Oraciones para La Mañana

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 13

Día 1

Llegar a San Damián

Saludo inicial:
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo; aquí y en todas tus
Iglesias que hay en todo el mundo, y te bendecimos porque por tu
santa cruz redimiste al mundo.

Antífona del día:


“Ven, te necesito para que le des sentido,
a este corazón que no encuentra reposo si no es contigo.”

Escuchamos la Buena Noticia del día


Mc 10, 17-22

Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y,


arrodillándose, le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué debo hacer para
heredar la Vida eterna?».

Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.

Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio,


no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie,
honra a tu padre y a tu madre».

El hombre le respondió: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde


mi juventud».

Jesús lo miró con amor y le dijo: «Sólo te falta una cosa: ve, vende
lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo.
Después, ven y sígueme». El, al oír estas palabras, se entristeció y
se fue apenado, porque poseía muchos bienes.

Palabra del Señor

1
Dejamos unos minutos de silencio

Cantamos la antífona del día

Fragmento del libro “Francisco el Buena gente”

Oración en San Damiano

«Aquí estoy yo hoy, con los labios todavía frescos de su beso y ese
olor nauseabundo metido en mi carne…

Estoy hecho un lío, ¡Señor! (¿me oyes? ¿estás ahí? ¿existes?) …


No me entiendo, no me sé.

¡Con lo fácil que sería ser como todo el mundo, seguir el camino
normal, tener más de un par de zapatos y, de vez en cuando,
celebrar un cumpleaños…!

Pero desde el día en que tuve el coraje de decirme a mí mismo que


no creía en lo que estaba haciendo, todo se me tambalea: mi
fortaleza está casi derruida, como esta Iglesia. Ya no sé en lo que
creo, ni lo que quiero hacer.

¿Por qué no dejar que todo siga adelante, decir las mismas
mentiras que nos repetimos unos a otros, poner mis alegrías en
conseguir de vez en cuando lo último artículo del mercado…?

Ahora ya es imposible.

Aunque quisiera ya no podría engañarme otra vez.

Y aquí estoy yo hoy, que quiero vivir a tope y no a sorbos… y ni


siquiera sé por dónde empezar…

2
Estoy hecho un lío, Dios.

¿Qué tengo que hacer para no desperdiciarme? ¿Por dónde


diablos se va a la gran alegría?

No es el momento de seguir preguntándome si existes tú, sino de


decidir como voy a existir yo.

Estoy hecho un lío, Dios. Y tú ¿me oyes? ¿existes?».

Así rezo Francisco el Buena Genta. Y cuando el silencio reposaba


ya sobre cada piedra de aquella iglesia casi derruida, el crucifijo de
San Damiano habló a Francisco y le dijo:

“Francisco: Ve y repara mi Iglesia, que, como, ves, amenaza


ruina”.

A dos coros rezamos el Salmo 41

Cada dos estrofas cantamos la antífona del día

Como busca la cierva De día el Señor


corrientes de agua, me hará misericordia,
así mi alma te busca de noche cantaré la alabanza
a ti, Dios mío; del Dios de mi vida.

tiene Sed de Dios, Diré a Dios: "Roca mía,


del Dios vivo: ¿por qué me olvidas?
¿cuándo entraré a ver ¿Por qué voy andando, sombrío,
el rostro de Dios? hostigado por mi enemigo?"

Las lágrimas son mi pan Se me rompen los huesos


noche y día. por las burlas del adversario;
mientras todo el día me repiten: todo el día me preguntan:
"¿Dónde está tu Dios?" "¿Dónde está tu Dios?"

3
¿Por qué te acongojas, alma mía, ¿Por qué te acongojas, alma mía,
por qué te me turbas? por qué te me turbas?
Espera en Dios que volverás a Espera en Dios que
alabarlo: volverás a alabarlo:
"Salud de mi rostro, Dios mío". "Salud de mi rostro, Dios mío".

Una sima grita a otra sima


con voz de cascadas:
tus torrentes y tus olas
me han arrollado.

Rezamos JUNTOS el Gloria

Preces

Padre nuestro

Oración Final
Cristo de San Damián, el Resucitado, contigo avanzamos de
descubrimiento en descubrimiento. Buscando lo que esperas de
nosotros, nuestra vida se abre al Espíritu Santo. El hace que brote
en nosotros lo que ni siquiera nos atrevíamos a esperar.

Día 2
Llegar a la plaza

Saludo inicial:
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo; aquí y en todas tus
Iglesias que hay en todo el mundo, y te bendecimos porque por tu
santa cruz redimiste al mundo.

4
Antífona del día:
Al final del camino me preguntaran: ¿has vivido? ¿has amado?
y yo sin decir nada, abriré mi corazón lleno de nombres.

Escuchamos la Buena Noticia del día


Lc 7, 31-34

Jesús dijo a la multitud: «¿Con quién puedo comparar a los


hombres de esta generación? ¿A quién se parecen?

Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se


dicen entre ellos:"¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron!
¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!".

Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y


ustedes dicen: "¡Ha perdido la cabeza!".

Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: "¡Es un


glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores!".

Palabra del Señor

Dejamos unos minutos de silencio

Video: Que nada nos impida cantar – Jóvenes franciscanos.

5
Rezamos juntos el poema

“Dame la mano” - Gabriela Mistral

Dame la mano y El mismo verso


danzaremos; cantaremos,

dame la mano y me al mismo paso


amarás. bailarás.

Como una sola flor Como una espiga


seremos, ondularemos,

como una flor, y nada como una espiga, y


más... nada más.

Te llamas Rosa y yo Esperanza;

pero tu nombre olvidarás,

porque seremos una danza

en la colina y nada más…

Invitación: evocar nombres de jóvenes de nuestras presencias.

Cada tres hermanos cantamos:


Al final del camino me preguntaran: ¿has vivido? ¿has amado?
y yo sin decir nada, abriré mi corazón lleno de nombres.

6
Padre nuestro

Oración final
Cristo de compasión, en tu Evangelio descubrimos que medir lo
que somos o dejamos de ser no conduce a ninguna parte. Lo
esencial está en la humilde confianza de la fe. Así podemos
percibir la inocencia de Dios y comprender que «Dios no puede
sino dar su amor».

Día 3
Llegar a la mesa

Saludo inicial:
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo; aquí y en todas tus
Iglesias que hay en todo el mundo, y te bendecimos porque por tu
santa cruz redimiste al mundo.

Antífona del día:


Si quieres te acompaño en el camino;
si quieres hoy me quedaré contigo.

Escuchamos la Buena Noticia del día


Lc 24,13-34

Lector 1: Ese mismo día, dos de los discípulos iban a un pequeño


pueblo llamado Emaús, situado a unos diez kilómetros de
Jerusalén.

En el camino hablaban sobre lo que había ocurrido.

7
Mientras conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y
siguió caminando con ellos. Pero algo impedía que sus ojos lo
reconocieran.

Si quieres te acompaño en el camino; si quieres hoy me quedaré contigo

Lector 2: Él les dijo: «¿Qué comentaban por el camino?». Ellos se


detuvieron, con el semblante triste, y uno de ellos, llamado
Cleofás, le respondió: «¡Tú eres el único forastero en Jerusalén que
ignora lo que pasó en estos días!».

«¿Qué cosa?», les preguntó. Ellos respondieron: «Lo referente a


Jesús, el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y en
palabras delante de Dios y de todo el pueblo, y cómo nuestros
sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para ser condenado
a muerte y lo crucificaron.

Si quieres te acompaño en el camino; si quieres hoy me quedaré contigo

Lector 3: Nosotros esperábamos que fuera él quien librara a Israel.


Pero a todo esto ya van tres días que sucedieron estas cosas. Es
verdad que algunas mujeres que están con nosotros nos han
desconcertado: ellas fueron de madrugada al sepulcro y al no hallar
el cuerpo de Jesús, volvieron diciendo que se les había aparecido
unos ángeles, asegurándoles que él está vivo. Algunos de los
nuestros fueron al sepulcro y encontraron todo como las mujeres
habían dicho. Pero a él no lo vieron».

Si quieres te acompaño en el camino; si quieres hoy me quedaré contigo

Lector 4: Jesús les dijo: «¡Hombres duros de entendimiento!,


¡cómo les cuesta creer todo lo que anunciaron los profetas! ¿No
será necesario que el Mesías soportará esos sufrimientos para
entrar en su gloria?»

8
Y comenzando por Moisés y continuando en todas las Escrituras lo
que se refería a él.

Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán
de seguir adelante.

Pero ellos le insistieron: «Quédate con nosotros, porque ya es tarde


y el día se acaba». El entró y se quedó con ellos.

Si quieres te acompaño en el camino; si quieres hoy me quedaré contigo

Lector 5: Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la


bendición; luego lo partió y se lo dio.

Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron,


pero él había desaparecido de su vista. Y se decían: «¿No ardía
acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos
explicaba las Escrituras?».

En ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a


Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás que
estaban con ellos, y estos les dijeron: «Es verdad, ¡el Señor ha
resucitado y se apareció a Simón!».

Palabra del Señor

Video Credo del Emaús – Jóvenes Franciscanos

Padre nuestro

Oración Final
Jesús, Amor de todo amor, en la tierra labrada de nuestra vida,
vienes a depositar la confianza de la fe. Pequeña semilla en su
origen, la fe puede llegar a ser en nosotros una de las más claras
realidades del Evangelio. Ella sostiene la inagotable bondad de un
corazón humano.

9
Día 4
Llegar a Greccio

Saludo inicial:
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo; aquí y en todas tus
Iglesias que hay en todo el mundo, y te bendecimos porque por tu
santa cruz redimiste al mundo.

Antífona del día:


En el Templo sagrado de mi corazón,
enciendo la LUZ del Amor que cura.

Escuchamos la Buena Noticia del día


Lc 10, 25-38

En aquel tiempo un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para


ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la
Vida eterna?».

Jesús le preguntó a su vez: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees


en ella?».

Él le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,


con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu
prójimo como a ti mismo».

«Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás


la vida».

Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta


pregunta: «¿Y quién es mi prójimo?».

Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: «Un hombre bajaba


de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo

10
despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio
muerto.

Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y


siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su
camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él,
lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas,
cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia
montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día
siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue,
diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al
volver"

¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre
asaltado por los ladrones?».

«El que tuvo compasión de él», le respondió el doctor. Y Jesús le


dijo: «Ve, y procede tú de la misma manera».

Palabra de Señor

Contemplamos el ícono del Buen Samaritano – Vincent Vang


Gogh

Cantamos: Yo vengo a ofrecer mi corazón

Padre nuestro

Oración final
Dios de todo amor, tú nos acoges siempre. ¿Por qué esperar a que
cambie nuestro corazón para vivir de ti? Tú nos ofreces todo lo
necesario para calmar y curar las heridas.

11
Día 5
Llegar a Galilea

Nos encontramos en el centro del parque junto a la imagen de Virgen

Saludo inicial:
Te adoramos Santísimo Señor Jesucristo; aquí y en todas tus
Iglesias que hay en todo el mundo, y te bendecimos porque por tu
santa cruz redimiste al mundo.

Antífona del día:


No hay nada que no abraces, no hay nada que no acompañes,
no hay nada ames… sos mi hogar.
Por eso puedo vivir, puedo confiar;
Puedo intentarlo siempre… sos mi hogar.

Escuchamos la Buena Noticia del día


Mt 12, 46-50

Todavía estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus


hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con él.

Alguien le dijo: «Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y


quieren hablarte».

Jesús le respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis


hermanos?».

12
Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: «Estos son mi
madre y mis hermanos.

Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el


cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre».

Palabra del Señor

Ofrecemos a través de una velita el camino que venimos trazando


como Conferencia.

Peregrinamos hasta la capilla Alverna

Video de “Lo innombrable” – Marta Gómez

Oración final
Salvador de toda vida, te alabamos por la multitud testigos de
Cristo de todos los tiempos: mujeres, varones, jóvenes, por la
compañía de María; concédeles y concédenos disponernos
interiormente, día tras día, a confiar en el camino de la sencillez .

13

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy