El documento habla sobre la salvación del creyente que incluye tres aspectos: la justificación pasada cuando se cree en Cristo, la santificación presente donde se es liberado del poder del pecado, y la glorificación futura cuando se es liberado totalmente del pecado. También menciona que la herencia futura del creyente mira más allá de esta vida y la historia humana hacia la salvación completa que Dios ha preparado.
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El documento habla sobre la salvación del creyente que incluye tres aspectos: la justificación pasada cuando se cree en Cristo, la santificación presente donde se es liberado del poder del pecado, y la glorificación futura cuando se es liberado totalmente del pecado. También menciona que la herencia futura del creyente mira más allá de esta vida y la historia humana hacia la salvación completa que Dios ha preparado.
El documento habla sobre la salvación del creyente que incluye tres aspectos: la justificación pasada cuando se cree en Cristo, la santificación presente donde se es liberado del poder del pecado, y la glorificación futura cuando se es liberado totalmente del pecado. También menciona que la herencia futura del creyente mira más allá de esta vida y la historia humana hacia la salvación completa que Dios ha preparado.
El documento habla sobre la salvación del creyente que incluye tres aspectos: la justificación pasada cuando se cree en Cristo, la santificación presente donde se es liberado del poder del pecado, y la glorificación futura cuando se es liberado totalmente del pecado. También menciona que la herencia futura del creyente mira más allá de esta vida y la historia humana hacia la salvación completa que Dios ha preparado.
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5:4,11-13).
En la conversión, Dios activa la fe en los corazones de los
creyentes, y a medida que los guarda sigue activándoles esa fe (Sal. 37:24; Jn. 10:28; Fil. 1:6). Por su gracia, siempre obran juntos el poder omnipotente y protector de Dios, y la perseverancia del creyente en la fe (cp. Dn. 6:1-23). Esta seguridad para el creyente y su herencia miran no solo más allá de esta vida sino también más allá de la historia humana, a fin de alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero. Salvación (sōtērian) significa “rescate” o “liberación”, y aquí denota la vida plena, eterna y definitiva que Dios aún no ha consumado. El Nuevo Testamento revela implícitamente una cronología triple para la salvación. El aspecto pasado de la salvación es la justificación; esta llega cuando una persona cree en Cristo (Ro. 10:9-10, 14-17) y es liberada del castigo por el pecado. El aspecto presente de la salvación es la santificación. Los creyentes están siendo continuamente liberados del poder del pecado (1 Jn. 1:9). Efesios 2:8 declara: “Porque por gracia sois salvos”. La lengua griega literalmente expresa: “Están siendo salvados”. La salvación por consiguiente es una ocurrencia pasada con resultados continuos en el presente. Tercero, la salvación también tiene un aspecto futuro: la glorificación (cp. Ro. 13:11). Cuando un creyente muere, Dios lo libera total y finalmente de la presencia del pecado (cp. He. 9:28) y al instante lo lleva a su herencia eterna en su presencia celestial. Pablo expresó con gran elocuencia a Timoteo su confianza personal en la seguridad de su herencia futura: “Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén” (2 Ti. 4:18; cp. Hch. 26:18; Ef. 1:11, 14, 18; Col. 1:12). El libro de Hebreos tiene mucho que decir acerca de la herencia futura del creyente. En referencia a los ángeles, el escritor pregunta de forma retórica: “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?” (1:14). Más tarde él dice esto respecto de Cristo y el nuevo pacto: “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna” (9:15; cp. v. 28). Del aspecto futuro de la salvación se dice en particular que está preparada, es decir, completa y ya esperando la llegada del creyente. Pero la salvación futura también está relacionada con el fin de la historia humana. Pedro dice