Actividad Nro 02-Caso Clínico-MB-2021-II. Desarrollo
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CASO CLÍNICO
Una paciente de 89 años llega al Hospital Regional de Lambayeque; refiere un intenso
dolor en el abdomen, náuseas, pérdida de apetito y flatulencia desde hace algunas
semanas. Durante la evaluación médica, la paciente indica que los “malestares
gastrointestinales” se presentan con mayor frecuencia al consumir ciertos alimentos como
harinas, carnes, lácteos y derivados. Asimismo, el médico indica ranitidina 50mg/2mL I.V,
dimenhidrinato y simeticona en el momento de la consulta.
Después de la consulta, la paciente es derivada al servicio de Gastroenterología donde le
indican algunos exámenes.
PRUEBAS:
1. Serología: Prueba rápida- Helicobacter pylori IgG: POSITIVO
2. Endoscopía y Biopsia:
RESPONDER:
muestras biologicas
caso clinico
Recomendaciones específicas:
Evitar comidas saladas, condimentadas, ahumadas y quemadas.
Erradicación del Helicobacter Pylori. Tratamiento triconjugado con
omeprazol, amoxacilina y levofloxacina por 10 días.
Suero de Vitamina C reforzado con ácido glutamico, selenio, silicio,
n acetil cisteína, glutatión y lisina. Dosis: 1 cada mes por 6 a 12
meses.
Formula antioxidante. Dosis: 1 tableta cada 12 horas por 3 a 6
meses.
14 Síntomas de la Gastritis
Ardor gástricoNáuseasVómitosIndigestión abdominalHipoPérdida de apetitoSensación de
distensión del abdomenHematemesisDeposiciones negras
RESUMEN
Frente a este problema de salud pública no hay ninguna acción por parte de las autoridades
de salud ni del gremio médico. Por tanto, se revisan las estrategias de manejo que permitan
intervenir la historia natural de la enfermedad con el objetivo de disminuir la incidencia y
mortalidad.
ABSTRACT
Gastric cancer is a public health problem, but there are no usable mortality and survival
statistics for Colombia. The country has no early diagnosis program or strategy, and gastric
cancer is not prioritized as a health problem. Existing studies show that most patients are in
advanced stages by the time they are diagnosed.
In the face of this public health problem, there has been no action by health authorities or
the medical association. For this reason, we have reviewed management strategies that
allow intervening into the natural history of the disease to reduce its incidence and mortality
rate.
INTRODUCCIÓN
La prevención primaria del CG está dirigida a una dieta adecuada, rica en fibra, con
mayor ingesta de frutas y verduras; y a un diagnóstico y tratamiento de la infección
por H. pylori tempranamente en la vida, estrategia que debe realizarse antes de que
existan cambios en la mucosa gástrica de atrofia y metaplasia intestinal. La prevención
secundaria está dirigida al diagnóstico y seguimiento de las lesiones preneoplásicas
como la atrofia y la metaplasia intestinal, fundamentadas en una escala de gravedad de
acuerdo con la estadificación histológica conocida como el sistema Operative Link on
Gastritis Assessment (OLGA) y Operative Link on Gastritis/Intestinal-Metaplasia
Assessment (OLGIM)9.
Objetivo general
Colombia no tiene políticas definidas para controlar y prevenir el CG. Por lo anterior, se
establece el siguiente objetivo: con el conocimiento de la historia natural, revisar las
estrategias de intervención dirigidas a la prevención primaria y secundaria que permitan
disminuir su incidencia y mejorar las cifras de mortalidad y de detección temprana.
Historia natural
En 1975 Pelayo Correa publicó “Un modelo para el desarrollo del cáncer gástrico”. En
este artículo argumentó que el desarrollo del CG de tipo intestinal, el subtipo más
común, se originaba de un proceso de 30 a 50 años de duración que comenzaba con la
gastritis crónica atrófica y progresaba variablemente a metaplasia intestinal, displasia y
cáncer. Se postulaba que los cambios iniciales se producían en la primera década de la
vida, cuando ocurría la colonización por el H. pylori. Correa inicialmente postuló que los
agentes responsables de promover este proceso lento de gastritis a cáncer estaban
relacionados con el medio ambiente, basado en los estudios de personas que migraban
de áreas de alto riesgo para CG a zonas de bajo riesgo 12.
Bedoya reportó en 2002 que el 88 % de los niños menores de 10 años mostraba algún
cambio inflamatorio en la mucosa gástrica y cambios de gastritis crónica atrófica en el 5
% 13.
Figura 1 Factores de riesgo para CG. Tomado de: Park JY et al. Clin Endosc. 2014;47(6):478-89.
El CG está asociado con una historia familiar (componente genético) con un Odds
ratio (OR) de 2 a 8, dependiendo del país. También existen estudios de mayor
prevalencia de infección por H. pylori y lesiones premalignas en los parientes en primer
grado de pacientes con CG, en comparación con los controles 9,16.
Esto obliga a preguntarse por qué y cómo la enfermedad se desarrolla en una minoría
de pacientes infectados. Una de las razones es la diferencia en la patogenicidad de la
bacteria. Las investigaciones en este campo se han enfocado en la susceptibilidad
genética (polimorfismos en genes que gobiernan las respuestas de inflamación
gástrica), la heterogeneidad del H. pylori y otras influencias del medio ambiente tales
como la sal de la dieta o la presencia de especies no Helicobacter dentro de la
microbiota gastrointestinal pueden explicar por qué solamente una pequeña proporción
de individuos colonizados por el H. pylori pueden desarrollar el CG 12.
En la isla de Matsú, en Taiwán, los residentes tienen una alta prevalencia por H. pylori.
La incidencia de CG es de 50 por 100 000 habitantes, la cual es aproximadamente 3 a 5
veces mayor a la incidencia de Taiwán. La edad elegida se estableció a los 30 años con
el fin de acelerar la eliminación del CG. Un estudio piloto de tamizaje comenzó en esta
población de la isla en 2004 con el objetivo de diagnosticar y tratar la infección por H.
pylori. Los resultados iniciales fueron muy promisorios. La incidencia de CG disminuyó
en un 25 % y la atrofia gástrica en un 77 %, en comparación con los datos históricos 19.
Se ha calculado que es necesario diagnosticar y tratar a 15 hombres en la China y 245
mujeres en los Estados Unidos para evitar un caso de CG 20.
En enero de 2014 se realizó un consenso global en Kioto, Japón, para evaluar el manejo
de la gastritis crónica asociada con H. pylori. De forma similar, en sus conclusiones se
estableció que la erradicación del H. pylori podía prevenir el CG y que todos los
portadores de H. pylori deberían ser tratados para erradicar este patógeno 21. Si el H.
pylori es eliminado de la población, aproximadamente el 75 % de los CG podrían ser
eliminados 22.
Nuestra atención debe estar enfocada o dirigida a cómo se realiza esta estrategia, por
ejemplo, con la identificación de los pacientes con infección por H. pylori dentro de la
población asintomática y la erradicación antes del desarrollo del CG. Sin embargo, la
estrategia actual debe depender de la infección por H. pylori y de la incidencia del CG
dentro de esa población 23.
544 pacientes con cirugía endoscópica por CG temprano fueron aleatorizados para
recibir tratamiento erradicador del H. pylori. El CG metacrónico se detectó en 9
pacientes en el grupo que recibió tratamiento y en 24 pacientes en el grupo que no
recibió tratamiento, con una p <0,01. Esto indica que el efecto preventivo de la terapia
erradicadora del H. pylori en estos pacientes muestra una reducción significativa del
riesgo de CG metacrónico 25.
La evidencia sugiere que todos los individuos con gastritis por H. pylori deben ser
tratados. En países con poblaciones de alto riesgo para CG, esta estrategia es
recomendada para individuos jóvenes, menores de 20 años, teniendo en cuenta que la
infección es adquirida en la infancia. Este conocimiento puede tener utilidad clínica para
estratificar los individuos con infección por H. pylori en riesgo alto y riesgo bajo para
CG, creando un esquema de seguimiento personalizado 12.
La pregunta sería cómo prevenir el CG (Figura 2). Los resultados apoyan la estrategia
de erradicar la bacteria en países donde el H. pylori y el CG son comunes. Luego, la
estrategia actual debe realizarse dependiendo de la prevalencia del H. pylori y del CG 23.
En el consenso de Kioto (2014) los participantes recomendaron de forma unánime la
implementación de la terapia de tratamiento erradicador del H. pylori antes de que los
cambios precancerosos se desarrollen 21. La razón: se reduce el riesgo de progresión a
atrofia gástrica, metaplasia intestinal y se reduce el riesgo futuro de CG.
Figura 2 Estrategias de prevención primaria de CG. Tomado de: Lee YC et al. Gut Liver. 2016;10(1):12-26.
Esta estrategia de tamizar y tratar la infección por el H. pylori parece ser el mejor
abordaje para disminuir el riesgo de cáncer. Sin embargo, la implementación de esta
estrategia a nivel de la población requiere un enfoque sistemático. El programa debe
ser también integrado dentro de las prioridades del cuidado de salud a nivel nacional,
de forma que permita que los recursos limitados sean efectivamente asignados y
utilizados. La implementación puede requerir la adopción de una estrategia apropiada.
Dentro de la población hay subgrupos que varían en riesgo, de tal forma que es
imposible que el abordaje sea el mismo para todos 11.
Tratar todos los pacientes con infección documentada por histología o prueba rápida de
ureasa no se justificaría porque no resultaría costo-efectivo. Es necesario definir un
grupo de alto riesgo dentro de la población.
Análisis de costos
La literatura muestra que los programas de diagnóstico y tratamiento para los pacientes
con infección por H. pylori es más costo-efectivo en los países donde la incidencia de CG
es más alta, en comparación con países de baja incidencia 30,31. Dos estudios
demostraron que la edad óptima de tamizaje está entre los 20 a 30 años porque
realizarlo en cohortes de mayor edad resultó menos costo-efectivo 32.
Atrofia gástrica
Los pacientes con atrofia o metaplasia intestinal extensa deben ser seguidos con
endoscopia cada 3 años y los pacientes con atrofia moderada o metaplasia intestinal
limitada solo al antro no necesitan seguimiento 37. El manejo debe ser individualizado de
acuerdo con otros factores tales como historia familiar de CG, origen geográfico,
tabaquismo e ingesta de sal.
Las guías europeas han recomendado que los pacientes con gastritis atrófica extensa o
metaplasia intestinal extensa deben tener seguimiento endoscópico cada 3 años. La
incidencia de CG en 10 años de seguimiento para los pacientes con gastritis atrófica es
del 0,8 % y para los pacientes con metaplasia intestinal del 1,8 %, por lo que el
seguimiento endoscópico de estos 2 grupos debería ser diferente 37.
Metaplasia intestinal
Los pacientes con metaplasia intestinal pueden tener hasta 10 veces más riesgo de CG
que la población general 42. Existe controversia acerca de la utilidad de clasificar la
metaplasia intestinal en la práctica clínica. La presencia de metaplasia intestinal
incompleta incrementa significativamente el riesgo de CG 2,42, en comparación con la
metaplasia intestinal completa 37,39.
Displasia
Los pacientes con displasia generalmente son hombres y 10 años más jóvenes que sus
familiares con CG (61,35 años para displasia y 70 años para CG) 47.
La displasia puede encontrarse en cualquier parte del estómago, pero la mayoría de las
veces se encuentra en el antro. También la mayoría de las veces la displasia se
descubre incidentalmente durante endoscopias de tamizaje 47.
En relación con su manejo, las lesiones de alto grado requieren resección endoscópica,
debido a su potencial de progresión a carcinoma y a la coexistencia con el carcinoma.
Cuando las lesiones no están bien definidas endoscópicamente, se recomienda que se
les realice seguimiento 1 año después del diagnóstico. Las lesiones con displasia de alto
grado deben manejarse con resección endoscópica 47.
Cuando el diagnóstico del cáncer se realiza por tamizaje, la supervivencia puede ser
larga y la curación puede ser posible. Sin embargo, el CG tiene un tiempo en esta fase
relativamente corto. Los cánceres con fase asintomática larga, como el de próstata,
pueden diagnosticarse de forma temprana y asintomática por el beneficio del antígeno
prostático específico (PSA), como forma de tamizaje 11.
Fase sintomática
Otro aspecto importante es el costo del manejo de los pacientes con lesiones
avanzadas. Gaviria y Cubillos establecieron costos directos (diagnóstico, estadificación,
procedimientos médicos y dispositivos médicos) de la atención de los pacientes con CG
avanzado, que es de 12 millones para el estadio II y de 27 millones para el estadio III.
Se estableció que a mayor estadio de estadificación son mayores los costos (Figura
6) 52.
Figura 6 Resumen de las estrategias de prevención primaria y secundaria. Historia natural del CG.
CONCLUSIONES
Hace más de una década un modelo matemático mostró que el tamizaje de la infección
por H. pylori y su erradicación podían ser costo-efectivos en países con alta incidencia y
mortalidad de CG. También se demostró que el beneficio era solamente significativo en
un subgrupo de pacientes sin presencia de lesiones precancerosas. Un metaanálisis de 7
estudios realizados en áreas de alta incidencia de CG demostró una reducción del riesgo
de CG entre los pacientes tratados para erradicar el H. pylori (riesgo relativo [RR]:
0,65). Esta estrategia de prevención primaria es costo-efectiva en países con alta
incidencia de CG.
El 84 % de los pacientes con CG están por encima de los 50 años, de los cuales el
grupo de los 60 a los 70 es el de mayor porcentaje (65,1 %). Los pacientes con
displasia generalmente son hombres y 10 años más jóvenes que sus familiares con CG
(61,35 años para displasia y 70 años para CG), por lo que la estrategia para la
población promedio debería ser 10 años antes; es decir, se debe iniciar la mayor
vigilancia endoscópica y estratificación de riesgo por encima de los 50 años.
TRATAMIENTO
Gastritis por AINES: Los síntomas pueden mejorar con el retiro, reducción o la
administración de la medicación con alimentos, en aquellos pacientes en quienes
persisten los síntomas se les debe someter a endoscopía diagnostica y estudio
histológico para confirmar la etiología por AINES y en base a ello ser tratados
sintomáticamente con el uso de sucralfato 1 gr. 4 veces por día, antes de los alimentos
y al acostarse, misoprostol un análogo de prostaglandina 200 mg 4 veces por día y/o
antagonistas de receptores H2 (ranitidina 150 mg 2 veces por día) o inhibidores de la
bomba de protones en una dosis diaria (omeprazol 20 mg, rabeprazol 20 mg,
pantoprazol 40 mg o lansoprazol 30 mg, esomeprazol 40 mg).
Gastritis por Estrés: Existe la profilaxis farmacológica para su prevención, con el uso
endovenoso de antagonistas de receptores H2 o inhibidores de la bomba de protones o
sucralfato por vía oral, evidenciándose una franca reducción de la incidencia de
sangrado digestivo hasta de un 50%.
El consenso de Maastricht III – 2005 (12, 13), estableció dos grupos de indicaciones, un
primer grupo en el que el tratamiento es mandatorio, el no hacerlo constituye un error
médico, y un segundo grupo en el que el tratamiento es recomendado por un beneficio
epidemiológico, Tabla 5. Por lo que se sugiere un tratamiento individualizado con
discusión de los riesgos y beneficios.
PRONÓSTICO
Los casos de Gastritis crónica atrófica con metaplasia intestinal tipo incompleto que es
el substrato de formación de pólipos, adenomas o displasia deben ser manejadas por un
especialista.