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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

ESCUELA DE POSGRADO

W
Proceso de empoderamiento de mujeres líderes de Asociaciones de
Desplazados en Ayacucho
IE
TESIS PARA OPTAR EL GRADO ACADÉMICO DE MAGÍSTER EN
PSICOLOGÍA COMUNITARIA
EV

AUTORAS
PR

Maura Noemí Cabana Sosa

Maritza Rodríguez Lizana

Ruth Nancy Ubilluz García

ASESORA

Roxanna Morote Ríos

Julio, 2018




ProQuest Number: 27557743




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ProQuest 27557743

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789 East Eisenhower Parkway
P.O. Box 1346
Ann Arbor, MI 48106 - 1346
2

Dedicatoria

A mi esposo, mis hijos: Mónica, Diego


y Adhelí; a mi mamá Isabel, mis
hermanos y hermanas. A mi hermana

Laura y papá Faustino ⱡ quienes guían

mi camino, desde la eternidad.

Maritza

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De manera especial a Yuri por ser mi compañero de vida y por brindarme su apoyo
incondicional. Al bebé que esperamos con mucho amor y anhelo, quien me hace vivir
nuevas experiencias día a día con su grata compañía y ocurrencias en mi vientre.
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A mi madre, por ser fuente de motivación e inspiración, por sentar en mí las bases de
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responsabilidad para mi superación, y siempre sea perseverante en cumplir con mis
objetivos. A mi padre por la fortaleza que significo en mi camino. A mis hermanos Carlos,
Yerson, Percy, William, Miriam, Joel, Javier y Fritz, por ser parte de mi vida.
PR

Nancy Ruth

A mi hijo Cristian por ser la inspiración

de mi vida, a mi padre Clemente por ser

mi motivación, y a mi madre Claudia que

desde el cielo guía mi camino.

Maura Noemí
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Agradecimientos

Primero agradecemos a Dios todo poderoso, a la Pontificia Universidad Católica del


Perú, por permitirnos la Beca para los estudios de la Maestría en Psicología Comunitaria, a
la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, que a través de la Red Peruana de
Universidades que contribuyó en hacer realidad el estudio de la Maestría.

A las Maestras: Tesania Velázquez, Miryam Rivera, Elba Custodio; quienes


impulsaron nuestra formación en la Maestría de Psicología Comunitaria; haciendo un
esfuerzo de trasladarse desde la ciudad de Lima a nuestra localidad, con el único objetivo
de desarrollar conocimientos, que permita la transformación de nuestra comunidad
Ayacuchana.

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A nuestra Asesora Roxana Morote, por ser nuestra guía e impulsora, en el desarrollo
del trabajo de investigación. Por el compromiso, paciencia y empatía en su labor como
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asesora y por los aportes teóricos desde su experiencia del trabajo con mujeres líderes. Así
mismo, por la confianza depositada en nosotras de poder culminar la tesis exitosamente.
EV

A las mujeres líderes de las Asociaciones de desplazadas de Ayacucho, quienes


apoyaron de manera desinteresada, haciendo conocer sus experiencias de vida y de
liderazgo en la ejecución del presente trabajo de investigación.
PR

A Carmen de los Ríos directora del Centro Loyola, institución que nos abrió las
puertas y nos permitió contactarnos con las mujeres líderes. Así mismo, a María Haydee
Soria y Jorge Chávez por su colaboración.

Al señor Roberto Córdova del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables de


la Dirección de Cultura de Paz y Desplazados de la oficina de Ayacucho, por su
colaboración con las informaciones necesarias, respecto a la población de personas
desplazadas de Ayacucho.

Para Nelly P. Stromquist, por su colaboración y aporte desde su teoría del


Empoderamiento de la mujer, lo cual ha sido la teoría principal de nuestro trabajo de
investigación y por su buena predisposición pese a no conocernos en persona.
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Resumen

La presente investigación tiene como propósito conocer y comprender los procesos


de empoderamiento de las mujeres líderes de asociaciones de desplazados de Ayacucho, a
través de la reconstrucción de sus experiencias de liderazgo en dichas organizaciones. La
metodología utilizada fue de tipo cualitativa, con enfoque fenomenológico. Las
participantes fueron nueve mujeres líderes de asociaciones de desplazados de Ayacucho, el
instrumento utilizado fue la entrevista pre-estructurada. Los resultados se organizaron
partiendo de las condiciones de vulnerabilidad psicosocial, comprendidas desde las
experiencias traumáticas vividas como consecuencia del Conflicto Armado Interno (CAI),
lo cual surgió en el momento del análisis de las entrevistas y dentro de ello se tuvo en

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cuenta los siguientes ejes temáticos: las afectaciones por el CAI, personas con las que se
desplazaron y/o acompañaron, dificultades de desplazamiento (vivienda, económico,
laboral y pobreza), secuelas post CAI, estigmatización por terrorismo, re victimización por
IE
los actores del CAI (ronderos, policías y justicia). Así mismo, se tomó en cuenta las cuatro
dimensiones del empoderamiento: del conocimiento, psicológica, política y económica,
EV
desde la propuesta de Stromquist (2015). En cada dimensión fueron considerados ejes
temáticos, que profundizaron el análisis de los resultados. En la dimensión del
conocimiento los ejes temáticos fueron: educación básica, adquisición de conocimientos y
PR

conciencia crítica. La dimensión psicológica, consta de los siguientes ejes temáticos:


experiencia de situaciones de violencia familiar y sexual, liderazgo femenino, motivación,
autoestima y género en el espacio familiar. La dimensión política desde los siguientes ejes
temáticos: proceso de institucionalización de las asociaciones de desplazados, aspiraciones
de ser autoridad política, reconocimiento de su liderazgo, género en espacio público,
incidencia política y logros en la relación con el estado. Finalmente, se tiene la dimensión
económica, los ejes temáticos son: generación de ingresos económicos a nivel personal y
familiar, generación de ingresos económicos a nivel organizacional y reparación colectiva.

Palabras claves: Proceso de empoderamiento, conflicto armado interno, liderazgo,


mujeres
5

Abstract

The present research aims to understand the processes of empowerment of women


leaders of Ayacucho through the reconstruction of their leadership experiences in their
organizations of forced displaced persons. The methodology used was qualitative, with a
phenomenological approach, through which the experiences of women leaders were
analyzed. The participants are nine women leaders coming from organizations of displaced
people in Ayacucho. The instrument used was the pre-structured interview. The results took
into account the four dimensions of empowerment proposed by Stromsquis (2015):
cognitive, psychological, political and economic. In each dimension diverse thematic axes
were considered to deepenthe analysis of the results. In the cognitive dimension it was

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determined that the women have primary education, they received leadership training and
internships that developed a knowledge that impacted in women's vulnerability as displaced
people. This knowledge lead them to a critical reflection, and therefore to their participation
IE
in decision-making instances of civil society or governance. In the psychological dimension
the participants express their personal growth regarding their self-esteem, and leadership.
EV
This change allows them to participate in public spaces, and to develop their self-
affirmation as leaders, thus reducing inequality and subordination. In the political sphere,
the leaders claim their rights as forced displaced communities with the aim to get collective
PR

reparations. Their development as leaders allows them to be recognized as such within


society; they feel able to intervene in any public space of decisions, and some have received
reparations for their organizations. Regarding the economic dimension, the women have
been trained for work, and today they have economic independence.

Key words: Empowerment process, internal armed conflict, leadership, women


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Tabla de contenidos

Introducción 7
Empoderamiento Femenino 9
Dimensiones del empoderamiento 10
El empoderamiento como proceso 12
Liderazgo femenino 13
Género 14
Rol de la mujer en el desplazamiento por el Conflicto Armado Interno 15
Organizaciones sociales de base 17
Organizaciones de desplazados de Ayacucho 18

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Planteamiento del Problema 20
Metodología 23
Resultados y discusión
IE 28
Conclusiones 80
EV
Referencias 84
Apéndices 93
Apéndice A: Entrevista Semi estructurada 93
PR

Apéndice B: Consentimiento informado 96


Apéndice C: Desgravado de entrevista Semi Estructurada 97
Apéndice D: Matriz de códigos. 103
7

Introducción

El Perú durante los años 1980-2000 atravesó por el Conflicto Armado Interno
(CAI), uno de los períodos más desoladores de su historia. En la región Ayacucho se tuvo
como consecuencia el desplazamiento interno, hecho que entre el 2009 y el 2011 motivó a
las mujeres víctimas a la conformación de Asociaciones de Familias Desplazadas por la
violencia política; entre ellas, la Asociación de Familiares Desplazadas por la Violencia
Política (AFADIVPA) de Huamanga. Esta asociación fue iniciativa de la oficina de
desplazados y cultura de paz del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables
(MIMP) de Ayacucho. El objetivo fue ser el tránsito hacia el Registro Único de Víctimas y
de esta manera inscribirse en la modalidad de Grupos de Desplazados no Retornantes para

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alcanzar posteriormente el acceso al Plan Integral de Reparaciones-PIR.

El 26 de abril del año 2010 se fortalecen las Asociaciones de Familiares


IE
Desplazadas por la Violencia Política (AFADIVPA), integrando a 26 asociaciones de
familias desplazadas ubicadas en los 5 distritos de la provincia de Huamanga: Ayacucho,
EV
Jesús Nazareno, Carmen Alto, San Juan Bautista y Andrés Avelino Cáceres Dorregaray.
Inicialmente, constaba de 1000 a 1200 desplazadas y desplazados; de los cuales 22
asociaciones siguen funcionando y tienen aproximadamente 771 desplazadas y
desplazados, siendo el 81% mujeres y 19% varones (Quispe, 2013).
PR

Dado el desinterés del Estado por implementar las políticas de reparaciones


colectivas, las personas desplazadas tuvieron como una única alternativa conformar las
asociaciones de desplazados para alcanzar las reparaciones. En este proceso surgen las
líderes como representantes de las asociaciones de desplazados, para poner en agenda
política sus demandas.

La investigación propuesta plantea conocer y comprender los procesos de


empoderamiento de las mujeres líderes de las asociaciones de desplazados de Ayacucho, a
través de la reconstrucción de sus experiencias de liderazgo. Teniendo en cuenta las
dimensiones de cognitivo o conocimiento, psicológico, político y económico tal como
señala (Stromquist, 2015).
8

A partir de los resultados se espera contribuir al impulso de programas, proyectos


y/o capacitaciones teniendo como tema eje el empoderamiento de mujeres con el fin de
ampliar los espacios de toma de decisiones (Aguayo y Lamelas, 2012). También, permitirá
entender la autonomía de la mujer en la toma de decisiones en espacios públicos y privados
lo cual servirá como un referente para establecer políticas públicas relacionadas a la
temática de género que se dirigen a las organizaciones de desplazados desde espacios
como el gobierno regional, local y estas planteen acciones concretas (Murglialday, 2006) y
( Morote, 2011)

La investigación presenta de forma sistemática el marco referencial de


empoderamiento de las mujeres, se consideró definiciones respecto a dimensiones del

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empoderamiento, el empoderamiento como proceso, liderazgo femenino y género; de igual
forma el marco referencial del rol de la mujer en el desplazamiento por el Conflicto
Armado Interno, dentro del cual las definiciones de, organizaciones sociales de base y
IE
organizaciones de desplazados de Ayacucho. Luego el planteamiento del problema y el
objetivo de estudio. Así mismo, se muestra la metodología de la investigación en el cual se
EV
tiene las características de las participantes, la técnica de recolección de datos y el
procedimiento. Seguidamente se presenta los resultados y discusión, y finalmente las
conclusiones de la investigación.
PR
9

Empoderamiento Femenino

Rappaport (1981), citado por Silva, (2015) define empoderamiento como:

Proceso por el cual las personas, organizaciones y comunidades adquieren o


potencian la capacidad de controlar o dominar sus propias vidas, o el manejo de sus
asuntos y temas de interés, para lo cual es necesario crear las condiciones que
faciliten ese empoderamiento. (p.11).

A partir de la conferencia de Beijing (1995), el empoderamiento de las mujeres es


considerado un aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de
decisiones a nivel individual y colectivo, recuperando su propia dignidad como personas.

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León (1997) explica que:

El feminismo tomó prestado del inglés el término empoderar, a diferencia de


IE
palabras “propiamente castellanas” como apoderar o potenciar, porque la traducción
hace referencia a un proceso o acción de hacerse poderoso, además que las
EV
transformaciones en el lenguaje propician cambios en las relaciones entre géneros.
(p. 190).

Empoderamiento femenino es comprendido “como un proceso para cambiar la


PR

distribución de poder, tanto en las relaciones interpersonales y en las instituciones de la


sociedad” (Stromquist, 1986). El empoderamiento es utilizado como una teoría del cambio
social que exige un fuerte protagonismo de las mujeres; se basa en el autodescubrimiento,
la autoafirmación y el aprendizaje crítico respecto a su yo; se dirige a las realidades de las
mujeres tanto en los países en desarrollo e industrializados (Stromquist, 2015).

Las diferentes definiciones de los autores clásicos señalan que “el empoderamiento
femenino es el proceso por el cual las mujeres aumentan su capacidad de configurar sus
propias vidas y su entorno” (Schuler, 1997). Además señalan “que la autonomía y el
dominio son parte del empoderamiento” (Riger, 1997). A partir de las definiciones
anteriores en la actualidad surgen consideraciones muy importantes respecto al
empoderamiento femenino definiéndose como un proceso de abajo hacia arriba que implica
10

que las mujeres deben empoderarse ellas mismas, sin embargo el apoyo exterior es
importante para fortalecer su empoderamiento (Murglialday, 2006).

Así mismo, sobre investigaciones realizadas en la temática a nivel internacional,


Corral (2014) señala que la mujer, es quien se empodera a ella misma, para luego
empoderar al pueblo, adoptando un rol de guía y líder. Sin embargo concluimos que el
empoderamiento femenino, es un proceso de cambio social, como tal es una exigencia para
las mujeres capacitarse a través de la educación formal e informal, con la condición de
empoderar para el espacio privado y público.

Dimensiones del empoderamiento

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Las dimensiones del empoderamiento han ido evolucionando desde las diferentes
perspectivas, para la investigación se asume la teoría planteada por Stromquist (1986, 2015)
que justifica el empoderamiento como una situación inseparable de la posterior acción en el
IE
plano individual y colectivo; el empoderamiento femenino no es una nueva forma de
dominación, sino un atributo, por lo que considera cuatro dimensiones; la dimensión del
EV
conocimiento, psicológica, política y económica. Mientras Rowlands (1997) señala tres
dimensiones: dimensión personal, relaciones cercanas y colectivas. La Dimensión personal,
se refiere al desarrollo del sentido de sí mismo y la confianza, la capacidad y deshacer los
PR

efectos de la opresión internalizada. La dimensión de las relaciones cercanas, es el


desarrollo de la capacidad para negociar e influir en la naturaleza de las relaciones y las
decisiones tomadas dentro de ellas. La dimensión colectiva, relacionada a que, los
individuos trabajan juntos para lograr un impacto más amplio del que cada uno podría
haber tenido solos. Esto incluye la participación en las estructuras políticas, pero también
podría cubrir la acción colectiva basada en la cooperación en lugar de competencia.

La dimensión del conocimiento, es la comprensión que tienen las mujeres respecto


a su realidad y sobre todo de sus condiciones de subordinación y desigualdad, así como las
causas de ésta, en los niveles micro y macro de la sociedad; en base a la educación formal
(educación básica regular) y no formal (talleres de capacitaciones), a partir de ello la
necesidad de tomar decisiones de desarrollo y transformación. Los conocimientos que
11

adquieren las mujeres les conduce a mejorar y prepararse no sólo para el mercado laboral
sino también comprender y cuestionar su mundo social, es decir los conocimientos
conducen a la acción fomentando nuevas prácticas de género tanto en el plano individual y
colectivo. En consecuencia se logra modificar la vida social y las relaciones de género
(Stromquist, 2015). Según la investigación de Reynaga (1996) el nuevo rol de las mujeres a
partir del CAI en Ayacucho, fue el de reflexionar respecto a la importancia de la educación
para ambos sexos, estas acciones condujeron a incorporarse en programas de alfabetización
tanto urbanos como rurales; permitiendo el desarrollo personal de las mujeres y una
autovaloración de sus capacidades.

La dimensión psicológica, considera el sentido de valor que cada una tiene sobre sí

W
misma, además del sentido de merecerse una vida buena y justa existencia. Las mujeres
deben sentirse, seguras de sí mismas, tener una fuerte autoestima y desarrollar la
IE
autoafirmación con el fin de presionar para el cambio y sentirse lo suficientemente capaz de
participar en los espacios públicos. Así mismo deben compartir estos atributos con otras
mujeres, de modo que las acciones individuales pueden promover acciones colectivas que
EV
serán un reto para las relaciones de poder existentes (Stromquist, 2015).

La dimensión política, se refiere a la capacidad de ser representada por sus intereses


y necesidades de la situación de las mujeres o representarse así mismas en diferentes
PR

espacios públicos de toma de decisiones que favorezcan y garanticen el logro de la igualdad


de género en una sociedad (Stromquist, 2015). Al respecto Connell (2004) indica que la
desigualdad de género es marcada a este nivel, debido a que las mujeres predominan en el
hogar, cumpliendo las tareas domésticas y cuidando a los hijos (Lagarde, 2003).

La dimensión económica, considera el grado de autonomía financiera es decir, el


acceso y control de los bienes y recursos, que contribuye a la potenciación de la mujer en el
hogar, el que influye hasta el espacio social, para lograr reducir brechas de bienestar
económico. En el nivel macro (acceso a entidades financieras) y micro está referido al
ambiente doméstico, en el sentido de que la potenciación económica a este nivel se logra
gracias a los ingresos económicos de las mujeres, que conduce a que ellas sean
independientes de las parejas en la toma de decisiones y generen su propia autonomía
12

(Stromquist, 2015). Respecto a esta dimensión, datos longitudinales de los EE.UU.


determinan una menor desigualdad de género en el trabajo doméstico de las parejas cuando
se emplean las mujeres (Connell, 2004). Mientras, la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe llegaron a la conclusión de que "la división sexual del trabajo entre
mujeres y hombres y el uso diferencial de tiempo es un factor fundamental para la
subordinación económica, social y política de las mujeres" (CEPAL, 2010, p. 6).

Sin embargo, existen diversos cambios en las políticas públicas que permiten la
consagración de la igualdad de la población de mujeres, conduciendo a:

La instalación de regímenes económicos que impulsaron el acceso masivo de las


mismas al mercado de trabajo, a la educación formal superior y al control eficiente

W
de su fertilidad. En consecuencia las mujeres se han convertido en actores sociales y
políticos de enorme importancia en la escena política y económica; generándose la
IE
democratización de las relaciones familiares, a una cierta redefinición de las
relaciones entre varones y mujeres (Fuller, 2012).
EV

El empoderamiento como proceso

Batliwala (1997) considera, que los procesos de empoderamiento permiten a las


PR

mujeres desafiar las condiciones de opresión y desigualdad de género, ellas tienen que ser
conscientes del pensamiento que justifica o normaliza la dominación de los varones y luego
comprender como a partir de ello eterniza su subordinación. Muchas veces a las mujeres en
situación de pobreza no se les concedió pensar por ellas mismas, ni a ser autónomas en sus
decisiones, salvo cuando el hombre, quien toma las decisiones, no está presente o renunció
a su rol. Como consecuencia de que el cuestionamiento no es aceptado, las mujeres siempre
han crecido pensando que es lo razonable y natural en un contexto patriarcal.

El empoderamiento en las mujeres, es también promovido por instituciones u


organizaciones externas que trabajan por un cambio de conciencia y generar un
conocimiento, de la injusticia del orden social. Entonces, se pretende cambiar la conciencia
de las mujeres, transformando su autoimagen, las concepciones de sus derechos y
capacidades, generando conciencia de la discriminación de género, como algo que opera
13

sobre ellas y que las mujeres enfrenten el sentimiento de inferioridad que les fue inculcado
desde el nacimiento; y visibilizar el valor de sus labores y contribuciones a la familia, la
sociedad y la economía. Así mismo, desarrollen la reflexión, la conciencia y el pensamiento
crítico de sus derechos innatos, la igualdad, la dignidad y la justicia (Batliwala, 1997).

Schuler (citado por León, 2007) considera que son expresiones necesarias del
proceso de empoderamiento; el sentido de seguridad y con una visión de un futuro con
esperanza; la capacidad de ganarse la vida y hacer frente a las adversidades; capacidad de
actuar eficazmente en el espacio público; más poder de tomar decisiones en el hogar; la
participación en grupos fuera del contexto familiar como en sus barrios y otros, y práctica
de solidaridad en el grupo como recursos de información, apoyo, movilidad y con una

W
visibilidad en la comunidad/barrio o espacio local.

Liderazgo femenino
IE
Liderazgo femenino se refiere a que las mujeres lideren a partir de su propia
EV
feminidad, es decir, es el desenvolvimiento de las propias características de las mujeres,
basada en la resistencia y lucha (Gandulfo, 2010) para ejercer el liderazgo al interior de
sus organizaciones, considerando con alta valoración que estas son su principal fortaleza.
(Blázquez, 2005). El liderazgo, es muy importante en las mujeres, principalmente en su
PR

vida organizativa que refleja o demanda sus necesidades más sentidas de la vida diaria,
condiciones que permitió desarrollar el liderazgo femenino, como refiere Reynaga (2008)
que la difícil situación vivida durante el CAI, la experiencia organizativa, el reconocimiento
de sus derechos y algunas capacitaciones recibidas, han permitido desarrollar el liderazgo
de muchas mujeres para incursionarse en otros espacios públicos, que tradicionalmente eran
asignados solo a los varones, mientras que Morote (2011) señala que el liderazgo femenino
es fundamental para conectar entre mujeres en condiciones de exclusión y pobreza con
discursos políticos más amplios, que exige e incide demandas para satisfacer necesidades
básicas.

Los avances logrados respecto al liderazgo femenino en las últimas dos décadas
pueden atribuirse a la expansión educativa, capacitaciones, cambios culturales que permite
14

la valoración de la mujer, la práctica de la democracia y la adopción de la legislación que


garantiza la mayor participación y defensa de sus derechos. (Buvinic, & Roza, 2004). Pese
a estos esfuerzos, aún existe la baja participación de las mujeres en las altas esferas de
poder y mucho más en las zonas rurales.

Las mujeres con mejores conexiones sociales, es decir, con redes sociales en
diferentes espacios, que tengan cierto nivel de reconocimiento y apreciación, y sumado a
ello el apoyo del cónyuge y los miembros de la familia; son capaces de contribuir al buen
trabajo productivo, reproductivo y mucho más predispuestas a desempeñar su rol de
liderazgo en el espacio público (Schroeder, 2006).

W
Género

El género es definido como la construcción social de la diferencia sexual entre el


IE
varón y la mujer; a su vez como un conjunto complejo de relaciones y procesos, valores y
creencias, normas y prácticas, acerca de la manera como se comportan hombres y mujeres
EV
(Rubín, 1986; Lamas, 1986; De Barbieri, 1992; Lamarca, 2009).

Al respecto, Scott (1986), Connel (1987) define el género como un elemento que
forma parte de las relaciones sociales basadas en la diferencia de sexos y como una forma
PR

primaria de la producción de las relaciones significantes de poder. El género es una de las


dimensiones de la desigualdad social y en consecuencia, tiene un peso específico entre las
condicionantes de la pobreza (Ricoeur, 2000). En ese sentido el movimiento feminista
resurgido en los años 60 en su afán de comprender y explicar las condiciones de
subordinación de las mujeres, consideró como una hipótesis que las situaciones de
subordinación que afectan a casi todas las mujeres tienen que ver con el ejercicio de poder
múltiple, instalado en diversos espacios sociales, expresados no solo con autoridad, sino
con sentimientos nobles de afecto, ternura y amor (De Barbieri, 1992).

No son las cuestiones biológicas del hombre y la mujer los que le ubican en
jerarquías, si no es el constructo social, adoptando un sentido más androcéntrico que
conduce a la dominación y exclusión. Basado en la conceptualización del feminismo, como
15

un conjunto de precepciones dentro de una cultura, sobre lo que es el ser varón y el ser
mujer (Lamas, 1996).

Por otro lado, Stromquist (2015), señala que la teoría de género, ha surgido para dar
explicaciones respecto de la subordinación de las mujeres ante los hombres. Esta
subordinación responde al control del poder y dominio sobre recursos y roles de género.
Tal como afirma Sen (1995) las relaciones del hogar están caracterizadas por ser relaciones
de conflicto y cooperación y recomienda, que debe existir un “poder de negociación” para
repartir equitativamente, tanto las tareas del hogar como las actividades de producción,
entre los miembros de la familia; dándole la oportunidad a la mujer de realizar algo más
que su rol dentro de la casa.

W
Rol de la mujer en el desplazamiento por el Conflicto Armado Interno-CAI
El CAI “constituyo el episodio de violencia más intenso, más extenso y más
IE
prolongado de toda la historia, reveló brechas, desencuentros profundos y dolorosos en la
sociedad” peruana, dejando como consecuencia graves crímenes y violaciones a los
EV
derechos humanos (Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación - CVR,
2003). Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables-MIMP (2012), se
destruyó la infraestructura social y productiva perdiéndose millones de soles, la
desarticulación social y económica de las comunidades andinas y amazónicas, la pérdida de
PR

vidas humanas, desapariciones forzadas y como consecuencia miles de viudas, huérfanos,


personas con discapacidad, personas afectadas por la violencia y violación sexual etc.
Antes del CAI, se vivía en una situación de desigualdad de roles entre varones y
mujeres, caracterizada por la marginación e invisibilización de la mujer, con una actividad
circunscrita solo a la labor doméstica; lo cual se evidenciaba en el campo social, étnica y
de género basadas en la desigualdad (Reynaga, 2008). Scott (1997) citado en Reynaga,
(2008) señala que “el sistema de género en el país estaba enmarcado en un sistema de poder
simbólico, social, político, jurídico y psíquico, expresado en la desigualdad, las relaciones
jerárquicas y discriminantes para las mujeres”. (p.38)

La violencia sociopolítica reprodujo los patrones de exclusión y dominación,


acentuándolo y profundizándolo, en deterioro de grupos sociales menos favorecidos y
16

particularmente de las mujeres. Por otro lado en las comunidades rurales el rol de las
mujeres incursionó “en el espacio público y la actividad política que eran actividades
restringidas para las mujeres, la toma de decisiones y asunción de los cargos a nivel de la
comunidad” (Reynaga, 2008), es asumida por ellas. En las comunidades las mujeres
empezaron a asumir cargos, por la necesidad de representatividad ya que los varones que
asumían cargos eran perseguidos por los miembros de Sendero Luminoso y miembros de
las fuerzas del ejército.

Una de las secuelas más graves del CAI, fue el desplazamiento interno. Según la CVR
(2003)

Familias e incluso comunidades enteras, salieron de los lugares en que habitaban en

W
búsqueda de espacios menos hostiles. Este fenómeno tuvo un carácter masivo y
extendido, sobre todo en el campo, los pequeños poblados afectados quedaron
IE
despoblados. Fue una respuesta muchas veces desesperada y no planificada, ante
reclutamientos forzados, asesinato de familiares, matanzas o devastación de
EV
comunidades. (p.278)

De acuerdo al MIMDES (2010) en el Compendio de Normas y Documentos sobre


Desplazamientos Internos, considera que:
PR

Son las personas o grupo de personas que se vieron forzadas u obligadas a escapar, huir
de su hogar o de su lugar de residencia habitual, como resultado o para evitar los
efectos de un conflicto armado, de situaciones de violencia generalizada, de
violaciones de derechos humanos y que no han cruzado una frontera estatal
internacionalmente reconocida.

La Ley Nº 28223 define los derechos y garantías pertinentes para la protección de las
personas que sufrieron desplazamientos internos (Quispe, 2013). Los efectos sociales y
económicos de la violencia fue la migración compulsiva de los campesinos, el
desplazamiento se realiza en forma intempestiva, violenta y riesgosa. Los movimientos
poblacionales muy aparte de dirigirse a otros departamentos, se dirigieron al mismo
Ayacucho concentrándose en sus principales distritos de la capital (Reynaga, 1996).
17

En lo que respecta a las cifras de la población de desplazados según la CVR (2003),


estas oscilan entre 600 mil desplazados a nivel nacional y en el departamento de Ayacucho
aproximadamente 150,000 las personas desplazadas y de ello habrían retornado a lo largo
de la década cerca de 33,000 personas como producto de diversas disposiciones que se
impulsó en el gobierno de Fujimori. De acuerdo a la base integrada de las cinco etapas del
Censo por la Paz (2001-2008) a nivel del departamento de Ayacucho serian 118,948
personas desplazadas y en la provincia de Huamanga 17,850. Sin embargo, en lo que
respecta específicamente a la población de mujeres, el registro realizado por la dirección de
apoyo y protección a desplazados del Ministerio de la Mujer y desarrollo social (MIMDES)
(2006), da cuenta en la Provincia de Huamanga y sus distritos urbanos Ayacucho, Carmen
Alto, San Juan Bautista y Jesús Nazareno, de 1503,000 personas desplazadas, de los cuales

W
1,326 son mujeres. Por otro lado el MIMP (2012) del año 2008-2012 ha Registrado y
Acreditado de manera individual a 46,496 personas desplazadas a nivel nacional, de los
IE
cuales mujeres 29,106 y varones 17,390, y en el departamento de Ayacucho 15, 394
personas desplazadas, inscritas y acreditadas de los cuales el 67% son mujeres y el 33%
EV
varones.

El desplazamiento de las mujeres campesinas condujo a situaciones muy difíciles;


lográndose incorporar en actividades informales, sucesivamente se incorporaron poco a
PR

poco a las organizaciones femeninas formadas en los barrios de Huamanga, con el fin de
canalizar el apoyo asistencial, promover la capacitación y desarrollar estrategias de
sobrevivencia, siendo beneficiarias del programa de Vaso de leche y eventualmente del
PRONAA (Programa Nacional de Apoyo Alimentario) (Reynaga, 1996).

Organizaciones sociales de base


Son espacios de inserción en la comunidad, en la que concilian su vida diaria con sus
problemas y liderazgos (Henríquez, 1991), que según nuestro estudio han sido conformadas
para que en forma conjunta puedan realizar acciones y gestionar ante el estado, tal como
dice Smith (1996) el hombre es un ser social por naturaleza, por tanto necesitamos de los
demás. Un hombre forma parte de una sociedad civil cuando existe una forma de gobierno
regular y una ley que garantiza la justicia (Lázaro, 2008)
18

Respecto al origen, son vinculaciones primarias que independientemente del estrato


socio-económico, se establecen entre las personas y grupos en el diario transcurrir de la
vida comunitaria, con la finalidad de reivindicar derechos sociales, que respondan a
objetivos específicos del grupo organizado. Se conforman para ayudarse y plasmar sus
demandas ante el estado, por ello es una organización dependiente del voluntariado, del
carácter asociativo, participativo y no lucrativo (Ribeiro & Barboza, 2006). Se crean
identidades colectivas y refuerzan el sentido de pertenencia a una comunidad de propósitos
(Kraychete, 2000). Dentro de las Organizaciones Sociales de Base es importante la
conciliación de las diferentes voces existentes dentro de sí mismas y a mantenerse abiertas
al dialogo con los actores externos (Villar, 2004).

W
Una de las secuelas del CAI también fue a nivel de las organizaciones. La situación de
inseguridad condujo a la desactivación de las organizaciones campesinas, populares y
gremiales. Se generaron nuevas formas organizativas como la conformación de las rondas
IE
campesinas y clubes de madres en las zonas urbano marginales y rurales. Se organizaron no
sólo para enfrentar la necesidad material sino también referida a la defensa de los derechos
EV
humanos (Reynaga, 1996).

Organizaciones de desplazados de Ayacucho


PR

La organización de desplazados en el Perú, específicamente en Ayacucho se formó


como consecuencia de la violencia sociopolítica de los años 1980 -2000. Lo constituyen un
grupo de personas que han sido forzadas a huir de sus casas rápida e inesperadamente,
como resultado de un conflicto armado, una lucha interna (Naciones Unidas, 1998). Los
desplazamientos forzaron a miles de personas a abandonar sus hogares, sus familias y su
comunidad con la finalidad de salvar sus vidas. Las secuelas del desplazamiento vienen a
ser económicas, sociales, culturales y psicológicas, que profundizan su situación de
vulnerabilidad, pobreza y exclusión social.
Es importante hacer visible que la violencia afectó de manera diferenciada a las
mujeres, quienes sufrieron en mayor medida la violencia, como violación sexual y acciones
de subordinación de género. Pese a estas circunstancias ellas han podido garantizar la
alimentación y la vida de los integrantes de sus familias (Jara, 2012).
19

Las mujeres desplazadas y organizadas constituyen una fuerza social, cumpliendo un


rol muy importante de rechazo a la violencia, en el fortalecimiento y liderazgo de sus
organizaciones, generando espacios representativos para ser partícipes de las reparaciones
por su condición de víctimas de la violencia política de los años 1980 – 2000 y ser actores
en los procesos de inclusión social. A finales de 1982 los primeros esfuerzos organizativos
de las mujeres han sido en torno a la búsqueda de los familiares, secuestrados, detenidos o
desaparecidos. Donde se inicia las acciones de solidaridad o sororidad entre mujeres,
apoyándose en los procesos de demanda conjunta ante las instancias correspondientes, así
encontramos las primeras iniciativas de las mujeres en la defensa de los derechos humanos
(Reynaga, 2008; Lagarde, 2009).
La primera organización urbana se constituyó en Huancayo en 1985 (Hatari Ayllu).

W
Posteriormente surgió la Asociación de Familiares Desplazadas de Lima (ASFADEL), así
como la Asociación Interprovincial de Residentes en Huamanga (AIDREH) que tuvo como
IE
presidenta a una mujer, quienes se reunían en la Casa del Campesino, desarrollaban una
serie de actividades como las famosas “ollas comunes”. Asimismo se formó la Asociación
EV
de Familiares de Desplazados e Insertados de la provincia de Huanta AFADIPH-Huanta, y
otras organizaciones similares en Ica, Huancavelica, Huánuco y Apurímac, con el objetivo
de desarrollar acciones en favor de los desplazados (Quispe, 2013; Reynaga, 2008).
En la región Ayacucho en 2004-2009, el Consejo Regional Consultivo de Ayacucho
PR

(CORA) trabajó en los temas de reparaciones y atenciones a las víctimas y desplazados. En


el 2007 hacen su aparición en el espacio público dos organizaciones: Asociación de
Familias Victimas del Terrorismo de Ayacucho ( AFAVITA) y Asociación Nacional de
Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecido del Perú (ANFASEP), ambas
organizaciones en conflicto buscaban sus propios liderazgos en la escena pública, sin lograr
tener una representatividad a nivel regional, ante esta ausencia de representatividad se
impulsa una nueva organización, la Asociación de Familiares de Desplazados Internos por
la Violencia Política (AFADIVPA) con el apoyo de la Oficina de Desplazados y Cultura
de Paz del MIMDES y a nivel de Huamanga entre el 2009 – 2010 logran registrarse en el
Registro Único de Víctimas (RUV) como personas desplazadas no retornantes,
insertándose en los lugares de refugio (Quispe, 2013).
20

Esta población desplazada, organizada en la AFADIVPA no logra ser visible en su


representación en la región Ayacucho. Por eso nuevamente impulsan una nueva
organización a nivel regional que movilizó a la población desplazada no solo regional sino
nacional, es la Coordinadora Regional de Afectados por la Violencia Política de Ayacucho
(CORAVIP) liderado por un coordinador y que logró representar a nivel nacional en la
presidencia de la Coordinadora Nacional de Víctimas de Violencia Política (CONAVIP),
fortaleciendo alianzas con la Coordinadora Nacional de Desplazados y Comunidades en
Reconstrucción del Perú (CONDECOREP) esta última fundada el 18 de abril de 1996 en
Lima. Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), la CONDECOREP
agrupaba a más de 9,000 familias, cifra que fue indicador de la capacidad organizativa de
estas poblaciones (Quispe, 2013).

W
Para estas organizaciones su agenda de lucha, son las exigencias de las reparaciones
para los desplazados y atenciones para las víctimas en base al Programa Integral de
IE
Reparaciones (PIR), el mismo que fue colocado en agenda pública regional y nacional,
mediante marchas de incidencia política, las que ayudaron a posicionar a las víctimas en los
EV
espacios públicos de tipo local, regional y nacional, formando alianzas estratégicas con
otras instituciones y organizaciones de la sociedad civil (Comisionado para la Paz, Mesa de
Concertación de Lucha contra la Pobreza).
Específicamente, el AFADIVP, se constituyó el 26 de abril del 2010, que según
PR

testimonio de la presidenta de la organización del periodo 2010-2012, está integrada por 26


organizaciones de familias desplazadas ubicadas en los 5 distritos de la provincia de
Huamanga con 1,000 a 1,200 desplazados, de los cuales 22 AFADIVP siguen funcionando
y son aproximadamente entre 771 personas desplazadas; de los cuales el 81% son mujeres
y el 19% son varones (Quispe, 2013).

Planteamiento del problema


Las mujeres a nivel mundial han atravesado y atraviesan por situaciones distintas
relacionadas al proceso de empoderamiento. Hainard y Verschuur (2006) señalan que en las
relaciones de dominio y subordinación persiste una dependencia ideológica y tenaz de las
mujeres con relación a los hombres, así como de los hombres y mujeres con relación a las
representaciones de género. Estos mecanismos impregnan el ámbito doméstico, las
21

organizaciones de base, las comunidades y el ámbito público en su conjunto, sin embargo


estudios han demostrado que estas relaciones de sumisión irán desapareciendo poco a poco.
Cuando las mujeres organizadas no están presentes en espacios públicos de toma de
decisiones, y le dedican mayor tiempo a las tareas domésticas, o a otras actividades
laborales, simplemente pasan a ser invisibles ante los que sí están presentes en el espacio
público (Martínez, 2012). Esto genera discriminación y poca valoración a las mujeres,
reforzando la segregación vertical y horizontal en contra de su participación. Por el
contrario, que cuando ellas asumen la actividad pública y política, en especial el rol de
liderazgo. Al respecto Morote, (2011) indica “…la fortaleza se encuentra en su capacidad de
resignificación de las experiencias pasadas. De esta forma, los procesos mentales de
representación y resignificación constituyen la fuente de empoderamiento, y no las condiciones

W
materiales de exclusión que han vivido.” (p.113)

Debemos señalar que en Ayacucho el conflicto armado interno, ocasionó que miles
IE
de mujeres se desplacen debido a la violencia. En sus luchas por sobrevivir junto a sus
familias, así como para reclamar por sus derechos, conformaron, organizaciones populares
EV
de mujeres (CVR, 2013).

Las mujeres Ayacuchanas se manifestaron como líderes teniendo protagonismo


durante estas luchas. Entre el 2009 y el 2011 conformaron Asociaciones de familias
PR

desplazadas internas por la violencia política (AFADIVP) de Huamanga dirigidas por


mujeres. Ellas son reconocidas por la oficina de desplazados y cultura de paz del MINDES
(MIMP) de Ayacucho, principalmente para participar del Registro Único de Víctimas y
para inscribirse en la modalidad de Grupos de Desplazados No Retornantes (Quispe, 2013).
Para lograr insertarse en espacios públicos, son las mismas mujeres que han luchado y se han
insertado en los espacios de toma de decisiones (Vargas & Pujal, 2013).

El presente trabajo de investigación pretende conocer y comprender los procesos de


empoderamiento de las mujeres líderes de asociaciones de desplazados en Ayacucho;
teniendo en consideración la teoría del empoderamiento en las dimensiones:
conocimiento, psicológico, político y económico según (Stromquist, 2015).
22

Los resultados de esta investigación servirán para conocer acerca de los diversos
procesos y trayectorias de empoderamiento y liderazgo femenino, de forma que se hagan
incidencia a nivel de organizaciones de sociedad civil o en políticas públicas que
contribuyan en lograr el empoderamiento de las mujeres.

Desde la academia se espera que se pueda incluir dentro de la curricula educativa el


tema de los procesos de empoderamiento femenino en todos de los niveles de educación;
para el desarrollo de las capacidades de mujeres, el desarrollo de habilidades, y la
redefinición de sus derechos. Del mismo modo, se espera que el conocimiento generado
contribuya a la promoción de la participación de las mujeres y fortalezca su
involucramiento dentro del desarrollo social integral y se obtenga oportunidades igualitarias

W
a las de los hombres.

Tal como refiere Batliwala (s.f.), citado en León (1997) se trata de:
IE
Buscar cambiar la conciencia de otras mujeres: modificando su autoimagen y sus
creencias acerca de sus derechos y capacidades creando conciencia de la
EV

discriminación de género que es una fuerza que actúa sobre ellas, y desafiando el
sentimiento de inferioridad que se les ha imbuido desde el nacimiento (p. 197).
PR

De esta forma se podrá reconocer el valor verdadero de sus labores y contribuciones


a la familia, la sociedad y la economía. Se espera que las mujeres logren generar conciencia
crítica de sus derechos innatos a la igualdad, dignidad y justicia. (Batliwala, s.f., citado en
León, 1997) .

Pregunta de investigación

 ¿Cómo son los procesos de empoderamiento de las mujeres líderes de asociaciones


de desplazados de Ayacucho en la actualidad?
23

Objetivo general

 Conocer y comprender los procesos de empoderamiento de las mujeres líderes de


asociaciones de desplazados de Ayacucho a través de la reconstrucción de sus
experiencias de liderazgo en dichas organizaciones.

Objetivos específicos

 Describir aspectos del conocimiento del empoderamiento de mujeres líderes de


asociaciones de desplazados de Ayacucho.
 Describir las características de la dimensión psicológica del proceso de
empoderamiento de mujeres líderes de asociaciones de desplazados de Ayacucho.

W
 Describir los aspectos políticos del empoderamiento de mujeres líderes de
asociaciones de desplazados de Ayacucho.
 Describir los aspectos económicos del empoderamiento de mujeres líderes de
IE
asociaciones de desplazados de Ayacucho.
EV
Metodología

Para esta investigación la metodología es de tipo cualitativa. La investigación


cualitativa trata sobre la vida de la gente, las experiencias vividas, los comportamientos,
PR

emociones y sentimientos, así como al funcionamiento organizacional, los movimientos


sociales, los fenómenos culturales, en la búsqueda de comprender las realidades
complejas y diversas. (Strauss & Corbin, 2002; Gonzales, 2006).

Dentro de la investigación cualitativa hemos tomado el enfoque fenomenológico,


que nos permitió analizar las experiencias de las mujeres líderes y construir con ellas los
conceptos claves para entender el liderazgo y empoderamiento de quienes están
participando en asociaciones de mujeres desplazadas. Se utilizó este enfoque porque
permitió centrarnos en las experiencias subjetivas, en este caso en la reconstrucción de la
experiencia de liderazgo de las mujeres, tal como ellas las han vivido (Ricoeur, 2000).

Las participantes fueron nueve mujeres líderes de las asociaciones de desplazados,


ubicadas en los cinco distritos metropolitanos de la provincia de Huamanga: Ayacucho,

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