Las 4 Leyes Del Desapego para La Liberación Emocional
Las 4 Leyes Del Desapego para La Liberación Emocional
Las 4 Leyes Del Desapego para La Liberación Emocional
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Así pues, la primera ley que debes tener en cuenta para practicar el desapego,
es tomar conciencia de que eres pleno responsable de ti mismo.
En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino
tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas
estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y
que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro
presente.
Los apegos intensos nunca son saludables, pensemos por ejemplo en esos
padres obsesivos que se exceden en la protección de sus hijos y que les
impiden poder madurar, poder avanzar con seguridad para explorar el mundo.
La necesidad de “despegarse” es vital en estos casos, ahí donde cada uno debe
salir de los límites de la certidumbre para aprender de lo imprevisto, de lo
desconocido.
Cuarta ley: asume que el cambio es lo permanente.
Volvemos de nuevo a la misma idea: aceptar que, en esta vida, nada puede
contenerse eternamente. La vida, las relaciones, e incluso las cosas materiales,
terminan desvaneciéndose como el humo que se escapa de una ventana
abierta o el agua fresca que resbala por nuestros dedos.
Las personas se irán, los niños crecerán, algunos amigos dejarán de serlo y
algunos amores se irán del calor de tu mano… Todo ello forma parte del
desapego, y como tal, hemos de aprender a asumirlo para afrontarlo con
mayor integridad. Con mayor fuerza. Lo que se mantiene inalterable, es tu
capacidad de amar. Y debes empezar siempre por ti mismo.