Clasificación de Los Contratos
Clasificación de Los Contratos
Clasificación de Los Contratos
Nominados
Será aquel que tiene nombre específico y particular confirmado por el derecho, por ejemplo: mutuo, depósito,
compraventa, etcétera y tienen, cada uno, acciones específicas, individualmente denominadas, que los tutelan.
a Negocios per aes et libram: mancipatio y nexum Se trata, en realidad, de una forma de llevar a cabo
diversos tipos de negocios jurídicos, mediante la cual durante los primeros tiempos de Roma y con el
pronunciamiento de determinadas palabras solemnes, la utilización de una balanza (libra) y de un pedazo de
bronce (aes), se efectuaba el negocio deseado por las partes
Dicho formalismo se realizaba en presencia de cinco testigos y del libripens, que sostenía la balanza
Si el negocio deseado consistía en una transmisión de propiedad, estaríamos en presencia de una mancipatio
Por el contrario, si se trataba de un préstamo en dinero con la garantía de que un miembro de la familia
quedase como rehén en poder de la otra parte, estamos en presencia de un nexum 5
b Dictio dotis: Consiste en la promesa que efectúa un paterfamilias respecto de la dote que le
entregará a su hija en el momento en que ésta contraiga matrimonio Dicha promesa
se lleva a cabo bajo las reglas de esta forma contractual, con el pronunciamiento
de determinadas fórmulas
c Promissio iurata liberti Por medio de ella el esclavo manumitido se comprometía a determinadas cosas
hacia su antiguo amo
C. Contratos re o reales
Estos contratos se perfeccionan mediante la entrega de la cosa, pues sólo después de entregado el objeto,
quien lo recibe queda obligado a restituirlo.
Estos contratos son cuatro: mutuo, comodato, depósito y prenda
a Mutuo Es un contrato unilateral, gratuito7 y de estricto derecho al que también podemos llamar préstamo de
consumo, por medio del cual una persona, llamada mutuante, le transfiere a otra, llamada mutuario, la
propiedad de determinados bienes fungibles, obligándose éste a devolver una cantidad igual del mismo género
y calidad,
Pueden ser, por tanto, objeto de este contrato aquellas cosas que se pesan, cuentan o miden, con la finalidad
de que el mutuario devuelva un objeto semejante como, por ejemplo, trigo, vino, dinero, etcétera
b Comodato También llamado préstamo de uso, es un contrato sinalagmático imperfecto, gratuito y de buena
fe, por medio del cual una persona, llamada comodante, le entrega una cosa no fungible a otra, llamada
comodatario, para que ésta la use para determinado fin y la devuelva dentro del plazo fijado
Para que este contrato se perfeccione es necesario que el comodante entregue la cosa, conservando tanto la
propiedad como la posesión del bien, teniendo el comodatario una simple detentación
El objeto del comodato puede recaer tanto sobre bienes muebles como inmuebles, pero en cualquiera de los
casos deberán de ser objetos perfectamente determinables
c. _Depósito Otro de los contratos reales es el depósito, mediante el cual una persona —el depositante—,
entrega a otra —el depositario— una cosa mueble para su guarda, que debe ser devuelta a su requerimiento.
Este es entonces un contrato sinalagmático
imperfecto, gratuito y de buena fe.
El depositario tiene la obligación de restituir la cosa depositada, ya que es responsable por la pérdida o
deterioro que sufriera el objeto, salvo que fuese por causas ajenas a él. Puede, si se da el caso, solicitar al
depositante una indemnización por los gastos que hubiera tenido que realizar para conservar
el objeto en la debida forma e incluso retener el bien en su poder y ejercer una
actio depositi contraria.
d Prenda El último de los contratos reales es la prenda, por medio del cual un deudor o una tercera persona
entrega una cosa a un acreedor, al que llamaremos acreedor prendario, para que la guarde en garantía de un
derecho que éste tuviese en contra del primero
Es, por tanto, un contrato sinalagmático imperfecto, de buena fe y accesorio, que sirve para garantizar el
cumplimiento de otra obligación
En una primera etapa, los objetos que podían ser motivo de este contrato fueron exclusivamente bienes
muebles, pero con posterioridad se amplió a inmuebles
El acreedor prendario se obliga a restituir la cosa dada en prenda en el momento en que el deudor cumpla con
su obligación, así como a pagar intereses y daños, si el objeto llegara a sufrirlos por haberlo utilizado en su
beneficio, ejerciendo el dueño de la prenda, en caso de incumplimiento, una actio pignoratitia directa
a. _Compraventa Vemos, pues, que la compraventa (emptio venditio) puede ser definida como aquel
contrato de buena fe por medio del cual una persona llamada vendedor se obliga a transferir a otra llamada
comprador, la posesión libre, completa y duradera de una cosa determinada, mediante el pago de una cantidad
cierta y en dinero.
Basándonos en esta definición, observamos que el acuerdo de las partes debe recaer sobre dos cosas
fundamentalmente: la cosa vendida y el precio pagado por ella. Respecto de la primera, todas las cosas que se
encuentran en el mundo del comercio (res in commercium) y, por ende, forman el patrimonio de un individuo,
pueden ser objeto de compraventa, tanto cosas corporales como incorporales
b. _Locatio conductio Otro de los contratos consensuales es la locatio conductio, que es un contrato
sinalagmático y de buena fe, por el cual una persona se compromete a proporcionarle a otra el goce temporal
de una cosa no consumible, o bien a ejecutar en favor de ella un determinado trabajo mediante una retribución
periódica y en dinero.
3. Locatio conductio operarum (contrato de trabajo). Esta figura corresponde al moderno contrato de
trabajo y en Roma no tuvo una
gran importancia. Como situación indispensable para su existencia, encontramos
en él la dependencia económica y la dirección técnica. Quedan fuera de esta relación
contractual todos los servicios artísticos o de profesiones liberales.
Los deberes que eventualmente podían surgir para el mandante son los siguientes:
a. Pagar al mandatario los gastos que hubiese hecho en la ejecución del encargo.
b. Responder de los daños que como consecuencia de dicha gestión hubiese sufrido.
Para la reclamación judicial de los deberes mencionados, el mandante tenía la actio mandati directa y el
mandatario la actio mandati contraria.
El contrato finalizaba por las siguientes causas:
a. Cumplimiento del encargo o imposibilidad de realizarlo.
b. Llegada del término establecido.
c. Por voluntad de ambas partes.
d. Por revocación del mandato por parte del mandante.
e. Por renuncia del mandatario.
f. Por muerte de las partes, excepto en el caso del mandato post mortem.
Contratos innominados
Los contratos innominados aparecieron con el reconocimiento de determinadas convenciones que no
figuraban en la lista tradicional de los contratos. Son figuras que se apartan de los contratos típicos del
derecho clásico y que, en atención a la naturaleza de la prestación y contraprestación, se agrupan en cuatro
clases distintas:
A. Do ut des: Doy para que des. Se presenta cuando las prestaciones de cada una de las partes
consistieran en dar alguna cosa.
B. Do ut facias: Doy para que hagas. Aquí, una parte se compromete a dar alguna cosa y la otra a
prestar cierto servicio.
C. Facio ut des: Hago para que des. Esta categoría es igual a la anterior, pero observada en sentido
inverso.
D. Facio ut facias: Hago para que hagas. Es un intercambio de servicios.