Recurso de Reconsideración1
Recurso de Reconsideración1
Recurso de Reconsideración1
Los recursos administrativos constituyen el medio a través del cual los administrados
interesados pueden impugnar los actos administrativos que ponen fin a un procedimiento y los
actos de trámite que deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, impiden continuar el
procedimiento o que producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses
legítimos, frente a la propia Administración Pública, con el fin de solucionar el conflicto sin
necesidad de acudir a los tribunales (Alfredo Gallego Anabitarte y Ángel Menéndez Rexach.
Lecciones de Derecho Administrativo 2, Actos y Procedimientos Administrativos, Marcial Pons,
Ediciones Jurídicas y Sociales, S.A., Madrid 2001).
Así, la nota característica de los recursos administrativos es su finalidad impugnatoria,
consistente en obtener la modificación o revocación de actos preexistentes que el administrado
considere contrarios a Derecho y, por ende, le causen agravio (lesionando así sus derechos). Esto
le distingue de cualquier otro tipo de petición dirigida a la Administración (sentencia de las
nueve horas quince minutos del día diecisiete de diciembre de mil novecientos noventa y nueve,
en el proceso con referencia 27-T-99).
Los recursos administrativos cumplen una doble finalidad. En primer lugar (y la más
evidente), es que permiten que el administrado afectado en sus derechos o intereses legítimos
controle dentro de la misma sede administrativa, los actos de la Administración Pública como
derivación de su derecho constitucional de defensa; logrando, así, la eliminación del perjuicio
que le causan. Pero también los recursos administrativos constituyen la oportunidad para que la
misma Administración ejerza su “deber jurídico” de revisar sus propios actos, revocándolos o
modificándolos cuando con ellos ha vulnerado, desconocido o incumplido un derecho o interés,
pues el restablecimiento del imperio de la legalidad transgredida es un interés legítimo de la
propia Administración.
En nuestro país existe un grave problema de dispersión de la normativa administrativa en
general. Cada ente que ejerce una función administrativa cuenta, por regla general, con su propio
cuerpo normativo (excluyente y exclusivo). Adicionalmente, cada una de estas leyes,
reglamentos y/u ordenanzas prevén reglas dispares sobre los principios que la informan y sobre
la tramitación del o los procedimientos que se siguen ante la Administración en particular (sobre
la forma de inicio, competencias, plazos, etapas, etc.). En este contexto, la regulación de los
recursos que puede utilizar el administrado para controlar los actos que emite la Administración
Pública ante esta misma sede, no es la excepción.
Así, aunque las leyes sectoriales hagan referencia a recursos con denominaciones
similares —por ejemplo, de revocatoria, revisión, apelación o alzada, entre otros—, el problema
es que la regulación de los mismos, en cuanto a su objeto, sujetos, plazo, trámite y demás
formalidades, suele ser diferente. Incluso, en la impugnación de un acto u otro emitido por el
mismo ente u autoridad, pueden presentarse las más variadas formas.
AUTORI-
PLAZO
DAD ANTE PLAZO AUTORI-
ACTO DE
LEY RECURSO QUIEN SE PARA DAD QUE
IMPUGNABLE INTERPO-
PRESEN- RESOLVER RESUELVE
SICIÓN
TA
Ley de Servicio Revisión Acto de la Tres días Comisión de Inmediata- Tribuna de
Civil Comisión de hábiles Servicio mente después Servicio
Servicio Civil contados Civil del momento de Civil
que dicte un desde el la remisión del
despido o siguiente al expediente
suspensión o de la
Imposición de respectiva
multa notificación
Ley de Revisión Acto de Cinco días Ante el En el plazo Por el mismo
Adquisiciones y adjudicación o hábiles mismo máximo de diez funcionario
Contrataciones declaratoria de contados a funcionario días hábiles que emitió el
de la desierto partir del que emitió el acto
Administración siguiente al acto
Pública de la
notificación
Ley de Revisión Sanciones Dentro de Ante la Cuatro días La autoridad
Procedimiento los tres días autoridad hábiles superior, si
para la hábiles superior, si siguientes a la la hubiere
Imposición del contados a la hubiere fecha en que se
Arresto o Multa partir de la haya recibido el
Administrativo notificación expediente
del acto
Código Revisión Actos del Tres días Ante la En la siguiente La misma
Municipal Concejo hábiles misma que sesión que dictó el
Municipal contados emitió el acto
desde el acto
siguiente al
de la
notificación
Ley de Ética Revisión Sanciones Tres días Ante la Cinco días La misma
Gubernamental hábiles misma hábiles que dictó el
contados autoridad acto
desde el que dictó el
siguiente al acto
de la
apelación
que decida
la
revocatoria
Ley de Revocatoria Sanciones del Según Ante la Según reglas La misma
Protección al Tribunal reglas del misma del Derecho autoridad
Consumidor Sancionador derecho autoridad Común que emitió el
común que emitió el acto
acto
Ley de Revisión Acto que En el Ante el Plazo máximo Consejo
Competencia resuelve término de Consejo de diez días Directivo
definitivamente cinco días Directivo hábiles
el procedimiento hábiles a posteriores a la
sancionador o de partir del admisión del
autorización de siguiente al mismo
concentraciones. de la
notificación
respectiva
Ley General Apelación Actos definitivos Tres días Concejo Ocho días Concejo
Tributaria de calificación hábiles Municipal después de Municipal
Municipal de contribu- contados recibidas las
yentes, de desde el pruebas
determinación siguiente al
de tributos, de de la
repetición de respectiva
pago de lo no notificación
debido y
sanciones hechas
por la
administración
tributaria
municipal
Código Apelación Sanciones Tres días Ante la En la siguiente El Concejo
Municipal previstas en el hábiles misma sesión Municipal
Código contados autoridad
Municipal desde el que dictó el
siguiente al acto
de la
respectiva
notificación
Ley de Apelación Actos definitivos Quince días Tribunal de No excederá de Tribunal de
Organización y emitidos por la hábiles Apelaciones nueve meses Apelaciones
Funcionamiento Dirección contados a de los contados a de los
del Tribunal de General de partir del Impuestos partir de la Impuestos
Apelaciones de Impuestos día Internos y de fecha de Internos y de
los Impuestos Internos o la siguiente al Aduanas interposición Aduanas
Internos y de Dirección de la del recurso
Aduanas General de respectiva
Aduanas notificación
Ley de Apelación Actos de las Tres días Ante la Inmediatamente El titular del
Educación dependencias del hábiles misma después del Ministerio de
Superior Ministerio de contados autoridad vencimiento del Educación
Educación desde el que emitió el término
siguiente al acto probatorio
de la
respectiva
notificación
El anterior cuadro es muestra de una parte reducida del sistema complejo de normas de la
Administración Pública, en el que se constata la disímil regulación de los recursos
administrativos aún cuando éstos tienen igual denominación o son tramitados por la misma
autoridad administrativa.
Agrega el profesor HENRY MEJÍA que la referida falta de uniformidad no significa que
no se cuente con los cauces jurídicos especiales para dictar e impugnar actos administrativos,
sino, más bien, que la retórica del ordenamiento salvadoreño es que se encuentran dispersos en
las leyes especiales administrativas, en donde pueden distinguirse los procedimientos
impugnativos (Mejía, 2014). Entre los elementos que el citado autor considera de necesaria
sistematización y uniformidad inmediata es el de los recursos administrativos, rubro que
precisamente forma parte del contenido de un Anteproyecto de Ley de Procedimientos
Administrativos.
Este anteproyecto de ley está diseñado para ser aplicado al Órgano Ejecutivo y sus
dependencias, a las entidades autónomas y demás entidades públicas, aún cuando su ley de
creación se califique como de carácter especial, y a las Municipalidades, en cuanto a los actos
administrativos definitivos o de trámite que emitan y a los procedimientos que tramiten (artículo
2). En este orden, en el artículo 113 dispone que: “Contra los actos administrativos definitivos y
los actos de trámite que imposibiliten continuar el procedimiento, produzcan indefensión o
declaren inadmisible una petición, podrán interponerse por los interesados los recursos
ordinarios de reconsideración y de apelación; y, con carácter extraordinario, el de revisión.
También podrá interponerse el recurso de queja en los casos señalados en esta Ley” (el
resaltado es propio). Se observa, pues, un sistema de recursos uniforme contra los actos emitidos
en ejercicio de una función administrativa.
Con una regulación como la anterior, el administrado simplemente tendría que remitirse a
este cuerpo normativo (sin perjuicio de las escasas excepciones que el mismo anteproyecto
prevé) y aplicarlo con la certeza de no verse truncado en la posibilidad de controlar los actos de
la Administración Pública que le causan agravio, por una mala o errónea aplicación de las reglas
impugnativas. Sin embargo, pese a ser clara la necesidad inmediata de contar con un cuerpo
normativo uniforme, aún no ha concurrido la voluntad del legislador para que el Anteproyecto de
la Ley de Procedimientos Administrativos tenga la calidad de norma vinculante y solucione la
problemática esbozada.
Este proceso inicia con la interposición de una demanda que debe cumplir ciertos
requisitos de forma y fondo (verbigracia los previstos en los artículos 2, 7, 9 y 10) para ser
admitida. Entre ellos, se encuentran los denominados “requisitos de procesabilidad” que
consisten en la interposición de la demanda en el plazo de sesenta días hábiles (artículo 11 de la
Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa) y el agotamiento de la vía administrativa
previa (artículo 7 de la citada ley), requisitos cuyo incumplimiento ocasiona la inadmisibilidad in
limine o in persecuendi litis de la demanda contencioso administrativa (artículos 7 y 15 de la Ley
de la Jurisdicción Contencioso Administrativa).
Ahora bien, el uso adecuado de los recursos administrativos juega un importante papel en
el acceso al control jurisdiccional de los actos de la Administración, porque el agotamiento de la
vía administrativa previa, como requisito de procesabilidad de la demanda, exige que, antes de
acudir a la vía judicial, se haga uso en tiempo y forma de los recursos administrativos previstos
por la ley de la materia (sin obviar que el agotamiento de la vía administrativa también
vislumbra el inicio del plazo para acceder al control jurisdiccional).
A partir del artículo 7 letra a) de la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa —
en adelante, LJCA—, la consolidada jurisprudencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo
—en adelante, SCA— (verbigracia, el auto de las ocho horas veintitrés minutos del quince de
febrero de dos mil trece, dictada en el proceso con referencia 495-2012), sostiene que se entiende
agotada la vía administrativa previa en los tres casos siguientes:
1) Cuando la ley dispone expresamente que determinado acto o resolución agota la vía
administrativa. Este caso es el que brinda mayor certeza al administrado quien se fía de la
literalidad de la ley aplicable, pero también es el más escaso en nuestro ordenamiento jurídico.
Esta segunda forma de agotar la vía administrativa supone que la Sala de lo Contencioso
Administrativo debe examinar —a partir de los actos impugnados, de los elementos fácticos
ofrecidos por el actor y de la normativa aplicable—, si el administrado hizo uso de todos los
recursos administrativos preceptivos que para el caso concreto prevé la ley de la materia, así
como si tales recursos fueron utilizados en tiempo y forma.
Con relación a los recursos no reglados, la SCA ha dejado establecido que el hecho que la
Administración Pública ofrezca una respuesta a las peticiones formuladas por medio de un
recurso no previsto en el ordenamiento jurídico —un recurso no reglado—, en modo alguno
puede significar que la resolución que se dicte pase a ser automáticamente un acto impugnable
mediante la acción contencioso administrativa. Esto supone, entonces, que la obligación
constitucional de respuesta que vincula a la Administración no genera efectos procesales en el
contencioso administrativo (sentencia de las catorce horas veinticinco minutos del quince de
agosto de dos mil ocho en el proceso con referencia 80-I-2004).
¿Qué significa lo anterior? Que al no existir recursos reglados, el acto que originalmente
causa un agravio no debe ser impugnado ante la Administración, sino directamente ante la SCA
en el plazo de sesenta días contados a partir del siguiente al de su notificación. Porque la
interposición de un recurso no reglado, por regla general, lo único que provocará es que el plazo
de interposición de la demanda contencioso administrativa finalice en la espera de una respuesta
de la Administración (generalmente desfavorable por alegar que se trata de un recurso
“improcedente”); quedando, así, firme la decisión gravosa los sus derechos o intereses del
administrado.
La identificación de los recursos potestativos también es una tarea que reporta cierta
dificultad, pues si bien en algunas leyes —principalmente de reciente data— se indica cuándo un
recurso es potestativo —por ejemplo el artículo 148 inciso final de la Ley de Protección al
Consumidor, y el artículo 48 inciso cuarto de la Ley de Competencia—, la clasificación de
ciertos recursos como de interposición voluntaria ha sido, más bien, una labor jurisprudencial de
la SCA.
Nuevamente se concluye que por sí sola la tarea de agotar la vía administrativa previa
como requisito para el acceso al contencioso administrativo, requiere de un esfuerzo analítico e
integrador de la ley con la jurisprudencia de la SCA e, incluso, con la pronunciada por la Sala de
lo Constitucional en ocasión del enjuiciamiento de actos violatorios de derechos fundamentales,
y la doctrina. Lo anterior abona a los problemas derivados de la falta de una directriz general que
homogenice y muestre al administrado el camino a seguir en el caso particular, ante una cantidad
considerable de cuerpos normativos disímiles en materia administrativa.
1. El recurso del cual se hizo uso sí está previsto en una ley que regula la actuación
del ente de la Administración Pública en particular, pero no procede contra el acto específico que
controvierte el administrado, y su tramitación provocó el transcurso del plazo para interponer la
demanda en cuestión.
1.1. Uno de los casos más comunes es el de la interposición del recurso de apelación
regulado en el artículo 137 del Código Municipal contra la denegatoria de una autorización o
licencia, emitida por el Alcalde o Concejo Municipal. Debido a que este recurso está
comprendido en el Titulo X, relativo a las "Sanciones, Procedimientos y Recursos", sólo procede
contra los actos relativos a los procedimientos sancionatorios y no de técnica autorizatoria
(sentencia de las nueve horas cuarenta y cuatro del treinta y uno de octubre de dos mil doce, en el
proceso con referencia 229-2007). Así, la apelación contra una denegatoria de una licencia
constituye un recurso no reglado cuya tramitación únicamente provoca que el administrado deje
pasar el plazo para plantear la demanda contencioso administrativa contra la denegatoria (acto
que agotaba por sí solo la vía administrativa), en espera de una respuesta de la Administración.
Importa destacar que las inadmisibilidades descritas no agotan el universo de casos que
evidencian un deficiente uso de los recursos por parte de los administrados y que les ha cerrado
las puertas hacia el control jurisdiccional de los actos de la Administración. Es esta realidad la
que permite afirmar que existe un serio problema a la hora de identificar, de entre las diversas
normas que regulan la materia administrativa y los criterios jurisprudenciales, los recursos
administrativos aplicables.
IV. LA ACTITUD DE LA ADMINISTRACIÓN FRENTE AL DEFICIENTE
USO DE LOS RECURSOS.
Ante los errores que comete el administrado al tratar de agotar la vía administrativa
previa, cualquiera podría objetar que simplemente existe negligencia de éste al no estudiar las
leyes y la jurisprudencia aplicable. Nuevamente, para emitir una opinión más cercana a la
realidad, debe tomarse en cuenta que el principal protagonista de los trámites administrativos en
su diario vivir —al ser multado con una infracción de tránsito, al negársele una solicitud por la
Municipalidad para ejercer su actividad económica, al objetársele los impuestos que está
declarando, etc.—, es el particular y/o ciudadano promedio que carece de las directrices técnicas
mínimas para comprender la trascendencia y superar las deficiencias en la regulación de la
materia administrativa en general, y de los recursos, en especial.
En razón de la seguridad jurídica, es deber del Estado respetar y asegurar que los
gobernantes tengan el goce efectivo de sus derechos. La seguridad jurídica implica una actitud de
confianza en el derecho vigente y una razonable previsibilidad sobre su futuro; es la que permite
prever las consecuencias de las acciones del hombre así como las garantías de orden
constitucional de que gozan tales actos (sentencia de las catorce horas y cincuenta y cuatro
minutos del día once de julio de dos mil ocho, en el proceso de amparo con referencia 291-
2007).
Por ejemplo, en la sentencia definitiva de las ocho horas del veintiocho de julio de dos
mil tres, en el proceso con referencia número 51-F-01, la Sala de lo Contencioso Administrativo
expresa: “De las anteriores omisiones es posible colegir que la autoridad demandada incumplió
una de sus obligaciones al no prevenir a los peticionarios por irregularidades que hoy alega como
fundamento de su negativa. Tal como se ha señalado en anterior sentencia de similares extremos:
"(…) no es jurídicamente aceptable que el Ministerio observando irregularidades en el acta o los
estatutos, no los prevenga para después alegar dichas deficiencias como fundamento de la
denegativa”.
Aunque tal situación ha tratado de ser apaleada por la SCA, mediante su jurisprudencia,
ésta no es la aya idónea para el ciudadano promedio que tiene un acceso limitado a la misma y
que carece del entrenamiento técnico necesario para estar al tanto de las modificaciones, a veces
abruptas, de los criterios jurisprudenciales. Es claro, entonces, que una Ley de Procedimientos
Administrativos es la clave para solucionar este problema.
A la Administración Pública:
A la Asamblea Legislativa
Como se indicado, gran parte la problemática del incorrecto uso de los recursos
administrativos deviene de la falta de una ley única que regule los procedimientos y recursos
comunes a todas las entidades de la Administración Pública. Por ende, se hace un llamado a la
Asamblea Legislativa para que, mediante el procedimiento constitucional, decrete, cuanto antes,
la Ley de Procedimientos Administrativos, y, con ello, efectivice los derechos de los
administrados.
VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
Arteaga Chávez, l. J., Batres Gómez, l. E., & Calderón Rivera, R. A. (marzo de 2008).
Universidad de El Salvador. Recuperado el abril de 2014, de
http://ri.ues.edu.sv/4108/1/La%20necesidad%20de%20crear%20una%20ley%20de%20pr
ocedimientos.pdf
http://www.jurisprudencia.gob.sv/VisorMLX/Tesauro/tes_primer_nivel.aspx