Paz Dentro de Uno Mismo
Paz Dentro de Uno Mismo
Paz Dentro de Uno Mismo
ISBN: 81-7414-277-0
Publicado por:
Instituto de Investigación Vipassana
Dhamma Giri, Igatpuri 422 403,
Dist. Nashik, Maharashtra, India
Tel: [91] (2553) 244998, 244076,
244086, 244144, 244440
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Sitio web: www.vridhamma.org
Nos hemos reunido aquí esta mañana para examinar las diferentes maneras de unir
a todos los devotos del Buddha en este país y en el mundo, para fortalecernos en
las bondadosas enseñanzas del Iluminado, y ayudar así a la humanidad entera a
beneficiarse de la práctica de la enseñanza universal y no sectaria del Buddha.
Estos esfuerzos conjuntos ayudarán a traer la paz, la armonía y la felicidad
verdaderas a este mundo que tanto sufre de conflictos sectarios, intolerancia y falta
de armonía en las comunidades.
A mi regreso de un largo viaje de Dhamma de tres meses por diversos países del
este asiático, me sorprendió gratamente saber que el Gobierno de la India estaba
organizando esta celebración internacional. Con gran alegría, acepté su amable
invitación para pronunciar el discurso inaugural en esta conferencia.
A los seguidores de las enseñanzas del Buddha nunca se les llamó “Bauddh”
(Budistas) durante el tiempo del Iluminado; ni siquiera 500 años después. En toda
la vasta literatura que recoge sus enseñanzas, sólo encontramos las siguientes
palabras que se refieren a los practicantes de las enseñanzas del Buddha: Dhammi
(Dharmi), Dhammiko (Dharmmika), Dhammattho (Dharmastha), Dhammacari
(Dharmacari), Dhammavihari (Dharmavihari), Dhammanusari (Dharmanusari).
Cuando las enseñanzas del Iluminado son catalogadas como Budistas o “Bauddh
Dharma” (Budismo), es posible que muchas de las personas que sufren en el
mundo se asusten pensando que se les está tratando de convertir a una religión
particular diferente de la suya y en consecuencia, se les priva de una enseñanza
universal. Pero cuando las enseñanzas del Buddha se imparten utilizando la
nomenclatura original y verdadera del “Dhamma”, y ninguna otra terminología, las
personas se tranquilizan ante el hecho básico de que el mensaje del Buddha no
pertenece a ninguna religión en particular. Y así, la gente de cualquier tradición no
dudará en aceptarlo.
Nuestra investigación en Igatpuri nos ha mostrado que hasta 500 años después del
Buddha, la palabra “Bauddh” no se encontraba en ninguna literatura espiritual
antigua de la India, ni en la tradición de Buddha, ni en la de Mahavir, ni en la
tradición Védica. Los distinguidos académicos reunidos hoy aquí pueden
ayudarnos a hacer una investigación apropiada sobre cuándo comenzó el uso del
término “Bauddh”.
Es muy importante recordar que las enseñanzas del Buddha no están limitadas a
una secta en particular. Son universales. Si las miramos desde la perspectiva
adecuada, nos quedará perfectamente claro que las enseñanzas originales del
Iluminado tienen un carácter absolutamente universal y no sectario.
La Joya del Dhamma regresa a la India
Fui muy afortunado por haber nacido en el país vecino de Myanmar, y haber
conocido al gran santo laico Sayagyi U Ba Khin, quien, con mucha compasión, me
enseñó Vipassana, la quintaesencia práctica de la enseñanza del Buddha. También
me inspiró para que leyera las palabras del Buddha en Pali. Les estoy infinitamente
agradecido a él y a Myanmar, la tierra del Dhamma, por haberme ayudado a
descubrir la teoría y la práctica de las enseñanzas del Buddha. El Iluminado
siempre enfatizó que teoría y práctica, pariyati y pattipati, deben ir de la mano.
Sayagyi U Ba Khin estaba convencido de que era cierta la antigua predicción del
Dhamma, según la cual 2500 años después del Buddha sus enseñanzas regresarían
a la India, donde serían aceptadas de buen grado por los intelectuales, y desde ahí
se extenderían de nuevo por todo el mundo, para servir a la humanidad entera. Esta
predicción se ha cumplido.
Las Enseñanzas Universales del Buddha
Las enseñanzas universales del Buddha suponen el más precioso legado que la
antigua India ofreció al mundo. Constituyen un código práctico de conducta, un
camino de pureza y de vida amable, un estudio científico de la realidad de la mente
y la materia, y de la verdad última que se encuentra más allá de la mente y la
materia.
El Buddha deja muy claro que estas tres enseñanzas básicas no le pertenecen solo a
él, sino a toda persona iluminada del pasado, del presente y del futuro. Él dijo:
“Etam Buddhana Sasanam”.
Estas tres divisiones básicas de las enseñanzas del Buddha constituyen la esencia
de todas las religiones y caminos espirituales. Cada religión aconseja a sus
seguidores llevar una vida de moralidad, lo que significa abstenerse de realizar
cualquier acto demeritorio, físico y/o vocal que perjudique a otros seres o que
perturbe su paz y armonía. Esto significa abstenerse de matar, robar, tener una
conducta sexual inadecuada, utilizar un lenguaje incorrecto y consumir
intoxicantes.
Los seguidores de todas las religiones aceptan este principio de moralidad, pero
sólo a nivel intelectual o devocional. A nivel real, es muy difícil vivir una vida de
moralidad, a menos que uno trabaje duro para controlar y purificar la mente.
Por lo tanto, para liberarse completamente de las impurezas mentales, uno tiene
que trabajar en el nivel más profundo de la mente. Porque es en sus raíces donde
las impurezas constantemente se crean, se multiplican y se almacenan.
Practicar Vipassana nos convierte en buenos seres humanos, nos permite vivir una
vida pacífica y armoniosa y nos ayuda a generar una atmósfera armónica y pacífica
a nuestro alrededor, al servicio de los demás. ¿Qué religión en el mundo se
opondría a esta conversión de la desarmonía en armonía?
Sólo la experiencia directa hace que la enseñanza del Iluminado se vuelva tan
clara:
El Buddha hizo otro descubrimiento muy valioso. Encontró que cualquier cosa que
surja en la mente, empieza a fluir con una sensación en el cuerpo: Vedana
Samosarana Sabbe Dhamma.
En realidad, no sólo los reclusos están presos. Los que están fuera de las cuatro
paredes de una prisión, también son prisioneros -prisioneros del patrón habitual de
impurezas de su propia mente-. Esta prisión de contaminaciones causa más
desdicha que la prisión con muros y guardias. Vipassana permite que todo el
mundo se libere de esta prisión de la desdicha y de la mente impura, para
experimentar la verdadera felicidad, la verdadera libertad, la verdadera liberación.
Amor Puro y Compasión
Una mente pura genera de manera natural “maitri” y “karuna”, amor y compasión
hacia los demás. “Maitri” y “karuna” deben surgir desde el nivel más profundo de
una mente pura. De otra manera, serán superficiales y no efectivos.
¿Cómo podría una mente impura, que es un almacén de rabia, odio, mala voluntad,
animosidad, etc., generar amor puro y compasión, ¨“Maitri” y “karuna”? Para
derribar este almacén de impurezas, el Iluminado enseñó la técnica de Vipassana,
cuya práctica continua ayuda a la mente a purificarse progresivamente. Una mente
pura, de manera natural, empieza a llenarse con cualidades de “maitri” y “karuna”,
amor y compasión. Esa es la razón por la que al final de un curso de Vipassana, a
los estudiantes se les enseña la técnica de Metta Bhavana, o sea, cómo usar la
mente purificada para generar metta, vibraciones tangibles de buena voluntad y
compasión hacia otros. Y ese metta se hará más y más fuerte a medida que la
mente se vuelve más y más pura.
En la enseñanza del Buddha, lo que más importa son las personas; cuando
hablamos de las personas, lo que más importa es la mente; y cuando hablamos de
la mente, lo que más importa es su pureza, para que pueda generar compasión y
amor puro. La pureza de la mente sólo se puede lograr cuando las impurezas se
extirpan desde la raíz, en lo más profundo de la mente (anusaya). Son las
tendencias subyacentes en la raíz de la mente (anusaya) las que generan y
multiplican las impurezas. Si este patrón habitual no cambia, la mente impura no
cambia; y si la mente impura no cambia, el individuo no cambia; y si el individuo
no cambia, la sociedad, el mundo, no cambia. Así que el Buddha ataca la causa
profunda de la desdicha, los verdaderos cimientos del problema. Para demoler
estos cimientos impuros, enseñó la poderosa herramienta de Vipassana.
Las enseñanzas del Buddha no son un sueño utópico de idealismo vacío, sino que
constituyen una gran fuerza unificadora en nuestra sociedad desgarrada. Esto se ha
venido demostrando en los últimos 30 años con el hecho de que gran número de
personas comunes y líderes pertenecientes a diferentes religiones, castas,
comunidades, diferentes clases de sociedad y diferentes países y culturas, toman
los cursos de Vipassana, meditan juntos y comen juntos, sin mantener ninguna
diferencia por los llamados “estatus” altos o bajos.
Explica la Gema Triple como las cualidades virtuosas que hay en cada una de
ellas.Uno se refugia en estas cualidades, y no en la persona o personas.
Cuando uno se refugia en Buddha Ratna, lo hace en la cualidad del Buddha, que es
la Iluminación. Y esta Iluminación no está limitada a una secta o comunidad en
particular. Todos tenemos la semilla de la Iluminación en nuestro interior, pero hay
que trabajar muy duro, durante muchas vidas, para desarrollarla gradualmente y
lograr la iluminación total. La iluminación total no es un monopolio de Siddhartha
Gotama. Él mismo dijo muchas veces que hubo muchos Buddhas antes y habrá
muchos Buddhas después de él.
De igual manera, cuando uno se refugia en el Dhamma Ratna, lo hace en la
cualidad del Dhamma Universal, es decir, sila (moralidad), samadhi (dominio
sobre la mente) y pañña (purificación de la mente por la propia sabiduría interna).
El Buddha subrayó que nuestro refugio debe ser el Dhamma desarrollado dentro de
nosotros mismos, y declaró enfáticamente na anna saranam -no hay refugio en
nadie más-. Dijo que uno es su propio maestro (“atta hi attano natho”), que uno
mismo construye su futuro (atta hi attanogati); recalcó con énfasis que uno tiene
que trabajar para su propia salvación (atta hi attano gati) y que los iluminados sólo
muestran el verdadero Sendero ("akkhataro Tathagata"). Pero uno tiene que
esforzarse para recorrer ese Sendero.
Por lo tanto, refugiarse en las Tres Ratas no es un ritual sectario, como bien
entienden los meditadores de Vipassana, sino algo que ayuda a las personas a
liberarse de las ataduras sectarias y del dogma, y les ayuda a vivir una vida de
Dhamma, una vida que todas las religiones desean que uno viva.
Las enseñanzas del Buddha pretenden que nos demos cuenta de que la verdadera
sustancia del Dhamma consiste en aplicar realmente sila, samadhi, pañña en la
propia vida. Estos factores universales son los denominadores comunes más
importantes de todas las religiones. Centrar la atención en estos factores
universales y necesarios en la vida de todos, ayudará a disolver las diferencias
superficiales entre las comunidades.Y son estas diferencias superficiales las que
causan tanta fricción, tanta hostilidad y tanta mala voluntad entre una comunidad y
otra.
Las enseñanzas del Iluminado ayudan a soslayar estas diferencias superficiales. Por
ejemplo, las diferentes escuelas de la tradición del Buddha como Theravada,
Mahayana, Vajrayana, Tantrayana, etc., pueden tener sus diferencias, pero no hay
conflicto entre ellas.Todas otorgan la misma importancia a la esencia de las
enseñanzas del Buddha. Y los líderes y seguidores de estas diferentes escuelas
toman con gusto los cursos de Vipassana, donde se enseña la práctica de sila,
samadhi, pañña y “Maitri Bhavana”.
De igual manera, los seguidores de todas las religiones han empezado a dar más
importancia a los puntos de encuentro entre ellas, esto es sila, samadhi, pañña, que
constituyen la verdadera esencia de las enseñanzas universales de todos los
iluminados y es aceptada por todos. En la medida en que Vipassana se extienda,
estoy seguro de que este deseo del Dhamma se materializa y se evitarán conflictos,
peleas e incluso guerras en nombre de la religión.
Espero que este seminario ayude a que más y más personas se beneficien de las
enseñanzas prácticas y verdaderas del Buddha, esa inestimable herencia espiritual
y atemporal de la antigua civilización de la India, que continúa siendo relevante
hoy en día.
La historia ha demostrado que cada vez que las enseñanzas de sila, samadhi, pañña
se han movido de la India a países vecinos, nunca han chocado con las culturas
tradicionales de esas naciones. Por el contrario, así como el azúcar se disuelve en
la leche, las enseñanzas se han asimilado suavemente para endulzar y mejorar la
sociedad.
¡Que las verdaderas enseñanzas del Iluminado se extiendan por todos los rincones
del mundo!¡Que cada vez más y más personas utilicen esta inestimable enseñanza
y hagan uso de esta valiosa vida humana para salir de todas las desdichas, de todos
los sufrimientos, de toda la ignorancia, y desarrollen la sabiduría que sólo surge de
la purificación de la mente y experimenten la paz interior! La paz y la sabiduría
que surgen de la experiencia dentro de cada individuo, son las que pueden traer
más paz a la sociedad, y lograr la paz entre las naciones.