Historia Del Perú
Historia Del Perú
Historia Del Perú
La historia del Perú es la historia del territorio del actual Perú, que abarca desde los
restos más antiguos de ocupación de los humanos hasta nuestros días. Los primeros
grupos humanos llegaron hacia fines de la glaciación wisconsiense (XI milenio a. C.)
como cazadores-recolectores (periodo lítico). Sus descendientes empezaron a desarrollar
la horticultura hacia el VIII milenio a. C. (periodo arcaico), época en la que también se
domesticaron los camélidos sudamericanos y empezaron a aparecer las primeras aldeas.
El nacimiento de la civilización en el Perú corresponde a la llamada civilización Caral, cuyo
centro más conocido en la actualidad fue la ciudad de Caral, en el valle de Supe, en la
costa central peruana. Esta cultura se desarrolló entre 3200 y 1800 a. C. Es el núcleo
civilizatorio más antiguo de las Américas y contemporáneo de otros grandes centros de
irradiación cultural del mundo, como Sumeria, Egipto, China e India. Es la época en que
surgen las primeras sociedades con arquitectura monumental que tejieron una extensa red
de comercio vinculando productos de la Amazonía y las costas ecuatorianas. A partir de
entonces se dio inicio un escalamiento en la complejidad social y cultural de los pueblos de
la región, que dio nacimiento a las civilizaciones andinas.
Debilitado el centro de poder de la civilización Caral hacia el 1800 a. C., esta dio paso a
nuevos centros culturales en la costa, al norte y al sur. Surgió la cultura Cupisnique y
posteriormente, hacia el 1200 a. C., la Chavín, un importante centro que articuló
las sociedades agrícolas de su época hasta el 200 a. C. El templo de Chavín de
Huántar fue probablemente un importante centro ceremonial del Antiguo Perú con una
influencia extensa. Tal debió ser la importancia de chavín, de carácter religioso y cultural,
además de política o militar.
Chavín fue sucedida por los primeros Estados militarizados de Moche al norte y Nazca al
sur, surgidos en paralelo al ascenso de Tiahuanaco en el Altiplano.
Hacia el año 600, surgió en la zona de Ayacucho la cultura Wari, cimentada en desarrollo
de la andenería para el cultivo del maíz, la cual mostró un desarrollo urbanístico y una
notable influencia Nazca y Tiahuanaco. El Imperio Wari se expandió progresivamente por
los Andes hasta Cajamarca, al norte. Se trata del primer imperio panandino del que se
tiene certeza de su existencia, cuyo centro estuvo en la ciudad de Huari.
Hacia el año 1000, el poder político de los wari se fraccionó, dando origen varios estados
centralistas como Lambayeque y Chimú en el norte, y Chincha en el sur.
En 1438, el Imperio incaico inició su expansión hasta dominar, a comienzos del siglo XVI, a
más de 200 naciones andinas, abarcando el territorio más extenso en el hemisferio
occidental. La civilización incaica fue la síntesis de todas las culturas preincaicas. Los
incas adoptaron y desarrollaron todas las manifestaciones culturales de los pueblos que
dominaron. Su mérito principal fue crear un Estado imperial cuyo fin era la unificación del
mundo andino, pero cuya consolidación definitiva se vio truncada por la invasión española.
En 1532, empezó la conquista del Tahuantinsuyo, por obra de los conquistadores
españoles conducidos por Francisco Pizarro, que contaron con el apoyo valioso de
muchas naciones sometidas por los incas, como los huancas, los chachapoyas y
los cañaris. Esta guerra de conquista finalizó en 1572, con la captura y ejecución del último
de los Incas de Vilcabamba, Túpac Amaru I.
Luego de las guerras civiles entre conquistadores, se dio el definitivo establecimiento
del Virreinato del Perú, cuyo organizador fue el virrey Francisco de Toledo. La llegada de
los europeos y la era virreinal significó la introducción de la Iglesia católica y un intenso
mestizaje entre españoles, indígenas y negros trasladados en calidad de esclavos
desde África. Durante el siglo XVII, la explotación minera dominó la
economía mercantilista del virreinato, especialmente alrededor de Potosí.
La implementación de las agresivas Reformas Borbónicas en el siglo XVIII fomentaron
sucesivas rebeliones que desembocaron en la violenta rebelión de Túpac Amaru II (1780-
1781). La invasión francesa en España fomentó las ideas libertarias en el Perú, que
declaró su Independencia en 1821, pero se consolidó tres años después en la batalla de
Ayacucho en 1824 con la ayuda de los movimientos libertadores del sur y del norte.
El inicio de la República del Perú está marcado por la instalación del primer Congreso
Constituyente del Perú en 1822. Las primeras décadas de la República se caracterizaron
por el predominio del militarismo en la escena política. Entre 1836 y 1839 el Perú estuvo
unido con Bolivia a través de la Confederación Perú-Boliviana, entidad política que
sucumbió ante la reacción de peruanos nacionalistas apoyados por Chile.
Entre los años 1840 y 1860 se produjo el boom guanero, que supo capitalizar el
presidente Ramón Castilla, iniciando la modernización del Estado y las grandes obras
públicas. Luego de una victoriosa guerra con España (1865-1866), sobrevino una severa
crisis económica, que derivó en el desarme de la nación, que fue aprovechada por Chile
para desatar la guerra del Pacífico (1879-1883), en su ambición por apoderarse de las
riquezas guaneras y salitreras del sur peruano. Esta guerra ha sido la mayor catástrofe
bélica que ha sufrido el Perú a lo largo de su historia republicana.
Finalizada la guerra con Chile, empezó la Reconstrucción Nacional, resurgiendo el
militarismo en la vida política, hasta 1895, cuando, tras el triunfo de
la revolución de Nicolás de Piérola, se inició una etapa de predominancia civil, llamada
la República Aristocrática (1895-1919). Esta etapa se caracterizó por el predominio del
capitalismo inglés y el impulso a las exportaciones agroindustriales (azúcar, algodón) y a la
extracción del caucho.
Otro caudillo civil, Augusto Leguía, inició la etapa conocida como el Oncenio (1919-1930).
El gobierno de Leguía, tachado de dictatorial y corrupto, y de estar sometido a los
intereses de los Estados Unidos, tuvo sin embargo la virtud de emprender la
modernización del país y de resolver los litigios territoriales con Colombia y Chile. El litigio
con Ecuador se solucionó tras la guerra del 41 y la firma del Protocolo de Río de
Janeiro en 1942.
Luego del Oncenio, sobrevino una etapa de crisis política, social y económica,
caracterizada por gobiernos militares y civiles que se intercalaron a lo largo de cincuenta
años. Surgieron nuevos partidos como el Apra y el Partido Comunista Peruano, que
centraron sus reclamos en el cambio de las estructuras socioeconómicas.
El Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada de 1968 a 1980, fue un intento de
cambiar los viejos moldes de la sociedad peruana y en muchos sentidos lo logró; no
obstante, fracasó en el aspecto económico. Los gobiernos populistas de la década de
1980 (Fernando Belaúnde Terry y Alan García) no hicieron sino agravar la crisis
económica y no supieron contener el embate del terrorismo de extrema izquierda.
El gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) afrontó la crítica situación orientando la
economía del país al neoliberalismo y derrotando al terrorismo, aunque cayendo en el
autoritarismo y la corrupción. A partir de 2001 se inició un nuevo periodo de continuidad
democrática, que se caracteriza por ser políticamente inestable.
División tradicional[editar]
Tradicionalmente, la historia del Perú ha sido dividida de la siguiente manera:
Periodo Lítico[editar]
Artículo principal: Periodo Lítico andino
El Guitarrero I
Piquimachay (fase Ayacucho)
Chivateros
Jayhuamachay I
Toquepala
Paiján
Tres Ventanas
Lauricocha
Antiguo Perú[editar]
Artículo principal: Civilizaciones andinas
Periodo Formativo[editar]
Artículos principales: Periodo Formativo andino y Horizonte Temprano.
Culturas regionales[editar]
Artículo principal: Intermedio Temprano
Durante el Horizonte
Medio los waris y tiahuanacos predominaron la región.
Diversos trastornos climáticos (sequías del siglo VI y fenómenos del Niño fuertes en el
siglo VII) afectaron negativamente a las culturas costeñas. Parece ser que las culturas de
la sierra se adaptaron mejor a la nueva situación porque las de la costa iniciaron cierta
decadencia. El Estado Tiahuanaco alcanzó una enorme influencia por todo el sur peruano,
el norte chileno y buena parte de Bolivia. En la sierra sur peruana, la cultura Huarpa de
Ayacucho se vio fuertemente influenciada tanto por el esplendor de las creencias y rituales
de Tiahuanaco como por el intercambio comercial con los nazca de la costa, hasta generar
un proceso cultural original, desarrollando un tipo de urbanismo desconocido hasta
entonces en los Andes. Pronto los ayacuchanos hicieron de la ciudad de Huari su centro,
dotándola de grandes templos, calles ortogonales y sistemas de canales de agua dentro
de la ciudad. Los wari, aprovechando las laderas de los cerros, iniciaron un tipo de
agricultura de bancales o andenes en las montañas a una escala nunca antes vista.4041 Así
generaron los excedentes económicos suficientes para emprender la expansión de sus
dominios y cultura.
La cultura Wari se expandió entre el 600 y el 900 d.
C. hasta Cajamarca y Lambayeque por el norte y hasta la frontera con Tiahuanaco (a la
altura de Sicuani y Moquegua) por el sur, construyendo redes de caminos y popularizando
sus formas de gobierno y su estilo de ciudad. Muchos consideran por ello a Huari como el
primer imperio andino. Como huella de este proceso está la difusión de la iconografía
propia del sur, en particular de los diseños de inspiración Tiahuanaco. Importantes centros
huaris en territorio panandino fueron: Huiracochapampa (La
Libertad), Pachacámac (Lima), Huilcahuaín (Callejón de Huaylas,
Áncash), Huarihuilca (Junín), Piquillacta (Cuzco), Cerro Baúl (Moquegua), Castillo de
Huarmey (costa de Áncash).
Hacia el 900 d. C. empezó la decadencia de Huari, por razones que nos son
desconocidas. Las diferentes regiones del imperio se fueron independizando del poder de
la capital y finalmente esta quedó abandonada y acabó siendo saqueada. Luego de
desaparecer el poder imperial las grandes ciudades fueron abandonadas y en muchas
regiones se regresó a la vida basada en aldeas poco desarrolladas. Otras regiones, sin
embargo, se embarcaron en un nuevo florecimiento regional fundándose de esta manera
los reinos y señoríos del periodo Intermedio Tardío tales
como Lambayeque, Chimú, Chancay, el señorío Ichma, el señorío Chincha o el proto
señorío Inca. Sin embargo, los enfrentamientos entre estos señoríos no acabaron y la
formación de ejércitos, batallas e intentos de conquista continuarían siglos después.
La ciudad sagrada de Pachacámac, un gran centro de peregrinación de la costa central,
que con los wari había alcanzado gran esplendor, tras la decadencia de estos se alzó
como centro del señorío Ichma (Lima).
Estados regionales[editar]
Artículo principal: Intermedio Tardío
Conquista española[editar]
Artículo principal: Conquista del Imperio incaico
Primera fase: captura de Atahualpa (1532)[editar]
Artículo principal: Captura de Atahualpa
Catástrofe demográfica[editar]
Sin embargo, el acontecimiento más importante de estos años es la dramática disminución
de la población que se registró en los Andes Centrales. Durante los años de la conquista y
los primeros del régimen virreinal, grandes epidemias (enfermedades traídas por los
europeos para los que los andinos no tenían defensas naturales) asolaron la población de
los Andes. Se cree que el mismo Huayna Cápac (y su primer heredero nombrado, Ninan
Cuyuchi, cuya imprevista muerte habría desatado la guerra civil incaica) murieron
de viruela. De hecho, los cronistas de la conquista (Cieza de León, por ejemplo, en su
recorrido por la costa peruana) registran testimonios de un masivo despoblamiento de los
territorios andinos. Algunos cálculos62 sugieren que la población andina habría sido de 9
millones antes de la invasión europea y que 100 años después solo era de 600 mil
habitantes. A ello habría contribuido también una baja en la tasa de natalidad, producto de
los profundos cambios sociales que caracterizaron la etapa siguiente.
Virreinato[editar]
Artículo principal: Historia del Virreinato del Perú
Máxima extensión del Virreinato del Perú a mediados
del siglo XVI (verde claro) y su extensión final a inicios del siglo XIX (verde oscuro).
En 1542, la Corona Española creó el Virreinato del Perú, que se reorganizó después de la
llegada del virrey Francisco de Toledo en 1572. Él puso fin al Estado neoincaico y ejecutó
a Túpac Amaru I. También buscó el desarrollo económico, a través del monopolio
comercial y la extracción de minerales, principalmente de las minas de plata de Potosí.
Reutilizó el sistema inca de la mita, un programa de trabajo forzado, para movilizar a las
comunidades nativas para el trabajo de minería. Esta organización transformó al Perú en
la principal fuente de riqueza y poder de España en América del Sur.
La ciudad de Lima fue fundada por Pizarro, el 18 de enero de 1535 como la Ciudad de
Reyes (en honor a los reyes magos). Se convirtió en la capital del nuevo virreinato, con
jurisdicción sobre la mayor parte de la América española. Los metales preciosos pasaron
por Lima en su camino hacia el Istmo de Panamá y de allí a Sevilla, o de México
a Filipinas pasando por Acapulco. En el siglo XVIII, Lima se había convertido en una capital
colonial distinguida y aristocrática, sede de una universidad y el principal bastión español
en América.
El orden virreinal[editar]
Reformismo borbónico[editar]
En el siglo XVIII, se liberalizó parcialmente la economía. Al abrirse todos los puertos
sudamericanos al libre comercio, Lima perdió parte de su poder económico y sus clases
dirigentes entraron en franca decadencia.
Independencia[editar]
Artículo principal: Independencia del Perú
República (siglo XIX)[editar]
Artículo principal: Historia republicana del Perú
República (siglo XX)[editar]
La República Aristocrática (1895-1919)[editar]
Artículo principal: República Aristocrática
Nicolás de Piérola, presidente constitucional del Perú
de 1895 a 1899. Años atrás, durante la Guerra de Pacífico, había sido dictador (1879-
1881).
El gobierno constitucional de Piérola (1895-1899) reorganizó el Estado peruano y saneó
las finanzas públicas, impulsando el ahorro, la bancarización y la industria, y combatiendo
la corrupción. Se incrementó el empleo y una nueva era de prosperidad empezó para el
Estado. Es la llamada República Aristocrática (más exactamente, oligárquica), donde
miembros de la élite social gobernarían desde 1899 hasta 1919 en paz y con crecimiento
económico. Las principales fuerzas políticas eran el Partido Demócrata o pierolista
y Partido Civil o civilista. Este último fue el que ejerció el predominio, a partir de 1903.
Otras fuerzas políticas importantes fueron el Partido Constitucional o cacerista y el Partido
Liberal de Augusto Durand. Los gobiernos llegaron al poder vía elecciones democráticas, a
excepción del periodo de Óscar R. Benavides (1914-1915), que fue fruto de un golpe
militar.
Después de Piérola, los presidentes que se sucedieron fueron los siguientes:
José Pardo y Barreda (primer gobierno, 1904-1908), hijo del fundador del Partido Civil,
Manuel Pardo, que encabezaba una nueva generación de civilistas con anhelos
renovadores. Reformó la educación pública, fomentó la cultura e inició la legislación
social. Se preocupó también por defensa nacional, repotenciando al Ejército y la
Marina. En el aspecto internacional enfrentó conflictos limítrofes con Colombia,
Ecuador y Bolivia. Pero el problema que más demandaba entonces la atención de la
Cancillería peruana era el enfrentado con Chile, país que retenía ilegalmente las
provincias peruanas de Tacna y Arica.
Augusto B. Leguía (primer gobierno, 1908-1912), civilista y exministro de Hacienda,
acabó por separarse del Partido Civil para formar su propio grupo político. Enfrentó
problemas limítrofes con los cinco países vecinos, de los cuales solo logró solucionar
definitivamente aquellos que mantenía con Brasil (Tratado Velarde-Río Branco)
y Bolivia (Tratado Polo-Bustamante). Con Ecuador hubo un conato de conflicto en
1910, con Colombia se libró el conflicto de La Pedrera (1911) y con Chile se rompieron
las relaciones diplomáticas, ante el recrudecimiento de la brutal política de
chilenización en Tacna y Arica. En el orden interno, Leguía afrontó también mucha
perturbación. Enfrentó con valentía una intentona golpista promovida por Carlos de
Piérola, hermano de Nicolás de Piérola, y dos de los hijos de este (29 de mayo de
1909).
Guillermo Billinghurst (1912-1912), exalcalde de Lima y expierolista, que irrumpió
arrolladoramente como candidato presidencial y fue elegido por el Congreso de la
República. Se propuso favorecer a la clase obrera, lo que le ganó la animadversión de
la oligarquía. Mantuvo una pugna tenaz con el Congreso, dominado por los civilistas y
leguiístas, sus adversarios políticos. Planeó entonces disolver el parlamento y
convocar al pueblo para realizar reformas constitucionales, lo que provocó un complot
orquestado por la oligarquía y los militares, que culminó con su derrocamiento el 4 de
febrero de 1914.
Óscar R. Benavides (1914-1915), coronel del ejército peruano, que encabezó el golpe
de Estado contra Billinghurst, asumiendo el poder, primero a la cabeza de una Junta
de Gobierno y luego como presidente provisorio designado por el Congreso. Enfrentó
el problema monetario y se comprometió a restaurar el orden legal, convocando a
elecciones.
José Pardo y Barreda (segundo gobierno, 1915-1919), triunfó en las elecciones de
1915, retornando así el Partido Civil al poder. Este segundo gobierno se caracterizó
por la violencia política y social, síntoma del agotamiento del civilismo y de la crisis
mundial.
Los movimientos sociales se organizaron notablemente en estos años. La lucha por la
jornada de las ocho horas laborales (importante conquista social que fue aprobado por
Pardo en 1919) y las poco conocidas revueltas campesinas en la sierra sur del país
(ocasionada por los abusos de las grandes haciendas) generaron una activa vida política.
Todo ello preparó el camino para la interrupción de la democracia mediante un golpe de
Estado que promovió el expresidente Augusto B. Leguía, el principal candidato en las
elecciones de 1919, bajo la excusa que el gobierno tramaba desconocer su triunfo.
El período conocido como el Ochenio de Odría, se divide en dos fases: la Junta Militar de
Gobierno (1948-1950) y la Presidencia de la República (1950-1956). Algunos la definen
como una “dictadura de derecha”; para otros fue solo un gobierno autoritario y popular.
Retornaban así los militares al poder, tras ocho años de gobierno civil.
Depuesto el presidente Bustamante, los militares golpistas instauraron un Junta Militar,
presidida por el general Manuel A. Odría, quien impuso un gobierno autoritario,
enérgicamente antiaprista y anticomunista. Se suprimieron las garantías individuales,
consagrada indefinidamente con una arbitraria Ley de Seguridad Interna, dirigida con
especial dureza contra el APRA. Cerebro de la represión fue el director de
gobierno, Alejandro Esparza Zañartu (luego ministro de Gobierno).189190 Los líderes apristas
fueron encarcelados o deportados. Haya de la Torre se asiló en la embajada
de Colombia y el gobierno peruano exigió su entrega,191 lo que originó un incidente
diplomático con dicho país, que fue elevado hasta el Corte Internacional de Justicia de La
Haya. Finalmente, Haya de la Torre abandonó la embajada y salió rumbo al destierro en
1954.192
Manuel Odría, presidente del Perú (1948-1956).
La Junta Militar decidió convocar a elecciones presidenciales en 1950. Odría sería el
candidato, pero existía un problema formal: de acuerdo a la Constitución, el ciudadano que
aspirara a la presidencia no debía ejercer al mismo tiempo el poder, al que debía
renunciar, mínimo, seis meses antes de las elecciones. Odría dio entonces su famosa
“bajada al llano”: faltando apenas un mes para las elecciones dejó el poder al
general Zenón Noriega (1 de junio de 1950).193 La oposición, reunida en una Liga Nacional
Democrática, presentó a su vez la candidatura del general Ernesto Montagne Markholz,
que fue apresado.194 En protesta, estalló la rebelión de Arequipa que fue reprimida
sangrientamente por el gobierno.195196 Odría venció así como único candidato en las
elecciones generales del 2 de julio de 1950.197198
Odría juró como Presidente Constitucional el 28 de julio de 1950. De su gobierno merecen
destacarse la gran obra educacional y de seguridad social, así como la relativa
recuperación económica y financiera del país, favorecido en parte por una beneficiosa
coyuntura internacional: la guerra de Corea, que trajo un aumento las exportaciones y el
repunte de sus precios. El gobierno fue pródigo en grandes obras de infraestructura, que
dieron empleo a miles de trabajadores. Las inversiones que en 1948 llegaban a
126 000 000 soles, pasaron de 1 000 000 000 en 1953. Fue así como se erigieron grandes
unidades escolares, universidades nacionales, edificios públicos (como el del Ministerio de
Educación), complejos de vivienda, hospitales (como el Hospital del Empleado,
hoy Hospital Edgardo Rebagliati Martins; y el Hospital Militar Central), hoteles, puentes,
estadios (como el Estadio Nacional de Lima), etc.
El Fujimorato (1990-2000)[editar]
Artículo principal: Gobierno de Alberto Fujimori
Alberto Fujimori, presidente del Perú (1990-2000).
El gobierno de Fujimori inició el 28 de julio de 1990, en medio de la expectativa general.
Para enfrentar la crisis económica y la hiperinflación, Fujimori aplicó el llamado fujishock,
siguiendo las directivas del Fondo Monetario Internacional.259260 En el aspecto político,
desarrolló un discurso contra los partidos políticos llamados “tradicionales”, a los que culpó
de la calamitosa situación del país. Utilizando aquello como pretexto y en medio de
denuncias de corrupción contra miembros de los parientes presidenciales, el 5 de abril de
1992, encabezó un golpe de Estado denominado el autogolpe de 1992 con apoyo de las
Fuerzas Armadas, mediante el cual disolvió ambas cámaras del Congreso e intervino al
Poder Judicial.261262 Luego de ello convocó a un Congreso constituyente, que promulgó
la Constitución de 1993, la misma que está actualmente vigente.263264
En su gobierno se realiza la captura del líder senderista Abimael Guzmán, ocurrida el 12
de septiembre de 1992,265266 resultado de una excelente labor de seguimiento realizada por
la DINCOTE (Dirección Nacional contra el Terrorismo).267 Además, Fujimori aplicó reformas
liberales en la economía que plantaron los cimientos necesarios para la recuperación de la
maltrecha economía peruana y su ulterior despegue.268269 Los años noventa significaron así
la definitiva cancelación del modelo económico dirigido por el Estado que regía el Perú
desde la época del reformismo militar de los años 70. Fue entonces cuando se redujo el
tamaño del Estado, se abrió la economía al mercado internacional, y se privatizaron una
serie de empresas estatales, muchas de las cuales habían sido utilizadas como botines
políticos por los partidos políticos en el poder.
Gozando de popularidad por su victoria sobre el terrorismo y sus aciertos en el plano
económico, Fujimori fue reelegido presidente en 1995, derrotando en las elecciones
generales de 1995 a la candidatura del embajador Javier Pérez de Cuéllar,270271 sin
necesidad de ir a segunda vuelta.272273 En este segundo gobierno, logró terminar la
delimitación de la frontera norte con la República del Ecuador, después del conflicto del
Cenepa, según el Protocolo de Río de Janeiro de 1942 y la Declaración de Paz de
Itamaraty de 1995.274275 De otro lado, enfrentó la crisis de los rehenes de la residencia del
embajador japonés, tomada por un comando del MRTA, crisis que fue superada en abril de
1997, cuando en una acción militar sorpresiva, fueron liberados 71 de los 72 rehenes que
todavía se mantenían cautivos.276
Sin embargo, el autoritarismo y la red de corrupción que tejió su principal asesor, Vladimiro
Montesinos, jefe de facto del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), acabaron por socavar
el régimen.277278 Ya desde 1996, Fujimori inició maniobras para legalizar su poder y
postular por tercera vez consecutiva como candidato a la presidencia en el 2000, pese a
que la Constitución de 1993 permitía solamente una segunda reelección consecutiva. Para
hacer viable tal proyecto, se dio la ley denominada de Interpretación Auténtica de la
Constitución, por la cual no se tomaba en cuenta su primera elección de 1990, sino solo la
del 1995, aduciendo que la norma constitucional se aplicaba a partir de 1993.
República (siglo XXI)[editar]
La república empresarial y transición a la democracia (2000-
2016)[editar]
Artículos principales: Corrupción en el Perú y Caso Odebrecht en Perú.