El documento habla sobre la restauración de las familias. Argumenta que (1) Dios valora mucho a la familia y quiere restaurar los hogares dañados, (2) la Biblia cuenta historias de cómo Dios restauró familias como la de Job, Noemí y María después de grandes pérdidas, y (3) aunque una familia enfrente grandes problemas, los fieles deben creer que Dios puede trabajar milagros y restauración a través de su poder.
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El documento habla sobre la restauración de las familias. Argumenta que (1) Dios valora mucho a la familia y quiere restaurar los hogares dañados, (2) la Biblia cuenta historias de cómo Dios restauró familias como la de Job, Noemí y María después de grandes pérdidas, y (3) aunque una familia enfrente grandes problemas, los fieles deben creer que Dios puede trabajar milagros y restauración a través de su poder.
El documento habla sobre la restauración de las familias. Argumenta que (1) Dios valora mucho a la familia y quiere restaurar los hogares dañados, (2) la Biblia cuenta historias de cómo Dios restauró familias como la de Job, Noemí y María después de grandes pérdidas, y (3) aunque una familia enfrente grandes problemas, los fieles deben creer que Dios puede trabajar milagros y restauración a través de su poder.
El documento habla sobre la restauración de las familias. Argumenta que (1) Dios valora mucho a la familia y quiere restaurar los hogares dañados, (2) la Biblia cuenta historias de cómo Dios restauró familias como la de Job, Noemí y María después de grandes pérdidas, y (3) aunque una familia enfrente grandes problemas, los fieles deben creer que Dios puede trabajar milagros y restauración a través de su poder.
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Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos.
(Salmo 80:19)
Introducción
El trabajo de restauración es siempre complicado y lento. Muchas obras de
arte demoran meses y a veces años hasta volver a tener sus características originales. Pero, aun con toda la dificultad que la restauración puede acarrear, vale la pena invertir en la renovación y rehabilitación de algo que es valioso.
1. Tu familia es preciosa a los ojos de Dios
La familia es un proyecto antiguo (y actual) de Dios. Él la instituyó desde el
principio (Génesis 2:18-25) y por eso es tan valiosa. La familia es la cuna de la sociedad y es donde aprendemos las bases para la convivencia y el amor. Desafortunadamente, la familia también es atacada por los enemigos de Dios, por eso vemos tantas familias desgastadas, arruinadas y desmoronadas. ¡Pero Dios quiere restaurar tu hogar!
2. Dios es especialista en restaurar hogares rotos
En la Biblia vemos un sinnúmero de historias de restauración realizadas por
Dios en vidas individuales y en familias. Dios hace todo nuevo. Él reforma familias y reconstruye sueños:
Job - La historia de un hombre temeroso de Dios demuestra cómo un
torbellino de sufrimientos puede destruir nuestras familias y nuestros sueños. Pero el Señor intervino en su historia y restauró la fortuna de Job (Job 42:10-17), trajo comunión con su familia y amigos, le dio otros hijos y una larga vida. Noemí - Esta mujer sufrió también una dura pérdida. Estando lejos de su tierra natal, perdió a su marido y a sus dos hijos (Rut 1:1-5). Pero Dios siempre mantiene un hilo de esperanza: Rut adoptó a su suegra con amor. Y así, Dios concedió una nueva familia de cuyo linaje vendrían reyes y el mismo Redentor del universo: Jesús. María y Juan - Jesús cuidó de su madre y de su discípulo amado (Juan 19:26-27). Incluso en el sufrimiento desde la cruz, dio un nuevo hijo a la que estaba a punto de perder a su primogénito y dio una madre a aquel discípulo que quedaría huérfano de su Señor y Maestro.
3. Sigue creyendo, aunque parezca que no hay solución
Aunque estés enfrentando crisis graves en tu familia (desempleo, enfermedad,
separación, drogas, peleas, etc.), para Dios no hay nada imposible (Lucas 18:27). El Señor puede traer paz, reconciliación, puertas abiertas, transformación, sanidad, liberación y salvación a tu hogar. Cree en el Señor y búscalo en nombre de tu familia. Como barro en las manos del alfarero, así es nuestra familia en las manos de Dios (Jeremías 18:2-6).
Conclusión de la predicación sobre la familia:
Dios es el Alfarero, el Constructor y Restaurador por excelencia. Cree (Hechos
16:31). ¡Él es el Salvador fiel, y él puede ayudar a que tu familia sea restaurada! Confía tu casa en las sabias y poderosas manos del Padre (Salmo 37:5). Son sus manos las que pueden restaurar y hacer todo nuevo en tu vida y familia. No desprecies tu hogar, sino ora, cuida y vela por tu familia (1 Timoteo 5:8).