Urrutia Visitas Repas
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de Santiago
Santiago, ocho de marzo de dos mil veinticuatro.
Vistos y teniendo únicamente presente:
I.- En lo que respecta al recurso de apelación deducido por
Gendarmería de Chile.
PRIMERO: Que, en primer término, resulta necesario precisar que la
competencia otorgada a esta Corte -mediante el acogimiento del recurso de
hecho deducido por Gendarmería de Chile en contra de la resolución que
declaró inadmisible el arbitrio de apelación interpuesto por dicho
interviniente- dice relación con la revisión del pronunciamiento de fecha
veinticinco de enero de dos mil veinticuatro, emitido por el Séptimo Juzgado
de Garantía de Santiago, por el que se mantuvieron tanto la autorización a
cuatro internos de la Cárcel de Alta Seguridad para realizar videollamadas
con terceros, como aquella que permitió la visita íntima solicitada por el
interno extranjero Rafael Marín Vielma –también recluido en el mismo penal-,
concedidas todas ellas por el juez a cargo de la visita de cárcel semanal .
SEGUNDO: Que, a modo de contexto, es menester referir que los
internos beneficiados por tales autorizaciones tienen como denominador
común: la circunstancia de encontrarse sujetos a la medida cautelar de
prisión preventiva.
Tal aspecto no resulta baladí, toda vez que por expresa disposición
del artículo 150 del Código Procesal Penal -norma de suyo relevante, en
cuanto determina la competencia del tribunal para la ejecución de la medida
cautelar más gravosa contemplada por el ordenamiento jurídico nacional-, el
tribunal competente para supervisar la ejecución de la prisión preventiva, es
aquel que la dispuso, al que por lo demás, le corresponde conocer de las
solicitudes y presentaciones realizadas con ocasión de la ejecución de la
medida.
TERCERO: Que, una vez zanjado lo anterior, imperioso resulta referir
que tratándose de los internos aludidos en el arbitrio de apelación en estudio,
la medida cautelar de prisión preventiva fue decretada por distintos tribunales
de garantía del país –ninguno de ellos el Séptimo Juzgado de Garantía de
Santiago-, de lo que necesariamente se sigue que el juez de dicho tribunal a
cargo de la visita semanal de cárcel, carecía por completo de facultades para
conocer de las solicitudes y presentaciones realizadas por los internos con
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ocasión de la ejecución de la medida, infringiendo en consecuencia, con su
proceder lo preceptuado en el antes citado artículo 150 del Código Procesal
Penal.
Por lo demás, tales decisiones fueron adoptadas de plano por el
tribunal de primer grado, sin oír a los intervinientes –lo que resulta
improcedente aun cuando se trate de una persona privada de libertad con
motivo de una resolución emanada del juzgado de garantía que integra el
juez a cargo de la visita de cárcel-, defecto procesal que no puede ser
salvado por la realización posterior de una audiencia –por cierto auto
convocada por el mismo juez que otorgó las autorizaciones-, en la que se
mantuvieron las mismas, sin esbozar fundamentación alguna sobre el porqué
de tal decisión.
Así las cosas, solo cabe concluir que la resolución impugnada se
encuentra teñida de ilicitud, en cuanto no fue dictada por el tribunal que para
ello determina el ordenamiento jurídico, sino que por uno distinto de aquel,
que carecía de facultades, quien debió limitarse a remitir al juzgado
competente los requerimientos que le fueron efectuados por los internos.
CUARTO: Que, en un segundo orden de argumentaciones, resulta
relevante destacar que, el artículo 571 del Código Orgánico de Tribunales,
ubicado en el párrafo 2 “De las visitas”, del Título XVI “de la jurisdicción
disciplinaria y de la inspección y vigilancia de los servicios judiciales”,
dispone que el juez a cargo de la visita de cárcel, instruirá a los detenidos y
presos, para que éstos pueden entablar las quejas que tengan a bien acerca
del tratamiento que reciben, del alimento que se les da y de las dificultades
que se les suscitan para su defensa, debiendo adoptar las medidas que crea
convenientes para subsanar las faltas que se le hicieren presente.
Es decir, tal precepto circunscribe las facultades del tribunal a la
recepción de aquellos requerimientos que la población penal efectúe
respecto de ciertos y determinados aspectos, relativos al trato que éstos
reciben al interior de los establecimientos penitenciarios; a cuestiones
alimentarias y a inconvenientes con sus defensas.
En el mismo sentido, el artículo 567 del citado cuerpo normativo, al
regular la visita de cárcel semanal, dispone que el juez de garantía a cargo
de la misma deberá visitar la cárcel o el establecimiento en que se
encuentren los detenidos o presos a fin de indagar si sufren tratos indebidos,
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si se les coarta la libertad de defensa o si se prolonga ilegalmente la
tramitación de su proceso.
QUINTO: Que por cierto, ninguno de los aspectos mencionados en el
motivo que antecede dice relación con aquellos que fueron objeto de las
autorizaciones concedidas por el juez a cargo de la visita de cárcel, por lo
que éste, al autorizar las videollamadas y las visitas íntimas solicitadas por
los internos en cuestión, no solo se arrogó facultades de las que carece
-como ya se señaló previamente-, sino que también adoptó medidas frente a
supuestos de hecho no previstos en los artículos 567 y 571 del Código
Orgánico de Tribunales, lo que reafirma la ilegalidad de su proceder.
SEXTO: Que, corrobora lo antes argumentado, lo dispuesto en el
artículo 29 del Decreto Ley 518, Reglamento de Establecimientos
Penitenciarios, de cuya lectura fluye que al interior de los establecimientos
penitenciarios y por razones de seguridad, podrán ser intervenidas o
restringidas las comunicaciones orales y escritas de los internos, lo que por
cierto se encuentra en armonía con el estatus actual de los privados de
libertad materia del recurso, quienes se encuentran recluidos en un centro
penitenciario de alta seguridad, dada su peligrosidad.
En sintonía con lo anterior, encontramos la Resolución Exenta N°2081
de Gendarmería de Chile de 20 de abril de 2023, que aprueba el Manual de
Funcionamiento de la Unidad Especial de Alta Seguridad, la que en su
articulado restringe tanto las visitas como el régimen comunicacional de los
internos recluidos en dichas dependencias, por las mismas consideraciones
previamente detalladas.
SÉPTIMO: Que de lo anterior surge que, las autorizaciones
concedidas por el juez del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago,
además de contener los vicios ya evidenciados, lo fueron en absoluta
contrariedad con las normas administrativas que regulan la seguridad al
interior de los establecimientos penitenciarios, apartándose con ello del
principio de legalidad consagrado en los artículos 6 y 7 de la Constitución
Política de la República, conforme al cual los Órganos del Estado deben
someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella,
además de prescribir que ninguna magistratura, ninguna persona ni grupo de
personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
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extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les
hayan conferido en virtud de la Constitución o las leyes.
OCTAVO: Que, en consecuencia, habiéndose dictado la resolución
recurrida con total desapego al ordenamiento jurídico procesal penal y a las
normas administrativas que reglan la materia, la misma será enmendada en
los términos que se expondrán en lo resolutivo del presente pronunciamiento.
II.- En lo que referente a la invalidación de oficio:
NOVENO: Que, este Tribunal ha advertido que el recurso de
apelación interpuesto por Gendarmería de Chile en estos autos se refirió
únicamente a “cuatro internos” que fueron favorecidos con la autorización
para realizar videollamadas con terceros, sin que se haya detallado en el
libelo la individualización de los mismos, constatándose además durante la
vista de dicho arbitrio que en realidad eran seis los imputados que se
encontraban en el mismo supuesto –al efecto Daniel Alexander Marquez
Meléndez, José Alberto Candurin Meléndez, Fredy Alexander Camacho
Sabogal, Edward Yorgenis Nava Navarro, Vilmar Jhoanny Díaz Jiménez y
Javier Andrés López Robles, este último solo en lo que dice relación con la
autorización para comunicarse con su padre Carlos López Chirino-.
Luego, y puesta dicha cuestión en conocimiento de sus defensas, ésta
no fue objeto de reproche alguno por parte de éstas en sus respectivas
alegaciones, respetándose con ello los principios de bilateralidad de
audiencia y de igualdad de armas, por lo que esta Corte, en uso de las
facultades oficiosas que le confieren los artículos 159, 160 y 163 del Código
Procesal Penal –en cuanto se ha impedido a los intervinientes el pleno
ejercicio de la garantía del debido proceso y el principio de legalidad-, hará
extensiva la decisión de dejar sin efecto la autorización de visitas mediante la
realización de videollamadas con terceros, a los restantes dos internos no
considerados en la descripción efectuada por el impugnante (ambos en
prisión preventiva, uno de ellos por el Séptimo Juzgado de Garantía de
Santiago y, el segundo, por el Primer Juzgado de Garantía de esta ciudad),
teniendo presente al efecto que el tribunal recurrido, al adoptar la decisión de
conceder tales autorizaciones, incurrió en los mismos vicios que han sido
evidenciados en el presente pronunciamiento.
Y de conformidad con lo dispuesto en los artículos 6 y 7 de la
Constitución Política de la República; 159, 160, 163 y 364 y siguientes del
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Código Procesal Penal; 567 y 571 del Código Orgánico de Tribunales y; 29
del Decreto Ley 518, se resuelve que:
I.- SE REVOCA la resolución apelada de fecha veinticinco de enero de
dos mil veinticuatro, dictada en audiencia por el Séptimo Juzgado de
Garantía de Santiago, en los autos Rit N° 1.075-2024, que mantuvo la
decisión de autorizar visitas a cuatro internos mediante la realización de
videollamadas con terceros, además de acceder a la visita íntima solicita por
el interno extranjero Rafael Marín Vielma, y en su lugar se decide que se
dejan sin efecto las antes referidas autorizaciones, desestimándose las
peticiones efectuadas en tal sentido por los privados de libertad aludidos en
el arbitrio de apelación.
II.- SE ANULA de oficio el fallo en revisión, en lo que respecta a los
dos internos a quienes se les autorizaron visitas mediante la realización de
videollamadas con terceros, por el Séptimo Juzgado de Garantía de
Santiago, en los autos Rit N° 1.075-2024, invalidándose tales autorizaciones.
Atendidas las irregularidades antes evidenciadas, remítanse los
antecedentes al Tribunal Pleno, para los fines pertinentes.
Regístrese, comuníquese y en su oportunidad, devuélvase.
Redacción del Ministro (S) Sr. Valderrama Martínez.
N°Penal-997-2024.
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Pronunciado por la Séptima Sala de la C.A. de Santiago integrada por los Ministros (as) Lilian A.
Leyton V., Tomas Gray G. y Ministro Suplente Fernando Antonio Valderrama M. Santiago, ocho de
marzo de dos mil veinticuatro.
En Santiago, a ocho de marzo de dos mil veinticuatro, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.
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