Novena de Santa Filomena
Novena de Santa Filomena
Novena de Santa Filomena
MPIIKSA EN LEON,
n. la ¡mnreuJUl dte Manuel G . Redondo.
NOVENA
SANTA FILOMENA.
DADA Á LUZ
REIMPRESA E N LEON,
en la imprenta de Manuel G . Redondo. 1848.
LÁPIDA D E L SEPULCRO
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ADVERTmCIÁ
P a r a este dia y demás de la Novena.
D I A SEGUNDO. •
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c. y en seguida la oración particular.
gloriosa V i r g e n Santa F i l o -
mena, que aunque formada del cie-
no de la tierra, y por lo mismo
inferior á los Angeles en n a t u r a -
leza te asemejaste á ellos eo la
integridad de t u alma y cuerpo,
^encieodo I x e r ó k a m e n t e las conr
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tradlcciones á que no están sngetos
aquellos espíritus angélicos, recibe
el p a r a b i é n que te dá con macha
alegría este t u devoto: yo me fíga-
ro, Santa m i a , que aquel Señor
que no solo es fiel en sus p r o m e -
sas; sino t a m b i é n pródiga cuando
ya á cumplirlas te h a b r á honrado
como á uno de los Arcángeles que
están destinados para los grandes
designios sobre la salvación de las
almas; y esto me anima á pedir-
te que te encargues especialmente
sobre la salvación de la mia, que
bien ha menester u n esfuerzo de
la misericordia de Dios. Mis pecados
me han vuelto, de poco menor que
los Angeles, m u y inferior á las bes-
tias, pues que estas no olvida n el pe-
sebre de su a rao, y á su modo agrade-
cen la comida, y yo me he olvidado
ele la casa de Dios, oo asistiendo áella
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é haciéndolo con distracciones Y O -
iuniarias y disipación de m i espíri-
t u ; llegando m i i n g r a t i t u d á desco-
nocer a 1 mismo Señor Sacra men i a do
que allí se me da para m i sastento,
ahora que lo conozco quiero, San-
ta m i a , resarcir todos los estraYÍos
pasados, siéndole m u y agradecido,
y m i r a n d o en ello por m i , y por
la honra de su Santa Casa. Para
iodo esto necesito t u ayuda y
protección y espero la estenderás á
toda la Iglesia, haciendo los oficios
de Arcángeles, que según las nece-
sidades confunda á los soberbios, dé
fortaleza á los flacos y sane á los
en fermos, para que libres de las pe-
nalidades de esta vida y m u r i e n d o
con la muerte de los justos te ala-
ben y bendigan en el cielo. A m e n .
E n eMe día se podrá hacer un obsequio parti-
cular con rezo ó limosna, á la Santísima Virgen
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María, á la que como á Boina de todas las v í r g e -
nes la envió el Señor un Arcángel para saludarla.
DIA TERCERO.
L a oración de todos los días, los Padres nues-
tros &c. &c. y en seguida la oración particular.
bienaventurada Santa F i l o -
mena, que a pesar de t u frágil
condición y pocos años, fuiste una
de aquellas almas en las que pa-
rece que el Señor quiere ostentar
la fuerza de su poder, hasta ele-
varte al cielo con a d m i r a c i ó n del
m u n d o para ser allí como una
v i r t u d angélica, cuyos oíicios son
el obrar prodigios en la tierra: oye
la oración de u n corazón angus-
tiado y lleno de amargura; el p r i -
mer prodigio que yo pido, ó Santa
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iirsa, es el que alcances de t u que-
rido Esposo y m i Redentor Jesús,
que es la m i alma deje de ser como
lo ha sido y lo es, tierra yerma
y seq aedad , y qae prod uzea
al p u n t o fruto de bendición; que
no la falte el riego de la divina
palabra, n i el calor de la caridad,
n i la luz del cielo para que con ella
se auyenten las malas bestias. ¡ H a r -
tas almas se pierden! Bien lo sabes
ó gloriosa Filomena; que no sea la
m i a una de ellas. Este temor m i ó
se aumenta porque el enemigo de
la salvación va sembrando por
todas partes la cizaña ele la mala
doctrina, valiéndose de maestros
de perdición, y de libros que de
m i l modos i n í i c i o n a n . Esta es, ó
Santa mia, una de las grandes ne-
cesidades de la iglesia, y una de
las que mas reclaman t u poderosa
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protección. E n la paz misma, que
al parecer se esperimenla, s e n t í -
ixios mayor amargura; pues a u n -
que no se publican contra los fie-
les iguales edictos á los que debisle
la, corona de M á r t i r , la persecución
no es menos tenaz, y si muclio
mas peligrosa; ojala seas t ú aque-
lla, muger esforzada, que con el
apoyo del Señor salvó por si sola
á todo su pueblo, y puso en c o n -
fusión á sus enemigos: hasta c o n -
seguir esta gracia, yo no cesare de
clamar y pedir todos los días de
m i vida. Amen.
E n este dia se practicarán algunos actos de
humildad considerando el gran poder de Dios y la
nada de nuestra naturaleza.
DIA CUARTO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. & c . , y en seguida la oración particular.
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Oración para este día.
D I A SESTO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.
a m a n t í s i m a P a t r ó n a mia,
Santa Filomena, á quien el Señor
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previno coa bendicioees de d u l -
zura, de suerte qoe con el riso de
la razón fué creciendo en t u al-
ma a€|oel orden interior de j o s í i -
cia, qpe se llama Reino de Dios,
el mismo que el Señor quiere
formar dentro de todos; a l c á n z a -
me que á imagen de las D o m i -
naciones angélicas, puestas por
Dios para d i r i g i r las leyes genera-
les de su gobierno, seas t u la e n -
cargada de las que tengan r e l a -
ción con la salvación de m i a l -
ma, y con la paz y felicidad de
toda la tierra. Por eso te pido,
gloriosa Santa, que no solo dirijas
es le m i corazón, sino t a m b i é n el
corazón de todos los hombres. ¡Olí,
si viniera por t u intercesión u n
rayo de luz al m u n d o para que
conociera es l e el desorden y la c o n -
fusión en que lo han envuelto las
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m á x i m o s de revelkm y alzamien-
to contra los qoe en nombre de
Dios nos gobiernan! Entonces le
d e b e r í a n todos la singular gracia
del desengaño y de una paz, ta o to
mas a preciable, cuan t o la guerra
parece mas cruel y duradera. Se
gozaría en f i n la yerdadera liberiad
de hijos de Dios, y no la escla-
T i t u d del pecado. Aquella es, San-
ta mía, la líberíad que yo deseo,
la misma que t u divino Esposo
vino á traer á la tierra, s a c á n d o -
nos del cautiverio de Satanás, y
haciéndonos hijos suyos para que
viviendo acá como hermanos po-
damos a c o m p a ñ a r l e a l g ú n dia, y
gozar nuestra herencia en el cie-
l o Amen.
E n este dia se pedirá al Señor en particular ó en
familia por el Sumo Pontífice, Reyes, Príncipes,
Prelados y demás superiores que espiritual y tem-
poralmente nos gobiernan.
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DIA SÉTIMO.
L a oración de todos los dias, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración parlicular.
dichosa V i r g e n Santa F i l o -
mena, que adornada en el Sanio
Baulismo con la gracia y dones
del E s p í r i t u Santo, fuiste crecien-
do de v i r t u d en v i r t u d hasta lle-
gar á ser como uno de aquellos
tronos angélicos, que recibiendo
al Señor en sí mismos; él t a m b i é n
se complace de estar en ellos de
un modo particular y soberano;
echa u na mirada de compasión so-
bre esta m i pobre alma, y alcánzala
que se haga digna morada de u n
Dios t a n amorosocon sus criaturas.
Me duele mucho oír decir y quejar-
sede que a u n las a luna fías del cam-
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po tienen sus goaridas, y que el
no halla en donde reclinar su ca-
beza. Me aílíge masesle pensaroien-
to, porque se que varias Teces es-
tuvo á la puerta de m i corazón y
le auyentaron mis culpas. Volvió
á venir íaligado, y llamó, y con el
r u i d o de las pasiones no oí las
fuer les aldabadas ó tal vez me h i -
ce el dormido por no a b r i r la puer-
ta. Como si dependiera de m i amor
su bien es tai*, que es independiente
y eterno, me eiivió sus ministros
con recado de paz, y n i a u n de
este modo me d i á partido para
hospedarle según sus deseos. Pésa-
me mucho, Santa mia, el haber
sido t a n desconocido é ingrato, y
no i m i t a r t u ejemplo, conservando
en mi corazón á esle .Dios de paz
y de amor, es!Techándole así á
permanecer conmigo. Nada mas
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me resta que l l o r a r m i i n g r a l i i a d
-y m i locura; y ayudado con t u pro-
tección espero hacerlo y resarcir
con una YÍda fervorosa los desva-
rios de la pasada, hasia lograr qae
el Señor descanse en m i alma, de
modo que a l g ú n dia pueda servir-
le de T r o n o em la gloria. A m e n .
E n este dia se puede comulgar con conseja del
confesor, ó hacerlo espintuahnente, convendrá
acostumbrarse igualmente á volver los ojos desdo
casa hacia la Iglesia, en donde está nuestro Dios
Sacramentado, descubriéndose ademas al pasar por
ellas, ó delante de la imagen de Jesús cruciíicado.
D I A OCTAVO.
L a oración de todos los dias, los Padres imes-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.
ilustre V i r g e n Santa F i l o m e -
na, que ensenada desde tus p r i m e -
ros años por aquel Señor, que sé
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complace en hacer eruditas las
lenguas de los niños, y entontecer
á los falsos sabios, supiste apreciar
aquella doctrina divina, atesoran-,
do por lo mismo altísimos cono-
cimientos del cielo, hasta llegar á
ser como u n Q u e r u b í n lleno de
•verdadera ciencia, alcánzame, que
se destierren las tinieblas de m i
entendimiento; que aborrezca toda
l i t e r a t u r a que no me lleve hacia
Dios; y que no halle consuelo, n i
placer en n i n g ú n escrito, en el
que no suene muchas veces el
d o l c í s i m o nombre de t u Esposo y
m i Reden lor Jesús. Pídele t a m b i é n
que olvide las ignorancias de m i j u -
v e n t u d y que se cía ve en m i corazón
aquella verdad eterna, por la que
nos dice «que la s a b i d u r í a no en-
t r a r á en akoa malvada, n i en
cuerpo esclavo de la culpa.» Por
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lo mismo q u i e r o , desde ahora,
empezar á temer ai Señor, que
este es el principio de la verdadera
ciencia, y á estudiar su santa ley,
conociendo sobre todas las cosas á
Dios Padre y á su S a n t í s i m o liijo
Jesucristo; que este es, y no otro,
el camino para lograr la biena-*
•venturanza, poder decir en ella,
lleno de consuelo; bendígote, P a -
dre y Señor m í o , que por la i n -
tercesión de t u Esposa Filomena
me has descubierto estas cosas,
siendo yo como era n n peque-
fíuelo, las has reservado escondi-
das á los grandes, que solo con-
fiaron en su prudencia; estos son,
Santa mia, mis deseos y estas mis
esperanzas, las que con t u protec-
ción no serán fallidas. A sí sea. A m e n .
E n esUe dia se repasarán algunos capítulos del
calecismu, ó algún capílulo de la Sania Biblia, se-
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gim el estado y condición de cada uno; puede es-
tiibíecerse en este dia la práctica de alguna lec-
tura espiritual diaria, que es para el alma lo que
la comida para el cuerpo.
DÍA NOVENO.
L a oración de todos los días, los Padres nues-
tros &c. &c., y en seguida la oración particular.
gloriosa V i r g e n y M á r t i r San-
ia Filomena, que consagrada desde
tos primeros años al verdadero
Esposo de las Almas, fuiste desde
entonces toda para el, sin querer
a d m i l i r otro alguno, a u n á costa
de olvidar para ello á t u pueblo,
y á la casa de t u padre, y de sufrir
prisiones, tormentos, dolores y una
muerte prolongada con los azotes,
saetas, el agua y la espada dando
de este modo la mayor prueba de
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amor, que es m o r i r por sus a m i -
gos; perrmi.eme Sania, mia, que
lleno de adniiracioD. me postre á
tus pies, y te salude como á u n
Serafín encendido en amor d i v i -
no. M i cora zoo disipado con m i l
amores de carne y sangre, no l i a
esperimentado la dulzura de aquel
otro celestial en que esluvisU;
siempre, y estás ahora muclio roas
abrasada; pero desengañado bien
á costa mia, conozco que mas
vale u n día en c o m p a ñ í a de Dios
que m i l en la c o m p a ñ í a de los pe-
cadores; que viviendo á la manera
de estos se trae una vida trabajo-
sa y llena de amargura; y que
para los que aman á Dios, como
t u le amaste todo hasta la muerte
es holgura y bienandanza. ¡O si
alcanzare yo á lo menos en esta
JMovena sentir dentro de m i aquel
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amor que obliga á otro pecador
arrepentido á quejarse de si y de-
cir de todas veras! ¿ Q u é amaba
yo Señor ciiártdo á vos no amaba?
¡Me mandas, Señor, que te ame
y me amenazas cou casiigo si no
lo hago, corno si el no amarle no
fuera ya la mayor pena! Quiero
por lo mismo desde ahora amar
á m i Dios, como desea ser amado,
y hasta poder desafiar á todas las
criaturas, como incapaces para se-
pararme de su amor. Esta es ó
pa l r o ñ a mia, la disposición de m i
alma, y así espero con t u interce-
sión, que aquel Señor que me dio
esta buena volunlad, me d a r á
l a m b i e n fuerzas para c u m p l i r l a .
Wo olvides tampoco Santa mia,
todas las d e m á s necesidades que
le he hecho presentes en esta San-
ta IMovena; t u caridad es grande
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y tus palabras m u y poderosas en
el cielo.
O h Dios y Señor mió, haced que
esta oración que por TOS empezó»
por YOS acabe y que la devoción
que propongo profesar toda m i
vida á vuestra Esposa y m i protec-
tora Santa Filomena, va^a ende-
rezada á Yuestra mayor honra y
gloria. Esta solo á vos se os debe,
que sois el Rey de la gloria y a d -
mirable en vuestros actos. Por esto
yo os la t r i b u t o desde este m o -
mento con la esperanza de que ha
de llegar a l g ú n día, en cfue unien-
do m i voz á la de los coros de A n -
geles, Arcángeles, Virtudes, Potes-
tades, Principados, Dominaciones,
Tronos, Querubines y Serafines,
he de repetir sin cesar aquel can-
t a r siempre nuevo, que forma las
delicias del cielo, y el consoeio de
S
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la tierra, Santo, Santo, Santo, Se-
ñ o r Dios de los Ejércitos, llenos es-
t á n los cielos y la tierra de \11es-
tra g l o r i a ; gloria al Padre, gloria
al Hijo, gloria al E s p í r i t u Sanio
por los siglos de los siglos. A m e n .
( \ ) GanticoiUID, cap. 2, v. 4.
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Llena de horror F I L O M E N A
Renueva su voló santo,
De emperatriz el encanto
Pospone á cualquiera pena.
Filomena, á ti clamamos, &c.
De saetas traspasada
F u é con rabia y con furor;
Ni el agua entibió su amor,
Por eso fué degollada.
Filomena, á ti clamamos, &c,
F i l o m e n a , á t i clamamos, & c .
E l de la humilde cabana,
E l del palacio suntuoso,
E l sabio y el no estudioso
Si aquesto ve no se engaña.
Filomena, á ti clamamos, &c.
Postrados de admiración
Ante el altar de la Santa
L a pena no les espanta,
Y aguardan la curación.
Filomena, á ti clamamos, &c.
Filomena, á ti clamamos
Como esperanza y consuelo:
Miranos, pues, desde el Cielo
Que tu virtud celebramos.
ÓREM0S.
5 6
DEVOCION Y E J E R C I C I O el Señor Obispo-, de 1:'
para el día 19 de cada mes ehela = P n tomo en f-.'
al Patriarca Señor S. José, r s . y medio. ' •