Bocio
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Bocio
NARANJILLO
BOCIO
UNIDADA DIDACTICA:
DOCENTE:
ESTUDIANTE:
SEMESTRE:
NARANJILLO_2023
INDICE
1. Definición........................................................................................................3
2. Epidemiología y etiología...............................................................................3
3. Bociogénesis…........................................................................................5
4. Clínica…............................................................................................ 6
5. Diagnóstico......................................................................................................7
11. Bibliografía....................................................................................................15
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1. DEFINICIÓN
Según la etiología podemos hablar de bocio por déficit yódico, por defecto de
peroxidasas o debido a la administración de tioderivados. Sin embargo, en
ocasiones esta nomenclatura no es utilizable por desconocerse la etiología del
bocio o por participar en su génesis diversas causas o factores etiológicos.
Otro tipo de denominación utilizada está en relación con su morfología,
hablándose así de bocio difuso, nodular o multinodular.
Desde el punto de vista funcional los bocios son denominados, a menudo,
bocios atóxicos, no tóxicos, eutiroideos o normofuncionales. Nombres todos
ellos que indican la normofunción tiroidea con que suelen evolucionar.
En cuanto a las características anatomopatológicas: bocio coloideo,
adenomatoso y macrofolicular.
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Otra nomenclatura hace referencia a las características de presentación
distinguiéndose el bocio endémico y el esporádico.
2. EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
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Según la OMS, en 2010, el 15,8% de la población mundial (unos 740 millones)
tiene bocio, 26 millones de personas presentan algún grado de afectación
neurológica y cerca de 6 millones son cretinos con retraso mental profundo.
Actualmente, la mayor parte de Europa, España incluida, presenta cierto grado
de déficit de iodo que afecta a más de 270 millones de europeos; las
poblaciones diana son las mujeres que están embarazadas o en lactancia y los
niños, y es necesario asumir que la falta de yodo sigue siendo un serio
problema de salud pública a nivel mundial y su erradicación es una prioridad
también mundial, no tanto por sus consecuencias sobre la propia tiroides, como
es el bocio, el hipertiroidismo, el hipotiroidismo e incluso el cáncer de tiroides,
sino fundamentalmente por las consecuencias que tiene sobre el desarrollo
cerebral de los niños que nacen y viven en zonas deficitarias en yodo, ya que
cualquier grado de déficit de yodo(leve, moderada o grave) afecta a la función
tiroidea de la madre gestante y puede afectar de forma negativa e
irreversible al desarrollo cerebral de su hijo.
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Los factores del bocio simple son múltiples (por déficit de iodo, bociógenos y
defectos congénitos de la hormonosíntesis tiroidea). En ocasiones, dos o más
de los mismos pueden concurrir en la etiología de un solo caso.
3. BOCIOGÉNESIS
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suficiente de T4 y T3, lo que a su vez producirá un descenso y normalización
de los niveles circulantes de TSH. Entonces el paciente habrá conseguido el
eutiroidismo a expensas de la producción de un bocio. En otros casos persiste
en mayor o menor grado el déficit de la función tiroidea.
4. MANIFESTACIONES CLÍNICA
Cuando el bocio simple cursa con una secreción normal de hormonas tiroideas
la sintomatología que presentan los pacientes es únicamente local.
En las zonas de endemia bociosa con déficit de yodo grave la enfermedad
afecta por igual a ambos sexos y aparece precozmente en la infancia. Si la
gravedad de la endemia es menor aparece más tardíamente y afecta
preferentemente al sexo femenino. En el varón, el bocio endémico iniciado en
la infancia puede disminuir o incluso desaparecer después de la pubertad. En
cambio, en la mujer, rara vez retrocede, sino que sufre aumentos significativos
en la pubertad, embarazos, periodos de lactancia y en la menopausia.
En las fases iniciales el bocio es difuso y de consistencia firme pero no dura, la
palpación suele ser indolora y la sintomatología es nula, a parte de la
preocupación que suscita la tumoración cervical.
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En fases más avanzadas, se hace nodular pudiendo aparecer una o más zonas
de notable dureza por transformación fibrosa o quística o por calcificación de
algún área. En ocasiones puede alcanzar un tamaño extraordinario que da
lugar a la aparición de molestias locales así como a la compresión del nervio
recurrente, tráquea y esófago. El crecimiento intratorácico es relativamente
frecuente y puede deparar también signos y síntomas de compresión.
En el curso evolutivo del bocio aparece, a veces, dolor a nivel de una zona del
mismo. La palpación suele descubrir un aumento del tamaño y dolor a nivel de
uno de los nódulos tales fenómenos capaces de plantear el diagnóstico
5. DIAGNÓSTICO
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normocaptante o levemente hipercaptante aunque no suele realizarse de rutina
en la práctica clínica.
Las determinaciones hormonales son normales. Se deben determinar
autoanticuerpos antitiroideos para descartar procesos autoinmunitarios en fase
de eutiroidismo.
La realización de una radiografía de tórax o TAC es útil para valorar si existe
desviación traqueal o compresión de la vía aérea.
Una excreción urinaria de iodo baja (<100 picogr/l) apoya el diagnóstico de
déficit de iodo, si bien es una determinación poco disponible en los laboratorios
en general y no es obligada su realización.
Exploración funcional del tiroides:
A-Determinación de tirotropina
Es la prueba de elección para el estudio diagnóstico inicial, cribado y
seguimiento del tratamiento de la disfunción tiroidea. Es el marcador más
sensible y específico de la función tiroidea. Cualquier modificación de las
concentraciones hormonales (tiroxina T4 libre) modifica notablemente los
valores de la tirotropina (TSH), y constituye la prueba más sensible para el
diagnóstico de las alteraciones subclínicas.
El rango de normalidad oscila entre 0,5 y 5 μU/ml. A partir de 5 μU/ml se
sospecha hipotiroidismo y por debajo de 0,1 μU/ml, hipertiroidismo. Un valor
normal de TSH excluye una alteración primaria de la función tiroidea. Existen
situaciones de discordancia entre TSH y T4 libre (tabla I): hipotiroidismo
secundario o terciario o de causa hipotálamo hipofisaria, fases tempranas
del tratamiento de hipertiroidismo (2-3 primeros meses) e hipotiroidismo
(primer mes) o en el cambio de dosis de T4 libre, tiroiditis y fármacos.
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2- Tiroxina libre
Es la prueba que mejor se correlaciona con la situación funcional del tiroides,
ya que toda la hormona circulante se produce íntegramente en el tiroides.
Los niveles normales de T4 libre, oscilan entre 0,7 y 1,8 ng/dl. No detecta las
disfunciones leves o subclínicas. Es útil para confirmar la disfunción
tiroidea y ante discrepancias entre T4 libre y TSH (seguimiento inicial del
tratamiento de la disfunción y del hipotiroidismo secundario o terciario
tratado con tiroxina).
La recuperación de la secreción hipotálamo-hipofisaria de la TSH se retrasa
3-6 meses en la corrección del hipertiroidismo y 6-8 semanas en el
hipotiroidismo.
3- Triyodotironina libre
La glándula tiroidea produce un 20-25% de T3 y el resto procede de la
desyodación de la T4 en los tejidos periféricos. Los valores normales oscilan
entre 2,6 y 5,4 pg/dl.
Es una prueba menos específica que la T4 libre en el diagnóstico del
hipotiroidismo, pues se detecta en pacientes eutiroideos con enfermedades
sistémicas y se mantiene en valores normales en el 20-30% de los
hipotiroidismos (fases precoces).
Es útil en el diagnóstico de los hipertiroidismos por T3 (5% de los
hipertiroidismos) que cursa con valores de T4 libre normales y TSH
suprimida.
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6. DIAGNÓSTICO Y SEGUIMIENTO DE LAS DISFUNCIONES
TIROIDEAS
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8. TRATAMIENTO DEL BOCIO
El tratamiento quirúrgico del bocio simple estará indicado siempre que surja
una de las situaciones siguientes:
a) Compresión de las estructuras vecinas. Esta eventualidad no es
frecuente, pero puede darse, especialmente cuando existe una
progresión retroesternal del bocio. Entonces la intervención quirúrgica
del bocio no puede demorarse.
b) Tamaño grande del bocio. Es una indicación relativa de la intervención
quirúrgica que debe valorarse atendiendo a distintos factores
individuales, como son el diferente tamaño del bocio, la edad, el sexo y
el nivel sociocultural del paciente. El tamaño grande siempre plantea la
intervención quirúrgica; en el bocio mediano deben ponerse los factores
individuales y el deseo del enfermo; finalmente, en el de pequeño
tamaño creemos más aconsejable, en general la abstención terapéutica.
c) Transformación en bocio multinodular tóxico. Es una clara indicación
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tratamiento con hormonas tiroideas, con objeto de intentar evitar la
recidiva, o bien si se acepta el riesgo y se deja al paciente sin
tratamiento. La opinión dominante es la primera, basada en la frecuencia
de la recurrencia si no se efectúa el tratamiento. La dosis de hormonas
tiroideas a emplear, si se decide el tratamiento definitivo, oscila
alrededor de 150 picogramos de l-tiroxina o equivalente.
Los efectos adversos más frecuentes del hipotiroidismo iatrogénico, son las
alteraciones cutáneas (rash, eritrodermia y los más graves la agranulocitosis y
la hepatitis fulminante). Los receptores beta-adrenérgicos son útiles como
tratamiento coadyuvante del hipertiroidismo, ya que producen una rápida
mejoría a la sintomatología adrenérgica del cuadro(temblor, palpitaciones,
ansiedad). No pueden ser utilizados como tratamiento exclusivo del
hipertiroidismo, ya que no se altera la síntesis ni la liberación de las hormonas
tiroideas. Su acción se centra en la modificación de la acción periférica de las
hormonas tiroideas. Además, el propanolol inhibe la conversión periférica de
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11. BIBLIOGRAFÍA
6) Lucas Martín AM, Foz Sala M, Sanmartí Sala A. Bocio simple. Farreras
Rozman.Edición 16, 2008.Vol. II. Capítulo 240.pág 2064-67.
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