Apuntes Sobre El Matrimonio - Año 2011
Apuntes Sobre El Matrimonio - Año 2011
Apuntes Sobre El Matrimonio - Año 2011
(AÑO 2010)
Así, entonces, se reitera que es la ley civil, la que rige en los aspectos
formales de todo matrimonio, así como en lo relativo a las relaciones
jurídicas de (y entre) los cónyuges y a la disolución del vínculo
Ahora bien, no obstante todas las similitudes entre estas dos figuras
es claro que no son lo mismo, tal como la ha establecido la propia
Corte Constitucional en varias sentencias. Por ejemplo en la
Sentencia No. C-239/94, puntualizó que “ Es erróneo sostener que la
Constitución consagre la absoluta igualdad entre el matrimonio y la unión
libre, o unión marital de hecho. Sostener que entre los compañeros
permanentes existe una relación idéntica a la que une a los esposos, es
afirmación que no resiste el menor análisis, pues equivale a pretender que
pueda celebrarse un verdadero matrimonio a espaldas del Estado, y que, al
mismo tiempo, pueda éste imponerle reglamentaciones que irían en contra
de su rasgo esencial, que no es otro que el de ser una unión libre.”
(…)
“El noveno inciso del artículo mencionado, determina que "Las formas del
matrimonio, la edad y capacidad para contraerlo, los deberes y derecho de
los cónyuges, su separación y la disolución del vínculo se rigen por la ley
civil". Nada semejante se prevé en relación con la unión marital de hecho,
precisamente por ser unión libre.” (El artículo citado es el 42 de la
Constitución Política)
(…)
Con el solo hecho del matrimonio surge entre los cónyuges una sociedad de
bienes, tal como lo determina el artículo 180, inciso 1º, del Código Civil,
modificado por el Art. 13 del Decreto ley 2820 de 1974 que dispone que:
"Por el hecho del matrimonio se contrae sociedad de bienes entre los cónyuges,
según las reglas del título 22, libro IV, del Código Civil".
Esta disposición es reiterada en el Art. 1774 del mismo código, según el cual:
"A falta de pacto escrito se entenderá, por el mero hecho del matrimonio, contraída
la sociedad conyugal con arreglo a las disposiciones de este título".
Así, entonces, y según las disposiciones transcritas, la celebración del
matrimonio genera en forma imperativa la sociedad conyugal entre los
contrayentes.
Dicha sociedad está constituida por los bienes muebles que los cónyuges
aportan o que adquieran a título oneroso o gratuito y por los inmuebles que
adquieran a título oneroso. En la misma cada uno de aquellos tiene la libre
administración y disposición tanto de los bienes que le pertenezcan al
momento de contraer matrimonio o que hubiere aportado a él, como de los
demás que adquiera por cualquier causa.
MATRIMONIO ILEGAL
La fuerza: El numeral 5 del artículo 140 del Código Civil dispone que el
matrimonio será nulo y sin efectos “Cuando se ha contraído por fuerza o
miedo que sean suficientes para obligar a alguno a obrar sin libertad; bien
sea que la fuerza se cause por el que quiere contraer matrimonio o por otra
persona. La fuerza o miedo no será causa de nulidad del matrimonio, si
después de disipada la fuerza, se ratifica el matrimonio con palabras
expresas, o por la sola cohabitación de los consortes.”
Ahora bien, una modalidad de la fuerza es la que contempla el numeral 6 del
artículo 140 del Código Civil que a la letra establece que es nulo el
matrimonio “Cuando no ha habido libertad en el consentimiento de la mujer,
por haber sido ésta robada violentamente, a menos que consienta en él,
estando fuera del poder del raptor.”
Así mismo, esta Corporación manifestó que si existe una determinación libre
de vicios del contrayente "parece sensato" que por razones de economía
jurídica, el Legislador prevea mecanismos que eviten la ratificación expresa
de la decisión o que obliguen a las parejas a disolver el vínculo jurídico
(puesto que todo matrimonio se presume válido mientras no se demuestre lo
contrario), para posteriormente contraer nuevas nupcias.
(…)
7.4. Conclusión
Los casos en que se da este impedimento los establece el artículo 140 del
Código Civil, así:
Esta una prohibición que, sin embargo, no genera nulidad del matrimonio
sino sanciones para el tutor o curador.
-De acuerdo con el artículo 73 del Código Civil, la mujer viuda no puede
casarse antes de los 270 días subsiguientes a la disolución o nulidad de su
matrimonio. Aplica en este caso el artículo 21 del Decreto 960 de 1970, por lo
que debe el notario abstenerse de celebrar el matrimonio sino ha transcurrido
el tiempo que establece el citado artículo 73.
DECRETA:
Art. 4o._ Modificado. Decr. 1556 de 1989, artículo 1o. Presentada la solicitud
con el lleno de todos los requisitos legales, el notario hará fijar un edicto por
el término de cinco (5) días hábiles, en la secretaría de su despacho, en el
que se hará constar el nombre completo de los contrayentes, documentos de
identidad, lugar de nacimiento y vecindad.
Art. 11._ El presente Decreto rige a partir del primero (1o) de enero de mil
novecientos ochenta y nueve (1989) y deroga todas las disposiciones que le
sean contrarias.
1.4.2 SOLICITUD
Así mismo, según el artículo 119 del Código Civil, se entiende faltar el
padre que haya sido privado de su patria potestad.
Para que el curador pueda negarse a dar el permiso, debe alegar una
de estas causas, de acuerdo con el artículo 122 del Código Civil:
En esta misma línea, el artículo 125 del Código Civil determina que el
ascendiente sin cuyo necesario consentimiento se hubiere casado el
descendiente, podrá revocar por esta causa las donaciones que antes
del matrimonio le haya hecho. Al respecto la Corte Constitucional en
pronunciamiento ya aludido en esta obra, expresó: Se consideró que “(…)
el inciso primero del artículo 125 del Código Civil no quebranta los artículos
13, 14, 15, 16, 18 y 42 de la Constitución Política, sino que, por el contrario,
los interpreta fielmente, por cuanto la ausencia de permiso para celebrar el
matrimonio no afecta su validez ni mengua los efectos del contrato
matrimonial, sino que dota a los padres de una herramienta eficaz, tanto
para obligar a los menores a tomar una decisión reflexiva, como para que,
en el evento de que el matrimonio se realice no obstante la falta de permiso,
los padres o quienes en esta importante misión los sustituyen, mitiguen, al
menos patrimonialmente, las consecuencias de la decisión” (C-1264 de
2000; M.P. Álvaro Tafur Galvis)
1.4.4. TRÁMITE
Este edicto se fijará por un término de cinco (5) días hábiles. Solo una
vez vencidos éstos, se podrá proceder al otorgamiento y autorización
de la escritura pública, en la fecha y hora que se haya fijado por los
futuros contrayentes.
Diferencia de sexos
Capacidad sexual: capacidad para poder consumar el acto sexual
Capacidad de procreación: Posibilidad de engendrar hijos
Capacidad mental: madurez para afrontar los derechos y
obligaciones que trae consigo el matrimonio
Vínculo matrimonial anterior
Parentesco entre los contrayentes, así
Por línea directa: padres con hijas, madres con hijos o con
nietos
Por afinidad: padrastro con hijastra; suegro y nuera, suegra y
yerno, etc.)
Parentesco civil: padres adoptantes con hijos adoptivos; la
esposa del adoptante y el hijo adoptivo de éste.
La escritura debe ser leída personalmente por el notario y suscrita por éste y
los intervinientes, en un solo acto.
2. EL DIVORCIO
Buscando los orígenes del divorcio nos podemos remontar al Derecho Romano
en el que se conocía como divortium el fenómeno de la disolución del
matrimonio que podía darse por incapacidad matrimonial de alguno de los
cónyuges, por capitis diminutio, por muerte de alguno de los cónyuges, por
incestus superveniens que se daba cuando el suegro adoptaba como hijo a su
yerno por lo que los cónyuges se convertían en hermanos, por llegar al cargo
de senador quien estuviera casado con una liberta, o por la cesación de la
affetio maritales y que consistía en la voluntad de ambos cónyuges de dar por
terminado el matrimonio.
En el texto original del artículo 153 del Código Civil, se establecía que “El
divorcio no disuelve el matrimonio, pero suspende la vida común de los
casados. “, lo que quería decir que el divorcio no era vincular y, por supuesto,
solo era aplicable para el matrimonio civil.
Con el Decreto Ley 1900 de 1989, se estableció el divorcio del matrimonio civil
ante notario con fundamento en la causal dada por la separación de cuerpos
decretada judicialmente que perdure más de dos años, establecida en el
numeral 8 del artículo 154 del Código Civil. Sin embargo, la Ley 25 de 1992,
mediante la cual se desarrolla parcialmente el artículo 42 de la Constitución
Política, deroga el Decreto Ley 1900 de 1989.
La misma Ley 25 de 1992 modificó el artículo 154 del Código Civil y estableció
como causales de divorcio, las siguientes:
Respecto a la naturaleza jurídica del divorcio ante notario, conviene anotar que
se trata nada más ni nada menos que de un acto jurídico; es la decisión de los
cónyuges la que disuelve el matrimonio; no hay aquí ninguna decisión de
autoridad, la intervención del notario se da para solemnizar, a través de la
escritura pública, la decisión de las partes.
Es necesario aclarar que ante notario y respecto del divorcio se dan dos
figuras: una es la de la disolución del vínculo matrimonial, en el caso del
matrimonio civil y la otra es la de la cesión de los efectos jurídicos del
matrimonio religioso. Recuérdese que en tratándose de matrimonio católico,
éste es indisoluble. Sin embargo, como la Constitución de 1991 estableció en
su artículo 42 que “Los efectos civiles de todo matrimonio cesarán por divorcio
con arreglo a la ley civil”, fue posible en Colombia hablar de divorcio de
matrimonio católico, en los términos ya vistos, esto es, éste no es vincular, solo
hace cesar los efectos jurídicos del matrimonio.
Así, entonces, se tiene que el matrimonio ante notario se funda en una de las
causales que ha sido denominada por la jurisprudencia como causales de
divorcio remedio. Justamente en la sentencia citada en el párrafo precedente,
ahondando más en la naturaleza de estas causales, transcribe un comentario
del tratadista español Vicente L. Montes que por ser ilustrativo de la causal que
da lugar al divorcio ante notario, resulta interesante citar aquí también “La ley
española parece orientada desde el punto de vista central de la tesis que
pudiéramos llamar de quiebra, ruina o frustración del matrimonio. Se ha
producido un fracaso que razonablemente es irreparable en el matrimonio y
éste no puede cumplir la función social que el ordenamiento le asigna, por lo
que podemos entender que mantener el vínculo no es socialmente conveniente
y en cambio, es preferible, como se ha dicho, levantar acta de la definitiva
frustración y dejar en libertad a las partes implicadas para que reconstruyan su
vida de la manera que entiendan más conveniente”
…Artículo 34. DIVORCIO ANTE NOTARIO. Podrá convenirse ante notario, por
mutuo acuerdo de los cónyuges, por intermedio de abogado, mediante
escritura pública, la cesación de los efectos civiles de todo matrimonio religioso
y el divorcio del matrimonio civil, sin perjuicio de la competencia asignada a los
jueces por la ley.
El divorcio y la cesación de los efectos civiles ante notario, producirán los
mismos efectos que el decretado judicialmente.
PARÁGRAFO. El Defensor de Familia intervendrá únicamente cuando existan
hijos menores; para este efecto se le notificará el acuerdo al que han llegado
los cónyuges con el objeto de que rinda su concepto en lo que tiene que ver
con la protección de los hijos menores de edad.”
Véase cómo, así como la Ley 30 de 1987, tuvo como fin descongestionar la
administración de justicia, ésta que le asignó este trámite a los notarios tuvo
una finalidad similar, enmarcada además en el propósito, de facilitarle los
trámites a los ciudadanos racionalizándolos, lo que se obtiene con la
posibilidad de que un proceso que era exclusivamente judicial, ahora se pueda
adelantar ante notario.
Tal y como quedó consagrado en la Ley 962, es la sola voluntad de las partes
la que disuelve el vínculo jurídico, voluntad que se expresa en el instrumento
público que es la escritura. Lo único que puede oponerse a esa voluntad, es el
Defensor de Familia, con fundamento en la protección de los menores hijos. Es
entonces, así como el matrimonio, un acto jurídico celebrado en ejercicio de la
autonomía de la voluntad, que tiene como única restricción la oposición que al
mismo pueda hacer el Defensor de Familia, pero en protección de un interés
superior, que es el de los hijos menores.
La Ley 962 de 2005 fue reglamentada por el Decreto 4436 de 2005 que se
transcribe para mayor ilustración del tema.
(noviembre 28)
DECRETA:
Artículo 7°. Tarifa. El trámite del divorcio o de la cesación de efectos civiles del
matrimonio religioso causará, por concepto de derechos notariales, la tarifa
fijada para los actos sin cuantía, y se cancelará con la presentación completa
de la respectiva solicitud.
Publíquese y cúmplase.
2.2.1 COMPETENCIA
a) Petición presentada por apoderado: Este es un trámite que solo puede ser
llevado por quienes tengan el carácter de abogado, y poder a éste conferido
necesariamente debe presentarse personalmente por los cónyuges ante el
notario o juez. La petición, así presentada debe ser escrita.
b) Contenido de la solicitud:
Los nombres, apellidos, documentos de identidad, edad y residencia de
los cónyuges
El acuerdo que debe ser suscrito por los cónyuges. El acuerdo es
justamente la manifestación de voluntad de divorciarse o de que cesen
los efectos civiles del matrimonio religioso. Debe contener la pericón lo
que hayan resuelto los interesados sobre el cumplimiento de las
obligaciones alimentarias entre ellos, si así lo deciden, y el estado en
que se encuentra la sociedad conyugal. Si hay hijos menores debe
informarse de su existencia
En caso de haber hijos menores es necesario que se regule lo atinente
a la forma en que contribuirán los padres a la crianza, educación y
establecimiento de los mismos; se requiere indicar la cuantía de la
obligación alimentaria, de acuerdo con lo que se establece en el Código
del Menor sobre este tema; la custodia y cuidado personal de los
menores y el régimen de visitas con la periodicidad de las mismas.
Los anexos que debe tener la petición son las copias o certificados de
los registros civiles de nacimiento y matrimonio de los cónyuges, y
habiendo hijos menores, las copias o certificados de los registros civiles
de nacimiento de los mismos. El poder de los cónyuges al abogado
para que adelante el divorcio o la cesación de los efectos civiles del
matrimonio religioso y, si así lo deciden, la facultad para firmar la
escritura pública que solemniza el divorcio. El concepto del Defensor de
Familia, en el caso de que haya hijos menores de edad, si ya se cuenta
con él, sin perjuicio de la necesidad de notificación del acuerdo del
acuerdo de los cónyuges.
2.2.3. CAPACIDAD
Este, como todo acto jurídico, se rige por las normas de capacidad que para
este caso serán las mismas normas de capacidad para la celebración del
matrimonio, por lo cual los menores adultos así como tienen capacidad para
contraer matrimonio, deben tenerla para divorciarse, pero en esta caso,
consideramos que ya no es necesario el permiso de sus representantes
legales, permiso que lo consagra la ley en protección de estos menores.
Lo único que exige la ley para que proceda el divorcio ante notario es
justamente la voluntad concurrente de lo esposos sobre su decisión de
quererse divorciar. Es lo único, pero es fundamental; sin ésta no hay divorcio
que pueda ser solemnizado mediante escritura pública. No es necesario, es
más no son procedentes, consideraciones adicionales, como por ejemplo las
causas que los han llevado a tomar la decisión de poner fin al matrimonio.
Manifestaciones en este sentido deben ser rechazadas por el notario por
improcedentes, porque pueden llevar a poner un manto de duda sobre el
común acuerdo a que han llegado los interesados.
Pero como lo exige la ley, este común acuerdo no es solo sobre la decisión de
poner fin al vínculo sino que debe existirlo sobre todos los aspectos que
involucrados en el trámite de divorcio notarial, desde la escogencia misma del
notario, del abogado, la forma cómo cumplirán las obligaciones alimentarias,
todo lo referente a la crianza, educación, mantenimiento de los hijos, el régimen
de las visitas, la custodia y cuidad personal de los hijos y el estado en que se
encuentra la sociedad conyugal. Esto quiere decir que para que proceda el
divorcio ante notario no puede haber ninguna diferencia entre los interesados
en ninguno de estos aspectos, porque de haberlas se frustrará el trámite.
2.2.6 DESISTIMIENTO
El artículo 6 del Decreto 4436 de 2005 determina que el notario debe inscribir la
escritura de divorcio o de la cesación de los efectos civiles del matrimonio
religioso en el Libro Registro de Varios. Una vez hecho este registro el notario
debe comunicar la inscripción al funcionario competente del Registro del
Estado Civil, quien hará las anotaciones del caso, a costa de los interesados
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que aún cuando se rompa el vínculo
conyugal, las aludidas obligaciones de socorro y ayuda no necesariamente se
extinguen sino que pueden sufrir una transformación, en el entendido de que
las prestaciones de tipo personal no pueden seguir siendo exigibles pero
algunas obligaciones económicas pueden continuar en condiciones
específicas.
En este orden de ideas, puede concluirse que pese a la terminación del vínculo
matrimonial puede subsistir el deber de alimentos que comprende la prestación
del servicio de salud, en la medida en que no puede abandonarse al cónyuge
con una enfermedad o discapacidad grave, pues sería atentatorio del principio
de la dignidad humana y de los deberes de socorro y ayuda que, como se
expuso anteriormente, eventualmente perduran después de la separación o
divorcio de los cónyuges. “
6. De acuerdo con el artículo 160 del Código Civil, subsisten los deberes y
derechos de las partes respectos de los hijos comunes, lo que quiere decir que
la patria potestad no se afecta para nada con el divorcio. En la misma escritura
de divorcio o en otro documento, uno de los padres puede darle la
administración de los bienes de los hijos menores al otro, sea parcial o
totalmente. En efecto, de conformidad con el artículo 307 del Código Civil,
modificado por el artículo 4 del Decreto 2820 de 1974, “Los derechos de
administración de los bienes, el usufructo legal y la representación extrajudicial
del hijo de familia serán ejercidos conjuntamente por el padre y la madre. Lo
anterior no obsta para que uno de los padres delegue por escrito al otro, total o
parcialmente, dichas administración o representación. “
En este orden de ideas e tiene que uno de los hechos perturbadores que
puede pr