T1 Investigacion 1
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Hoja en blanco
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Índice
1.1 Generalidades sobre ética
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Índice de figuras
1.1 La ética
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HOJA EN BLANCO
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Conclusión por cada integrante
Mi conclusión para todo esto es que para todo absolutamente para todo necesitamos la ética y los valores ya
que eso es muy importante ya que de no ser así el mundo sería un caos y nadie sentiría culpa por nada de sus malos
actos o malas decisiones entonces por eso desde muy pequeños se les inculcan los valores primordiales a las
personas ya después en su vida profesional les enseñan más valores pero ya más enfocados hacia la carrera que
estén estudiando o la tecnología que estén innovando ya que muchas veces pues uno piensa que la tecnología que
va a hacer pues va a beneficiar a todos y muchas veces eso es lo que se quiere lograr pero hay ocasiones donde no
siempre se puede entonces pues para eso los preparan antes de salir a ejercer su carrera profesional y ser lo más
éticamente más correcto posible, entonces con toda esta investigación también se aprendió que en todos lados hay
ética absolutamente en todos lados pero no siempre se aplica o no siempre se aplica correctamente por lo tanto
pues aquí una solución que yo podría dar es que las empresas, escuelas, gobierno, locales, transportes, personal
público, etc.
Podrían dar talleres sobre la etica y sus aplicaciones en la vida cotidiana y cómo actuar correctamente ante
cualquier situación, por lo tanto, yo aquí hago una invitación a todas las personas, que estudien un poquito sobre la
ética que se empapen de todo este conocimiento para que no sea un mundo perfecto tal vez pero que se vuelva un
mundo mejor un mundo más en paz más armónico, para que ya haya tantas guerras y lucha por territorios y todas
esas situaciones entonces yo aquí dejo mi granito de arena un libro muy importante para empezar a aprender sobre
la ética (https://mercaba.org/SANLUIS/Filosofia/autores/Contempor%C3%A1nea/Badiou/La%20%C3%A9tica.pdf).
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1.1 Generalidades sobre la ética
La ética está vinculada con toda la vida que a su vez es algo primordial para el bienestar. La ética puede ser
ciencia, ya que esta tiene principios éticos en toda o la mayoría de nuestra vida social.
La ética no es algo exclusivo de religión, creencia, ciencia, trabajo, investigación, etc. La ética busca que el
ser humano tenga una conducta correcta para lo que la sociedad estableció como una conducta correcta para
cualquier situación. Si hay más normas mejor así se pueden cubrir muchas situaciones que puedan pasar en la vida
cotidiana y sus adversidades, por lo que es importante conocerlas para saber responder a las situaciones cotidianas
todo esto para evitar malas decisiones que pueden influir mucho en la sociedad.
Otro punto de vista es que se entiende la ética como una limitante como una prohibición, lo que no es muy
adecuado ya que esto supone como una reja en el sentido metafórico, ya que esto impulsa cuando se tenga que
hacer una acción escoger cuál de estas opciones vale más la pena y donde los empujara a escoger entre sus
ejemplares o con lo que puede cambiar su vida.
Por esto mismo se presenta como ética de los valores y no como ética afirmativa.
También, se presenta que la ética no es algo privado de las personas si no algo más abierto como las normas
y las leyes. Ya que con esta idea pues queda que no hay que complicarse con cualquier problema cotidiano con en la
escuela, el parque, el transporte público o cualquier otra actividad pública. Y no transgredir la ética por cualquier
individuo, así como lo dice la frase: la dureza de la lucha por la existencia obliga a ser realista y pragmático.
Tal vez no vivamos en un mundo perfecto, pero también no todo es egoísmo en nuestra sociedad. [1]
1.1 La ética
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1.1.1 La ética, su objeto de estudio y su sentido sociocultural.
Para todo esto primero debemos entender que se encarga, algunas de estas ramas son la ciencia y la
tecnología.
Como ejemplo vamos a tomar la medicina, en la medicina se tiene que enseñar ah no medicar demás, a no
tener la negligencia con los pacientes prioritarios, a tratarlos con respeto, por la cual hay muchas formas de
aprender esto ya sea con artículos, revistas, libros, noticias, etc. Para poder ejercer la carrera de medicina se deben
tener ciertos conocimientos y habilidades ya que tienen que estar preparados éticamente para todos los problemas
que se les presenten ya que es el primer contacto que tiene con un paciente real después de titularse y obtener
todas sus certificaciones a que voy con todo esto, a que la ética juega un papel importantísimo ya que aquí no es un
juego ya que muchas situaciones aquí se tratan de vida o muerte y pues a nadie le gustaría esto aparte de que todo
esto de la ética va de la mano con las normas ya que todo esto no solo tiene que ver con la cuestión moral sino que
también están en juego las leyes y las normas ya que si se muere o sufre algún daño grave algún paciente por
negligencia médica pues ahí ya entrarían en juego las leyes y las normas, pero no solo está la cuestión de las leyes y
normas si no es que también se encuentra lo económico de por medio muchas veces las personas encargadas de la
salud pues están ahí por la recompensa económica y bueno pues está bien cada quien persigue sus sueños y metas
pero en muchos de estos casos pues tratan mal a los pacientes o a sus compañeros de trabajo porque no tienen la
vocación y la pasión de otras personas que si les gusta esto si no que solo persiguen el dinero y ya.
Aquí en este punto de la investigación es muy importante reflexionar ya que cuantos casos no hay conocidos
y desconocidos sobre que un paciente murió por que no lo quisieron atender o porque no le dieron los cuidados
necesarios o por que no estaba en las condiciones adecuadas entonces pues si es muy importante la ética en la
medicina por que como ya lo mencione anteriormente aquí están en juego muchas vidas entonces la pregunta es
Que puedo hacer yo para evitar o radicar todos estos malos actuares sobre los médicos hacia los pacientes?
La ética en la tecnología
Al día de hoy es complicado tener la idea de que la tecnología es ciencia en su máximo esplendor y todos los
intereses sociales por parte de la tecnociencia. La vista de la producción de ciencia, tecnología, sociedad. Algo de
todo esto de las nuevas tecnologías y su producción es que no puede esconder sus problemas éticos así nada más
pues no esto es prácticamente imposible y muy poco ético. [3]
Y ya que estamos hablando sobre los intereses sociales veamos a continuación el sentido sociocultural de
todo esto, todos somos integrantes de una cultura donde nos ensenan a desarrollarnos, técnicas, valores, creencias,
tradiciones de la propia cultura.
Lo principal de lo sociocultural pues son las propias normas impuestas por cada cultura:
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• El ser perteneciente a estas mismas culturas es aceptar sus normas, tal vez por comodidad o por el propio
convencimiento de la cultura.
• Y en caso de no aceptarlas normas estas mismas culturas los rechazan y los excluyen de estas mismas
culturas. [4]
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1.1.2 El juicio moral y el juicio ético.
EL JUICIO MORAL:
Sin duda, la investigación de Piaget (1971) sobre el desarrollo del juicio moral Los niños son pioneros en
estudiar la relación entre actividades constructivas
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Baldwin postula que el respeto a las normas se basa en ciertos sentimientos
Normas innatas que obligan a los individuos a relacionarse entre sí, es decir, las normas son
Recibe de por vida. Por otra parte, las afirmaciones sociológicas de Durkheim
La gente espera que los agentes sean moralmente heterónomos, es decir, creen
Las reglas son inmutables y respetadas por la autoridad de quienes las promulgaron,
Su pensamiento egocéntrico.
Comienza a través del proceso de diferenciación entre el mundo interior y el mundo exterior.
Junto con las presiones sociales, constituyen el realismo moral. El pensamiento infantil, que considera las
normas como objetos externos y
Juzgan las acciones en función de sus consecuencias, independientemente de las intenciones del agente.
Se rompieron 15 tazas al entrar a la cocina (no sabía que las tazas estaban ahí) y una
Taza rota (pertenencias de su madre) mientras intentaba sacar mermelada del armario.
No se le permite hacer esto), un niño pequeño pensará que la persona que más se rompe es "mala"
Copas: los resultados medios se desvían del criterio de "no romper la copa": ninguno
Sujetos y las relaciones sociales en las que participan. Es importante dejar esto claro
Una vez implementado, abre una nueva forma de pensar. No así para los adultos
Naturalizando las reglas como las únicas alternativas posibles cuando en realidad lo son.
Construcción Cultural Lo anterior no impide afirmar a Piaget (1971) que el desarrollo moral es una
Juicio cada vez más autónomo y descentralizado. El pensamiento racional en sus obras es
Considere las intenciones del actor. Piaget intentó explicar de esta manera
Confirma que los juicios morales son los mismos entre diferentes niños
Las ideas de justicia y derechos de las personas deben ser reconocidas por todos
Juicio Ético:
El punto de partida de la ética médica es anterior a nuestro tiempo, representado por Hipócrates, el médico
más destacado de la antigüedad, cuyas enseñanzas tuvieron un enorme impacto en el ejercicio de la
profesión médica en los siglos siguientes. Todo régimen social corresponde a una ética médica subordinada a
los intereses de la clase dominante y que ha sido muy influenciada por la ética religiosa desde la Edad Media
al intentar explicar las enseñanzas de lo que es la religión. Hasta el día de hoy, la teología formula una visión
de la ética que, aunque eficaz sólo para unos pocos, en realidad ejerce una fuerza moral universal en la
sociedad.
Más recientemente, en los años 1970, la bioética nació en Estados Unidos con el objetivo de mantener la
estabilidad de la estructura social, ocultando los conflictos existentes en la sociedad para salvaguardar los
intereses del grupo dominante, y con intenciones claras, como las comerciales. intereses. La introducción de
tecnologías médicas avanzadas, y para los países subdesarrollados esto significa opciones alternativas de
autocuidado, atención primaria por parte de legos, medicina tradicional, tecnología apropiada, reducción de
los costos sociales por parte del Estado y privatización de la atención médica.
En la actualidad, la ética médica involucra muchos temas como la práctica médica, la práctica profesional, la
gestión de la salud, el progreso de la ciencia y la tecnología médica y la regulación de la vida. El juicio ético
impregna todos los temas de la ética médica como un componente obligatorio de la práctica médica, pero
dada su extensión, juzgaré los juicios éticos específicamente con referencia a la competencia espiritual y
profesional del médico en la práctica con los pacientes. Tecnología de punta con énfasis en la relación
médico-paciente.
El uso de las nuevas tecnologías en los servicios de salud está avanzando rápidamente, sobre todo en los
países que cuentan con mayores recursos. El desarrollo de equipos basados en nuevos principios, como la
microelectrónica, está teniendo un fuerte impacto en el desenvolvimiento de los servicios de salud. También
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en el campo de la biotecnología se está produciendo un desarrollo vertiginoso con la electrónica
biomolecular, la producción de materiales biosintéticos, la inmunología molecular y, muy especialmente, la
ingeniería genética.
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1.1.3 Valores éticos fundamentales: verdad,
responsabilidad justicia y libertad:
Libertad:
Si el agente percibe que lo valioso no lo es tanto, o que resulta demasiado difícil conseguirlo, disminuirá su tensión
afectiva y voluntaria ante ese objeto y no obrará por falta de voluntad y decisión. El proceso será contrario a lo
descrito arriba. En esto se manifiesta también la libertad humana.
Una vez más, aquí no hemos de interpretarla como indiferencia. La libertad no estriba, sin más, en poder decir que
no a cualquier cosa. Disminuir el amor o tratar de apagarlo afectivamente puede ser positivo si el objeto no es
realmente amable, o si existen otras prioridades más altas que se aman también (como dejar una ocupación por
exigencias familiares). En cambio, dejar de amar puede ser negativo si uno se echa atrás por miedo a las dificultades,
o por tener una prioridad afectiva contraria a un bien terminal necesario (aceptar ser cómplice de un robo por
amistad —desordenada— a una persona). Algunos bienes importantes son, además, necesarios y naturales porque
ante ellos existen inclinaciones antropológicas propias de la voluntad (no sólo de la sensibilidad o de los afectos).
Como estas inclinaciones son espirituales, aunque tienen expresiones corpóreas e incluso una base neural —así el
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amor a los progenitores, al prójimo—, no por eso contradicen a la libertad, porque no son violentas ni físicas.
Parecen opuestas a la libertad sólo a los que conciben la libertad como indiferencia.
Al mismo tiempo esas inclinaciones, al ser potenciales, exigen actualizarse en la conducta inteligente y en los
afectos, lo cual pide que la persona pase a obrar con decisiones.
Todos los seres humanos tienen una inclinación natural y personal a preservar su vida, a llevar una vida digna, a
cumplir con sus obligaciones morales, a convivir amistosamente con otros, a amar a Dios. En consecuencia, se ven
urgidos a poner por obra actos deliberados, decididos, amados efectivamente, para llevar a término eso a lo que sus
inclinaciones tienden.
Como esos bienes son necesarios, si uno no se mueve hacia ellos, por error, desamor, engaño, etc., sufrirá, porque
su actitud contrariará a sus inclinaciones personales naturales (si descuida su salud, si no tiene amigos, si no hace
nada en la vida).
Responsabilidad:
El término responsabilidad, que “aparece tardíamente en la ética” (Bilbeny, 2012: 194), viene del latín responsum,
“responder”. Y ese significado se ha conservado en la mayoría de los idiomas modernos, como por ejemplo en
alemán, responsabilidad se dice Verantwortung, que viene de Antwort, respuesta. Y muchas son las razones y
maneras en las que podemos responder. Podemos clasificarlas en tres formas de responsabilidad:
a) La responsabilidad ética: como seres humanos percibimos y somos conscientes, en distinto grado, de la
existencia y sus condiciones. Y ante tal hecho, damos respuesta, sea con acciones u omisiones. Así, si nos
damos cuenta del deterioro del planeta, eso mismo nos exige una respuesta personal y colectiva, por
ejemplo, disminuyendo nuestra huella ecológica dejando de comprar productos que sabemos dañan al
medio ambiente o quizá dejar de conducir el automóvil determinados días de la semana. Esta
responsabilidad ética surge de nuestro mero hecho de existir y ser conscientes del mundo en el que vivimos.
b) La responsabilidad moral: es la respuesta que debemos dar por las normas morales que permiten la
convivencia humana. En este caso es el deber el criterio de la responsabilidad. Por ejemplo, cuando un joven
cristiano se niega a ir a la guerra, porque ha interiorizado la norma de su comunidad religiosa, el “no
matarás” o “el amor al prójimo”. Se puede decir que es responsable ante su conciencia o ante su comunidad
o ante Dios. El cumplimiento de los Derechos Humanos, como declaración, estaría en este nivel.
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c) La responsabilidad legal: es la respuesta que damos ante las leyes de un país o leyes internacionales. Somos
responsables como ciudadanos o por la actividad o por la función, estamos dentro de un marco legal ante el
cual debemos responder. Por eso podemos decir que los choferes son irresponsables si se pasan la luz roja o
si el funcionario público acepta coimas de empresarios para ganar una licitación o si no cedemos el asiento a
las personas que les corresponde los asientos preferenciales. Y cuando los Derechos Humanos son asumidos
por los estados en Tratados Internacionales y plasmados en sus constituciones y legislaciones, también en
este caso los ciudadanos y gobernantes tienen responsabilidad legal.
Ser responsable manifiesta nuestra pertinencia al mundo, a una comunidad y a la humanidad. La responsabilidad me
revela que estoy en el mundo con otros, comparto el mundo con ellos y desde esa relación se generan lazos,
compromisos, obligaciones. La clave de la responsabilidad, entonces, es la respuesta. Responder, ¿de qué?, ¿por
qué?, ¿ante quién o quiénes? Cuestiones que procuraremos responder1.
El término “responsabilidad” tiene” una fuerte carga deontológica (sentidos b y c), es decir, que cuando usamos esta
palabra la asociamos con deberes, obligaciones que tenemos. “Tienes que ser responsable” le decimos a nuestros
hijos, con lo cual queremos decir que deben cumplir con sus obligaciones. Y desde este sentido restringido, quien
obra responsablemente no se siente necesariamente libre2. Sin embargo, ¿tiene un sentido más amplio que el
deontológico? Pensamos que sí, pero desde el punto de vista ético
Verdad:
Es el valor que nos hace comunicarnos con otros en base a la verdad de lo que sabemos, pensamos, sentimos o
creemos. Se manifiesta a través de dos virtudes básicas ligadas al obtener y compartir información; la precisión, que
dice relación con descubrir u obtener la verdad, y la sinceridad, vinculada a su expresión o manifestación.
La veracidad es un requisito fundamental para el desarrollo de un trabajo académico íntegro, ya que implica el
cuidado de la relación comunicativa con otros y la transparencia y claridad en el proceso metodológico, en base a
hechos e información verificable. Pues bien, para entender el concepto de la verdad, me gustaría compartir la
definición tan acertada que hace un autor desconocido sobre la misma y que dice así: “La verdad siempre se
consideró como un valor ético, pues da sentido al respeto ante los demás hombres, ante una sociedad, ante uno
mismo. Es el pilar básico donde se orienta la conciencia moral y abarca la confianza a esa sociedad; donde todos nos
necesitamos para vivir en verdad”.
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Justicia:
Pueden distinguirse dos sentidos del término: por un lado, el sentido subjetivo como valor e ideal moral y ético por
el cual un resultado puede o no ser justo; por el otro, el sentido objetivo como implementación formal de un
conjunto de prácticas, normas e instituciones que se articulan a través del derecho. Esta acepción se orienta hacia las
estructuras y sistemas de gobierno para reducir la arbitrariedad. Supone ciertos derechos y responsabilidades que
buscan garantizar la igualdad ante la Ley y la libertad de los individuos.
En la mayoría de los casos se coincide en que se trata de un valor determinado en función del bien común. Desde el
punto de vista formal, supone la determinación de un conjunto de normas sociales que permiten establecer un
ordenamiento de la vida cotidiana en base ciertas responsabilidades y relaciones entre personas, instituciones y
sistemas de gobierno. En España, el sistema judicial se organiza de manera tal que se jerarquice el tratamiento de los
hechos más significativos en instancias de magistrados, juzgados y tribunales. Este tipo de justicia representa una
conjunción de las anteriores en tanto plantea que las condiciones de funcionamiento de las instituciones judiciales,
las garantías del derecho y las responsabilidades se aplican de manera desigual en función de la clase social a la que
se pertenezca. Este fenómeno se comprueba, por ejemplo, en el caso de las garantías asociadas con el
procesamiento penal y en el acceso a una defensa adecuada. Supone, en definitiva, que los derechos y garantías solo
son efectivos en función de la posición social que se ocupe —entre otros factores—.
La justicia es un concepto que puede referir, por un lado, al valor por el cual se consideran socialmente la equidad, la
responsabilidad y la libertad de los individuos. Por otro lado, se refiere a la disposición y el cumplimiento efectivo A
sólo unos meses de que la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) de 1948 cumpla 75 años el 10 de
diciembre, los derechos humanos son ya una referencia universal indiscutible para defender la dignidad de todas las
personas sin distinción y en todos los ámbitos: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales.
Pero ¿qué son los derechos humanos y por qué son tan importantes? En este artículo, exploramos su significado,
cómo se aplican, quiénes se benefician de ellos, cuáles son los valores fundamentales que los sustentan y su futuro
en la era moderna.Los derechos humanos son normas que regulan el pleno respeto a la dignidad humana, ya que
señalan las condiciones básicas para la propia vida humana y promueven valores fundamentales de convivencia. Y
como normas universales que son, son obligatorias para los Estados y deben cumplirse globalmente y sin excepción
alguna.
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¿A quiénes protegen los derechos humanos?
Los propia DUDH subraya que los derechos humanos son “inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de
raza, sexo, nacionalidad, etnia, lengua, religión o cualquier otra condición”. Para que esos derechos se reconozcan y
se apliquen a alguien, basta con ser humano, porque su titularidad corresponde a todas y cada una de las personas.
No los otorga ningún Estado.
La DUDH nació como respuesta a los horrores de la II Guerra Mundial, cuando se produjo una masiva violación de
derechos humanos cuya principal víctima fue la población judía con el Holocausto, pero que también alcanzó a
algunos grupos sociales vulnerables como las personas con discapacidades y la comunidad LGTBI.
El gran objetivo de los derechos humanos es garantizar la dignidad humana y las condiciones para el desarrollo
integral de cada persona. En la práctica son un medio de protección y empoderamiento para poder enfrentar
cualquier negligencia o abuso por parte de las autoridades.
Los derechos humanos deben protegerse en el mundo entero. Y por eso la comunidad internacional ha ido
ampliando y mejorando los mecanismos para garantizar su cumplimiento. De hecho, todos los países han de
someterse actualmente a un escrutinio externo, un concepto que permitió crear la Corte Penal Internacional en
1998 y que dio lugar a los tribunales penales internacionales de la ONU y a los tribunales especiales para Ruanda, la
antigua Yugoslavia, Sierra Leona, Líbano, Camboya y Timor Oriental. También han aumentado los expertos
independientes de la ONU y los comités que controlan la implementación de los principales tratados internacionales
de derechos humanos. Y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU ha establecido un sistema, conocido como
Examen Periódico Universal, por el que todos los Estados examinan cada cinco años la situación de los derechos
humanos de los demás.
Un derecho es una petición que se justifica con los hechos: tengo derecho a los productos de mi cesta de la compra
si he pagado por ellos. Los ciudadanos tienen derecho a elegir a un presidente, si la constitución de su país se lo
garantiza, y el niño tiene derecho a ir al zoo, si sus padres se lo han prometido. Estas son las cosas que la gente
puede tener derecho a esperar, dadas las promesas o garantías que haga un tercero.
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Sin embargo, los derechos humanos son súper peticiones con una diferencia: no dependen de las promesas o
garantías de un tercero. El derecho a la vida de alguien no depende de otra persona que se comprometa a no
matarla: su vida puede ser, pero su derecho a la vida no. El derecho a la vida depende de una sola cosa: de que
somos seres humanos.
La aceptación de los derechos humanos significa aceptar que todo el mundo tiene derecho a hacer estas
afirmaciones: tengo estos derechos, no importa lo que diga o haga, porque soy un ser humano, al igual que tú. Los
derechos humanos son inherentes a todos los seres humanos como un derecho de nacimiento. ¿Por qué se debe
reclamar que no necesitan ningún tipo de comportamiento que los respalde? ¿Por qué no debemos exigir que los
seres humanos merezcan sus derechos?
Una reclamación de derechos humanos es, en última instancia, un derecho moral, y apoyada en valores morales. Lo
que mi derecho a la vida significa en realidad es que nadie debería quitarme la vida; que sería un error hacerlo.
Todos los lectores estén probablemente de acuerdo con esta afirmación porque todos reconocemos que hay ciertos
aspectos de nuestra vida, de nuestro ser, que deben ser inviolables y que nadie debería ser capaz de violar, porque
son imprescindibles para nuestro ser, quienes somos y lo que somos, son esenciales para nuestra humanidad y
nuestra dignidad humana. Sin el respeto de los derechos humanos, no podemos alcanzar nuestro máximo potencial.
Y por tanto el objetivo que debemos marcarnos es conseguir extender esta idea entre todos los individuos del
planeta. Entendimiento a nivel individual a cada ser humano en el planeta.
Muchos otros valores pueden derivarse de estos dos aspectos fundamentales y pueden ayudar a definir con mayor
precisión cómo en la práctica las personas y las sociedades deben coexistir. Por ejemplo:
Libertad: porque la voluntad humana es una parte importante de la dignidad humana. Vernos forzados a hacer algo
en contra de nuestra voluntad degrada el espíritu humano.
Respeto por los demás: la falta de respeto a alguien desprecia su individualidad y dignidad esencial.
No discriminación: porque la igualdad en la dignidad humana significa que no debemos juzgar los derechos y
oportunidades de las personas sobre la base de sus características.
Tolerancia: ya que la intolerancia indica una falta de respeto a la diferencia y la igualdad no significa uniformidad.
Responsabilidad: porque el respeto a los derechos de los demás conlleva la responsabilidad de los propios actos y
esforzarse en la realización de los derechos de todos y de cada uno.
La noción de "derechos humanos" se aleja considerablemente de ser unívoca y bien definida. O, desde otra
perspectiva, podríamos afirmar que existen múltiples y, en ocasiones, conflictivas concepciones de los
derechos humanos.
Tomando como base varios trabajos recientes sobre el tema (sin adentrarme en una exégesis crítica de los
mismos), me sumerjo en las diversas y, a veces, complejas perspectivas sobre los derechos humanos. No
obstante, no pretendo dar cuenta explícita ni criticar estos trabajos, dejando esa tarea para un futuro trabajo
más amplio.
En particular, surgen tres clases de problemas vinculados a esta noción: aquellos relacionados con la
identidad de los derechos humanos, su fuente de producción, y su contenido.
Los problemas sobre la identidad, es decir, su estatus o naturaleza, se resumen en la pregunta: ¿qué son
realmente los derechos humanos? Los problemas concernientes a la fuente de producción plantean la
interrogante: ¿de dónde derivan (o cuál es el fundamento de) los derechos humanos? Mientras que los
problemas relativos al contenido se expresan en la pregunta: ¿cuáles son exactamente los derechos
humanos?
Esta serie de preguntas engloba, a su vez, dos conjuntos de interrogantes: a) ¿qué son, de dónde derivan,
cuáles son los derechos? y b) ¿qué son, de dónde derivan y cuáles son los derechos humanos? En otras
palabras, los problemas de identidad, fuente y contenido de los derechos humanos encapsulan tanto los
dilemas generales, ampliamente discutidos en la teoría jurídica moderna (al menos desde Bentham),
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referentes al concepto de derechos subjetivos (o en sentido subjetivo), como también los problemas más
específicos y también muy debatidos en la teoría jurídica contemporánea relacionados con esos derechos
subjetivos denominados "humanos".
En cuanto a los dilemas vinculados a la identidad de los derechos, nos topamos con los tres problemas
previamente mencionados. En síntesis, nos enfrentamos al cuestionamiento sobre si existe o no una noción
unificada de los derechos humanos, cuál sería esa noción (en caso de existir), y quiénes son los titulares de
dichos derechos. Mientras que el primer problema no ha sido objeto de un debate extenso y generalmente
se asume la existencia de una noción unificada de los derechos humanos, las discusiones en torno al
segundo reproducen las contradicciones que mencioné anteriormente, entre quienes respaldan distintas
teorías sobre la configuración de la noción de derechos humanos.
En relación con la titularidad, es imperativo señalar que la denominación "humanos" no resuelve de manera
concluyente las discusiones. Sería simplista considerar (especialmente en debates de índole moral) que no
existen zonas grises simplemente porque estos derechos se refieren a "todos los seres humanos". De hecho,
algunos sostienen que estos derechos no se aplican a todos los seres humanos en tanto que seres humanos,
ya que esta adscripción sería negada por su "especismo". Se argumenta, entonces, que estos derechos se
refieren a los seres humanos debido a ciertas características dotadas de valor (como la sensibilidad al dolor o
al placer, la racionalidad, el uso del lenguaje, etc.) que justifican la adscripción de estos derechos. De aquí se
deriva la conclusión de que no necesariamente solo los miembros de la especie humana son titulares de
dichos derechos.
En relación con la fuente de producción, el debate se da principalmente entre dos posiciones: aquella que sostiene
que los derechos humanos son derechos morales, es decir, que su fuente de producción es una forma de ley, o más
bien de principio, moral; y aquella que sostiene que los derechos humanos son jurídicos, es decir, que su fuente de
producción es la ley o algún otro mecanismo generador de normas (costumbres, decisiones judiciales, principios
constitucionales, etc.) que opera en el ámbito jurídico.
El mismo problema, desde un punto de vista más general, puede configurarse como un problema de
fundamentación; los derechos humanos tienen un fundamento moral y, por lo tanto, valen (en el sentido de "deben
ser respetados por los individuos y por los órganos del Estado") independientemente de su contingente
reconocimiento jurídico, o, por el contrario, tienen un fundamento jurídico y valen entonces solo si obtienen alguna
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forma de reconocimiento jurídico. Se trataría, por lo demás, como ha sido observado recientemente, de una
contraposición tradicional entre dos acercamientos (Jusnaturalista uno y juspositivista el otro) que, aunque tenía una
razón de ser histórica y todavía tiene una teórica, ya no tiene mucha importancia práctica. En efecto, gran parte de
los derechos humanos "morales" hoy son derechos humanos "jurídicos", ya que han sido incorporados.
En el ámbito de los derechos humanos, las respuestas dependen en gran medida de las soluciones ofrecidas a los
problemas previos de identidad y fuente de producción de dichos derechos. Si se configuran como derechos
jurídicos, el dilema sobre su naturaleza y tipo no difiere mucho de los problemas relacionados con el contenido de
cualquier sistema jurídico. Del mismo modo, si se configuran como derechos morales, el problema sobre su
naturaleza y tipo se asemeja a los desafíos en torno al contenido de cualquier sistema moral.
En realidad, las discusiones más intrigantes hoy en día, independientemente de la fuente de producción de estos
derechos, son aquellas que abordan el reconocimiento de cuatro categorías distintas de derechos humanos.
Los derechos humanos "liberales", consagrados en las primeras cartas de derechos del siglo XVIII y reconocidos en
prácticamente todas las cartas fundamentales a nivel nacional e internacional. Principalmente, se refieren a...
Ibid., p. 16. La vaguedad y eventual contradicción interna de las declaraciones de derechos sigue siendo relevante
en el debate actual sobre la fundamentación de los derechos humanos. De hecho, existen diferentes soluciones para
las cuestiones de interpretación de las declaraciones, ya sea considerando admisible el recurso a los derechos
humanos "morales" para argumentar a favor de una interpretación u optando por excluir ese recurso y considerar
solo criterios jurídicos para la resolución de las disputas.
Es crucial observar que no todos los estados cuentan con constituciones que prevengan y garanticen los derechos
humanos, y las declaraciones de principios de la Asamblea General de la ONU generalmente no se consideran
fuentes de normas vinculantes. Sobre este punto, consultar B. Conforti, Diritto internazionale, Editoriale Scientifica,
Nápoles, 1987, pp. 52-57.
Se llevan a cabo debates similares, incluso cuando se acepta que los derechos humanos derivan de una fuente
jurídica, ya sea en la interpretación del derecho existente, especialmente cuando hay interpretaciones
contrastantes, o en la evaluación crítica y propuesta de reformas al derecho existente. Es común que surjan
contrastes entre defensores de diferentes tipos de derechos.
Los derechos humanos "sociales" que, ausentes en las primeras declaraciones de los derechos, han sido también
consagrados en las constituciones y en las cartas internacionales de la posguerra. Se trata principalmente del
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derecho a la seguridad social, al trabajo, a un salario proporcional al trabajo y suficiente, a formar sindicatos, al
descanso, a un estándar adecuado de vida, a la educación, a participar en la vida cultural."
Los derechos humanos "culturales", o sea los derechos a que la propia identidad, y por lo tanto la propia diferencia
cultural sea respetada. La identidad está constituida generalmente por aquellas mismas características de raza, color
de la piel, sexo, lengua, etc., que deben considerarse irrelevantes para una igual distribución de los derechos
liberales. Estas características, evaluadas positivamente por los sujetos que son sus portadores (por lo general
miembros de una minoría), se vuelven relevantes aquí por la adscripción de dos tipos de derechos negativos los
unos, positivos los otros.
En el primer caso, tenemos la adscripción de un derecho negativo a la interferencia por parte de los particulares de
los Estados dentro de la propia esfera cultural. Los derechos culturales negativos coinciden parcialmente con algunos
derechos liberales, ya que algunos elementos de una cultura son objeto especifico de algunos derechos liberales (por
ejemplo: la libertad de culto, de opinión, de formar una familia). Sin embargo, hay otros elementos (como la lengua)
que no son objeto de ningún derecho liberal, además, eventualmente puede existir en una cultura unos elementos
que contrasten directamente con algunos derechos liberales (muchas culturas no admiten la libertad religiosa o el
derecho de libre asociación o inclusive los derechos políticos). En el segundo caso tenemos la adscripción de un
derecho positivo a obtener, a través de actitudes apropiadas y comportamientos oportunos, por parte de
particulares o de Estados, el respeto y la conservación de la propia identidad cultural. Los derechos culturales
negativos desde
hace algunos años ya están previstos en algunas constituciones y declaraciones de los derechos en el ámbito
internacional;" por el contrario, los derechos positivos hasta hace poco sólo fueron reivindicados por parte de los
movimientos multiculturalistas y las feministas, o por parte de filosofías políticas comunitarias, pero no habían
recibido ninguna consagración en los documentos normativos de carácter internacional. Recientemente se han
vuelto objeto de atención y han sido reconocidos, primeramente, por la Subcomisión para la Prevención de la
Discriminación y la Protección de las Minorías, y luego por la Asamblea General De la ONU," Los derechos humanos
"ecológicos", o sea los derechos a la preservación de un ambiente
En el ascenso dialéctico sobre la identidad, así como en las deliberaciones acerca de los derechos humanos, me
sumergiré en una amplia noción, desprendiéndome de rigideces.
Una manifestación peculiar, aunque solo a primera vista, se encuentra en el artículo de la Declaración sobre los
Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas. Después de
afirmar en el punto 2 que "el ejercicio de los derechos establecidos en esta Declaración no perjudicará el disfrute por
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parte de todas las personas de los derechos humanos y libertades fundamentales reconocidos universalmente",
añade que "las medidas tomadas por los Estados para garantizar el disfrute efectivo de los derechos establecidos en
esta Declaración no deben considerarse, a primera vista, contrarias al principio de igualdad contenido en la
Declaración Universal de Derechos Humanos."
ellas relativas a la fuente de producción. Para los fines limitados de este trabajo y, por lo tanto, con el fin de analizar
las relaciones entre derechos humanos y tutela de las minorías, supongo que puedo prescindir de la determinación
de una precisa identidad de los derechos humanos y de la determinación de su fuente de producción. En otras
palabras, asumo que lo que diré tiene valor sea cual sea la identidad y la fuente de producción de los derechos
humanos. Mantendré sólo las distinciones entre las cuatro categorías de derechos humanos identificadas analizando
su contenido.
1.6.- El problema de las relaciones entre garantía de los Derechos Humanos y respeto de
la identidad cultural:
Si entendemos por derechos humanos lo indicado en 1.1.4. y por tutela de las minorías la tutela de las minorías
culturales realizada a través de la adscripción a los derechos, entonces veremos cómo en las modernas sociedades
democráticas se dan muchas situaciones en las que la tutela de los derechos humanos entra en conflicto con la
tutela de las minorías. En estos casos no es practicable la opción compatibilista (según la cual, como se dijo con
anterioridad, la tutela conjunta y armónica de todos los derechos humanos sería un objetivo siempre alcanzable) y
aquella relativa (según la cual los diversos tipos de derechos humanos deben ser jerárquicamente ordenados y, en
caso de conflicto, el derecho jerárquicamente subordinado debe ser derogado). Hay que diferenciar el discurso
según que la tutela se refiera a minorías culturales by force (a través de la adscripción de los derechos liberales, de
derechos culturales negativos o de derechos sociales), o se refiera a minorías culturales by Will (a través de la
adscripción a los derechos culturales positivos). Por lo que concierne a las minorías by force, no hay ningún
problema de compatibilidad si están tuteladas mediante la adscripción a los derechos liberales (como el derecho a
la libertad de culto, por ejemplo).
En el caso de los derechos culturales negativos por lo general no hay incompatibilidad con otros tipos de derechos
humanos, en particular con los derechos liberales, ya que ellos están dirigidos a la realización de esa paridad de trato
que constituye también el objetivo de algunos de los más importantes derechos liberales, Sin embargo, si se
presenta algún tipo de incompatibilidad. Un botón de muestra: el caso de la escisión del clítoris practicada a las niñas
por ciertas poblaciones africanas.
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Bibliografía
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