Humedales de Ciudad
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Humedales
de ciudad:
vivos, activos y resilientes
Un enfoque integrador
Editores Académicos
Medellín, 2022
CATALOGACIÓN EN LA FUENTE
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes / Mario Alberto Quijano Abril, María de
los Ángeles Castaño López, Diego Esaú Cardona Ramírez y David Echeverri López, editores
académicos.— Rionegro : Fondo Editorial Universidad Católica de Oriente, 2022.
ISBN: 978-958-52969-3-0
252 p.; 24 x 17 cm
551.482
ISBN: 978-958-52969-3-0
Corrección de textos:
Natalia Maya Ochoa
Fotografías de aves:
Armando Orrego
Ilustración de carátula:
Adriana Sanín
Diseño y diagramación:
Divegráficas S.A.S.
Editado por:
Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales
Impreso por:
Divegráficas S.A.S.
Carrera 50 N° 35-62 - PBX: 322 5096
Medellín, Antioquia
www.divegraficas.com
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, en cualquier medio o para cualquier
propósito, sin la autorización escrita de Academia Colombiana de la Ciencias Exactas, Físicas y
Naturales, Corporación de las Cuencas, Universidad Católica de Oriente, Corporación Autónoma
Regional de las Cuencas de los Ríos Negro y Nare–Cornare–.
Proyecto
Conservación, recuperación y monitoreo de humedales
en el Oriente antioqueño
Convenio 298-2021,
Cornare – Universidad Católica de Oriente – Municipio de Rionegro
Tabla de contenido
Introducción 9
Capítulo 1.
Funciones y servicios biogeoquímicos y ecológicos de cinco humedales
urbanos en el Oriente antioqueño 13
Capítulo 2.
Los bancos de semillas como indicadores en los procesos de sucesión
natural de los humedales del altiplano del Oriente antioqueño y su utilidad 45
en la restauración ecológica
Capítulo 3.
Pulsos del agua de un humedal urbano en el altiplano del Oriente
69
antioqueño
Capítulo 4.
El valor paisajístico de los humedales urbanos del altiplano del Oriente
91
antioqueño
Capítulo 5.
Paisaje en tránsito: un acercamiento a las transformaciones históricas de
115
los humedales del sector de El Porvenir en Rionegro
Capítulo 6.
Imaginar el territorio: aproximación a los humedales desde la perspectiva
139
de los imaginarios urbanos
Capítulo 7.
Hilos del agua: una propuesta socioeducativa alrededor del humedal urbano 163
Capítulo 8.
Servicios ecosistémicos en humedales urbanos del altiplano del oriente
183
antioqueño: una visión económica y contable
Capítulo 9.
Los humedales en el ordenamiento jurídico colombiano. Propuesta de
225
categorización para su gestión, conservación y uso sostenible
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 9
Introducción
Pensar en ciudad es pensar en incontables y múltiples dinámicas. Pensar en ciudad,
es pensar en cientos de miles de personas construyendo su vida de maneras
diversas y en algunas ocasiones inverosímiles. En nuestro afán consumista, en
muchos casos no logramos observar nuestras ciudades con detalle, de esta
manera no logramos apreciar su magnitud, ni la forma como las hemos concebido
y transformado. Para algunos autores las ciudades podrían ser consideradas un
reflejo de la sociedad que las habita, el reflejo de la cultura, el conocimiento y en
algunas ocasiones hasta del sentimiento por estos espacios comunales. Espacios
abiertos, espacios compartidos, pero también desconocidos.
Cuando hablamos del término ecosistema, quizá lo más próximo que llegue a
nuestra mente sean los bosques prístinos de nuestras montañas, o los páramos
generadores de agua. Pocas veces pensamos que antes de fundar nuestras
grandes ciudades, en estos sitios existían este tipo de ambientes, los cuales
fuimos modificando paulatinamente hasta hacerlos “propios” y acordes a
nuestras expectativas. En algunas ocasiones, la naturaleza nos muestra que estos
10 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
territorios son uno de tantos “comodatos”, que se nos han dado por tiempo a
veces limitado, y en ocasiones por diferentes consecuencias de nuestro quehacer,
nos son reclamados con vehemencia por la naturaleza.
No todas las ciudades del mundo tienen la suerte de tener humedales. Para
que esto ocurra debe haber una combinación de factores bióticos y abióticos,
como una flora y fauna especial, así como una geografía y condiciones climáticas
específicas. Sumado a esto, en gran parte de los casos, una cuenca que de manera
constante y generosa los surta.
Esta región pujante es irrigada por la cuenca del río Negro, la cual ha sido la
fuente para el desarrollo social y económico de sus habitantes. Paradójicamente,
las nuevas generaciones no reconocen que las oscuras aguas del río Negro, han
sido sinónimo de riqueza desde su descubrimiento por el hombre. Siendo hoy
en día, este importante afluente, el foco de diferentes impactos antropogénicos
y el protagonista de desastres ambientales.
El vínculo entre el río Negro y los humedales del altiplano es muy cercano y
tiene miles de años de historia. Tiempo en el cual se han tejido delicados lazos
entre las especies que los habitan, incluyéndonos. Muchas de estas relaciones y
especies, a veces invisibles a nuestros ojos, se han podido dilucidar y socializar en
los últimos años cuando se logra articular la academia con el Estado. Es de esta
manera que el presente trabajo busca dar continuidad a la primera fase de esta
iniciativa de delimitación y caracterización de estos ecosistemas estratégicos.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 11
Dos de las preguntas que se buscan responder en esta ocasión son: ¿Para qué
sirven y cómo funcionan nuestros humedales?, la respuesta no es fácil, ni posible
de abordar desde una sola área del saber. Es por esta razón que la información
generada en este trabajo es el resultado de la sinergia de diversas áreas del
conocimiento científico y social trabajando de manera transdisciplinar. Este
valioso aporte abre las puertas a un trabajo mancomunado entre diferentes
actores de la academia, la alcaldía de Rionegro y la Corporación Autónoma
Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare).
A lo largo de los capítulos de este libro se abordará una temática que busca
comprender diferentes dinámicas funcionales de estos ambientes, que van
desde lo físico, organísmico, perceptual, educativo, económico, histórico y
normativo. Esperamos que la información que aquí se presenta pueda generar
nuevas preguntas, que nos permitan seguir profundizando en la dinámica
funcional de estos ambientes con miras a su adecuada gestión, conservación
y apropiación social.
Capítulo 1
Funciones y servicios biogeoquímicos y
ecológicos de cinco humedales urbanos
en el Oriente antioqueño.
Funciones y servicios biogeoquímicos
y ecológicos de cinco humedales urbanos
en el Oriente antioqueño
Silvia Lucía Villabona-González1, Mario Fernando Medina-Tombé2,
Mónica Tatiana López-Muñoz1, Carlos Alberto Pérez-Vera2,
Valeria Henao1, Valeria Echeverry1
Introducción
Funciones ecosistémicas
Biogeoquímica: Ecológica:
Retención y exportación de Diversidad taxonómica y funcional
nitrógeno, fósforo y carbono de hidrobiota
Regulación:
Regulación: Hábitat para especies
Carbono y calidad del agua Mantenimiento de la diversidad
hidrobiológica
Metodología
Diseño de muestreo
En cada uno de los humedales se tomó una muestra subsuperficial integrando tres
puntos ubicados a lo largo del eje longitudinal. Se midieron in situ las variables
temperatura del agua, pH, turbidez, conductividad eléctrica, concentración y
saturación de oxígeno disuelto. Además, se tomaron muestras para análisis en
laboratorio de DBO5, DQO, coliformes totales, coliformes fecales (Escherichia coli),
sólidos totales (ST), sólidos disueltos totales (SDT), sólidos suspendidos totales
(SST), nitratos, nitrógeno amoniacal, ortofosfatos y fósforo total. Los métodos de
estas variables se describen en (García-Duque et al., 2018b). Para evaluar la calidad
física y química del agua se calculó el Índice de la Fundación para la Sanidad
Nacional (IFSN) (Tarradellas, 2006), donde:
Las Producciones Primaria Bruta (PPB) y Neta (PPN), así como la Respiración (R),
fueron estimadas in situ por el método de evolución del oxígeno en botellas
claras y oscuras (Gaarder & Gran, 1927). Las botellas (dos claras y dos oscuras)
se incubaron en la subsuperficie (por la poca profundidad del cuerpo de agua)
durante dos horas, en un ciclo diurno entre las 8:00 am. y las 18:00 pm. (8:00 am,
10:00 am, 14:00 pm, 18:00 pm). Los valores de producción y respiración se
registraron en mgC.m-3.h-1. Para la conversión de los miligramos de oxígeno a
miligramos de carbono se utilizó el factor 0,312 y un coeficiente fotosintético (PQ)
de 1,2 (Cole, 1983). A la misma profundidad que se colocaron las botellas claras y
oscuras se calculó la Biomasa (B) del fitoplancton, midiendo la concentración de
clorofila-a activa. Para ello, se usó el protocolo propuesto por Kruk et al., (2009 b).
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 19
Resultados y discusión
Lo anterior indica que, comparado con las condiciones de equilibrio ideales, los
humedales analizados se encuentran en condiciones de desoxigenación, que no
son funcionales para algunos organismos acuáticos, especialmente los de mayor
tamaño, como los peces (Pulido López & Pinilla-Agudelo, 2017). No obstante,
muchas poblaciones planctónicas, perifíticas y bentónicas logran adaptarse en
estos humedales (Quijano-Abril et al., 2018), al igual que en otros humedales
urbanos con rangos de oxígeno similares (1,30 - 4,20 mg/L) (Jiménez-Ariza, 2017).
La turbiedad presentó valores entre 18,63 y 46,00 UNT en los humedales RTVC,
El Llanito y Guadalcanai y entre 70,40 y 145,00 UNT en los humedales Piamonte y
Madre Vieja (Tabla 1). De acuerdo con el Decreto 1076 de 2015, el límite máximo
permisible de turbiedad para la destinación del recurso de consumo humano y
doméstico es de 10 UNT, valores superiores evidencian procesos de arrastre de
partículas que quedan suspendidas en el agua y reducen su transparencia; hecho
que podría afectar directamente a los organismos acuáticos, dado que perturban
su visibilidad; reduce la producción primaria y en consecuencia afecta el flujo de
energía dentro de la red trófica (Gualdrón-Durán, 2016).
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 21
Una alta carga de sólidos suspendidos, sumado a los valores de turbidez hallados,
podría generar depósitos de lodos y condiciones anaerobias que disminuyan su
funcionalidad ecológica (Sierra-Ramírez, 2011), en especial teniendo en cuenta
que se trata de fuentes de agua someras, lo cual pone en riesgo a la biota acuática
al limitar el paso de luz y colmatar hábitats de desove y refugio para los peces
(Roldán-Pérez & Ramírez-Restrepo, 2008).
La DQO fue menor al límite de cuantificación del método (< 25,00 mg/L) en
Piamonte, Guadalcanai y El Llanito y varió entre 29,90 y 55,80 mg O2/L en RTVC y
Madre Vieja, respectivamente. La DBO fue detectada en todos los humedales y
presentó concentraciones entre 2,20 y 12,10 mg O2/L (Tabla 1). La resolución 0631
de 2015 establece que el límite máximo permisible para la DQO es de 180 mg/L
y para la DBO5 es de 90 mg/L O2, por lo cual, los valores de estos parámetros para
los humedales se encuentran en rangos funcionales aceptables. Sin embargo,
teniendo en cuenta las concentraciones halladas para el oxígeno disuelto, se infiere
que existen problemas de desoxigenación, dado que la mayor parte del oxígeno
disuelto se consume en la descomposición de la materia orgánica (García-Duque
et al., 2018 b).
Concentración de oxígeno
1,85 1,54 2,85 3,38 1,91
disuelto (mg/L)
Saturación de oxígeno
27,03 21,65 40,03 34,10 27,40
disuelto (%)
Conductividad eléctrica
40,43 39,40 57,27 101,27 38,20
(µS/cm)
Sólidos suspendidos
25,50 56,00 32,00 18,80 127,00
totales (mg/L)
Nitrógeno Amoniaco
<1,000 <1,000 <1,000 <1,000 <1,000
(mgNH3 -N/L)
Coliformes totales
3100 3100 48700 16900 5200
(NMP/100 ml)
54
Regular
53
Regular
52
51
50
49
RTVC Piamonte Guadalcanai El Llanito Madrevieja
Humedales del Oriente
Figura 3. A) Valores medios de las diferentes tasas fotosintéticas calculadas para cada
humedal. B) Valores medios de las diferentes tasas fotosintéticas calculadas para cada
hora de muestreo en el ciclo diurno en cada humedal.
26 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
De esta forma, se puede afirmar que los valores bajos de los dos cocientes reflejan
una alta inmadurez y entropía dentro de la comunidad, y que esta es inestable,
poco compleja y menos compartimentalizada. Según Flos (2005), cuando no
inciden perturbaciones de origen externo al ecosistema, aumentan la madurez,
la estabilidad y a la vez la complejidad. A la tendencia de aumentar la estabilidad
o el estado estable de los sistemas acuáticos, se opone el retorno hacia atrás, o
estados menos maduros, que en los ecosistemas acuáticos suelen seguir a una
intensificación de la turbulencia o de la mezcla vertical (Margalef, 1980).
Este tipo de metabolismo muestra que los humedales han perdido el equilibrio
dinámico o su estado estable, lo cual ocasiona que la PPN tienda a disiparse
totalmente por la acción combinada de la respiración autotrófica y heterotrófica,
quedando poca o ninguna PPN en estos cuerpos de agua. Hipotéticamente,
se esperaría que la inestabilidad de la columna de agua como consecuencia
de su carácter polimíctico, impidiera que el fitoplancton se expandiera, ya
que los sistemas se “resetean” constantemente y, por lo tanto, la sucesión
carecería de oportunidad y de tiempo suficiente para desarrollarse, hasta
generar comunidades muy diversas. Bajo estas condiciones, los humedales
tendrían poca materia orgánica sintetizada a disposición de los siguientes niveles
tróficos, generando poca energía para sustentar todos los procesos biológicos,
incluyendo la dinámica trófica.
La diversidad presentó valores entre 2,97 y 3,78 Nats/ind (promedio 3,18 Nats/ind)
para el fitoplancton. Entre 1,43 y 3,07 Nats/ind (promedio = 2,17 Nats/ind) para
el zooplancton y entre 0,98 y 2,63 Nats/ind (promedio = 1,83 Nats/ind) para los
macroinvertebrados. Teniendo en cuenta que normalmente el índice de Shannon
oscila entre 1,00 y 2,40 Nats/ind y rara vez sobrepasa los 3,12 Nats/ind (Margalef,
1983), la diversidad registrada se ubica en un rango medio alto. Así mismo (Hewitt,
1991), indica que, para el fitoplancton, valores de diversidad a partir de 3,0 Nats/
ind pueden considerarse altos. Los del zooplancton se consideran en un rango
medio de acuerdo con lo hallado por Pérez-Porras (2009) en otro humedal urbano.
Este resultado puede estar favorecido por la mayor oferta de nicho ofrecida por
las plantas acuáticas y su biota asociada, la materia orgánica generada por su
descomposición y el resto del material autóctono, así como por el material orgánico
de fuentes alóctonas (Rodríguez-Garzón & Pinilla-Agudelo, 2017).
A pesar de que sus aguas fueron catalogadas como de calidad regular según el
IFSN y de calidad dudosa según el BMWP, el humedal Madre Vieja ofreció una
mejor función ecosistémica en cuanto al servicio de regulación de la diversidad
algal y de macroinvertebrados, más no para la del zooplancton, pues allí este
grupo presentó la menor diversidad taxonómica, mientras la mayor la alcanzó el
humedal Guadalcanai.
En Madre Vieja, la amplia cobertura vegetal conformada por una gran cantidad
de pastos en la orilla, macrófitas flotantes, enraizadas y emergentes favoreció la
disponibilidad de refugio y alimento para las poblaciones de macroinvertebrados,
pues los sustratos de origen orgánico como raíces de macrófitas, hojarasca, ramas,
pastos (asociados a los terrenos aledaños a los cuerpos de agua), macroalgas y
otras hidrófitas vasculares, propician el aumento en la diversidad de especies
de este grupo, al generar mayor área superficial potencialmente colonizable
(Quirós-Rodríguez et al., 2010). Además, en el caso de las algas, la presencia de
vegetación acuática incrementa la diversidad y abundancia del ficoperifiton, el cual,
por acción mecánica del agua y el viento, entre otros factores, puede desprenderse
y pasar a hacer parte del fitoplancton (Oliveira-Martins, 2006).
Generalmente, los fitoplancteres que hacen parte de los grupos I, II, IV, V y VI,
presentan bajas biomasas, por lo que rara vez suponen amenazas serias para la
calidad del agua Kruk et al. (2009 a).
32 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
La amplia oferta trófica de los humedales permite que el zooplancton allí presente
se clasifique dentro de cuatro grupos diferentes (Figura 6), de acuerdo con el tipo
de alimentación establecido por Braghin et al. (2018) así:
Relaciones ecológicas
Los taxones que mejor se adaptaron a las condiciones de hábitat ofrecidas por los
humedales fueron, para el fitoplancton, Cryptomonas spp. en el humedal RTVC,
Chlamydomonas spp. en el humedal Piamonte, Trachelomonas aff. volvocina en
Guadalcanai, Merismopedia spp. en El Llanito y Nitzschia spp. en Madre Vieja.
Estos taxones en general, son tolerantes a una amplia variedad de condiciones
ambientales y nutricionales, colonizan ambientes de pequeño tamaño, turbios,
con moderadas concentraciones de nutrientes y altas concentraciones de materia
orgánica (John et al., 2002; Meichttry de Zaburlín et al., 2013; Rodríguez et al.,
2005; Wołowski, 1998). Particularmente Cryptomonas spp. se ve favorecida
por su capacidad heterotrófica facultativa (Hernández-Atilano et al., 2008) y
Nitzschia porque tiene una alta relación superficie/volumen, que mejora su
capacidad de flotación y el aprovechamiento de los recursos (luz y nutrientes).
Además, se beneficia de los procesos de mezcla para mantenerse en la zona
fótica (Stevenson et al., 1996).
Al igual que las algas más abundantes, estos organismos también proliferan en
lugares con tasas altas de descomposición de materia orgánica y concentraciones
entre medias y altas de nutrientes (Jersabek, 2022; Koste & Paggi, 1982; Nogrady et
al., 1993). Pueden alimentarse de recursos altamente disponibles en los humedales,
como las algas flageladas Cryptomonas spp., Euglena y Trachelomonas, entre otras
(Colé, 1983). F. longiseta, también se alimenta de bacterias y detritos (Jersabek,
2022). En general, el zooplancton también puede constituir una fuente de alimento
importante para los macroinvertebrados, en especial para insectos depredadores
como odonatos (Micrathyria sp., Ischnura sp., Erythrodiplax sp. y Acanthagrion
sp.), coleópteros (Hydrocanthus sp., Neobidessus sp. y Celina sp.) y hemípteros
(Pelocoris sp., Potamobates sp. y Notonecta sp.) (Figura 8).
Conclusiones
Los resultados de este estudio muestran que, a pesar de que la calidad del
agua de los humedales estudiados no permite su uso para la mayoría de las
destinaciones humanas y que su metabolismo es principalmente heterotrófico,
su función biogeoquímica, no comparable con la de otros ecosistemas acuáticos
como ríos y lagos profundos, soporta la vida de muchas comunidades acuáticas,
las que a su vez posibilitan el mantenimiento de varios grupos de fauna y flora en
estos ecosistemas estratégicos, generando una red trófica con una gran cantidad
de eslabones.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 37
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44 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Introducción
1
Grupo de Investigación Estudios Florísticos, Herbario Universidad católica de Oriente.
2
Facultad de Ingeniería, Universidad Católica de Oriente.
3
Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Católica de Oriente.
4
Facultad de Ciencias, Pontificia Universidad Javeriana.
48 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Materiales y métodos
Humedal Madre Vieja (MV): este humedal de origen natural se encuentra ubicado
en una zona semiurbana del municipio de Rionegro (Figura 1D). Su composición
florística está dominada por especies de hábito flotante enraizado y flotante
libre como Nymphaea elegans, Myriophyllum aquaticum (Vell.) Verdc y Eichhornia
crassipes (Mart.) Solms. A su vez, presenta especies de hábito arraigado
emergente dominantes Hedychium coronarium J. Koenig, Cyperus papyrus L. y
Ludwigia peploides (Kunth) P.H. Raven.
Análisis de datos
Resultados
Riqueza 18 14 17 16
Q0 18 14 17 16
Discusión
Solo las plantas que puedan generar semillas que toleren la inundación o
sean impermeables pueden sobrevivir en ecosistemas como los humedales
(Arber, 1920). Las semillas descritas en este estudio con MPD, desarrollaron
cubiertas seminales con abundantes acumulaciones de taninos o estuvieron
protegidas por el pericarpio como es el caso de E. elegans. El diseño que exhibe
E. elegans es muy característico en diferentes linajes de plantas acuáticas, por
lo cual se sugiere que el desarrollo de aquenios con pericarpios rígidos que
protegen el embrión, es un rasgo que evita el deterioro del embrión y permite
que las semillas toleren estos ambientes (Marloth, 1883).
Conclusiones
Referencias
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Capítulo 3
Pulsos del agua de un humedal urbano
en el altiplano del Oriente antioqueño
Pulsos del agua de un humedal urbano en el
altiplano del Oriente antioqueño
Manuel Alejandro Guerra-Quintero1, Arlex Marín-Ramírez2
Introducción
Metodología
Área de estudio
El humedal El Llanito se encuentra sobre la planicie aluvial del río Negro, que
discurre a través del altiplano valle de San Nicolás sobe la Cordillera Central
de Colombia. Se ubica a una latitud de 6° 8’47.16”N y longitud 75°23’47.83”O y
sobre los 2.000 msnm. Pertenece, según la clasificación de Holdridge (1966), a la
zona de vida Bosque Húmedo Montano Bajo. Debido a su elevación, la región
presenta temperaturas relativamente bajas, con un promedio de 17°C. El régimen
hidrológico de la zona es ampliamente influenciado por la zona de convergencia
intertropical (ZCIT), que produce un régimen anual bimodal (Poveda, 2004). En
promedio, la precipitación anual es cercana a los 2.100 mm (Cornare, 2012).
El Llanito es un humedal con un área superficial cercana a los 4.000 m2, formado
tras el abandono de una zona de explotación de material aluvial (Figura 1). Se
encuentra a unos 45 m de distancia del río Negro, en un tramo donde el río
discurre a través de una amplia planicie aluvial en la que se observan multitud
de humedales naturales y artificiales que compiten con la expansión urbana y
comercial creciente en la región. Como se observa en la Figura 1, la superficie
del humedal se encuentra colonizada en un gran porcentaje por macrófitas,
específicamente por la especie Nymphaea elegans.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 73
Información meteorológica
Balance hidrológico
P + QS – E = ∆ (1)
donde P es la precipitación, E es la evaporación, ∆S es el cambio en el
almacenamiento de agua y QS es el flujo subterráneo neto (i.e.: la diferencia
entrada-salida). La precipitación se estimó como el promedio de los registros
medidos en las estaciones del IDEAM y SIATA. La evaporación se estimó usando
los métodos que se presentan a continuación, el cambio en el almacenamiento se
obtuvo de los registros de nivel y dado que no se cuenta con mediciones directas
de QS, su valor se estimó de modo que se satisfaga la ecuación (1).
Evaporación
Donde f (u, ...) es una función que generalmente depende de la velocidad del
viento u y en ocasiones de otras variables como la presión atmosférica, el tamaño
del cuerpo de agua, la temperatura del agua y del aire, entre otras. En esta
función, la velocidad del viento toma un papel preponderante ya que el efecto
de convección forzada producida por este incrementa considerablemente la
evaporación. Otras variables tienen un efecto complementario. Por ejemplo,
la aproximación de Rasmussen et al. (1995), incluye la diferencia entre la
temperatura del agua superficial y del aire para dar cuenta de la convección
libre asociada a la inestabilidad térmica atmosférica (Dingman, 2015).
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 75
Rn – ∆QT
E= (3)
ρ * λ * (B + 1)
Método Expresión
Evaporación Meyer
(1915):
(
E = Km 1 +
u9
16 ) (e w – ea)
Contenido y
cρwTV , QT (t2) – QT (t1)
almacenamiento de QT = QT =
A t2 – t1
energía térmica
Relación de Bowen B = γs ( Te –– Te )
w
w
a
a
17,27∙T
Presión de vapor de T+237,3
Ambos e* = 4.58 e
saturación
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 77
Método Expresión
E: Evaporación (mm/día).
T: Temperatura del humedal, del aire (Ta) o del agua superficial (Tw) en °C.
u: Velocidad media del viento en km/h sobre la superficie (u 0) o a 9 metros de altura (u9).
Resultados
Morfometría
Usando como referencia el nivel medio del humedal durante el periodo estudiado,
este presenta una profundidad máxima de 2,36 m, una profundidad media de
1,30 m, un área superficial de 5894 m2 y un volumen de 4597 m3. La batimetría
del humedal es bastante irregular (Figura 2), con mayores profundidades en la
zona norte y a lo largo del borde sur occidental, mientras que las zonas restantes
presentan profundidades no mayores a 1,5 m. Esta morfología muestra que la
mayor parte del volumen almacenado se da en las capas superficiales, debido
a la mayor extensión superficial que alcanza el cuerpo de agua. Esto se observa
claramente en la curva cota volumen (Figura 3).
78 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Meteorología
por el desarrollo de una fase fría del enso, es decir (condiciones La Niña), lo cual
se evidencia en las anomalías negativas de temperatura registradas en el índice
oni entre agosto de 2020 y mayo de 2021 (C.P.C.I.T., s. f.). Estas condiciones
generalmente traen consigo un aumento de las precipitaciones en la región
(IDEAM & Serna, 2021; Poveda, 2004). Sin embargo, los datos solo muestran
valores mayores al promedio en el mes de marzo de 2021.
Régimen térmico
Balance hídrico
Niveles
Los niveles del río y del humedal se muestran en la figura 7A. Se observa una
disminución continua del nivel del humedal entre diciembre y mediados de
febrero, donde la precipitación presenta los menores valores. En el periodo
de febrero a marzo y en el mes de junio el humedal alcanza sus máximos niveles,
correspondientes a un volumen almacenado cercano a 6481 m3. En el periodo
estudiado, el nivel del humedal tuvo una variación máxima de unos 30 cm,
equivalentes a un cambio de volumen del orden de 3000 m3, lo cual representa
un 65 % del volumen medio.
Dado que el nivel del humedal es superior al nivel del río durante la mayor parte
del tiempo (Figura 7A), el flujo de agua tiene una dirección preferente desde el
humedal hacia el río. Considerando además que no se encontró evidencia de que
existiera conexión superficial entre ambos cuerpos de agua en ningún momento,
y dado que los flujos subterráneos son relativamente lentos, esto indica que el
aporte de agua desde el río hacia el humedal sería despreciable. En cambio,
el flujo humedal-río, al estar activo casi todo el tiempo por la diferencia de niveles,
sería más significativo. Esto será analizado adelante con mayor detalle.
82 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Evaporación
Discusión
Régimen térmico
tendría sobre estos sistemas y cómo estos cambios influenciarían los procesos
biogeoquímicos al interior del cuerpo de agua (Hamilton, 2010). Para esto se
requiere información meteorológica confiable sobre la superficie del agua.
Balance hidrológico
a estas condiciones, se podría esperar que las planicies aluviales tengan un rol
particularmente importante en la recarga del acuífero, ya que la combinación
de suelos con buena permeabilidad, sumado a una topografía plana, facilitaría
la infiltración y consecuente recarga de este (POMCA, 2017). En este sentido
es importante analizar las consecuencias que tiene el constante desarrollo de
infraestructura en estas zonas.
Conclusiones
Los niveles del humedal permanecen casi todo el tiempo por encima del nivel
del río, lo que implica que este se abastece del humedal/acuífero la mayor parte
del tiempo. Esto muestra la necesidad de analizar en detalle el caudal total
que puede aportar el acuífero para la permanencia del flujo en el río Negro,
especialmente en temporadas secas. Máxime cuando las llanuras y terrazas
aluviales que pueden ser importantes zonas de recarga, experimentan una fuerte
presión para el desarrollo de infraestructura que limitaría su función de recarga
y reduciría aportes de caudal al río. Es importante entonces que se avance en
la delimitación y protección de la ronda hídrica, considerando su función como
zona de recarga del acuífero.
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Introducción
En el altiplano del Oriente antioqueño hay una gran riqueza hídrica, la cual
comprende a la cuenca del río Negro y sus tributarios, su llanura de inundación y
los humedales asociados a esta. En la presente investigación se analizó el paisaje
de los ecosistemas de humedales, los cuales poseen un alto valor paisajístico y
están siendo amenazados por las actividades antrópicas y la expansión urbana.
A lo largo de la presente investigación, se evidencian en estos ambientes
cambios particulares en el paisaje que afectan directamente estos entornos y a
sus habitantes.
Asimismo, la Iniciativa Latinoamericana del Paisaje (LALI) define al paisaje como “un
espacio/tiempo resultado de factores naturales y humanos, tangibles e intangibles,
que al ser percibido y modelado por la gente, refleja la diversidad de las culturas”
(La Iniciativa Latinoamericana del Paisaje, 2012).
Para Maderuelo (1997) “un espacio geográfico solo se considera paisaje cuando
es percibido y construido culturalmente… es una serie de ideas, de sensaciones
y sentimientos que surgen de la contemplación sensible de un lugar”. En
complemento, Nogué (2007), afirma que el paisaje es “un producto social, el
resultado de una transformación colectiva de la naturaleza y la proyección cultural
de una sociedad en un espacio determinado”.
Metodología
Área de estudio
Figura 1. Localización humedales estudiados desde el paisaje. Humedal Guadalcanai, Humedal Lotus,
Humedal El Llanito, Humedal Madre Vieja.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 97
En la actualidad, no son muy comunes las metodologías para el análisis del paisaje
de los humedales y mucho menos para humedales urbanos de montaña, como
los estudiados en este trabajo. Por lo tanto, se revisaron algunas metodologías
para el análisis del recurso visual del paisaje y la exploración de su potencialidad,
fragilidad e importancia, tales como: el método de Análisis del Paisaje
(McHarg, 1969); Visual Resource Management VRM (Bureau of Land Management,
1986; Landscape Character Assessment LCA (Landscape Character Assessment.
Guidance for England and Scotland, 2002) y la Guía Metodológica de Estudios
del Paisaje (Muñoz, 2012).
Análisis multitemporal
En este componente se analizó lo relacionado con los habitantes del sector donde
se ubica el humedal.
Resultados
Humedal Guadalcanai
El carácter del paisaje está determinado por la dominancia de atributos bióticos, como
el espejo de agua del humedal y masas arbóreas definidas (Figura 2). Este paisaje, se
caracteriza por un grado alto de naturalidad y una baja presencia antrópica.
En general, las formas del paisaje son continuas, existe una continuidad espacial
que se ve interrumpida por algunos elementos naturales. La vegetación se
encuentra extendida en todo el paisaje, mientras que la fauna se encuentra
en áreas determinadas. La homogeneidad en los tonos de colores es un factor
predominante, así como la textura del follaje de los árboles y las plantas acuáticas.
Las condiciones de visibilidad, intervisibilidad y amplitud de cuencas visuales
determinan en general un alto grado de exposición del territorio. Los elementos
antrópicos como las casas de recreo están dispersas entre sí, y aunque resaltan
en el paisaje no contrastan abruptamente en él.
Humedal Lotus
Algunas formas del paisaje son continuas y otras no, ya que son interrumpidas
por elementos antrópicos. La vegetación y la fauna se encuentran sectorizadas.
Aunque hay elementos que contrastan en forma y color, el paisaje conserva cierta
homogeneidad en los tonos de colores, así como las texturas más predominantes
que son del follaje de los árboles y el espejo de agua. Las condiciones de
visibilidad, intervisibilidad y amplitud de cuencas visuales determinan en general
un medio – alto grado de exposición del territorio.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 101
Humedal El Llanito
En general, las formas del paisaje son discontinuas, existe una discontinuidad
espacial que se ve interrumpida por cambios topográficos y elementos naturales
(Figura 6). La vegetación se encuentra extendida en todo el paisaje, al igual que
la fauna. La homogeneidad en los tonos de colores es un factor predominante, así
como la textura del follaje de los árboles y las plantas acuáticas. En este paisaje
no se observa un espejo de agua permanente. Las condiciones de visibilidad,
intervisibilidad y amplitud de cuencas visuales determinan en general un alto
grado de exposición del territorio. Los elementos antrópicos, como por ejemplo
las casas, están dispersas y ocultas por una vegetación densa y aunque son visibles
en el paisaje, no contrastan abruptamente en él.
Valor escénico
Los paisajes de los humedales como la nueva identidad cultural. Los paisajes de
los humedales son heterogéneos, donde predominan elementos como el agua
(Humedal Guadalcanai, Humedal Lotus y Humedal El Llanito) y la vegetación. El
Humedal Madre Vieja es el único que no posee un espejo de agua permanente,
ya que este se consolida cuando hay altas precipitaciones.
En estos paisajes predominan los colores verdes, tonos de azul y café. Son
escenarios donde es posible identificar variedad de fauna que contrasta en la
vegetación diversa, pero donde prevalece el color verde. Los contrastes visuales,
cromáticos y de texturas predominan en los humedales con un espejo de agua
permanente (Humedal Guadalcani, Humedal Lotus y Humedal El Llanito) y en los
humedales donde hay elementos antrópicos de gran tamaño que sobresalen en
el paisaje (Humedal Lotus y Humedal El Llanito). Los paisajes de estos ecosistemas
constituyen la expresión espacial de una geografía de planicie de río habitual,
pero que ha sido transformada drásticamente por el ser humano.
Valor escénico
Guadalcanai X
Lotus X
Llanito X
Madre vieja X
Valor ecológico
Los paisajes de los humedales como agentes enriquecedores del entorno: los
humedales son considerados hotspots, por su alta biodiversidad de fauna y flora. En
el libro Los humedales del altiplano del Oriente antioqueño y su conceptualización
(Quijano-Abril et al., 2018), se menciona que gran parte de la vegetación acuática
y semiacuática registrada para los humedales estudiados es de amplia distribución
y ha sido reportada en diferentes zonas de vida.
De las 48 especies de flora registradas para estos ambientes, 41 son nativas, cuatro
naturalizadas, dos son adventicias y un cultivada. Consolidándose este tipo de
ambientes, entre otros, como espacios estratégicos para peces y aves migratorias.
En promedio, la riqueza de plantas para los sitios estudiados fue de 11 especies por
humedal, variando entre seis y 18 especies. Según este este estudio, el Humedal
Lotus es el humedal que posee más variedad de flora con 14 especies, seguido
del Humedal Madre Vieja con 12 especies, luego el Humedal Guadalcanai con 10
especies y por último el Humedal El Llanito con ocho especies.
La calidad del agua en los humedales seleccionados fluctúa entre aguas de calidad
aceptable, donde se evidencian efectos de contaminación (Humedal Lotus y
Humedal Madre Vieja) y aguas con calidad dudosa, moderadamente contaminadas
(Humedal Guadalcanai y Humedal El Llanito).
Valor ecológico
Guadalcanai X
Lotus X
Llanito X
Madre vieja X
Valor social
Con base en el análisis del paisaje y las encuestas realizadas a los habitantes,
las personas reconocen que los han visitado regularmente y que sienten mayor
arraigo y apropiación hacia los humedales Lotus y El Llanito, mientras que con los
humedales Guadalcanai y Madre Vieja no sucede lo mismo (Tabla 4).
Valor social
Guadalcanai X
Lotus X
Llanito X
Madre vieja X
Valor territorial
Los paisajes de los humedales como moldeadores del territorio. La alta biodiversidad
y la riqueza ambiental de los humedales debería suponer restricciones ante
el crecimiento urbano y los usos asociados a la recreación y el esparcimiento,
condicionando la planificación y el ordenamiento territorial en beneficio de la
conservación y protección de los humedales. Estos paisajes, además de ser
portadores de identidad para los habitantes del municipio deberán estructurar la
ocupación del territorio y los usos asociados a ellos, es decir, estableciendo unos
usos condicionados con el fin de mantener el equilibrio ambiental y no generar
perturbaciones innecesarias. Asimismo, los humedales no deberían ser objeto de
enajenación, concesión o privatización con el fin de ser explotados económicamente,
ya sea por el Estado o por el sector privado.
Valor territorial
Guadalcanai X
Lotus X
Llanito X
Madre vieja X
Valor patrimonial
Si bien estos humedales están ubicados sobre la llanura de inundación del río
Negro, la morfología y estructura paisajística fue consecuencia de actividades
antrópicas. Espacios con memoria de una alta explotación de recursos naturales
que se fueron recuperando cuando el hombre los abandonó, conformando así
una buena parte de los paisajes de humedales que hoy podemos apreciar. En una
ciudad intermedia como Rionegro, con miras a consolidarse como ciudad principal,
cuya estructura ecológica principal está fragmentada, y donde el río Negro está
recibiendo una fuerte intervención, es necesario la consolidación de nuevas figuras
políticas, sociales y ambientales, que piensen a los elementos naturales como los
paisajes de los humedales, en tanto patrimonio natural del municipio.
Valor patrimonial
Guadalcanai X
Lotus X
Llanito X
Madre vieja X
A continuación, se presentan las tablas de los usos designados para cada humedal:
Humedal Guadalcanai
Humedal Guadalcani
2 Recreación pasiva X
3 Investigación científica X
4 Educación ambiental X
5 Recreación activa X
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 109
Humedal Lotus
Humedal Lotus
2 Recreación pasiva X
3 Investigación científica
4 Educación ambiental
5 Recreación activa X
Este paisaje ya posee elementos antrópicos que contrastan con el humedal, por
lo que se debe buscar el balance adecuado entre el diseño de su espacio público,
siempre en función de conservar y exaltar los valores paisajísticos del humedal,
sin degradar su calidad visual paisajística.
Humedal El Llanito
Humedal El Llanito
2 Recreación pasiva X
3 Investigación científica X
4 Educación ambiental X
5 Recreación activa
2 Recreación pasiva X
3 Investigación científica
4 Educación ambiental X
5 Recreación activa
El valor ecológico de este humedal no es tan alto como en los otros humedales
y por lo tanto la investigación científica pasaría a otro plano. Sin embargo, la
educación ambiental podría desarrollarse adecuadamente en este lugar. El
humedal posee un valor escénico y un grado de naturalidad altos, donde no hay
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 111
Discusión
Conclusiones
Los humedales y sus paisajes, aunque son frágiles y vulnerables ante las actividades
antrópicas, son resilientes y con una alta capacidad de regeneración, esto quiere
decir que los ecosistemas son capaces de volver a un estado de equilibrio natural
después de una alteración. Estos procesos pueden ser muy lentos de manera
natural, no obstante, se podrían catalizar con el apoyo de diferentes áreas del
conocimiento, las cuales no solamente están ligadas al componente biológico.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 113
Referencias
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Quijano, M., Villabona, S., García, J., & Gómez, A. (2017). Los humedales del
Altiplano del Oriente Antioqueño y su conceptualización. Rionegro, Antioquia:
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Introducción
El crecimiento urbano es una de las tantas razones por las cuales el paisaje se
ha transformado y ha dejado consecuencias notorias sobre la ecología de los
ecosistemas. El caso de Rionegro y su constante expansión urbana a lo largo del
territorio evidencia las presiones ejercidas históricamente a estos lugares que
juegan un papel importante en la preservación biológica del entorno. Los impactos
del crecimiento urbano se han reflejado en el deterioro y las transformaciones de
ecosistemas como el río y los humedales, lugares que albergan una gran diversidad
necesaria para el equilibrio natural. Por tal razón, los humedales y zonas de
inundación del río Negro han formado parte del contexto de la sociedad desde su
nacimiento y fundación hasta los proyectos actuales, enmarcados en la expansión
urbana que ha modificado la ecología y biodiversidad asociada al territorio.
Metodología
Análisis de cartografía
Entrevistas
Resultados
El río Negro y su geografía del agua que atraviesa el valle de San Nicolás, ha
otorgado las condiciones necesarias para el establecimiento de poblados
durante el periodo colonial. En su paso por la planicie donde hoy se ubica
Rionegro, fueron naciendo las primeras comunidades orientadas por la bús-
queda de recursos auríferos en torno a los abundantes y ricos aluviones de oro
(INER, 1990). (Figura 1). Aquellos primeros exploradores hispanos se vieron
atraídos por los afluentes y el río, tanto que poco después del descubrimiento del
Porce, los españoles emprendieron la búsqueda para elaborar minas de oro en
los valles de la Mosca y de San Nicolás. Luego se dieron a la tarea de establecer
un Real de Minas que permaneció bastante tiempo en el punto ocupado hoy
por la población (SEDUCA, 1985). Así, El valle de San Nicolás apareció como
una posibilidad para el asentamiento y configuración de un lugar promisorio
para explotación minera. Su posición geográfica estratégica para el comercio,
cercanía al Valle de Aburrá y abundancia de recursos, sumaron elementos para
propiciar el cimiento de las primeras construcciones. Por tanto, ‘‘la fama de su
oro se extendió rápidamente y otros mineros llegaron después y entonces nuevos
y mejores ranchos se levantaron en las orillas del río’’ (Tobón, 2011, pp. 28).
Es así como el oro alimentaba entonces un contexto definido por la ambición
que perseguían aquellos conquistadores de la época. Según el registro de la Caja
Real de Santafé de Antioquia, se demuestra que entre 1623 y 1624 se realizaron
las primeras explotaciones en Rionegro, y que para 1625 Guarne y la quebrada
de La Mosca ya estaban en producción (West, 1952). “La gente iba llegando de
todas partes, atraídas por el oro que casi afloraba en sus vegas y que brillaban en
las arenas de sus quebradas’’ (Tobón, 2011, pp. 28).
En el contexto del surgimiento a partir de la minería y las riberas del río, hay una
relación que empezó a tejerse directamente con sus cauces, por lo que habitar
el Valle y las llanuras del río era permanecer bajo el influjo de sus meandros.
Sus condiciones geomorfológicas y abundancia en agua fueron asimismo
elementos que impulsaron el surgimiento de la vida en el lugar. Su pasado ha
incluido miradas y percepciones que han abordado al río como arteria que articula
las poblaciones aledañas y que ha jugado un papel protagónico en el desarrollo
del comercio, la economía y la cultura de la región. Dadas las condiciones de
su amplio cauce, la navegabilidad del río permitió el movimiento de balsas y
embarcaciones menores posibilitando así un intercambio comercial alrededor de
sus vegas en el periodo Colonial. Impedir la navegación era objeto de denuncia,
así lo demuestra un expediente dictado en Rionegro en 1884: “En el juicio que
seguimos con el Doctor José María Jaramillo H, sobre unos alambres que atravesó
en el Rionegro por medio de los cuales ha embarazado y perturbado la navegación
122 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
a flote que por medio de las balsas se ha hecho siempre en el mencionado río”
(Archivo Histórico de Rionegro, 1884, pp. 223r-224r)). Su lecho ha sido surtido por
importantes afluentes, como los riachuelos Hato, San Antonio, Cimarronas y los
ríos Pereira, el Tablazo, Tablacito, Canalón hondo, La Bolsa, Malpaso, Mosca y la
Porquera (Uribe Ángel, 1985).
Figura 2. Plano de algunas casas y pantanos de Rionegro, 1806, en Biblioteca Luis Ángel
Arango, Biblioteca Virtual, Ref. H396. A. Casa de Don Pablo Ruiz, B. Donde se dividen
los dos caminos para dicha casa, C. El paraje donde fue enocntrada la (no hay claridad
sobre la palabra), D. Caminos que salen al llano o al desecho, E. Quebrada del pueblo
que pasa por el camino real, F. Casa de Antonio Cardona, S. Puente Real. H. Donde
se junta el camino de a pie que viene a la ciudad, Y. Quebrada, J. Camino de José,
K. Cuadra del alto de la ciudad, L. Pueblo de San Antonio, P. Río-Negro, O. La casa o
cuadra donde vive Sacramento Cardona, R. Camino que sigue a los pantanos.
En las siguientes imágenes (Figuras 3 y 4), se pueden determinar las dinámicas que
todavía permanecían en torno al río y la cercanía que la comunidad tenía con este
afluente en la cotidianidad de sus días. No se estableció la fecha concreta de estas
fotografías, no obstante, se presume, puede ser entre las décadas del sesenta y
del setenta, esto teniendo en cuenta la temporalidad que enmarca la mayoría de
fotografías de uno de sus autores, Gabriel Carvajal; asimismo, las construcciones
que estuvieron cerca al puente Mejía.
Con el devenir de los tiempos, la relación con el río iría modificándose gracias
a los inevitables cambios que empezarían a notarse a raíz de la introducción de
nuevas ideas, las cuales estaban atravesadas por el propósito del progreso en
el transcurso del siglo XX. En la década del cuarenta se continúa reproduciendo
en el imaginario la idea de Rionegro como un sitio de ideal establecimiento.
En este periodo se vive un apogeo en la migración de algunos habitantes de la
élite de Medellín, que venían buscando un lugar de reposo. El gran crecimiento
de jardines y la amabilidad de su clima inspiró y fascinó a la gente de la capital.
El río continuaba siendo un sitio de gran acogida, algunos solo venían a pasear
a las orillas de los riachuelos, así como lo menciona Clemente López en sus
narraciones sobre la historia de Rionegro: “el clima benigno y las trojes siempre
repletas, espantan de allí a la muerte y la alegría del vivir palpita en esos ribazos
del Pereira (un río) y colinas del Tablazo” (López, 1968, pp. 68).
La migración de las élites traía consigo algunos cambios, no solo en las mentalida-
des acerca del sitio de recreo que se estaba instaurando, sino en el cambio en el
paisaje y el uso del suelo que fue generando la introducción de algunas especies
exóticas para la siembra en las cuencas hidrográficas. Fue en las décadas del
veinte y del treinta que varias ciudades principales del país iniciaron programas
de siembra encaminados a la protección de los bordes del río y los humedales
(Tobón, 2011).
126 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
territorio y calidad de vida para sus pobladores, siendo el factor económico y social
aspectos de mayor preocupación por parte de las autoridades. Partiendo de las
propuestas de la entidad y el Plan Regulador Básico de Rionegro (Departamento
de Planeación y Proyectos, 1968), el río y sus llanuras de inundación, cambiarían su
forma en algunos tramos. En este orden de ideas, el cauce del río es modificado
en ciertos tramos, especialmente a un costado, donde actualmente se encuentran
el estadio y la zona industrial del sector Autolarte (Figura 5).
A lo que el historiador responde: Desde finales del siglo XIX venía apareciendo en
Rionegro la extracción de minerales como arcilla y caolín, debido, entre otras, a la
necesidad de abastecimiento de materias primas para la producción de loza en el
municipio de Caldas, Antioquia (Moreno, 2010). Con la extracción de materiales
iba naciendo a la par otro tipo de impactos a la ecología del río y los humedales,
su actividad se extendería a varios rincones de Rionegro hasta llegar al barrio El
Porvenir. A pesar de su temprana explotación, este tipo de minería se convertiría
en un asunto de gran interés con el despliegue urbanístico e industrial en la década
del sesenta. Ahora bien, la explotación de materiales no fue el único perjuicio
que recibió la ronda hídrica, paralelo a la actividad de extracción y la necesidad
1
Información obtenida de entrevista personal.
130 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
de propiciar las condiciones adecuadas para erigir el barrio El Porvenir, las zonas
de inundación del río fueron drenadas y posteriormente rellenadas con material
de limo y escombros para hacer de este lugar un terreno estable y proceder con
proyectos urbanísticos, fenómeno que continua en la actualidad (Moreno, 2010).
Si bien es a partir de los años setenta, donde sus primeras etapas empiezan a
colonizar el lugar húmedo y pantanoso, desde la planificación en los sesenta ya se
venía pensando en la edificación de un barrio que albergara la gran afluencia de los
pobladores que venían contiguos al proceso de industrialización. La construcción
del barrio El Porvenir fue un factor que influyó en los procesos de transformación
de las laderas del río y los ecosistemas de humedales. Los cimientos del proceso
urbanístico fueron promovidos por el Instituto de Crédito Territorial (ICT), como
estrategia para evitar la tugurización en Medellín, en el marco del auge industrial
que vivía la región (CEHAP, 1996). Como estrategia para descentralizar Medellín
y su alto flujo, fueron varios los barrios obreros construidos por empresas de
renombre en municipios aledaños. Este es el caso de Rionegro, donde a pesar de
que un estudio de demanda de vivienda en la década del sesenta, señalaba que el
municipio solo requería de diez casas, el ICT desarrolló 2.500 viviendas, incluyendo
una considerable cantidad de estas en el barrio El Porvenir (CEHAP, 1996).
El deterioro del río y humedales se hacía evidente ante los ojos de la población,
la indiferencia que había marcado hasta entonces el afán de progreso iría
ocasionando una serie de preocupaciones a las autoridades gubernamentales y
la sociedad en general. La llegada de la década de los ochenta aparece como
un periodo donde se vuelve a dirigir la mirada al río y los humedales, algunas
acciones se encaminaron a la proyección y recuperación del río como eje vertebral
del territorio. Desde planeación de Antioquia se proponía para el río Negro “un
tratamiento especial de sus aguas según los estudios y las condiciones que el
río ha manifestado como ordenador del área urbana del municipio” (Martínez,
2011). Asimismo, el Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables
y del Ambiente (INDERENA), propuso algunas disposiciones referentes a la
“conservación del curso natural del río y sus zonas de expansión” prohibiendo a
su vez las construcciones a 50 mts sobre cada lado de su cuenca (Martínez, 2011).
Conclusiones
Las condiciones actuales del río y los humedales han demostrado en gran medida
la relación histórica de los habitantes de Rionegro con sus ecosistemas más
cercanos y representativos. Sin duda, sus transformaciones han sido la forma
visible de aquellas relaciones, siendo el paisaje el resultado de las dinámicas e
interacciones humanas con el entorno de manera directa o indirecta. Si bien, el
río y los humedales del municipio narran un pasado que estuvo atravesado por
actividades como la minería, procesos de industrialización y expansión de la
frontera urbana. El caso de El Porvenir es una muestra de un paisaje en tránsito que
cambia y se dinamiza en un periodo relativamente corto. Fue en cuestión de dos
décadas que pasó de ser un lugar recorrido por las personas que transitaban del
sector occidental hacia el centro del municipio, la zona en que el ganado pastaba
en épocas en que las altas precipitaciones daban tregua, a un tiempo contrastado
en el que río con su intenso caudal reclamaba sus llanuras de inundación sobre
las calles del barrio ya construido.
El caso del Porvenir permite hacer lecturas sobre aquellas “tensiones” llevadas
a cabo con el río y sus vegas, revelando un contexto generalizado que ha vivido
el municipio y sus ecosistemas desde las acciones cometidas en la segunda
mitad del siglo XX. La desviación del curso natural del río, la transformación
de sus meandros y sus llanuras dieron como resultado la aparición de los
ecosistemas de humedales o espejos de agua. No se puede desconocer que
aquellas transformaciones se venían dando de manera sistemática desde
la colonización. Donde el río pasó de ser la arteria y agente ordenador que
articula el territorio, el lugar donde se daban las dinámicas cotidianas de
subsistencia, actividades que evocaran el encuentro y cohesión cultural; a un
espacio destinado para los desechos de los grandes proyectos desarrollados al
borde de sus orillas. El abandono e indiferencia de aquellas vetas de sus bordes
propiciaron la colonización de la naturaleza y eventual generación de nuevos
espejos de agua.
Referencias
Rojas García, Karol Vanessa (2012). Los días por venir. Historias cotidianas, 13.
Medellín: Universidad de Antioquia.
Tobón, Ernesto (2011). Crónicas de Rionegro, 28, 29, 109, 110. Medellín, Antioquia:
Colección Bicentenario de Antioquia, Memorias y Horizontes.
West, Robert (1952). Colonial placer mining in Colombia, 29. Baton Rouge:
Lousiana State University Press.
Capítulo 6
Imaginar el territorio: aproximación a
los humedales desde la perspectiva de
los imaginarios urbanos
Imaginar el territorio: aproximación
a los humedales desde la perspectiva
de los imaginarios urbanos
Carlos Andrés Arango-Lopera1, Daniela González-García2,
Daniel Ospina-Hurtado2
Introducción
Tal vez una de las explicaciones más simples la ofreció poco más de veinte años
después el antropólogo Manuel Delgado (1999), donde afirma que la ciudad,
esa forma de territorialidad que ganó protagonismo conforme el avance de la
modernidad, pudiera entenderse en dos dimensiones: polis y urbs. En la primera,
se encuentran las calles, edificios y glorietas que dibujan el paisaje (físico); en la
segunda se habla más de los modos de habitar y significar que los habitantes del
territorio configuran a través de su interacción histórica.
En esa segunda dimensión, urbs, aparece una serie de factores cuya presencia se
viene resaltando desde la antropología clásica, en trabajos como los de Levi Strauss
(2012) o Mead (2012). Esa comprensión del espacio físico en dos dimensiones,
se podría entender como una extensión de lo que la filosofía ya había hecho con
el ser humano al pensarlo en términos de su cuerpo físico (soma) y su cuerpo
abstracto, espiritual o mental (psique). Por tanto, se debe entender que, si los
humanos que habitamos los territorios nos comportamos en, al menos, esas dos
longitudes (la física y la mental), los espacios que usamos para el despliegue de
nuestras necesidades también habrían de contener ambos registros: polis y urbs.
De tal forma, lo que Delgado entiende como urbs, recoge los objetos (cultura
material: dispositivos, herramientas, adornos, útiles…), prácticas (rutinas,
rituales, repertorios de acción…) e imaginarios (percepciones que configuran las
cartografías mentales con las cuales los habitantes de un territorio lo representan
para sí mismos).
Desde ese punto de vista, este trabajo se aproxima a la temática de los humedales
de Rionegro, en particular los que se encuentran en los sectores de El Llano, Los
Llanitos y Lotus, desde la perspectiva de los imaginarios urbanos. Se entiende
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 143
que los imaginarios de los habitantes de la zona son importantes para efectos
de estudiar cómo se sienten respecto a la existencia de los humedales, cómo los
insertan en sus lógicas de vida cotidiana y qué horizontes de futuro alcanzan a
concebir respecto a ellos.
Imaginarios urbanos
En efecto, los ciudadanos imaginan el lugar donde viven. No solo lo recorren día
a día, lo usan, lo viven presencialmente; también lo imaginan. En las rutas para
imaginarlo se define buena parte de lo que colectivamente se representa respecto
a un territorio. Es así como se puede imaginar New York, Roma o Buenos Aires,
sin siquiera haber pisado sus calles.
Lo imaginario no compite con lo real. Pero para estudiar los imaginarios no hay
que restringirse a lo que, objetivamente, se tiene de la realidad. De forma que
la subjetividad y la intersubjetividad no son un ruido al momento de estudiar
los imaginarios de los habitantes de un territorio. Por el contrario, esos mapas
perceptivos suman en la comprensión de la relación entre habitantes y territorio,
o, dicho de otra forma, la vinculación entre polis y urbs: “los imaginarios en sí
forman parte de la subjetividad individual y colectiva, pero también asumimos
que solo reflejan una parte de la misma” (Hiernaux, 2007)2.
2 Hiernaux (2007) agrega: “Cabe aclarar que [...] los imaginarios atraviesan todas las esferas de la
vida. En este sentido, afirmar que la subjetividad está exenta de imaginarios sería evidentemente
un error conceptual" (p. 18).
144 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
De ahí que el imaginario debe ser “entendido [..] en términos sobre todo sociales
[como] una manera compartida por grupos de personas de representarse
mentalmente el espacio y el tiempo” (Baeza, 2000). Aquí lo social implica el
encuentro de las subjetividades individuales en las subjetividades colectivas, por
lo cual hay que pensar los imaginarios “como reflexión cultural [...] sobre las más
diversas maneras en que las sociedades se representan a sí mismas en las ciudades
y construyen sus modos de comunicación y sus códigos de comprensión de la
vida urbana” (Gorelik, 2002).
Esa complejidad está relacionada con los diversos orígenes que se rastrean
en la arqueología del concepto. El interés por la imaginación como tesitura de
lo humano cobra un nuevo interés a partir del Romanticismo (Mandoki, 2006;
Wilkes, 2011). Antes, la filosofía moderna la había condenado al lugar de “la
loca de la casa”, como expresión de lo irracional e incomprensible que alcanza
a desplegar la humanidad cuando se desplaza lejos del centro de gravedad que
supondría el logos. Los denominados “maestros de la sospecha” propiciaron un
golpe a la tradición antigua que pretendía ubicar a Dios en el centro de todas las
cosas y como fuente de toda posible explicación. La tríada Kepler, Darwin y Freud
ocasionaron un quiebre fundamental: situar la Tierra como un planeta más de los
que gira alrededor del sol, identificar a la especie humana como una más de las
que pueblan el planeta, y la psique humana como algo menos diáfano y lineal de
lo que se pensaba, para hacer surgir una idea de psicología más atravesada por la
oscuridad que suponen los traumas, las fijaciones y los complejos (Tarnas, 2008).
En suma, desplazar el interés del logos al imago, uno de los ejes de inspección
de la filosofía romántica, y uno de los legados fundamentales de “los maestros
de la sospecha”, entregó un testimonio a las antropologías que le dieron lugar a
la pregunta por lo imaginario. Así, (Bachelard, 1996, 2000) concibió la imaginación
como una forma de conocimiento, Durand (2006) estudió las estructuras profundas
de la psique colectiva, y Jung (2002) concibió los arquetipos psicológicos que
condensan los esquemas de percepción humana.
Por su parte, (Lindón, 2007c, 2008) ha abordado el tema de los imaginarios desde la
perspectiva de la geografía humana. En su trabajo, el territorio de la ciudad surge
como entretejido por capas dinámicas de representaciones simbólicas: respecto a
los imaginarios urbanos, “las percepciones se transforman en representaciones y
estas, por un proceso simbólico, se constituyen en imaginarios” (Lindón, 2007b).
Así, Lindón permite cuestionar el lugar de los medios masivos de comunicación en
la transformación constante de ese imaginario, a lo cual hay que añadir el hecho
inevitable de que las agendas mediáticas latinoamericanas están sumamente
atravesadas por la lógica hegemónica del poder político.
Además, Silva propone tres fases para la investigación sobre imaginarios urbanos.
La primera es la encuesta ciudadana, que se diseña a partir de un cuestionario
con más de 60 preguntas, estructuradas según las tres categorías (ciudad,
ciudadanos, otredades). La segunda es el análisis de los archivos ciudadanos,
aquellas bibliotecas que históricamente los ciudadanos crean para conservar
sus recuerdos: prensa, cine, ropa, publicidad, fotografías personales, música, en
colecciones públicas o privadas. La tercera es la intervención estética de la ciudad,
a partir del concepto de “anti-imaginarios”, donde artistas y creadores se reúnen
para crear prensa, cine, ropa, publicidad o fotografía que revierte, controvierte,
cuestiona, retuerce lo hallado en la primera y la segunda fase, es decir, en la
encuesta ciudadana y el análisis de los archivos ciudadanos.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 147
Materiales y métodos
Se considera, acorde con Lindón (2007c) y Silva (2006b) que los medios informativos
son cruciales en el asunto imaginario, al menos, por dos aspectos: su capacidad
de incidencia en las agendas de conversación ciudadana y su evidente influencia
en la percepción que del territorio configuran sus habitantes.
La siguiente tabla (Tabla 1) muestra la matriz de análisis, que incluye las siguientes
variables: titular, fecha, medio de publicación, objeto de la noticia, llamado,
consecuencias y voces del discurso. El titular presenta indicios imaginarios
relevantes: las palabras clave, los enunciados de acción y el contexto geográfico
de la noticia. La fecha sirve para mapear los eventos que revisten importancia
para la ciudadanía. El medio de publicación se toma, para este caso, como un
nomenclador de los agentes discursivos que generan noticia. El objeto de la noticia
muestra el tema cubierto, y da pistas sobre la relación entre noticia y noticiabilidad,
es decir, para revisar qué aspectos se consideran relevantes para estar al tanto de
la actualidad regional. Llamado apela a la vinculación con la acción que establece
(o no) cada pieza informativa. Las consecuencias recogen lo que, editorialmente,
el medio prevé que puede desencadenar aquello que se informa. Finalmente,
voces del discurso recoge quiénes son las fuentes informativas que el medio
recoge para conformar el tejido informativo.
148 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Resultados y discusión
Titulares y enunciados
Vierten químicos a la
Alguien (empresas)
1 5 agosto 2017 quebrada La Pereira de MiOriente
vierten químicos
Rionegro
#DenunciaCiudadana.
Habitantes del barrio Los
Comunidad
25 septiembre Llanos en el municipio
2 reporta tala DiariOriente
2017 de Rionegro, reportan
indiscriminada
la tala indiscriminada de
guaduales
Empresas
¡Los responsables de
continúan
6 12 febrero 2019 la contaminación de la MiOriente
contaminando la
quebrada La Pereira!
quebrada
En síntesis, las voces que integran las noticias son las autoridades, mientras las
empresas, la ciudadanía y los conjuntos residenciales no encuentran espacio. En
cuanto a las autoridades, se destaca Cornare como autoridad ambiental (aparece
en 9 noticias: #1, 2, 6, 7, 9, 10, 11, 12 y 19) y representantes del poder ejecutivo
(alcaldes de La Ceja, Rionegro y El Carmen de Viboral aparecen en 1 noticia: #17).
Como autoridad académica, solo una vez aparece la Universidad Católica de
Oriente, como protagonista del interés científico que representan los humedales
(#3). La voz ciudadana aparece mediante las fotografías y videos suyos que los
medios comparten, pero rara vez su voz y su testimonio es tomado como fuente
(solo en tres ocasiones: #5, 14 y 16).
Así, el archivo ciudadano que conforma este corpus de noticias sirve para captar
un matiz esencial: los humedales y, en general la temática ambiental, representa
un problema de autoridad, en tanto los entes encargados de la vigilancia y control,
pese a que sancionan, no alcanzan a garantizar el control de la situación. Existe
entonces evidencia para afirmar que el imaginario que trazan los medios respecto
a los humedales es negativo.
154 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Como se dijo antes, estos resultados no deben leerse como la realidad, sino
como los elementos que conforman los mapas perceptivos desde los cuales los
habitantes se vinculan con su territorio. Los encuestados son habitantes de la
zona de interés del estudio: Los Llanos, El Llanito y Lotus, de manera que tienen
interacción directa y continua con los humedales en su entorno.
La pregunta por el color es esencial. Evocar un color es, también, rememorar una
historia personal que, desde lo connotativo, puede ilustrar la percepción (Figura 3)
Otros
13.0%
Café
15.2%
Verde
50.0%
Azul
21.7%
“azul” suman el 71,7% de las respuestas. Como asunto curioso, fueron personas
de 18, 36, 42, 52, 58, 60 y 67 años quienes dijeron “café”. Aquí encontraríamos
algo interesante: pese a que en principio se creería que las percepciones de las
personas mayores son tendencialmente positivas, en cuanto al color, al menos,
no lo son.
Respuesta Frecuencia %
Naturaleza 21 45,7
Ninguno 15 32,6
Ambiental 7 15,2
Tranquilidad 3 6,5
Totales 46 100,0
Respuesta Frecuencia %
Insectos 18 39,1
Otros 13 28,3
Total 46 100,0
156 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Ahora bien, esta pregunta presenta tres imaginarios (tres respuestas que no se
diluyen en la epifanía (menos del 10) ni se consolidan como emblemas —por
encima del 50%). El primero, con “otros”, ya mencionado, el segundo con
“insectos” (39,1%), el tercero con temor por inundaciones, ahogamientos y la
seguridad de los niños (32,6%). El imaginario global en cuanto a lo negativo se
muestra dinámico: las dos respuestas principales marcan una clara aversión a lo que
implica vivir cerca de los humedales: agua (potencial peligro para ahogamientos e
inundaciones) e insectos. Curiosamente, estos elementos hacen parte inevitable
de lo que en la anterior pregunta se señalaba como positivo: naturaleza, calidad
ambiental (Tabla 5).
¿Cuándo piensa en el futuro del humedal en los próximos 20 años, ¿cómo lo imagina?
Enumere las necesidades más urgentes que se deben solucionar respecto al humedal
En tanto cada persona podía señalar varias respuestas, la información que surge
es más dispersa. Sin embargo, resaltan varios imaginarios. En primer lugar,
la de sanearlo (16 personas); mejorar el aspecto de seguridad ciudadana (8
personas); mejorar la situación de los animales, que se refiere fundamentalmente
a mecanismos para evitar los peligros de las mascotas (8 personas), lo cual se
relaciona con la construcción de una cerca (5 personas); y, finalmente, la necesidad
de mejorar la gestión de basuras (5 personas) (Tabla 6).
Finalmente, al indagar por las personas que los habitantes imaginan que vistan
el humedal (Tabla 7), el imaginario señala con claridad que los jóvenes son los
visitadores frecuentes de los humedales (34,8%), mientras la respuesta que señala
a “gamines”, “marihuaneros” y “drogadictos” abarca un 21,7%. La ambigüedad
del “otros”, que incluye por igual niños, personas con mascotas y pescadores,
connota un aspecto negativo; “jóvenes” pudiera entenderse como algo neutral,
mientras que, evidentemente, lo de “gamines”, “marihuaneros” y “drogadictos”,
que no excluye a los jóvenes (ni a las personas que pasean mascotas, ni a los que
van de pesca al humedal), comporta una connotación negativa.
158 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Respuesta Frecuencia %
Jóvenes 16 34,8
Total 46 100,0
Con lo dicho hasta aquí procede un intento de sintetizar los resultados en torno
al imaginario de los habitantes de las zonas cercanas a los humedales. El primer
aspecto para resaltar es la ambivalente percepción sobre el hecho de vivir en la
zona. Lo que por un lado se imagina como positivo (vivir cerca de la naturaleza),
por el otro lado implica insectos, inseguridad y peligros para animales y niños.
Lo positivo y lo negativo ondean simultáneamente en el imaginario, mientras los
emblemas (aquellos asuntos en los que una mayoría de personas está de acuerdo)
se ratifican en no visitar nunca el humedal, asociarlo al color verde y relacionarlo
con vivir cerca de la naturaleza. La naturaleza cumple un lugar destacado en las
representaciones que construye la publicidad de proyectos urbanísticos en la zona,
y se encuentra como un personaje que se narra, por ejemplo, en los videoclips
y las canciones de las bandas emergentes de la región (Arango & Correa, 2018;
Correa, 2018).
Esto hace parte de dinámicas de una transformación acelerada, tal como lo señaló
Rincón (2018), al mostrar cómo los jóvenes de El Santuario (situación extensible a
muchos otros municipios) aman el verde de sus campos, pero anhelan hacer sus
proyectos de vida en la ciudad (a la que, por cierto, perciben como gris y peligrosa).
Para ese eje imaginario de lo urbano, marcado por las dinámicas de lo privado (lo
que se remarca en la demanda de una cerca y de condiciones de seguridad), lo
que se busca de la naturaleza es el paisaje, el silencio y la tranquilidad, pero sin
el costo de lo que implica vivir en zonas boscosas, húmedas y con riqueza hídrica.
Tal vez sin intención, la agenda mediática remarca esa incomodidad: la naturaleza
es un agente incómodo, peligroso, de reacciones inesperadas y crueles, ante la
cual las autoridades (del ejecutivo y de lo ambiental) poco pueden hacer, más allá
de sancionar a las empresas que contaminan. Sin embargo, lo que preocupa de
la contaminación, en el corto plazo, es el mal olor que se produce cerca de las
fuentes hídricas. Las sanciones, está en el subtexto de todas las piezas informativas
analizadas, son siempre insuficientes, lentas e inoperantes, pues, al fin y al cabo,
las empresas pagan las multas y siguen contaminando. La evidente parcialización
de los medios hacia la agenda institucional, marcada por Otálvaro y Atehortúa
(2020) genera un peso importante aquí.
Agradecimientos
Referencias
Lindón, A. (2007a). Diálogo con Néstor García Canclini: ¿Qué son los
imaginarios y cómo actúan en la ciudad? EURE. Revista de Estudios Urbano
Regionales, 33(99), 89-99.
Introducción
Los maestros de ciencias naturales que han implementado en sus aulas estrategias
educativas estarán de acuerdo que aprender es más que retener y repetir
conceptos. En algunos momentos es necesario memorizar, pero en otros se
requiere pensar, razonar o imaginar (López et al., 2013). Santivañez-Limas (2017),
en su libro Didáctica en las enseñanzas de las Ciencias Naturales se centra en
estas estrategias, reconociendo la necesidad de que las ciencias impartidas en las
escuelas se repiensen para que el estudiante aproveche los rápidos avances con
un alto grado de conciencia sobre el mundo en el que vive. Esto significa que se
deben poner en marcha una serie de actividades enlazadas funcionalmente que
promuevan cotidianamente la creatividad y el análisis.
et al., 2007). Esta situación es observable a nivel nacional a través del lente de los
resultados de las diferentes pruebas internas y externas, donde se nota el bajo
nivel de apropiación que se tiene de la ciencia y la tecnología. Esta situación la
podemos comenzar a establecer con los datos de las pruebas saber pro 2019. Por
ejemplo, para el componente de Ciencias Naturales en diferentes instituciones
educativas del Oriente antioqueño, el puntaje de los estudiantes apenas se
mantuvo dentro del promedio nacional. Los datos para el 2020 no mostraron una
mejoría sustancial y se mantuvieron dentro del promedio nacional, que para ese
entonces había sido afectado principalmente por la dinámica de la pandemia.
Este desarrollo a nivel mundial tiene sus inicios cuando se avanza en la solución
de los problemas públicos que son en gran parte resultado de la educación
científica de sus ciudadanos, este tipo de educación, como lo señala el filósofo
estadounidense John Dewey, es determinante para idear formas sofisticadas
de resolver los problemas (Eslava, 2004). Varios son los autores como Ladino
& Fonseca (2011), Henao (2016), Freire et al. (2018) y Camacho & Quintanilla
(2008), han comentado la necesidad de una educación adecuada que renueve
la actual forma de enseñar Ciencias Naturales y que una los propósitos de los
maestros y estudiantes.
Hernández (2005), comenta que a grandes rasgos hay dos enfoques que se han
usado para las competencias científicas. Uno relacionado directamente al quehacer
de los científicos, enmarcado por los tecnicismos y paradigmas propios del área
que se está investigando, y el otro, más adecuado para ambientes escolares,
donde se desarrollan competencias ciudadanas, independientemente de la tarea
social que desempeñarán en el futuro, y que a la vez están en relación con su vida.
Evidentemente estas dos vertientes no son excluyentes, pero en el enfoque de
Ciencias Naturales que se trabaja hoy en día en la educación básica y secundaria,
interesa en especial cultivar más la segunda.
Metodología
Fase dos. Construyendo el navío: después de reconocer qué saben y qué no saben
los estudiantes, se comenzó a construir y hacer las adaptaciones necesarias a los
recursos y experiencias significativas en clave socioconstructivista, buscando que
tengan el mayor impacto.
Fase seis. Dialogando con lo recogido: obtenidos los resultados, en esta etapa
se procedió a hacer un análisis a la luz de las categorías iniciales, triangulándolas
a lo largo de las construcciones de los estudiantes. Esto permitió comparar los
resultados iniciales y finales de las evaluaciones. Además, se compartieron con
otros maestros de educación secundaria que deseen implementar las herramientas
construidas en sus instituciones.
Por medio de
Martínez (2006), por ser una herramienta sencilla, útil y precisa con lo que se vive
en el momento, también fue de gran ayuda el registro fotográfico suministrado en
su mayoría por los estudiantes. Esta técnica permite autobservación y la captura
del momento, para posteriormente analizar las diversas facetas del maestro y el
sentir de los estudiantes.
Resultados y discusión
Dentro del contexto urbano tan diverso de Rionegro, hay grandes retos ambientales
y educativos. Actualmente en este municipio conviven familias provenientes de
todo el país, que se han establecido en la ciudad, generando una combinación
de sectores populares y otros de un alto nivel adquisitivo. Como interesados en
la educación, es necesario seguir llevando a cabo actividades que ejerciten el
pensamiento crítico, los conceptos científicos y el reconocimiento de la diversidad
natural de la región.
Los resultados tangibles de esta investigación son numerosos, entre los que se
encuentran las recomendaciones, guías y materiales audiovisuales que construyeron
los científicos para la escuela, pero a juicio de los investigadores desde una visión
más amplia, los resultados más sobresalientes son intangibles y del orden de la
interacción social. Entre ellos se encuentran las vías de dialogo establecidas entre
la academia, la escuela y la sociedad civil, en donde los estudiantes tuvieron la
oportunidad de conocer de primera mano lo que los científicos de la región
hacen. También se abrió un camino para que los profesionales adscritos a grupos
de investigación consolidados en el área de las ciencias ambientales, dieran sus
opiniones sobre el conocimiento que la escuela debería brindarles a sus alumnos,
si aspiran a formarlos en estas áreas.
Para todos los seres pensantes, posterior a que se han establecido tipificaciones,
estas tienen la posibilidad de nutrirse e institucionalizarse a través de los procesos
históricos. La institucionalización se da cada vez que los sujetos logran acuerdos
sobre una serie de objetos, sujetos, acciones y funciones habituales, por lo que el
modesto desempeño en las cuatro competencias complementarias (comunicar,
trabajo en equipo, reconocer la dimensión parcial de la ciencia y reconocer la
dimensión social de la ciencia), demuestra lo débiles que están los acuerdos
sociales que le permiten a estudiantes moverse inconscientemente por las redes
de conocimiento alrededor del medio ambiente y el humedal urbano.
Al finalizar las actividades quedan muchos aspectos por mejorar para los maestros
en cuanto al proceso de enseñanza/aprendizaje, así como también para los
científicos, que a futuro analizarán con lupa el impacto social de sus investigaciones.
Por otro lado, se hizo evidente mediante el análisis de las mesas redondas,
conversatorios y encuentros, que los estudiantes aprendieron a reconocer el
humedal como un componente importante del ecosistema y a navegar por el
conocimiento de la ciudad. Después del ejercicio los estudiantes reconocen que
ningún componente de los que se logró reconocer está aislado, siendo ellos
mismos parte de todo este entramado social.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 177
Aprendizajes logrados
La investigación se valió del creciente interés del que vienen siendo objeto los
humedales urbanos en el altiplano del Oriente antioqueño, con una comunidad
preocupada por el ambiente y un grupo de investigadores asociados a la
Universidad, que han venido realizando trabajos en este tema. Al establecer un
diálogo de colaboración mutua entre estos actores, la escuela se preocupó por
dar nitidez a la imagen del humedal urbano en el imaginario de los estudiantes,
como un ecosistema importante en la dinámica de la ciudad, pero que a la vez
recibe afectaciones de parte del humano.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 179
Como punto final, después de haber transitado por todas estas experiencias
en donde se establecieron nuevos escenarios, obtuvieron materiales valiosos y
construyeron acuerdos para trabajos futuros, se llevó a cabo un encuentro con
diferentes maestros de Rionegro y otras entidades interesadas en la Catedra
Ambiental. Con estos docentes fue socializada la experiencia, además de compartir
el material diseñado para el estudio y apropiación de los humedales urbanos como
ecosistemas funcionales, materializado en la propuesta educativa “Hilos del agua”.
Gámez (2013) comenta que en pro de establecer una educación basada no solo en
la memorización, sino también en habilidades y actitudes, los mismos estudiantes
deben participar de la construcción del conocimiento, que los acerque y los lleve
a apreciar, entre otros aspectos, el ambiente y la cultura de sus contextos.
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Introducción
Por su parte Boyd & Banzhaf (2007) proponen que es necesario diferenciar entre
los procesos y funciones directas e indirectas de los ecosistemas, con el propósito
de facilitar el reconocimiento de los beneficios causados por el uso y goce del
recurso como bien final, donde servicios ecosistémicos finales son componentes
de la naturaleza, directamente disfrutados, consumidos o usados para producir
bienestar humano. En este mismo sentido, Fisher et al. (2009) realizan una distinción
entre servicios finales y beneficios, entendiendo beneficios como aquello que
impacta directamente el bienestar humano. Bajo esta línea, Fisher et al. (2009) y
basándose ampliamente en lo propuesto por Boyd & Banzhaf (2007), plantean que
los servicios ecosistémicos son “los aspectos de los ecosistemas usados (activa
o pasivamente) para producir bienestar humano”, con ello, se destaca que los
servicios ecosistémicos incluyen las estructuras de los ecosistemas, los procesos
y funciones, siempre y cuando sean consumidos o disfrutados de forma directa o
indirecta por el hombre (Fisher et al., 2009).
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 187
En un contexto actual de presiones cada vez más intensas sobre los ecosistemas,
en donde los argumentos tradicionales de conservación, justificados en un valor
intrínseco de existencia, no están siendo suficientes para detener su deterioro,
se hace necesario desarrollar estrategias que permitan resaltar la dependencia
del bienestar humano al capital natural, resaltando el papel que desempeñan los
ecosistemas en la provisión de bienestar social (Balmford et al., 2002; Daily, 1997;
Holdren & Ehrlich, 1974; MEA, 2005; Turner et al., 2003; Westman, 1977).
Con respecto a los humedales como ecosistema estratégico, Ramsar (2006) define
que son extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas
de agua, sean estas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales,
estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones
de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda más de seis metros
(Quijano-Abril et al., 2018). En estos ambientes, la riqueza biológica que albergan,
se convierte en una reserva genética que permite garantizar funciones ecológicas y
el suministro de una amplia variedad de servicios ecosistémicos, como regulación
hídrica, control de inundaciones, regulación de clima, provisión de agua, recreación
y producción de alimentos (Braat & de Groot, 2012; Costanza et al., 1997; McInnes,
2013; Mitsch & Gosselink, 2000; Zhang et al., 2017).
Los humedales del Oriente antioqueño no han sido ajenos a las amenazas contra
las que se encuentran expuestos estos ecosistemas en el mundo y en Colombia,
específicamente los humedales ubicados en el altiplano del Oriente antioqueño;
debido a su cercanía a centros urbanos altamente poblados, se han visto expuestos
a una serie de transformaciones antrópicas asociadas al crecimiento demográfico, lo
que ha llevado a una mayor demanda ocupacional, un incremento creciente en la
construcción de vías y otras alternativas en el uso del suelo que afectan la conservación
de los humedales como ecosistemas estratégicos (Quijano-Abril et al., 2018).
Para dar cuenta de los avances técnicos que permiten identificar la existencia
de servicios ecosistémicos de los humedales, el progreso de las aplicaciones de
valoración económica y su abordaje contable, se empleó una revisión analítica
de literatura, a través de la consulta en bases de datos, para identificar actores
o grupos de interés que intervienen en las decisiones que conllevan a su uso o
conservación. Además, se recurre nuevamente a la consulta de expertos para
validar la existencia de ciertos servicios ecosistémicos, evidenciados en la literatura
y que podrían estar presentes en el área de estudio.
Conceptos generales
Para aproximarse a una definición más directa de VET se emplea una ecuación
simple que indica la suma de valores de uso (VU) más los valores de no uso
(VNU). En esta ecuación, la medida de bienestar recomendada para la captura
de dichos valores es la Disposición a Pagar (DAP) o Disposición a Aceptar (DAA)
190 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
de las personas que tienen algún tipo de preferencia por el bien ambiental. Estos
pueden ser usuarios o no usuarios actuales del recurso (Hanemann, 1984). Según
los expresan Pearce & Turner (1990), VU (valor de uso) está compuesto por valores
de uso directo (VUD), valores de uso indirecto (VUI) y valores de opción (VO), y el
VNU (valor de no uso) comprende la suma entre los valores de legado (VL) y los
valores de existencia (VE) (Barbier et al., 1997; Bishop & Freeman, 1996; Pearce &
Turner, 1990). La Figura 1 muestra la estructura y conformación del VET desde lo
que refiere (Uribe et al., 2003)
Valores de Valores no
mercado mercadeables
Directos Análisis
“CONJOINT”
Utilizan información
proveniente de
encuestas sobre el Valoración Modelo de
DAP contingente utilidad aleatoria
Métodos de
valoración Transferencia
Precios
económica de beneficios hedónicos
ambiental
Indirectos Costo de viaje
Utilizan información
ya disponible en los
mercados de bienes Función de daño
relacionados
Función de
producción
de salud
Captación -
Registro
Identificación
Agregación de
Medición Valuación
información
Revelación
El proceso general que se sigue en la actividad contable está constituido por cuatro
fases básicas (Figura 3): La primera fase es la captación que tiene que ver con la
identificación del hecho que se va a incorporar al proceso. Para el caso, el hecho se
corresponde con los humedales, los servicios ecosistémicos asociados a los mismos
y los impactos o costos generados por la intervención de estos ecosistemas. La
segunda fase se refiere al mecanismo de registro del hecho ambiental (humedal).
196 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Estas dos fases también se conocen como la actividad de reconocimiento del hecho
ambiental. La tercera fase de agregación de información permite sistematizar,
sintetizar y consolidar la información para su posterior comunicación. La cuarta
fase se denomina registro y agregación de la información, en la cual se deben
adelantar los procesos de medición y valuación (valoración) de los hechos. Ahora
bien, para efectos del registro y agregación de la información se deben adelantar
los procesos de medición y valuación (valoración) de los hechos.
Metodología
1) Actores involucrados.
2) Prioridad, Poder y Ponderación: El término prioridad hace relación a la urgencia
y la legitimidad que tiene el actor sobre la actividad del bien objeto de estudio.
Poder es la capacidad de tomar decisiones sobre el bien. Ponderación, es la
sumatoria de los dos anteriores, la cual determina la razón y el orden en que
deben ser intervenidos.
3) Razón de inclusión.
4) Tipo de actor: Voluntario, Involuntario, Positivo y Negativo. Dicha estrategia
y factores utilizados para la identificación y análisis de actores se desarrolla a
partir de la propuesta de análisis de actores planteada por Nicholls et al. (2009).
200 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Resultados y Discusión
Se realizó una revisión de literatura publicada entre 1998 y 2020 (Tabla 1), en
la cual se evidencia la existencia de un volumen amplio de estudios sobre los
servicios ecosistémicos generados por los humedales. Como elemento a resaltar
de los estudios analizados, se percibe la permanencia de la categorización de los
servicios ecosistémicos de los humedales clasificados en las categorías de servicios
de regulación, servicios de soporte, servicios de aprovisionamiento y servicios
culturales, definidos por MEA, clasificación anteriormente referida (MEA, 2005).
Resultado
Base de Resultado de Operadores Periodo
Concepto nueva
datos la búsqueda booleanos publicación
búsqueda
Servicios
Google
ecosistémicos 11600 AND/“ “ 1500 2006-2021
Scholar
en humedales
Wetland
EBSCO ecosystem 141358 AND/“ “ 89014 2000-2021
services
Servicios
EBSCO ecosistémicos 408 AND/“ “ 150 2000-2020
en humedales
Wetland
Science
ecosystem 26181 AND/“ “ 2630 1998-2022
Direct
services
Wetland
Jstor ecosystem 9419 AND/“ “ 20 1980-2021
services
Control de la erosión
Regulación climática
Mantenimiento de la biodiversidad
Formación de suelo
Diversidad biológica
Leña
Calidad paisajística
Avistamiento de aves
Servicios
Ecoturismo
Culturales
Valor patrimonial de los humedales
Inspiración
Nombre del
Ecuación/ponderador Indicador Valor
ponderador
Nombre del
Ecuación/ponderador Indicador Valor
ponderador
Ponderador de
Importancia por PIT = (IR / ∑ SET) * 10 SET 32
servicio
Tipo de
Servicio ecosistémico IR PIT PIS
servicios
Inspiración 9 2,8
La Tabla 7 permite observar a partir de IR y PIS, puntajes que resaltan para servicios
como calidad paisajística, avistamiento de aves, valor patrimonial y valores estéticos,
todos estos con valores superiores a diez puntos. Lo anterior implica que, enmarcado
en la percepción de la mayoría de los participantes del grupo focal, los servicios en
mención son provistos por los humedales presentes en el altiplano.
En relación con los resultados del indicador denominado PIT, la Tabla 8 recoge los
valores para cada uno de los tipos de servicios considerados y permite observar
que los servicios de soporte y servicios culturales presentan valores que destacan
entre los demás. Se plantea, según lo percibido por el grupo focal, que en dichas
tipologías de servicios se concentran los servicios más representativos provistos
por los humedales del altiplano del Oriente antioqueño. Ahora, es importante
considerar que los resultados generados por el instrumento de grupo focal,
generan algunos indicios sobre cuáles podrían ser los servicios ecosistémicos
de marcado interés para el eventual desarrollo de ejercicios de levantamiento
de información biofísica, contabilidad ambiental y valoración económica de
servicios ecosistémicos.
Resultado Resultado
Operadores Periodo
Base de datos Concepto de la nueva
booleanos publicación
búsqueda búsqueda
Valoración
Google Scholar económica de 27800 AND/“ “ 61 1960-2021
humedales
Economic
EBSCO valuation of 22 AND/“ “ 22 2000-2021
wetlands
Economic
Science Direct valuation of 4394 AND/“ “ 41 1998-2021
wetlands
Economic
Springer valuation of 3948 AND/“ “ 86 1983-2021
wetlands
Economic
Jstor valuation of 2845 AND/“ “ 31 1980-2021
wetlands
humedales y los valores (uso o no uso), que se le puedan imputar a dichos servicios.
2) la información de las funciones de producción ecológica, o la medición biofísica
de los flujos de bienes y servicios de los humedales. Así, las metodologías más
usadas para la valoración de los servicios ecosistémicos de los humedales, según
los trabajos abordados, presentan una amplia variedad de herramientas, tanto
de métodos directos como indirectos. La Tabla 10 muestra los métodos más
empleados en consideración del tipo de servicios ecosistémicos del humedal. En
esta se observa la predilección por el uso de los métodos de precios de mercado
y costos de reposición. Los resultados de la revisión de literatura y sus enfoques
coinciden con estudios como los desarrollados por Badamfirooz et al. (2021),
Barbier et al. (1997); De Faria et al. (2021) y Zhou et al. (2020).
Precios de mercado
Servicio de aprovisionamiento
Costos de reposición
Precios de mercado
Costos de reposición
Servicio de regulación
Costos evitados
Precios hedónicos
Precios de mercado
Precios hedónicos
Valoración contingente
Experimentos de elección
Precios de mercado
Costos de reposición
Precios hedónicos
Valoración contingente
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 209
Resultado
Base de Resultado de Operadores Periodo
Concepto nueva
datos la búsqueda booleanos publicación
búsqueda
Environmental
EBSCO accounting and 1 AND/“ ” 0
wetlands
Environmental
SCOPUS accounting and 497 AND/“ ” 6 1995-2018
wetlands
Environmental
JSTOR accounting and 8 AND/“ ” 0
wetlands
Environmental
Springer
accounting and 0 AND/“ ” 0
Link
wetlands
210 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Resultado
Base de Resultado de Operadores Periodo
Concepto nueva
datos la búsqueda booleanos publicación
búsqueda
Environmental
Science
accounting and 268 AND/“ ” 3 2006-2017
direct
wetlands
Environmental
OECD accounting and 1 AND/“ ” 0
wetlands
Otros estudios, tales como los de Bastianoni et al. (2005), Siracusa y La Rosa (2006),
y Bulle et al. (2013), acuden al análisis de energía para determinar el potencial de
los humedales en cuanto a la generación de ahorros monetarios y beneficiar al
medio ambiente. Por otro lado, Burritt & Salamanca (1995), propusieron un sistema
de contabilidad ambiental basado en el costo de oportunidad del desarrollo de
manglares en Filipinas, en orden de preservar la sostenibilidad de los humedales.
No obstante, este último trabajo no logró superar completamente los desafíos
que supone la representación contable de este tipo de recursos (reconocimiento-
medición-valoración) y la rendición de cuentas relacionada con los mismos.
Participantes que
construyen, implementan
Cornare X
y supervisan el marco
normativo.
Participantes que
Administraciones construyen, implementan
X
Municipales y supervisan el marco
normativo.
212 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Asesorías y apoyo en la
Instituto Humboldt X
conser vación.
Primeros involucrados en
Instituciones de básica
los procesos de formación X
primaria
y conciencia ambiental.
Primeros involucrados en
Instituciones de básica
los procesos de formación X
secundaria
y conciencia ambiental.
Toman alimento de los
Pescadores X
humedales.
Empresas pertenecientes Lugares en los que se
al sector turístico y turistas pueden realizar algunas X
independientes actividades de ocio.
Se benefician del humedal
y son administradores y
Empresas públicas (EPM) X
dueñas de algunos de
ellos.
Mas bosques, Banco 2, Con voz y capacidades
Consejo de cuenca río para determinar el futuro X
Negro del de los recursos.
Mas bosques, Banco 2, Consejo de cuenca río Negro 2,0 2,0 4,0
Por su parte, la Tabla 14 muestra a los actores que podrían representar una
amenaza para los humedales del altiplano. Si bien aquellos actores con impacto
negativo (5 actores) son sustancialmente menos, en comparación con los actores
que inciden de manera positiva (18 actores), su intervención en el recurso puede
representar el deterioro sustancial del ecosistema, por su nivel de relacionamiento
y la capacidad para justificar sus acciones, basados en aspectos como: generación
de empleo derivada de sus actividades, aporte económico que traen a las regiones,
generación de alimentos.
Actores
Razón de Inclusión Voluntario Involuntario
involucrados
En este sentido, actores que interactúan directamente con los humedales a partir
del aprovechamiento de los flujos y servicios ecosistémicos provistos por estos,
son en ocasiones los principales causantes del deterioro progresivo de la calidad
y cantidad de dichos flujos de bienes y servicios. Algunos de estos relacionados
de manera voluntaria y otros de manera involuntaria, no obstante, generadores
de acciones de uso directo sobre los ecosistemas (Tabla 14).
216 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Como se muestra en los datos de la Tabla 15, las calificaciones que reciben por
parte del grupo de expertos, exponen que las relaciones de uso directo que
afectan la conservación de los humedales, se centran en actores de tipo privado,
que además tienen capacidad de afectación sobre los humedales, como lo revela
el indicador de poder. Además, se percibe a partir de la categoría de prioridad,
que el objetivo de dichos agentes se encamina hacia la utilización o explotación
del recurso ecosistémico.
Conclusiones
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Capítulo 9
Los humedales en el ordenamiento jurídico
colombiano. Propuesta de categorización para su
gestión, conservación y uso sostenible
Los humedales en el ordenamiento jurídico
colombiano. Propuesta de categorización para
su gestión, conservación y uso sostenible
Oladier Ramírez Gómez1,2, Diana Carolina Pérez2, Beatriz Elena Arcila Salazar2
Introducción
Este capítulo del libro abordará los mecanismos de protección jurídica de los
humedales a partir de los servicios ambientales que ofertan. Se hará énfasis en el
marco jurídico de los humedales no incluidos en la lista de humedales RAMSAR,
ya que presentan un amparo jurídico independiente.
3
La Convención sobre los Humedales es el más antiguo de los modernos acuerdos interguber-
namentales sobre el medio ambiente. El tratado se negoció en el decenio de 1960 entre países
y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de
los hábitats de humedales para las aves acuáticas migratorias. Se adoptó en la ciudad iraní de
RAMSAR en 1971 y entró en vigor en 1975. Tomado del sitio oficial RAMSAR.org/es. https://www.
RAMSAR.org/es/acerca-de/historia-de-la-convencion-sobre-los-humedales. Enero 17 de 2022.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 229
De lo anterior surge una pregunta necesaria: ¿Qué sucede con los demás
complejos de humedales del país que no se incorporan a la lista RAMSAR? Para
responder a esta pregunta, basta con hacer una lectura más detallada de los
artículos tercero y cuarto de la convención, en los que establece que las partes
deben extender las medidas para la conservación de los humedales que no se
incorporen a la lista. Sin embargo, podría afirmarse que deja margen a una mayor
flexibilidad en el cumplimiento de los compromisos pactados.
Suele extenderse los efectos jurídicos de la ley 357 de 1997, ley que acogió la
convención RAMSAR, a todos los complejos de humedales del país, quizás por una
percepción ciudadana de conservación ante la crisis climática y ambiental. Esta ley
se reserva exclusivamente a los inscritos en la secretaría de la convención RAMSAR.
Los demás contarán con el amparo jurídico que se precisará a continuación, e inicia
por el reconocimiento, delimitación y posterior establecimiento de medidas, a
través de los planes de manejo que realicen las autoridades ambientales del país
y por supuesto, dependerá en gran medida de la apropiación ciudadana.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 231
La mayoría de
Este decreto establece condiciones generales
los articulados
para el vertimiento a los cuerpos de agua, además,
aplican en
Decreto 3930 consideraciones para el ordenamiento del recurso
cuanto a lo
de 2010, hídrico a través de la clasificación de las aguas
que se refiere
compilado superficiales, subterráneas y marinas y la posibilidad
a aguas
por el de definir su destinación genérica a través de los
superficiales:
decreto 1076 diferentes usos. También proporciona la posibilidad
escasamente
de 2015 para que s fijen en las que se prohíba el desarrollo
se denomina
de actividades como la pesca, el deporte y otras
la palabra
similares de forma temporal o definitiva.
humedal/es
Decreto
1640 de 2012
compilado Reglamenta los planes de ordenación y manejo de
en el decreto cuencas hidrográficas. Dentro de los lineamientos
1076 de para la formulación de los POMCA´S, se establece
19, 28 y 35
2015 y la que los humedales deben ser clasificados en la
guía técnica categoría de conservación y protección ambiental, ya
para la que se consideran áreas de importancia ambiental.
formulación
de POMCA .
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 237
Propiedad pública
Por definición legal, en términos del Código Civil, artículo 674, aquellos bienes
que pertenecen a la república son bienes de la unión y dentro de estos, se
distinguen los bienes de la titularidad en cabeza del Estado, que cuentan con
un uso que pertenece a todos los habitantes del territorio, lo que los cataloga
como bienes de la unión de uso público y aquellos que cuentan con uso menos
generalizado, en tanto su uso no está destinado a los habitantes, reciben el nombre
de bienes fiscales.
12
Sentencia T-566/92
240 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Así lo deja claro la Constitución Política de 1991, en su artículo 58, al establecer que
se garantiza la propiedad privada y no podrá existir expropiación sin indemnización:
13
Sentencia C-598-99 del 18 de agosto de 1998, Magistrado Ponente Dr. Carlos Gaviria Díaz, la
Corte Constitucional declaró estese a lo resuelto en la Sentencia C-595-99. En dicha sentencia se
expone la evolución del concepto de propiedad, que había pasado de una concepción netamente
individualista desde la Constitución Política de 1986, a una concepción más colectiva, donde
se habló de la función social de la propiedad por primera vez en Colombia y la incorporación
en 1991 de la función ecológica de la propiedad, sin desconocer con ello, la función económica
que tiene la propiedad.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 241
14
Es un derecho real teniendo en cuenta que se trata de un poder jurídico que se otorga sobre
una cosa, con el deber correlativo de ser respetado por todas las personas.
15
Sentencia C-189/06
242 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Ahora, como bienes que demandan una especial protección, se encuentran los
humedales, que como se indicó anteriormente en este capítulo, no tenían una
definición legal o normativa clara en Colombia, y en cambio, se hablaba del agua
como un recurso hídrico. En ese sentido, el ordenamiento se centraba en identificar
su naturaleza jurídica y su titularidad, donde se indicaba que los ríos y las aguas
que corrían por el cauce natural eran bienes del Estado y de uso público16.
Sin embargo, el Código Civil, indicó que la excepción a la regla general, serian
aquellas aguas que nacen y mueren dentro de una misma heredad, y serían bienes
de naturaleza privada.
16
Artículo 677 del Código Civil: <Propiedad sobre las aguas>. Los ríos y todas las aguas que corren
por cauces naturales son bienes de la Unión, de uso público en los respectivos territorios.
Exceptúanse las vertientes que nacen y mueren dentro de una misma heredad: su propiedad,
uso y goce pertenecen a los dueños de las riberas, y pasan con estos a los herederos y demás
sucesores de los dueños.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 243
En tal caso, la jurisprudencia ha dejado claro que estos llevan per se, la función
social y ecológica de la propiedad y en consecuencia la autoridad ambiental
y territorial deberá imponer los límites necesarios con el objeto de poder
conservarlos21. Es allí donde el ordenamiento jurídico vigente propone que se
establezca una caracterización, delimitación y el establecimiento de planes de
manejo para su conservación y uso sostenible. Decisiones en las que pueden
intervenir los ciudadanos.
El bien de uso público por la finalidad a que está destinado otorga al Estado
la facultad de detentar el derecho a la conservación de estos y por tanto la
normatividad que los regula ordena velar por el mantenimiento, construcción y
21
Ver sentencia: Consejo de Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo Sección primera,
Consejero ponente: GUILLERMO VARGAS AYALA- Bogotá, D.C., veintiocho (28) de mayo de
dos mil quince (2015), Radicación número: 63001-23-31-000-2012-00032-01(AP). en Colombia,
los humedales, “…gozan de una protección constitucional reforzada en tanto que por ser bie-
nes de uso público prevalece la protección de estos frente a derechos particulares. Por ende,
(i) si un humedal se encuentra ubicado en una propiedad privada el Estado puede establecer
limitaciones y cargas al derecho de dominio el propietario en aras de garantizar la conservación
del humedal, lo cual resulta legítimo en virtud de la función social y ecológica inherente a este
derecho, (ii) el Estado puede expropiar el derecho de propiedad privada cuando de la protec-
ción al humedal se trate y esta no resulte viable por medio de simples limitaciones al ejercicio
de las facultades dominicales, y (iii) por regla general no se admite la existencia de derechos
adquiridos sobre los humedales, salvo cuando estos se encuentran al interior de una propiedad
privada debidamente acreditada.”
22
Véase sentencia Consejo De Estado- Sala de lo Contencioso Administrativo- Sección Primera-
Consejero ponente: Hernando Sánchez Sánchez-Bogotá, D.C., veintiuno (21) de junio de dos
mil dieciocho (2018)-Radicación número: 25000-23-24-000-2013-00008-01(AP).
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 245
Para recoger lo expresado hasta el momento. El artículo 669 del Código Civil
expone tres atributos de la propiedad, a saber: 1. El uso, 2. El goce y 3. La
disposición. En tal sentido, podría afirmarse que el titular de un predio que alberga
un humedal verá afectado únicamente el derecho al uso, ya que la destinación
que deberá darle al predio será de conservación por la declaratoria de utilidad
pública y facultará a la autoridad competente para que en el plan de manejo de
un humedal se establezcan atributos a ese uso, por ejemplo, podría destinársele
para un uso paisajístico, o de estudio y conocimiento, excluir la actividad de pesca
y navegación. Es decir, el propietario no pierde la titularidad, el predio no pasa
a ser de propiedad del Estado, pero el Estado le impone limitaciones al derecho
que tiene de usar. Tal facultad se sustenta en el artículo 58 de la Constitución, en
el que se determina que la propiedad cumple una función social y ecológica y en
el artículo 8 ibídem, que define que la responsabilidad de proteger los recursos
naturales también está en cabeza de los particulares.
Páramos. Los humedales tampoco son páramos, aunque dentro de los páramos
se pueden encontrar complejos de humedales. Los páramos tienen una
legislación especial, la ley 1930 de 2018, que tiene por objeto establecer como
ecosistema estratégico a los páramos y fija directrices para su conservación,
integralidad, preservación, restauración, usos sostenible y generación de
conocimiento. Esta ley también excluye el uso asociado a actividades mineras,
es decir, el titular de un predio que se encuentre en zona de páramo, no podrá
realizar minería.
Otros ecosistemas estratégicos que no son humedales son las áreas delimitadas a
través de la ley 2 de 1959, bosque seco, llanuras de inundación, zonas de arrecifes,
manglares, reservas biofísicas, suelos de protección definidos en los planes de
ordenamiento territorial y suelos vinculados a zonas de alto riesgo. Cada una de
las anteriores podrá tener un instrumento de gestión.
Humedal con instrumento de gestión. Estos serán los humedales que han surtido
un debido proceso para su delimitación, reconocimiento y gestión. Podrán
identificarse fácilmente porque cuentan exclusivamente con un acto administrativo
expedido por la autoridad ambiental competente, el cual los reconoce y delimita,
han surtido procesos de apropiación o participación ciudadana y cuentan con un
plan de manejo vigente, o en trámite de elaboración. En este plan de manejo
se definen objetivos de conservación y medidas para su gestión. Asimismo, se
tiene una destinación de recursos y un plan de trabajo para su conservación y
uso sostenible.
Humedal en área protegida. Estos serán los humedales que han quedado
incorporados en la delimitación que se realice de un área protegida y podrían
estar simplemente representados cartográficamente sin un instrumento de gestión.
Humedal páramo. Serán aquellos humedales que se encuentran al interior de
la delimitación de un complejo de páramo y posiblemente no cuenten con
instrumento de gestión y manejo.
Categorización de humedales
Humedal en Dependerá de
el plan de los servicios
ordenamiento ecosistémicos
Humedal
Humedal POT territorial. No que oferte y los
reconocido
reconocido por objetivos de
la autoridad conservación
ambiental propuestos.
Humedales de ciudad: vivos, activos y resilientes. Un enfoque integrador 251
Categorización de humedales
Conservación,
dependerá de
Humedal, los servicios
Humedal en
Según su Humedales en reconocidos ecosistémicos
propiedad
titularidad propiedad privada o no que oferte y los
privada.
reconocidos objetivos de
conservación
propuestos.
Dependerá de
los servicios
Humedales:
Humedal en ecosistémicos
Según su Humedales en reconocidos
propiedad que oferte y los
titularidad propiedad pública o no
pública. objetivos de
reconocidos
conservación
propuestos
Humedales:
Humedal en
Humedal en reconocidos
propiedad Conservación
propiedad baldía o no
baldía.
reconocidos
Dependerá de
los servicios
Humedales:
ecosistémicos
Humedales Humedal reconocidos
que oferte y los
naturales natural o no
objetivos de
reconocidos
conservación
propuestos.
El último inciso
de la parte
Según su introductoria
intervención de la guía para
la formulación
Humedales: de los planes
Humedales Humedal reconocidos de manejo para
artificiales artificial o no humedales
reconocidos excluye a los
humedales
artificiales de
la elaboración
de planes de
manejo.
Humedales:
Humedales de reconocidos
Humedal Uso sostenible
aprovisionamiento o no
Según los reconocidos
servicios
ecosistémicos Humedales:
que ofrece Humedales de reconocidos Conservación y
Humedal
regulación o no actividades afines
reconocidos
252 Quijano, M., Castaño M., Cardona, D. y Echeverri, D.
Categorización de humedales
Humedales:
Humedales para reconocidos
Humedal Uso sostenible
Según los servicios culturales o no
servicios reconocidos
ecosistémicos Humedales:
que ofrece Humedales de reconocidos
Humedal Uso sostenible
apoyo o no
reconocidos
Referencias
Congreso de Colombia, 1997. Ley 357 de 1997. Por la cual se aprueba la “Convención
Relativa a los Humedales de Importancia Internacional Especialmente como Hábitat
de Aves Acuáticas”, suscrita en Ramsar el dos (2) de febrero de mil novecientos setenta
y uno (1971).
Constitución Política de Colombia Artículo 677 del Código Civil: Propiedad sobre las
aguas. (Biblioteca Enrique Low Murtra – Belm).
Constitucional, C., & Plena, S. (2006). Sentencia C-189/06. Consultado en: http://www.
corteconstitucional. gov. co/relatoria/2006/C-189-06.htm