FB1 2PP
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EL DIENCÉFALO
El diencéfalo tiene una situación central en el encéfalo, se localiza entre los hemisferios
cerebrales y el tronco del encéfalo, a través de él pasan la mayoría de las fibras que se dirigen
a la corteza cerebral, que es fundamental para la actividad cortical.
En la superficie ventral del encéfalo está su zona ventral y el quiasma óptico. En él se cruzan
parte de las fibras del nervio óptico procedente de la retina de un ojo y se juntan con las
procedentes del otro, formándose el tracto óptico por el que las aferencias visuales de ambos
ojos entran al diencéfalo de cada lado de la línea media.
La mayoría de las fibras del tracto óptico terminan en el diencéfalo. Un pequeño número se
dirigen al colículo superior. El nervio óptico (par II) es el único nervio craneal que entra al nivel
del diencéfalo.
El tálamo es el componente del diencéfalo que canaliza la mayoría de la aferencias que llegan
a la corteza cerebral. Ocupa una posición dorsal en el diencéfalo.
1º. Controla las funciones básicas que proporcionan un medio interno estable para el
organismo y organiza comportamientos básicos para la supervivencia del individuo y de las
especies, como los de huida ante situaciones adversas, el ataque a posibles agresores, la
alimentación o el comportamiento sexual.
2º. Influye sobre la corteza cerebral a través del tálamo.
En el eje medio-lateral
A) El hipotálamo influye sobre los núcleos motores viscerales (autónomos) del tronco
del encéfalo. El núcleo motor dorsal del vago, es un núcleo visceral prasimpático, a
través del nervio vago inerva diversos órganos internos (corazón, pulmones, intestinos
etc.)
B) Desde varios puntos del hipotálamo se envían proyecciones descendentes directas
hasta las neuronas motoras viscerales (autónomas) de la médula espinal. El
hipotálamo controla, mediante relevos y directamente, las funciones autónomas.
La región anterior del hipotálamo se ha relacionado con la actividad parasimpática, y
las regiones posterior y lateral con la actividad simpática, aunque no existe una
distinción tan clara en sus influencias.
C) Las fibras descendentes del hipotálamo a la formación reticular. A través de ellas
le permiten influir sobre núcleos motores somáticos de los nervios craneales y
sobre las vías motoras somáticas descendentes que se originan en la formación
reticular.
Estas vías eferentes del hipotálamo son el sustrato por el que el hipotálamo influye en muchos
comportamientos que expresan procesos motivacionales y emocionales como la conducta
sexual o el miedo.
3. En el hipotálamo, se originan vías que se dirigen al tálamo, que se envían hacia el núcleo
anterior, a través del haz mamilotalámico. La múltiple información convergente en el
hipotálamo tiene también acceso a la corteza cerebral.
EL TÁLAMO
Componente del diencéfalo, mucho más grande que el hipotálamo cuyas funciones:
Los núcleos del tálamo se organizan alrededor de una estrecha banda de sustancia blanca
llamada lámina medular interna, que atraviesa el tálamo en su extensión antero-posterior,
tiene forma de Y y divide el tálamo en tres grandes partes: anterior, medial y lateral.
Los núcleos del tálamo son muy diversos en cuanto a su organización citoarquitectónica.
Unos núcleos del tálamo tienen celular muy uniformes, y otros tienen más heterogeneidad
celular y esto permite establecer divisiones en los mismos. Algunos tienen sus células
organizadas en láminas, como es el núcleo geniculado lateral, que tiene sus células en seis
láminas separadas por bandas de fibras mielínicas. Estas láminas se agrupan, por el tamaño
de sus células y por las proyecciones que reciben de la retina, en dos divisiones: la división
magnocelular (láminas 1 y 2 ) y la división parvocelular (láminas restantes). La organización
laminar del núcleo geniculado lateral tiene una gran importancia funcional para mantener
separada la información visual procedente de cada ojo.
Otros núcleos talámicos, como el ventral posterolateral y el geniculado medial, también están
organizados en láminas.
La división más grande del tálamo relacionada con la transmisión de señales a áreas concretas
de la corteza cerebral es el grupo nuclear ventral.
Varios núcleos de este grupo son estaciones de procesamiento y relevo de la información
sensorial. Son:
El núcleo ventral posterolateral.
El núcleo ventral posteromedial
El núcleo geniculado medial
El núcleo geniculado lateral
El núcleo ventral posteroinferior-intermedio.
Otros núcleos talámicos del grupo ventral actúan como relevo de la información de carácter
motor recibida desde centros como el cerebelo y el cuerpo estriado, que están relacionados
con el control motor, y son:
Núcleo ventral lateral oral
Núcleo ventral lateral caudal
Núcleo ventral anterior
El grupo lateral recibe sus principales aferencias desde la corteza cerebral y transmite sus
señales a las mismas zonas de las que recibe su información.
Núcleos talámicos de proyección difusa, son los que su conectividad no está restringida a
áreas concretas de la corteza cerebral, son:
Núcleos intralaminares
Núcleos de línea media
Núcleo reticular
El núcleo reticular, no tiene una función de activación cortical, parece ser el sitio por el que el
tálamo, en conjunción con la formación reticular, controla las señales que acceden a la corteza
cerebral.
Parece tener una función general de control del acceso de información a la corteza cerebral y
forma como una cápsula alrededor del tálamo lateral, pasan los axones del tálamo que se
dirigen a la corteza cerebral y los que, desde ésta se dirigen al tálamo. El núcleo reticular no
proyecta a la corteza cerebral.
Su función es una hipótesis que propone que este núcleo actúa como una compuerta que
controla las proyecciones del tálamo a la corteza cerebral. La función de sus proyecciones
parece ser la de inhibir las neuronas de los núcleos de relevo inmediatamente después de que
éstas han sido activadas por señales sensoriales ascendentes.
Son dos grandes “cuerpos” que constituyen la parte más voluminosa del SNC. Su superficie
externa está formada por un manto de sustancia gris la corteza cerebral. Por debajo de ésta
está la sustancia blanca, y el la profundidad de ésta, mezcladas entre ella, se localizan
numerosas estructuras que en conjunto se denominan estructuras subcorticales.
Los componentes de los hemisferios cerebrales se organizan alrededor de los ventrículos
laterales.
Funciones: fundamentales del SN
- Se establecen multitud de circuitos en los que se analiza, asocia y almacena la
información.
- Nos permite tener un punto de referencia respecto a nosotros mismos y al mundo que nos
rodea, y nos lleva a planificar nuestro comportamiento ante nuevos estímulos en función de
la experiencia.
- Son responsables de la consciencia de las sensaciones, de la percepción, de los
movimientos voluntarios, del aprendizaje, de la memoria, del pensamiento, del lenguaje etc.
Los hemisferios cerebrales se caracterizan por su incurvación alrededor del tronco del encéfalo
y por el gran plegamiento de la corteza cerebral.
Este plegamiento produce hendiduras más o menos profundas, llamadas cisuras o surcos.
Las superficies elevadas entre las cisuras forman los giros o circunvoluciones cerebrales.
Las cisuras permiten establecer límites en su superficie, son: cisura central (de Rolando),
cisura lateral (de Silvio), y cisura parietooccipital, ya que dividen parcialmente la superficie
de cada hemisferio en cuatro grandes lóbulos que se denominan por el nombre del hueso
craneal que los cubre:
Lóbulo frontal, parietal, occipital, temporal.
Ambos hemisferios están separados en los polos anterior y posterior por la cisura
longitudinal, se mantienen unidos por comisuras, el cuerpo calloso.
Existen dos lóbulos que no son visibles en la cara lateral de los hemisferios:
El lóbulo límbico, está formado por un anillo de corteza que se extiende en la superficie
medial de los lóbulos temporal y frontal, significa borde o límite (Pierre Paul Broca).
Su forma arqueada alrededor del cuerpo calloso la forman la circunvolución del cíngulo y dos
circunvoluciones anteriores más pequeñas (paraterminal y subcallosa).
La cara medial del lóbulo temporal se pliega sobre sí misma formando la circunvolución del
hipocampo y la dentada o giro dentado (no están en la superficie).
Estructuras subcorticales
Los núcleos caudado y putamen están separados por la cápsula interna, excepto en la parte
anterior donde se unen. El caudado y putamen forman el neoestriado o estriado.
El cuerpo estriado tiene una gran relación anatomofuncional con la sustancia negra del
mesencéfalo y el núcleo subtalámico del diencéfalo. Juntos son denominados ganglios
basales.
En la parte ventral de los hemisferios están los núcleos basales del encéfalo anterior, entre
ellos el núcleo basal de Meynert, que tiene proyecciones que se distribuyen por la corteza
cerebral. Sus neuronas contienen el neurotransmisor acetilcolina, relacionado con Alzheimer.
En la profundidad del lóbulo temporal, debajo de la corteza olfativa, bajo el uncus, está la
amigdala o complejo amigdalino.
La amigdala, está formada por varios núcleos que se agrupan en tres unidades funcionalmente
diferentes: Corticomedial, central y basolateral. La amigdala forma parte de circuitos neurales
que controlan conductas emocionales y motivacionales como el miedo, la agresividad o la
conducta sexual.
La corteza cerebral
Tiene las células organizadas en capas horizontales a la superficie de los hemisferios. Las
células piramidales son las células de proyección típicas de la corteza cerebral, cuyas
dendritas apicales están en contacto con la capa superficial. No todas las zonas de la corteza
cerebral tienen la misma organización, hay variabilidad en el número de capas entre diversas
zonas de la misma.
La neocorteza, el 90% de la corteza cerebral humana está organizada en seis capas, tuvo un
su gran desarrollo con la aparición de los mamíferos. Llega a representar más de la mitad de
toda la sustancia gris del SNC. Se le llama corteza cerebral. Su organización en seis capas.
Sus células de proyección características son las células piramidales. Muchas de sus
células no piramidales (estrelladas o granulares, fusiformes, de Martinotti y células horizontales
de Cajal/Retzius) son interneuronas.
Las células de la corteza cerebral, se distribuyen desigualmente en las seis capas. Cada capa
tiene su tipo celular predominante, por el que recibe su nombre, además las capas se
diferencian por la densidad celular:
Capa I (molecular o plexiforme) hay numerosas fibras. Entre sus neuronas están las
células de Cajal-Retzius (horizontales).
Capa II (granular externa) gran densidad de células piramidales pequeñas.
Capa III (piramidal externa) células piramidales de tamaño mediano.
Capa IV (granular interna) células estrelladas o granulares
Capa V (piramidal interna) células piramidales de varios tamaños
Capa VI (polimórfica) distintos tipos celulares y células de Martinotti y células
fusiformes.
Las capas I, II, y IV son, capas receptoras de las aferencias corticales y cada una recibe
aferencias originadas en distintas zonas del SNC. Las eferencias de la corteza se originan
principalmente en las capas II, III, V y VI. La capa IV es efectora y receptora.
Los colaterales axónicos de las neuronas piramidales y los axones de las interneuronas,
dispuestos en distintas orientaciones permiten que se produzca una gran interacción vertical
y horizontal, entre las neuronas corticales que son la base anatómica de procesos fisiológicos
fundamentales.
Las áreas sensoriales en los lóbulos parietal, temporal y occipital. Reciben la mayoría
de sus aferencias sensoriales directamente desde los núcleos de relevo sensorial del tálamo
son las áreas sensoriales primarias.
Las áreas sensoriales secundarias, o áreas sensoriales de orden superior, son las que
reciben la mayoría de sus aferencias desde sus correspondientes áreas sensoriales primarias o
desde las secundarias del mismo sentido, y se ocupan de aspectos elaborados del
procesamiento de la información sensorial. Citoarquitectónicamente las áreas sensoriales, se
caracterizan porque tienen una capa granular interna (capa IV) muy prominente.
Las áreas motoras se localizan en le lóbulo frontal, adyacentes a la cisura central, se clasifican
en área motora primaria y áreas premotoras o corteza motora secundaria. Controlan los
movimientos voluntarios. En ellas se originan los tractos motores descendentes desde la
corteza cerebral hasta el tronco del encéfalo y la médula espinal para el control de los
músculos del cuerpo.
El área motora primaria elabora órdenes que descienden a las motoneuronas para que
ejecuten los movimientos de las diferentes partes del cuerpo. Las áreas premotoras también
originan proyecciones al área motora primaria e intervienen en la planificación de los
movimientos. Citoarquitectónicamente, estas áreas se caracterizan porque tienen muy
reducida la capa IV y muy gruesa la capa V.
La mayor parte de la corteza cerebral realiza funciones de integración superior. A estas áreas
de la corteza se les denominan áreas de asociación. Gran parte de la corteza cerebral es
corteza de asociación.
De la corteza de asociación frontal depende un repertorio muy amplio de funciones, más que
de cualquier otra. Es esencial para planificar comportamientos en función de la experiencia
acumulada y elaborar las estrategias motoras que intervienen en los mismos. Lo que
entendemos por personalidad o carácter, es una función de una correcta actividad en el lóbulo
frontal.
Son muy importantes funcionalmente. Salen de las áreas de la corteza cerebral en las que se
originan y pasan a formar parte de la sustancia blanca hasta que llegan a otras zonas de la
corteza del mismo hemisferio cerebral.
A través de ellas, se producen múltiples interacciones entre las áreas corticales. En cada
hemisferio existen muchos haces de fibras que conectan regiones de circunvoluciones
adyacentes y se denominan fibras de asociación cortas, o fibras en U.
También existe una profusa comunicación entre regiones mucho más distantes, con haces de
fibras que conectan regiones de lóbulos distintos. Se les llama fibras de asociación largas
(fascículo unciforme, fascículo arqueado, fascículo longitudinal superior y cíngulo).
Relaciones entre las estructuras hemisféricas, y las vías eferentes de la corteza cerebral
La información olfatoria entra a los bulbos olfatorios por los nervios olfatorios (par I), llega a la
corteza olfatoria primaria (corteza piriforme) sin hacer relevo en el tálamo.
Las señales olfatorias siguen dos vías. Cada una se distribuye a nivel central hacia zonas del
encéfalo que intervienen en distintas funciones: La corteza olfatoria primaria y el hipotálamo
medial. Las áreas de proyección olfatoria y las estructuras límbicas se denominaron durante
mucho tiempo rinencéfalo “encéfalo de la nariz”.
J.W. Papez, propuso un circuito que unía la formación hipocampal, los núcleos mamilares del
hipotálamo y la corteza del cíngulo, a través del núcleo anterior del tálamo.
P. MacLean amplió el circuito y acuñó el sistema limbico a los que se han añadido los núcleos
septales y la amigdala.
El núcleo caudado recibe las proyecciones desde las áreas de la corteza que integran
señales de diversa procedencia, desde las áreas de asociación de los lóbulos frontal,
temporal y parietal. La más masiva desde el frontal, lo que sugiere que éste procesa
información cognitiva de orden superior.
El putamen recibe aferencias desde áreas de la corteza cerebral que le envían señales
menos procesadas. Recibe información del entorno sensorial y de las órdenes motoras.
El estriado ventral (núcleo accumbens, tubérculo olfatorio y partes ventrales del caudado y
el putamen ), recibe las aferencias desde la corteza límbica.
Hay convergencia de las aferencias que llegan al neoestriado sobre las neuronas de tamaño
medio con espinas, que son neuronas de proyección.
Las proyecciones del neoestriado se canalizan hacia los dos segmentos del globo pálido y a la
sustancia negra reticulada que son los principales efectores del sistema. Al globo pálido
llegan también aferencias desde el núcleo subtalámico. Cada segmento del globo pálido envía
sus eferencias hacia núcleos distintos.
El otro efecto del sistema es la sustancia negra reticulada que proyecta a los núcleos ventral
anterior y mediodorsal del tálamo.
La conectividad que se establece entre los ganglios basales y la corteza cerebral, a través del
tálamo, forma un sistema modulador de control motor que es fundamental para la planificación
y el desarrollo de los movimientos voluntarios. (enfermos de parkinson).
Proyecciones descendentes de la corteza cerebral al tronco del encéfalo y la médula
espinal
Las fibras corticopontinas se originan en gran parte de la corteza cerebral. Las proyecciones
más abundantes proceden de las áreas motoras de la corteza (áreas 4 y 6) de la corteza
somatosensorial primaria (áreas 1, 2, y 3) y de la corteza parietal superior (áreas 5 y 7). Las
fibras corticopontinas descienden en la cápsula interna y tras agruparse en los pedúnculos
cerebrales, terminan en los núcleos pontinos, desde los cuales proyectan al cerebelo.
Las fibras que terminan en los núcleos de los nervios craneales forman el tracto
corticobulbar.
Las fibras que desciende a la médula espinal, desde la corteza motora y la corteza
somatosensorial, forman el tracto corticoespinal.
El tracto corticoespinal es la vía más larga y se estima que está formada por cerca de un
millón de axones. Se origina en extensas zonas de la corteza cerebral: un tercio en la corteza
motora primaria (área 4), otro tercio en las áreas premotoras (área 6) y el tercio restante en el
lóbulo parietal, en la corteza somatosensorial primaria (áreas 1, 2 y 3) y en la corteza parietal
posterior.
Las fibras cruzadas descienden por la parte dorsal de la columna lateral de la médula espinal
formando el tracto corticoespinal lateral
Las fibras que no cruzan la línea media descienden por la columna ventral de la médula
espinal, formando el tracto corticoespinal ventral.
CAPÍTULO 16
NEURULACIÓN
El desarrollo del SN comienza al principio de la 3ª semana embrionaria cuando una parte del
ectodermo queda determinada como neuroectodermo, es decir, como tejido del que se
originará el SN. Este acontecimiento se denomina inducción neural, y el primero de un proceso
más amplio, denominado NEURULACIÓN, que se completa con la formación de un tubo neural
hueco a partir del cual se va a desarrollar el SN.
El segundo paso de la neurulación es la formación del tubo neural a partir de la placa neural.
La placa neural se pliega sobre si misma y aparece en la línea media el surco neural
flanqueado por dos pliegues. Estos pliegues neurales se van fusionando comenzando por la
zona medial de la placa neural y van cerrando el surco neural en la dirección céfalo caudal.
Alrededor del día 23E el tubo neural está prácticamente cerrado, excepto en los extremos,
denominados neuroporos rostral y caudal. Si el cierre de los neuroporos no se realiza
correctamente se producen una gran variedad de malformaciones congénitas. Cuando el fallo
ocurre en el cierre del neuroporo caudal se producen malformaciones en la médual espinal.
(espina bífida)
Una parte de los pliegues neurales no se incorpora al mismo sino que se separa del ectodermo
y se sitúa entre éste y el tubo neural, ocupando una posición primero dorsal y después lateral
respecto al mismo. Es la cresta neural.
El tubo neural está formado por una delgada capa de tejido, neuroepitelio.
En neuroepitelio está formado por células germinales embrionarias, que se distribuyen entre la
zona ventricular y la zona marginal del mismo.
Las células que han terminado su periodo de división en la zona ventricular se sitúan entre ésta
y la zona marginal, y configuran la zona intermedia o capa del manto.
De las células germinales del neuroepitelio del tubo neural se originan las neuronas y las
células gliales que forman el SNC.
De la cresta neural, a partir de la 5ª semana de desarrollo embrionario, se derivan muchas
neuronas y todas las células gliales del SNP, así como las que forman las meninges, o las
células de la glándula suprarrenal del sistema endocrino. Algunas de éstas células tienen un
origen compartido.
Las señales inductoras procedentes de la notocorda diferencian las células situadas en la línea
media ventral del tubo neural formando la placa del suelo.
Las señales inductoras procedentes del ectodermo dorsal producirán la diferenciación de la
placa del techo, de las células dorsales (coordinación sensorial), y de la cresta neural. Las
células de la cresta neural recibirán ademas, posteriormente, otras señales inductoras que las
diferenciarán en distintos tipos celulares.
El tubo neural y la cresta neural contribuyen a la formación del SN. Del tubo neural se van a
desarrollar las distintas divisiones del SNC, de la cresta neural se originará el SNP.
La región caudal del tubo neural queda diferenciada del mielencéfalo por la flexión cervical. El
rombencéfalo aparece formado por una serie de abultamientos a distancias regulares,
rombómeros.
La cresta neural, que se extiende desde la vesícula diencefálica hasta el extremo caudal del
tubo neural, origina el SNP.
De las células de la cresta neural también se originan las células de Schwann que revisten de
mielina los axones periféricos.
Proliferación celular
Tras el cierre del tubo neural empieza la fase de proliferación celular, en la que de unas
pocas células germinales embrionarias existentes durante la formación del tubo neural, vana
originarse billones de neuronas y células gliales que forman el SN maduro.
En la zona ventricular del neuroepitelio se producen las divisiones mitóticas de las células
geminales, y la zona marginal está formada por células en periodo de interfase. Tras varias
divisiones mitóticas, cesa la producción de células germinales, y éstas realizan una última
división que produce o neuronas inmaduras o glioblastos. Esta última división de las células
germinales se considera la fecha de nacimiento de las neuronas que, una vez nacen pierden
su capacidad proliferativa. Los glioblastos conservan su capacidad proliferativa durante toda la
vida.
Se sabe que las neuronas inmaduras y los glioblastos nacen al mismo tiempo en la zona
ventricular. Se han encontrado en esta zona células positivas y negativas a marcadores
específicos de la glía y de las neuronas (proteína ácido fibrilar glial PAGF neurofilamento NF)
antes de que las células germinales realicen su última división.
Existen dos tipos de células germinales en la zona ventricular, uno que origina neuronas
inmaduras y otro que origina glioblastos. La diferenciación o determinación como neurona
inmadura o glioblasto proviene ya de las células germinales de las que se originan.
En el cerebelo, las neuronas proliferan en dos zonas germinales separadas. Las células de
Purkinje, las células de Golgi y las células de los núcleos profundos proliferan en la zona
ventricular del techo del IV ventrículo. Las células granulares y las otras interneuronas del
cerebelo proliferan en una segunda zona germinal que se forma bajo la piamadre del cerebelo,.
Esta zona se denomina capa granular externa.
En nuestra especie, la mayoría de neuronas que formarán la corteza cerebral proliferan entre
los días 40 y 100 y en el 5º mes de vida fetal apenas hay proliferación en la zona ventricular de
los hemisferios cerebrales, aunque siguen generándose neuronas inmaduras en la zona
subventricular.
En general, en humanos como en otros mamíferos, en cualquier región del tubo neural
proliferan anten las neuronas de proyección que las interneuronas.
Migración celular
Las neuronas que han terminado su ciclo proliferativo abandonan la zona ventricular y
comienzan a desplazarse por el neuroepitelio dirigiéndose hacia su zona de destino.
Mecanismos de migración
Las células que se originan del tubo neural y las que se originan de la cresta neural utilizan
diferentes mecanismos migratorios para llegar a su destino.
La mayoría de las neuronas inmaduras del tubo neural migran guiadas por un tipo especial de
células gliales denominadas glía radial. Muchos de los glioblastos son este tipo de glía radial, y
sirven de soporte mecánico a las neuronas inmaduras para su desplazamiento a través del
neuroepitelio. La glía radial mantiene su cuerpo en la zona ventricular, y extiende una larga
prolongación que atraviesa radialmente el neuroepitelio hasta asirse a la superficie del mismo.
Con un movimiento tipo ameboide, avanzando una prolongación que sirve de guía y atrae al
núcleo, y retrayendo después el citoplasma que queda atrás sirviéndose de un proceso de
arrastre.
Se han descrito dos vías de migración para las células de la cresta neural. Las células de la
región craneal migran a través de una vía lateral bajo la superficie del ectodermo – vía
dorsolateral -, mientras que las de la región del tronco lo hacen por una vía ventral entre el tubo
neural y los somitas – vía ventromedial - .
Este modelo clásico del desarrollo del neuroepitelio indica que durante el engrosamiento del
neuroepitelio, primero se añade una zona intermedia formada por las neuronas postmitóticas
migratorias, después aparece una placa cortical, formada por las neuronas que constituirán las
capas (II-VI) de la corteza cerebral, posteriormente aparece una zona subventricular y
finalmente, aparece una subplaca formada por numerosas fibras y células migratorias. La zona
subventricular es una segunda zona de proliferación tardía para la gran mayoría de la glía y
muchas neuronas. La mayoría de la glía prolifera en esta zona, por lo general más tarde que
las neuronas inmaduras, y continúa proliferando postnatalmente.
Según este modelo, al final del desarrollo del neuroepitelio, la zona marginal se transforma en
la corteza (II –VI), la subplaca desaparece, la zona intermedia se transforma en la sustancia
blanca, y la zona ventricular forma la capa ependimaria de los ventrículos.
Modelo actual, las neuronas que han nacido en la zona ventricular comienzan a migrar y
forman una zona intermedia de neuronas migratorias que se dirigen hacia la zona marginal,
que es todavía una región sin células. Las primeras neuronas que llegan a la zona marginal se
encuentran con fibras procedentes del tronco del encéfalo que forman una capa plexiforme
superficial, que constituye el primer estrato horizontal de la corteza. Las neuronas entran en
esta capa plexiforme y forman la preplaca cortical. Las neuronas que migran posteriormente
forman, dentro de la preplaca, la placa cortical. Esta placa cortical divide horizontalmente la
preplaca en dos, y así se forman la capa I, por encima de la placa cortical, y la suplaca por
debajo de la misma. En la capa I se instalas las primeras neuronas que llegaron a la capa
plexiforme, las células horizontales de Cajal-Retzius. En la placa cortical se forman las otras
capas de la corteza cerebral capas ( II – IV).
Ambos modelos coinciden en el patrón con el que se establecen las neuronas dentro de la
placa cortical, pero difieren, en el patrón migratorio que siguen las neuronas hasta establecerse
en su capa. Según ambos modelos las neuronas migratorias se establecen en la placa cortical
siguiendo un patrón de dentro-hacia fuera. Las primeras neuronas que migran forman la capa
VI. Las siguientes en llegar terminan su migración formando la capa V, y así sucesivamente,
hasta la formación de la capa II. Este patrón de establecimiento correlaciona con la fecha de
nacimiento de las neuronas.
Ambos modelos difieren respecto al patrón migratorio. Según el modelo tradicional, las
neuronas migran directamente a la capa en la que se establecen, de acuerdo con su fecha de
proliferación. Según el modelo actual de desarrollo del neuroepitelio es distinto. Las capas de la
corteza cerebral se establecen siguiendo un patrón de dentro-hacia fuera, en relación con la
fecha de nacimiento, con la excepción de la capa, que contiene las primeras células que nacen
y ocupan la capa más superficial. A esta capa I y a sus células horizontales de Cajal, se les ha
asignado una función importante en la migración y en el proceso de estratificación de las
neuronas de la placa cortical.
Según este modelo, el patrón de migración de las neuronas de la placa cortical se caracteriza
porque todas las neuronas migratorias alcanzan la capa I, y después descienden hasta
alcanzar su capa, estableciéndose en ellas según el patrón de dentro hacia fuera. Las células
que se diferencian como células piramidales, no pierden su contacto con la capa I
Las células del cerebelo que proliferan en la zona ventricular (purkinje, golgi y de los profundos)
siguen la secuencia habitual de migración a través de la zona intermedia hasta situarse en su
capa. Las células granulares del cerebelo, no proliferan en la zona ventricular, sino en la capa
granular externa
Estas células siguen un proceso de migración inversa a través de la cual las células granulares
de la capa externa pasan a ocupar su sitio definitivo, la capa granular, bajo la capa de las
células de Purkinje. Posteriormente, la capa germinal desaparece y queda invadida por las
fibras paralelas y por las arborizaciónes de las dendritas de las células de Purkinje.
1. La que considera que la posición que toma una neurona al terminar su migración puede
estar determinada por la interacción que se establece con el entorno al que llega, es decir,
con las células previamente establecidas (teoría epigenética).
2. Opuesta a la anterior, que considera que el destino de las células puede estar ya
preestablecido en la zona ventricular (teoría perfeccionista)
Las neuronas inmaduras que formarán las distintas estructuras del SNC, normalmente
aparecen en la zona ventricular del neuroepitelio antes del nacimiento, e inmediatamente
después inician su periodo de migración para alcanzar su destino. En este proceso son guiadas
por la glía radial existente en la zona ventricular en el periodo de nacimiento de las neuronas
inmaduras. Son fundamentales las interacciones entre las células; las moléculas de adhesión
celular (MAC) existentes en la membranas celulares controlas el reconocimiento y la
adhesividad de las neuronas a la glía. El final del periodo migratorio también está controlado
por cambios en la adhesividad celular. En el SNP, el mecanismo de migración lo proporciona la
matriz extracelular, lo que pone de manifiesto la importancia de las interacciones entre los
distintos componentes del organismo durante el desarrollo.
El cono de crecimiento
Otro de los objetivos de las movimientos del cono es captar nuevo material de carácter nutritivo
para promover el crecimiento global de la neurona. En el entorno de las neuronas, existen
sustancias que favorecen el crecimiento de las prolongaciones. Entre estas denominadas
sustancias neurotróficas, el factor de crecimiento nervioso (FCN)
Afinidad química, la propuso Ramón y Cajal. Consideró que desde las zonas de destino de los
axones emanaban sustancias que los dirigían hacia ellas, que se denominan sustancias
neurotrópicas. Al factor de crecimiento nervioso (FCN), se le ha atribuido esta capacidad.
Una de las pruebas más contundentes de este mecanismo es la que se ha encontrado en la
placa del suelo de la médula espinal, en la que se han identificado unas moléculas, la netrinas
que tienen este efecto neurotrópico y dirigen las proyecciones comisulares (que cruzan) en la
médula espinal.
Se ha comprobado que los axones se dirigen hacia sus blancos guiados de diversos modos por
el entorno en el que crecen proporcionado por la matriz extracelular.
Tanto en el SNC como en el SNP, la sinaptogénesis se lleva a cabo en dos fases. Una primera
fase de sobreproducción en la que se forman numerosas sinapsis provisionales, y una segunda
fase en la que se eliminan muchas de las que se realizaron inicialmente y se reorganizan las
restantes.
La supervivencia de las neuronas depende del establecimiento de conexiones con sus blancos.
Hipótesis neurotrófica, en principio se aplicó al SNP, según la cual las células blanco liberan
el FCN que actúa a nivel de las sinapsis, promoviendo el mantenimiento y supervivencia de las
neuronas.
Cuando se han ajustado las poblaciones neuronales ocurre también un reajuste de los
contactos sinápticos. Esta es una segunda fase de la sinaptogénesis, que incluye la
eliminación de sinapsis realizadas previamente, y la formación de sinapsis nuevas para hacer
más preciso el patrón de inervación.
Esta segunda fase coincide con el comienzo de la actividad neural en respuesta a la actividad
externa y, en este momento del desarrollo, es determinante de los cambios que se llevan a
cabo en la organización del SN. Este periodo en el que el SN es vulnerable a las influencias
que están más allá de la programación intrínseca se denomina periodo crítico o periodo de
máxima susceptibilidad. Otros factores influyen sobre las distintas fases del desarrollo de SN,
como las hormonas gonadales, que actuando en periodos críticos del desarrollo diferencian
sexualmente el SN y la conducta, y otros muchos factores, internos como externos, que
influyen en el desarrollo del mimo, como el estrés materno, las condiciones ambientales, la
nutrición etc. Todos son factores epigenéticos.
CAPÍTULO – 17
INTRODUCCIÓN
Las células nerviosas se comunican entre sí y con otras células como las musculares o las
glandulares gracias a la generación y transmisión de impulsos eléctricos. La capacidad de las
células para responder mediante impulsos eléctricos a la estimulación física se llama
excitabilidad.
Las células nerviosas tienen muy acentuada esta propiedad debido a que ciertas proteínas de
sus membranas, (canales iónicos) son capaces de alterar rápidamente la distribución de cargas
eléctricas que existe a uno y otro lado de la membrana, generando corrientes eléctricas que se
transforman en señales susceptibles de ser transmitidas a otras células.
Estos potenciales son las señales eléctricas de que se valen las células nerviosas para
comunicarse entre sí.
Las neuronas cuando no están activas, en reposo tienen una diferencia de potencial a través
de su membrana de entre 60 y 70 milivoltios (mV). El interior de la célula es negativo respecto
al exterior extracelular, por lo que se dice que el potencial de reposo está entre –60 y –70 mV.
Lo que refleja la diferencia de potencial es una distribución desigual de la carga eléctrica a
ambos lados de la membrana celular. Hay un exceso de carga negativa en el interior celular y
un exceso de carga positiva en el exterior celular. La carga eléctrica la llevan los iones y la
distribución desigual es el resultado de:
Al haber diferentes concentraciones de los iones dentro y fuera de la célula, los iones tienden a
moverse en función del gradiente de concentración. Desde una zona de alta concentración a
otra de baja concentración.
Los iones Na y los aniones no pueden atravesar la membrana en una cantidad apreciable
porque la membrana es prácticamente impermeable a ello. Los iones potasio y cloro, pueden
atravesar la membrana en cantidades apreciable. Cuando ocurre un exceso de cargas
negativas se acumula en el interior de la membrana, mientras que un acumulo de cargas
positivas se congrega en el exterior de la membrana. El resultado de este desequilibrio es la
diferencia de potencial en reposo de la neurona o potencial de reposo.
Cuanto más grande sea la diferencia en concentración, mayor será la tendencia a la difusión de
los iones y más grande la diferencia de potencial que se establezca.
La bomba más conocida es la bomba Sodio-Potasio, que expulsa los iones Na + de dentro de la
neurona e impulsa los de K+ hacia el interior. La bomba se activa por la cesión de un grupo
fosfato proveniente del ATP para producir ADP. Después del intercambio de iones, el grupo
fosfato se libera a su vez de la bomba, la cual está lista para iniciar el proceso. La mayoría de
las bombas intercambian más sodio que potasio. Concretamente, 3 iones de Na + por cada 2 de
K+. Se les llama bombas electrogénicas, porque contribuyen a la creación de una diferencia de
potencial a ambos lados de la membrana. Cuanto más Na + deja la neurona y más K + entra en
la célula la diferencia de potencial es más negativa.
POTENCIALES DE ACCIÓN
Los potenciales de acción son los impulsos eléctricos que emplean las neuronas para
comunicarse unas con otras. Los potenciales de acción se propagan, se regeneran
continuamente a lo largo del axón, de una manera que su magnitud es igual al principio y al
final. Esa capacidad de regeneración del impulso nervioso, que es independiente de la longitud
del axón, tiene una importancia capital en la comunicación de información en el sistema
nervioso.
Si la corriente que se hace pasar hace al potencial de membrana más negativo, la respuesta de
la membrana es pasiva y a este fenómeno que hace que la diferencia de potencial cambie
hacia una mayor negatividad se llama hiperpolarización.
Cuando la membrana está en reposo la permeabilidad para el ion de sodio es treinta veces
menor que para el potasio, pero cuando se inicia la despolarización la membrana se hace
mucho más permeable al ión sodio que al ion potasio. Parece claro que el cambio en la
permeabilidad de la membrana está ligado a una mayor conductancia para el ion Na +. El
término conductancia es muy similar al de permeabilidad.
Durante la fase de generación del potencial de acción, la conductancia para el sodio es mayor
que la del potasio entre 20 y 50 veces, lo cual supone una reducción de la resistencia de la
membrana de 1000 ohmios/cm2 a 20 ohmios/cm2.
Las conductancias relativas de Na + y K+ dependen del potencial y del tiempo. Una vez iniciada
la despolarización la conductancia al ion sodio aumenta rápidamente pero desciende a niveles
similares a los del potencial de reposo después de 1 milisegundo. La conductancia para la
salida del ion potasio aumenta lentamente tras la despolarización y disminuye solamente
cuando se produce la caída del potencial como consecuencia de la disminución de la
permeabilidad al ion sodio. Laconductancia para el ion Cl- no cambia durante la generación de
un potencial de acción. La conductancia para este ion no afecta a la producción de los
potenciales de acción.
La entrada el ion de calcio en el terminal es presináptico es esencial para que pueda hacerse la
liberación de los neurotransmisores desde el terminal presináptico.
En algunos casos las células nerviosas con suficientes canales de calcio dependientes de
voltaje en sus membranas pueden generar potenciales de acción basados en el movimiento de
los inoes de Ca2+
La despolarización en los terminales nerviosos hace que los canales de calcio se abran en la
zona activa de la liberación de los neurotransmisores, de forma que la concentración interior de
calcio llega a ser mil veces mayor en poco tiempo. Se piensa que este aumento grande y
rápido en la entrada del ion calcio facilita que la liberación de los neurotransmisores al espacio
sináptico se sincronice en el tiempo.
La mayoría de las células nerviosas tienen tres tipos de canales iónicos para el Ca 2+
dependientes del voltaje. El canal tipo L permanece abierto todo el tiempo que dura la
despolarización, posee una capacidad de inactivación baja. Los canales tipo N y P se
inactivan más rápidamente, una vez producida la despolarización en el terminal presináptico.
La participación de estos tipos de canales en la liberación de los neurotransmisores parece que
es más importante que la del canal L, se emplean con mayor frecuencia antagonistas de estos
canales de calcio para regular la comunicación química cerebral.
Es estudio de las propiedades de los canales de iones de calcio y de otros iones sensibles al
voltaje ha permitido establecer que todos los canales dependientes de voltaje tienen
características muy similares a las conocidas de los Na + y K+ de los axones. Su permeabilidad
de pende de la diferencia de potencial de la membrana, pero difieren en su especificidad para
uno u otro ion, en el tiempo de apertura y / o cierre desde el inicio de la despolarización y en su
sensibilidad ante diferentes sustancias que regulan su actividad.
En otros casos, un canal iónico dependiente de voltaje puede regular la actividad de otro canal
iónico. En las células piramidales del hipocampo y otras neuronas hay una salida lenta de iones
K+ dependiente de calcio. Cuando se produce la despolarización, la apertura de los canales de
Ca2+ hace que entre en la célula, lo cual produce también la apertura de los canales de K + y ello
da lugar a que en esos potenciales de acción haya una apreciable parte postero-
hiperpolarizante, antes de alcanzarse de nuevo el potencial de membrana.
La membrana de las células nerviosas tiene muchas equivalencias con los circuitos eléctricos.
Las cargas eléctricas se mueven por donde hay menos resistencia, y la resistencia interna del
axón (su citoplasma) Ri, es más pequeña que la de la membrana, Rm, los iones inyectados
tenderán a ir por el citoplasma del axón y no atravesarán la membrana.
La Rm está determinada por las propiedades estructurales de las membranas (nº canales
iónicos y capas de mielina que las envuelven), la Ri, está determinada por el diámetro del axón.
Cuanto más grueso sea el axón, menor Ri tendrá. Se estima que la Ri es inversamente
proporcional al cuadrado del radio del axón.
El potencial de acción sólo se propaga en una dirección a lo largo del axón: desde el soma
neuronal al terminal presináptico. Es debido a que tras la despolarización, hay un periodo
refractario, la membrana queda en estado refractario durante 1,5 milisegundos. La
refractariedad de la membrana tras la despolarización es consecuencia de:
1. La inactivación de los canales de Na +. (tiempo de espera para que puedan abrirse para la
generación de un nuevo potencial de acción)
Estos dos fenómenos hacen que el potencial de acción se genere sólo hacia delante desde el
punto de inicio y no hacia atrás.
Otra ventaja de la mielina es que la corriente que fluye por este tipo de axoness es saltatoria.
El potencial de acción salta de un nódulo de Ranvier al siguiente sin que sea preciso que se
regenere a lo largo del todo el axón.
Si el potencial de acción se regenera solamente en los nódulos de Ranvier, ello quiere decir
que solamente en esa zona activa de la membrana hay canales iónicos de Na + y K+. Lo que
supone un ahorro importante para la neurona porque:
TRANSMISIÓN SINÁPTICA
Los contactos funcionales entre células nerviosas o entre neuronas y células efectoras como
células secretoras o fibras musculares se denominan sinapsis.
En el caso de las sinapsis eléctricas, las dos células nerviosas entran en estrecho contacto,
de forma que los canales iónicos de las dos células se juntan y permiten el paso de iones y
otras moléculas pequeñas de una célula a otra.
SINAPSIS QUÍMICAS
En las sinapsis químicas, las neuronas presinápticas tienen una serie de vesículas
presinápticas que contienen a las sustancias neuroactivas que van a ser liberadas por el
terminal. Normalmente, en el sitio donde van a ser liberadas, las vesículas sinápticas se
disponen muy agrupadas cerca de la membrana presináptica, zonas activas, justo por donde
se libera el contenido de las vesículas.
Las sinapsis tipo II es inhibidora y se encuentra en contacto sobre los cuerpos neuronales,
principalmente. Las vesículas tienen formas variadas, generalmente aplanadas sus medidas
entre 25 y 50 nm. El espacio sináptico no es tan amplio y las estructuras densas al lado de las
membranas pre y postsinápticas se agrupan en sitios concretos y no están tan regularmente
espaciadas como en el caso del tipo I.
La diferencia más importante entre las tipo I y II sea la morfología de las vesículas.
Hay otras sustancias que se liberan de las neuronas neuromoduladores, tiene las vesículas
más grandes y esféricas que los neurotransmisores.
Se puede saber si una sinapsis tiene función excitadora, inhibidora o moduladora por la
morfología de sus vesículas.
Es posible que un mismo terminal pueda liberar distintos tipos de sustancias neuroactivas.
Respecto al tipo de conexión, los contactos sinápticos más comunes son entre los axones y las
dendritas, axodendríticos y suelen ser excitadores. Hay sinápsis entre axones y el cuerpo
neuronal, axosomáticas, son generalmente inhibidoras.
En las sinapsis sobre neuronas tipo Golgi II pueden darse conexiones dendrodendríticas y
conexiones axoxónicas, estas últimas son inhibodoras y su interacción se llama inhibición
presináptica. Las sinapsis dendrodendríticas muestran un perfil complejo. Puede haber una
serie de conexiones entre dendritas en un área determinada constituyendo sinapsis
dendríticas en serie o puede haber sinapsis dendríticas recíprocas donde una dendrita
recibe conexiones de otra dendrita y, a su vez, la dendrita recibe la sinapsis de otro contacto
sináptico con la primera. En este caso una de las conexiones es excitadora y la otra inhibidora.
En muchas células sensoriales como las células ganglionares de la retina las células pilosas
auditivas aparece un tipo de sinapsis caracterizado por la formación de una cinta o barra de
material denso en el terminal presináptico. Con frecuencia , en las sinapsis en cinta hay dos o
tres neuronas postsinápticas inervadas por una sola presináptica y en todas esas neuronas
postsinápticas se observa la conocida acumulación de material denso.
Decimos que los potenciales sinápticos son potenciales locales o graduados porque van
disminuyendo gradualmente en intensidad.
Aún con intensidad disminuida, muchos de estos potenciales locales alcanzan al final el cono
axónico y se produce una sumación temporal espacial de las corrientes que llegan al mismo
tiempo y al mismo punto, ya sean inhibidoras o excitadoras. En el cono axónico, la neurona
hace una integración de la información recibida para dar una respuesta o no darla.
SINAPSIS ELÉCTRICA
En las sinapsis eléctricas hay una continuidad directa entre las dos células en contacto
uniones hendidas y están constituidas por canales iónicos unidos. Tanto los iones como las
moléculas pequeñas pasan al interior de una célula a la siguiente a través de esos canales
iónicos por las que están unidas.
En la mayoría de las sinapsis eléctricas, la información puede pasar de una neurona a otra
indistintamente, hay un flujo bidireccional de la información, aunque en algunas puede ser
unidireccional como en las sinapsis químicas.
La hendidura entre ambas neuronas no supone una verdadera separación entre ellas, dado
que existen proteínas que unen a las dos células formando los canales iónicos que las
conectan en aposición.
UNIÓN NEUROMUSCULAR
Unión neuromuscular es la sinapsis que se produce entre los nervios y los músculos. Al llegar
a los músculos, los axones de los nervios motores pierden su capa de mielina y se distribuyen
en varias ramas alargadas y terminadas en numerosos botones sinápticos que se integran
sobre la superficie de la fibra muscular.
Entre los terminales y las fibras musculares hay una hendidura sináptica, dentro de la cual está
la lámina basal que sigue al contorno del músculo. Desde la hendidura sináptica salen una
serie de invaginaciones postunión hacia las fibras musculares que se expanden a lo largo de
la lámina basal. Al conjunto de invaginaciones a lo largo de la lámina basal sobre la superficie
motora se llama placa motora terminal. Sobre esta placa se produce la liberación del
neurotransmisor acetilcolina, proviniente de las terminaciones axónicas que se introducen en el
músculo, que produce un potencial de acción potencial de placa.
Estos terminales nerviosos están cubiertos de células de Schwann, que emiten invaginaciones
a intervalos espaciados hacia el interior del terminal creando una especie de pequeñas zonas
de separación a lo largo del terminal axónico zonas activas. En ellas hay mitocondrias y
numerosas vesículas de acetilcolina. Las zonas activas están situadas enfrente de las
invaginaciones postunión de modo que, después de la estimulación de dicha zona, las
vesículas vierten su contenido al espacio sináptico directamente enfrente de esas
invaginaciones mediante exocitosis.
A los potenciales excitadores, por se pequeños son potenciales postsinápticos excitadores
miniatura.
En ocasiones un terminal sináptico hace sinapsis sobre otro terminal sináptico, suelen ser
inhibidoras inhibiciones presinápticas.
Los neurotransmsores interactúan directamente con los canales iónicos de las membranas
neuronales. Otro modo de afectar a la actividad celular de las neuronas postsinápticas
mediante: interacción con determinadas proteínas de las membranas celulares ligadas a
enzimas específicas. Esta forma de activar a las células nerivosas es la que caracteriza a los
mensajeros químicos neuromoduladores. Este término también se aplica a todas las
sustancias que contribuyen a la liberación, recaptación, unión del neurotransmisor a sus
receptores.
Cuando una sustancia funciona como neurotransmisor o como neuromodulador hay diferencias
en cuanto al tiempo de inicio de sus acciones. La latencia para que se produzcan cambios en el
potencial de membrana por efecto de un neurotransmisor está normalmente entre 0,5 y 1
milisegundo, y la duración del efecto de 10 a 100 milisegundos. Los cambios fisiológicos que
están mediados por las acciones de los neuromoduladores suelen tener latencias muy largas
segundos y los cambios pueden durar hasta minutos u horas. Se piensa que los cambios lentos
en la función cerebral están regulados por neuromoduladores.
Todo los tipos de receptores median distintas acciones de las sustancias neuroactivas. Con
frecuencia, una misma sustancia puede actuar como excitadora o inhibidora dependiendo esta
función dual del tipo de receptor que participe. Dos o más sustancias neuroactivas pueden
existir en los terminales nerviosos y también a menudo una de las sustancias se comporta
como un neurotransmisor y la otra como neuromodulador en la misma sinapsis.
Fosforilación, mecanismo celular bastante común y muy importante para activar e inactivar
reacciones bioquímicas o para modificar proteínas.
Mediante la fosforilación de quinasas se puede afectar el paso de los iones a través de los
canales de diferentes formas:
1. modificando la frecuencia y la duración de apertura
2. regulando el número de canales que pueden estar activos y la selectividad iónica de los
mismos.
Los efectos de las sustancias neuroactivas no son sólo presinápticos y que los terminales
pueden también tener sus propios receptores autorreceptores, que son receptores
presinápticos que participan en la regulación de la síntesis de la sustancia que es liberada de
su terminal.
Criterios para identificar a una sustancia como neuroactiva
1. Que la sustancia esté presente en un terminal nervioso y que sea sintetizada por la
neurona
3. Que la sustancia candidata remede exactamente los efectos de las sustancias que son
liberadas naturalmente sobre las membranas postsinápticas.
La serotonina (5-HT) se sintetiza a partir del aminoácido triptófano con la intervención de dos
enzimas. Se sintetiza en otras regiones troncoencefálicas, los núcleos de rafe, desde donde
salen poryecciones a todo el cerebro y a la médula espinal.
Se piensa que las aminas biógenas tienen una función relacionada con estados afectivos y de
activación cerebral.
Se dice que todos los neurotransmisores conocidos que actúan a través de canales iónicos
pertecen a la misma familia desde el punto de vista molecular.
Todos los receptores de las catecolaminas excepto el tipo 5-HT 3 están unidos a proteínas G
en zonas determinadas del canal iónico en el interior celular dominios de unión.
A los receptores unidos a proteínas G que activan mediante una serie de reacciones
bioquímica el metabolismo celular para producir la respuesta neuronal tras la llegada de la
sustancia neuroactiva se les llama metabotrópicos. A los que abren los canales iónicos son
ionotrópicos. La mayoría de los receptores catecolaminérgicos son metabotrópicos,
solamente 5-HT3 es ionotrópico.
Los aminoácidos transmisores son los principales neurotransmisores excitadores e
inhibidores del sistema nervioso. Entre los excitadores están el glutamato y aspartato entre
los inhibidores gamma-aminobutírico (GABA) y la glicina, los cuatro son muy parecidos
desde el punto de vista químico.
Hay otras sustancias que también son aminoácidos y que tienen acciones excitadoras o
inhibidoras como la cisteína y la histamina.
Se ha comprobado que los aminoácidos excitadores como los del glutamato producen
potenciales sinápticos excitadores en las neuronas que constan de un componente rápido
cuando se activa el receptor de no NMDA y otro componente más lento que está mediado por
el receptor NMDA. Existen agonistas y antagonistas que se unen a estos receptores y también
al canal por el que entra sodio y calcio.
Los neuropéptidos son muy numerosos en el sistema nervioso y se localizan en todos los
circuitos nerviosos. Se cree que todos ellos se liberan en los contactos sinápticos en el cerebro.
Suelen contener entre 3 y 40 aminoácidos. Hay 4 grandes grupos:
1. Péptidos que son también factores de liberación hipotalámicos, como la THR, y el CRF, la
somatostatina...
4. Un grupo eléctico que contiene péptidos como los opiáceos (endorfinas, encefalinas,
dinorfinas), el neuropéptido Y, la angiotensina II, etc.
Las funciones de los neuropéptidos son muy variadas: regulan la ingesta de comida, de bebida,
el comportamiento sexual, procesos de aprendizaje y memoria, situaciones estresantes y
participan también en el control del dolor, como en el caso de los opioides endógenos.
EL GUSTO Y EL OLFATO
Los sentidos son las vías por las que los datos de la realidad circundante acceden al sistema
nervioso de las especies que lo poseen. El sistema nervioso maneja información codificada
eléctricamente en forma de impulsos eléctricos o potenciales de acción. Las neuronas
transmiten información cuando sufren la despolarización brusca y completa en que consisten
los potenciales de acción. Cualquiera que sea la información que un organismo con sistema
nervioso recoja, siempre la va a codificar en impulsos nerviosos.
J. Müller propuso la llamada ley de las energías nerviosas específicas para tratar de explicar
el hecho de proporcionar información sobre las diferentes modalidades sensoriales ya que todo
los potenciales de acción por estimulación son cuantitativa y cualitativamente iguales.
Explicación: las vías nerviosas que transmiten la información sensorial al sistema nervioso
central llevan esa información a zonas determinadas, diferentes para cada modalidad: las vías
visuales proyectan al cortex occipital, mientras que las vías auditivas lo hacen sobre la corteza
temporal, etc. La ley de J. Müller recibe el nombre de ley de líneas marcadas que hace
referencia a que las vías sensoriales siguen un trayecto predeterminado y genéticamente
programado, desde los receptores a las áreas de proyección sensorial donde se “interpreta” o
descodifica la información recibida.
La estimulación sensorial depende de a qué parte del sistema nervioso central lleguen los
impulsos nerviosos y no de cuál haya sido la energía estimular. Los receptores sensoriales
están especialmente “sintonizados” con la modalidad sensorial o tipo de energía a la cual
responden normalmente.
Una cosa es el umbral sensorial individual y otra el umbral de respuesta del receptor sensorial.
En el primer caso se trata de una respuesta psicológica y en el segundo de una respuesta
fisiológica.
Los receptores olfatorios, cutáneos propio-e interoceptivos son del primer tipo (son neuronas),
la vista, el oído, el equilibrio y el gusto cuentan con receptores especializados. Dependiendo de
si el mecanismo es del segundo tipo, la transformación de la energía física en impulsos
nerviosos requiere la intervención de una célula no neuronal especializada, mientras que en el
primer caso la estimulación incide directamente sobre la neurona sensorial.
Según esto todas las modalidades sensoriales tienen que generar un potencial generador en
las neuronas sensoriales, bien directamente o a través de la acción de los receptores
especializados sobre la neurona sensorial aferente.
Hay modalidades sensoriales como la visión o la audición, que producen tanto potencial de
receptor como potencial generador, mientras que el tacto, el dolor, el calor o los receptores
popioceptivos, se sirven únicamente de potenciales generadores.
Para que un organismo pueda verse afectado por una estimulación ambienta, es preciso que
ese potencial generador sobrepase el umbral de disparo de la neurona sensorial y se
transforme en un potencial de acción.
Codificación de la intensidad
Unos receptores son más fidedignos que otros en lo que se refiere a codificación de la
intensidad de la estimulación como a su duración.
Los receptores que se adaptan deprisa son receptores fásicos, los que tardan mucho o no son
adaptables son receptores tónicos.
Los receptores fásicos informan esencialmente de cambios en la estimulación, los tónicos
están diseñados para proporcionar información más fidedigna, y realista sobre los aspectos de
la realidad de los que es conveniente estar informados: equilibrio, dolor, grado tensión en
tendón, etc.
La actividad fisiológica de una neurona sensorial resulta modificada por la estimulación de los
receptores sensoriales que contacten con ella: campo receptivo, este concepto no se
circunscribe a los receptores o a las neuronas sensoriales, también se habla de campo
receptivo de neuronas de relevo sensorial de segundo o tercer orden, según el número de
sinapsis que han tenido lugar hasta afectar a esta neurona (2º orden = 1 sinapsis, 3º orden = 2
sinapsis).
Los campos receptivos de las neuronas ganglionares de la retina o de las de segundo o tercer
orden que transportan información de origen táctil, tienen campos receptivos más grandes y
complejos, donde no sólo hacen sinapsis los receptores sensoriales sino también las
interneuronas inhibitorias estimuladas por receptores próximos.
LOS QUIMIORECEPTORES
Los más nombrados y conocidos son los del gusto y los del olfato.
El olfato y el gusto hacen posible que los organismos vivos tengan la posibilidad de reaccionar
frente a su entorno de una forma adaptativa que haga viable su supervivencia y reproducción.
Los sentidos químicos son más antiguos filogenéticamente hablando, puesto que hasta
organismos unicelulares como las bacterias los poseen. A la capacidad de detectar la
presencia de sustancias químicas en el medio, y hasta cierto punto reconocerlas, es la
quimiotaxis o capacidad de ubicarse según las características químicas del entorno.
EL GUSTO
El sabor es la sensación resultante de la trasducción sensorial que tiene lugar en los receptores
del gusto, que se encuentran en la lengua, también en el paladar blando, la faringe, la laringe el
esófago y la epiglotis, que cierra la laringe para evitar que la comida o la bebida pase a los
pulmones y nos atragantemos.
Los botones del gusto de la lengua no se distribuyen de modo uniforme por ella. Se concentran
en la superficie superior de la papilas fungiformes y los bordes laterales de la papilas
foliadas y circunvalladas.
Cada tipo de papila se ubica en diferentes zonas de la lengua. Las circunvalladas a lo largo de
una franja en forma de V de la parte posterior de la lengua, las fungiformes por la superficie
anterior de la lengua, y las foliadas a lo largo de la superficie lateral de la lengua.
Una de las razones por las que percibimos más rápidamente ciertos tipos de sensaciones
gustativas, es que los botones gustativos de las papilas fungiformes comunican directamente
con la superficie externa de la lengua, mientas que los de las papilas cincunvalladas y foliadas
se encuentra en los pliegues laterales, lo que hace preciso paladear para conseguir que las
sustancias estimulantes del gusto se mezclen con la saliva y alcancen los intersticios de las
papilas donde están los botones.
El umbral de cada uno de los cuatro sabores básicos es más bajo en unas zonas que en otras:
los agradables, dulce y salado, por delante y los desagradables, ácido y amargo, por detrás.
También cuanto más soluble en agua o medios lipídicos sea una sustancia, mayor es su
probabilidad de producir sensaciones gustativas.
La trasducción gustativa
Hay muchas sustancias qímicamente diferentes que producen sensaciones gustativas similares
En el mecanismo de trasducción gustativa es evidente que tiene que haber alguna relación
entre las sensaciones gustativas provocadas por las sustancias que entran por la boca y sus
efectos sobre el organismo una vez ingeridas.
Las microvellosidades son estructuras lipoproteicas, como son todas las membranas celulares.
Las sustancias se ligan a las microvellosidades de los receptores, lo que provoca un cambio en
la conformación de la proteína de membrana y como consecuencia de ello, un cambio en la
permeabilidad para los iones .
1. Estímulo:
a) electrolitos, sustancias orgánicas
b) primordialmente hidrofílicas (excepto sabor amargo)
c) primordialmente no volátiles
2. Submodalidades:
a) dulce, salado, ácido, amargo, umami, metálico, etc.
3. Acceso:
a) difusión libre (sustancia hidrófilas)
b) mediante transportadores (vg. Sustancias amargas)
4. Medio
a) saliva mucus
6. Elemento Trasductor:
a) microvellosidades
8. Trasducción:
a) modulación directa de canales iónicos (salado, ácido)
b) proteínas G y segundos mensajeros (dulce, amargo, aminoácidos)
12. Sinapsis:
a) químicas entre las células del gusto y los aferentes primarios; entre las células del gusto y
las basales y los aferentes primarios.
13. Neurotransmisor:
a) probables: acetilcolina, serotonina, norepinefrina, péptidos...
LO DULCE
Los aminoácidos sirven como fuente para la producción de ATP (energía), pero sobre todo se
utilizan como elementos básicos para la síntesis de proteínas.
El proceso de trasducción sensorial del sabor dulce implica una despolarización de la célula
receptora. Esta despolarización puede ser una consecuencia del cierre del canal dependiente
de voltaje del potasio, que está normalmente abierto. El cierre de este canal, se encuentra en la
zona basolateral de las células receptoras, es el resultado de la acción del AMPc: el receptor,
estimulado por una sustancia dulce activa el enzima adelinato ciclasa, que cataliza la síntesis
de AMPc. Otro mecanismo gracias al cual las sustancias dulces inducen despolarización de las
células receptoras: la apertura de un canal de sodio en la zona apical.
No puede inferirse que exista un único tipo de receptor para el sabor dulce.
LO AMARGO
Si el sabor dulce es un indicio del valor nutritivo de las sustancias que así saben, el sabor
amargo es un indicio de que las sustancias pueden ser venenosas. El sabor amargo lo dan los
alcaloides, un tipo de sustancia producido de forma natural por numerosas plantas y cuyos
efectos venenosos son conocidos. Los individuos y especies que evitan los alcaloides han
sobrevivido y dejado más descendientes que los que poseían esa capacidad.
Hay varios datos que apuntan a que los grupos NO 2 y el átomo de sulfuro de los enlaces – S-S-
o C=S son responsables del sabor amargo de las sustancias que los contienen.
LO SALADO
La trasdución del sabor salado parece ser el resultado del paso de iones a través de canales
catiónicos independientes de voltaje presentes en la membrana apical de las células
receptoras. El paso de estos iones, cargados eléctricamente, altera el potencial eléctrico de las
células receptoras, lo que provoca la liberación de un neurotransmisor.
Parece ser que un canal apical para K +, similar al de Na+, es el responsable de la trasducción
del sabor salado propio de las sales de potasio.
LO ÁCIDO
Al igual que en el sabor salado, el ácido es consecuencia de las alteraciones en los canales
iónicos de la parte apical de la membrana receptora. Lo más probable, es que sea el ión
hidrógeno el causante de dicho sabor: al bloquear la salida espontánea y habitual de los iones
de potasio induce despolarización de la célula receptora. El valor del pH no predice la
intensidad de la acidez, al menos de los ácidos débiles como el ácido cítrico.
Las neuronas aferentes que entran en contacto sináptico con los receptores de los botones
gustativos de la lengua corresponden a los pares craneales VII (nervio facial) y IX
(glosofaríngeo). La faringe, también posee receptores gustativos, está inervada por el nervio
vago (par X). Los cuerpos celulares de estas neuronas se encuentran en diferentes ganglios de
la cabeza: los del nervio facial (VII) cuyas prolongaciones discurren por la cuerda del tímpano,
en el ganglio geniculado, los del glosofaríngeo (IX) en el ganglio petrosoK y los del vago (X) en
el nodoso. Estas neuronas se ramifican ampliamente al llegar a las proximidades de la lengua,
lo que les permite establecer sinapsis con muchos receptores gustativos a la vez. Mientras que
el facial inerva las papilas fungiformes, el glosofaríngeo establece sinapsis con las
circunvalladas y foliadas.
Los tres nervios craneales proyectan ipsilateralmente sus axones hasta hacer sinapsis en
elnúcleo solitario del bulbo raquídeo. Núcleo también conocido como núcleo del tracto
solitario (NTS), es un núcleo de relevo que interviene en el control de numerosas funciones
viscerales ya que recoge información proveniente del intestino, los pulmones y el sistema
cardiovascular.
Las neuronas del NTS recogen las aferencias gustativas, agrupadas en el núcleo gustativo
del núcleo solitario proyectan al tálamo (a la región parvocelular del núcleo medio-ventral
posterior). Del tálamo salen tractos nerviosos que discurren por la cápsula interna para llevar la
información gustativa hasta la corteza, a la región gustativa de la circunvolución postcentral
(área 3b de Brodman) que rodea por debajo y por delante al área somatosensorial
correspondiente a la lengua, y también a una zona conocida como ínsula.
Algunas neuronas gustativas del NTS proyectan sobre el núcleo parabraquial del puente que
participa en reflejos autonómicos relacionados con el gusto. Además envía proyecciones al
núcleo central de la amígdala, estructura que participa en el procesamiento de los aspectos
afectivos relacionados con la comida y bebida, y también al hipotálamo.
CODIFICACIÓN DE SABORES
La codificación de la cualidad sensorial está determinada por las conexiones que establecen
las fibras sensoriales. Según la fibra que estimulemos eléctricamente obtenemos una
sensación. Se conoce como teoría de líneas marcadas.
Cada neurona sensorial responde a más de una cualidad gustativa. Cada fibra responde de
modo especial a una cualidad sensorial. Ha sido posible clasificar las fibras gustativas, tanto las
que discurren por la cuerda del tímpano como las del nervio glosofaríngeo, según sea su
respuesta para lo dulce, salado, ácido o amargo.
Hay una cierta separación espacial entre las zonas de proyección sensorial de las cualidades
gustativas (mapa quimiotópico) en el Sistema Nervioso Central (médula, tálamo y corteza).
Todo esto apoya hasta cierto punto la teoría de codificación por líneas marcadas o vías
específicas.
EL OLFATO
Anatomía funcional
Las sustancias olorosas lo son porque algunas de sus moléculas se esparcen por el aire y
entran en contacto con los receptores olfativos, las neuronas receptoras olfatorias o
receptores olfativos.
LA CAVIDAD NASAL
Consta de dos huecos a ambos lados del septum nasal, cuyas paredes, ampliamente irrigadas
y con capacidad secretora regulada por el sistema nervioso autónomo, presentas tres o cuatro
pliegues que dificultan el paso franco del aire permitiendo que se humedezca y caliente antes
de llegar a los pulmones. Sólo en el techo del pliegue superior hay receptores olfativos, insertos
en la mucosa olfatoria.
LA MUCOSA OLFATORIA
Consta de receptores olfativos, las células de sostén y células basales. Este epitelio olfatorio
está cubierto por una capa de mucus de grosor variable.
Las células de soporte presentan microvellosidades, en tanto que los receptores proyectan
cilios (ramificaciones finas de la única dendrita de los receptores olfativos) hacia el interior de
la capa mucosa. La interacción entre las sustancias odoríferas y sus receptores tiene lugar en
los cilios, dentro de la capa de mucus que los recubre. El mucus, segregado por las glándulas
de Bowman, que también producen el pigmento amarillo característico de la mucosa olfatoria
(pituitaria amarilla), participa en el proceso receptor, haciendo que las moléculas olorosas se
muevan más despacio, debido a su viscosidad además de actuar como filtro no sólo para
proteger el epitelio sino también seleccionando las moléculas estimulares en función de sus
propiedades de hidro- y liposolubilidad: cualquier sustancia olorosa tiene que ser relativamente
hidrosoluble para entrar en la capa mucosa y también liposoluble para interactuar con la
membrana de los receptores.
Los receptores olfatorios son neuronas bipolares con una proyección dendrítica hacia la
superficie de la mucosa olfatoria donde se engrosa y proyecta sus cilios, y una proyección
axónica en su polo opuesto que, atravesando el hueso craneal a través de la placa cribiforme,
conecta ipsilateralmente con el bulbo olfatorio. Normalmente estos axones que son
extremadamente finos (tipo C) y amielínicos, van en paquetes de 100 a 1000, cubiertos por una
capa de mielina producida por células se Shwann. A diferencia de las neuronas normales, los
receptores olfatorios se regeneran, produciéndose nuevos receptores cada 60 días por
diferenciación de las células basales.
Los receptores olfatorios cuando interactúan con los estímulos apropiados, responden
generando potenciales graduados que se difunden pasivamente por el soma celular hasta
alcanzar el segmento proximal del axón, donde se genera un potencial de acción cada vez que
se alcanza el umbral de disparo. La trasducción olfativa se inicia en los cilios de las neuronas
receptoras. La frecuencia de los potenciales de acción depende de la concentración de la
sustancia olorosa. Una exposición prolongada da lugar a adaptación sensorial idéndica a la
que ocurre en los receptores gustativos.
Los axones desmielinizados de los receptores olfatorios hacen sinapsis con las dendritas de la
células mitrales, empenachadas y periglomerulares del bulbo olfatorio. Por cada 1000
axones sensoriales que entran al bulbo olfatorio sólo sale uno perteneciente a neuronas
mitrales o empenachadas. La disposición espacial de los árboles dendríticos de estos tipos de
células en la zona más periférica del bulbo olfatorio es muy definida, en glomérulos, (forma
redondeada), el área en su conjunto es el área glomerual.
Al bulbo olfatorio llegan aferencias (axones) procedentes de otras estructuras del sistema
nervioso central (fibras comisurales, colaterales del núcleo olfatorio anterior, y otras fibras
centrífugas originadas en la banda diagonal de Broca) las células granulares y periglomeruales.
Sobre la codificación de la información olfativa, la cualidad, hay datos que apuntan a que
determinados glomérulos responden frente a determinados tipos de olores.
Los axones de las células mitrales y empenachadas del bulbo olfatorio, agrupados en el tracto
olfatorio, proyectan directamente sobre el córtex prepiriforme, el núcleo del tracto olfatorio
lateral, el núcleo olfatorio anterior, el tubérculo olfatorio, los núcleos anterior y
corticoposterolateral de la amígdala, el extremo rostroventral de hipocampo anterior y las
áreas entorrinales dorsomedial y lateral. Parece ser que también llegan proyecciones bulbares
a la banda diagonal de Broca.
La información olfativa llega hasta diferentes estructuras del mesencéfalo y del diencéfalo a
través de diferentes vías paralelas.
Vías tálamo-corticales
Las fibras olfativas del córtex piriforme y otras procedentes de la amígdala hacen sinapsis en el
núcleo dorsomedial del tálamo. La información olfativa recogida en el tálamo se proyecta a la
corteza orbitofrontal, donde se procesaría la información olfativa a nivel consciente.
Algunas fibras del cortex piriforme y del tubérculo olfatorio, que discurren por el haz
prosencefálico medial, proyectan sobre el hipotálamo, así como también algunas fibras
procedentes de la amígdala. El área entorrinal proyecta sobre el hipocampo. Otras fibras
olfativas procedentes probablemente del núcleo olfatorio proyectan sobre la habénula.
Vias reticulares
Parece ser que las feromonas afectan directamente a la secreción de hormonas hipotalámicas
e hipofisiarias del eje hipotálamo-hipofisiario gonadal.
Las vías nerviosas a través de las cuales las feromonas ejercen sus efectos. En los roedores
se ha descrito una estructura olfativa distinta de la propia mucosa olfatoria: el órgano
vomeronasal u órgano de Jacobson, especializada, tiene en el cerebro un área de
proyección, el bulbo olfativo accesorio, que se distingue morfológicamente del bulbo olfatorio
principal y que se encuentra un poco por detrás de éste. En ratas la lesión del bulbo olfatorio
accesorio afecta negativamente a la conducta sexual de los machos, suprimiéndola en machos
sin experiencia y deteriorándola en machos experimentados.
Las proyecciones límbicas del sistema olfatorio humano pueden explicar el efecto que las
feromonas tienen en nuestra especie: se ha descrito que las mujeres que viven juntas tienden a
ovular a la vez, que la capacidad olfativa de las mujeres aumenta notablemente en la fase
ovulatoria del ciclo.
CAPÍTULO – 20
TACTO Y DOLOR
Los sentidos somáticos son los mecanismos nerviosos que recogen información de lo que
ocurre tanto en la superficie del cuerpo como en su interior. Los receptores que captan la
información somática están distribuidos por todo el cuerpo, comprenden cuatro modalidades:
La piel
La dermis, se encuentra debajo de la epidermis. Derivada del mesodermo, está formada por
tejido conjuntivo, también contiene fibras de colágeno y fibras elásticas. En la parte más
profunda existe tejido adiposo, que forma una capa aislante de grasa. Todos estos elementos
son fundamentales para dar a la piel fortaleza, proporcionar aislamiento y regular la
temperatura. Esta capa también contiene terminaciones nerviosas, capilares, folículos pilosos y
glándulas sudoríparas y sebáceas.
RECEPTORES CUTÁNEOS
La mayoría de los receptores del sistema somáticos son mecanorreceptores, que son sensibles
a la deformación física, y terminaciones nerviosas libres.
Las terminaciones nerviosas libres, se encuentras por toda la piel y en muchos otros tejidos
y constituyen el receptor sensorial más sencillo. Consiste en terminaciones nerviosas que
llegan hasta las capas más profundas de la epidermis y hasta la dermis. A través de su
estimulación percibimos las sensaciones de dolor y temperatura. Pueden proceder de axones
amielínicos (fibras C) o axones mielinizados (fibras A ). Las sensaciones que se producen por
la estimulación de estos dos tipos de fibras son diferentes. El dolor punzante que sentimos
cuando tocamos una plancha caliente y retiramos la mano es mediado por fibras A , mientras
que el dolor constante y ardiente que se mantiene posteriormente se debe a las fibras C.
Las sensaciones térmicas también están mediadas por estas fibras. Las señales de calor son
transmitidas por fibras C, las señales de frío lo son por fibra A .
Los mecanorreceptores captan diferentes sensaciones (vibración, pinchazo, golpe, presión) y
pueden dividirse en función del modo de responder a los estímulos constantes. Los hay de
adaptación lenta que dan una respuesta constante mientras se mantiene la estimulación, los
de adaptación lenta responden a la aparición y al cese de estimulación, pero no a la duración
del estímulo.
La piel gabra posee una gran capacidad de discriminación debida a una densidad de inervación
mucho mayor que la de la piel con pelo. Diferentes mecanorreceptores encapsulados están
especializados en proporcionar información al SNC sobre los estímulos que producen una
deformación de la piel. La piel gabra tiene dos tipos de mecanorreceptores: los corpúsculos
de Meissner y los discos de Merkel.
La zona profunda de la dermis en los dos tipos de piel, contiene otros dos tipos de
mecanorreceptores encapsulados: los corpúsculos de Pacini y los de Ruffini.
Los corpúsculos de Pacini, son de gran tamaño y se aíslan fácilmente. Su estructura le hace
especialmente sensible para señalar los cambios rápidos de presión. Es un receptor de
adaptación rápido, esa rápida adaptación hace que cese la respuesta aunque se mantenga la
presión. Cuando la presión deja de ejercerse, responde de nuevo, ya que es estimulado
cuando se produce un cambio en la intensidad del estímulo. Es fundamental para transmitir
información sobre los cambios rápidos en la presión.
Los corpúsculos de Ruffini se localizan en las capas más profundas de la dermis. Se adaptan
muy lentamente, desempeñan un papel fundamental para señalar estados continuos de
deformación de la piel. Transmiten sus señales a través de fibras mielinizadas de gran diámetro
(tipo AB). Las terminaciones nerviosas libres transmiten sus señales más lentamente en las
fibras A y C.
En las zonas de la piel más sensibles al tacto el número de receptores por área es mayor, y
cuentan con una elevada densidad de inervación. Hay un mayor número de neuronas en el
SNC dedicadas a la información sensorial de las yemas de los dedos que al procesamiento de
otras partes del cuerpo.
Transducción
La información captada por diferentes mecanorreceptores llega a las neuronas de los ganglios
de la raíz dorsal de la médula espinal. Las neuronas receptoras cuentan con regiones
especializadas que van a llevar a cabo las funciones tanto de transducción sensorial como de
transmisión de la información al SNC. Su morfología permite realizar ambos procesos. Sus
somas se localizan en los ganglios de la raíz dorsal de los nervios espinales, son neuronas
unipolares (pseudounipolares) y su axón se divide cerca del cuerpo neuronal en dos
ramificaciones: una proyecta a la periferia, hacia el receptor de la piel (corpúsculo de Meissner);
la otra proyecta hacia el SNC. El terminal de la ramificación periférica del axón es la única zona
de la célula que es sensible a la energía del estímulo y actúa como las dendritas o el soma de
cualquier neurona ya que admite potenciales graduados. El resto de la ramificación periférica,
junto con la ramificación central constituyen la fibra aferente primaria y transmite información al
SNC.
1. el estímulo que incide sobre la piel es modificado por las células accesorias que rodean al
receptor.
2. El estímulo mecánico incide sobre la membrana de la zona receptora de la neurona
sensorial para producir un cambio en su potencial de membrana- potencial receptor.
3. Este cambio de potencial puede producir un potencial de acción en la fibra nerviosa
aferente.
Para transformar la energía mecánica en potenciales de acción, la membrana del terminal del
axón cuenta con canales iónicos que son sensible a la deformación mecánica.
El tiempo que está actuando un estímulo y el tiempo que lo estamos percibiendo, determina la
duración de la sensación. Esta es función de la relación entre la intensidad del estímulo y la
intensidad percibida. Cuando la estimulación se mantiene por un tiempo, la intensidad que
percibimos va disminuyendo, y este descenso es el proceso de adaptación, tiene lugar a nivel
de los receptores sensoriales es un componente fundamental para la adaptación que
percibimos. La duración de un estímulo va a ser codificada por el patrón de descarga de los
receptores con diferente grado de adaptación.
Los receptores de adaptación rápida como los corpúsculos de Meissner y de Pacini, descargan
potenciales al comenzar la presión, pero si el estímulo se mantiene con las mismas
características, estos potenciales rápidamente disminuyen. Cuando la presión cesa, estos
receptores de adaptación rápida generan de nuevo un potencial que señala que se ha
producido otro cambio. La duración de un estímulo se define en este caso por aquellos
acontecimientos que producen una respuesta de los receptores de adaptación rápida, y éstos
son la aparición y la terminación del estímulo.
Los nervios periféricos van a conducir la información desde los receptores somatosensoriales
hasta la médula espinal. Los nervios periféricos incluyen fibras nerviosas aferentes y eferentes
correspondientes a la misma parte del cuerpo. Los nervios periféricos se agrupan para formar
los nervios espinales y, ya en la proximidad de la médula espinal, las fibras aferentes se
separan de las eferentes y entran a través de las raíces dorsales. El área de la piel inervada
por las fibras de cada raíz dorsal constituye un dermatoma.
La médula espinal constituye la vía a través de la cual la información sensorial de los miembros
y el tronco llega al encéfalo. La sensibilidad de la cara es conducida por el nervio trigémino. Los
axones aferentes primarios llegan a las raíces dorsales y entran en la médula espinal
separados en función de su tamaño, las fibras de mayor diámetro penetran medialmente, los
pequeños axones mielinizados y no mielinizados lo hacen lateralmente.
Vías ascendentes
Ambos sistemas tienen un patrón común de organización con tres relevos sinápticos entre la
periferia y la corteza cerebral.
1. El axón de la primera neurona (neurona sensorial de primer orden o primaria), cuyo soma
se localiza en los ganglios de la raíz dorsal, hace sinapsis en la sustancia gris ipsilateral de
la médula espinal o en núcleos del bulbo raquídeo.
Ambos sistemas presentan diferencias importantes como el lugar del neuroeje donde se
produce la decusación (el sistema anterolateral cruza en la médula y el lemniscal en el bulbo).
La mayoría de los axones del sistema lemniscal llegan al tálamo, en el sistema anterolateral,
además del tálamo alcanzan diferentes lugares del tronco del encéfalo.
Ambos sistemas constituyen un ejemplo del procesamiento en paralelo. Estas vías paralelas
tienen la ventaja de añadir riqueza a la experiencia perceptual que llega por diferentes caminos,
además de ofrecer una medida de seguridad en caso de daño de alguna de las vías.
En el sistema lemniscal los axones aferentes primarios ascienden por la columna dorsal, que
se sitúa en la parte dorsal o posterior de la sustancia blanca de la médula espinal. Conforme el
tracto asciende, se va incrementando su tamaño al ir sumando más axones siempre en la
posición lateral. Los axones de la columna dorsal están organizados según su origen somático.
Los axones de las piernas están localizados en la zona más medial, los de los brazos se sitúan
más lateralmente, conservándose esta organización somatotópica en todos los niveles de SN.
Las fibras del sistema lemniscal ascienden ipsilateralmente por la médula espinal hasta el bulbo
raquídeo. Los axones llegan a la mitad inferior de la médula espinal, ascienden en el fascículo
grácil, los que llegan a la mitad superior en el fascículo cuneado terminando respectivamente
en los núcleos grácil y cuneado ipsilaterales donde hacen sinápsis en las neuronas de segundo
orden.
Los núcleos grácil y cuneado se localizan en la zona caudal del bulbo y son conocidos en
conjunto como núcleos de la columna dorsal. Los axones de sus neuronas cruzan al lado
contrario y empiezan a ascender a través del lemnisco medial, manteniendo su ordenación
somatotópica tanto en su recorrido a lo largo del tronco del encéfalo como en su llegada al
tálamo, al complejo verntrobasal, para hacer sinapsis con la neurona de tercer orden. Este
complejo está formado por cuatro núcleos, aunque la información procedente de los
mecanorreceptores termina principalmente en dos de ellos, los núcleos ventral posteromedial
(VPM) y ventral posterolateral (VPL).
El tálamo viene a ser la antesala de la corteza para todas las vías ascendentes de la medula
espinal y del tronco del encéfalo. Los axones de las neuronas del complejo ventrobasal
proyectan a la corteza cerebral ipsislateral a través de la rama posterior de la cápsula interna,
terminando principalmente en las áreas 3a y 3b y, en menor proporción en las áreas 1 y 2 de
Brodman, localizadas en el giro postcentral, zona conocida como corteza somatosensorial
primaria.
LA CORTEZA SOMATOSENSORIAL
El S-II recibe directamente proyecciones talámicas, desde el núcleo ventral posterior (VPI) y
desde VPM y VPL existe un procesamiento en paralelo de los estímulos somatosensoriales a
nivel cortical. Desde S-II se envían eferencias a estructuras del sistema límbico como la
amígdala y el hipocampo y parece probado que estas proyecciones desempeñan una función
importante en el aprendizaje y la memorización de las experiencias sensoriales.
Una entrada sensorial es fundamental para la supervivencia de una especie contará con una
representación cortical proporcionalmente mayor.
PROCESAMIENTO CORTICAL
Las diferentes áreas de S-I y S-II envían proyecciones a la corteza parietal posterior y es aquí
donde se realiza un nivel de procesamiento más elaborado de la información somatosensorial.
La corteza parietal posterior integra la información somatosensorial con la procedente de otros
sistemas sensoriales de la visión. De esta integración va a depender la percepción de las
relaciones espaciales y una imagen corporal precisa.
El dolor no puede ser entendido únicamente como una sensación. La variabilidad existente en
la percepción de dolor pone de manifiesto que hay mecanismos en el SN que modulan la
transmisión del dolor y modifican la reacción emocional al mismo.
Otra distinción está entre el dolor agudo y dolor crónico, ambos se diferencian en su
desarrollo temporal. El dolor agudo se asocia a un daño que puede ser identificado. Su curso
temporal, distribución y caracterización serán diferentes según la magnitud y tipo de daño
existente. Tiene un componente fásico: dolor primario, y después aparece el componente
tónico: dolor secundario que se mantiene durante un determinado periodo de tiempo. El dolor
crónico comienza como el agudo pero el dolor secundario puede permanecer después de que
haya desaparecido el daño que lo producía. El dolor crónico no tiene valor biológico como
indicador.
Mecanismos neurofisiológicos
Los receptores sensoriales que responden cuando los estímulos son lo suficientemente
intensos para ser nocivos o cuando ya existe una daño en un tejido se denominan
nociceptores. La mayor parte corresponden a las terminaciones nerviosas libres, sin
estructura accesoria periférica, de neuronas sensoriales cuyos cuerpos celulares se localizan
en los ganglios de la raíz dorsal de la médula espinal y en del nervio trigémino. Pueden ser de
dos tipos: Las fibras C, no mielinizadas y con una velocidad de conducción lenta,
corresponden a los nociceptores polimodales que son activados por una variedad de estímulos
químicos y por estímulos intensos, mecánicos y térmicos, y transmiten el dolor secundario. Las
fibras A , también de pequeño diámetro, están mielinizadas, tienen una velocidad de
conducción de 5 a 30 m/sg, corresponden a los nociceptores mecánicos o térmicos, y su
activación se asocia con dolor primario. Ambos tipos de fibras se distribuyen tanto en la piel
como en los tejidos profundos (vísceras, articulaciones)
Los nociceptores son una clase de quimiorreceptores.
Las fibras nociceptivas llegan a la médula espinal, a la zona superficial del asta dorsal, que
comprende la zona marginal (lámina I) y la sustancia gelatinosa (láminas II y III). Algunas fibras
alcanza zonas más profundas, llegando hasta la lámina V. Estas aferencias concetan con tres
clases de neuronas del asta dorsal:
De las vías ascendentes que transmiten la información nociceptiva desde el asta dorsal de la
medula espinal a centros superiores del SN, el tracto espinotalámico pone de manifiesto que
su lesión causa un déficit en la sensación de dolor y su estimualción la produce. El dolor más
ardiente y difuso es conducido por vías polisinápticas a través de la formación reticular hasta
núcleos talámicos inespecíficos que proyectan a zonas muy amplias de la corteza cerebral.
Parece que en la localización del dolor interviene el sistema lemniscal
Sistemas de analgesia
A nivel de la médula espinal, la actividad de las neuronas que reciben información nociceptiva
puede ser modulada por otras aferencias sensoriales que convergen sobre ellas.
Desde diversos núcleos del encéfalo parten vías que llegan hasta la médula espinal para
controlar la transmisión del dolor.
La vía neural más importante que media en la analgesia se origina en la sustancia gris
periacueductal (GPA) del mesencéfalo y la protuberancia superior, desde donde desciende
hasta la zona rostroventral de la protuberancia inferior y del bulbo superior, región donde se
encuentran el núcleo mágno del rafe (NMR) y el núcleo reticular paragigantocelular
(NRPG), este último además de recibir aferencias desde la sustancia GPA, recibe proyecciones
desde los grupos noradrenérgicos del bulbo y la protuberancia. Las fibras que parten del NRPG
junto con las originadas en el NMR llegan hasta la médula espinal, donde establecen contactos
sinápticos en las láminas del asta dorsal donde a su vez terminan neuronas aferentes
nociceptivas. La estimulación de esto núcleos inhibe la transmisión de la información
nociceptiva desde la médula espinal. Esta inhibición se produce a través de tres mecanismos
diferentes: inhibición directa de las neuronas de proyección, inhibición de interneuronas
excitatorias y estimulación de interneuronas inhibitorias.
Las neuronas de la sustancia GPA son estimuladas desde distintas zonas encefálicas. Reciben
proyecciones ascendentes desde la división espinorreticular del sistema anterolateral y
proyecciones descendentes desde el hipotálamo, diferentes zonas del tálamo y la corteza
cerebral. Las proyecciones descendentes a la sustancia GPA proporcionan un sustrato
neurobiológico para aportar una posible explicación a la supresión del dolor que se produce en
determinadas situaciones como en momentos de estrés elevado.
ANALGESIA OPIÁCEA
Dos hallazgos han sido fundamentales para conocer la acción de los opiáceos en la
modulación del dolor: la localización de los receptores de opiáceos en el SN y el
descubrimiento de las sustancias opiáceas endógenas.
La potencia y selectividad que mostraban los opiáceos se pudo explicar por la existencia de
lugares receptores específicos que pudieran reconocerlos. Se conocían sustancias que
bloqueaban de forma específica la acción de los opiáceos sin provocar ninguno de sus efectos.
La naloxona es un bloqueador específico de los receptores opiáceos. Las moléculas de estas
sustancias inhibidoras o antagonistas, sólo muestran pequeñas diferencias con los opiáceos
(activadores o agonistas), pero éstas son suficientes para bloquear sus efectos.
En 1975 J. Hughes y H. Kosterlitz demostraban que el SN contenía péptidos opiáceos
endógenos acuñándose el término endorfina.
Los péptidos opiáceos endógenos pueden clasificarse en tres grupos. Cada un deriva de
distintas proteínas precursoras codificadas desde genes diferentes. 1º constituido por los
péptidos derivados de la proencefalina, 2º derivados de la proopiomelacortina (POMC), 3º
derivados de la prodinorfina.
AUDICIÓN Y EQUILIBRIO
EL OÍDO
Desde el punto de vista del procesamiento sensorial del sonido, sus características físicas más
importantes son la frecuencia, la amplitud, o intensidad y la complejidad.
La frecuencia viene determinada por (es función de ) el tiempo que tarda la vibración en
completar un ciclo. Un ciclo es la sucesión completa de todas las posibles concentraciones
inherentes a una vibración determinada, desde aquella cuya presión es máxima, pasando por
la intermedia hasta llegar a la mínima, para luego volver a la intermedia y recuperar la máxima
como antes. Cada vez que se repite el proceso completo, se completa un ciclo. La frecuencia
es el número de veces que se repite un ciclo en un tiempo determinado. Se mide en ciclos por
segundo (c/s) o Herzios (Hz): un sonido de 100 c/s es un sonido de 100 Hz. Conceptos
relacionados son el periodo, que es el tiempo que tarda en completarse un ciclo, y la longitud
de onda que es la distancia que recorre el sonido en cada ciclo.
La complejidad, los sonidos suelen ser complejos porque los instrumentos que los producen
vibran simultáneamente a varias frecuencias, de cada una de las cuales el primer armónico que
es el ciclo de mayor amplitud y menor frecuencia: se llama timbre al conjunto de armónicos de
un sonido característico. El timbre nos permite diferenciar entre sonidos de igual tono
producidos por intrumentos musicales diferentes. La descomposición de una onda sonora
compleja en sus componentes se conoce como análisis de Fourier. Esta capacidad del oído
humano es esencial para percibir los sonidos del habla.
EL SISTEMA AUDITIVO
La conversión del sonido en sensaciones auditivas se realiza en el oído. A partir de las ondas
sonoras, se codifica en forma de impulsos nerviosos la información que contienen
(trasducción). El oído se encuentra inserto en los huesos temporales del cráneo y en él se
pueden diferenciar tres partes:
El oído externo
Es la cavidad o canal y que discurre entre el exterior y el tímpano. El canal recibe el nombre de
meato auditivo externo. El canal auditivo externo termina en el tímpano.
El oído medio
Es la porción del hueco o canal auditivo comprendida entre el tímpano y la cóclea. Conectando
el tímpano con la cóclea se encuentra el martillo, el yunque y el estribo. Estos huesecillos
están unido entre sí mediante ligamentos. El martillo está unido al tímpano, el estribo lo está a
la membrana que obtura el canal vestibular de la cóclea ventana oval. La ventana redonda
cierra el canal timpánico de la cóclea. El yunque y el martillo se mantienen en su posicición
merced a otros ligamentos que los fijan por arriba al hueso craneal. Asociado al martillo se
encuentra el músculo tensor del tímpano, el estribo lleva enganchado el músculo estapedio. La
trompa de Eustaquio es un canal que conecta el oído medio con la parte más posterior de la
cavidad bucal.
El oído interno
Contiene el laberinto formado por dos estructuras muy importantes, la cóclea y el aparato
vestibular.
La cóclea es una estructura ósea en forma de caracol en cuyo interior hueco se encuentra el
órgano responsable de la audición. El hueco interior de la cóclea está dividido en tres canales o
rampas, separados por dos membranas, la membrana vestibular (de Reissner), está arriba y
la membrana basilar. La rampa que queda por encima de la membrana vestibular es la rampa
vestibular, la que queda por debajo de la membrana basilar es la rampa timpánica. El canal
que queda entre ambas membranas es el conducto coclear o rampa media. Dentro del
conducto coclear hay otra membrana, la membrana tectorial que cubre el órgano Corti. Las
rampas vestibular y timpánica están llenas de un líquido perilinfa, el conducto coclear está
lleno de endolinfa.
Las células especializadas en la trasducción de los estímulos acústicos, las células ciliadas
están dentro del conducto coclear, sobre la membrana basilar y formando parte del órgano de
Corti. Este órgano tapiza toda la membrana basilar desde la ventana oval hasta el
helicotrema, hueco que comunica las rampas superior e inferior.
MECANISMOS DE LA AUDICIÓN
La trasducción auditiva es el resultado del efecto de las ondas sonoras sobre las células
ciliadas que están dentro de la cóclea y es preciso que la onda sonora llegue hasta allí pasando
por el meato auditivo.
El tímpano y la cadena de huesecillos que conectan el sonido, a través de la ventana oval, con
el almacén de líquido que es la cóclea constituyen el sistema de amplificación que permite que
las ondas sonoras de tipo aéreo se transmitan a un medio líquido sin apenas pérdida.
Cuando las ondas sonoras llegan a la ventana oval sus vibraciones se transmiten a la perilinfa
recorriendo la rampa vestibular de la cóclea y de retorno hasta la ventana redonda, también la
rampa timpánica. El líquido coclear no se puede comprimir, cada vez que la ventana oval oscila
hacia dentro de la cóclea aumenta la presión del líquido, cuando oscila hacia fuera, se reduce
dicha presión: Esto significa que la onda sonora se ha transformado en la cóclea en una onda
de presión que recorre la perilinfa líquida.
En este recorrido, la vibración de la perilinfa afecta a las dos membranas que delimitan la
rampa media o conducto coclear, la membrana de Reissner o vestibular por arriba y la
membrana basilar por debajo: ambas membranas sufren una deflección. La deflección de la
membrana basilar va a ser determinante en el proceso de trasducción auditiva porque el
órgano de Corti se encuentra recubriendo la superficie superior de esta membrana: la
incurvación de la membrana basilar por la acción de la vibración de la perilinfa afecta
directamente al órgano de Corti.
Cuando la membrana basilar se curva, las células ciliadas se curvan paralelamente. Los
estereocilios son las vellosidades que poseen la células ciliadas en su parte superior, están en
contacto y embebidos en la membrana tectorial. Los estereocilios se arquean más o menos en
función de la amplitud de la incurvación de la membrana basilar.
La inclinación de los estereocililos hacia un lado hace que se abran determinados canales
iónicos de las células ciliadas, y ocasiona una corriente de iones positivos (cationes) hacia el
interior de las células, de lo que resulta su despolarización. La propia despolarización genera
automáticamente un proceso de hiperpolarización, al activar la apertura de canales de K + que
determinan la salida de estos iones al exterior.
La endolinfa se caracteriza por poseer una concentración de potasio mucho mayor que el
interior celular y también que la perilinfa: entre las células ciliadas y la perilinfa existe una
diferencia de potencial de – 60mV, pero entre ellas y la endolinfa esta diferencia de potencial es
de – 140 mV, lo que significa que entre la perilinfa y la endolinfa hay una diferencia de potencial
de – 80mV, llamado potencial endococlear cuyo significado funcional parece ser facilitar los
cambios de potencial de las células ciliadas. Sólo las células ciliadas externas se despolarizan
e hiperpolarizan. Las células ciliadas internas tienen muchos menos estereocilios y no están
insertos en la membrana tectorial.
Cómo los cambios de potencial de las células ciliadas produce cambios eléctricos en el
nervio auditivo
Las células ciliadas hacen sinapsis con las neuronas del nervio auditivo. Las células ciliadas al
despolarizarse liberan cierto neurotransmisor responsable de la despolarización de las
neuronas auditivas. Existen muchas más células ciliadas externas que internas, sin embargo
las fibras auditivas del nervio auditivo producen muchas más sinapsis con las células ciliadas
internas. Este tipo de inervación diferencial sugiere que las células ciliadas internas son el
principal canal de la sensación auditiva, mientras que las células ciliadas externas tendrían una
función moduladora o amplificadora.
Las fibras auditivas están recubiertas de mielina que desaparece en las zonas de contacto con
las células ciliadas. Las fibras auditivas, que junto con las fibras vestibulares constituyen el par
VIII, establecen una primera sinapsis con las neuronas de los dos subnúcleos, dorsal y ventral,
que forman el núcleo coclear.
Los sonidos generan en la perilinfa una onda de presión que afecta a la membrana basilar: las
características de una onda de presión está determinada por la frecuencia y la intensidad de la
onda sonora que la originó. La membrana basilar por su forma llevó a Helmholtz a proponer la
teoría del arpa, cada fibra resonaría ante una frecuencia determinada. Según esta teoría de la
resonancia, cada frecuencia sonora afectaría a las fibras de una zona concreta de la
membrana basilar, que a su vez, afectarían a las células ciliadas que ocupan esa determinada
zona.
Cada neurona responde a seis ciclos de forma que la combinación de las respuestas de las
seis neuronas se corresponde con la frecuencia de la onda sonora. La intensidad de cualquier
modalidad sensorial se codifica por la frecuencia de respuestas y por el número de neuronas
que se disparan, en este caso aumentando la frecuencia de disparo de cada neurona o
aumentando el número de neuronas que disparan por ciclo, podría codificarse la amplitud o
intensidad del sonido. Existen neuronas cuya frecuencia sonora óptima es muy superior a la
tasa máxima de disparo de una neurona.
Los cuerpos celulares que sustentan las fibras aferentes de tipo bipolar integrantes del nervio
auditivo (par VIII, sección auditiva) se encuentran en el ganglio espiral ubicado dentro del
hueso central de la cóclea. Las fibras auditivas aferentes entran en el encéfalo a la altura del
pedúnculo cerebelar inferior, contactando todas ellas sinápticamente con las neuronas del
núcleo coclear ipsilateral, en el núcleo se distinguen dos partes la ventral y la dorsal.
El núcleo coclear presenta una organización tonotópica según la cual existe una
correspondencia entre el punto de procedencia de una fibra auditiva y la zona del núcleo
coclear donde hace sinapsis. Del núcleo coclear salen axones que transportan la información
auditiva a diferentes puntos del sistema nervioso central: los axones procedentes del núcleo
dorsal proyectan contralateralmente sobre el colículo inferior, vía lemnisco lateral; del núcleo
ventral salen los axones que formando los llamados cuerpos trapezoides, proyectan ipsi- y
contralateralmente sobre los complejos olivares troncoencefálicos; algunos terminan, vía
lemnisco lateral, en el colículo inferior contralateral.
El colículo inferior envía sus axones ipsi- y contralateralmente al núcleo geniculado medial
del tálamo, así como al colículo inferior del otro lado y sobre la formación reticular. El último
relevo es el que lleva la información auditiva a la corteza cerebral auditiva primaria.
El otro mecanismo de diferencia de intensidad interneural, se basa en que cuando las ondas
sonoras tienen frecuencias cuya longitud de onda es menor que el tamaño de la cabeza, ésta
actúa como una barrera de sonido, lo que determina que la intensidad que llega al oído más
alejado de la fuente sonora sea menor que la que llega al más cercano.
En el núcleo olivar superior medial se han encontrado neuronas cuya respuesta es muy
sensible a la diferencia de fase de los estímulos que llegan a uno y otro oído (1ª estrategia), en
las neuronas del núcleo olivar superior lateral son sensibles a las diferencias de intensidad (2ª
estrategia). Las lesiones de la corteza auditiva de ambos lados del cerebro predice la casi total
pérdida de la capacidad de detectar la procedencia de los estímulos sonoros.
Las funciones del equilibrio son mantener el cuerpo equilibrado, coordinar los movimientos de
la cabeza y del cuerpo y, en especial, mantener fijos los ojos en un punto del espacio incluso
aunque estemos moviendo la cabeza. Se encuentra ubicado en el interior del laberinto óseo. El
órgano del equilibrio posee una estructura tridimensional paralela al espacio tridimensional en
el que nos movemos y donde sufrimos la influencia de la gravedad.
El órgano del equilibrio o aparato vestibular se encuentra junto con el oído interno, en el
interior del laberinto óseo, un conjunto de cavidades ubicadas en la porción petrosa del hueso
temporal.
Los tres canales semicirculares terminan en uno de sus extremos en un pequeño abultamiento
o ampolla antes de juntarse con el utrículo. Dentro de la ampolla se encuentra la cresta
ampular, un engrosamiento del tejido eipitelial en cuya parte superior se encuentran las
células sensoriales, las células ciliadas vestibulares. La cresta ampular está cubierta por una
especie de diafragma gelatinoso que la fija al techo de la ampolla: la cúpula. El utrículo y el
sáculo poseen una zona especial, la mácula, donde se encuentran las células sensoriales
especializadas o células ciliadas. Tanto la mácula del utrículo como la del sáculo están
cubiertas por un tejido gelatinoso que contiene cristales de carbonato cálcico, los otolitos o
estatoconias . Cuando estamos de pie, en posición vertical, la mácula del utrículo se
encuentra en plano horizontal mientras que la del sáculo queda en un plano vertical.
Las células ciliadas vestibulares son algo diferentes de las auditivas: sus estereocilios (40-70
por célula) están dispuestos en orden decreciente a partir del primero, el kinocilio¸ que es el
más grande y fuerte; los cilios cubren una superficie con forma de punta de flecha cuyo vértice
está ocupado por el kinocilio. Dentro de cada área de células ciliadas, los cilios presentan la
misma orientación direccional con el kinocilio siempre en el mismo extremo: la dirección así
marcada es el eje de polarización.
Los estereocilios de los canales semicirculares se insertan en la cúpula mientras que los de los
órganos otolíticos, utrículo y sáculo, lo hacen sobre la membrana gelatinosa otolítica. En el
extremo opuesto (inferior) de cada célula ciliada está en contacto sináptico con las
ramificaciones de una única célula ganglionar vestibular. También hace sinapsis con
terminales eferentes de diferentes neuronas procedentes del tronco del encéfalo.
Las células ciliadas liberan tónicamente una cierta cantidad de neurotranmisor, aun cuando
estén en absoluto reposo. Cuando un haz de cilios se inclina hacia el kinocilio, se produce
despolarización de la célula, y por ello un aumento en la cantidad de neurotransmisor que se
libera. Cuando la inclinación de los cilios se hace en el sentido contrario, se produce
hipoepolarización y reducción de la cantidad de neurotransmisor liberado. A más
neurotransmisor liberado mayor tasa de disparo de las fibras sensoriales aferentes y viceversa.
Una línea curva, la estriola, divide ambas máculas en dos. La gama de ejes de polaridad del
utrículo hace que la inclinación de la membrana otolítica en cualquier dirección provoque
prácticamente siempre despolarización e hiperpolarización en alguna de sus células
receptoras. De esta manera el sistema nervioso cuenta en todo momento con información
relativa a la posición de la cabeza, imprescindible para la orientación de la misma respecto a la
gravedad.
Los cuerpos celulares de las fibras aferentes del nervio vestibular se encuentran en el llamado
ganglio de Scarpa o ganglio vestibular, cerca del meato auditivo interno. A partir del ganglio, el
nervio vestibular, cuyas fibras están mielinizadas, se une al nervio auditivo para formar juntos el
par craneal VIII y penetrar lateralmente en el tronco del encéfalo, a nivel del ángulo
cerebelopontino. Una vez en el interior del SNC, los terminales axónicos del nervio vestibular
entran en su mayor parte en contacto sináptico con las neuronas de los cuatro núcleos
vestibulares, superior, lateral o de Diters, medial y descendente (o inferior), que ocupan un área
debajo del cuarto ventrículo. Una pequeña porción de fibras llega directamente a la parte del
cerebelo conocida como vestibulocerebelo. Todos los reflejos vestibulares son ejecutados por
vías que nacen en estos núcleos. Cada núcleo puede distinguirse por su arquitectura y cada
uno posee un tipo diferente de conexiones.
De los núcleos vestibulares nacen dos tractos vestibuloespinales, el lateral que surge del
núcleo lateral y desciende ipsilateralmente y el medial que nace en los núcleos medial,
descendente y lateral y cuyas fibras bajan bilateralmente hasta la médula cervical, y en menor
medida hasta la médula torácica.
El líquido que estimula las células ciliadas de los canales semicirculares sigue la fuerza de su
inercia cuando ya el cuerpo está parado. Significa que continúa habiendo estimulación
sensorial contradictoria con las fuerzas de gravedad reales: estando ya quietos la endolinfa
sigue presionando sobre las crestas ampulares, merced a la inercia que todo líquido sufre, el
andar vacilante son los esfuerzos que hacemos por corregir nuestra postura siguiendo las
informaciones, erróneas de nuestros propios canales semicirculares.
El sentido del equilibro interviene en la coordinación de una serie de reflejos funcionalmente
esenciales: los vestibulooculares y los vestibuloespinales.
Son dos el crestoocular y el maculoocular, según que el estímulo proceda de las crestas o
de las máculas del utrículo y el sáculo, tienen como vía final común los seis músculos
extraoculares de cada ojo, cuyo control neural lo llevan a cabo los pares craneales III, IV y VI.
La función es mantener una imagen estable en la retina a pesar de que el cuerpo y la cabeza
estén en movimiento. El sistema crestoocular se ocupa de contrarrestar el efecto de los giros
de la cabeza haciendo que los ojos giren en sentido opuesto en la misma proporción, en
cualquiera de los planos del espacio en que se produzca el giro de la cabeza. Su sensibilidad
es enorme, responde con precisión.
LA VISIÓN
LA RETINA
Los fotorreceptores se encuentran localizados en la retina que es donde primero tienen lugar
las fases iniciales del procesamiento de la información visual. La retina está muy ordenada y
constituida por tres capas celulares y dos capas sinápticas o plexiformes donde se realizan
prácticamente todas las sinapsis entre un determinado tipo de neuronas.
La cantidad de luz que llega a la retina se regula por la pupila controlada por músculos
inervados por el sistema nervioso autónomo. Cuando hay poca luz, la estimulación simpática
libera noradrenalina que produce la contracción del músculo dilator (la pupila se agranda).
Cuando la luz es brillante, la estimulación parasimpática libera acetilcolina que relaja el
músculo esfinter.
LAS CÉLULAS FOTORRECEPTORAS: BASTONES Y CONOS
Los bastones son más sensibles a la luz, participan en la visión nocturna o con luz tenue.
Los conos son los fotorreceptores que se activan durante la visión diurna.
En los bastones existe un pigmento visual que es más sensible a la luz que el de los conos
que le permite captar más luz. Los bastones amplifican la señal luminosa de los estímulos más
que los conos. El grado de convergencia es mayor en los bastones que en los conos. Hay
muchos bastones que establecen sinapsis sobre una misma célula bipolar reforzando la señal
eléctrica producida en la misma. Esta mayor convergencia es una limitación para ganar en
resolución espacial. Los conos tienen una mejor resolución espacial porque convergen menos
dado que sólo unos pocos proyectan a cada célula bipolar. Los conos están concentrados en la
fóvea, lugar donde la imagen sufre menor distorsión y donde no hay convergencia de ningún
tipo: cada célula bipolar recibe entradas de un único cono.
Los conos también tienen mayor resolución temporal que los bastones ya que no producen
potenciales de acción. Sus respuestas son potenciales generadores locales y graduados. Los
bastones disparan lentamente lo que les ayuda a detectar bajas iluninaciones pero no les
permite distinguir luces que parpadean con una frecuencia superior a 12 Hz. La respuesta de
los conos es mucho más rápida, permite detectar cambios de la iluminación en el tiempo. Hay
diferentes tipos de conos que responden de distinto modo al color, los bastones son
acromáticos.
Morfológicamente los bastones y conos son células alargadas con varias partes diferenciadas
que se denominan segmento externo, segmento interno, región nuclear y terminal
sináptico.
Está organizada en tres capas celulares y dos capas sinápticas. La capa celular más distal
capa nuclear externa, contiene los cuerpos celulares de los fotorreceptores. La capa media,
capa nuclear interna, contiene los cuerpos celulares de las tres principales clases de células
de la retina, las horizontales, bipolares y amacrinas. La capa celular más interna contiene los
cuerpos neurales de las células ganglionares. Entre las capas celulares se encuentran las
capas sinápticas, capas plexiformes externa e interna.
Una vez recibida la información visual en los fotorreceptores, ésta pasa a la capa plexiforme
externa. En ella se realizan conexiones sinápticas entre los terminales de los fotorreceptores,
las células bipolares y las horizontales. Las células bipolares son las encargadas de llevar la
señal visual a la capa plexiforme interna. Las células horizontales, con sus prolongaciones
extendidas a lo ancho de la capa plexiforme externa pueden participar en sinapsis de dos
células receptoras al mismo tiempo o entre dos células bipolares sumultáneamente. Desde la
capa plexiforme interna, las células ganglionares transmiten la información a otras partes del
sistema nervioso central. Los axones de las células ganglionares discurren por los laterales de
la retina y se agrupan en el disco óptico para formar el nervio óptico. En esta zona no hay
fotorreceptores, lo cual origina un punto ciego en el campo visual.
Desde la capa plexiforme interna, la señal visual llega primero al núcleo geniculado lateral y,
posteriormente, a la zona correspondiente de la corteza visual. Los axones constituyentes del
nervio óptico se dividen en dos grupos en el quiasma óptico. En este punto, los axones de la
mitad de la retina más cerca de la nariz atraviesan hacia el lado contrario (contralateral). La otra
mitad de la retina, la del lado correspondiente de la cabeza, llamada retina temporal, proyecta
sus axones ipsilateralmente. Después de pasar por el quiasma óptico, se dice que los axones
constituyen el tracto óptico. La mayoría de estos axones son los que llegan al núcleo
geniculado lateral, pero algunos van a inervar otras regiones como el colículo superior (región
mesencefálica implicada en el movimiento de los ojos) y otros núcleos del cerebro. Después del
núcleo geniculado lateral, los axones del tracto óptico divergen expandiéndose para llegar a
diferentes partes de la corteza, constituyendo la radiación óptica.
Las células amacrinas de la capa plexiforme interna tienen una función similar a la de las
células horizontales de la capa plexiforme externa. Extienden sus prolongaciones a lo ancho de
la capa plexiforme interna para mediar en las interacciones sinápticas que se producen en esa
capa, bien entre dos células bipolares, o entre bipolares y ganglionares.
Toda la información visual que llega sufre al menos dos fases de procesamiento: uno, en la
capa plexiforme externa y otro, en la capa plexiforme interna. La función de la retina es
equivalente a la de otros muchos núcleos cerebrales, donde la información que llega a ellos se
procesa en dos niveles.
LA RODOPSINA
Es el pigmento visual de los bastones, se almacena en los discos de las membranas del
segmento externo de los bastones con una densidad de 50.000 moléculas por micrómetro
cuadrado. La rodopsina es una proteína compuesta por una cadena polipeptídica de 248
aminoácidos. Se inserta dentro de los discos membranosos , pero se extiende hacia fuera del
disco membranoso donde interactúa con las transducinas de los bastones.
Desde el punto de vista de su estructura química, la rodopsina está formada por un aldehido
de la vitamina A unido a la proteína opsina. Al aldehido de la vitamina A se llama retinal y
puede tener varios isómeros, su molécula puede adoptar varias formas. Estos isómeros son la
misma molécula pero con una diferente organización en el espacio. Lo que hace que la luz
cuando interactúa con la molécula de rodopsina es producir siómeros de retinal. La incidencia
de la luz sobre la molécula de rodopsina produce al final una molécula de opsina y otra de
todo-trans retinal.
La retina humana tiene tres tipos de conos, cada uno de ellos con un pigmento visual diferente:
la absorción de uno de los pigmentos es máxima en la región azul del espectro (430 nm); la de
otro en el rango verde del espectro (530 nm) y la de un tercero en la zona amarilla del espectro
(565 nm). El pigmento que absorbe en la zona amarilla también participa en la visión del color
rojo y se le identifica con el pigmento visual sensible al rojo.
La composición química de los pigmentos visuales de los conos es idéntica a la del pigmento
de rodopsina en los bastones. Los pigmentos de los conos consisten en diversas proteínas
opsinas unidas a la molécula 11-cisretinal. Cuando la luz incide sobre los pigmentos visuales
del color se producen una serie de reacciones intermedias que dan lugar a la formación de todo
trans-retinal y la liberación de opsinas. Es una molécula igual a la metarrodopsina 2 la que
activa a las transducinas, las proteínas G asociadas con los discos membranosos de los
segmentos externos de los conos. Las diferencias entre la rodopsina y los pigmentos de los
conos se basan solamente en las proteínas que constituyen las opsinas. La secuencia de
aminoácidos entre las opsinas de los conos y de la rodopsina es idéntica en un 40%.
CAMPOS RECEPTIVOS
Las células ganglionares forman una capa en la parte más interna de la retina. La frecuencia de
descarga de las células se modifica cuando esa área de la retina se ilumina se denomina
campo receptivo de la célula ganglionar.
Cualquier región de la retina está cubierta por muchas y diferentes células ganglionares, cada
una de ellas relacionada con un aspecto particular y diferente del campo visual. Este tipo de
organización implica que cualquier fotorreceptor y cualquier célula de la capa nuclear interna
contribuye a las respuestas de muchas células ganglionares. Los campos receptivos de las
células ganglionares son capaces de procesar información visual con características
espaciales. Este tipo de células ganglionares son las células sensibles al contraste y puede
subdividirse en dos clases: con centro On (activado) y con centro Off (desactivado). Las
células sensible al contraste tienen sus campos receptivos organizados en dos regiones
concéntricas consecutivas que funcionan de forma opuesta la una a la otra.
Las células On responden con claridad a un efecto de distribución de la luz. Puesto que tanto el
centro como la periferia se comportan de forma antagónica, pueden responder aún mejor
cuando existe un máximo contraste entre el centro y la periferia. Las respuestas del campo
receptivo de las células Off son lo contrario. La iluminación del centro inhibe la actividad de la
célula, mientras que la iluminación de la periferia aumenta la descarga. Este tipo de células
también responden de forma considerablemente mejor si existe un contraste de iluminación
entre la periferia y el centro de la célula.
Hay otras células ganglionares que responden a las característica temporales de la información
visual. Son muy sensibles al movimiento del objeto visual e incluso algunas de ellas responden
de forma selectiva a la dirección del movimiento, pueden responder de forma significativa a un
punto de luz que se mueve a una dirección concreta, pero no responden o se inhiben ante el
movimiento del mismo punto de luz en la dirección contraria. Son las células on-off o células
ganglionares sensibles a la dirección o al movimiento. Las respuestas de estas células no
dependen de la localización del punto de luz que estimula el campo receptivo, su
comportamiento es independiente de los aspectos espaciales de la iluminación. Estas células
responden de forma similar tanto a un punto oscuro que se mueve en un fondo muy iluminado,
como a un punto brillante que se mueve dentro de un campo oscuro. Debido a que estas
células se activan fundamentalmente por cambios en la iluminación, se considera que
responden con mayor facilidad a los aspectos temporales de los estímulos.
Las respuestas On u Off de muchas células ganglionares tienen una sensibilidad diferente al
color son las células oponentes al color.
Las células ganglionares son muy efectivas en señalar los bordes de laimagen que llega al
campo receptivo, nos ayudan a identificar las áreas terminales de los objetos, las células
ganglionares de centro On y centro Off, al tener un antagonismo centro-periferia, nos ayudan a
reconocer los objetos independientemente de la iluminación que los rodea. No es la intensidad
absoluta de la luz que viene de un objeto lo que nos hace identificarlo, sino la intensidad de ese
obejto comparado con la intensidad relativa de luz que rodea a ese objeto. Gracias a las células
de centro activado y centro inactivado, nuestro sistema visual puede comparar intensidades de
luz sin depender de la iluminación global.
CONEXIONES SINÁPTICAS EN LA RETINA
En la capa plexiforme interna, se han observado dos tipos de conexiones sináptica. La células
bipolares suelen mostrar también sinapsis en cinta, mientras que las células amacrinas, igual
que las células horizontales, hacen sinapsis más convencionales.
Una forma de hacer conexiones sinápticas en la capa plexiforme interna consiste en que una
célula bipolar haga sinapsis con una célula ganglionar y otra amacrina simultáneamente. Casi
todas las células bipolares hacen sinapsis sobre prolongaciones de estas dos neuronas. Las
células amacrinas, también pueden hacer sinapsis sobre células ganglionares al mismo tiempo
que recibe el mensaje de la célula bipolar.
Se han observado conexiones sinápticas en cinta de células bipolares sobre dos células
amacrinas. Las prolongaciones de las células amacrinas pueden hacer sinapsis una sobre la
otra y, al mimo tiempo sobre el terminal de la célula bipolar o sobre prolongaciones de células
ganglionares. En este tipo de sinapsis, las células ganglionares no reciben información
directamente de las células bipolares. En su ligar son las células amacrinas interpuestas entre
las bipolares y las ganglionares las que transmiten el mensaje visual.
Basándonos en estos modos de recibir información visual, se distinguen dos tipos de células
ganglionares.
1. las que reciben la información directamente de las células bipolares son células
ganglionares tipo I (G1)
2. las que reciben la información a través de las células amacrinas interpuestas entre las
células bipolares y las ganglionares células ganglionares tipo II (G2).
En el segundo modo de conexión sináptica están implicadas al menos tres sinapsis para
transmitir el mensaje a la célula ganglionar, en el tipo I participan solamente dos.
La existencia de dos tipos de células ganglionares hace pensar que puedan tener funciones
distintas, existen más células ganglionares del tipo 2 en animales que poseen neuronas con
campos receptivos sensibles a la dirección y al movimiento. Puede significar que las células
amacrinas están implicadas en la detección del movimiento y en las respuestas de la retina que
son sensibles a los cambios de dirección.
Los conos responden con potenciales graduados cuando la luz incide directamente sobre los
fotorreceptores, pero no responden cuando la luz está en la periferia. Las células bipolares y
las horizontales se activan por interacción con estos fotorreceptores, mostrando potenciales
graduados similares a los de ellos. Las células horizontales, la interactuar con la bipolares, lo
hacen con sinapsis de signo opuesto al de la interacción fotorreceptor-célula bipolar. Si la
conexión sináptica entre un cono y una célula bipolar hiperpolariza a la célula bipolar, la
sinapsis entre la célula horizontal y la bipolar produce el efecto contrario, una despolarización,
en la célula bipolar.
Debido a que las células horizontales poseen proyecciones capaces de hacer sinapsis con dos
células bipolares al mismo tiempo, este tipo de conexiones sinápticas puede ser el mecanismo
de creación del antagonismo centro-periferia en las células bipolares. Las respuestas celulares
bipolares tipo centro On o centro Off están mediadas por una interacción directa entre los
fotorreceptores y las células bipolares, mientras que las respuestas antagónicas tipo centro-
periferia de las células bipolares reflejan que también participan en esas conexiones células
horizontales.
Según el tipo de sinapsis, excitadora o inhibidora, que participen en las interacciones entre las
tres células (fotorreceptoras, bipolares y horizontales) se pueden generar respuestas centro
despolarizantes o centro hiperpolarizantes. Si la sinapsis del cono sobre la célula bipolar es
excitadorra, la sinapsis entre la célula horizontal y la bipolar es enhibidora. Se genera una
respuesta centro On hiperpolarizante. Para producir una respuesta centro On despolarizante
las polaridades de las sinapsis tienen que invertirse, la conexión sinaptica cono-célula bipolar
debe ser inhibidora, mientras que la conexión sináptica célula horizontal-bipolar, debe ser
excitadora. Cuando la célula bipolar tiene un centro hiperpolarizante, su periferia es
despolarizante y al revés, en este tipo de interacciones median neuromoduladores.
Las Células G1 caracterizadas por tener un centro Off y una periferia On, se parecen en sus
respuestas a las células bipolares, lo cual indica que el procesamiento de la información en
estas células ganglionares es muy similar al que ocurre en la capa plexiforme externa de la
retina. Las respuestas de la células ganglionares G 2 caracterizadas por respuestas On-Off, se
parecen en sus respuestas a las de las células amacrinas On-Off, y existen datos que indican
que la mayoría de las células G 2 reciben entradas de información de la células amacrinas. El
procesamiento de las células ganglionares G 2 es más propio de la capa plexiforme interna de la
retina, donde sus células son más sensibles al movimiento y a la dirección del mismo.
CÉLULAS SIMPLES
Cuando se proyecta sobre la retina un punto de luz fijo, las células simples se activan y sus
campos receptivos muestran una zonas excitadoras e inhibidoras más alargadas que las otras
células como las bipolares, las horizontales o las ganglionares. Este alargamiento de las zonas
de excitación e inhibición es una de las características definitorias de las células simples. La
organización de estos campos receptivos indica que los estímulos que son óptimos para la
activación de las células simples no son anillos de luz, sino barras alargadas. En muchas
células simples la zona central alargada, ya sea excitadora o inhibidora, está rodeada por una
zona simétrica que proporciona una respuesta de polaridad opuesta. La periferia de la zona
central es su zona antagónica.
Debido a que el campo receptivo es alargado, es muy importante que el estímulo visual tenga
una orientación adecuada para que la activación celular sea máxima.
No todas las células simples tienen una zona central definida como excitadora y una periferia
que rodea a esa zona central como inhibidora.
CÉLULAS COMPLEJAS
Hay un semicampo visual en cada núcleo geniculado lateral y en la corteza visual primaria de
cada hemisferio.
Está dispuesto en 6 capas celulares distintas. Cada capa recibe entradas de un ojo solamente.
Tres capas (1,4,6 ) reciben entradas del ojo opuesto (contralateral) y otras tres capas (2,3,5)
reciben entradas desde el ojo que está en el mismo lado de la cabeza (ispilateral). Las entradas
que provienen de los dos ojos se mantienen separadas en el núcleo geniculado lateral. Las
neuronas binoculares no se encuentran en el sistema visual hasta que se llega a la corteza.
Las células de las capas 1 y 2 son más grandes que las de las otras capas se denominan
capas de células magnocelulares las otras cuatro capas son las capas parvocelulares.
Las neuronas magnocelulares son más sensibles a los estímulos en movimiento que las
parvocelulares. Las parvocelulares mantienen respuestas durante más tiempo a la luz y
muchas de ellas son células oponentes al color. Las neuronas magnocelulares proyectan a
zonas de la corteza que son ligeramente distintas de las zonas a las que proyectan las
neuronas parvocelulares.
La corteza visual primaria V1 está dividida en capas que son 6 y en su mayor parte consisten
en capas celulares que tienen diferentes densidades. La capa 1 es la más externa y a ella
llegan las terminaciones dendríticas y axonales de las neuronas situadas en capas más
internas. Las capas 2 y 3 son difíciles de distinguir y la capa 4 se divide en otras tres subcapas
(4A, 4B,4C). La mayoría de las entradas que provienen del núcleo geniculado lateral terminan
en la subcapa 4C. Las entradas que provienen de la parte magnocelular del núcleo geniculado
lateral proyectan a la parte superior de la capa 4C, mientras que la capa parvocelular proyecta
en la parte inferior izquierda de la subcapa 4C. Por debajo de la capa 6 corren las fibras que
salen hacia o entran de otras regiones corticales y subcorticales.
En la corteza visual se distinguen dos tipos principales de células por su morfología: las células
piramidales, cuyos axones proyectan a otras regiones corticales visuales y a otras regiones
subcorticales. Las células estrelladas, cuyos axones se quedan dentro de la región de la
corteza y hay dos tipos de ellas: las espinosas y las lisas. Las células estrelladas espinosas
tienen muchas dendritas, mientras que las lisas no tienen ninguna. Las células piramidales y
las células estrelladas espinosas son excitadoras, las células estrelladas lisas son inhibidoras.
La mayor densidad de células estrelladas está alrededor de la capa 4, mientras que las células
piramidales se disponen generalmente por debajo o por encima de la capa 4. Las células con
organización centro-periferia y las células simples son células estrelladas y las células
complejas, que se encuentran más lejos de la zona de entrada del núcleo geniculado lateral
son células piramidales. Algunas células piramidales de las capas 5 y 6 extienden sus dendritas
apicales a lo largo de todo el espesor de la corteza. Esto sugiere que la información fluye
fundamentalmente de manera vertical dentro de una región dada de la corteza.
Las células complejas se encuentran en las capas, 2, 3, 5, y 6. Las células piramidales de las
diferentes capas de la corteza visual V1 proyectan a diferentes áreas del cerebro. Las células
de las capas 2 y 3 proyectan a áreas corticales distintas de la visual, mientras que las células
de las capas 5 y 6 proyectan a otras reigones cerebrales como a núcleos del mesencéfalo, al
núcleo geniculado lateral y a otras áreas visuales de la corteza. Los mensajes visuales se
proyectan en paralelo por varias regiones al mismo tiempo.
Las células con preferencia ocular hacia un ojo u otro se organzan en columnas. En la corteza
las columnas de dominancia ocular de cada ojo se alternan. Las columnas se disponen en tiras
a lo largo de la corteza, aunque son entidades independientes. Fuera de la subcapa 4C las
células son binoculares.
Las columnas de dominancia ocular y las de orientación se disponen formando ángulos entre
sí, de manera que se hacen bloques de corteza en los que radican todos los elementos
necesarios para analizar mínimamente la información visual. Son la hipercolumnas, tienen en
su interior neuronas que responden a entradas de los dos ojos, hay dos columnas de
dominancia ocular y también células que responden a todo tipo de orientaciones posibles
dentro del estímulo. Todo tipo de células simples y complejas están presentes en las
hipercolumnas y las neuronas que presentan diferentes grados de binocularidad. Una
hipercolumna no es una unidad discreta sino parte de un continuo. El conjunto de
hipercolumnas contribuye al análisis total de la información visual.
En la corteza visual la mayoría de las neuronas so binoculares, reciben entradas desde los dos
ojos. La mayoría de las neuronas corticales, simples o complejas reciben más entradas desde
un ojo que desde el otro, es lo que se llama dominancia ocular. Aunque haya una interacción
binocular en las células de la corteza, éstas deben ser estimuladas del mismo modo, son
necesarios los mismos parámetros para activarlas en grado máximo, independientemente del
ojo que se ha estimulado. Los campos receptivos de los dos ojos están en la misma posición
en el campo visual y se precisa la misma orientación del estímulo y la misma dirección del
movimiento en ambos ojos para que la activación de las células corticales pueda producirse.
Una pequeña diferencia en la posición de los objetos que estimulan a los dos ojos es detectada
por ciertas células complejas, las células moduladoras de la disparidad, que son también
esenciales en la percepción de la profundidad. Este tipo de células complejas son igualmente
más abundantes en el área V2 de la corteza visual.
La mayoría de las células oponentes al color que se encuentran en las manchas de la corteza
visual primaria son distintas de las células oponentes al color de la retina y el núcleo geniculado
lateral. En una célula simple podía producirse un aumento o una disminución de su actividad
tanto en el centro como en la periferia, dependiendo solamente de la longitud de onda de la luz
empleada. Son células doblemente oponentes al color. El tipo más abundante de célula
oponente doble al color tiene un campo receptivo central, que se excita por la luz roja y se
inhibe por la luz verde, y una periferia alrededor del campo receptivo, que se inhibe por la luz
roja y se activa por la luz verde. Otros tipos de combinaciones también inhiben y activan estas
células.
Las células oponentes al color sencillas regulan el fenómeno de contraste sucesivo al color.
Las células oponentes dobles participan en fenómenos de contraste de color simultáneo. Se
piensa que las manchas o estacas que procesan el color se insertan a lo largo de todas las
hipercolumnas, extendiéndose a través de las capas 1, 2, 3, 5, y 6 en, aproximadamente 4
manchas por hipercolumna.
LA PERCEPCIÓN VISUAL
ÓRGANOS EFECTORES
Las glándulas y los músculos son los dos tipos principales de órganos efectores y
corresponden respectivamente a las dos formas de acciones efectoras: la secreción glandular
y la contracción muscular.
Las glándulas son órganos formados por células especializadas en producir secreciones que
son expulsadas fuera de la glándula. Las células secretoras cuentan con algunas
características peculiares como es el papel esencial que en ellas tiene el aparato de Golgi al
ser el encargado de almacenar, concentrar y empaquetar sustancias específicas en vesículas
denominadas gránulos de secreción, que permanecen en el citoplasma de la célula hasta que
ésta es estimulada para que sean liberadas.
Las glándulas endocrinas sintetizan hormonas que son liberadas en la circulación sanguínea
para actuar sobre células y órganos situados a distancia en el interior del organismo.
Las glándulas exocrinas segregan sus productos en conductos especiales que los transportan
a órganos diana adyacentes o al medio externo. La mayoría de éstas glándulas están
controladas de alguna manera por el SN, principalmente por el autónomo. Las glándulas
nasales, lacrimales, salivares y muchas glándulas gastrointestinales son estimuladas por el SN
parasimpático. La estimulación del SN simpático, además de producir constricción de los vasos
sanguíneos que irrigan las glándulas, lo que reduce a menudo su ritmo de secreción, tiene un
efecto directo sobre algunas de ellas, como las glándulas sudoríparas y las apocrinas de las
axilas que liberan una sustancia espesa y odorífera cuando se estimulan los nervios
simpáticos.
La mayor parte de las glándulas, tanto endocrinas como exocrinas, están implicadas en
funciones como el mantenimiento de la constancia del medio interno del organismo y la
preparación para hacer frente a situaciones de emergencia.
En las glándulas que están bajo control nervioso, la estimulación se produce por un
neurotransmisor liberado desde la neurona eferente, que generalmente produce una
despolarización de la célula glandular y, como consecuencia la liberación de sustancias
secretoras.
Los músculos se pueden dividir en dos tipos principales: estriados y lisos. La mayoría de los
músculos que son activados de forma voluntaria son músculos estriados, debido a que las
fibras musculares aisladas aparecen con bandas o estrías. También se llaman músculos
esqueléticos porque se fijan al esqueleto.
Las fibras musculares que forman la musculatura esquelética son enormes células formadas
durante el desarrollo embrionario por la fusión de algunas células individuales. Los núcleos de
las células integrantes permanecen en esta gran célula, por lo que las células musculares son
multicuneadas. La membrana celular excitable que delimita la fibra muscular es el sarcolema.
La mayor parte del citoplasma de la fibra muscular está formada por miofibrillas. Cada
miofibrilla consta de una cadena de pequeñas unidades repetidas regularmente, denominadas
sacrómeros, que confieren a la miofibrilla su apariencia estriada, con bandas claras y oscuras,
y constituyen las unidades contráctiles de la fibra. Cada sacrómero contiene dos grupos de
filamentos paralelos y parcialmente superpuestos: filamentos gruesos, que se extiende en la
banda oscura, y filamentos delgados que se extiende a través de las bandas claras.
Cada filamento grueso es un haz compuesto por moléculas de miosina, mientras que los
filamentos delgados están constituidos por monómeros de actina. La actina y la miosina, que
en otras células realizan múltiples funciones implicadas en los movimientos celulares, se han
especializado en producir la contracción de las fibras musculares que es la base de la mayoría
de nuestros movimientos.
Los músculos lisos se localizan en órganos que han de ser capaces de mantener una cierta
tensión durante mucho tiempo y su denominación se debe a que no presenta estrías del
músculo esquelético. Forman la porción contráctil del estómago, el intestino, el útero, el esfinter
urinario, de las paredes de las arterias, los conductos de las glándulas secretoras y de muchas
zonas donde es necesaria una contracción lenta y sostenida. Están compuestos de fibras
mucho más pequeñas. No forman miofibrillas, aunque son las mismas fuerzas de atracción
entre filamentos de actina y miosina las que van a producir la contracción en el músculo liso.
El músculo cardiaco tiene características que lo sitúan entre el liso y el estriado. Está
compuesto de miofibrillas que contienen filamentos de actina y miosina y son casi idénticas a
las del músculo esquelético. Forman una especie de enrejado, lo que hace posible que cuando
una célula se excita, el potencial de acción se difunda por todas la interconexiones del
enrejado. Es miogénico (se contrae rítmicamente aún en ausencia de inervación y cada latido
se difunde desde una región marcapasos, que es la zona del corazón donde las células se
despolarizan espontáneamente generando la actividad que provoca el latido.
LA CONTRACCIÓN MUSCULAR
LA UNIÓN NEUROMUSCULAR
Es la sinapsis que se establece entre el botón terminal de una neurona motora y la membrana
de una fibra muscular.
Los músculos esqueléticos están inervados por los axones de las motoneuronas localizadas
en las astas anteiores de la médula espinal. Las neuronas que establecen sinapsis con las
fibras musculares conduciendo información desde el SNC y transformándola en una acción
muscular son la motoneuronas alfa.
Cuando el axón de una neurona motora llega al músculo, pierde su envoltorio de mielina y se
ramifica en un complejo de terminales nerviosas que se invaginan en la fibra muscular. Los
botones sinápticos localizados en las ramificaciones del axón penetran hasta la región
especializada de la membrana de la fibra muscular denominada placa terminal. El
neurotransmisor liberado desde las zonas activadas de los botones sinápticos es la
acetilcolina y el receptor que se localiza en la membrana de la fibra muscular es el receptor
nicotínico. La densidad de receptores colinérgicos es muy elevada en los numerosos pliegues
existentes en la membrana de la fibra muscular, denominado pliegues de unión, que aumentan
en gran medida el área sobre la que puede actuar el transmisor sináptico.
Los músculos que actúan juntos para mover la articulación en una dirección son sinérgicos
entre sí. Dado que flexores y extenores mueven la articulación en direcciones opuestas, son
antagonistas entre sí.
Cada músculo tiene una proporción de fibras de contracción lenta y fibras de contracción
rápida.
El músculo se contrae con más fuerza cuanto mayor es el número de unidades motoras que se
activan, también va a depender de la frecuencia de los potenciales de acción de la
motoneurona: a mayor frecuencia, mayor será la fuerza que produzca la unidad motora, ya que
un incremento en la frecuencia de descarga permite sumar la fuerza de las contracciones
sucesivas.
Las variaciones en la precisión con que controlamos nuestros movimientos van a estar en
función de la densidad de los axones motores que alcanzan los diferentes grupos musculares.
El control será más preciso cuando un axón conecta con un menor número de fibras
musculares. La proporción axones/fibras determina la tasa de inervación
RECEPTORES SENSORIALES DE LOS MÚSCULOS. PROPIOCEPCIÓN
En los músculos se localizan dos tipos de receptores sensoriales, los husos musculares y los
órganos tendinosos de Golgi.
Husos musculares
Se sitúan en paralelo entre las fibras que constituyen el músculo esquelético. Su densidad varía
en función de las características funcionales de cada músculo. Los músculos más grandes y
que producen movimientos menos precisos tienen relativamente pocos husos, mientras que los
que intervienen en los movimientos más finos, cuentan con una mayor densidad.
En los husos musculares se pueden distinguir tres componentes fundamentales: las fibras
intrafusales y los terminales sensoriales y motores. Cada huso muscular tiene de 2 a 14
fibras musculares especializadas fibras intrafusales rodeadas de una capa de tejido
conectivo. Alrededor del huso se localizan las fibras extrafusales que constituyen los
elementos contractiles del músculo. En algunas fibras intrafusales, los núcleos se agrupan en la
región central de la fibra y forman las fibras de bolsa nuclear. En otras fibras intrafusales los
núcleos se alinean formando una única fila fibras de cadena nuclear
La información captada por huso muscular es transmitida por axones sensoriales mielinizados
de diferente tamaño y velocidad de conducción, que hacen contacto con la porción central no
contráctil de las fibras intrafusales. Estas fibras aferentes que partiendo del huso envían
información al SNC a cerca del estado de las fibras musculares que lo rodean, son de dos
tipos: los axones aferentes del grupo Iª, los de más tamaño y velocidad, se ramifican en su
terminación para enrollarse en espiral sobe todas las fibras del huso. Normalmente es un único
axón Ia el que llega a todas las fibras y sus terminales constituyen los receptores primarios.
Otro tipo de inervación aferente la proporciona los axones de menor tamaño del grupo II que
inervan las fibras de bolsa estática y todas las fibras de cadena. Los teminales de los axones
del grupo II sonlos receptores secundarios.
La inervación eferente del huso muscular está a cargo de la motoneuronas gamma. Todo el
sistema neural que controla el movimiento debe converger sobre estos dos tipos de
motoneuronas. La motoneuronas gamma tienen pequeños axones mielinizados que inervan las
porciones contráctiles de las fibras del huso y en función de las fibras a las que llegan se
pueden dividir en eferentes gamma dinámicos que inervan las fibras de bolsa de tipo
dinámico y eferentes gamma estáticos, que inervan la fibras de bolsa de tipo estático y todas
las fibras de cadena nuclear.
Los axones del grupo Ia y los del grupo II responden de diferente forma durante las distintas
etapas del estiramiento de un músculo: la fase dinámica es el momento en el que la longitud
está variando, ya sea porque el músculo se está estirando, o porque se está acortando; durante
la fase estática, la longitud el músculo no varía.
Control eferente de los husos musculares
El SNC regula las aferencias que recibe mediante un control centrífugo ejercido por los
axones que llegan a los mismos órganos sensoriales de los que procede la información. Los
husos musculares están bajo este control, ya que el SNC es capaz de ajustar la sensibilidad de
los terminales primarios y secundarios y esto se produce a través de las motoneuronas
gamma o eferentes gamma
El reflejo medular más sencillo es el reflejo de extensión, que es provocado por la extensión
de un músculo. La contracción depende de una vía refleja que pasa a través de la médula
espinal se le llama reflejo de extensión o miotático.
Reflejos polisinápticos
El reflejo de extensión es el único reflejo medular en el que interviene una única sinapsis.
Todos los demás reflejos son polisinápticos ya que están controlados por circuitos donde una
o varias interneuronas se intercalan entre la neurona sensorial y la motora.
El efecto de la estimulación de los órganos tendinosos de Golgi es exactamente el opuesto al
que se produce por la estimulación de los husos musculares cuando el músculo se estira, se le
ha llamado reflejo miotático inverso.
Componentes
El origen y la trayectoria funcional, son inversos a los de los sistemas sensoriales, ya que las
vías motoras se originan en disitintos niveles del SNC y siguen una trayectoria descendente por
el mismo hasta converger en las motoneruonas del tronco del encéfalo y de la médula
espinal. Los niveles en los que se originan las vías motoras descendentes hasta las
motoneruronas son el tronco del encéfalo y la corteza cerebral. Distintos núcleos
troncoencefálicos y varias áreas de la corteza cerebral originan las vías motoras que
descienden hasta las motoneuronas y forman los sistemas motores descendentes corticales
y troncoencefálicos. En estas vías intervienen amplias regiones de la corteza cerebral, los
ganglios basales y el cerebelo, y forman los sistemas centrales del control motor.
Las motoneuronas de la médula espinal y del tronco del encéfalo ocupan el nivel inferior en el
organigrama del control motor, ya que por una parte tiene competencia para realizar actos
motores estereotipados y automáticos, sin contar con los niveles superiores, y por otra sobre
ellas convergen directa o indirectamente todas las órdenes motoras superiores, bien para
modular su propia actuación refleja o para coordinarla en actos motores controlados en los
niveles superiores.
Las áreas de la cerebral que intervienen en el control motor incluyen áreas de asociación de
la corteza parietal y prefrontal, y la áreas denominadas clásicamente motoras las áreas
motoras secundarias, o áreas premotoras, y el área motora primaria
Las áreas de asociación actúan al nivel más alto de la jerarquía motora, seleccionando la mejor
estrategia para llevar a cabo un acto motor, eligiendo lo que es relevante para su realización
sirviéndose de la información que confluye sobre ellas. Las estrategias son trasladadas por
conexiones intracorticales desde la corteza prefrontal y parietal a las áreas motoras de la
corteza, en las que se elaboran los programas y órdenes de cómo y cuando realizar los
movimientos.
La corteza parietal posterior parece que interviene en los movimientos dirigidos a un blanco
integrando los estímulos sensoriales con el estado del individuo, y enviando esta información a
la corteza premotora y a la corteza de asociación prefrontal dorsolateral.
Corteza premotora
La conectividad del área motora suplementaria apunta a que su función es realizar una
compleja integración sensoriomotora. Recibe sus principales aferencias corticales desde la
corteza de asociación parietal posterior y prefrontal dorsolateral, y desde la corteza sensorial,
fundamentalmente desde la somatosensorial. Sus proyecciones corticales van principalmente a
la corteza motora primaria.
Las neuronas del área motora suplementaria también se activan varios milisegundos antes de
que se ejecute una tarea motora. el área motora suplementaria interviene en la programación
y coordinación de movimientos complejos (coordinación bimanual). La corteza de
asociación parietal posterior envía información sensorial al área motora suplementaria y a la
corteza premotora, y que éstas influyen sobre los movimientos voluntarios fundamentalmente a
través del área motora primaria.
Se activa durante la ejecución de los movimientos y puesto que sobre ella convergen las
proyecciones de las áreas premotoras, parece que la preparan para la realización de los
mismos. Además recibe importantes proyecciones desde la corteza somatosensorial primaria,
de modo que las neuronas que responden a los estímulos de una parte del cuerpo envían
proyecciones a las neuronas motoras que controlan los músculos de esas mismas partes del
cuerpo. Estas proyecciones proporcionan a la corteza motora retroalimentación sensorial
acerca de la contracción de los músculos y de la magnitud de los movimientos que se están
realizando.
Las fibras descendentes desde la corteza motora al tronco del encéfalo y la médula espinal
forman el tracto corticobulbar, los tractos corticoespinales y las vías descendentes a núcleos
del tronco del encéfalo en los que se originan vías descendentes. Estas fibras se originan en
las neuronas piramidales de la capa V de las áreas motoras de la corteza cerebral. Algunas de
estas neuronas las células de Betz, son las más grandes del SNC, pero otras muchas
neuronas piramidales contribuyen a los tractos motores descendentes. A través de esos
tractos, las áreas motoras de la corteza cerebral controlan los músculos, tanto de la cabeza
como del tronco y las extremidades.
El tracto corticobulbar termina sobre los núcleos motores de lso nervios craneales facial,
trigémino, hipogloso y ambiguo, que inervan los músculos de las mandíbulas, de la expresión
facia, de la lengua, y de la faringe/laringe. A través del tracto corticobulbar, la corteza motora
controla los músculos de la cabeza que intervienen en movimientos voluntarios como los que
hacemos al comer etc.
El tracto corticoespinal lateral cruza la línea media en las pirámides bulbares y desciende por
la columna lateral de la médula espinal, terminando a lo largo de su extensión, aunque de
modo más abundante en los niveles de los ensanchamientos cervical y lumbosacro, que son
los que inervan los músculos de las extremidades.
El tracto corticoespinal ventral no cruza enlas pirámides y sigue un curso medial por la
columna ventral de la médula espinal, termina en los segmentos cervicales y torácicos
superiores de la médula espinal. Los tractos corticoespinales son vías directas por las que la
corteza motora influye sobre las motoneuronas de la médula espinal. La corteza motora influye
sobre la médula espinal a través de dos vías indirectas que hacen un relevo intermedio y
teminan sobre núcleos del tronco del encéfalo que envían proyecciones descendentes a la
médula espinal.
Las fibras motoras indirectas que terminan en le núcleo rojo proceden de las zonas de
representación de las extremidades, al igual que el tracto corticoespinal lateral, y las que
terminan en la formación reticular pontina y bulbar se originan en las zonas de representación
del cuello, del tronco, y de las zonas proximales de las extremidades, al igual que el tracto
corticoespinal ventral.
El tracto corticoespinal ventral interviene en el control de los músculos del cuello, del tronco
y de los músculos proximales de las extremidades, colaborando con la vía indirecta y los
tractos asociados que se originan en el tronco del encéfalo para el control de la postura.
La vía lateral, la forma el tracto rubroespinal y las vías mediales incluyen los tractos
vestibuloespinales, los tractos reticuloespinales y el tracto tectoespinal.
Los núcleos reticulares pontinos oral y caudal se consideran la región facilitadora de los
reflejos espinales antigravitatorios para el mantenimiento de la postura erguida. El tracto
reticuloespinal medial (pontino) que desciende desde ellos provoca una facilitación tónica de
los músculos flexores de las extremidades superiores y de los músculos extensores de las
extremidades inferiores, lo que facilita el mantenimiento del cuerpo en contra de la gravedad.
Además controlan los ajustes posturales anticipatorios que requiere cualquier movimiento
voluntario. Otros ajustes posturales requieren una acción combinada de facilitación e inhibición
de varios músculos extensores y flexores de distintas articulaciones. Entre los tractos
implicados en estos ajustes está el tracto reticuloespinal lateral (bulbar). El núcleo reticular
gigantocelular, desde el que desciende este tracto, se considera una región inhibidora de
los reflejos antigravitatorios espinales. Su acción principal es la tendencia a inhibir el reflejo
de extensión antigravitatorio, inhibiendo las motoneuronas extensoras y las interneuronas
asociadas, y facilitando las motoneuronas flexoras. Como consecuencia, prepara el sistema
musculoesquelético para el movimiento.
En la médula espinal existen circuitos o redes neurales en los que las interneuronas son
fundamentales son generadoes de acción central o generadores centrales de patrones,
generan patrones motores rítmicos que intervienen en la locomoción. Hay dos regiones cuya
estimulación induce a la locomoción. Una está próxima al núcleo subtalámico y se denomina
región locomotora subtalámica, otra está próxima al colículo inferior, en el mesencéfalo y se
denomina región locomotora mesencefálica. La región locomotora mesencefálica engloba el
núcleo reticular cuneiforme y la región caudal del mismo.
EL CEREBELO
El cerebelo y los ganglios basales son estruturas que regulan funcones motoras. Ninguna de
ellas se caracteriza por enviar fibras directamente a la médula espinal sino que ejercen
principalmente su influencia a través de conexiones con los centros motores en los que se
originan los tractos motores descendentes y, se consideran centros moduladores del control
motor.
Se considera que el cerebelo compara las órdenes motoras descendentes con la información
acerca de los movimientos que se están realizando, y actúa sobre el tronco del encéfalo y
sobre la corteza motora para aportar precisión a los movimientos, corrigiendo errores que les
desvían del curso deseado, ya sea a nivel de ejecución actuando sobre las vías descendentes,
o modificando los programas motores al enviar su influencia a la corteza premotora.
El vestibulocerebelo envía señales correctivas a los núcleos vestibulares, de los que surgen
los tractos vestibuloespinales que influyen sobre las motoneuronas espinales que controlan los
músculos del cuello, los axiales y los proximales de las extremidades para modificar la
postura y restablecer el equilibrio. Las lesiones en el vestibulocerebelo producen
inestabilidad.
Cada uno de los componentes del espinocerebelo, el vermis y la zona intermiedia de los
hemisferios, influye sobre distintas vías descendentes. La zona intermedia de los hemisferios,
a través de los núcleos interpuestos proyecta al núcleo rojo contralateral. La zona intermedia
influye sobre los músculos distales de las extremidades en los que facilita el tono muscular
flexor. A través del tálamo, el espinocerebelo también puede actuar sobre los tractos
descendentes de la corteza motora para modular la ejecución de los movimientos voluntarios.
La inactivación de los núcleos interpuestos provoca un severo temblor durante los
movimientos de alcance pero no al sentarse, mantenerse de pie o al andar.
Las células de Purkinje de vermis disminuyen la actividad de las neuronas del núcleo
vestibular lateral, con lo que disminuye el tono muscular extensor en las extrmidades. A
través del núcleo fastigo también influye sobre la formación reticular pontina y bulbar. Así a
través de los tractos vestibuloespinales y reticuloespinales interviene en el control de la
postura y en la locomoción.
Los ganglios basales – cuerpo estriado, núcleo subtalámico y sustancia netra – forman un
sistema funcional de gran importancia para el control motor. La alteración de los ganglios
basales produce trastornos motores que implican la aparición de movimientos involuntarios.
Dos de estos trastornos son: la corea o enfermendad de Huntington, y la enfermedad de
Parkinson. El primero es un trastorno hipercinético, se caracteriza por un exceso de
movimientos incontrolables y rápidos. La enfermedad de parkinson es un trastorno hipocinético
se caracteriza por la carencia y el enlentecimiento de los movimientos, la rigidez y los
temblores, sobre todo en estado de reposo muscular.
Los ganglios basales no forman parte de los sistemas motores descendentes, su intervención
en el control motor se realiza por bucles de retroalimentación entre los diversos componentes a
través del tálamo, con la corteza de asociación prefrontal y con la corteza motora, de un modo
especial con el área motora suplementaria. Considerando sus proyecciones se ha sugerido que
intervienen en la planificación y en la fase de inicio de los movimientos, y en el inicio de los
movimientos generados internamente
Las neuronas del globo pálido, un efector fundamental del sistema, tienen una gran actividad
espontánea, son tónicamente activas. Los centros efectores del sistema son homogéneos en
cuanto a sus señales de salida: el globo pálido medial (GPM) y la sustancia negra reticulada
(SNr) son ambos inhibitoriso, ya que sus neuronas liberan GABA.
SISTEMA NEUROENDOCRINO
HORMONAS: GENERALIDADES
Las hormonas son moléculas orgánicas producidas y liberadas por las glándulas endocrinas.
Podemos disginguir tres clases de hormonas según su estructura química:
Las hormonas esteroides derivan del colesterol, incluyen las hormonas procedentes de la
corteza adrenal y de las gónadas. Son liposolubles, por lo que atraviesan fácilmente la
membrana celular, al ser escasamente hidrosolubles en la sangre, se desplazan unidas a
proteínas transportadoras específicas hasta los órganos diana.
Las hormonas peptídicas son cadenas de aminoácidos y son solubles en sangre. Incluyen las
hormonas del hipotálamo, las hormonas trópicas de la hipófifis anterior, las hormonas de la
hipófisis posterior, las hormonas que intervienen en la regulación del calcio (hormonas
paratiroideas y calcitonina), las hormonas gastrointestinales y las hormonas del pácreas
(insulina y glucagón).
Las hormonas monoamínicas derivan del aminoácido tirosina e incluyen las hormonas de la
médula adrenal y las horomas tiroideas.
GLÁNDULAS ENDOCRINAS
La hipófisis está formada por dos regiones muy diferenciadas: un lóbulo posterior o
neurohipófisis, considerado una extensión del hipotálamo, y el lóbulo anterior o
adenohipófisis que no posee ninguna conexión nerviosa y actúa como una glándula real.
Estas dos partes funcionan de forma totalmente independiente y tienen orígenes embriológicos
diferentes. Entre estas dos zonas esta la parte intermedia, cuya función es la síntesis de la
hormona estimulante de melanocitos (MSH).
El control que el hipotálamo ejerce sobre la hipófisis se lleva a cabo de dos formas diferentes:
1) directamente liberando hormonas en el sintetizadas a la circulación general desde la
neurohipófisis.
2) Indirectamente, sintetizando factores de liberación que son segregados en el sistema portal
hipotálamo-hipofisiario hasta alcanzar la hipófisis anterior donde estimulan o inhiben la
actividad secretora de las células de la adenohipófisis.
Hormonas de la neurohipófisis
Núcleos donde se distribuye las neuronas hipotalámicas que liberan sus hormonas:
2) el núcleo paraventricular que se sitúa a lo largo del tercer ventrículo, con neuronas que
contienen hormona liberadora de corticotropina
De las hormonas segregadas por la hipófisis anterior, cuatro son hormonas trópicas,
hormonas que tienen como diana otra glándula sobre la que actúan para regular su producción
hormonal. Es el caso de la hormona estimulante del tiroides (TSH) o tirotropina, la
hormona adrenocorticotrópica (ACTH) y las gonadotropinas, que incluyen la hormona
folículoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Además de estas hormonas
trópicas, la adenohipófisis segrega la hormona del crecimiento (GH) o somatotropina y la
prolactina. Todas estas hormonas liberadas por la adenohipófisis son polipeptidos.
Las gonadotropinas (FSH Y LH) controlan las funciones ováricas y testiculares aunque ambas
hormonas reciben sus nombres por la función que realizan en la hembra, donde la acción
principal de la FSH es el desarrollo de los folículos del ovario y, después que éstos han
madurado, provocar la ovulación junto con la LH. La LH y FSH, inducen la síntesis y secreción
de hormonas esteroides, estrógenos y progesterona, en el macho la LH induce la síntesis de
testosterona
HORMONAS LIBERADAS POR ACCIÓN DE LAS HORMONAS ADENOHIPOFISIARIAS
Hormonas tiroideas
La tiroxina o tetrayodotironina (T4) y la triyodotironina (T3) son las hormonas liberadas por
la glándula tiroides. La glándula tiroides es uno de los órganos endocrinos más grandes,
formada por dos lóbulos unidos por una banda de tejido y fuertemente adheridos a la tráquea.
Hormonas corticosuprarrenales
Hormonas gonadales
Los ovarios producen cantidades importantes de andrógenos que son los precusores de los
estrógenos
La médula adrenal y el SN simpático forman una unidad fisiológica y funcional conocida como
sistema simpatoadrenal, que se halla bajo el control de SNC
Hormonas pancreáticas
El páncreas es una glándula que participa en dos tipos de funciones secretoras: contien
células exocrinas productoras de enzimas digestivas para su secreción al sistema
gastrointestinal, y células endocrinas que sintetizan y segregan las hormonas peptídicas
insulina, gucagón y somatostatina. Éstas se localizan en unas pequeñas acumulaciones de
células denominadas islotes de Langerhans.
Hormonas gastrointestinales
Son liberadas por células esparcidas por el tracto gastrointestinal y tienen como función
coordinar y regular las actividades digestivas del intestino delgado. La gastrina y la secretina
y la colecistoquinina son las principales
El calcio es un ion fundamental para procesos tan diversos como el recambio esquelético, la
coagulación sanguínea o la transmisión del impulso nervios y las hormonas implicadas en su
metabolismo son la hormona paratiroidea (PTH) y la calcitonina (CT). La calcitonina se
elabora en la Celulas C o parafoliculares del tiroides y su principal efecto es disminuir el nivel
de calcio en sangre, a través de inhibir la liberación ósea.
Está formada por un grupo de células que se localiza en el centro del encéfalo, concretamente
en el surco comprendido entre los tubérculos cuadrigéminos inferiores. En los mamíferos tiene
funciones secretoras. La glándula pineal está inervada por el SN simpático, por neuronas del
ganglio cervical superior, cuya actividad produce la liberación de melatonina por las células de
la glándula pineal. Al igual que la serotonina, la melatonina procede del triptófano y se obtiene a
partir de ésta en una reacción enzimática de dos pasos.
Se cree que la glándula pineal puede actuar como controladora de los ritmos biológicos.