Novena de Santa Filomena

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BKI.

MPIIKSA EN LEON,
n. la ¡mnreuJUl dte Manuel G . Redondo.
NOVENA
SANTA FILOMENA.

SEGUN SE PRACTICA EN NÁPOLES.

DADA Á LUZ

REIMPRESA E N LEON,
en la imprenta de Manuel G . Redondo. 1848.
LÁPIDA D E L SEPULCRO

de la gloriosa V. y M . Sania Filomena, (a)

3 1 2

(a) Se halla esta lápida en Mugnano del C a r -


dinale, colocada en u n estante que se encuentra
entrando en la Iglesia, á mano derecha. Contiene
este estante, entre-otros objetos relativos a l a Santa
varios relicarios, que como me hicieron observar,
se hallaban vacias, por haber desaparecido la reli-
quia de la Sania, contenida en ellos.
AL LECTOR.

labiendo observado, no sin admiración y con*


suelo, la rapidéz con que se há estendido por toda
Italia y gran parte del mundo católico la devoción á
la gloriosa Virgen y Mártir SANTA. F I L O M E N A ,
y'la multitud de prodigios que obra el Señor por su
intercesión, me propuse componer una Novena para
facilitar su devoción en España. Cuando andaba con
este pensamiento, recibí carta de un amigo y com-
pañero mió desde la niñez, en la que me pedia una
estampa de la Santa para ponerla al frente de la
traducción de su vida que según añadia, llevaba muy
adelantada. Esta circunstancia impensada me es-
timuló á poner en obra mi propósito; tanto mas, que
aquel eclesiástico sugeto de providad é instrucción no
vulgar me hablaba de algunos beneficios que habia
esperimentado de la Santa, y uno de ellos es bastante
extraordinario. Quiera el Señor que en todos tiem-
pos se consuela con sus santos, y que tal vezen unos
de tanta altivez y engreimiento como estos se habrá
querido valer de una doncella jóven como S A N T A
F I L O M E N A , para obstentar su infinito poder y gran-
deza, continuar derramando su misericordia sobre
todos los que la invoquen con fé pura y deseo ver-
dadero de imitar sus virtudes. Han faltado á los fieles
algunos socorros de oración pública que tenia en otros
tiempos, y la Iglesia dirigida por el espíritu de Dios
no solo permito sino que autoriza y recomienda los
triduos septenarios y novenas, como un medio ven-
tajoso para suplir aquella falta, la que también en
gran parte cubre el Santo Rosario. Por lo mismo, no
se concibe el que algunos hombresque aparentan vida
muy ajustada, y que sin tener el espiritado Jeremías
se han propuesto llorar dia y noche sobre las ruinas
de la antigua disciplina, no fomenten estas y otras
devociones mientras no llega lo que tanto desean por-
que la caridad es páctente y benigna. Se les ve por el
contrario encendidos en ira contra estos ejercicios de
piedad y muy particularmente contra los que los
sostiepen. E l juicio que se debe formar de ellos y de
sus doctrinas en esta parte, creo que es el mismo
que se hubiera formado de los sacerdotes deBethulia,
si cuando faltó el acueducto que proveía abundan-
temente á la ciudad, se hubiera unido con Holofernes
para impedir que los habitantes fuesen á buscar a l -
gún consuelo y alivio en las pequeñas fuentes que
brotaban no lejos de la muralla. ¡ Hombres ver-
daderamente deslumhrados! ¡ Ciegos en castigo de
su soberbia, y mas ciegos todavía porque se creen los
únicos guias de la salvación de las almas! Pidamos al
Señor, ademas del remedio de otras necesidades, la
conversión de estos infelices, para que sean hijos d ó -
ciles de la Iglesia y no enemigos caseros, que como
tales la han dado muchos dias de amargura: auferat
Dominus velamen de cordibus eorum. Plegué al
mismo Señor quitar el velo que tiene, no ya sobre
su entendimiento sino sobre su corazón; pues solo
teniéndolo en él puede esplicarse su obstinación des-
pués de tanta luz esparcida por la misma Iglesia.
NOVENA.

Oración para todos los dias.

Por la señal de la Santa Cruz, &c.

' I O S y Señor mío, á quien los


Angeles y Santos alaban y bendi-
cen en el cielo, y los jostos sirven
y veneran en la tierra, Vedme a q u í
postrado á vuestros pies lleno de
confasion y con u n gran dolor de
todas mis culpas; pésame Señor de
haberos ofendido por ser vos quien
sois y porque mis pecados me han
alejado de vos, que sois m i ú n i c o
bien, y m i ú n i c a esperanza. INo
mas pecar, m i Dios; primero m o -
l i r que ofenderos; antes bien quie-
ro consagrarme á vuestro servicio,
y resarcir en cuanto pueda todo
6 '••/•'• W
lo m a l hecho liasla ahora. Muchas
veces resolyí buscaros y me estra-
vie; desee amaros, y t r o q u é el afée-
lo; andaba tras de u n placer i n ~
íroilo, y el mas libiano me entre-
lenia y disipaba; dadme foerzas,
Señor, en esta hora para empezar
de veras á ser todo Yueslro. llaced-
me sordo si el m u n d o me llama:
fuerte, si la carne me incita, pre-
cayido, si el enemigo c o m ú n ace-
cha m i pobre alma: Vos me h a -
béis dicho que pida y recibiré, que
llame y se me a b r i r á la puerta;
por eso pido como menesteroso, y
vengo á vuscaros a vuestra Santa.
Casa; y aunque estoy seguro de esta
promesa divina, me valgo al mis-
mo tiempo del valimiento que go-
za en el cielo la castísima V i r g e n
y esforzada M á r t i r Santa F i l o m e -
na; con la confianza de que ade-
mas de agradaros, serán así mejor
despachadas todas mis Súplicas.
O Sania m í a , que ignorada por
tantos siglos has sido hallada en
el nuestro para a v i v a r l a fe, alen-
tar la esperanza y encender la ca-
ridad, siendo t u devoción u n es-
pecial auxilio queel Señor ha con-
cedido á los fieles en estos tristes
tiempos, no deseches la oración de
este t u pobre siervo. Sobre todas
las cosas, lo que mas deseo, y lo
que mas me importa, es la salva-
ción de m i alma, como hijo de la
•Iglesia me afligen t a m b i é n las per-
secaciones que sufre de sus ene-
migos esta Sta. Madre, y como es-
p a ñ o l los gravísimos males de m i
Reino de España: gran empresa es,
ó Santa mia, tomar á su cargo la
defensa de la Iglesia y la protec-
ción del Estado. T a l vez para ello.
y para estos tiempos de tribulacioi^
ha sido elevada á t a n alta digni-^
dad en el cielo. Habla, pues, a l
Rey de la Magestad, y h a b l á n d o l e
salvarás al pueblo que á t í se aco-
ge y l i b r a r á s la Iglesia de tantos
enemigos que la hacen cruda guer-
ra: bien sabes, Santa mia, que t u
Esposo Jesús es rico en misericor-
dia, y que como tal, quiere repar-
t i r sus riquezas particularmente
con el pobre y desvalido; n i n g u n o
lo es mas que yo, pues falto de
todo tengo que pedir no solo por
mis necesidades particulares, que
son muchas, si no t a m b i é n por
otras generales que l a caridad h a -
ce mias; si consigo del Señor el
remedio de ellas, como lo espero,
en esta Santa Novena, yo prometo
serle m u y agradecido y m u y devo-*
t o tuyo, hasta que libre de t a n
9
penosa vida pueda en t u compa-
ñía alavarle y bendecirle en el
cielo. Amen.

Se rezará tres veces el Padre nuestro, Ave María y


Gloria Patri.

Cada uno pedirá en particular !o que intente


conseguir de la Santa en esta Novena. Después se
dirá la oración especial de cada dia.

Oración p a r a el dia primero.

gloriosa V i r g e n Santa Filome-


na, que amada de Dios desde la
eternidad con especial cariño, n a -
ciste en unos tiempos m u y p e l i -
grosos, para corresponder á aquel
amor singular, y sin embargo su-
piste hacerlo, particularmenle con-
servando la pureza Yirginal, y por
ello eres m i r a d a ahora, s e g ú n pro-
m e t i ó el Señor en su Eyangelio
10
CGTTIO i m ó de los Angeles del cielo;
aprovecha para m i el valimiento
que allí gozas como cercana a l
T r o n o de Dios. Y a ves, Santa mia,
con que p r o n t i t u d presentan aque-
llos espíritus soberanos las s ú p l i -
cas de las almas que les están con-
fiadas y con que alegría y presteza
comunican el buen despacho q ü e
se les otorga; pues se t u otro A n -
gel del Señor que presente el r e -
medio de mis necesidades, y que
traiga á m i corazón el consuelo
que tanto ha menester ahora. P í -
dele que me enseñe á conocer y
c u m p l i r su santísima voluntad,
y que yo hu^a de hacer la mia,
que tantas veces me ha separado
de m i Dios. P r o p o r c i ó n a m e u n a
guia que me lleve por el camino
de la salvación, y u n superior cu ya
voz sea para m i , voz de salud y
11
de descanso. Si para esto fuere
necesario domar la altivez de m i
espíritu, y confundirme con el
polvo de la tierra, á iodo estoy
preparado con la ayuda de aquel
buen Jesús, que siendo Dios por
esencia, se Jiumilló hasta la muer-
te, y muerte de Cruz; y t a m b i é n
con su ejemplo, pues sin la h u -
m i l d a d de corazón no hubieras
conservado la pureza, por la que
estás t a n sublimada en el cielo,
en donde espero verte y alavarte
a l g ú n dia. A m e n .

ADVERTmCIÁ
P a r a este dia y demás de la Novena.

Consistiendo la verdadera Religión, según de-


cía Tertuliano, en imitar lo que veneramos, con-
yendria en cada un dia de la Novena egercitar
alguna virtud particular ó hacer alguna obra bue-
na; por eso al final de cada oración se indicará al-
go de esto y puede variarse seg^n lia ;j^Gesidaíl de
12
cada uno, ó según el consejo del confesor: y con
el parecer del mismo se deberá confesar y comul-
gar en uno de los días, y podría ser conveniente
el sétimo.

E l pvimer dia se egercitará la virtud de la


devoción, cumpliendo con presteza y exactitud las
obligaciones del estado de cada uno y las oracio-
nes que se tengan de costumbre, añadiendo á ellas
tres veces el Gloria Patri en honor de SANTA
FILOMENA.

D I A SEGUNDO. •
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c. y en seguida la oración particular.

Oración p a r a esíe dia.

gloriosa V i r g e n Santa F i l o -
mena, que aunque formada del cie-
no de la tierra, y por lo mismo
inferior á los Angeles en n a t u r a -
leza te asemejaste á ellos eo la
integridad de t u alma y cuerpo,
^encieodo I x e r ó k a m e n t e las conr
13
tradlcciones á que no están sngetos
aquellos espíritus angélicos, recibe
el p a r a b i é n que te dá con macha
alegría este t u devoto: yo me fíga-
ro, Santa m i a , que aquel Señor
que no solo es fiel en sus p r o m e -
sas; sino t a m b i é n pródiga cuando
ya á cumplirlas te h a b r á honrado
como á uno de los Arcángeles que
están destinados para los grandes
designios sobre la salvación de las
almas; y esto me anima á pedir-
te que te encargues especialmente
sobre la salvación de la mia, que
bien ha menester u n esfuerzo de
la misericordia de Dios. Mis pecados
me han vuelto, de poco menor que
los Angeles, m u y inferior á las bes-
tias, pues que estas no olvida n el pe-
sebre de su a rao, y á su modo agrade-
cen la comida, y yo me he olvidado
ele la casa de Dios, oo asistiendo áella
14
é haciéndolo con distracciones Y O -
iuniarias y disipación de m i espíri-
t u ; llegando m i i n g r a t i t u d á desco-
nocer a 1 mismo Señor Sacra men i a do
que allí se me da para m i sastento,
ahora que lo conozco quiero, San-
ta m i a , resarcir todos los estraYÍos
pasados, siéndole m u y agradecido,
y m i r a n d o en ello por m i , y por
la honra de su Santa Casa. Para
iodo esto necesito t u ayuda y
protección y espero la estenderás á
toda la Iglesia, haciendo los oficios
de Arcángeles, que según las nece-
sidades confunda á los soberbios, dé
fortaleza á los flacos y sane á los
en fermos, para que libres de las pe-
nalidades de esta vida y m u r i e n d o
con la muerte de los justos te ala-
ben y bendigan en el cielo. A m e n .
E n eMe día se podrá hacer un obsequio parti-
cular con rezo ó limosna, á la Santísima Virgen
15
María, á la que como á Boina de todas las v í r g e -
nes la envió el Señor un Arcángel para saludarla.

DIA TERCERO.
L a oración de todos los días, los Padres nues-
tros &c. &c. y en seguida la oración particular.

Oración p a r a este día.

bienaventurada Santa F i l o -
mena, que a pesar de t u frágil
condición y pocos años, fuiste una
de aquellas almas en las que pa-
rece que el Señor quiere ostentar
la fuerza de su poder, hasta ele-
varte al cielo con a d m i r a c i ó n del
m u n d o para ser allí como una
v i r t u d angélica, cuyos oíicios son
el obrar prodigios en la tierra: oye
la oración de u n corazón angus-
tiado y lleno de amargura; el p r i -
mer prodigio que yo pido, ó Santa
16
iirsa, es el que alcances de t u que-
rido Esposo y m i Redentor Jesús,
que es la m i alma deje de ser como
lo ha sido y lo es, tierra yerma
y seq aedad , y qae prod uzea
al p u n t o fruto de bendición; que
no la falte el riego de la divina
palabra, n i el calor de la caridad,
n i la luz del cielo para que con ella
se auyenten las malas bestias. ¡ H a r -
tas almas se pierden! Bien lo sabes
ó gloriosa Filomena; que no sea la
m i a una de ellas. Este temor m i ó
se aumenta porque el enemigo de
la salvación va sembrando por
todas partes la cizaña ele la mala
doctrina, valiéndose de maestros
de perdición, y de libros que de
m i l modos i n í i c i o n a n . Esta es, ó
Santa mia, una de las grandes ne-
cesidades de la iglesia, y una de
las que mas reclaman t u poderosa
17
protección. E n la paz misma, que
al parecer se esperimenla, s e n t í -
ixios mayor amargura; pues a u n -
que no se publican contra los fie-
les iguales edictos á los que debisle
la, corona de M á r t i r , la persecución
no es menos tenaz, y si muclio
mas peligrosa; ojala seas t ú aque-
lla, muger esforzada, que con el
apoyo del Señor salvó por si sola
á todo su pueblo, y puso en c o n -
fusión á sus enemigos: hasta c o n -
seguir esta gracia, yo no cesare de
clamar y pedir todos los días de
m i vida. Amen.
E n este dia se practicarán algunos actos de
humildad considerando el gran poder de Dios y la
nada de nuestra naturaleza.

DIA CUARTO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. & c . , y en seguida la oración particular.
3
18
Oración para este día.

ilustre M á r t i r Santa Filome-


na, que llena de o n esfuerzo Sanio
alejaste de t i á todos ios que ya
con caricias, ya con tormentos que-
r í a n eoflaqoecer t u espíritu, é i m -
pedir que continuases en la. reso-
l u c i ó n de ser sola esposa, de Jesu-
cristo, inereciendo por ello ser m i -
rada como una de las anjélicas
potestades cuyo oiicio es cortar los
•vuelos ú los malos para que no
i m p i d a n la santiiicacioo de las a l -
mas, m i r a los muchos enemigos
que con igual designio cercan á la
m í a ; Satanás, como león a m b r i e n -
lo dá vuelias á la. redonda; sus
ministros se a n i m a n unos á otros
para derribarme, y yo con m i
gran flaqueza soy t a m b i é n ene-
migo dé m i misma alma, y asi te
m
pido, ó Santa mia, que alcances
del Señor el que quiebre mas y
mas las fuerzas de mis contrarios,
y que me salve á pesar mió. Si lo
consigo, según espero, diré á m i
Dios, lleno de gratitud: rompiste.
Señor, los lazos que se armaban á
m i pobre alma, y por ello os ofre-
ceré u n sacrificio de alabanzas.
Mis enemigos cayeron iodos failxxs
de fuerzas y yo me puse en pie,
y recobré mejor vida; m i ayuda
toda y m i amparo vinieron de
aquel Señor, que hizo el cielo y
la tierra. Muclio puedes hacer ó
gloriosa Santa, para que yo logre
tanta dicha y en tus manos dejo
la súplica para que la diriías al
Trono de Dios y la reformes se-
g ú n mas convenga. Amen.
E n cstedia se pedirá á Dios por todos los que
de palabra y escrito trabajan en defensa de la R e -
ligión católica y hacen frente á sus enemigos.
20
D I A QUINTO.
L a oración para todos los días, los Padres nues-
tros &c. & c . , y en seguida la oración particular.

Oración para este día.

dichosa Virgen Santa Filome-


na, que después de haber conser-
vado el depósito de la TÍrginidad,
á despecho de todos tus enemigos
tienes ahora el consuelo de que
muchas almas devolas siguiendo
tus huellas vayan en pos del ce-
lestial Esposo, y se honren con la
profesión de Vírgenes en medio
de u n m u n d o que arde en l u j u -
r i a consagrándose para ello inte-
riormente á la pureza y vistien-
do u n trage modesto que las dis-
tioguej de suerte que eres como t m
Friocipado angélico que preside á
estos buenos espíriius, haz que yo
21
t a m b i é n sea casto, según m i esta-
do, y que m i boca no profiera
ninguna de aquellas" palabras^ que
según San Pablo, no deben n o m -
brarse entre los fieles; yo sé, Santa
mia, que no lia y ponderación dig-
na para elogiar á u n alma con-
teniente; y si no puedo aspirar
por m i condición á u n estado de
tanta pureza prometo si, desde
ahora, honrar y defender á los
que hagan profesión de yíx^genes:
no p e r m i t i r é que en m i presencia
se mofen de ellos los hombres cor-
rompidos, y f o m e n t a r é en cuanto
pueda los asilos de la "virginidad.
Si fuere t a m b i é n necesaria m a n i -
festar p ú b l i c a m e n t e mis senti-
mientos, ó asi conTÍniere para la
honra y gloria de Dios, sostendré
como de fé, que la v i r g i n i d a d es
preferible al m a t r i m o n i o , y como
22
cosa cierta y deducida de la m i s -
ma fe', que no solo no d a ñ a aque-
lla al bien temporal de los estados,
sino que los favorece y ayuda. A l -
cánzame gloriosa Santa, qoe yo
conserve en m i corazón estos sen-
timientos, y que el premio de
ellos,; y de una vida ajustada á la
ley Santa del Señor sea la gloria
eterna. A m e n .
E n este dia se procurará según el estado y
disposición de cada uno dar algún buen consejo ó
diícir alguna palabra edificante cuando ge presente
ocasión oportuna, y mortificar los sentidos, parti-
cularmente la vista, por donde entran comunmente
las primeras impresiones contra la pureza.

D I A SESTO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.

Oración p a r a este dia.

a m a n t í s i m a P a t r ó n a mia,
Santa Filomena, á quien el Señor
25
previno coa bendicioees de d u l -
zura, de suerte qoe con el riso de
la razón fué creciendo en t u al-
ma a€|oel orden interior de j o s í i -
cia, qpe se llama Reino de Dios,
el mismo que el Señor quiere
formar dentro de todos; a l c á n z a -
me que á imagen de las D o m i -
naciones angélicas, puestas por
Dios para d i r i g i r las leyes genera-
les de su gobierno, seas t u la e n -
cargada de las que tengan r e l a -
ción con la salvación de m i a l -
ma, y con la paz y felicidad de
toda la tierra. Por eso te pido,
gloriosa Santa, que no solo dirijas
es le m i corazón, sino t a m b i é n el
corazón de todos los hombres. ¡Olí,
si viniera por t u intercesión u n
rayo de luz al m u n d o para que
conociera es l e el desorden y la c o n -
fusión en que lo han envuelto las
24
m á x i m o s de revelkm y alzamien-
to contra los qoe en nombre de
Dios nos gobiernan! Entonces le
d e b e r í a n todos la singular gracia
del desengaño y de una paz, ta o to
mas a preciable, cuan t o la guerra
parece mas cruel y duradera. Se
gozaría en f i n la yerdadera liberiad
de hijos de Dios, y no la escla-
T i t u d del pecado. Aquella es, San-
ta mía, la líberíad que yo deseo,
la misma que t u divino Esposo
vino á traer á la tierra, s a c á n d o -
nos del cautiverio de Satanás, y
haciéndonos hijos suyos para que
viviendo acá como hermanos po-
damos a c o m p a ñ a r l e a l g ú n dia, y
gozar nuestra herencia en el cie-
l o Amen.
E n este dia se pedirá al Señor en particular ó en
familia por el Sumo Pontífice, Reyes, Príncipes,
Prelados y demás superiores que espiritual y tem-
poralmente nos gobiernan.
25
DIA SÉTIMO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración parlicular.

Oración pürd este- dia.

dichosa V i r g e n Santa F i l o -
mena, que adornada en el Sanio
Baulismo con la gracia y dones
del E s p í r i t u Santo, fuiste crecien-
do de v i r t u d en v i r t u d hasta lle-
gar á ser como uno de aquellos
tronos angélicos, que recibiendo
al Señor en sí mismos; él t a m b i é n
se complace de estar en ellos de
un modo particular y soberano;
echa u na mirada de compasión so-
bre esta m i pobre alma, y alcánzala
que se haga digna morada de u n
Dios t a n amorosocon sus criaturas.
Me duele mucho oír decir y quejar-
sede que a u n las a luna fías del cam-
26
po tienen sus goaridas, y que el
no halla en donde reclinar su ca-
beza. Me aílíge masesle pensaroien-
to, porque se que varias Teces es-
tuvo á la puerta de m i corazón y
le auyentaron mis culpas. Volvió
á venir íaligado, y llamó, y con el
r u i d o de las pasiones no oí las
fuer les aldabadas ó tal vez me h i -
ce el dormido por no a b r i r la puer-
ta. Como si dependiera de m i amor
su bien es tai*, que es independiente
y eterno, me eiivió sus ministros
con recado de paz, y n i a u n de
este modo me d i á partido para
hospedarle según sus deseos. Pésa-
me mucho, Santa mia, el haber
sido t a n desconocido é ingrato, y
no i m i t a r t u ejemplo, conservando
en mi corazón á esle .Dios de paz
y de amor, es!Techándole así á
permanecer conmigo. Nada mas
. 27
me resta que l l o r a r m i i n g r a l i i a d
-y m i locura; y ayudado con t u pro-
tección espero hacerlo y resarcir
con una YÍda fervorosa los desva-
rios de la pasada, hasia lograr qae
el Señor descanse en m i alma, de
modo que a l g ú n dia pueda servir-
le de T r o n o em la gloria. A m e n .
E n este dia se puede comulgar con conseja del
confesor, ó hacerlo espintuahnente, convendrá
acostumbrarse igualmente á volver los ojos desdo
casa hacia la Iglesia, en donde está nuestro Dios
Sacramentado, descubriéndose ademas al pasar por
ellas, ó delante de la imagen de Jesús cruciíicado.

D I A OCTAVO.
L a oración de todos los dias, los Padres imes-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.

Oración p a r a este dia. <

ilustre V i r g e n Santa F i l o m e -
na, que ensenada desde tus p r i m e -
ros años por aquel Señor, que sé
28
complace en hacer eruditas las
lenguas de los niños, y entontecer
á los falsos sabios, supiste apreciar
aquella doctrina divina, atesoran-,
do por lo mismo altísimos cono-
cimientos del cielo, hasta llegar á
ser como u n Q u e r u b í n lleno de
•verdadera ciencia, alcánzame, que
se destierren las tinieblas de m i
entendimiento; que aborrezca toda
l i t e r a t u r a que no me lleve hacia
Dios; y que no halle consuelo, n i
placer en n i n g ú n escrito, en el
que no suene muchas veces el
d o l c í s i m o nombre de t u Esposo y
m i Reden lor Jesús. Pídele t a m b i é n
que olvide las ignorancias de m i j u -
v e n t u d y que se cía ve en m i corazón
aquella verdad eterna, por la que
nos dice «que la s a b i d u r í a no en-
t r a r á en akoa malvada, n i en
cuerpo esclavo de la culpa.» Por
29
lo mismo q u i e r o , desde ahora,
empezar á temer ai Señor, que
este es el principio de la verdadera
ciencia, y á estudiar su santa ley,
conociendo sobre todas las cosas á
Dios Padre y á su S a n t í s i m o liijo
Jesucristo; que este es, y no otro,
el camino para lograr la biena-*
•venturanza, poder decir en ella,
lleno de consuelo; bendígote, P a -
dre y Señor m í o , que por la i n -
tercesión de t u Esposa Filomena
me has descubierto estas cosas,
siendo yo como era n n peque-
fíuelo, las has reservado escondi-
das á los grandes, que solo con-
fiaron en su prudencia; estos son,
Santa mia, mis deseos y estas mis
esperanzas, las que con t u protec-
ción no serán fallidas. A sí sea. A m e n .
E n esUe dia se repasarán algunos capítulos del
calecismu, ó algún capílulo de la Sania Biblia, se-
30
gim el estado y condición de cada uno; puede es-
tiibíecerse en este dia la práctica de alguna lec-
tura espiritual diaria, que es para el alma lo que
la comida para el cuerpo.

DÍA NOVENO.
L a oración de todos los días, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.

Oración p a r a este día.

gloriosa V i r g e n y M á r t i r San-
ia Filomena, que consagrada desde
tos primeros años al verdadero
Esposo de las Almas, fuiste desde
entonces toda para el, sin querer
a d m i l i r otro alguno, a u n á costa
de olvidar para ello á t u pueblo,
y á la casa de t u padre, y de sufrir
prisiones, tormentos, dolores y una
muerte prolongada con los azotes,
saetas, el agua y la espada dando
de este modo la mayor prueba de
31
amor, que es m o r i r por sus a m i -
gos; perrmi.eme Sania, mia, que
lleno de adniiracioD. me postre á
tus pies, y te salude como á u n
Serafín encendido en amor d i v i -
no. M i cora zoo disipado con m i l
amores de carne y sangre, no l i a
esperimentado la dulzura de aquel
otro celestial en que esluvisU;
siempre, y estás ahora muclio roas
abrasada; pero desengañado bien
á costa mia, conozco que mas
vale u n día en c o m p a ñ í a de Dios
que m i l en la c o m p a ñ í a de los pe-
cadores; que viviendo á la manera
de estos se trae una vida trabajo-
sa y llena de amargura; y que
para los que aman á Dios, como
t u le amaste todo hasta la muerte
es holgura y bienandanza. ¡O si
alcanzare yo á lo menos en esta
JMovena sentir dentro de m i aquel
32
amor que obliga á otro pecador
arrepentido á quejarse de si y de-
cir de todas veras! ¿ Q u é amaba
yo Señor ciiártdo á vos no amaba?
¡Me mandas, Señor, que te ame
y me amenazas cou casiigo si no
lo hago, corno si el no amarle no
fuera ya la mayor pena! Quiero
por lo mismo desde ahora amar
á m i Dios, como desea ser amado,
y hasta poder desafiar á todas las
criaturas, como incapaces para se-
pararme de su amor. Esta es ó
pa l r o ñ a mia, la disposición de m i
alma, y así espero con t u interce-
sión, que aquel Señor que me dio
esta buena volunlad, me d a r á
l a m b i e n fuerzas para c u m p l i r l a .
Wo olvides tampoco Santa mia,
todas las d e m á s necesidades que
le he hecho presentes en esta San-
ta IMovena; t u caridad es grande
33
y tus palabras m u y poderosas en
el cielo.
O h Dios y Señor mió, haced que
esta oración que por TOS empezó»
por YOS acabe y que la devoción
que propongo profesar toda m i
vida á vuestra Esposa y m i protec-
tora Santa Filomena, va^a ende-
rezada á Yuestra mayor honra y
gloria. Esta solo á vos se os debe,
que sois el Rey de la gloria y a d -
mirable en vuestros actos. Por esto
yo os la t r i b u t o desde este m o -
mento con la esperanza de que ha
de llegar a l g ú n día, en cfue unien-
do m i voz á la de los coros de A n -
geles, Arcángeles, Virtudes, Potes-
tades, Principados, Dominaciones,
Tronos, Querubines y Serafines,
he de repetir sin cesar aquel can-
t a r siempre nuevo, que forma las
delicias del cielo, y el consoeio de
S
34
la tierra, Santo, Santo, Santo, Se-
ñ o r Dios de los Ejércitos, llenos es-
t á n los cielos y la tierra de \11es-
tra g l o r i a ; gloria al Padre, gloria
al Hijo, gloria al E s p í r i t u Sanio
por los siglos de los siglos. A m e n .

E n este dia se harán actos frecuentes de amor de


Dios y sería muy conveniente acostumbrarse desde
él á usar interiormente algunas jaculatorias que sir-
van como de despertador de la devoción y que nos
recuerden la presencia de Dios que siempre nos
está mirando y no lejos de nosotros.
F I L O M E N A á ti damamos.
Como esperanza y consuelo;
M í r a n o s , pues, desde el Cielo
Que tu virtud celebramos.

Desde tus primeros años.


Te consagraste al Esposo;
Del mundo vil y enojoso,
Despreciaste los engaños.
Filomena, á ti clamamos &c.

Absorta el alma en amor,


E n amor puro y divino,
De su cueva el rico vino,
L e pediste con candor.
Filomena, á ti clamamos, &c.

Como no sabe negarse,


Ni regatear sus caricias,
36
Con el vino de delician
Pudo tu almaalli saciarse ( 1 )
Filomena, á í i clamamos, &c.

Oh qué vino! qué dulzura 1


¡Qué regalo tan sabrosoI-
¡Oh que Dios tan amoroso
Con la pobre criatura!

Filomena, á íiclamamos, &c.

Desde aquel feliz momento,


A esla Esposa agradecida
L e era tediosa la vida,
Y muy gustoso el tormento.
Filomena, á ti clamamos, &c.

Mil vidas por ti daría


lOh Jesús, Esposo amado I
Pídemelas de contado:
Asi la Virgen decia.
Filomena, á íiclamamos, &c»

Un tirano muy brutal,


Que á la sazón gobernaba.
A F I L O M E N A acechaba
Con amor sucio y carnal.
Filomena, á ti clamamos, &c.

( \ ) GanticoiUID, cap. 2, v. 4.
37
Llena de horror F I L O M E N A
Renueva su voló santo,
De emperatriz el encanto
Pospone á cualquiera pena.
Filomena, á ti clamamos, &c.

A las caricias rigores


Se suceden de consuno;
Mas su Esposo es solo uno,
Y por él busca dolores.
Filomena, á ti clamamos, &c.

Azotes de mano fiera,


L a prisión, denuestos ciento,
Todo se emplea al intento,
Y la Yirgen, Virgen era.
Filomena, á ti clamamos, (kc:

De saetas traspasada
F u é con rabia y con furor;
Ni el agua entibió su amor,
Por eso fué degollada.
Filomena, á ti clamamos, &c,

Aquella sangre preciosa,


Mientras su alma voló al Cielo,
Con su cuerpo acá en el suelo
Estuvo bajo una losa.
Filomena, á ti clamamos, &c.
38
Mugnano del Cardenal
Hoy conserva este tesoro ;
L a sangre cual perlas y oro,
Aparece en un cristal.

F i l o m e n a , á t i clamamos, & c .

E l de la humilde cabana,
E l del palacio suntuoso,
E l sabio y el no estudioso
Si aquesto ve no se engaña.
Filomena, á ti clamamos, &c.

Postrados de admiración
Ante el altar de la Santa
L a pena no les espanta,
Y aguardan la curación.
Filomena, á ti clamamos, &c.

E n países aún lejanos,


Y en trabajos diferentes,
A la santa los pacientes
Levantan sus ambas manos.
Filomena, á ti clamamos, &c.

E l que admirable en la altura


Se muestra acá prodigioso,
Oyendo al menesteroso.
Por F I L O M E N A lo cura.
Filomena, á ti clamamos, &c.
39
Mil himnos de bendición,
Mil cantares de alegría
Resuenen en este dia
TSo perdamos la ocasión.

Filomena, á ti clamamos
Como esperanza y consuelo:
Miranos, pues, desde el Cielo
Que tu virtud celebramos.

o r a pro nobis Sancta Philomena.


Ü t digni efíiciamur promissionibus Christi.

ÓREM0S.

Indulgentiam nobis, qusesumus Dómine, B .


Philomena Virgo et Mártyr imploret, quae tibí
grata semper exlitit et mérito castitalis,.et tua
professione virtutis, Per Dóminum nostrura
Jesum Christum tilium tuumect.

Benedícamus Dómino. Deo gratias-


Se vende en la misma imprenta:

\ ida j milagros sobro las nueve felicidades


del Santo, abogado para la
hora de la muorte.=lJn l i - ^iii
de SANTA FILOMKNA
Virgen y Mártir. Llamada hrito de 16 p á g . 8 cuartos.
la Taumaturga del siglo
X I X , escrita en italiano por
M. J . F . B . , traducido al OBSERVACIONES
francés de la -15.a edición, y ó sea impúgnacion de algunas
de esta al castellano por un proposiciones contenidas en
Presbítero español.==íjn io- la segunda versión castellana
tno en 8 0 de 254 p á g i n a s del Diccionario de Teología
0 reales en r ú s t i c a y $ en del Abale Berqier, hecha en
pasta. Madiid en I8V6. Por V . P.
y G. Con licencia del Señor
Goberhadór Eelesiáslico del
Colección de Sermones
Obispado de León ="=í7íi folle-
acomodados á las exigencias
to e ñ 4.° de 24 p á g i n a s 5
de la época presente, ó sea
reales.
Discursos Ucligioso-Filosó-
íico-Socialcs para las prin-
cipales dominicas y solemni-
dades de la Iglesia inclusos GEOGRAFIA DESCRIPTIVA
los misterios do J . - C . y de Vn folleto en 8.° de 64
M. SSma! Obra de un m é -
rito grandoj como lo acre- páginas, 5 rs.
diw la aceptación estraordi-
naria con que ba sido r c -
clamada y recibida en todo NUEVA HISTORIA1
el reino =-'iVes lomos -46 r s . de la Apnricton, do
en r ú s t i c a . Santísima Virgen en
montañas de los;'Alpes,

5 6
DEVOCION Y E J E R C I C I O el Señor Obispo-, de 1:'
para el día 19 de cada mes ehela = P n tomo en f-.'
al Patriarca Señor S. José, r s . y medio. ' •

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