Litosfera

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SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA SUPERIOR

DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR


SUPERVISIÓN ESCOLAR DE LA ZONA 060, BACHILLERATOS GENERALES
BACHILLERATO GENERAL OFICIAL “QUETZALCOATL”
CICLO ESCOLAR 2022-2023
CCT. 21EBH0652Z
DISCIPLINA: GEOGRAFÍA
DOCENTE: QFB. JOSE MIGUEL GONZALEZ MOTA

La litosfera: la capa sólida de la Tierra


Litosfera. el origen de la palabra litosfera proviene del griego litos, que significa piedra y sphaira o esfera, por lo que se entiende
como la capa sólida de la Tierra.

Pasaron millones de años para que la Tierra fuera adquiriendo su constitución interna y externa, tal como la conocemos hoy día.
Pero ¿cómo es que los científicos saben cómo está por dentro nuestro planeta, si entre el centro de la Tierra y su superficie hay una
distancia de 6 370 km?

Para explorar el interior de nuestro planeta, además de haber realizado perforaciones hasta aproximadamente 12 kilómetros, han
extraído materiales y los han analizado; asimismo, también lo han hecho mediante métodos indirectos, como el estudio de las
ondas sísmicas; es decir, cómo la energía liberada durante un sismo se propaga mediante vibraciones, cada una de las cuales tiene
características particulares en cuanto a velocidad y forma de propagarse de acuerdo con el material por el que cruza; esto permite
saber que la estructura existente en los sustratos inferiores varía en espesor y características físicas y químicas, gracias a ello se
sabe que la Tierra está constituida por capas.

Núcleo

Manto

Corteza

a. Núcleo. Es la capa más profunda; está dividida en dos subcapas denominadas núcleo interno y núcleo externo. El núcleo interno
está constituido por níquel y hierro; su temperatura es aproximadamente de 6000° C y su estado es sólido debido a las altas
presiones que ejercen sobre él el resto de las capas superiores; su espesor es de 1 220 km. El núcleo externo, semifluido y viscoso,
está constituido por hierro, níquel y en menor proporción aluminio, silicio y magnesio; tiene un espesor de casi el doble que el
núcleo interno y su temperatura oscila entre los 4000° C y los 5 500° C. Debido a que el núcleo externo es líquido, la temperatura
cambia al incrementarse la profundidad, provocando esto el ascenso y descenso de materiales, o sea movimientos convectivos que,
ayudado por su elevado contenido de hierro (90%) generan corrientes eléctricas, originando el campo magnético de la Tierra.

b. Manto. Es la capa intermedia de la estructura interna de la Tierra; se extiende desde la


base de la corteza terrestre hasta el límite superior del núcleo donde se localiza la
discontinuidad de Gutenberg. Tiene un espesor de 2 900 km. El manto también se divide
en dos subcapas conocidas como manto interno y manto externo. El manto interno es
sólido y está formado por silicatos de hierro y magnesio en tanto que su temperatura
aproximada es de 5000° C. El manto externo tiene una temperatura aproximada de 1500°
C; se encuentra en un estado líquido o viscoso conocido como magma por lo que se
producen corrientes convectivas (ascenso y descenso de material) a consecuencia de
diferencias de temperaturas donde el material caliente del interior del manto desplaza el
frío de la parte superior, originando el movimiento continuo que genera desplazamiento La astenosfera es una delgada capa
de las placas tectónicas y, en consecuencia, los sismos más profundos. donde los movimientos lentos
permiten flotar a las placas.
c. La corteza terrestre es la única parte sólida de las capas de la Tierra; cubre al manto y al núcleo. En la litosfera ocurren los
terremotos, las erupciones volcánicas y las transformaciones del relieve del planeta. Está situada desde la discontinuidad de
Mohorovicic hasta la atmósfera. Es la capa en la que habitamos los seres humanos y sobre la cual realizamos todas nuestras
actividades.

La corteza se divide en continental y oceánica. A la continental se le conoce como


corteza granítica y da origen a las zonas continentales, o sea a las áreas emergidas.
Aquí se encuentra el máximo grosor de la corteza terrestre que es de 75 km bajo
la cordillera del Himalaya. En ellas predominan los silicatos de aluminio y en
algunas porciones numerosos sedimentos. A la corteza oceánica se le conoce
como corteza basáltica y está formada por silicatos de magnesio que dan origen a
las grandes profundidades de los océanos; es decir a las áreas sumergidas. Aquí
se encuentra el mínimo grosor de la corteza terrestre que es de 7 km.

En la corteza terrestre convergen dos capas: la hidrosfera y la atmósfera.

La hidrosfera es una capa formada por agua, por lo que incluye océanos,
mares, ríos, lagos y corrientes subterráneas, así como la nieve y el hielo.
La atmósfera es la capa gaseosa que rodea a la Tierra y cuya combinación
química permite no solo la vida sobre la superficie, sino que también nos
protege de los rayos del Sol.

Dinámica de la corteza terrestre


Desde hace millones de años, la dinámica interna de la
litosfera ha estado sujeta a una serie de movimientos
interno s de distintos niveles de intensidad que la han
fracturado en varios fragmentos denominados placas
tectónicas, que se mueven por las corrientes convectivas
del manto superior y se desplazan sobre la astenosfera con
lentitud (algunos centímetros por año), cambiando la
apariencia de los continentes a lo largo del tiempo
geológico, que se cuenta en miles y millones de años.
Algunas veces estos movimientos crean corteza y amplían
los fondos oceánicos y otras a la
inversa.
La teoría de deriva continental
Durante la segunda década del siglo XX, Alfred Wegener, geólogo alemán, expuso que hace aproximadamente 300 millones
de años en la Tierra existía un supercontinente, al que llamó Pangea, que significa “toda la tierra”: Presentó pruebas
geográficas, en las cuales basó en observaciones de la forma de los continentes y cómo estos encajaban.
No fue sino hasta 1960, cuando Harry Hess sustenta la teoría de tectónica de placas, basada en la teoría de la deriva continental
y la expansión de los océanos, y explica que, gracias a las corrientes convectivas que se localizan en la astenosfera, es posible
que enormes bloques de distintos tamaño, conocidos como placas tectónicas, sobre las que se asientan continentes y suelos
oceánicos, puedan moverse lentamente con direcciones definidas, crear nuevas tierras, chocar entre sí y desarrollar grandes
cadenas montañosas marinas, llamadas dorsales.
El movimiento constante de las placas tectónicas provoca que en ocasiones choquen entre sí o se friccionen una con respecto
a otra, o bien que se separen, por lo cual se observa en sus tres tipos de límites o contornos distintos procesos: los convergentes
o destructivos, los transformantes y los divergentes o constructivos.
Son límites convergentes cuando las placas que acercan y colisionan forman cadenas montañosas, como es el caso de India
y Asia, en donde este movimiento dio origen a las montañas del Himalaya, incluyendo el monte Everest, el más alto del
mundo, que seguirá creciendo mientras este movimiento continúe.
Los límites transformantes son aquellos en donde una placa fricciona con otra a lo largo de una línea de falla, es decir, el
movimiento es lateral, pero en sentidos opuestos. No forman montañas, pero sí generan graves terremotos y continuos sismos.
Los límites divergentes se dan en los océanos, cuando desde grandes fallas en los suelos surge el magma del manto de la
Tierra, provocando la separación de dos o más placas y dando lugar a nuevos suelos, así como a cadenas montañosas
submarinas, conocidas como “dorsales”, y a profundas depresiones.

Las principales placas tectónicas de México son: la norteamericana, que abarca la mayor parte de nuestro país; la del Pacífico
donde está la península de Baja California; la de Rivera y la de Cocos, frente a los litorales de Nayarit, Jalisco, Colima,
Michoacán, Guerrero, Oaxaca y parte de Chiapas. El movimiento de la placa de Cocos, frente a las costas del océano Pacífico,
es la causante de la mayor parte de los sismos que ocurren en nuestro país, como el de 1985 en la Ciudad de México.

Sismicidad
Los sismos, temblores o movimientos telúricos son fenómenos geográficos creados
por los movimientos vibratorios bruscos de la corteza terrestre que nacen en el interior
de la tierra y se sienten en la superficie.
Existen dos puntos importantes en el estudio de los sismos:
• El hipocentro, o foco sísmico, que es el lugar donde se origina el movimiento, es
decir, donde se libera la energía acumulada y se ubica en algún lugar en el interior de
la tierra.
• El segundo es el epicentro o epifoco, que es el lugar donde se reflejan las ondas
sísmicas en la superficie.
Es decir, el origen del sismo y el lugar del impacto del mismo en la superficie.

Los sismos se clasifican por su origen, tipo de movimiento y profundidad.


• Los volcánicos son sismos locales, de poca magnitud y que duran poco tiempo, generalmente se presentan antes, durante y
después de la actividad volcánica y no provocan daños por sí mismos.
• En cambio, los sismos de origen tectónico son provocados por el choque de dos placas tectónicas, cubren amplas zonas de la
superficie, son de gran magnitud y pueden durar hasta varios minutos, ocasionando graves daños mientras mayor sea su duración
y magnitud.
• Por su movimiento, los sismos pueden ser oscilatorios, cuando el movimiento es horizontal o circular, y la sensación es como de
ir en una lancha o barco en aguas agitadas.
Los trepidatorios son de movimientos verticales, ascendentes y descendentes, y éstos ocasionan mayor daño. Este tipo de sismos
fue el que se presentó en la Ciudad de México en 1985.
Por su profundidad, los sismos se clasifican en profundos, que se desarrollan por debajo de los 40 km, y los superficiales, que se
presentan por arriba de los 40 km.
Después de un sismo de gran magnitud, siempre se presentan sismos secundarios, que se conocen como réplicas.

Cuando se presentan terremotos en las profundidades de las placas tectónicas y su epicentro es en el fondo de los océanos se
pueden generar olas gigantescas, llamadas tsunami, que desplazan grandes masas de agua que se mueven verticalmente y avanzan
grandes distancias; su altura es variable, y cuando están en altamar son imperceptibles, pero cuando se acercan a la costa y se
reduce la profundidad, disminuye la velocidad de las mismas, pero la altura aumenta.

Escalas sísmicas
La magnitud de los sismos se mide con dos escalas, la de Richter y la de Mercalli.
La escala de Richter mide la energía liberada en el hipocentro o foco sísmico, es decir, la magnitud. Se utiliza el sismógrafo y
tiene un carácter científico. La escala tiene 10 grados.
La escala de Mercalli mide los daños ocasionados por el sismo, posee 12 grados y su nivel está en relación directa con la
percepción de los daños causados.

Vulcanismo
Los volcanes: formación y tipos de erupción.
El vulcanismo es un proceso que se genera en el interior de la Tierra y que origina la salida de material incandescente desde sus
entrañas hasta la superficie; todo esto provocado por la presión que crean las altas temperaturas en el interior del planeta. Este
fenómeno no sólo se presenta en las áreas continentales, sino también en las zonas submarinas.
La principal manifestación del vulcanismo y del relieve creado por este son los volcanes y la ciencia que los estudia se conoce
como Vulcanología. El origen del término procede de Vulcano, quien, según la mitología romana, era el dios del fuego.

Magma se le llama a todo ese material fundido que, cuando va acompañado de cenizas y gases, se le llama material ígneo y al
salir a la superficie, empujada por presión interna, toma también el nombre de lava. Este material busca siempre las partes
débiles de la corteza para salir, generalmente donde existen fallas o fracturas.

Los géiseres son manantiales de aguas termales que emiten de manera intermitente chorros de agua y gases, principalmente vapor
de agua a presión, ya que, al estar prácticamente en contacto con una corriente de magma, aumentan tanto su temperatura, que
superan el punto de ebullición y cambian su estado físico a gaseoso. En consecuencia, periódicamente brotan por un cráter o grieta
del suelo a manera de un gran chorro de vapor de agua muy caliente que emerge a presión. El lapso que tarda en salir el chorro
oscila entre 15 y 55 minutos. Asimismo, ellos generan fuentes de energía geotérmica que puede ser aprovechada para producir
electricidad, como ocurre en Cerro Prieto, en Baja California, y los Azufres, en Michoacán.
Los manantiales de aguas termales son depósitos de aguas subterráneas que, al encontrarse cerca de alguna corriente de magma
en el subsuelo, aumentan su temperatura hasta llegar al punto de ebullición. Debido a la presión, el agua brota suavemente por las
fisuras del relieve.
En México; hay zonas de aguas termales muy famosas como Ixtapa de la Sal, en el Estado de México, Los Azufres en Michoacán,
Tequisquiapan en Querétaro; Aguascalientes en el estado del mismo nombre; Oaxtepec, en Morelos y también en nuestro estado,
El Agua Caliente, de Aconchi, Sonora, que consiste en un manantial de aguas termales cuya temperatura asciende a los 59° C. Las
aguas termales tienen varios usos, como los de tipo recreativo, medicinales e industriales. Además, el agua de los manantiales
carbonatados se utiliza para consumo humano.

• Los lagos volcánicos se forman en el cráter de los volcanes apagados, como los que existen en el Nevado de Toluca, que son una
alternativa atracción turística.

Las zonas volcánicas y sísmicas más importantes del planeta se encuentran en una región conocida como el Cinturón de Fuego del
Pacífico. Una parte de este “cinturón” llega a las costas del Pacífico de la República Mexicana, justo en el límite de las placas
tectónicas que actúan en esta región. Por ello, en dicha zona del país ocurren con mayor frecuencia fenómenos volcánicos y
sísmicos.

Agentes endógenos formadores del relieve


Tipos de relieve: montañas, recetas, llanuras y depresiones
Las relaciones de la dinámica de la Tierra nos llevan a la explicación de cómo intervienen las placas tectónicas en la formación
del relieve. Estas fuerzas, conocidas como agentes endógenos formadores del relieve, forman:

Las montañas se definen como aquellos terrenos cuya elevación sobre su base es mayor a 700 metros; cuando se agrupan se
conocen como cordilleras o sierras, excepto cuando se trata de volcanes.
Las montañas de plegamiento se forman a partir de altas temperaturas y grandes presiones debajo de la tierra, que hacen que las
rocas entren en un estado plástico y se puedan plegar, dependiendo también del tipo de material que las constituye.
Los pliegues son rectos cuando en las montañas los anticlinales y los sinclinales tienen la misma altura y profundidad. Con el
paso del tiempo éstos van cayendo por el peso del material y la misma fuerza que sigue empujando su formación.
Montañas de fallamiento. Cuando la presión y altas temperaturas provocadas por las fuerzas internas de la Tierra no logran hacer
que las rocas entren en un estado plástico, éstas se rompen, es decir, se produce una falla. (Todas las cascadas se localizan en este
tipo de relieve).
Las montañas volcánicas son tus viejas conocidas y sabes cómo se forman, van creciendo conforme siguen haciendo
erupción.
Las mesetas son relieves extensos y planos cuya altitud debe ser superior a los 500 metros sobre el nivel del mar; pueden
formarse por fuerzas tectónicas o por el desgaste del terreno circundante. La Altiplanicie Mexicana es un ejemplo de ello.
Las llanuras son grandes extensiones de terrenos planos con algunas ondulaciones, se localizan en zonas de tierras bajas con
menos de 200 metros sobre el nivel del mar o en los fondos de los valles.
Las depresiones son espacios cuyo nivel está por debajo del terreno circundante. Existen dos tipos de depresiones: las
relativas, cuando la depresión se ubica por arriba del nivel del mar, y las depresiones absolutas, las cuales, a pesar de estar
en la superficie, su altura está por debajo del nivel del mar. La gran mayoría de las depresiones son ocupadas por el agua,
como es el caso de los cenotes que se encuentran en la Península de Yucatán.
Agentes exógenos modificadores de relieve: intemperismo y erosión

El intemperismo es el desgate in situ de la roca, es decir en su lugar. La roca se descompone y desintegra por encontrarse
expuesta a la intemperie y en contacto con el agua, el aire y a los cambios brusco de temperatura.
Hay dos tipos de intemperismo:
• Mecánico o físico que se debe a cambios bruscos y constantes de temperatura. La roca se va fragmentando en trozos cada
vez más pequeños; durante el día las temperaturas son elevadas y por las noches descienden drásticamente, sobre todo en
regiones desprovistas de vegetación, como los desiertos cálidos o en zonas cercanas a los polos.
● Intemperismo químico al descomponerse la roca cambia la química de sus componentes originales por otros diferentes.
El oxígeno contenido en el aire oxida los minerales de la roca convirtiéndolos en otros. El agua disuelve algunos componentes
de la roca, el agua es también corrosiva.

Erosión
Se denomina erosión a la remoción y sedimentación de los materiales, producidos por el intemperismo tanto físico como químico.
Estos materiales pulverizados o en trozos, son depositados en lugares cercanos o lejanos de donde estaba originalmente la roca. Es
decir que la erosión incluye todos los procesos que intervienen en el desgaste, transporte y depósito de los materiales que forman
la corteza terrestre. Mediante el proceso de erosión desaparecen paulatinamente las diferencias de nivel en la superficie terrestre.
Los elementos que actúan en la erosión se denominan agentes erosivos. Éstos pueden ser atmosféricos o también llamados
climáticos (lluvia, viento, nieve, hielo), biológicos (animales y plantas) y antrópicos (ser humano).

Rocas
Las rocas son materiales sólidos que constituyen la litósfera en masa de grandes dimensiones. Se forman por la agregación de
uno o más minerales. Representan el contacto más directo del hombre con la estructura interna del planeta, por lo tanto, también
son conocidas como litósfera.

Las rocas ígneas se forman a partir del material fundido (magma) que se enfría y solidifica. Existen dos tipos de rocas ígneas:
intrusivas y extrusivas. Las intrusivas también reciben el nombre de plutónicas y se enfrían lentamente bajo la superficie
formando cristales minerales. Es el origen de la mayoría de los minerales.
Por el contrario, en la formación de las rocas ígneas extrusivas, el material se enfría y solidifica sobre la superficie, como
cuando un volcán hace erupción. La formación de los minerales es menor debido a que elementos como el agua y el viento
enfrían más rápidamente la lava. Ejemplos:
Las rocas sedimentarias son producto del proceso de fragmentación, transportación, acumulación y sedimentación de otras
rocas, como las ígneas, metamórficas o las mismas sedimentarias. Este proceso se da por efectos de la lluvia, ríos, viento y
seres vivos. Los fragmentos llegan a valles, planicies y a los fondos de los océanos. Estas rocas son frágiles y fáciles de
transportar, y cubren el 75% de la superficie.

Las rocas metamórficas son aquellas que sufren de fuertes cambios porque están expuestas a grandes presiones y altas
temperaturas; su origen puede ser de rocas ígneas o sedimentarias e incluso de otras metamórficas.
Cuando las rocas se transfiguran por efectos de las altas temperaturas se conocen como rocas metamórificas de contacto, y
cuando se forman como resultado de fuertes presiones y altas temperaturas se le llama metaformismo regional. Ejemplos:

Al desintegrarse, las rocas forman distintos tipos de suelos, que se diferencian por su aspecto físico y químico. Además de
minerales, los suelos contienen materia orgánica, microorganismos y plantas. Por su textura, los suelos pueden ser de tres
tipos: arena, arcilla y limo.

Los suelos arenosos son fáciles de trabajar por ser los más sueltos, sin embargo, son los que conservan menos nutrientes y
agua.
Los suelos arcillosos tienen una textura más fina, son más fértiles que los arenosos, pero se dificultan para trabajar cuando
están secos, y se vuelven barrosos cuando se saturan de agua, no drenan con facilidad, pero sí guardan nutrientes.
Los suelos limosos están formados por partículas de tamaño intermedio, forman terrones que se pueden romper cuando están
secos, pero permiten el paso del agua; son fértiles y fáciles de trabajar.

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