IDENTIDADES

Núm. 18, Año 10

Abril 2020
pp. 44-55
ISSN 2250-5369

El gobierno de Macri y la distorsión de las demandas

mapuche en Puel Mapu1

Fabiana Nahuelquir2

Introducción

A razón de la invitación del editor, este texto tiene por propósito introducir
algunas reflexiones sobre la situación del Pueblo Mapuche Tehuelche en el Puel
Mapu tras los años de la presidencia de Mauricio Macri. Una advertencia a los
lectores: Atravesada como estuvo la Comunidad Mapuche Tewelche Vuelta del Río,
mí comunidad, este escrito indefectiblemente expresa una mirada que asume un
(de)limitado punto de vista y un posicionamiento explícito respecto de lo que aquí se
narrará.
Desdeñados desde siempre, los Pueblos Originarios volvíamos a quedar a
expensas de la indolencia del poder estatal –y de privados-. La instrumentalización
de la violencia del gobierno cobró para nosotros un rostro amañado que silenciaba y
ocultaba razones --y procedimientos-- que se habían estimado para allanar viviendas
de familias de nuestra Comunidad buscando, según trascendió, a Santiago
Maldonado.
En aquellas circunstancias, se dieron episodios represivos en los cuales hubo
heridos, maltrato a menores y persona mayores, golpes, empujones. Los tuvieron a la
intemperie semidesnudos en pleno invierno a temperaturas bajo cero, sin mediar
explicaciones, desde las 6 de la mañana. Niños y adultos precintados durante horas
permanecieron tirados en el suelo, golpeados, sin agua, sin poder orinar, sin
permitirles ponerse un abrigo y sin ingerir alimentos. Todo esto por un supuesto
llamado anónimo que denunció que teníamos escondido a Santiago. Cuando fuimos
a exigir explicaciones al Juzgado Federal de Esquel, de regreso a nuestra Comunidad
habían quemado la ruka de uno de nuestros lamgen.
El presente escrito, después de esta breve introducción, se organiza en
diferentes secciones. En la primera de ella se organiza secuencialmente una narración
de los principales hechos en los que fue involucrado parte del pueblo mapuche
durante los años del gobierno de Mauricio Macri. En el segundo, se concentra en
analizar las expresiones discursivas, publicadas en diferentes medios de
comunicación, de una de las responsable política de los eventos. Aquí aplicamos la

1 El presente texto originalmente fue solicitado y publicado originalmente por el Instituto de Estudios
Avanzados, de la Universidad de Santiago de Chile. (IDEA-USACH). Editor: Pedro Canales Tapia. La
extensión y temática responde a solicitudes del editor.
2 Prof. y Lic. en Historia. UNCo-Crub, ISFD N° 804, Anexo El Maitén, ISFDC El Bolsón. Argentina.

nahuelquirf@yahoo.com.ar
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categoría de marcos de interpretación para identificar los significados que atribuyó

Patricia Bullrich (Ministra de Seguridad) a los mismos ante el resto de la sociedad
civil. Finalmente, y con el aporte de otros investigadores, se contextualizan las
características del régimen de gubernamentalidad que singularizó la versión macrista
del neoliberalismo que asumió el estado.

Los hechos3

Desde los inicios, en marzo del 2015, de la recuperación territorial del Pu Lof
en Resistencia de Cushamen el fiscal Oscar Oro ordenó un allanamiento en el que se
reprimió con armas de fuego en el lugar, con la finalidad de identificar a sus
integrantes e iniciar una investigación a instancias de una denuncia presentada por la
Multinacional de los Benetton. A los dos meses se produjo una primera audiencia
oral y pública en Esquel, donde resultaron imputados cinco lamgen. Al mes
siguiente, en Julio, el Fiscal Rivarola solicitó la aplicación de la Ley Antiterrorista
vinculando al Pu Lof con los atentados perpetrados, según él, por la RAM
(Resistencia Ancetral Mapuche).
Ya en pleno desarrollo de la causa judicial, en el mes de Agosto, el Defensor
Público Fernando Radziwiloski dio a conocer la existencia de archivos digitalizados
con el nombre de 22 personas, vecinos de Esquel, que estaban siendo “espiados”.
Estos archivos habían sido entregados por un agente de la AFI (Organismo de
Inteligencia) a los Fiscales Rivarola, Bottini y Révori, quienes los habían reservado
para usarlos discrecionalmente.
Corría el año 2016, cuando el 27 de Mayo se produjo otro allanamiento en el
territorio de la recuperación en manos de la policía de la Provincia del Chubut,
Gendarmería Nacional y el Grupos Especial de Operaciones (GEOP). Entre varias
personas, detuvieron al Lonko Facundo Jones Huala, quien también era solicitado
por parte del estado chileno. Luego de algunas audiencias, en el mes de Agosto, se le
dictó la prisión domiciliaria aunque se lo mantuvo preso en la ciudad de Esquel hasta
solucionar, excusaron, el pedido de extradición a Chile. Posteriormente, a fines de ese
mes, se dio inicio al juicio de extradición donde se resolvió la nulidad del primer
proceso iniciado el año anterior por estar plagado de irregularidades, entre ellas
apremios a testigos para que declararan en su contra.
Aún con la resolución del juicio anterior, el 27 de Junio, se produjo una
segunda detención del Lonko en el paso de control Coronel Villegas (Provincia de
Río Negro), cuando regresaba de una ceremonia con motivo de Weñoy Xipantu.
Desde aquí sería, otra vez, trasladado a la cárcel de Esquel. El motivo, se adujo, era el
pedido de su extradición a Chile. Sus abogadas defensoras calificaron este arresto
como una persecución política coordinada por los estados argentino y chileno. Así
mismo, se vinculó su detención con las decisiones tomadas en una reunión de
mandatarios políticos y una cámara de empresarios. Ante estos hechos se exigió la

3 Se reconstruyen los hechos a partir de compulsa periodística citada en los apartados posteriores y de
la consulta de Anónimo (2018).

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liberación del Lonko, dado que, se lo apresaba por la misma causa por la que ya se lo
había encarcelado, enjuiciado y liberado.
En el contexto de aquellos reclamos, el 1° de Agosto, “desapareció” Santiago
Maldonado. Luego de que la justicia había expedido una orden solamente para
despejar la Ruta N° 40, las fuerzas represivas del estado terminaron ingresando al
territorio comunitario a reprimir a todas las personas que allí se encontraban. En
adelante se realizarían diferentes rastrillajes de búsquedas. Mientras tanto, la clase
política instaló diferentes datos de su paradero, al tiempo que confrontó a la familia y
culpó a las víctimas por la situación. Fue hasta el 17 de Octubre que fue “aparecido”
el cuerpo de Santiago, según se dijo, flotando en el Río Chubut, por parte de efectivos
que realizaban búsquedas en una zona antes ya inspeccionada. Este hecho revistió
una causa por desaparición forzada de persona en manos del estado hasta ahora no
esclarecida convincentemente. Esta causa fue cerrada por el gobierno de Macri
aduciendo que el deceso fue culpa de Santiago por haberse tirado a un río sin saber
nadar y también responsabilizaron a los mapuches, en una provocadora imputación,
de haber hecho abandono de persona. Recientemente la causa fue reabierta.
Desde el mes de Noviembre del 2017 la Comunidad Lafken Winkul Mapu,
emplazada en Villa Mascardi (Provincia de Río Negro), viene llevando adelante un
proceso de recuperación territorial. Aquí, a 35 kms. de San Carlos de Bariloche, el
grupo de efectivos Albatros, por orden del Juez Gustavo Villanueva, ingresó a
desalojar a las familias del territorio y asesinó por la espalda a Rafael Nawel. El
lamgen era parte de la Comunidad y acompañaba en el lugar a nuestra Machi
Betiana que se instala allí, en el territorio del Relmu Lafken, para ejercer su rol. Los
lamgen que ese día bajaron el cuerpo, en dirección a la ruta, en busca de asistencia
médica para Rafael continúan hoy perseguidos por la Justicia.
El juez de esta causa, Ricardo Barreiro, manifestó que este hecho: “constituye
la secuela precisa y planificada de un guión que no podía faltar para coadyuvar esa
sistemática construcción del enemigo interno4”. Puso en evidencia además, este juez,
la intervención del Poder Ejecutivo sobre la Justicia en la causa.
En un Informe de Naciones Unidas5 relativo a la violencia y hostigamiento
persistente contra las Comunidades Indígenas, cometidas por los agentes
gubernamentales ó con su complicidad y aún inacción en el contexto de
controversias sobre tierras, se explicitó que la resolución de esos casos por tribunales
raramente favorecían a las Comunidades. Por el contrario, el Informe manifestó que a
los indígenas se los sigue criminalizando. Así mismo, expresó que las protestas y
manifestaciones habían sido violentamente reprimidas, mediante un excesivo uso de
la fuerza por parte de las autoridades. Antes bien, se expresó, los conflictos y
tensiones no fueron gestionados desde un paradigma de reducción de la violencia y
se sustrajo el control judicial, quien era el que debía guiar las actuaciones policiales.

4https://www.pagina12.com.ar/228723-imputada-por-espiar-y-reprimir-a-los-mapuches
5 El precitado informe se menciona y cita textualmente en la presentación judicial de la Asamblea
Permanente de Derechos Humanos.
https://www.pagina12.com.ar/228723-imputada-por-espiar-y-reprimir-a-los-mapuches

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Reforzando aquella perspectiva, en Junio del 2019, la Asociación Permanente

de Derechos Humanos presentó una denuncia en la Justicia6, en ella involucró a las
autoridades y funcionarios del Ministerio de Seguridad, comandado por Patricia
Bullrich, quienes tuvieron responsabilidad política de todos los hechos aquí
mencionados. Aquí se expuso sobre la existencia, desde Diciembre del 2015, de un
Plan de acción ilegal contra las Comunidades Indígenas, usando el aparato coercitivo
estatal para coaccionar ilegalmente a las Comunidades con la finalidad de inhibir sus
protestas y reclamos de tierras en pos de favorecer, expresó la presentación, negocios
inmobiliarios.
Entre los fundamentos de la acción legal se enumeró la actuación de las
Fuerzas Federales sin orden judicial, la realización de tareas de inteligencia ilegal, la
creación de un falso enemigo interno: La RAM y las muertes de Santiago y Rafael.
Así mismo, se mencionó la ejecución de tareas de inteligencia ilegales en
coordinación con Carabineros de Chile. Al tiempo que, igualmente se denunció
coacción, represión desmedida, lesiones graves y gravísimas, torturas físicas y
psicológicas, maltrato a mujeres y niños. Todo con la finalidad de ejercer un
escarmiento a las Comunidades Indígenas.

El posicionamiento macrista ante los hechos

En esta sección se introduce la perspectiva que asumió el macrismo en

declaraciones de prensa para instalar definiciones sobre los hechos aquí narrados, en
la vocalidad de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, y parte de su gabinete. Se
retoman, en su discurso, la identificación y el análisis de los marcos de
interpretación7 que han seleccionado desde el gobierno para organizar el significado
de los hechos, ha ser inoculados en el resto de la sociedad, con la intensión de
disolver la participación y responsabilidad política en los mismos. Se considera
pertinente el análisis de la imposición de estos marcos de interpretación porque,
además de poner en evidencia los usos del lenguaje durante la creación de sentidos,
simultáneamente, las autoridades controlaron y manipularon la emergencia de los
mismos para, con ellos, mantener el orden social.

6 La causa lleva el número 4698/2019 y está caratulada como “Bullrich, Patricia; Noceti, Pablo; Cané,
Gonzalo; Milman Gerardo s/ homicidio agravado fuerzas seguridad art. 80 inc. 9”, y está radicada en
el Juzgado Federal número cinco, a cargo de la jueza María Eugenia Capuchetti.
https://www.clarin.com/politica/respuesta-patricia-bullrich-imputada-supuesto-plan-criminal-
mapuches-apriete-pueda-frenar-_0_CitgdQFM.html

7 Para Erving Goffman [1975] (2006) el concepto de marco de interpretación remite a un proceso de
interpretación, tipificación y categorización por el cual se procede a elaborar una definición de las
situaciones y se construye a partir de principios de organización de los acontecimientos. Por su parte
Dorde Cuvaric Gacía expresa que el marco no solo estructura una situación, sino que, además a partir
de ellos se configura el mundo y se dispone un guión para separar sanciones y percepciones. En
consecuencia, la realidad se enmarca para moldear ciertos presupuestos de transformación de los
espacios sociales. Desde esta perspectiva, las personas por medio del lenguaje construyen y legitiman
estos procesos.

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En el conjunto de las declaraciones consultadas8 la Ministra, desde el principio

de los acontecimientos, empleó primordialmente dos marcos de interpretación que
organizarían el discurso público del macrismo. En uno de ellos organizó los eventos
desde lo que ella definió como “la realidad” en oposición “al relato”, confrontando
con las explicaciones alternativas, y de paso descalificándolas, que brindaban las
víctimas y sus asesores legales sobre lo que pasó. El segundo de los marcos que
privilegió Bullrich fue el de los “significados de los hechos” no sólo para clausurar
interpretaciones en pugna e imputaciones a la gestión del gobierno, sino también
para desplazar los límites sociales a partir de los cuales instalar expectativas respecto
al rol y funcionamiento del estado de derecho en el seno de la sociedad civil.
Desde el marco de “la realidad” los hechos se encuadraron en torno a lo que
las acciones de la Justicia iban obteniendo para deslindar, a lo que dé, la figura
jurídica de desaparición forzada por parte del estado. Lo que para el gobierno debía
interpretarse como falta de pruebas fehacientes la Ministra, en el mismo movimiento
discursivo, lo capitalizaba para posicionar la gestión macrista y deslindando al
gobierno de responsabilidad alguna expresó: “Teníamos que defender la realidad y
no dejar que el relato entre”. Esto dijo, en alusión a lo que el Presidente les había
solicitado, posicionada desde el supuesto punto de neutralidad desde el que, todos
debíamos aceptar, procedía la Justicia. Aludía a una imparcialidad cuestionada a esas
alturas por amplios sectores sociales.
Desde el empleo de aquel repertorio de conceptos rectores, la Ministra se
permitió afirmar: “La Justicia no se basó en las presiones que hubo de parte de
diferentes sectores de la sociedad”. Hablando de la resolución obtenida por la Justicia
sobre la desaparición de Santiago, se permitió el gesto de aunar su perspectiva a la
del conjunto de la sociedad puesto que, según ella, fue: “el pueblo entero [el] que
8 Se consultaron periódicos que siguen diferentes líneas editoriales, a saber:
http://www.laizquierdadiario.com/Patricia-Bullrich-habla-en-el-Senado-Los-mapuches-son-un-
grupo-de-extrema-violencia. https://www.clarin.com/politica/patricia-bullrich-considero-denuncia-
plan-ilegal-mapuches-apriete-mensaje-k-_0_zCTOiyL8.html.
https://www.clarin.com/politica/respuesta-patricia-bullrich-imputada-supuesto-plan-criminal-
mapuches-apriete-pueda-frenar-_0_CitgdQFM.html.
https://www.politicargentina.com/notas/201911/31055-imputaron-a-bullrich-por-espiar-y-atacar-a-
la-comunidad-mapuche-para-proteger-los-negocios-de-los-ceos-de-las-tierras.html.
https://www.pagina12.com.ar/228723-imputada-por-espiar-y-reprimir-a-los-mapuches.
http://www.laizquierdadiario.com/Brutal-para-Patricia-Bullrich-Maldonado-se-ahogo-para-no-
entregarse-a-la-Justicia. https://www.pagina12.com.ar/238500-el-libro-de-patricia-bullrich-y-la-
seguridad-disparada-por-l. https://www.infobae.com/politica/2019/09/06/patricia-bullrich-sobre-
el-fallo-de-la-camara-en-el-caso-maldonado-ratifica-que-quienes-estuvieron-junto-a-el-fueron-sus-
propios-companeros/. https://www.pagina12.com.ar/232818-patricia-bullrich-cuatro-anos-de-
seguridad-armada

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reconoció la actitud firme del presidente y nuestra en el sentido de no dejarnos torcer

el brazo por un relato frente a la realidad”.
Sumado a los planteos anteriores, un marco de interpretación es, también,
aquello con lo que una persona da sentido a un encuentro y, sobre todo, lo maneja,
controla, define. Siguiendo a Víctor Vich y a Virginia Zavala (2004), no se trata
solamente de describir el lenguaje de uso sino de abordar la manera en que el
lenguaje contribuye a perpetuar inequidades sociales (Vich y Zavala, 2004:71).
En esta dirección es que fue posible que Patricia Bullrich sugiriera, entre otras
expresiones, que: Maldonado se ahogó. Que se ahogó por no entregarse a la Justicia.
Que fue su culpa por meterse a un río que no conocía. Que murió porque hubo
abandono de persona, pero de quienes estaban al lado de él [los mapuches]”. Que
permaneció desaparecido porque “el hermano nos puso como enemigos”9.
Mientras tanto, y paradójicamente, la Ministra en el manejo mediático de los
eventos desde el principio de la desaparición de Santiago manifestaba que “todas las
hipótesis tienen que abrirse” y en esta dirección fue que, al resto de la sociedad,
desde los medios nos decían que Maldonado se perdió, que escapó a esconderse e,
incluso, que deambulaba en diferentes puntos del país y aún que se había ido a Chile.
Relatos. Todos relatos para la ocasión.
El segundo de los marcos que subrayamos es el de “los significados de los
hechos”. Uno de sus usos lo empleó Bullrich para justificar el ingreso de la
Gendarmería al predio de la recuperación territorial, aduciendo que lo hizo con el
consentimiento de una orden judicial del Juez Otranto. En este sentido expresó:

La Gendarmería cumplió con la orden de un Juez de despejar

una ruta totalmente cortada por 15 personas y por lo que no se
podía pasar. Si despejar una ruta significa que las personas
salgan corriendo, en vez de entregarse a la Justicia, decir nos
vamos, e intentar cruzar un río escapándose no es
responsabilidad de la Gendarmería que está tratando de hacer
cumplir la ley10.

En virtud de aquellas expresiones, en sus intervenciones públicas, ironizaría:

“No voy a tirar un gendarme por la ventana”.
Además de sentenciar la idoneidad de los procedimientos empleados impone,
la funcionaria, una definición de la situación, incluido del proceso de la misma
recuperación. En sus expresiones la pragmática de su discurso se orienta para que el
oyente, por un lado, califique la actuación de los mapuche y, por el otro, que
involucre por implicación su definición de estado de derecho. Al mismo tiempo que,
usó sus expresiones para anticipar como una expectativa posible el desenlace de los
acontecimientos [tal como hoy los entendemos en retrospectiva] como naturalmente
9 Las declaraciones las realizó la Ministra en una entrevista realizada por el periodista Ernesto
Tenembaum, en Radio Con Vos y fue publicada en: http://www.laizquierdadiario.com/Brutal-para-
Patricia-Bullrich-Maldonado-se-ahogo-para-no-entregarse-a-la-Justicia.
10 Op. Cit. http://www.laizquierdadiario.com/Brutal-para-Patricia-Bullrich-Maldonado-se-ahogo-

para-no-entregarse-a-la-Justicia

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consecuente con, y sin desarrollar, todo lo que estaba en juego para la sociedad civil
en la manera en que el gobierno estaba manejando el escenario.
Desde este marco, se encuadran los supuestos de ilegalidad para invitarnos a
poner en duda al resto de la sociedad respecto de la legalidad del accionar estatal.
Necesitando escenificar a los mapuches como violentos previamente contrasta, en su
estrategia la Ministra, la ilegalidad de los procedimientos estatales. De esta maniobra,
construye nuevos límites de los procedimientos de las fuerzas de seguridad
aceptados como legales para mantener la “paz social”, defender la propiedad y el
estado de derecho. Lo que en definitiva intenta Patricia Bullrich es sembrarnos dudas
al conjunto social respecto de los parámetros que podríamos emplear para,
finalmente, constatar y confrontar el accionar del gobierno. Disparmente, mientras
controla los parámetros para que la sociedad juzgue los procedimientos del gobierno,
al mismo tiempo, fija los significados que como sociedad debíamos atribuirle al
accionar de los mapuche. En sus palabras: “los mapuche usaron la violencia como
mecanismo, como forma de expresión o de intentar que sus ideas sean escuchadas,
con la violencia total y extrema11”. Por nuestra parte, y desde lo expuesto en los
apartados anteriores hasta aquí, fue el mismo gobierno el que puso en dudas la
existencia del estado de derecho para todos. En síntesis, y desde los planteos de
Jacques Rancière, el gobierno hizo desaparecer la práctica política del disenso y creó
su propia distorsión para re-unir lo común de la sociedad desde las coordenadas de
la gubernamentalidad neoliberal.

El neoliberalimo macrista

En esta última sección se procede a sintetizar los planteos de distintos

investigadores que, creemos, ayudan a contextualizar los hechos narrados desde
alcances explicativos más amplios. Los trabajos toman en consideración diferentes
líneas de análisis que conceptúan las definiciones políticas que implementó el
gobierno de Mauricio Macri, así como el posicionamiento de la clase política ante las
demandas indígenas aquí mencionadas.
Desde los planteos del apartado anterior, un asunto ha advertir es que, en un
contexto de demandas sociales, nunca ningún funcionario macrista topicalizó
públicamente respecto de la democracia. Antes bien, privilegiaron enunciarse a razón
del estado de derecho pero para fundar su contemplación estricta de derechos
individuales. Lo implícito del planteo fue que el macrismo privilegió no dar espacio
para la práctica política, en tanto aquella instancia de participación y planteos de
desacuerdos, como lo propio de la vida en común, en democracia (Rancière 2007).
Desde el encuadramiento de los hechos al interior de la sociedad quedó de
manifiesto que este neoliberalismo sobrevaloró cómo sostener desigualdades entre
sectores sociales. Se privilegiaron, desde las acciones del gobierno, la defensa de

11 https://www.clarin.com/politica/patricia-bullrich-considero-denuncia-plan-ilegal-mapuches-
apriete-mensaje-k-_0_zCTOiyL8.html

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intereses individuales como la propiedad privada, extendida como principio

organizador del sistema jurídico que en occidente organiza el sistema capitalista y se
impone desde el estado como instancia articuladora de lo común. La sumisión, de
esta manera, de los derechos colectivos con respecto a los individuales redundó en
una democracia que mientras no alteró las desigualdades que el mismo régimen
produjo, hizo creer a la gente en la supuesta igualdad que erige el mercado. Aquello
que llaman democracia, diría Rancière, no es otra cosa que el liberalismo: “una
mentira que se dirige a sí misma una sociedad de pequeños y grandes capitalistas,
cómplices, finalmente, del advenimiento del reino de los individuos posesivos”.
(Rancière, 2007: 62).
La versión macrista del neoliberalismo, nos dice Sebastián Barros, se expresó
en una gubernamentalidad que produjo una distribución de lugares sociales donde
se dirimió la posibilidad legítima de algunos grupos a participar en lo común de la
comunidad. Dicha repartición no se impuso de la misma forma, ni con idénticos
objetivos al todo social. Como consecuencia, esta distribución de lugares supuso en sí
una definición respecto de qué diferencias serán incluidas y cuáles no en el seno de la
sociedad.
El autor desarrolla aquel argumento retomando tres ejes de análisis, a saber: la
economía, los efectos modernizadores y los derechos, en tanto, instancias claves
desde donde el macrismo introdujo en la sociedad su nuevo modo de ejercicio del
poder; que involucró también un conjunto de saberes. Se desarrollarán brevemente
estos planteos.
Las transformaciones económicas del neoliberalismo en Argentina vinieron a
operar sobre una situación previa que el macrismo definió como los efectos que
conllevó que el populismo se encarnara en el Peronismo como elemento patógeno y
contaminante. Según esta lectura la gente vivió engañada respecto de sus propias
posibilidades de consumo. Desde estos planteos, las políticas económicas de Macri
procedieron hacerse lugar acusando a la gente de irracional e ignorante, dado que,
producto de su irresponsabilidad pretendió vivir desde determinados estándares, sin
prever las consecuencias de ello a mediano y a largo plazo.
En un contexto de disputas con el pasado, el gobierno instaló que la gente en
verdad ignoraba cómo funcionaba la economía y cómo se producía la riqueza. Por
lógica consecuencia, la sociedad debería reconocer que fue engañada a causa de su
propia responsabilidad e ignorancia. En consecuencia, en Argentina el
neoliberalismo no sólo mercantilizó las relaciones sociales sino que apuntó a fijar una
distribución de consumos legítimos para cada grupo social que, inclusive, trascendió
el criterio de la capacidad adquisitiva como factor de merecimiento. Es decir, para
este gobierno había sectores sociales que directamente no podían reconocer por sí
mismos los consumos y bienes que les correspondían.
Una segunda característica del neoliberalismo en Argentina, Barros la
identifica en torno a los “efectos de la modernización”. Su argumento aquí sostiene
que el macrismo llegó al poder en el contexto de una sociedad civil que venía de doce
años de ampliación de políticas que beneficiaron a diferentes sectores y que esta
ampliación se produjo de la mano de la politización de la misma idea de “tener

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derecho”. Es decir, tener derechos socialmente se decodificó como una batalla

ganada a sectores concentradores de capital.
El autor, profundiza su análisis demostrándonos que en Argentina aquel
proceso ya se había producido con la incorporación de los “cabecitas negras”,
estigma que alude sectores migrantes procedentes de las provincias del interior del
país que tuvieron acceso a derechos económicos y sociales durante los gobiernos de
Juan Perón. Estos sectores igualmente habían sido percibidos como no autónomos,
inclusive desde las Ciencias Sociales se los presentó como quienes no tomaban
conciencia de los cambios, ni eran concientizados por los gobernantes.
Asumiendo aquella historia previa, la sociedad argentina se enfrentó a un
neoliberalismo que estimó que sólo el desarrollo del libre mercado daba lugar al
disfrute de derechos y asignó costos y beneficios por fuera de cualquier presupuesto
moral. En consecuencia, entonces, el macrismo asumiría una actitud inquisidora de
averiguar lo referido a mecanismos de elecciones morales, sociales y personales para
dirimir sobre aquella distribución de lugares de la que hablábamos al principio.
En particular aquí se jugó la posibilidad de ocupar ciertos espacios de
representación simbólicos a los que los pobres no debían acceder porque, para el
gobierno, era perverso, sutil y peligroso. Parte de estas premisas las retomaría la
gobernadora E. Vidal cuando nos dijo que los pobres nunca llegan a la universidad,
calificando así de gasto superfluo lo que representa para el estado sostener las
universidades públicas. Estas declaraciones también nos sentenciaron que los pobres
no deberían poder desplazarse para ocupar lugares sociales que les permitirían salir
de la pobreza. Entonces, nos dice Barros, para el macrismo el problema no es que
haya pobres sino que dejen de serlo.
La tercera característica del neoliberalismo macrista fue la pérdida de
derechos, la desestabilización de la agenda de los Organismos de Derechos Humanos
y la represión estatal ante demandas en torno a derechos por parte de diferentes
minorías como el pueblo mapuche.
El gobierno de Macri se instaló en el espacio público decididamente a romper
la relación entre Organismos de Derechos Humanos y el estado, que había sido
entablada por el gobierno anterior. Para el macrismo, el kirchnerismo cooptó
políticamente a los Organismos empleando estrategias de clientelismo y
manipulación política. Según el gobierno del Pro, en el anterior habría habido un
abuso de los Organismos y se lo describe como “curro”. Anteponiendo esa situación,
Macri propuso interpretar que ese sector de la sociedad estaba compuesto por sujetos
que, por su mera conveniencia y egoísmo, se apropiaron de una causa para
desvirtuarla y calificó al gobierno anterior como uno que no acató la neutralidad e
imparcialidad que le correspondería haber asumido.
Desde otro ángulo, y en el contexto de un incremento de dispositivos de
seguridad dirigido contra los derechos civiles y políticos, el macrismo instaló la
asunción de que vivimos en una sociedad en riesgo permanente. Este avance y
atropello al estado de derecho ya se había producido en el año 2007 con la sanción de
la Ley Antiterrorista, nos explica Barros. Esta ley fue modificada en el año 2011 a
instancias de que los Organismos de Derechos Humanos señalaron las implicancias
que esta tenía en la criminalización de la protesta social. Estos lograron introducir

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una enmienda que dice que algunos agravantes no se aplicarían a hechos

relacionados con el ejercicio de derechos humanos, sociales y constitucionales.
No obstante, aquella ley habilitó la fabricación –construcción-- de un enemigo
interno (Aunque tampoco esto era una novedad en la historia argentina). La figura
que se consolidó como enemigo interno fue el pueblo mapuche. A partir de la
denuncia de la existencia de la RAM, el Ministerio de Seguridad creó el Comando
Unificado de la Patagonia. Este reunió fuerzas provinciales y nacionales para generar
políticas coordinadas para enfrentar, decían, al narcotráfico y a los mapuche.
La particularidad del neoliberalismo macrista, en este contexto, es que se
ocupó de crear el consenso y la legitimidad de que las Fuerzas Armadas debían
participar de la seguridad interior, cambiando roles y funciones previas. Para esto,
argumentó sobre la complejidad de los nuevos problemas y conflictos que debía
ahora enfrentar el estado. Es entonces que procedió a eliminar las restricciones que
existían respecto de que las Fuerzas se inmiscuyeran en materia de inteligencia
interna. Si el gobierno anterior había dado al terrorismo una figura jurídica, el
macrismo llegaba a enfrentarlo resignificando esto, en la sociedad, desde la idea de
modernizar las Fuerzas y asociando su concepción de seguridad con la que,
supuestamente, correspondía a una comunidad moderna.
Las reacciones de la clase política en tiempos de Macri ante las demandas
indígenas y los hechos aquí descriptos las abordaron Claudia Briones y Ana Ramos
(2018) en un artículo que analiza la sesión en el Senado de la Nación, del 27 de
Septiembre del 2017, en ocasión de votar por la renovación por cuatro años de la Ley
Nacional 26.160, llamada de emergencia de la propiedad comunitaria indígena. Esta
sintéticamente propone un relevamiento de territorios ancestrales para, se supone,
concluir en una política de reconocimiento; asunto nunca logrado. Esta sesión se
produjo con el telón de fondo de la desaparición de Santiago.
En la sesión un debate por la prórroga de una ley sobre tierras derivó en el
reconocimiento colectivo, por parte de la clase política, de una crisis que, percibían,
amenazaba la paz social. Fue el miedo a poner en riesgo esto último lo que resultó en
una aceptación compartida sobre la necesidad de extender la ley. Aquí, el problema
indígena devino en un piso común, durante los intercambios, para reconocer la
deuda histórica del estado con los pueblos indígenas. Así y todo, el fin último era
evitar la propagación de lo que ocurría en Chubut (Briones y Ramos, 2018: 18).
En sus análisis, las autoras sostienen que la clase política estaba respondiendo,
con la aprobación de la ley, a otra crisis que se percibía en el seno de la sociedad. La
convergencia en torno a salvaguardar la paz social respondía a neutralizar el
fantasma de la crisis del 2001, expresada en la frase “que se vayan todos” (Briones y
Ramos, 2018: 21). En conclusión, entendemos que la clase política buscó protegerse a
sí misma y, en términos de las autoras, escenificó una tregua en su interior. Como
consecuencia, nunca pretendió cambiar el statu quo de la sociedad, reparar deudas
históricas, ni resolver injusticias que enfrentan los pueblos originarios.
Los planteos anteriores entran en estrecha relación con los análisis que realizó
Walter Delrio (2018) en un texto donde refiere a la desaparición de Santiago
Maldonado. Ahí sostiene que, en aquellas circunstancias, asistimos como sociedad a
la producción de un conflicto que previamente buscó los actores que lo

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desarrollarían, se pergeñaron sus contornos y se dispuso de un discurso de

legitimación del accionar estatal. En este desenvolvimiento la construcción del
indígena como peligroso no es nueva, dice Delrio, demuestra más bien cómo es
producto de la reactualización de un viejo estereotipo. En este último los Pueblos
Originarios son calificados como aquellos que amenazan los bienes, la seguridad de
las personas, la integridad y el progreso nacional. De aquí que histórica y
repetidamente en Argentina se construya al indígena como un ser sacrificable.

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Sitios web consultados

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ningun-indicio-de-que-gendarmeria-haya-detenido-a-santiago-maldonado
Ambito.com: http://www.ambito.com/893852-bullrich-no-voy-a-cometer-la-
injusticia-de-tirar-un-gendarmepor-la-ventana-para-sacarme-responsabilidades

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Cámara de Senadores de la República Argentina. “Santiago Maldonado: Patricia

Bullrich dio explicaciones en el Senado”,
https://www.youtube.com/watch?v=F1PTRDk_ykw
Clarin.com: https://www.clarin.com/sociedad/patricia-bullrich-expone-
desaparicion-santiago-maldonadocomplices_0_HJ-zq3bOZ.html

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