RETORNO AL JUEGO (Desgarro Isquiotibiales)
RETORNO AL JUEGO (Desgarro Isquiotibiales)
RETORNO AL JUEGO (Desgarro Isquiotibiales)
REVISIÓN NARRATIVA
INTRODUCCIÓN
El desgarro de los músculos isquiotibiales (IT) es una de las lesiones con
mayor prevalencia en los deportes que involucran carrera, el gesto de
Lic. en kinesiología y fisiatría
patear, o movimientos a alta velocidad como el fútbol, rugby y atletismo. (UBA)
Esta lesión en general, es más común en actividades de campo (rugby,
fútbol) que en vóley y básquetbol, ocurre con mayor frecuencia durante Ex residente del Hospital
general de agudos Parmenio
la competencia que en el entrenamiento, y en general, es más prevalente Piñero
en la pretemporada que durante la temporada.1
En el fútbol de élite, las lesiones musculares representan entre el 18% y el Kinesiólogo del primer equipo
de sacachispas FC
37% de todas las lesiones que generan pérdida de tiempo en la compe-
tencia2, afectando a los equipos en términos de ausencia de jugadores,
generando una reducción en su rendimiento y un aumento considerable
de los costos en salud.3 La literatura reporta que un plantel de fútbol de 25
jugadores suele tener alrededor de unas diez lesiones musculares al año.4
Un tercio de los desgarros de IT reinciden y que gran parte de estas re-le-
siones ocurren dentro de las dos primeras semanas después del retorno al
juego (RAJ).5 Además, es particularmente alarmante la observación de que
las tasas de recurrencia no han mejorado en los últimos 30 años.6 Dicha
tendencia puede estar relacionada con una combinación de factores, tales
como una rehabilitación ineficaz y/o una elección de criterios inadecuados
para determinar el RAJ.5
Luego de una lesión muscular la pregunta planteada tanto por el depor-
tista, como: por los entrenadores, y el cuerpo médico es: ¿Cuándo puede
retornar el jugador a la competencia?7 Para responder a este cuestio-
namiento, los médicos y kinesiólogos realizan un examen clínico inicial
que incluye el historial del paciente y la evaluación física, posiblemente
complementado con imágenes de resonancia magnética nuclear (RMN)
o exámenes ecográficos.3 Con base en sus hallazgos, los profesionales
médicos intentan proporcionar un pronóstico de cuándo el sujeto está
en condiciones de realizar un entrenamiento completo y de su RAJ. Sin
embargo, hoy en día existe una amplia variación individual en relación
al tiempo considerado ideal para determinar el RAJ y predecir cuándo
el jugador está en condiciones para competir parece ser un desafío para
la literatura.3 Hasta la actualidad, ningún estudio ha logrado determinar
cómo evaluar el riesgo de re-lesión cuando se está frente a la decisión de
RAJ después de un desgarro de IT. Dicho momento es considerado vital,
ya que la recurrencia de la lesión debe ser prevenida.6
MATERIALES Y MÉTODO
Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos Pubmed, Co-
chrane y PEDro, desde Marzo de 2015 a Marzo de 2021. Los principales
algoritmos de búsqueda utilizados fueron: «Hamstring injury AND return
to play», «Hamstring injury AND athletes» y «hamstring injury AND return
to sport», «Hamstring strain AND football».
CRITERIO DE INCLUSIÓN
Revisiones sistemáticas, ensayos clínicos aleatorizados, estudios prospec-
tivos, revisiones narrativas que valoren criterios de RAJ luego de un des-
garro de IT.
Figura 1. El paso 1 (salud del tejido) sintetiza información importante para la carga (estrés) que el tejido puede absorber antes de la
lesión. El paso 2 (estrés tisular) brinda datos relevantes para la carga acumulativa esperada (estrés) en el tejido. Mientras que el paso
3 (modificadores de tolerancia al riesgo) determina los factores contextuales que influyen en la tolerancia al riesgo de quien toma las
decisiones para el RAJ.
van der Horst N, Backx F, Goedhart EA, Huisstede BM; HIPS-Delphi Group. Return to play after hamstring injuries in football (soccer): a world-
wide Delphi procedure regarding definition, medical criteria and decision-making. Br J Sports Med. 2017 Nov;51(22):1583-1591.
“
de síntomas en la pierna lesionada”, "autorización del personal médico"
y "finalización de un programa de rehabilitación”. Esta gran heterogenei-
dad entre las definiciones dificulta la comparación entre los resultados de
Se define al retorno los estudios y enfatizó la necesidad de una definición clara de RAJ.9 Por
al juego luego de un lo que un panel de expertos en el año 2017 definió al RAJ luego de una
desgarro isquiotibial lesión de IT como el momento en que un jugador ha recibido autoriza-
ción médica basada en criterios (Figura 2) y está mentalmente preparado
como el momento en
para estar completamente disponible para la selección de partidos y/o
el que un jugador ha un entrenamiento completo. 6 Además, se logró un consenso sobre la in-
recibido autorización clusión de la “actitud mental positiva de un jugador '' en la definición de
médica basada en RAJ, porque la misma se consideró importante para eliminar la ansiedad
y porque se percibe que una mentalidad positiva disminuye el riesgo de
criterios y está una nueva lesión. Concluyendo, existió un acuerdo en que “un partido
mentalmente preparado completo” no debería incluirse en la definición porque la autorización de
para estar completa- RAJ debería otorgarse previamente a que un jugador reanude el juego
y la disponibilidad para jugar un partido podría basarse en factores no
mente disponible para
médicos (por ej: tácticos). 6
la selección de partidos
completo.
“
y/o un entrenamiento ¿Qué criterios realmente toman en cuenta los profesionales de la salud
para decidir el retorno al juego luego de un desgarro isquiotibial?
El consenso Delphi definió y estableció recomendaciones precisas en re-
lación al RAJ luego de un desgarro IT pero como realmente era incierto
si las mismas eran seguidas por los profesionales médicos Dunlop et al
realizaron una encuesta mundial en el año 2020 10 donde se incluyeron
131 equipos de futbol de primera división de la Unión Europea de Fútbol
Asociado (UEFA), de la Confederación Asiática de Fútbol (CAF), de la
Confederación de Asociaciones de Fútbol de América del Norte, Centro-
américa y el Caribe (CONCACAF) y de la Confederación de Fútbol Sud-
americano (CONMEBOL) en la cual participaron 3 equipos de la primera
división del fútbol argentino. En total, 124/131 equipos del fútbol de élite
mundial (95%) informaron cumplir un modelo continuo de RAJ. De los
124, 27 (21%) equipos reportaron que no siguieron una fase de "retorno
Van der Horst N, Backx F, Goedhart EA, Huisstede BM; HIPS-Delphi Group. Return
to play after hamstring injuries in football (soccer): a worldwide Delphi procedure
regarding definition, medical criteria and decision-making. Br J Sports Med. 2017
Nov;51(22):1583-1591.
Figura 2.
a) Diferencia en comparación con los datos previos a la lesión y/o el lado sano, dependiendo de qué datos estén disponibles o sean
más confiables para el jugador individualmente según el personal médico.
b) El panel de expertos permaneció dividido sobre este criterio, pero acordó que ambas visiones deberían incluirse como un criterio
potencial.
c) Había dos puntos de vista diferentes en el grupo de Delphi 1: este ítem es importante, ya que la fase excéntrica en el modo de con-
tracción en el que ocurre el desgarro de IT , por lo que las asimetrías de fuerza deben eliminarse porque aumentan el riesgo de lesión.
2: La medición de la fuerza no es funcional, las asimetrías son normales y la confiabilidad de la medición de la fuerza está influenciada
por muchos factores.
posterior del muslo con todas las marcas presentes, una vez obtenida la
fotografía, se calculó la “longitud del dolor” a la palpación como un por-
centaje de la distancia desde el pliegue glúteo hasta el pliegue poplíteo
(Figura 3b). FInalmente, los autores hallaron que la longitud de área de
sensibilidad a la palpación de los IT fue altamente predictiva del tiempo
de RAJ, estableciendo que un paciente con una longitud de sensibilidad
(zona dolorosa) del 10% del miembro inferior tendría un tiempo estimado
de RAJ de 17 días, mientras que la presencia de una zona dolorosa del
“
30%, podría retrasar el RAJ hasta 63 días.
Tests de flexibilidad
Active knee Extension
Uno de los test utilizados en la práctica clínica para valorar la flexibilidad
de los IT es el active knee extension (AKE), el cual evalúa la capacidad
de un sujeto para extender activamente la rodilla mientras la cadera se
encuentra flexionada a 90° en decúbito supino.1 (Figura 4) Maniar et al 13
en su RS con metaanálisis estudió los valores alcanzados en el AKE en di-
ferentes momentos luego de un desgarro de IT (<10 días, 10-30 días y>
100 días después de la lesión) y no halló diferencias significativas para la
medida de dicho test en ninguno de los subgrupos de tiempo analizados.
Sin embargo, existe evidencia publicada sobre lesiones en 165 atletas de
élite en pista y campo que demuestra que los deportistas con un mayor
déficit en el AKE requerían una recuperación más prolongada, ya que al
comparar el déficit en tal prueba con el tiempo de rehabilitación, la dura-
ción promedio para el RAJ después de la lesión inicial fue de 6,9 días para
un déficit <10 º, 11,7 días para los valores de entre 10 ° a 19 °, 25,4 días
para una diferencia de 20 °a 29 ° y 55 días para un déficit ≥30 °. Por lo
que a medida que se incrementa la diferencia de ROM entre un miembro
inferior y el contralateral, aumenta la duración de la rehabilitación, por
ende el RAJ del individuo. 14,15
Figura 4. El active knee extension test se realiza en flexión de cadera y rodilla a 90°, y se
le ordena al paciente que extienda esta última activamente, mientras se valora el ROM
con un goniómetro colocado a nivel del cóndilo femoral lateral.
“ La prueba de
elevación pasiva
Elevación pasiva de la extremidad inferior
El panel de expertos del consenso Delphi llegó a un acuerdo de que la
flexibilidad de los IT debe evaluarse mediante la prueba de elevación
de la pierna recta
pasiva de la pierna recta. Se decidió incluir a dicho test (Figura 5) porque
es considerada el se considera el gold standard para las mediciones de flexibilidad de los
GOLD STANDARD IT. Guillodo et al hallaron que una diferencia de más de 15 ° del miembro
para las mediciones inferior lesionado en comparación al ileso en tal prueba se asocia con un
tiempo de recuperación prolongado (> 40 días para RAJ).16 Sin embargo,
de flexibilidad
“
de los isquiotibiales.
Shut et al 3 reportan que si bien existe literatura que respalda la asocia-
ción entre el AKE y el test de elevación pasiva del miembro inferior y sus
respectivas asociaciones con el tiempo para el RAJ, los autores estable-
cen que la evidencia es contradictoria y poco clara para la presencia de
dolor y/o déficit en tales pruebas y el tiempo para el RAJ.
En una RS con metaanálisis Maniar et al 13 estudiaron diferentes pruebas
de flexibilidad, y hallaron en el test de la elevación pasiva un ROM signifi-
cativamente reducido en los miembros inferiores previamente lesionados
en comparación con el miembro inferior contralateral. Se encontró un
efecto considerable dentro de los 10 días, un efecto moderado entre
los 10 y 20 días y un efecto pequeño entre los 20 y 30 días desde el
“
los 20 a 50 días posteriores a la lesión de IT, por lo que debería ser una
herramienta más útil y funcional a lo largo del proceso de rehabilitación
en sí que durante el momento del RAJ del deportista. Si bien la literatu-
Los valores alcanzados
ra respalda la elección de tales test, y la utilización de los mismos en la
práctica kinésica, sus resultados deben tomarse con cierta prudencia a la en el test tienden a
hora de determinar el RAJ y asociar los valores alcanzados con el riesgo normalizarse entre
de re-lesión de IT.13 los 20 y 50 días
posteriores a la lesión
de los isquiotibiales,
por lo que debería
ser una herramienta
mas útil para el proceso
de rehabilitación
“
que para determinar el
retorno al juego.
“La comparación de
una proporción
mixta de la fuerza
excéntrica de los Figura 6. Askling test o H test o elevación activa de la pierna. Para realizar el test se re-
quiere de un inmovilizador de rodilla y 2 correas de contención: una en el tórax y otra en
isquiotibiales con el miembro inferior contralateral.
la concéntrica del
Tests de fuerza como criterio para la vuelta al deporte
cuádriceps es el Delvaux et al 21 encontraron que el rendimiento de la fuerza era el segun-
método ideal de do criterio más comúnmente utilizado por la medicina deportiva para de-
evaluación, pero solo terminar el RAJ (el primero era el alivio completo del dolor).Por su parte
Erickson et al, en su revisión estableció que los métodos más comunes de
el 30% de los
“
profesionales utiliza
evaluación de la fuerza utilizados en la actualidad son: la prueba muscular
manual (80%),la prueba de fuerza isocinética (75%) con un 40% evaluando
este método. la fuerza excéntrica del cuádriceps, el 60% evaluando la fuerza concéntrica
del cuádriceps, el 75% evaluando la fuerza concéntrica de los IT y 85% eva-
luando la fuerza excéntrica de los IT. Aunque la investigación clínica indica
que la comparación de una proporción mixta (fuerza excéntrica de los IT
con fuerza concéntrica del cuádriceps) es el método ideal de evaluación,
solo el 30% de los profesionales utilizan este método. 21 En una RS realizada
por Hickey et al 18, el autor halló que la valoración isocinética fue tan solo
llevada a cabo en 3 estudios, y asoció la falta de realización de dicho test al
alto costo económico del dispositivo, y a los requerimientos técnicos para
llevar a cabo esta metodología. Aunque potencialmente proporciona una
medida más objetiva que la evaluación manual, se ha demostrado que la
“
flexores de la rodilla justo después del RAJ se asocia con un mayor riesgo
de lesión de los IT 6. La valoración isométrica se puede utilizar para evaluar
la capacidad de un deportista para resistir la flexión de la rodilla a 15°, 45°
y 90 ° de flexión de rodilla en decúbito prono 22,23. Biomecánicamente es Los isquiotibiales
esperado que los IT demuestren la mayor fuerza a los 90 °debido a que los demuestran su mayor
mismos tienen una longitud y un brazo de palanca óptimos en tales grados fuerza a los 90°
de flexión 24. A medida que los mismos aumentan su longitud, como cuan-
do se colocan a 45 ° y 15 ° de flexión de rodilla respectivamente, el número
debido a que
de los puentes cruzados potenciales decrecen y la ventaja mecánica dismi- presentan una longitud
nuye de modo que se genera menos fuerza activa, incluso en condiciones y un brazo de palanca
de activación y esfuerzo completo. 24 Por lo que el sujeto que demuestra
óptimos en tales “
una fuerza de flexión de rodilla isométrica completa a 90 °, con reducciones
incrementales a los 45 ° y 15 °, tiene un mejor pronóstico que el individuo grados de flexión.
que presenta una fuerza de flexión de rodilla isométrica reducida a 90 °
con reducciones incrementales a 45 ° y 15 ° respectivamente 25. El último
escenario indica que el deportista redujo la producción de fuerza incluso
cuando los IT tienen la longitud y el apalancamiento óptimos, por lo que su
RAJ podría verse dificultado por tal condición.
En relación a la aparición de dolor durante la contracción isométrica de
los flexores de rodilla una RS realizada por Wangesteen et al 7 ,incluyó tres
estudios que realizaron un análisis multivariado y no encontraron ninguna
asociación para la presencia de dolor en la contracción isométrica y el tiem-
po hasta el RAJ.
“
Fuerza isocinética y retorno al juego. ¿Deberíamos cambiar el punto de
corte del 10% del miembro inferior contralateral?
Luego de 3 semanas La evaluación isocinética de la fuerza muscular es una herramienta de
de una lesión en los detección utilizada para identificar a los deportistas en riesgo de sufrir un
desgarro de IT en el futuro. Los resultados para dicho test son diferentes
isquiotibiales, en relación a su validez predictiva, ya que algunos autores encontraron
la fuerza isométrica que no logran predecir una lesión de IT, mientras que otros hallaron cierta
del miembro inferior capacidad predictiva de dichas pruebas.26 El consenso de expertos delphi
estableció que el torque máximo de los IT y de los cuádriceps y las rela-
lesionado se equipara
ciones entre los IT concéntricos convencionales y los cuádriceps (medidas
con el contralateral, a diferentes velocidades y contracciones musculares) no se asociaron con
por lo que esta un mayor riesgo de lesión de los IT, incluso los autores destacaron que
herramienta podría tampoco existe relación entre la contracción concéntrica de los IT y el IT
opuesto (IT : IT op) y la lesión de los IT.6
tener un valor mayor Sin embargo, Erickson1 establece que las pruebas isocinéticas deben rea-
para la rehabilitación lizarse tanto en condiciones concéntricas como excéntricas y recomienda
que como determinante que los valores del músculo afectado sean comparables con los niveles
en la vuelta a la
competencia.
“ previos a la lesión, o al menos que se aproxime a la fuerza de la extremi-
dad no lesionada. Aunque no existe una recomendación clara, el 10% a
menudo se considera un punto de referencia para el músculo lesionado en
comparación con el lado contralateral. 2 El valor de corte es un tema de
conflicto para la literatura, Malliaropoulos et al27 informaron que las prue-
bas dinámicas valoradas a 60 ° y 180 °, deberían obtener como resultado
un déficit menor al 5% en comparación con el lado lesionado para autorizar
al deportista la vuelta a la competencia. Múltiples estudios también han in-
formado sobre la relación de la fuerza de los IT con respecto al cuádriceps
y han establecido que debería existir menos de un 5% de déficit bilateral
en la relación de la fuerza excéntrica de los IT (30 °s) a la fuerza concéntrica
del cuádriceps (240 °s). 1
En un una RS realizada por Green et al 26 se metanalizaron 18 estudios. El
autor determinó que no existen asociaciones entre las medidas isocinéticas
de los IT, cuádriceps, el ratio de fuerza , las variables de torque y la apa-
rición de una posible lesión muscular en el futuro. En dicho estudio sólo
hubo un hallazgo: la presencia de efectos pequeños y significativos para la
debilidad excéntrica absoluta y relativa de los flexores de la rodilla a 60 °/s
para predecir un desgarro muscular. Sin embargo, en el consenso Delphi,
no se llegó a un acuerdo para la inclusión o exclusión de "fuerza excéntrica
similar de los IT" como criterio para respaldar la decisión del RAJ después
de una lesión de los IT (Figura 2). El panel de expertos permaneció divi-
dido, con dos opiniones irreconciliables: un grupo de profesionales afir-
mó que una evaluación de la fuerza excéntrica similar es importante como
criterio para el RAJ, ya que dicha contracción es en la que se produce la
“
en la extremidad lesionada en el RAJ es similar a los valores previos al
desgarro muscular. Además, las diferencias de un lado con respecto al
contralateral son similares en el RAJ en comparación con las diferencias Una diferencia del 10%
de fuerza previas a la lesión. Aunque se requiere de mayor evidencia que (negativa o positiva)
respalde una recomendación específica, en los estudios de investigación
y la práctica clínica sigue prevaleciendo un límite del 10% para la com-
está presente en una
paración con el lado ileso. Sin embargo, los resultados actuales sugieren gran proporción de
que una diferencia del 10% (positiva o negativa) está presente en una deportistas en su
gran proporción de jugadores en su RAJ después de un desgarro de IT
retorno al juego
e incluso se observa en una proporción similar de deportistas previo a la
lesión y que Independientemente de la significación estadística, los pe- después de un desgarro
queños cambios en las medidas isocinéticas y los grandes valores de in- isquiotibial e incluso
tervalo de confianza sugieren que no tendría sentido clínicamente impo- se observa en una
ner un valor de corte específico como criterio para la RAJ. La extremidad
afectada presenta diferencias de fuerza similares al comparar la misma en
proporción similar de
el RAJ con las medidas previas a la lesión, y en una gran proporción de
jugadores, podría favorecer la aparición del desgarro. El punto de corte la lesión.
“
deportistas previo a
“
empeño funcional deben considerarse. Por lo tanto, se podría argumentar
que las evaluaciones tanto cualitativas como cuantitativas del rendimiento
funcional deben llevarse a cabo en un estado de fatiga.6 Ciertos autores
Ciertos autores recomiendan que el deportista deberá realizar una semana normal de en-
recomiendan que trenamiento con al menos cuatro sesiones, sin dolor, ni malestar ni "mie-
el deportista deberá do". Durante esa semana, se debería monitorear el rendimiento deportivo
mediante la utilización de un sistema de posicionamiento global (GPS), el
realizar una semana cual podría extenderse a la competencia después de RAJ con el objetivo
normal de de evitar nuevas lesiones.28
entrenamiento con
al menos cuatro Preparación psicológica y confianza del deportista
La percepción del dolor está influenciada por el tejido dañado y por facto-
sesiones, sin dolor, ni “ res cognitivos como el miedo a sufrir una nueva lesión o el temor al dolor,
malestar ni "miedo". estos factores generan en el deportista una conducta de evitación. Los
pacientes mencionan a menudo el temor a una nueva lesión como la prin-
cipal razón para no retornar al deporte. La relación entre el miedo a volver
a lesionarse y el RAJ fallido generó que ciertos aspectos psicológicos se
incluyeran en las pautas de RAJ de los deportistas. El consenso Delphi6 de-
cidió incluir a la preparación psicológica tanto en la definición como en los
criterios para el RAJ después de una lesión de IT. El panel de expertos acor-
dó que la psicología del jugador debe considerarse previo a la autorización
de volver a competir. Como actualmente no existen herramientas válidas
para cuantificar los aspectos psicológicos después de la rehabilitación de
una lesión de IT, en ocasiones se utiliza la Knee Self-Efficacy Scale (KSES)
31
, la cual es recomendada por la literatura 6 previo al RAJ en pacientes con
lesiones de ligamento cruzado anterior. Dicha herramienta se centra prin-
cipalmente en cómo los pacientes determinan su rendimiento, su función
física actual y en cómo perciben el rendimiento/pronóstico físico futuro de
su miembro inferior. La forma en que el sujeto reacciona emocionalmente a
la lesión parece tener implicaciones importantes no sólo para su bienestar
subjetivo, sino también para su comportamiento durante su rehabilitación
y el RAJ.32
“
(sola) no es útil para predecir el tiempo para el RAJ, sus resultados, de he-
cho, se suman a las conclusiones de la revisión sistemática de Reurink 35, que
afirmó que el tiempo de recuperación no se puede predecir en función de Las pruebas clínicas y
los hallazgos únicos de una imagen de resonancia. Wangensteen 7 et al, in-
cluyeron 180 deportistas con diagnóstico clínico de desgarro de IT, donde
funcionales parecen
se encontró que el 22% de los sujetos no presentó ni un solo signo radio- presentar una mejor
lógico de lesión muscular. En trabajos previos se han informado valoracio- asociación con las
nes con RMN negativa en pacientes que hallaban signos clínicos de lesión
tasas de una nueva
aguda de los músculos IT en un rango de 12 a 31%. Por lo que la pregunta
que surge entre la asociación de la RMN y el RAJ es ¿Cuál es la implicancia lesión que los hallazgos
de la RMN en la práctica diaria? Aunque la misma no proporciona datos de una RMN a la hora
adicionales para predecir el tiempo hasta el RAJ, no significa que debemos
abandonarla completamente en la práctica clínica, ya que la misma puede
“
de determinar la vuelta
a la competencia.
presentar cierto valor para confirmar el diagnóstico clínico (incluidas las
roturas totales) y para tanto educar como para informar al deportista acerca
de su lesión (mostrar imágenes puede proporcionar al paciente una mejor
comprensión de su situación). Actualmente no se puede predecir el tiem-
po hasta la RAJ con la utilización de una RMN, por lo que es posible que
las investigaciones futuras se centren en nuevas técnicas de imagen y/o
mediciones clínicas repetidas a lo largo del curso de la rehabilitación que
revelen ciertas predicciones más prometedoras.7
“
fascial (clase a), unión músculo-tendinosa (clase b) y lesión intratendinosa
(clase c) y un sistema de clasificación numérico (0-4) basado en la extensión
Las lesiones de la lesión. Una vez realizado el diagnóstico con la imagen de resonancia
musculares de mayor los pacientes realizaban un tratamiento kinésico siguiendo un enfoque de
rehabilitación especìfico para los IT. En dicho estudio, los autores se plan-
longitud presentan tearon como objetivo determinar si existía una asociación entre el grado de
una vuelta al juego la lesión y el tiempo para el RAJ.
mas prolongada con Se analizó la mediana de días para volver a competir de acuerdo a las
diferentes lesiones de IT según la escala BAMIC, hallándose un RAJ signi-
respecto a las de
ficativamente menor para las lesiones de grado 0 con respecto a todos los
menor extensión. demás grados (grado 0 vs grado 1, p = 0,03; grado 0 vs grado 2 p <0,001;
Mientras que las grado 0 vs grado 3 p <0,001). También existió una diferencia significativa
lesiones que involucran entre las lesiones de grado 1 y las de grado 2 (p = 0,03) y las de grado 1 y 3
(p = 0,004), mientras que no se encontró una diferencia en el RAJ entre las
el tendón generan lesiones de grado 2 y grado 3 (p = 0,14). El autor concluyó que las lesiones
un RAJ mas tardío musculares de mayor longitud presentan una vuelta a la competencia más
musculares.
“
que las miofasciales o prolongada con respecto a los desgarros de menor extensión.
Con respecto al sector anatómico afectado, se encontró una diferencia al-
tamente significativa en el RAJ entre las lesiones de clase c (intratendinosa)
versus las clase a (miofasciales, p = 0,0009) y las de clase c versus b (mus-
cular o músculo-tendinosa, p = 0,0009). Además no existió una diferencia
en el RAJ entre las de a y b (p = 0,32). Por lo que el trabajo estableció que
las lesiones en los IT que involucran el tendón tienen un RAJ más prolon-
gado (el tejido del tendón cicatriza más lentamente y diferente al muscular,
requiriendo síntesis de colágeno y remodelación dentro de un andamio de
matriz extracelular).36
“Bucktorpe et al 45
recomiendan
monitorear el RTAC
de los deportistas
limitando la
exposición a Figura 8. Al realizar el test se requiere que el miembro inferior contralateral se mantenga
un RTAC alto en posición vertical para asegurar que el sujeto no gane impulso balanceando dicho
miembro.
(<1.4, aunque esto
pareciera ser en
gran parte En relación al RTAC, la exposición de los jugadores a aumentos grandes y
rápidos en el entrenamiento por encima de lo que están acostumbrados a
individual),
realizar habitualmente podría incrementar las probabilidades de los depor-
particularmente en tistas de presentar un nuevo desgarro IT 44. Un RTAC alto puede deberse
CAV (> 19,8 km/h) en parte a un entrenamiento crónico bajo (por ej: bajo denominador) o una
y en carreras de serie de partidos seguidos con agenda apretada (por ej:, cuando se parti-
cipa de un torneo local más partidos de copa internacionales)44. Bucktorpe
muy alta velocidad et al 45 recomiendan monitorear el RTAC de los deportistas limitando la
(CMAV) >25,2km/h. “ exposición a un RTAC alto (<1.4, aunque esto pareciera ser en gran parte
individual), particularmente en CAV (> 19,8 km/h) y en carreras de muy
alta velocidad (CMAV) >25,2km/h. Esto debe lograrse aumentando pro-
gresivamente la carga de entrenamiento (evitando picos en la carga aguda)
para lograr cargas de entrenamiento crónicas de moderadas a altas a largo
plazo, con el objetivo de preparar a los deportistas para el equivalente de
tres partidos por semana (Figura 9), para que durante los períodos en los
cuales los sujetos deban jugar varios partidos consecutivos, los mismos
presenten una mayor tolerancia para las cargas elevadas. Además, si bien
los aumentos de carga son progresivos, involucran fluctuaciones semana-
les, generando períodos de descarga para un adecuado descanso y recu-
peración 46, así como estadíos de sobrecarga para producir adaptación.
Las cargas realmente altas pueden conducir a otras lesiones relacionadas
con el estrés, incluso la respuesta fisiológica de un individuo a los picos en
RTAC pueden variar entre un deportista y otro; por lo tanto, se deben con-
siderar las respuestas individuales, al igual que la gestión de los umbrales
de velocidad para el manejo del sistema energético del deportista.
El entrenamiento de fútbol en general, intenta imitar la intensidad física y
los patrones de movimiento de los partidos, pero a menudo puede resultar
en una exposición limitada, particularmente para las CAV y las CMAV de-
bido al uso de áreas muy pequeñas para realizar ese tipo de entrenamien-
to. La competencia durante los partidos representa un mayor estímulo en
“
y existe la necesidad de individualizar su entrenamiento, monitoreando de
cerca su CAV y las velocidades máximas de carrera en el entrenamiento,
proporcionando complementos para mantener suficientes cargas de tra- Durante los períodos
bajo tanto agudas como crónicas. Estos complementos pueden ser carre- de partidos muy
ras adicionales durante o después del entrenamiento, uso de sesiones de
consecutivos,
entrenamiento extras (por ejemplo, día del partido, o sesiones adicionales
por la tarde) y/o partidos organizados (por ejemplo, entrenamiento /desa- es esencial contar
rrollo de partidos de equipo). Los jugadores suplentes que juegan poco con estrategias
o ningún minuto deben completar sesiones de CAV o de exposición a la óptimas para acelerar
velocidad (específicas para las necesidades individuales) inmediatamente
después del juego, para permitirles mantener el mismo entrenamiento que
la recuperación
el equipo que compitió. 45 (por ej: hidroterapia,
Aunque esta es un área que debemos comprender mejor, un mayor conoci- nutrición, descanso/
miento de las demandas de un individuo en los entrenamientos y partidos
sueño, inmerción en “
puede ayudarnos a mantenerlos adecuadamente acondicionados. Las zo-
nas de velocidad individualizadas basadas en la velocidad máxima pueden agua fría y masaje).
cooperar a que el jugador sea monitoreado en relación con sus propias
capacidades físicas/sistemas de energía y, por lo tanto, sus condiciones
CONCLUSIÓN
La literatura establece que la decisión del RAJ debe ser siempre una deci-
sión multidisciplinaria. A la hora de determinar la vuelta a la competencia
de un deportista después de una lesión de los IT, se debe hacer hincapié
en el alivio del dolor, en la evaluación de la flexibilidad, en la preparación
psicológica y en el rendimiento de los test funcionales. Aún la evidencia es
escasa para decidir el RAJ luego de un desgarro IT en base a la presencia
de diferentes hallazgos en una RMN y/o los valores de fuerza alcanzados
en los miembros inferiores del individuo, por lo que dichas evaluaciones
deben tomarse con cierta prudencia.
BIBLIOGRAFÍA
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