Oratoria Discurso
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Oratoria Discurso
“El que lleva la belleza dentro del alma, no la encontrará en ninguna otra parte…”
Y ¿por qué los valores son tan importantes en una sociedad tan diversa como la
nuestra?
Por qué los valores nos hacen crecer como personas completas y no vacías, porque
son los que fortalecen nuestra dignidad y, sobre todo, son la esencia de la
convivencia entre las personas.
Hoy veo con gran tristeza y preocupación las consecuencias que nos ha dejado el
no practicar los valores; países que se desangran por la guerra: a pesar de que
llevamos más de cinco mil años de la historia de la civilización, llevamos más de
trece mil guerras, lo que nos da a entender que no hemos aprendido a convivir ni a
practicar la tolerancia.
Algunos otros problemas graves ocasionados por no utilizar los valores como una
herramienta de nuestra vida son: el aumento de la delincuencia, la desintegración
familiar, las adicciones, la corrupción que se han extendido como una especie de
cáncer en toda la sociedad, la desigualdad, la pobreza y muchos más.
¿Dónde han quedado esos valores? Que sin estar escritos en algún cuadernillo, en
nuestra casa sabemos que están presentes en todo momento de nuestra vida
¡maestros! ¿Dónde está la educación basada en valores? La vida de los niños y
jóvenes en la escuela, ya no es la misma, hoy en día la sociedad cambia
constantemente, y la educación impartida en el aula parece desvanecerse ante el
acelerado crecimiento de la tecnología que dirige la vida de los jóvenes.
Sin embargo ¡no todo está perdido!, porque aún podemos salvar a nuestra sociedad
de todos esos antivalores.
Compañeros: no seamos títeres de los medios de comunicación, que tanta
superficialidad y materialismo nos ofrecen, al contrario, seamos críticos y
aprendamos a aprovecharlos en lo positivo que también nos brindan.
Y, ¿cómo podemos lograr ésta bonita misión de convivir con los valores? ¡¡Es muy
simple!!, practicando acciones y actitudes con nuestros semejantes.
Hago un llamado a los Padres de Familia para que, antes que otra cosa, inculquen,
siembren y transmitan valores a sus hijos; a nuestros gobernantes y a los servidores
públicos, que sean honestos, responsables y justos; a los profesores y profesoras
que prediquen con su ejemplo y a mis compañeros estudiantes, que transformemos
los valores en nuestras armas para enfrentar a la vida.
Por qué esperar a que pasen tragedias para sacar los valores que llevamos dentro,
si podemos practicarlo a diario en nuestro hogar, en el salón de clases, en la
escuela ó incluso hasta en la calle..
Por último, reflexionemos las grandes palabras de Aristóteles, que encierran el
significado de los valores en la educación: “Educar la mente sin educar el corazón
no es, no es educación en absoluto”.
He dicho.
Gracias.