Los Mochicas y Sus Diferentes Nombres
Los Mochicas y Sus Diferentes Nombres
Los Mochicas y Sus Diferentes Nombres
e-mail: joseeduardomaeda@gmail.com
Introducción:
(100-550 d.C.)
1.-ORIGEN:
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Se desarrollaron en los valles de Moche, Virú, Santa, Nepeña, Casma y Chincha por
el Sur; por el Norte, estuvieron en Lambayeque y Piura; Sus descendientes étnicos,
aún habitan en las áreas rurales de estos departamentos conservando antiguas
costumbres y tecnologías; su origen deviene de la evolución de los estilos
Cupisnique, Salinar y Gallinazo.
2.-SU NOMBRE: Fue bautizada en 1899 por el arqueólogo alemán Dr. Max Uhle,
pues, sus hallazgos los hizo en “Huaca de la Luna” en Moche y la dató como estilo
anterior al Chimú.
Se creyó por mucho tiempo que los mochicas gobernaron desde lo que hoy es La
Libertad; lo cierto es que, a través de todas sus fases, desde las más tempranas,
centraron sus élites gobernantes y de liderazgo en los valles mencionados,
conformando “gobiernos regionales”, los que según algunos arqueólogos,
estuvieron confederados agrupando los gobiernos señoriales del norte y del sur,
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La nobleza o élite gobernó desde los centros seculares constituidos por grandes
construcciones de adobe, estructuras piramidales (truncadas) que hoy conocemos
como “huacas”; la población común y corriente, residía en áreas adyacentes a los
terrenos agrícolas, en viviendas de caña y barro que los campesinos de hoy en día,
conservan en todas sus características (paleotecnología); contrariamente a la
creencia de que los templos monumentales eran residencias, los líderes seculares
solo los utilizaban para la realización de las trágicas e impactantes ceremonias, que
casi siempre incluían rituales con sacrificios humanos.
4.-SU RELIGIÓN:
El Dios mochica fue AI-APAEC o “Gran hacedor del mundo”, deidad humana con
atributos felínicos caracterizados por grandes colmillos (Kauffman 1970:299); sus
ojos desorbitados nos hacen relacionarlo con el efecto alucinógeno del cactus
conocido como el “San Pedro” o “Huachuma”; recientes excavaciones arqueológicas
en los sitios de “Huaca de La Luna” y “El Brujo” en Trujillo, han documentado el Dios
moche con diferentes expresiones y lo han llamado, quizá inapropiadamente, “El
Degollador”. Los mochicas acostumbraron enterrar sus templos para luego
abandonarlos en una suerte de “enterramiento templario”; una tradición que la
practicaban culturas anteriores (en el Horizonte Formativo: ca.1,000 a. C)) y la
continuaron los Cicanes; para Jurgen Gölte, las escenas iconográficas que suman
alrededor de cien, muestran en las fases IV y V (son cinco en total), el conflicto entre
dos divinidades: una ligada con el día y la otra, con la noche y el mar; los mochicas,
que adoraron a la luna, finalmente dejaron esta divinidad, cambio ideológico
ocasionado por las lluvias de “El Niño” ocurridas por el año 550 d.C., que inicia la
caída de los gobiernos regionales mochicas, especialmente el más importante
ubicado en el centro arquitectónico de Pampa Grande, unos 20 kms, al Este de Sipán;
está interpretación estaría corroborada por nuestras investigaciones de índole
lingüístico que confirman que los herederos étnicos de los mochicas prehistóricos,
que conocemos arqueológicamente como “Cicanes”, no adoraron a la luna ni fue
ésta la Diosa principal, como lo han afirmado diferentes arqueólogos incluido Izumi
Shimada.
5.-SU ALFARERÍA:
pintaron en positivo tanto con rojo como con negro. Don Rafael Larco Hoyle,
hacendado autodidacta trujillano clasificó la alfarería mochica en cinco fases, y lo
hizo años antes que Frank Leaby descubriera el método de datación de
radiocarbono, que se aplicó desde 1945; las dos primeras fases corresponden a
ceramios con decoración incisa (utilizaron la uña, un elemento punzante, etc. en el
ceramio aún fresco, antes del cocimiento) y elementos decorativos que persisten
como influencia de los Cupisnique y otros estilos formativos regionales (1,000 a.C.);
estas dos fases corresponderían a los siglos I y II después de Cristo; las subsiguientes,
a los siglos III, IV y V respectivamente.
6.-PINTURA MURAL:
Los mochicas fueron artistas extraordinarios; en los años cincuenta, los huaqueros
dejaron al descubierto el famoso “Mural de Pañamarca”, que estudió R. Schaedel en
el valle de Nepeña; posteriormente lo estudiaría Duccio Bonavia; en 1910 en la
“Huaca de la Luna” de Moche, Eduard Seler descubrió otro mural mochica; en “Huaca
Pintada” de Illimo, el periodista Lorenzo. S. Orrego V. reportó un mural polícromo
(1927), que después fué estudiado- utilizando las fotografías de E. Bruning- por R.
Schaedel (1978);pero, antes ya había sido observado por Wendel C. Bennett (1939),
doctorado en Yale junto a Schaedel; la “huaca” se conserva como un pequeño
montículo ubicado a escasos metros de la carretera Panamericana que une a Túcume
con Illimo; el arqueólogo James Ford y Oscar Fernández de Córdoba encontraron
otro en la “Huaca Facho” o “La Mayanga en Pomac (Batán Grande), al parecer de la
fase de transición Moche-Cicán ; en estos murales se caracterizan a personajes
alados de perfil y los colores casi siempre son los mismos: rojo, amarillo, negro y
blanco; recientemente ( 1995) arqueólogos peruanos han descubierto un mural en
“Huaca de la Luna”, en donde el personaje central es el llamado “Dios degollador” o
“Felino luminoso”, del año 300 d. C; se conserva aquí, el mural combinado con figuras
en alto relieve (friso) que sindican el sitio como centro ritual mochica, funerario y
cultismo para propiciar la fertilidad agrícola, incluyendo sacrificios humanos y de
animales, para luego, sepultar el templo y construir uno nuevo sobre el anterior,
hasta llegar a seis edificios superpuestos en un lapso de 600 años (“enterramiento
templario” mediante cámara y relleno o “chamber and fill” ); en “Huaca El Brujo”,
también de Trujillo, se ha descubierto otro gran mural durante los trabajos del
arqueólogo Regulo Franco Jordán, con personajes antropomorfos con cabezas
felínicas, serpientes, etc ; son de las fases I y II (100-200 d.C.) sin presencia de frisos
o figuras en alto relieve, habiéndose comprobado la contemporaneidad de los
templos “El Sol”, “La luna” y “El Brujo”, que fueron los centros directores de la política
moche quizás, hasta su cuarta fase; por el año 550 d.C su capital fue Pampa Grande
(Lambayeque), último emplazamiento de los jerarcas moche según los resultados de
los arqueólogos que dirigió Kent Day de la Universidad de Toronto(Canadá) en 1975.
7.-INGENIERÍA Y ARQUITECTURA:
Las cajas basamento de las columnas de algarrobo han sido encontradas en huaca
“El Corte” (Shimada: 1985), templo Cicán; en la “Huaca Grande” o “La Capilla”, a la
que los norteamericanos han pretendido cambiarle de nombre (“La Fotaleza”),
hemos encontrado losetas de arcilla cocida de 0.50 x 0.50 m x 4cms de grosor, que
aún se utilizan como cubierta de pisos en viviendas tradicionales que hemos visto en
Ferreñafe y Mórrope; las plazas ceremoniales están conformadas por la disposición
de templos formando una “U”.
Huaca “ La Capilla ”
EN Pampa Grande, último centro de dirección política Moche (6° 45´27” Lat. Sur-79°
28.62´ Longitud Occidental-Greenwich), se encuentra distante 12.8 kms al nor-este
de Sipán (Huaca “Rajada” (6° 47.85´ Lat. S-79° 35.76´ Longitud Occidental); ésta se
encuentra en el mismo alineamiento (Oeste 17° Sur) con huaca “Sinán” de Eten (6°
53.02´ lat. Sur-79° 50.2´ Longitud Occidental.), a una distancia de 30 kms; las dos
huacas “La Capilla” y “Rajada”, con ocupación mochica III, IV (ca.350-700 d.C.),
parecen ser puntos de referencia más tempranos que “Sinán”; tomando como
referencia “La Capilla, con rumbo Oeste-20° Norte, el alineamiento pasa exactamente
por el centro del complejo de Cintu en cerro Pátapo, “cortando” el sitio de Tambo
de Posope, magnifica construcción de adobe del período Inca Provincial, o quizás,
reconstruido en ésta fase (35 m x 46 m); estos sitios, están en contexto espacial
cercano con puntos estratégicos como las tomas de control de agua del antiguo
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canal Taymi (del muchik “Taymexu”, que fue un apellido nativo) que unió los ríos
Chancay y La Leche (o Lamcarlech: “Cabeza de agua”, según muestra
deducción);la huaca “Sinán” que E. Brüning fotografió casi intacta en 1904, conserva
aún su volumétrica arquitectura; se alínea con el templo de Colluz en un rumbo de
N° 36° E, distantes 13.5 kms (Colluz: 6° 46.86´lat. Sur-79° 46.42´ long. Occid.) y se une
a través de 13 kms con el mismo rumbo con un vértice cercano al cerro de Luya de
ocupación mochica; tenemos entonces un triángulo isósceles cuyos dos vértices
restantes serían precisamente “La Capilla” y “Sinán”; desde aquí, con rumbo N° 39° E
se forma un triángulo inscrito en el primero, con el vértice en el cerro “Dos
Tetas” de, contemporáneo con Sinán, y su otro vértice al Este, en “La Capilla”, pasa
por dos pequeñas “huacas” denominadas “La Humedad” y “Huaca Brava” ( 6°
45.16´ Lat. Sur- 79° 40´ Long. Occi. (6° 45.16´ Lat. Sur- 79° 40´ Long. Occ. ), cercanas
al pueblo de Pucalá, unos 2 kms al Sur.
Otro triángulo inscrito se forma con los vértices en “La Capilla”, “Sinan” (pasando por
“Huaca Rajada”) y “Colluz”, el que se une, en un alineamiento que pasa por dos
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pequeñas huacas conocidas como “Arbulú” y “Santa Rosa” (6° 46.04´Lat. Sur- 79°
38.13 Long. Occ.), en donde los huaqueros aseguran haber, encontrado tumbas
mochicas; las huacas “Arbulú” , “Brava” y “Santa Rosa” se unen también en un
alineamiento de N° 56° W a partir de “Huaca Rajada”; desde aquí, con alineamiento
N 81° W encontramos a huaca “Alto Perú” y “Colluz”; similares orientaciones
astronómicas hicieron los descendientes étnicos muchik: los Cicanes; las mediciones
hechas por el arqueoastrónomo Gary Urton de la Universidad Colgate de Nueva York
en Enero de 1985 -a quien acompañe con sus 15 estudiantes norteamericanos-, dan
ya un derrotero conciso de la reproducción geodésica-arquitectónica de algunas
constelaciones en el complejo Cicán de Pomac en Batan Grande, como “Las
Cabrillas”, que Urton observó en aquella oportunidad y que Shimada ha planteado
10 años después (1995). Casí mil años después de la hecatombe del gobierno Moche
en la Costa Norte del Perú y casi 300 de la desaparición del Estado Secular Cican, los
incas tuvieron también la técnica de alinear sus “huacas, formando largas líneas
imaginarias llamadas “Ceques” que partían de un solo punto (Coricancha) como
rayos de una bicicleta; los “Ceques” tenían una función astronómica en el sistema
calendario inca (Zuidema: 1964; Urton: 1984); similar sistema pudo existir desde el
formativo tardío: en huaca “La Soledad” en un muro se encontró un dibujo que
recuerda a los Ceques cusqueños o, como dice su descubridor, “a las misteriosas
marcas del desierto de Nazca” (Shimada: 1981:
41).
felino, colmillos de nácar; se dice que los moche idealizaron la representación felínica
en la luna; he logrado documentar algunas fechas de aparición de luna llena y
demuestro que en realidad, que los moches no “idealizaron” el rostro del felino, sino,
que lo vieron en la misma luna; esto se puede comprobar si observamos la luna por
ejemplo, en las siguientes fechas(en el Oriente): 22 de Enero(2005),14 de
Abril(2006),13 y 14 de Mayo(2006),12 de Junio(2006),10 y 11 de Julio.
Cuando el equipo del Museo Brüning bajo la dirección del arqueólogo Walter Alva
Alva intervino el mausoleo descubierto, los arqueólogos encontraron una
importante tumba a cuyo personaje central se le conoce ahora como “El Señor de
Sipán”, que en un inicio la prensa equivocadamente le llamó “El Guerrero” (Maeda:
1987).
Los rituales seguramente se celebraban por varios días siendo sepultado el Gran
Señor, ya momificado, adornado con fastuosa ornamentación en donde
predominaron el oro, tumbaga (aleación de oro y cobre), bronce arsenical, cuentas
de piedras semipreciosas, etc. En un nivel superior de ubicación 1137 vasijas,
ofrendas con patética representación de personajes mochicas; cerca de la cobertura
de madera de algarrobo de 17 vigas que protegía al ataúd, se encontró el esqueleto
de un guerrero con los pies amputados, un anciano en posición fetal fue sacrificado,
como especie de “guardián espiritual”.
1. Que la palabra original en la muchik sería XLLANG, que pronunciada sería “SIAN”
según el diccionario matriz de Don Fernando de la Carrera y Daza (1644) titulado
“Arte de la lengua yunga”; la palabra “Xllang” significa SOL; la encontramos por
ejemplo en el antiguo nombre del río “Lambayeque”: FAXLLANG (A); la
pronunciación “Sian” fue escrita con la “C” y la “P” al centro; no sería una palabra
compuesta como sugiere Brüning.
2. Entre 1782 a 1785 el Obispo Baltasar Jaime Martínez de Compañón y Bufanda hizo
un programa de investigación y recopilación de datos de diferentes materias,
incluyendo la lingüística dentro del antiguo Obispado de Trujillo; él recopiló 43
palabras castellanas con sus respectivas traducciones en las siguientes lenguas:
Quechua, yunga (o muchik), Sec (Sechura); Colán (de Piura), Catacaos (o Tallán); Culli
(Huamachuco), Hivita (Huaylillas) y Cholón ((Dpto de San Martín); en la lengua
sechurana encontramos que la palabra SICANNI significa “HERMANO”;
efectivamente viejos documentos que datan del año 1536 dan cuenta del indio
principal llamado “Sicani” o “Cani”, el mismo que diera su nombre a la estancia que
desde 1565 se llamó “Cican” y que, con el transcurso del tiempo, se conocería como
“Batán Grande”; creemos que el personaje nativo vino de Sechura, como muchos de
sus paisanos en esa época y que, después de servir al Cacique o Señor de Xayanca
por el año 1530, marcho con 200 indios a Guambos tal como atestiguaban el cacique
Focollape y otros nativos jayancanos en la “Visita de Jayanca y Pacora” que hizo don
Sebastián de la Gama en 1540.
en una piedra verde a quien llamaron Llampallec, que quiere decir figura y estatua
de Naylamp.”
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El relato nos lleva a plantear de que el “ídolo de piedra” (verde), haya sido venerado
en el escondido y exótico paraje de Pomac; éste ídolo quizás, pudo ser similar al
célebre y clásico “Tumi con Idolo de Oro” de Batán Grande”.
En el año 800 d.C. la jungla enmarañada de Pomac, era simplemente, inamisible para
el ser humano; la ruta secreta era solo privilegio de los incógnitos sacerdotes que
desde muy jóvenes habían sido sometidos a las ceremonias de iniciación del camino
de la milenaria sabiduría andina; esta formalidad ritual de antiguas culturas del viejo
mundo (Europa, África y Asia), no pudo haber sido muy diferente en las culturas
prehispánicas de América.
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Aquí, en 1936 los huaqueros illimanos Hipólito Granados y Augusto Bances Cajusol
profanaron la tumba de un gran “Señor Cicán” que como ofrenda llevaba, entre otras
joyas, el destruido “Tumi de oro de Batan Grande”; Hipólito, tuvo un sobrino llamado
Agustín Granados, también hábil huaquero; Hipólito fue prácticamente, el
descubridor de los ricos cementerios pre-históricos de Pomach, empezando por
Cerro Sapamé y la desaparecida huaca “Las Mercedes”.
De esta construcción monumental se han extraído de sus tumbas los famosos Tumis
de Oro, que son de exclusividad de los cementerios prehispánicos de Pomach.
https://www.boletindelima.com/2017-189.html
Presentado en marzo del 2019 en el Museo Tumbas Reales de Sipàn, Lambayeque por el
Director de El Boletìn de Lima, Dr Ferdinand Villiiger.
E mail: joseeduardomaeda@gmail.com
Largo recorrido a través del frondoso bosque de Pomach, que alguna vez se llamó
Pomachaech o “Idolo de Piedra” conforme lo traduzco; era Agosto del año 1983; en el sector
Moyocupe en la jurisdicción de Illimo logré ubicar a don Augusto Bances Cajusol, el minador
que conjuntamente con su compadre Agustín Granados Salcedo, sobrino de Hipólito
Granados, habían excavado una tumba prehispánica en el lado sur-este de “Las Ventanas”; a
Hipólito lo documenté por primera vez en algunos artículos del diario “La Industria” de
Chiclayo; con palana en mano y alforja en el hombro solía llegar a Illimo cargado de objetos
de oro que luego vendía en Chiclayo al joyero Rivera; se emborrachaba y se hacía acompañar
por una banda de músicos, costumbre que después imitaría el afamado chamán tucumano
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don Santos Vera Sandoval; Hipólito había descubierto entonces, por los primeros años de la
década del treinta, que la llamada huaca “La Merced”o “Las Mercedes” escondida en el
bosque de Pomach en la hacienda Batán Grande, hasta donde lograba ingresar
clandestinamente, albergaba tumbas ricas en objetos metálicos; sabía también de las tumbas
en cerro “Zapamé”, que excavara después don Enrique Bruning; alguna vez lo acompañaría
su sobrino Agustín, apodado “Cuchillo” en alusión a los famosos tumis de oro que
descubriera con Bances en 1936, y seguro con la direcciòn del minador Hipòlito Granados,
el maestro.
Creo que el famoso Tumi de Oro- después aparecerían otros más- fue encontrado por el viejo
Hipólito Granados en 1936 en huaca “Las Ventanas” antes de la incursión de los tres socios
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mencionados que contrataron a Bances y “Cuchillo”; Bances confiesa haber sido ayudante
de Hipólito, quien ya había excavado en “Las Ventanas” después de abandonar “La Merced”
o “La Meche” como cariñosamente la denominaba mi padre; por entonces Hipólito contaba
con mas de 70 años de edad; un viejo batangrandino, capataz de la hacienda, don Moisés
Díaz Relaiza, que falleciera a los 103 años de edad, me conversó que conoció a Hipólito y
alguna vez le mostró el referido Tumi de Oro; lo cierto es que esta pieza maestra de la
orfebrerìa Siicàn Medio fuE llevada a Lima y terminò exhibièndose en la joyerìa Casa Welsh
y luego, en el Museo de Arqueologìa y Antropologìa de Pueblo Libre.
Don Augusto Bances aseguraba que los ídolos se ubicaban uno en cada esquina de la tumba;
en 1985 el Congreso de la República resolvió denominar a la famosa pieza orfebre Sicán
como Símbolo Nacional Precolombino del Perú, antes de su desaparición del museo y
consecuente dolorosa destrucción; la sustentación fue hecha por el Diputado ferreñafano
Gustavo García Mundaca; Hipólito Granados, su sobrino y Bances, murieron pobres y
olvidados, extraño y coincidente final de los profanadores de tumbas prehispánicas; sabemos
que Hipólito tuvo un hijo llamado José María que falleció a los 56 años de edad, quien
conjuntamente con su también huaquero tìo Tiburcio, hermano de su padre, solían
aventurarse en la bùsqueda de tesoros de huaca.
Con apoyo del gobierno y el Director del Patronato de Arqueología don Luis .E. Valcárcel ,
el Dr. Tello llegó a Illimo acompañado de su inseparable asistente don Toribio Mejía Xesspe
y el huarasino Elifio Huapaya; ahí se hospedaron, pues, los hacendados Aurich no permitían
el ingreso a sus feraces tierras; el estudioso contrató los servicios de la dupla Bances y
Agustín Granados y excavó primero en “La Merced” haciendo una gran trinchera sin
resultado positivo alguno; en “Las Ventanas”, la suerte no fue mejor, excavación que Tello
detalla en entregas en El Comercio de Lima, fechados el 22 de Enero, dividido en tres partes
con el título “Los trabajos Arqueológicos en el Departamento de Lambayeque”; se refiere a
la trinchera de “Las Ventanas” que los huaqueros hicieron; el estudioso escribe que el 5 de
Enero de 1937 se descubrió el ídolo mejor elaborado; pero, al parecer, la pieza orfebre fue
encontrada antes, a fines de 1936, comprada por el Dr Muñoz Arizola y exhibida en Lima; el
mismo Dr. Tello escribe: “…supe de los trabajos realizados hace tres semanas…” y firma el
artículo el 22 de Enero de 1937; en la actualidad pensamos que están en exhibición unos
treinta Idolos con pedestal, incluyendo algunos de plata y bronce arsenical; la cercana ruta
que emprendiera Tello desde el pueblo de Illimo hasta las huacas de Pomach, lo hizo
denominar equivocadamente a estos objetos precolombionos como “Tumis de Illimo”.
Lo cierto es que, todos los tumis de oro de la orfebrerìa Sicàn (ca. 750 a 1,100 d.C), han sido
encontrados en las tumbas de èlite del Bosque de Pomac, hoy, de aproximadamente 5,500
hectàreas intangibles.
Pomach estaba ya en la jurisdicción de Batán Grande desde el año 1596 según consta en el
expedientillo de Composición de la Estancia de Sicán y otras estancias emprendida por el
capitán don Francisco de Barbarán que el autor ha publicado en la Revista UTOPÌA de la
UNPRG de Lambayeque.
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2.2.3.-“La Rodillona”:
Es la más alta del conjunto templario; fue construida en la fase Cicán Tardío (ca. 1100
d.C.); huaqueada en 1941 en donde se encontró un precioso collar de 40 esmeraldas
unidas con hilo de oro (información personal de don José Aurich Bonilla: 1985), sus
medidas son: 100m x 100m y 35 m de altura, constituyéndose en la mas voluminosa
del conjunto; curiosamente, en Moyobamba hay un cerro con el mismo nombre; es
posible que en el futuro se compruebe el mismo patrón de ubicación de tumbas
como las encontradas en “El Loro”, a ambos lados de las esquinas formadas por la
unión de la rampa principal y la base.
2.2.5.-“Las Mercedes”:
Debe su nombre a que fueron inicialmente tres estructuras, que por tradición, por
ser tríada, los lugareños le bautizaron así; también se le conoce como “La Merced”,
“La Meche” o “Huaca de la Cruz”; fue el huaquero Hipólito Granados el primero en
profanar clandestinamente sus ricas tumbas; el río La Leche (conocido en la colonia
como “Lamcarlech “o” “Cabeza de agua”) prácticamente terminó de destruirla
durante “El Niño” de 1983.
2.2.6.-“El Corte”: llamada inicialmente “El Ingeniero” por la incursión Huaqueril del
Ing. López de Castilla en 1936-37; posteriormente, en la década del 60, con
maquinaria pesada se profanaron varias tumbas con ricos ajuares metálicos; fue
construida entre los años 850 al 1000 d.C.; el autor ha podido tener acceso a unas
fotografías mostradas por don Oscar Fernández de Córdoba, en donde se puede ver
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a huaqueros que extraen varios tumis con ídolos de oro; en 1980 se develó aquí un
mural policromo Cicán medio; su plataforma superior tenía 48 columnas cuadradas
pintadas dispuestas en cuatro hileras de 12 columnas cada una; fue contemporánea
con “Las Ventanas” y “Las Mercedes”.
2.2.12.-“El Abejero”: llamado también huaca “Del Gringo” por haber vivido en sus
inmediaciones el prestigioso profesor Karl Weiss Shereiber, que fuera director del
colegio “San José” de Chiclayo; aquí instaló una colmena de abejas, cuya miel la
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2.2.13.-“La Lucía”:
Un gran foso habían dejado los huaqueros en la esquina que forma la rampa norte
con la plataforma base de la pirámide “EL Loro”; era el año 1971 y, como
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consecuencia de las lluvias de aquel año, los socios Ridout y Edmundo Aurich Bonilla
decidieron abandonar la faena; el foso se había llenado de agua a los 10 mts de
profundidad de los cuales, los primeros metros los financió el curandero Santos Vera
Sandoval. En 1974, acompañé a mi padre Sr José Maeda Montenegro quien invitó a
Walter Alva y al fotógrafo Baldomero Puelles Vera (de Pucalá), y algunos funcionarios
de Pucalá; Puelles tomó unas vistas en blanco y negro del forado, que por la
sedimentación, tenía escasos 3.5 mts; incluso conservo algunas de estas tomas
fotográficas; cuando en 1979 llego a Batán Grande el arquólogo Izumi Shimada-por
segundo año consecutivo-para iniciar un proyecto de excavaciones arqueológicas,
mi padre lo llevó hasta la trinchera dejada por los huaqueros; recuerdo que Shimada
se impresionó por el forado, Maeda insistió en que la excavación no había sido
terminada; mi padre, intuitivo investigador, conocía bien que las tumbas Cicán
frecuentemente se ubicaban más allá de los 10 mts; los años pasaron y en los dos
reportajes de “El Comercio” citados anteriormente, el autor reafirma la existencia de
tumbas cicanes de élite aún intactas; con las lluvias que cayeron en 1983, detectamos
más de una docena de asentamientos (hundimientos) en la Plaza Ceremonial Central,
entre las huacas “Las Ventanas” y “El Loro”, en donde se confirmaría después que se
trataban de tumbas encuentra de la dinastía Cicán, quizás, la evidencia de la
veracidad de la leyenda de Ñamlap; meses después de las declaraciones muestras
en el diario limeño, Shimada excava la esquina de la rampa de 120 mts de largo de
“El Loro”, es decir, el forado que le mostró mi padre; amplió el área de excavación en
la superficie y mediante escalinatas llegó hasta el nivel que los huaqueros dejaron
en 1971; dos metros más abajo se produjo, efectivamente, el hallazgo de la tumba
de una mujer de unos 20 años de edad y posteriormente se llegó al personaje
central que se conoce como el “Señor de Sicán”.
Finalmente, I. Shimada logró encontrar dos tumbas, una en 1991 y la otra en 1995,
que se exhiben en el Museo de Ferreñafe; la primera es, precisamente, la tumba que
el arqueólogo negó enfáticamente hasta Octubre de 1991, pero cuatro años
después declaró aquellos hallazgos desconocidos entonces por la comunidad
nacional; en Diciembre de 1995 se llega a la tumba del otro personaje del Cicán
medio, ubicado en una posición simétrica, opuesta a la tumba excavada en 1991.
ofrendas humanas de sexo femenino, tenía una máscara con tocado frontal de oro y
plata fue acompañado de vasijas cerámicas, tejidos de algodón nativo (Gossipium
barbadense); al frente del gran señor se ubicaron dos guantes de cobre uno de los
cuales, el de la derecha prestaba un vaso ceremonial de cobre repujado; al “Señor
de Cicán” se le sentó sobre una estera en donde se depositaron huesos de llama
costeña ya extinguida (Lama sp), vasijas de cerámica y moluscos tropicales como el
Spondyllus pictorum y el Conus sp.
Todo este ajuar funerario pertenecía a una joven sepultada de unos 20 a 25 años de
edad en un sarcófago de 45 cms. de altura; la tumba fue rodeada por hornacinas o
nichos labrados en las paredes laterales, conteniendo ofrendad de bronces arsenical;
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las hornacinas estaban selladas con una capa de barro; los periodistas bautizaron a
esta dama sepultada hace unos 1,000 años como “La Princesa de Cicán”.
El “Señor de Cicán” fue solo uno de los tantos señores cuyas tumbas han sido
profanadas por docenas; a diferencia de un Señor Mochica, que gobernaba uno o
dos valles contiguos; un Señor Cicán tuvo poder de gobierno de varios valles,
evidenciándose su dominio desde Pachacámac en Lima hasta Ecuador y el Nor
Oriente Peruano; futuras excavaciones darán cuenta de las aún intactas tumbas en
las esquinas de la rampa de “La Rodillona” y en la Plaza Ritual Central, entre “Las
Ventanas”, “El Moscón” y “El Loro”, en donde el autor sostiene, se ubican varias
tumbas de élite esperando por ser descubiertas.
VOCABULARIO
6.- Tumbaga: aleación de oro y cobre; los objetos mochicas y cicanes que se exhiben
en colecciones y museos, no son de oro puro generalmente, metal que puro, es
quebradizo; aleado con cobre se torna más maleable.
BIBILIOGRAFIA
clayo.
De Antropología, Tucumán.
13;Chiclayo.
16/05/87.
34(5):37-45.
ca social en Pacariqtambo,
Leiden, Brill.