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Anónimo

INTRODUC.A LAS VARIEDADES LINGÜÍSTICAS DEL ESPAÑOL

2º Grado en Filología Hispánica

Facultad de Filosofía y Letras


Universidad de Granada

Reservados todos los derechos.


No se permite la explotación económica ni la transformación de esta obra. Queda permitida la impresión en su totalidad.
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TEMA 4: EL ESPAÑOL EN EL MUNDO HISPÁNICO.

1. DEMOGRAFÍA Y SITUACIÓN ACTUAL DEL MUNDO HISPÁNICO.


• El español es hablado m s de 500 millones de personas (ver luego “Demograf a del espa ol” y
los problemas de recuento), porque es una lengua internacional, en el sentido de que se utiliza
en diferentes pa ses.

• A este respecto la lengua espa ola es o cial en 21 pa ses, sobre todo de Am rica –aunque
tambi n en frica–.

• Asimismo, se habla en otros muchos lugares del mundo, de entre los cuales podemos destacar
las islas ABC (Aruba, Bonaire y Curazao, frente a la costa de Venezuela), donde se habla el
papiamento –uno de los pocos criollos del espa ol–, as como Filipinas (2 millones de
hablantes) y EE. UU. (donde la minor a hispana, con casi 50 millones, ya es mayor que la negra).

• Estos dos ltimos enclaves son muy importantes pero presentan problemas: en Filipinas el
espa ol est en retroceso frente a ingl s y tagalo; en EE. UU. se encuentra en situaci n de
inferioridad o diglosia como lengua de los pobres y de los inmigrantes (de ah tambi n las
corrientes de English Only contra el espa ol, que ha llevado a muchos estados a declarar el
ingl s como lengua o cial en detrimento del espa ol); no obstante, parad jicamente es EE. UU.
uno de los mercados m s importantes de ense anza del espa ol debido a inter s comercial
estrat gico respecto a un creciente mercado interno y externo.

• Los criollos (del port. crioulo) son lenguas mixtas fruto de la nativizaci n de un pidgin (<
business), formas de transici n entre lenguas con radicales diferencias ling sticas, empleadas
en contextos comerciales o de esclavismo. Se suele mezclar una lengua occidental (sobre todo
el ingl s, pero tambi n el franc s, el portugu s o el holand s), que proporciona el l xico y cuya
sintaxis se simpli ca y reordena con in uencia de diferentes lenguas no occidentales (africanas,
sobre todo).

• Los del espa ol son en Am rica el papiamento (islas ABC) y el palenquero (San Basilio de
Palenque, Colombia); en Filipinas, el chabacano; y en Guam (Ocean a), el chamorro.

• Además de EE. UU., otro gran mercado del espa ol es Brasil, con el Mercosur (mercado com n
entre Argentina, Paraguay, Uruguay, Venezuela y Brasil, con espa ol, portugu s y guaran como
lenguas o ciales) y las medidas pol tico-educativas a favor de la ense anza del espa ol
(aunque hay problemas como la escasez de recursos y la di cultad de poner en pr ctica
cualquier medida legal en el pa s).

• De igual modo, un gran frente prometedor para el espa ol como industria cultural es un frente
hasta ahora bastante olvidado: las costas del Pac co (los pa ses asi ticos, especialmente
China, Jap n y Corea), donde el hispanismo es cada vez m s pujante, como bien
anunciabaJuan Ram n Lodares (2005), algo que ha con rmado la actualidad.

• Como lengua internacional, el espa ol tambi n es una lengua diplom tica, de modo que es
o cial en organismos internacionales como la ONU (junto con el rabe, el chino, el franc s, el
ingl s y el ruso) y la Uni n Europea (en la cual todas y cada una de las lenguas de la Uni n son
o ciales, aunque en la pr ctica ocho de cada diez asuntos se gestionaban en franc s, ingl s y
alem n, seg n Lodares 2005: 148, aunque la tendencia parece haber cambiado a favor del
espa ol).

• Sin embargo, el el espa ol todav a posee numerosas tareas pendientes como lengua cient ca y
t cnica. As , en el terreno de la ciencia y la t cnica, la lengua que domina el terreno es el ingl s,
de ah que casi todos los descubrimientos e inventos se bauticen en ingl s y luego su
denominaci n tenga que ser adoptada o adaptado a diferentes lenguas con mayor o menor
fortuna. Dentro de este campo, uno de los m s activos es la inform tica, donde son frecuentes
las malas traducciones al espa ol y el empleo de un poco cuidado ciberspanglish.

• En n, el espa ol es una de las primeras lenguas del mundo en algunos aspectos pero no en
otros. Es una lengua potente desde un punto de vista pol tico (21 pa ses tienen el espa ol como
lengua o cial), cultural (sobre todo desde un punto de vista literario como la lengua de
Cervantes, Lorca, Borges o Garc a M rquez), geogr co y demogr co. Sin embargo, desde el
punto de vista de la ciencia y de la decisi n pol tica (sobre todo en Europa) todav a queda
mucho por hacer.

• Por ejemplo, falta una homogeneizaci n panhisp nica de t rminos cient cos o t cnicos, as
pues en el mundo de los ordenadores (Espa a), que en Am rica son computadoras (Argentina)
o computadores (M xico), al igual que plaqueta en Argentina corresponde con tarjeta en
Espa a, o disco duro con disco r gido en Espa a y Argentina (Marcos Mar n 2006: 85).

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• De entre las aproximadamente 6000 lenguas que se hablan en el mundo, el espa ol aparece
como una de las m s habladas, siendo el espa ol la segunda lengua materna del mundo por
n mero de hablantes, tras el chino mandar n, y la cuarta lengua en un c mputo global de
hablantes (dominio nativo + competencia limitada + estudiantes de espa ol), despu s del
ingl s, del chino mandar n y del hindi.

• Es tambi n la cuarta lengua m s extendida del mundo desde un punto de vista geogr co (tras
ingl s, franc s y ruso, pero ¡delante del chino!).

• En todo caso, los bailes de cifras demoling sticas son grandes y habituales, no solo con los
c mputos del espa ol, por cierto.

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• Todo esto nos tiene que poner en guardia sobre su abilidad y consistencia, como podemos ver
detenidamente en Moreno Fern ndez y Jaime Otero (1998).

• Así, estos autores explican la di cultad con la que chocan las investigaciones demoling sticas:

1. Falta de precisi n de ciertos conceptos como lengua materna [la hablada desde la
infancia], lengua principal o biling ismo –a lo que podemos a adir la borrosa diferencia
entre lengua y dialecto–;

2. La realidad que se quiere medir es muy cambiante y heterog nea;

3. Las fuentes principales (censos y fuentes complementarias como padrones municipales,


registros de nacimientos, matrimonio, defunci n, etc.) presentan numerosos problemas:

A. muchos no no recogen informaci n ling stica, por lo que a veces se extrapola sin la
su ciente abilidad la poblaci n de un lugar con el n mero de hablantes de la lengua
dominante;

B. la recogida de datos puede contener errores en infra o supravaloraci n o en la misma


recolecci n de los datos, sobre todo en relaci n en factores psicol gicos (el
encuestado suele exagerar u ocultar su competencia en el conocimiento de una
lengua debido a motivos sociales – valoraci n positiva o negativa de la lengua–) o
pol ticos (las cifras tienden a aparecer hinchadas o rebajadas por intereses de todo
tipo).

2. PANHISPANISMO Y PLURICENTRSIMO DE LA LENGUA.


- LENGUA, SISTEMA Y HABLA.
• Lengua («langue») es el sistema ling stico en cuanto sistema abstracto y social compartido
por todos los hablantes pero no pose do de forma completa por ninguno, objeto de la
ling stica para Saussure (1916), frente a habla («parole»), que consiste en el empleo, concreto
real e individual de una lengua, que Saussure pensaba que era demasiado variable para el
estudio sistem tico y cient co de la lengua.

- NORMA.

• Como la dicotom a sausseriana de lengua-habla no describe del todo la realidad ling stica,
el ling ista rumano Eugenio Coseriu (1973) de ne un nuevo t rmino intermedio entre lengua
(que denomina sistema) y habla, la norma, entendida como “realizaci n tradicional del
sistema” dentro de una comunidad.

• Esta norma descriptiva o norma1 de Coseriu u objetiva, estad stica, el uso es distinta de la
norma prescriptiva, norma ejemplar o norma2, identi cada con el est ndar, que ja lo correcto
y que en el mundo hisp nico es dictada principalmente por la Real Academia Espa ola
(norma acad mica).

- ESTÁNDAR (<standard ‘norma, patr n’).

• Según Swann et al. (2004, s. v. standard (language, variety)), una lengua est ndar se identi ca
normalmente con una variedad bastante uniforme y que se puede utilizar en un arco amplio
de funciones comunicativas (como lengua o cial, lengua de instrucci n, lengua literaria,
lengua cient ca, etc.). Las variedades est ndar suelen observar normas escritas y
prescriptivas, que est n codi cadas en gram ticas y diccionarios. La lengua est ndar se
puede considerar como un variedad idealizada, un ideal al que los hablantes cultos tienden en
situaciones formales, pero que normalmente no alcanzan plenamente (es como un estandarte
que se sigue pero nunca se alcanza, dada la etimolog a de standard < a. fr. estandard
‘bandera’)

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- PLUCRICENTRISMO:
• El problema de la norma es especialmente complejo en el caso del espa ol porque se habla
en muchos pa ses, por lo que dif cilmente la norma puede ser monoc ntrica como la del
franc s.

• Por ello, Wulf Oesterreicher habla de la existencia de una norma plurihisp nica, del espa ol
como lengua pluric ntrica: OESTERREICHER,Wulf (2002): «El espa ol, lengua pluric ntrica:
perspectivas y l mites de una autoa rmaci n ling stica nacional en Hispanoam rica. El caso
mexicano». En: Lexis, 26/2, pp. 275-304.

• Según Wulf Oesterreicher (2002) en Hispanoam rica, existen por tanto al menos tres

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est ndares regionales de alcance supranacional, cuya importancia se va consolidando
lentamente:

1. México.

2. Buenos Aires.

3. Un espa ol de los pa ses andinos

4. ¿Caribe?

5. ¿el norte de Am rica del Sur?

6. ¿Chile?

7. estatus problem tico del espa ol en los Estados Unidos (procedencia diversa de
hablantes, seg n la regi n: mexicanos en el sur y en Chicago, cubanos en Florida,
dominicanos, puertorrique os y centroamericanos en Nueva York, etc.)

• Otra opci n es considerar que hay normas nacionales por cada pa s donde se habla espa ol
como lengua o cial, lo que explica la organizaci n del manual de Lipski, por ejemplo.

- PANHISPANISMO:
• Esta propuesta se enfrentaba a la norma panhisp nica, fruto de la pol tica ling stica
hisp nica: una norma prescriptiva o “est ndar” con variaciones, con reconocimiento parcial
de la variaci n pluric ntrica, con la idea de la “unidad en la diversidad” de la que hablaba
Rafael Lapea.

• Crítica: tambi n se ha acusado a este panhispanismo de ser una ideolog a de control de


multinacionales, una norma dirigida desde Espa a unida a cierto neocolonialismo econ mico,
de lo que ser a prueba que las labores de la Academia sean en gran parte apoyadas y
nanciadas por empresas espa olas de gran difusi n en Latinoam rica como Repsol, Inditex,
Telef nica, etc. (Jos del Valle, La lengua, ¿patria com n? : ideas e ideolog as del espa ol,
Madrid/Frankfurt, Iberoamericana/Vervuert, 2007).

• Últimamente, el panhispanismo se ha te ido de pluricentrismo, hasta el punto de que en el


pr logo de la Nueva gram tica b sica de la lengua espa ola se a rma que “la norma del
espa ol no tiene un eje nico, sino que posee un car cter polic ntrico” (RAE/ASALE, Nueva
gram tica b sica de la lengua espa ola, Barcelona, Espasa, 2011: XVII).

• No obstante, la norma panhisp nica sigue escorada hacia Espa a, que es donde tiene sede
la Academia y la Secretar a General de Academias de la Lengua.

- EVOLUCIÓN NORMA ACADÉMICA:


• De este modo, la norma acad mica ha ido cambiando con la historia: de una norma castellana
inicial con la smo en el siglo XVIII, a una progresiva descastellanizaci n y progresivo
crecimiento del espa ol como complejo dialectal:
1796 (el la smo deja de ser correcto para la Academia) >
1871 (primera academia correspondiente: Colombia) >
1884 (edici n del Diccionario con gran n mero de americanismos) >
1951 y 1960 (primer congreso de Academias y creaci n de la Asociaci n de Academias de la
Lengua Espa ola o ASALE) >
1999 (ORAE: publicaci n de la ortograf a acad mica, nico elemento realmente uni cador,
primera obra de acuerdo panhisp nico) >
2001 (edici n del Diccionario con gran incremento de americanismos) >
2005 (Diccionario panhisp nico de dudas = DPD) >
2009 (Nueva gram tica de la lengua espa ola: NGRAE) >
2010 (Diccionario de americanismos, prueba del reconocimiento del espa ol de Am rica) /
2010 (Ortograf a de la lengua espa ola: abunda en el acuerdo panhisp nico) >
2011 (Nueva gram tica de la lengua espa ola: Fon tica y fonolog a: con detallada descripci n de
la pronunciaci n americana)

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