TEA No Verbal
TEA No Verbal
TEA No Verbal
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Atribución no comercial sin derivar (CC BY-NC-ND) 4.0
DOI: https://doi.org/10.35811/rea.v9i0.65
Resumen: El presente trabajo tiene por finalidad presentar el estado del arte de la
investigación sobre el Trastorno del espectro autista no verbal a nivel teórico,
escolar y terapéutico, considerando definición de la condición no verbal al
interior del espectro, el tratamiento al interior del sistema escolar chileno y
terapias específicas para la ausencia de lenguaje. El objetivo de este análisis es
tanto discutir críticamente las alternativas de tratamiento para estos niños como
visibilizar esta variación del autismo que no ha tenido la cobertura requerida lo
que es especialmente grave dado el aumento de la prevalencia de esta condición
en nuestra sociedad actual. Por otro lado, se pretende ofrecer a las familias y
profesionales -que atienden a individuos en esta condición- una visión reflexiva
basada en experiencias extranjeras no exploradas en Chile.
Introducción
El presente artículo tiene por finalidad analizar los últimos lineamientos teóricos
y metodológicos relacionados con la condición TEA en nuestro país;
específicamente su dimensión TEA no verbales, concepto que discutiremos en su
debida oportunidad.
1. TEA no verbal
Desde Kanner hasta ahora, han sido muchos los modelos de intervención y
teorías que han pretendido solucionar, disminuir o explicar algunos de los rasgos
característicos del autismo. Entre ellos, Mebarak, Martínez y Serna (2009)
destacan: la teoría afectiva, la teoría cognitivo-afectiva, la teoría de la mente, el
enfoque de atención conjunta, y la teoría de disfunción ejecutiva. El autor
concluye que: “En la actualidad, no se cuenta con un programa de intervención
estandarizado para este tipo de pacientes” (p.132)
Para Wing (1998) “las personas con trastornos autistas no encuentran sentido al
mundo y les resulta difícil aprender de la experiencia” (p. 34); y eso define la
naturaleza compleja del problema y las distintas respuestas y necesidades
detectadas a partir de los diferentes paradigmas teóricos.
Para profundizar lo anterior, es interesante destacar que este método considera las
propias manifestaciones del niño dotadas de intención comunicativa pues “es
muy importante aprovechar cualquier modo de expresión del niño por particular
que este sea: una sonrisa, un llanto, gestos idiosincrásicos, legitimándolos como
auténticas señales comunicativas” (Díaz, 2004, p.28).
Sea cual sea el método que se escoja, sin la participación del entorno directo del
niño es imposible activar patrones comunicativos. De la participación de la
familia en el proceso terapéutico- escolar se expondrá más adelante. Tal como
señala el Mineduc (2010): “En la medida que se genera una comunicación entre
la escuela y la familia, se facilitarán los apoyos conjuntos que permitirán ver las
necesidades reales del alumno/a y apoyar una efectiva inclusión” (p.88).
El principio operativo está dado por las habilidades musicales superiores que se
han observado en muchos niños con TEA y un programa de actividades
atractivas para individuos que están en esta condición (Wan et. al, 2011). Según
sus creadores, la investigación de neuroimagen comprueba la disposición de
recursos neuronales superpuestos, los que podrían ser comunes para estímulos
musicales y lingüísticos. De esta forma, la vía musical podría constituir un
bypass que permitiría acceder a producción lingüística a partir de módulos o
estructuras relacionadas con la música. La bibliografía disponible acerca de este
método es prácticamente inexistente en español, lo que evidencia el
desconocimiento que ha tenido en países de habla hispana, pero que no la
excluye de ser considerada como un foco de futuros análisis y estudios. Como
referencia, el estudio de Wan, Bazen, Baars, Libenson, Zipse, Zuk, Norton y
Schlaug (2011) podría ser un buen comienzo.
Wan et al. (2011) quieren establecer la efectividad del método AMMT en seis
niños en condición de autismo que no presentan lenguaje expresivo. Se trabajó
aplicando el método y evaluando las producciones vocales antes y después de la
intervención de AMMT. Como conclusión se establecen una serie de mejoras que
se mantuvieron incluso ocho semanas después de aplicadas las sesiones de
tratamiento.
Si bien el método no ha sido ampliamente aplicado, sí existen trabajos que han
pretendido analizar su efectividad. Ejemplo de eso es el trabajo doctoral de Miller
(2016) que trata de responder a la pregunta acerca de los efectos del
entrenamiento de mapeo auditivo-motor en la producción del habla de niños de
primaria no verbales con trastorno del espectro autista, concluyendo que, si bien
en su estudio no registraron resultados positivos en lo cuantitativo, sí en lo
cualitativo, donde se registraron avances confusos que deben ser profundizados y
comparados para extraer conclusiones a partir de ellos. La falta de estudios en
estas áreas es un escollo a la hora de fundamentar y comparar este tipo de
análisis: “Relatively few studies have focused on speech development for
nonverbal children with ASD. As a consequence, interventions for increasing
speech output in nonverbal children are very limited (p.117).
Para que la condición TEA no verbal logre ser abordada de forma efectiva, a
nivel terapéutico y social, se requiere de la participación de todo el entorno que
rodea al niño. Habitualmente, las terapias que se ofrecen para enfrentar los retos
comunicativos y sociales se realizan en la oficina de un especialista o bien en el
colegio. La efectividad de lo que se desarrolle en esos entornos no es
extrapolable sin la participación de quienes interactúan constantemente con estos
sujetos: familia y cuidadores. Una forma de integrar a estos agentes en la
rehabilitación de las conductas y de los aspectos comunicativos es formular
programas que habiliten a padres, madres y cuidadores en la implementación de
actividades terapéuticas incorporándolas a la cotidianeidad de las rutinas diarias
de la persona en condición de TEA, tal como se propone en el programa Group
Intensive Family Training (gift) Anan, Warner, McGillivary, Chong, Hines
(2008): “One viable option has been for parents to be trained to serve as their
child’s therapist. A growing body of literature demonstrates the efficacy of
teaching parents to implement behavioral intervention techniques” (p.167).
The end objective of the program is to help parents move the intervention from
the clinic to their home, with their child’s treatment monitored via periodic (and
less costly) follow-up consultation from a behavioral psychologist,
approximately twice a month. (Anan, Warner, McGillivary, Chong, Hines, 2008,
p.167)
Establecer un cronograma de trabajo y un conjunto de actividades específicas
para cada caso, no sólo logrará hacer más accesibles económicamente las terapias
a los padres, sino también involucrará emocional y motivacionalmente a los
mismos en el desarrollo de las habilidades de sus hijos; además, estarán
asesorados constantemente por un grupo coordinado de profesionales dedicados a
adaptar las propuestas terapéuticas del sujeto al entorno y a los cambios
familiares y sociales que vaya experimentando.
The child's program commenced with a workshop provided by the consultant for
usually two 6-h days at the child's home. A mixture of theory and explanation of
basic behavioral principles, modelling, and practice (e.g., using discrete trials
training) was provided to the family and novice therapists. The consultant
washired for further 1-day follow-up workshops with a median frequency of 4
times per year .The child's progress and curriculum were reviewed at these
follow-ups, as was therapist performance (Bibby, Eikeseth, Martin, Mudford y
Reeves, 2001, p.83).
5. Conclusiones
El autismo no verbal es una variedad poco estudiada del espectro autista, cuyo
desconocimiento complica a padres y profesores a la hora de diseñar un
programa efectivo de tratamiento y cuya categorización no ha sido considerada ni
como criterio diagnóstico en la comunidad médica ni al interior del DSM V.
Dada nuestra realidad escolar y terapéutica urge fortalecer el único sistema que
ha demostrado integrar y ofrecer una opción educativa y de tratamiento para las
personas con TEA no verbal: las escuelas especiales; ampliando y derivando su
accionar a centros de rehabilitación integrales, cuyo objetivo no sea
primariamente la escolarización, sino el tratamiento de las dificultades sociales y
comunicativas específicas que posibiliten la inclusión de estas personas al ámbito
social; considerando lo que muchos estudios analizados en este trabajo: la
necesidad de trabajar en forma individualizada con estos alumnos, considerando
e integrando a la familia como unidad de intervención.
Anan, R.; Warner, L.; Mcgillivary, J.; Chong, I. And Hines, S. (2008). Group
Intensive Family Training (gift) for Preschoolers with Autism Spectrum
Disorders. Behavioral Interventions 23: 165–180. DOI: 10.1002/bin.262
Bibby, P.; Eikeseth, S.; Martin, N.; Mudford, O. y Reeves, D. (2001). Progress
and outcomes for children with autism receiving parent-managed intensive
interventions. Research in developmental disabilities, 22(6), 425-447.
https://doi.org/10.1016/S0891-4222(01)00082-8
Díaz, M. (2004). Las voces del silencio una comunicación sin límites. Murcia,
España: Consejería de Educación y Cultura Secretaría General Servicio de
Publicaciones y Estadística.
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Wan, C.; Bazen, L.; Baars, R.; Libenson, A.; Zipse, L.; Zuk, J.; Norton, A. y
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