Norma 1
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Norma 1
Nicolás Carriquiriborde
Jessica De La Haye
María Cecilia Renati
(coordinadores)
2020
Edición: Prosecretaría de Gestión Editorial y Difusión Diseño: D.C.V.
Celeste Marzetti
Tapa: D.G.P. Daniela Nuesch
Editora por Prosecretaría de Gestión Editorial y Difusión:
ISBN:
Colección: Trabajos, comunicaciones y conferencias,
Cita sugerida:
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los años 70 hasta 1984, año de su fallecimiento, que fueron publicadas en los
“Dits et écrits”.
En ese momento de su obra Foucault recupera su comprensión acerca del
lugar ontológico del cuerpo en la constitución del sujeto, reconoce que la
relación del sujeto de sí para consigo se da de manera activa y tiene su
centro en las ideas y prácticas que llevan a la constitución del sujeto ético
a través de una “estilización de la existencia” (Foucault, 1984), y reela-
bora de esta manera la dualidad constitutiva del sujeto (Rodríguez, 2013).
hacer de su vida una obra que presenta ciertos valores estéticos y responde a
ciertos criterios de estilo. Estas “artes de existencia”, estas “técnicas de sí” sin
duda han perdido una parte de su importancia y autonomía, una vez integra-
das, con el cristianismo, el ejercicio del poder pastoral y más tarde a prácticas
de tipo educativo, médico o psicológico (Foucault, 2003, p. 16-17).
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cicio del poder que tiene por objetivo principal la población, por forma
mayor la economía política, y por instrumento técnico esencial los dispo-
sitivos de seguridad; 2) la tendencia, la línea de fuerza que en Occidente
condujo hacia la preeminencia de este tipo de poder que es el gobierno
sobre todos los otros –la soberanía, la disciplina–, y que, por otra parte,
permitió el desarrollo de toda una serie de saberes; 3) el proceso o, mejor,
el resultado del proceso por el cual el Estado de justicia de la Edad Media
se convirtió, durante los siglos XV y XVI, en el Estado administrativo y
De manera que, esta noción permitirá no solo analizar el poder que “los
otros” ejercen sobre el sujeto sino también y es aquí donde elabora un concep-
to valiosísimo y es que, la potencia de la gubernamentalidad también opera en
un modo de gobernarse a sí mismo.
Será fundamental entonces analizar en la constitución de la subjetividad
el lugar que ocupa el cuerpo. Como señalamos en otras oportunidades (Rodrí-
tres dimensiones, que responden a las crisis que Foucault atravesó en su vida:
la del saber, la del poder y la de la subjetivación. Así, esas tres dimensiones
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Otros de los conceptos clave que dan título a esta presentación es la cues-
tión de la crítica. El problema de la crítica en educación no solo es recurrente
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ces obstaculizan su proceso de explicación. Como sabemos uno de los textos
clave para problematizar el tema de la crítica es la conocida conferencia que
Foucault dictará el 27 de Mayo de 1978 ante la Sociedad Francesa de Filo-
sofía. La misma Sociedad publicó, en su Boletín de Abril-Junio de 1990, una
transcripción, dejando intacto el estilo oral de la presentación del autor, que él
no revisó. El título “¿Qué es la Crítica?” fue colocado por la Sociedad para
efectos de la publicación (Foucault, 1995). En ésta exposición Foucault hace
referencia al texto kantiano: ¿Was ist Aufklärung?1 Del conjunto de razones
por las cuales nuestro autor retoma ese pequeño texto, nos interesa en parti-
¿Cuál es esta actualidad? ¿En qué consiste? ¿Qué sentidos tiene? Para
Foucault hay en este texto una nueva pregunta sobre la modernidad. “Se trata
de una pista que habría que explorar más de cerca. Me parece que sería preciso
tratar de hacer la genealogía, no tanto de la noción de modernidad, sino de la
modernidad como cuestión” (Foucault, 2003, p. 31).
¿Cual es este interés? Se trata de situar a Foucault en los marcos teóricos
y metodológicos en el que él mismo se inscribe, en un pensamiento crítico
que adopte la forma de una ontología de nosotros mismos, una ontología de
nuestra actualidad. Dicho esto, entendemos que problematizar la cuestión de
la crítica en la educación del cuerpo resulta de una relevancia fundamental,
permitiéndonos poner en duda ese conjunto de decisiones que regulan nuestro
accionar diario. Cuestionando no solo el problema de “ser un alumno crítico”
al pasaje del acontecimiento crítico como tema de la educación. Pero esto
requiere necesariamente cierta precisión teórica, entendiendo que el aconteci-
miento es sin lugar a dudas un tema complejo en donde es posible comprender
1
Analizamos la referencia foucaultina en Karczmarczyk y Rodríguez (2011).
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sorias a las que arribamos en el proyecto: Cuerpo y educación: el cuidado de
sí y la vivencia racionalizada de los placeres en el pensamiento de Michel
Foucault (2013-2016). Conclusiones que forman parte de esta presentación y
que han sido enunciadas rápidamente en los apartados precedentes. Pudimos
avanzar en el diagnóstico del estado y las tensiones en torno al impacto que
nuestro autor ha tenido en el campo de producción académica de la Educación
Física y de la Educación del Cuerpo, a partir de priorizar el momento en el que
Foucault analiza, por una parte, el concepto de experiencia y, por la otra, en la
conceptualización que realiza cuando el desplazamiento teórico le permite la
apertura para pensar la vida humana como una obra de arte, lo cual abre nue-
vas posibilidades para concebir la relación entre el cuerpo, el sujeto, la verdad
y el poder. Estos desplazamientos nos han permitido desarrollar la idea de
gobierno y el problema de la crítica. El entrelazamiento entre estas dos nocio-
nes se sintetiza en la pregunta foucaultiana: “¿cómo no ser gobernado de este
modo, por tal cosa, en nombre de estos principios, con mira a tales objetivos y
por medio de tales procedimientos?” (Foucault, 2003). Dicho cuestionamien-
to invita a una respuesta que considere a la crítica como una actitud, un ethos,
frente al hecho de ser gobernados de cierta manera, en este sentido, no signi-
consigo mismo como con los otros supone una forma de gobierno- sino de ser
gobernados de una manera donde se puedan franquear los límites impuestos
al sujeto, a esa forma de sujeto que subyuga y somete. Esto sin dudas conduce
a una dimensión ética, una estética de la existencia, que supone un cuidado de
sí –, donde el cuerpo adquiere una dimensión central.
Cuidar de sí, idea que Foucault recupera de los griegos (de la era clásica)
y romanos (del helenismo), era en primer lugar una práctica que debía ser
realizada a lo largo de toda la vida, y cumplía un papel de ley ética, de com-
promiso del sujeto para consigo orientada por la transformación de sí y dada
en la enunciación y práctica de la verdad de sí. Por último, nuestro aporte
original concierne a problemas vinculados con la situación del pensamiento
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