Rojo Atardecer 1 53
Rojo Atardecer 1 53
Rojo Atardecer 1 53
ROJO ATARDECER
El comunismo chileno
entre dictadura y democracia
CENTRO
DE INVESTIGACIONES
DIEGO BARROS ARANA
Alfredo Riquelme Segovia,
Doctor Historia por la Uni-
en
al estudio de la interaccin en
tre las dimensiones nacional y
Coleccin
Sociedad y Cultura
Direccin de Bibliotecas, Archivos y Museos. 2009
Inscripcin N 184.549
ISBN 978-956-244-215-2
ISBN 978-956-244-071-4 (coleccin)
Editor
Sr. Marcelo Rojas Vsquez
Diseo de Portada
Sra. Claudia Tapia Roi
Correccin de Textos
Sr. Jaime Ronsenblitt
Ilustracin Portada
Detalle de afiche del Partido Comunista de Chile, 1988,
reproducido integramente en la pgina 177
/Q-a centro
mM DE INVES'I
IGACK
)NES
Lf^F DIEGO BARROS ARANA
NDICE
Siglas y abreviaturas 13
Prefacio 17
Agradecimientos 25
Introduccin
El comunismo chileno
(1941-1947) 64
La guerra fra y la lucha contra el macarthismo chileno
(1947-1958) 68
El comunismo chileno y la construccin de la va chilena
al socialismo (1958-1970) 71
7
Travesa y naufragio de la va chilena al socialismo
(1970-1973)
La parbola de la va chilena o
l'Apocalypse n'a pas de futur 98
(1973-1986)
(1986-1989)
8
La va electoral a la revolucin democrtica
y antifascista 180
El resultado del XV congreso 180
Entre la poltica electoral y el discurso revolucionario 184
Descubrimiento de la autonoma de lo social
La identidad comunista a
prueba 202
El secretario general baja la lnea 202
El abandono retrico de la dictadura del proletariado 206
El grupo Manifiesto y la aproximacin de la disidencia
a la Concertacin 207
Los limitados mrgenes de la Volodioska 209
Una conferencia ratificatoria 212
La crisis interna 217
La disidencia retoma la palabras 217
La descalificacin de los disidentes -
219
9
El paso a la oposicin 262
Los fundamentos revolucionarios
de la 262
opcin opositora
269
Hacia un nuevo
programa del partido
(1992-2000)
Consolidacin de un
liderazgo marginal 294
De la autocrtica del fracaso electoral
al XVI (XX) congreso de 1994 294
Del XX congreso al nuevo programa de 1995 301
Del nuevo Programa al relativo xito en las elecciones
Eplogo 321
10
con moriremos.
ninguna agona . .
y se
propona resolver. . .
1
Obras completas, tomo n, p. 647.
2
De lo vivido y lo peleado. Memorias, p. 357.
3
Clarn. com, 22 de noviembre de 2001, http://www.clarin.com/diario/2001/ll/22/o-02S01.
htm
1
Robn Blackburn (ed.), Despus de la cada. El fracaso del comunismo y el futuro del socialismo,
p. 23.
SIGLAS Y ABREVIATURAS
AD Alianza Democrtica
AM antes meridiano
ANEF Asociacin Nacional de Empleados
Fiscales
AA.W. autores varios
API Accin Popular Independiente
BS Bloque Socialista
CEA Centro de Extensin Amaranto
CEL Comit de Elecciones Libres
CEPCH Confederacin de Empleados Parti
culares de Chile
Cfr. confrntese
CA Central Intelligence Agency
CIEL Comit de Izquierda por las Eleccio
nes Libres
CNI Central Nacional de Informaciones
CNS Coordinadora Nacional Sindical
comp. compilador
comps. compiladores
CONICYT Comisin Nacional de Investigacin
Cientfica y Tecnolgica
coord. coordinador
COPPEL Comit de Partidos Polticos para las
Elecciones Libres
COSONO Comando Socialista por el NO
CRALMI Centre de recherches d'histoire de 1'Am-
rique latine et du monde ibrique
CTC Confederacin de Trabajadores del Co
bre
CTCH Confederacin de Trabajadores de Chi
le
CUT Central nica de Trabajadores y Cen
tral Unitaria de Trabajadores
DC Democracia Cristiana
DINA Direccin de Inteligencia Nacional
dir. director
13
ed. editora a veces editor o edicin
EDI Equipo de Direccin Interior
eds. editoras a veces editores
et al. y otros
EUA Estados Unidos de Amrica
FLACSO Facultad Latinoamericana de Cien
cias Sociales
FOCH Federacin Obrera de Chile
FONDECYT Fondo Nacional de Desarrollo Cient
fico y Tecnolgico
FPMR Frente Patritico Manuel Rodrguez
FRAP Frente de Accin Popular
FUT Frente Unitario de Trabajadores
Ibid Ibidern: all, en ese mismo lugar
IC Izquierda Cristiana
INDI Instituto para el Dilogo
INE Instituto Nacional de Estadsticas
IU Izquierda Unida
JJCC Juventudes Comunistas
KGB Komitet Gosudrstvennoy Bezopsnosti
(Comit para la Seguridad del Estado)
MAPU Movimiento de Accin Popular Uni
tario
MDP Movimiento Democrtico Popular
MIR Movimiento de Izquierda Revolucio
naria
MIDA Movimiento de Izquierda Democr
tico Allendista
MOC MAPU Obrero Campesino
MPMR Movimiento Patritico Manuel Rodr
guez
NAFTA North American Free Trade Agreement
(Tratado de Libre Comercio de Norte
Amrica)
OEA Organizacin de Estados Americanos
ONU Organizacin de las Naciones Unidas
op. cit. obra citada
P- pgina
PAS Partido Amplio de Izquierda Socialis
ta
14
PCI Partido Comunista Italiano
PDC Partido Demcrata Cristiano
PDI Participacin Democrtica de Iz
quierda
PH Partido Humanista
PIB Producto Interno Bruto
PN Partido Nacional
POS Partido Obrero Socialista
PP. pginas
PPD Partido por la Democracia
PR Partido Radical
PRPM Poltica de Rebelin Popular de Ma
sas
15
PREFACIO
Rojo atardecer es el ttulo que he querido darle a este libro, en el que analizo
la trayectoria ideolgica del comunismo chileno entre 1986 y 2000, como un
curso marcado
por el derrumbe del llamado socialismo reaten el este de Europa
y en la Unin Sovitica,
y por la tan prolongada como limitada transicin a
la democracia en Chile.
comprender en su historicidad la declinante trayectoria comunista
Para
de esos aos, he
optado por examinarla tanto en su dimensin global como
en el marco de
procesos de ms larga duracin, los cuales se extienden desde
las primeras dcadas del siglo xx hasta la actualidad.
Este libro es una versin depurada y actualizada de la tesis doctoral
Que cada historiador investigue y represente unos aspectos del pasado ms o menos cercano
'
que le interesa aprehender e interpretar, por sobre otros, constituye un fenmeno hasta cierto
punto natural e inevitable. Podramos decir, incluso, que es condicin del propio conocimiento de
la accin y la imaginacin humanas en el tiempo, en la medida que slo es posible aproximarse a
ellas mediante la seleccin por el historiador de ciertos aspectos que visibiliza al constituirlos en
temas de su investigacin. Es por eso que una comprensin ms integral del trnsito de la dictadura
a la democracia en Chile, por una parte, y de la incidencia del comunismo en la historia del pas
durante el siglo xx slo ir surgiendo de la interaccin entre trabajos de diversos investigadores.
Como sus historias son
procesos complejos, slo pueden aprehenderse y comprenderse ms
cabalmente mediante el concurso de muy variadas miradas, sensibilidades y metodologas. Para
una reflexin preliminar al respecto, cfr. Alfredo Riquelme Segovia, "Actualidad de la Historia",
pp. 87-91 y Alfredo Riquelme Segovia, "Entrevista", pp. 33-48. Cfr. tambin Mary Fulbrook,
Historical Theory.
17
el momento en eleg como objeto de estudio, es decir, a comienzos de
que lo
los ochenta. Sin embargo, esa centralidad poltica y social del comunismo se
fue perdiendo aceleradamente en Chile despus de 1986.
Por ello, ha sido finalmente el estudio de ese desplazamiento del comu
nismo como ideologa y como protagonista poltico en la historia reciente del
por los comunistas con otras identidades polticas de la izquierda chilena del
siglo xx, porque ser comunista en nuestro pas era mucho ms que adherir a
un determinado catecismo ideolgico. Era un modo -como tambin lo fue ser
social cristiano o radical, socialista o
republicano- de vivir la ciudadana y de
participar en la construccin de un
pas a la altura del mundo contemporneo,
lo que al interior del comunismo chileno se asuma con peculiar intensidad
y como una larga lucha por el progreso social y cultural de los sectores ms
postergados de la sociedad, junto al reconocimiento de sus derechos7.
6
Llamo utpica -y no ilusoria- a la conviccin de que es posible crear un orden social en
que los seres humanos estn libres de la explotacin, la dominacin y la violencia que han acom
paado hasta ahora -de diversas formas y con distinta intensidad- a las sociedades histricamente
existentes. Sobre las utopas, cfr. Michel Riot-Sarcey el al, Dictionnaire des utopies. En torno al papel
de la utopa en el comunismo, cfr., Richard Stites, "Utopia", volume secondo M-Z, pp. 504-507.
7
Sobre la dimensin utpica del comunismo chileno, cfr. Alfredo Riquelme Segovia, "Poe
sa y poltica en Pablo Neruda" ", ponencia presentada al Coloquio Pablo Neruda y el mundo,
18
Esa lucha de clases, que deba culminar en el encuentro entre historia y
suvisin del mundo real cuya descripcin y comprensin toleraba slo una
narracin correcta.
Nuestra mirada se ha dirigido precisamente hacia ese discurso normalizado
que circulaba desde arriba hacia abajo en la organizacin comunista, cuya
funcin no era slo asegurar la unidad de propsitos y de accin inherentes
a
cualquier institucin poltica eficaz sino, tambin, insertar esos propsitos
y esa accin en una narracin ideolgica nacional, regional y global a la vez,
que se asuma como el nico relato correcto de la historia en marcha9.
neruda_riquelme.html. Acerca de la dimensin social de las prcticas del partido, cfr.Jody Pavilack,
Black Goldin the Red Zone: Social and Political Insurgency in Chilean Coal Mining Communities from the
Popular Fronl to the Advent ofthe Cold War. Cfr. tambin, Alfredo Riquelme Segovia, "Trabajadores
ypobladores en el discurso de la prensa sectorial popular. Chile 1958-1973".
8
En ese sentido, reforma y revolucin no se
contraponan en el imaginario de los comunistas
chilenos, siendo vividas como dos fases o
aspectos de un mismo proceso histrico que el partido
deba ser
capaz de conducir en toda su complejidad para orientarlo hacia el socialismo. Con todo, en
el plano ideolgico, el inters en las reformas estaba subordinado a la estrategia revolucionaria.
!l
Incluso, podra considerrselo un discurso reificado en cuanto -hasta cierto punto- escapa
al control de las personas y grupos humanos que lo han creado o hecho suyo, llegando a
adquirir
19
Al estudio acerca del discurso institucional comunista, que aspira
ser un
a
interpretar histricamente la narracin que cohesiona a la organizacin y
francaise; Philippe Bu ton, Une histoire intellectuelle de la dmocratie. 19 18- 1989 y Philippe Buton, Le
communisme. Utopie en sursis.
A las historias intelectuales y crticas del comunismo se les ha contrapuesto una historia social
de los comunistas orientada a la reconstruccin de las experiencias vivida por sus militantes desde
una
perspectiva de recuperacin de la memoria histrica que a veces no
llega a
problematizar
la tan estrecha como contradictoria relacin entre prcticas democratizadoras y racionalidades
excluyentes, o entre voluntades emancipatorias y estructuras disciplinarias.
Estoy convencido de que ms que limitarnos a oponer una perspectiva a otra, es posible
avanzar hacia el encuentro entre la historia del comunismo como
ideologa y la historia social
de los comunistas. En esa lnea, cabe destacar a Marie-Claire Lavabre, Le fil rouge. Sociologie de
la mmoire communiste, Catherine Epstein, The Last Revolutionaries: Germn Communists and Their
Century; Laura Rossi, Amore e poltica: un carteggio privato nell'Italia degli anni Cinquanta; Andrea
Possieri, II peso delta storia. Memoria, identit, rimozione dalPci alPds (1970-1991); Mauro Boarelli,
Lafabbrica del passato. Autobiografie di militanti comunisti (1945-1956).
amplio arco de proyectos e iniciativas, combates y acuerdos, que hicieron de
Chile una sociedad ms democrtica durante el siglo xx, junto a la tan heroica
como eficaz resistencia
poltica, social y cultural desplegada desde el primer
hasta el ltimo da contra la dictadura nacional-globalista)1 de Augusto Pinochet,
asumiendo sacrificios y soportando tormentos que slo recientemente el pas
est reconociendo en toda su magnitud, lo que llevaba a pensar que el Partido
Comunista de Chile desempeara un papel protagnico en la transicin a la
democracia.
Por eso, pienso necesario considerar las debilidades ms que las
que es
fortalezas del partido para comprender cmo y por qu en lugar de ese pro
tagonismo, sobrevinieron sucesivas agonas.
Se ha argumentado que la respuesta a esas interrogantes sera la voluntad
de los actores que negociaron la transicin, de marginar al Partido Comunis
ta de la corriente principal de la vida poltica y social del pas. Esa voluntad
efectivamente ha existido y se ha materializado en la persistencia hasta la ac
tualidad de un sistema electoral introducido al final de la dictadura, el cual ha
"
He acuado el concepto de nacional-globalismo para caracterizar al rgimen de Augusto
Pinochet, por la convergencia en su discurso y en sus prcticas entre un cerrado nacionalismo
militarista de rasgos totalitarios, por una parte, y una conviccin de que la grandeza de la nacin
puestos en la mira" junto a otras acciones "destinadas a generalizar el terror" y a "la construccin
de una cultura del miedo y de la fragmentacin". Steve J. Stern, Remembering Pinochet's Chile. On
the Eve ofLondon 1998, p. 180. Mediante ese "rgimen de violencia y miedo sistemticos [...] las
anteriores formas [democrticas] (...) podan ser aniquiladas y reemplazadas por un modo de
21
sovitica priv al comunismo en todo el mundo del alcance global que le otor
gaba material y simblicamente la asociacin de esa ideologa a una de las
dos superpotencias mundiales; la muy diferente suerte posterior de diferentes
partidos comunistas a travs del globo, conduce a buscar en cada uno de ellos
y particularmente en su propia capacidad de evolucionar o mutar respecto
del paradigma sovitico -ese camino al porvenir que en lugar de encontrarse
con la utopa acab estrellndose con la historia-, las claves de sus diversas
trayectorias13.
Comenzar bsqueda y responder a esas interrogantes es lo que in
esa
tentamos hacer
largo de la investigacin que hemos volcado en estas
a lo
13
En ese sentido, es interesante el contraste que puede observarse entre los partidos co
munistas chileno e italiano,
pues ste -que se haba ido distanciando del paradigma sovitico
durante dcadas- encuentra en el derrumbe de la URSS
y en el fin de los bloques de la guerra
fra en
Europa, junto al desplome en Italia del sistema poltico basado en la hegemona dem
crata cristiana, la oportunidad para convertir el sostenido respaldo ciudadano de que gozaba en
opcin de gobierno, desde una posicin hegemnica en el espacio entre el centro y la izquierda.
Claro est que para tal efecto, los comunistas italianos llevaron su distanciamiento del paradigma
sovitico hasta la superacin de su propio comunismo, transformndose en demcratas de izquierda
lgico, es
posible rastrear los antecedentes de esa bifurcacin en un diferente posicionamiento
respecto al liderazgo sovitico del comunismo mundial que se manifestara ya entre ambos par
tidos en torno a la invasin a Checoeslovaquia en 1968 y a la conferencia mundial de partidos
comunistas de 1969 en Mosc.
Sobre la trayectoria del PCI, cfr. Albertina Vittoria, Storia del PCI. 1921-1991; Silvio Pons,
'
Berlinguer e la fine del comunismo; Adriano Guerra, Comunismi e comunisti. Dalle 'svolta di Togliatli e
Stalin del 1944 al crollo del comunismo democrtico y Aldo Schiavone, Iconti del comunismo. Respecto
a los vnculos entre el comunismo chileno e italiano, cfr. AA. W, / comunisti ilalini e il Cite;
Eric Hobsbawm y Giorgio Napolitano, The Italian Road to Socialism y el sobresaliente trabajo
de Alessandro Santoni, La via cilena al socialismo nella riflessione del PCI. Un mito per una strategia
poltica (1960-1973).
22
poscomunistas14- han compartido en la poca estudiada y en el contexto de
sus interacciones con los dems sujetos que le han ido dando forma al Chile
actual15.
u
Llamo poscomunistas a quienes, habiendo sido comunistas y dejado de serlo, hacen de
su elaboracin de la experiencia vivida del comunismo un
componente significativo de sus
pos
teriores identidades polticas.
15
Eso esas porque la comprensin histrica de la subjetividad de un grupo humano no
se
agota en el mbito discursivo ni en la sola dimensin de lo cultural ni en el puro interior
de ese
grupo. Se hace necesario, entonces, relacionaresa
subjetividad con el conjunto de los
procesos culturales, sociales, polticos y econmicos que conforman el contexto histrico en el
cual aqulla se crea y sobre el cual, a su vez, acta. Esa relacin compleja entre sujetos e historia
exige preguntarse acerca de las acciones y prcticas que aqullos desarrollan -impulsados por
los imperativos a que su imaginario da forma- al interior de ese marco histrico (estructural y
coyuntural) que les impone presiones y lmites, marco que -a su vez- ha sido conformado por la
interaccin desigual y conflictiva de los diversos sujetos que comparten una misma historicidad.
Cfr. Raymond Williams, Marxismo y literatura.
En ese sentido, en el mbito que nos ocupa, an queda mucho trabajo por seguir hacien
do en la perspectiva socio-cultural planteada por Roger Chartier en oposicin a "las abruptas
formulaciones del linguistic turn, que considera que no existen ms que los juegos de lenguaje y
que no hay realidad fuera de los discursos". Se trata de "articular la construccin discursiva del
mundo social con la construccin social de los discursos. O, dicho de otro modo, de inscribir la
comprensin de los diversos enunciados que modelan las realidades dentro de coacciones obje
tivas que, a la vez, limitan y hacen posible su enunciacin". Roger Chartier, Escribir las prcticas.
Foucault, de Certeau, Marin, pp. 7-8.
23
AGRADECIMIENTOS
publico.
Particularmente, quiero agradecer a
quienes leyeron la primera versin
de este texto con acuciosidad einters y tuvieron la generosidad de compartir
conmigo agudos
extensos y comentarios que con seguridad han contribuido a
25
A Julio Prez Serrano, Antonio Nadal Snchez yjos Luis Martn Ramos,
por hacerme ver fortalezas y debilidades que me han ayudado mucho a escribir
esta nueva versin.
este libro.
La escritura de esta versin final recibi un fuerte impulso durante mi
estada de investigacin en el CRALMI de la Universit Paris-1 Panthon-
Sorbonne en
mayo de 2006, y particularmente de la participacin en el
seminario dirigido por Annick Lemprire, "L'Amrique Latine et le monde
ibrique, xixe-xxe sicles: Etat, dynamiques politiques etmutations culturelles.
Esas actividades formaron parte del proyecto de intercambio regular ECOS
-
26
A mi amigo FranciscoArgote, mi gratitud por su acuciosa lectura del ma
nuscrito y sus acertadas sugerencias de estilo. Y a Marisol Vidal, mi aprecio
27
INTRODUCCIN
Al poner el foco en el perodo que transcurre entre 1986 y 2000, este libro
quiere ser una contribucin al conocimiento de la dimensin ideolgica de la
resistencia a la dictadura de Augusto Pinochet y de la transicin chilena a la
democracia, as como de su imbricacin multidimensional con los procesos
globales que se estaban
desplegando simultneamente.
Ello hace que esta investigacin sea un trabajo de historia del tiempo presente,
lo cual exige enfrentar los principales problemas que la actualidad y el pasado
reciente plantean al hacerlos objetos de estudio historiogrfico; comenzando
y media del golpe que parti dos la historia del siglo XX chileno, a cerca de
en
"'
Por otra parte, al optar por unos temas y asumir unas
perspectivas interpretativas inciden
Las primeras son susceptibles de ser alcanzadas por el propio individuo y tienen que ver, en el caso
del historiador, logro -a travs del estudio y la experiencia del oficio- de la competencia para
con el
construir objetos
sus estudio, formular sus hiptesis, seleccionar sus fuentes e interrogarlas, y,
de
finalmente, exponer los resultados de su investigacin. Las segundas, que condicionan o afectan en
buena medida a las primeras, en cuanto stas se resienten si no se desarrollan en un medio propicio,
son bsicamente institucionales y, en consecuencia, estn ms all del alcance de cada individuo y
en
algunas circunstancias -como las sufridas por el mundo acadmico bajo la dictadura chilena y
su
pesado legado que se ha proyectado hasta nuestros das afectan- incluso a varias generaciones.
Estas condiciones conforman la organizacin de la disciplina histrica en una sociedad en una
determinada poca y se relacionan con el conjunto de la institucionalidad cultural de esa sociedad
y con las relaciones de poder que en ella se manifiestan.
Cfr., Riquelme Segovia, op.cl, 1982 y
"Actualidad...", op. cit. y "Entrevista", op. cit. Cfr. tambin Fulbrook, op. cit,.
29
dos dcadas del inicio de la prolongada y compleja transicin a la democracia
y bien avanzados en la primera dcada del nuevo siglo, ya libres de la mala
sombra de la dictadura, es necesario
que la historiografa aporte cada vez ms
argumentos y afirmaciones verificables a la formacin de una memoria y una
de ese
pasado reciente son parte de nuestra propia identidad y estn en el
"
Acerca de las diversas
expresiones que forman la memoria y la conciencia histrica de
procesos contemporneos traumticos, cfr. Paloma Aguilar Fernndez, Memoria y olvido de la guerra
civil espaola. Para una reflexin terica y metodolgica sobre los problemas y perspectivas que
involcrala transformacin del llamado tiempo presente en objeto de estudiohistoriografa:), como
la particular fuerza con
que se
plantea la tensin entre objetividad y subjetividad, o entre cono
cimiento y voluntad, as tambin las dificultades inherentes al anlisis de procesos an en
como
desarrollo, cfr. Institu d' Histoire du Temps Prsent, Ecrire Thisloire du temps prsenl;)osex\m. Cuesta,
Historia del presente; Joan del Alczar i Garrido, "Las nuevas fuentes documentales en el estudio
de la historia presente de Amrica Latina". Cfr., tambin Alfredo Riquelme Segovia, "Sociedad
chilena y crmenes de lesa humanidad. Notas histrico-ticas acerca de una tragedia", pp. 17-20.
18
Cfr., Eric J. Hobsbawm, "La historia de la identidad no es suficiente", pp. 266-276.
'''
Sobre la dictadura de Augusto Pinochet y la transicin a la democracia en Chile existe una
muy amplia bibliografa, de la cual destacamos Gabriel Salazar yjulio Pinto, Historia contempornea
de Chile, tomo u; Simn Collier y William F. Sater, Historia de Chile 1808-1994, pp. 307-332; Sofa
Correa el al, Historia del siglo xx chileno; Alan Angel, Chile de Alessandri a Pinochet: en busca de la utopa:,
Mario Garcs et al. (comps.), Memoria para un nuevo
siglo; Lomas Moulian, Chile actual: Anatoma de
un mito; Ascanio Cavallo al, La historia oculta del rgimen militar, Carlos Huneeus, El rgimen de
et
Pinochet; Cristian Gazmuri, La persistencia de la memoria. Reflexiones de un civil sobre la dictadura; Arturo
Fontafne Talavera, "Sobre el pecado original de la transformacin capitalista chilena", pp. 93-139; Paul
30
Tenemos la conviccin de que esos Kmites de la transicin, as como la
consolidacin desde 1990 de un sistema poltico insuficientemente democrtico,
junto a una relacin de poder social heredada de la generalmente denominada
revolucin neoliberal -y que con ms propiedad podramos llamar metamorfosis
social- darwinista de la sociedad chilena20- impuesta por el rgimen nacional-
globalista de Augusto Pinochet, se relacionan con la debilidad de las opciones
polticas de izquierda y de sus fundamentos ideolgicos en el Chile actual.
Pensamos, asimismo, que a esa debilidad no le ha sido ajena la marginacin del
comunismo de la corriente principal de la vida poltica chilena, proceso que se
iniciara en 1986 y cuyos fundamentos ideolgicos hemos querido investigar21.
Drake & Ivnjaksic (eds.), El difcil camino hacia la democracia en Chile 1982-1990, Ascanio Cavallo,
La historia oculta de la transicin; Cristian Toloza y Eugenio Lahera (eds.), Chile en los noventa; Gonzalo
Cceres, "El 'modelo chileno': producto de la interseccin entre dictadura y democracia (1975-
un
1998)"; Paul Drake & Ivnjaksic (comps.), El modelo chileno. Democracia y desarrollo en los 90, Amparo
Menndez-Carrin y Alfredo Joignant, La caja de Pandora. El Retorno de la transicin chilena; Felipe
Portales, Chile: una democracia tutelada; Alexander Wilde, "Irruptions of Memory: Expressive Politics
in Chile's Transition to Democracy", pp. 4-73-500; Francisco Nicols: "De la memoria contenida al
estallido del recuerdo. Memorias colectivas en torno a la Unidad Popular y la dictadura militar en
el Chile de los 90"; Arme Protin-Dumon, El pasado vivo de Chile en el ao del Informe sobre la Tortura;
Carolina Garca Gonzlez: El peso de la memoria en los inicios de la transicin a la democracia en Chile.
1987-1988. Sobre los partidos polticos chilenos durante la dictadura y la transicin, cfr., Samuel
Valenzuela & Arturo Valenzuela (eds.): Military Rule in Chile. Dictatorship and Oppositions, Samuel
Valenzuela & Arturo Valenzuela, "Partidos de oposicin bajo el rgimen autoritario chileno"; Brian
Loveman, "The Political Left in Chile, 1973-1990"; Manuel Antonio Garretn, "La oposicin poltica
y el sistema partidario en el rgimen militar chileno. Un proceso de aprendizaje para la transicin",
pp. 391-454; Mireya Dvila, Historia de las ideas de la renovacin socialista, 1974-1989; Carlos Bascun,
La izquierda sin Allende; Eugenio Ortega Frei, Historia de una Alianza Poltica. El Partido Socialista de
Chile y el Partido Demcrata Cristiano. 1973- 1988; Eugenio Ortega Frei, El Partido Demcrata Cristiano
en elPerodo: 1973-1990; Carolina
Torrejn, Brumas: el MAPU-OC bajo el autoritarismo y en clandesti
nidad. Del golpe militar a la extincin de la Unidad Popular (1973-1979); Luis Corvaln Mrquez, Del
Rodrguez Elizondo, Crisis y renovacin de las izquierdas. Sobre nuestra visin de la transicin chilena
a la democracia, cfr. Alfredo
Riquelme Segovia, "Los mrgenes de la transicin y la democracia
desencantada", pp. 211-229; Alfredo Riquelme Segovia, "VotingforNobody in Chile's New Demo
cracy", pp. 31-33; Alfredo Riquelme Segovia, "Quines y por qu 'no estn ni ah'. Marginacin
y/o automarginacin en la democracia transicional. Chile. 1988-1997", pp. 26L279. Para una visin
de la transicin en la trayectoria del Chile contemporneo, cfr., Alfredo Riquelme, "Introduccin",
pp. 9-14. Para una mirada al contexto ideolgico latinoamericano y global de la transicin, cfr.,
Alfredo Riquelme Segovia, "Historia y actualidad de los derechos humanos en Amrica Latina.
Una mirada desde Chile", pp. 127-148.
20
Llamamos social-darwinismo a una visin ideolgica que lleva al extremo la creencia segn la
cual la riqueza y el progreso de las naciones puede surgir slo de un sistema econmico caracterizado
por la competencia entre emprendedores y la acumulacin privada del capital guiadas por el afn
de lucro, defendiendo la existencia de un mercado libre de regulaciones estatales o sociales como
lamejor arena para el despliegue de esa lucha despiadada orientada a la sobrevivencia de los ms aptos,
que sera el equivalente social del mecanismo de la evolucin de las especies en la naturaleza.
21
Por supuesto, esa debilidad de la izquierda histrica chilena no incumbe slo al comunismo.
De otro modo, se ha manifestado tambin en el socialismo que -pese a su condicin de partido de
31
La interseccin multidimensional
gobierno durante ya dieciocho aos y de que un hombre y una mujer de sus filas han presidido
sucesivamente la repblica desde 2000- ha logrado concitar un respaldo electoral como
partido
apenas superior al 10%.
reificado (cfr. nota 9) en el imaginario de la sociedad mediante una red ideolgica y meditica que,
junto a la enorme asimetra de poder entre las lites y la ciudadana, orgnicamente asociada a
una
persistente desigualdad socioeconmica, se yerguen como un obstculo formidable no slo a
cambios de carcter revolucionario, sino a cada avance social democrtico que se ha empendido
o se intenta
emprender desde el Estado o la sociedad civil en el Chile actual.
22
Para profundizar el tema de la globalizacin de la mirada del historiador, sus potenciali
dades y sus riesgos, cfr., Eric Foner, Who Owns History y Thomas Bender (ed.), Rethinking American
32
y regional de los que forman parte y que han incidido, a la vez, en su
propia
configuracin.
Por cierto que los procesos polticos que Chile vivi durante el siglo pa
sado no
pueden reducirse a su dimensin ideolgica y a su insercin en los
fenmenos globales y regionales de esa naturaleza, en cuanto han sido tambin
expresin de conflictos sociales endgenos y no slo ideolgicos producto de
la larga transicin todava inacabada desde una sociedad estamental domi
nada por una oligarqua hacia una sociedad capitalista democrtica en que
la desigualdad econmica y social coexiste con el ejercicio universal de la
ciudadana, as como asociados a las contradicciones inherentes a este ltimo
tipo de sociedad. Asimismo, la insercin internacional ha sido tambin multi
dimensional y, por lo tanto, los vnculos entre la historia mundial y la historia
chilena del siglo xx han afectado tanto a la economa y la sociedad, como a
la cultura, la ideologa y la poltica23.
Con todo, la dimensin ideolgica ha sido una de las dimensiones en
que
esta interseccin entre lo nacional y lo global ha adquirido una importancia de
cisiva, lo que amerita su transformacin en objeto de estudio historiogrfico.
Desde esa perspectiva, hemos abordado el estudio de la incidencia de
uno de los principales fenmenos polticos e
ideolgicos mundiales del siglo
pasado, el comunismo, en la historia de Chile durante esa poca denominada
por Eric Hobsbawm como el siglo xx corto24, que se inicia en el mundo con la
Primera Guerra Mundial y la Revolucin Rusa, para concluir con el derrumbe
de la Unin Sovitica. En el pas estudiado, ese siglo corto comienza con los
primeros desafos a la dominacin oligrquica hacia 1920 y concluye con la
recuperacin gradual y parcial de la democracia desde 1990, en un contexto
de larga duracin caracterizado por la emergencia de una economa capitalista
moderna y de una sociedad predominantemente urbana y de masas marcada
tanto por la desigualdad como por la movilidad y el conflicto entre clases y
estamentos sociales.
El comunismo ha sido uno de los fenmenos
ideolgicos y polticos
globales en
que la interaccin entre lo nacional y lo global ha alcanzado una
particular visibilidad en el siglo xx chileno. Desde que el POS, fundado en
1912, decidiera en 1922 transformarse en el PCCh -Seccin Chilena de la
Internacional Comunista-, ste ha reivindicado su carcter de integrante de
un movimiento mundial. Por otra
parte, hasta el fin de la URSS en 1991, las
23
Para una sntesis del desarrollo histricochileno, que considera su insercin en la poltica
mundial entendida como un
proceso histrico de larga duracin, cfr. Joaqun Fermandois, Mundo
y fin de mundo: Chile en la poltica mundial 1900-2004. Cfr. tambin, Riquelme Segovia, "Introduc
como Alfredo
cin", op. cit., pp. 9-14 as Riquelme Segovia y Michelle Len Hulaud, Globalizacin.
Historia y actualidad Para una comprensin actualizada de la historia contempornea de Chile
en el contexto americano, cfr.
Joan del Alczar, Nuria Tabanera, Josep M. Santacreu y Antoni
Vlarimon, Historia contempornia d'Amrica y Leslie Bethell, ed., Historia de Amrica Latina. 15. El
Cono Sur desde 1930,
2"'
Eric Hobsbawm, The Age ofExtremes, The Short Twentieth Century, 1914-1991.
33
dems fuerzas polticas del pas criticaron, denunciaron o execraron lo que
consideraban la subordinacin de este partido a la ideologa y las polticas
soviticas, sin
perjuicio de que ellas tambin establecieran estrechos lazos con
otras potencias y otras ideologas globales.
Durante los tres aos que alcanz a durar el gobierno de Salvador Allen
de y los diecisis aos y medio de la dictadura de Augusto Pinochet que le
25
Cfr. Riquelme Segovia y Len Hulaud, op. cit.
34
los dems actorespolticos nacionales asumen respecto a aqul en ese mismo
perodo y contexto global.
Queremos advertir que este libro no pretende ser una historia de la tran
sicin a la democracia en Chile en todas sus dimensiones, ni tampoco una
historia del conjunto de la actividad del PC de este pas entre la dictadura y
la democracia. Nuestros propsitos son ms precisos: investigar la incidencia
de la decadencia y el derrumbe del comunismo a nivel global en la transicin
chilena; y, en estrecha imbricacin con lo anterior, describir y comprender
cmo la evolucin ideolgica reactiva frente a ese fenmeno global que pre
domin en el comunismo chileno durante aquellos aos contribuy a aislarlo
de los actores polticos nacionales e internacionales que protagonizaron la
transicin, socavando simultneamente su influencia en la sociedad, todo lo
cual lo convertira en un actor privado del protagonismo que haba tenido en
la historia poltica del pas desde mediados de la dcada de 1930 y que pierde
la centralidad que haba alcanzado desde que un gobierno con una alianza
socialista-comunista como eje se convirtiera en una alternativa ciertamente
posible en Chile desde 1958.
La DIMENSIN IDEOLGICA
DEL COMUNISMO
trayectoria ms larga.
35
Las fuentes documentales que hemos utilizado corresponden, en el caso
de las anteriores a
septiembre de 1973, a folletos archivados en la Biblioteca
del Congreso Nacional, como tambin a recopilaciones de documentos pu
blicadas por el propio partido o por estudiosos del tema. En el caso de las
correspondientes al perodo entre septiembre de 1973 y 1989, la mayor parte
de los documentos provienen de mi archivo personal, compuesto por cientos
de documentos referentes al desarrollo poltico chileno bajo la dictadura de
Augusto Pinochet que, dada la condicin ilegal o clandestina de la mayora
de ellos no fueron conservados en las bibliotecas o archivos estatales. Aunque
desde la dcada de 1990 y hasta la actualidad, se han desarrollado diversos
esfuerzos para poner a disposicin de los investigadores la documentacin po
26
En este campo, destaca la labor de la Fundacin Archivo de la Vicara de la Solidaridad
del Arzobispado de Santiago, dirigida por Mara Paz Vergara, que ha puesto a disposicin de los
investigadores el rico acervo documental de esa organizacin defensora de los derechos huma
nos. Posteriormente, FLACSO cre el Fondo Documental
Eugenio Ruiz Tagle, coordinado por
Carolina Torrejn, que reuni documentacin poltica correspondiente a ese perodo, ponindola
a
disposicin de los investigadores.
36
incluso inserciones de manifiestos o documentos de ese
y otros partidos ilegales.
Desde fines de 1986, estas revistas daran tambin espacio a las expresiones
de disidencia al interior del comunismo.
Desde 1989, los documentos partidarios volvieron a
publicarse en su
integridad en las
pginas de las
publicaciones peridicas Siglo y oficiales El
Principios, las que recuperaron su legalidad al terminar la dictadura. El debate
pblico entre la direccin comunista y sus detractores encontr una amplia
acogida tambin en los principales diarios nacionales, como el conservador
El Mercurio y La poca, de orientacin concertacionista y que se public entre
abril de 1987 y julio de 1998.
Las fuentes bibliogrficas que hemos utilizado corresponden a memorias,
testimonios y ensayos publicados por quienes son o fueron dirigentes y militan
tes del PC chileno, ascomo
por ex comunistas y por adversarios o enemigos
del comunismo en Chile. Tambin hemos considerado textos publicados en
otros pasesque ilustran acerca de la ideologa que comparta el PCCh.
Un problema que enfrentamos al abordar este trabajo fue la simultnea
abundancia de algunas e inaccesibilidad de otras de las fuentes primarias en
propio archivo.
Nuestro anlisis interpretacin se ha construido tambin sobre la base
e
sortearlos con xito. El hecho de que el comunismo, tanto a nivel nacional como
mundial, fuera hasta la
segunda mitad de la dcada de 1980, un protagonista
de la disputa hegemnica global en los mbitos poltico y social, haca de la
interpretacin de su discurso y de sus actos no slo un tema acadmico, sino
parte de la propia lucha por el poder en el mundo. As, los comunismos y los
anticomunismos extendan su visin hegemnica al mbito acadmico.
En este sentido, nos parece que la perspectiva de Moshe Lewin acerca
del anlisis de la URSS y el anticomunismo, puede aplicarse al comunismo
37
mundial conjunto. El
en su autor de La Formation du systeme sovitique1' y de La
Grande Mutation2", advierte acerca de la estrecha imbricacin entre el anlisis
acadmico de este fenmeno y el anticomunismo ideolgico. Seala los errores
una
mayor reflexin es su afirmacin
respecto que esas contaminaciones a
2'
Moshe Lewin, La Formation du systeme sovitique.
2S
Moshe Lewin, La Grande Mutation.
29
Moshe Lewin, en Le Monde Diplomatique, Chile, abril 2002.
'"
Philippe Buton, "L'entretien entre Maurice Thorez etjoseph Staline du 19 novembre 1944.
Mthodologie et historiographie de la stratgie communiste a la Liberation", p. 9. Traducido por
Alfredo Riquelme.
"
Ibid.
12
Como hemos escrito con
Olga Ulianova, "el ejemplo ms claro de la tendencia a perseverar
en una
perspectiva fuertemente ideologizada de una parte de la historiografa reciente sobre el
tema, lo constituye El Libro Negro del Comunismo, editado por Stphane Courtois. Este libro colectivo
que rene diversos trabajos empricos de calidad muy diferente, es precedido de una introduccin
de Stphane Courtois, cuyo enfoque histrico-tico de condena global al comunismo desde la
perspectiva de los derechos humanos, se resiente por una interpretacin unilateral del comunismo
como
ideologa criminal, as como por la ceguera voluntaria frente a los crmenes cometidos en
nombre de la lucha anticomunista. Con todo, es importante precisar que la superacin de los
no debe confundirse con la
enfoques ideologizados negacin a dimensionar \ valorar, desde una
perspectiva histrico-tica, las glandes tragedias polticas y humanas que los comunismos en el
poder representaron durante el siglo xx. [...]. Nuestro esfuerzo quiere contribuir a
superar las
visiones unilaterales y/o unidimensionales del comunismo que predominaran durante el siglo
38
Philippe Buton ha planteado que la existencia de lagunas documentales
afect durante dcadas los estudios sobre comunismo, debido al fuerte control
que exista sobre los archivos por parte de los propios partidos comunistas,
sobre todo de aqullos que detentaban el poder. De esta manera, las fuentes
oficiales pblicas eran abundantes, mientras que las fuentes oficiales privadas
eran casi inexistentes. Por otra parte, sobre todo donde los comunistas estaban
en la
oposicin e incluso proscritos, exista otro conjunto de fuentes oficiales
privadas provenientes de archivos policiales, servicios de inteligencia u orga
nizaciones o personalidades anticomunistas. Durante la guerra fra, el acceso
a una
y otra clase de archivos dependa de los intereses polticos de quienes
respectivamente los controlaban. Esta situacin ha variado significativamente
con la
apertura de los archivos de los antiguos estados comunistas europeos
y de la URSS tras su
colapso entre 1989 y 199133.
Furet, op. cit.; Ernst Nolte, Despus del comunismo; Francois Furet y Ernst Nolte. Fascismo y comunismo;
Stphane Courtois et al, El libro negro del comunismo; Michel Dreyfus et al, Le sicle des communismes;
Jerzy Holzer, El comunismo en Europa.
Entre los recientes estudios sobre determinadasexperiencias comunistas, destacamos: William
Waack, Camaradas. arquivos de Moscou. A historia secreta da revolucao brasileira de 1935; Harvey
Nos
Klehrjohn Earl Haynes and Kyrill M. Anderson, The Soviet World ofAmerican Communism; Antonio
Elorza y Marta Bizcarrondo, Queridos camaradas. La Internacional Comunista y Espaa, 19 19- 1939;
Timothy Garton Ash, El expediente. Una historia personal;John Arch Getty, La lgica del terror. Stalin
y la autodestruccin de los bolcheviques, 1932-1939. Sobre el derrumbe del comunismo y sus efectos
ideolgicos, cfr., Alfredo Riquelme S., "La revolucin rusa de 1991 y el fin de la URSS", pp. 1-5;
Blackburn (ed.), op. cit.; Marc Ferro, LEtal de toutes les russies. Les Etats et les nations de Tex-URSS;
Ricardo M. Martn de la Guardia y Guillermo A. Prez Snchez, La Unin Sovitica: de la Perestroika
a la
desintegracin; Giancarlo Bosetti (comp.), Izquierda punto cero; Jim Hoberman, The Red Atlantis.
Communist Culture in theAbsence of Communism; Lilly Marcou, El crepsculo del comunismo
33
Este libro no
incluye los documentos provenientes de esa
apertura, en cuanto el conoci
miento del discurso interno del comunismo chileno y el anlisis de sus coincidencias y diferencias
con su discurso
pblico slo comenzar a ser posible sobre la base de la vasta tarea de recupe
racin y anlisis de documentos de y sobre Chile en los archivos soviticos entre 1922
y 1991
que estamos realizando con Olga Ulinova, con el respaldo del FONDECYT. Esa investigacin
se ha desarrollado en el marco de los
proyectos FONDECYT 1970725 "Komintem e izquierda
chilena: impacto de un
proyecto global cultura poltica nacional (1922-1952)", Instituto
en una
39
Atae a nuestra investigacin enfrentar e intentar superar la dificultad prin
cipal que Phlippe Buton advierte en el estudio de la
ideologa comunista, tanto
respecto discurso pblico como a su discurso privado, a la cual denomina
a su
"todos los dirigentes comunistas han sido formados a travs de largos aos
de militancia, seleccionados mediante mltiples pruebas de su comporta
miento y educados en diversas escuelas, de modo que ellos han asimilado
aportar nueva documentacin de archivo para acceder al conocimiento del discurso interno de
los organismos dirigentes del PCCh, cabe destacar las recientes tesis doctorales de Santoni, op.
cit. y de Rolando Alvarez, La tarea de las tareas: luchar, unir, vencer. Tradicin y renovacin en el PC
de Chile (1965-1990).
"
Buton. op. cit., p. 10.
''
Ibid.
:i"
Ibid.
17
Op. cit., p. 11.
:,s
Op. cit.,pp. 11-12.
40
sistema ms o menos estructurado de concepciones que conforman el com
portamiento sociopoltico de un
grupo ms o menos
amplio de seres humanos
en consideracin a un orden deseado de la sociedad, sobre la base de un
conjunto de certezas y valores, as como de experiencias compartida por esos
seres humanos39.
39
Paraseguir la evolucin de nuestro concepto de ideologa y su relacin con la formacin
histrica de sujetos colectivos, cfr., Alfredo Riquelme Segovia, "Abdn Cimentes frente a la lai
cizacin de la sociedad. Las bases ideolgicas", pp. 119-151; Riquelme Segovia, "Actualidad...",
op. cit., pp. 87-91; Riquelme Segovia, "El debate...", op. cit. ; Riquelme Segovia, "Entrevista", op.
cit., pp. 33-48; Riquelme Segovia, "Trabajadores...", op. cit.; Alfredo Riquelme Segovia, "En torno
a la historia oral de la Guerra Civil
Espaola", pp. 135- 158; Alfredo Riquelme Segovia, "Prensa
sectorial y movimiento popular-", pp. 101-124; Alfredo Riquelme Segovia, "Cultura e Ideologa
en la Perestroika",
pp. 157-164; Riquelme Segovia, "Historia...", op. cit., pp. 127-148.
40
Sobre ideologa y formacin histrica de sujetos colectivos, cfr., Adam Schaff, Ideologa y
marxismo; Williams, op. cit.; Edward P. Thompson, Miseria de la teora; Peter Schottler, "Los historia
dores y el anlisis del discurso";Jess Milln, "La formacin de las clases despus de Thompson:
algunos debates actuales", pp. 63- 86; Terry Eagleton, Ideologa; Terry Eagleton, Las ilusiones del
posmodernismo; Teun van
Dijk, "Ideologa y discurso. Una introduccin multidisciplinaria"; Jorge
Larran, El concepto de ideologa, vol. 1 : Carlos Marx.
41
su
reemplazo por un sistema basado en la propiedad social de los medios de
produccin, lo cual exigira el traspaso del poder de las clases propietarias a
las clases trabajadoras". Este encuentro entre el movimiento obrero chileno
conocimientos acerca de cmo hacer realidad ese traspaso del poder desde
los capitalistas a los trabajadores que no habran sido capaces de realizar los
42
comunistas en el mundo y en Chile, constituyendo incluso el fundamento
tico de toda su construccin ideolgica. El comunismo aparece as como la
revelacin de los medios necesarios para acceder a ese estadio ideal de desa
apartan de la narracin correcta producida por los rganos dirigentes y los lde
res institucionales de la
organizacin comunista correspondiente. Del mismo
modo, sita como protagonistas del progreso a quienes, sin estar afiliados a
una
organizacin comunista, comparten o aceptan la narracin comunista de
la historia actual.
Es ideologa la que se institucionaliza en el PC chileno en el marco de
esa
su codificacinen el
partido sovitico y en la Internacional, particularmente
desde su bolchevizacin entre 1927 y 1931, convirtindose en la principal sea
de identidad comunista. Se tratara de una ideologa no slo institucionalizada,
sino fuertemente estructurada y que conformara la identidad, pensamiento y
actitudes de los afiliados al partido en su totalidad y en sintona con la ideo
Una mirada poltica sobre los conflictos culturales. Acerca del uso del concepto de mentalidades en la
historiografa, cfr. Philippe Aries, "La historia de las mentalidades", pp. 460-481. Para una reflexin
sobre la relacin entre ideologas y mentalidades cfr. Michel Vovelle, Idologie et mentalits,.
1:1
Buton, op. cit., p. 12.
43
regionales y que a los cambios sociales o econmicos producidos en
globales,
el pas, como
esperamos demostrar alo largo de estas pginas para el perodo
que hemos investigado preferentemente.
En esa evolucin ideolgica han sido tambin cruciales las estructuras
extendera a
organizaciones sociales ms amplios.
sectores y
44
EL COMUNISMO EN EL MUNDO Y EN CtilLE44
"
Esta parte de la introduccin se basa
parcialmente en lo que ya escribiera con Olga Uli
nova en la presentacin de la coleccin de documentos sobre Chile en los archivos soviticos.
Cfr. Ulinova y Riquelme Segovia, op. cit., pp. 5-9.
15
Mara Cruz Romeo e Ismael Saz (eds.), El siglo xx.
Historiografa e historia, p. 10. Entre la
reciente bibliografa sobre el siglo xx, destacamos tambin a Hobsbawm, op. cit.; Giuliano Procacci,
Historia general del siglo xx, Peter Watson, Historia intelectual del siglo xx. Para una caracterizacin
del siglo xx, cfr., Ismael Saz, Dos autores y un destino. Furet, Hobsbawm y el malhadado siglo xx, pp.
19-20.
'"'
El uso
palabra comunismo como sea de identidad de algunas de las tendencias ra
de la
dicales del amplio y heterogneo movimiento socialista del siglo xix, obviamente precedieron a
la experiencia sovitica. Es as como en 1848, Karl Marx y Friedrich Engels denominaron como
comunista su clebre Manifiesto. Sin embargo, la influencia marxiana en el socialismo de fines
del siglo xix y comienzos del siglo xx, no se desarroll con ese nombre. Es as como el propio
partido bolchevique encabezado por Lenin se denomin hasta 1919, Partido Obrero Social Demcrata
Ruso. Slo en esa fecha, el lder del partido, del nuevo Estado sovitico y de la emergente III
Internacional, rescatara la denominacin utilizada por Karl Marx y Friedrich Engels siete dcadas
antes, para bautizar tanto al partido gobernante en Rusia como al conjunto de organizaciones
nacionales que se agruparan en la nueva Internacional tras la ideologa y el modelo poltico de
los bolcheviques rusos.
45
caracterstica de grandes religiones, como la catlica la islmica. Asimismo,
o
46
para la historiografa y la politologa, ofrecer una periodizacin del fenme
no estudiado, proponer hiptesis acerca de una relacin entre las formas de
vinculacin internacional de distintos partidos de izquierda chilena durante
su
trayectoria y su evolucin dentro del sistema poltico del pas, analizar
comparativamente los contenidos ideolgicos y las polticas nacionales y glo
bales, as como estudiar la recepcin de las ideas del comunismo por algunos
intelectuales chilenos de la poca.
Asimismo, el problema de las relaciones con el comunismo mundial y
particularmente con el sovitico, ha sido uno de los temas ineludibles -aunque
hasta ahora no haba sido el tema principal- en las investigaciones dedicadas
a la evolucin histrica de la
izquierda chilena y particularmente del Partido
Comunista50.
Todos estos trabajos, ms o menos recientes, se basan en distintos tipos
de fuentes, cuales las memorias y ensayos escritos por los propios
entre las
actores de la confrontacin y del debate en torno al comunismo en Chile han
tenido un
lugar preeminente. Ello ha conducido a los investigadores a entablar
una discusin expresa o tcita con las versiones e
interpretaciones producidas
con el partido sovitico, es considerado en el trabajo de Alonso Daire, "La poltica del Partido
Comunista desde la postguerra a la Unidad Popular", pp. 141-238. La cuestin de los vnculos
ideolgicos de la izquierda con sus modelos internacionales incluyendo el sovitico, ha sido anali
zada ampliamente por Joaqun Fermandois, en Chile y el mundo 1970-1973. La poltica exterior del
Gobierno de la Unidad Popular y el sistema internacional. Sobre la visin internacional del PC chileno,
vase Alfredo Riquelme Segovia, "Visin de Estados Unidos en el Partido Comunista chileno I.
La "Era Rooseveltiana 1933-1945", as como Alfredo Riquelme Segovia y Alonso Daire,"Visin
y discurso sobre Estados Unidos en el Partido Comunista chileno, (1945-1973)".
50
Los ms importantes trabajos acadmicos escritos sobre la evolucin del PC chileno
han abordado este tema de un modo ms bien tangencial y sobre la base de la documentacin
accesible a la fecha de la realizacin de las respectivas investigaciones. Nos referimos a la tesis
doctoral de Andrew Barnard, The Chilean Communist Party. 1922- 1947; al libro de Carmelo Furci,
The Chilean Communist Party and the Road lo Socialism, que examina principalmente la evolucin de
lapoltica del PCCh entre la dcada de 1950 y 1980; Augusto Varas (comp.), El Partido Comunista
en Chile. Estudio multidisciplinario; as como a los estudios pioneros de Hernn Ramrez Necochea,
Origen y formacin del Partido Comunista de Chile (Ensayo de Historia del Partido); Ernst Halperin,
Nationalism and Communism in Chile y Fernando Ortiz, El movimiento obrero en Chile (1891-1919).
Para laizquierda chilena en general, cfr., Julio Fandez, Izquierdas y democracia en Chile, 1932- 1973,
as como Toms Moulin, La forja de ilusiones, entre otros. Ms recientemente, debe considerarse
la tesis de doctorado de Alberto Aggio, A Frente Popular noChile: Historia e Historiografa. Acerca
del comunismo chileno, es
imperativa la consulta de Manuel Loyola y Jorge Rojas (comps.),
Por un
rojo amanecer. Hacia una historia de los comunistas chilenos, donde se destaca el estado de la
cuestin elaborado por Jorge Rojas Flores, "Historia, historiadores y comunistas chilenos", pp.
1-79. Sobre el PC chileno durante la primera etapa de la dictadura de Augusto Pinochet, cfr.,
Andrea Orellana, El derrumbe de proyecto. Partido Comunista chileno. 1973-1977. En torno a la
un
poltica impulsada por el PC desde 1980 hasta 1987, cfr. Augusto Varas, "De la violencia aguda
al registro electoral: estrategia y poltica de alianzas del PC, 1980-1987". Cfr. tambin, Toms
Moulian e Isabel Torres, "Continuidad o cambio en la lnea poltica del Partido Comunista de
Chile?", pp. 453-485 y Francisco Herreros, Del gobierno del pueblo a la rebelin popular. Historia del
Partido Comunista, 1970-1990.
47
por los protagonistas51. Para nosotros, estas fuentes bibliogrficas son valiosas
y complementarias en relacin con las fuentes archivsticas y hemerogrficas
que hemos privilegiado en esta investigacin.
Jorge Rojas Flores52 realiz hace algunos aos la primera aproximacin
a un balance
general de las investigaciones efectuadas durante dcadas sobre
el comunismo chileno. En este trabajo, constata que la historiografa que ha
tenido a ese partido como objeto de estudio, coincide acerca de su relevancia
en la historia de Chile en el
siglo xx, particularmente desde el Frente Popular
hasta mediados de los aos ochenta, lo que converge con nuestra hiptesis;
aunque sostiene -a diferencia nuestra- que su influencia social se extendera
desde su nacimiento como POS en 1912 hasta nuestros das.
Sostiene que con diversos nfasis, varios historiadores han tratado a los
comunistas en sus
investigaciones
parte global
como
pe de una visin de un
51
Entre las memorias e historias de vida oficiales de los dirigentes del PC se destacan: Elias
Lafferte, Vida de un comunista o Luis Corvaln, Ricardo Fonseca: combatiente ejemplar. Sus versiones
contrastan con las memorias de los expulsados de sus filas y con los testimonios y memorias de
actores polticos de la poca pertenecientes a otras corrientes
polticas. Entre los testimonios an-
tcomunistas, se destacan los de personalidades polticas de la derecha conservadora como Sergio
Fernndez Larran, Informe sobre el comunismo rendido a la Convencin General del Partido Conservador
op. cit. y La otra Alemania, La RDA. Conversaciones con Margal Honecker, Volodia Teitelboim, (Anles
delolvido) Un muchacho del siglo veinte; (Antes del olvido n) Un hombre de edad media; Noches de radio
(Escucha Chile), tomos i y h; Orlando Millas, Memorias. Primer volumen 1932-1947: en tiempos del
Frente Popular y Memorias. Cuarto volumen 1957- 1991 : una
digresin. La versin de Orlando Millas
acerca de los cambios en el PC con
posterioridad a 1973 contrasta con la versin de quien lider
metamorfosis, la actual presidenta del PCCh, Gladys Marn, Regreso a la esperanza. Derrota de la
esa
Operacin Cndor, testimonio que ha sido seguido por Gladys Marn, Testimonios. La vida es hoy.
52
Rojas Flores, op. cit., pp. 1-79.
53
Op. cit., p. 4.
48
se ahonda significados, limitndose los autores "a plantear la mera
en sus
54
Rojas Flores, op. cit., p. 13.
55
lvarez, Desde las sombras. Una historia de la clandestinidad comunista (1973-1980).
Rolando
56
Rolando lvarez, "La noche del exilio? Los orgenes de la rebelin popular en el Partido
Comunista de Chile".
57
lvarez, La tarea..., op. cit.
49
y seguidores del PCCh desde posiciones de poder en su organizacin, as como
a
aquellos orientados a influir en stos desde posiciones disidentes.
Tras esta introduccin, dedicamos los siguientes tres captulos a esbozar la
regional y lo global.
En los cuatro captulos siguientes, abordamos en
profundidad el perodo
en
que el comunismo chileno ha perdido su centralidad en la vida poltica y
social, en el marco de la transicin de la dictadura a la democracia en el pas
y durante y despus del derrumbe comunista en Europa y la URSS.
En el captulo Las metamorfosis de la rebelin popular (1986-1989), ana
50
propias de la
era sovitica
y el diseo de un proyecto alternativo de democra
tizacin del Estado, la economa, la sociedad y la cultura.
Finalmente, sintetizamos nuestras principales conclusiones y esbozamos
algunas reflexiones a modo de eplogo.
A lo largo de todos los captulos procuramos dar cuenta de los elementos
de continuidad ideolgica en el comunismo chileno -incluso desde sus
orgenes
hasta la actualidad-, al tiempo
que precisar sus metamorfosis, las que gene
ralmente no eran asumidas como tales en el discurso, sino como mutaciones
estratgicas o tcticas frente a modificaciones en el entorno global, tanto regio
nal como nacional,
que obligaban a explorar atajos ms o menos transitorios
en un camino
cuyos contornos parecan establecidos desde el principio en los
textos de los fundadores del marxismo leninismo.
En este sentido, nuestra investigacin sobre la ideologa del comunismo
chileno consiste en el anlisis desde la perspectiva de la historiografa de un
discurso pblico tensionado entre la adhesin integrista58 a un ncleo ideo
lgico que no admite revisin
alguna hasta la consumacin de la
utopa, por
una
parte, y la actualizacin ideolgica motivada por los cambios histricos
de los que requiere hacerse cargo un partido poltico enraizado en un deter
minado entorno social en transformacin y orientado a incidir en el curso de
la historia real, por la otra.
38
Por integrismo entendemos la exigencia intransigente de sometimiento a una doctrina en lo
que supone sera su integridad, intentando ponerla al abrigo del pensamiento crtico, la evidencia
se
emprica y de la propia historicidad. La nocin, utilizada originalmente para aludir a los sectores
ms conservadores del catolicismo decimonnico, tambin llamados ultramontanos, se utiliza ac
tualmente asimismo para hacer referencia a posiciones anlogas en el marco de otras religiones o
creencias. Cfr. Paul Poupard et al., Dizionario delle religioni, pp. 921-926. Tambin Antonio Elorza,
Umma. El integrismo en el Islam, pp. 9-22 y Riquelme Segovia y Len Hulaud, op. cit.
51