Obra de Teatro
Obra de Teatro
Obra de Teatro
Sobre el escenario, se observará una ventana hacia el fondo. Sobre ella, un cartel donde rece la
palabra “INDEPENDENCIA”.
En el centro, una mesa adornada con un mantel blanco, un tintero y una pluma en su interior.
Al costado, un pergamino, sobre el centro de la mesa.
(Aparece una dama antigua, recorriendo el lugar, acomodando las sillas, mirando por la
ventana. Se la nota ansiosa e inquieta)
Una distinguida dama, Doña Francisca Bazán de Laguna, que es la dueña de la casa que se
encuentra en Tucumán, estaba muy preocupada en la mañana. Caminaba, caminaba, y
pensaba qué otros arreglos podía hacer en su salón. Ella va a recibir a diputados de todas
partes de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
(A medida que la docente nombra a los diputados asistentes, van ingresando al escenario,
hacen una reverencia a Doña Francisca Bazán de Laguna, se quitan el sombrero frente a ella
y luego, se colocan el sombrero y se sientan en las sillas dispuestas. Cada niño vestirá ropa
de gala o sacerdote. Ella también les responde con una reverencia)
Ellos eran, Francisco Laprida; Juan José Paso; Pedro Ignacio de Castro Barros (vestido con
sotana); Tomás Manuel de Anchorena; José Darregueyra; Justo Santa María de Oro (vestido de
sacerdote); Pedro Medrano; Gerónimo de Cabrera y Cabrera, entre otros.
Eran tantos los congresales reunidos para lograr la independencia, que Doña Francisca ordenó
voltear una pared para que cupieran todos los diputados y pudieran sesionar. Después de
saludar a Doña Francisca, ella se retira a preparar algunos cócteles para poder invitar a los
caballeros.
(los estudiantes hacen gestos de preocupación: tocarse la úvula, blandir la cabeza tanto a la
derecha como a la izquierda, restregarse pantalones, entre otros)
piensan, se paran,
(los alumnos se paran y realizan las acciones que la voz en off propone)
caminan por todo el salón, buscan soluciones, miran para arriba, miran para abajo, miran por
todos lados, cansados de recorrer la casa y sus jardines, vuelven al salón y se sientan para
pensar qué solución pueden encontrar.
Pero mientras tanto, fuera de la casa, aparecen unas Damas bien coquetas, acompañados de
caballeros.
(Ingresan Damas con peinetas grandes, abanicos y vestidas como si se tratara de una fiesta y
los caballeros, con saco y pantalón negro. También usan galeras y comienzan a recorrer el
lugar).
Caminaban y caminaban y trataban de escuchar qué era lo que pasaba dentro de la casa de
Doña Francisca
(dos Damas se acercan y colocan las manos sobre sus ojos o tratan de escuchar como si
hubiese ventanas y paredes).
Pero desde adentro de la casa, se podían escuchar gritos, movimientos. Los congresales se
paraban nuevamente. Seguían pensando, recorriendo todos los lugares de la casa buscando
soluciones.
Miraban hacia arriba, miraban para abajo, por todos lados. Cansados ya, se volvían a sentar.
Seguían hablando entre ellos hasta que por fin ¡Votan! presididos por Laprida.
El 21 de julio fue jurada la Independencia en la sala de sesiones por los miembros del
Congreso, ante la presencia del gobernador, del general Manuel Belgrano, de la Iglesia y
demás corporaciones, se leyó el acta de independencia.
(El estudiante que interpreta a Laprida, toma el pergamino en alto y sin leer, hace gestos
hacia los demás congresales, con el dedo en alto)
Y así los congresales se felicitaron con mucha alegría y emocionados. Una vez que dejaron de
saludarse, uno a uno, firmó el acta de independencia.
(Los congresales uno a uno toma la pluma del tintero e imita una firma sobre el pergamino)
(Los congresales –dos de ellos-, se detienen frente al escenario mientras el pueblo se reúne
frente a ellos)
(Los congresales vuelven con el resto, mientras los integrantes del pueblo suben y se unen
todos los participantes de la obra)
Por eso, a todo pulmón, tanto el pueblo como los congresales, gritan a viva voz:
¡VIVA LA INDEPENDENCIA!