Paz Dentro de Uno Mismo

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Paz dentro de uno mismo

Para la paz en el mundo


Discurso de Acharya S. N. Goenka
en
el Bauddha Mahotsav, Sarnath

Seminario sobre "La unidad del mundo en el Tri-Ratna del Buddha


6 de noviembre de 1998

Vipassana Research Institute


Dhammagiri, Igatpuri 422 403
E34-Paz dentro de uno mismo para la paz en el mundo
©2006 por el Instituto de Investigación Vipassana
Todos los derechos reservados

Primera edición: 1998


Segunda edición: 2006, 2014

ISBN: 81-7414-277-0

Publicado por:
Instituto de Investigación Vipassana
Dhamma Giri, Igatpuri 422 403,
Dist. Nashik, Maharashtra, India
Tel: [91] (2553) 244998, 244076,
244086, 244144, 244440
Correo electrónico: vri_admin@vridhamma.org
Sitio web: www.vridhamma.org

Lo que sigue es el texto de la conferencia inaugural de Goenkaji en la Bauddha


Mahotsav Internacional (Conferencia sobre el Buddha) “La Unidad del Mundo en
el Tri-Ratna del Buddha” en Sarnath, India, el 6 de noviembre de 1998
Paz dentro de uno mismo
para la paz en el mundo

Venerable Sangha de monjes y amigos en el Dhamma,

Nos hemos reunido aquí esta mañana para examinar las diferentes maneras de unir
a todos los devotos del Buddha en este país y en el mundo, para fortalecernos en
las bondadosas enseñanzas del Iluminado, y ayudar así a la humanidad entera a
beneficiarse de la práctica de la enseñanza universal y no sectaria del Buddha.
Estos esfuerzos conjuntos ayudarán a traer la paz, la armonía y la felicidad
verdaderas a este mundo que tanto sufre de conflictos sectarios, intolerancia y falta
de armonía en las comunidades.

A mi regreso de un largo viaje de Dhamma de tres meses por diversos países del
este asiático, me sorprendió gratamente saber que el Gobierno de la India estaba
organizando esta celebración internacional. Con gran alegría, acepté su amable
invitación para pronunciar el discurso inaugural en esta conferencia.

De hecho, estamos en un momento muy apropiado para que la India acoja un


evento de este tipo. Durante mis viajes del Dhamma alrededor del mundo, he
comprobado que cada vez más personas en muchos países aceptan de buen grado
las enseñanzas universales del Buddha, y que el interés por el mensaje del
Iluminado no hace más que crecer. Esto significa que ha llegado el momento de
que los que ya se están beneficiando de estas enseñanzas trabajen duro y con
unidad, para conseguir que más y más personas se beneficien de las mismas.
Esta conferencia tan provechosa debe servir para unir a los que caminan en el
sendero señalado por el Buddha, en una plataforma socio-cultural y espiritual
común. En un mundo sacudido por tormentas de conflictos y sufrimiento, la
enseñanza del Buddha brilla intensamente como un benévolo faro que guía a los
que buscan salir del conflicto y la desdicha.

Si hubiera sabido antes que esta conferencia se llamaría “Bauddha Mahotsav”,


hubiera sugerido un nombre más apropiado, como “Buddha Mahotsa” o “Dhamma
Mahotsav”, o incluso “Tiratana Mahotsav”, ya que en toda la literatura antigua que
recoge las enseñanzas del Buddha, en los comentarios y los sub-comentarios, con
un total de 59.150 páginas que contienen 9.285.755 palabras, el vocablo
“Bauddha” está notablemente ausente. El Buddha nunca enseñó “Budismo” o
“Bauddh Dharma”. Nunca enseñó una religión, ni convirtió a nadie a una religión
organizada. Enseñó el Dhamma (Dharma), la ley universal de la naturaleza, e
inspiró a la gente a seguirlo.

A los seguidores de las enseñanzas del Buddha nunca se les llamó “Bauddh”
(Budistas) durante el tiempo del Iluminado; ni siquiera 500 años después. En toda
la vasta literatura que recoge sus enseñanzas, sólo encontramos las siguientes
palabras que se refieren a los practicantes de las enseñanzas del Buddha: Dhammi
(Dharmi), Dhammiko (Dharmmika), Dhammattho (Dharmastha), Dhammacari
(Dharmacari), Dhammavihari (Dharmavihari), Dhammanusari (Dharmanusari).

No sabemos cuándo, dónde, quién ni porqué se empezaron a usar las palabras


“Bauddh”, “Budismo” y “Budista”. Cuando decimos que las enseñanzas del
Buddha son “Bauddh Dharama” (o Budismo) y denominamos a sus seguidores
como Bauddh (o Budistas), manifiestamente estamos indicando que esas
enseñanzas están destinadas sólo a personas que se consideran “Bauddha” o
“Budistas”. Sin embargo, el propio Buddha puso todo su énfasis en afirmar que el
Dhamma es infinito "appamano dhammo".

Cuando las enseñanzas del Iluminado son catalogadas como Budistas o “Bauddh
Dharma” (Budismo), es posible que muchas de las personas que sufren en el
mundo se asusten pensando que se les está tratando de convertir a una religión
particular diferente de la suya y en consecuencia, se les priva de una enseñanza
universal. Pero cuando las enseñanzas del Buddha se imparten utilizando la
nomenclatura original y verdadera del “Dhamma”, y ninguna otra terminología, las
personas se tranquilizan ante el hecho básico de que el mensaje del Buddha no
pertenece a ninguna religión en particular. Y así, la gente de cualquier tradición no
dudará en aceptarlo.

Nuestra investigación en Igatpuri nos ha mostrado que hasta 500 años después del
Buddha, la palabra “Bauddh” no se encontraba en ninguna literatura espiritual
antigua de la India, ni en la tradición de Buddha, ni en la de Mahavir, ni en la
tradición Védica. Los distinguidos académicos reunidos hoy aquí pueden
ayudarnos a hacer una investigación apropiada sobre cuándo comenzó el uso del
término “Bauddh”.

Es muy importante recordar que las enseñanzas del Buddha no están limitadas a
una secta en particular. Son universales. Si las miramos desde la perspectiva
adecuada, nos quedará perfectamente claro que las enseñanzas originales del
Iluminado tienen un carácter absolutamente universal y no sectario.
La Joya del Dhamma regresa a la India

Tanto la teoría como la práctica de las enseñanzas originales se perdieron en la


India durante muchos siglos. Sin embargo, estas fueron preservadas en los países
vecinos. Estamos muy agradecidos a la Sangha de monjes de estos países por haber
preservado cuidadosamente las enseñanzas en su prístina pureza.

Fui muy afortunado por haber nacido en el país vecino de Myanmar, y haber
conocido al gran santo laico Sayagyi U Ba Khin, quien, con mucha compasión, me
enseñó Vipassana, la quintaesencia práctica de la enseñanza del Buddha. También
me inspiró para que leyera las palabras del Buddha en Pali. Les estoy infinitamente
agradecido a él y a Myanmar, la tierra del Dhamma, por haberme ayudado a
descubrir la teoría y la práctica de las enseñanzas del Buddha. El Iluminado
siempre enfatizó que teoría y práctica, pariyati y pattipati, deben ir de la mano.

Mi compasivo padre en el Dhamma, Sayagyi U Ba Khin, estaba muy interesado en


pagar a la India la deuda de gratitud, haciendo que Vipassana y las palabras del
Buddha volvieran a este país. Como él mismo no podía venir a la India, me
convenció para que fuera en representación suya. Y fue así como en 1969, la
técnica de Vipasana y toda la literatura disponible en Pali regresaron a la India.

Sayagyi U Ba Khin estaba convencido de que era cierta la antigua predicción del
Dhamma, según la cual 2500 años después del Buddha sus enseñanzas regresarían
a la India, donde serían aceptadas de buen grado por los intelectuales, y desde ahí
se extenderían de nuevo por todo el mundo, para servir a la humanidad entera. Esta
predicción se ha cumplido.
Las Enseñanzas Universales del Buddha
Las enseñanzas universales del Buddha suponen el más precioso legado que la
antigua India ofreció al mundo. Constituyen un código práctico de conducta, un
camino de pureza y de vida amable, un estudio científico de la realidad de la mente
y la materia, y de la verdad última que se encuentra más allá de la mente y la
materia.

De hecho, el Buddha debería ser conocido más apropiadamente como un súper-


científico que, a través de la experiencia personal directa, estudió las leyes de la
naturaleza que gobiernan el Universo.

Las enseñanzas racionales del Buddha se explican claramente en el Noble Sendero


Óctuple, dividido en tres partes: sila (moralidad), samadhi (dominio de la mente),
pañña, esto es, “pragya” (purificación de la mente mediante el desarrollo de la
sabiduría interna).

El Buddha deja muy claro que estas tres enseñanzas básicas no le pertenecen solo a
él, sino a toda persona iluminada del pasado, del presente y del futuro. Él dijo:
“Etam Buddhana Sasanam”.

Estas tres divisiones básicas de las enseñanzas del Buddha constituyen la esencia
de todas las religiones y caminos espirituales. Cada religión aconseja a sus
seguidores llevar una vida de moralidad, lo que significa abstenerse de realizar
cualquier acto demeritorio, físico y/o vocal que perjudique a otros seres o que
perturbe su paz y armonía. Esto significa abstenerse de matar, robar, tener una
conducta sexual inadecuada, utilizar un lenguaje incorrecto y consumir
intoxicantes.

Los seguidores de todas las religiones aceptan este principio de moralidad, pero
sólo a nivel intelectual o devocional. A nivel real, es muy difícil vivir una vida de
moralidad, a menos que uno trabaje duro para controlar y purificar la mente.

La característica única de las enseñanzas del Buddha es que no se limitó a dar


sermones diciendo: “Sabbapapassa akaranam”, “debemos abstenernos de
cualquier acción moralmente demeritoria”, sino que también ofreció una técnica
para ayudarnos a conseguirlo.

Así, nos dio la segunda parte de su enseñanza, es decir kusalassa upasampada:


realizar actos puros por “kusala cittassa ekaggata”o concentración de la mente
sana. Nadie puede poner objeciones a vivir una vida en donde uno es el amo y no
el esclavo de su propia mente.

El Buddha explica además que no es suficiente tener la mente concentrada,


tranquila y pura a nivel superficial. Porque mientras las raíces de las impurezas
sigan presentes en lo profundo de la mente, existe el peligro de que estas impurezas
surjan de nuevo, se multipliquen y dominen toda la estructura mental. Para
evitarlo, el Buddha ofrece la tercera y última etapa de su valiosa enseñanza: “sa
citta pariyodapanam”, es decir, la purificación total de la mente. Para explicar este
punto, utilizó el ejemplo de un gran árbol que se tala, pero cuyas raíces
permanecen intactas. Mientras las raíces sigan ahí, tarde o temprano,
inevitablemente, otro árbol surgirá. De igual manera, si la raíz de la avidez no se
erradica, la desdicha surgirá una y otra y otra vez. Él dijo: "Yathapi mule
anupaddave dalhe chinnopi rukkho punareva ruhati; Evampi tanhanusaye anuhata
nibbattati dukkhamidam punappunam".

Por lo tanto, para liberarse completamente de las impurezas mentales, uno tiene
que trabajar en el nivel más profundo de la mente. Porque es en sus raíces donde
las impurezas constantemente se crean, se multiplican y se almacenan.

Este súper científico iluminado denominó a estas impurezas situadas en lo


profundo de la mente “anusaya”, o “guhasaya". Para erradicarlas, primero re-
descubrió y luego, con mucha compasión, enseñó una antigua técnica practicada y
enseñada por todas las personas iluminadas del pasado. Esta técnica es Vipassana.

Vipassana, la quintaesencia de la Enseñanza del Buddha.


Vipassana, la quintaesencia práctica de la enseñanza del Buddha, no es una mera
teoría o filosofía para el entretenimiento intelectual o la discusión filosófica, ni
tampoco un juego emocional o devocional. Se trata de una enseñanza realista,
práctica, racional, científica, no sectaria y orientada a obtener resultados.Vipassana
puede ser, y de hecho lo es, practicada por cualquier persona.

Practicar Vipassana nos convierte en buenos seres humanos, nos permite vivir una
vida pacífica y armoniosa y nos ayuda a generar una atmósfera armónica y pacífica
a nuestro alrededor, al servicio de los demás. ¿Qué religión en el mundo se
opondría a esta conversión de la desarmonía en armonía?

No se puede encontrar nada objetable en practicar una técnica de concentración de


la mente consistente en la observación de la propia respiración normal y natural,
sin añadir ninguna verbalización sectaria, ninguna visualización, ninguna
imaginación, etc. ¿Qué religión se opondría a la observación de la propia
respiración natural? La respiración es universal. De igual manera, nadie se
opondría a la purificación de la propia mente al nivel más profundo, mediante la
observación objetiva de la interacción de mente y materia dentro de uno mismo, al
nivel de las sensaciones corporales, que también son universales. Las sensaciones
corporales surgen cuando la mente y la materia interactúan entre sí en cada
momento de la vida.

Al practicar Vipassana, uno experimenta cómo la mente y el cuerpo se influencian


mutuamente. Sin experimentar esta verdad, reaccionamos continuamente a las
sensaciones corporales creadas por la interacción mente-materia y permanecemos
ignorante de cómo, en lo más profundo de la mente, continuamente generamos
avidez hacia las sensaciones placenteras y aversión hacia las desagradables. Esta es
la impureza básica de la mente en su nivel más profundo, la que crea y mantiene su
patrón de conducta habitual. Al observar objetivamente este fenómeno, sin
reaccionar, nos liberamos del viejo hábito de generar “raga” y “dwesha” (avidez y
aversión) hacia las sensaciones.

Realidad aparente y real


En un nivel aparente, parecería que uno reacciona con avidez o aversión ante los
objetos correspondientes a cada una de las seis puertas sensoriales: un color, una
forma o una luz en la puerta sensorial del ojo, un sonido en el oído, un sabor en la
lengua, un olor en la nariz, algo tangible en la puerta sensorial del cuerpo, un
pensamiento en la puerta sensorial de la mente.
El Buddha descubrió la verdadera realidad. Constató que cada vez que se produce
el contacto de un objeto sensorial con una de las puertas de los sentidos,
salayatana paccaya phasso, surge una sensación en el cuerpo, phassa paccaya
vedana.Y es a esa sensación a la que uno reacciona con avidez o aversión, vedana
paccaya tanha. Esta es la verdadera realidad. Y el Iluminado enseñó la técnica de
Vipassana, con la que se trabaja en este nivel.

La observación de la sensación en el cuerpo nos permite constatar de manera muy


evidente que uno no puede dañar a otro ser sin generar una impureza en la mente:
uno no puede matar a otro ser sin generar animosidad, uno no puede robar sin
generar codicia o avidez, uno no puede cometer una violación o un adulterio sin
generar lujuria o pasión. Del mismo modo, uno no puede cometer ninguna acción
vocal incorrecta sin generar alguna impureza en la mente.

Y lo más importante es que Vipassana nos ayuda a experimentar una profunda


necesidad de permanecer libres de toda contaminación y de mantener un sila
perfecto. Por supuesto que, inicialmente, uno acepta la necesidad de mantener sila
en su vida, bien por preocupación hacia los demás, bien por respeto a las leyes del
país. Pero con Vipassana, uno experimenta las leyes del Dhamma.Y de la misma
manera que los beneficios de seguir las leyes del Dhamma se experimentan aquí y
ahora, el castigo por romper estas leyes también se experimenta aquí y ahora.

En el mismo instante en que uno rompe el sila, comienza a sentirse desdichado. Al


generar cualquier impureza, como rabia, odio, mala voluntad, animosidad, etc., de
inmediato uno se siente agitado y pierde la paz, el equilibrio y la armonía de su
mente. La persona a quien se dirige la contaminación recibe el daño sólo después.
Pero la primera víctima es uno mismo. Al experimentar esta realidad, uno se da
cuenta de la necesidad de deshacerse de cualquier impureza de la mente. Y
empezamos a mantener un sila perfecto en nuestro propio beneficio, para salir de
la desdicha.

Sólo la experiencia directa hace que la enseñanza del Iluminado se vuelva tan
clara:

“Pubbe hanati attanam, paccha hanati so pare”

A menos que desarrollemos la habilidad de experimentar la realidad dentro de


nosotros, continuaremos generando contaminación tras contaminación y
dañándonos a nosotros mismos. Con Vipassana, rompemos el patrón habitual de
generar contaminación en el nivel más profundo de la mente. Cortamos las raíces
de la contaminación, y llega un momento en el que ese árbol de impurezas ya no
puede volver a crecer.

El Buddha hizo otro descubrimiento muy valioso. Encontró que cualquier cosa que
surja en la mente, empieza a fluir con una sensación en el cuerpo: Vedana
Samosarana Sabbe Dhamma.

Los que se mantienen esclavos del patrón habitual de generar sufrimiento


suscitando ira, pasión, ego etc., aprenden a eliminar esta desdicha observando las
sensaciones en el cuerpo en el mismo momento en que surge la impureza en la
mente. De igual forma, los que sufren de depresión, miedo, inseguridad, complejo
de inferioridad, etc., también pueden eliminar fácilmente todos estos complejos, al
observar objetivamente las sensaciones en el cuerpo cuando dichas
contaminaciones surgen.
Un gran número de personas toman cursos de Vipassana para superar su adicción a
diferentes intoxicantes. Muy pronto descubren que su adicción no es hacia la
sustancia en sí, sino hacia la sensación que se siente en el cuerpo al tomarla. Con la
práctica de Vipassana, aprenden a no reaccionar a las sensaciones, sino a
observarlas objetivamente, con perfecta ecuanimidad, con perfecto equilibrio de la
mente. De esta manera, el patrón habitual de la mente empieza a romperse y uno se
recupera con facilidad de cualquier adicción.

Vipassana para prisioneros


Experimentar la realidad interior ha ayudado a miles de personas que sufren en las
cárceles. En la actualidad, muchas prisiones en la India están organizando cursos
de Vipassana para los reclusos como una medida para su rehabilitación. Otros
países, como los Estados Unidos y el Reino Unido, también han empezado a
introducir Vipassana en las cárceles. Además, muchos funcionarios de prisiones en
todo el país se están dando cuenta de que la propagación de Vipassana en la
sociedad ayuda a evitar el crimen. Sin duda, prevenir es mejor que curar.

En realidad, no sólo los reclusos están presos. Los que están fuera de las cuatro
paredes de una prisión, también son prisioneros -prisioneros del patrón habitual de
impurezas de su propia mente-. Esta prisión de contaminaciones causa más
desdicha que la prisión con muros y guardias. Vipassana permite que todo el
mundo se libere de esta prisión de la desdicha y de la mente impura, para
experimentar la verdadera felicidad, la verdadera libertad, la verdadera liberación.
Amor Puro y Compasión
Una mente pura genera de manera natural “maitri” y “karuna”, amor y compasión
hacia los demás. “Maitri” y “karuna” deben surgir desde el nivel más profundo de
una mente pura. De otra manera, serán superficiales y no efectivos.

¿Cómo podría una mente impura, que es un almacén de rabia, odio, mala voluntad,
animosidad, etc., generar amor puro y compasión, ¨“Maitri” y “karuna”? Para
derribar este almacén de impurezas, el Iluminado enseñó la técnica de Vipassana,
cuya práctica continua ayuda a la mente a purificarse progresivamente. Una mente
pura, de manera natural, empieza a llenarse con cualidades de “maitri” y “karuna”,
amor y compasión. Esa es la razón por la que al final de un curso de Vipassana, a
los estudiantes se les enseña la técnica de Metta Bhavana, o sea, cómo usar la
mente purificada para generar metta, vibraciones tangibles de buena voluntad y
compasión hacia otros. Y ese metta se hará más y más fuerte a medida que la
mente se vuelve más y más pura.

En la enseñanza del Buddha, lo que más importa son las personas; cuando
hablamos de las personas, lo que más importa es la mente; y cuando hablamos de
la mente, lo que más importa es su pureza, para que pueda generar compasión y
amor puro. La pureza de la mente sólo se puede lograr cuando las impurezas se
extirpan desde la raíz, en lo más profundo de la mente (anusaya). Son las
tendencias subyacentes en la raíz de la mente (anusaya) las que generan y
multiplican las impurezas. Si este patrón habitual no cambia, la mente impura no
cambia; y si la mente impura no cambia, el individuo no cambia; y si el individuo
no cambia, la sociedad, el mundo, no cambia. Así que el Buddha ataca la causa
profunda de la desdicha, los verdaderos cimientos del problema. Para demoler
estos cimientos impuros, enseñó la poderosa herramienta de Vipassana.

Vipassana, una poderosa herramienta para la integración


social
Así como los afluentes se unen al río, en las enseñanzas del Buddha confluyen las
prácticas (triveni) de sila, samadhi y pañña, que son universales y no sectarios. Por
esta razón, en tiempos del Buddha e incluso ahora, personas de diversas sectas,
tradiciones, países y culturas practican con agrado su enseñanza y disfrutan de los
mismos beneficios.

Las enseñanzas del Buddha no son un sueño utópico de idealismo vacío, sino que
constituyen una gran fuerza unificadora en nuestra sociedad desgarrada. Esto se ha
venido demostrando en los últimos 30 años con el hecho de que gran número de
personas comunes y líderes pertenecientes a diferentes religiones, castas,
comunidades, diferentes clases de sociedad y diferentes países y culturas, toman
los cursos de Vipassana, meditan juntos y comen juntos, sin mantener ninguna
diferencia por los llamados “estatus” altos o bajos.

Tampoco se puede aceptar la equivocada tradición social de los intocables. Esta es


la enseñanza del Buddha puesta en práctica.Y esta igualdad que la enseñanza
sostiene es la cultura espiritual más antigua y elevada de este país, que se deterioró
de manera trágica con el paso del tiempo. Ahora, es un motivo de gran alegría
comprobar que esta igualdad e integración están surgiendo de nuevo, no solamente
al nivel de los principios, sino a nivel real. Un verdadero practicante de las
enseñanzas del Buddha no puede ni quiere discriminar a ningún ser humano.
Cabe destacar que, hasta la fecha, unos 2000 sacerdotes y monjas cristianos, 500
munis y sadhvis jainistas y cientos de monjes y monjas hinduistas y budistas han
participado en cursos de Vipassana. Los laicos de estas tradiciones suman cientos
de miles.Y este número se multiplica cada año.

Las enseñanzas no sectarias y científicas del Buddha, expandidas a gran escala,


constituyen un método concreto y práctico de integración social. Y esto es así
porque cuando se ponen en práctica las enseñanzas del Iluminado, resulta
imposible creer en las diferencias de casta, comunidad, secta, género, estatus
social, etc. Y por eso, tampoco se puede aceptar la tradición errónea de los
intocables.

Tres Ratnas o Gema Triple


En este importante seminario, me gustaría clarificar algunos conceptos acerca de
las Tres Ratnas o la Gema Triple. Al comienzo de un curso de Vipassana, todos los
estudiantes, sea cual sea su origen, toman refugio en la Gema Triple.

¿Qué es la Gema Triple? Uno dice: “Me refugio en el Buddha; me refugio en el


Dhamma; me refugio en la Sangha”. Con el paso del tiempo, refugiarse en las Tres
Ratnas fue considerado erróneamente como cambiar de una religión organizada a
otra religión organizada. Pero cuando, desde la perspectiva adecuada, se entiende
su significado original, no sólo la gente ordinaria, sino los sacerdotes, las monjas,
los líderes de diferentes religiones no dudan en refugiarse en la Gema Triple.
El Buddha explicó muy claramente y sin ambigüedades el significado de las Tres
Ratnas como cualidades del Dhamma cuando dijo:

"Idampi Buddhe ratanam panitam,


Idampi Dhamme ratanam panitam,
Idampi Sanghe ratanam panitam."

Explica la Gema Triple como las cualidades virtuosas que hay en cada una de
ellas.Uno se refugia en estas cualidades, y no en la persona o personas.

La verdadera enseñanza del Iluminado no pretende que nadie se refugie en


Gotama, el Buddha, ni en el “Dhamma Budista”, ni en la “Sangha Budista”.
Cuando eliminamos estos confusos calificativos y entendemos el significado real
de las Tres Ratnas, se vuelven aceptables para todos.Y esto ocurre porque cuando
uno se refugia en una Ratna, no lo hace en la persona, sino en las cualidades
virtuosas de esa persona para obtener inspiración y desarrollar esas mismas
cualidades dentro de uno mismo.

Cuando uno se refugia en Buddha Ratna, lo hace en la cualidad del Buddha, que es
la Iluminación. Y esta Iluminación no está limitada a una secta o comunidad en
particular. Todos tenemos la semilla de la Iluminación en nuestro interior, pero hay
que trabajar muy duro, durante muchas vidas, para desarrollarla gradualmente y
lograr la iluminación total. La iluminación total no es un monopolio de Siddhartha
Gotama. Él mismo dijo muchas veces que hubo muchos Buddhas antes y habrá
muchos Buddhas después de él.
De igual manera, cuando uno se refugia en el Dhamma Ratna, lo hace en la
cualidad del Dhamma Universal, es decir, sila (moralidad), samadhi (dominio
sobre la mente) y pañña (purificación de la mente por la propia sabiduría interna).

Así también, cuando uno se refugia en la Sangha Ratna, en realidad lo hace en la


cualidad de la Sangha. Quien ha caminado por el sendero del Dhamma, ha
purificado la mente, se ha liberado de todas las contaminaciones mentales, y
genera constantemente amor y compasión. Esa persona santa es la Sangha; uno
puede pertenecer a cualquier “casta”, comunidad, país, género… no hay ninguna
diferencia. Podemos obtener inspiración en cualquier persona de mente pura, en
quien sintamos la confianza de obtener guía para nuestra propia liberación, y
trabajar duro para establecernos en el sendero correcto.

Así pues, refugiarse en la Gema Triple significa en realidad refugiarse en las


cualidades universales del Dhamma. Esto es lo que el Buddha enfatizó una y otra
vez. En verdad, el Buddha es Buddha gracias al Dhamma. La Sangha es Sangha
gracias al Dhamma. Por lo tanto, el Dhamma es lo más elevado del mundo
Dhammo hi settho janetasmim. Una y otra vez enfatizó la importancia de
refugiarse en el Dhamma.Y refugiarse en el Dhamma significa el Dhamma dentro
de uno mismo “Dhareti'ti Dhammo”. Este es el verdadero refugio, el verdadero
cobijo, una verdadera isla donde podemos resguardar nuestro barco de cualquier
tormenta turbulenta - Attadipaviharatha, attasarana, anannasarana Dhamma dipa
dhammasarana anannasarana-.

El Buddha subrayó que nuestro refugio debe ser el Dhamma desarrollado dentro de
nosotros mismos, y declaró enfáticamente na anna saranam -no hay refugio en
nadie más-. Dijo que uno es su propio maestro (“atta hi attano natho”), que uno
mismo construye su futuro (atta hi attanogati); recalcó con énfasis que uno tiene
que trabajar para su propia salvación (atta hi attano gati) y que los iluminados sólo
muestran el verdadero Sendero ("akkhataro Tathagata"). Pero uno tiene que
esforzarse para recorrer ese Sendero.

Por lo tanto, refugiarse en las Tres Ratas no es un ritual sectario, como bien
entienden los meditadores de Vipassana, sino algo que ayuda a las personas a
liberarse de las ataduras sectarias y del dogma, y les ayuda a vivir una vida de
Dhamma, una vida que todas las religiones desean que uno viva.

Paz interior, para la paz en el mundo


Podemos comprobar que en todas las tradiciones y en las enseñanzas de todos los
Santos se invita a las personas a llevar una vida de moralidad, con una mente
disciplinada y pura, llena de amor y compasión por todos los seres. El Dhamma
universal puede ser practicado por todos, ofrece los mismos resultados
beneficiosos a todos. Pero, a medida que pasa el tiempo, las verdaderas enseñanzas
del Dhamma puro se van enredando en ritos sectarios, rituales, creencias, dogmas,
cultos, etc., y vemos que en la vida cotidiana de la gente, el Dhamma puro se
vuelve insignificante y todas esas cosas se vuelven predominantes.Y esto crea
dificultades porque los ritos, ceremonias, etc., son diferentes en cada religión
organizada. Y cuando se pone el énfasis en estos aspectos superficiales, en la
envoltura, se pierden el grano y la sustancia.

La sustancia está en desarrollar la moralidad, el dominio sobre la mente, la pureza


de la mente. No puede haber conflicto sobre estos tres factores básicos, necesarios
para llevar una vida provechosa. Y hay que dar importancia a la sustancia, no a la
envoltura.

Las enseñanzas del Buddha pretenden que nos demos cuenta de que la verdadera
sustancia del Dhamma consiste en aplicar realmente sila, samadhi, pañña en la
propia vida. Estos factores universales son los denominadores comunes más
importantes de todas las religiones. Centrar la atención en estos factores
universales y necesarios en la vida de todos, ayudará a disolver las diferencias
superficiales entre las comunidades.Y son estas diferencias superficiales las que
causan tanta fricción, tanta hostilidad y tanta mala voluntad entre una comunidad y
otra.

Las enseñanzas del Iluminado ayudan a soslayar estas diferencias superficiales. Por
ejemplo, las diferentes escuelas de la tradición del Buddha como Theravada,
Mahayana, Vajrayana, Tantrayana, etc., pueden tener sus diferencias, pero no hay
conflicto entre ellas.Todas otorgan la misma importancia a la esencia de las
enseñanzas del Buddha. Y los líderes y seguidores de estas diferentes escuelas
toman con gusto los cursos de Vipassana, donde se enseña la práctica de sila,
samadhi, pañña y “Maitri Bhavana”.

De igual manera, los seguidores de todas las religiones han empezado a dar más
importancia a los puntos de encuentro entre ellas, esto es sila, samadhi, pañña, que
constituyen la verdadera esencia de las enseñanzas universales de todos los
iluminados y es aceptada por todos. En la medida en que Vipassana se extienda,
estoy seguro de que este deseo del Dhamma se materializa y se evitarán conflictos,
peleas e incluso guerras en nombre de la religión.
Espero que este seminario ayude a que más y más personas se beneficien de las
enseñanzas prácticas y verdaderas del Buddha, esa inestimable herencia espiritual
y atemporal de la antigua civilización de la India, que continúa siendo relevante
hoy en día.

La historia ha demostrado que cada vez que las enseñanzas de sila, samadhi, pañña
se han movido de la India a países vecinos, nunca han chocado con las culturas
tradicionales de esas naciones. Por el contrario, así como el azúcar se disuelve en
la leche, las enseñanzas se han asimilado suavemente para endulzar y mejorar la
sociedad.

¡Que las verdaderas enseñanzas del Iluminado se extiendan por todos los rincones
del mundo!¡Que cada vez más y más personas utilicen esta inestimable enseñanza
y hagan uso de esta valiosa vida humana para salir de todas las desdichas, de todos
los sufrimientos, de toda la ignorancia, y desarrollen la sabiduría que sólo surge de
la purificación de la mente y experimenten la paz interior! La paz y la sabiduría
que surgen de la experiencia dentro de cada individuo, son las que pueden traer
más paz a la sociedad, y lograr la paz entre las naciones.

¡Que todos los seres sean felices!¡Qué estén en paz!¡Qué se liberen!

Bhavatu sabba mangalam

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