Am-Rica Colonial. Organizaci-N Social
Am-Rica Colonial. Organizaci-N Social
Am-Rica Colonial. Organizaci-N Social
Los indígenas
Los indígenas estaban por debajo de los españoles desde un punto de vista legal en la escala
social.. Sin embargo, debe distinguirse entre los indígenas que formaban parte de los sectores dirigentes,
como los caciques y los curacas, y aquellos que eran trabajadores. Los españoles utilizaron el
conocimiento y posición de los caciques y curacas como sus representantes en el interior de los pueblos
indígenas. En contraparte, la mayoría de los sectores dirigentes indígenas adoptaron costumbres
españoles.
El sector de los caciques y curacas representaba una mínima parte de la población indígena. En
líneas generales, la mayoría de la población indígena se encontraba sometida a diversas formas de
explotación laboral. En el origen de la conquista, los indígenas fueron distribuidos por los españoles con
la finalidad de desarticular las comunidades. En estos primeros tiempos fueron utilizados como
sirvientes, mineros y agricultores. Luego, con la aparición de la encomienda, los indígenas eran
directamente asignados a un encomendero español, y realizaban las tareas que él les encomendaba. Los
encomenderos asumían la responsabilidad de convertir a los indígenas al catolicismo.
En los Andes surgió una forma de explotación particular denominada mita. Esta consistía en la
migración anual forzosa de comunidades indígenas para trabajar en diferentes actividades, en particular
la minería. Para poner en práctica la mita, los españoles hicieron acuerdos con los líderes étnicos.
También hubo otra forma de explotación andina que se centró en la figura de los yanaconas.
Eran trabajadores indígenas que vendían su actividad a los españoles. Eran trabajadores que se habían
especializado en la época prehispánica, y continuaron manteniendo su actividad económica por la
funcionalidad a la demanda de los españoles. En general se volcaron a la actividad artesanal, agrícola o
minera. Los yanaconas que trabajaban en el sector de la minería contaban con ciertos privilegios
respecto de los mitayos. Los yanaconas tenían salarios más elevados, y la actividad que realizaban en la
mina consistía en remover el mineral de la pared. Por su parte, los mitayos se dedicaban a las actividades
menos calificadas, y por lo tanto, más cansadoras. Una de las actividades más dañinas para la salud de
los mitayos consistía en alimentar las máquinas de molienda con el mineral que era extraído; esto en
varios casos derivaba en una enfermedad denominada silicosis que implicaba la obstrucción de las vías
respiratorias.
Los esclavos.
Los esclavos eran muy utilizados como mano de obra tanto por los españoles como los
portugueses en sus respectivas colonias. El motivo original del uso de los esclavos se debió a la gran
caída demográfica producto de la conquista del continente americano; los esclavos fueron fuerza de
trabajo necesaria para suplir esa carencia.
Los lugares donde más mano de obra esclava se utilizó fue en las zonas que más afectadas se
habían visto por el proceso de conquista español. De este modo, la mayor utilización de esclavos se dio
en el Caribe hispano. Por otro lado, en Brasil la población esclava fue muy alta también debido a su uso
en las haciendas productoras de azúcar o ingenios azucareros.
Entre el inicio de la conquista y el siglo XIX se calcula que se importaron alrededor de 10
millones de esclavos africanos al continente americano. Las actividades centrales a las que se dedicaron
los esclavos fueron tres: los ingenios azucareros, las plantaciones de cacao y la minería de oro a cielo
abierto. El patrón común de estos trabajos eran las condiciones de calor extremo, y que el tipo de trabajo
implicaba una alta explotación de la mano de obra. A modo de ejemplo, la producción de azúcar
demandaba alrededor de entre 18 y 20 horas de trabajo diario.
El índice de muerte y enfermedad en las poblaciones esclavas era extremadamente alto. Esto se
debía particularmente a las condiciones de trabajo, la alimentación, la vivienda y la falta de atención
médica. El cálculo que se hacía en los ingenios azucareros era que una persona podía trabajar entre cinco
y seis años antes de morir, y ser reemplazado por un esclavo más joven.
En las ciudades también había trabajo del tipo esclavo, en particular en el área de servicio
doméstico. Si bien allí se empleaba la mayoría de los esclavos urbanos, también se dedicaban a otras
actividades como panadería, herrería, carpintería, construcción y producción de textiles. Esto no tiene
que hacernos perder de vista que la mayoría de la población esclava se hallaba abocada a las zonas
rurales.
Con el correr de las décadas los esclavos fueron adquiriendo diversas vías para obtener su
libertad. Uno de los modos que tenían era cultivar la tierra en su escaso tiempo libre, vender el producto
en el mercado, ahorrar dinero, y con éste terminar comprando su libertad. Una vez que tenían su
libertad, eran considerados bajo la categoría de “libertos”. Ahora bien, ser libres no implicaba que sus
condiciones de vida mejorasen. De hecho, el problema residía en que cuando eran esclavos tenían el
acceso a la comida garantizada por sus propietarios. Una vez libres debían conseguir trabajo, y el
problema es que se hallaban tan limitados como los indígenas (no podían asistir a las escuelas, ni portar
armas, etc).
Otra de las vías para ganar su libertad era convertirse en fugitivos. Aquellos que lograban fugarse
se unían a poblados de esclavos fugitivos (libres). Se los denominaba usualmente con el nombre de
mocambos, quilombos o palenques. Por cuestiones estratégicas este tipo de poblados eran reducidos y se
hallaban cerca de los poblados de los colonos. Los esclavos fugitivos solían asaltar los poblados de los
colonos con el fin de obtener alimento, ganado y armas para sobrevivir y protegerse de las expediciones
de los dueños de plantaciones y autoridades coloniales.
En la zona del Río de la Plata la mayoría de los esclavos eran empleados en el Noroeste.
El régimen de castas.
Por debajo en la escala sociales se encontraban las castas (implementado por la corona española
a partir del siglo XVII), que incluía a amplios sectores no privilegiados de los habitantes de las colonias.
En las relaciones que se entablaban entre las diferentes castas se generaba una mezcla de “sangre”,
fenómeno conocido como mestizaje. En el proceso de combinación de las diferentes castas, cuanto
mayor era el componente “blanco” existía mayor posibilidad de acceder a una mejor posición social. Es
decir, cuanto más sangre “blanca” se encontraba en la mezcla, mayor posibilidad de ascenso social. Los
grupos étnicos que podían mezclarse eran los “blancos”, los “indios”, y el de afrodescendientes. El
“mestizo” era el resultado de la cruza entre un “blanco” y una mujer indígena. El “mulato” era el
resultado de la cruza entre “blanco” y un afrodescendiente. El “zambo” derivaba del fruto de la relación
entre un afrodescendiente y una indígena. Estos grupos nunca se terminaron por definir de manera
jurídica o desde la legislación española; sin embargo, todos supusieron grandes desventajas y los ponía
en general en situaciones de marginalidad social.
Por ejemplo, si en el pueblo o ciudad en que se vivía a un blanco se lo acusaba de “sangre
impura” significaba que había tenido algún familiar esclavo o indígena. Él debía demostrar a la
comunidad que era “blanco puro”.
Cuando los españoles comenzaron a arribar a América, la situación de las mujeres indígenas se
vio trastocada. Según el modelo cultural hispánico, la mujer quedó subordinada al hombre. Esto
implicaba un cambio rotuno respecto del universo prehispánico, pues los historiadores consideran que
no existía una jerarquía entre el hombre y la mujer. Tanto es así que varias mujeres ejercían el rol de
cacique en sus respectivas comunidades. Todo esto quedó trastocado cuando los españoles arribaron a
América. Las mujeres dejaron de detentar cargos jerárquicos, aunque algunas conservaron privilegios al
casarse con españoles. Además, las mujeres indígenas perdieron el derecho a la propiedad, y tuvieron
que vivir en el hogar del marido.
Asimismo, la explotación a las mujeres indígenas aumento particularmente por la exigencia del
tributo en productos textiles. Esto se debía a que los españoles encontraban muy redituable la venta de
estos productos en los mercados; y la mayoría de los mismos eran confeccionados por mujeres.
Hacia mediados del siglo XVI los españoles comenzaron a prestar mayor atención a la educación
de las mujeres. Esto se debía al modo en que los españoles pensaban el rol de la mujer como
evangelizadora al interior del hogar. La mayoría de las mujeres españolas y criollas fueron capacitadas
para manejar todo lo relativo a la vida pública y privada del ámbito doméstico. Si bien al principio
fueron educadas para realizar las tareas del hogar, luego esto paso a ser trabajo de la servidumbre, y las
mujeres se especializaron en tareas consideradas más refinadas.
Las mujeres de menores recursos económicos se abocaron a aprender algún oficio para así poder
colaborar con el mantenimiento del hogar. A partir de estos oficios algunas mujeres pudieron ascender
socialmente, pero en líneas generales se dedicaron a la red de provisión de alimentos de las ciudades a
partir de la venta callejera de chicha, queso, pan y frutas.
Fuente: (José Torre Revello, “Sociedad colonial. Las clases sociales. La ciudad y la
campaña” en Historia de la Nación Argentina, Vol. IV, Academia Nacional de la Historia,
1940, p. 351)
Bibliografía:
- Historia, América y Europa entre los siglos XIV Y XVIII, (2013), Santillana, Buenos Aires.
- Historia, América entre el siglo XIV y XVIII,(2015) Santillana en línea, Buenos Aires.
- Historia 2. América y Europa entre los siglos XV Y XVIII. (2017) Serie Llaves, Mandioca, Buenos Aires
- Fradkin, Raúl,; Garavaglia Juan Carlos La Argentina colonial. El Río de la Plata entre los siglos
XVI y XIX