El Régimen de La Restauración
El Régimen de La Restauración
El Régimen de La Restauración
Índice
1. Introducción
2. Causas y orígenes de la Restauración
3. Bases del sistema canovista
4. Fuerzas al margen del sistema
a. Los carlistas
b. Los republicanos
c. El socialismo
d. El anarquismo
e. Nacionalismos y regionalismos
5. Evolución política de la Restauración
6. Conclusión
1. Introducción
Antonio Cánovas del Castillo fue el gran artífice de la Restauración en la figura de Alfonso
XII. Paralelamente al fracaso de la Primera República, Cánovas ideó un sistema político que
perduraría casi 50 años, hasta el golpe de Estado de Miguel Primo de Rivera el 13 de
septiembre de 1923.
A estas alturas, era evidente el agotamiento de cualquier opción política que no fuese la
restauración de los Borbones. El 1 de diciembre de 1874, el futuro Alfonso XII firma el
Manifiesto de Sandhurst (redactado por Antonio Cánovas del Castillo), por el que se expone
el programa político de la monarquía, parlamentaria. La intención del malagueño era que la
restauración se realizara por la vía legal, pero no fue así.
El 29 de diciembre de 1874 el general Arsenio Martínez Campos se pronuncia en Sagunto y
nombra rey a Alfonso XII, concluyendo el Sexenio Democrático e iniciando la Restauración
borbónica.
El objetivo de Cánovas era construir un sistema político estable basado en tres pilares:
El 30 de junio de 1876 se promulgó la nueva Constitución, heredera del texto de 1845 con
rasgos de la Constitución de 1869:
● Soberanía compartida entre el rey y las Cortes, así como Cortes bicamerales.
● La confesionalidad católica del Estado.
● Amplios poderes del rey (podía elegir al Senado, nombrar o cesar ministros y
disolver las Cortes).
● Amplia declaración de derechos y libertades individuales (restringidos
posteriormente por leyes ordinarias).
El tercer y último pilar sobre el que se fundará el sistema de Cánovas será el bipartidismo,
inspirándose en el modelo inglés. Consistiría en la alternancia pacífica de dos partidos
dinásticos, así como el equilibrio entre poderes: Corona y Parlamento; partido gobernante y
partido opositor.
Este cuadrante pasaba a los gobernadores civiles de cada provincia y, de estos, a los
alcaldes y caciques locales. A partir del encasillado, se ponían en marcha los mecanismos
para que los resultados de las elecciones se adecuaran a lo previamente establecido.
Los procedimientos para manipular los resultados eran muy variados: el falseamiento del
censo, la compra de votos (frecuente en las ciudades), a la violencia (a través de la
actuación de grupos armados o de la propia fuerza pública)...
En las zonas rurales, el poder de los caciques hacía innecesarios los recursos anteriores.
Eran figuras que, en una comarca o provincia, detentaban una gran influencia y poder
económico. Ocupaban cargos municipales, controlando la contratación, los sorteos de las
quintas y los trámites administrativos, elementos con los que chantajeaban a la población.
a. Los carlistas
Derrotados militarmente en 1876, sus líderes se exiliaron en Francia y optaron por una
estrategia de conspiraciones.
Una escisión en las filas carlistas ocurrió cuando Ramón Nocedal decidió crear el Partido
Tradicionalista, que se definía como antiliberal, católico y defensor de la tradición.
b. Los republicanos
Tras el golpe de estado que acabó con la I República, los republicanos entraron en una
grave crisis. Castelar formó el Partido Posibilista, aunque su papel fue meramente
testimonial.
Los demás republicanos se repartían entre el Partido Republicano Progresista, de Ruiz
Zorrilla; el grupo de Salmerón; y los federales, los más numerosos, en torno a Pi y Margall,
su líder histórico.
Tras las elecciones de 1886, todos los partidos republicanos (excepto los posibilistas), se
agruparan en torno a la Unión Republicana, que lograría mayoría en algunas ciudades en
elecciones posteriores.
c. El socialismo
Se comenzó a expandir lentamente por Madrid, Vizcaya y Asturias. Pablo Iglesias será
elegido diputado en Cortes en 1910.
d. El anarquismo
El anarquismo se autodefinió como apolítico y sus objetivos era la destrucción del Estado y
la abolición de la propiedad privada.
Un sector del anarquismo llevó a cabo una intensa actividad terrorista (la bomba del Liceo
de Barcelona en 1893 o el asesinato de Antonio Cánovas del Castillo en 1897).
e. Nacionalismos y regionalismos
Hasta 1881 gobernó el partido de Cánovas. La acción se centró en poner fin a los conflictos
bélicos heredados del Sexenio, terminando la Tercera Guerra Carlista (en 1876) y la Guerra
de los Diez Años en Cuba (Paz de Zanjón, 1878).
En 1881 Sagasta formó gobierno, primer ensayo del turno de partidos. Destaca la Ley de
Imprenta de 1883, año en que el partido de Cánovas regresa al Gobierno.
En 1885 muere Alfonso XII de forma prematura, hecho que amenazaba con desestabilizar
el sistema y detonar una nueva rebelión
Ante este acontecimiento, Cánovas y Sagasta firman el Pacto de El Pardo, que supuso la
consolidación del turnismo; así como el reconocimiento de María Cristina de Habsburgo
(esposa de Alfonso XII) como regente del reino hasta 1902, fecha en la que Alfonso XIII, hijo
de Alfonso XII y María Cristina de Habsburgo, asume personalmente la Corona.
6. Conclusión
El régimen establecido por Cánovas buscó devolver al país la estabilidad y las garantías
constitucionales carentes en el siglo XIX, pero las prácticas caciquiles desvirtuaron los
derechos democráticos del pueblo.