Empiema
Empiema
Empiema
Concepto
se define como la infección de la cavidad pleural que provoca que se acumule fluido purulento
en ella.
Epidemiologia
Se puede desarrollar entre 2 hasta 12 % de los niños con neumonía, más común en menores
de 5 años. Afectando a más de tres mil personas por millón de habitantes y año. Representa el
4-10% de la patología respiratoria. Ocurre en un 30-50% de los casos, más frecuentemente en
la población mayor de 65 años. aquellos DP que no se resolvían en 14 días, usualmente
acababan en empiemas. La mortalidad por EP oscila entre 1-19%. Es alta en aquellos pacientes
que sufren cardiopatías, enfermedad renal, hepatopatía y en ancianos.
Etiología
El mecanismo más frecuente de la infección del espacio pleural (50% de los casos) es desde un
foco pulmonar, habitualmente una neumonía bacteriana. Hasta un 40% (20-57%) de los
pacientes con neumonía bacteriana aguda se asocian a un DP y de éstos un 5- 10% desarrollan
un empiema.
Se cree que la vía más común de infección en estos casos es la invasión directa a través de la
pleura visceral, pero también puede propagarse por vía linfática o hemática.
Por último, algunos empiemas se desarrollan debido a una infección de vecindad, infecciones
subdiafragmáticas (8-10%) como en los abscesos subfrénicos y a sepsis generalizada (1-3% de
los casos).
Fisiopatología
En el espacio pleural normal existe un equilibrio entre la formación y la absorción del LP que se
puede romper produciéndose un DP, bien por aumento del flujo del líquido, o bien por un
descenso en su absorción.
- Fase fibrinopurulenta: se desarrolla entre los días 3 al 15. Fase de transición con
cantidades abundantes de leucocitos, con proliferación fibroblástica y depósito de
fibrina en el espacio pleural que inicia la formación del pulmón y conduce a la
formación de colecciones; comienza la formación de una membrana limitante
alrededor del pulmón. El líquido pleural es turbio o francamente purulento. Esto
puede dar lugar a la formación de tabiques entre ambas hojas y a loculación. El LP
muestra un aumento de polimorfonucleares, disminución del valor de glucosa y pH, y
elevación de la LDH.
- Fase organizada: ocurre entre la segunda y sexta semana. Se caracteriza por la invasión
de fibroblastos con la formación de membranas de tejido fibroso hasta crear una
gruesa coraza de fibrina rígida que limita los movimientos respiratorios.
En resumen: Una primera fase exudativa en la que la pleura segrega líquido pleural estéril en el
contexto del proceso inflamatorio, el pH suele ser superior a 7,30, la glucosa > 60 mg/ml y la
LDH <500 u/dl. Si este derrame no se trata adecuadamente o la evolución es mala pasaremos a
la siguiente fase, denominada fibrinopurulenta, donde ya podemos encontrar
microorganismos en el líquido y abundantes células inflamatorias. El pH baja, así como la
glucosa y la LDH se hace superior a 1.500 U/l. Se comienza a acumular fibrina favoreciéndose
el engrosamiento pleural y la formación de loculaciones, lo que permite el aislamiento de la
infección y aumentando la dificultad para drenar el líquido existente. Cuando el proceso ya
está muy evolucionado y coincidiendo aproximadamente con el 6º-10º días, aumenta la
actividad de los fibroblastos, lo que nos lleva a la fase organizativa, con fibrosis y
transformándose la pleura en una corteza firme que atrapa al parénquima pulmonar, y que va
a evitar su expansión. En este momento es cuando el contenido infectado busca su salida hacia
el exterior (empiema necesitatis) o hacia el interior del pulmón dando como resultado la
aparición de una fístula pleuro pulmonar.
Diagnóstico positivo
Cuadro clínico: fiebre persistente, malestar general, pérdida del apetito, tos, dolor torácico y
disnea.
La presentación clínica de los pacientes con neumonía por bacterias anaerobias suele ser más
subaguda o crónica, con una mayor duración de los síntomas (generalmente más de 10 días) y
frecuente pérdida de peso acompañante.
Examen físico
- Auscultación: disminución del murmullo vesicular. En las fases iniciales, puede auscultarse un
roce pleural cuando hay poco líquido.
Laboratorios
Microbiológicos
Radiológicos
Ante la sospecha de DPP debe realizarse una toracocentesis si el espesor del derrame es mayor
de 1 cm en la radiografía de tórax en decúbito lateral. También si hay signos que sugieren
loculación o engrosamiento de la pleura parietal en la tomografía computarizada (TC) torácica
con contraste.
Pacientes con derrame pleural con buen estado general, sin compromiso ventilatorio que se
manifieste con línea axilar <1cm en el Rx tórax vista Pancoast, por lo general no requieren ser
evacuados.
Si la línea axilar es > 1cm, precisar por ultrasonido pleural la no existencia de tabiques, realizar
pleurostomía insertando una sonda pleural que se conectará a un sello de agua. Realizar
estudio bioquímico y microbiológico al líquido pleural. Evitar drenar rápido grandes volúmenes
de líquido pleural, por el riesgo de provocar edema pulmonar por reexpansión. los catéteres
de peque˜no tama˜no (10-14 F) son más fáciles de colocar, menos traumáticos y más
confortables para el paciente.
Si hay presencia de tabiques, líquido pleural turbio, con esfacelos, o que el estudio bioquímico
informe <pH 7; glucosa <2,2 mmol/L; LDH >1000 UI, se comenzará tratamiento con
fibrinolíticos intrapleurales: estreptoquinasa recombinante, una dosis diaria por tres días y
aplicar a través de la sonda pleural la que permanecerá pinzada por 4 horas para
posteriormente conectarla a un sistema de aspiración.
La estreptocinasa son 250.000 UI diarias o cada 12 horas y 100.000 UI/día para la urocinasa.
Generalmente, se diluyen en 20-100 mL de suero salino seguidos de un bolo igual de 50-100
mL y se clampa el tubo durante 2-4 horas para dejar que actúen en el espacio pleural.
promoverían el drenaje del líquido y evitarían la formación de loculaciones
La sonda pleural se retirará cunado su gasto sea mínimo 10-15 ml/24 horas y exista mejoría de
las condiciones clínicas en pediátricos. Si la mejoría radiológica y clínica es evidente y la
cantidad de liquido drenado es inferior a 50 cc/día, retiraremos el drenaje (en adultos).
es razonable plantear la opción quirúrgica ante la mala evolución del drenaje a pesar de los
antibióticos y de 3 días de tratamiento con fibrinolíticos.
Tratamiento quirúrgico, está indicado si: deterioro clínico y radiológico posterior a concluir el
uso de fibrinolíticos. Persistencia de sepsis asociada a colección pleural a pesar del drenaje
torácico. Depósito de gruesa coraza de fibrina en la cavidad pleural que impide la reexpansión
pulmonar. El tratamiento quirúrgico puede ser mediante cirugía torácica videoasistida o a
través de una toracotomía realizando una decorticación pleural.
- Para los pequeños DPP en fase exudativa, la toracocentesis sola puede ser suficiente
- En la fase fibrinopurulenta y en grandes derrames, es preciso el drenaje torácico con
tubo, preferentemente con aspiración. La cirugía videotoracoscópica (CVT) para
desbridamiento es altamente efectiva (86-91%), cuando fracasa el drenaje es cuando
el derrame es grande y está multiloculado.
- En la fase organizativa, se recomienda la decorticación por cirugía abierta
(toracotomía).
Complicaciones
- Fístulas broncopleurocutaneas
- Abscesos pulmonares
- Fibrotorax
- Mediastinitis
- Peritonitis secundaria por ruptura a través del diafragma
- Pericarditis purulenta
- Osteomielitis