Este documento describe los procesos cognitivos básicos como la percepción, atención y memoria. Explica que estos procesos se interrelacionan y deben coordinarse para funciones mentales como la lectura. También discute el problema global de la percepción de cómo reconocemos objetos a partir de la estimulación sensorial y cómo la percepción depende de procesos ascendentes y descendentes. Finalmente, define la atención como la capacidad de concentrarse selectivamente y su papel en filtrar información y regular otros procesos cognitivos.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
15 vistas15 páginas
Este documento describe los procesos cognitivos básicos como la percepción, atención y memoria. Explica que estos procesos se interrelacionan y deben coordinarse para funciones mentales como la lectura. También discute el problema global de la percepción de cómo reconocemos objetos a partir de la estimulación sensorial y cómo la percepción depende de procesos ascendentes y descendentes. Finalmente, define la atención como la capacidad de concentrarse selectivamente y su papel en filtrar información y regular otros procesos cognitivos.
Este documento describe los procesos cognitivos básicos como la percepción, atención y memoria. Explica que estos procesos se interrelacionan y deben coordinarse para funciones mentales como la lectura. También discute el problema global de la percepción de cómo reconocemos objetos a partir de la estimulación sensorial y cómo la percepción depende de procesos ascendentes y descendentes. Finalmente, define la atención como la capacidad de concentrarse selectivamente y su papel en filtrar información y regular otros procesos cognitivos.
Este documento describe los procesos cognitivos básicos como la percepción, atención y memoria. Explica que estos procesos se interrelacionan y deben coordinarse para funciones mentales como la lectura. También discute el problema global de la percepción de cómo reconocemos objetos a partir de la estimulación sensorial y cómo la percepción depende de procesos ascendentes y descendentes. Finalmente, define la atención como la capacidad de concentrarse selectivamente y su papel en filtrar información y regular otros procesos cognitivos.
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 15
TEMA 4. PROCESOS COGNITIVOS BÁSICOS 4.1.
INTRODUCCIÓN El objeto de estudio genuino de la
Psicología General son los procesos psicológicos, entre los que se encuentran los procesos cognitivos básicos. Aunque para facilitar su comprensión los presentemos por separado, existe entre ellos una gran interrelación dado que las distintas funciones mentales precisan de la labor integrada o coordinada de estos procesos. Una tarea tan sencilla y automática como la lectura de una palabra resultaría muy difícil o imposible si no se ha atendido suficientemente o si se trata de una palabra que se ve por primera vez. Podemos reconocer un objeto porque ya hemos tenido una experiencia con él y porque, además, recordamos esa experiencia. Así pues, para que podamos interactuar con el entorno de forma satisfactoria, los distintos procesos psicológicos tienen que coordinarse. El cerebro de la especie humana es inmaduro al nacer. Esta característica le provee de una gran plasticidad que posibilita el modelado de estructuras y funciones del sistema nervioso a lo largo de la vida, y capacita al ser humano para adquirir conocimientos durante un largo período de tiempo. Al parecer, la gran capacidad de adaptación de los humanos a las diversas circunstancias a las que se ven sometidos a lo largo de su vida se debe a esta posibilidad de modificación estructural y funcional del cerebro, a partir de los conocimientos que va adquiriendo y las experiencias vividas. La adaptación al medio, que incrementa la probabilidad de nuestra supervivencia como especie, es más eficaz si somos capaces de extraer información veraz y útil, y para ello es necesario que los mecanismos receptores y los sistemas perceptuales funcionen correctamente. Al conjunto de procesos mediante los cuales la información sensorial entrante (input) es transformada, reducida, elaborada, almacenada, recordada o utilizada se le denomina cognición (de cognoscere, conocer; definición de Neisser, 1967). Así, cognición equivale a capacidad de procesamiento de la información a partir de la percepción y la experiencia, pero también de las inferencias, la motivación o las expectativas, y para ello es necesario que se pongan en marcha otros procesos como la atención, la memoria, el aprendizaje, el pensamiento, etc... En este sistema cognitivo o sistema general de procesamiento de la información, la percepción vendría a ser el pilar básico en el que se asientan los procesos cognitivos básicos o simples (atención, memoria y aprendizaje) y complejos (lenguaje, pensamiento, inteligencia). Tradicionalmente se presentan percepción y atención como procesos muy vinculados, incluso se concibe la atención como una propiedad de la percepción que permite seleccionar eficazmente la información relevante. Una relación similar se produce entre atención y memoria, porque tenemos memoria, principalmente, de la información seleccionada o atendida. Del mismo modo que la atención influye en procesos como la percepción o la memoria, ésta se ve influenciada por otros como la motivación, que interviene en la resistencia a la distracción. La motivación también influye en procesos como la percepción, ya que los estímulos que permiten satisfacer necesidades y deseos se perciben con más facilidad (p.e. algunos estudios muestran cómo las personas son más sensibles a los estímulos relacionados con comida o bebida cuando están hambrientas y sedientas). Así, atención y motivación actúan como procesos de activación y orientación que intervienen en el procesamiento de la información, afectando (facilitando o entorpeciendo) el papel de los otros procesos psicológicos básicos como la percepción, el aprendizaje o la memoria. 4.2. PERCEPCIÓN Existen muchas definiciones de percepción sin que haya una que sea aceptada unánimemente por todos los psicólogos. Para nosotras será adecuado definirla como el proceso de extracción activa de información de los estímulos, y elaboración y organización de representaciones para la dotación de significado. A diferencia del resto de las funciones cognitivas, presenta la característica distintiva de tener su origen en la interacción física que se da entre el medio y el organismo a través de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) con lo que viene a ser el punto de encuentro entre lo físico y lo mental. Como se vio en el Tema 3, las preguntas sobre si la realidad se corresponde con la representación cognitiva de ella tiene el hombre, o si nos engañan los sentidos, se las vienen haciendo los científicos y estudiosos desde hace centenares de años. Aunque se admite que suele existir una congruencia aceptable (no siempre) entre la información proporcionada por la energía física y la experiencia psicológica correspondiente, también se asume que en dicha experiencia psicológica además de la información estimular y contextual, intervienen las experiencias previas, las motivaciones, interferencias, expectativas, etc., que añaden información en la construcción del mundo perceptual. Percibir es más que ver, oír, oler, saborear o tocar, la percepción puede ser considerada como el origen y la base de todo nuestro conocimiento del mundo, del que se alimentan las demás funciones cognitivas y del que llegan a depender, en buena parte, las emociones, sentimientos y afectos que promueven la conducta. 4.2.1. El problema nuclear o global de la percepción Popularmente se da por supuesto que la realidad y la percepción son una misma cosa, y que percibir es un proceso simple, inmediato y que no requiere ningún esfuerzo. Sin embargo toda percepción presenta cierto grado de ambigüedad porque normalmente la estimulación puede interpretarse de distintas formas. El proceso perceptivo consiste, en buena medida, en decidir cuál de las distintas interpretaciones sería la más adecuada en cada caso concreto. Así, el fenómeno de percibir es el producto de complejos procesos que se están empezando a comprender y sobre el que no se hallan resueltos todos los problemas. El problema global de la percepción ya fue planteado por los primeros filósofos griegos: ¿de qué modo somos capaces de reconocer los objetos o situaciones de nuestro entorno a partir de la estimulación que llega a nuestros receptores sensoriales? ¿cómo el sujeto captura al objeto y lo llega a comprender? Éste es un problema complicado, ya que debemos admitir que todo lo que registran nuestros sentidos es un patrón de distribución espacio-temporal de la energía y los procesos que nos llevan a la captación del significado del objeto son privados (personales e intransferibles), inaccesibles directamente, no transparentes al perceptor, y rapidísimos. La naturaleza de este problema se clarifica si se plantea en términos de dos conceptos expuestos por Brunswick (1955): el estímulo distal (o las características físicas objetivas de una fuente de estimulación externa, como los patrones u objetos que pertenecen al medio físico) y el estímulo proximal (o proyección de la energía del estímulo sobre los receptores sensoriales correspondientes). La reformulación del problema nuclear o global de la percepción puede expresarse así: ¿cómo, a pesar de las diferencias que puedan entre el estímulo proximal y el estímulo distal, somos capaces de establecer una correspondencia? Al parecer el reconocimiento de objetos depende de la integración de los procesos abajo-arriba y arriba-abajo citados anteriormente y se reduce al problema de la congruencia entre la información que proporciona la energía física del estímulo y la experiencia psicológica correspondiente Apuntes de Psicología en atención visual T4. PROCESOS COGNITIVOS BÁSIC 4.3. ATENCIÓN Tal y como ocurre con el concepto de percepción, encontramos definiciones muy diversas para la atención. Genéricamente se puede definir como la capacidad de atender, de concentrarse, de mantener la alerta o de tomar consciencia selectivamente de un estímulo relevante, una situación, etc. Esta definición, aunque muy simple, se podría enmarcar en el paradigma de la psicología cognitiva pero, tal como se ha visto en el Tema 3, la atención históricamente ha tenido distintos significados: desde el estructuralismo se entendía como un estado de la consciencia, y desde el funcionalismo se concebía como una función activa del individuo cuyo propósito es la adaptación al medio. Como veremos más adelante, a la atención se le puede otorgar la función de filtrar la información que debemos procesar, para evitar que el sistema cognitivo se sature o se desborde su capacidad limitada. Recordemos que el procesamiento automático consume pocos recursos atencionales, mientras que los procesos controlados sí consumen recursos atencionales, así, la función de filtro permitiría conceder la relevancia adecuada. Pero la atención también puede entenderse como un mecanismo con funciones de regulación y control de otros procesos cognitivos: es un mecanismo íntimamente ligado a la percepción en el sentido de que solemos atender a lo que percibimos o nos interesa percibir, y solemos percibir aquellos estímulos a los que atendemos, pero también condiciona otros procesos como la memoria, el aprendizaje, el lenguaje, o la motivación que quedan comprometidos cuando los mecanismos de atención fallan. Durante los estudios de Grado y posteriormente, al ejercer profesionalmente como ópticos-optometristas, tendréis la ocasión de ver la estrecha relación que existe entre los mecanismos de percepción y atención visual y el aprendizaje, y al elaborar programas de tratamiento (sobre todo los dirigidos a los pacientes en edad escolar) deberéis identificar si un bajo rendimiento visual está asociado o no a ciertas dificultades perceptivas y/o atencionales. 4.3.1. Funciones de la atención El concepto de atención se relaciona estrechamente con la voluntad, aunque en ocasiones pueda dispararse como mecanismo automático reflejo. La atención se activa para buscar y seleccionar información, y en base a ello se ponen en marcha conductas vehiculadas por los estados de activación fisiológica, la experiencia previa, la dotación genética, etc. Al tiempo que se activan una serie de procesos, otros procesos quedan inhibidos. Es común destacar tres funciones de la atención: selección, vigilancia, y control, que a su vez permiten que el procesamiento de la información sea preciso, continuado (sostenido en el tiempo), y rápido. a) La atención como MECANISMO DE SELECCIÓN asegura un procesamiento perceptivo adecuado de los estímulos sensoriales más relevantes, por novedosos o significativos, al constituir un sistema activo que permite al sujeto decidir la entrada de determinada información. La atención permite orientar y seleccionar de forma precisa los aspectos del entorno que son relevantes y requieren elaboración cognitiva, separándolos de los que son irrelevantes, que por contra reciben un procesamiento mínimo o nulo. Así, se asume una capacidad limitada puesto que ante la imposibilidad de atender a todos los estímulos la atención es el proceso OS 5/4 En el caso concreto de la visión, el estímulo proximal difiere considerablemente del estímulo distal en cinco aspectos: No toda la energía electromagnética proveniente de un estímulo distal llega al ojo, ya que en parte se pierde durante el trayecto o en algunas estructuras dióptricas del ojo, por reflexión, absorción o difusión. La imagen proximal resultante es invertida y de menor tamaño que el estímulo distal. La imagen proximal es bidimensional, mientras que el objeto distal es tridimensional. El estímulo proximal, a diferencia del distal, se halla parcialmente bajo control del observador, mediante los movimientos de cabeza y los movimientos oculares. La información sobre un objeto llega al ojo en forma de energía electromagnética, pero se transmite al cerebro del observador a través de impulsos bioeléctricos. Figura 4.1. Arriba, dos estímulos distales de diferente tamaño dan lugar a dos estímulos proximales del mismo tamaño (proyección retiniana). Abajo, un mismo estímulo distal da lugar a dos estímulos proximales de diferente tamaño. Para poder abordar el problema de cómo percibimos, frecuentemente se recurre a la utilización de estímulos que permitan enlentecer el proceso perceptivo. Un ejemplo sería tratar de dotar de significado la figura 4.2., sin lugar a dudas, un paisaje de montaña… Figura 4.2. Paisaje de montañ adaptativo que selecciona los más importantes para percibirlos “mejor” y evitar sobrecargas. Pero además de considerar la atención como mecanismo de selección de estímulos también debemos considerarla como mecanismo de selección de las respuestas adecuadas del individuo frente a los estímulos que recibe. Cuando las exigencias del medio requieren la ejecución eficaz de dos tareas complejas simultáneamente, nuestros recursos atencionales limitados tienen que distribuirse y por tanto se producirían interferencias y bajo rendimiento, afectando la ejecución de una de ellas o de ambas. Sólo podemos ejecutar dos tareas simultáneamente cuando una de ellas se realiza de manera automática (no consume atención) y así quedan disponibles los recursos para utilizarse en la otra tarea, poniéndose en marcha la función de atención selectiva. p.e. Si estamos estudiando en el sofá del salón, y junto a nosotros dos familiares están mirando y comentando las noticias de la TV, nuestro estudio será poco eficaz y probablemente tampoco podremos seguir la conversación sobre las noticias, en cambio cuando andamos por la calle somos capaces de repasar mentalmente los contenidos del tema que hemos estudiado (como andar requiere poco esfuerzo atencional, podemos dirigir nuestra atención a una tarea cognitiva compleja). b) La atención como MECANISMO DE VIGILANCIA permite mantener en el tiempo el interés por la información seleccionada. En función del tipo de actividad pero también de otras variables como la dificultad de la actividad, la edad o el nivel intelectual del individuo, etc., el tiempo de atención requerido puede variar desde minutos hasta horas. En este caso la función es la de atención sostenida. p.e. No requiere el mismo tiempo localizar las diferencias en el primer par de dibujos (Figura 4.7.a), que en el segundo (Figura 4.7.b), ni el mismo esfuerzo atencional para un niño de 6 años que para un adulto. Figura 4.7.a. Figura 4.7.b. p.e. Un ejemplo de tarea de vigilancia es la del cirujano durante el trasplante de un órgano. La probabilidad de detectar correctamente el objetivo en este tipo de tareas varía a lo largo del tiempo transcurrido desde que se inició la tarea, de tal forma que es típico observar una función decreciente, es decir la eficacia disminuye. Sin embargo, este fenómeno puede ser más o menos acusado dependiendo de características personales del individuo, y de las de la tarea de vigilancia concreta. c) La atención como MECANISMO DE CONTROL VOLUNTARIO sobre la disposición y capacidad de procesamiento de la información, activa el organismo ante diversas situaciones preparándonos para reaccionar con rapidez. Cuando se recibe alguna información avisando de la próxima aparición de un evento, el tiempo necesario para reaccionar ante éste tiende a ser menor que cuando no se dispone de esa clave previa, pues esa información nos induce a orientar la atención hacia el lugar en el que se producirá el evento antes de que éste se produzca; igualmente cuando estamos atendiendo a un estímulo, responderemos a él más rápidamente que a cualquier otro estímulo al que no atendamos. Por consiguiente, el control voluntario está ligado a los mecanismos preparatorios que llevarán a la acción. p.e. Habitualmente cuando estamos esperando el ascensor, una luz intermitente nos avisa de que está ocupado. Si la luz se apaga dicha señal nos avisa de que el ascensor se ha detenido y que ya podemos apretar el botón para que el ascensor acuda a nuestra planta. Conociendo estas claves posiblemente estaremos atentos a cuándo se apaga la luz para apretar rápidamente el botón (y que nadie "nos lo quite"). 4.3.2. Factores determinantes de la atención Los mecanismos de atención no son constantes. El hecho que un sujeto dirija su atención hacia algo o que algo llame su atención depende tanto de las características del estímulo o la situación estimular (factores extrínsecos) como de las características particulares del sujeto (factores intrínsecos). a) Los FACTORES EXTRÍNSECOS son aquellas propiedades de los estímulos que capturan la atención del sujeto en mayor medida que otras. Se considera que en este caso el mecanismo atencional es automático, abajoarriba e inconsciente. Algunos ejemplos son: El tamaño (mayor atención hacia estímulos más grandes). La posición (mayor atención hacia la zona superior que hacia la inferior, y hacia la parte izquierda más que a la derecha). El color (son más llamativos los estímulos en color que en blanco y negro). La intensidad (los estímulos más intensos o con mayor detalle atraen más la atención). El movimiento (mayor atención hacia estímulos dinámicos que estáticos). La complejidad (cuantos más elementos o dimensiones componen un estímulo, mayor atención captan). La relevancia (mayor atención hacia estímulos con mayor nivel de significación para el observador). La novedad (mayor atención ante el cambio de uno o varios atributos componentes). b) Los FACTORES INTRÍNSECOS son aquellas características específicas o personales del sujeto que lo diferencian de otros ante una misma situación estimular. El mecanismo de atención mediado por los factores intrínsecos suele tener una componente de mayor voluntariedad y consciencia por parte del individuo, y predominancia arriba-abajo. Algunos factores intrínsecos pueden ser: Los intereses, intenciones y motivaciones del sujeto (p.e. si no somos aficionados al bricolaje, difícilmente prestaremos atención a un programa de televisión dedicado a este tema; sin embargo, si tenemos que realizar una pequeña reparación y nadie de nuestro entorno puede ayudarnos, si casualmente en el programa explican cómo proceder, seguramente sí que prestaremos atención). Las expectativas de resultado (p.e. una forma de conseguir que un niño dirija y mantenga su atención al realizar un puzzle es tener en cuenta su edad y habilidades; si es demasiado difícil para él, probablemente deje de interesarle y abandone la tarea). Los rasgos de personalidad. Estados transitorios como la fatiga, el sueño, el estrés, el consumo de café, tabaco, fármacos, etc. El nivel de activación fisiológica o arousal, que se refiere a un estado de alerta percibido subjetivamente como sensación de energía, gracias al cual somos más receptivos y reactivos a los estímulos ambientales. La ley de Yerkes-Dodson (Figura 4.8) establece la relación empírica entre el arousal y la ejecución. Figura 4.8. Representación de la ley de Yerkes Dodson (imagen extraída de http://en.wikipedia.org/wiki/Yerkes%E2%80%93Dodson_law) Esta ley comprende dos hipótesis, que se visualizan en la figura anterior: por un lado se puede decir que existe una relación en forma de «U» invertida entre el nivel de activación y el rendimiento en una tarea. En este sentido, la ley establece que, a medida que se incrementa el arousal mejora el rendimiento hasta alcanzar un determinado nivel (el punto óptimo de activación), a partir del cual incrementos en el nivel de arousal producen decrementos en la ejecución, así, la mayor eficacia se alcanza con un nivel de activación moderado; por otro lado, se establece una influencia mutua entre activación y nivel de dificultad de la tarea. En tareas sencillas, un arousal elevado produce mayor rendimiento que un arousal bajo. Por contra, en tareas complejas los niveles elevados de arousal producen un rendimiento menor que los de arousal bajo. Los niveles elevados de arousal en tareas sencillas facilitan la motivación, mientras que los niveles bajos de arousal en tareas complejas facilitan la concentración. 4.3.3. Tipos de atención La clasificación de los tipos de atención puede realizarse según numerosos criterios y derivar de diversos modelos, que podemos resumir en modelos de investigación y modelos clínicos. La Tabla 4.1 es un ejemplo de los primeros, y refleja una clasificación basada en la propuesta de Julia García Sevilla (1997). CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN TIPO DE ATENCIÓN Mecanismos implicados Selectiva, Dividida, Sostenida Grado de control voluntario Involuntaria, Voluntaria Origen y naturaleza del estímulo Externa, Interna Modalidad sensorial implicada Visual, Auditiva Amplitud e intensidad del foco atencional Global, Local (selectiva) Amplitud y control que se ejerce Concentrada, Dispersa o difusa Manifestaciones motoras/ fisiológicas Abierta, Encubierta Grado de procesamiento Consciente, Inconsciente Tabla 4.1. Criterios de clasificación de la atención (de García Sevilla) A continuación realizamos algunas aclaraciones sobre algunos parámetros de esta clasificación, que completaremos más abajo con el modelo clínico: El grado de control voluntario hace referencia a la actitud del sujeto hacia la situación estimular. Cuando el control de la atención es voluntario se considera que la actitud del sujeto es activa mientras Un caso particular: trastorno por déficit de atención en la infancia Finalmente, destacamos la frecuencia de problemas de falta de atención en el ámbito escolar, incluso entre la población no clínica. Los maestros describen como inatentos casi a la mitad de los niños y algo más de una cuarta parte de las niñas. Si pasamos al ámbito clínico, los problemas atencionales, al menos los relacionados con la hiperactividad, presentan una prevalencia de entre el 3% y el 5%. Éste es un tema muy controvertido porque se levantan muchas voces alertando de un sobrediagnóstico y una excesiva medicalización, aspectos en los que no incidiremos porque escapan del interés de la asignatura. De todos modos sí que queremos puntualizar que a quien corresponde proporcionar un diagnóstico clínico es al especialista en psiquiatría, quien para ello y para la elección del plan de tratamiento puede trabajar colaborativamente con otros profesionales (psicólogos, maestros, ópticos-optometritas), y las familias. Si nos centramos en la población clínica, es posible diferenciar dos trastornos específicos: el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), y el trastorno por déficit de atención sin hiperactividad o puro (TDA). El TDAH suele ser más visible puesto que además de dificultades académicas quien lo sufre suele mostrar patrones comportamentales complicados o conflictivos, en cambio es frecuente que el TDA pase desapercibido al no mostrar este tipo de patrones (son niñas y niños lentos, a los que les cuesta seguir el ritmo de la escuela y de los que se cuestiona su capacidad intelectual, injustamente). Los niños con TDAH presentan una sobreactividad motora, de forma que tienen dificultades en controlar su conducta motora, especialmente en situaciones que exigen esfuerzo cognitivo y atención. En ocasiones la hiperactividad coexiste con la impulsividad y en otros casos con conductas agresivas. Por ello también aparecen conductas disruptivas e incluso antisociales, claramente implicadas en sus problemas académicos y de adaptación familiar y escolar. En los niños con TDAH la mayor parte de sus problemas atencionales se manifiestan en las tareas de atención sostenida y en el control de la impulsividad, mientras los niños con un TDA tienen más problemas en las tareas que requieren atención selectiva y en la velocidad de procesamiento de la información (análisis de los estímulos y recuperación de la información almacenada). 4.4. MEMORIA La memoria es un proceso psicológico que posibilita el almacenaje, la codificación y el registro de la información, con la particularidad de que puede ser evocada o recuperada para ejecutar una acción posterior, dar una respuesta, etc. Es un proceso característico del ser humano (aunque no exclusivo), sin el cual no se puede llevar a cabo ningún aprendizaje. Memoria y aprendizaje son procesos que se suelen estudiar conjuntamente La memoria no es una capacidad única sino que podemos hablar de un conjunto de procesos que ocurren a partir de la percepción de la información, sea consciente o inconscientemente: Codificación, como requisito previo al almacenamiento, que consiste en organizar la información de forma que se le pueda dar un significado para poder recordarla (anotar las ideas principales de un texto, utilizar imágenes mentales, construir reglas mnemotécnicas, etc.). Almacenamiento, mediante el cual se retiene la información codificada por un tiempo determinado. Como veremos en el siguiente apartado, se suele considerar la existencia de tres estructuras para ello: la memoria sensorial (MS), la memoria a corto plazo (MCP), y la memoria a largo plazo (MLP). Recuperación, consistente en localizar una información concreta de entre toda la almacenada. Con finalidad didáctica primero explicaremos el tipo de estructuras y procesos de almacenamiento y recuperación, para luego ver algunos aspectos relacionados con la codificación. 4.4.1. Estructuras y procesos de almacenamiento y recuperación de la memoria Los primeros experimentos sobre memoria en los años 50 del siglo XX sugirieron que los procesos de memoria se fundamentaban en la existencia de distintas estructuras con funciones y características particulares. Frente a estas propuestas, en la década de los 70 algunos autores centraron sus trabajos en el estudio de los niveles de procesamiento y, admitiendo que la información puede ser procesada en distintos niveles de profundidad (desde lo sensorial a lo semántico), abogaron que contra más profundo es el procesamiento, mayor probabilidad existe que la información se retenga. Así, la eficacia de la recuperación estaría de algún modo relacionada con la perfección con que se hubiera elaborado la información para ser almacenada (p.e. es evidente que un mismo individuo no sigue las mismas estrategias cognitivas al plantearse estudiar para simplemente aprobar una asignatura que para obtener un sobresaliente). Expondremos con cierto detalle el modelo estructural de Atkinson y Shiffrin, de comprensión fácil, aun admitiendo que posteriormente ha habido otros enfoques, que no abordaremos. El modelo multialmacén de Richard Atkinson y Richard Shiffrin (1968) La idea principal del modelo de Atkinson y Shiffrin es que existen unos componentes estructurales del sistema de memoria que constituyen tres almacenes fijos con información distinta, que dan lugar a tres tipos de memoria. Además se considera que existen unos procesos de control del flujo de información entre ellos a) LA MEMORIA SENSORIAL es el almacén de registro de las sensaciones durante un periodo muy breve (250ms), para posteriormente ser transferidas a la memoria a corto plazo, o desaparecer. El tipo de información almacenado en la memoria sensorial es muy elemental y está fuera del control voluntario y la consciencia por parte del sujeto. Equivaldría a una especie de instantánea de las sensaciones a las que estamos sometidos en un momento dado. Así, se trata de impresiones no elaboradas o interpretadas, provenientes del medio exterior, que se desvanecen rápidamente a menos que intervengan los sistemas de memoria a corto o a largo plazo. El término memoria sensorial no designa un solo sistema, sino un conjunto de sistemas de memoria, probablemente tantos como sentidos (visual, auditivo, olfativo, táctil, gustativo). Las más estudiadas son la memoria icónica (información sensorial a través de la visión) y la memoria ecoica (información sensorial a través de la audición). La información de la memoria sensorial retiene, sobre todo, propiedades literales del estímulo (propiedades físicas), y su función general es la de dar al cerebro un poco más de tiempo para realizar el análisis del estímulo. La memoria icónica, en concreto, incrementa la duración de las impresiones visuales en algo más de un cuarto de segundo, es decir, una imagen que se presenta durante 1 segundo, dura en realidad 1 segundo y cuarto. Al alargar la duración de cada imagen, la memoria icónica posibilita que, por ejemplo, percibamos movimientos continuos en las imágenes del cine en lugar de una sucesión de fotografías estáticas. b) LA MEMORIA A CORTO PLAZO requiere de un control ejecutivo y atencional que permita mantener y manipular cantidades limitadas de información, al contrario que la MS no deriva de un proceso automático. Los conceptos de conciencia y atención están muy relacionados con la memoria a corto plazo. La MCP es nuestra memoria de trabajo o consciente, también denominada memoria operativa. Se utiliza para retener información, apoyar el aprendizaje de nuevos conocimientos, resolver los problemas o responder a las demandas del medio interactuando con él, y se caracteriza porque los símbolos con los que está trabajando se mantienen en ella mientras les prestamos atención y los estamos usando (p.e. realizar una operación matemática mentalmente), pero tan pronto nos dedicamos a otra cosa, decaen rápidamente; por este motivo, se considera como el sistema central de la memoria. A modo de almacén breve, mantiene la información entre unos 15 y 30 segundos, que codifica en forma de imágenes sensoriales ya elaboradas (imágenes visuales, sonidos, sabores…). La consecuencia es que la información tiene menor riqueza sensorial que en el almacén que le precede, dado que se pierden detalles al captarse únicamente las líneas generales para una codificación más elaborada (con significado o semántica). La capacidad de la MCP está limitada en aproximadamente entre 5 y 9 elementos (72, el número mágico de Miller, 1956). Esta limitación implica la necesidad de utilizar estrategias para potenciar la amplitud, como la formación de grupos o chunks (asociación de distintos elementos a una clave o idea en el momento de su presentación, para facilitar su posterior recuperación). En tareas de recuerdo se puede observar los efectos de primacía o de recencia que, respectivamente, muestran la tendencia a recordar con más facilidad los elementos presentados al principio o al final de una lista, que los elementos intermedios. p.e. Si realizamos la lista de la compra pero la olvidamos en casa, posiblemente en el supermercado recordaremos los primeros o los últimos productos que apuntamos en ella. Si la información almacenada en esta memoria no se pierde, es transferida al tercer componente (la MLP), donde permanece en estado latente por un tiempo muy largo, quizá el resto de la vida, aunque a veces resulte inaccesible. La limitación de la capacidad de la MCP ofrece, sin embargo, la ventaja de que el sistema no se sature de información trivial. Solamente aquella información relevante, atendida y repasada, tendrá finalmente acceso al sistema de MLP, y de allí podrá a su vez recuperarse hacia la MCP mediante evocación. c) LA MEMORIA A LARGO PLAZO es el almacén caracterizado por retener una enorme cantidad de información (ilimitada) durante mucho tiempo (posiblemente indefinido). Se corresponde a lo que popularmente todos entendemos por memoria. Mientras que la información en la MCP está activa, en la MLP permanece habitualmente en estado de inactividad o latente. Se encuentra a la espera, y requiere de mecanismos sofisticados y bien entrenados para poder recuperar cualquier información almacenada en su base de datos. Estos mecanismos dependen de las características personales y de la instrucción recibida. Se caracteriza por tener una forma de almacenar muy flexible y que puede utilizar imágenes sensoriales, aunque preferentemente codifica en forma de memoria semántica (se supone que la información se trasvasa paulatinamente a códigos cada vez más elaborados y profundos). Según los investigadores, las imágenes sensoriales se utilizarían para la información sobre objetos y la codificación semántica para las ideas y el lenguaje. Habitualmente la MLP se categoriza en dos subsistemas según el tipo de información que debe ser recordada: la memoria declarativa (memoria sobre hechos), y la memoria no declarativa (memoria sobre habilidades y estrategias). Para la primera, a su vez se realiza una subcategorización en memoria episódica, semántica y espacial, que se diferencian tanto por el tipo de información que almacenan como por la forma en que se recupera dicha información (Figura 4.12). La memoria declarativa y no declarativa permiten, respectivamente, el aprendizaje explícito (saber qué) y el aprendizaje implícito (saber cómo). A continuación se muestra un esquema de la MLP por categorías, y después realizamos una breve explicación de cada una de ellas. Figura 4.12. Esquema de la categorización de la memoria a largo plazo Memoria declarativa La memoria declarativa la conforman el conjunto de conocimientos de carácter general y personal adquiridos de forma consciente, que se pueden expresar y evaluar a través del lenguaje, es decir, el conocimiento representado en la memoria declarativa puede ser pronunciado o explicado. Tiene la naturaleza de memoria explícita pues se manifiesta cuando la ejecución de una tarea requiere la evocación o recuerdo consciente de experiencias previas. Asimismo, se caracteriza por ser altamente flexible y modificable al poder utilizarse en muchas y diversas ocasiones, por tener capacidad de incorporar experiencias nuevas y procesos de pensamiento, y es bastante vulnerable al olvido. Memoria episódica: contiene la información relativa a eventos que implican descripciones y relaciones, detalles sobre las experiencias vividas por el individuo (episodios biográficos) que han sido codificadas explícitamente, esta condición es necesaria para la evocación de los recuerdos. Es rica en detalles concretos y se almacena en forma de secuencias de eventos que ocurrieron en lugares y momentos particulares, es decir, está sujeta a parámetros espaciotemporales (organización de la información en el tiempo y el espacio). Se caracteriza también por ser muy vulnerable al olvido o a sufrir interferencias. p.e. Aprendí a ir en bicicleta el verano de 1º de primaria, en la casa de campo de mis abuelos. Memoria semántica: contiene la información relativa al conocimiento del mundo en general y del lenguaje, sin depender del contexto. Es una memoria de significados, de modo que la relación entre los conceptos se organiza en función de su significado. Es más abstracta y conceptual que la memoria episódica, y se almacena y codifica en forma de proposiciones verbales, siendo una memoria atemporal en el sentido de que el tiempo (episodio de aprendizaje) no es relevante para el contenido conservado. p.e. Definición de índice de refracción: es la relación existente entre la velocidad de la luz en el vacío y la velocidad de la luz en otro medio. A diferencia de la memoria episódica, es capaz de producir y manejar información nueva que no ha sido explícitamente aprendida, pues normalmente se adquiere en multitud de situaciones de aprendizaje independientes. Permite realizar inferencias y de las múltiples experiencias llega a abstraer los contenidos centrales y a eliminar la referencia a la situación concreta. Por ello, el conocimiento semántico lo utilizamos para razonar y establecer conclusiones, mientras que el episódico incluye toda la información de la propia situación de aprendizaje. Otra característica que la diferencia de la memoria episódica es su mayor resistencia al olvido. Memoria espacial: contiene la información relativa al espacio por el que nos movemos y permite que podamos conocer nuestra posición relativa, y orientarnos. Es frecuente que en una clasificación general no se haga referencia a este tipo de memoria, pero actualmente toma fuerza dentro del paradigma de la psicología cognitiva y las neurociencias. p.e. Cuando estando en un restaurante y vamos al baño somos capaces de volver a nuestra mesa, aunque sea la primera vez que visitamos el restaurante. Memoria no declarativa La memoria no declarativa constituye el almacén donde está asentada un tipo de información que difícilmente podemos declarar o expresar verbalmente. Tiene la naturaleza de memoria implícita puesto que se manifiesta al ejecutar tareas donde ocurre una evocación o recuerdo involuntario y automático de experiencias previas, es decir, es el recuerdo no consciente de una tarea que ha sido practicada. Asimismo, se caracteriza por ser poco flexible y modificable, y por utilizarse en situaciones específicas. Por contra, es más resistente al olvido que la memoria explícita Memoria procedimental: contiene la información sobre repertorios conductuales, habilidades, y estrategias cognitivas, que comparten las características de tener un componente motor elevado y de ser ejecutadas de forma inconsciente. Lo común es que dicha información haya sido aprendida previamente de forma gradual y paulatina por efecto de la práctica repetida, la imitación, instrucciones, etc. El conocimiento declarativo es anterior al conocimiento procedimental y constituye una forma de pensamiento consciente que puede transferirse a conocimiento procedimental reduciendo el procesamiento consciente hasta automatizarlo, y por lo tanto ganando en rapidez de ejecución. p.e. Nadar, cepillarse los dientes, limpiar las lentes de contacto, escribir utilizando un teclado, utilizar un buscador en Internet, jugar al parchís, etc. Y ya para finalizar, solamente apuntar que el conocimiento declarativo se evalúa principalmente a través de pruebas de reconocimiento y de recuerdo, mientras que el conocimiento procedimental se evalúa mediante ejecuciones. Es obvio que si analizáis cómo se realiza la evaluación de las asignaturas que estáis cursando podréis identificar todos los tipos de memoria (con sus correspondientes aprendizajes). p.e. Si planteamos la realización de una clase práctica para aprender a realizar un examen visual y previamente debemos realizar un test breve de conocimientos, la memoria semántica es la que permite recordar todos los contenidos de optometría y salud visual impartidos y consolidados en diversas asignaturas del área de Optometría, y gracias a la cual podremos contestar a las preguntas del test. La memoria procedimental intervendrá en el manejo del retinoscopio, el foróptero, el mando a distancia del proyector, etc., la memoria episódica permitirá que recordemos qué profesor impartía la materia, qué compañeros teníamos, qué anécdota nos contaron…, y la memoria espacial permitirá que sepamos localizar dónde están situadas la pantalla o la caja de pruebas respecto a nuestra ubicación espacial en el gabinete. Descritas ya las estructuras, cabe decir que en cuanto a los procesos de retención y recuperación existen diversos factores que afectan tanto al recuerdo como al olvido. Nombramos algunos de ellos: Efecto de primacía: tendencia a recordar con más facilidad los primeros elementos de una lista o proceso, la primera información que recibimos sobre algo. Efecto de recencia: tendencia a recordar con mayor facilidad los últimos elementos de una lista o proceso, la última información que recibimos sobre algo. Efecto de Von Restorff o de aislamiento: tendencia a recordar aquella información que se diferencia del resto, que es rara o poco habitual. Aspectos emocionales: aquellos elementos que nos impactan a nivel emocional generalmente se recuerdan más. En ocasiones, y generalmente relacionado con emociones negativas muy fuertes, ocurre todo lo contrario pudiendo derivar en una amnesia. Otro fenómeno relacionado con los aspectos emocionales y el recuerdo es la catatimia, que supone una distorsión de la realidad debida a ellos. Diferencias individuales: la capacidad de memoria es diferente según los individuos, ya sea por dotación genética, por el efecto de la práctica, por las circunstancias vitales, etc. Motivación: tendemos a recordar más lo que nos motiva. Desde una perspectiva cuantitativa se plantean tres tipos de tareas básicas para medir el rendimiento de la memoria: el reaprendizaje, el reconocimiento y el recuerdo.