Expediente 01454 2006 HC LPderecho

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TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

EXP. N.º 1454-2006-HC/TC


CALLAO
JOS É ALFREDO V ELÁSQUEZ RÍOS

RAZÓN DE RELATORÍA

Lima, 20 de noviembre de 2007 '(J.

La resolución recaída en el Expediente N.º 1454-2006-HC es aquella conformada por los


votos de los magistrados Gonzales Ojeda, Bardelli Lartirigoyen y Vergara Gotelli , que
declara INFUNDADA la demanda. Los votos de los magistrados Gonzales Ojeda y
Bardelli Lartirigoyen aparecen firmados en hoja membretada aparte, y no junto con la firma
del magistrados integrante de la Sala debido al cese en funciones de dichos magistrados.

f/ SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

/J En Li na, a los 30 días del mes de enero de 2007 la Sala Segunda del Tribunal
// Const"tucional , integrada por los magistrados Gonzales Ojeda, Bardelli Lartirigoyen y
· Verg ra Gotelli , pronuncia la siguiente sentencia

ASUNTO

/ Recurso de agravio constitucional interpuesto por don José Alfredo Yelásquez Ríos
contra la resolución de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao, a
fojas 630, su fecha 9 de noviembre de 2005 , que declaró infundada la demanda de autos.

ANTECEDENTES

Con fecha 6 de setiembre de 2005 el recurrente interpone demanda de hábeas corpus


contra los vocales de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia de
la República y contra los integrantes de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia del Callao, por vulneración de los derechos a la libertad individual y al debido
proceso. Sostiene el actor que los demandados, en el marco del proceso que se le siguió por
delito de tráfico ilícito de drogas, confirmaron la sentencia que le fue impuesta con fecha 5
de noviembre de 2004, condenándolo a 12 años de pena privativa de libertad, sin tomar en
cuenta que existía pendiente un trámite de exención de pena en virtud del cual debió
reservarse el proceso y el correspondiente juzgamiento hasta que el mismo fuera resuelto.
Asimismo alega que los demandados en forma ilegal utilizaron las declaraciones que brindó
para aco gerse a dicho beneficio para condenarlo, y que el órgano judicial incurrió en una
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excesiva demora en la tramitación del beneficio, para luego denegárselo, vulnerando de esta
manera su derecho a ser juzgado en un plazo razonable.
3.

Realizada la investigación sumaria, se tiene a fojas 43 la declaración indagatoria del


actor, el cual se ratifica en todos los extremos de su demanda. Asimismo, a fojas 1O, 26, 34,
37, y 71 obran las declaraciones explicativas de los demandados, quienes coinciden en
seña9-~ ' n el caso de autos la Sala Penal nunca tuvo conocimiento de la tramitación del
rererido ben ficio procesal, por lo que se siguió adelante con el proceso dado que los
/
Jiiicios orale no se pueden paralizar bajo ningún concepto. Asimismo , refieren que el actor
1 confesó al etalle su participación en los hechos delictivos, por lo que el juzgador otorgó
valor proba orio a dicha manifestación, en virtud de la cual emitió válidamente la sentencia
cuestionad .

Juzgado Penal de Lima, su fecha 29 de setiembre de 2005, declara


infundadp la demanda por considerar que en todo momento el actor fue debidamente
asistido por abogado defensor, en especial al en las audiencias orales, en medio de las
cuales brindó su testimonio que fue merituado por la Sala. Asimismo, argumenta consideró
que en ninguna parte de la sentencia consta que se haya tomado declaración alguna en el
cuaderno de exención de pena, para condenarlo ya que dicho incidente no era de
conocimiento de la sala; y que, con fecha 22 de diciembre de 2004, es decir, antes de la
emisión de la Ejecutoria Suprema, su pedido de exención de pena fue declarado
improcedente, por lo que no se advierte vulneración alguna del derecho constitucional al
debido proceso.

La recurrida confirma la apelada por similares fundamentos.

FUNDAMENTOS

1. De autos se tiene que el recurrente acude al presente proceso constitucional solicitando


se declare nula la Ejecutoria Suprema de fecha 15 de febrero de 2005 , así como la
sentencia emitida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao ,
su fecha 5 de noviembre de 2004, argumentando que:

a) Ambas se habrían emitido en desconocimiento del trámite que había iniciado


en cuerda separada, en el que se acogía al beneficio de exención de pena, y
que, por ello, debió reservarse el juzgamiento mientras se resolvía el citado
beneficio.

b) Los demandados habrían vulnerado lo establecido en el artículo 26º del


Decreto Legislativo Nº 824, pues lo habrían condenado utilizando la
información veraz que proporcionó a nivel policial al solicitar dicho
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. .• l
.',,, .- ~)
~ . ·.

beneficio, ya que guardó silencio durante el resto del proceso, a fin de


salvaguardar su integridad corporal. Asimismo, alega que se puso en peligro
su integridad física al habérsele procesado con su verdadera identidad,
desconociéndose su derecho a utilizar una identidad ficticia y un código.

c) El juez ante el cual se presentó la solicitud de exención de pena declaró


improcedente dicho pedido en flagrante vulneración de los plazos procesales
establecidos por el Decreto Legislativo Nº 824, tardándose más de 32 meses
en resolverlo, período durante el cual fue sentenciado a la referida pena

2 Los pr cesas constitucionales, según lo establece el artículo 1º del Código Procesal


Consti ucional, tienen por finalidad proteger los derechos constitucionales reponiendo
las co as al estado anterior a la violación o amenaza de violación de un derecho
consti ucional. En ese sentido, el proceso de hábeas corpus no solo tutela la libertad
indiv'aual, en estricto, sino que según lo dispuesto por el último párrafo del artículo 25º
del ódigo acotado, procede también ante la vulneración del debido proceso y la tutela
proc sal efectiva, siempre que de la inobservancia de ésta se desprenda una limitación o
am naza de vulneración de uno o más derechos conexos a la libertad individual. En el
pr9sente caso, dado que la sentencia condenatoria que pone fin al proceso contiene una
re~tricción judicial a la libertad individual del actor, resulta procedente pronunciarse
sobre las aducidas vulneraciones al debido proceso en el presente hábeas corpus.

3. Asimismo antes de analizar aquéllas, es preciso reiterar lo ya señalado por este Tribunal
en el sentido de que no es labor de la justicia constitucional el resolver asuntos de mera
legalidad. Es por ello que el sentido del pronunciamiento en la presente sentencia no
consistirá en determinar, desde el texto de las normas legales que fueron de aplicación
al proceso penal, qué interpretación resulta más correcta, sino si la resolución
cuestionada, aunque corresponda a una correcta aplicación de la ley, resulta
vulneratoria de los derechos constitucionales del actor del presente hábeas corpus.

§Naturaleza constitucional del beneficio de exención de la pena

4. El Decreto Legislativo N.º 824, la Ley de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas,
contempla los beneficios procesales y penitenciarios excepcionales para aquellos
agentes que, sometidos a investigación policial o a proceso judicial por encontrarse
incursos en la comisión del delito de tráfico ilícito de drogas (TID), puedan contribuir a
la lucha contra el mencionado delito.

Al respecto el inciso "a" del artículo 19º de dicho decreto, establece que "El agente que
se encuentre o no sometido a investigación policial o a proceso judicial, por tráfico
ilícito de drogas, podrá quedar exento de pena, en los siguientes casos: (... ) Cuando
proporcione información oportuna y veraz que permita identificar y detener a dirigentes
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o jefes de organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas en el ámbito nacional e


internacional o a las actividades de tráfico ilegal de armas o lavado de dinero,
vinculados con el tráfico ilícito de drogas. ( ... ) Que, la información proporcionada
permita el decomiso de drogas, insumos químicos fiscalizados , dinero, materias primas,
infraestructuras y otros medios, utilizados en la obtención de drogas ilícitas, que
establezcan fehacientemente el funcionamiento de una organización dedicada al TID .
Die m 'o¡_-mación también deberá permitir la identificación de los dirigentes o jefes; y,
desbarat · miento de la organización criminal" .

Por tanto, 1 exención de la pena permite al implicado, sometido a investigación policial
o a proces judicial por tráfico ilícito de drogas, quedar fuera del proceso, es decir
exento de esponsabilidad. Dicho en otras palabras, la exención se produce cuando una
vez prod cido un delito la persona que cometió el hecho punible queda exenta de
sanción a guna o la misma se le aplica en menor medida, a cambio de cumplir con una
condición señalada por ley: entregar información veraz y oportuna que resulte idónea
para cumplir determinada finalidad . En ningún caso la exención de la pena es una causa
de extinción de la acción penal.

Esto halla su fundamento en los argumentos vertidos en la exposición de motivos del


referido decreto legislativo, en el que el legislador consideró qu e la incorporaci ón de
figuras jurídicas como la exención se legitima en la necesidad de obtener información
eficiente y legítima que posibilite desarticular la estructura de las organizaciones
dedicadas al tráfico ilícito de drogas ; y, paralelamente, neutralizar e impedir la colusión
que existe con el terrorismo, al cual sirve de apoyo económico , buscándose, de este
modo, también cumplir con la finalidad esencial de la pena, que es prevenir, cautelar, y
buscar la regen eración del delincuente, esto en razón de que, mediante las citadas
instituciones jurídicas, se aminora la acción criminal.

7. Así, el fundamento constitucional de dicho beneficio reposa en el artículo 8º de la


Constitución Política del Perú, la que prescribe que " El Estado combate y sanciona el
tráfico ilícito de drogas . Asimismo , regula el uso de los tóxicos sociales".

8. El requisito que debe cumplir un procesado acogido a beneficio para impedir la


materialización de la sanción es el proporcionar información oportuna, eficaz,
veraz y que permita identificar y detener a dirigentes o jefes de organizaciones
dedicadas a este delito . Asimi smo, esa información debe ser suficiente por sí mism a
para posibilitar: i) el decomiso de droga, insumos, dinero, materias primas,
infraestructura y otros medios que permitan establecer el funcionamiento de la
organización; ii) la identificación de dirigentes o jefes; y, iii) el desbaratamiento de la
organización criminal.
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9. Respecto del procedimiento a seguirse, el referido Decreto Legislativo N.º 824 , en su


artículo 20º y siguientes, establece que la información que deba dar quien se acoja a
este beneficio será proporcionada voluntariamente ante la autoridad policial en forma
secreta y con la presencia obligatoria de un representante del Ministerio Público o ante
el Magistrado que tiene a su cargo el proceso judicial, debiéndose en todos los casos
cumplir con brindar determinadas medidas de seguridad a los peticionarios, las cuales
son:

• Mantener la identidad del peticionario en secreto .


• Asignar al peticionario una clave, que se utilizará durante la secuela del
procedimiento de exención de pena.
• Íras lad ~ al peticionario a un Centro Especial de reclusión , a fin de cautelar su
integrida física y su vida.

I
• Proporci narle una identidad ficticia. (artículo 20º del Decreto Legislativo Nº
824)

Una statada la veracidad, oportunidad y eficacia de la información


proporcionad por el Ministerio Público, el Fiscal Provincial en lo Penal formulará
denuncia p?:a l, solicitando en vía incidental que el agente, esté o no involucrado en el
proceso pe al , sea considerado en calidad de testigo, identificándole con una clave, a
fin de sal~ guardar su verdadera identidad , tras lo cual deberá procederse a archivar
definitivarhente los procesos penales por TlD pendientes contra el solicitante; dejando
en claro en su artículo 25º que "el plazo máximo para resolver las solicitudes para los
trámites de exención o remisión de la pena, por tráfico ilícito de drogas, será de 3 meses
contados a partir de la fecha de recepción de la solicitud , bajo responsabilidad de las
autoridades pertinentes. El plazo antes mencionado sólo podrá ser ampliado por un
período adicional".

§El derecho a probar como elemento de la tutela procesal efectiva

10. El artículo 26º del Decreto Legislativo precitado establece que " Cuando la so licitud del
agente no sea atendida favorablemente por falta de pruebas, las declaraciones y los
medios acordados se tendrán como inexistentes y no podrán ser utilizados en su
contra" .

11 . Dicha disposición armoniza con lo resuelto por este Tribunal en la sentencia recaída en
el Expediente Nº 6712-2005-HC/TC, en la que se concluyó que para que los medios
probatorios sean admitidos, deben . ser presentados en su oportunidad , esto es, deben
guardar relaci ón directa con el carácter de preclusión o eventualidad que debe tener la
prueba y, en virtud del cual, toda prueba solicitada fuera de etapa deviene en inválida,
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puesto que existe una oportunidad procesal para solicitar la actuaciqn de medios
probatorios.

12. En ese sentido, el derecho a probar es uno de los componentes elementales del derecho
a la tutela procesal efectiva, tal como lo señaló el mismo Tribunal también en la
sentencia del Expediente Nº O10-2002-AI/TC; y, por tanto, constituye un elemento
implícito del derecho a la defensa. No resultará lógico, así, sostener que una testimonial
rendida por un procesado a fin de acceder a un beneficio sea invocada por el juez
/ericar ado de la instrucción penal para determinar el grado de culpabilidad de aquél,
/ pues e esta manera no sólo se estaría vulnerando el principio de preclusión de la
actua ión de los medios probatorios, sino que se limitaría el derecho a la defensa del
proce ado, al no permitírsele presentar medios probatorios en la oportunidad respectiva
y en a manera que considere pertinente para crear convicción en el juzgador respecto
de s inocencia.

§ Anár is de la presunta vulneración constitucional en el caso concreto

13. De autos se tiene que el actor fue condenado con fecha 5 de noviembre de 2004 (fojas
426), a 12 años de pena privativa de libertad, por la comisión del delito de tráfico ilícito
de drogas, tomándose como base para dicha condena la confesión que el actor hiciera
en el ámbito policial sobre su participación en los hechos delictivos; situación que el
actor considera vulneratoria de sus derechos afirmando que efectuó dicha manifestación
en el marco del beneficio de exención de la pena a la que previamente se había acogido,
por lo que no solo no debió contar con valor probatorio alguno en el ámbito de proceso
principal, sino que no debió utilizarse su nombre verdadero para efectuar la condena
cuestionada.

14. En ese sentido y tal como se ha establecido en el fundamento 9, supra, del presente
voto, una vez que un peticionario se acoge al beneficio de exención de la pena,
corresponde asignarle una identidad ficticia y una clave, con la cual deberá rendir su
manifestación ante la policía, en presencia del representante del Ministerio Público. En
ese sentido, corre en autos, a fojas 90, la manifestación policial rendida por el actor en
presencia del representante de la Dirección Nacional Antidrogas de la Policía Nacional
del Perú, el Fiscal Provincial Especializado Antidrogas de Lima y su abogado defensor;
declaración en la cual el actor, sin hallarse con identidad ficticia o clave de
identificación alguna y brindando voluntariamente su nombre real y sus datos
particulares, acepta todos los cargos que se le imputan respecto del delito instruido,
procediendo finalmente a firmar dicha acta y colocar su huella digital, consignando
nuevamente su nombre real.
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15. Siendo así resulta claro que en el presente caso no existió vulneraci<m alguna del
derecho al debido proceso o a la tutela procesal efectiva, puesto que de la instrumental
precitada no se aprecia indicio alguno de que la manifestación estuvo siendo dada en el
marco del beneficio procesal de exención, limitándose a consignar el demandante al
final de ella que se halla arrepentido y desea colaborar con la justicia a fin de esclarecer
los hechos, lo cual no implica prueba idónea suficiente que acredite que dicha
declaración se emitió en el marco de la tramitación del alegado beneficio. Por el
contrario, se tiene de dicho documento que en todo momento el actor estuvo
debidamente asesorado por su abogado defensor, el cual, en todo caso, debió haber
exigido el cumplimiento de las formalidades contempladas en el Decreto Legislativo Nº
824;'es ecir, la asignación de una identidad ficticia y un código de identificación, antes
de la ren ición de su manifestación.

1
16. Por tant se puede concluir válidamente que la declaración rendida por el actor a nivel
policial tiene efecto de medio probatorio, que por ello fue incorporada al proceso como
declara -ión de parte y que no existe óbice alguno que impida al juez ordinario otorgar a
ésta v lor probatorio y admitirlo como tal , de modo que carece de sustento la
afirm· ción vertida por el actor respecto a que dicha declaración fue rendida al interior
de pr ceso incidental apa11e.

17. Así las cosas, la pretensión del demandante colisiona con el inciso 2) del artículo 139º
de la Carta de 1993 , que prohíbe desconocer la cosa juzgada material , en salvaguarda de
la eficacia del proceso, así como de la paz y el respeto a la firmeza e intangibilidad de
las situaciones jurídicas solucionadas en definitiva por el Poder Judicial. E llo ,
obviamente, sin perjuicio de que sea posible su modificación o revisión a través de los
cauces extraordinarios legalmente previstos.

18 . Necesario es subrayar que el hábeas corpus no puede ser utilizado como un recurso más
para modificar la decisión colegiada que dio fin al proceso penal seguido contra el
recurrente, más aún si ésta fue confirmada por ejecutoria de la Corte Suprema de la
República, vía recurso de nulidad interpuesto por el demandante en ejercicio pleno de
su derecho de defensa y en cumplimiento del principio constitucional de la doble
instancia. Consecuentemente, resulta de aplicación al caso el artículo 2º , contrario
sensu, del Código Procesal Constitucional.

19. Adicionalmente este Colegiado ha recepcionado el Oficio Nº 0431-2007-SG-CS-P J, su


fecha 22 de enero de 2007, obrante a fojas 1O del cuadernillo constitucional , mediante
el cual el señor Presidente de la Corte Suprema de la República remite copias
certificadas de los actuados tramitados en vía incidental en el Cuaderno del Beneficio
Procesal de Exención de pena del peticionario con clave Nº TA-O 1050420002. Del
estudio detallado de las piezas instrumentales adjuntas se advierte que la Sala Penal
Transitoria de la Corte Suprema de la República, mediante ejecutoria obrante en autos a
.
'

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fojas 199 del cuadernillo constitucional, su fecha 14 de febrero de 2005 , declaró no


haber nulidad en la resolución expedida por la Segunda Sala Penal del Callao, que
declara improcedente el beneficio procesal de exención de la pena solicitado por el
demandante, en mérito a que de sus declaraciones no se ha establecido quién o quiénes
son los cabecillas de la organización criminal dedicada al tráfico ilícito de drogas a
nivel internacional y que sólo se ha logrado capturar y condenar a algunos de los
integrantes, ejecutoria que se encuentra debidamente fundamentada y motivada .

20. Por lo expuesto , dado que en el caso de autos se tiene que el actor estuvo debidamente
asesorado por abogado defensor de su elección durante la investigación preliminar, la
instrucción, el juicio oral y la tramitación del cuaderno de exención de la pena, tuvo la
oportunidad de participar en Jos debates contradictorios y que en todo momento se
cumplió con los principios rectores del proceso penal , tales como la oralidad,
inmediación, concentración y contradicción, cabe desestimar la presente demanda de
hábeas corpus en virtud de lo dispuesto por el artículo 2° del Código Procesal
Constitucional.

Por estos fundamentos , el Tribunal constitucional, con la autoridad que le confiere la


Constitución Política del Perú

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus de autos.

Publíquese y notifíquese.

SS.
/
, /''
GONZALES OJEDA
BARDELLI LARTIRIGOYE /
VERGARA GOTELLI

Lo

Dr. Daniel Figal/o Rivadeneyra


SECRETARIO RELATOk ,, )
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

EXP. N.º 1454-2006-HG/TC


CALLAO
JOSÉ ALFREDO VELÁSQUEZ RÍOS

VOTO DE L~GISTRADOS GONZALES OJEDA


Y BARDELLI LARTIRIGOYEN

Visto el recurso de agravio constitucional interpuesto por don José Alfredo


Velásquez Ríos contra la resolución de la Primera Sala Penal de la Corte Superior de
Justicia del Callao, a fojas 630 , su fecha 9 de noviembre de 2005 , que declaró infundada la
demanda de autos, los magistrados firmantes emiten el siguiente voto:

ANTECEDENTES

Con fecha 6 de setiembre de 2005 , el recurrente interpone demanda de hábeas


corpus contra los vocales de la Segunda Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de
Justicia de la República y contra los integrantes de la Primera Sala Penal de la Corte
Superior de Justicia del Callao, por vulneración de los derechos a la libertad individual y al
debido proceso. Sostiene el actor que los demandados, en el marco del proceso que se le
siguió por delito de tráfico ilícito de drogas, confirmaron la sentencia que le fue impuesta
con fecha 5 de noviembre de 2004, condenándolo a 12 años de pena privativa de libertad ,
sin tomar en cuenta que existía pendiente un trámite de exención de pena, en virtud del cual
debió reservarse el proceso y el correspondiente juzgamiento hasta que el mismo sea
resuelto. Asimismo alega que los demandados, en forma ilegal , utilizaron las declaraciones
que brindó para acogerse a dicho beneficio para condenarlo, y que el órgano judicial
incurrió en una excesiva demora en la tramitación del beneficio, para luego denegársel o,
vulnerando de esta manera su derecho a ser juzgado en un plazo razonable.

Realizada la investigación sumaria, se tiene a fojas 43 la declaración indagatoria del


actor, el cual se ratifica en todos los extremos de su demanda. Asimismo , a fojas 1O, 26, 34,
37, y 71 obran las declaraciones explicativas de los demandados, quienes coinciden en
j A señalar que en el caso de autos la Sala Penal nunca tuvo conocimiento de la tramitación del
/Y/ referido beneficio procesal, por lo que se siguió adelante con el proceso dado que los
/ juicios orales no se pueden paralizar bajo ningún concepto. Asimismo , refieren que el actor
confesó al detalle sL: participación en los hechos delictivos, por lo que el juzgador otorgó
valor probatorio a dicha manifestación, en virtud de la cual emitió válidarnente la sentencia
cuestionada.

El Tercer Juzgado Penal de Lima, su fecha 29 de setiembre de 2005 , declara


Í!1fundada la demanda por considerar que en todo momento el actor fu e debidamente
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asistido por abogado defensor, en especial al en las audiencias orales, en medio de las
cuales brindó su testimonio que fue merituado por la Sala. Asimismo, argumenta consideró
que en ninguna parte de la sentencia consta que se haya tomado declaración alguna en el
cuaderno de exención de pena, para condenarlo ya que dicho incidente no era de
conocimiento de la sala; y que, con fecha 22 de diciembre de 2004, es decir, antes de la
emisión de la Ejecutoria Suprema, su pedido de exención de pena fue declarado
improcedente, por lo que no se advierte vulneración alguna del derecho constitucional al
debido proceso .

La recurrida confirma la apelada por similares fundamentos.

FUNDAMENTOS

1. De autos se tiene que el recurrente acude al presente proceso constitucional so licitando


se declare nula la Ejecutoria Suprema de fecha 15 de febrero de 2005 , así corno la
sentencia emitida por la Primera Sala Penal de la Corte Superior de Justicia del Callao ,
su fecha 5 de noviembre de 2004, argumentando que :

a) Ambas se habrían emitido en desconocimiento del trámite que había iniciado


en cuerda separada, en el que se acogía al beneficio de exención de pena, y
que, por ello , debió reservarse el juzgamiento mientras se resolvía el c itado
beneficio .

b) Los demandados habrían vulnerado lo establecido en el artículo 26º del


Decreto Legislativo Nº 824, pues lo habrían condenado utilizando la
información veraz que proporcionó a nivel policial al solicitar dicho
beneficio , ya que guardó silencio durante el resto del proceso, a fin de
salvaguardar su integridad corporal. Asimismo, alega que se puso en peligro
su integridad física al habérsele procesado con s:..i verdadera identidad,
desco nociéndose su derecho a utilizar una identidad ficticia y un código .

c) El juez ante el cual se presentó la solicitud de exención de pena declaró


improcedente dicho pedido en flagrante vulneración de los plazos procesales
establecidos por el Decreto Legislativo N º 824, tardándose más de 32 rne:-;es
en resolverlo, período durante el cual fue sentenciado a la referida pena

2. Los procesos constitucionales, según lo establece el artículo 1º del Códi go Procesal


Constituci onal, tienen por finalidad proteger los derechos constitucionales reponiendo
las cosas al estado anterior a la · violación o amenaza de violación de un derecho
constitucion::il. E n ese sentido , el proceso de hábeas corpus no solo tutela la libertad
individual, en estricto; sino que, según lo dispuesto por el último párrafo del artículo
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25º del Código acotado, procede también ante Ja vulneración del debido proceso y la
tutela procesal efectiva, siempre que de la inobservancia de ésta se desprenda una
limitación o amenaza de vulneración de uno o más derechos conexos a la libertad
individual. En el presente caso, dado que Ja sentencia condenatoria que pone fin al
proceso contiene una restricción judicial a Ja libertad individual del actor, resulta
procedente pronunciarse sobre las aducidas vulneraciones al debido proceso en el
presente háceas corpus.

3. Asimismo, antes de analizar aquéllas, es preciso reiterar lo ya señalado por este


Tribunal constitucional en el sentido de que no es labor de la justicia constitucional el
resolver asuntos de mera legalidad. Es por ello que el sentido del pronunciamiento en la
presente sentencia no consistirá en determinar, desde el texto de las normas legales que
fueron de aplicación al proceso penal, qué interpretación resulta más correcta. sino si !a
resolución cuestionada, aunque corresponda a una correcta aplicación de la ley, resulta
vulneratoria de los derechos constitucionales del actor del presente hábeas corpus.

§Naturaleza constitucional del beneficio de exención de la pena

4. El Decreto Legislativo N .º 824, la Lf~y de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas,


contempla los beneficios procesales y penitenciarios excepcionales para aquellos
agentes que, sometidos a investigación policial o a proceso judicial por enco11trarse
1 incurso ~ en la comisión del delito de tráfico ilícito de drogas (TID), puedan cont~ibuir a

I la lucha contra el mencionado delito.

Al respecto, el inciso "a" del artículo 19º de dicho decreto, establece que "El agente
que se encuentre o no sometido a investigación policial o a proceso jl!dicial, por tráfico
ilícito de drogas, podrá quedar exento de pena, en los siguientes casos: (... ) Cuando
proporcione información oportuna y veraz que permita identificar y detener a dirigentes
o jefes de organizaciones dedicadas al tráfico ilícito de drogas en el ámbito nacional e
internacional o a las actividades de tráfico ilegal de armas o lavado de dinero,
vinculados con el tráfico ilícito de drogas. ( ... ) Que, la información proporcionada
permita el decomiso de drogas, insumes químicos fiscalizados, dinero , materias primas,
infraestructuras y otros medios, utilizados en ia obtención de drogas ilícitas, que
est<ibkzcan fehacientemente el funcionamiento de una organización dedicada al T1D.
Dicha información también d~be1á permitir la identificación de los dirigentes o jefes; y,
el desbaratumiento de la organización criminal" .

:5. Pc1r tanto, la exención de la pena permite al implicado, sometido a investigación policial
o a proceso judicial por tráfico ilícito de drogas, quedar fuera del proceso , es decir,
exento de responsabilidad. Dicho en otras pa.labras, la exención se produce cuando , una
vez producido un delito, la persona que cometió el hecho punible queda exenta de
sanción algun<i o la misma se le aplica en menor medida, a cambio de cumplir con una
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

condición señalada por ley : entregar información veraz y oportuna que resulte idónea
para cumplir determinada finalidad. En ningún caso la exención de la pena es una causa
de extinción de la acción penal.

6. Esto halla su fundamento en los argumentos vertidos en la exposición de motivos del


referido decreto legislativo, en el que el legislador consideró que la incorporación de
figuras jurídicas como la exención se legitima en la necesidad de obtener información
eficiente y legítima que posibilite desarticular la estructura de las organizaciones
dedicadas al tráfico ilícito de drogas; y, paralelamente, neutralizar e impedir la colusión
que existe con el terrorismo , al cual sirve de apoyo económico, buscándose, de este
modo, también cumplir con la finalidad esencial de la pena, que es prevenir, cautelar, y
buscar la regeneración del delincuente, esto en razón de que, mediante las citadas
instituciones jurídicas, se aminora la acción criminal.

7. Así, el fundamento constitucional de dicho beneficio reposa en el artículo 8° de la


Constitución Política del Perú, la que prescribe que "El Estado combate y sanciona el
tráfico ilícito de drogas. Asimismo , regula el uso de los tóxicos sociales ".

8. El requisito que debe cumplir un procesado acogido a beneficio para impedir la


materialización de la sanción es el proporcionar información oportuna, efkaz.
veraz y que permita identificar y detener a dirigentes o jefes de organizaciones
dedicadas a este delito . Asimismo, esa información debe ser suficiente por sí misma
para posibilitar: i) el decomiso de droga, insumos, dinero, materias primas,
infraestructura y otros medios que permitan establecer el funcionamiento de la
organización; ii) la identificación de dirigentes o jefes; y, iii) el desbaratamiento de la
organización criminal.

9. Respecto del procedimiento a seguirse, el referido Decreto Legislativo N .º 824, en su


artículo 20º y siguientes, establece que la información que deba dar quien se acoja a
este beneficio será proporcionada voluntariamente ante la autoridad policial en forma
secreta y con la presencia obligatoria de un representante del Ministerio Público o ante
el Magistrado que tiene a su cargo el proceso judicial, debiéndose en todos los casos.
cumplir con brindar determinadas medidas de seguridad a los peticionarios, las cuales
son:

• Mantener la identidad del peticionario en secreto.


• Asignar al peticionario una clave, que se utilizará durante la secuela del
procedimiento de exención de pena.
• Trasladar al peticionario a ui1 Centro Especial de reclusión , a fin de cautelar su
integridad física y su vida.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

• Proporcionarle una identidad ficticia. (artículo 20º del Decreto Legislativo Nº


824)

Una vez constatada la veracidad, oportunidad y eficacia de la información


proporc\onada por el Ministerio Público, el Fiscal Provincial en lo .Penal formulará
denuncia penal, solicitando en vía incidental que el agente, esté o no involucrado en el
proceso penal, sea considerado en calidad de testigo, identificándole con una clave, a
fin de salvaguardar su verdadera idenridad, tras lo cual deberá procederse a archivar
definitivamente los procesos penales por TID pendientes contra el solicitante; dejando
en claro en su artículo 25º que "el plazo máximo para resolver las solicitudes para los
trámites de exención o remisión de la pena, por tráfico ilícito de drogas, será de 3 meses
contados a partir de la fecha de recepción de la solicitud, bajo responsabilidad de las
autoridades pertinentes. El plazo antes mencionado sólo podrá ser ampliado por un
período adicional".

§ El derecho a probar como elemento de la tutela procesal efectiva

!O. El artículo 26º del Decreto Legislativo precitado establece que ''C uando la solicitud del
agente no sea atendida favorablemente por falta de pruebas, las dec laraciones y lo s
medios acordados se tendrán como inexistentes y no podrán ser utilizados en su
contrn".

11 . Dicha disposic!ón armoniza con lo resucito por el Tribunal Constitucional en la


sentencia recaída en el Expediente Nº 6712-2005-HC/TC, en la que se concluyó que
para que los medios probatorios sean admitidos, deben ser presentados en su
oportunidad, esto es, deben guardar relación directa con el carácter de preclusión o
eventualidad que debe tener la prueba y, en vi11ud del cual, toda prueba so licitada fuera
de etapa deviene en inválida, puesto que existe una oportunidad procesal para solicita1
la actuación de medios probatorios.

l 2. En ese sentido, el derecho a probar es uno de los componentes elementales del derecho
a la tutela procc3al efectiva, tal ..::orno lo señaló el mismo Tribunal también en la
sentencia del Expediente Nº 010-2002-Al/TC; y, por tanto, constituye un ele111ent1
implícito del derecho a la defensa. No resultará lógico, así, sostener que un ::l testimonial
)¡ rendida por U!1 procesado a fin de acceder a un beneficio sea invocada por el juez
encargado de la instrucción penal para determinar el grado de culp::.bilidad de aq uél ,
pues de esta 1m:nera no sólo se estaría vulnerando el principio de preclusión de la
actuación de los medios probatorios, sino que se limitaría el derecho a la defensa del
proces:ido, c:l no permitírselc presentar medios probatorios en la oportunidad respectiva
y en la :mnern que considere pe11inente para crear convicción en el juzgador respecto
de su i11occr1c i;t.
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

§ Análisis de la presunta vulneración constitucional en el caso concreto

13. De autos se tiene que el actor fue condenado con fecha 5 de noviembre de 2004 (fojas
426), a 12 años de pena privativa de libertad, por la comisión del delito de tráfico ilícito
de drogas, tomándose como base para dicha condena la confesión que el actor hiciera
en el ámbito policial sobre su participación en los hechos delictivos ; situación que el
actor considera vulneratoria de sus derechos afirmando que efectuó dicha manifestación
en el marco del beneficio de exención de la pena a la que previamente se había acogido,
por lo que no solo no debió contar con valor probatorio alguno en el ámbito de proceso
principal, sino que no debió utilizarse su nombre verdadero para efectuar la condena
cuestionada.

14. En ese sentido , y tal como se ha establecido en el fundamento 9, supra, del presente
voto , una vez que un peticionario se acoge al beneficio de exención de la pena,
corresponde asignarle una identidad ficticia y una clave , con la cual deberá rendir su
manifestación ante la policía, en presencia del representante del Ministerio Público. En
ese sentido, corre en autos, a fojas 90 , la manifestación policial rendida por el actor en
presencia del representante de !a Dirección Nacional Antidrogas de la Policía Nacional
del Perú , el Fiscal Provincial Especializado Antidrogas de Lima y su abogado defensor;
declaración en la cual el actor, sin hallarse con identidad ficticia o clave de
identificación alguna y brindando voluntariamente su nombre real y sus datos
particulares, acepta todos los cargos que se le imputan respecto del delito instruido,
procediendo fü~almente a firmar dicha acta y colocar su huella digital, consignando
nuevamente su nombre real.

15 . Siendo así, resulta claro que en el presente caso no existió vulneración alguna del
derecho al debido proceso o a la tutela procesal efectiva, puesto que de la in strumental
precitada no se aprecia indicio alguno de que la manifestación estuvo siendo dada en el
marco del beneficio procesal de exención, limitándose a consignar el demandante al
final de ella que se halla arrepentido y desea colaborar con la justicia a fin de esclarecer
los hechos, lo cual no implica prueba idónea suficiente que acredite que dicha
declaración se: emitió en el marco de la tramitación del alegado beneficio. Por el
_¡j/l comr:::rio, se tiene de dicho documento que en todo momento el actor estuv o
j debidamente asesorado por su abogado defensor, el cual, en todo caso , debió haber
exigido e l cumplimiento de las formalidades contempladas en el Decreto Legislativo Nº
824, es decir, la asignación de una identidad ficticia y un código de identificación , antes
de la rendic;ó:1 de su manifestación .

16 . Por tanto, se puede concluir válidamente que la declaración rendida por el acto1 a nivel
policial tiene efecto de medio probatorio, que, por ello, fue incorpo rada al proceso
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

como declaración de parte, y que no existe óbice alguno que impida al juez ordinario
otorgar a ésta valor probatorio y admitirlo como tal, de modo que carece de sustento la
afirmación vertida por el actor respecto a que dicha declaración fue rendida al interior
de proceso incidental aparte .

17. Así las corns, consideramos que la pretensión del demandante colisiona con el inciso 2)
dd ª 'tícu!o 139º de la Carta de 1993, que prohíbe desconocer la cosa juzgada material,
en salv<:guarda de la eficacia del proceso, a5Í como de la paz y el respeto a la firmeza e
intangibiJi.dad de las situaciones jurídicas solucionadas en definitiva por el Poder
Judicial. Ello, obviamente, sin perjuicio de que sea posible su modificación o revisión a
través de los cauces extraordinarios legalmente previstos.

18. Necesario es subrayar que el hábeas corpus no puede ser utilizado como un recurso m<Ís
para modificar la decisión colegiada que dio fin al proceso penal seguido contra el
recurrrnte, más aún si ésta fue confirmada por ejecutoria de la Corte Suprema de la
República, vía recurso de nulidad interpuesto por el demandante en ejercicio pleno d~
su derecho de defens<l y en cumplimiento del principio constitucional de la doble
instancia. Consecuentemente, e~timamos que resulta de aplicación al caso el artículo 2º,
contrario sensu, del Código Procesal Constitucional.

9. Adicionalmente, conviene referir que el Tribunal Constitucional ha recepcionado el


1 0ficio Nº 0431-2007-SG-CS-PJ, su fecha 22 de enero de 2007, obrante a fojas 1O del
cuadernillo constitucional, mediante el cual el señor Presidente de la Corte Suprema de
la República remite copias certificadas de los actuados tramitados en vía iricidemal en
el Cuaderno del Beneficio Procesal de Exención de pena del peticionario con clave N''
TA-O 1050420002. Del estudio detallado de las piezas instrumentales adjuntas se
advierte que la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de la República, mediante
ejecutoria obrantf~ en autos a fojas 199 del cuaderni !lo constitucional, su fecha 14 de
febrero cie 2005, declaró no haber nulidad en la resolución expedida por la Segunda
Sala Penal del Cailao, que declara improcedente el b.eneficio procesal de exenci ón de la
pena solicitado por el demandante, en mérito a que de sus declaraciones no se ha
establecido quién o quiénes son los cabecillas de la organización criminal dedicada al
tráfico ilícitc de drogas a nivel internacional y que sólo se ha logrado capturar y
condenar a algunos de los integrantes, ejecutoria que se encuentra debidamente
fundamentada y motivada.

20. Por lo expuesto, dado que en el caso de autos se tiene que el actor estuvo debidamente
asesorado por abogado defensor de su elección durante la investigación preliminar, la
instrucc:ón, el juicio oral y la tramitación del cuaderno de exención de la pena, tuvo la
oportunidad de participar en los debates contradictorios y que en todo momento se
cumplió con :os principios reclores del proceso penal , tales como la oralidad,
inmcdiaci Cin, concentración y contradicción, consideramos que corresponde desestimar
TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

la presente demanda de hábeas corpus en virtud de lo dispuesto por el artículo 2° del


Código Procesal Constitucional.

Por estas razones, nuestro voto es porque se declara INFUNDADA la demanda de


hábeas corpus de autos. "
,, ·..

Srs.

GONZALES OJEDA
BARDELLI LARTIRIGOYEN

Dr. Da niel Fi al/o Rivade neyra


SECRETARIO HELATOI< ,l)

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