Comobinacion Opioides Nuevo
Comobinacion Opioides Nuevo
Comobinacion Opioides Nuevo
COMBINACIÓN DE OPIOIDES EN
DOLOR CRÓNICO.
Salvador E*, Aliaga L**, Nebreda C**, Ojeda A**, Lorente M. A**, Franceschi C**, González I***
* Anestesia Hospital Hernán Henríquez, Temuco; Asistente Clínica Dolor Hospital Quirón Teknon
** Clínica Dolor Hospital Quirón Teknon.
*** Clínica del Dolor Sagrada Familia.
Introducción
A unque los opioides han sido un pilar fundamental en nuestra lucha contra el dolor,
su uso como monoterapia no siempre es suficiente para controlarlo y, cuando lo es,
las dosis elevadas se acompaña de efectos no deseados. Por ello, durante mucho tiempo
se han realizado combinaciones entre fármacos para controlar el dolor moderado y
severo(5). Huelga decir que las ventajas de combinar dos o más agentes deben superar
claramente las posibles desventajas de los agentes agregados.
Existe una amplia literatura médica acerca de añadir al opioide una segunda droga
(analgésica o no), con la finalidad de intentar conseguir una serie de objetivos:
• Mejorar la calidad analgésica
• Prolongar la duración del efecto analgésico
• Disminuir tolerancia e hiperalgesia
• Disminuir efectos adversos
• Combatir problemas de dependencia y/o potencial adicción
Desgraciadamente, en la actualidad no poseemos una combinación óptima para lograr
dichos objetivos.
El segundo medicamento que se añade, generalmente, pertenece a muchos y distintos
grupos farmacológicos como antiepilépticos, AINE, anestésicos locales, antidepresi-
vos selectivos y no selectivos, alfa 2 adrenérgicos, naloxona, naltrexona, bloquean-
tes de los canales de calcio, agonistas GABA-B, glía inhibidores, antagonistas de los
receptores NMDA, etc. En la práctica clínica, los pacientes que reciben opioides de
acción prolongada suelen combinarlo con otro opioide para la analgesia de rescate.(1,6)
Sin embargo, la utilidad de la administración conjunta de fármacos del mismo grupo
farmacológico es un argumento controvertido pero resulta eficaz en algunas enferme-
dades como la depresión y la epilepsia(2)
Aunque la asociación de dos opioides en DC ha sido muy poco estudiadas en ensayos
clínicos, la coadministración de los mismos con la intención de disminuir la toxicidad
sobre el sistema nervioso central y mantener un adecuado nivel de analgesia, parece
una alternativa viable. No todos los opioides son iguales, lo que plantea la hipótesis de
que existen fundamentos mecanísticos para el uso de combinaciones entre ellos.
Encontrar una metodología racional de utilización de los analgésicos opioides que per-
mita reducir los efectos adversos y los potenciales problemas de dependencia, tanto en
animales como en humanos, impulsan la búsqueda de nuevos métodos de administra-
ción analgésica de opioides. Esto se debe a la confirmación de la existencia de pobla-
ciones y subpoblaciones de receptores específicos, la documentación de las acciones de
sinergismo analgésico entre agonistas opioides coadministrados en dosis subanalgési-
cas en animales y a los esfuerzos realizados en la investigación clínica(7-11)
En el presente capítulo abordaremos el estado actual sobre la farmacología de sus
receptores , los efectos farmacológicos (beneficiosos y adversos) conseguidos con el
tratamiento combinado entre ellos con el fin de dilucidar por qué nos encontramos
con efectos aditivos en unos casos y no aditivos en otros (interacciones sinérgicas y/o
antagónicas). Destacaremos las pruebas de la naturaleza compleja de los receptores
opioides y sus interacciones en estudios preclínicos que puedan dar una idea de sus
acciones clínicas.
Opioides
L os opioides producen analgesia a través de su acción en el cerebro, tronco ence-
fálico, médula espinal y en los terminales periféricos de las neuronas aferentes
primarias.
Los dos principales opiáceos naturales son la morfina y la codeína que están presen-
tes en altos niveles en el opio. Tardamos 120 años para establecer la estructura de la
morfina después de su aislamiento inicial (Serturner, 1805 ) y otro 30 para su síntesis
total (Gates y Tschudi, 1956 ). Se hicieron análogos de morfina y codeína antes de que
se determinara su estructura, la heroína fue uno de los primeros (diacetilmorfina o
diamorfina)(12).
La morfina pertenece a la clase de los opiáceos 4,5 α epoximorfinanos. Se han esta-
blecido con claridad las relaciones entre la estructura y la actividad de la morfina.
Sabemos, por ejemplo, que sus isómeros naturales (-) son los activos; que el grupo libre
3-hiroxilo es esencial para su actividad y que el bloqueo de esta posición reduce drásti-
camente la afinidad por los receptores mu(12). Por ello, se considera que la actividad de
la codeína se debe a su desmetilación a morfina, lo que explica en parte las diferencias
en sensibilidad de los pacientes dadas las variaciones en la actividad enzimática de
CYP2D6. De ahí que los metabolizadores ultrarrápidos puedan desencadenar depre-
sión respiratoria o sobredosis(13-15)
Los cambios en la posición 6 han demostrado ser muy útiles, como la morfina-6 -β
glucurónido (M6G). El M6G es un metabolito de la morfina que ha demostrado su ac-
tividad en los seres humanos(16) pero su extraordinaria potencia no fue apreciada hasta
más de una década después. Ahora, se reconoce que M6G contribuye a la actividad
analgésica global de la morfina(17). De hecho, los niveles sanguíneos de M6G se pueden
acumular y superar los de la morfina en presencia de insuficiencia renal.
Con otra variación en la posición 6, se obtuvo un segundo derivado de la morfina, la
morfina-6-sulfato que mejora notablemente su potencia (18).
Se han desarrollado gran cantidad de fármacos opioides μ selectivos; de hecho, el
opioide μ prototipo, la morfina, se ha usado durante siglos. La morfina, la heroína,
el fentanilo, la metadona y el 6β- glucorónido de morfina (M6G) se encuentran entre
los opioides μ más comunes. Aunque en principio se creyó que estábamos frente a un
grupo de compuestos homogéneos en relación a su farmacología, estas drogas presen-
tan ligeras diferencias clínicas en sus efectos farmacológicos en pacientes, que no se
aprecian fácilmente en modelos de animales.
Receptores opioides
T odos los péptidos opioides endógenos, que incluyen β-endorfinas, encefalinas y
dinorfinas se unen a receptores siete transmembranas acoplados a las proteínas G
(GPCR), que tradicionalmente se dividen en 3 clases: receptores μ , δ y κ
El concepto de los receptores opioides tiene una larga historia(19,20). La teoría de sus
múltiples receptores se sugirió por primera vez hace casi 50 años(21), abriendo la posibi-
lidad de nuevas clases de fármacos, pero los agentes similares a la morfina han seguido
siendo los pilares en el tratamiento médico del dolor.
Todos estos receptores se acoplan al inhibidor de proteína G y la activación de ellos in-
hibe la guanilato ciclasa y la generación intracelular de AMPc. Sin embargo, se cree que
el mecanismo más importante por el cual los opioides endógenos y exógenos producen
analgesia, es el acoplamiento de los receptores opioides a los canales iónicos K+ y Ca2+.
Romero et al(2) indican que en estudios en roedores con diferentes sondeos de nocicep-
ción se ha observado un alivio sinérgico del dolor (efectos antinociceptores supra aditi-
vos) tras la administración simultánea de agonistas opioides con diferente selectividad
por sus receptores μ , δ y κ de la zona medular(22) o de las zonas medular y supramedu-
lar combinadas(23-24) o por vía medular y sistémica(25). Por consiguiente, la sinergia es
habitual en la farmacología opioide(2).
Receptores opioides Mu
D urante los últimos 35 años nuestra comprensión sobre los receptores μ se ha ido
modificando. La era moderna de la investigación opioide vino con la demostra-
ción de los receptores opioides en 1973(26-28) y el uso de ensayos de unión basados en
estereoselectividad(29). Tiempo después la revolución de la biología molecular reveló la
gran complejidad de los agentes similares a la morfina y sus receptores que no fueron
apreciadas al principio.
Sería difícil entender las diferencias entre los efectos farmacológicos entre los fárma-
cos opioides μ si pensáramos en un receptor μ único. En 1993, el receptor fue clonado
(MOR1) y se estableció que es un receptor G acoplado a una proteína (12). Sin embargo,
sólo un gen se ha asociado con MOR-1. Los genes están compuestos de exones, las
secuencias reales que se incluyen en el ARNm que se traduce en las proteína relevan-
tes, e intrones que comprenden regiones del gen que se empalman al cabo y se pierden
durante la generación de ARNm.
La mayoría de los genes tienen múltiples exones que son articulados juntos para crear
el ARNm que se convierte en la proteína. Este empalme determina la capacidad de
un solo gen para generar una amplia gama de proteínas relacionadas. Algunos genes
contienen un número extremadamente grande de exones, lo que permite gran cantidad
de empalmes(30).
Los receptores opioides μ participan en una multiplicidad de acciones complejas, entre
las que se incluyen la analgesia, la depresión respiratoria, la inhibición del tránsito gas-
trointestinal, la tolerancia a los opioides y la dependencia de ellos, efectos endócrinos
(incluidos la regulación de la prolactina, la hormona del crecimiento, la testosterona
y otras hormonas) y efectos inmunológicos. Además, múltiples receptores opioides μ
son ahora reconocidos y, por lo tanto, no es sorprendente que los diferentes opioides
produzcan diferentes efectos farmacológicos.
La variabilidad de las respuestas a los opioides está bien ilustrada en las comparaciones
de diferentes cepas genéticamente definidas de ratones. La morfina es un analgésico
potente en el ratón CD-1, pero no en el ratón CXBK. Cuando esto se examinó experi-
mentalmente, la morfina era activa en los ratones CD-1, pero no en los ratones CXBK
mientras M6G, la heroína y 6-acetil morfina mostraron acciones analgésicas similares
en ambas cepas. Esta disociación de la sensibilidad analgésica de los diferentes opioi-
des μ en el ratón CXBK implica fuertemente la presencia de más de un mecanismo de
acción μ opioide(31).
Cuatro exones se identificaron originalmente a partir del clon original del gen MOR-
1(30,32). La codificación de estos exones da 12 aminoácidos en el extremo terminal C
intracelular del receptor del opioide μ. Hay un gran número de variantes de corte y
Nemirovsky A, et al (25) The antinociceptive effect Analizamos el modo de Podemos asumir que la
of the combination of interacción de la morfina morfina o la buprenor-
spinal morphine with espinal con morfina o fina inyectadas a nivel
systemic morphine or buprenorfina sistémica, sistémico ejercen su efecto
buprenorphine administrado en una antinociceptivo a nivel
amplia gama de dosis supraespinal. Posterior-
antinociceptivas mente, el efecto antinoci-
ceptivo de la combinación
de morfina IT y la morfina
o buprenorfina SC, debe
ser el resultado de una
activación simultánea de
antinocicepción espinal y
supraespinal
Grach M, et al (49)
Can coadministration of Se investiga la posibilidad Nuestros resultados
oxycodone and morphine de que la administración indican que a las dosis
produce analgesic synergy conjunta de la morfina y probadas de morfina y
in humans? An experimen- oxicodona puedan produ- oxicodona no producen
tal cold pain study cir un efecto sinérgico en efectos antinociceptivos
seres humanos expuestos sinérgicos en seres huma-
a un modelo experimental nos sanos expuestos a la
de la prueba del frío. prueba del frío.
Romero A et al (2) Analysis of the opioid– El objetivo del presente La interacción entre los
opioid combinations ac- estudio fue caracterizar los opioides no sólo depende
cording to the nociceptive efectos antinociceptivos del tipo de estímulo noci-
stimulus in mice de tramadol, fentanilo y vo, sino también de las vías
la morfina, cuando dos antinociceptivas no opioi-
de ellos se combinaron des. Para una combinación
sistémicamente en una dada (en una proporción
proporción 1: 1 en ratones fija), el tipo de interacción
puede cambiar de acuerdo
con el nivel del efecto, un
hecho que puede ser rele-
vante cuando se trata de
introducir combinaciones
de fármacos en la práctica
clínica.
Webster L et al (51)
A double-blind, placebo- Q8003 (MoxDuo), una for- La dosis 12/8 mg de
controlled study of dual- mulación de doble opioide Q8003, una fórmula de
opioid treatment with the oral con una relación fija liberación inmediata pro-
combination of morphine (3: 2) de la morfina y la vee la combinación óptima
plus oxycodone in patients oxicodona, se evaluó los de analgesia, eficacia y
with postoperative pain. efectos analgésicos y la tolerabilidad. Las dosis
seguridad en la gestión de 3/2 y 6/4 mg pueden ser
agudo dolor moderado a una alternativa efectiva de
severo. tratamiento
Marinangeli F et al (58) Improved cancer pain El objetivo del estudio era Este protocolo analgésico
treatment using combined facilitar la escalada de do- de fentanilo TTS -tramadol
fentanyl-tts and tramadol. sis de opioides fuertes. En proporciona una alternati-
este estudio prospectivo se va útil para el tratamiento
ajustó la dosis de tramadol habitual de dolor de cáncer
al uso de fentanilo trans- con fentanilo TTS solo,
dérmico en el control del especialmente en el caso
dolor del cáncer de la progresión rápida de
la enfermedad y el dolor.
Conclusión
L a combinación opioide/opioide es un tema que se encuentra todavía gestando. En la
literatura revisada no encontramos datos que nos permitan predecir con exactitud
la combinación óptima en un paciente específico, la dosificación, la secuencia o las
proporciones equianalgésicas. De igual manera los datos sobre los efectos adversos,
productos de esta terapia , son limitados. Los intentos de trabajos clínicos serios, que
se han demostrado en algunos modelos de animales, pueden fallar al intentar repli-
carlos en los seres humanos debido al amplio número de factores implicados en el
procesamiento del dolor. En gran medida, la incertidumbre en torno a los mecanismos
y consecuencias de la regulación de los receptores opioides se debe a las limitaciones
de los diseños experimentales en muchos de los estudios que han investigado estos
eventos. Como bien indica Mercadante, debemos quedarnos con la idea de que los
fármacos opioides no son todos iguales y, aunque es posible utilizar estas diferencias
en un entorno clínico, aún se deben realizar ensayos clínicos en pacientes con dolor
agudo y crónico para determinar si las combinaciones de opioides proporcionan mayor
eficacia y tolerabilidad en comparación con cualquier opioide sólo.. Por el momento,
sólo se puede utilizar una recomendación débil para apoyar el tratamiento dual opioide/
opioide.
Bibliografía
1. Mercadante S, Villari P, Ferrera P, Casuccio A. Addition of a second opioid
may improve opioid response in cancer pain: Preliminary data. Support Care
Cancer 2004, Nov;12(11):762-6.
2. Romero A, Miranda HF, Puig MM. Analysis of the opioid–opioid combina-
tions according to the nociceptive stimulus in mice. Pharmacological Research
2010, Jun;61(6):511-8.
3. Friedman Z, Katznelson R, Phillips SR, Zanchetta C, Nistor OI, Eisen LB, Sid-
diqui N. A randomized double-blind comparison of a morphine-fentanyl com-
bination vs. Morphine alone for patient-controlled analgesia following bowel
surgery. Pain Pract 2008;8(4):248-52.
4. Marcou TA, Marque S, Mazoit JX, Benhamou D. The median effective dose
of tramadol and morphine for postoperative patients: A study of interactions.
Anesth Analg 2005, Feb;100(2):469-74.
5. Raffa RB, Pergolizzi JV, Segarnick DJ, Tallarida RJ. Oxycodone combinations
for pain relief. Drugs Today (Barc) 2010, Jun;46(6):379-98.
6. Lauretti GR, Oliveira GM, Pereira NL. Comparison of sustained-release mor-
phine with sustained-release oxycodone in advanced cancer patients. Br J Can-
cer 2003, Dec 1;89(11):2027-30.
7. Dickenson AH. Mechanisms of the analgesic actions of opiates and opioids. Br
Med Bull 1991, Jul;47(3):690-702.
8. Dickenson AH. Neurophysiology of opioid poorly responsive pain. Cancer
Surv 1994;21:5-16.
9. Gavériaux-Ruff C. Opiate-induced analgesia: Contributions from mu, delta and
kappa opioid receptors mouse mutants. Curr Pharm Des 2013;19(42):7373-81.
10. Ripamonti C, Dickerson ED. Strategies for the treatment of cancer pain in the
new millennium. Drugs 2001;61(7):955-77.
11. de Stoutz ND, Bruera E, Suarez-Almazor M. Opioid rotation for toxicity reduc-
tion in terminal cancer patients. J Pain Symptom Manage 1995, Jul;10(5):378-
84.
12. Pasternak GW, Pan YX. Mu opioids and their receptors: Evolution of a concept.
Pharmacol Rev 2013;65(4):1257-317.
13. Kelly LE, Rieder M, van den Anker J, Malkin B, Ross C, Neely MN, et al.
More codeine fatalities after tonsillectomy in north american children. Pediat-
rics 2012, May;129(5):e1343-7.
14. Kuehn BM. FDA: No codeine after tonsillectomy for children. JAMA 2013,
Mar;309(11):1100-.
15. Voelker R. Children’s deaths linked with postsurgical codeine. JAMA 2012,
Sep;308(10):963-.
16. Shimomura K, Kamata O, Ueki S, Ida S, Oguri K. Analgesic effect of mor-
phine glucuronides. Tohoku J Exp Med 1971, Sep;105(1):45-52.
17. Tiseo PJ, Thaler HT, Lapin J, Inturrisi CE, Portenoy RK, Foley KM. Mor-
phine-6-glucuronide concentrations and opioid-related side effects: A survey
in cancer patients. Pain 1995, Apr;61(1):47-54.
18. Zuckerman C. Looking beyond the law to improve end-of-life care. Genera-
tions 1999;23(1):30-5.
19. Beckett AH, Casy AF. Analgesics and their antagonists: Biochemical aspects