,
modestos , mortificados, humildes y penitentes , para los
fieles discípulos del hijo estan vioculadas las gracias y
mercedes de la madre. Si vosotros , oyentes mios , sois
del número de estos últimos , conio piadosamente me
persuado ; alegraos en el Señor y concebid una cierta y
segura esperanza de vuestra salvacion . No temais ni la
malicia del demonio acusador , ni las iras del juez ofen
dido. Al demonio le pisará la cerviz esta mujer fuerte
y victoriosa ; al juez le aplacará esta reina compasiva y
poderosa.
O Dios , ig cómo ha sido la virgen de las Merce
des en varias ocasiones la que en la hora de la muerte
infundió valor à sus devotos contra las astucias y artes
del enemigo , los hizo triunfar del poder y saña de este
adversario , tranquilizó sus ánimos, dilató su espíritu ,
alentó su esperanza , consoló sus congojas, ilustró sus
linieblas, disipó sus temores , cerró sus ojos en paz , y
344 -

recibiendo sus almas en sus purísimas manos las con


dujo al lugar del reposo y del descanso eterno ! ¡ Cuád
tas veces en la presencia del rey supremo oró las caue
sas de sus cofrades , inclinó la piedad del Altisimo y
negoció una sentencia de favor y singularisima gracial
A cuántos hijos de su espíritu y devocion salió al en
cuentro á recibirlos como madre honorificada , y les dió
mil plácemes y enhorabuenas de sus ayunos , limosnas
y ejercicios piadosos colocandolos bajo el manto de su
proteccion y junto al trono mismo de su gloria ! | A
cuántos al salir de este mundo les dió un estrecho abrazo
de amor y de cariño , les imprimió ósculo de paz en el
rostro , les puso en su dedo un rico anillo , en el cuello
una sarta de perlas , en la cabeza una corona de flores,
y les pogó bien pagados los obsequios y servicios con
que la hooraron en esta vida ! Por esto dijo san German
que ser devoto verdadero de Maria era caracter de pre
destinado. Ojalá que el último acento de mi lengua,
decia este santo , sea en honra de la purisima Virgen ,
para que saliendo de este mundo con este ramo de oli.
vo en mi boca vuele á la morada feliz del descanso y
de la paz ! Ninguno , Virgen santa , consigue gracia al
guna sino por vos : ninguno se ve libre de riesgos y de
peligros sino por vuestra mediacion : pinguno se salva
sino por vuestro favor. A borrezcan á Maria los discípu
los del angel apóstata , los arrianos , nestorianos , euti
quianos, pelagianos , luteranos y calvinistas ; muestren
se enemigos de la madre los que son contrarios del hijo;
burlense de los cultos que le tributa la iglesia , los que
se apartaron de sus dogmas ; que nosotros confesaremos
que Maria santisima forma un coro aparte entre todos
los escogidos : que no reconoce superior sino al mismo
que la crió : que su poder es sin límites y su bondad
igual á su poder : que es nuestro amparo , nuestra espe
rauza , nuestro consuelo en la vida , y lo será tambien
en la hora de uestra muerte.
O amabilisima madre nuestra , reina de los mise
ricordias y de las mercedes , vos sois todo nuestro bien;
- 345 -
vos sois la estrella de Jacob que nos comunica res
plandores de dulzura ; vos sois el arbol del paraiso que
produce frutos de salud y de vida ; vos sois madre de
pecadores que nos alcaozais el perdon de nuestras cul
pas : dejaos vencer por ahora de nuestras necesidades,
que es mucha nuestra flaqueza y nos dominan las pa
siones ; derramad sobre nosotros un rayo de aquella luz
que ilumina los mas ciegos entendimientos, una centella
de aquel amor que inflama los mas tibios corazones ,
para amaros y serviros dignamente á vos y á vuestro
divino hijo en esta vida y gozar despues de la compa
ñía de entrambos por eternidades de gloria. Amen.

T. 67. 23
INDICE
DE LOS SERMONES CONTENIDOS EN ESTE

TOMO QUINTO,

Pag .

SEGUNDO DE SAN JOAQUIN . - Del P. Fr. José


Mudarra ... 5
DE SANTA JUANA FRANCISCA FREMIOT . 32
DE SAN JOSE DE CALASANZ .. 51
SEGUNDO DE SAN JOSE DE CALASANZ . 67
TERCERO DE SAN JOSE DE CALASANZ . 74
DE SAN AGUSTIN . - Del Dr. D. José Vicente
Dura .... 89
SEGUNDO DE SAN AGUSTIN . -- Del Ilmo . Sr. D.
Felipe Bertran , obispo de Salamanca.. 99
DE LA DEGOLLACION DE SAN JUAN BAUTIS
TA , PREDICADO EN BENASAL EN LAS FIES
TAS DE LA TRASLACION DEL SANTISIMO
SACRAMENTO.- Del P. M. Fr. Vicente Her
nandez . 122
DE SANTA ROSA DE LIMA . - Del P. M. Fr. Vi
cente Hernandez .... 138
DEL BEATO JUAN DE RIBERA , PATRIARCA DE
ANTIOQUIA , ARZOBISPO, Y VIREY DE VA
LENCIA.- De D. Manuel Tur ..... 150
DE LA NATIVIDAD DE MARIA SANTISIMA .
Del P. Mtro. Fr. Juan Francisco de Velasco ... 191
SEGUNDO DE LA NATIVIDAD DE MARIA SAN
TISIMA. - Del Dr. D. José Vicente Durá ..... 206
DE SANTA MARIA DE LA CABEZA . —Del Dr.
D. Gregorio Antonio del Otero.... 217
DE MARIA SANTISIMA CON EL TITULO DE
COVADONGA EN LA FESTIVIDAD DE SU
DULCE NOMBRE . - Del Dr. D. Francisco de
Hevia y Ayala . 232
DEL TRIUNFO DE LA SANTA CRUZ .. 252
DE SAN PEDRO DE ARBU ES . - Del P. Fr. Luis
Antonio de Sevilla .... 264
DE SANTO TOMAS DE VILLANUEVA , ARZO
BISPO DE VALENCIA . - Del Dr. D. Manuel
Rodriguez Monge .. 288
DE SAN MATEO APOSTOL . - Del P. M. Fr. Vi
cente Hernandez .. 314
DE LA VIRGEN DE LA MERCED . Del P. M.
Fr. Vicente Hernandez . 330

FIN DEL TOMO QUINTO .


DE
NO

1:


22

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