Epigrafe 15 Hde

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 2

EPIGRAFE 15

EL BIENIO PROGRESISTA Y LA VUELTA AL MODERANTISMO (1854-1868).


1. El bienio progresista (1854-1856).

a) Los progresistas en el poder.

El 28 de junio de 1854, un grupo de militares bajo la dirección de los generales O’Donnell y


Dulce decidían iniciar un pronunciamiento en Madrid en contra del gobierno; el día 30 se
enfrentaba con las tropas gubernamentales en Vicálvaro (la “Vicalvarada”) dando como
resultado un encuentro indeciso.

En Manzanares el general Serrano se unió a la sublevación y convenció a O’Donnell para dar al


pronunciamiento un giro hacia el progresismo, y con esa finalidad se redactó, por Cánovas del
Castillo, el “Manifiesto de Manzanares”, con promesas progresistas, que firmó O’Donnell (7 de
julio) y cuya difusión permitió que la sublevación militar se transformara en una revolución
popular y progresista. En Madrid y en distintas ciudades se constituían Juntas revolucionarias.
A la reina sólo le quedaba un camino: formar un gobierno dirigido por la principal figura del
progresismo, el general Espartero, que con O’Donnell como ministro de la Guerra, quedaba
constituido a finales de julio.

b) La Constitución non nata de 1856 y la obra legislativa.

El fin del Bienio. Convocadas elecciones para unas Cortes constituyentes, las votaciones
tuvieron lugar en octubre dando el triunfo al nuevo partido de la Unión Liberal, liderado por
O’Donnell, y que nació como una opción de centro agrupando a progresistas y moderados.
Estas Cortes del Bienio desempeñaron un importante papel en lo político (una nueva
Constitución) y en lo económico (aprobación de un conjunto de leyes que contribuyeron a la
industrialización del país y a la consolidación del capitalismo como modelo económico):

 La Constitución de 1856. Es conocida como non nata (no nacida) porque no fue
promulgada.
 La ley de desamortización general civil y eclesiástica de 1 de mayo de 1855, llamada de
Madoz por el ministro que la promovió.
 La ley General de Ferrocarriles de 3 de junio de 1855.
 La ley de Bancos de emisión y de Sociedades de crédito, de 28 de enero de 1856.

La crisis que acaba con el gobierno de Espartero, y con ella también con el Bienio, es una
consecuencia del clima de conflictividad social. Fue en tierras de Castilla (Palencia y Valladolid)
donde la carestía del pan provocó motines de subsistencias, cuya represión provocó fuertes
diferencias en el seno del mismo gobierno. La reina, entonces, llamó a O’Donnell para formar
gobierno (14 de julio (1856).

2. El retorno al moderantismo.

a) La evolución política y el crecimiento económico.

La última etapa del reinado de Isabel II fue de alternancia en el poder entre los moderados y la
Unión Liberal. Comenzó, como hemos visto, O’Donnell, pero, en contra de lo que imaginaba,
su gobierno sólo duro tres meses. En octubre la reina decidía destituir a O’Donnell para formar
un gobierno presidido por Narváez. Era la vuelta al moderantismo más conservador, sin
paliativos. Así, se decidió restablecer la Constitución de 1845, sin Acta adicional. También
correspondió a este gobierno la aprobación de la ley de Instrucción Pública (1857), debida al
ministro Claudio Moyano, que ha tenido una larga duración en nuestro país, y que regulaba el
sistema educativo en tres etapas: primaria, segunda enseñanza y enseñanza superior.

Antes de terminar el año (1857), Narváez presentaba su dimisión y tras la constitución de dos
gobiernos de corta duración era O’Donnell el encargado de formar gobierno (junio de 1858),
con el respaldo de su partido, la Unión Liberal. Su larga duración, de cuatro años y medio, ha
dado lugar a conocer este periodo como el “gobierno largo” (1858-1863) de la Unión Liberal.
Contribuyó a ello el que coincidiera con una etapa de crecimiento económico. En este contexto
el gobierno de O’Donnell apostó por una política exterior con aventuras militares que fueron
bien acogidas por la opinión pública y permitieron darle al gobierno un cierto prestigio.

La “guerra de Cochinchina”. La “guerra contra Marruecos”.

b) La crisis final del reinado (1863–1868).

Como el juego político venía quedando reducido a favor de los moderados y de la Unión
Liberal, en la crisis final del reinado contribuyó la misma corona, empeñada en contar sólo con
gobiernos moderados, o bien presididos por O’Donnell. A los progresistas sólo les quedaba la
vía de la conspiración, lo que suponía tomar el poder por la fuerza. A todo esto, el gobierno
añadía más ingredientes a la crítica al actuar con extrema dureza ante cualquier
acontecimiento que viniera a alterar el curso de la vida política.

Los progresistas, liderados por Juan Prim, ya sólo confiaban en el pronunciamiento como única
salida. Pero lo que se planeó como un pronunciamiento acabó en un absoluto fracaso: los
sargentos de artillería del cuartel de San Gil en Madrid se amotinaron y dando lugar a una gran
carnicería (junio de 1866). El gobierno de O’Donnell respondió con una fuerte represión. Otra
vez la reina aplicó el adiós a O’Donnell para volver a Narváez.

Mientras, en agosto de 1866, la oposición de progresistas y demócratas, en el exilio, firmaba el


pacto de Ostende (Bélgica) con el propósito de unir fuerzas para conseguir destronar a Isabel II
y convocar unas Cortes constituyentes elegidas por sufragio universal masculino, encargadas
de decidir el tipo de gobierno que debía tener el país. Tras la muerte de O’Donnell (noviembre
de 1867), los unionistas, ahora bajo la dirección del general Serrano, se unían al pacto. En abril
de 1868 fallecía Narváez, sucediéndole González Bravo. No quedaba mucho donde elegir. La
sublevación estalla en septiembre de 1868. Denominada por sus protagonistas “la Gloriosa”, al
triunfar ésta trajo consigo la caída de Isabel II, que salió de España hacia París, y la apertura en
nuestra historia de una nueva etapa política de signo democrático, que iba más allá del
liberalismo.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy